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Valoración diagnóstica

de la Batería Piaget-Head *
(Primera parte)

Angel Forner **
Escuela Universitaria Formación Profesorado EGB. Barcelona.

La revisión de pruebas consideradas clásicas en el


proceso diagnóstico depara a menudo sorpresas.
La innegable evolución de la psicología en los
últimos quince o veinte arios cuestiona
profundamente los criterios de validez y fiabilidad
de pruebas, test y baterías elaboradas anteriormente.
A pesar de ello, en la práctica psicológica, seguimos
utilizando gran número de instrumentos que
aparecieron entre los arios cuarenta y cincuenta.

Muchos de ellos, la mayoría, con diagnóstica de la Batería Piaget-


las oportunas revisiones y puestas Head.
al día, proceso necesario, no tan La aportación que hemos prepa-
'sólo por las modificaciones que la rado para Infancia y Aprendizaje
psicología científica impone, sino Está dividida en dos partes que,
también por la adecuación a las por su extensión, obligan a publi-
cambiantes situaciones sociocultu- carse en números diferentes de es-
rales. Ahora bien, existen determi- ta revista. La primera presenta la
nadas pruebas que, probablemente discusión crítica sobre la Batería
por ser complementarias del proce- Piaget-Head y, en la segunda, nos
so evaluador, no han sufrido la opor- remitimos al análisis de orden cua-
tuna revisión, y éste es el caso que litativo recientemente efectuado y
nos ocupa al tratar en un reciente sin duda de mayor interés para la
informe la revisión y valoración práctica psicológica.

* Se trata de una de las partes de un informe sobre el tema de dominancia lateral y


orientación derecha-izquierda realizado bajo el patrocinio del Departamento de Investigación
del I.C.E. de la Universidad de Barcelona y supervisada, esta parte, por la doctora María Forns
Santacana, del departamento de Psicología Evolutiva de la Facultad de Psicología de la
Universidad de Barcelona.
** Dirección del autor: Escuela Universitaria de Formación del Profesorado. Núcleo Univer-
sitario de Pedralbes. Universidad de Barcelona.
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INTRODUCCION segundo para la valoración diagnós-
tica de la afasia.
A menudo observamos en los También, y considerando que la
diagnósticos la referencia a resulta- estandarización que utiliza N. Gali-
dos de la Batería Piaget-Head o test fret-Granjon, actualmente vigente,
de -Derecha-izquierda y Mano, ojo, era del ario 1954 y a partir de una
oreja, especialmente si se trata de muestra de sujetos franceses (alum-
diagnósticos de sujetos jóvenes, en- nos de escuelas parisinas entre 6 y
tre 6 y 12 arios, que presentan bajo 14 años), consideramos la oportuni-
rendimiento escolar, dificultades en dad de asegurar la fiabilidad de la
la adquisición de los aprehdizajes, Batería aplicándola a una muestra
.trastornos lecto-escritos o inestabi- de niños de nuestro entorno
lidad psicomotriz. próximo.
• La mayoría de las veces, el resul-
De esta manera nos introdujimos
tado de la aplicación de la Batería en el tema de la lateralidad, estruc-
se especifica con una «edad de la- turación del espacio y lenguaje. De
teralidad» o un «nivel de conoci- tal forma que el estudio de estas
miento de derecha-izquierda» aptitudes, humanas, aparte de inte-
correspondiente a una determinada resarnos profundamente, nos con-
edad que puede o no corresponder dujo paulatinamente a la idea de
con la cronológica o mental. Este que la Batería podía presentar pro-
resultado se obtiene de la suma de blemas de validez, y sobre todo,
las puntuaciones de cada prueba, que era correcto plantearnos si a
según el criterio de cada una, y de partir de su aplicación se podía
trasladarlo a la escala de puntuación obtener una valoración diagnóstica
global. más explícita.
El nivel de información que pue- Nuestro análisis se amplió al in-
de aportar el dato «edad» o «nivel vestigar los significados que podían
de" conocimiento derecha-izquier- tener los diferentes tipos de error
da», nos parece poco significativo y que puede cometér un sujeto en la
difícil de ser utilizado, y a partir de Batería, estudiándolo en un marco,
ahí se suscitó nuestro interés por clínico.
conocer con detalle la Batería, no
sólo en su aplicación sino en su Hasta aquí los propósitos. La ela-
elaboración, realizada originalmen- boración del presente ' informe fue
te por N. Galifret-Granjon durante encadenando, como sucede a menu-
los arios 1951, 52,53 y 54. do, situaciones con resultados, su-
posiciones con afirmaciones o nega-
Fue repasando la elaboración de ciones, y criterios personales con
la Batería cuando observamos la su constatación empírica o, por el
presencia de criterios de construc- contrario, sugerencias inmediata-
ctón . que no quedaban suficiente- mente descartables.
-Mente claros. N. Galifret-Granjon la
elaboró a partir de la selección de El trabajo no proviene de un inte-
pruebas procedentes de J. Piaget y rés aislado sobre el tema sino que
H. Head de las que recogió con un forma parte de un interés nuestro
criterio reduccionista determinados muy concreto sobre las cuestiones
ítems de las pruebas originales referentes al desarrollo y evolución
«Hermanos y hermanas, y derecha- psicomotrices correlacionadas con'
izquierda» de J. Piaget, y «Mano, el lenguaje y formación de la perso-
ojo, oreja» de H. Head. No debemos nalidad.
olvidar que el primero utilizaba su Las conclusiones a las que llega-
test para descubrir la progresión mos, probablemente, no son espec-
de las estructuras intelectuales, y el taculares. Seguramente cualquier
psicólogo que utilice o haya utiliza- lógicos de niños efectuados por pro-
do esta Batería se habrá aproxima- fesionales próximos a todos noso-
do necesariamente a ellos y, de tros, creemos que se ha exagerado
todas maneras, damos el esfuerzo la interpretación global de la Bate-
por bien empleado, pues pensamos ría prescindiendo del análisis in-
que era oportuno reflexionar y ayu- terno.
dar a hacerlo sobre las posibles
implicaciones diagnósticas de los
resultados. BATERIA PIAGET-HEAD, DE
NADINE GALIFFtET-GRANJON
Fundamentos de la prueba
JUSTIFICACION DE LA REVISION Se trata de una Batería de test de
orientación de derecha-izquierda,
La necesidad y justificación de que consiste en proponer al sujeto
revisar una escala construida queda una serie de cuestiones cada vez
fuera de toda duda. Por lo menos más complejas para poder asegurar
hay tres razones concretas que jus- la correcta adquisición de los con-
tifican tal necesidad (1). En primer ceptos derecha-izquierda, presen-
lugar, la revisión permanente de tando cuestiones que obligan, para
una escala permite su perfecciona- resolverlas, a analizar posiciones
miento a través de utilización y apli- relativas entre objetos y efectuar la
cación, pudiendo de esta manera transposición necesaria para imitar
eliminar los posibles errores que gestos ejecutados por el examina-
intervienen en su elaboración. Se- dor delante del sujeto.
gundo, la revisión periódica de una El éxito en estas pruebas es un
escala obliga también a replantear indicador de una buena estructura-
el uso que de ella se ha hecho, ción de los elementos lateralizados
debido a que en algunos casos su del esquema corporal. La gradación
aplicación puede forzar excesiva-
mente los objetivos y límites para de las dificultades permite marcar
los que fue creada. Por último, la etapas genéticas entre 6 y 14 arios.
constante evolución social y cultural Para aumentar la seguridad en la
hace también muy aconsejable la estimación de los resultados y tam-
revisión periódica de la escala, pues bién para disminuir la influencia del
podría fácilmente suceder que el azar, se facilita una tabla general de
material o el contenido ó las instruc- puntuaciones totales que permiten
ciones o la forma de presentación una gradación de edad en edad.
quedasen desfasadas y resultasen N. Galifret-Granjon insiste en que
inapropiadas para la población a la no se trata de una interpretación de
que se dirigía. Piaget ni de Head sino de aprove-
Sobre lo expuesto anteriormente char pruebas de estos autores que
y refiriéndonos a nuestro trabajo, miden la orientación derecha-iz-
las dos primeras razones que se quierda.
indican (eliminación de errores y la Vamos a intentar ofrecer un es-
interpretación de objetivos y límites tracto del original evitando en lo
al diagnosticar) son motivos sufi- posible añadir comentarios para no
cientes para justificar la revisión. distraer la atención del lector.
En primer lugar, encontramos Al iniciar su exposición introduc-
érrores de elaboración • a los que toria, N. Galifret-Granjon insiste en
esperamos ofrecer una alternativa el interés que para el psicólogo
de solución; sobre el segundo pun- - puede tener averiguar la posibili-
•to, a la vista de los informes psico- dad del niño de orientarse en el
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espacio. Determinadas actividades que N. Galifret-Granjon selecciona
(aprendizaje • lecto-escritor, organi- tres, todas ellas del segundo test de
zación del espacio gráfico, copia J. Piaget.
gráfica, orientación sobre planos...), Las pruebas procedentes de H.
implican organización especial, so- Head
bre todo el reconocimiento de las rio, a (3) se escogen según un crite-
nuestro entender frágil, pues
coordenadas «arriba-abajo, y dere- N. Galifret-Granjon selecciona
cha-izquierda». aquéllas que le parecen más rela-
Durante el desarrollo del niño cionadas con la orientación espacial.
puede haber dificultades a nivel Head utilizaba pruebas de ejecución
práxico o a nivel cognitivo que im- gestual y escrita correspondientes
posibiliten la distinción de «dere- a estímulos visuales o auditivos pre-
cha-izquierda» con la seguridad y sentados de forma directa o simbó-
rapidez necesarias. lica. En su estudio sobre los trastor-
N. Galifret-Granjon. formula en bas, del
nos
tanto
lenguaje utilizaba sus prue-
para localizar la naturale-
1954 la Batería. Piaget-Head como za del conflicto como para evaluar
resultado del estudio y baremación la recuperación del paciente. Head
que efectuó durante los arios 1950 a hacía una serie de consideraciones
1954 y que ha 'estado publicada en
diversas ocasiones (2). Analiza el sobre
sus
los principios subyacentes a
pruebas: respecto a la imitación
grado de complejidad en el recono- directa —prueba
cimiento de «derecha-izquierda» y debe reproducirenciertos la que el sujeto
gestos
las 'edades de superación de estos efectuados por el examinador de-
conceptos teniendo como referente lante suyo, y consistentes en llevar
el propio cuerpo, a otra persona y una mano a un ojo u oreja— aun
las relaciones espaciales entre ob- cuando se trate de una tarea senci-
jetos. lla y que precisa poca formulación
Retoma y reformula dos pruebas. simbólica, si se le pide a un sujeto
La primera la . extrae de la denomi- con dificultades de derecha-izquier-
nada por Piaget «Prueba . de dere- da la resolución se hace compleja.
cha-izquierda» y la segunda de la Cualquier afásico es capaz de eje-
prueba de Head «Mano, ojo, oreja». cutar movimientos simples, aun en
Con ellas configura una Batería de el caso de que presenten combina-
seis pruebas, que, aplicadas a niños dos, ahora bien, si se trata de imitar
normales de 6 a 14 años, se carac- gestos de las manos derecha-iz-
terizan por el éxito en una determi- quierda del examinador situado de-
nada prueba —de las seis— según lante suyo, comete errores con mu-
la • edad, poniéndose de manifiesto cha facilidad. Para poder imitar el
una clara evolución genética. gesto de quien está delante se pre-
cisa una cierta formulación y expre-
Obtiene la técnica para el test de sión
reconocimiento de «derecha-iz- prender simbólica (4) que permita com-
quierda» de Le jugement et le rai- cerse como y ejecutar «que debe ha-
sonnement chez l'enfant de J. Piaget se al revés».un giro» o bien «situar-
Haciendo la advertencia de que no
se trata de una prueba de orienta- La prueba mano, ojo, oreja revela
ción espacial, sino de «lógica de deficiencias en la mayor parte de
relaciones»; con la finalidad de mos- las formas afásicas, si bien el diag-
trar la «relatividad progresiva de nóstico de la afasia no puede hacer-
las nociones». Originalmente J. Pia- se tan sólo con este test, excepto en
get presenta doce pruebas que com- sujetos que presentan una grave
ponen el test «Hermanos y herma- deficiencia en la comprensión del
nas, y derecha-izquierda» de las 'sentido simbólico (afasia semántica).
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Recordemos que la hipótesis de nes que posibilitaba la actividad sim-
H. Head consistía en que la orienta- bólica.
ción derecha-izquierda podía con- La polémica surge con Van Voer-
siderarse como una medida de la kom (7) y otros autores que, reto-
capacidad de formulación y expre- mando algunas de las pruebas de
sión simbólica, que se encuentra Head, especialmente la de mano,
afectada en la afasia. ojo, oreja le dan.una nueva interpre-
Por otra parte, «ejecutar un com- tación basándose en que lo esencial
portamiento depende de que la ac- radica en la «orientación espacial»,
ción, pueda ejecutarse de manera que se denomina como «dirección»
directa o que precise una codifica- contrastando este criterio con el de
ción previa a través de palabras o «pensamiento simbólico». Con este
signos. El test mano, ojo, oreja, que autor resurge de nuevo la proble-
hace intervenir de forma coordina- mática sobre la naturaleza de los
da a nivel espacio-motor actos late- trastornos afásicos. Para unos pro-
ralizados, da diferentes resultados vienen de un trastorno en la cons-
si el sujeto afásico imita gesto por trucción espacial y en su análisis
gebto ante un espejo o si, por el (descomposición y recomposición),
contrario, ha de imitar en situación para otros seguirá tratándose de un
de cara a cara, ya que la reproduc- trastorno del pensamiento simbó-
ción correcta implica la ordenación lico.
simétrica de la sucesión de gestos, Debemos advertir que la cuestión
es decir, la concepción y aplicación que acabamos de plantear sigue
de un principio de transposición vigente hoy día, con posiciones a
espacial» (5). 'favor y en contra de ambas acepcio-
Las dificultades de ejecución por nes sobre la naturaleza de los tras-
parte del paciente, radican en una tornos afásicos. Nuestra postura res-
deficiente verbalización interior y pecto a la valoración diagnóstica, y
no en la imposibilidad de ejecutar sin ignorar el énfasis que puso Van
los actos o movimientos solicitados. Voerkom en las dificultades de
«Head no interpretaba la afasia co- orientación y dirección, se aproxi-
mo una deficiencia motriz. La per- ma, más a los planteamientos bási-
turbación de la dicción y la pertur- cos de Head, contrariamente a lo
bación gráfica están determinadas que parece deducirse de los de N.
por una alteración de la represen- Galifret-Granjon, que aún insistien-
tación simbólica*, es decir, por una do en que parece haber cierta soli-
lesión que afecta al lenguaje inte- daridad entre pensamiento verbal y
rior. De no ser así, los pacientes no estructuración del espacio, no lo
deberían tener dificultades en el hace con demasiada vehemencia.
test mano, ojo, oreja, donde fraca- En la línea de Van Voerkom apa-
san casi siempre» (6). recen trabajos de R. Mourgues (8)
Debemos recordar que la polémi- que considera la comprensión del
ca, en aquellos arios, sobre si el espacio como un punto nuclear del
paragramatismo era una deficiencia pensamiento conceptual. H. Dela-
de orden sensorio-auditivo (similar croix (9) asegura que el test mano,
a la polémica inicial sobre la dislexia ojo, oreja ofrece evidencias de rea-
cuando se le daba como causa los lización mental por referencias es-
déficit visuales) fue superada preci- paciales, temporales y lógicas, y
samente por los trabajos de Head al aparte de indicar que los pacientes
considerar que el lenguaje no esta- tratados por Head presentaban difi-
ba definido por funciones sensoria- cultades perceptivas, manifiesta que
les y motoras sino por un elevado en adultos este test presupone muy
nivel de integración de estas funcio- poco lenguaje interior y, por el con-
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trario, una alta capacidad de mani- incluso de ambas a la vez, nos pa-
pulación de la orientación espacial. rece de gran utilidad las propues-
El punto de partida de nuestra tas que pueden derivarse de la teo-
crítica debe entenderse consideran- ría de «niveles en el procesamiento
do dos hechos: de la información» (10, 11), que nos
ofrece explicaciones para las alter-
1. 0 Las pruebas que N. Galifret- nativas que hemos encontrado: tras-
Granjon recóge del test de J. tornos de espacialización, trastornos
Piaget, a la fuerza discrepan de lenguaje, o ambas situaciones,
de los objetivos originales, que naturalmente presuponen tras-
pues mientras ella las utiliza tornos de orden cognitivo.
para medir el conocimiento La fuente de errores que un suje-
de derecha-izquierda, Piaget to puede cometer en la Batería no
daba por afianzado este co- tienen por qué provenir necesaria
nocimiento sobre el propio ni directamente de una alteración
cuerpo y analizaba la reper- del esquema corporal, o de la orien-
cusión de aplicarlo sobre el tación espacial, o de la estructura-
otro y en el espacio. ción del lenguaje, sino que también
2.° Referente a las pruebas de pueden provenir de la forma en
H. Head, ya hemos menciona- que opera con la información, que
do la controversia que apa- puede ser errónea debido a que la
reció sobre su naturaleza. N: información a procesar precise de
Galifret-Granjon parece in- la concurrencia del lenguaje o de
clinarse por la consideración conceptos espaciales básicos, o de
de los detractores de la for- la . estructuración del esquema cor-
mulación original. Así, nos poral, o de todos ellos; y consecuen-
encontramos ante la duda de temente se procesa de forma inade-
si estas pruebas están mi- cuada. Dicho de otra manera, la
diendo desarrollo del len- Batería no informa directamente
guaje o estructuración espa- —aparte de casos de 'alta incapaci-
cial. dad física o intelectual— de trastor-
nos en la orientación o .en el lengua-
Además, hay que tener en cuenta je, o en el esquema corporal, sino
las variaciones que se introducen de la forma operativa (adecuada o
en la forma de aplicación y valora- errónea) que el sujeto elabora. Pen-
ción. En las pruebas de Piaget se samos que esta operatividad o con-
permite —contrariamente al criterio ceptualización es susceptible de me-
original— puntuar parcialmente ca- jorarse por el aprendizaje intencio-
da prueba. En las de Head, se intro- nal de estrategias de elaboración
duce en dos de ellas una situación de la -información.
de retest en siete de los ocho ítems.
Y en ambos casos se reduce la can- Pongamos un ejemplo: por las
tidad de pruebas. causas que sean un sujeto se ha
retrasado evolutivamente o ha es-
Ante las diferentes valoraciones tructurado deficientemente la espa-
diagnósticas de la Batería Piaget- cialización, o lo que es lo mismo, • en
Head, que nos sitúan ante la posibi- etapas donde el desarrollo motor
lidad de tratar con mecanismos es- se acompaña del descubrimiento de
tructurales de organización espacial relaciones espaciales, esto no se ha
o de estructuración del lenguaje producido. Aplicar a este sujeto una
(para algunos, como hemos visto, .prueba como la que analizamos, pa-
un dilema) y considerando la posi- ra llegar a esta conclusión y situarlo
bilidad de hallarnos ante la confir- en «un nivel de tal o cual edad» lo
mación de una y otra aceptación,. vemos desafortunado. El resultado
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de llegar a situar al sujeto en «un No sabemos si nos hallamos muy
nivel de tal o cual edad» significa lejos de los actuales planteamientos
que se coloca en relación a los su.- de N. Galifret-Granjon, pero refi-
jetos del «nivel edad» por lo que riéndose a las perspectivas teóricas
respecta al tratamiento de la infor- que han orientado la investigación
mación de tipo espacial que recibe. sobre la percepción, la lengua es-
Las consecuencias del diagnóstico crita y la lectura, tanto normal como
deberían .referirse a las posibilida- patológica, decía en el «Coloquio
des que manifiesta (con intervención sobre dificultades y fracaso en el
del aprendizaje) para modificar aprendizaje de la lengua escrita
—no la relación psicomotricidad/es- "que en el campo del lenguaje..."
tructuración espacial— sino la for- las investigaciones de los últimos
ma de 'procesar u operar con una quince o veinte arios tienen el inte-
información de este tipo, suscepti- rés de hallarse sustentadas por di-
ble de ser generalizada; y esto obli- versas teorías o modelos: la teoría
garía a expresar los resultados de de la información, según indican C.
la Batería por referencia positiva o Languein, 1968 y F. Richadeau, 1969;
negativa con otras pruebas de capa- y las teorías del juego de F. Bres-
cidad. son, 1963».

BREVE RESUMEN DE LAS PRUEBAS ORIGINALES


DEL TEST «DERECHA-IZQUIERDA» DE J. PIAGET
«Muéstrame tu mano derecha.» «La izquierda.»
«Muéstrame tu pierna derecha.» «La izquierda.»
«Dime cuál es mi mano izquierda.» «La derecha.»
«Dime cuál es mi pierna izquierda.» «La derecha.»
(Los ítems anteriores se aplican en situación de cara a cara. Los siguientes precisan de
la disposición de tres objetos —una moneda, una llave, un lápiz, una pulsera y un papel).
(Por referencia al sujeto colocar sobre la mesa una moneda y a la izquierda un lápiz).
«¿El lápiz está a la izquierda o a la derecha?» «¿Y la moneda?»
(El examinador toma en su mano derecha una moneda y en la muñeca izquierda uha
pulsera.) «Ves esta moneda, ¿la tengo en mi mano izquierda o derecha?» «¿Y la pulsera?»
(El sujeto delante de tres objetos alineados sobre la mesa, un lápiz a la izquierda, una
llave en el centro y una moneda a la derecha.)
«¿El lápiz está a la izquierda o a la derecha de la llave?»
«¿Y de la moneda?» —
«¿La llave está a la izquierda o a la derecha de la moneda?"»
«¿Y del lápiz?»
«¿La moneda está a la izquierda o a la derecha del lápiz?»
«¿Y de la llave?»
(En la misma situación, se sitúa sobre la mesa una llave a la izquierda, un papel en el
centro y'un lápiz a la derecha, mostrándolo durante 30', luego se tapan con una carpeta
y se anotan los resultados.)
«Presta atención, te enseñaré tres cosas. Fíjate bien, luego me dirás cómo están
colocados. ¡Atención...! (ejecución). Muy bien, ahora dime: la llave está a la izquierda
o a la derecha del papel.» «Y el lápiz...», etc.

Es interesante señalar que Piaget nó lo eran. También debemos indi-


no consideraba correctas las prue- car que no había límite de tiempo a
bas si todas las respuestas parciales -fin de -evitar errores debidos a la
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precipitación o falta de atención. La adaptación de N. Galifret-
Y, sobre todo, 'que consideraba nu- Granjon recoge tres pruebas,
la la prueba en el supuesto de error correspondientes al conocimiento
en los primeros ítems, o sea, que de derecha-izquierda sobre sí, so-
exigía en principio un conocimiento bre el otro y relativa a la posición
de derecha-izquierda sobre sí. de los objetos.

DEL TEST «MANO, OJO, OREJA» DE H. HEAD

El paciente sentado delante del examinador deberá imitar una serie de movimientos
consistentes en tocar un ojo u oreja con una u otra mano. Debemos asegurarnos, antes de
empezar, que el sujeto conoce la localización de su mano derecha e izquierda, y comprende
la naturaleza de las pruebas.
La primera prueba consiste en la imitación de unos gestos que el examinador ejecuta.
En la segunda, ante-un espejo, se solicita al paciente que imite los movimientos reflejados
que hace el examinador situado a su lado.
La tercera se realiza dando al sujeto una serie de tarjetas donde figuran esquemáticamen-
te representados unos dibujos de una persona ejecutando movimientos del tipo indicado que
el paciente debe reproducir sobre sí.
La cuarta prueba consiste en cumplir órdenes verbales sobre el mismo tipo de movimientos.
La quinta, ofrece al sujeto órdenes escritas, que debe leer en forma silenciosa, luego en
voz alta y finalmente ejecutar los movimientos descritos.
Por último, el paciente debe escribir la descripción de los -movimientos que efectúa el
examinador.

N. Galifret-Granjon eliminó en la En general, la Batería insiste en la


construcción de la Batería aquellas rapidez de ejecución por parte del
pruebas que le parecían exclusivas sujeto contrariamente a las pruebas
del estudio de los afásicos como son originales. En las pruebas de J. Pia-
las que sé refieren a órdenes leídas get no se exigía mantener los bra-
o escritura de movimientos. De esta zos crUzados. Sobre el criterib de
manera, conservó tres pruebas, dos puntuación, originalmente sólo se
de ellas referentes a imitación de admitía el éxito si se presentaba
gestos —del examinador y de una corrección en todos los ítems de
figura esquemática— y otra de rea- una prueba.
lización de movimientos según ór- En lo que concierne a las pruebas
denes verbales. de,H. Head, sorprende que, carac-
terizando. a la Batería como un ins-
trumento de medida de la orienta-
PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE ción espabial que se halla en la base
LAS PRUEBAS ORIGINALES Y LAS de la adquisición lecto-escritora, N.
QUE FIGURAN EN LA BATERIA Galifret-Granjon elimine precisa-
PIAGET-HEAD mente las pruebas donde el sujeto
debe leer o escribir. Otra modifica-
Respecto a las pruebas proceden- ción consiste en que en la prueba
tes de J. Piaget, ya hemos indicado de tarjetas no se dejan manipular
un criterio inicial que no se respeta, éstas al. sujeto, teniendo que modi-
el de asegurarnos que el sujeto co- ficar -su . tamaño para mostrarlas con
noce «su derecha y su izquierda», claridad a una cierta distancia. Fi-
al igual que sucede con las pruebas nalmente, cabe cuestionar la opor-
de H. Head. tunidad de retestar en una misma
77
prueba diferentes ítems, puesto que tan de forma manifiesta —según cri-
al tratarse de ocho ítems para cada terio de sus profesores— un retraso
prueba quedan convertidos en que haga pensar en la' posible re-
quince al repetir siete de ellos— petición o no superación del curso.
(exceptuando la de tarjetas). . Se procuró disponer, de forma
La experiencia demuestra que equivalente, de sujetos de ambos
cuando el sujeto no tiene problemas sexos. La procedencia escolar .(sie-
con este tipo de tarea, responde te escuelas de las zonas de Barcelo-
correctamente a todos los ítems. Por na, Valles oriental, Osona, Maresma
el contrario, cuando tiene dificulta- y Baix Llobregat) era de un '62 por
des, basta con aplicar ocho ítems 100 de sujetos asistentes a escuelas
para detectarlas. Debemos advertir privadas y el 38 por 100 restante
que en nuestra valoración diagnós- procedente de escuelas públicas.
tica sobre esta Batería, se pueden El número total de la muestra es
apreciar, a nivel cualitativo, algunas de 309 sujetos, 148 niños y 161 niñas
particularidades de escasa signifi- 'de edades comprendidas entre 6 y
cación cuando retestamos en deter- 14 arios.
minados sujetos algunos ítems, so-
bre todo en estrategias, fatiga, per-
sistencia... DISTRIBUCION POR EDADES
Edad N Niños Niñas

LOS DATOS DEL ESTUDIO 6 29 12 17


7 32 14 18
8 33 16 17
Los resultados que a continuación 9 36 18 18
se reflejan proceden de nuestro es- 10 40 . 19 21
tudio, sobre una muestra de 309 11-12
74 37 37
sujetos. Debemos indicar que en la 13-14
65 32 22
totalidad del estudio se analizaron 309 148 161
tres muestras, la primera que aca-
bamos de citar y de la que seguida-
mente daremos datos, la segunda, El criterio de «edad» es el mismo
una muestra de 1.979 sujetos de que se propone en la prueba origi-
edades entre 3 y 10 arios, a quienes nal, produciéndose una pérdida de
se aplicaron unas pruebas relacio- sujetos de edades inferiores a 11
nadas coi] el tema a fin de concretar años al no mantener la diferencia
etapas evolutivas en el conocimien- de más/menos dos meses de la edad.
to de «derecha-izquierda» y una
tercera de 30 sujetos de 5 a20 arios
de donde parten algunas considera- , PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
ciones muy puntuales sobre la valo-
ración diagnóstica a nivel cualitati- Al preparar la redacción del plan-
vo que presentaremos en la segun- teamiento del problema para este
da parte. informe nos vemos obligados a sin-
tetizar los aspectos aproximativos al
mismo y exponerlo de forma di-
LA MUESTRA
recta.
Todos los niños escogidos cum- En primer lugar, no negaremos, a
plen las siguientes condiciones: si- la vista de los resultados obtenidos,
guen la enseñanza en un centro de encontrarnos ante un hecho de or-
escolaridad normal, corresponde el den ' evolutivo, aun cuando como
nivel que cursan con la edad crono- indicaremos en la segunda parte, la
lógica correspondiente y no presen- ordenación de las diferentes adqui-
78
siciones difiere de la presentada Hay que indicar que en las prue-
por N. Galifret-Granjon. bas Piaget 1 y 2, al plantear dos
La principal preocupación radica preguntas en cada prueba que son
en analizar si las diferentes pruebas de afección binaria —la respuesta
que configuran la Batería miden una.. sólo puede ser «derecha o izquier-
misma noción al aumentar progre- da»— el azar puede influir de forma
sivamente el índice de dificultad. poderosa.
Nuestra hipótesis experimental ma- La prueba Piaget 1. («Enséñame
nifiesta que la Batería en conjunto, tu mano derecha. Tu mano izquier-
no mide una misma noción sino que da») sigue el mismo criterio que
son varias las nociones implicadas. Piaget daba a su test original no
Inmediatamente observamos que puntuándose como éxito si no se
las pruebas Head 1 y 3 (*) presen- produce en ambos ítems, y arroja
tan las mismas características de los siguientes resultados:
contenido y, como manifiestan los
resultados, las edades de consolida- N
(aciertos Porcentaje
ción del concepto empiezan a partir Edad N 2 ftems) éxito
de los 9 arios. Por el contrario, la
prueba Head 2, sitúa esta edad a 6 29 27 93
7 32 31 97
partir de 6-7 arios, debemos enten- 8 33 32 97
der que desde la psicología evolu- 9 36 36 100
tiva no podemos estar midiendo el 10 40 40 100
mismo concepto, o bien puede su- 11-12 74 74 100
13-14 65 65 100
ceder que desde una perspectiva
estructuralista, el concept-o medido
en Head 2 fuera la génesis de aquel Por tanto, y de forma muy similar
otro que aparece en Head 1 y 3,
a los resultados que presenta N.
cosa que dudamos y remitimos al Galifret-Granjon, a los 6 arios puede
lector a revisar la última parte de la considerarse esta noción como ad-
exposición original de N. Galifret- quirida. Es interesante observar que
Granjon donde, de forma poco de- esta prueba está relacionada con
cidida, indica que podríamos hallar- Head 2, ,que solicita determinadas
nos ante una Batería que mide más posiciones o gestos de la mano de-
de una noción. recha o izquierda hacia un ojo u
Pensamos que, para aclarar estos oreja, homolateral o no, a partir de
puntos conflictivos, resulta oportu- órdenes verbales del examinador.
no el estudio interno que hemos En Head 2 encOntramos el inicio de
efectuado de la prueba «Derecha- resolución entre 6 y 7 arios, pudien-
izquierda» (Piaget 1, 2, 3). do pensarse que se trata del mismo
Recordemos que las pruebas de concepto, pero relacionado con di-
«derecha-izquierda» constan, la pri- ficultades a nivel de «situación,
mera —Piaget 1— de dos ítems que orientación o localización de gestos
solicitan del sujeto la identificación referidos al propio cuerpo». De al-
de sus manos derecha y izquierda; guna manera, esta diferencia (antes
la segunda —Piaget 2— propone de los 6 arios en Piaget 1, entre 6 y
dos ítems más, que evidencian el -.7 en Head 2),. indica el paso entre la
conocimiento de la mano derecha- adquisición de la noción derecha-
izquierda del observador situado izquierda y su utilización sobre el
delante; y Piaget 3, la tercera, cons- propio esquema corporal. Pero si
ta de seis ítems que piden las rela- en Head 2 los errores se producen
ciones de situación espacial entre en aquellos ítems donde se solicitan
tres objetos alineados ante el sujeto del sujeto actitudes o acciones con-
y por referencia propia. tralaterales, aquí podemos pensar
79
que el sujeto presenta dificultades Consideramos de interés comen-
en el procesamiento de la informa- tar algunas de las situaciones que
ción o de esquema corporal en cuan- hemos encontrado al aplicar esta
to a la sensibilidad propioceptiva, prueba. Caracteriza a los niños me-
que se caracteriza en las edades nores de 8 años el intento, simulado
inferiores por no resolver correcta- o no, de girar el tronco para alinear-
mente situaciones dicotómicas o con lo en el mismo sentido que el obser-
la utilización de dos conceptos anta- vador, es decir, que no efectúan de
gónicos en una misma operación. forma directa o inmediata la traspo-
Incluso podemos pensar que el sición, sino . que precisan de una
error proviene de la situación en reconstrucción motórica. Observa-
que se halle el desarrollo del esque- mos, curiosamente, que en las prue-
ma corporal, sobre todo la imagen bas de Head 1 y 3, donde se pide al
de sí mismo. No olvidemos que el niño que realice actitudes que se le
estímulo del ítem es de orden oral- muestran, no se da el intento de
auditivo y la respuesta de tipo ges- girarse o alinearse en la dirección
tual, de tal manera, que el «feed- del modelo. Pensamos que en Head
back» autocorrectivo está relacio- 1 y 3, al no aparecer las palabras
nando la sensibilidad propioceptiva «derecha-izquierda» el sujeto obtie-
con el lenguaje. ne la orientación a partir de concep-
tos como «girado», «al revés» o «al
Resumiendo, el nivel de laterali- contrario», como comprobamos en
dad que evidencia Head 2 está re- otra de las muestras analizadas en
lacionado con el conocimiento de donde se preguntaba a los sujetos
derecha-izquierda (Piaget 1), pero qué hacían- para resolver cada una
implica otras nociones procedentes de las pruebas.
del movimiento, de la sensibilidad
propioceptiva y de la imagen de sí Así pues, en la prueba Piaget 2, la
mismo como se puede ver fácilmen- operación que hace el niño es para
te repasando los resultados de la otorgar a una mano u otra el nom-.
prueba Head 2 a los 6 arios, donde bre de derecha-izquierda por refe-
la dispersión típica indica la existen- rencia propia, mientras que en las
cia de errores o rectificaciones del pruebas Head 1 y 3 es independien-
niño, edad a la que ya conoce su te el nombre (derecha-izquierda)
derecha-izquierda. de la acción que se solicita.
La prueba Piaget 2 («¿Cuál es mi Fue a partir de la falta de coinci-
mano derecha. Y la izquierda?»), dencia en los niveles-edades para
compuesta por dos ítems, y sin ad- las diferentes pruebas lo que nos
mitir margen de error, muestra re- aproximaba al planteamiento incial
sultados coincidentes, en general, de que la Batería medía, a la vez,
con los datos de N. Galifret-Gran- diversos conceptos.
jon, donde el cónocimiento de de-
recha-izquierda de quien está de- Observando la no coincidencia
lante se produce a los 8 arios. de edades de resolución entre prue-
bas —que aparentemente miden las
mismas nociones— y recapitulando,
N consideramos: la prueba Piaget 1
(aciertos Porcentaje
Edad N 2 ítems) éxito manifiesta la adecuación del nombre
6 29 13 44 derecha-izquierda a una parte ho-
7 32 12 38 molateral del cuerpo. Pensamos que
8 33 20 61 la reducción a dos ítems que hizo N.
9 36 25
10 40 35
69
88
Galifret-Granjon da mucho margen
11-12 74 70 95 al azar, que Piaget procuraba redu-
13-14 65 62 95 cir al utilizar cuatro ítems.
La prueba Piaget 2 exige la ade- ba Piaget 2, y si bien no podemos
cuación de un nombre a la parte o dejar de considerarlo, sobre todo
lado contralateral de quien está de- en los primeros ítems, creemos que
lante en sentido direccional contra- a la vista de los resultados —y,
•rio, lo cual obliga a hacer dos ope- especialmente, considerando una
raciones: «transposición» y «nomi- situación experimental que prepa-
nación». Las pruebas Head 1 y 3, ramos— además de la posibilidad
solicitan «orientación» y reconoci- de enmascaramiento, hay otras cir-
miento de la imagen de si, mientras cunstancias que dificultan la resolu-
que Head 2, precisa del conocimien- ción de la prueba en edades infe-
to de la propia derecha-izquierda riores.
en una situación de complejidad.
Por lo que respecta a la prueba
Piaget 3, por su interés, pasamos a RESULTADOS DE LA PRUEBA PIAGET 3
comentarla detalladamente. N
(aciertos Porcentaje
Prueba Piaget 3. (Situación relati- Edad N 6 Ítems) éxito
va de tres objetos.) De entrada se 6 29 4 14
podría pensar que esta prueba, que 7 32 4 13
consiste en dar una orientación la- 8 33 11 33
teral a los objetos situados delante 9 36 12
16
33
40
del sujeto por referencia a la propia 10 40
11-12 74 46 62
lateralidad, debería ser más fácil de 13-14 65 48 74
ejecutar que aquéllas que solicitan
transposición u orientación espacial,
pero esto no sucede así. Posterior- Antes del análisis de los resulta-
mente comentaremos que podría dos, ofrecemos por su excepcional
haber un enmascaramiento de la interés una tabla de datos donde
tarea a realizar por parte del sujeto figuran los resultados parciales y
en esta prueba, al estar situada in- acumulados de los sujetos que ob-
mediatamente después de la prue- tienen O ó 1 error..

Porcentaje Porcentaje Porcentaje


Sujetos Sujetos sujetos sujetos sujetos
Edad N O errores 0-1 errores 0 errores 0-1 + de 1

6 29 1 5 3 17 86
7 32 - 4 - 13 87
8 33 3 14 - 9 42 67
9 36 5 17 14 47 67
10 40 10 26 25 65 60
11-12 74 19 65 26 88 38
13-14 65 13 61 20 94 26

A la vista de la primera tabla de considerar que la prueba consta de


resultados de la prueba Piaget 3, seis ítems y que un error, a menu-
deberíamos esperar a 11-12 arios do, se comete por causas ajenas a la
para situarnos en la etapa decisiva prueba: precipitación, ansiedad, et-
con un 62 por 100 de éxitos —coin- cétera, que consideradas desde el
cidiendo con los resultados de N.
Galifret-Granjon—. Ahora bien, ob- punto de vista cualitativo durante el
servando la segunda tabla que pre- diagnóstico, debe procurarse aislar
sentamos, se ve claramente que con de los resultados cuantitativos cuan-
el margen de un error el nivel se do no influyen en ellos de forma
sitúa entre 9 y 10 arios. Debemos sistemática.
Datos de los sujetos que en Pia- Recapitulando, creemos que en
get 3 presentan un error. Piaget 3 puede haber contaminación
de la prueba precedmite —Piaget 2,
que obliga a trasponer— compro-
Error en el ítem N Porcentaje metiendo el éxito en los ítems nú-
5 6 12 meros 5, 6, 9 y 10. De tal manera
6 9 18 que si el éxito en Piaget 1 favorecía
7 12 23 la superación de.Piaget 2, el éxito o.
8 9 18
9 8 15 fracaso en ésta desorienta al niño
10 '7 14 pequeño en Piaget 3, ya que ha
ejecutado una. operación de trans-
posición que ahora no debe realizar
(La agrupación de los ítems en en en absoluto; y aparece la duda de
la prueba es: 5 y 6, 7 y 8, 9 y 10.) hasta qué punto estamos valorando
intrínsecamente el concepto «dere-
Observamos que el porcentaje cha-izquierda» o la facilidad en va-
más elevado de error aparece en el riar esquemas operativos (analizar
segundo grupo, ítems 7 y 8, que lo que se pide y ejecutarlo sin que
piden situar un objeto que está en el procesamiento quede contamina-
medio de otros dos, añadiendo una do por las pruebas antes efectua-
nueva dificultad de estructuración das). De forma similar, en Head 1 y
espacial de doble relación antagó- 3, la ejecución de la primera en
nica sobre un mismo objeto. El ítem «espejo» o de forma errónea com-
6, una vez superado el 5, pide situar porta resultados negativos en la 3.
un objeto «más alejado» o con otro
«entre medias» por referencia al Tampoco podemos olvidar los
primero. condicionamientos que se producen
a partir de la utilización de materia-
Como se verá, en la prueba Pia- les y de la posición que ha de man-
get 3 se ponen de manifiesto dife- tener el niño —brazos cruzados—
rentes conceptos. En la segunda que obligan a una relativa «des-sub-
parte de nuestro estudio, al plantear jetivización» comprometiendo el
una prueba donde hemos aislado éxito en Piaget 3, aparte de exigir
dos conceptos presentes en Piaget la aplicación en el espacio y sobre
3 como «distancia» y «relatividad objetos de un conocimiento muy
de situación espacial» obtenemos relacionado con la sensibilidad pro-
mucho antes la edad de superación pioceptiva . Con esto pretendemos
al medir solamente el concepto «de- dar a entender las dificultades inter-
recha-izquierda» ante el espacio y nas de esta prueba —Piaget 3— y,
los objetos respecto al propio por tanto, el aumentó de la edad de
cuerpo. resolución.

Referencias
LóPEZ FEAL, R., y otros: ApUntes de Psicometría. Universidad de Barcelona, 1976.
ZAzzo, R.: Manual para el examen psicológico del niño. Madrid, Fundamentos, 1976.
H PAD, H.: Aphasia ami Kindred disorders of speech. Londres, Cambridge, 1926.
CAZAYUS, P.: La afasia. Barcelona, Herder, 1981. (Pág. 154) da la definición de H. Head
sobre «formulación y expresión simbólica», cuando dice que se trata de una «forma de
comportamiento en la que todo símbolo verbal o de otro tipo , ordena el paso entre la
concepción y la ejecución del acto».
CAZAYUS, 1977. Op. cit. (pág. 155).
82
CAZAYUS, 1977. Op. cit. (pág. 156).
VAN VOERKOM: «La signification de certains éléments de l'intelligence dans la genése
des troubles aphasiques.» J. de P.gichol, 1921.
MOURGUES, R.: «Disordes of symbolic thinking.» J. de Psychol, 1921.
DEI.ACROIX, H.: Langage el la penseé. París, Alcan, 1930.
CRAIK, F. y LOCKHART, R. S.: «Niveles de procesamiento; un marco para la investiga -
ción sobre la memoria.» Estudios de Psicología, 1980, 2.
CRAIK, F v LocKiiART, R. S.: «Profundidad de procesamiento y retención de las
palabras en la memoria.» Estudios de Psicología, 1980, 2.
* En la elaboración del artículo hemos asumido el conocimiento de la prueba por parte del
lector por las obvias dificultades que entrañaría su reproducción.
** Puesto que se trata de un artículo dividido en dos entregas, el resumen conjunto se
presentará en la segunda parte.

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