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Tendencia a llorar
Pérdida de fuerza
Irritabilidad y ansiedad
Deseos de suicidio
Inestabilidad emocional
trastorno distímico
Distimia
Definición: Se considera a la distimia como a una depresión crónica de más de dos años
de evolución, con síntomas menos severos que la depresión mayor, pero a menudo
acompañada de episodios sobreañadidos de esta depresión (depresión doble).
Corresponde a lo que antes se denominaba depresión neurótica, neurosis depresiva,
depresión endovivencial, depresión endosituativa, disforia crónica, depresión menor
crónica o depresión reactiva. El término trastorno distímico fue introducido en el DSM-III.
Depresión neurótica
Definición: Sinónimo: neurosis depresiva. Término que se utilizó para hacer referencia a
las depresiones cuyo origen se consideraba que era, como en el resto de las neurosis, un
conflicto intrapsíquico. Este término fue creado por Sándor Radó y reemplazado por el de
distímia, que ya no hace referencia a conceptos psicodinámicos.
Ansioso-depresivo (trastorno)
Categoría diagnostica que aparece en la CIE-10 dentro del apartado otros trastornos de
ansiedad y en la DSM-IV-TR dentro del apartado de los trastornos de ansiedad sin
especificación. Se utiliza por los pacientes que presentan tanto síntomas de ansiedad
como de depresión y que no cumplen los criterios para un trastorno de ansiedad ni para
un trastorno del estado de ánimo.
Amnesia global transitoria
Sinónimo: ictus amnésico. Síndrome caracterizado por una amnesia profunda y transitoria
de unas horas de duración. No hay obnubilación de la conciencia o pérdida de la identidad
personal. La amnesia es principalmente anterograda, brusca, con orientación autopsíquica
conservada, pero con desorientación temporal. Puede existir una amnesia retrograda que
suele resolverse en poco tiempo y suele abarcar desde unas horas hasta cuarenta años.
Durante el episodio los sujetos pueden realizar maniobras complejas como conducir. Los
sujetos suelen ser mayores y el ataque desencadenado por un factor estresante.
Permanece siempre la laguna mnésica en torno al periodo del ataque. Existen varios
mecanismos para explicar el origen de esta amnesia: 1) Un ataque isquémico transitorio
de las arterias cerebrales posteriores que suministra sangre a las estructuras límbicas, 2)
varios estresores físicos o emocionales provocando una depresión del metabolismo del
hipocampo.
Ansioso-depresivo (trastorno)
Hablamos de depresión reactiva cuando queremos referirnos a un trastorno del estado
de ánimo que ocurre como respuesta a un suceso externo o varios. Se trata de la
depresión clásica, de la más frecuente. Aquella en la que pensamos cuando imaginamos
una persona deprimida. Lo que probablemente no imaginamos ni podemos llegar a
entender con la misma intensidad es qué profundidades alcanza el dolor de estas
personas.
Expondremos un poco de información sobre sus causas, cuales son las manifestaciones
clínicas más frecuentes y de qué formas podemos mejorar la vida de las personas con
depresión reactiva.
Causas de la depresión reactiva
La distinción entre depresión endógena y reactiva fue hecha por Paul Julius Moebius en
el siglo XIX. Esta diferenciación asume que existe una distinción entre las depresiones que
ocurren por causas biológicas y las que ocurren por causas psicosociales. Lo cierto es que
aunque el apoyo empírico a esta supuesta distinción está lejos de ser contundente, puede
ser útil para comunicarse con velocidad entre profesionales de la salud y saber
rápidamente a qué se enfrentan.
En la depresión reactiva, un trastorno que las mujeres tienen entre un 10 y un 25% de
riesgo de desarrollar a lo largo de su vida y para los hombres oscila entre un 5 y un 12%, el
trastorno ocurre tras la presencia de un estresor que causa el desarrollo de la
depresión. Imaginémonos una ruptura, la muerte de un allegado, la pérdida de trabajo,
o cualquier tipo de cambio vital que sea percibido como muy estresante e incontrolable.
Lo importante en la depresión, más allá de la gravedad objetiva del suceso, es de qué
forma se percibe como una amenaza. Cada individuo tiene unas habilidades de
afrontamiento diferentes, y por esto cada persona vive los problemas con más o menos
dificultad. Lo que para uno puede ser un suceso traumático del que se puede recuperar al
cabo de 2 semanas, para otro puede ser un golpe que lo deje emocionalmente destruido.
Por esto, en la evaluación del paciente debemos tener muy presentes cuáles son las
habilidades de afrontamiento que el paciente poseía antes del suceso.
Síntomas y señales
Síntomas anímicos
La tristeza está presente en 9 de cada 10 pacientes con depresión reactiva y suele ser la
principal queja de los que reúnen el valor para venir a consulta. En la mayor parte de los
pacientes esta tristeza se manifiesta en forma de desesperanza y desamparo permanente.
Es la sensación de que el futuro no guarda nada bueno, que todo lo positivo se ha
terminado y no queda más que desgracia y miseria. En los casos más graves la tristeza
puede ser eclipsada por una sensación de vacío tan grande que nieguen sentir nada. Como
si estuviesen internamente muertos.
En los niños, en cambio, más que abatimiento manifiestan irritabilidad o inestabilidad.
Muchos de los pequeños cuyos padres se separan de forma no deseable expresan la
depresión a través de explosiones, malas contestaciones o rabietas por cuestiones que
antes jamás eran fuente de problema.
Síntomas motivacionales
La depresión reactiva causa en el paciente que pierda el interés en actividades que antes
le gustaban. Ni le apetece seguir haciéndolas, ni son satisfactorias cuando las realiza. Se
pierden sus aficiones favoritas, su rutina diaria, y ha dejado de disfrutar en general.
Incluso la energía se reduce, hasta el punto en que la persona tiene tan pocas fuerzas que
levantarse y ducharse puede ser una gran victoria.
Los movimientos son muy enlentecidos y costosos, requieren mucha energía. Este retardo
psicomotor a veces es tan grave que los pacientes caen en el llamado estupor depresivo,
un estado semejante a la catatonia que parece una parálisis motora casi total. La
heterogeneidad en los síntomas permite que encontremos también pacientes que en
lugar de estar enlentecidos se encuentran muy agitados y no pueden dejar de morderse
las uñas o fumar de forma inquieta.
Síntomas cognitivos
De igual forma que ocurre con los movimientos, el pensamiento está enlentecido. Les
cuesta tanto pensar que los que tienen un trabajo mínimamente demandante son
incapaces de rendir con normalidad. En los niños, por ejemplo, el rendimiento académico
cae repentinamente, reflejando una falta de concentración debida a la depresión. No sólo
la concentración, también se altera la memoria. En pacientes ancianos deprimidos estos
problemas de memoria pueden confundirse con una demencia, pero la no progresión del
deterioro de memoria es el que indica si es una depresión o no.
La persona depresiva lo evalúa todo de forma negativa. Piensa que no vale nada, que el
mundo es un lugar terrible y que el futuro es negro. Tienen un estilo de pensamiento
sesgado que les impide ver nada de otra forma que no sea a través de unos cristales
pesimistas, perpetuando la depresión. En ocasiones la depresión cursa con alucinaciones
congruentes con el estado de ánimo, por ejemplo voces culpabilizadoras o acusatorias.
Síntomas somáticos
Síntomas interpersonales
Cuando uno deja de hacer actividades, deja también de ver a sus amigos, es habitual que
la esfera social del paciente que cae en una depresión reactiva se deteriore
paulatinamente. Estas personas rechazan los contactos sociales porque han dejado de ser
agradables y no tienen energía, y los demás terminan por dejar de intentarlo. Puede
llegarse al aislamiento social total, ya que el contacto social termina generando ansiedad,
sobreesfuerzo y sentimientos de fracaso.
La depresión reactiva o trastorno adaptativo con estado de ánimo deprimido es aquella
que se produce como respuesta a un acontecimiento negativo de la vida del sujeto, no
teniendo por qué brotar inmediatamente después del acontecimiento desencadenante,
sino que puede aparecer hasta semanas o meses después de que éste se haya producido