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INDICE:
1- VISITAS INESPERADAS
2- EL CUARTO CON CANDADO
3- LOS RELOJES Y EL ENIGMA DEL TIEMPO
4- LA BÚSQUEDA
5- CARRERA CONTRA EL TIEMPO
6- UN NUEVO DÍA
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VISITAS INESPERADAS
Como sea, la gente del pueblo respetaba sobremanera a los Goder , se podría
decir que de alguna forma sentían un profundo respeto por ellos ; sabían de
sus cientos de libros usados que había acumulado Johann durante décadas;
pero también sabían, o intuían , que mantenía un cuarto con candado, y que
incluso muy raras veces su esposa había podido ingresar. Unos decían que
mantenía libros sagrados; otros, simples relojes antiguos que tenía por
afición coleccionar.
Después de leer la carta, Elena no pudo contener las lágrimas que , como
si fueran arrancadas por una fuerza desconocida, prorrumpió en llanto
junto a Johann y los niños. Éstos, al verla llorar, la abrazaron con fuerza
y, en una escena en la cual se unieron los cuatro, se quedaron por unos
instantes perplejos ante la desgracia de la noticia, como un sauce que a
través de sus ramas , dejaba caer lágrimas cristalinas bajo la ropa aún
fresca de la mañana.
Un mes más tarde, la casa de los Goder había cambiado por completo; y no
porque Ricardo y Lucía fueran unos muchachos desordenados; sino porque
Martín , quien ya había hecho muy buena amistad con sus primos, se
entretenía más de la cuenta. Martín Goder poseía un espíritu inquisitivo,
sagaz e inquieto; su mente analítica le conminaba a encontrar soluciones a
diversos problemas, se podría decir que su pensamiento corría a cien ,
mientras que en la escuela debía bajar las revoluciones para no tener
altercados con sus profesores, a quien siempre estaba poniendo a prueba con
sus interrogantes sobre la naturaleza de las cosas.
Sucedió, sin embargo, que con la llegada de Ricardo y Lucía, su vida había
cambiado un poco. Cada noche se dirigía a la pieza de Ricardo y , con el
tablero de ajedrez en la mano, pasaban largas horas de la noche jugando. El
asunto era que Martín descuidaba sus tareas de la escuela. Pero sabía
arreglárselas de manera que siempre cumplía con sus obligaciones.
Pero una noche, mientras Ricardo y Lucía se daban las buenas noches, ésta
le preguntó:
-¿Conoces el cuarto que está con candado?
-¿Qué cuarto?- Le contestó con cierta duda e inquietud.
-Aquél que se encuentra justo saliendo del pasillo y doblando hacia la
oficina del tío.-. Le replicó Lucía moviendo la cabeza e instándole salir a
ver.
2
EL CUARTO CON CANDADO
Sobre
Filius Aura
y el enigma
del tiempo.
Yo Filius Aura,
Porto el mensaje, que renueva otras primaveras
Derrama la luz con un toque de vida y,
Riega los campos de mariposas y lirios,
Mientras las abejas pueblan los prados
Por unos días más, hasta el último día,
Donde no habrá más enigmas.
Luego de las palabras de Filius Aura, la imagen desapareció por completo,
no sin antes llevarse consigo, una estela de colores brillantes y absorbentes
que se depositaron en los distintos relojes; después de ese evento, y
mientras Lucía , Ricardo y Martín aún no se reponían de la visión, los
relojes comenzaron a funcionar todos. Cada uno de ellos había comenzado a
andar a partir de las doce. Y una armoniosa marcha de las maquinas de los
relojes se hacía presente con un latir que más bien parecía un tronar de
estrellas en nacimiento. Todos juntos marchando al ritmo de un solo sonido
y vibrar: el mecanismo era uno sólo. Y luego, desde el mueble se pudo
contemplar una extraña luz azul plateada, con marcos de oro.
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LA BÚSQUEDA
Después del extraño suceso que les ocurrió a Lucía, Ricardo y Martín,
quedaron con la impresión de que algo debían hacer, pues la aparición de la
imagen de Filius Aura y sus mensajes, no les produjo ninguna tranquilidad,
sino al contrario, quedaron tan metidos con la pequeña figura de niño, que
ya la vida sencilla y tranquila en el hogar de los Goder, definitivamente, no
era la misma.
-He leído muchas historias – dijo Lucía con sorpresa-, pero esto es...
-¡Sí!- dijo Ricardo emocionado-, yo también.
- ¿Se dan cuenta?- preguntó Martín exaltado.
- ¿Qué cosa?- señaló Ricardo.
- ¡El mensaje!...¡Debemos traducir el mensaje!- enfatizó Martín.
- ¡Ah, el mensaje de Filius Aura!- dijo Lucía-, contiene una doble
realidad, pues sus dos imágenes constituyen dos mensajes a la vez,
¿no?.Además, es el mismo ser que aparece en el libro del Enigma del
Tiempo
- ¡Claro!...como dos personalidades en una- recalcó Ricardo.
- ¡Exacto!- confirmó Martín.
- ¡Filius Aura nos habla con metáforas!- dijo Lucía emocionada.
- ¡No entiendo!- señaló Ricardo intrigado.
- Fíjate, Ricardo...cuando dijo: “porto el mensaje que seca los campos
en primavera”, se refiere a la muerte , a la destrucción de los
alimentos.-contestó Lucía.
- O sea, que, cuando habló: “florecen hongos en invierno”... se
refiere a ...- recalcó tartamudeando un poco, Martín.
Lucía y Ricardo se miraron estupefactos..., con el tipo de mirada se habían
podido decir algo más que palabras..., luego, Lucía rompió el silencio.
- ¡Sí, Martín!...hongos en inviernos son metáforas de ...-, Lucía se
demoró en decir palabra alguna. Un nudo en la garganta se apoderó
de su lengua, y no fue capaz de pronunciar sonidos.
- ¡Bombas atómicas!- terminó diciendo Martín con claridad.
- ¡Cierto!- agregó Lucía mientras le tomaba la mano a Martín en señal
de apoyo.
- Sólo una bomba de esas características podría arrastrar nubes
negras...algo así como polvo nuclear...destrucción...¡qué horror!- dijo
Lucía, con la sensación de que el mensaje era terrorífico en su
interpretación.
- Y después del mediodía, cubre la noche con el silencio perpetuo.
Sabrán a qué se refiere esta metáfora..., ¿no?. Exclamó Ricardo.
- Ciertamente- dijo Lucía, convencida del significado último-. Se trata
de la destrucción total de la Tierra. No más planeta... ¡silencio
perpetuo!
Ricardo miró fijamente a Lucía y a Martín, y con el corazón estrecho por lo
que el mensaje de Filius Aura significaba, agachó la mirada al piso , como si
buscara respuestas y luego, recordó a Lucía que el pequeño ser poseía dos
identidades; y que el segundo ser , niño-viejo, era portador de otras
metáforas.
- No te preocupes, Lucía- dijo Ricardo intentando calmarla.
- Todavía tenemos tiempo, supongo...¿no?- dijo Martín.
- Observen el segundo mensaje de Filius Aura- señaló Ricardo.
- Sí... cuando dijo: “ derrama luz con un toque de vida”-. Y luego, dijo:
“riega los campos de mariposas y lirios”. Sin duda que se refiere a la
vida sobre la Tierra- dijo Lucía.
- Y cuando señaló que: “ las abejas pueblan los prados”, nos intenta
decir que los seres humanos desarrollan pueblos, culturas y organizan
comunidades... o algo así, ¿no?- recalcó Martín.
- Es lo más probable – dijo Lucía-. Hay algo más, noten que cuando
dijo: “Por unos días más, hasta el último día”, puede referirse al
tiempo que cubre la distancia entre la vida humana en la actualidad y
el fin de los días, o de los tiempos..., y eso puede tomar millones de
años o miles de millones de años más... creo yo.
- Donde no habrá más enigmas- dijo suavemente Ricardo.
- ¡Exacto!-. Ya no habrá más enigmas que resolver- contestó Martín.
- Entonces , no hay tiempo que perder, la advertencia es clara...,
¡vamos! Corramos en busca de ese libro de Filius Aura- arengó
Lucía-.
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CARRERA CONTRA EL TIEMPO
Así fue como los cuatro salieron del cuarto de los relojes, mientras un aire
extraño aún se podía notar en el ambiente. La ola de colores que habían
corrido de un lado a otro , se había impregnado en las paredes del cuarto,
que aunque de manera difusa, se podía notar un extraño dibujo en el techo,
arriba del mueble de los relojes con memoria. Lucía , Ricardo y Martín no
se habían percatado en ese instante. En éste, quedaba inscrita la siguiente
frase, que luego de un segundo, se esfumó totalmente:
¡Filius Aura se ha ido..., mientras tanto!
6
UN NUEVO DÍA
Un nuevo día había anunciado su nacimiento con suaves rayos de luz que
entraban por la habitación de Lucía. Al momento de despertar, supo que las
cosas que había visto en el cuarto con candado, no tendrían fácil explicación
para ninguno de los tres. Intentaba descifrar cada una de las preguntas del
libro del Filius Aura. Pero en lo profundo de su ser abrigaba la esperanza
que aquél nuevo día no sería uno más. Se incorporó de la cama y se dirigió
hasta la ventana. Desde allí, corrió el pequeño marco de ventana y pudo
contemplar un vasto panorama de árboles, pájaros y prados verdes, y
entonces, fue invadida por un aroma de fragancias de diversas flores que
eran arrastradas por un tibio viento desde las colinas vecinas, hasta llegar
con suaves remolinos a la habitación de Lucía. Aunque ya había
observado tal escena otros días, aquella mañana era diferente, pues sabía
que el encuentro con Filius Aura era un hecho sorprendente, que sólo se
podría repetir dentro de otros miles o millones de años más.
Entonces, sintió la necesidad de comunicarse con Ricardo y
Martín. Deseaba hablar con ellos. De modo que, aún con pijamas, salió de
la habitación y fue corriendo a buscar a Ricardo. Mientras entraba al
pasillo, tropezó con Martín, que también estaba dirigiéndose hacia la
habitación Ricardo.
-Ricardo..., Martín..., tenía que verlos- exclamó Lucía con
ansiedad-.Sucede que cuando desperté esta mañana, no pude menos que
pensar en lo de ayer..., y , ¡miren!... estamos todos aquí..., hemos vencido a
Filius Aura y sus preguntas, ¿no es extraordinario?.
- ¡Sí! – dijo Ricardo.
- ¡Sí!- dijo Martín.
- Es fantástico lo que nos ha ocurrido..., pero lo creo. Es
decir, sé que no es normal, pero sucedió...., logramos
responder las preguntas de los libros de Filius Aura- agregó
Lucía con fuerza en sus palabras, al tiempo que buscaba la
mirada de Martín y Ricardo con admiración-.
- Sí, Lucía..., creo que tendremos mucho tiempo para meditar lo
que nos pasó- recalcó Ricardo.
- Claro, Filius Aura se ha ido, y espero que no vuelva nunca más-
expresó Martín, con cierta incredulidad.
- Así lo esperamos – dijo Ricardo.
- Creo que eso dependerá de la manera en que la humanidad
conduzca sus pasos a partir de este nuevo día- expresó Lucía
con un tono melancólico-. Cada uno de nosotros en este mundo
tiene la misión de responsabilizarse de la vida, y de la evolución
de la raza humana.
- Cierto, Lucía- contestó Martín.
- Creo que puede ser a través de cosas sencillas, ¿no?- agregó
Ricardo-, como cuidar un pájaro, una flor , una semilla...
- Así es, Ricardo- replicó Lucía, cada esfuerzo, por mínimo que
sea, provocará vibraciones en el Universo, y allí,, es donde
recaen todas las acciones humanas. De modo que a partir de
ahora, sólo nos queda sumar acciones positivas, y así, podamos
echar a correr el reloj de la vida nuevamente para las próximas
generaciones.
- ¡Impresionante y enigmático! - dijo Martín sorprendido.
- Sí, la vida siempre ha sido impresionante y enigmática, sólo
que los hombres la han vuelto banal y rutinaria, como un hecho
simple. Ya no se admiran de un fenómeno sorprendente como
la vida- contestó Lucía.
- Entonces , recuerden las preguntas de Filius Aura...., creo que
habrá que repasarlas hasta que comprendamos en profundidad
los temas- agregó Ricardo-.¡Quién sabe qué nuevos paradigmas
nos deparará la ciencia! ¡Qué nuevos desafíos correremos
nosotros!
- Vayamos, entonces, a contarle al tío Johann Goder lo que nos
sucedió con el libro de Filius Aura- dijo Martín.
- Espera un poco- contestó Lucía-. El tío Johann Goder debe
saber algo más de Filius Aura. ¡Sin duda sabe algo
más!. Recuerden que el cuarto con relojes lo mantiene con
candado. Además, él estaba buscando el enigma del tiempo, el
Universo y Dios. Y él mantiene el mueble de los relojes
con memoria. Además, recuerden que cuando llegamos al
cuarto, la puerta estaba abierta-terminó diciendo intrigada
Lucía.
- O sea que falta referencia sobre Dios, por ejemplo; y el tío
Johann Goder, nos debe contar más detalles- dijo Ricardo.
- Es probable que exista otro libro..., es decir, con nuevos
mensajes en relación a Dios , la fe , la divinidad, la moral-
contestó Martín.
- Y es probable que sea otro enigma- dijo Ricardo.
- Miren, creo que por ahora hemos tenido bastante. Les parece si
los invito a salir al patio a mirar las flores del tío Johann , y
disfrutemos un nuevo día.
Lucía, Martín y Ricardo, salieron al patio y contemplaron el multicolor
escenario de rosas, lirios , petunias y margaritas que bailaban ante los rayos
de Sol. Así, sentados los tres en un banco, disfrutaron como nunca, la vida
que tenían ante sus ojos. Y agradecieron a las flores, la oportunidad de estar
allí con ellas, en este encuentro de la vida con la vida. Agradecieron la
posibilidad de estar viviendo un nuevo día.