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Publicidad
En Derecho, dar “publicidad” significa hacer público y notorio para la comunidad un hecho jurídico, una
relación jurídica o una situación jurídica relevante.
En la época colonial, la tarea de dar publicidad era cumplida por oficiales que pregonaban las
comunicaciones en lugares públicos, o bien se pegaban edictos en el muro de las iglesias a la salida de
la misa dominical.
El medio por excelencia de dar publicidad a los derechos en forma extrarregistral es la publicidad
posesoria.
La publicidad posesoria consiste en la exteriorización del poder físico sobre la cosa y es el modo
genérico de dar a público conocimiento la titularidad del derecho de propiedad. En contraposición, la
publicidad registral fue utilizada por Vélez Sársfield sólo para las hipotecas. En la actualidad, la mayoría
de bienes que alcanzan cierto valor son registrables (inmuebles, automotores, aeronaves, buques,
derechos intelectuales, etcétera).
Resumiendo:
Publicidad: Implica hacer pública una situación jurídicamente relevante, por los medios establecidos en
el ordenamiento vigente.
Medios de publicidad:
Registrales: asientos en reparticiones creadas al efecto.
Extrarregistrales: edictos, toma de razón en expedientes judiciales, posesión, pregones, etcétera.
La Publicidad Registral.
Llevar los hechos jurídicos relevantes al público conocimiento de la comunidad interesada brinda
seguridad estática y dinámica a los derechos.
Entendemos por seguridad estática la protección del derecho adquirido por los sujetos, es decir, la
relación existente entre un sujeto y una cosa, frente a los posibles ataques o turbaciones a esa relación
por parte de terceros. Al inscribirse estos derechos, el titular se asegura que los demás conozcan su
titularidad.
Se llama seguridad dinámica o de tráfico aquella que procura la protección de los terceros que se
ven involucrados en la circulación de la riqueza. Es decir, protege a quienes desean adquirir los
derechos circulantes, pues pueden conocer quién es el titular inscripto.
En otras palabras:
La función de la publicidad es dotar de seguridad dinámica al tráfico y de seguridad estática a los
derechos adquiridos, contribuyendo así a la paz social.
Efectos de la Publicidad
La publicidad registral tiene distintos efectos, según sea la situación jurídica publicitada y el objeto sobre
el que recaiga.
La publicidad registral puede tener distintos efectos sobre el hecho o relación jurídica que se está
anotando o inscribiendo. En algunos casos, la inscripción solo declara o da a conocer un derecho
existente; en otros, en cambio, la inscripción termina de perfeccionar el negocio jurídico y hace nacer o
constituye el derecho. El ordenamiento, al reglar sobre cada tipo de bienes, determina si los derechos
sobre aquellos deben inscribirse y qué efectos tiene esta inscripción.
Los derechos personales, o bien llamados simplemente obligaciones, nacen inmediatamente con la
firma del contrato. Así, el deudor, el inquilino, el acreedor, etcétera, adquieren su posición jurídica con la
sola suscripción del instrumento.
Para adquirir un derecho real se necesita el título (contrato, testamento, sentencia, etcétera), que
deberá reunir las formalidades que el ordenamiento regla, más el modo (entrega de la cosa o tradición).
Así, para transferir la propiedad de un inmueble, se necesita un título que debe constar en escritura
pública, más la entrega de la cosa (que puede ser mediante puesta en posesión, entrega de llaves,
entre otras).
Con las cosas muebles es aún más fácil, pues el título puede incluso ser un contrato verbal.
Efectivamente, si recibimos un regalo de cumpleaños (digamos un electrodoméstico), celebramos un
contrato de donación verbal sobre cosa mueble. El derecho real nace cuando asentimos
(consentimiento que perfecciona el contrato) y somos puestos en posesión del mismo (tradición).
Los derechos personales nacen con el título. Los derechos reales necesitan título y modo.
Efecto Constitutivo
Constitutividad: este es uno de los máximos exponentes de los efectos que puede producir la
publicidad registral.
El efecto de constitutividad implica que la ley establece como requisito necesario para el
nacimiento de un derecho real la inscripción del acto jurídico que le dio origen (compraventa,
donación, permuta, etcétera). Así, si la transferencia de propiedad no ha sido inscripta, el
adquirente no es jurídicamente el nuevo dueño, aun cuando haya pagado el precio y se le haya
hecho entrega del bien.
Efecto Declarativo
Oponibilidad: la inscripción o anotación se efectúa sólo para dar a conocer a los terceros
interesados la situación jurídica de un bien. Todo tercero involucrado en una transacción sobre
un bien registrable se ve impedido de aducir desconocimiento sobre las constancias registrales,
pues estas se presumen conocidas por todos, sin admitirse prueba en contrario, de forma
análoga a la publicación de las leyes, que impide alegar ignorancia o error de derecho. Son
registros declarativos el de inmuebles, buques, aeronaves, etcétera.
Efecto Convalidante
No existen registros con estas características en Argentina. En nuestro país, los títulos viciados, aún
inscriptos, continúan siendo ineficaces. Por ejemplo, la escritura de venta de inmueble, otorgada por
quien se hizo pasar por dueño y no lo era, no transfiere el inmueble por más que haya obtenido
inscripción registral. Lo mismo sucede con cualquier derecho registrable.
Resumiendo:
Los derechos sobre ciertos bienes, así como su transmisión, modificación o extinción, deben inscribirse
a los fines de ser oponibles a la sociedad debido a su publicidad.
Los derechos sobre ciertos bienes, así como su transmisión, modificación o extinción, deben inscribirse
a los fines de ser oponibles a la sociedad debido a su publicidad.
Así, según sea el objeto sobre el que recaiga, esta inscripción tendrá efectos de:
Mera publicidad y oponibilidad (inmuebles, buques, aeronaves, etcétera)
O terminará de constituir el derecho (automotores, caballos de pura sangre de carrera).
Registros personales: En esta clase de registros el eje es el individuo. Tal es el caso del
Registro del estado civil y capacidad de las personas. Cuando una persona nace, se le otorga un
número de identificación personal (D.N.I.) y todos los cambios de estado (matrimonio, divorcio,
fallecimiento, declaración de demencia o levantamiento de la misma, etcétera) se anotan en su
legajo personal y se le otorga un comprobante que certifica dicha inscripción que como sabemos
se denomina “partida” (partida de nacimiento, partida de defunción, etcétera).
Registros reales: Aquí el eje de registro es un objeto (del latín res, cosa). Así, en relación con el
automotor se abre un número de dominio (comúnmente conocido como patente) y en relación
con los inmuebles, aeronaves, buques, etcétera, se abre una matrícula. Todos los actos que se
celebran con ese objeto y que tengan relevancia jurídica para algún sujeto interesado (como por
ejemplo las transferencias de dominio, las medidas cautelares ordenadas por un juez, la baja de
circulación, etcétera), se anotan e inscriben en relación con ese número.
Registros causales: Lo que se inscribe o anota es la relación jurídica o causa que hace cambiar
los derechos. Entonces, se llevan separadamente libros sobre las distintas situaciones jurídicas
que pueden recaer sobre una misma cosa. Por ejemplo, digamos que un registro causal sobre
inmuebles tendrá un libro para derecho real de dominio, otro para hipotecas, otro para
cautelares, y así sucesivamente. En forma análoga, sobre los distintos tipos de bienes. Desde la
sanción de la ley 17.801 de Registro de Propiedad Inmobiliaria, que unificó el sistema registral
inmobiliario, se eliminó este tipo de registros causales en relación con los bienes raíces.
A su vez, conforme lo establecido por nuestra doctrina, según la actuación que desplieguen, los
registros pueden ser:
Se efectúa por Trascripción: Cuando la oficina no extracta sino que copia la totalidad del
documento portante de la relación jurídica. En nuestro país, no hay registros que utilicen esta
técnica. Esta transcripción puede ser total o parcial y se compila en tomos debidamente foliados
y por orden cronológico, formándose aparte los índices. El sistema es engorroso y era usado
antiguamente, antes de la invención de las fotocopias, por lo que en la actualidad ha caído en
desuso.
Resumiendo:
Personales
Reales
Causales
Transcripción
Inscripción
Enlegajamiento.
Principios Registrales
Los principios registrales son lineamientos generales, ideas-fuerza que inspiran las leyes registrales. En
nuestro país, la ley registral por excelencia es la del registro de la propiedad inmobiliaria, Ley Nacional
N° 17.801 (LNR). En ella, los principios no se encuentran consignados expresamente, como suele
suceder en algunos ordenamientos.
Los principios citados tienen su fuente en la doctrina alemana, francesa y en la reglamentación del
código de Vélez en materia de registración de hipotecas.
Inscripción.
Publicidad.
Rogación.
Legalidad.
Especialidad.
Prioridad.
Prioridad tracto sucesivo.
Resumiendo:
Se anotan los embargos, enmiendas, inhibiciones, correlación con planos y planillas, etcétera.
A su vez, tanto las inscripciones como las anotaciones pueden ser objeto de una cancelación.
La siguiente imagen es un buen ejemplo de una matrícula registral en donde se asientan todos los
movimientos que un inmueble puede sufrir a lo largo de su vida registral.
Art. 2. De acuerdo con lo dispuesto por los artículos 1890, 1892, 1893 y concordantes del Código Civil y
Comercial de la Nación, para su publicidad, oponibilidad a terceros y demás previsiones de esta ley, en
los mencionados registros se inscribirán o anotarán, según corresponda, los siguientes documentos: a)
Los que constituyan, transmitan, declaren, modifiquen o extingan derechos reales sobre inmuebles; b)
Los que dispongan embargos, inhibiciones y demás providencias cautelares; c) Los establecidos por
otras leyes nacionales o provinciales.
Art. 23. Ningún escribano o funcionario público podrá autorizar documentos de transmisión,
constitución, modificación o cesión de derechos reales sobre inmuebles, sin tener a la vista el título
inscripto en el Registro, así como certificación expedida a tal efecto por dicha oficina en la que se
consigne el estado jurídico de los bienes y de las personas según las constancias registradas. Los
documentos que se otorguen deberán consignar el número, fecha y constancias que resulten de la
certificación.
De esta forma, el inmueble con título no registrado sale del comercio jurídico, pues ningún escribano
autorizará negocios jurídicos sobre el mismo.
El art. 3 de la LNR nos da los requisitos que deben tener los documentos que ingresen al registro:
Art. 3. Para que los documentos mencionados en el artículo anterior puedan ser inscriptos o anotados
deberán reunir los siguientes requisitos:
a) Estar constituidos por escritura notarial o resolución judicial o administrativa, según legalmente
corresponda;
b) Tener las formalidades establecidas por las leyes y estar autorizados sus originales o copias por
quien esté facultado para hacerlo;
c) Revestir el carácter de auténticos y hacer fe por sí mismo o con otros complementarios en cuanto al
contenido que sea objeto de la registración, sirviendo inmediatamente de título al dominio, derecho real
o asiento practicable. Para los casos de excepción que establezcan las leyes, podrán ser inscriptos o
anotados los instrumentos privados, siempre que la firma de sus otorgantes esté certificada por
escribano público, juez de paz o funcionario competente.
Instrumento Público: es todo aquel documento redactado y firmado por oficial público competente,
notarial, judicial o administrativo, en uso de sus facultades fedatarias (esto es, dando fe de los hechos
que pasan por ante su presencia). Así, consistirán en escrituras o actas notariales, actuaciones
judiciales o administrativas, en las cuales un acto jurídico pasado por ante el oficial público hace nacer,
mutar o extingue un derecho.
Instrumentos Privados: todo documento redactado y firmado por las partes se considera un
instrumento privado; no importa que las firmas se encuentren certificadas por un escribano público,
circunstancia que sólo contribuye a dotarlo de fecha cierta.
Expresión escrita.
Firma de la partes intervinientes en el acto.
En el nuevo Código Civil se aclara expresamente que se entiende por firma el nombre del firmante o un
signo que éste inscriba en el escrito.
Tercero Registral: se denomina así a la persona que tiene un interés legítimo en relación a un asiento,
como el acreedor a quien se ha burlado simulando la venta del bien sobre el que recaía su garantía.
Así, en el ejemplo dado, cuando la falsa venta se inscribe, el acreedor se transforma en un tercero
registral respecto de la inscripción, pues tiene un interés legítimo en que la misma sea declarada
inoponible (o sea, inexistente para él). Tal pretensión, sólo puede ser atendida mediante una sentencia
judicial.
Publicidad
La publicidad de los derechos otorga seguridad jurídica a un Estado y puede ser analizada bajo la faz
material o formal. Cuando se comprueban fugas registrales, el propio Estado es responsable de resarcir
los daños y perjuicios ocasionados.
Publicidad Material: Es toda publicidad ingresada por los interesados al registro, por ejemplo: la
noticia de cambio de titular de dominio sobre un bien. La publicidad material produce efectos
sobre los derechos, tales como oponibilidad o constitutividad.
Publicidad Formal: Hace a la información que brinda el registro a través de sus asientos. Es la
que egresa del registro; por ejemplo, fotocopia del folio real, informes, etcétera. Se encuentra
consagrada en el art. 21 de la LNR:
Art. 21. El Registro es público para el que tenga interés legítimo en averiguar el estado jurídico de los
bienes, documentos, limitaciones o interdicciones inscriptas. Las disposiciones locales determinarán la
forma en que la documentación podrá ser consultada sin riesgo de adulteración, pérdida o deterioro.
Es el Estado quien responderá ante una omisión u error en las registraciones o los informes.
Será, en el caso del Registro inmobiliario, la provincia donde esté ubicado dicho establecimiento; y en el
caso de un Registro nacional (como buques o aeronaves) responderá el propio Estado nacional.
Rogación
Se denomina petición o rogación a la solicitud de inscripción, anotación, cancelación, etcétera que
efectúa el o los interesado/s.
Debe ir acompañada de los títulos que invoca y estar contenida en el formulario tipo que cada registro
establece.
El Registro actúa a pedido de parte interesada y no de oficio, salvo las excepciones receptadas
expresamente por el ordenamiento.
Este principio establece que la actividad del registrador debe ser impulsada por los interesados, es decir
que los cambios de titularidad del bien deben efectuarse a petición de las partes y por lo general se
hace a través de un formulario que otorga el propio registro (ejemplo: en los automotores es el 08).
Cuando por ley local estas tareas estuvieren asignadas a funcionarios con atribuciones exclusivas, la
petición deberá ser formulada con su intervención.
En las distintas leyes registrales provinciales se pueden establecer otros requisitos; por ejemplo, para
variar una situación registral, la petición deberá formularse exclusivamente por notario de registro,
autoridad judicial o autoridad administrativa de la Provincia, según la naturaleza del documento. La
inscripción o anotación de instrumentos privados se efectuará con intervención de un abogado de la
matrícula o notario de registro de la provincia.
Hay poquísimos e inusuales casos en los que las mutaciones registrales se producen sin rogación. Son
fundamentalmente son dos casos:
Rectificaciones de asientos inexactos
Caducidad.
Art. 35. Cuando la inexactitud a que se refiere el artículo precedente provenga de error u omisión en el
documento, se rectificará, siempre que a la solicitud respectiva se acompañe documento de la misma
naturaleza que el que la motivó o resolución judicial que contenga los elementos necesarios a tal efecto.
Si se tratare de error u omisión material de la inscripción con relación al documento a que accede, se
procederá a su rectificación teniendo a la vista el instrumento que la originó.
Debemos destacar que algunas leyes provinciales autorizan la rectificación de los asientos inexactos de
oficio, en casos de errores evidentes (como consignar año del negocio jurídico el 2200 en lugar del
2002.
Por su parte, la caducidad es la pérdida de validez de ciertas anotaciones o inscripciones, por el mero
paso del tiempo, sin necesidad de que ello se haga presente en forma expresa.
Art. 23. El privilegio del acreedor prendario se conserva hasta la extinción de la obligación principal,
pero no más allá de cinco años, contados desde que la prenda se ha inscripto, al final de cuyo plazo
máximo la prenda caduca. Podrá, sin embargo, reinscribirse por igual término el contrato no cancelado,
a solicitud de su legítimo tenedor, dirigida al encargado del registro antes de caducar la inscripción. Si
durante la vigencia de ésta se promoviera ejecución judicial, el actor tiene derecho a que el juez ordene
la reinscripción por el indicado término, todas las veces que fuera necesario.
Legalidad
Función Calificadora: Los instrumentos que ingresan al Registro son sujetos a control de legitimidad
que consiste en cotejar que se cumpla con los requisitos establecidos a tal fin por la normativa que rige
esta materia.
Es decir que, según este principio, los títulos que ingresen al Registro serán sometidos a un examen o
calificación, a los fines de controlar si son válidos y perfectos, cumpliendo los requisitos de ley.
Doctrina Restringida, que interpreta literalmente el texto y estima que el registrador sólo debe
verificar las formalidades de cada tipo de acto (que sea un instrumento público, con firma del
funcionario o escribano, con sello del notario, etcétera).
Doctrina Amplia considera que es necesario adentrarse en algunos aspectos intrínsecos del
instrumento, tales como capacidad y titularidad de los disponentes y, asimismo, correlacionar la
situación que se desea asentar, con las demás anotaciones e inscripciones ya existentes en el
Registro (como el folio personal, controlando que quien dispone no esté inhibido).
Una vez que el registrador ha calificado –para lo cual la ley otorga treinta (30) días desde la
presentación del instrumento–, tiene tres opciones: lo inscribe, lo observa o lo rechaza.
La reglamentación local fijará los plazos máximos dentro de los cuales deben sustanciarse los recursos.
Sistema vigente de Nulidades de nuestro Código Civil y Comercial, regulado a partir del art. 382:
Actos de Nulidad Absoluta: está comprometido el orden público (por ejemplo, casos de objeto
ilícito como venta de material genético, o falta de las formas esenciales de los instrumentos
públicos); estos actos son irrenunciables e insubsanables (es decir, inconfirmable e
imprescriptible) y el registro rechaza el documento, que es inscripto provisionalmente a los fines
de dar tiempo a la interposición del recurso respectivo.
Actos de Nulidad Relativa: es afectado el interés privado de los particulares (por ejemplo, un
acto de disposición realizado por un menor o por un representante de una persona jurídica que
no acredita suficientemente el mandato, también es el caso de que faltare algún requisito de
forma no esencial en el acto), se establecen en protección del particular afectado y son
subsanables (confirmables y prescriptibles).
El registro observa los documentos y los inscribe provisionalmente por 180 días contados desde su
presentación, plazo en que los interesados deberán subsanar los vicios.
Actos de Nulidad Total: Son aquellos en los que la ineficacia se extiende a todo el acto jurídico.
Actos de Nulidad Parcial: Son aquellos en los que la ineficacia afecta a una o varias de sus
disposiciones, pero no a todo el acto, siempre y cuando esas disposiciones sean separables a
las demás válidas.
Con respecto a la clasificación de los actos en nulos o anulables, es decir, según si el vicio está
manifiesto o no en el acto, para una gran parte de la doctrina siegue vigente y se encuentra tácitamente
regulada en dicho plexo normativo.
Especialidad
En toda situación jurídica que se presente para registrar, deben estar perfectamente individualizados los
elementos de la relación jurídica subyacente: sujeto, objeto y causa.
Especialidad: Principio por el cual toda situación jurídica que se pretenda registrar debe tener
perfectamente individualizados sus elementos esenciales (sujeto – objeto – causa).
La situación jurídica puede consistir en un acuerdo de voluntades, disposición testamentaria, una orden
judicial (por ejemplo: traba de cautelar), un hecho jurídico como la muerte del usufructuario, que pone
fin a usufructo o como la pérdida de patente del automotor o su salida de circulación, etcétera.
Sujeto, objeto, causa y otros datos tienen sus espacios determinados para su inscripción en los
registros y posterior consulta.
Por causa se entiende al hecho o acto jurídico que da origen a la anotación o inscripción.
Hecho Jurídico: es todo acontecimiento de la realidad que causa un cambio en la vida jurídica de los
sujetos (como el menor que cumple 18 años, el soltero que contrae matrimonio, la destrucción de una
cosa, etcétera).
Hecho jurídico es todo acontecimiento de la realidad que causa un cambio en los derechos de las
personas. Si el hecho jurídico es ocasionado por la voluntad de las personas, se denomina acto
jurídico.
Art. 12. El asiento de matriculación llevará la firma del registrador responsable. Se redactará sobre la
base de breves notas que indicarán la ubicación y descripción del inmueble, sus medidas, superficie y
linderos y cuantas especificaciones resulten necesarias para su completa individualización. Además,
cuando existan, se tomará razón de su nomenclatura catastral, se identificara el plano de mensura
correspondiente y se hará mención de las constancias de trascendencia real que resulten. Expresará el
nombre del o de los titulares del dominio, con los datos personales que se requieran para las escrituras
públicas. Respecto de las sociedades o personas jurídicas se consignará su nombre o razón social,
clase de sociedad y domicilio. Se hará mención de la proporción en la copropiedad o en el monto del
gravamen, el título de adquisición, su clase, lugar y fecha de otorgamiento y funcionario autorizante,
estableciéndose el encadenamiento del dominio que exista al momento de la matriculación. Se
expresará, además, el número y fecha de presentación del documento en el Registro.
Art. 2205.- Concepto. La hipoteca es el derecho real de garantía que recae sobre uno o más inmuebles
individualizados que continúan en poder del constituyente y que otorga al acreedor, ante el
incumplimiento del deudor, las facultades de persecución y preferencia para cobrar sobre su producido
el crédito garantizado.
Art. 2208.- Forma del contrato constitutivo. La hipoteca se constituye por escritura pública excepto
expresa disposición legal en contrario. La aceptación del acreedor puede ser ulterior, siempre que se
otorgue con la misma formalidad y previamente a la registración.
Art. 2209.- Determinación del objeto. El inmueble que grava la hipoteca debe estar determinado por su
ubicación, medidas perimetrales, superficie, colindancias, datos de registración, nomenclatura catastral,
y cuantas especificaciones sean necesarias para su debida individualización.
Es muy importante que se cumplan con todos los requisitos establecidos en el Código Civil y Comercial
para que la hipoteca (como así también todo lo acto jurídico que se pueda inscribir en el Registro) tenga
total validez y logre, en definitiva, producir todos los efectos que se tuvieron en miras al constituírsela.
Prioridad
Primero en tiempo, mejor en derecho. Tiene prioridad el derecho que primero se inscribe.
La prioridad es una preferencia que cobra valor cuando hay un conflicto entre dos o más pretensiones.
Cuando hay conflicto, existe una incompatibilidad entre las inscripciones o anotaciones; tal
incompatibilidad puede ser:
Absoluta o excluyente.
De rango.
La absoluta o excluyente se da cuando sólo una de las situaciones jurídicas que se pretenden asentar
puede registrarse (por ejemplo, dos personas reclaman la inscripción del dominio de un inmueble a su
nombre y sabemos que el dominio es absoluto y excluyente y puede tener sólo un titular).
Será relativa o de rango si el derecho se anota condicionalmente a la espera de que se defina una
situación registral (por ejemplo, entra un embargo y al día siguiente entra otro. La segunda cautelar se
anotará condicionalmente, a la espera de que la primera caduque, o bien sea ordenado su
levantamiento, o de que luego de resarcido el acreedor que cauteló primero, quede un saldo para
satisfacer al segundo embargante. El primer embargante que llevó la orden del juez será quien obtenga
la mejor colocación registral.
Ello habilita, por ejemplo, al segundo embargante a negociar con el primero e intercambiar lugares;
habilita también al acreedor hipotecario en segundo grado a adquirir la colocación registral del primero.
Todos estos pactos deben ser publicitados en el registro y –aún publicitados– jamás podrán perjudicar a
los acreedores que se encontraban al medio –de existir–, pues de ser así carecerá de valor ese acto al
menos en lo que a esos acreedores respecta.
Art. 19. La prioridad entre dos o más inscripciones o anotaciones relativas al mismo inmueble se
establecerá por la fecha y el número de presentación asignado a los documentos en el ordenamiento a
que se refiere el artículo 40. Con respecto a los documentos que provengan de actos otorgados en
forma simultánea, la prioridad deberá resultar de los mismos. No obstante las partes podrán, mediante
declaración de su voluntad formulada con precisión y claridad, substraerse a los efectos del principio
que antecede estableciendo otro orden de prelación para sus derechos, compartiendo la prioridad o
autorizando que ésta sea compartida.
Las medidas cautelares y los derechos reales que ingresen al registro durante la vigencia del certificado
se inscribirán o anotarán de manera condicionada a las resultas del certificado, pues puede que este
nunca sea usado y -de ser así ingresarán en forma definitiva todas aquellas medidas que se
inscribieron durante el período de validez del bloqueo registral.
Art. 24. El plazo de validez de la certificación que comenzará a contarse desde la cero hora del día de
su expedición, será de quince, veinticinco o treinta días según se trate, respectivamente, de
documentos autorizados por escribanos o funcionarios públicos con domicilio legal en la ciudad asiento
del registro, en el interior de la provincia o territorio o fuera del ámbito de la provincia, territorio o Capital
Federal. Queda reservada a la reglamentación local determinar la forma en que se ha de solicitar y
producir esta certificación y qué funcionarios podrán requerirlas. Asimismo, cuando las circunstancias
locales lo aconsejen, podrá establecer plazos más amplios de validez para las certificaciones que
soliciten los escribanos o funcionarios públicos del interior de la provincia o territorio.
Es importante destacar que el plazo de validez del certificado es en días corridos (es decir que
se cuentan los fines de semanas, feriados, etcétera), pues se pueden celebrar escrituras en días
inhábiles.
Las únicas personas habilitadas para solicitar certificados registrales son los escribanos con
matrícula y registro profesional otorgado en la provincia donde el inmueble se encuentra registrado y
deberá efectuar la rogación pertinente en los formularios destinados al efecto. Si se solicita un nuevo
certificado, mientras el primero está vigente, tal circunstancia será consignada en el segundo.
Art. 25. Expedida una certificación de las comprendidas en los artículos anteriores, el registro tomará
nota en el folio correspondiente, y no dará otra sobre el mismo inmueble dentro del plazo de su vigencia
más el del plazo a que se refiere el artículo 5º, sin la advertencia especial acerca de las certificaciones
anteriores que en dicho período hubiere despachado. Esta certificación producirá los efectos de
anotación preventiva a favor de quien requiera, en el plazo legal, la inscripción del documento para cuyo
otorgamiento se hubiere solicitado.
Art. 17. Inscripto o anotado un documento, no podrá registrarse otro de igual o anterior fecha que se le
oponga o sea incompatible, salvo que el presentado en segundo término se hubiere instrumentado
durante el plazo de vigencia de la certificación a que se refieren los artículos 22 y concordantes y se lo
presente dentro del plazo establecido en el artículo 5º.
Prioridad directa:
Puede ser inicial o final.
La prioridad es directa final cuando la mejor colocación registral se determina por el asiento efectivo en
el folio; es el sistema germánico. Si dos escrituras son presentadas simultáneamente, triunfa la primera
que logra que se le practique el asiento.
Nuestro sistema es distinto y se llama de prioridad directa inicial, pues no se tiene en cuenta el
momento del asiento definitivo sino el momento de ingreso al libro de entradas del registro; es por ello
que en la matrícula del inmueble figura el número y fecha de ingreso del documento en el libro diario.
Prioridad indirecta:
En la prioridad indirecta, se tiene en cuenta el momento de celebración del acto jurídico que se
registra. Está consignada en el art. 5 de la LNR, que indica que cuando la escritura es presentada para
su registración dentro de los 45 días de celebrada, se consigna como fecha de inscripción la de su
celebración, otorgando prioridad desde ese día.
Reserva de prioridad:
La reserva retrotrae aún más la fecha de la prioridad; resulta de los certificados expedidos por el
Registro que producen el bloqueo registral, cuyo efecto es mantener inmutable, en lo que respecta al
interesado, la situación jurídica registral del inmueble por el plazo de validez del certificado, de 15, 25 o
30 días corridos según el caso.
Como se dijo antes, el único que puede solicitar el certificado es el Escribano. Para el caso de que la
mutación real sea a partir de una subasta judicial, no se pide certificado, sino que se tramita la
anotación preventiva de subasta; el plazo por el cual otorga el bloqueo registral varía entre 90 días y
un año según la ley en cada provincia.
Puede ocurrir que el inmueble aparezca gravado con usufructo, uso o habitación, con otros embargos o
medidas cautelares; haciendo conocer esas circunstancias a los oferentes, no hay inconveniente en
proceder a la subasta. El interesado adquirirá el inmueble con las cargas que lo graven.
Tanto la certificación expedida a solicitud de los escribanos como la anotación preventiva para subasta
cumplen una doble función:
Como informe sobre el estado jurídico del bien y de los titulares de derechos sobre este.
Como un bloqueo registral a favor de quien requiera en el plazo legal la inscripción del
documento para cuyo otorgamiento se hubiese solicitado (art. 25).
El bloqueo no implica que el Registro no ingrese las subsiguientes peticiones de anotación; puede dar
entrada a las peticiones que subsiguientemente sean ingresadas pero todas estas anotaciones o
inscripciones no le serán oponibles al beneficiario del bloqueo, que podrá vender, subastar, etcétera,
como si no hubiese ingresado nada durante el bloqueo. Quien ha obtenido bloqueo registral a su favor
debe ser extremadamente cuidadoso y no dejar vencer los plazos del procedimiento registral (por
ejemplo, no ingresó en término la Escritura de venta), perderá su beneficio.
Tracto Sucesivo
Todos los asientos registrales deben estar perfectamente correlacionados.
El tracto sucesivo es el perfecto encadenamiento y correlación de cada asiento que se ingresa con los
demás existentes en el registro, en relación con el sujeto, objeto o causa de la situación registrable.
Art. 15. No se registrará documento en el que aparezca como titular del derecho una persona distinta
de la que figure en la inscripción precedente. De los asientos existentes en cada folio deberá resultar el
perfecto encadenamiento del titular del dominio y de los demás derechos registrados, así como la
correlación entre las inscripciones y sus modificaciones, cancelaciones o extinciones.
Cuando se abre la matrícula de un inmueble sobre el que no figuraba inscripción alguna con
anterioridad (como sucede en el caso de usucapión), no existirá titular registral anterior ni
encadenamiento posible.
Art. 16. No será necesaria la previa inscripción o anotación, a los efectos de la continuidad del tracto
con respecto al documento que se otorgue, en los siguientes casos:
a) Cuando el documento sea otorgado por los jueces, los herederos declarados o sus representantes,
en cumplimiento de contratos u obligaciones contraídas en vida por el causante o su cónyuge
sobre bienes registrados a su nombre.
El caso típico es aquel donde el causante había firmado un boleto de compraventa inmobiliaria,
considerado una promesa de celebrar escritura, y una vez fallecido el disponente, los herederos lo
hacen por él y si éstos se negaren, lo efectúa el juez de la sucesión.
b) Cuando los herederos declarados o sus sucesores transmitieren o cedieren bienes hereditarios
inscriptos a nombre del causante o de su cónyuge.
Por ejemplo: los herederos declarados, en lugar de dividirse la herencia adjudicándose las hijuelas e
inscribiéndolas a su nombre, ceden sus derechos sobre el inmueble a un tercero. De esta forma, la
titularidad dominial en la matrícula pasará del titular fallecido, al nuevo titular, pero los firmantes de la
escritura o acta judicial que transfiere la propiedad, serán los herederos.
c) Cuando el mismo sea consecuencia de actos relativos a la partición de bienes hereditarios. Allí los
herederos, también en el marco de un juicio sucesorio, realizan mutaciones reales como subdivisión de
un inmueble en lotes, o sometimiento al régimen de propiedad horizontal, todas operaciones donde en
realidad no dispone el titular dominial, como correspondería según el tracto.
Hijuelas: Se denomina “hijuela” a la porción de masa hereditaria que corresponde a cada heredero.
Se pregunta la doctrina cuándo dos o más actos jurídicos se consideran simultáneos: Las
opiniones son muy variadas. En un extremo se ubican quienes sólo aceptan la simultaneidad cuando
los actos jurídicos se realizan en el marco de la misma audiencia notarial; algunos autores sostienen
que ambos actos jurídicos deben ser celebrados en el transcurso de un día, pues es el plazo más breve
en que el Código Civil y Comercial cuenta los intervalos de tiempo; otros opinan que la simultaneidad
abarca todos los actos jurídicos celebrados bajo el bloqueo de un mismo certificado registral.
Resumiendo:
Las situaciones jurídicas que ingresen al registro deben observar la correlación con los asientos ya
existentes y seguir un orden progresivo y lógico.
El art. 16 de la LNR consigna cuatro excepciones que, en realidad, no son tales, pues el tracto se
encuentra cumplido, sólo que se permite saltear una inscripción registral intermedia.
Tres de las excepciones (incisos a, b y c) se ubican en el marco de una sucesión por causa de muerte
del titular de un inmueble.
La cuarta excepción se refiere a los actos simultáneos sobre una misma propiedad.
Art 1892.- Título y modos suficientes. La adquisición derivada por actos entre vivos de un derecho
real requiere la concurrencia de título y modo suficientes.
Se entiende por título suficiente el acto jurídico revestido de las formas establecidas por la ley, que
tiene por finalidad transmitir o constituir el derecho real.
La inscripción registral es modo suficiente para transmitir o constituir derechos reales sobre cosas
registrables en los casos legalmente previstos; y sobre cosas no registrables, cuando el tipo del
derecho así lo requiera.
Para que el título y el modo sean suficientes para adquirir un derecho real, sus otorgantes deben ser
capaces y estar legitimados al efecto.
La inscripción es meramente declarativa, pues sabemos que el derecho real nace con título y modo
(tradición), y el efecto de la inscripción declarativa es la oponibilidad.
Oponibilidad implica que los terceros no pueden aducir desconocimiento a la situación registrada y que
por ello no puedan afectarle las consecuencias jurídicas de esa situación jurídica. Un asiento registral
es accesible en forma permanente a los interesados y nadie puede alegar buena fe en la contratación
sobre un bien si no ha averiguado su estado registral.
No hay motivo para crear un registro de derechos personales, ya que los terceros no poseen injerencia
en la relación entre acreedor y deudor. Tampoco interesa a la comunidad en general, pues esta no tiene
la carga de respetar lo acordado por las partes.
En contraposición, los derechos reales son de número cerrado y tanto su invención como su regulación
básica deben estar regladas por ley y son inderogables por meros acuerdos de voluntad de las partes
(por ejemplo, no se puede cambiar el plazo de duración, los requisitos que deben reunir los titulares, los
efectos de la publicidad, etcétera).
Constitución
Título: En materia de derechos reales, la libertad de formas no es la regla, las formalidades exigidas
para la celebración del acto jurídico (donación, venta, permuta, etcétera) dependen del objeto sobre el
cual recaiga el derecho real.
Así, si se trata de inmuebles, es necesaria escritura pública; y en el caso de automotores, buques,
aeronaves, etc., se requiere que el acto jurídico sea celebrado en formularios tipo que el propio registro
proporciona, y que las firmas sean certificadas. En cambio, si el derecho real recae sobre una cosa
mueble no registrable, bastará cualquier tipo de acuerdo, inclusive verbal o por signos inequívocos
(como señalar el objeto y entregar el dinero).
Modo: el modo es el segundo elemento en la constitución del derecho real (inexistente en los derechos
personales). Según sobre qué objeto recaiga el derecho, el modo será inscriptorio o posesorio.
Así, para que el derecho real se constituya en cabeza del nuevo titular, luego de celebrado el acto
jurídico, hace falta el modo.
Si el modo es posesorio, la cosa deberá ser aprehendida, tomada materialmente por el nuevo
propietario.
Si el modo es inscriptorio, el derecho real nacerá cuando se practique el asiento registral.
Esta cognoscibilidad será posible gracias a una declaración señalativa efectuada por el registrador –o
sea el asiento–, que señala o hace presente los datos que figuran en los títulos presentados (por
ejemplo, nombre y apellido del transmitente, número de escritura pública, ciudad en que se celebró,
etcétera).
Exhibición directa de libros: Era el sistema implementado por los primeros registros
provinciales. En la actualidad no se usa para el caso de los inmuebles. Este mecanismo se sigue
practicando en el registro de la propiedad automotor. Allí el legajo del vehículo puede ser
consultado libremente, pero sólo por profesionales habilitados para los distintos trámites que allí
se llevan a cabo (gestores, abogados, martilleros, etcétera).
Informes: En este caso, hay una tarea de elaboración del registrador, que dará fe del estado
registral de un bien o de una persona, en relación con los datos que se le requieren.
Certificados notariales y anotaciones preventivas para subasta judicial: Tienen una doble
función, pues brindan un informe del estado de las personas y los bienes en relación con los
cuales se va a autorizar el acto notarial o realizar la subasta, respectivamente, y además
producen el bloqueo registral del que se habló en el Módulo 1 al ver principio de prioridad.
El Caso de la Hipoteca
La publicidad registral para las hipotecas es necesaria porque en ese caso el inmueble queda en poder
del deudor que prestó el bien en garantía y no es entregado al acreedor, que no llega a poseerlo nunca
(pues ante la deuda impaga, se remata y pasa a poder del comprador).
Así, la publicidad posesoria resulta insuficiente para dar a conocer a la sociedad que el inmueble se
encuentra hipotecado, qué monto garantiza, a favor de quién y en virtud de qué obligación contraída.
Las hipotecas fueron objeto de inscripción en registros públicos desde épocas inmemoriales, e incluso
en países como Perú, donde no es obligatorio inscribir la titularidad de los derechos reales sobre
inmuebles, si se desea celebrar una hipoteca, se debe inscribir previamente el derecho real de dominio
y –luego de constituida– inscribirse la hipoteca.
Hipoteca
Art. 2205 “La hipoteca es el derecho real de garantía que recae sobre uno o más inmuebles
individualizados que continúan en poder del constituyente y que otorga al acreedor, ante el
incumplimiento del deudor, las facultades de persecución y preferencia para cobrar sobre su producido
el crédito garantizado”
Hipoteca
La primera inscripción de que es objeto un inmueble resulta ser la matriculación. Por su intermedio, se
abre un número de matrícula, que será la identificación del inmueble a lo largo de toda su vida jurídica.
Con posterioridad a la matriculación, ingresan tantos asientos como actos jurídicos se celebren u
ordenen en relación con ese bien (anotaciones de cautelares, inscripción de nuevos derechos reales o
nuevas titularidades, cancelaciones de inscripciones o de anotaciones, etcétera).
A partir de la usucapión, o sea, la posesión pública y pacífica por el plazo de ley. En este caso es
necesaria sentencia de juez competente que así lo declare, y oficio firmado por el magistrado
ordenando la inscripción a nombre del usucapiente.
Si la propiedad se encontraba asentada con el viejo sistema de folio causal. En ese caso, se debe
trasladar el folio causal a una matrícula o folio real. Algunas normativas provinciales ordenan que este
proceso sea efectuado de oficio, pero en la práctica lo impulsa el interesado cuando desea asentar una
registración nueva.
También puede suceder que el inmueble nunca había sido inscripto en el Registro de la
propiedad.
Hay veces en que los asientos han sido deteriorados por el paso del tiempo, o se han perdido por
alguna catástrofe, accidente o cataclismo; en ese caso, se debe reconstruir la matrícula, no es
técnicamente una matriculación. La reconstrucción se realiza solicitando copia de las escrituras donde
constaban los datos del inmueble y los derechos reales inscriptos. Cada registro provincial dicta la
reglamentación referente al procedimiento de reconstrucción de asientos.
El procedimiento inscriptorio común comienza aún antes de la celebración del acto jurídico que se va a
inscribir. En efecto, antes de autorizar el acto, el escribano debe solicitar al registro el certificado
registral. Esta es obligación del escribano, en virtud de lo normado por el Art. 23 de la LRN, le ordena
tenerlo a la vista al momento de la audiencia notarial.
Art. 23. Ningún escribano o funcionario público podrá autorizar documentos de transmisión,
constitución, modificación o cesión de derechos reales sobre inmuebles, sin tener a la vista el título
inscripto en el Registro, así como certificación expedida a tal efecto por dicha oficina en la que se
consigne el estado jurídico de los bienes y de las personas según las constancias registradas.
Los documentos que se otorguen deberán consignar el número, fecha y constancias que resulten de la
certificación.
Siempre que las partes requieran sus servicios a los fines de celebrar un acto que implique constitución,
modificación, transferencia o extinción de un derecho real sobre un inmueble (arts. 23, 24 - Ley 17.801).
En algunas provincias, el bloqueo registral comienza desde la expedición del certificado (sin importar
cuántos días antes fue solicitado), y en otras desde su solicitud en mesa de entradas del Registro. La
primera solución es injusta en aquellos casos en que un solicitante posterior tuvo más suerte y obtuvo
su certificado antes que un solicitante anterior.
La ley otorga 15, 25 o 30 días corridos desde que el certificado ha sido expedido –si quiere conservar el
bloqueo registral que se generó con la solicitud–.
Art. 24. El plazo de validez de la certificación que comenzará a contarse desde la cero hora del día de
su expedición, será de quince, veinticinco o treinta días según se trate, respectivamente, de
documentos autorizados por escribanos o funcionarios públicos con domicilio legal en la ciudad asiento
del registro, en el interior de la provincia o territorio o fuera del ámbito de la provincia, territorio o Capital
Federal. Queda reservada a la reglamentación local determinar la forma en que se ha de solicitar y
producir esta certificación y qué funcionarios podrán requerirlas. Asimismo, cuando las circunstancias
locales lo aconsejen, podrá establecer plazos más amplios de validez para las certificaciones que
soliciten los escribanos o funcionarios públicos del interior de la provincia o territorio.
Una vez celebrado el acto dentro del plazo de 15, 25 o 30 días (según corresponda, se debe presentar
el título al registrador dentro de los 45 días subsiguientes (art. 5 LRN).
Distinto es el caso de subasta, donde el Tribunal debe comunicar su realización inmediatamente.
Cuando el documento es presentado al Registro para la toma de razón, este da inicio a un proceso de
calificación o control de legalidad del instrumento (que hemos visto en el módulo 1), según el cual
puede adoptar tres actitudes básicas:
Cuando el registrador observa o rechaza un título, lo inscribe en forma provisional, a la espera de que
se subsane la observación (si esto es posible) o se interponga un recurso que permita revertir la
decisión adversa del Registro. En caso de que el interesado no realice ninguna de estas acciones, la
inscripción provisional queda sin efecto por caducidad.
A su vez, un instrumento que ha sido rechazado puede ser inscripto en forma definitiva cuando el propio
registrador o el juez reviertan la decisión.
Podrá observar o rechazar documentos cuando surjan, de manera manifiesta, defectos en los mismos
que ataquen su validez. Si los defectos no son manifiestos, no tendrá forma de saber que su
información es errónea y los inscribirá (dichos documentos son anulables sólo por el juez competente).
Esquema del Proceso Inscriptorio Según Ley 17.801
Art. 8. El Registro examinará la legalidad de las formas extrínsecas de los documentos cuya inscripción
se solicite, ateniéndose a lo que resultare de ellos y de los sistemas respectivos.
[Nota 1]: Normalmente, es aconsejable subsanar el documento y no recurrir la decisión del registrador,
pues suele ser el medio más rápido, económico y práctico. Generalmente, la subsanación se practica
por medio de una escritura complementaria, rectificatoria o ampliatoria, que aclare puntos dudosos o
incorrectos del texto del instrumento presentado en primer término o aporte datos faltantes como el
CUIT o CUIL de las partes. También es común que el Registro observe la presentación no por fallas en
el título, sino en el oficio con que se acompaña (o sea, la petición o rogación), por ejemplo, cuando no
se consigna el juzgado que ordenó el remate, la carátula del expediente, el profesional autorizado para
diligenciar el oficio de inscripción, no se acompaña copia o transcripción de la resolución judicial que
ordena inscribir, etcétera.
[Nota 2]: La LRN prevé una prórroga a petición fundada del requirente; sin embargo, no estipula el
plazo, que deberá ser consultado en la ley registral provincial correspondiente. Asimismo, las leyes
provinciales otorgan diversas prórrogas, algunas automáticas (por ejemplo cuando el registro se toma
más de 30 días para calificar, todos los días en que se excedió suelen implicar una prórroga automática
y se suman al plazo de 180 días).
[Nota 3]: De tal forma, respecto de una inscripción provisional se pueden interponer uno o más
recursos administrativos, y –una vez obtenida la decisión final en sede administrativa– se puede
impugnar la resolución, acudiendo a sede judicial. Si esto sucede, la inscripción provisional puede durar
años.
[Nota 4]: Todo lo referente a recursos contra el registrador debe consultarse de la respectiva ley
registral provincial: nombre del recurso, plazo para interponerlo, necesidad o no de letrado patrocinante,
agotamiento de la vía administrativa e interposición de la demanda en sede judicial, etcétera.
Conjuntos Inmobiliarios
El marco legal de los conjuntos inmobiliarios, cuando se configuren derechos reales, es el de
propiedad horizontal, aunque pueden existir conjuntos inmobiliarios en los que se establezcan los
derechos como personales o en los que coexistan derechos reales y derechos personales.
1) Conjuntos inmobiliarios
Definición:
Son conjuntos inmobiliarios los clubes de campo, barrios cerrados o privados, parques industriales,
empresariales o náuticos, o cualquier otro emprendimiento urbanístico independientemente del
destino de vivienda permanente o temporaria, laboral, comercial o empresarial que tenga,
comprendidos asimismo aquellos que contemplan usos mixtos, con arreglo a lo dispuesto en las
normas administrativas locales.
Antecedentes:
La explosión demográfica, así como en la escasez y alto valor de los inmuebles en las grandes
ciudades y zonas aledañas, la búsqueda de mayor seguridad, contacto con la naturaleza, aspiraciones
de mayor nivel social, etc.
Estos conjuntos, actualmente, son una realidad insoslayable en todo el territorio nacional y, hasta antes
de la entrada en vigencia del C.C.C., carecían de una regulación específica a nivel federal. Su
incorporación al plexo normativo mencionado, como un derecho real más, una mayor seguridad, por su
oponibilidad erga ommes y la relación directa e inmediata del titular con la cosa, que son las
características propias de esta clase de derechos.
Los primeros conjuntos se localizaron en áreas rurales, motivo por el que se llamaron "Clubes de
Campo". Estos estaban constituidos por importantes y extensas áreas verdes y de recreación con calles
de vinculación interna.
Los llamados "clubes de campo" (country club), los barrios cerrados, los clubes náuticos y otras
modalidades más complejas, que se desarrollan fundamentalmente desde la década del 80, son
agrupamientos que combinan, de algún modo, el dominio (espacio exclusivo, por ejemplo: la vivienda) y
el condominio sobre ciertos espacios (espacios comunes, por ejemplo: vías de circulación, áreas
recreativas, instalaciones de uso comunitario, etc.).
Estas agrupaciones difieren en su identificación o nombre, conforme el objeto social y/o finalidad a las
cuales se hallen confinados: clubes de campo –predominante actividad deportiva–, barrios cerrados –
mayor cantidad de residentes permanentes–, clubes de chacras –situados a distancias mucho mayores
respecto de las ciudades, lotes de mayores dimensiones–, clubes náuticos, ciudades cerradas o mega
emprendimientos. En la doctrina, han merecido numerosas denominaciones Como ya dijimos, de
manera genérica, el nuevo Código los denomina a todos ellos conjuntos inmobiliarios.
Características:
Otra cuestión importante a tener en cuenta es la transmisibilidad de este tipo de derechos. Así, con
respecto al cuestionado y controversial derecho de admisión, el Artículo 2.085 del nuevo Código
establece que el reglamento de propiedad horizontal puede prever limitaciones, pero no impedir la libre
transmisión y venta de las propiedades. Sí puede fijarse un derecho de preferencia en la compra a
favor del consorcio de propietarios o del resto de propietarios, pero está terminantemente prohibido
impedir el libre traspaso y adquisición de estas unidades funcionales.
Régimen legal
2) Cementerios privados:
Evolución histórica:
Como todos sabemos, el cementerio es el lugar destinado al descanso de los restos mortales. Debido a
que la muerte es un fenómeno muy vinculado con la religión y las cuestiones sagradas, en su origen los
cementerios estaban a cargo de las autoridades eclesiásticas y aparecían anexados a iglesias y
conventos.
Los cambios políticos operados en nuestra sociedad a lo largo de los siglos XIX y XX trajeron como
consecuencia la secularización de los cementerios y su puesta en manos del Estado; aunque se
conservaron excepcionalmente algunas pequeñas necrópolis de carácter familiar que forman parte de
heredades privadas características de nuestro país, como son, por ejemplo, las estancias. Aparecen así
los cementerios públicos, que son considerados por el Art. 2.340, inc. 7 del Código Civil, como
perteneciente al dominio público del Estado, y específicamente al dominio público municipal (Art. 2.344
CC).
Sin embargo, Vélez Sarsfield no lo legisló en el plexo normativo original, tal vez por entender que estas
figuras estaban sometidas al derecho público. En la actualidad, la regla es que incumben al derecho
administrativo –preferentemente municipal– las normas aplicables a los cementerios públicos como
integrantes del domino público del Estado y, por consiguiente, también lo relativo a los derechos que
emergen de su ocupación por los particulares a los efectos del depósito de despojos mortales.
Clases
Comienzan a aparecer cementerios de propiedad de personas privadas que, persiguiendo fines de lucro
y sin perjuicio de reconocer el ejercicio de la policía mortuoria por parte del Estado, otorgan a los
particulares derechos sobre determinadas parcelas, a los efectos de la inhumación de cadáveres, a
cambio del pago de un precio.
Una de las principales características de los cementerios privados es que los derechos del titular de la
sepultura aparecen sometidos a un doble orden de restricciones: por un lado, las derivadas del derecho
público, en lo relativo al poder de policía mortuoria; y por el otro, las que provienen del derecho privado
y la relación de consumo que surge de esta clase de contratación con empresas comerciales que
persiguen obvios fines de lucro surgiendo, además, problemas tales como el mantenimiento del
servicio, que también resulta imprescindible contemplar. Podríamos decir, entonces, que estas figuras
poseen, en definitiva, una doble naturaleza (pública-privada).
Régimen legal
El nuevo cuerpo legal los define en su Art. 2.103 al establecer que: “Se consideran cementerios
privados a los inmuebles de propiedad privada afectados a la inhumación de restos humanos”.
Modo de afectación
A los fines de su constitución y reconocimiento legal, el C.C.C. dispone que el titular de dominio debe
otorgar una escritura de afectación del inmueble a efectos de destinarlo a la finalidad de cementerio
privado, que se inscribe en el Registro de la Propiedad Inmueble juntamente con el reglamento de
administración y uso del cementerio. Y agrega luego que a partir de su habilitación por parte de la
municipalidad local, el cementerio no puede alterar su destino ni ser gravado con derechos reales de
garantía.
Al igual que los conjuntos inmobiliarios, en general, deben contar con un reglamento de administración
y uso que deberá contener:
a) la descripción del inmueble sobre el cual se constituye el cementerio privado, sus partes, lugares,
instalaciones y servicios comunes.
b) disposiciones de orden para facilitar a los titulares de los derechos de sepultura el ejercicio de sus
facultades y que aseguren el cumplimiento de las normas legales, reglamentarias y de policía
aplicables.
c) fijación y forma de pago del canon por administración y mantenimiento, que puede pactarse por
períodos anuales o mediante un único pago a perpetuidad.
d) normativa sobre inhumaciones, exhumaciones, cremaciones y traslados.
e) pautas sobre la construcción de sepulcros
f) disposiciones sobre el destino de los restos mortales en sepulturas abandonadas.
g) normas sobre acceso y circulación de titulares y visitantes
h) constitución y funcionamiento de los órganos de administración.
De igual modo, deberá contar con un administrador encargado que se ocupe de controlar el correcto
funcionamiento de las instalaciones y servicios comunes a los efectos de permitir el ejercicio de los
derechos de sepultura, de conformidad a las condiciones pactadas y reglamentadas oportunamente por
las partes; quien deberá cumplir además con las leyes, reglamentos y demás normativas de índole
nacional, provincial y municipal relativas a la policía mortuoria.
3) Tiempo compartido:
El nombre con el que se designa a esta nueva figura, surgida a finales del siglo pasado, proviene del
derecho anglosajón en donde se la denomina time sharing, y tiene una errada traducción a nuestra
lengua, ya que en realidad lo que se comparte no es el tiempo, sino el uso y goce de cosas en períodos
diferentes de tiempo. Algunos autores encuentran su origen en la necesidad de disponer de servicios
organizados de bienes inmuebles y muebles para el disfrute vacacional sin las vicisitudes que conlleva
la propiedad de esos bienes y su mantenimiento, las búsquedas para su locación, la atención y pago de
impuestos, tasas, expensas, etcétera.
Concepto:
Se considera que existe tiempo compartido si uno o más bienes están afectados a su uso periódico y
por turnos, para alojamiento, hospedaje, comercio, turismo, industria u otros fines y para brindar las
prestaciones compatibles con su destino.
Debemos destacar que el tiempo compartido se integra tanto con inmuebles como con bienes muebles,
en tanto la naturaleza de estos sea compatible con los fines destinados a esa figura jurídica.
Modo de afectación
En caso de tratarse de bienes inmuebles, al igual que en los demás conjuntos inmobiliarios, debe
formalizarse por escritura pública, la cual deberá contener los requisitos establecidos en la normativa
especial.
Art. 2089: Afectación. La constitución de un tiempo compartido requiere la afectación de uno o más
objetos a la finalidad de aprovechamiento periódico y por turnos, la que, en caso de tratarse de
inmuebles, debe formalizarse por escritura pública, que debe contener los requisitos establecidos en la
normativa especial.
Art. 2090: Legitimación. El instrumento de afectación de un tiempo compartido debe ser otorgado por
el titular del dominio. En el supuesto en que dicho titular no coincida con la persona del emprendedor,
éste debe comparecer a prestar su consentimiento a la afectación instrumentada.
Su característica particular es que al momento de la afectación estos bienes deben estar libres de
gravámenes y restricciones. Además, todas las partes intervinientes (es decir, el emprendedor, el
propietario, el administrador y el comercializador) no deben estar inhibidas para disponer de sus
bienes.
El propietario recién podrá constituir hipoteca u otro gravamen con posterioridad a la inscripción de
la escritura de afectación, conforme surge del art. 2091 del nuevo Código.
Del mismo modo que los demás derechos reales especiales, el instrumento de afectación del bien
debe ser inscripto en el respectivo Registro de la Propiedad y en el Registro de Prestadores y
Establecimientos afectados a Sistemas de Tiempo Compartido previsto en la ley especial, previo a
todo anuncio, ofrecimiento o promoción comercial.
En este caso también deberá contar con una administración, que puede ser ejercida por el
propio emprendedor o por un tercero designado por él. En tal caso, ambos tienen responsabilidad
solidaria frente a los usuarios del tiempo compartido, por la debida gestión y coordinación en el
mantenimiento y uso de los bienes.
Otra cuestión a tener en cuenta es que, de acuerdo a los nuevos principios que rigen nuestro Código
Civil y Comercial en materia de consumo, la relación entre el propietario, emprendedor, comercializador
y administrador del tiempo compartido con quien adquiere o utiliza el derecho de uso periódico se rige
por las normas que regulan la relación de consumo, tal como está prevista esta relación jurídica tanto
en este Código como en las leyes especiales.
Art. 3. Para que los documentos mencionados en el artículo anterior puedan ser inscriptos o anotados
deberán reunir los siguientes requisitos:
a) Estar constituidos por escritura notarial o resolución judicial o administrativa, según legalmente
corresponda.
b) Tener las formalidades establecidas por las leyes y estar autorizados sus originales o copias por
quien esté facultado para hacerlo
c) Revestir el carácter de auténticos y hacer fe por sí mismos o con otros complementarios en cuanto al
contenido que sea objeto de la registración, sirviendo inmediatamente de título al dominio, derecho real
o asiento practicable.
Para los casos de excepción que establezcan las leyes, podrán ser inscriptos o anotados los
instrumentos privados, siempre que la firma de sus otorgantes esté certificada por escribano público,
juez de paz o funcionario competente.
Al registro se ingresa:
El título portante del derecho a registrar.
El formulario donde consta la rogación.
Otros documentos: a veces es necesario acompañar instrumentos complementarios, como
poderes para actuar en nombre del rogante, copia certificada de la resolución judicial que ordena
el embargo, copia certificada de la sentencia de aprobación de la cesión de derechos adquiridos
en subasta, declaratoria de herederos que acredite la personería del rogante, acta de directorio
de la S.A. que designa representante de la persona jurídica al rogante, etc. Estos documentos
dependerán de cada situación particular y de la reglamentación de cada Registro provincial.
Recordemos que inscriptos alude a derechos reales; y anotados, a las demás registraciones.
El inciso a) sienta el principio de que las situaciones jurídicas que ingresen deben constar en:
Escritura pública,
Resolución judicial, o
Resolución administrativa.
Estos documentos configuran los tres supuestos de instrumento público que existen en nuestra
normativa.
Instrumento Público: documento redactado y firmado por oficial público competente, notarial, judicial o
administrativo, en uso de sus facultades fedatarias, que autoriza un acto jurídico que hace nacer, mutar
o extingue un derecho.
Oficial público: aquel que es investido por el Estado para expresar su voluntad, con funciones
propias del Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial. En el caso de escribanos, la autoridad de
aplicación es el Colegio de Escribanos de la provincia respectiva.
Competente: El funcionario debe haber sido nombrado bajo los requisitos y procedimientos
legales y debe autorizar el acto mientras se encuentra en funciones (por ejemplo poseer título
habilitante, haber prestado juramento, no encontrarse de licencia, suspendido, etcétera).
Funcionarios judiciales: son los Jueces, Asesores Letrados, Fiscales, Vocales de Cámara,
Secretarios, Prosecretarios, Jueces de Paz, Oficiales de Justicia, Ujieres, Notificadores y todos
aquellos investidos con potestades judiciales, según la ley procesal del lugar. Así, el acta labrada
por el Oficial de Justicia cuando efectiviza el secuestro de un automotor, la cédula diligenciada
por el Oficial Notificador, las Sentencias, el expediente judicial en general y sus copias
auténticas, etcétera, son instrumentos públicos judiciales.
Funcionarios administrativos: Pertenecen al Poder Ejecutivo y se diferencian del empleado
público de la Administración porque tienen facultad de decisión y funciones fedatarias.
Algunos cargos son electivos, y otros de planta permanente. Revisten este carácter el
Gobernador, Intendente, Presidente de la Nación, sus Secretarios, Ministros, Jefes de oficina en
cada repartición pública administrativa como los registros, catastro, policía, tesoreros, Superiores
de área, etcétera.
Escritura pública: Es aquella labrada por el notario en su libro de protocolo. Las escrituras
tienen un número de orden y deben ser encabezadas con la fecha, localidad y número de
registro del escribano. El original siempre queda en el libro de protocolos y las partes se llevan el
“primer testimonio”, que es una copia auténtica. Cuando el escribano se jubila, el Colegio de
Escribanos archiva sus protocolos para consulta y pedido de copias de los interesados. El notario
tiene competencia territorial en la zona autorizada por la ley de cada provincia y actúa por
requerimiento de las partes. Las escrituras comunes siempre contienen un acto jurídico entre
vivos (contrato) o de última voluntad (testamento o legado) y las escrituras-acta son
constataciones de hechos que el escribano presencia o realiza (por ejemplo notificación de
despido en el domicilio del trabajador).
b) Tener las formalidades establecidas por las leyes y estar autorizados sus originales o copias
por quien esté facultado para hacerlo...
La normativa establece con precisión cuáles formalidades debe revestir cada instrumento público.
Pensemos en las multas de tránsito (instrumento público administrativo), que técnicamente son
resoluciones del Juez de Faltas municipal. Allí, el código de faltas establece los datos que debe
contener el acta labrada por el oficial de tránsito, base de la resolución administrativa, así como también
la resolución misma y su notificación al infractor. Todo ello bajo pena de nulidad.
En relación con las escrituras públicas, el art. 299 del Código Civil y Comercial y siguientes establecen
que estas deben llevar:
Las formalidades que deben reunir los instrumentos públicos judiciales, se encuentran en la Ley
orgánica del Poder Judicial y en los códigos de procedimiento.
En todos los casos, es necesario que conste la localidad, y fecha, identificación, firma y sello del
funcionario que dicta la medida.
Algunas resoluciones sólo constan en el expediente judicial y otras (las sentencias y los autos
interlocutorios), se firman por duplicado, dejando el original en el protocolo del juzgado. Los protocolos
judiciales son responsabilidad del Secretario. Están numerados y la serie recomienza de nuevo todos
los años. Por disposición del Tribunal o Superintendencia del Poder Judicial, periódicamente se
archivan y pueden ser consultados por los interesados en la oficina respectiva.
Apariencia: Se refiere a la “grafía”, es decir, el papel, las firmas, el orden numérico correlativo, el
color de tinta que debe llevar, etcétera. La corrección de los errores debe ser salvada al final del
texto.
Enmienda: se corrige sobre la palabra (por ejemplo, en la palabras “nabitación” se alarga la línea
vertical de la letra “n”, transformándola en “h”). Al final del texto, antes de las firmas, se debe
consignar la leyenda: Edo: “habitación”; vale
Sobre raspado: se cubre la palabra errónea con líquido corrector y se escribe sobre ese
espacio. Al final del texto, se debe consignar: S/R: “habitación”; vale.
Entre lineado: se agrega al texto una palabra o más que faltaban, si no hay lugar, se traza una
línea y se escribe entre renglones, así:
El inmueble consta de dos con vista al mar. (Falta la palabra “habitación”, entonces la agregamos así):
Al final del texto, introducimos la siguiente leyenda: “E/L: “habitaciones”; vale.
Testado: es un tachado. Cuando una palabra se introdujo sin que correspondiera, se traza una
raya para invalidarla: habitación.
Al final del texto, se consigna: Tdo: “habitación”; no vale.
Si los errores se encuentran corregidos, sin haber sido salvados al final del texto, el instrumento es
defectuoso y esto constituye una falta del funcionario público firmante (pues se suponen redactados por
este). El registro observará el título.
Si la corrección no salvada recae sobre elementos esenciales, como la fecha, el lugar, el precio en una
compraventa o cualquier otro dato cuya ausencia invalide el documento, este es nulo de nulidad
absoluta. Esto se denomina “nulidad instrumental”. El registro rechazará el título.
La sanción de nulidad en estos casos puede parecer excesiva, pero el motivo de tal rigorismo radica en
la custodia de la fe pública. Como el instrumento da fe pública de su contenido, se extreman los
cuidados.
Regularidad: significa que se han cumplido todos los requisitos que la ley ordena para ese tipo
de acto jurídico (de forma y de fondo). Por ejemplo, en ciertos tipos de testamento requieren tres
testigos; otras formas, cinco; en la compraventa se requiere mención del precio (caso contrario
es nula); el usufructo tiene como plazo máximo la vida del usufructuario; los pactos prenupciales
son nulos, etcétera.
Competencia del oficial público: todo oficial público tiene una competencia material, temporal y
territorial delimitada por el ordenamiento que rige su función.
La competencia material alude al tipo de cuestiones sobre las que puede actuar. La competencia
temporal alude al momento en que se labra el acto; en ese momento, el funcionario debe encontrarse
en funciones. Por ejemplo, su nombramiento debe haber sido dictado, publicado y este debe haber
aceptado el cargo, no puede haber sido jubilado, ni encontrarse en licencia, etcétera.
La competencia territorial alude al ámbito geográfico.
Si el funcionario es un juez, su competencia se denomina “jurisdicción” y es delimitada en la ley
orgánica del poder judicial.
Los escribanos tienen la competencia que la ley notarial de su provincia indique. Esto no significa que
no puedan autorizar actos jurídicos sobre bienes que se encuentran fuera de este ámbito, significa que
no se pueden trasladar con el protocolo más allá del mismo. En el caso de las actas (de constatación,
de sorteos públicos, etc.), el notario puede trasladarse con el protocolo (incluso puede labrar el acta de
puño y letra), pero nunca fuera del área territorial donde es competente.
Los oficiales públicos de la Administración tienen la competencia que fije la ley según la cual han sido
nombrados (por ejemplo, la ley que crea un ente autárquico).
La falta de competencia del oficial público torna el acto nulo de nulidad absoluta.
Tales sucesos son la fecha y el lugar de celebración, la comprobación de identidad de los firmantes, el
hecho de que estos han firmado por ante el oficial, etcétera.
Sin embargo, las declaraciones que las partes efectúen (como que ya se entregó la posesión del bien, o
que el precio ya se pagó, o que asciende a $10.000, etcétera) sí son atacables por los terceros, pues
esto no le consta al oficial autorizante.
Esta protección que la ley da al instrumento no es absoluta. Para destruirla, se puede iniciar un juicio o
querella de falsedad de instrumento público que tramita por vía abreviada o sumaria y debe resolverla
el juez competente. Allí, se cita a los supuestos firmantes y al oficial autorizante (que es sospechado de
consignar fechas o datos falsos).
En el caso de que la supuesta falsedad tenga lugar en el marco de un juicio ya iniciado (por ejemplo, se
cuestiona la fecha inserta por el notificador judicial en una cédula de notificación), la querella tramita
como un incidente del juicio principal.
Distinto es el supuesto de que lo que se desea atacar es la veracidad del acto jurídico celebrado, en el
caso de que un tercero perjudicado entienda que se hizo en fraude a sus derechos.
Para ello, debe iniciar juicio de simulación, nulidad o fraude, que no es el caso que tratamos.
El supuesto en análisis es la veracidad del texto redactado por el oficial (delegado de la fe pública
que posee el Estado), es decir, el acaecimiento de los hechos jurídicos que ha presenciado (no
interesa si las partes mintieron o no).
…hacer fe por sí mismos o con otros complementarios en cuanto al contenido que sea objeto de
la registración…:
Los instrumentos públicos deben bastarse a sí mismos. Esto significa que quien los lee debe poder
extraer de su contenido todos los datos que le permitan comprender acabadamente su texto. Por
ejemplo, una sentencia que aprueba una subasta debe contener la fecha del remate, los datos
completos del inmueble, del comprador, del demandado, la carátula del expediente, etc. Cuando la ley
permite que su contenido se complete con otros instrumentos complementarios, se refiere a aquellos
que se acompañarán al formulario de inscripción, como planos o planillas, relativos al derecho
registrado.
Del título que se acompaña con el formulario de rogación, debe surgir directamente la situación a
registrar. Por ejemplo: para cancelar una hipoteca, se debe acompañar una escritura, donde el acreedor
declara ante el escribano que se ha pagado la deuda y que consiente la cancelación del derecho real
de garantía que pesa sobre el inmueble.
“Para los casos de excepción que establezcan las leyes, podrán ser inscriptos o anotados los
instrumentos privados, siempre que la firma de sus otorgantes esté certificada por escribano
público, juez de paz o funcionario competente”.
Ya hemos hecho mención en el Módulo 1 (punto “Inscripción”) a algunos casos de excepción, en que es
permitido el ingreso de instrumentos privados al registro. También hemos diferenciado instrumentos
públicos de privados.
Esta acta es un instrumento público, pero no transforma en instrumento público el documento al que
accede.
El art. 306 del Código Civil y Comercial establece los dos modos en que el oficial público puede
identificar una persona, a saber:
Art. 306: Justificación de identidad. La identidad de los comparecientes debe justificarse por
cualquiera de los siguientes medios:
a) por exhibición que se haga al escribano de documento idóneo; en este caso, se debe individualizar el
documento y agregar al protocolo reproducción certificada de sus partes pertinentes;
b) por afirmación del conocimiento por parte del escribano.
Se debe tener en claro que cuando un inmueble se compra por subasta judicial, la inscripción a nombre
del comprador se realiza portando el cuerpo de inscripción.
Un error muy común consiste en creer que lo que se inscribe es siempre una escritura. Esto no es así.
En caso de subasta, no tiene por qué existir una escritura, salvo que quien participó de la subasta luego
ceda los derechos adquiridos en subasta. Sucede lo mismo, por ejemplo, en caso de derechos
sucesorios, donde se inscribe una resolución del juzgado que adjudica el inmueble y no una escritura,
es lo que se denomina “adjudicación judicial”.
Inscripción registral:
- Escrituras públicas.
- Resoluciones Judiciales (sentencias, autos, etcétera).
Como sucede con todos los derechos que se encuentran en el comercio, aquellos que fueron
adquiridos en subasta pueden ser cedidos. La “cesión” es la transmisión de derechos personales.
Cuando hablamos de dominio o propiedad, el término correcto, en cambio, es “vender”. El dominio es
un derecho real, y como todos los derechos reales, necesita de título y modo para constituirlo.
En la subasta, el título es el acto de la subasta (venta forzada) y el modo es la toma de posesión, que
es llevada a cabo por el adjudicatario con la colaboración de un oficial de justicia e instrumentada
mediante el oficio de toma de posesión, firmado por el juez interviniente y que luego es agregado al
expediente.
a. si el comprador aún no ha tomado posesión, no hay derecho real sino personal y los derechos
personales se “ceden”. Pueden cederse por escritura pública o por acta judicial.
b. si medió toma de posesión, el comprador ya es dueño y titular de un derecho real. En ese caso, el
dominio se “vende” y la forma correcta de instrumentarlo es una escritura pública.
El Cuerpo de Inscripción de Subasta consiste en una serie de copias extraídas del expediente y
autenticadas por el tribunal que deberá acompañarse al Registro correspondiente.
Una vez que el interesado obtuvo las copias autenticadas, deberá procurar que el juez firme los
oficios requeridos en el registro de la propiedad, a los fines de procurar la inscripción y el
levantamiento de las medidas que impedían inscribir (traba de litis, embargo, indisponibilidad, etcétera).
Es importante que el mismo tribunal haya ordenado en la sentencia que aprueba el remate, el
levantamiento de las cautelares trabadas “a los efectos de inscribir”, pues en caso contrario, se deberá
requerir sentencia aclaratoria.
Registro del Automotor
Publicidad Registral del Automotor, Prendas, Buques y
Aeronaves
Decreto Ley 6582/58 y Decreto Reglamentario 335/88.
Organismo de aplicación
Los automotores son bienes muebles registrables. Debido a las diversas formas en que se han
incorporado a la vida social y laboral y su consideración como cosa “riesgosa” (por la amplia
probabilidad de causar daños), su regulación es materia de estudio particular.
Automotor: es toda cosa mueble destinada al transporte de personas o de cosas, fundamentalmente
por tierra, que cuenta con un mecanismo de autopropulsión o motor.
El Decreto/Ley 6582/1958 se limita a enumerar una serie de vehículos que se consideran automotores,
tales como los "automóviles", "camiones", "tractores".
Dentro del “objeto” de los derechos reales (art. 1.883 del Código Civil y Comercial), podemos
caracterizar al automotor como cosa mueble principal, no fungible y registrable:
Mueble: porque puede ser trasladada, sin que su esencia o su materia se vean deterioradas.
Principal: porque pueden existir por sí mismas y para sí mismas, sin que su existencia y
naturaleza dependan o estén adheridas a otra cosa.
No Fungible: Las cosas son fungibles cuando cualquier individuo de la especie equivale a otro de
la misma especie, y, por lo tanto, es posible sustituir unas por otras de la misma calidad y en
igual cantidad.
Podría parecer que un automotor es fungible con otro de la misma marca, modelo y color. Sin embargo,
son el resultado de un complejo proceso industrial y jurídico y cada uno de ellos tiene diversos
elementos identificativos que lo individualizan.
El chasis y el motor tienen un determinado número grabado sobre su cubierta y que consta en un
documento llamado "certificado de fabricación" y en el “certificado de aduanas” si el vehículo es
importado.
A su vez, cuando el vehículo es inscripto por primera vez, el Registro de la Propiedad del Automotor le
otorga un código "alfanumérico" (número de dominio), conocido como “matrícula" o "patente" y que
debe encontrarse a la vista, en una placa delantera y otra trasera (los autos recién salidos de fábrica
pueden circular con una matrícula provisoria).
A ello se suman las modificaciones que los usuarios practican, como cambios en la carrocería o
agregado de otros dispositivos, como los cilindros de GNC.
El número de Dominio
Originalmente, la matrícula o número de dominio se componía de una letra, (según la provincia donde
se había registrado inicialmente el dominio) y una serie de números, que llegó a siete dígitos en algunas
provincias.
El sistema dejó de ser conveniente cuando se hicieron frecuentes los ilícitos que transportaban el
vehículo a otra provincia y duplicaban el número de matrícula.
Era necesaria una numeración unificada a nivel nacional, que facilitara el control.
Actualmente, el sistema de identificación de dominio está compuesto por un conjunto de tres letras y
tres números, que el organismo de control va combinando en forma correlativa.
La Normativa Vigente
El Decreto-Ley 6582/58, crea el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor y los Arts. 1.890 y
1.895 del Código Civil y Comercial determinan que no basta con la tradición y que será necesaria la
inscripción registral con carácter constitutivo (modo inscriptorio).
El Art. 2 de la norma limita el carácter constitutivo de la inscripción a los supuestos de buena fe y
siempre que no se traten de automotores robados o hurtados.
Son numerosas las normas que integran el sistema legal argentino, que regula la propiedad del
automotor.
A saber:
1) Encontramos la regulación básica en el Decreto 6582/1958. Su ratificación posterior por ley 14.467 lo
transformó en “decreto ley” y fue modificado en varias oportunidades, también por vía legislativa.
2) "Digesto de Normas Técnico-Registrales", recopilado por la Dirección Nacional de los Registros
Nacionales de la Propiedad Automotor y Créditos Prendarios, que depende del Ministerio de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.
3) Numerosos decretos del Poder Ejecutivo Nacional, (fundamentalmente el Decreto 335/1988 (LA
1988-B-1606), reglamentario del régimen Jurídico del Automotor) y resoluciones de otras entidades
administrativas.
Autoridad de Aplicación
La Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor y de Créditos
Prendarios es el Organismo de Aplicación del régimen, y tiene a su cargo el Registro Nacional de la
Propiedad del Automotor.
Su organización y funcionamiento es reglado por el Poder Ejecutivo Nacional, fijando los
procedimientos técnicos más adecuados para el mejor cumplimiento de sus fines.
Asimismo determina el número de secciones en las que se divide territorialmente el Registro y fija los
límites de cada una de ellas a los efectos de las inscripciones relativas a los automotores radicados
dentro de las mismas. El Poder Ejecutivo se encuentra facultado para crear o suprimir secciones, y
modificar sus límites territoriales de competencia.
El Poder Ejecutivo Nacional puede disponer que determinadas inscripciones o anotaciones se cumplan
ante la Dirección Nacional, en forma exclusiva o concurrente con los Registros Seccionales, cuando
fuere aconsejable para el mejor funcionamiento del sistema registral.
La Dirección Nacional controla el funcionamiento de los Registros Seccionales, realiza las tareas
registrales específicas que determine la reglamentación, y dispone el archivo ordenado de copias de los
instrumentos que se registran.
El Registro Nacional de la Propiedad del Automotor se creó en 1964 y la autoridad máxima de la
repartición es el Director Nacional, nombrado por el Poder Ejecutivo Nacional.
El Registro de la propiedad automotor no depende de ninguna repartición estatal, sino que es privado.
Ello no implica que la autoridad de aplicación ejerza un minucioso control sobre cada Registro
seccional.
Aunque su función no constituye relación de empleo, tienen fijado un sistema de derechos, deberes,
prohibiciones, licencias y franquicias, sanciones y procedimiento disciplinario, prestan servicios para el
Estado y a su nombre, para el cumplimiento de fines públicos y perciben por sus servicios un
emolumento que les fija el citado Ministerio.
De acuerdo a lo establecido por la Resolución 238/20032, son requisitos para ser encargado de
registro:
Poseer título habilitante de abogado, escribano o contador público nacional. Sólo se podrá
designar a un idóneo cuando las circunstancias excepcionales, debidamente fundamentadas, así
lo justifiquen.
Acreditar cinco años de experiencia profesional.
Residir a una distancia no mayor de cien (100) kilómetros de la sede del Registro.
Afectar al servicio un local, de su propiedad o alquilado, recibido en comodato o por otro título
legítimo, que le otorgue su posesión o tenencia, y afrontar los gastos que hagan al
funcionamiento del Registro, como personal, papelería, etc., de acuerdo con lo que establezca la
Secretaría de Justicia.
Es su obligación excusarse de intervenir en todo asunto en que tengan interés personal o en que sea
parte, intervenga o tenga interés su cónyuge, sus ascendientes o descendientes, sus colaterales hasta
el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, o persona con la que tenga cualquier tipo de
sociedad excepto anónima, o cuando su actuación pueda originar interpretaciones de parcialidad o
violencia moral.
Otros Vehículos
Se agregaron al régimen de propiedad de los automotores los motovehículos, las maquinarias agrícolas
y otros vehículos armados fuera de fábrica.
La ley 24.673 modificó el artículo del Decreto-Ley 6582/58 e incorporó a las maquinarias agrícolas,
incluidos tractores, cosechadoras, grúas y una especial mención a todas aquellas maquinarias que se
autopropulsen.
Art. 5. A los efectos del presente Registro serán considerados automotores los siguientes vehículos:
automóviles, camiones, inclusive los llamados tractores para semirremolque, camionetas, rurales, jeeps,
furgones de reparto, ómnibus, microómnibus y colectivos, sus respectivos remolques y acoplados,
todos ellos aun cuando no estuvieran carrozados, las maquinarias agrícolas incluidas tractores,
cosechadoras, grúas, maquinarias viales y todas aquellas que se autopropulsen. El Poder Ejecutivo
podrá disponer, por vía de reglamentación, la inclusión de otros vehículos automotores en el régimen
establecido.
También se inscriben vehículos armados fuera de fábrica como acoplados, casas rodantes, trailers,
etcétera.
El tercer párrafo del art. 7 del Decreto-Ley 6582/58 dispone que en los registros seccionales se deberán
inscribir:
Juntamente con la inscripción originaria, o con cada inscripción a través de las sucesivas transferencias
de dominio, el Registro entregará al titular del automotor una o más Cédulas de Identificación, en la que
se consignarán los datos que corresponden al automotor y a su propietario.
La cédula de identificación del automotor vence al año de su expedición y la del motovehículo a los dos
años; excepto en poder del titular registral del automotor.
La cédula o ‘tarjeta verde’ y la licencia de conducir son los únicos documentos exigibles para poder
circular con el automotor.
Se crearon nuevas chapas patentes que tendrán vigencia y serán obligatorias en los países que
componen el MERCOSUR. A esta inscripción legal se la denominó “Patente Única del Mercosur” y
comenzó a regir en el territorio mencionado a partir del año 2016.
Se utiliza en Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela en forma obligatoria desde 2016.
Tienen siete caracteres compuestos por letras y números.
Contienen identificación con nombre y bandera de cada país.
Son de tamaño único, con emblema oficial del bloque y medidas de seguridad comunes.
Posibilitan 450 millones de combinaciones alfanuméricas.
Son un símbolo de la unificación e integración alcanzada entre los países latinoamericanos.
Proceso de Inscripción y Anotación. Duración de las Cautelares
El proceso inscriptorio que se lleva a cabo en el registro del automotor reviste los siguientes caracteres
principales:
La transmisión del dominio solo produce efectos entre las partes y con relación a terceros desde el
momento de su inscripción en el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor, por lo que se otorga
a la inscripción carácter constitutivo del derecho.
Este carácter constitutivo solo hará adquirir la propiedad si la inscripción fuera de buena fe y el
automotor no hubiese sido robado o hurtado. El objeto de la registración es la cosa, por lo que se
trata de un registro real.
La técnica de registración utilizada es la de enlegajamiento: los formularios tipo acompañados por las
partes que solicitan la inscripción se incorporan a un ‘legajo’ o carpeta de hojas móviles, donde constan
los originales de todas las operaciones jurídicas relativas al vehículo.
Tratándose de un Registro constitutivo, la inscripción es obligatoria.
Arancel
Todas las solicitudes son aranceladas.
a) Las medidas y pedidos de informes dispuestos por autoridad judicial, siempre que en la orden
respectiva provenga de la justicia penal o se haga constar que han sido dictadas de oficio por el
Tribunal y tengan carácter informativo o cautelar aunque no conste que han sido dictadas de oficio.
b) Las medidas y pedidos de informes dispuestos por autoridad judicial en cumplimiento de normas
legales que expresamente establezcan la gratuidad por la prestación de ese servicio, o que este se
realizará sin previo pago. En este último supuesto el arancel se abonará en su oportunidad. (como es el
caso de juicios laborales, de quiebra o en los que se litiga con beneficio de litigar sin gastos; en todos
ellos, los aranceles se difieren).
Normalmente, las partes celebran los actos jurídicos relacionados con automotores a través de la firma
del formulario correspondiente en el Registro. Las órdenes y pedidos de informes judiciales o
administrativos se diligencian por oficio común.
El Encargado del Registro ante el cual se peticione la inscripción de la transferencia deberá verificar
que las constancias del título concuerden con las anotaciones que obren en el Registro y proceder a la
registración dentro de las VEINTICUATRO (24) horas desde que se presentó la solicitud.
Una vez hecha la inscripción, el Encargado del Registro dará constancia de ella en el título del
automotor, en el cual actualizará también las demás anotaciones que existan sobre el mismo.
Si como consecuencia de la verificación practicada al automotor, la identificación del motor o del chasis
apareciese adulterada, el Encargado del Registro Seccional denegará la inscripción y comunicará la
situación a la autoridad policial del lugar.
Ante decisiones adversas del registrador, que denieguen u observen la petición de inscripción, se
puede interponer recurso por ante el mismo registro. Es requisito formal para su admisibilidad la firma
de letrado con matrícula federal; ello encarece la instancia y la hace poco recomendable. Por tanto, casi
siempre será conveniente subsanar las observaciones si ello fuere posible.
Solicitudes Tipo y Formularios
Solicitud Tipo 01 – inscripción inicial. Si esta es admitida, se asigna el número de dominio y
se provee al titular del título del automotor y la cédula para circular.
Hay medidas cautelares que se ordenan sobre un bien determinado como embargo, secuestro,
indisponibilidad para que la persona no pueda enajenarlo, etc.
Medidas que se anotan en relación con una persona física o jurídica, como la inhibición para
disponer de sus bienes.
En algunos casos se ordenan ambas. Por ejemplo, cuando se declara la quiebra de una persona, se
anota la inhibición para disponer de sus bienes, abriendo un folio personal a su nombre y además –
previa búsqueda de titularidades de dominio–, se anota la indisponibilidad de los bienes que tenga a su
nombre. Ambas medidas impiden la enajenación, como así también los demás actos de disposición
sobre sus bienes, como constitución de usufructo, uso, prenda, etc.
Solicitud tipo 05 – inscripción inicial de vehículos armados fuera de fábrica (acoplados, casas
rodantes, trailers, etcétera), así como también vehículos usados que nunca antes fueron
registrados.
Solicitud tipo 08 – transferencia de dominio. El formulario se llena con los siguientes datos:
Solicitud tipo 10 – denuncia de compra (análoga a la de venta, sólo que es llevada a cabo por
el comprador).
Denuncia de Venta
El mecanismo para transferir derechos reales sobre automotores requiere de la celebración de un acto
jurídico idóneo para constituir el derecho en cabeza del nuevo titular, tal como compraventa, usufructo,
uso, etc. (este es el título) y la subsiguiente inscripción del mismo (modo inscriptorio).
Título
Modo inscriptorio
Si se ha celebrado el acto jurídico y no se ha inscripto, el derecho real sigue en cabeza del titular
registral; no se ha transferido ni constituido derecho alguno. Reiteramos: la propiedad no se transfiere
aunque se haya firmado el formulario 08 ante notario y haya mediado entrega de la posesión, si
no media inscripción.
En caso de que el comprador no inscripto cometiera algún daño en ocasión del uso del vehículo, deberá
responder el titular registral (aún dueño) por el principio de la responsabilidad objetiva. Este principio
exige que ciertas personas respondan por el daño, sin importar si medió culpa o dolo de su parte. Es
también el caso de los padres cuando responden por sus hijos o del empleador cuando responde por el
daño causado a terceros con los elementos de trabajo utilizados por sus trabajadores.
Para realizar el trámite, se debe llenar la Solicitud Tipo 11 – denuncia de venta, certificada por
Escribano Público o el encargado del registro.
Será nula toda cláusula que prohíba o limite esta facultad. Idéntico derecho tendrá el propietario de un
automotor que por cualquier título hubiese entregado su posesión o tenencia, si el poseedor o tenedor
no inscribe su título en el Registro en el plazo indicado en este artículo.
El Encargado del Registro ante el cual se peticione la inscripción de la transferencia deberá verificar
que las constancias del título concuerden con las anotaciones que obren en el Registro y procederá a la
registración dentro de las VEINTICUATRO (24) horas de serle presentada la solicitud.
Una vez hecha la inscripción el Encargado del Registro dará constancia de ella en el título del
automotor, en el cual actualizará también las demás anotaciones que existan en el mismo.
Art. 27.- Hasta tanto se inscriba la transferencia el transmitente será civilmente responsable por los
daños y perjuicios que se produzcan con el automotor, en su carácter de dueño de la cosa. No
obstante, si con anterioridad al hecho que motive su responsabilidad, el transmitente hubiere
comunicado al Registro que hizo tradición del automotor, se reputará que el adquirente o quienes de
este último hubiesen recibido el uso, la tenencia o la posesión de aquel, revisten con relación al
transmitente el carácter de terceros por quienes él no debe responder, y que el automotor fue usado en
contra de su voluntad. La comunicación prevista en este artículo, operará la revocación de la
autorización para circular con el automotor, si el titular la hubiese otorgado, una vez transcurrido el
término fijado en el artículo 15 sin que la inscripción se hubiere peticionado, e importará su pedido de
secuestro, si en un plazo de TREINTA (30) días el adquirente no iniciare su tramitación.
El Registro notificará esa circunstancia al adquirente, si su domicilio fuere conocido. Una vez
transcurrido el plazo mencionado o si el domicilio resultase desconocido, dispondrá la prohibición de
circular y el secuestro del automotor.
El automotor secuestrado quedará bajo depósito, en custodia del organismo de Aplicación, quien lo
entregará al adquirente cuando acredite haber realizado la inscripción y previo pago del arancel de
rehabilitación para circular y de los gastos de estadía que hubiere ocasionado.
Una vez efectuada la comunicación, el transmitente no podrá hacer uso del automotor, aunque le fuese
entregado o lo recuperase por cualquier título o modo sin antes notificar esa circunstancia al Registro.
La violación de esa norma será sancionada con la pena prevista en el artículo.
Además los registros seccionales del lugar de radicación del vehículo notificarán a las distintas
reparticiones oficiales provinciales y/o municipales la denuncia de la tradición del automotor, a fin de
que procedan a la sustitución del sujeto obligado al tributo (patente, impuestos, multas, etcétera) desde
la fecha de la denuncia, desligando a partir de la misma al titular transmitente.
La prenda común se rige por las disposiciones del Código Civil y Comercial y la prenda con
registro se rige por el Decreto-Ley 15.348/46.
Si el objeto prendado es un bien registrable, la prenda se inscribirá en el registro donde ese tipo de
bienes usualmente se registra (Registro del automotor, de Máquinas agrícolas, de caballos de carrera,
etcétera).
Si el bien prendado es una obra de arte, una joya, máquinas destinadas a la producción fabril, las
heladeras de un frigorífico o el mobiliario de una vivienda, es decir, bienes muebles no registrables, se
inscribe en el Registro de Créditos Prendarios, dispuesto específicamente a estos fines. Estos
registros son de número escaso y a veces existe uno solo para varios departamentos provinciales.
El objeto prendado debe ser descripto lo más específicamente posible. Si son maquinarias u objetos del
género, podrá consignarse el número de serie de fabricación.
Normativa
El Código Civil y Comercial regula el derecho real de prenda a partir del Art. 2.219. De la definición
surge que la prenda es un derecho real de garantía que se constituye a favor de una o más
personas, en garantía de una obligación.
Es un derecho accesorio que sigue la suerte de la obligación que garantiza, si esta se extingue, la
prenda también. Pueden ser objeto de prenda todo tipo de bienes muebles y créditos que consten en un
título, siempre sobre obligaciones que se encuentren en el comercio. Por ejemplo, podría prendarse un
pagaré.
Para ser constituida, la prenda debe cumplir con el requisito de la especialidad, es decir, se debe
determinar de una manera fehaciente el objeto sobre el cual esta recae y también el crédito al que
accede.
Con Registro: se rige por el Decreto-Ley 15.348/46. La cosa prendada queda en poder del deudor y
por ello es necesario publicitar su constitución (art. 2.220 del C.C.C.).
La prenda con registro tiene dos modalidades:
Fija.
Flotante.
Organización.
Procedimiento de Inscripción y Anotación
El Registro de Créditos Prendarios es de carácter nacional y está dividido en registros seccionales.
La autoridad de aplicación es la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad del Automotor y
de Créditos Prendarios.
Cada registro seccional tiene competencia a los efectos de la inscripción o registración de contratos
prendarios que son archivados cronológicamente, conforme a su ingreso, formando tomos. Está
ordenado sobre la base de una ficha por cada objeto prendado, donde se relacionan los datos de
inscripción del contrato prendario. Esta inscripción o registración hace que sea oponible a terceras
personas.
Otra función del registro es certificar y/o informar si en la jurisdicción que le corresponde un objeto
determinado registra prenda o no.
Es un registro de carácter declarativo no convalidante, es decir, los derechos se constituyen fuera del
registro y la inscripción no sanea los títulos defectuosos. Entre las partes no va a importar el momento
de inscripción, sino más bien el de suscripción del contrato (del que no pueden aducir
desconocimiento); distinto es el caso de los terceros, en quienes el contrato va a producir efectos desde
su inscripción.
El registro, luego de presentado el contrato, tiene un plazo de 48 horas para entregar al acreedor
prendario el debido certificado de inscripción.
Para determinar el registro correspondiente donde debe ser inscripta la prenda, debemos determinar
primeramente si la prenda es fija o flotante.
Si la prenda es fija, la inscripción del contrato deberá hacerse en los registros correspondientes a la
ubicación de los bienes prendados.
Cuando la prenda sea flotante, se establece como registro correspondiente el de domicilio del
deudor.
Recordemos que la inscripción de la prenda es declarativa, por lo cual el contrato vale para los que por
cualquier motivo llegaron a conocerlo (como las propias partes o la compañía aseguradora a quien se
notificó). Es decir, un contrato de prenda que no se inscribe es inoponible a terceros.
En el caso de que los objetos prendados estuvieran ubicados en distintas jurisdicciones, el art. 12 del
Decreto-Ley 15.348/46 establece que la inscripción se podrá realizar en cualquiera de los registros
correspondientes y que el registro donde se efectúe la inscripción deberá comunicar en el plazo de las
24 horas siguientes a los demás registros donde están situados el resto de los bienes, para que estos
realicen la debida anotación.
2. Duración de la inscripción
El plazo de caducidad de la inscripción del contrato prendario es de 5 años y la misma opera de pleno
derecho por el solo transcurso de dicho plazo.
Recordemos la diferencia entre prescripción y caducidad: la prescripción debe ser alegada por los
interesados, mientras que la caducidad opera instantáneamente vencido el término de ley.
Puede suceder que el plazo para el cumplimiento de la obligación principal sea mayor a cinco años. En
ese caso, debe solicitarse la reinscripción antes del vencimiento del plazo.
No será una reinscripción, sino una inscripción nueva y tendrá efectos contra terceros desde el día en
que se solicita.
Si el acreedor se vio en la necesidad de iniciar juicio prendario para cobrarse y el plazo de cinco años
se cumple durante la tramitación del juicio, deberá solicitar la reinscripción al juez y diligenciarla por
medio de oficio firmado por el tribunal.
El art. 19 del Decreto-Ley 15.348/46 dispone en su primer párrafo que para que produzca efectos para
terceros desde el momento de celebrarse el contrato, la inscripción debe solicitarse dentro de las 24
horas. Pasado este término, producirá este efecto desde que el contrato se presente al registro.
Así, del mencionado artículo surgen dos posibilidades:
Si la inscripción se produce dentro de las 24 horas de firmado el contrato, este tendrá efectos
retroactivos a la fecha de suscripción del mismo;
Por otro lado, si no se respeta este plazo, los efectos frente a terceros comenzarán a regir desde
la inscripción del mismo.
3. Dinámica de la inscripción
Una vez efectuada la inscripción, el encargado del registro dejara constancia de ello en el contrato
original y en el certificado de prenda que expida.
El contrato de prenda se celebra en un formulario tipo, facilitado por el Registro. Una vez llenado y
presentado, el registro entrega al acreedor un certificado prendario, que es transmisible por endoso. El
endoso también debe ser inscripto en el registro para producir efectos frente a terceros.
En el contrato son esenciales (conforme nos señala el art 11 decreto-ley nº 15.348/46) las siguientes
especificaciones, que deberán constar en la respectiva inscripción:
a) Datos del acreedor: Nombre, apellido, nacionalidad, edad, estado civil, domicilio y profesión.
b) Datos del deudor: Nombre, apellido, nacionalidad, edad, estado civil, domicilio.
La expresión buque comprende no solamente al casco, mástiles, velas y las máquinas principales y
auxiliares, sino también todas las demás pertenencias, fijas o sueltas, que son necesarias para su
servicio, maniobra, navegación y adorno, aunque se hallen separadas temporariamente. No están
comprendidas en ellas las pertenencias que se consumen con el primer uso.
Si bien el buque y la aeronave son cosas muebles, comparten algunas de las características de los
inmuebles. Por ejemplo, no son objeto de “prenda” sino de “hipoteca”. La regulación sobre estas
hipotecas también tiene caracteres especiales (por ejemplo, la última tiene prioridad sobre las
anteriores, siempre que sea efectuada para gastos urgentes durante un viaje).
Los buques argentinos se individualizan, en el orden interno y a todos los efectos legales, por su
nombre, número, puerto de la matrícula y tonelaje de arqueo.
Todo buque debe ostentar en lugar visible la bandera nacional, su nombre, puerto y número de
matrícula.
Nombre: El nombre del buque no puede ser igual al de otro buque de las mismas características.
Matrícula: El número de matrícula del buque o artefacto naval es el de inscripción en el registro
correspondiente. El certificado de matrícula debe llevarse a bordo.
Arqueo: Es la capacidad de almacenaje que tiene un buque, su volumen interno. Se denomina buque
mayor al que registra un arqueo total no menor de diez (10) toneladas; y buque menor, a aquel cuyo
arqueo total es inferior a esa cifra.
Se encuentran sometidos al ordenamiento jurídico de la República todos los buques de pabellón
nacional, como si fueran territorio argentino, así como las personas que se hallan a bordo de dichos
buques, y los hechos y actos que en ellos se realicen.
De conformidad al Reglamento Orgánico del Registro Nacional de Buques, este registro tiene a su
cargo:
Tomar razón de todo documento por el que se constituya, transmita, declare, modifique o extinga
derechos reales sobre buques, embarcaciones o artefactos navales que pertenezcan a la
matrícula nacional, como así también contratos de arrendamientos sobre los mismos.
Tomar razón de todo documento que disponga embargos, interdicciones o cualquier otra
afectación de dominio que recaiga sobre buques, embarcaciones o artefactos navales, sean que
pertenezcan a la matrícula nacional o extranjera.
Tomar razón de todo documento por el que se prive a una persona de la libre disponibilidad de
sus bienes, sea que resulte de un convenio voluntario entre partes o por resolución judicial.
Expedir todas las certificaciones que correspondan de los asientos contenidos en sus registros.
Escrituras autorizadas por escribanos de marina. Estos escribanos, además de haber obtenido el
registro del Colegio de Escribanos de su jurisdicción, deben inscribirse en el Registro de Escribanos de
Marina y cumplir con los recaudos que la reglamentación les exige.
La inscripción o anotación (conforme lo establecido por la ley 19170) podrá ser solicitada
indistintamente por:
A tener en cuenta:
En el caso que el documento a inscribir fuera instrumento privado, las firmas de las partes
deberán estar certificadas.
Si el documento a inscribir fuera de traslación de dominio, deberá especificar si fue hecho a título
gratuito u oneroso, si se ha pagado al contado o si se ha estipulado plazo, y en este caso, forma
y plazo para el pago y demás modalidades que correspondan a la operación efectuada.
Los documentos que instrumenten hipotecas deberán contener el importe y plazo de la
obligación y el interés estipulado.
En caso de subasta judicial, no procederá la inscripción hasta tanto no se disponga el
levantamiento de los gravámenes o embargos que afectaran el bien en cuestión. Esto quiere
decir, que al momento de inscribir la matrícula a nombre del nuevo titular, debemos asegurarnos
que en la sentencia que se aprueba la subasta se ordene el levantamiento de medidas a los fines
de la inscripción. Si ello no sucede, podemos pedir al juez el dictado de una sentencia
complementaria que así lo ordene. Si ello no sucede, el Registro observará la petición.
El procedimiento inscriptorio es igual que el de los inmuebles:
Una vez presentado el título, el registro examina la legalidad de las formas extrínsecas y procederá a:
1) Inscribir el documento.
2) Rechazarlo si el documento estuviera viciado de nulidad absoluta y manifiesta.
3) Anotarlo provisoriamente por el plazo de ciento ochenta (180) días si el defecto fuera subsanable. En
este caso, el documento deberá ser puesto a disposición del interesado dentro de los treinta (30) días
de su presentación con las observaciones pertinentes para que sean subsanadas. Esta inscripción
provisoria tendrá los mismos efectos que la definitiva si la misma es subsanada dentro del plazo
establecido, y sus efectos se retrotraerán al momento de la primera presentación.
Documentos a inscribir:
Todos los actos constitutivos, traslativos o extintivos de la propiedad o de otros derechos reales de un
buque de diez (10) toneladas o más de arqueo total, o sobre una o más de sus partes en copropiedad
naval, deben hacerse por escritura pública, bajo pena de nulidad. Tratándose de un buque de menor
arqueo, los actos jurídicos pueden ser celebrados en instrumento privado con firmas certificadas.
Cuando los referidos actos se realicen en el extranjero, sobre buques de matrícula nacional, deben
hacerse por instrumento otorgado por el cónsul argentino respectivo, quien remitirá testimonio
autorizado de aquel al Registro Nacional de Buques.
Efectos de la inscripción:
La inscripción es declarativa, es decir, los actos jurídicos no inscriptos no pueden oponerse a terceros.
La inscripción, al igual que lo que ocurre respecto del resto de los Registros estudiados, no convalida
los vicios de los que adolecen los títulos (nulidad, anulabilidad, inoponibilidad, etcétera).
Concepto
Se consideran aeronaves a los aparatos o mecanismos que puedan circular en el espacio aéreo,
siempre que sean aptos para transportar personas o cosas.
Inscripción
Individualización
Una vez que el registro procede a la inscripción de las aeronaves, les asigna marcas distintivas de la
nacionalidad argentina, que varían si es una aeronave pública o privada, y también un número de
matrícula. Tanto la marca como la matrícula deben ser pintadas en el exterior en forma visible.
3) Los embargos, medidas precautorias e interdicciones que pesen sobre las aeronaves o se decreten
contra ellas.
4) Las matrículas con las especificaciones adecuadas para individualizar las aeronaves y los
certificados de aeronavegabilidad;
7) El estatuto o contrato social y sus modificaciones, así como el nombre y domicilio de los directores o
administradores y mandatarios de las sociedades propietarias de aeronaves argentinas;
8) En general, cualquier hecho o acto jurídico que pueda alterar o se vincule a la situación jurídica de la
aeronave.
El Registro Nacional de Aeronaves es público. Todo interesado podrá obtener copia certificada de las
anotaciones de ese registro solicitándola a la autoridad encargada del mismo.
1) Si se trata de una persona física, tener su domicilio real en la República. El domicilio real es aquel
donde la persona posee el centro de su vida familiar, laboral, etc. (elemento objetivo), y además donde
ha tomado la decisión de vivir (elemento subjetivo).
2) Si se trata de varios copropietarios, la mayoría cuyos derechos exceden de la mitad del valor de la
aeronave, deben mantener su domicilio real en la República;
Existen dos figuras principales en relación con una aeronave: el propietario y el explotador, que es
quien hace uso de la misma, con o sin fines de lucro.
Este acuerdo de voluntades debe inscribirse en el registro y libera al propietario de toda responsabilidad
por daños ocasionados en el uso. Si no existe explotador inscripto, se presume que la explotación
la ejerce el propietario.
En caso de que la nave sea dada en arriendo o alquiler, el contrato también debe registrarse (no
cuentan los arriendos por plazos muy breves como días u horas).
Hipoteca Parcial: Las aeronaves pueden ser hipotecadas en todo o en sus partes indivisas y aun
cuando estén en construcción. También pueden hipotecarse los motores inscriptos.
Semovientes
Registraciones Sobre Semovientes
Semovientes
Definición de Marca y Señal
Técnicamente la categoría de semovientes se refiere a cosas que pueden trasladarse por sí mismos.
Ganado.
El primer antecedente normativo lo encontramos en la provincia de Buenos Aires, ya que fue ésta la
que dictó el primer Código Rural argentino, por Ley 469, en el año 1865, que fuera redactado por el
doctor Valentín Alsina.
En dichas normas, se ordenaba la marcación y señalamiento de los animales, otorgando diversos
efectos a cada uno.
En 1871, al entrar a regir el Código Civil, muchas disposiciones se tornaron inconstitucionales
A pesar de la necesidad de su reforma y de los varios intentos, recién en 1961, el Poder Ejecutivo, por
Decreto 7.071, comisionó al titular de la cátedra de Derecho Agrario, de la Universidad Nacional de La
Plata, doctor Antonio Carlos Vivanco, la redacción de un proyecto de Código Rural para la Provincia.
Finalmente el 28 de octubre de 1983, el último gobierno de facto, sorpresivamente, dictó el Decreto-Ley
10.081 que reforma el anterior y que fue recién publicado el 8 de diciembre de 1983.
Pero a nivel nacional, hasta nuestros días, no se promulgó el tan esperado Código Rural, por lo que
rigen en la materia los artículos que regulan las cosas muebles en nuestro Código Civil y Comercial
vigente.
Así, el régimen establecido por el Código Civil y Comercial sobre las cosas muebles (véase art. 1892, 2º
párrafo, del CCyC) establece que la tradición posesoria es modo suficiente para transmitir o
constituir derechos reales que se ejercen por la posesión, y agrega más adelante (en su art. 1909) que
habrá posesión cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un poder de hecho sobre
una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no. Pero, conforme lo
establecido por el art. 1895 del CCyC, para que esto suceda, tienen que cumplirse los siguientes
requisitos:
Que la cosa mueble no sea registrable: el ganado nunca fue registrable en nuestro país.
Actualmente la “marca” o “señal” que se imprime o aplica sobre el mismo sí lo es. También se
registran los animales con pedigrí y raza definida, como veremos más adelante.
Que la cosa no sea robada ni perdida: se considera robada (en el sentido amplio del término)
cuando ha salido del poder de su dueño en contra de su voluntad. Se debe tener en cuenta que
las cosas no se consideran perdidas, aun cuando su dueño no recuerde o sepa el lugar en donde
se encuentran, mientras no pierda su voluntad de recuperarlas.
Que se encuentre en posesión de quien reclama la propiedad sobre ella. Posesión no
implica contacto permanente y efectivo sobre la cosa, sino la posibilidad de tomar contacto.
Asimismo, la posesión puede ser ejercida por persona distinta del propietario, pero en nombre de
este (es el caso de los tenedores, como inquilinos, depositarios, mandatarios, comodatarios, etc.,
que ejercen la posesión en nombre del dueño).
La acción de reivindicación del verdadero propietario es repelida si las cosas, además, han sido
adquiridas a título oneroso.
Marcas y Señales
La Ley 22.939 obliga a los propietarios de ganado mayor a marcarlo, y a los de ganado menor, a
señarlo.
En los ejemplares de pura raza, la marca o señal podrá ser sustituida por tatuajes o reseñas, según
especies, para no restar valor al ejemplar. Los animales de pura raza tienen un régimen jurídico
diferente; generalmente, participan de exhibiciones y concursos y son usados para reproducción.
Marca: impresión que se efectúa sobre el animal de un dibujo o diseño, por medio de hierro candente,
marcación en frío, o cualquier otro procedimiento que asegure la permanencia en forma clara e
indeleble que autorice la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos del Ministerio de
Hacienda.
Señal: es un corte, incisión, perforación, o grabación hecha a fuego, en la oreja del animal.
Registración y Efectos
Hace presumir, salvo prueba en contrario, que el ganado mayor marcado y el ganado menor señalado
pertenecen al titular registral del diseño de la marca o señal aplicada al animal.
Suele suceder que el poseedor del animal no tenga registrada la marca a su nombre, pero exhiba el
contrato por el cual ha adquirido la propiedad, de quien sí tiene las insignias registradas. Este sería un
caso de la “prueba en contrario” de la que hablamos: la constancia de adquisición, que debe constar en
formularios tipo.
También se presume, salvo prueba en contrario, que las crías no marcadas o señaladas pertenecen al
propietario de la madre. Para que esta presunción sea aplicable, estas deberán encontrarse al pie de la
madre.
El registro del diseño de las marcas o señales confiere a su titular el derecho de uso exclusivo por el
plazo que las respectivas legislaciones locales establezcan, que también pueden establecer prórrogas.
Se trata de un verdadero derecho intelectual y, como todo derecho patrimonial que se encuentra en el
comercio, es transmisible.
Todo acto jurídico mediante el cual se transfiera la propiedad de ganado mayor o menor debe
instrumentarse con un certificado de adquisición que, otorgado por las partes, es autenticado
por la autoridad local competente.
Tanto la propiedad como su trasmisión se prueban con el título expedido por la autoridad competente y
por las constancias registrales.
En la práctica, los animales son marcados y contramarcados a medida que van cambiando de
propietario.
El poseedor de hacienda orejana y de aquella cuya marca o señal no fuere suficientemente clara queda
sometido en su derecho de propiedad al régimen común de las cosas muebles, sin perjuicio de las
sanciones que estableciere la autoridad local.
Se denomina marca líquida aquella que imprime el primer propietario del animal, es decir, la que
es estampada en un animal que no ha sido marcado nunca antes.
Se llama contramarca a la que es impresa nuevamente pero invertida, a la derecha de la
anterior, indicando que esta ha sido anulada, por lo que el nuevo propietario se encuentra en
condiciones de imprimir su marca.
La remarca es toda marca sobre animales ya marcados y que se coloca en un lugar del cuerpo
del animal distinto que el de las marcas anteriores. La reglamentación provincial suele establecer
un orden para la marca líquida y las subsiguientes.
Llamamos yerra o hierra, indistintamente, al acto de marcar el ganado utilizando un hierro
candente con la forma de la insignia del propietario.
Suele realizarse en temporada invernal, para evitar infecciones. La tendencia actual es limitar el
tamaño para no restar demasiado valor a los cueros.
Es dable destacar que el ganado o las partes de los animales también requieren guías
autorizadas para ser transportadas (DTA, siglas para “documento para transporte de animales”).
Estas guías tienen un código de barras y numeración correlativa para su control. En caso de ser
interceptada mercadería en tránsito, sin la guía correspondiente, la misma es decomisada y se
sanciona a los infractores con pena de multa.
Animales de Pedigree.
Registros y Efecto de la Inscripción de Derechos Reales
Pedigree (pedigrí, en castellano) es un término anglosajón y alude a las relaciones genealógicas o
ascendencia biológica de los animales. En general, los “certificados de pedigrí” se remontan hasta tres
o cuatro generaciones anteriores, y su objetivo es probar la pureza de la raza del animal. En nuestro
país, existe un amplio desarrollo de los registros de animales de raza y pedigrí.
Son administrados por entidades privadas, se rigen por reglamentos propios y las inscripciones deben
ser presentadas en formularios tipo.
Según el art. 11 de la norma en estudio, como anticipáramos en puntos anteriores, los ejemplares de
pura raza (por ejemplo, toros que se utilizan para reproducción) no se marcan ni señalan, pues
cualquier daño en el animal baja su valor. Cuando se trata de estos animales, la propiedad se prueba
por el certificado de inscripción en registros genealógicos reconocidos, siempre que la descripción del
certificado concuerde con los signos individuales que lleven los animales.
Los registros genealógicos a los que se refiere el artículo 11 de la Ley 22.939 poseen una larga
tradición y funcionan eficientemente. Han sido llevados por la Sociedad Rural Argentina para el ganado
bovino, ovino, porcino y asnal; por la Asociación Civil Jockey Club para los caballos de pura sangre de
carrera (Stud Book argentino); y por la Asociación Canina Argentina para la raza canina.
Todos ellos deben ser aprobados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
En el asiento registral, se procura realizar una reseña cuidadosa del pedigrí del animal y su rigurosa
individualización. Los reglamentos de estos registros privados a veces han sido cuestionados por su
dudosa constitucionalidad, tal el caso del Stud Book Argentino, cuyo reglamento reza en el art. 55:
Esta disposición de una entidad privada (Jockey Club), y no del Congreso de la Nación, carece de
valor y resulta contraria a derecho, pues está legislando sobre materia de fondo. Al ser anterior a la
sanción de la Ley 20.378, que regla lo atinente a la inscripción de los caballos de pura sangre de
carrera, contrariaba el Código Civil, según el cual los caballos eran tan solo una cosa mueble no
registrable. El problema quedó resuelto con la sanción de dicha norma, que declara la inscripción del
dominio constitutiva y oficializa los registros genealógicos habilitados por el Ministerio de Agricultura y
Ganadería.
Resumiendo:
Son autorizados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería y administrados por entidades privadas.
Derechos de Autor
Clasificación más común establecida para los derechos subjetivos:
Derechos Intelectuales
2) Derechos industriales:
o Marcas y designaciones comerciales – Ley 22.362.
o Patentes de invención y modelos de utilidad – Ley 24.481.
o Diseño industrial – Decreto-Ley 6673.
Normativa.
Órgano de Aplicación
Los derechos de autor se rigen por Ley Nacional N° 11.723 y son registrados en la Dirección Nacional
de Derechos de Autor (DNDA), dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación.
Artículo 1°. — A los efectos de la presente Ley, las obras científicas, literarias y artísticas
comprenden los escritos de toda naturaleza y extensión, entre ellos los programas de
computación fuente y objeto; las compilaciones de datos o de otros materiales; las obras
dramáticas, composiciones musicales, dramático-musicales; las cinematográficas,
coreográficas y pantomímicas; las obras de dibujo, pintura, escultura, arquitectura; modelos
y obras de arte o ciencia aplicadas al comercio o a la industria; los impresos, planos y
mapas; los plásticos, fotografías, grabados y fonogramas, en fin, toda producción científica,
literaria, artística o didáctica sea cual fuere el procedimiento de reproducción.
La protección del derecho de autor abarcará la expresión de ideas, procedimientos, métodos
de operación y conceptos matemáticos pero no esas ideas, procedimientos, métodos y
conceptos en sí.
Esto quiere decir que no se puede registrar una idea, sino la idea hecha realidad o llevada a la práctica,
indicando los métodos y procesos para ello.
Se pueden registrar las obras enumeradas anteriormente y los contratos sobre dichas obras, tales como
cesión, licencia, edición, etcétera.
Beneficios de la Registración
Si la solicitud de registración prospera, la Dirección dictará un acto administrativo que da a la obra fecha
cierta y certeza de su contenido, extensión, título, autor y contenido.
Efectivamente, se presume autor quien registra, asimismo se presume con derecho a la explotación de
la obra quien ha adquirido el mismo registrando su contrato. La prueba consiste en las certificaciones
expedidas por la Dirección. El derecho de propiedad de una obra científica, literaria o artística
comprende para su autor la facultad de disponer de ella, de publicarla, de ejecutarla, de representarla, y
exponerla en público, de enajenarla, de traducirla, de adaptarla o de autorizar su traducción y de
reproducirla en cualquier forma.
De acuerdo al art. 10. Ley Nº 11.723 se puede reproducir parte de la obra con ciertos fines:
Art. 10. — Cualquiera puede publicar con fines didácticos o científicos, comentarios, críticas o notas
referentes a las obras intelectuales, incluyendo hasta mil palabras de obras literarias o científicas u
ocho compases en las musicales y en todos los casos sólo las partes del texto indispensables a ese
efecto.
Los autores de obras literarias, dramáticas, dramático-musicales y musicales, gozan del derecho
exclusivo de autorizar:
Tal como lo establece específicamente el art. 36. Ley Nº 11.723, que además resalta que:
Sin embargo, será lícita y estará exenta del pago de derechos de autor (…) la representación, la
ejecución y la recitación de obras literarias o artísticas ya publicadas, en actos públicos organizados por
establecimientos de enseñanzas, vinculados en el cumplimiento de sus fines educativos, planes y
programas de estudio, siempre que el espectáculo no sea difundido fuera del lugar donde se realice y la
concurrencia y la actuación de los intérpretes sea gratuita.
También gozarán de la exención del pago del derecho de autor a que se refiere el párrafo anterior la
ejecución o interpretación de piezas musicales en los conciertos, audiciones y actuaciones públicas a
cargo de las orquestas, bandas, fanfarrias, coros y demás organismos musicales pertenecientes a
instituciones del Estado Nacional, de las provincias o de las municipalidades, siempre que la
concurrencia de público a los mismos sea gratuita.
Será reprimido con la pena establecida por el art. 172 del Código Penal (estafa), el que de cualquier
manera y en cualquier forma defraude los derechos de propiedad intelectual que reconoce esta Ley y
sufrirán la pena que él establece, además del secuestro de la reproducción.
Es siempre un registro declarativo no convalidante, en tanto la obra y su autoría se encuentran
protegidas por el ordenamiento desde su creación. La inscripción de las obras otorga al titular una
presunción a su favor, que puede ser destruida con prueba en contrario. En relación con los contratos,
también existe un efecto declarativo, pues los derechos y obligaciones nacen desde la firma de
estos.
La registración sólo brinda oponibilidad para que los terceros no puedan aducir desconocimiento.
No es obligatoria la registración. No se puede obligar a los autores a que registren las obras, sin
embargo, la falta de inscripción trae como consecuencia la suspensión de la protección que la ley de
derechos de autor brinda (que se recupera en el acto mismo de la inscripción, por el término y
condiciones que corresponda).
Esto quiere decir que el autor se encontrará en pésimas condiciones para defenderse o plantear un
resarcimiento en caso de que antes de la registración se hayan efectuado reproducciones, ediciones,
ejecuciones u otro tipo de publicación o divulgación de su obra.
La Dirección brinda un servicio de búsqueda de obras, a través de su sitio web y también en forma
personal. La misma información puede requerirse para saber si la obra se encuentra sujeta a algún
contrato, como licencia o edición.
El Registro llevará los libros necesarios para que toda obra inscripta tenga su folio correspondiente,
donde constarán su descripción, título, nombre del autor, fecha de la presentación, y demás
circunstancias que a ella se refieren, como ser los contratos de que fuera objeto y las decisiones de los
tribunales sobre la misma.
Esto es, constarán también sentencias sobre nulidad, simulación, ineficacia, inoponibilidad, etcétera.
a) El autor de la obra;
b) Sus herederos o derechohabientes;
c) Los que con permiso del autor la traducen, refunden, adaptan, modifican o transportan sobre la
nueva obra intelectual resultante.
d) Las personas físicas o jurídicas cuyos dependientes contratados para elaborar un programa de
computación hubiesen producido un programa de computación en el desempeño de sus funciones
laborales, salvo estipulación en contrario.
Hasta setenta años contados a partir del 1 de Enero del año siguiente al de la muerte del autor.
Obras en colaboración, este término comenzará a contarse desde el 1 de Enero del año
siguiente al de la muerte del último colaborador.
Para las obras póstumas, el término de setenta años empezará a correr a partir del 1 de enero
del año siguiente al de la muerte del autor.
En caso de que un autor falleciere sin herederos, y se declarase vacante su herencia, los
derechos pasarán al Estado por todo el término de Ley, sin perjuicio de los derechos de terceros.
La propiedad intelectual sobre sus interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas corresponde a
los artistas intérpretes por el plazo de SETENTA (70) años contados a partir del 1º de enero del año
siguiente al de su publicación. Asimismo, la propiedad intelectual sobre los fonogramas corresponde a
los productores de los fonogramas o sus derechohabientes por el plazo de SETENTA (70) años
contados a partir del 1º de enero del año siguiente al de su publicación.
Para las obras fotográficas, la duración del derecho de propiedad es de VEINTE (20) años a
partir de la fecha de la primera publicación.
Para las obras cinematográficas, el derecho de propiedad es de cincuenta (50) años a partir del
fallecimiento del último de los colaboradores enumerados en el artículo 20 de la presente.
Debe inscribirse sobre la obra fotográfica o cinematográfica la fecha, el lugar de publicación, el nombre
o la marca del autor o editor.
Para inscribir una publicación periódica, deberá presentarse al Registro Nacional de la Propiedad
Intelectual un ejemplar de la última edición acompañado del correspondiente formulario.
Los propietarios de las publicaciones periódicas inscriptas deberán coleccionar uno de los ejemplares
publicados, sellados con la leyenda: Ejemplar Ley 11.723, y serán responsables de la autenticidad de
los mismos, conforme lo establece el art. 30 de la mencionada Ley Nº 11.72314.
Contratos tipo
Si bien la mayoría de los contratos que se registran sobre derechos intelectuales son “atípicos”, o sea,
no regulados expresamente por la normativa en forma específica, daremos a continuación una idea de
algunos contratos establecidos por la Ley 11.723.
Edición
Habrá contrato de edición cuando el titular del derecho de propiedad sobre una obra intelectual se
obliga a entregarla a un editor y éste a reproducirla, difundirla y venderla. El titular conserva su derecho
de propiedad intelectual, salvo que lo renunciare por el contrato de edición. El editor sólo tiene los
derechos vinculados a la impresión, difusión y venta, sin poder alterar el texto, y sólo podrá efectuar las
correcciones de imprenta. En el contrato deberá constar el número de ediciones y el de ejemplares de
cada una de ellas, así como también la retribución pecuniaria del autor o sus derechohabientes.
El autor o sus derechohabientes pueden enajenar o ceder total o parcialmente su obra. Esta
enajenación es válida sólo durante el término establecido por la ley y confiere a su adquirente el
derecho a su aprovechamiento económico sin poder alterar su título, forma y contenido. Aunque el autor
enajenare la propiedad de su obra, conserva sobre ella el derecho a exigir la fidelidad de su texto y
título, en las impresiones, copias o reproducciones, como asimismo la mención de su nombre o
seudónimo como autor. La enajenación o cesión de una obra literaria, científica o musical, sea total o
parcial, debe inscribirse en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual, sin cuyo requisito no tendrá
validez. La enajenación o cesión de una obra pictórica, escultórica, fotográfica o de artes análogas,
salvo pacto en contrario, no lleva implícito el derecho de reproducción que permanece reservado al
autor o sus derechohabientes. La enajenación de planos, croquis y trabajos semejantes no da derecho
al adquirente sino para la ejecución de la obra tenida en vista, no pudiendo enajenarlos, reproducirlos o
servirse de ellos para otras obras.
Procedimiento de Registración
El trámite inscriptorio se compone de tres pasos sucesivos:
Entes Cooperadores
Los entes cooperadores de la Dirección, que son entidades intermedias que se dedican a una rama
específica de los derechos de autor.
Sita en Av. de Mayo 650 4º piso - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - La gestión de las mismas se
realiza íntegramente en la sede de la DNDA - Moreno 1230 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Paraguay 541 6º - Ciudad Autónoma de Buenos Aires Tramita las siguientes inscripciones:
Obras Inéditas: Se consideran inéditas a todas aquellas obras que no fueron editadas, publicadas o
exhibidas, bajo ningún medio. La inscripción será distinta según el tipo de obra de que se trate.
Obras Publicadas: El trámite de registración busca la protección de obras artísticas, tales como
dibujos, esculturas, fotografías, grabados, modelos y diseños, pinturas, etc., que hayan sido exhibidas.
Derechos Industriales
Los derechos industriales son la segunda categoría de derechos intelectuales, poseen una aplicación
práctica destinada a la producción industrial; se engloban distintos derechos registrables y en todos
ellos se debe abonar un canon, como contrapartida a la garantía de explotación exclusiva. Asimismo, su
falta de explotación acarrea la caducidad del derecho conferido, y faculta a los terceros interesados a
explotar la invención, sin abonar regalías a favor del titular registral.
Patente de Invención: es un derecho exclusivo que el Estado otorga al creador o descubridor de algo
novedoso, a cambio de que ese inventor brinde a la sociedad el fruto de su descubrimiento.
La solicitud de patente se publica a los 18 meses, dejando de ser secreta para pasar al estado de
público conocimiento.
Al igual que cualquier otro derecho patrimonial en el comercio, puede ser transferido por cualquier título
jurídico: cesión onerosa, cesión gratuita, cesión permuta, derechos sucesorios, etc. Para que la cesión
tenga efecto respecto de terceros, deberá ser inscripta en el INPI.
Solicitantes de Patentes
Art. 3 – Podrán obtener los títulos de propiedad industrial regulados en la presente ley, las personas
físicas o jurídicas nacionales o extranjeras que tengan domicilio real o constituido en el país.
Invención
Art. 4 – Serán patentables las invenciones de productos o de procedimientos, siempre que sean
nuevas, entrañen una actividad inventiva y sean susceptibles de aplicación industrial.
a) A los efectos de esta ley se considerará invención a toda creación humana que permita
transformar materia o energía para su aprovechamiento por el hombre.
b) Asimismo, será considerada novedosa toda invención que no esté comprendida en el estado de la
técnica.
c) Por estado de la técnica deberá entenderse el conjunto de conocimientos técnicos que se han hecho
públicos antes de la fecha de presentación de la solicitud de patente o, en su caso, de la prioridad
reconocida, mediante una descripción oral o escrita, por la explotación o por cualquier otro medio de
difusión o información, en el país o en el extranjero.
d) Habrá actividad inventiva cuando el proceso creativo o sus resultados no se deduzcan del estado de
la técnica en forma evidente para una persona normalmente versada en la materia técnica
correspondiente.
Los tres requisitos básicos que debe reunir una invención para ser patentable:
1. Novedad Absoluta
2. Actividad Inventiva
3. Aplicación Industrial
Novedad absoluta: significa que el objeto de invención a patentar no debe estar comprendido dentro
del estado de la técnica, entendiendo por tal, el conjunto de conocimientos técnicos que se han hecho
públicos tanto en el país como en el resto del mundo, antes de la fecha de presentación de la solicitud
en cuestión. La novedad de la patente debe ser mundial.
Actividad inventiva: Existe actividad inventiva cuando el proceso creativo o sus resultados no se
deduzcan del estado de la técnica en forma evidente para una persona normalmente versada en la
materia. Esto significa que si la invención es una combinación de elementos conocidos con resultado
predecible, la misma carece de actividad inventiva puesto que el resultado final al que se accede
partiendo de lo conocido es obvio para cualquier persona inmersa en el oficio o ciencia respectiva.
Su materia debe ser aceptada como "patentable" de conformidad a Derecho. En numerosos países, las
teorías científicas, los métodos matemáticos, las obtenciones vegetales o animales, los descubrimientos
de sustancias naturales, los métodos comerciales o para el tratamiento médico (en oposición a
productos médicos), por lo general, no son patentables.
Duración de la Protección
El derecho exclusivo tiene una duración de 20 años improrrogables, contados a partir de la fecha de
presentación de la solicitud, durante los cuales el titular puede impedir que terceros exploten el
invento. Pasado ese lapso, la patente pasa a ser de dominio público y cualquier persona puede hacer
uso de la misma sin tener que abonar regalías al titular.
Fundamento de la Publicidad
Todos los titulares de patentes deben, a cambio de la protección de la patente, publicar información
completa sobre su invención, a fin de enriquecer el cuerpo total de conocimiento técnico del mundo.
El fundamento de dar a conocer al público los detalles de la invención es la creencia de que las
enseñanzas técnicas derivadas de esa solicitud pueden servir de base para que terceros desarrollen
perfeccionamientos sucesivos, contribuyendo a un mayor avance en el estado de la técnica.
El mayor volumen de conocimiento público promueve una mayor creatividad e innovación en otras
personas.
Art. 34 - Las patentes de invención otorgadas son de público conocimiento y se extenderá copia de la
documentación a quien la solicite, previo pago de los aranceles que se establezcan.
Una vez solicitada la patente, lo que posee el solicitante es un derecho en expectativa, que recién se
otorga cuando la patente se concede. Cualquier conflicto que pudiera surgir entre un solicitante al que
se le ha concedido su patente y un posible infractor que tuviera el producto del solicitante en el
mercado, deberá ser dirimido en el ámbito judicial.
Una vez concedida la patente, debe abonar una tasa, si no se abona la anualidad correspondiente, se
opera la caducidad de pleno derecho, es decir, caduca la patente.
Tanto en Argentina como en el resto del mundo, la protección que brinda el registro es nacional. Por
lo cual, el solicitante deberá presentar la solicitud de patente en cada país donde desee
protegerla.
Beneficios de la Registración
Puede ejercer el derecho de exclusividad sobre el invento, por el término que le acuerda la ley,
impidiendo que terceros sin su consentimiento realicen actos de fabricación, uso, oferta para la venta,
venta importación del producto o procedimiento patentado.
Modelos de Utilidad
Ley N° 24.481
Modelo de Utilidad: es Toda disposición o forma nueva obtenida o introducida en herramientas,
instrumentos de trabajo, utensilios, dispositivos u objetos conocidos que se presten a un trabajo
práctico, en cuanto importen una mejor utilización en la función a que estén destinados.
La patente del modelo de utilidad se otorga únicamente a una disposición o forma nueva al invento
ya conocido, que consigue un mejor aprovechamiento del uso.
Novedad
Aplicación industrial
Esto significa que el objeto sea realmente novedoso y que además le sea conferida una mejor “utilidad”
por medio de alguna innovación en su estructura o presentación, no importando que el uso de esta
modificación sea obvio para una persona del oficio de nivel medio. Por ejemplo, cuando se generalizó el
uso de vasos de tergopol con tapa para transportar infusiones calientes, alguien inventó la tapa con un
orificio para beber.
Los modelos de utilidad se otorgan por 10 años y todos los aranceles del trámite corresponden al
50% de los de patentes.
El certificado de los modelos de utilidad tendrá una vigencia de DIEZ (10) años improrrogables,
contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud.
Son aplicables al modelo de utilidad las disposiciones sobre patentes de invención que no le sean
incompatibles.
b) Por renuncia del titular. En caso que la titularidad de la patente pertenezca a más de una persona, la
renuncia se deberá hacer en conjunto. La renuncia no podrá afectar derechos de terceros.
c) Por no cubrir el pago de tasas anuales de mantenimiento al que estén sujetos, fijados los
vencimientos respectivos el titular tendrá un PLAZO de gracia de CIENTO OCHENTA (180) días para
abonar el arancel actualizado, a cuyo vencimiento se operará la caducidad, salvo que el pago no se
haya efectuado por causa de fuerza mayor.
d) Cuando concedido el uso a un tercero no se explotara la invención en un PLAZO de DOS (2) años
por causas imputables al titular de la patente.
Marcas
Ley 22.362
Marca: es todo signo con capacidad distintiva, que permite diferenciar un producto o un servicio de otro.
La calidad de los productos o servicios serán conocidos a través de su identificación con la marca que
los designa, de allí que en muchos casos, el valor de “la marca” sea mayor que el que representan otros
bienes que pueda poseer la empresa.
El término de duración de la marca registrada será de Diez (10) años. Podrá ser renovada
indefinidamente por períodos iguales si la misma fue utilizada dentro de los Cinco (5) años previos a
cada vencimiento, en la comercialización de un producto, en la prestación de un servicio, o como parte
de la designación de una actividad.
La transferencia de la marca registrada es válida respecto de terceros, una vez inscripta en la Dirección
Nacional de la Propiedad Industrial. La cesión o venta del fondo de comercio comprende la de la marca,
salvo estipulación en contrario.
La regla básica establecida por el INPI (Instituto Nacional de Propiedad Intelectual) es que cualquier
signo que tenga aptitud para distinguir productos o servicios es registrable, salvo que se encuentre
incluido dentro de las prohibiciones establecidas en la ley. Le garantiza la propiedad y el uso
exclusivo de la marca, pudiendo ejercer todas las defensas por el uso no autorizado por parte de
terceros.
Es Marca
Art. 1 - Pueden registrarse como marcas para distinguir productos y servicios: una o más palabras con
o sin contenido conceptual; los dibujos; los emblemas; los monogramas; los grabados; los estampados;
los sellos; las imágenes; las bandas; las combinaciones de colores aplicadas en un lugar determinado
de los productos o de los envases; los envoltorios; los envases; las combinaciones de letras y de
números; las letras y números por su dibujo especial; las frases publicitarias; los relieves con capacidad
distintiva y todo otro signo con tal capacidad.
No es Marca
a) los nombres, palabras y signos que constituyen la designación necesaria o habitual del producto o
servicio a distinguir, o que sean descriptos de su naturaleza, función, cualidades u otras características.
b) los nombres, palabras, signos y frases publicitarias que hayan pasado al uso general antes de su
solicitud de registro.
d) el color natural o intrínseco de los productos o un solo color aplicado sobre los mismos.
No Puede ser Registrado
a) Una marca idéntica a una registrada o solicitada con anterioridad para distinguir los mismos
productos o servicios.
b) Las marcas similares a otras ya registradas o solicitadas para distinguir los mismos productos o
servicios.
d) Las marcas que sean susceptibles de inducir a error respecto de la naturaleza, propiedades, mérito,
calidad, técnicas de elaboración, función, origen, precio u otras características de los productos o
servicios a distinguir.
e) Las palabras, dibujos y demás signos contrarios a la moral y a las buenas costumbres;
f) las letras, palabras, nombres, distintivos, símbolos, que usen o deban usar la Nación, las provincias,
las municipalidades, las organizaciones religiosas y sanitarias.
g) Las letras, palabras, nombres o distintivos que usen las naciones extranjeras y los organismos
internacionales reconocidos por el gobierno argentino.
h) El nombre, seudónimo o retrato de una persona, sin su consentimiento o el de sus herederos hasta el
cuarto grado inclusive.
El titular de la marca puede autorizar su uso por terceros mediante contratos de licencia, tanto
exclusivas como no exclusivas, venderlas en forma total o parcial por productos u obtener créditos
ofreciéndolas en garantía con registro de prenda.
La solicitud de una marca debe realizarse individualmente por cada clase de productos o de servicios
descripta en la Clasificación de Niza establecida para el registro de marcas. Esta clasificación incluye
34 clases de productos y 11 de servicios.
El periodo que cubre la inscripción es de 10 años contados desde la fecha de concesión del registro,
renovable por plazos iguales y sucesivos. Las marcas tienen validez territorial, por ello se deberá
solicitar el registro en todos aquellos países en donde se desee protegerla.
Adquisición
La propiedad de la designación se adquiere con su uso y sólo con relación al ramo en el que se utiliza,
debiendo ser inconfundible con las preexistentes en ese mismo ramo.
Prescripción y Oposición
Art. 29 - Toda persona con interés legítimo puede oponerse al uso de una designación.
La acción respectiva prescribe al año desde que el tercero comenzó a utilizarla en forma pública y
ostensible o desde que el accionante tuvo conocimiento de su uso.
Modelos y Diseños
Industriales
Decreto Ley Nº 6673 - 9/8/63
Modelo Industrial: es la forma incorporada a un producto industrial y que le confiere carácter
ornamental.
Mientras que en el modelo industrial se protege esta forma ornamental incorporada, en el modelo de
utilidad se protege la optimización de la función para el cual está concebido un objeto, herramienta,
utensilio o dispositivo.
a) Aquellos modelos o diseños industriales que hayan sido publicados o explotados públicamente, en el
país o en el extranjero, con anterioridad a la fecha del registro. Sin embargo, no se reputan conocidos
los modelos o diseños divulgados dentro de los seis (6) meses que preceden a la fecha de la
presentación de la solicitud o de la prioridad cuando reúnan las siguientes condiciones:
1. Que tal divulgación hubiese sido resultado directa o indirectamente de actos realizados por el autor o
sus sucesores legítimos.
2. La divulgación proveniente de un tercero por un acto de mala fe o infidencia; de un incumplimiento de
contrato u otro acto ilícito cometido contra el autor o sucesor legítimo.
b) Los modelos o diseños industriales que carezcan de una configuración distinta y fisonomía propia y
novedosa con respecto a modelos o diseños industriales anteriores;
c) Los diseños o modelos industriales cuyos elementos estén impuestos por la función técnica que debe
desempeñar el producto;
Art. 7 - La protección concedida por el presente decreto tendrá una duración de cinco años, a partir de
la fecha del depósito y podrá ser prolongada por dos períodos consecutivos de la misma duración, a
solicitud de su titular.
El titular de un registro de modelo o diseño podrá cederlo total o parcialmente bajo las condiciones que
estime conveniente. El cesionario o sucesor a título particular o universal no podrá invocar derechos
emergentes del registro mientras no se anote la transferencia en la Dirección Nacional de la Propiedad
Industrial.
El titular de un registro de modelo o de diseño tiene una acción judicial contra todo aquel que, sin
autorización, explota industrial o comercialmente, con relación a los mismos o diferentes productos, un
diseño depositado o imitaciones del mismo. La acción podrá entablarse, ante los Tribunales Federales,
por vía civil para obtener el resarcimiento de daños y perjuicios y la cesación del uso, o por vía penal si
se persigue, además, la aplicación de las penas que la ley establece.
Trámite de Registración y
Efectos
Marcas y Señales
Algunos aspectos prácticos de la registración:
Si bien depende de cada provincia, el trámite suele tardar unos pocos meses
La petición debe ingresarse en formularios tipo. En algunas provincias se baja por Internet desde
la página del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El pago de la tasa es obligatorio, como así también el de un canon para conservar la propiedad
de la marca o señal, el que suele ser anual.
El trámite se debe hacer por ante el Ministerio respectivo, pero este suele establecer canales de
recepción en Sociedades y Asociaciones rurales, así como también en ciertos municipios o
comunas.
Derechos de Autor
Depósito de las obras, recibo provisorio:
En el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual deberá depositar el editor de las obras (…),
tres ejemplares completos de toda obra publicada, dentro de los tres meses siguientes a su
aparición. Si la edición fuera de lujo o no excediera de 100 ejemplares, bastará con depositar un
ejemplar.
No se admitirá el registro de una obra sin la mención de su "pie de imprenta". Se entiende por tal,
la fecha, lugar, edición y la mención del editor.
El que se presente a inscribir una obra con los ejemplares o copias respectivas, será munido de
un recibo provisorio.
De la resolución podrá apelarse al ministerio respectivo, dentro de otros diez días y la resolución
ministerial no será objeto de recurso alguno, salvo el derecho de quien se crea lesionado para iniciar el
juicio correspondiente, en el Juzgado Federal de turno, bajo patrocinio de abogado.
El formulario K completo
Fotografías de la obra a registrar (frente y perfil) ubicadas en una hoja en blanco en la que
además deberá indicarse el nombre de la colección (si correspondiera), título de la obra, nombre
y apellido del autor y una breve descripción de la misma.
Este material deberá presentarse en una carpeta.
También debe acompañarse una certificación del lugar y fecha de exhibición.
El trámite no es personal y se inicia en el Ente Cooperador Cámara Argentina del Libro. Av. Belgrano
1580 - 4º piso - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se puede realizar la gestión por correspondencia (sólo desde el interior del país), enviando un giro
postal o cheque a la orden de Cámara Argentina del Libro.
Letra y Música
Este trámite contempla la custodia de letra o música en forma separada.
No es obligatorio.
Puede realizarse:
1. En la sede central de SADAIC, de forma personal por el autor, por intermedio de un representante o
por correo.
3. Por correspondencia, enviar un giro postal por el valor del formulario, a la orden de: “Fondo
Cooperador - Ley 23412 - DNDA – SADAIC”.
A vuelta de correo, recibirá un formulario que deberá completar teniendo en cuenta que la firma del
autor debe estar certificada por autoridad bancaria, policial o ante escribano.
La firma del escribano, en el caso en que este no pertenezca a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
debe estar legalizada por el Colegio de Escribanos de la localidad a la que corresponda.
Debe presentarse:
Formulario completo.
Una copia de la obra, en cualquier soporte, dentro de un sobre cerrado y lacrado. El cierre del
sobre debe estar firmado por el o los autores.
DNI, LC, LE, Cédula del Mercosur, Pasaporte o Cédula de Identidad extranjera de países
limítrofes.
Software
Este trámite no es obligatorio; es personal y contempla la custodia de obras de software.
Se inicia en el Ente Cooperador CESSI. Paraguay 541 – 6º Piso - Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(existen algunas delegaciones provinciales).
Debe presentarse:
Formulario E completo.
Una copia de la obra –en cualquier soporte– dentro de un sobre cerrado y lacrado.
El cierre del sobre debe estar firmado por el o los autores.
DNI, LC, LE, Cédula del Mercosur, Pasaporte o Cédula de Identidad extranjera de países
limítrofes.
Marcas
Trámite inicial de registro:
Las marcas, al igual que los demás derechos de propiedad industrial, se inscriben en el INPI (Instituto
Nacional de la Propiedad Industrial).
Presentar una solicitud por cada clase en que se solicite, de entre los productos y servicios
enumerados en la clasificación de Niza. Las empresas multinacionales inscriben su marca en
todas las categorías, para evitar invasiones. La solicitud debe contener el nombre del
peticionante, su domicilio real y un domicilio especial constituido en la Capital Federal, la
descripción de la marca y la indicación de los productos o servicios que va a distinguir. Es
importante tener en cuenta que sin domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no
puede realizarse el trámite.
Dentro del mismo plazo, los interesados podrán impugnar la solicitud por escrito y ante el INPI. Las
oposiciones son notificadas al solicitante.
El solicitante deberá tramitar en sede judicial (tribunales federales) un proceso para el retiro de la
oposición. Este constituye un verdadero juicio y se necesita patrocinio de abogado con matrícula
federal. El trámite es el del juicio ordinario, (o sea, el proceso más largo y gravoso de todos los que
encontramos en sede civil).
Si transcurriese un año desde la notificación sin que el solicitante haya iniciado el trámite de retiro de la
oposición por ante la justicia, o sin que haya alcanzado un acuerdo con el opositor, se tiene por
abandonada la solicitud de registración.
Recordemos que el término de duración de la marca registrada es de diez (10) años, pudiendo ser
renovada indefinidamente por períodos iguales si la misma fue utilizada dentro de los cinco
años previos a cada vencimiento.
El trámite para la renovación del registro es igual a la inscripción inicial, debiendo acompañarse también
una declaración jurada en la que se consigne que la marca fue utilizada, por lo menos en una de las
clases, o si fue utilizada como designación, y se indicará, según corresponda, el producto, servicio o
actividad.