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ESCUELA DE HUMANIDADES
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN
SEMINARIO:
PROFESORES: PROF. ALEJANDRO GIMELLI
PROF. GABRIELA MALACRIDA
TRABAJO FINAL
ALUMNAS:
- AYALA, Rosa
- D’ORAZIO, Gladys
- MEDERO, Mariana
NOTA:
Ficha de la Institución
Tipo de Institución
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La función primordial de la escuela es Educar y el objetivo de la escuela de sordos,
como la de cualquier escuela, es la EDUCACIÓN. En la escuela se enseñan
saberes, conocimientos y actitudes que cimientan la apropiación de la cultura.
Enseñar es más que brindar información; es ofrecer la posibilidad de interpretarla,
compararla, analizarla. Es un proceso en el que se construyen significados sociales,
que determinan el modo en que las personas se ubican en el mundo. Pero el
significado de los conceptos sociales no está en los objetos, en las descripciones o
en la cabeza de los hombres, depende de la discusión y negociación de significados
entre quienes deben construirlo (los alumnos y sus docentes). Es por ello que la
escuela debe preguntarse cuál es la cultura de la que un alumno se debe apropiar
en el marco de la “diversidad cultural”.
El docente interactúa con el niño y oficia de mediador ante los objetos culturales.
Desde esta posición, los procesos de enseñanza y de aprendizaje se conciben
como una unidad donde se articulan actividades entre el profesor y el alumno en
forma conjunta, una unidad que incluye a quien aprende, a quien enseña y la
relación entre ambos. El entorno social, el soporte y la ayuda que el profesor puede
ofrecer, es crucial para el desarrollo.
Los procesos de enseñanza y de aprendizaje son procesos de relación
interpersonal: se negocian los significados entre alumnos y docentes. Esta relación
entre ellos requiere la mediación del lenguaje.
Toda lengua transmite más que palabras: evidencia la existencia de conocimientos
compartidos entre los hablantes, resultantes de la vida social. El habla dirigida al
niño implica considerar informaciones previas, compartir conocimientos, elementos
lingüísticos, imágenes y representaciones que los sujetos construyen sobre ellos
mismos, sobre el otro, sobre su discurso, sobre la lengua que utilizan, sobre la
realidad física y social.
Desde esta perspectiva la posibilidad de que los niños con educativas auditivas
especiales encuentren nuevas formas (lenguas, danzas, literatura, etc.) de
expresarse, comunicarse con su entorno y dar a conocer sus ideas y emociones
favorece su inserción en la sociedad de oyentes y también que los oyentes se
introduzcan en su universo simbólico, propiciando la integración social.
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Necesidades que motivan el proyecto y servicios que se prestan:
En el año 1997, para la fiesta de finalización del ciclo lectivo, concurrió a la Escuela
513 de La Matanza, en carácter de invitados, la murga dirigida por la hermana de
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una de las docentes de la institución y allí brindaron un espectáculo, finalizando con
un espacio donde los percusionistas improvisaban, con la intención de hacer
participar al público presente. En esta situación una docente percibió el interés de
algunos alumnos y su facilidad para seguir el ritmo de los instrumentos.
De esta experiencia, surgió la iniciativa de realizar un taller de murga para los
alumnos de la institución, que no contaban hasta ese momento con espacios de
educación artística.
A comienzos del año 1998, se puso en marcha el primer taller al que concurrían
todos los alumnos del establecimiento. La enseñanza de los rudimentos de la murga
(baile y percusión) estaba a cargo de integrantes de murgas barriales y la
supervisión de una docente del establecimiento. Además, algunos de los integrantes
se interesaron por la organización y funcionamiento de otras murgas, por lo cual
asistían a sus ensayos y se contactaban con sus directores.
En un comienzo, la enseñanza de los pasos y manejo de los instrumentos implicó el
diseño de nuevas estrategias por parte de los responsables para superar los
obstáculos de comunicación entre oyentes y no oyentes. Luego, se organizaron las
clases con la intervención de niños hipoacúsicos y la docente que facilitaron la
situación comunicativa.
Con la participación de los padres de algunos alumnos, se confeccionaron los trajes
para los murgueros. Así, a fin de ese año, la murga escolar tuvo su primera
presentación en la Fundación del Padre Mario. La presentación fue exitosa y
significó una gran motivación para todos los integrantes de la comunidad educativa,
poniendo de manifiesto la capacidad de los niños para participar y desarrollar un
proyecto donde se pusieran en juego competencias y habilidades no esperadas de
alumnos con necesidades educativas auditivas especiales.
Al año siguiente, el taller se convirtió en optativo y pasó a ser parte del PEI,
generando resistencias y adhesiones entre algunos docentes de la institución y la
comunidad barrial.
La dirección de la murga quedó a cargo de una docente de la escuela ya que no se
pudieron obtener recursos para la contratación de personal de dedicación exclusiva
para el taller. La murga escolar, practicaba en horario extra escolar y se presentaba
en otras instituciones educativas de niños con y sin necesidades educativas
especiales, eventos de la Municipalidad de Morón y particulares.
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Luego de unos años, a raíz de la licencia de la docente a cargo de la murga, tomó la
conducción un ex alumno hipoacúsico, que participó desde el comienzo en ella.
Algunos integrantes de la murga escolar comenzaron a participar simultáneamente
en diversas murgas barriales, donde intercambiaban experiencias con personas
oyentes.
Después de un tiempo, también se iniciaron en el dictado de talleres de murga en
otras instituciones educativas de distintos niveles y modalidades, a partir de la
demanda surgida por el éxito de su experiencia y el prestigio adquirido. Varios de
sus integrantes se desempeñan como asesores o directores de otras murgas, como
un servicio pago.
Actualmente, el taller de murga de la Escuela Nº 513 busca desarrollarse e innovar
su recorrido creativo, incorporando profesores de teatro y artística al taller que
aporten miradas alternativas.
Intencionalidad solidaria:
Este proyecto en sus inicios no tuvo una intencionalidad solidaria, sin embargo a
medida que se fue desarrollando fue adquiriendo una mayor participación activa
de alumnos, padres y docentes. Esto se evidencia en la ayuda y capacitación
que ofrece la murga Dibujantes de Piruetas a otras instituciones educativas de
distintos niveles y modalidades. Asimismo es tomada como ejemplo y motivación
para otros estudiantes con capacidades diferentes, así como para los habitantes
del Barrio 20 de Junio en el cual está inserta la escuela.
Intencionalidad pedagógica:
El desarrollo del taller se focaliza en las habilidades y potencialidades de los
estudiantes y enfatiza:
- su protagonismo;
- el desarrollo de su autoestima;
- el fortalecimiento de competencias para la vida cotidiana y la inserción laboral;
- la interacción con otros niños, jóvenes y adultos de otras instituciones;
- el aumentó de la motivación para aprender;
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- el fortalecimiento del sentido y la práctica de la ciudadanía;
- la asignación responsabilidades a los estudiantes acordes a su edad y bajo
supervisión de los adultos encargados del taller de murga;
- su posicionamiento en la sociedad como sujetos de derecho.
Los estudiantes pudieron comprender que tienen algo que pueden enseñar,
aprender, algo con lo que logran entretener(se) y divertir(se), lo que provocó que
se sintieran más participativos y solidarios.
Los aprendizajes curriculares que se ponen en juego en el desarrollo de los
talleres de murga son:
Educación Artística
Danza:
Música:
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» Lo sonoro como medio de acceso al reconocimiento del entorno social y
cultural.
» El análisis de la música en relación con su contexto: rasgos sociales e
históricos.
» La ejecución como interacción grupal.
» Valoración de las producciones propias y las del patrimonio del entorno cultural
cercano.
Ciencias Sociales:
Escuela y comunidad:
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enseñarlos a otros, ayudan a solucionar el problema de otros estudiantes que
están en iguales condiciones.
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Desarrollar un proyecto pedagógico que tenga en cuenta la identidad de los
sordos e hipoacúsicos;
Crear un espacio coherente con la condición socio – lingüística de los sordos e
hipoacúsicos;
Crear un ambiente lingüístico apropiado a sus formas particulares de
procesamiento cognitivo;
Reconsiderar los contenidos y los temas culturales que se imparten;
Posibilidad la interacción “entre diferentes” respetando estilos de vida, formas de
ver el mundo, modalidades cognitivas, gustos, creencias, valores y dar lugar a un
diálogo intercultural;
Satisfacer necesidades de entretenimiento de carácter cultural en instituciones
educativas de diversas modalidades y niveles;
Generar la valoración de la identidad barrial e institucional.
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la superación de temores, prejuicios y estereotipos sociales hacia personas con
necesidades y capacidades diferentes.
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Muchas instituciones educativas solicitan la participación de la murga escolar de la
Escuela Nº 513 para diferentes celebraciones, así como también, que se realicen en
sus escuelas talleres de murga para comenzar en sus instituciones sus propias
murgas.
No hay una gestión asociada: no hay una participación por parte de las otras
instituciones ni de la comunidad en el proceso de planificación de la enseñanza
ni de las decisiones que se debe tomar, tampoco se observa esta participación
en la evaluación del proyecto.
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Propuestas para que el proyecto “Murga Dibujantes de Piruetas” se convierta
en una experiencia con más características de Aprendizaje y Servicio
Como hemos descrito, este proyecto representa una experiencia trasformadora para
sus integrantes tanto docentes como alumnos, pero para que resulte en una
experiencia de Aprendizaje y Servicio es necesario cambiar y fortalecer las
debilidades antes mencionadas.
Sería necesario que la comunidad tuviera una participación más directa en los
talleres: su organización, planificación y desarrollo.
El proyecto podría incluir a los niños del barrio, no alumnos del establecimiento, para
que estos también pudieran desarrollarse en el arte de la murga y las habilidades y
capacidades ya mencionadas en cuanto a la danza y la música. Esta situación
también generaría un espacio de intercambio cultural, de respeto y tolerancia, que
fomentase valores preciosos en la formación del ciudadano también en los niños y
jóvenes del barrio.
Antes de desarrollar los talleres en otras escuelas sería un gran aporte para los
niños y el proyecto, que los alumnos realizasen un diagnóstico de las necesidades
de la institución, para adecuar las modalidades del taller.
La búsqueda de “sponsors” facilitaría la evolución del proyecto en su alcance y
desarrollo, así como también la incorporación de más integrantes.
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