130 Politica y ciencia politica: Una introduccion
Cada una de estas facetas puede adoptar varias
formas. La soberanfa popular se puede ejercer bien
directamente, es decir, a través del ejercicio activo
de la autoridad gubernamental por parte del pueblo,
bien indirectamente a través de los representantes
elegidos por el pueblo. La lista de derechos y liber-
tades que garantiza la democracia puede ser corta 0
larga. La democracia econémica puede variar desde
un vago compromiso con la igualdad de oportunida-
des hasta la distribucién sistemética de la riqueza de
un pafs entre la poblacién sobre una base de relativa
igualdad. Como es de esperar, las diferencias no afec-
tan sélo a la definicion de la soberania popular o de
Jas otras tres facetas de la democracia, sino también a
la cuesti6n de cémo llevar a la practica estos distintos
aspectos de la democracia.
3.1. Principios fundamentales de la democracia
Ala vista de estas multiples —y, hasta cierto punto, con-
tradictorias— conceptualizaciones de la democracia,
es legitimo plantearse si es posible encontrar una defi-
nicién del término basdndose en elementos que todas
las democracias compartan universalmente. Afortuna-
damente existen varios principios fundamentales que,
para la mayorfa de los te6ricos y activistas politicos del
mundo, son absolutamente esenciales para calificar de
democratico un sistema de gobierno. Estos principios
basicos de la democracia son: (1) el Estado de derecho,
(2) la inclusion y (3) la igualdad.
El Estado de derecho
El Estado de derecho es el principio segtin el cual
el poder del Estado debe estar limitado por las leyes
y nadie puede situarse por encima de ellas. Dicho
de forma simple, el Estado de derecho significa que
los gobernantes estn sometidos al imperio de la ley.
‘También significa que los poderes del gobierno para
formular y aplicar las leyes deben estar limitados por
constricciones legales.
EI Estado de derecho forma los cimientos sobre
los que se erige el gobierno democratico. Requiere,
en definitiva, que el Estado exprese con claridad las
limitaciones de su autoridad en documentos oficia-
les, como una Constitucién escrita, o de alguna otra
forma explicita, como la legislacién. Sin el Estado de
derecho, los representantes del gobierno podrian ejer-
cer el poder sin limites, es decir, de modo absoluto (0
legibus solutus, sin sujecion a las leyes).
A pesar de su sencillez conceptual, el Estado de de-
recho ha sido un bien escaso en la historia politica de
la humanidad. Surgié gradualmente en Gran Bretafia
allo largo de varios siglos, sometiendo lentamente a los
sucesivos monarcas a limitaciones legales impuestas
por el Parlamento, para concretarse ya durante el siglo
XX en una democracia electoral. El Estado de derecho
fue la piedra fundacional del sistema constitucional
estadounidense desde los primeros dias de la Reptbli-
ca. Sin embargo, hasta la segunda mitad del siglo XX
el Estado de derecho ha brillado por su ausencia en la
mayorfa de los pafses. Aunque estrictamente no hay
Estado sin ley, pocos Estados tienen leyes que limiten
de forma significativa el propio poder estatal.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, s6lo unos
pocos paises —la mayorfa de Europa Occidental— ha-
fan logrado establecer gobiernos basados en el Esta-
do de derecho. Muchos de ellos duraron poco tiempo
sucumbiendo a la dictadura. El fascismo acabé con la
democracia en Italia, Alemania y Espaiia, y la agresion
nazi la destruy6 en Francia y en otros paises ocupados.
Hasta después de la Guerra, estos pafses no lograrian
establecer gobiernos democraticos basados en el Esta-
do de derecho. Todavia hoy algunos paises luchan por
establecer, por vez primera, regimenes democraticos
construyendo, por primera vez también, el principio
del Estado de derecho.
Lamentablemente, no todos los lideres politicos
que se comprometen publicamente con el Estado de
derecho observan siempre las limitaciones que éste
impone. Con alarmante frecuencia, los representantes
del gobierno 0 sus empleados violan los derechos
civiles y politicos de la poblacién y cometen toda
suerte de prdcticas corruptas, incluso en paises
donde el Estado de derecho lleva mucho tiempo
consolidado. Si no se consagra el Estado de derecho
como el primer principio de gobierno, la democracia
no puede sobrevivir.
La inclusion
El principio de inelusi6n implica que toda la poblacién
adulta debe tener reconocidos los derechos democrati
cos, esto es, ser considerada ciudadana. La ciudadania
ylos derechos que conlleva no se pueden negar a secto-
res especificos de la poblacién, como las mujeres o los
grupos étnicos y/o culturales minoritarios.
En otras palabras, si un pais reconoce proce-
dimientos democraticos tales como el derecho al
voto, el derecho a la libertad de expresin y otrosCapitulo 8 / La democracia (I):