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Trágica historia de amor

Autor:

 Melannie Carrillo
 Javiera cid
PERSONAJES:

 María Belén
 Leonardo
 Papá
 Mamá

Acto 1
(En la playa en medio día Leonardo saliendo del agua y maría Belén tomando
sol .Leonardo se acerca a maría Belén con actitud de coqueto)

Leonardo:: Que lindos ojos tienes

María Belén: ay Gracias (Sonroja)

Leonardo: Que hace una persona tan bella como tú en la playa?

María Belén: No! Ando con mis padres y tu andas solo?

Leonardo: No ando con unos amigos, Pero te vi a ti y me aleje inmediato de


ellos

Para venir a conversar contigo (Un minuto de silencio)

María Belén: Ay, gracias y tú me pareces una persona muy atractiva y


caballero

Leonardo: me gustaría salir contigo para conocernos más ( muy decidido )


María Belén Me encantaría seguir conociendo te pero mis padres son muy
estricto y no me dejan salir mucho y menos con personas desconocidas ( María
Belén está en una situación muy difícil )

Leonardo Bueno te entiendo…no te quiero apresurar las cosas se dan cuando


se pueden

María Belén : Pero nos podemos comunicar por Facebook

Leonardo: Bueno me llamo Leonardo contreras

María Belén Bueno yo te busco

Leonardo: Bueno fue un gusto a ver hablado contigo nos vemos prontos

María Belén: Bueno cuídate Que estés bien (Leonardo se aleja de maría belen)

Acto 2
(Luego de a ver transcurrido barias sitas maría Belén se juntas con Leonardo a
escondidas de sus padres, hubo una gran atracción entre ellos dos y deciden
estar juntos. maría Belén y decide formalizar su relación con Leonardo y va a
presentarlo a su familia )

María Belén: mamá y papá quiero presentarle a alguien muy especial… Les
Presto a Leonardo MI novio lo conocí cuando fuimos de paseo a la
playa mientras ustedes Fueron a bañarse, Mientras yo tomaba sol se me
acerco Leonardo y empezamos a conversar y así con el paso del
tiempo nos empezamos a salir a escondidas ya que sabía que ustedes no
me darían permiso

Papá: Bueno y tu maría Belén a quien le pediste permiso para pololear Te das
cuenta de que Eres muy chica para andar pensando en pololear y
desconcentrarte de tus estadios

Mamá: Pero Hija no te das cuenta de que nos mentiste…

María Belén Pero Mamá si les decía que me juntaría con él no me dejarían
Papa: María Belén quedas estrictamente prohibido que te sigas juntando con
el…

(maría Belén sale a su pieza llorando)

Papa; Usted mejor caballero Que ni se parezca por aquí y aléjese de mi hija!

Leonardo: Yo solo Quero las mejores intenciones con su hija me di cuenta de


que era muy especial para mí y era lo que menos quería que tuviera una
discusión con usted Me alejare pero no me la sacare de mi mente

Mama: Te pido Que te retires por favor .

(Leonardo sale de la casa de maría Belén muy desanimado)

Acto 3

(han transcurrido unos días y Leonardo no puede más con su pena . se


encuentra en el puente llacolen a punto de tirarse a un profundo rio )

Leonardo: Ya no puedo mas con este dolor en mi corazón


¡¡¡Esto es un asalto!!!
(comedia)

Esta obra de teatro fue enviada por Fabián choque

Si te gusta esta obra puedes revisar otras del mismo autor como: En el puente
de las brisas y Las cuatro comadres. Si quieres obras más cortas te
recomendamos que visites nuestra lista de guiones teatrales para que
encuentres una de tu agrado.

Título: ¡¡¡Esto es un asalto!!!


Autor: Fabián Choque

Personajes:
El Pillo
El Gandaya
La Cajera
La Clienta
El Policía

(Mientras se encuentran haciendo sus cosas rutinarias en el banco, dos


personas con máscara entran y gritan)

El Pillo: ¡¡¡Esto es un asalto!!! ¡¡¡Arriba los monos!!! (La clienta y la Cajera se


miran extrañados. Él pone la punta de la pistola en su cabeza y se queda algo
pensativo) No, esperen.
El Gandaya: (Le dice en el oído y en voz baja) Se dice, “Arriba las manos”
El Pillo: ¡Ah, chuma verdad! ¡¡¡Arriba las manos!!! (Las dos reaccionan y recién
comienzan a asustarse)
El Pillo: ¡Quiero que me den todo el dinero que tienen! ¡Para hoy!
La Cajera: Muy bien. ¿Me dan el número de su cuenta, por favor?
El Pillo: Sí, anote es el… (El Gandaya golpea la cabeza de su compañero)
El Gandaya: ¡No seas tonto, oe! (Mira a la encargada) Mételo todo en estas
bolsas ¡Y rápido!
La encargada: ¡Sí, en seguida! (Va a colocar el dinero en las bolsas que les
dio).
La Clienta: ¿¡Pero dónde está la policía cuando se le necesita!?

(En eso, sale del baño el oficial; flojo y totalmente indiferente ante la situación)

El Policía: ¡Ay, qué rico! (Voltea y ve a la Cajera y a la Clienta tiradas en el


suelo boca abajo) ¿Qué está haciendo ahí? ¿Qué, está calientito el piso o qué?
(Ella le señala con el dedo a los asaltantes) ¿Qué pasa? (Voltea y ve la punta
de las pistolas en su cara) (Se asusta y comienza a gritar) ¡¡¡Mamaaaaaaaa!!!!
(Al instante se arrodilla y junta sus manos) ¡Por favor, no me maten tengo
esposa con dos hijos y otros tal vez por ahí!… ¡Yo que sé pero por favor no me
maten por su madrecita linda!
La Clienta: ¡Oiga! ¿¡Pero qué clase de policía es usted, que no cumple su
deber aprehendiendo a esos rufianes!?
El Policía: (Le quita la pistola al Pillo y se la muestra a la Clienta) ¿¡Y qué, no
ha visto el tamañote de arma que tienen!? (Se la devuelve al asaltante)
La Clienta: (Se coge la cabeza) ¿Y para esto pago mis impuestos?
El Gandaya: ¡Al suelo usted también! ¡¡¡Rápido!!!
El Policía: ¡Ya voy! ¡Ya voy! (Se echa al suelo, al costado de la Clienta y ella le
dice)
La Clienta: (Dice con sarcasmo) “¡Ahora que usted está a mi lado, me siento
más tranquila!”
El Policía: ¿Ah sí? ¿Y qué cree? ¿Qué yo soy superman, que las balas me
chocan y rebotan?
La Clienta: ¡Ya mejor…cállese la boca!

(Llega la Cajera con las bolsas de dinero)

La Cajera: (Le da toda atemorizada) Acá está.


El Gandaya: Espero que esté todo.
La Cajera: Si desea, lo puede contar.
El Pillo: A ver... (Abre la bolsa y sacando el dinero, comienza a contar) 100,
200, 300… (El Gandaya toma la mano de su compañero y lo mira con ojos
furiosos) ¡Pero compañero! Hay que estar seguros que no nos falte nada…
El Gandaya: Guarda… eso… ahora… ¿Ok?
El Pillo: Muy bien, pero luego no vengas a reclamar que te han robado, ah.
El Gandaya: Si no te callas ahora, vas a estar con ellos en suelo.
El Pillo: No te quejes después, no más…
El Gandaya: ¡¡¡Ya!!! (Mira a la Clienta y a la Cajera) Bueno bueno, estos
caballeros, se retiran. Muchas gracias por su colaboración.
El Pillo: Sí, y para cualquier asalto o secuestro, acá está nuestra tarjeta (Se las
entrega mientras lo quedan mirando con extrañeza)
El Gandaya: Este… (Extiende su mano hacia la tarjeta) ¿Me lo prestas un
momento?
El Pillo: Sí, las acabo de mandar a hacer, ¿Te gusta? (Comienza a leerlo y
mientras lo hace, la expresión en su rostro comienza a cambiar)
El Policía: ¡Inaudito!, ¡Ahora hasta los asaltantes hacen su “cherry”! ¡Qué tal
raza!
La Clienta: ¡Usted cállese, que para policía es un completo inútil!
El Policía: ¡Oiga no le permito que me insulte! ¡A la policía, se le respeta!
La Clienta: ¡Qué “a la policía se le respeta”! ¡Si usted para lo único que sirve,
es para comer e ir al baño! (Los asaltantes discutían en silencio sobre la
tarjeta)
El Gandaya: ¿¡Pero has gastado la plata en esto!? ¿¡Qué tenías en la
cabeza!?
El Policía: Una pierna de pollo. Sí, eso es lo único que pude comer. Me va a
perdonar ¿Pero, sabe usted a qué se parece?
El Pillo: A la “Tía Camote”, a ella le encargué las tarjetas.
El Gandaya: Mira ya olvídalo y vámonos (Ve a las personas) Bueno fue un
gusto hacer trato con ustedes, nos vamos (Los dos se retiran apuntándoles con
sus armas mientras que los otros se quedan en el suelo asustados, hasta que
se fueron. A los pocos segundos, entra El Pillo rápidamente y les deja la
tarjeta)
El Pillo: (Habla en voz baja) Acá abajito está el número, llámenos (Al instante
de dejarles la tarjeta, se va. Todos se quedan mirándolo muy sorprendidos y
extrañados. Luego, se levantan).
El Policía: (Todo cursi, toma la palabra) Tuvieron suerte esta vez (La Clienta lo
mira con indignación).
La Clienta: Mire, mejor cállese antes que me amargue (Va donde la Cajera y la
encuentra maquillándose) ¿¡Y usted, qué está haciendo?
La Cajera: ¡Ay pues con todo esto, se me cayó todo el maquillaje!
El Policía: Bueno lo que es por mí, esta pelea me ha dado hambre. ¡Ya
regreso, voy a comer!
La Clienta: ¡Oiga! ¿¡Y usted a dónde cree que va!?
El Policía: ¿Qué? ¿También quiere un sanguchito? Hay de pollo, de chancho
de…
La Clienta: ¡Qué sanguchito, ni que “ocho cuartos”! ¡Lo que debe hacer es
investigar este asalto para atrapar a los asaltantes!
La Cajera: Este lo único que atrapa es una papa rellena con ensalada.
El Policía: Y un poco de ají.
La Clienta: ¡Esto es el colmo de la desfachatez! ¡Me voy de aquí! (Se retira
totalmente molesta)
El Policía: Bueno, yo sí me voy a comer. Ya vengo (Se va todo
despreocupado)
La Cajera: Y aprovechando que no hay clientela, voy al baño a maquillarme.
(Se va caminando como si fuera una modelo de pasarela)

Fin
El Adiós De Una Hija

Enviado para ser publicado en el blog, por:


Amparo Fernandez Romero.

Clasificación:
Drama

Escrito Por:
Amparo Fernández Romero
Escritora, Guionista y Propietaria de “Producciones Yolo”
Weblog:

ACTO I
Escena 1

En un salón comedor muy lujoso, Angela(25) se


encuentra sentada a la mesa del comedor cenando
un plato de carne de langosta y bebiendo sorbos
pequeños de champan. En la mesa, junto a la foto
de una mujer(50) vestida y peinada elegante, se
encuentra encendido un candelabro con tres velas
frente al plato de comida y la copa de champan
francés.
ANGELA
Ahora que no estás puedo hablarte con franqueza. Es
lamentable lo sé, pero…no me has dejado otra salida.
(guarda silencio unos segundos y
suspira)
¡Vaya!
(se rie y bebe un poco)
Son tantas cosas las que debo decirte…que no se por
donde comenzar.
(se pone seria)
Supongo que por el principio. Mi infancia. La que no
tuve porque tus muchas exigencias, y no sólo para
conmigo, eran más importantes que todo lo demás.
Incluso más que darme ese abrazo que siempre
necesité, pero que nunca me diste.
Pero…¿para qué hablar de ello?¿No es verdad, mami
querida?
(come un poco de su plato y bebe un
sorbo de bebida)
Luego durante mi adolescencia…bueno ¿recuerdas a
cuantos novios me espantaste? Porque yo perdí la
cuenta, pese a que no fueron muchos.
Tampoco recuerdo el número de los amigos a los que
convenciste de lo primero que se te venía a la
cabeza, que era, como siempre, algo a tu favor
y, obviamente, en mi contra. (irónica)Porque si de
algo has podido presumir siempre ese algo es
precisamente tu poder de convicción.
Hablando de novios ¿sedujiste a Federico, mi primer
novio, para demostrarle algo especial a él o para
probarme ese algo a mí?
(sigue comiendo otro poco y bebe otro
sorbo de bebida)
Hablando de demostraciones y pruebas…¿sabes lo
difícil que es convivir contigo? No sólo porque
tienes lo que muchos llaman “un carácter fuerte”.
Claro que en tu caso esa definición de tu forma de
ser es lo que yo llamo un mero chiste que no tiene la
más mínima gracia. No lo digo por maldad o por crítica. Lo digo más
bien
porque tus enojos mas que verse, se padecen. En esos
momentos me pregunto si lo que decía la abuela de tí
eso de que, cuando tenias mi edad, y unos cuantos
años menos de los que tengo ahora, te gustaba
practicar deportes de contacto de esos en los que
abundan y mucho las muestras de un lenguaje que,
según tú, es poco adecuado para una señorita de
categoría.
(sonríe simpática)
¿Que diría la abuela si supiera que sigues con los
mismos hábitos de insultar a todo el que tienes
delante cuando te enojas mucho? Eso pueden
certificarlo los muchos dolores de cabeza que he
tenido, y sigo teniendo, cuando llega uno de esos
momentos en los que tu cabreo llega hasta extremos en
los que no juras en armaneo porque no sabes.
(suspiro)
Pero si juras en otros idiomas, y desafortunadamente
para mis migrañas, yo también hablo esos
idiomas…(un poco enojada)por imposición tuya, por
supuesto.
(suspiro largo)
En definitiva, tanto que dices que me
proteges…cuando la verdad es que me has destruido.
Da por terminada su cena cuando al fondo suenan
las campanadas que dan la bienvenida al año que
llega. Se levanta. Sale del escenario, y minutos
después vuelve a salir con una maleta y vestida
de forma sencilla, muy contraria a cómo iba
vestida antes.
ANGELA
Pero ya no más, madre querida. Cuando tú te ibas a
uno de tus viajes, encontré un empleo del que tú,
afortunadamente para mí, no sabes absolutamente nada.
Se dirige hacia el lado contrario del escenario
por el que salió antes. Camina unos pasos.
Cuando está a punto de salir del escenario se
vuelve.
ANGELA
Por cierto, feliz año nuevo, madre querida.

Sale del escenario. Por el lado opuesto entra la


madre de Ángela(51), la mujer de la foto. Mira
hacia todos lados.
MADRE DE ANGELA
¡Ángela!¡Hija!¡¿Dónde estás? ¿Hay alguien en casa?

Al fondo sólo se oye la algarabía de gente


celebrando el año nuevo en la calle, cohetes, a
los vecinos felicitándose a voz en
grito,…dándole a la madre de Ángela una gran
sensación de soledad

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