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INTRODUCCIÒN
Los diferentes sistemas de producción pecuarios pretenden, a través del manejo, alimentación,
cuidado de la salud y las condiciones de tenencia de los animales de granjas, adecuados niveles
de producción de alimentos de origen animal con calidad, de forma rentable y sin agredir el
medio ambiente. La cantidad de animales a mantener en producción podrá crecer en la misma
medida que la cantidad de alimentos a emplear crece y las especies a criar estarán en función
no sólo de la cantidad de alimentos sino también de su tipo. Por ejemplo, una unidad de ganado
mayor (UGM), con peso vivo equivalente a 500 kg. Necesita diariamente 15 kg. de materia seca
(MS), si disponemos de 30 kg. podremos tener 2 UGM pero si contamos con sólo 20 kg.
entonces podríamos mantener una sola unidad de ganado sin depender de entradas externas.
Si en el ejemplo anterior el alimento disponible está compuesto solamente por pastos y forrajes
no podríamos pensar en incluir la crianza de gallinas dado que estos alimentos no son digeridos
por las aves; si el agricultor desea incluirlas entonces implementará la producción con granos y
otros alimentos apropiados con el consiguiente uso diversificado de sus tierras.
La crianza de animales demanda un suministro diario de alimentos durante todo el año, cada
agricultor toma decisiones acordes con la estacionalidad climática en el medio geográfico
específico donde actúa y plantea las estrategias para aprovechar al máximo la capacidad de
fotosíntesis de la comunidad de plantas de su agroecosistema.
Bajo condiciones tropicales no queda otra alternativa que buscar sistemas económicos de
producción utilizando como base, animales "cruzados" mantenidos con el alimento que seamos
capaces de producir. La autosuficiencia alimentaria es la base de la rentabilidad de cualquier
proceso ganadero, este mecanismo tiene importantes méritos que deben considerarse, entre
estos, tal vez sea la amplia capacidad de producción que anualmente se puede lograr en las
zonas tropicales.
La producción moderna está regida, entre otros factores, por la racionalidad, intensificación,
productividad y disminución de los costos. La productividad de cualquier sistema suele medirse
en kg. de leche o carne por unidad de superficie, toneladas de carne por puerca al año,
conversión, etc. ella determina que si nos proponemos ser costeables, se debe alcanzar una alta
rentabilidad en el proceso productivo y prestar atención en orden de prioridad al nivel de
producción y de fertilidad a lograr en el ganado. El sistema que se elija debe ser sólido,
sistemático, sencillo e integral, para poder cumplir los objetivos de su implementación.
En la década de los años 80, hubo años donde se produjeron más de 900 millones de litros de
leche, duplicando los niveles de los primeros años, se organizaron los servicios veterinarios
masivos. Los avances fueron extraordinarios y la ganadería vacuna era un orgullo más de la
obra revolucionaria.
La existencia total de ganado vacuno alcanzó su valor máximo en 1967 con 7,2 millones de
cabezas. A partir de 1975 se produce una reducción progresiva de la masa total que se mantuvo
hasta 1993. En los análisis efectuados en la década de los años 80 se consideró que la falta de
integralidad de complemento de los ciclos, el desbalance de alimentos contra capacidades,
determinado en gran medida por el insuficiente aporte de los pastos y el mal manejo, eran las
causas de esta situación. Los indicadores nacionales, en término de eficiencia productiva y
reproductiva, eran desfavorables, lo cual determinó el estancamiento en la producción de leche y
un ritmo de decrecimiento en el quinquenio 86 –90 del 4,3%.
Durante la etapa de crisis disminuyó la inseminación artificial y se incrementó el uso de los toros
en monta dirigida, también se incrementó el ordeño manual, la crianza del ternero pasó de la
forma artificial a la natural en la mayoría de las unidades y la ceba estabulada fue transferida al
pastoreo. El desbalance entre los nacimientos y las pérdidas totales determinó el que no se
lograra ni la reproducción simple del ganado con la agravante de que el rebaño había
envejecido debido a las grandes pérdidas de categorías jóvenes. También se transformó la forma
de tenencia, en esos momentos el sector estatal apenas poseía el 35% de la masa total de
vacunos existentes en el país.
Al concluir 1999 en Cuba se empleaban unas 165414 caballerías de tierra para la producción
ganadera, de ellas el 19% ocupadas con pasto mejorado, el 58% por pastos naturales no
mejorados), el 21% de la tierra cubierta de montes y maniguas y el área restante se empleaba en
el auto consumo, el 39% del área estaba infectada de aroma y marabú. Camagüey es la
provincia que más área dedica a la ganadería con 37159 caballería y solo posee el 14% del
pasto mejorado, es la que más montes y maniguas tiene, al igual que aroma y marabú.
De las 11213 fincas ganaderas que existen en el país, 6107 se dedicaban a la producción de
leche, del total de fincas existentes solo 1239 (11 %) lograban la autosuficiencia alimentaria, el
23 % estaba acuartonada, el 54 % poseía caña de azúcar en sus áreas de forraje y el 44 % king
grass.
Las necesidades de heno anual en el país sobrepasan las 800 toneladas y ni aun así se cubre
más allá del 60% de las necesidades. En cuanto a la producción de ensilaje sus resultados son
modestos no llegando a cubrir ni siquiera el 10 % de las necesidades.
Entre los problemas fundamentales que hoy caracterizan la ganadería se encuentran los
siguientes:
La carencia de los insumos fundamentales en la ganadería, es una de las causas que afecta la
eficiencia productiva en nuestros rebaños, lo que unido a las indisciplinas laborales y
tecnológicas, la insuficiente búsqueda de soluciones internas y la poca vinculación del salario a
los resultados, han dado al traste con la ganadería vacuna en el país.
Como el país no está en posibilidades de destinar los recursos necesarios para una recuperación
al nivel anterior a 1990 se hace necesario reconvertir las tecnologías de explotación del ganado
vacuno a fin de cubrir sus necesidades nutricionales a partir de pastos y forrajes, utilización del
sistema silvopastoril, uso de un mayor nivel de caña de azúcar en la dieta, incremento del uso
del King grass, empleo de los bancos de proteínas, etc.
Los sistemas especializados para la producción de leche y carne vacuna en Cuba, dependían en
más del 60 % de alimentos ajenos a la unidad con un alto gasto en divisas al tener que importar
cereales, concentrados proteicos, vitaminas, minerales, fertilizantes, combustibles, lubricantes y
maquinarias. Reducir tal grado de dependencia es el desafío actual y futuro que implica ante
todo hacer un uso más racional del suelo, diversificar la producción vegetal en la ganadería y
producir más cantidad de alimentos por unidad de suelo disponible.
Por lo general los agricultores que se dedican a la producción de viandas y hortalizas prodigan
un cuidado esmerado al suelo y sus cultivos, a fin de lograr altas cosechas, otro tanto deberían
hacer los ganaderos, pero estos frecuentemente dejan en manos de la naturaleza la producción
del alimento destinado a los animales, sobre todo si es pasto y dejan a la intuición de sus
animales la forma en que se ha de hacer la recolección del alimento.
Una de las forma de mejorar la eficiencia productiva en esta rama es reduciendo el costo de
producción. Cuando de producción de leche o carne a partir de pastos y forrajes se trata, las
bondades del sistema toma en cuenta que este alimento no compite con la alimentación humana
y es más barato, por otra parte, se puede hacer un uso más racional del concentrado a fin de no
encarecer el proceso y mejorar la eficiencia productiva.
Mientras mayor sea el volumen de producción que obtengamos en la finca, teniendo en cuenta
todos los aspectos vinculados con el uso de los medios y objetos de trabajo, así como con la
fuerza de trabajo, el gastos será menor o igual y por lo tanto aumentarán las ganancias.
2. Sistemas de producción
En el proceso productivo con los animales domésticos intervienen además del hombre y los
animales, las instalaciones, los equipos e instrumentos de trabajo, alimentos, fertilizantes,
semillas, el suelo, etc. La eficacia del proceso se valora e través del resultado productivo y
económico, la meta es alcanzar altos rendimientos con productos de buena calidad a bajos
costos, lo cual depende de la forma en que se utilicen y conjuguen todos los elementos.
El sistema de producción a utilizar es uno de los elementos más importante a tener en cuenta
por el productor ya que su elección depende de los recursos disponibles, condiciones climáticas
de la zona, etc. La meta es lograr la mayor producción individual y por unidad de superficie de
forma rentable. Elevando la calidad de lo producido, los ingresos por venta se aumentan, aun
cuando no se eleven los niveles productivos, otro tanto puede decirse cuando aumentamos la
producción y los precios no disminuyen.
Cualquiera sea el sistema empleado, el ganadero debe actuar sobre la materia prima vegetal
que él mismo produce y sobre las condiciones de trabajo de esta materia, es decir, sobre el
alimento y su producción. Por eso, todas las medidas que se tomen en la finca para elevar los
volúmenes de producción que tienen como base una mejor utilización de la fuerza de trabajo
aumentan la productividad del trabajo.
3. Control del proceso
Control es ante todo el instrumento de trabajo que permite orientar los esfuerzos hacia el punto
neurálgico del sistema, allí donde se detectan los problemas, controlar es llevar los registros de
todos los eventos que ocurren en el proceso productivo, tanto desde el punto de vista individual
como colectivo. Cuando se controla se comprueba, fiscaliza, vigila, inspecciona y regula la
marcha del plan establecido.
El control es una actividad productiva, sin control no hay Genética, no se puede mejorar la
alimentación ni el manejo. Cómo saber cuándo un animal es buen productor si no mido su
producción, si no lo puedo comparar con los demás, el problema no es solo poder identificar los
animales buenos y malos, sino evaluar la eficiencia productiva bajo las condiciones específicas
de un sistema dado.
Para tener una idea somera sobre este aspecto haremos algunas consideraciones sobre los
conceptos de índice, parámetro e indicador.
Índice
Parámetro
Es un valor o concepto general, estándar, específico, no variable, que se utiliza como punto de
referencia para enmarcar la cantidad y calidad de los elementos a tener en cuenta a la hora de
evaluar un proceso, puede ser numérico o no. Es un punto de partida para el análisis, una
información que en un conjunto dado sirve para identificar cada uno de los elementos aislados.
Indicador
Acción y efecto de indicar, que indica o sirve para indicar, valor concreto que se utiliza para
valorar los cambios ocurridos en el proceso productivo. Es un valor numérico que resume el
comportamiento temporal de una variable, es el resultado del análisis de dicho valor en el
tiempo. Expresa las variaciones de una magnitud estadística y económicamente medible.
El indicador es la prescripción de una determinada pauta después de analizar lo ocurrido, es el
reflejo del índice en el pasado, valor real del índice después de haber ocurrido el hecho, número
que resulta informativo y representativo de una situación económica o productiva dada y que a la
vez refleja los cambios ocurridos en el índice. Valor que se presenta después del movimiento real
del ciclo productivo y económico.
Cuando se conoce el indicador se está en posibilidad de valorar las tendencias en una situación
dada y facilita la identificación de las causas de cualquier fenómeno. Para tener una idea de la
importancia del control, veamos algunos de los aspectos que se controlan para la elaboración del
Balance Alimentario, sin los cuales no sería posible el diagnóstico del estado alimentario del
rebaño ni se podrían hacer las correcciones pertinentes al respecto:
3. Permite aplicar la vinculación salarial a los resultados del proceso por su cantidad y calidad.
Lo más probable es que un solo tipo de indicador no sea suficiente para valorar en su justo
medio el proceso productivo, en cualquier caso resulta aconsejable combinar varios tipos
haciendo hincapié en los que miden la eficiencia biológica y económica.
Los indicadores reproductivos constituyen una valiosa herramienta de trabajo para evaluar la
marcha del proceso reproductivo, su eficiencia y regularidad. Entre los más conocidos se
destacan los siguientes:
Índice de no retorno o de concepción aparente, valor que refleja el por ciento de novillas
y vacas que no presentan celo, después de haberse inseminado o montadas por el
semental, en un periodo superior a los 30 días. La confiabilidad de este indicador crece
en la medida que pasa el tiempo después del servicio, debe ser mayor del 70% después
de los primeros 30 días.
Tasa de parto o índice de parto, es el indicador que mide el porcentaje de hembras que
paren al término de un año. Es el % que realmente pare del total gestante, después de
deducirle el índice de no parto.
Otros indicadores muy usados son el índice de inseminación, el intervalo parto primer servicio, el
periodo de servicios y el intervalo parto-parto.
Los resultados productivos y reproductivos pueden y deben ser medidos, los controles a realizar
serán de tipo moral, biológico y económico. En cualquier caso todo control debe propender a un
beneficio social, por ello combinarán las formas. Por tanto, las mediciones serán precisas,
claras, de fácil cálculo y comparables tanto nacional como internacionalmente.
Indicadores morales
La forma moral más comúnmente empleada y generalizada en Cuba para medir el resultado de
la gestión en la ganadería es el cumplimiento de los planes establecidos, principalmente en sus
productos finales como son la leche, la carne o la cantidad de huevos producido anualmente.
Ellos son productos inmediatos del proceso productivo y se miden a través de indicadores
cuantitativos. También se deben medir los resultados mediatos como puede ser el crecimiento
del rebaño, las bajas, el incremento del rebaño, etc.
A veces estamos tan cerca de los árboles que no vemos el bosque y suele resultar que tratando
de producir hoy a toda costa solo atendemos al producto inmediato y nos olvidamos del mañana,
corriendo el riesgo de que en un plazo relativamente breve la masa comience a disminuir y en
consecuencia baje la producción de leche o carne, tal como ocurre en algunas empresas.
Todos sabemos que la cantidad de leche a producir diariamente es una función del número de
vacas en ordeño, de la producción promedio que se alcance por vaca en ordeño y de los días de
lactancia promedio diario del rebaño en producción. Por lo tanto, en aquellos rebaños donde la
masa decrece, aun cuando la producción diaria aumente producto de un mayor número de vacas
en ordeño o mayor producción individual, estos resultados positivos serán momentáneos pues
invariablemente comenzará a disminuir cuando el rendimiento individual llegue al tope
tecnológico o biológico y no habrá sustitutos.
Aun así, los indicadores globales dan una idea bastante vaga de la eficiencia del proceso. Se
puede cumplir un plan siendo menos eficiente que otro productor que no haya cumplido el suyo,
esto estará en dependencia de la objetividad con que se trazó el plan, lo cual resulta bastante
problemático en los procesos biológicos. Por tales razones algunos especialistas consideran que
la estadística en estos casos resulta ineficaz.
También puede ocurrir que cuando solo se usan los indicadores globales y los morales el efecto
social esté disminuido. Esto sucede cuando la producción no es rentable y grava el presupuesto
estatal disminuyendo el ritmo de desarrollo, cuando son producciones contaminantes o cuando
ocasionan el empobrecimiento del suelo.
Para todos los dirigentes y obreros que intervienen en el proceso productivo resulta claro que
cumplir con los planes de producción tiene un significado moral muy grande, sin embargo si se
da la mayor importancia a este indicador y no se consideran otros de aparentemente menor
importancia se puede estar resolviendo el problema de hoy pero no el de mañana. No se debe
producir a toda costa y a cualquier costo.
Indicadores biológicos
Existe una enorme cantidad de indicadores de eficiencia biológica, sus características dependen
de la especie biológica en producción, del nivel de control que se posea y de la intención del
productor. Estos indicadores se emplean para medir la eficiencia del proceso productivo. En el
ganado vacuno se pueden mencionar los siguientes:
Índice de natalidad.
Rendimiento de la canal.
Peso de la canal.
Conversión alimentaria.
Existen otros muchos indicadores biológicos no tan inmediatos, pero de enorme importancia ya
que miden aspectos tales como la mortalidad, la supervivencia, la eficiencia reproductiva, etc.
Indicadores económicos
También en este sentido existe un número grande de indicadores, pero los más empleados son:
Relación ingresos/costos.
Existe una relación directa entre el costo de producción y la relación entre los ingresos y los
egresos. Para las condiciones de Cuba, en los sistemas de producción de leche y carne a partir
de pastos con mínima suplementación o con banco de proteínas, el gráfico que aparece a
continuación muestra claramente esta relación.
ingreso/egreso
2
1.5
1
0.5
0
0,2 0,6 costo del litro de leche en pesos
Esta relación (r= 0,98) evidenció que en estas condiciones producir con costos de producción del
litro de leche por encima de los 43 centavos conduce a un balance económico negativo e
irrentable.
Uno de los indicadores más importantes en la producción de leche o carne vacuna a partir del
pasto es la producción por unidad de superficie. Este indicador evalúa el grado de explotación de
los animales y del suelo, pero también está muy relacionado con el beneficio económico que se
obtiene por unidad de superficie. Cualquiera sea el sistema empleado cuando la producción por
unidad de superficie se incrementa también se incrementa la ganancia económica anual.
Tema II Producción Bovina
En diferentes partes del mundo se ha venido empleando, desde hace más de un siglo, la práctica
de combinar recursos tales como la tierra y los animales en sistemas agrarios mediante la
interrelación espacial y temporal del cultivo de plantas de ciclo corto, anuales, arbustos y árboles
perennes y la crianza de diferentes especies animales. Esto ha perdurado como modelo de
producción en diversos medios geográficos y con culturas diferentes, aún cuando desde
mediados de la segunda mitad del siglo XX la especialización de los agroecosistemas ha
facilitado el empleo de tecnologías de altos insumos que han atentado contra la sostenibilidad
ecológica del ambiente.
1. Estabulación
Cero pastoreo, las 24 horas del día los animales permanecen en el establo, corral o jaula, puede
hacerse todo el tiempo todo el año o por época. Las particularidades del sistema dependen del
alimento disponible, época del año, disponibilidad de recursos materiales y humanos. Este
sistema está ampliamente generalizado en los países de clima frío y templado, donde durante el
invierno las bajas temperaturas y la ausencia de pasto obligan a mantener los animales en las
naves, lugar donde se le ofrecen los alimentos.
Los animales permanecen enclaustrados de forma libre o atados al lugar donde desarrollan todo
el ciclo productivo. Por lo general este sistema se aplica en los países desarrollados donde el
poder económico y la alta tecnología son condiciones necesarias para su aplicación aun cuando
no se descarta su aplicación no generalizada en los países en desarrollo y con las especies
menores. Si estabula por necesidad puede ser que emplee unos pocos animales, pero lo normal
es hacer unidades de miles de animales porque así se concentran los recursos y se aprovechan
mejor. Esta es una tendencia hacia la especialización.
Entre las ventajas que se le atribuyen al sistema podemos mencionar las siguientes:
Se puede emplear en gran medida el alimento de buena calidad porque se puede cosechar
cuando el mismo alcance la calidad deseada, incluso puede conservarse el excedente de la
época de abundancia.
Aumenta el control de los animales y de todos los procesos que se incluyen en el sistema.
Las excretas (como abono orgánico) pueden usarse en aquellas áreas que más lo necesitan.
Se logra una mejor conversión alimenticia a la vez que se reduce el gasto de energía.
Mayor gasto por inversión, lo cual reduce la capacidad de generalización del sistema.
En el caso del ganado vacuno, aun cuando las ventajas del sistema son ampliamente conocidas,
en el campo del comportamiento animal se da como inconveniente el que no puedan seleccionar
el alimento a consumir y como en nuestras condiciones la hierba es el alimento básico y este es
de menor digestibilidad, nuestros animales están peor alimentados.
En cuanto a la producción de leche con el sistema estabulado, casi no existía, solo unas pocas
vaquerías exhibían este sistema donde se ordeñaban las mejores vacas del país. La razón de
tan pobre desarrollo con este sistema estribaba en que se había adoptado como línea
estratégica la producción de leche a partir de pastos y forrajes porque la estabulación como
sistema en este tipo de propósito exigía el empleo de grandes cantidades de pienso lo cual
encarecía considerablemente el proceso.
Tanto la producción de carne como la de leche, mostraban resultados muy satisfactorios al punto
que para la década de los 90 se había planificado aumentar el número de cebaderos, pero la
crisis por la que atravesó el país y con él la falta de suministro de combustible, pienso,
electricidad, fertilizantes, etc., dio al traste con este sistema. Luego, la falta de mantenimiento de
las instalaciones y la acción depredadora de personas inescrupulosas terminaron con lo poco
que quedaba.
Los sistemas de producción animal deben ser ante todo sostenibles, la creación de microclimas
o ambientes artificiales controlados por el hombre, como ocurre en la estabulación altamente
especializada y proporcionar a los animales condiciones climáticas ideales para satisfacer los
requerimientos de los genotipos altamente productivos, no parece ser una solución viable en la
práctica productiva de la Cuba de hoy. La razón de esto radica en lo frágil que resulta este
ambiente, lo caro de su establecimiento y la alta demanda de insumos que requiere.
En la actualidad no se ha renunciado al sistema, por ello las aves y los cerdos se mantienen de
forma estabulada, pero no se está en condiciones de reiniciarlo en el ganado vacuno y si se hace
lo más probable es que su reinicio sea lento, en un tiempo más o menos largo y muy limitado en
cantidad. Hoy, quienes se aventuren en este sistema productivo, deben ante todo, evaluar la
rentabilidad del mismo, el costo por peso y su sostenibilidad y en consecuencia proceder. Un
sistema tan intensivo como la estabulación requiere de razas, medios y equipos tales como para
que combinados con los recursos humanos más capaces, logre una alta productividad al menor
costo posible.
2. Semiestabulación
En este sistema pueden existir tantas variantes como el hombre sea capaz de crear, así tenemos
aquella donde el productor mantiene en pastoreo todo el rebaño durante la época de abundancia
de pasto (de 3 a 6 meses) en dependencia de las características climáticas de la región, existe
otro método donde el productor combina el pastoreo con la estabulación diariamente
independientemente de la época del año, los criterios que avalan esta variante se fundamentan
en las posibilidades alimentarias, raciales o de otro tipo.
El sistema debe montarse de forma tal que se faciliten las operaciones de alimentación en las
naves, se garantice la alimentación todo el tiempo, se programen las operaciones de acarreo de
alimentos, se pueda medir el peso vivo de los animales, calcular la ganancia media diaria,
producción de leche por animal por día, la producción de biomasa por hectárea y por corte, nivel
de pérdida de forraje planificado en cada corte, transportación, posibilidades de empleo de
ensilaje y heno, etc.
En las vaquerías que no disponen de regadío por lo general el grupo de alta producción cubre
sus necesidades con el pasto durante la época lluviosa, pero en la época poco lluviosa, no
logran cubrir más allá del 20 %, por tanto, debe complementarse la dieta en la canoa; el grupo de
baja cubrirá con el pasto entre el 30 y 35 % de sus necesidades. En estas vaquerías los
animales pueden recibir en canoa hasta el 80 % de sus necesidades.
3. Pastoreo
Bajo condiciones tropicales no queda otra alternativa que buscar sistemas económicos de
producción de leche o carne utilizando como base animales adaptados a las condiciones
climáticas de la región mantenidos en pastoreo. Este sistema tiene importantes méritos que
deben considerarse, entre estos, tal vez sea la amplia disponibilidad de pastos a nivel tropical y
su extraordinario potencial para producir alimentos a bajos costos para los rumiantes.
Los sistemas alternativos para la ganadería y en particular para la ganadería vacuna, fuente de
los productos ganaderos de mayor consumo, se sustenta en tres elementos claves:
Los cerdos, aves y vacunos pueden alimentarse solo a partir de los pastos, pero la productividad
se reduce considerablemente, La acción de cosechar la hierba por los animales en el pastizal, el
hacer que el animal y la hierba se encuentren, es a lo que llamamos pastoreo. Cuando el animal
depende del pasto en un 100 % estamos hablando de pastoreo libre porque no se restringe el
tiempo de pastoreo para complementar la dieta en las naves con otros alimentos, si se limita el
tiempo de permanencia de los animales en el cuartón el pastoreo será restringido, no obstante,
los especialistas del país suelen llamar al pastoreo libre cuando el tiempo de permanencia diario
de los animales en el cuartón es superior a las 16 horas.
El pastoreo como sistema tiene numerosas variantes o métodos los cuales dependen de los
medios y recursos disponibles, época del año, condiciones climáticas, organización del manejo,
etc. El pastoreo comparado con la estabulación significa, entre otras cosas, el ahorro de una
gran inversión inicial, además de lo que se deja de gastar en equipos, combustible, etc. Es por
ello que se recomienda su empleo en los países subdesarrollados a la vez que se factibiliza el
empleo de subproductos de la industria y los residuos de cosechas.
El encuentro entre los animales y la hierba debe ocurrir en las horas más frescas del día y
cuando esta última haya alcanzado el punto óptimo para ser consumida, por lo tanto, después
que haya almacenado en sus raíces las reservas suficientes para garantizar un nuevo rebrote y
esté a punto de madurar.
SISTEMAS DE PASTOREO
Parece que no existe un consenso general que nos indique cuál sistema de pastoreo es
económicamente superior para la producción comercial de este ganado, sin embargo para la
tecnificación de una empresa ganadera se debe tener muy en cuenta la relación suelo-planta
animal como un solo conjunto. Para lograr mantener esta relación de forma armónica se deben
trabajar a la par todos los factores del medio, incluido el hombre. De todos estos la hierba es la
que va e reportar los mayores o menores beneficios de acuerdo con su adaptación y buena
utilización por parte del animal. En la generalidad de los casos se presenta una subutilización del
pastizal o bien un sobrepastoreo, fundamentalmente por el mal manejo de los animales y del
pastizal al no cumplirse adecuadamente las leyes universales del pastoreo.
Así mismo al suelo, considerado el nicho donde se desarrollan las plantas y de donde éstas
toman los nutrientes que determinarán su calidad y cantidad, se le debe dar un tratamiento
especial consistente entre otros de los siguientes aspectos: descompactación, control de plantas
indeseables y adecuadas practicas de fertilización que sirvan para reponer los nutrientes
extraídos a través de la materia seca de los pastos en cada cosecha, especialmente en las
empresas ganaderas donde la alimentación depende en más del 70 % del pasto y la producción
es alta, cantidades estas que difícilmente podrán producirse exclusivamente a base de pastos y
en donde es necesario la utilización de alimentos balanceados (concentrados) para poder
sostener le producción de vacas genéticamente altas productoras.
Clima.
Raza, genotipo o especie.
Tamaño de la finca.
Aspiraciones.
Los principios que rigen la producción a partir del pasto se pueden enunciar como sigue:
Los rendimientos en producto animal son mayores cuando los periodos de ocupación de
un cuartón son cortos y están precedidos de un tiempo de reposo largo.
Las leguminosas tienen ciclos vegetativos más largos que las gramíneas por lo que
requieren de un tiempo de reposo más prolongado.
Todos los pastos requieren de un tiempo de reposo suficiente para acumular reservas
nutritivas en sus raíces y garantizar un rápido rebrote.
El consumo de la hierba como forraje alcanza mayor producción por unidad de superficie
que el pastoreo.
1. El Pastoreo Extensivo
Es una antigua y primitiva técnica de pastoreo continuo donde los animales pastan libremente en
una extensa área poblada de pasto nativo(no mejorado), donde el esfuerzo laboral consciente
para organizar el pastoreo es escaso o nulo, se caracteriza por la baja carga sobre una extensa
área que impide la recuperación del pastizal por la continua defoliación del rebrote, incrementa la
presencia de plantas indeseables y zonas despobladas, se logra un bajo aprovechamiento del
pastizal, los animales gastan mucha energía en sus caminatas, la productividad por animal y por
unidad de superficie es baja al igual que la rentabilidad, por lo general para su explotación se
emplean animales rústicos.
Este sistema está ampliamente difundido en toda América Latina para la producción vacuna y en
todos los países de clima tropical y subtropical. En la mayor parte de los casos el empleo de una
carga adecuada mantiene el pastizal bajo, con buena relación hoja -- tallo y por tanto, en
condiciones aceptables.
Durante el periodo poco lluvioso, cuando escasea el pasto, los animales hacen un consumo tan
despiadado del mismo en algunas zonas, que provoca la aparición de áreas despobladas y
cuando se inicia la época de lluvia, allí se observa un incremento de plantas indeseables. Los
deficientes métodos de control y la falta de un plan sistemático de erradicación hacen que en
estas áreas proliferen las malezas.
El pastoreo extensivo se recomienda allí donde las condiciones de fertilidad del terreno son
malas y no justifican la inversión para el mejoramiento del pastizal. El pastoreo extensivo
también se conoce como Pastoreo Continuo, porque los animales permanecen en la misma
área todo el día, todos los días del año, algunos lo definen como Pastoreo Libre porque los
animales pastan libremente en el área sin ninguna restricción. En este sistema el momento en
que la hierba debe ser cortada por el animal está regido por un conjunto de factores variables
controlados por las condiciones climáticas y el comportamiento animal.
El pastoreo puede ser continuo y no ser extensivo, por ejemplo, si el área de pastoreo está
dividida en cuartones y allí los animales no rotan sino que permanecen todo el tiempo en el
mismo cuartón, el pastoreo es continuo pero no extensivo. Cuando el pastoreo es extensivo el
nivel de control sobre la masa animal es escaso o nulo dado que el nivel de organización del
proceso es muy bajo.
Como este sistema emplea carga baja por lo general se desaprovecha la producción de pasto
del periodo lluvioso, este se pasa en su madurez, se pone fibroso, disminuye el nivel de proteína
y baja considerablemente en su digestibilidad. En estas condiciones la capacidad de selección
del pasto que logran hacer los animales no compensa la baja calidad del pasto ofrecido y la
eficiencia del proceso se reduce considerablemente.
Se caracteriza por el empleo de dos o más cuartones por donde rotan los grupos de animales. A
medida que el número de cuartones es mayor, hasta un número razonable, existe la posibilidad
de darle un mejor manejo a los animales y al pastizal. Es un método moderno, de técnicas
científicamente probadas, donde los animales pastan por grupos, emplea una mayor carga sobre
pasto mejorado, es más productivo y emplea animales de mayor potencial genético.
Es el método de pastoreo más eficiente, no solo porque logra mayor producción sino porque
permite el cumplimiento de las Leyes Universales del Pastoreo, se puede mantener armónica la
relación suelo-hierba-animal, garantiza un mayor aprovechamiento del pastizal y la mejor
conversión del pasto en producto animal. El éxito del mismo radica en encontrar un balance
adecuado entre la necesidad de un alto rendimiento por unidad de superficie y la producción de
hierba de excelente calidad.
Los principales aspectos a considerar en el pastoreo rotacional son el tiempo de reposo de cada
cuartón después del paso de los animales, el tiempo de permanencia de cada grupo en el
cuartón en cada rotación y el tiempo que cada cuartón permanece ocupado por la totalidad de
los grupos. Además se debe tener en cuenta el número de animales, el área total de la finca, el
número de cuartones, productividad de la hierba, requerimiento de los animales, capacidad de
almacenaje y conservación de la hierba excedente de la época de abundancia de alimento,
tamaño de los cuartones, disponibilidad de otros alimentos, economía de la inversión y el empleo
de pastos mejorados.
Hay que hacer pastar bien a los animales llevándolos al pastizal a la hora más
conveniente.
El tiempo de reposo de cada cuartón debe ser suficiente y variable entre una rotación y
otra.
El tiempo de ocupación debe ser tal que logre el máximo de aprovechamiento sin
deteriorar el pastizal.
El tiempo de pastoreo efectivo debe ser lo suficientemente largo como para que el
animal consuma lo que necesite.
La finca debe tener suficientes cuartones para poder cumplir las leyes universales del
pastoreo.
El pastoreo intensivo tiene numerosas variantes que se aplican según posibilidades y que
marcan el grado de intensidad del método por el aprovechamiento que se haga del pastizal y el
nivel productivo que se alcance. Aun así algunos especialistas aseguran que el método de
pastoreo tiene poca Influencia sobre la eficiencia de utilización del pasto para la producción de
leche cuando la carga es baja, no obstante, el pastoreo intensivo o rotacional es el más
ampliamente utilizado para este tipo de producción.
Cuando se compara el pastoreo extensivo con el intensivo hay quienes aseguran que las
ventajas del segundo son tan escasas que no vale la pena invertir en cercas para hacer
cuartones, otros afirman que el sistema intensivo logra un incremento sustancial en producción
animal muy por encima del extensivo, además de garantizar mayor capacidad alimentaria en la
época más crítica.
Actualmente se consideran ventajas del Pastoreo Intensivo sobre el Extensivo las siguientes:
Mayor Ganancia Media Diaria en peso vivo (mejor alimentación y más estable).
Mayor control.
Para muchos especialistas las diferencias productivas entre el pastoreo continuo y el rotacional,
con baja carga, es solo ligeramente favorable al sistema rotacional (12—15% de superioridad
tanto para la producción individual como por unidad de superficie) y dan como posibles causas
de esta paridad las siguientes:
La mayor ganancia media diaria en peso vivo en el pastoreo rotacional (mejor condición
corporal), por estar mejor alimentados los animales (mayor estabilidad en la
alimentación).
En la producción de leche y carne vacuna se emplean algunas variantes del pastoreo intensivo
como es el pastoreo dirigido, variante que toma su nombre de la acción del hombre al llevar los
animales al cuartón que le corresponde y allí encerrarlo hasta que lo entienda conveniente, en
contraposición a este método está el autopastoreo donde los animales entran y salen del
cuartón cuando lo desean, el pastoreo rotacional en línea es otra variante donde los grupos
de animales rotan por los cuartones unos detrás de otro pasando todos por el mismo cuartón, si
el pastoreo no es en línea lo es por grupos independientes donde cada grupo posee un
número dado de cuartones por donde debe rotar.
Tanto el pastoreo dirigido como el autopastoreo pueden rotar en línea o por grupos
independientes. También el pastoreo puede ser nocturno, diurno, vespertino – nocturno,
según el momento en que los animales estén pastando.
Se emplea con grupos de exigencias homogéneas, no obstante, si se emplea con los grupos de
una vaquería es conveniente que los animales de mayor exigencias roten por los mejores
cuartones y si están cerca de las naves de sombra mejor. Esta variante exige que cada grupo de
animales consuma todo el pasto disponible, tanto el de mejor calidad del primer día como el peor
del último día, por ello los rendimientos no son regulares.
Utiliza todos los cuartones del pastizal y por cada uno pasan todos los grupos, con este método
se mejora la alimentación del rebaño porque a cada grupo se le da la posibilidad de que reciba la
cantidad y calidad de pasto que necesite. Después de hacer el balance alimentario y determinar
las necesidades de cada grupo se reorganiza el sistema para que roten los animales según sus
necesidades. Si fuese una vaquería, primero pasaba el grupo de alta por ser el de mayores
requerimientos luego el de baja y por último el grupo de vacas secas. Esta variante determina
que después del primer grupo cada uno de los siguientes encuentra menor cantidad de pasto en
el cuartón.
A veces en la vaquería existen más de tres grupos lo cual obliga a rotar combinando el pastoreo
en línea con el de grupos independientes, en estos casos puedes poner un grupo a pastar de
forma independiente y los demás en línea o puedes poner dos grupos a pastar en línea en una
zona y tres a pastar de la misma forma en otra zona.
En cuanto a las ventajas de uno y otro método no existen criterios científicamente probados de la
superioridad de uno sobre el otro, lo más probable sea que las investigaciones no hayan
abordado el tema con el rigor necesario y por un tiempo lo suficientemente largo como para
validar los resultados.
Autopastoreo
Consiste en el libre acceso de los animales al pastoreo para el libre consumo. Como el animal
viene y va según su voluntad es común ver que en las horas más cálidas del día están todos en
las naves de sombra. Da la impresión de que esta variante reduce el esfuerzo de los
trabajadores, no obstante, como incrementa la suciedad en las naves de sombra se dificulta la
limpieza y se incrementa el esfuerzo.
Pastoreo dirigido
En contraposición al método anterior existe el pastoreo dirigido que como su nombre lo indica el
hombre lleva y trae los animales de la nave al cuartón y del cuartón a la nave. Es la variante más
empleada porque el ganadero regula el tiempo para cada cosa en cada lugar, por lo tanto tiene
mayor control del proceso. Su principal ventaja radica en el mayor aprovechamiento del pastizal,
mayor control de los animales, reducción de la distancia hombre - animal y por tanto se facilita el
manejo.
Pastoreo diferido
Es una variante que como su nombre lo indica consiste en diferir el momento del pastoreo para
otra ocasión que se considere más oportuna o conveniente, normalmente en el país suele
reservarse parte del pastizal en las últimas semanas del periodo lluvioso, cuando aun el
crecimiento del pasto es notable, a fin de disponer de algo de pasto en el periodo seco. La razón
es guardar en el cuartón el pasto excedente para tratar de cubrir el déficit de la etapa de
escasez, lo cual se justifica si las necesidades son pocas.
Si el pasto es el único alimento a consumir por los animales esta variante puede emplearse si se
siguen las recomendaciones de los especialistas quienes indican destinar para este propósito los
cuartones de mejor composición botánica y en el momento de mayor disponibilidad. Reservar al
menos el 20 % del área o lo suficiente como para que alcance para todo el periodo crítico.
El manejo del pastizal cuando se difiere el pastoreo debe estar encaminado a lograr un buen
aprovechamiento del material disponible, puede hacerse el pastoreo restringido o racionado,
rotar por los cuartones los animales de menores requerimientos, etc.
También el pastoreo se puede diferir a comienzo del periodo lluvioso si se quiere ayudar a la
recuperación del pastizal que se deterioró durante el periodo poco lluvioso o el afectado por el
sobrepastoreo. Cuando se difiere el pastoreo a finales del periodo de lluvia, la intensión es
guardar el pasto para el periodo crítico. La cantidad de cuartones a segregar para su pastoreo
posterior está en dependencia del número de cuartones que se tenga, la disponibilidad de pasto,
características del suelo y tamaño del rebaño, en tal sentido no existen fórmulas porque no
existen dos lugares iguales ni condiciones.
Se le reconoce al pastoreo diferido la ventaja de ser de fácil aplicación y reducir el gasto en heno
y ensilaje, y como desventajas la de emplear un alimento de inferior calidad, fibroso, duro, poco
digestible, con una alta proporción de material muerto. Por otro lado cuando el periodo lluvioso
no es favorable hacia su final la producción de pasto se reduce considerablemente y se
compromete el futuro. Finalmente, se considera como una limitante a considerar el hecho de que
no se puede aplicar en todas partes.
Las recomendaciones más recientes indican que deben escogerse cuartones con más del 80 %
de su composición botánica poblada de pasto mejorado, preferiblemente pasto Estrella o
Bermuda cruzada # 1, en zonas de buen drenaje, pero no muy seco.
Pastoreo restringido
Una de las variantes más utilizada en Cuba es el pastoreo restringido que consiste en reducir el
tiempo de pastoreo efectivo a unas pocas horas al día y como que por general los animales no
logran en tan poco tiempo consumir todo el alimento que necesitan, se les complementa la
ración diaria con forraje u otro alimento voluminoso. Diversas son las razones que nos pueden
conducir a la aplicación de esta variante, desde el exceso de calor en una época dada, hasta la
conveniencia de alargar el tiempo de ocupación de los cuartones para alcanzar el tiempo de
reposo necesario en la época seca que es cuando más lo necesita el pastizal.
Pastoreo racionado
En la práctica pecuaria hay numerosas otras variantes del método de pastoreo rotacional que
reciben su nombre según la modalidad del empleo, así tenemos el pastoreo racionado donde
con el empleo de la cerca eléctrica se va racionando o dividiendo los cuartones en pequeñas
parcelas para que con el incremento de la carga instantánea y por ende de la intensidad de
pastoreo, se logre un mayor aprovechamiento del pastizal.
El Pastoreo Rotacional Racionado clasifica como el método de pastoreo más intensivo que
existe y surgió como resultado de la experiencia que en Dinamarca se tenía con el pastoreo a
soga donde se reportaba una alta eficiencia en la utilización del pasto. Se empleó por primera
vez en Nueva Zelanda en 1936 y aun se aplica con excelentes resultados. El método consiste en
restringir el área de pastoreo y brindársela en pequeñas dosis mediante el empleo de la cerca
eléctrica portátil, así se tiene la ventaja de poder emplearlo todo el año o por época e incluso por
trimestre, según convenga y permite adecuar la carga, con lo cual se incrementa el
aprovechamiento del pastizal.
Cuando la disponibilidad del pastizal es alta y el pasto de buena calidad, el pastoreo rotacional
racionado no ofrece muchas ventajas o superioridad comparado con el que se le da al rebaño el
cuartón completo si la carga no es constante, esto se debe a que el grado de superioridad se
diluye cuando la intensidad de pastoreo es alta en ambos casos.
Por lo general el pastoreo racionado se limita a poner en cada movimiento de la cerca eléctrica
una superficie nueva y variable en tamaño de pasto fresco a los animales, pero no es
conveniente que vuelvan a pastar en el área que lo hicieron anteriormente, por ello se le suele
hacer una manga con la misma cerca eléctrica para que puedan ir a tomar agua o regresar a la
nave sin comerse el rebrote. La superficie ofertada en cada desplazamiento puede y debe ser
variable a fin de satisfacer las exigencias de los animales y de las plantas.
En sentido general las ventajas del pastoreo racionado se pueden enunciar como sigue:
Es más uniforme.
El sistema de pastoreo por muy bueno que sea no logra sobreponerse a los problemas del
deterioro del pastizal y al sobrepastoreo cuando no se emplea una carga adecuada y el tiempo
de ocupación más conveniente. El mejor sistema es aquel que posibilita cumplir con las leyes
universales del pastoreo y mantener armónica la relación suelo – hierba – animal.
Para algunos el mejor método de pastoreo, cuando se emplea el ganado vacuno, es el que
reduce lo más posible la intensidad de pastoreo, garantiza no menos de 35 kg. de materia seca
por vaca por día y no permite que el pastizal se deteriore. Este criterio surge de los que tienen
como concepto de intensidad de pastoreo la intensidad de defoliación del pastizal.
El conjunto de plantas definidas como pasto que pueblan un área determinada se conoce como
pastizal. La composición botánica del pastizal es la relación porcentual de cada especie de
planta presente en el pastizal. La utilidad de su cálculo radica en la posibilidad de poder valorar
el potencial del pastizal en cuanto a su capacidad para producir la comida necesaria para los
animales, nivel de integridad o deterioro del mismo, proporción de plantas indeseables, eficacia
del manejo, necesidad o no de aplicar labores culturales, etc.
Un buen manejo del pastizal, valorado a través de la carga, intensidad de pastoreo, tiempo de
reposo y tiempo de ocupación, mejora su composición botánica ya que determina la flora
presente. Por ello los especialistas aseguran que el pastoreo rotacional bien aplicado y donde se
cumplan las leyes universales del pastoreo, mejora la flora degradada, pudiendo regenerar el
pastizal original. Cuando se siembra un pastizal y no se establece como es debido a la vez que
es mal atendido, se transforma rápidamente en un campo de malas hierbas, (aun cuando se
hayan empleado las mejores semillas, en el mejor suelo, con las mejores condiciones).
Por otro lado, cabe destacar que no siempre los pastos mejorados y los nativos se excluyen
mutuamente, cada cual progresa en su momento cuando las condiciones son propicias para su
crecimiento y desarrollo. Así vemos en ocasiones, como el pasto estrella o la pangola es
abundante y dominante en el periodo lluvioso ocupando más del 80 % del área y cuando llega el
periodo poco lluvioso le da paso a la pitilla y jiribilla que llegan a invadir todo el campo.
El objetivo del manejo del pastizal es mantener niveles productivos aceptables en términos de
producción por unidad de superficie y producción individual de carne o leche, sin detrimento de
las plantas ni del suelo. Entre los elementos a tener en cuenta para adecuar el manejo deben
incluirse el tipo de pasto predominante, el tipo de suelo, la topografía, la carga animal, el método
de pastoreo, plantas indeseables más comunes y recursos materiales y humanos disponibles.
Se conceptúa como manejo del pastizal el conjunto de normas y procedimientos que bajo el
control del productor se realiza en el mismo para garantizar el cumplimiento de las leyes,
principios y teorías que rigen su estabilidad y productividad. Por lo tanto, es el factor que
determina la calidad y cantidad de la producción y la eficiencia en la conversión del pasto en
leche o carne. Como todos los aspectos de manejo están bajo el control del productor, él es el
rector en cuanto a la producción por unidad de superficie, producción por animal y productividad
del trabajo.
El manejo del pastizal es un asunto complicado y complejo debido a la cantidad de factores que
están involucrados en el proceso y a la interacción que existe entre ellos. Entre las diversas
interacciones se destaca la existente entre la carga y el método de pastoreo ya que bajo el
mismo método de pastoreo la carga afecta materialmente la eficiencia de utilización del pastizal.
La recomendación más ampliamente divulgada es que en el pastoreo rotacional debe emplearse
carga alta para explotar de forma más racional la mayor eficiencia del sistema. Hoy día el criterio
carga alta está en discusión porque el concepto alta es tan relativo que lo que para algunos es
alta para otros es baja y a la inversa, por lo tanto, es mejor hablar de adecuación de la carga a la
disponibilidad.
Para comprender mejor cualquier aspecto que tenga que ver con el manejo del pastizal es
necesario dominar algunos conceptos que son inherentes a la producción animal a partir de
pastos y forrajes:
Si se quisiera valorar la disponibilidad en todo el pastizal bastaría con calcular la misma en varios
cuartones representativos y promediar. Esto se puede hacer por rotación y sumándola podemos
calcular la del año en cualquier unidad productiva. También puede hacerse quincenal o mensual,
la regularidad en los intervalos de medición hacen más objetiva la valoración.
El empleo de una u otra forma de disponibilidad está en dependencia del aspecto que se esté
tratando. El segundo concepto depende del tamaño del rebaño y por tanto es de uso tan
frecuente como el primero, lo cierto es que para evaluar este parámetro deben calculase ambas
formas. Los especialistas recomiendan adecuar la carga animal de forma tal que cada vez que
los animales entren a un cuartón la disponibilidad sea, por lo menos, el doble de la capacidad de
consumo del grupo.
Si se quiere calcular el consumo de pasto que hace cada grupo en un cuartón se debe medir la
disponibilidad total de pasto antes de la entrada de los animales y después que salga cada
grupo, la diferencia entre ambas disponibilidades da el consumo. Así se podrá tener una idea
aproximada del consumo por cada grupo y por tanto, estar en posibilidad de valorar en qué
grado los aportes cubre los requerimientos o qué proporción cubre el pasto y cuál el pienso.
2. Consumo de pasto
El consumo de pasto se puede valorar en dos sentidos, cuando se refiere al consumo que hace
el animal y cuando se refiere al consumo que hace el rebaño. En este caso recomendamos
utilizar el segundo concepto sin olvidar el primero y definir el consumo de pasto como la
cantidad de materia seca total que consumen los animales como promedio diario, durante el
tiempo que el cuartón permanece ocupado, normalmente se promedia por día.
Es el consumo el aspecto más importante de todos los que rigen la alimentación del ganado a
partir de pastos y forrajes, cuando es alto decimos que los animales han tenido la oportunidad de
alimentarse bien, hecho que ocurre cuando el pasto es abundante y de buena calidad.
Diversos son los factores que influyen en el consumo de pasto, uno de ellos es la altura del
pastizal, el que sea alto no es sinónimo de buena calidad, pues muchas veces significa que está
pasado, no obstante, el consumo se incrementa cuando el pastizal está alto y denso. El nivel de
consumo dependerá también de la carga, tiempo que el cuartón permanezca ocupado por los
animales, calidad del pasto disponible y las condiciones ambientales entre otros factores.
Se conceptúa como tal a la relación porcentual entre la cantidad de pasto consumido por los
animales y la disponibilidad o rendimiento inicial. Todo ganadero quiere que en cada rotación los
animales hagan el mayor aprovechamiento posible del pastizal, así el consumo sería máximo
para las condiciones dadas, esto se puede lograr aumentando la intensidad de pastoreo ya sea
ampliando la carga instantánea o aumentando el tiempo de ocupación del cuartón.
El pastizal debe ser utilizado racionalmente, teniendo en cuenta la calidad y cantidad del pasto y
la categoría animal en explotación, de lo contrario el pasto envejece, se aprovecha poco y
estaremos obligados al empleo de otros alimentos para cubrir las necesidades de los animales
con lo cual se podría elevar el costo de producción.
Cuando se habla de eficiencia en el uso del pasto nos referimos al aprovechamiento que del
mismo se hace durante el año, si decimos que un pastizal produjo en el año 200 toneladas de
materia seca y los animales consumieron 100 entonces el aprovechamiento fue del 50 %. El
aprovechamiento también se puede medir por rotación.
Si cuando el pastizal llega al punto óptimo crecimiento en cada rotación y es cortado para hacer
heno, ensilaje o es consumido por los animales en la mayor cantidad posible, no solo se logra un
mayor nivel de aprovechamiento, sino también, una mayor producción de pasto anual. Lo que no
se pueda consumir en la época de abundancia se podrá consumir en el periodo de escasez o
cuando haya poco pasto en el cuartón.
Del pasto que se produce en Cuba durante un año por cada hectárea no se consume ni
siquiera el 50 %.
El número de cuartones que debe tener cualquier unidad que emplee el pastoreo rotacional va
desde 2 hasta 100 o más, esto depende de su tamaño, del área disponible, tamaño del rebaño,
intensidad de pastoreo a que se aspire y especie de pasto predominante. Para algunos
especialistas hacer más de 4 cuartones en botar el dinero, ellos aseguran que con esta cantidad
es suficiente para garantizar un buen manejo; para otros deben hacerse tantos cuartones como
sean necesarios, como para que se puedan cumplir las leyes universales del pastoreo y no se
rompa la relación armónica entre el suelo las plantas y los animales, estos últimos recomiendan
no hacer menos de 70 a fin de poder dar un tiempo de reposo al pastizal entre 45 y 60 días en el
periodo donde la velocidad de crecimiento del pasto se hace más lenta.
Los cuartones pueden tener cualquier forma, los hay de formas regulares e irregulares, no
obstante, se prefieren rectangulares o cuadrados. Algunos especialistas consideran que la forma
cuadrada es la mejor por ser la que menos postes y alambre necesita y donde se logra el mejor
comportamiento de los animales en el pastoreo.
5. Agua y sombra en los cuartones
El agua es esencial para la vida de los animales, es el disolvente universal de las sustancias que
forman los tejidos y órganos, representa el vehículo de las sustancias absorbidas en la digestión
y participa en gran número de reacciones en el organismo. El vacuno en condiciones de
pastoreo libre, cuando dispone de agua en abundancia, va a la fuente con una frecuencia que
está en dependencia del alimento que esté consumiendo, de la época del año y del estado de
salud del mismo.
Una vaca lechera consume no menos de 5 litros de agua por cada kg. de materia seca de
alimento consumido y unos 4 litros por cada litro de leche producido, esto nos da una idea
bastante exacta de las necesidades de agua de estos animales. Está comprobado
científicamente que cuando los animales consumen agua fresca a libre voluntad producen más,
reportándose incrementos de hasta 3 litros por este concepto. Si partimos del hecho de que con
la presencia del agua se evita el estrés por sed, podemos afirmar que la presencia del agua en
los cuartones de pastoreo es un elemento de confort y por tanto un estimulante de la producción.
La sombra al igual que el agua es un factor de confort que contribuye a la permanencia de los
animales en el pastizal, por lo tanto propicia un mayor consumo de pasto, reduce el estrés por
calor y favorece la desintegración de las bostas con lo cual se beneficia la biocenosis y mejora la
fertilidad del área.
Los árboles extraen de las profundidades del suelo los nutrientes que luego van a parar a la
superficie cuando se caen las hojas. La proporción de árboles por unidad de superficie de pasto
es de unos 50 por hectárea, quizá sean suficientes, pero no se lleve por recetas siembre tantos
como sean necesarios para cumplir con el objetivo propuesto, pero sin perjudicar el pasto. Lo
mejor sería plantar en el pastizal tantos árboles como fueran necesarios como para sombrear de
forma difusa toda el área, árboles como la leucaena, algarrobillo, cocotero, etc., pueden
emplearse con gran efectividad. No todos sirven, pues cuando la sombra es total la
consecuencia es que el pasto no crece y termina por desaparecer del cuartón.
La sombra en el pastizal no solo beneficia a los animales también lo hace con el pasto
incrementando su capacidad productiva, su digestibilidad y valor nutritivo, el pasto que crece
debajo de la sombra difusa de los árboles pierde menos agua, se mantiene más tiempo verde, es
más palatable.
6. Carga e intensidad de pastoreo
Carga global
Cantidad de unidades de ganado mayor que soporta por término medio cada hectárea de terreno
dedicada a la producción de pasto solamente (área de pastoreo). Una de las formas más
comunes de expresar la carga es en UGM/ha. Esta se emplea para valorar la capacidad de
alimentación del pastizal a lo largo de todo un año dado que el tamaño del rebaño no es
constante ni la capacidad de carga es la misma en cualquier época. En ocasiones suelen verse
otras formas de este indicador como es (vacas/ha.), (cabezas/ha.) o (kg./ha.), el empleo de UGM
o kg. por ha. resulta un mejor indicador por ser de mayor precisión.
Carga real
Cantidad de ganado mayor que soporta por término medio cada hectárea de terreno dedicada a
la producción de alimento para la unidad en cuestión. Por ejemplo, si una vaquería tiene 80
unidades de ganado mayor y dispone de 40 hectáreas de pasto y 8 de forraje, la carga real se
calcula dividiendo las 80 unidades de ganado mayor entre las 48 hectáreas que se dedican a la
producción de alimentos para los animales. 1,6 UGM/ha.
Esta forma de medir la densidad de animales por unidad de superficie pretende ser más justa a
los efectos de considerar toda el área que produce el alimento de los animales, es además, más
preciso. Si los animales se alimentaran de otros alimentos también habría que considerar esta
área, existen fórmulas para llevar las toneladas de alimentos a hectárea o sea la cantidad
promedio de hectárea que serían necesarias para producir esa cantidad de alimento.
Carga instantánea
No existe un aspecto de manejo del pastizal más poderoso que la carga instantánea, cuando se
emplea bien influye positivamente en la eficiencia productiva en un grado mayor que cualquier
otro factor aislado controlable, mal aplicada conduce a males tan desagradable que tendrán
efectos permanentes sobre el uso de la tierra.
La carga debe ser la máxima posible para que lograr un mayor aprovechamiento del pastizal y
alcanzar el máximo de eficiencia en la conversión de la hierba en leche o carne. La meta es que
los animales se coman toda la hierba posible para no desperdiciar alimento sin dañar el pastizal
y su persistencia.
Según los especialistas la carga debe irse adecuando según la capacidad del pastizal, la meta
es lograr el mayor y mejor consumo, pero esto depende de los animales, su peso vivo, nivel
productivo, estado fisiológico, etc. También depende del pastizal y las especies de pastos, su
disponibilidad, composición botánica, madurez del mismo, densidad, altura, suplementación
empleada, etc. así como de las condiciones ambientales existentes.
La producción animal depende en gran medida de la cantidad y calidad del alimento consumido,
cuando de producción animal a partir de pasto se trata la carga juega un papel muy importante
por ser el factor que más se adecua a la disponibilidad y estabilidad del pastizal. No cabe duda
de que la carga es el criterio más efectivo para incrementar la eficiencia en la utilización del
pasto y la producción por unidad de superficie.
Unos pastizales tienen mayor capacidad de carga que otros y esto se debe a la productividad del
pasto y su capacidad de resistencia al pisoteo. La bermuda se comporta mejor con carga baja
mientras que la guinea resiste la carga alta, las leguminosas no resisten la carga alta.
Se recomienda no emplear una carga muy alta en los pastoreo de secano porque esto podría
contribuir al deterioro del pastizal, el criterio de carga global baja es relativo, para algunos es
menor de 1,5 UGM/ha, para otros está por debajo de 1, lo cierto es que en estas condiciones
debe restringirse el pastoreo no dando más de 4 horas de pastoreo efectivo diariamente a cada
grupo o estabular si fuere necesario.
Intensidad de Pastoreo
Se define como intensidad de pastoreo a la cantidad de unidades de ganado mayor que soporta
diariamente por término medio una hectárea de pasto (UGM/ha/d). Como puede comprobarse, la
intensidad de pastoreo se vincula con la carga instantánea y con el tiempo de ocupación, se
calcula multiplicando la carga instantánea por el tiempo de ocupación (IP= CIxTO). El ganadero
puede aumentar o disminuir la intensidad de pastoreo según convenga de acuerdo a la
disponibilidad de pasto ya sea variando la carga o el tiempo de ocupación. A medida que
aumenta la intensidad de pastoreo aumenta el consumo y por tanto el aprovechamiento del
pastizal.
En los pastizales mejorados debe emplearse una intensidad de pastoreo alta para lograr la
máxima eficiencia en la transformación del pasto en leche o carne, una alta intensidad de
pastoreo no implica un sobrepastoreo, significa ante todo tener tanto ganado como sea
necesario para consumir la mayor cantidad del pasto disponible sin dañar la productividad y
persistencia de la hierba ni del suelo.
El productor tiene todo el control del pastizal a través del manejo que le aplica. El arma
fundamental del manejo es la intensidad de pastoreo según época del año. Una intensidad de
pastoreo por encima de lo normal durante la época poco lluviosa provoca la aparición de plantas
indeseables, de la misma forma que una baja intensidad en la época lluviosa es causa de un
subpastoreo y el desaprovechamiento del pastizal.
Presión de pastoreo
Al igual que la intensidad de pastoreo este es in indicador de manejo del pastizal que relaciona la
carga y la disponibilidad, mide la cantidad de kilogramos de materia seca disponible por cada
100 kg. de peso vivo por día. Es más utilizado en caso de novillas y machos de ceba donde las
variaciones de masa corporal son mayores. Para su cálculo se tienen en cuenta la disponibilidad
del cuartón medida en kg. de matera seca y el peso vivo del total de animales que están
pastando.
Existen varias formas de medir la eficiencia en la producción de leche a partir de pasto, unas
relacionan el tamaño del rebaño y la producción individual otras las horas de trabajo anual por
vaca, todas varían según el tamaño del rebaño, a medida que aumenta el tamaño del rebaño
menor será el tiempo empleado en cada vaca y menor la producción individual. Al duplicar la
producción de leche por vaca se necesita la mitad del tiempo de labor por animal
independientemente del tamaño del rebaño. A medida que aumenta la producción las horas de
labor por kg. de leche disminuyen(semejante a lo que ocurre cuando se incrementa el tamaño
del rebaño).
La problemática con relación a la carga radica en definir cuál es la óptima en cada momento.
Cuando de producción de leche se trata, es criterio de varios autores que la carga óptima es
aquella que se alcanza cuando la producción individual se reduce entre un 10 y 12 %, para otros
este límite está en el 7 % y para los menos en el 18 %, lo cierto es que este valor está en un
punto intermedio que no se corresponde con la máxima individual ni la máxima por unidad de
superficie.
Si el tipo de suelo es arcilloso y húmedo no admite aumento de cargas tales que el exceso de
pisoteo perjudique al mismo. Cuando la topografía es accidentada no es conveniente aumentar
la carga global si esta situación compromete la elaboración de heno y ensilaje para cubrir el
déficit de la época poco lluviosa, por igual causa no debe incrementarse la carga allí donde
exista poca probabilidad de aprovechar el excedente de la época lluviosa. Los estudios
realizados en el Instituto de Ciencia Animal para determinar hasta qué punto se puede
incrementar la carga real, han arrojado que cuando la producción por hectárea se incrementa
entre un 17 y 72 % la producción individual desciende entre un 7 y 19%.
Cuando empleamos la carga como medio para aumentar la eficiencia en la producción de leche
o carne por unidad de superficie, debemos ver como algo normal la menor producción por
animal, ya que el rendimiento debe disminuir siempre que disminuya la cantidad de alimento
disponible por animal a niveles por debajo de sus requerimientos para la máxima producción. La
única excepción sería tener de inicio una carga muy baja y cuando se aumente la misma aun la
disponibilidad de alimentos garantice el cubrir las necesidades para una máxima producción
individual. La siguiente tabla es un ejemplo hipotético de cómo se comportarían estos
parámetros.
El hecho de que con el simple aumento de la carga aumente la producción por unidad de
superficie es consecuencia del aumento del aprovechamiento del alimento fibrosa disponible, la
cantidad de pastos y forrajes consumido por el rebaño es superior en virtud del incremento en el
tamaño del mismo y por tanto habrá una mayor producción animal.
Siendo iguales los demás factores, la producción de leche o carne por unidad de superficie
aumentará hasta el punto en que un incremento adicional en la carga será seguido por una
disminución en la producción total. 0bsérvese en la tabla como con una carga de 2 UGM/ha, la
producción individual no se afectó y la producción por ha. se duplicó, pero cuando la carga pasó
a 4 UGM/ha. la producción individual se redujo a la mitad y no hubo incremento de la producción
por unidad de superficie. Evidentemente, en el caso que nos ocupa la carga óptima es de 3
UGM/ha. Esto es solo un ejemplo, en todos los casos no es así, puede variar el resultado pero
no la tendencia.
Todos los beneficios de las nuevas técnicas de producción a partir de los pastos y forrajes serán
inalcanzables si no se puede aumentar la carga hasta el punto en que este alimento, las
condiciones de tenencia y el manejo lo permitan, lo que generalmente se identifica como una
mayor eficiencia. Cuando se relacionan la carga y el método de pastoreo lo primero que salta a
la vista es que en el pastoreo extensivo la carga alta deteriora la vegetación provocando la
desaparición de las especies útiles.
Como puede apreciarse en la tabla anterior el incremento de la carga en ambos métodos redujo
la producción individual, pero aumentó la producción por hectárea; este resultado evidencia que
el pastoreo rotacional es superior al continuo lo mismo con carga alta que con baja cuando la
producción de pasto es superior a las 12 toneladas de materia seca/hectárea/año. No obstante,
es más evidente la superioridad del pastoreo rotacional cuando la carga es alta.
La mayoría de los pastos existentes en Cuba no son de buena calidad, pero tienen un alto
potencial para la producción de leche por hectárea pudiéndose alcanzar entre 4500 y 15000 kg.
anualmente. Los pastos existentes en los países de clima templado son capaces de producir
más leche por vaca que los de los países tropicales, pero no más leche por hectárea, donde el
potencial de Cuba suele ser un 25 % superior.
Los resultados del Instituto de Ciencia Animal reportado por García (1983), al evaluar el potencial
productivo de los pastizales, llegó a la conclusión de que bajo las condiciones de Cuba se puede
alcanzar más de 6000 kg. de leche por hectárea por año como lo muestra la tabla siguiente.
Relación entre el pastizal y el potencial de producción de leche
Cualquier método de pastoreo en el cual los animales pasan un tiempo dado en el cuartón y
luego se le permite al pasto descansar de forma alterna, debe ser superior al que involucra un
pastoreo continuo porque mientras más frecuentemente se corte el césped sin esperar un tiempo
prudencial tanto menor es la producción de pasto. Esto es consecuencia del debilitamiento del
sistema radicular que al no poder acumular suficientes reservas no puedes lograr un rebrote
vigoroso. Cuando los animales se están comiendo constantemente las hojas estas no pueden
producir suficiente alimentos para alimentar las raíces, agotan sus reservas con el envío
constante de material para reponer las hojas consumidas, la planta no crece, se debilita, el ritmo
de recuperación se hace lento o termina por perecer.
Los aspectos de manejo más importantes del pastoreo rotacional, después de la carga, son el
tiempo de reposo del pastizal, el tiempo de ocupación del cuartón, el tiempo de estancia de cada
grupo en cada cuartón y la forma de organizar los grupos. Las Leyes Universales del Pastoreo
fundamentan las normas de manejo del pastizal y los animales. Con su cumplimiento se logra
mantener armónica la relación entre el suelo las plantas y los animales.
Esta ley se refiere al Arte de Saber Saltar, desorden ordenado en el momento de entrada de
cada grupo al cuartón, donde la decisión del movimiento la toma el hombre, pero el momento
está en dependencia de si el pastizal ha alcanzado o no la llamarada de crecimiento (momento
en que comienza a madurar). El productor envía los animales al cuartón que cumpla con este
requerimiento y el tiempo de permanencia en el mismo dependerá de la disponibilidad de pasto,
de la cantidad de animales, intensidad de pastoreo y época del año.
Esta primera ley, también llamada del tiempo de reposo, establece que para que la hierba
cortada por el diente del animal pueda dar su máxima productividad, es necesario que entre dos
cortes sucesivos pase el tiempo suficiente como para que la hierba almacene en sus raíces las
reservas suficientes como para asegurar un rebrote vigoroso y realizar la llamarada de
crecimiento. Una planta pratense debe ser necesariamente capaz de renovar sus reservas en el
transcurso de dos cortes sucesivos, siempre que se le dé el tiempo suficiente y necesario.
El tiempo de reposo del pastizal de cada cuartón será variable y dependerá del tipo de pasto
predominante, fertilidad del suelo y época del año. Durante la época de lluvia es más corto, la
hierba crece más rápido, lo mismo ocurre cuando la fertilidad del suelo es alta o cuando el pasto
es mejorado y adaptado a las condiciones del clima y del suelo. En la época poco lluviosa el
tiempo de reposo es más largo, la hierba crece más lentamente y alcanza menor tamaño, lo
mismo ocurre si el suelo es poco fértil o el tipo de pasto no es mejorado para las condiciones
específicas del suelo y clima; aun así, en ningún caso el tiempo de reposo del pastizal debe
preestablecerse.
Para las condiciones de Cuba, cuando en el pastizal existen gramíneas y leguminosas, el tiempo
de reposo debe darse según el comportamiento de las leguminosas. En estos casos se ha
comprobado que la presencia de las leguminosas mejora la calidad de las gramíneas aun
cuando estén pasadas en tiempo. Si las leguminosas son arbustivas la calidad de las gramíneas
mejora aun más gracias a la sombra difusa que sobre ella se extiende.
El saber determinar el momento óptimo para poner en contacto los animales con el pasto es una
habilidad que no todos poseen, significa esperar el tiempo de reposo suficiente y necesario como
para que el área posea la cantidad y calidad del pasto deseado. Para el productor este momento
llega cuando el pastizal alcanza la llamarada de crecimiento, criterio que algunos definen como
el momento en que el mismo ha alcanzado el 10% de floración, para otros, este momento llega
cuando comienzan a amarillear las hojas inferiores y hay quienes afirman que este instante
ocurre cuando en horas del medio día las hojas de las plantas se doblan. Cualquiera de estas
manifestaciones podría ser indicativa de la llamarada de crecimiento, el productor debe saberlo
para hacer el cambio de cuartón durante la rotación. Existe una forma quizás más eficiente de
determinar este momento, pero es más difícil, que es cuando el área foliar es 5 veces el área de
la tierra o sea cuando la superficie de las hojas en un metro cuadrado de tierra es de 5 metros
cuadrados.
La llamarada de crecimiento del pastizal varía de un cuartón a otro aun en caso de que sean
vecinos, la causa de esto debe buscarse en la fertilidad del cuartón, la época del año, la
intensidad de pastoreo con que fue manejado el área en la rotación anterior, la composición
botánica del mismo, etc. Aunque el hombre decide cuándo debe ocuparse un cuartón lo cierto es
que el momento óptimo lo da la naturaleza, de ahí el que no se establezca un valor patrón ni
sirva ninguna receta en este sentido. Lo cierto es que en la época de más rápido crecimiento
(periodo lluvioso en Cuba) la hierba suele madurar más rápido, crece más y los animales no
pueden consumir toda esta producción en tan poco tiempo, en este caso se hace necesario
acortar el tiempo de reposo, pero como esto implica reducir el tiempo de ocupación de cada
cuartón es recomendable segregar áreas, cortar el pasto excedente y conservarlo en forma de
heno y ensilaje; aun así, para lograr un mayor aprovechamiento del pastizal será necesario
adecuar la intensidad de pastoreo a la disponibilidad de cada cuartón.
Cuando la planta puede utilizar eficazmente la energía solar, por tener más hojas, produce más
masa verde y por tanto, el productor logra una mayor capacidad productiva de su rebaño. Saber
cuándo debe ponerse al animal en contacto con la hierba es un arte, siempre existe un momento
óptimo para que la hierba sea cortada por el diente del animal y el ganadero debe saberlo.
A medida que el pastizal envejece o madura su calidad disminuye porque aumenta el nivel de
fibra en la planta, descienden los minerales y las proteínas, disminuye la digestibilidad. Cuando
el tiempo de reposo es menor, más veces los animales cortan la hierba y por tanto la producción
vegetal aumenta (siempre que se espere el tiempo de reposo adecuado más crece la hierba, por
lo tanto, mayor producción vegetal). Algunos autores han reportado hasta un 15 % de incremento
en la producción vegetal cuando el tiempo de reposo estuvo entre 12 y 18 días. También puede
afirmarse que a medida que el tiempo de reposo es menor, si no se viola la ley, mayor será la
producción de leche o carne si se aprovecha convenientemente la producción de pasto.
Esta ley establece que el tiempo de ocupación de un cuartón debe ser el mínimo posible para
evitar que los animales se coman el rebrote y a la vez el máximo como para garantizar que los
animales hagan el mayor consumo de pasto. El tiempo de ocupación puede variar de un cuartón
a otro según la disponibilidad de pasto y la época del año.
Esta ley, también llamada del tiempo de ocupación, en su enunciado establece que el tiempo de
permanencia de los animales en el cuartón debe ser lo suficientemente corto como para que la
hierba cortada por ellos el primer día o al principio de entrar al área no sea cortada nuevamente.
Si hacemos un símil y comparamos el enunciado de esta ley con lo que sucede en la vida del
hombre llegamos a la conclusión de que una persona endeble, cuyas fuerzas estén agotadas a
consecuencia de una subalimentación, soporta mal o no soporta una intervención quirúrgica, de
la misma manera la hierba que posea escasas reservas en sus raíces, corre el peligro de
sucumbir tras el corte por el diente del animal y si sobrevive su convalecencia será larga, lo que
significa que se regenera lentamente. Cuando el proceso de rebrote es penoso, producto de la
poca reserva de las raíces, el crecimiento es lento.
Relación entre el tiempo de ocupación, el de reposo y la intensidad de pastoreo.
Esta ley establece que los animales de mayor requerimientos nutritivos deben consumir la mejor
hierba por ello deben ser los primeros en entrar al cuartón. Cuando el pastoreo se hace en línea,
de forma que al primer grupo le siga el segundo y así, en orden, todos pasen por el mismo
cuartón, se puede dar a cada cual según su necesidad. Con este tipo de pastoreo se mejora la
organización del rebaño y la atención al pastizal.
Esta ley, también conocida como del rendimiento máximo, en su enunciado señala que es
necesario ayudar a los animales de mayores exigencias alimentarias para que puedan cosechar
la mayor cantidad de hierba y que la misma sea de la mejor calidad posible. Bajo estas
condiciones el pastoreo por grupos independientes solo se justifica cuando el pasto no es el
alimento básico, ya que todos los grupos tienen la posibilidad de acceder a un pasto de igual
calidad y disponibilidad, lo que coloca en desventajas a los de mayores requerimientos, de ahí lo
conveniente que resulta el pastoreo en línea.
Es recomendable no hacer más de tres grupos a menos que la vaquería sea muy grande o
tengamos muchos grupos en ceba, donde como máximo serian cuatro; en el caso de las
vaquerías sería uno de vacas secas y dos o tres en producción. Según algunos autores, en
ocasiones, el pastoreo en línea garantiza el incremento de más del 30 % en la producción de
leche del primer grupo de ordeño, debido a que consume el alimento más nutritivo. Por lo que
podemos concluir que cuanto menos se le imponga a los animales un pastoreo a fondo, más y
mejor hierba podrán cosechar; los animales que llegan al cuartón por primera vez se encuentran
un pastizal de mayor densidad y calidad por, lo tanto, podrán seleccionar y consumir el mejor
pasto. La máxima producción es una consecuencia de una mejor alimentación.
Esta ley establece que para obtener rendimientos productivos estables en un rebaño, o sea,
lograr producciones semejantes diariamente, el tiempo de estancia de los animales en cada
cuartón debe ser el mínimo posible. Para que los animales puedan producir de forma regular es
preciso que no permanezcan en el cuartón más de tres días, mientras menos tiempo mejor, los
rendimientos serán más homogéneos en la misma medida que el tiempo se reduzca.
De las consideraciones anteriores se desprende que los animales que permanecen en el cuartón
más allá del tiempo recomendado cosecharán cantidades de hierbas progresivamente menores y
de menor calidad. Por lo tanto, un tiempo de estancia prolongado del grupo de animales en el
cuartón es nefasto para la producción de leche o carne. Si la misma hierba se ofrece a dos
grupos de la misma posibilidad productiva, pero a uno en forma de pasto y al otro como forraje,
la producción en el primero deberá ser mayor que en el segundo, dado que en este existe la
posibilidad de seleccionar el alimento de mejor calidad, mientras que el segundo tendrá que
comerlo todo, donde se incluyen el tallo y el material muerto que tienen menor calidad.
En tal sentido podemos concluir que a menor tiempo de permanencia de cada grupo en el
cuartón mayor será la producción individual de cada animal dado que la disponibilidad de pasto y
su calidad promedio por animal por día aumenta. Cuanto más frecuentemente se corte la hierba,
sin esperar el tiempo adecuado, (pastoreo continuo) o (sobrepastoreo), tanto menor será la
producción de pasto, por ello, cuando se cumple la primera y segunda ley universal del pastoreo
aumenta la producción de pasto, aspecto que marca la superioridad del pastoreo intensivo sobre
el extensivo.
En última instancia la utilidad final de todo sistema de manejo del pastizal es el rendimiento en
producto de origen animal y no en materia seca, no obstante, la producción animal es el
resultado final de la producción de pasto. La eficiencia en la utilización del pastizal depende
estrechamente de la eficacia de los animales en transformar este alimento en producto animal
(su capacidad productiva), la capacidad de convertir pasto en leche o carne.
En condiciones de pastoreo el consumo voluntario del pasto por los animales está influenciado
entre otras cosas por el tiempo empleado en cosechar la hierba y la velocidad con que la
cosecha, lo cual depende de la velocidad de masticación y el tiempo efectivo de pastoreo, todo lo
cual depende de la disponibilidad y la calidad del pastizal. La tabla siguiente nos muestra esta
relación.
Relación entre la disponibilidad y calidad del pastizal con el tiempo de pastoreo y rumia
El pasto guinea, que tiene una alta relación hoja tallo, es más rápidamente consumido en el
pastizal (kg. de MS/minuto de pastoreo) y a medida que aumentan los días de estancias del
grupo en el cuartón, disminuye la velocidad de consumo. Por ello, tanto en la hierba guinea como
en la bermuda cruzada, que tienen una alta relación hoja tallo, los animales necesitan menos
tiempo de pastoreo para consumir la misma cantidad de materia seca.
El productor debe saber qué hacer para incrementar el consumo de pasto, tanto individualmente
como del rebaño. Cualquiera que incursione en este frente debe conocer los factores que
influyen en el consumo de pasto, seleccionar la especie de pasto más adecuada, regar y fertilizar
cuando haga falta, manejar adecuadamente el pastizal y el rebaño, suplir la dieta cuando sea
necesario y propiciar el pastoreo en el momento oportuno.
Se conceptúa como producción de leche o carne a partir de pastos y forrajes aquella donde por
lo menos el 70 % del alimento consumido es hierba en cualquiera de sus formas. También
algunos lo definen así cuando los pastos y forrajes cubren al menos el 70 % de las necesidades
nutritivas del animal.
La producción de alimentos para el consumo animal se basa en las acciones para garantizar la
cantidad con la calidad requerida, en el momento oportuno y en la combinación más acertada.
Con esto se logra una mayor eficiencia en la alimentación lo cual repercute en un menor costo al
no desperdiciar productos. Mc Meekan (1967), comparó la unión del animal y el pasto con el
matrimonio y como en el matrimonio, recomendó, hacer ciertas concesiones y cumplir las
obligaciones, dar y recibir para que pueda perdurar la unión, para que cuando algunos de ellos
se perjudiquen el efecto no sea tan severo como para que los resultados constituyan un daño
permanente.
Entre los aspectos que más influyen en la cantidad y calidad de pasto y forraje actualmente se
destacan el clima, la fertilidad del suelo, la topografía, la especie de planta y las labores
culturales que se realicen en el cultivo. El papel del hombre debe centrarse en potenciar los
factores positivos y reducir o eliminar los negativos. La meta es producir pastos y forrajes para
ser consumidos por los animales, no para ser botados o dejarlo en el campo de forma
permanente. Si el área ganadera produce 30 toneladas de hierba y los animales solo consumen
10 estamos botando el alimento, no se está aprovechando; aquí juega un papel importantísimo la
adecuación de la intensidad de pastoreo y la capacidad de almacenar o conservar el exceso.
La baja eficiencia con que el pasto producido es realmente consumido es una de las causas del
bajo nivel productivo de nuestras unidades. Agréguesele a esto la baja eficiencia con que la
materia seca consumida es convertida en leche y entonces podrá explicarse porqué la
producción es tan baja.
En todo rebaño se debe analizar interacción entre la curva de producción de pasto y la curva de
producción de leche, puede darse el caso que cuando menos vacas en ordeño tengamos y con
más días de lactancia sea cuando con más pasto se cuente y a la inversa. Si se quiere aumentar
la producción de leche por unidad de superficie debe propiciarse el disponer de más vacas en
ordeño con menos días de lactancia cuando la disponibilidad de pasto sea alta, o sea, adecuar
las necesidades de los animales a la producción de alimentos. Por ello, la época de parición del
rebaño lechero mantenido en pastoreo es un factor clave en la eficiencia de conversión del
pasto en leche.
El clima influye en la producción animal de forma indirecta a través de la acción que ejerce en el
suelo y la producción de pastos y forrajes. El buen ganadero utiliza la especie de pasto más
adecuada, cumple con las leyes universales del pastoreo, riega y fertiliza cuando es necesario,
no deja que la naturaleza rija los destinos de la producción. No obstante, cuando el clima resulta
adverso puede desarrollar estrategias diversas según el caso. Él sabe que en el periodo lluvioso
se produce el mayor % de la hierba del año y en virtud de esto puede variar o modificar el
método de pastoreo, segregar áreas, almacenar o conservar el alimento, etc.
Sobre la modificación del clima poco se puede hacer, pero puede escogerse la zona de clima
más favorable, sus efectos perjudiciales pueden ser modificados si escogemos la especie de
pasto adecuada, modificamos el método de pastoreo, fertilizamos y regamos cuando sea
conveniente. Los efectos climáticos sobre la productividad del pastizal pueden ser modificados
por el manejo cuando usted difiere el pastoreo de finales del periodo lluvioso para la época poco
lluviosa o cuando hace heno y ensilaje. Esto es reservar el exceso de pasto para reducir los
efectos negativos de la baja disponibilidad en invierno. Cuanto más severos sean los efectos
climáticos sobre la distribución estacional del crecimiento del pasto tanto más importante será
conservar el exceso de hoy para mañana.
Por otro lado, no es conveniente emplear siempre el mismo cuartón para hacer heno o ensilaje,
pues se reduce el crecimiento de la hierba en esta área si no se fertiliza o se le aplica materia
orgánica. No es conveniente hacerlo hacia el final de la época lluviosa; cuando se corta el
pastizal tardíamente se debilita su sistema radicular para la próxima etapa y aumentan las
plantas indeseables.
El riego puede mejorar algo la baja productividad del pasto en el periodo poco lluvioso, aunque
debemos decir que nuestros pastos no se comportan bien en el periodo más seco del año aun
con riego porque responden más a temperatura ambiental elevada y a la duración del día, lo que
realmente se logra con el riego es detener el ritmo de declinación, por ello algunos califican de
dudoso el valor de este procedimiento.
En materia de producción de pasto la fertilización combinada con el riego logra algo más en el
periodo poco lluvioso, pero no su mayor beneficio. La fertilización se recomienda al inicio del
periodo lluvioso y durante el mismo a fin de aumentar el volumen de masa verde. El empleo de
fertilizante químico es de dudoso beneficio económico y de franco perjuicio ambiental, es
recomendable el empleo de materia orgánica y abono verde para mejorar la fertilidad del suelo.
Después del clima es la fertilidad del suelo el factor más importante que rige la productividad del
pastizal. Emplear materia orgánica como medio para retornar el fósforo, potasio, y nitrógeno al
suelo es la vía más adecuada para devolverle su fertilidad. Además se mejora su estructura,
aumenta la capacidad de retención de agua y el intercambio gaseoso e hídrico de las raíces.
Las excretas de los bovinos se conocen como bostas, excelente sustrato para el desarrollo de
los procesos biológicos estimulantes del crecimiento y activación de la fertilidad del suelo, dado
que las lombrices y otros organismos del suelo la transforman en humus, proceso que es
estimulado por las altas temperaturas y humedad. La movilización o activación de la vida del
suelo se logra con la transformación de una alta concentración de bostas y orina. Este proceso
reduce las posibilidades de compactación del suelo cuando se aplica una alta intensidad de
pastoreo. El aumento de la materia orgánica más la acción de las raíces profundas de las
plantas, el trabajo de las lombrices y otros organismos del suelo, hacen que mejore la estructura
del suelo, facilitando la aireación, aumentando su capacidad de retención de agua y por tanto,
aumentando la fertilidad del mismo.
Si bien es cierto que cuando se corta frecuentemente la hierba en el mismo cuartón para hacer
heno y ensilaje se reduce la fertilidad del suelo, también lo es que con el aumento de la
intensidad de pastoreo se mejora la fertilidad y se reducen las plantas indeseables. De la misma
forma es recomendable que cuando se aplique el pastoreo racionado o por franjas, se haga en
todo el cuartón a fin de lograr una distribución más uniforme de la materia orgánica y evitar
cambios notables de la fertilidad del suelo.
El empleo de fertilizantes químicos para mejorar el nivel de fertilidad del suelo persigue ante todo
aumentar la producción de pasto. Cuando se emplea muy poco fertilizante en la producción de
pastos y forrajes y no se tiene un estudio profundo del suelo, no sabemos si existe insuficiencia
de nutrientes para producir pasto. El problema mayor de la ganadería de bajos insumos no es la
falta de alimento sino la baja eficiencia con que este es empleado(poco aprovechamiento anual),
por lo tanto, tendría poca ventaja fertilizar para aumentar la producción si lo poca que se produce
se desperdicia.
En un momento dado la composición botánica del pastizal podría ser el reflejo de la fertilidad del
suelo. En todo caso, cuando se vaya a fertilizar un pastizal es conveniente que la composición
botánica esté a favor de la especie que queremos beneficiar. Muy útil resulta aumentar la
fertilidad del suelo para producir más pasto, se puede utilizar fertilizantes químicos, hacerles
enmiendas al suelo o aplicarle materia orgánica, pero no siempre es posible o recomendable las
dos primeras. La vía más directa para aumentar la fertilidad del suelo, empleada en la
producción de pastos, es mediante la utilización de las excretas de los animales .
El suelo debe estudiarse y beneficiarse porque es el recurso más valioso que tenemos. Tanto el
fósforo como el potasio son elementos esenciales para el crecimiento del pasto, su escasez
reduce considerablemente la producción vegetal. El problema no es fertilizar por fertilizar sino
saber cuándo, cómo, dónde y en qué cuantía fertilizar, por lo tanto, se impone el estudio del
suelo para saber qué hacer, quedarse corto es malo, pasarse suele ser peor. Para muchos, el
nitrógeno no está considerado como un fertilizante porque no aumenta la fertilidad del suelo, es
más bien un estimulante temporal del crecimiento del pasto, por ello suele ser más eficaz su
aplicación en la época crítica del crecimiento del pastizal.
La fertilidad del suelo puede mejorarse con labores de drenaje, el suelo de buen drenaje produce
más pasto, cuando el drenaje es deficiente se complican la fertilidad del suelo porque el pisoteo
puede dañar la estructura del suelo compactándolo a la vez que reduce su producción de
hierbas. Las enmiendas también mejoran la fertilidad del suelo al cambiar su estructura y liberar
elementos minerales necesarios para la alimentación de las plantas.
1. Calidad de la hembra
Toda buena producción de leche o carne parte de una buena vaca. El problema estriba en que
no siempre estamos en condiciones de definir lo que es una buena vaca. Casi nunca el tipo
productivo y la producción van unidos, para muchos existe una pobre correlación o asociación
entre el tipo productivo y la capacidad del animal para producir. Cualquiera sea el método de
pastoreo empleado o la carga, la calidad de la vaca tiene un efecto decisivo sobre la eficiencia
de utilización del pastizal. No se puede obtener una alta producción de leche o carne por
hectárea con pastos de buena calidad y métodos de pastoreos superiores si no se cuenta con
buenas vacas.
En el mundo existen diversas asociaciones de clasificación por el tipo que incluyen en sus
sistemas las descripciones de las formas de puntuación. La clasificación del ganado atendiendo
a las características relacionadas con el tipo se realiza hace más de 80 años, el objetivo es tratar
de mejorar, por esta vía, la producción, su longevidad, utilidad general de las vacas y apariencia
de los rebaños. En Cuba también se emplea para caracterizar fenotípicamente en los diferentes
genotipos los rasgos de mayor importancia productiva y económica.
El tipo es una vía relativamente insegura del rendimiento en leche de un animal individual, pero
más efectiva en el ganado de carne. Si el tipo y la producción estuvieran firmemente unidos
cuando se seleccione por la producción se formaría un rebaño con el tipo correcto y no es así.
Por lo tanto, una buena vaca sería aquella que logre una alta producción de leche y crías más
pesadas al nacimiento con una cantidad mínima de pasto consumido. Si la vaca lechera fuera
pequeña sería ideal, pues tendría un bajo costo de mantenimiento, lo que unido al alto
rendimiento en leche clasificaría para reducir el costo total por concepto de alimentación y por
kilogramo de leche producida.
En ocasiones la vida nos pone en la posibilidad de escoger la mejor vaca, para ello debemos
partir del criterio de que por lo general el mayor % del rendimiento en leche o carne se debe a las
condiciones ambientales más que a la dotación genética del animal, nos referimos a las
condiciones de tenencia, salud, manejo y alimentación a que están sometidos los animales.
Escoja razas o cruces ya reconocidos como buenas para el propósito productivo, las vacas no
tienen necesariamente que proceder de un rebaño élite, solo deben estar dentro de los
parámetros, entonces, cuando se dan las condiciones producen tanto como las mejores.
En el plano individual el trabajo debe centrarse en darle al animal las condiciones necesarias y
suficientes como para que pueda producir eficientemente. Esto no implica renunciar a tener
animales más productivos, sino que primero debemos tener la base alimentaria, condiciones de
tenencia y posibilidades de manejo tales que garanticen que esos animales produzcan. La
atención individual es menos importante que el estado general del grupo. No tiene sentido
mejorar el potencial genético de los animales si los que tenemos son capaz de producir más y no
lo aprovechamos, es posible mejorar la productividad del rebaño mejorando el manejo y la
alimentación. Emplear adecuadamente las normas de manejo y lograr un más alto nivel de
dirección son aspectos más alcanzables por estar bajo la acción directa del hombre y no del
azar.
2. Alimentación
Para producir un kg. de leche con el 3.5 % de grasa, una vaca lechera adulta en condiciones de
producción tiene que sintetizar 82 g. de proteínas,1.16 Mcal de EM, 240 g. de Ca y 1.75 g. de
fósforo. Las necesidades se incrementan entre un 20 y un 10 % en las vacas de primer y
segundo parto respectivamente. En el caso de la ceba el alto incremento en peso diario también
demanda de abundantes; la exigencias de las altas producciones deben ser resueltas en tiempo
y forma según las exigencias fisiológicas de momento. Por lo tanto, es importante alimentar bien
la vaca o el torete durante las diferentes etapas de la crianza a fin de que pueda expresar a
plenitud su potencial productivo sin que se quebrante su estabilidad metabólica, su salud y
capacidad productiva.
Al evaluar la vaca lechera, se define como la más eficiente aquella que logra una mayor
producción y a la vez alcanza una mayor eficiencia en la utilización de los alimentos y el costo
por litro es menor (no olvidar que una alta producción con una alta alimentación puede ser
antieconómica). El mayor costo de mantenimiento del animal más pesado se compensa con la
mayor producción. Como el nivel general de alimentación de una vaca o de un rebaño está bajo
el control del productor, esta es el arma más poderosa que posee para influir en la producción.
Las vacas de mayor producción son las más eficientes y requieren más alimentos. Las
necesidades alimentarias por litro de leche se reducen en relación con el aumento del
rendimiento. Las vacas de altos rendimientos tienen un costo de mantenimiento semejante a
otras menos productivas, de ahí que podamos afirmar que el costo total por litro producido es
menor en las vacas más productivas.
Los principios antes enunciados se aplican también a los animales que pastorean. Pastorear
significa que los animales están en posibilidad de elegir cuánto y qué se van a comer de lo
ofrecido. En el pastoreo las condiciones ambientales son diferentes a la estabulación porque
resulta difícil saber cuánto consume individualmente cada animal, algunos pueden consumir más
de lo necesario en relación con su rendimiento y otros menos. Cuando se recurre a las tablas del
NRC se evidencia que el tema sobre las necesidades alimentarias de los animales está bien
estudiado cuando se trata de la estabulación, pero no es así cuando se emplea el pastoreo por
no existir una técnica práctica lo suficientemente precisa como para determinar la cantidad de
pasto consumido por un animal durante el pastoreo
Entre los animales lecheros en pastoreo, los que pesan iguales, pero producen diferentes, se ha
demostrado que los que más producen requieren menos alimentos por litro de leche producido
que los que menos producen. Así, mientras que una vaca que produjo 3250 kg. de leche y tiene
un peso vivo de 386 kg. ha requerido de 5143 kg. de materia seca del pasto durante un año, otra
de igual peso, pero que solo produjo 1516 kg. de leche necesitó 4108 kg. de materia seca del
pasto. La primera consumió 14 kg. de materia seca como promedio diario y la segunda 11,25, así
el gasto de alimento por cada kilogramo de leche producida fue de 1.58 kg. de MS/ kg. de leche
para la primera y de 2.7 kg. de MS/kg. de leche para la segunda o sea que la primera vaca fue
un 58.3 % superior a la primera en cuanto a eficiencia alimentaria.
Las necesidades de alimentos para la producción de leche están influidas no solo por la cantidad
sino también por la calidad de la leche producida. La leche de bajo tenor graso tiene un menor
contenido de sólidos totales por lo tanto la vaca necesita menor cantidad de alimento para
producir un kg. de leche. La vaca lechera al igual que el animal de carne solo puede producir a
partir del alimento que recibe, siendo el alimento el factor que más influye, con no menos del 70
% de la influencia total y como el nivel general de alimentación está bajo el control del productor,
esta situación se presenta como el arma más poderosa a la hora de valorar la eficiencia
productiva de un rebaño. Por lo tanto, la eficiencia en el uso del pasto para la producción de
leche o carne debe valorarse a través de los siguientes aspectos:
La proporción del alimento producido que es realmente consumido por los animales.
La cantidad y calidad de los pastos y forrajes que seamos capaces de producir depende de los
medios y recursos a nuestra disposición. Cuando el crecimiento del pasto es estacional el
hombre tiene muy poca influencia, según varíe la cantidad y calidad de la producción de alimento
así variará la producción de leche o el incremento en peso de los animales en ceba. Lo ideal
sería que el pastizal tuviera una elevada productividad anual, razonablemente distribuida en todo
el periodo. Como el clima impone una fluctuación marcadamente diferencial en la producción de
alimentos en Cuba, las necesidades tendrán que planificarse por época, considerando el periodo
poco lluvioso desde noviembre hasta mayo y el lluvioso desde junio hasta octubre.
El productor siempre quiere disponer de alimentos suficientes y con la calidad requerida cuando
los animales lo necesiten, en Cuba esto no siempre se logra ya que por lo general en la época
lluviosa se produce el 80 % de la producción anual de pastos y forrajes y su calidad no es
uniforme ni siquiera en la época de mayor crecimiento, esto se debe entre otros factores al clima,
la fertilidad del suelo, topografía del sembradío, tipo de planta predominante en el área, manejo
de la plantación, etc., que son factores que ejercen una importante Influencia modificativa sobre
el crecimiento de la plantación. En lo relativo al aprovechamiento del pastizal se parte del criterio
de que no vale la pena producir alimento si no va a ser consumido por los animales, todo lo que
se desperdicia o no se usa se pierde. La hierba que no se utilizó hubiese sido mejor no
producirla. En los sistemas de bajos insumos, debido a la falta de recursos, se hace un bajísimo
aprovechamiento del alimento producido, ya sea pastos o forrajes, súmesele a esto la baja
conversión de la materia seca consumida en leche o carne y tendrá las consecuencias de la baja
eficiencia productiva que se logra.
La filosofía del ganadero debe ser mantener alta y estable la alimentación todo el año, porque es
de interés también mantener alto los niveles de producción o por lo menos estables, según las
necesidades de la población o el mercado. La práctica cotidiana refleja que los productores
cubanos alimentan adecuadamente a los animales en la época lluviosa (o por lo menos disponen
de suficiente alimento como para lograrlo) y lo hacen escasamente en la época poco lluviosa, de
la misma forma se comporta la producción.
Aparte de los problemas de manejo del pastizal y de los animales, que son bastante comunes en
los países de clima tropical, en sistemas extensivos de pastoreo, existe una reducción
considerable en la elaboración de heno y ensilaje por lo que la capacidad productiva del pastizal
se ve menguada.
Para poder profundizar en los problemas de la alimentación del rebaño debemos ser capaces de
hacer el Balance Alimentario ya que este constituye una herramienta de trabajo insustituible para
el productor, dado que le permite conocer a fondo y con mayor precisión lo que ocurre desde el
punto de vista alimentario en su unidad.
Normalmente, y por lo menos una vez al mes, en todas las unidades pecuarias debería hacerse
el Balance Alimentario Instantáneo a fin de diagnosticar con mayor exactitud el nivel alimentario
del rebaño. Después de un año de análisis se sabrá qué sobró y qué faltó en la alimentación de
los animales y por tanto, se estará en condiciones de concebir el plan para la autosuficiencia
alimentaria.
El Balance Alimentario Instantáneo sirve también para valorar el momento del desbalance, pero
debe ser un material para reflexionar y tomar decisiones. Cuando el resultado nos muestra que
existe desbalance lo primero que debemos hacer es determinar si este se debe a insuficiencia de
alimento (menor consumo de materia seca de la necesaria) o a una baja calidad en el alimento
consumido (deficiencia cualitativa en el alimento), ya que a veces basta con un simple cambio de
cuartón o un cambio en la dieta para que se cubran los requerimientos y no hay que tomar
medidas extraordinarias y en otras será necesario el uso de concentrados.
Después del balance alimentario lo más conveniente es evaluar la situación planteada en cuanto
a posibles causas que dieron lugar a estos resultados y proponer soluciones sin recurrir a
insumos externos. Si el desbalance es por insuficiencia en la cantidad se puede complementar la
dieta con forraje, heno, ensilaje, residuos de cosechas etc., si el problema es cualitativo se debe
identificar en cuál o cuáles de los nutrientes está la deficiencia y en consecuencia poder usar
algún concentrado, pienso, harina de boniato, maíz, yuca, bloque minero—energético, banco de
proteínas, etc.
Según los niveles de producción del rebaño la calidad y cantidad del pasto disponible, se analiza
si se suple o no la dieta con concentrado. Esta es una de las causas más comunes de las
variaciones en la producción. El productor suele definir el término suplementar como la acción de
cubrir el déficit cualitativo de la dieta deficiente en cualquiera de sus nutrientes. A los alimentos
ricos en cualquiera de los nutrientes se le llama concentrado, por ello existen concentrados y
suplementos energéticos, proteicos, vitamínicos y minerales.
3. Reproducción de la vaca
La gestación.
Gestar la vaca siempre constituye una preocupación del ganadero sobre todo en los sistemas de
bajos insumos donde el cuidado y la atención a los animales se ven afectados, el mal se agrava
cuando prevalecen las malas condiciones de alimentación, manejo, salud y condiciones de
tenencia en el rebaño. Las vacas pueden presentar diversos trastornos de salud o
anormalidades en su aparato reproductivo, que le impidan o dificulten la gestación, el semental
también puede tener problemas de salud o anormalidades en su aparato reproductivo y el
hombre puede presentar diversos problemas tanto en el manejo de los animales, del semen,
como de conocimiento en cuanto a momento óptimo de inseminación, etc.
Diversas son las razones por las cuales una vaca no se gesta en el tiempo planificado, no cae
en celo, no se le detecta el celo, el hombre no la recoge para gestarla o la recoge pero no la
insemina en tiempo y forma. También diversas son las razones por la cual una vaca cubierta o
inseminada no se gesta. Lo cierto es que después de tantos inconvenientes, en el mejor de los
casos, las vacas se gestan, pero lo hacen tan tarde que se alargó mucho el periodo de servicio y
por tanto el intervalo entre partos, por consiguiente, se reduce en índice de natalidad.
La gestación en el ganado vacuno dura algo más de 9 meses (entre 270 y 290 días), más corto
en el Bos taurus y más largo en el Bos índicus. En este tiempo el feto se desarrolla y alcanza la
madurez suficiente como para vivir después del parto. Hacia el último tercio de la gestación el
crecimiento del feto se acelera alcanzando en este tiempo las tres cuartas partes del peso que
tendrá al nacer, por lo tanto, en esta etapa se impone especial atención al manejo y la
alimentación, a fin de obtener un ternero más pesado y viable al nacimiento y una mayor
producción de leche en la vaca.
A veces sucede que la vaca se gesta, pero por mala condiciones de tenencia o de alimentación
se producen la muerte del embrión, también son frecuentes los abortos, otras veces la vaca se
muere o debe sacrificarse, lo cual significa menor cantidad de terneros y por tanto menor
capacidad para cumplir con los propósitos de la crianza. En el proceso productivo estas causas
se engloban en el acápite índice de no parto, que incluye además los errores de diagnóstico, las
bajas por traslados, etc. y que puede alcanzar entre 6 y 8 %, este indicador en algunos rebaños
lecheros es superior al 15 % y superior en los rebaños de crìa.
La vaca lechera próxima al parto no debe ser ordeñada dado que el desgaste que provoca la
producción reduce sus reservas corporales, no permite que el tejido glandular gastado se
reponga y parirá un ternero con bajo peso y por lo tanto poco viable. Cuando hablamos de las
vacas gestantes, que estaban en el último tercio de la gestación, nos referíamos a la
conveniencia de alimentar y cuidar bien estos animales porque de ello dependía el peso al nacer
de las crías y los niveles de producción de leche. Es ampliamente conocido que los terneros que
nacen con buen peso son más viables, crecen más rápido y resisten mejor las enfermedades,
por lo tanto, la viabilidad de las crías se prepara antes de nacer. Cuando ocurre el parto los
cuidados a tener, tanto con la vaca como con el ternero, son decisivos para el logro de los
objetivos posteriores, los terneros que consumen el calostro tienen un mejor desarrollo.
Tanto para la producción de leche como la de terneros, es condición necesaria que la vaca para
y para ello lo primero es gestarla, lograr un periodo de gestación sin contratiempos y que el parto
se realice sin dificultades. En los rebaños lecheros las vacas gestantes se secan a los siete
meses de gestación y se envían al grupo seco donde permanecerán hasta que estén próximas al
parto, en el caso de las vacas de cría el destete de las crías ocurre entre los 6 y 8 meses. Una
vez que la vaca seca gestante ha sido separada del rebaño de ordeño y ubicada en el grupo
seco, se impone un manejo tal que garantice que la misma llegue al parto en las mejores
condiciones posible; evitar las carreras, golpes, consumo de sustancias o plantas tóxicas, etc. El
médico veterinario o el técnico de esta especialidad deben revisar periódicamente el grupo a fin
de detectar cualquier anomalía.
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en el último periodo de la gestación es
la alimentación. No debemos descuidar los niveles de energías y proteínas pues en esta etapa
las necesidades crecen. Los alimentos deben ser de buena calidad, se recomienda el uso de
concentrado: ya que las vacas reducen el consumo voluntario de alimentos voluminosos, por
cuanto disminuye su capacidad ruminal como consecuencia del crecimiento del feto que lo
presiona.
Cuando falten uno 15 días para el parto es conveniente llevar el animal hasta un cuartón próximo
a la vaquería, el llamado cuartón de maternidad, donde se acentuará la atención sobre el mismo,
se pondrá a su disposición agua abundante, limpia y fresca, sombra y alimento suficiente como
para que no sufra ningún tipo de estrés, mientras más confortable sea su estancia en este
cuartón menos problemas habrá al parto. Si la vaca llega al parto en buen estado de salud y
peso este será más fácil, los partos de vacas flacas por lo general son difíciles, distócicos y los
terneros nacen débiles.
Uno tres días antes del parto las vacas deben situarse en el área donde van a parir,
preferiblemente en los cubículos de maternidad o en una zona cubierta de pasto limpio, en
cualquier caso el área debe reunir las condiciones de higiene necesarias como para evitar o
reducir los problemas de infecciones o propagación de enfermedades. Aquí deben evitarse los
ruidos innecesarios, molestias y exceso de personal que entorpezcan el parto.
Al momento del parto es conveniente que alguien con experiencia en estos menesteres esté
presente a fin de auxiliar si hace falta. Normalmente el momento del parto se anuncia a través de
una serie de signos y síntomas específicos. Si la presentación del feto es normal, primero
aparece la bolsa fetal, que normalmente debe romperse por sí sola, después de la bolsa
aparecen las extremidades anteriores, el morro y la cabeza. En estas condiciones la vaca no
debe tener problemas para parir, pero si la presentación no es normal o aun siendo normal, se
presentan problemas por falta de capacidad pelviana, debe ayudarse a parir a la vaca.
Por lo general las vacas, cualquiera sea su raza, deben parir solas, no necesitan de ayuda, en
ocasiones la inoportuna intervención del hombre obstaculiza el normal desarrollo del parto,
provocando diversos trastornos. Ellas emplean unas 8 horas en parir y solo debe ayudarse si se
presentan problemas. Aun así la ayuda externa suele traer trastornos tanto al recién nacido como
a la madre.
La atención al parto está encaminada a asegurar la viabilidad de la cría, evitar o reducir las
complicaciones durante el puerperio, propiciar una rápida reactivación ovárica y la gestación de
la misma antes de los 90 días pos parto. El parto es el tránsito de la gestación a la lactancia, por
ello, debe velarse por aquellas vacas consideradas de altos riesgos obstétricos, seguir las
orientaciones dadas por la dirección de veterinaria de cómo comportarse durante el desarrollo
del parto y valorar el Índice Clínico del Recién Nacido (ICRN).
La atención de la vaca al parto tiene relevancia económica, no solo por la incidencia de crías
muertas, sino también por los trastornos de fertilidad que crea en la madre, observándose con
frecuencia problemas de endometritis, placenta retenida, alargamiento del periodo de servicio y
del intervalo entre partos, reducción de la tasa de natalidad, aumento de los gastos en
medicamentos y fuerza de trabajo, así como grandes cantidades de leche dejadas de producir.
Todo lo cual encarece el proceso al incrementar los gastos, reducir la producción y acortar la vida
útil del animal.
Después del parto la vaca comenzará a lamer a la cría recién nacida, con lo cual la limpiará de
los residuos placentarios y la secará, el masaje dado con la lengua durante el lamido contribuye
a activar la circulación sanguínea periférica y a propiciar la respiración. El lamido elimina los
residuos placentarios de la boca y los ollares, por ello es conveniente que la vaca comience
rápido esta acción a fin de evitar una posible asfixia. Si por cualquier causa la vaca no puede o
no quiere lamer al ternero, el criador debe secarlo con un paño limpio o cualquier otro objeto
similar.
El ternero nace con acidosis fisiológica a causa del cambio brusco que significa salir del claustro
materno a la vida externa, pero evoluciona rápidamente hacia el equilibrio en las primeras horas
de vida, por tanto, es conveniente prestar mucha atención a la marcha del proceso pos parto,
dado que puede darse el caso que esto no ocurra así y la cría evolucione con una marcada
debilidad orgánica. Para detectar esta situación se creó el INDICE CLINICO del RECIEN
CACIDO (ICRN), método clínico que valora los indicadores siguientes:
Tiempo que demora en hacer el primer intento por levantarse: Normalmente antes de los
20 minutos de nacido el ternero debe levantarse y buscar la ubre para mamar. Las crías
que nacen vigorosas se pone de pie rápido y comienza a mamar.
Estos cincos indicadores con que se valora el ICRN reciben calificación de 2, 1 y 0 puntos cada
uno según las respuestas sea bien, regular o mal. La suma total de los puntos nos da la
puntuación final que debe estar entre 0 y 10 y la descripción del estado clínico observado.
Cuando la puntuación está entre 0 y 5 se califica como deprimido, si está entre 6 y 7 se califica
de vitalidad afectada y si alcanza entre 8 y 10 puntos se evalúa como de buena vitalidad.
El médico veterinario debe completar el informe con los datos referentes a las complicaciones
durante el parto y si la dieta del último tercio de la gestación fue acidófila, si la calificación está
por debajo de 7 debe emplearse una solución de bicarbonato de sodio al 8 % por vía
intraperitoneal.
Después del nacimiento normal o no, es necesario preocuparse por la cura del ombligo;
desinfección y aplicación de un astringente en esta zona a fin de evitar complicaciones
posteriores y garantizar la toma del calostro, este constituye el primer alimento a consumir por el
recién nacido y es primordial importancia para su supervivencia, este se produce en la ubre de la
madre, en el último tercio de la gestación y constituye la primera secreción pos parto. Los
terneros que por cualquier razón no consumen el calostro suelen enfermarse con facilidad y se
desarrollan muy mal.
La cantidad y calidad del calostro producido depende de un sinnúmero de factores entre los
cuales se destaca la alimentación. Este alimento posee una gran cantidad de anticuerpos,
proteínas especiales conocidas como globulinas. Las inmunoglobulinas son globulinas
producidas por células plasmáticas que reciben el nombre de anticuerpos.
Las inmunoglobulinas ingeridas por los terneros recién nacidos, al igual que los demás
nutrientes, son absorbidas por las células epiteliales del intestino delgado en su forma natural,
pasando luego al torrente sanguíneo junto a otras macromoléculas que se absorben sin
selección alguna, esta capacidad se mantiene durante las primeras 36 horas de vida, momento
en que se digiere como un alimento más. Las inmunoglobulinas tienen un efecto muy eficaz,
contra los agentes patógenos que son los causantes de las enfermedades que provocan las
pérdidas de terneros en la primera etapa de su vida.
También el calostro tiene una función laxante, pues limpia el intestino de los residuos
metabólicos que se acumularon durante la vida fetal, a esta primera excreta se le da el nombre
de meconio y es diferente a las restantes.
Periodo de servicios
También existe una estrecha relación entre el periodo de servicios y la producción de leche, a
periodos de servicios cortos más rápido declina de la producción de leche, por lo tanto la
lactancia será más corta. La tendencia más generalizada entre los ganaderos es la de intentar
gestar sus vacas en el primer celo, después de los 40 días posteriores al parto. En el caso del
ganado de cría se prefiere que la vaca para en época de abundancia de pasto y gestar en ese
momento.
Existe la creencia, bastante generalizada, de que la alta producción de leche es incompatible con
los buenos resultados reproductivos. Esto pudiera ser cierto solo si se desconoce total o
parcialmente cómo alimentar y manejar las hembras en cada fase de su desarrollo. Violar lo
establecido provoca la aparición de los llamados problemas metabólicos y las diferentes
afectaciones orgánicas que dañan la salud y la reproducción.
Una vaca ideal debería parir una vez al año con periodo de servicios de tres meses, pero como
gestarla no es tan simple el proceso se complica. Periodos de servicios menores de dos meses
son indeseables, los muy largos también porque van unidos a la reducción del índice de
natalidad. Si bien no es practicable organizar el manejo de la reproducción de forma tal que el
periodo de servicios sea el que queremos, también es cierto que en el momento de la gestación
el hombre juega un papel decisivo cuando de inseminación artificial se trata.
Existen diversas razones para que la vaca no se geste en tiempo, unas son propias de la
hembra, otras son propias del macho y la mayoría se deben al pobre papel del hombre en su
gestión reproductiva. La vaca puede y debe gestarse entre la octava y oncena semana después
del parto, que es cuando las buenas vacas producen más leche y tienen mayor demanda de
nutrientes.
Por cada día perdido en la vida reproductiva de una vaca se pierde una cantidad de leche, cuya
proporción dependerá de su nivel productivo. Un día vacío en una vaca que promedia 1800 kg.
de leche por lactancia representa una pérdida de 5 kg., si la lactancia fuera de 2300 kg., las
pérdidas serían de 6.8 kg. y para una lactancia de 2900 kg. la pérdida diaria por cada día
ascendería a 7.3 kg. Por cada celo perdido se pierde una cantidad de leche dada (la vaca que no
se gesta hoy no pierde un día sino al menos 20, esto en un rebaño lechero significa miles de kg.
de leche dejada de producir, lo cual reduce su rentabilidad.
El intervalo entre partos o periodo de tiempo entre dos partos sucesivos. Este tiempo no debe
ser superior a los 400 días y se considera como óptimo 365. Cuando se quiera valorar la
producción de leche individual de una vaca lechera debe enmarcarse en este periodo, así es
más fácil comparar. Por ejemplo: si la vaca A produjo 2340 kg. de leche con un intervalo entre
partos de 410 días y la vaca B produjo igual cantidad, pero con un intervalo entre partos de 500
días, al calcular la producción anual según la fórmula PV = PL/IPP x365, la vaca A rindió 2083 kg.
en el año, mientras la vaca B solo alcanzó 1708 kg., lo cual evidencia que a medida que el
intervalo entre partos crece la producción anual individual disminuye.
Pocas vacas producen suficiente cantidad de leche, al final de la lactancia, como para
compensar la pérdida de un ternero al año. A medida que el intervalo entre partos se acerca al
año, será más eficiente el trabajo del ganadero y más rentable su explotación. La leche adicional
obtenida después de los 10 meses de lactación es insignificante comparado con lo que la misma
vaca daría de haber parido de nuevo a los 365 días.
Producción de
leche (Kg)
S
Puerperio
Tiempo
7 meses de gestación
60 días 60 días
1er Servicio Secado Parto
Parto
Uno de los problemas que se evalúan para hacer más eficiente la producción de leche y de
terneros y para evitar o reducir los conflictos reproductivos, es la regularidad del proceso
reproductivo. Esto implica obtener un ternero por vaca cada 12 ó 13 meses y una buena
producción de leche por lactancia. Estas regularidades son las que garantizan la solvencia
económica del sistema. Si existen limitaciones en los insumos o se desaprovecha el potencial
existente la rentabilidad del proceso será negativa. Entonces ocurrirán hechos tales como baja
natalidad, reducción de la producción por lactancia, reducción del nivel de reemplazo, etc.
La prolongación del intervalo entre partos representa enormes pérdidas económicas, no solo en
leche, sino también en terneros. Según Holly 1987 la influencia del intervalo entre partos en la
eficiencia económica y productiva de un rebaño vacuno lechero puede valorarse a través de la
siguiente tabla.
1. El ordeño
En la producción de leche diaria de una vaquería existen dos criterios que condicionan estos
resultados, nos estamos refiriendo al número de vacas en ordeño y a la producción promedio
diaria por vaca. El número de vacas en ordeño depende del flujo de altas y bajas a ordeño que
diariamente se produce, la razón más frecuente de alta a ordeño son las vacas recién paridas y
las bajas más frecuentes se deben a gestación avanzada y largas lactancias que obligan a secar
las vacas. Cuando el proceso se desarrolla como se debe el alto índice de natalidad da
posibilidad de una alta concurrencia a ordeño lo que unido al paso natural de las vacas que
culminan la lactancia al grupo de vacas secas garantiza que no menos del 70 % de las vacas del
rebaño se mantengan en ordeño durante todo el año. Pero, aun cuando este indicador se
comporte muy bien, esto no quiere decir que ya esté asegurada una alta producción. Será
necesario garantizar una correcta e higiénica realización del ordeño para que los animales en su
desempeño individual alcancen altos rendimientos.
El proceso de extracción de leche de la ubre por parte del hombre se conoce como ordeño, esta
acción se puede hacer de forma manual o mediante máquinas. En cualquier caso nos estamos
refiriendo al momento cumbre del proceso productivo en los rebaños lecheros por cuanto es la
leche el producto que se comercializa y el que define el criterio de rentabilidad. Para que durante
el ordeño las vacas den la mayor cantidad de leche posible estas deben estar sanas y en el
mayor confort posible, o sea, que el estrés es el enemigo número uno de la producción de leche
durante el ordeño. La producción de leche en la ubre es un proceso continuo que el hombre
aprovecha para regular las veces que debe ordeñar la vaca; así tenemos casos de ordeños una,
dos ó tres veces al día. Esta es una labor de manejo diaria que debe hacerse lo más
correctamente posible, rápida e higiénica acción que culmina un largo proceso de crianza,
mejoramiento genético, alimentación, etc. El empleo de un método correcto de manejo en el
ordeño dará como resultado mayores y más higiénicas producciones, menos incidencia de
mastitis y mayor beneficio. Si durante la extracción de la leche se mantienen los animales en un
ambiente tranquilo y apacible los resultados serán mejores.
Por lo general, en las unidades lecheras los animales que están en producción se agrupan según
determinados criterios lo cual facilita la labor de ordeño, alimentación, manejo del pastizal y
atención a la reproducción. Las vacas que más producen tienen mayores requerimientos
nutricionales por lo cual deberán ser alimentadas mejor, serán las primeras en ser ordeñadas y
las primeras en entrar al cuartón de pastoreo. Cuando en el grupo los animales tienen una
producción semejante se facilita el ordeño y el tiempo empleado en esta operación es menor.
Los criterios empleados para formar los grupos son diversos y responden a criterios muy
particulares del productor, pero por lo general se tienen en cuenta los días de lactancia de cada
vaca, el estado reproductivo y la producción de leche diaria.
En esta expresión se enmarca el procedimiento de ordeño a través del orden en que deben
ejecutarse las acciones que lleven a feliz término la extracción de la leche sin afectar la ubre y
con la calidad requerida. La rutina crea hábitos en los animales y los hombres. Cada vaca
deberá ser ordeñada según sus características particulares, por lo cual, se recomienda al
ordeñador el conocimiento de cada una aun cuando sabemos que si el grupo es grande esto se
dificulta.
El ordeño puede hacerse manual o con máquina, a intervalos regulares y con no más de 16
horas entre uno y otro, siempre a la misma hora y por los mismos ordeñadores. El ordeño
manual se practica en todos los países de nuestra América, se aplica en periodos cortos o a lo
largo de toda la lactancia. La forma correcta de realizar este ordeño es a mano llena, cerrando su
base entre el índice y el pulgar y obligando a la leche a salir al exterior cuando los demás dedos
se cierran sobre el pezón, las demás formas de ordeño manual están contraindicadas por ser
irritantes o dolorosas. El ordeño con máquina se realiza aplicando presiones negativas y
atmosféricas de forma alterna a través de las llamadas pezoneras que son máquinas de doble
cámara que crean un diferencial de presión que obliga a la leche que se encuentra en la cisterna
de la leche de la ubre a pasar a la cámara de la pezonera. La leche que se encuentra en las
cisternas de los cuartos y en los grandes conductos mamarios antes de comenzar el ordeño
puede obtenerse fácilmente con solo vencer la resistencia de los músculos esfinterianos de los
pezones, pero la mayor parte de la leche se encuentra en los alveolos y la amplia red de
pequeños conductos mamarios y debe ser forzada a salir mediante la activación de un reflejo
neurohormonal denominado bajada o eyección de la leche. Esta bajada se activa a partir de los
reflejos condicionados que se crean en la vaca durante la realización del ordeño, sobre todo
cuando se comienza a preparar la ubre.
Preordeño. Traslado de los animales hacia la sala de ordeño de forma correcta, sin
apuro ni darles golpes, gritos o maltratos de cualquier tipo, evitando que se fatiguen o se
exciten demasiado. El estrés en estos momentos será causa de una disminución de la
producción al momento del ordeño. Los animales deberán permanecer poco tiempo en
la sala de espera a la sombra y con abundante agua.
La mastitis es la inflamación del tejido mamario provocado por diferentes tipos de bacterias,
lesiones mecánicas, térmicas o químicas, que reducen la producción de leche y su calidad. Esta
alteración es bastante común afectando de forma regular a no menos del 5 % de la masa en
explotación y es causante del mayor gasto que se incurre por concepto de salud en el ganado
lechero, es por ello que se recomienda realizar el ordeño correctamente. Esta enfermedad se
clasifica como subclínica cuando no es apreciable a simple vista y se requieren de análisis
especiales para su detección, la mastitis clínica se nota en los coágulos de la leche en el jarro de
contraste, su agravamiento puede conducir a la incapacidad del cuarto para producir leche, la
afectación puede llegar a crónica, manteniéndose por meses y obligando a secar la vaca. Los
factores predisponentes para la aparición de la mastitis se encuentran en la falta de higiene, la
violación de la rutina de ordeño, defectos en las máquinas de ordeño, etc. El control de la
mastitis se logra a través de la prevención, evitar que aparezcan nuevos casos, ya que la mayor
contaminación proviene de las manos de los ordeñadores y las pezoneras sucias, se debe evitar
el sobreordeño y desinfectar las pezoneras al final de cada ordeño. Las vacas con mastitis deben
ordeñarse últimas y el cuarto contaminado ordeñarlo a mano.
El peso al parto está estrechamente relacionado con el peso de la cría al nacimiento y con el
rendimiento en leche posterior de la vaca, las que están en buen peso producen más que las
flacas y dan crías más pesadas y viables. Los animales que llegan al parto con suficientes
reservas logran altos niveles productivos en los primeros meses de lactancia aun cuando son
incapaces de consumir suficiente alimento como para satisfacer las necesidades energéticas de
tan alto nivel de producción y se gestan más pronto. Si el animal no pare con un buen peso, aun
cuando el alimento que se le suministre durante la etapa de recién parida sea de altísima
calidad, esto no garantiza alta producción de leche y en consecuencia la lactancia será acorta y
baja la producción.
3. Tamaño de la vaca
En igualdad de condiciones las vacas lecheras más pequeñas son más eficientes que las
grandes para la producción de grasa por unidad de superficie, las más grandes son mejores
productoras de leche. La tabla siguiente ejemplifica el criterio.
La calificación de las vacas de un rebaño, en orden de mérito, sobre la base del rendimiento
solamente, puede dar un cuadro falso de la eficiencia relativa de conversión del pasto en leche.
El tamaño debe ser tenido en cuenta porque influye en la carga y por tanto en el rendimiento
individual y por unidad de superficie. El rendimiento lechero individual está relacionado con el
tamaño de la vaca, dentro de cada raza las vacas más grandes producen más, las altas
productoras son más grandes y pesadas. El mayor costo de mantenimiento del animal más
pesado está distribuido sobre un mayor número de kg. de leche. Este criterio es de especial
importancia bajo las condiciones de producción de leche a partir de pasto, donde no es fácil el
control del consumo individual con relación al tamaño, pero donde la meta es la máxima
producción de leche por unidad de superficie de pasto.
En las regiones de clima cálido, las vacas pequeñas son preferibles explotarlas en zonas
montañosas, poco fértiles. Un animal de poca masa corporal se comporta mejor como escalador
y puede mantenerse más ventajosamente cuando no hay abundancia de pasto. Para las
condiciones de Cuba lo más recomendable es escoger animales grandes, pero adaptados a
nuestras condiciones climáticas.
Las vacas más grandes no solo consumen más alimentos sino que tienen la posibilidad de alojar
ubres más grandes y dar terneros más pesados, pero la producción de leche no varía
proporcionalmente con la masa corporal de la vaca, sino que lo hace con su masa metabólica o
área superficial, que es la potencia 0.75 de su masa corporal. Por lo tanto una vaca que pese el
doble que otra no produce el doble, sino que puede llegar como máximo al 75 % por encima de
la más pequeña.
4. Edad de la vaca
El criterio edad está estrechamente relacionado con el tamaño y peso de la vaca, comúnmente
los rendimientos en leche aumentan con el ritmo de crecimiento, hasta que llega a su punto
máximo, alrededor de los 6 ó 7 años de edad, a continuación decrece a un ritmo de
decrecimiento inferior al que tuvo de crecimiento. Las vacas más jóvenes dan crías menos
pesadas. La mayor parte de las vacas, al incrementar la producción de leche con el aumento de
la edad, hacen más rentable su explotación; las que logran cumplir 10 lactancias son altamente
eficientes. Las vacas cuando llegan a la madurez producen un 25 % más de leche que las de
dos años. De esta diferencia se puede atribuir un 5 % a la mayor masa corporal del animal al
llegar a la adultez y el 20 % restante se debe al desarrollo del sistema mamario provocados por
las gestaciones y las lactancias sucesivas.
El número de años durante los cuales las vacas mantienen su capacidad productiva y
reproductiva es uno de los eslabones más importante en la valoración de eficiencia del proceso
productivo. La mayor parte de los animales de un rebaños lecheros no logran alcanzar 5 partos e
igual número de lactancias a una edad entre 7 y 8 años, en el caso de las vacas de cría la
situación es peor, la mayor partes de la vacas son eliminadas prematuramente por problemas de
infertilidad.
5. Duración de la lactancia
Después del parto aumentan rápidamente los rendimientos productivos de la vaca, hasta
alcanzar el pico de la lactancia entre los 40 y 50 días. En las buenas vacas los niveles altos de
producción suelen extenderse hasta los 4 meses de lactancia, para luego descender
paulatinamente hasta que se seca.
6. Salud
7. Periodo seco
La duración del periodo seco o de no producción láctea, entre dos partos sucesivos de una vaca,
influye en la producción de leche en la próxima lactancia y en el peso de la cría al nacimiento. En
el animal lechero normalmente este tiempo lo regula el hombre, porque él determina cuándo
interrumpir la lactancia. La principal causa del secado en la vaca lechera es lo avanzado de la
gestación (7 meses), la lactancia prolongada (no más de 300 días en vacas de un solo parto y no
más de 400 en vacas de más de un parto), problemas de salud y bajo nivel productivo, entre
otras.
El periodo seco en la vaca lechera es una necesidad para reponer el tejido glandular gastado
durante la lactancia (el volumen y la cantidad del tejido secretor de la glándula mamaria
disminuyen hacia el final de la lactancia). La tarea de sintetizar la leche impone un esfuerzo
enorme del tejido secretor( proporcional al nivel productivo) y la vaca lechera como máquina
productora no puede funcionar ininterrumpidamente, además la vaca necesita de un descanso
para reconstituir las reservas corporales perdidas durante la lactancia, así como almacenar todo
lo necesario para poder iniciar la próxima lactancia.
La alimentación durante el periodo seco es fundamental para alcanzar los objetivos propuestos
en el párrafo anterior y para asegurar un buen peso al parto, lo cual es garantía de una buena
producción. La meta es recuperar en el animal la condición corporal óptima antes del parto y
reponer el desgaste ocurrido durante la lactancia. Se debe evitar el sobre consumo energético.
Cuando se comparan las vacas secas con las que están en producción sus requerimientos
nutricionales son más bajos aun estando en el último tercio de la gestación y tener que crear
reservas para la próxima lactación.
Cuando termina la producción de leche los alvéolos y los conductos más pequeños sufren un
proceso involutivo y cuando la ubre está totalmente seca solo son visibles los conductos
mayores y permanentes. Cuando se acerca el parto hay una proliferación vigorosa de alvéolos y
demás tejidos como manifestación de la preparación para una nueva lactancia
Los resultados investigativos han demostrado que la cantidad de leche producida en cualquier
lactancia está significativamente afectada por la duración del periodo seco. La recomendación,
científicamente probada es que no debe ser inferior a los 50 días, si es más corto se afecta la
producción de la próxima lactancia, si se reduce este tiempo la producción de leche puede
afectarse hasta en un 60 % en la próxima lactancia, muy largo es malo porque se reduce la vida
útil del animal, pero muy corto es peor porque no solo tiene efecto perjudicial sobre la cría (poco
peso al nacer) sino que deprime la producción de leche y hace la lactancia más corta.
Cuando el pasto es la fuente principal de la nutrición del ganado vacuno, la época del año en que
pare la mayoría de los animales influye el rendimiento anual, dado que existe una relación
directa entre la cantidad y calidad del pasto consumido y el rendimiento en leche. La producción
de pasto durante el año no es de igual nivel, ya sea en cantidad como en calidad. La cantidad
varía con la época y la calidad con el ritmo de crecimiento y momento en que es utilizado.
Para lograr una mayor eficiencia en la producción de leche y crías vacunas a partir del pasto se
debería hacer coincidir el inicio de la curva de producción de pasto con el momento de mayor
cantidad de partos para que coincidan las mayores necesidades de los animales con la mayor
producción de alimento. Sería programar los partos a partir de la primavera (inicio de la
lactancia), para que en la época de menor disponibilidad de pasto la mayor cantidad de animales
esté seco o secándose. La mayor eficiencia se logra cuando hay una adecuada correlación
entre la curva de producción de pasto y la curva de necesidades nutricionales del rebaño.
Cuando existe una marcada tendencia al agrupamiento de los partos del ganado hacia los
últimos meses del año y primeros del siguiente (fin del otoño y comienzo del invierno) se
perjudica el proceso productivo porque es cuando la curva de producción de pasto está en
declive y la de leche va en ascenso, esta es una de las razones de la pobre respuesta
productiva que se observa en muchos rebaños.
El flujo zootécnico para la producción de las futuras vacas comienza en la vaquería, se continúa
con la recría, luego le sigue el área de ganado en desarrollo que termina con la incorporación de
la hembra a la vida reproductiva y concluye en el área de novillas incorporadas cuando esta
pare. Por lo general los partos de las novillas ocurren en las vaquerías donde predominan las
vacas adultas, aunque pueden existir vaquerías de novillas, donde un personal especializado
trabaja con los animales que entran en producción por primera vez, logrando un nivel de
mansedumbre tal que se garantiza el mejor desenvolvimiento futuro del animal.
La crianza del ternero resulta compleja por cuanto los animales jóvenes estarán sometidos a
diversos cambios desfavorables a causa del ambiente físico y demás variaciones introducida por
el hombre en su entorno. Cualquiera sea el propósito de la crianza del ternero, el productor
desea que sus animales crezcan sanos y fuertes y por ello, dentro de cada modalidad o
tecnología de crianza, se traza la meta de que a cada fase de su desarrollo llegue la cantidad
prevista, con el peso y desarrollo fisiológico adecuado.
Cuando hablábamos de las vacas gestantes, las que estaban en el último tercio de la gestación,
nos referíamos a la conveniencia de alimentar y cuidar bien estos animales porque de ello
dependía el peso al nacer de las crías y los niveles de producción de leche. Es ampliamente
conocido que los terneros que nacen con buen peso son más viables, crecen más rápido y
resisten mejor las enfermedades. Cuando ocurre el parto los cuidados a tener tanto con la vaca
como con el ternero son decisivos para el logro de los objetivos posteriores.
Cada uno de los pasos que deben darse con los terneros, después del nacimiento, se incluyen
en la carta tecnológica de cada sistema de crianza y forman parte del flujo zootécnico del mismo.
En ese documento se establece qué debe hacerse en cada caso, y el productor, en su accionar
productivo valora cómo hacerlo según los recursos y medios disponibles.
Para valorar este propósito debemos partir de las causas del reemplazo, razones por las cuales
se hace necesario sustituir a las vacas de un rebaño. Entre las causas más comunes se
destacan los problemas reproductivos y los productivos, el hombre decide cuándo y cómo
sustituir los animales y por cuáles. También las enfermedades son causas frecuentes de
reemplazo en nuestro país, así como las muertes.
Cuando de rebaños lecheros se trata, la vida útil de las vacas por lo general no pasa de los cinco
años porque en esta etapa es cuando más producen y mejores condiciones reproductivas
demuestran, por ello es que se suele planificar entre un 20 y un 25 % de reemplazo anual en
este ganado. Una de las variantes más discutidas es la de si se debe o no criar el reemplazo en
la vaquería, esto implica no solo crear las condiciones necesarias para tal propósito sino también
estar en capacidad de seleccionar los mejores a los 4 meses de edad y quedarse con ellos.
El cómo organizar el manejo y la alimentación en estas unidades para la crianza del ternero,
está en dependencia del sistema a emplear, no es lo mismo el amamantamiento restringido que
la crianza artificial, pero ambos son factibles en nuestras condiciones solo debe dominarse cada
método de crianza y aplicar aquel que nos resulte más ventajoso. Por lo demás, al criador
siempre le queda la satisfacción de poder garantizar la cantidad y calidad de su ganado sin
depender de otras entidades.
Si difícil resulta cumplir con el nivel de reemplazo en tiempo y forma más difícil resulta crecer.
Los parámetros a tener en cuenta al seleccionar las hembras para este propósito son los mismos
que se emplean en la selección del reemplazo, tanto el relevo como el incremento de la masa
deben hacerse con hembras mejores que las que se tienen y cuando no se pueda, al menos
deben ser iguales a las existentes.
Para reemplazar y crecer hace falta alcanzar un índice de natalidad, en el rebaño básico,
superior al 85 %, la mortalidad de terneros no puede estar por encima del 8 % y se debe
garantizar a las hembras en desarrollo un crecimiento normal. Conocer el nivel de crecimiento
esperado no es difícil y debe planificarse, así se cuantifica la cantidad de terneras a criar
anualmente para cada propósito, solo debe confeccionarse el movimiento de rebaño perspectivo
y cumplirlo rigurosamente.
En el mundo la mayor cantidad de los machos producidos en los rebaños lecheros se destina a
la producción de carne. En Cuba durante los primeros años de la Revolución esta rama de la
ganadería había ganado en valor productivo al destinar a la ceba casi la totalidad de los machos.
Esta es una categoría selecta y poco numerosa por cuanto anualmente se selecciona menos del
uno por ciento de los terneros nacidos vivos y entre los elegidos al nacimiento se rechazan entre
el 30 y 40 %. Estos animales se crían independientes y de forma tal que puedan expresar todo
su potencial de crecimiento a fin de que alcancen la madurez sexual en un tiempo breve y
puedan evaluarse rápido, con lo cual acortan el intervalo generacional y aumentan el progreso
genético.
Estos animales requieren de un riguroso sistema de crianza del cual salgan animales fuertes y
saludables. Desde el mismo nacimiento se evalúa para saber si reúne los requisitos
morfológicos. De la vaquería es trasladado al toril, instalación creada a propósito para este
objetivo, donde reciben una buena alimentación, a base de leche como alimento básico en los
primeros cuatro meses de vida, además reciben heno, forraje de buena calidad y pienso
específico para esta categoría. La satisfacción de los requerimientos nutritivos debe ser tal que
se logre una curva de crecimiento óptima, con la aparición de la pubertad entre los 9 y 12 meses
de edad, además de un desarrollo corporal adecuado.
En las razas y genotipos hipermétricos, , los futuros sementales llegan al destete (120 días de
edad) con no menos de 140 kg. y al año pesan alrededor de los 380 kg., lo cual implica una
ganancia media diaria por encima de los 900 g.
El conjunto de acciones a seguir con el ternero recién nacido depende del sistema de crianza
que se desee aplicar, en todo caso las acciones que se llevan a cabo con esta categoría en los
primeros días de vida responden al criterio de acondicionar su futuro para un mejor
comportamiento y manejo. Algunas de estas actividades por ser comunes se les llaman
rutinarias, pudiendo ser específicas o no para cada sistema o método de crianza, por lo general
su nivel de inclusión en el proceso depende de los recursos disponibles.
Cuando el ternero nace lo primero que debe hacerse es curarle el ombligo o más
específicamente drenárselo y ponerle una solución desinfectante, astringente y secante. Esta
labor debe hacerse siempre, independientemente del sistema de crianza a emplear y es una de
las acciones más efectiva para evitar problemas de onfalitis y onfaloflebitis.
A veces en la zona que debe ocupar la ubre de la cría recién nacida aparecen varios pezones
suplementarios, que por lo general no llegan a ser funcionales, pero podrían serlo, por ello se
recomienda eliminarlos, además son feos. El corte de los pezones suplementario debe hacerse
cuando la cría tiene no más de un mes de edad, un especialista debe ser el ejecutor de esta
tarea, aun cuando no parezca tan complicada. El corte debe hacerse a nivel del piso de la ubre,
con una tijera bien afilada, si se tomaron todas las medidas la hemorragia será insignificante y no
duradera.
Identificación
Una de las primeras operaciones que se realiza con el ternero es la identificación, aspecto de
control que tiene como objetivo no solo reconocer al animal de su propiedad, sino que es un
elemento clave para el trabajo del genetista al facilitar conocer la ascendencia y descendencia
de cada cual y el comportamiento productivo y reproductivo de cada uno. Por otro lado es una
obligación del control pecuario en el país.
Existen diversas formas de identificación que van desde la marca en la piel ya sea con un cuerpo
caliente o supe frío hasta el empleo de aretes, collares y presillas. Identificar se puede hasta con
fotos o por el grupo sanguíneo, pero no todas las formas se emplean a la vez, el ganadero está
interesado en poder llevar los registros y controles individuales y por ello a cada animal le fabrica
su tarjeta de identidad donde además de los datos propios del animal incluye los de los padres.
Conviene identificar después de las primeras 24 horas de vida o después, pero nunca tan tarde
que se pierda la seguridad en este procedimiento.
Descorne
Una de las operaciones rutinarias más necesaria pero que menos se ejecuta en tiempo y forma
es el descorne. Descornar tiene como objetivos reducir el grado de peligrosidad de los animales
al quitarles su arma de combate, hacerlos más dóciles y facilitar el manejo. Se deben descornar
hembras y machos; es recomendable hacerlo entre el tercer día de edad y antes del noveno, se
pueden emplear métodos químicos (quemar con sosa cáustica), cauterización eléctrica o
termocauterización.
Descornar después de las tres semanas de edad es más doloroso para el animal y cuando se
hace en animales adultos es además más peligroso y difícil, por ello se recomienda hacerlo en la
primera semana de vida, cuando los animales son más manejables.
Cuando los terneros son destinados a la crianza artificial pasan entre 7 y 10 días en las unidades
a fin de adiestrarlos para la nueva forma de vida, una de las labores rutinarias que este flujo
zootécnico impone es el enseñarlos a beber. Esta labor rutinaria solo se aplica si en la recría los
terneros tomarán la leche en vasijas. Como los animales nacen con el reflejo de mamar,
enseñarle a beber es fácil, basta con meterle en la boca los dos dedos del centro de la mano
embarrados de leche y todo el conjunto meterlo en una vasija con leche; así, bastará con abrir
ligeramente los dedos para que la leche fluya hacia el interior de la boca succionada por el
ternero. Después de tres o cuatro repeticiones ya el animal puede beber solo.
Para realizar esta labor el obrero debe ponerse ahorcajada sobre el animal y sujetarle la cabeza
con la misma mano que tiene los dedos dentro de la boca para evitar que meta el morro en la
leche y pueda aspirar leche por las vías respiratorias. Las ventajas de esta operación radican en
la facilidad del manejo y la alimentación de los animales en la recría, por ello se recomienda
separar rápidamente el ternero de la vaca para que aprenda en los primeros días ya que cuando
el animal se tarda en aprender resulta difícil manejarlo.
En el mundo existen diversas tecnologías para la crianza del ternero, métodos y formas van
aparejadas a las posibilidades de cada cual, sus recursos materiales, humanos y económicos,
pero todas, pretenden alcanzar el objetivo de tener animales más pesados, fuertes y sanos al
destete, sin incurrir en grandes gastos, sobre todo en alimentación. Por todo lo antes expuesto,
se evidencia que si el sistema puede garantizar que se ahorre en la cantidad de leche destinada
al consumo animal, esto implicará, una mayor disponibilidad para el consumo humano, sobre
todo, si se emplea el pasto en su alimentación que es barato y no compite con la alimentación
humana.
Dentro de cada sistema existen diversos métodos o variantes que dependen de las posibilidades
materiales y humanas, del manejo, la alimentación y las condiciones de tenencia.
c. No hay que enseñar al ternero a beber la leche, ya que nace con el instinto de mamar,
así el hombre se ahorra ese esfuerzo.
d. Debido a la posición que el ternero coloca la cabeza para mamar, hay un cierre perfecto
de la gotera esofágica, lo que hace que la leche pase directamente desde el esófago
hasta el abomaso.
e. Al mamar, el ternero ingiere la leche en pequeños chorros, lo que hace que los grumos
que se forman al coagularse sean más pequeños, aumentando la superficie de contacto
con las enzimas y por tanto su digestibilidad.
f. Existe una menor incidencia de mastitis en las vacas que amamantan a sus crías debido
al eficiente escurrido de la ubre que hacen los terneros.
g. Existe una menor inversión en el capital inicial y en los medios y recursos para la
crianza.
Entre las desventajas más notables del sistema de crianza natural tenemos:
a. Se alarga el periodo de servicio y por tanto el intervalo entre partos, debido a los
problemas de presentación del celo en esta etapa.
b. El ternero permanece mucho tiempo junto a los adultos, comportamiento promiscuo que
provoca un alto riesgo transmisión de enfermedades.
d. Existen por lo general serios problemas de higiene allí donde se encuentran los terneros.
Entre las variantes más conocidas del sistema natural de crianza, además del natural
propiamente dicho, se destacan el aplicado por nuestros campesinos y que se conoce como
crianza tradicional, también el sistema que emplea vacas nodrizas para criar los terneros es una
variante del sistema natural. El amamantamiento restringido que también se incluye en esta
clasificación fue creado en Cuba y es uno de los más efectivos. En la práctica pueden existir
tantas variantes como el hombre sea capaz de crear y la lista puede incluir una enorme cantidad
de nombres.
Entre las variantes o modalidades del sistema natural de crianza se destaca el natural
propiamente dicho donde vacas y terneros permanecen juntos todos los días todo el tiempo, por
un periodo entre 6 y 8 meses. Este es el sistema que se aplica en con el ganado de cría o sea
con las vacas cuyo propósito principal es producir terneros para engorde.
Es el sistema más usado por la mayoría de los campesinos cubanos que poseen un reducido
número de animales. El ganadero ordeña manualmente sus animales una vez al día, su objetivo
es satisfacer las necesidades familiares y eventualmente vender el excedente. Estos hombres y
mujeres están agrupados en cooperativas de créditos y servicios o son pequeños agricultores,
por lo general el rebaño no excede las 10 vacas.
Diariamente la vaca es ordeñada a mano, el ordeñador se vale del ternero para realizar el
ordeño, la cría se ata junto a la vaca a una distancia tal que no pueda alcanzar la ubre,
normalmente el vaquero hace el despunte de la ubre y luego estimula a la vaca dejando que el
ternero mame los primeros chorros de cada cuarto, posteriormente amarra nuevamente al
ternero, lava la ubre y la ordeña, dejando siempre uno o dos cuartos para la cría, el número de
cuartos sin ordeñar está en dependencia de la cantidad de leche que produzca la vaca y de la
etapa de desarrollo del ternero. Una vez concluido el ordeño la vaca y el ternero se sueltan
juntos, se llevan al pastoreo y allí permanecen unidos entre 6 y 8 horas, después se separan
para hasta el próximo día en que se realice nuevamente el ordeño.
Esta variante del sistema natural de crianza no incluye el pienso entre los alimentos a suministrar
a los terneros, las crías además de la leche consumen pasto y en ocasiones forraje, rara vez
heno. El destete se produce entre los 4 y 6 meses de edad, en ocasiones en menos tiempo, la
duración está en dependencia del desarrollo de la cría y su sexo. El criador desteta temprano a
los machos y solo por excepción prolonga este tiempo. Las hembras suelen destetarse más
tarde a fin de que tengan un mayor desarrollo porque este es el material de reemplazo de las
hembras en producción.
El manejo con las terneras criadas por los campesinos es cuidadoso y meticuloso, el criador trata
de reducir la distancia hombre animal a cero a fin de lograr la mayor mansedumbre, porque por
lo general el ordeño de estos animales se produce en áreas abiertas y con el ternero cerca de la
vaca. Las condiciones de tenencia de estos terneros, su alimentación, control y manejo son
superiores a los que se aplican en la crianza natural propiamente dicha, por ello los resultados
son superiores, los animales nacen con más peso, crecen más saludables y sobreviven en
mayor cuantía, de ahí que logren cumplir en mayor medidas los propósitos de la crianza.
En sentido general, las ventajas e inconvenientes descritos para el sistema natural de crianza
también existen aquí. No obstante, en esta variante se aprovecha parte de la leche que produce
la vaca en beneficio del hombre.
Este sistema suele emplearse en la explotación de los bovinos lecheros, aunque varios autores
son de la opinión de que es particularmente efectivo con el ganado de cría aun cuando no se
ordeñen las vacas que no crían sus terneros ya que mejora sustancialmente el índice
reproductivo, para algunos este es el sistema menos trabajoso, después del sistema natural
propiamente dicho.
El sistema consiste en poner a disposición de una vaca dos o más terneros en una o varias
tandas durante la lactancia para que ella lo críe de forma natural, lo cual estará en dependencia
de su capacidad para la producción de leche y su instinto materno, una sola vaca puede criar 6
terneros o más. Este método tiene muchas modalidades y suele aplicarse en pequeños rebaños
lecheros y eventualmente en algunos de cría para mejorar el comportamiento reproductivo del
rebaño básico.
La elección de la vaca para la función de nodriza debe ser cuidadosa, no solo deben tener buen
instinto maternal sino que su producción de leche debe garantizar la alimentación de al menos
dos crías en un periodo no menor de tres meses. Algunos autores recomiendan emplear como
nodrizas a vacas con determinadas deformaciones en la ubre, también aquellas de
temperamento anormal durante el ordeño o las que son más susceptibles a la mastitis.
El método consiste en asignarle a la vaca escogida, recién parida o no, además de su cría, otras,
de vacas recién paridas a fin de que las críe todas y liberar las demás vacas para la producción
de leche. Vaca y terneros permanecerán juntos todo el día todos los días hasta el destete. A
veces se dificulta el adaptar los terneros porque la nodriza no los aceptas aun cuando se les ha
frotado con un paño embebido de orine, untado con baba o leche de la nodriza.
Este método, por ser natural, también tiene como inconveniente la baja fertilidad de las nodrizas
y la alta morbilidad en los terneros, por ello se debe tener en cuenta el estado reproductivo con
que inicia la nodriza sus funciones, algunos recomiendan utilizar las nodrizas como tal después
que se gesten, otros emplearla solo en la fase inicial de la lactancia y para reducir los riesgos de
contaminación de los terneros no mantenerlos todo el día juntos sino unirlos a la vaca dos veces
al día un rato por la mañana y un rato por la tarde.
Esta variante de crianza suele aplicarse en rebaños más grandes que los señalados para la
crianza tradicional, también la producción de leche es mayor, por aplicarse una mejor
organización y control del proceso productivo. La crianza del ternero con vacas nodrizas exigen
de un manejo, alimentación y condiciones de tenencia más efectivos. El destete suele hacerse
entre los 70 y 90 días, eventualmente más tarde si las condiciones lo exigen, los animales suelen
llegar a este momento en mayor cantidad, más sanos y fuertes cuando se les cuida con esmero,
se alimentan bien y se mantienen en lugares adecuados para su categoría.
Esta es la variante del sistema natural de crianza que más se acerca al artificial, aun cuando
guarda cierta similitud con el tradicional y con el de nodrizas. El método consiste en que tanto la
vaca como el hombre crían al ternero, las vacas y los terneros se mantienen juntos los primeros
días para asegurar la toma del calostro y después las vacas suben a ordeño normalmente y cada
día después de cada ordeño amamantan a su cría durante 20 ó 30 minutos, luego se separan y
cada cual se ubica donde le corresponde, allí el hombre pone a disposición del ternero la
cantidad de pienso y heno que según su edad y desarrollo necesita.
Los principios básicos de esta crianza están en el aprovechamiento que hace el ternero de la
leche residual que queda en la ubre después de cada ordeño, según los especialistas esta
cantidad puede estar entre el 10 y 15 % de la producción total de la vaca y cuyo contenido en
grasa es tres veces mayor a la leche normal. Se asegura que esta combinación ha conducido a
incrementos de aproximadamente el 30 % de la producción total de leche, en relación con las
vacas que solo se ordeñan. Súmesele a lo anterior, que el comportamiento reproductivo de las
vacas bajo este régimen es superior a las variantes antes explicadas y la menor incidencia de
mastitis que es propio de cualquier variante del natural.
Los terneros pueden amamantar una o dos veces al día en dependencia de los recursos
alimentarios que se posean, no obstante, los que se amamantan dos veces al día suelen ganar
más peso, si el alimento suplementario es igual en cantidad y calidad. El destete en esta variante
se produce entre los 70 y 90 días y eventualmente a los 120, el momento está en dependencia
de la efectividad de la alimentación aplicada y el peso vivo alcanzado. Cuando el ternero
amamanta una vez al día el destete es más tardío porque la ganancia en peso es menor.
El amamantamiento restringido como sistema garantiza un mayor control del proceso,
comparado con las variantes anteriores, se organiza mejor el rebaño, la alimentación es más
estable y completa, los animales se crían en mejores condiciones. Se conoce que el ternero es
capaz de extraer parte de la leche que no puede obtenerse ordeñando con la mano ni con
máquina y que es retenida por capilaridad en los conductos más finos de la ubre, y todo, gracias
a su habilidad para mamar. Este procedimiento puede incrementar la producción de leche hasta
en un 30 % en vacas de mediano y bajo potencial.
Las condiciones existentes determinan la efectividad del sistema, la forma en que se organice,
planifique, controle y dirija el proceso. Las condiciones de tenencia, manejo y alimentación son
las que regulan la calidad de la crianza cuyo objetivo central es destetar en el menor tiempo
posible, lograr un alto índice de supervivencia y que los terneros lleguen con el peso adecuado.
Cuando el ternero nace permanece junto a su madre uno o dos días, a fin de tomar el calostro,
después se separan, pudiendo seguir consumiendo el calostro en vasija, la razón de esta
separación está encaminada a enseñar al ternero a beber leche en vasija y poder
descongestionar más eficientemente la ubre de la vaca. Algunos especialistas recomiendan
prolongar la unión de la vaca con el ternero por resultar beneficiosa para el comportamiento de la
cría y hacerlo por no menos de cinco días para que consuman más calostro, pero se alarga el
momento de la entrada de la vaca a ordeño y se dificulta el enseñar a beber al ternero.
La crianza artificial es el sistema más generalizado en la producción de leche bovina por ser el
proceso que mayor control ejerce sobre los animales, el de manejo más perfecto y donde la
proporción de leche consumida por los animales no sobrepasa el 10 % de la producción
promedio por lactancia de las vacas, (por lo general el 5 % o menos). Puede darse el caso que
los niveles de consumos sean elevados (50 % ó más) allí donde el sistema empleado está
menos desarrollado.
Una de las ventajas más notables de la crianza artificial del ternero es la posibilidad del empleo
de subproductos de la industria lechera y derivados cuyos precios son mucho menores que la
leche entera. El desarrollo tecnológico en la producción de terneros ha permitido que se hayan
obtenidos resultados satisfactorios en el empleo de reemplazarores lecheros. Un lacto
reemplazador ideal debe contener un 25 % de proteínas, 15 % de grasas, 53 % de carbohidratos
y 7 % de ceniza. Los productos básicos que comúnmente se emplean en estos reemplazadores
son leche descremada en polvo, suero lácteo, grasa de origen animal y vegetal y suplemento
minero-vitamínico, entre otros productos.
Ingredientes %
Levadura torula 57
Harina de maíz 25
Azúcar crudo 10
Sebo bovino 5
Premezcla minero—vitamínico 3
Composición bromatológica
Cuando se emplea leche sola en la crianza de la ternera se consumen no menos de 345 kg. por
animal, pero cuando se emplea el reemplazador el consumo de leche se reduce a 145 kg. y solo
30 kg. de este reemplazador. Un kg. de reemplazador sustituye entre 6 y 7 kg. de leche fresca, lo
que reduce el costo de alimentación del ternero en unas cuatro veces.
La crianza artificial debe desarrollarse en las llamadas recrías, instalaciones creadas al efecto,
donde los animales se dividen en grupos homogéneos en cuanto a peso edad y desarrollo
corporal, lo cual permite darles las condiciones de tenencia, manejo y alimentación que cada
cual necesita. Normalmente los animales permanecen en las vaquerías entre 7 y 10 días para
que puedan enseñárseles a beber leche en vasijas a menos que el consumo de leche sea en
teteras, y garantizar la viabilidad suficiente para la etapa que le sigue. Se puede recomendar no
mover los terneros hacia la recría antes de los 15 días si esto reduce la frecuencia de diarrea por
el estrés de transporte. El trasladado a la recría se hace en un transporte adecuado, cómodo,
amplio y con colchón de paja o heno y en las horas más frescas del día. Para el traslado es
requisito que el animal esté sano, en buen estado físico, sin afectaciones respiratorias ni
digestivas, con el ombligo sano y estar debidamente identificado.
Desde su llegada a la recría hasta aproximadamente los 30 días de edad los terneros
permanecen en las cunas consumiendo fundamentalmente leche o sustituto, algo de heno y
pienso. Desde el día 31 hasta los 60, 70 o 90 (en dependencia del momento del destete) se
reduce el consumo de leche y se incrementa el nivel del reemplazante lechero a la vez que
aumenta el consumo de alimentos secos. En las naves de cuna de la recría los terneros se
ubican de forma individual y allí se les suministra el alimento en la cantidad que se haya
concebido pudiendo ser a razón de 4 litros de leche y un poco de heno de buena calidad para
consumo a discreción y algo de pienso puesto en el fondo de la vasija. Si el pienso es apetitoso
el animal no necesitará de aprendizaje para garantizar el consumo, si desea enseñarlo a comer
pienso basta con frotarle un poco por la boca.
El consumo de heno y pienso se irá incrementando con los días y en la misma medida debe
incrementarse la cantidad a su disposición. Para lograr un mayor desarrollo integral del ternero,
mayor ganancia en peso y ahorro en leche, el heno debe formar parte de la dieta después de los
15 días de edad y el concentrado a partir de los 20.
Los animales que salen de la nave de cunas son enviados al área de lactancia pastoreo, donde
además de la leche y el reemplazante lechero, los animales consumen pasto y forraje, heno,
pienso, sales minerales y agua, aquí permanecen hasta el destete. Aquí ya los animales viven en
colectivo donde se agrupan según el peso, tamaño y vigor, rotan por 12 cuartones con un tiempo
de estancia de 3 días y un tiempo de ocupación de 33.
5. Destete
El destete, acción de suprimir la leche o el sustituto lácteo, se aplica cuando el animal llega a la
edad indicada o al peso planificado. Destetar se puede de forma brusca o paulatina. El acto de
suprimir la leche tiene entre otras ventajas la posibilidad de disponer de este producto para el
consumo humano.
Destetar es una necesidad para el productor tanto si el ganado es lechero como de cría, cuando
de producción de leche se trata, es destete es un medio de ahorro en la crianza del ternero ya
que la leche es más cara que el resto de los alimentos que consume el animal, por otro lado se
puede disponer de más leche para el consumo humano que es la razón fundamental de este
proceso. El destete en el ganado de cría marca el momento en que se favorece la reproducción
de la vaca ya que mientras esta cría el ternero se hace muy difícil gestarla. Por lo tanto, el
destete es un proceso de importancia zootécnica y económica relevante que no debemos pasar
por alto.
Si se desteta por la edad es fácil planificar este acto, cuando se tiene en cuenta este criterio el
destete puede ser precoz, normal o tardío.
5.1.1.1 Precoz
El destete precoz se produce a una edad que varía entre dos y siete semanas, su realización
solo es posible cuando el animal está en capacidad para digerir los alimentos sólidos, lo cual es
posible si se logra desarrollar adecuadamente los pre-estómagos, se puede acelerar el proceso
inoculando las crías, por vía oral, con excretas de adultos y cuando se le induce al consumo de
alimentos sólidos en los primeros días de vida.
El suministro de heno desde edades tempranas resulta vital para el normal desarrollo y
funcionalidad de los pre-estómagos, instauración de la microflora, la estabilidad metabólica y
mayor eficiencia en los variados procesos bioquímicos que ocurren en el rumen. La presencia
de fibras en la ración del animal joven resulta vital para su normal desarrollo, ella constituye el
estimulo primario del desarrollo de los pre estómagos, lo cual asegura una alta eficiencia en la
actividad ruminal.
El hacer más o menos precoz el destete está en dependencia de los medios y recursos
disponibles, el disponer de un buen pienso de inicio y condiciones higiénico- sanitarias
adecuadas. El principal problema del destete a edades tempranas radica en lograr un consumo
tal de alimentos fibrosos que le permita al ternero cubrir sus requerimientos y ganar en peso de
forma adecuada.
5.1.1.2 Normal
El destete normal debe producirse entre los 60 y 120 días de edad, su ejecución responde al
proceso normal registrado en las normas técnicas del país para los sistemas de crianzas ya
descritos.
5.1.1.3 Tardío
Si se desteta por el peso la planificación del proceso es difícil de enmarcar en el tiempo porque
dependería del peso al nacimiento de la cría y de la ganancia media diaria en peso que se logre
en la etapa de crianza. En el ganado hipermétricos los terneros deben destetarse con no menos
de 80 kg de peso vivo, pero algunos autores también dan como posible y viable destetar con no
menos de 60 kg, en todo caso, el peso es un indicador mucho más confiable para destetar que la
edad, porque evidencia desarrollo corporal y vigor, algo que no siempre la edad evidencia. Lo
ideal sería combinar la edad y el peso a la hora del destete de forma que se garantice el flujo
zootécnico con animales más homogéneos en desarrollo y vigor a fin de evitar o reducir las
luchas internas por el orden social cuando se forman los grupos.
Como su nombre lo indica, se hace poco a poco. Cuando se determina destetar se comienza
reduciendo el número de tomas diarias de dos a una, después de varios días se puede ir
reduciendo la cantidad paulatinamente hasta que se suprime completamente, la reducción
gradual debe durar una o dos semanas. Este método es más trabajoso y requiere de un personal
más adiestrado.
El destete brusco consiste en suspender la leche o el sustituto lácteo en un momento dado sin
previa preparación. Este método es más fácil, pero el ternero sufre más. En cualquier caso, el
destete solo es recomendable cuando la cría está en capacidad de consumir alimentos sólidos y
vivir con este nuevo alimento.
Cuando los animales viven en colectivo debe evitarse el hacinamiento y respetar los frentes de
comedero y bebedero porque la lucha por establecer el orden social es menos violenta. El
número de animales por grupo está en dependencia de las capacidades de las naves, tamaño de
los animales y posibilidades reales de darles confort a los mismos. En cualquier caso los grupos
no deben hacerse tan grandes porque en estas condiciones se incrementan las posibilidades de
aparición de enfermedades infectocontagiosas.
La crianza artificial puede iniciarse en la vaquería, pero las ventajas de no criar el ternero en la
vaquería radican en el menor empleo de manos de obra, menor esfuerzo, mayor número de vaca
por hectárea, mayor producción por hectárea, no gastos por crianza. No obstante, lo aconsejable
será criar su propio reemplazo, incluso en la vaquería si no existe otro lugar. La vaca se hace o
se frustra en la etapa de ternera, por ello es conveniente desarrollar métodos especialmente
adaptados a las particularidades tanto desde el punto de vista de las condiciones de tenencia
como económicas.
Una de las razones del empleo de alimentos sólidos en la etapa temprana del ternero es facilitar
el desarrollo de los pre estómagos, queremos que pasen rápidamente a rumiantes para que
puedan alimentarse con pastos y forrajes como alimentos básicos porque estos son más
baratos, no compiten con la alimentación humana, se ahorra leche, se puede destinar más leche
para el consumo humano, se reduce el costo de producción del ternero y se prepara al animal
para lo que será su alimento fundamental.
En las condiciones de Cuba, donde predominan las altas temperaturas y humedad relativa, así
como el crecimiento rápido estacional de los pastos, el parasitismo en los terneros constituye
una limitante que debe tenerse en cuenta. Uno de los parásitos más perjudiciales y de mayor
proliferación en nuestro medio es el Dictiocaulus viviparus, verme causante de la bronquitis
verminosa, que tantas muertes causa en nuestros rebaños y que es el causante de una altísima
morbilidad en terneros.
Otros aspectos no menos importantes en este caso lo constituye la carga y la chapea del
pastizal. Como el manejo de los terneros en el pastoreo no se puede adecuar al cumplimiento de
las leyes universales del pastoreo, ya que hay que luchar contra los parásitos con la rotación,
entonces debe adecuarse la carga para un aprovechamiento superior del alimento disponible,
pero el pasto remanente no debe quedar muy alto, tampoco en las mangas por donde se
trasladan los animales, porque esto impide o dificulta la acción del sol y facilita las condiciones
para la permanencia de otros parásitos; de ahí la conveniencia de la chapea del cuartón una vez
que los animales terminaron el tiempo de estancia. Las altas cargas disminuyen la disponibilidad
del pastizal con lo cual aumenta la concentración de larvas y la incidencia de la infestación. Esto
se debe a que las posibilidades de selección se ven reducidas, estando los animales obligados a
consumir la parte más baja del pasto, así como las hojas y tallos que crecen alrededor de las
excretas.
El régimen de los 12 cuartones no permite que el momento óptimo para pastar sea aprovechado,
por tal razón se deben adoptar medidas que permitan obtener calidad aceptable del pasto al
momento de ser consumido, entre las medidas más comunes tenemos la referida a la
adecuación de la carga y la eliminación, por chapea u otros medios, de los residuos de la hierba
no consumida.
Una alternativa a esta situación podría ser la estabulación permanente por un tiempo dado de los
animales que pasan por la edad más comprometedora o en la etapa en que los mismos no
tienen suficiente desarrollo en los pre estómagos para un alto consumo de pasto y por lo tanto no
se pierde mucho si no van al pastoreo. Claro que para esto debe disponerse de suficiente
concentrado, por otro lado se reduce el movimiento excesivo de los animales y se ahorra en
garrapaticidas.
A medida que el ternero avanza en edad el pasto va siendo utilizado en mayor cantidad. La
cantidad y calidad del pasto que puede ser ofrecida a los terneros para el consumo va a estar
sujeta a una serie de variaciones, en dependencia de la especie predominante en el pastizal, la
época del año y el manejo que se utilice. El consumo varía entre el 1 y 2 % del peso vivo, lo cual
en un pastizal de buena calidad, podría cubrir sus requerimientos.
El tamaño de los cuartones para terneros debe ajustarse a las fluctuaciones de la carga que
lógicamente se produce por las irregularidades en los nacimientos y que determinan arribos
diferentes a lo largo del año. Las cercas pueden ser eléctricas lo que facilitaría la ejecución de
las labores culturales al pastizal. También el empleo de sombra natural y bebederos son
recomendables en el pastoreo de los terneros, esto, como ya sabemos, contribuye a mejorar el
confort de los animales y permite perfeccionar el manejo.
Corto intervalo entre rotaciones ya que la duración del ciclo difiere entre especies.
Se conceptúa como tal a la hembra vacuna cuyas edades oscilan entre los 4 meses y el
momento de la incorporación a la vida reproductiva. Estas hembras revisten una gran
importancia por cuanto son el material escogido para reemplazar las vacas existentes y
aumentar el tamaño del rebaño. Esta etapa es la más compleja y decisiva en la explotación del
ganado vacuno al tener que transitar el animal por tres etapas fisiológicamente diferentes. En
esta categoría están incluidas todas las hembras entre los 4 y 18 meses de edad, eventualmente
se puede alargar la etapa hasta cuando se diagnostique la gestación, en cuyo caso el intervalo
que abarca la categoría sería mayor.
Para facilitar el manejo con estos animales y reducir el efecto de la dominancia es conveniente
dividirlos en grupos pequeños por edades, desarrollo, peso y vigor, podrían ser grupos donde la
edad entre el más joven y el más viejo no sobrepase los 30 días, la diferencia en peso entre el
menos pesado y el que más pese no debe ser superior a los 10 kg. El número de naves debe ser
suficiente como para albergar todos los grupos que se conciban a fin de garantizar el flujo
zootécnico y el espacio vital. La separación por grupos es imprescindible en esta etapa del
desarrollo para reducir las manifestaciones de lucha entre los animales mayores y menores, los
grupos deben ser lo más homogéneos posible para garantizar un comportamiento uniforme del
rebaño. También en la etapa de ganado en desarrollo los métodos empleados deben garantizar
el buen manejo del pastizal y de los animales y complementar si es necesario con heno, ensilaje
y forraje.
Normalmente las novillas incorporadas deben recibir un manejo diferenciado por cuanto ellas no
solo deben gestarse sino también crecer, por ello el criador entre otras cosas debe velar por la
aparición del celo, por lo tanto, las novillas se dividen en grupos según un patrón diferencial, las
hay no incorporadas(las que tienen la edad, pero no el desarrollo genital ni el peso) e
incorporadas, entre estas últimas las hay vacías, pendientes de diagnóstico y gestantes. Los
grupos deben confeccionarse de forma tal que se facilite el manejo y la alimentación, se detecte
con mayor facilidad el celo y se eviten los problemas de abortos.
Si se labora en función de cubrir los requerimientos de los animales, para un crecimiento normal,
puede emplearse la tecnología recomendada por Álvarez (1991). La tabla que aparece a
continuación nuestra los requerimientos para futuros sementales y novillas, para un crecimiento
normal.
Requerimientos nutricionales para futuros sementales y novillas de reemplazo
Edad(d) 11-38 39-80 81- 100 101- 120 121-135 176-230 231-285 286-340 341-365
Peso (kg.) 42 50 75 85 100 150 200 250 350
GMD(g.) 400 600 700 750 800 900 900 900 900
MS(kg/d) 0,9 1,59 2,70 3,10 4,15 5,32 6,74 7,29 8,32
PB(g/d) 201,0 303,0 446,0 499,0 582,5 697,0 833,0 985,0 1071,0
EM(Mj/d) 13,65 21,30 33,82 38,62 45,61 65,09 71,03 77,07 87,27
Este sistema está probado y ha garantizado el normal desarrollo de sementales y novillas tanto
en peso como en talla.
Cualquier análisis en este sentido debe comenzar por el peso al nacer, este valor está
influenciado por múltiples factores entre los que se destacan la raza o genotipo, alimentación,
peso vivo de la madre, sexo, duración del periodo seco de la madre, etc. Por lo general mientras
menor sea el peso del ternero al nacer menos viable será el animal y más lento será su
desarrollo. Quizás el factor que más influye en este parámetro sea la alimentación y no solo
porque garantiza los requerimientos para mantener el peso sino porque proporciona todo lo
necesario para crecer.
Dentro del programa de alimentación para novillas de reemplazo, existen ciertos factores que
afectan críticamente su desarrollo. Estos son: la tasa de crecimiento, la nutrición, el medio
ambiente y la economía de la explotación. El objetivo principal es el de disminuir la edad de la
novilla al primer parto. Sin embargo, es muy importante que el productor tenga en mente que el
beneficio económico de dicho programa no lo recibirá sino hasta por lo menos dos años después
de haberlo iniciado. Esta situación en muchas ocasiones acaba por desanimar al productor,
quien finalmente abandona el programa sin haber logrado el objetivo inicial de maximizar la
producción de leche. En el programa de producción del reemplazo, cualquiera sea el propósito
productivo del rebaño, existen ciertos criterios que se consideran claves en el manejo,
condiciones de tenencia y alimentación de las hembras en desarrollo. Estos criterios son:
Por todo lo anterior, y con el fin de lograr un programa de alimentación, manejo y condiciones de
tenencia más eficiente y que no afecte los rendimientos productivos del animal, es necesario
considerar cuatro conceptos básicos: el crecimiento, la tasa de ganancia media diaria en peso, la
edad y el peso al primer parto. Sobre el crecimiento tomemos como ejemplos los resultados
investigativos en las razas Holstein y Jersey en Los Estados Unidos de Norteamérica, para lograr
su primer parto a los dos años de edad, y veamos cómo se comportan por etapa:
Para las terneras Holstein, la tasa de crecimiento durante esta etapa es isométrica y, el peso al
final de este período varía entre los 90 y los 100 kg, con una ganancia media diaria en peso de
entre los 450 y 500 gramos. Para el ganado Jersey, esta etapa comprende desde el nacimiento
hasta los 70 a 80 kg con una ganancia en peso entre los 350 y los 400 g/día. Es curioso que en
los mejores años de Cuba el comportamiento de la Holstein sea semejante al esperado en la
Jersey para los países de mayor desarrollo ganadero en esta raza.
b) Crecimiento prepuberal.
Este tipo de crecimiento se observa en el ganado Holstein, en el periodo que comprende desde
los tres (90-100 kg) hasta los 10 meses de edad (250-300 kg) y en el cual se registra una
ganancia en peso que va de los 750 a los 850 gramos /día. En el ganado Jersey el crecimiento
es también alométrico, con ganancias en peso entre los 550 y los 650 g/día, y comprende el
período que va de los tres a los ocho o nueve meses de vida, o bien cuando los pesos fluctúen
entre los 150 y los 180 kg.
c) Crecimiento pospuberal.
El tipo de crecimiento que se presenta en esta etapa es isométrico. Este período empieza, en la
Holstein, a los 10 meses de edad o después del primer estro, es preferible que el peso sea
superior a los 250 kg. La ganancia de peso de este período dependerá del peso deseado a la
incorporación a la reproducción (350-375 kg) y del peso a primer parto (600-630 kg). Para las
novillas Jersey, el crecimiento es también isométrico y se da desde los 8 o 9 meses (pesos > de
180 kg). Se deberá obtener un peso al primer servicio entre los 250 y los 275 kg, mientras que al
primer parto esta fluctuación deberá darse entre los 360 y los 400 kg de peso vivo.
Si observamos el patrón de crecimiento desde el nacimiento hasta los tres meses de vida en las
novillas de ambas razas, este debe ser libre y el programa de alimentación debe consistir en
calostro, leche o bien un reemplazador de esta, pienso y heno o pasto de buena calidad. El
calostro se deberá suministrar a un nivel del 10 % del peso corporal al nacimiento e
inmediatamente después del parto hasta los cuatro días de edad, con el fin de garantizar una
eficiente utilización de las inmunoglobinas que están presentes en este alimento. Después de
que el animal recibió el calostro, el programa de alimentación debe estar basado en el uso de
leche o un reemplazador de esta (10 % del peso corporal al nacimiento) y un alimento
balanceado de tipo iniciador (pienso), que se empieza a suministrar a partir de la segunda
semana de edad. El destete ocurre cuando la ternera alcance el peso planificado o a la edad
prevista.
Una vez que la ternera ha sido destetada, se continuará suministrando pienso y un heno o pasto
de buena calidad, a libre voluntad y hasta los seis meses de edad. En el período comprendido
entre los tres meses y la llegada a la pubertad, como el crecimiento es de tipo alométrico, el
alimento deberá restringirse, con el propósito de evitar que las terneras engorden más de lo
debido. Un buen pienso de ternero en cantidades de 2 a 2.5 kg, junto con heno, forraje o
pastoreo y una fuente de minerales adecuada, garantizaran el desarrollo previsto.
Ahora bien, una vez que las terneras hayan alcanzado la pubertad, la alimentación debe darse
en forma libre hasta alcanzar el peso óptimo a la incorporación a la reproducción. Se estima que
con 2 a 3 kg de un buen pienso, minerales y un pasto de buena calidad, la novilla obtendrá el
peso óptimo a la incorporación cuando tenga entre 13 y 16 meses de edad.
Otro factor importante es cuidar que la novilla mantenga hasta el parto una condición corporal
entre 3.5 y 3.5+. En caso de que la condición corporal no sea la correcta, se deberá suministrar
una mayor cantidad pienso si no se dispone de otro alimento.
La segunda etapa de este programa tecnológico, comprende los últimos 21 días de gestación.
En este período se prepara la novilla para el primer parto y se tratan de evitar los problemas
metabólicos y de manejo, como son las carreras, los golpes, las situaciones estresantes, entre
otros inconvenientes. Se debe suministrar una dieta especial pre-parto que no replete mucho el
intestino grueso ni provoque estreñimiento. En este periodo resulta mejor no suministrar sales
minerales, ni melaza, dado su alto contenido de potasio, darle poco pienso y abundante heno de
buena calidad. Cualquiera sea el método empleado en la medición de la eficiencia, debe dar
respuestas a los siguientes aspectos:
Curva de crecimiento normal.
Adecuado desarrollo genital.
Gastos reducidos.
d) Incremento en peso
Uno de los mayores problemas que tiene un productor, es determinar la ganancia de peso
óptimo desde el nacimiento hasta el primer parto. Esta ganancia está influenciada por la
alimentación que reciba la hembra. Sin embargo, la genética, la salud, el manejo y las
condiciones de tenencia tienen un efecto importante en esa ganancia de peso.
Durante la fase, desde los tres meses hasta la pubertad, el consumo calórico y la tasa de
crecimiento, deben ser menores que durante las otras dos fases. Diversos autores han
demostrado que el alto consumo de energía antes de la pubertad, tiene un efecto negativo sobre
la subsecuente producción de leche, dado que las dietas altas en pienso afectan el desarrollo del
tejido mamario, los reportes muestran que al alimentar novillas Holstein antes de la pubertad a
libre voluntad, con una relación pienso/forraje de 60/40, la cantidad de tejido secretor de la
glándula mamaria disminuyó en un 25 %. Sin embargo, este efecto no se encontró en aquellos
animales que se alimentaron a libre voluntad después de la pubertad.
A continuación se presentan las tasas de ganancia diaria en peso desde el nacimiento (40-45kg)
hasta las diferentes edades a primer parto (600-650 kg) en animales de la raza Holstein.
También en Cuba, la forma de medir la eficiencia del proceso en esta etapa es mediante la
ganancia media diaria. En la etapa pre-destete los animales hipermétricos, para nuestras
condiciones, deben ganar no menos de 500g. por día; cuando el pasto es el único alimento la
ganancia media diaria no es muy alta y si el pastizal no se fertiliza ni se riega difícilmente
sobrepase los 300 g., tampoco es aconsejable un plano nutricional demasiado alto, porque el
nivel de engrasamiento de los órganos reproductores suele ser perjudicial, además de resultar
demasiado costoso, la ingestión de materia seca debe estar alrededor del 2.2 % del peso vivo al
destete, incrementándose hasta el 3 % cuando el animal pesa 120 kg. El máximo crecimiento de
un ternero en los primeros tres o cuatros primeros meses de vida debe estar por encima del uno
por ciento del peso vivo. Un ritmo de crecimiento adecuado debe permitir que al llegar el ternero
al destete haya doblado su peso al nacer y tenga alrededor de 100 kg cuando cumpla los cuatro
meses de edad.
Cuando el animal crece según la curva normal de crecimiento establecida en Cuba para los
diferentes genotipos, debe llegar a la pubertad con no más de 10 meses de edad y a la madurez
sexual entre los 16 y 18, pero si el pasto es el alimento principal la pubertad se mueve en un
rango entre los 15 y 20 meses, la ganancia media diaria entre 400 y 500 g. y la madurez sexual
no llega antes de los 30 meses. Además de la alimentación, en la ganancia media diaria influyen
los aspectos de salud, manejo, condiciones de tenencia, sexo, raza o genotipo.
Existe una consideración general, de acuerdo al período pre y pospuberal, donde los científicos
de los países que tienen alto desarrollado ganadero recomiendan una ganancia diaria para la
raza Holstein entre 680 y 900 gramos para el período prepuberal y de 0.900 a 1.0 kg/día para el
pospuberal. Es criterio generalizado enfatizar que con estas ganancias no se acumula grasa en
la glándula mamaria, no se afecta la producción de leche, ni tampoco se afectan los beneficios
económicos.
Desde el punto de vista práctico, lo más recomendable es desarrollar un programa que incluya
metas de peso y de alzada (altura a la cruz de la hembra) a una determinada edad. Cuando
estos valores no se logren, se pueden hacer modificaciones al programa de alimentación y
manejo.
A continuación se presentan los valores de peso y altura a la cruz, por edad en las razas Holstein
y Jersey según lo recomendado por cada una de las asociaciones de Criadores en los Estados
Unidos.
En Cuba, donde se crían los animales con pasto como alimenta básico, con el aumento de la
carga se reduce la ganancia media diaria individual, pero se aumenta la ganancia por unidad de
superficie, no obstante, la meta no siempre es lograr la máxima ganancia por unidad de
superficie; en las novillas es más aconsejable mantener un cierto nivel de ganancia en peso que
garantice llegar en tiempo y forma a la meta.
Medir la ganancia en peso no solo permite hacer valoraciones zootécnicas sobre la marcha del
proceso, sino también analizar desde el punto de vista económico, pagar por los
resultados y determinar la productividad de la recría o área de ganado en
desarrollo. Sucede a veces que los animales tienen una buena ganancia media
diaria, pero son pocos y los que se adelanta por el peso se pierde por la cantidad.
No obstante, cuando hay una mortalidad elevada en estas categorías suele ser
acompañada de una elevada morbilidad y por tanto una baja ganancia en peso.
Para controlar el desarrollo y crecimiento de los animales resulta positivo realizar pesajes y
mediciones con el objetivo de establecer los parámetros para cada etapa, además de
precisarlos. Según los estudios realizados por numerosos especialistas, en cada raza, para cada
edad, debe corresponder un peso y dimensiones corporales determinados. El crecimiento normal
de una raza puede variar de un lugar a otro, pero siempre será posible establecer en cada lugar
o país el grado de desarrollo alcanzado según la edad y trabajar en función de mejorar los
resultados.
A la hora de hacer una valoración integral la principal medida a tener en cuenta para evaluar el
desarrollo de las hembras vanas es su peso corporal, el cual se complementa con la talla. Otras
mediciones pueden hacerse para estudios más específicos.
En los sistemas de bajos insumos, con tecnologías atrasadas, las novillas se incorporan a la vida
reproductiva a una edad muy avanzada. Normalmente este momento debe llegar no más allá de
los 18 meses, no obstante, sería mucho mejor si se alcanza antes. Las principales causas del
porqué las novillas paren a tan alta edad se deben al alargamiento tanto del tiempo de crianza,
del periodo de ganado en desarrollo y de la etapa de novilla incorporada.
Normalmente las terneras procedentes de nuestros rebaños lecheros, formados por animales
grandes, deben nacer con alrededor de 35 kg de peso vivo, destetarse a los 3 meses de edad
con no menos de 80 kg, manteniendo una ganancia media diaria no inferior a los 500 g.
Todos conocemos que al ternero no le puede faltar el alimento porque este no solo debe cubrir
las necesidades de mantenimiento sino también de crecimiento, cuando un animal no recibe todo
lo que necesita lo primero que se sacrifica es el crecimiento, el animal se pone flaco y suele
enfermarse con facilidad.
Los problemas de manejo vinculados con la rotación de los animales por los cuartones propicia
el incremento del parasitismo. La permanencia de los animales al sol en los momentos menos
indicados, su movimiento y permanencia en zonas pantanosas o demasiado húmedas,
complican su salud, si a esto se le añaden los problemas higiénicos se explican los trastornos
digestivos y respiratorios que con frecuencia se observan en esta categoría. La anomalía más
frecuente en la crianza del ternero es la desnutrición seguido de diferentes cuadros de salud que
provocan en los animales que sobreviven una ganancia en peso muy reducida, razón por la cual
se destetan tardíamente o con bajo peso.
De este primer cuadro se desprende que la lucha debe centrarse en evitar que los terneros
lleguen a la etapa de ganado en desarrollo tarde o con poco peso. Si partimos del criterio de que
todo trabajo a realizar con los animales en esta etapa va encaminado a garantizar que los
mismos lleguen a la edad del destete con el peso adecuado, podemos afirmar que los objetivos
de la primera fase de formación del futuro relevo de la masa ganadera son de obligatorio
cumplimiento.
Cuando el desarrollo del futuro reemplazo se compromete en calidad la producción de leche en
la primera lactancia se reduce hasta en un 50 %; esto es consecuencia del pobre desarrollo del
sistema mamario, el crecimiento de la ubre en esta etapa debe ser tres veces más rápido que el
crecimiento corporal.
En Cuba la etapa de ganado en desarrollo debe ir desde los 4 meses de edad hasta los 18, por
lo tanto, debe durar unos 14 meses. El final de esta etapa es una consecuencia de la interacción
del hombre y los animales; resulta que normalmente el fin de la etapa de ganado en desarrollo
se alcanza con la incorporación de la hembra a la vida reproductiva, esto normalmente debe
ocurrir cuando el animal alcanza la madurez sexual, hecho que por lo regular está enmarcado
entre los 15 y 18 meses de edad, momento en que debe alcanzar un peso equivalente al 75 %
del peso adulto de la raza o genotipo de que se trate.
La recomendación general, en los países desarrollados, establece que la edad óptima para que
se produzca el primer parto es de 24 meses. Sin embargo, existen variaciones en las
recomendaciones dependiendo del costo de producción de una vaca hasta su primer parto y su
futura producción de leche. Para algunos especialistas la edad al primer parto, buscando
alcanzar la máxima producción de leche en toda la vida productiva, es de 23 meses; mientras
que para otros la mayor rentabilidad se presenta cuando el primer parto ocurre a los 25 meses
de edad.
En Cuba normalmente, el atraso en la edad al primer parto se debe a que el ganadero descuida
la alimentación de las hembras después del destete, de tal forma, que todo el logro que se
obtuvo en la primera etapa de la vida, se pierde en las siguientes. Si estos animales se alimentan
mal apenas logran obtener una ganancia media diaria en peso entre 100 y 200 g, cuando
realmente los niveles deberían estar entre los 650 a 700 g.; en algunas granjas, en los primeros
meses de este período inclusive, se puede perder peso, lo que efectivamente afecta la edad de
incorporación y por tanto retrasa el momento del primer parto.
Bajo condiciones prácticas, en pastizales de pasto estrella o bermuda cruzado nº1 de buena
calidad y de alta disponibilidad, las hembras en desarrollo de la raza Holstein, pueden mantener
una ganancia de peso diaria entre 400 a 500 gramos. Pero si se complementa la dieta con
pienso de buena calidad y en cantidades no inferior a 2 kg por animal por día, los animales
pueden obtener una ganancia adicional entre 300 y 350 g/día., por lo tanto, si con una añoja con
un peso de 250 kg a los 12 meses, se utiliza este programa de alimentación, esta podría obtener
el peso óptimo al primer servicio (350 kg) entre los 15 y los 16 meses, con una edad al primer
parto entre los 24 y los 25 meses.
Lo primero que quiere saber el ganadero es cuál es la alimentación óptima para cada categoría,
luego, cómo lograrla y cuál es su costo. Es importante considerar que la ganancia en peso extra
por encima de la que se logra en el pastizal, dependerá de la cantidad de nutrientes,
específicamente, de la energía neta y del tipo de materias primas que se utilicen en la
elaboración del pienso. En la práctica, lo más aconsejable sería combinar el pasto y forraje con
el pienso. El consumo total de materia seca para una añoja de 250 kg de peso vivo variará según
la ganancia de peso esperada, entre 5.3 y 6 kg/día. El mayor problema para los sistemas de
bajos insumos, en el trópico, es que la mayoría de los pastos y forrajes contienen, en base seca,
entre 1.0 a 1.1 Mcal/kg de Energía Metabolizable y entre 0.50 a 0.55 Mcal/kg de Energía Neta,
por lo que sirven solo para mantener al animal y para una ligera ganancia de peso.
Para determinar la edad óptima a que debe ocurrir el primer parto en una granja, lo más
recomendable es relacionar el costo del desarrollo del reemplazo con la producción mensual de
leche de una vaca primípara (24 meses). Para poder llegar a estimar la edad óptima, es
necesario conocer ciertos parámetros como son la producción de leche promedio de una
primípara, el precio de la leche, el costo del alimento en producción, la cantidad de alimento para
producir un cierto volumen de leche y el costo para lograr un kilogramo de ganancia de peso en
la reemplazante. Por ejemplo, si tenemos una novilla Holstein de primer parto que produce 20
kg de leche a $0.30/litro y esta misma recibe una relación leche / alimento de 3 / 1 equivalente a
6.66 kg / día (20 / 3) con un costo de alimento de $0.20 / kg., este animal producirá por mes la
siguiente cantidad de dinero: $ 125.00
Por cada mes de retraso en que la novilla alcance el primer parto, esta dejará de producir
$125.00. Este valor puede ser comparado con lo que costaría alimentar una hembra en
desarrollo hasta obtener el peso a la incorporación y ver la rentabilidad del sistema. A fin de
calcular el costo adicional de alimentación que habría que pagar para obtener ese peso con un
mes de anterioridad, lo que se hace es alimentar mejor a la futura vaca a partir del cuarto mes
de edad, para así poder alcanzar ese peso óptimo en un promedio de 15 meses de edad y
obtener el primer parto a los 24 meses.
Una hembra Holstein, con un sistema adecuado de alimentación, puede alcanzar un peso de
hasta 250 kg a los 10 meses de edad, por lo que sería necesario que ese animal, a partir de ese
momento, ganara en un período de 5 meses, unos 100 kg de peso. Así alcanzaría el peso óptimo
de 350 kg a los 15 meses de edad y obtendría el primer parto a los 24 meses. Si un pienso de
buena calidad para novillas tiene un costo de $0.25 / kg, y lo suministramos a razón de 2
kg/a/día, por esos 5 meses, el costo de alimentar esa hembra en ese período sería de $90.00,
correspondientes a $75.00 (2 kg. X $0.25 x 150 días) por costo del alimento, más un gasto
adicional por el manejo alimenticio de $15.00, que se calcula a razón de un 20 % del costo del
alimento (75x20/100). Si este valor lo sustraemos a lo que produciría de leche ($180.00),
quedaría un remanente de $35.00. Con base en estos cálculos podemos concluir que resulta
rentable poner a producir novillas a los 24 medes de edad, siempre y cuando tengan el potencial
genético para la producción de leche esperada. Edades menores a los 23 meses han sido
relacionadas con menores volúmenes de producción de leche, con partos distócicos y con más
pobres parámetros reproductivos.
En el trópico americano, para los sistemas de bajos insumos, las novillas se están incorporando
a la vida reproductiva con menos peso del normal y mucha más edad. Está sucediendo que los
animales están ganando muy poco peso en la etapa de pre-incorporación y como el fin de la
etapa se determina por el peso vivo y la madurez sexual, las que se tardan en llegar tienen una
menor eficiencia.
Normalmente la raza o genotipo cuyas vacas adultas pesen 500 kg o más deben incorporar
novillas a la reproducción con no menos de 375 kg de peso (75 % del peso adulto), tales son los
casos de las razas Siboney de Cuba y Holstein. En Cuba se adoptó, por la dirección del
ministerio de la agricultura y por decisión del gobierno, que el peso mínimo de incorporación
debería ser de 320 kg., condición corporal no inferior a 3, desarrollo genital y somático adecuado
y no más de 18 meses de edad; el periodo incorporación – primer servicio inferior a los 42 días,
periodo incorporación – gestación no mayor de 60 días, periodo incorporación – parto no
superior a los 320 días y el primer parto no después de los 32 meses de edad. Recientes
decisiones de este ministerio redujo el peso a 280 kg con edad variable lo que trajo como
consecuencia el comprometimiento del reemplazo no solo en cantidad sino también en calidad.
El peso al primer parto es uno de los factores más importantes para determinar la futura vida
productiva de una vaca. Numerosos estudios han demostrado que existe una correlación positiva
y alta entre el peso al primer parto y la producción de leche en la primera lactancia. Numerosos
autores han reportados que las novillas Holstein con pesos superiores a los 600 kg en su primer
parto producían una mayor cantidad de leche.
En Latinoamérica, el peso al primer parto para novillas Holstein, en las mejores fincas, varía
entre 450 y 500 kg, y para las Jersey entre 280 y 350 kg, estos pesos son inferiores a los
óptimos para cada una de las razas, por lo tanto, al tener a primer parto un pesos inferiores, se
está perdiendo capacidad de expresión genética y de rentabilidad en la operación. El peso
óptimo sugerido por la mayoría de los especialistas para las novillas Holstein varía entre los 515
y los 589 kg, y entre los 360 y los 400 kg para novillas Jersey.
Efecto del peso al primer parto de la raza Holstein en la producción de leche en la primera
lactancia.
Peso al parto (kg) Kg de leche Diferencia kg
512 7,311 ----
526 8,055 744
616 10,024 1,969
En algunas regiones de los países desarrollados se ha establecido como una regla que una vaca
Holstein de primer parto produzca 25 kg más de leche, en su segunda lactancia, por cada
kilogramo superior a los 500 kg de peso al primer parto, por lo que cualquier incremento en ese
peso sería beneficioso para incrementar la producción de leche en la segunda lactación.
Desde el punto de vista práctico, lo que un ganadero debe hacer, es determinar si para ganado
Holstein es o no rentable producir novillas con pesos superiores a 500 kg al primer parto o bien
con 350 kg para el ganado Jersey. Una forma práctica para evaluar esta situación es la siguiente:
Si tenemos que el peso de la novilla Holstein es de unos 500 kg y deseamos cambiar el
programa de alimentación de tal forma que esa novilla sea 50 kg más pesada al primer parto, lo
que debemos hacer es calcular cuanta leche más nos producirá en su segunda lactación
basados en la relación 25/1, tomar en cuenta el costo de alimentación para lograr esa leche
adicional y el costo de alimentación para producir esos 50 kg de peso extra.
Aquí, la producción extra de leche será de 1250 kg, que corresponde al producto de multiplicar
los 50 kg, por la relación 25/1, lo que representa un mayor ingreso bruto del orden de los
$375.00 ($0.30, precio de la leche, por 1250 kg más de leche). Para producir esos 1250 kg de
leche de más, es necesario suministrar una cantidad mayor de pienso en esa segunda lactación.
Si usamos la misma relación, leche/pienso de 3/1 se necesitarán utilizar 417 kg más de pienso.
Si el costo del pienso es de $0.20/kg, esto nos representará un gasto adicional de $83.40, dando
un ingreso neto por la leche adicional de $291.60, resultado de restar $83.40 a $375.00.
El siguiente paso sería calcular cuál es el costo adicional para producir una novilla que tenga 50
kg más de peso al primer parto. Estos 50 kg adicionales de peso, se deben alcanzar un mes
antes del primer parto para evitar producir problemas metabólicos, por lo que el programa de
alimentación, en busca de obtener este peso, comprenderá un período de 240 días. Después de
haber obtenido un peso de incorporación óptimo a los 15 meses de edad, el suministrar un pasto
de buena calidad junto con 3 kg por día de un buen pienso para novillas, permitirá producir esos
50 kg de peso adicional, lo que representa en sí un gasto adicional de 720 kg de pienso (240
días por 3 kg de pienso).
Una segunda ventaja de tener vacas más pesadas al primer parto, es la reducción en los
problemas de partos distócicos. Está ampliamente divulgado que la presentación de partos
distócicos está relacionado primordialmente con el peso del animal al primer parto, y que las
novillas menos pesadas son de 2.9 a 4 veces más propensas a presentar problemas de
retención de placenta y de metritis. Además, esas novillas se retrasan alrededor de 7.4 días de
más para llegar al primer servicio. También es conocido que los partos distócicos son causa de
futuros problemas reproductivos, fiebre de la leche, mortalidad de la madre y del ternero, etc. En
general, podemos concluir que una buena alimentación y un buen manejo tienen un efecto
positivo en la futura producción de leche de las vacas primíparas.
En Cuba existen tecnologías capaces de garantizar ganancia media diaria en peso alta desde el
destete hasta la pubertad, entre los 600 y 700 g, y más de 700 desde la pubertad hasta los 24
meses de edad; de forma que, cuando se produzca el primer parto la novilla no pese menos de
425 kg., lo que frecuentemente impide o dificulta su aplicación es la falta de recursos.
En los animales de raza grande que existen en Cuba al primer parto debe alcanzarse con no
menos de 450 kg y esto se logra trabajando fuerte desde el mismo nacimiento e incluso antes, lo
que no se hace en tiempo cuesta caro, por ello no se recomienda sobrealimentar las novillas
gestadas que se atrasaron en la etapa anterior porque esto suele ser más perjudicial que
beneficioso.
Se supone que los animales antes de incorporarse a la vida reproductiva reciban el visto bueno
de los especialistas, sobre todo que certifiquen que los animales están en capacidad de
reproducirse. Esto que aparentemente es normal, en algunos casos no se cumple, no se verifica
que el animal posee suficiente desarrollo genital como para gestarse y parir o sea que llegó a la
madurez sexual, por ello permanecen en la categoría de novilla incorporada más tiempo del
necesario.
Bajo las condiciones de Cuba y durante la etapa de ganado en desarrollo las futuras vacas
deberían ganar en peso más de 500 g. diario. Si esta ganancia está por debajo se atrasan en su
llegada a la pubertad y a la incorporación. La causa más frecuente de esta anomalía es la
insuficiente cantidad y calidad del alimento ofrecido, los pastizales no mantienen una
disponibilidad estable y de calidad todo el tiempo, no se le garantiza el forraje ni otros alimentos
que les permitan cubrir sus requerimientos para crecer en la cuantía propuesta. Si estas áreas
contaran con un plan efectivo de autosuficiencia alimentaria, aun sin pienso, fuera posible
incorporar las novillas con 18 meses y 320 kg de peso vivo ya que los pastos y forrajes tienen
potencial para ello. Para alcanzar una adecuada tasa de crecimiento en el ganado en desarrollo
es necesario suplementar con proteínas sobrepasantes (no degradadas en el rumen o de baja
solubilidad), para esto el empleo de algunas leguminosas puede resolver el problema.
Hasta el momento hemos visto que el fin de la etapa de crianza de la ternera se debería
determina por la edad, pero el hombre en su afán de mejorar el proceso suele combinar esta con
el peso vivo, por ello el destete puede ocurrir después de los 100 días de edad; el fin de la etapa
de ganado en desarrollo se alcanza cuando el animal tiene el peso planificado para la
incorporación, aun cuando en el mismo están implicados la edad y el desarrollo genital y el final
de la vida como novilla ocurre cuando se produce el parto.
La etapa de novilla incorporada, periodo que va desde la incorporación hasta el parto, no debe
durar más allá de 10 meses, está formado por dos segmentos donde se incluyen el intervalo
incorporación – gestación y la duración de la gestación. Por lo tanto el factor que más hace variar
esta etapa es el comportamiento reproductivo de la hembra recién incorporada, por ello es tan
importante el que los animales lleguen a este momento con el peso y el desarrollo genital
adecuado a fin de que se gesten rápido.
Si la novilla que se incorpora a la vida reproductiva no tiene un peso adecuado difícilmente tenga
el desarrollo genital suficiente como para gestarse y en caso que lo lograra lo difícil sería llevar a
feliz término la gestación. Lo que ocurre más frecuentemente en los sistemas de bajos insumos
es que los animales tengan el peso planificado, pero no el desarrollo genital, la razón de tal
desfase se debe a que los animales están desnutridos, llegaron al peso después de mucho
tiempo, flacos y sin suficiente desarrollo ovárico, por lo general no están ciclando. En tales casos
no caen en celo, por lo tanto no se inseminan, muchas veces las que sí están ciclando y se
inseminan no se gestan porque el problema no es del animal sino del hombre, súmesele a esto
que con frecuencia se violan los aspectos esenciales de manejo de la reproducción y las novillas
que por lo menos en el 67 % de los casos debían gestarse en el primer servicio, necesitan más
de un servicio para gestarse.
Cuando las novillas llegan al peso de incorporación en tiempo y forma se gestan rápido, pues su
aparato genital aun no ha sufrido los embates de los partos frecuentes y las infecciones; por ello
el intervalo incorporación gestación no debe ser mayor de 30 días, por lo tanto se debe planificar
la etapa como novilla incorporada no mayor de 10 meses. Los conocimientos acumulados
durante años y la práctica productiva de los ganaderos evidencian que existe potencialidad para
lograr un cambio positivo en este frente.
El manejo de las novillas gestantes debe garantizar que estas lleven a feliz término la gestación
por ello se aconseja separarlas del grupo, lo cual, facilita el celaje de las demás, como las
novillas gestantes tienen mayores requerimientos que las otras deben alimentarse de forma
diferenciada. También debe evitarse el ejercicio brusco, los golpes y caídas porque pueden
provocar el aborto. El manejo de la novilla gestante incluye su preparación para la vida
productiva por ello debe amansarse ya que suelen ser asustadizas. Las normas vigentes
establecen llevarlas a la vaquería cuando tienen entre 6 y 7 meses de gestación e incorporarlas
al grupo de las vacas secas o formar un grupo si son muchas. La meta es ir acondicionándolas a
la vida futura y en consecuencia deben acostumbrarse al régimen de las vaquerías. Algunos
especialistas recomiendan pasarlas por la sala de ordeño antes del parto para que se habitúen al
ruido y el movimiento de los ordeñadores.
Las novillas recién paridas deben ser ordeñadas a mano por los obreros más calificados, los que
mejor ordeñen, estos animales suelen ser intranquilos y durante el ordeño es preferible
manearlas hasta que se acostumbren. En cualquier caso lo más importante, en el amansamiento
y preparación de la novilla para la próxima lactancia, está en el trabajo que se realice con ella en
la maternidad durante los días que se ordeña a mano, el buen trato y el cuidado durante la
descongestión de la ubre hacen de la novilla un animal manso.
Las razones argumentadas para acelerar el momento del primer parto son las siguientes:
La vida aparentemente inútil del animal se acorta y por tanto más rápidamente comienza
a reembolsarse el dinero invertido.
El animal alarga su vida útil, reduce el intervalo entre partos y por tanto mantiene alta su
fertilidad.
Con estos animales se logra evaluar más rápidamente a los sementales al acortarse el
intervalo generacional y por tanto aumenta el progreso genético.
Se reducen los problemas de manejo, alimentación y condiciones de tenencia, pues para
producir una vaca en tan corto tiempo la tecnología empleada debe ser de punta y los
aseguramientos materiales y humanos de alta resolución.
Verdad es que los animales que paren a temprana edad no producen tanta leche en su primera
lactancia, los resultados investigativos indican que la producción en la primera lactancia se
incrementan progresivamente hasta los 38 meses de edad, pero también es cierto que cuando
una vaca pare por primera vez entre los 22 y 24 meses de edad, a los 38 ya ha obtenido dos
lactancias, dos terneros y uno en camino, por lo tanto, es discutible prolongar el momento del
primer parto buscando mayor producción. Por otro lado, también es cierto que no siempre se
posee la tecnología apropiada para producir vacas a tan corta edad ni el capital para tan alta
inversión.
A medida que la edad al parto sobrepasa los 24 meses se reduce la producción de leche total
durante la vida productiva del animal. Las hembras que paren jóvenes, con el tamaño requerido,
alcanzan la masa corporal esperada al llegar a la madurez si son alimentadas bien, si estas
hembras no se gestan antes de los 30 meses tienen tendencia a presentar problemas
reproductivos.
Peso óptimo de incorporación a la reproducción de las novillas en Cuba
También es sabido que las vacas primerizas, jóvenes, tienen más problemas al parto que las de
más edad, peso y talla; por ello se recomienda gestar por primera vez cuando la hembra posea
suficiente desarrollo corporal como para reducir la probabilidad de que se produzca un parto
difícil. Si el primer parto se produce por encima de los 40 meses de edad el futuro de la
ganadería está en riesgo. Si a la valoración inicial le sumamos un alto índice de mortalidad en
terneras y añojas, se podrá explicar porqué el futuro ganadero está en crisis. La mayor cantidad
de los ganaderos del trópico americano no están en capacidad de garantizar los propósitos de la
crianza del ternero, no se cumple con el reemplazo y por tanto tampoco se crece, la capacidad
de cebar se ha reducido considerablemente y los futuros sementales siguen siendo futuros
porque hoy por hoy si no hay vacas no hay toros.
La explotación del ganado vacuno para carne se lleva a cabo en prácticamente todos los países
del mundo, empleando métodos acorde con su desarrollo tecnológico y recursos disponibles, de
ahí la diversidad de formas que van desde la producción de carne a partir de pasto hasta las
formas más modernas de estabulación con alimentos de buena calidad.
La apreciación más efectiva para valorar la marcha del proceso productivo en esta rama o la
valoración de un animal será la ganancia en peso por unidad de tiempo, lo que unido a la
conversión alimentaria hará del proceso o del animal un excelente medio para juzgar el sistema
de explotación empleado.
El animal a sacrificar para aprovechar su carne puede ser de cualquier categoría, desde un
ternero hasta un toro, y de cualquier sexo. Normalmente se ceban los machos que no van a ser
reproductores, tanto los procedentes del rebaño lechero como los del rebaño de carne y
eventualmente se ceban las vacas que han concluido su periodo productivo o reproductivo. En
todo caso el ganadero desea animales capaces de transformar con eficiencia los alimentos y
alcanzar altos pesos al sacrificio, y si unido a esto el rebaño está sano, mediante una adecuada
política de prevención, su producto se venderá más y mejor.
Lo normal sería cebar solo los machos procedentes de rebaños especializados porque son
animales que logran un mayor aprovechamiento de los alimentos, engordan más rápido y por
tanto, resultan más rentables. El problema está en lograr producir la cantidad de terneros con
estas características, suficientes como para satisfacer la demanda del sector.
1. Ganado de cría.
Cuando abordamos los aspectos relativos a la producción de leche, a las unidades productivas
donde estaban las vacas les llamábamos vaquerías y en ellas se producía tanto terneros como
leche, ahora vamos a referirnos a unidades donde las vacas solo se van a dedicar a la
producción de terneros y para no confundirnos le llamaremos unidades productoras de terneros y
al conjunto de animales dentro de cada sistema lo llamaremos rebaño de cría. Por lo tanto,
definimos como rebaño de cría al conjunto de animales formados por las vacas de carne y sus
descendientes agrupados en un sistema de explotación dado.
Salvo raras excepciones, las vacas en los rebaños de carne crían sus terneros, y lo hacen de
forma tal que toda la leche producida se destina a ese fin. Vacas y terneros permanecen juntos
hasta el destete, que puede ocurrir entre los 3 y 6 meses después del parto, lo cual estará en
dependencia de la eficiencia en el manejo y alimentación de la cría, así como posibilidad de
gestación de la vaca.
Si las unidades son productoras de terneros se sobrentiende que los aspectos reproductivos son
relevantes, por cuanto el ternero es producto de la gestación y parto de la vaca. Cuando el
manejo empleado, la alimentación y las condiciones de tenencia de un sistema dado, atenten
contra la fertilidad de la vaca, alargando el intervalo entre partos, se compromete el futuro
productivo al no contarse con suficientes crías para el reemplazo de las vacas ni de machos para
la ceba.
En algunos rebaños de cría se aprovecha la producción de leche de algunas vacas, sobre todo
cuando se pretende satisfacer necesidades familiares, sociales o de mercado. Esto no incluye
aquellos rebaños donde se emplean animales de doble propósitos, donde normalmente las
vacas se explotan como lecheras y las crías machos se destinan a la ceba.
En todo el mundo las vacas que conforman el rebaño básico del ganado de cría por lo general
exhiben una baja eficiencia reproductiva, producen menos terneros que los rebaños lecheros;
esto está motivado, entre otras causas, por el sistema de crianza natural del ternero que
emplean. En algunos países o zonas geográficas la situación suele agravarse por las malas
condiciones de tenencia, manejo y alimentación imperante.
Los propósitos de la crianza del ternero que ya conocemos también son aplicables en el rebaño
de cría, aquí las terneras están destinadas al reemplazo y crecimiento del rebaño básico y los
terneros para el engorde y la obtención de futuros sementales. Aquí como en los rebaños
lecheros, la producción del reemplazo es un punto clave para asegurar la continuidad y mejora
del sistema. En América Latina, sobre todo en las regiones tropicales y subtropicales, la
producción de terneros en estos rebaños está comprometida, la influencia del mercado es tan
fuerte que a veces se sacrifican vacas, añojas y novillas ante un problema coyuntural de precios
de la carne.
En los rebaños de cría donde la explotación es extensiva las vacas están bastante mal
atendidas, estas no se alimentan bien, no se atienden desde el punto de vista reproductivo y
suelen eliminarse del rebaño por baja fertilidad sin contar con un reemplazo cuantitativa y
cualitativamente bien conformado. En estos lugares suele dejarse a la naturaleza la selección de
la futura vaca.
Cuando se compara el ganado de cría con el lechero salta a la vista la escasez de recursos
destinados a este propósito en el trópico, en la mayor parte de los casos estos animales se
explotan en zonas atrasadas o marginales, siendo el pasto el alimento fundamental, los
pastizales son de mala calidad, con pasto no mejorado y mala o ninguna atención fitotécnica.
Esto condiciona grandemente el comportamiento reproductivo, sobre todo porque en la época
poco lluviosa la falta de alimentos depaupera la masa. Hoy día en Cuba, salvo raras
excepciones, las vacas de cría se reproducen fundamentalmente mediante la monta libre o
dirigida y muy pocas mediante la Inseminación Artificial.
En algunos países se aplica la monta por época, uniendo vacas y sementales en determinados
meses del año, cuando hay mayor disponibilidad de alimentos y las vacas muestran mejor
condición corporal; los que defienden este procedimiento afirman que no solo se beneficia la
vaca, que también el descanso sexual ayuda al semental y se logran mejores resultados.
En cuanto a la calidad de las razas empleadas en este propósito, en el trópico predominan las
rústicas y poco productivas y sobre todo mestizos. En los últimos años se ha venido mejorando
esta situación al cruzarse las razas autóctonas con las europeas especializadas. En Cuba
tenemos fundamentalmente ganado Cebú y sus mestizos, raza Criolla, Charoláis y sus mestizos,
Santa Gertrudis y en menor cuantía otras exóticas y sus cruces. En condiciones adecuadas de
manejo, alimentación y condiciones de tenencia las razas europeas especializadas alcanzan
mayor rendimiento de la canal, las canales son más pesadas, con proporciones mayores de
cortes valiosos, color más atractivo, carne más tierna y jugosa.
Poco control de las hembras y los machos en montas libre y limitada atención médica a
los animales con problemas, reducida fertilidad del rebaño y poca producción de
terneros.
a) Mejorar la tasa reproductiva del rebaño básico para alcanzar no menos del 70 % de
natalidad anualmente, algo fácil de alcanzar si trabajamos para un intervalo
interpartal promedio inferior a los 500 días lo cual significa gestar la vaca en un
tiempo inferior a los 220 días después del parto. Parece fácil, y realmente lo es, el
problema es reducir el periodo de servicios en estos animales lo cual podría ser
posible si se acorta el periodo de crianza del ternero y se mejora la alimentación de
la vaca durante la lactancia.
Es práctica común en nuestra región dejar todo el trabajo de crianza a la vaca, complementado
con lo que por sí solo pueda agenciarse el ternero en su deambular por las praderas. Esto
provoca altas y bajas en el crecimiento, en dependencia de la cantidad de leche que produzca la
vaca, época del año en que nazca el mismo, cantidad y calidad del pasto consumido, influencia
del medio en la salud, etc. Por lo tanto, es casi imposible conocer de ante mano la cantidad de
terneros a destetar y mucho menos el peso que alcanzarán, de ahí la incertidumbre que se tiene
sobre la eficiencia productiva de las unidades productoras de terneros.
No deben esperarse resultados halagüeños si solo nos preocupamos del rebaño una vez al año,
y solo para elegir los animales que enviaremos a sacrificio. Estos rebaños necesitan de un mayor
control, velando por su salud y alimentación, lo cual solo es posible empleando una tecnología
más eficiente, con más disciplina laboral y tecnológica. En Cuba la solución se está buscando a
través del sistema silvopastoril y el Pastoreo Racional Voisin.
Por lo general cuando se habla de alimentos de buena calidad se piensa en diferentes tipos de
piensos. Para las condiciones de Cuba y América Latina debe pensarse en pastos y forrajes,
alimento barato, que no compite con la alimentación humana y que se puede producir con
calidad excelente, sobre todo cuando se asocian las gramíneas y las leguminosas en el pastizal.
También existen otras fuentes no convencionales de alimentos como son los residuos de
cosechas o determinados subproductos industriales, que combinados pueden garantizar una
buena ración para determinada época del año.
No debe pasarse por alto el mejoramiento de las condiciones higiénico – sanitarias de cada
unidad a fin de preservar la salud de los animales porque la eficiencia no solo se mide por la
cantidad sino también por la calidad y un animal sano es sinónimo de calidad. La mayoría de las
regiones de Cuba y América tropical, donde se explota este tipo de ganado no poseen las
condiciones necesarias para la aplicación de las medidas sanitarias encaminadas a preservar la
salud de los animales, ya que por lo general estas unidades se ubican en zonas marginales, de
montes y maniguas, poco pobladas, de difícil acceso y por tanto están bajo un régimen de poco
control de ahí que proliferen los vectores y agentes patógenos.
La atención al recién nacido debe ser ocupación no solo de la vaca, también es objetivo del
ganadero.
Atención especial requiere la alimentación en todas las categorías, tanto en calidad como en
cantidad.
Para una buena producción de terneros en los rebaños de cría la proporción de vacas en cada
unidad no debe ser inferior al 40 % y para garantizar el reemplazo la masa joven debe estar
alrededor del 35 %. La proporción de vacas viejas no debe ser alta, las de primer parto no
deben ser menos del 25 %.
2. Sistemas de ceba
Cebar cualquier categoría animal implica ante todo garantizar la mayor cantidad de animales al
final del proceso, con el mayor peso posible y en el menor tiempo. Por lo tanto, se impone un
régimen que garantice una ganancia media diaria en peso alta y reducción considerable de la
mortalidad y la morbilidad. Toda acción de manejo, alimentación, condiciones de tenencia y salud
será para alcanzar tales objetivos.
La producción de carne vacuna puede desarrollarse a través de los mismos sistemas que ya
conocemos y que son empleados en la producción de leche, así, tenemos la estabulación, la
semiestabulación y el pastoreo. Por lo tanto no es necesario describir estos sistemas sino
particularizar en los métodos empleados y sus variantes cuando se ceban los machos en
cualquiera de ellos.
La producción de carne vacuna persigue, ante todo, enviar a sacrificio la mayor cantidad de
animales posibles con un buen peso vivo y el mínimo de gastos posibles. Por lo tanto, las
labores de manejo, la cantidad y calidad del alimento empleado; así como las condiciones de
tenencia y salud están encaminadas a estos propósitos. De ahí la importancia que se le concede
a la reducción de las bajas en cualquier categoría y al aumento del incremento en peso diario.
Cuando los animales viven confortablemente la mortalidad y la morbilidad son bajas, la ganancia
media diaria en peso alta y la conversión alimenticia baja.
2.1 Preceba
La preceba como procedimiento suele aplicarse cuando los terneros no están aptos para ser
cebados por el método escogido y necesitan de un periodo de adaptación más o menos largo.
Por lo tanto, existirán tantos métodos de preceba como sistemas de ceba.
En la mayoría de los casos los animales que entran a la preceba son sometidos a un proceso de
adaptación que puede durar hasta 60 días, en este tiempo se desparasitan, se forman los grupos
homogéneos y se adaptan a la dieta y al nuevo orden social. Cuando la ceba se va a desarrollar
sobre pasto solo no es necesaria la preceba.
Los animales que se ceban con miel-urea necesitan de un período previo de acomodo a la dieta
para adaptar su fisiologismo ruminal a fin de alcanzar una mayor eficiencia mediante los
necesarios cambios en la tasa de recambio líquido, en la microflora, en el epitelio ruminal y en
los patrones de ácidos grasos volátiles. El bajo contenido en proteína de la miel plantea una
situación marcadamente diferente a la de los piensos a base de cereales, ya que estos pueden
cubrir hasta un 70 % de los requerimientos proteicos del animal, pero en el caso de la miel se
hace necesario suplementar hasta un 70 %, de ahí el uso del concentrado proteico en las dietas
que llevan miel.
2.2 Ceba
En la ceba las formas más efectivas de medir los resultados se apoyan en la duración del ciclo
de ceba, el índice de supervivencia en la etapa, el peso al sacrificio y la producción por unidad
de superficie. El sistema más efectivo es aquel que logra cebar la mayor cantidad de animales,
en el tiempo más corto y con el mayor peso posible sin incurrir en grandes gastos; así se alcanza
la mayor producción por unidad de superficie. La producción de carne debe ser intensiva y
rentable. Aun cuando los mayores gastos están asociados a la alimentación, siempre es posible
optar por una tecnología menos intensiva, pero que no requiera de grandes inversiones, como es
el caso de la ceba en pastoreo. Cuando el pasto es el alimento básico se puede emplear la miel
final, que es un subproducto de la industria azucarera, y otros alimentos que no compiten con la
alimentación humana.
En la producción de carne no todo es ceba, se necesitan vacas que den terneros, mantener los
rebaños que garanticen el flujo productivo. La ceba del ganado vacuno para carne se lleva a
cabo en prácticamente todos los países del mundo, empleando métodos acorde con su
desarrollo tecnológico y recursos disponibles, de ahí la diversidad de formas, que van desde la
producción de carne a partir del pasto hasta las formas más modernas de estabulación con
alimentos de alta calidad.
Desde hace muchos años se ha establecido el sistema de pastoreo rotacional para garantizar,
entre otras cosas, el descanso necesario del pastizal para que crezca y se desarrolle, y así poder
darle las atenciones culturales que garanticen su longevidad. En algunos lugares se ha
generalizado el empleo de pastos mejorados, sembrados según características del suelo y su
fertilidad. Este sistema obliga a un mayor control del complejo suelo-hierba-animal, mejora la
eficiencia alimentaria, aumenta la producción por unidad de superficie y se puede aplicar en
mayor medida los adelantos científico-técnicos.
La ceba a partir de pasto, con el método de pastoreo rotacional, resulta de interés tanto desde el
punto de vista biológico como económico. El sistema ha demostrado que se puede enfrentar la
sequía más severa dado el potencial que se pueda conservar, obtenido de sus propios
cuartones, y si el año es favorable cabe aún la posibilidad de comercializar el excedente o
destinarlo a otras unidades. El problema está en el aprovechamiento del alimento que es capaz
de producir cada hectárea de suelo cultivado.
La disponibilidad de pasto, vista como la cantidad de hierba que está a disposición de los
animales para su consumo en un tiempo determinado, es motivo continuamente de discusión al
tener diversas aristas de apreciación. Lo primero que debe destacarse en este sentido es que
no siempre a una alta disponibilidad le corresponde una alta producción animal si esto no está
asociado a una alta calidad y una carga adecuada.
La mayor parte de los especialistas opinan que la disponibilidad adecuada para obtener una
buena ganancia en peso por animal, está entre 7 y 8 kg de MS por cada 100 kg de peso vivo,
suficiente como para que los animales consuman lo que requieran y sobren. No obstante, la
expresión disponibilidad en su concepto más amplio debe considerar la relación hoja tallo del
pastizal, su densidad, composición botánica y calidad del mismo.
Uno de los factores más estudiado es la carga animal a la cual se le atribuye un peso decisivo en
la producción y comportamiento del pastizal. El ganadero debe hacer un cuidadoso estudio de
todos los factores para lograr una ceba con rendimientos aceptables. Una vez establecido el
pastizal, la filosofía de su manejo estará encaminada al aprovechamiento de su vida útil,
obteniendo el máximo rendimiento de masa verde cada año y la mayor ganancia de peso vivo
sin perjudicarlo. Una carga inadecuada conduce inexorablemente al deterioro del pastizal, sobre
todo cuando se hace sin una adecuada respuesta del sistema; por ello no resulta ilógico ver
como una misma carga tiene efectos positivos en un momento determinado y en otro
completamente negativos y todo por no valorar convenientemente la disponibilidad en sus
diferentes condiciones edafo-climática.
El sistema de ceba más generalizado actualmente en Cuba es el pastoreo, lo mismo extensivo
que intensivo, con pobres resultados en la mayoría de las empresas producto de la desatención
del suelo, el pastizal y los animales, las dificultades no están solo en el bajo valor nutritivo de
este alimento, sino también en la calidad del trabajo aplicado. En estos momentos se están
mejorando las condiciones de tenencia, manejo y alimentación debido al estímulo que significa la
venta de la carne en divisa y porque las empresas y cooperativas no tienen otra opción. Las
empresas pecuarias deben comprar con divisas algunos de los insumos más importantes y la
fuente más segura de entrada es la venta de toros cebados, esto ha incentivado la atención a
este renglón productivo y se están activando los sistemas más eficientes y aplicando otros de
nueva creación.
La producción de carne a partir de pastos y forrajes es más barata, pero el proceso es más
prolongado, el peso óptimo para el sacrificio suele alcanzarse después de los tres años de edad,
por lo tanto la eficiencia productiva es muy baja. El pasto por sí solo es capaz de garantizar
ganancias por encima de los 500 g., pero solo si el pastizal es bien atendido y manejado,
fertilizado y regado, empleando una carga baja. Lo ideal sería lograr una alta producción por
unidad de superficie aun cuando tengamos que sacrificar los resultados individuales, por ello es
tan importante la adecuación de la carga a la disponibilidad del pastizal y el almacenamiento y la
preservación del excedente de pasto que se produce en la época lluviosa.
Para los países tropicales o subtropicales, como Cuba, los métodos convencionales de ceba
basados en el uso de cereales no ofrecen una solución económica aplicable. La miel final de la
caña de azúcar tiene posibilidades para ser empleada en la producción intensiva de carne, en
sustitución de los cereales. La mete es lograr el mayor consumo posible de ella, por ello se
ofrece a voluntad en comederos abiertos y separados del resto de los demás componentes
voluminosos de la dieta, para maximizar el consumo de miel es necesario reducir el consumo de
pastos y forrajes, por eso suele ofrecerse de forma restringida.
Cuando se quiere realizar una ceba eficiente a partir de pasto como alimento básico, se impone
la suplementación con miel-urea, sales minerales y un concentrado proteico, también pueden
utilizarse otras fuentes de nitrógeno no proteico y subproductos diversos de la industria y la
agricultura. El empleo de la urea ha traído complicaciones porque muchos ganaderos no
conocen bajo qué condiciones debe suministrarse y en qué proporción. Para nuestras
condiciones y posibilidades es recomendable el empleo de la miel final junto con la
suplementación nitrogenada para elevar la utilización de la dieta básica fibrosa y evitar el efecto
depresivo en el comportamiento animal.
La ceba mediante el pastoreo intensivo puede emplear todas sus variantes conocidas, sobre
gramíneas solas o en asociaciones con leguminosas, la variación fundamental de estos
sistemas, cuando se comparan con los utilizados para la producción de leche, es que por lo
general en la ceba de toros se incluye en la ración la miel – urea. Hace más de 30 años que en
Cuba se viene aplicando la ceba vacuna buscando optimizar el sistema de alimentación basado
en el uso máximo de la miel final de la caña de azúcar y el empleo de urea, sin emplear cereales.
El poco uso de alimentos concentrados para la alimentación animal, lo caro que resulta y la crisis
energética que actualmente enfrenta el mundo, han estimulado el interés económico por el uso
de los pastos para la producción intensiva de carne, con especial énfasis en las regiones
tropicales.
El pastoreo restringido es una de las tecnología que más se emplea en la ceba de toros, es,
como ya sabemos, un sistema semiestabulado donde los animales van al pastoreo diariamente
entre 2 y 4 horas, el resto del tiempo permanecen estabulados en un corralón donde reciben
como dieta básica miel – urea a libre consumo, suplemento proteico a razón de 200 a 400 g/a/d,
sales minerales y agua a consumo libre. El corralón suele ubicarse al centro del pastizal, aunque
no se descarta su ubicación en un extremo. Por lo general dispone de sombra natural o artificial,
comederos y bebederos suficientes para todos los animales.
El lote seco o estabulación libre es otra de las tecnologías de bajos insumos, donde el animal
permanece enclaustrado todo el tiempo en un corralón, con sombra natural o artificial, por lo
general la ración diaria está formada por forraje restringido, miel – urea a libre consumo,
suplemento proteico, sales minerales y agua. Este sistema reduce el gasto de energía por
actividad física.
Los mejores resultados del lote seco en la producción de carne vacuna se han logrado cuando
los animales disponen de miel – urea al tres por ciento, harina de pescado a razón de 200 – 400
g/animal/día, forraje entre 10 y 20 kg/animal, sales minerales y agua. El suplemento proteico se
mezcla con la miel, el forraje se brinda una vez al día. Con esta tecnología se puede cebar
cualquier categoría, incluso vacas de desecho.
Actualmente existe una mejor definición del valor del uso de la miel como sustituto de los
cereales o para corregir el déficit cualitativo y cuantitativo del pasto durante la época poco
lluviosa. La miel final sola, como único suplemento en la ceba con pasto y forraje deprime la
ganancia en peso, es por ello que se combina con la urea, ya que es la disponibilidad de
nitrógeno el principal factor limitante en este tipo de ceba, su presencia incrementa el consumo
de alimentos fibrosos. La ausencia de pasto o forraje en la dieta con miel provoca la llamada
borrachera o la intoxicación por miel. Algunos especialistas recomiendan que, aun cuando se
emplee el forraje o el pasto en la ración, la inclusión de la miel no debe superar el 15 % de la MS
consumida.
En nuestro país se ha venido empleando la miel final con la urea entre un 2 y un 3 %, pero
también se emplean niveles más altos. Cuando se dispone de suficiente alimento voluminoso y
la principal limitante de este es la calidad, entonces es recomendable la utilización de miel con
urea entre el 10 y el 12%, así se reduce el consumo de miel a niveles entre 0,8 y 2 kg/animal,
(según peso vivo) y como este bajo consumo estimula el desarrollo microbiano del rumen no
alcanza a tener efectos inhibitorios en el consumo de forraje y en su calidad.
La ceba en estabulación fue el sistema que alcanzó mayor desarrollo en Cuba, allí se cebaban la
mayoría de los machos procedentes de los rebaños lecheros (70 %). Los resultados de la
década de los 80 muestran que los machos lecheros cebados en pastoreo alcanzaban una
ganancia media diaria inferior a los 270 g., muy por debajo de lo logrado en los cebaderos
estabulados. La diferencia en el sistema nos indica que los animales de razas de carne cebados
en pastoreo (54 % de la masa total) producían solo el 48 % de la carne total.
Después de una cuidadosa adaptación de los animales al consumo de miel – urea desde el
2 % en adelante hasta alcanzar el nivel propuesto.
Si existe suficiente como para que no falte durante todo el periodo de ceba. Cuando falte
más de tres días debe comenzarse de nuevo el proceso de adaptación.
La baja tasa de ganancia que muestran los animales que consumen altas proporciones de miel-
urea, sin proteína verdadera, es un reflejo del bajo valor biológico de la urea como fuente única
de proteína suplementaria para esta dieta. La eficiencia en la utilización del nitrógeno parece
depender de la presencia de proteínas verdaderas insolubles. Las fuentes por excelencia de
proteínas verdaderas empleadas en la ceba de toros son la harina de pescado, semillas de
girasol, de algodón, soya y levadura torula, entre otras. Entre el 10 y 40 % de las proteínas que
llegan al abomaso son de origen dietético, esto depende de las características de la ración y está
negativamente correlacionado con las proteínas microbianas.
Hoy día está más generalizado el empleo de las leguminosas arbustivas, cuyo nivel de
supervivencia en el pastizal es más elevado, principalmente el género Leucaena. Si tomamos en
cuenta que en los países tropicales y subtropicales los árboles y arbustos desempeñan el doble
papel de ser empleado como sombras y como alimento, se justifica la tendencia actual.
En nuestro país está generalizada el uso de la Leucaena leucocephala, porque ha sido la de
mejor comportamiento, y con ella se han alcanzado los mejores resultados. Su potencial permite
producir hasta 0,9 kg/animal/día de ganancia y soportar cargas superiores. Su empleo en el
trópico, para la producción de carne, ha evidenciado su superioridad entre un 35 y un 50 %,
comparada con las gramíneas solas y los incrementos en peso vivo diario superan los 500 g.,
suministrada como forraje en forma restringida, también ha dado magníficos resultados.
El empleo de la caña de azúcar para la ceba vacuna es otra alternativa no despreciable cuando
escasea el pasto, su potencial forrajero es considerable. El efecto de la calidad de la caña sobre
su valor como alimento para el bovino muestra una evidente incapacidad de la microflora ruminal
para degradar simultáneamente altos niveles de fibras y de azúcares solubles. Por lo tanto, se
impone suplementar, ya sea con urea o algún similar, proteína verdadera y minerales a fin de
incrementar la actividad celulolítica y sacarolítica a nivel del rumen, si la caña se brinda molida
es mucho mejor ya que acelera la reducción del tamaño de las partículas y reduce el tiempo de
permanencia en el rumen. Si es posible se recomienda mezclar la caña con atrás gramíneas o
leguminosas para reducir los problemas fisiológicos de la digestión ruminal.
Introducción
En los últimos años y particularmente desde la década de los años 50, la producción porcina
desempeña un importante papel en el balance alimentario del hombre. En sus inicios, la cría de
cerdos estuvo encaminada a satisfacer la demanda de grasa y carne; sin embargo, esta
demanda ha ido evolucionando con vistas a la obtención en lo fundamental de carne y no de
grasa, en ello ha influido entre otros aspectos el desarrollo en la obtención a bajo costo de aceite
a partir de plantas oleaginosas y al cambio en los hábitos de consumo, dado por las ventajas
desde el punto de vista de la salud que ofrece el aceite vegetal con respecto a la grasa de origen
animal.
La carne de cerdo producida en el mundo representa aproximadamente el 39% del total de carne
consumida como promedio. Esta cifra varia según las distintas regiones del mundo, la que
pudiera deberse a las disponibilidades de alimentos que pueden destinarse a la producción
porcina así como a otras de tipo religioso.
Precocidad
Muy precoz, siempre que se le suministra alimentación de alta calidad y buenas condiciones de
desarrollo. En estas condiciones su ganancia media diaria en peso vivo (GMD) puede ser de 850
– 900 gramos. En condiciones de alimentación media su GMD puede ser de 650 gramos,
afectándose el estado general del animal.
Rusticidad
Reproducción
Muy prolifera, 11 crías por parto y hasta 16. Carácter maternal adecuado.
Con la domesticación del cerdo y debido a la selección artificial efectuada desde ese momento
según los criterios de producción de cada época y lugar, desaparece casi completamente el
papel de la selección natural y, por tanto, se operan grandes cambios en la evolución de esta
especie, estos cambios se ven favorecido por el desarrollo tecnológico y al corto ciclo biológico
de la especie. Algunas de las características más notables de esta especie pueden observarse
en la tabla 1.
Índices Valor
Duración de la gestación (en días) 114 ± 4
Duración de la lactación (en semanas) 3–8
Duración de la ceba (en días) (hasta 90 kg de peso) 150
Edad de la pubertad (en días) 150 – 200
Edad óptima para la primera gestación (en meses) 7–8
Duración de la vida reproductiva (en años) 4–8
Longevidad (en años) 12 – 15
Tamaño de las camadas (en número de cerditos) 9 – 16
Peso de la cría al nacer ( peso medio en g) 800 – 1500
Ventajas de la especie
La expansión de la producción porcina queda justificada por diferentes aspectos que constituyen
verdaderas ventajas:
Los centros porcinos que pertenecen a la Unión Nacional de Empresas Porcinas están
concebidos para grandes concentraciones de cerdos. Esto, desde luego, requiere más recursos,
aunque incrementa la productividad del trabajo y la aplicación de un mayor control técnico, lo cual
redunda en el incremento de la producción.
Lo antes expuesto no debe confundirse en el sentido de que centros porcinos pequeños, con una
correcta dirección, no puedan tener éxitos productivos, lo cual está avalado por los recientes
resultados en el sector privado que lidera la producción del país en los últimos años.
La situación del país a partir del año 90 ha traído consigo un considerable deterioro en la
producción de carne de cerdo, dada la disminución de las importaciones de las materias primas
para la producción de alimentos para esta especie, producto de la disminución del poder
adquisitivo del país; es por ello que se trabaja no solo en la búsqueda y utilización de otras
fuentes de alimentos, sino además de incentivar la producción por otros sectores y organismos,
de forma tal que se alcancen niveles superiores de carne a los que se logran actualmente,
estando ellos representados fundamentalmente en la producción estatal por la Unión de
Empresas Porcinas, los Complejos Agroindustriales, Órganos Locales del Poder Popular,
Empresas Varias, etc. y en la propiedad privada y colectiva por las Cooperativas de Producción
Agropecuarias, Cooperativas de Créditos y Servicios así como por la producción familiar, todo ello
encaminado a poder utilizar para la producción porcina todos los recursos alimentarios, bien de
desechos de industrias alimenticias, de comedores obreros, productos deteriorados para el
consumo humano, así como restos de cosechas.
Instalaciones porcinas
El objetivo que se persigue con las instalaciones porcinas es la modificación microclimática que
permita ofrecerles a los animales un confort adecuado de acuerdo a sus exigencias
ambientales.
Cualquiera que sea la tecnología empleada y la especie en explotación, las instalaciones define
las condiciones de tenencia de los animales y están encaminadas no solo a proteger a los
mismos si no también, y sobre todo, a darles confort, reducir los factores estresantes y facilitar el
manejo.
Son muchas y diversas las instalaciones empleadas en la producción porcina y van desde las
construidas para los centros genéticos hasta los comerciales, unos se dedican a la mejora
genética y mantenimiento de los troncos raciales, otros a los cruzamientos, los hay solo para la
producción del reemplazo y los que se dedican a la ceba. En Cuba los hay genéticos,
multiplicadores, integrales, etc.
De acuerdo con la categoría de cerdos que se van a alojar en las diferentes instalaciones así se
deberá adecuar su disposición interior, para garantizar la protección general, las condiciones de
tenencia más adecuadas para el propósito productivo, facilitar la alimentación y el manejo. La
meta es procurar el mayor confort posible.
Las modernas instalaciones en Cuba se asemejan mucho a las que existen en los sistemas de
cría intensiva de países con elevado grado de desarrollo y así mismo su distribución interna es
también similar, pero se diferencian notablemente en su estructura general presentando sus
flancos abiertos para la circulación del viento y están elaboradas a base de hormigón con techo
de fibrocen.
Se puede afirmar que las instalaciones permiten al criador racionalizar la granja y ajustarla a los
principios científicos modernos. Es por ello que las instalaciones y el equipamiento necesario para
la crianza porcina (Ejemplo: baterías, jaulas, etc.) merecen especial atención, porque de su
eficiencia depende mucho el éxito de la producción. No solo se debe tener en cuenta la
construcción y durabilidad, sino también las reglas de higiene pecuarias, con el objeto de facilitar
la limpieza y extracción de excremento, el abastecimiento de agua y su calidad, el control de la
radiación solar, la ventilación y en general la funcionalidad con relación a las diferentes
operaciones que se realizan en cada nave o cubículo de la granja. La industria porcina en los
países tropicales se va modernizando de tal modo que se han intensificado los programas para
encontrar mejores sistemas de instalaciones que se ajusten a las condiciones propias de esta
región.
En Cuba suelen emplearse, para cualquier tipo de centro, naves abiertas con paredes no
superiores a los 130 cm de altura convencionales o específicas, de largo ajustado al número de
animales a albergar y la topografía. Son anchas, con un pasillo central y cubículos o corrales en
los laterales y con una pendiente entre 3º y 4º hacia las atarjeas exteriores.
Todas las instalaciones, rústicas o típicas, sencillas o complejas se componen de naves o
secciones, las naves se dividen en cubículos o corrales. Su envergadura depende de la categoría
a albergar, tamaño y cantidad, respetando siempre el espacio vital y las facilidades para comer y
beber. Cuando se emplea un flujo zootécnico semanal continuo y uniforme, el número de naves y
secciones depende de la carta tecnológica empleada y el tamaño de la piara. En cualquier caso
cada categoría necesita permanecer un tiempo dado en su nave y liberar ésta el tiempo necesario
para las labores de limpieza y desinfección antes de volverse a ocupar por el nuevo grupo. El
tiempo de permanencia de cada categoría en la nave correspondiente se conoce como tiempo de
ocupación (TO) y el tiempo que la misma permanece vacía se le llama tiempo de repose( TR). El
número de seccione necesarias en cada fase del proceso se calcula dividiendo la suma del
tiempo de ocupación más el tiempo de reposo entre siete.
Número de Secciones = (TO+TR) / 7.
Características de las instalaciones según propósito
Las instalaciones, según propósito, están concebidas para:
1. Fecundación de las reproductoras: En la misma se conciben instalaciones para
reproductoras vacías y cochinatas, puercas cubiertas, verraqueras (para sementales,
cochinatos y receladores), sala de monta y espera y laboratorio para el caso en que se
aplique la inseminación artificial.
4. Garantizar el parto en el área de maternidad: Donde existirán tantos cubículos como sea
necesario pero con la característica de ser éstos para cerdas individuales y estar dotadas
de un refugio para las crías.
6. El baño de desparasitación, los tanques para agua, oficinas, baños para el uso del
personal, almacenes, matadero, laboratorio, etc., son instalaciones necesarias para
facilitar el trabajo y la organización interna de la piara.
Para las condiciones de Cuba la separación mínima entre naves de un mismo propósito debe ser
de no menos de nueve metros y cincuenta metros entre la última nave y la cerca perimetral. El
ambiente externo debe ser agradable, limpio y preferiblemente sembrado de pastos de bajo
porte. En los países de clima cálido la circulación de aire es uno de los factores íntimamente
relacionado con el refrescamiento de los animales, sobre todo si este aire proviene de un
ambiente exterior debidamente adecuado. La circulación del aire a nivel de piso, donde incluso
descansan los cerdos, es sumamente importante para el mantenimiento de la temperatura
confort de los mismos.
El diseño de tecnologías para la crianza industrial, impone reglas, debido a que la artificialización
y simplificación ambiental en la construcción de alojamientos que permitan el confort necesario
para los animales, constituye un eslabón muy importante en la adecuación del ambiente térmico.
Si partimos del hecho de que los alojamientos se construyen para modificar el microambiente a
que serán sometidos los cerdos, entonces, es importante conocer hasta qué punto es efectiva
esa modificación, si lo que les ofrecemos está dentro de los parámetros, sobre todo el confort
térmico que ellos necesitan para ser eficientes y productivos, por ello recomendamos lo
siguiente:
Evitar a toda costa la incidencia directa de los rayos solares sobre los animales alojados
y reducir lo más posible la radiación indirecta o reflejada, tanto térmica como luminosa.
Facilitar la circulación del aire en todo momento sobre los animales y a nivel del suelo,
sin cercas sólidas que impidan este movimiento. No deben construirse o situarse
edificaciones que interfieran la dirección principal de los vientos sobre las áreas de
alojamiento en las categorías superiores.
Los techos de las instalaciones que alojan los animales deben estar pintados de blanco
en su parte exterior o estar constituido por materiales aislantes y deben estar pintados
de colores absorbentes por su parte inferior.
Los alojamientos deben disponer de abundante agua fresca para beber durante las 24
horas del día y estar provistos de aspersores para mojar a los cerdos adultos en las
horas más cálidas del día.
El ambiente exterior también debe adecuarse para cumplir algunos de los criterios
anteriores, por ello se recomienda disponer de un césped altamente absorbente entre
naves o emplear árboles de copa alta y de raíces profundas.
Se define como categoría la división convencional de los cerdos según su edad, estado
fisiológico o reproductivo. Así tenemos:
Crías. Hembras y machos con edades entre el nacimiento y el destete y peso entre 1 y
6 Kilogramos.
Reproductor o verraco. Macho empleado como semental tanto para monta como para I.A,
el mismo no debe tener menos de 240 días de edad ni menos de 120 kg. de peso vivo.
Verraco recelador. Macho empleado para detectar el celo de las puercas vacías.
En el primer nivel (ápice de la pirámide) se encuentran los centros genéticos, en los que
se realiza la selección de los progenitores, no solo para el reemplazo de los mismos,
sino para suplir las necesidades de reproductoras de los centros multiplicadores y
comerciales.
En el tercer nivel se ubican los centros comerciales que son los encargados de la ceba.
Todos los verracos que se utilizan en los diferentes niveles de la pirámide son animales
seleccionados tanto por su morfología como por pruebas de comportamiento en los centros
genéticos, así como las hembras puras Yorkshire que conforman la masa básica, en los centro
multiplicadores.
Primera selección:
Durante la lactancia de las crías hembras se establece una selección parcial de las posibles a
clasificar según su desarrollo y conformación. Los jueves de cada semana en el área de
maternidad, momento en el que se esté ejecutando el destete se determinan las hembras que
pasarán a lechonas. Primero que todo se separan los animales por sexo, los machos irán para
las áreas de preceba que les corresponda, mientras que las hembras, una vez cumplidos todos
los requisitos de selección, se trasladarán a las áreas de desarrollo menor (lechonas). Las
hembras que han sido rechazadas irán a preceba.
Segunda selección
La etapa de lechona debe durar unos 70 días, en dependencia de la tecnología empleada y los
recursos disponibles, durante este tiempo también se desarrollará la selección con culminación
los viernes de cada semana, coincidente con el fin de la etapa, momento en que se realizará la
selección final.
Durante la etapa de selección en el área de lechonas se eliminarán todas aquellas hembras que
presenten las siguientes características:
El desecho previsto para esta etapa, bajo las condiciones de Cuba se considera adecuado
cuando sumado al criterio de selección de la etapa anterior la suma no rebasa el 15 %.
Tercera selección
Las hembras que pasan a cochinatas permanecen en su área hasta que alcanzan la edad
prevista según tecnología, pudiendo estar entre los 210 y 250 días, momento en que se realiza la
selección final.
En esta etapa como en las anteriores el rigor de la selección no debe bajar, si todo se hace bien
el nivel de desecho no debe ser superior al alcanzado en la etapa anterior. Concluida la
selección final, las cochinatas que reúnan todas las condiciones, serán dadas como aptas para la
reproducción y enviadas al área de fecundación.
En épocas pasadas, cuando comenzaba la cría doméstica del cerdo, todas las explotaciones
existentes eran extensivas, en la mediada en que el cerdo fue modificándose y haciéndose más
eficiente en su vida productiva y, por tanto, fue haciéndose dependiente del hombre y menos de
las condiciones ambientales naturales, éste se vio en la necesidad de crearles condiciones que le
facilitara expresar mejor su potencial genético sometiéndolo cada vez más a una crianza artificial
y más dependiente por tanto, de las posibilidades que él pudiera brindarle.
La explotación intensiva se podría definir como aquella en que el cerdo depende totalmente de lo
que el hombre pueda brindarle y en ellas su eficiencia y productividad serán tanto mayor cuanto
mayores sean las posibilidades de brindar adecuadas condiciones de tenencia (ambiente), de
tecnología de la producción, de salud y de alimentación. Los sistemas intensivos se caracterizan
porque en ellos la crianza es estabulada y con grandes densidades de animales por unidad de
superficie. En este sistema el cerdo depende enteramente del hombre y de las posibilidades que
éste le ofrezca en cuanto a alimentación y manejo en general. Las explotaciones de cerdos de
razas puras de alta eficiencia productiva y reproductiva son un poco más complejas que las de
cerdos comerciales, por lo tanto, se hace necesario en ellas un intensivo programa de control y de
promoción de animales y una mayor atención humana desde el punto de vista técnico.
En los países situados en zonas tropicales, en los cuales, y de forma más o menos generalizada
se aplica la explotación intensiva de los cerdos, confrontan serios problemas para crear el medio
adecuado dentro de las instalaciones, de manera que los cerdos estabulados puedan desarrollar
todo su potencial de crecimiento eficientemente.
Aún dentro de los sistemas intensivos existen diversas tecnologías de producción, así por ejemplo
en algunas regiones se crían solamente cerdos para el consumo, eligiéndose uno o más métodos
de crianza, tales como explotaciones sólo para cerdos en ceba, en otras se crían conjuntamente
cerdos en crecimiento y ceba, en otras solamente cerdos pequeños para ser vendidos y cebados
en otras granjas, mientras que existen otras donde el programa de crianza es completo y que
incluye todas las categorías.
Resultados de investigaciones en Cuba con cerditos lactante criados en maternidad tipo Flat-
Deck y en piso arrojaron pesos promedios al destete (33 días) y ganancia media diaria en peso
(g) de 8,23 kg y 233 g respecto a 5,64 kg y 143 g. respectivamente. En cuanto al total de
muertes ocurridas en cada sistema, se observó más muerte por aplastamiento en la crianza en
piso de concreto sin barreras que en Flat-Deck y más por accidentes en este último.
El flujo zootécnico, se establece dentro de la carta tecnológica aplicada en cada centro, la cual
plantea qué hacer y cuándo hacerlo; y constituye la norma técnica para el desarrollo del proceso,
ésta incluye las condiciones de alojamiento, manejo, alimentación y las medidas higiénico-
sanitarias. El proceso de especialización o intensificación de la producción porcina que tiene
lugar en nuestro país no puede concebirse sin una sólida base organizativa para la explotación
de las piaras y de la aplicación de modernas tecnologías sobre bases técnicas con ritmo de
producción continuo y uniforme durante el año.
En la ejecución del flujo cada área planifica y ejecuta el proceso productivo de acuerdo con las
categorías presentes y el objetivo propuesto. El análisis de los problemas productivos abarca el
conjunto de circunstancias que intervienen en el desarrollo de los procesos. Los indicadores de
eficiencia a cualquier nivel y en el más breve periodo de tiempo serán los puntos de referencia
para evidenciar los errores cometidos en el funcionamiento y organización del proceso. Se
recomienda prestar especial atención al propósito principal, pues esta es la meta que
perseguimos y el motivo de cualquier análisis, la habilidad para detectar los problemas más
simples facilitará la toma de decisiones a la hora de proponer una solución, toda solución es el
resultado de la eliminación de las causas más simples.
En este sentido conviene incluir los criterios que tienen que ver con la conversión del alimento en
producto animal, dado que el gasto en alimento suele ser el renglón que más encarece el
proceso productivo (más del 70%). Las malas conversiones son el resultado del bajo
aprovechamiento de los alimentos consumidos, debido a problemas propios de los animales, de
los alimentos, del ambiente, etc..
Algunas de las preguntas que todo productor debe hacerse cuando los resultados no son los
deseados sería: ¿Qué factores están influyendo en el proceso para que sin haber afectado el
consumo de alimento los resultados productivos estén por debajo de las potencialidades del
sistema? o ¿Por qué el nivel productivo por unidad de alimento consumido es tan bajo?.
Evidentemente los factores que influyen en estos resultados están vinculados a las
características de los animales, las condiciones ambientales en que viven, las afectaciones de
salud y calidad del alimento consumido. El productor que desee solucionar los problemas que se
presenten en su piara debe analizar los factores y circunstancias que influyen positivamente o
negativamente en el incremento o disminución del consumo voluntario del alimento. A veces los
animales incrementan el consumo de determinado alimento porque este es deficiente en energía
o tiene muchas fibras, también puede que esto ocurra porque la temperatura ambiental es fría y
parte de lo consumido se desvíe para la producción de calor.
El manejo a aplicar en cada caso incluye el conjunto de normas y procedimientos que se llevan a
cabo para desarrollar el proceso. Cuando los errores productivos o reproductivos se le atribuyen
a esta causa, debemos averiguar a qué aspectos del manejo se refiere, de quién es el error,
cuándo se cometió y dónde. Por ejemplo: si la consecuencia negativa analizada es por causa de
errores en el manejo de la hembra vacía en el área de fecundación, los resultados mostraron una
baja eficiencia técnica (muchas cubriciones y pocas gestaciones), entonces debemos conocer
quién o quiénes cometieron el error, en qué consistió, cuándo, etc. El error de manejo puede ser
con el grupo de animales o con uno solo, en cualquier momento del año, aquí se incluyen
problemas con el horario de suministro de la comida, distribución y uniformidad por comedero,
arreo de los animales, mala manipulación de los verracos o el semen en caso de inseminación,
etc.
Los problemas vinculados con la alimentación siempre se le achaca al hecho de que los aportes
nutricionales del alimento empleado no lograron cubrir los requerimientos de los animales en
explotación. La insuficiencia puede deberse a la mala calidad del alimento, insuficiencia en algún
nutriente o varios, incapacidad para digerirlo, forma física de presentación que imposibilita o
dificulta su digestión, la presencia de algún agente biológico perjudicial como pueden ser los
hongos y bacterias, etc. La calidad se valora a través de criterios físicos, químicos y biológicos.
Si la insuficiencia es por la cantidad, las causas pueden deberse al alimento en sí o al hombre
que realiza esta labor y van desde aquellas que se producen porque ya no hay más alimento
hasta las que están vinculadas con la salud de los animales. Cuando se estudian los factores
que influyen en el consumo voluntario descubrimos múltiples causas, pero un animal sano que
viva confortablemente no muestra nunca inapetencia por lo tanto, las causas del problema deben
buscarse en el alimento.
Cuando en su valoración diaria o con cualquier otra periodicidad, usted atribuye el resultado
negativo a los problemas de salud, entonces debe saber que estos pueden presentarse de forma
aguda o crónica. Usted debe saber cómo prevenir las enfermedades, conocer los métodos de
lucha. Solo es conveniente agregar aquí que en ocasiones se presentan casos de
intoxicaciones, afectaciones parasitarias, cojeras, etc. que se pasan por alto, dada su frecuencia
o número, pero que evidentemente tienen un efecto considerable en los resultados productivos.
Otro de los aspectos que contribuyen al buen desempeño de las piaras es lo relativo a las
condiciones en que viven los animales. Este aspecto se refiere a las causas que provocan en los
animales estrés o limitan su bienestar, las que le hacen difícil la vida a los mismos en el cubículo
o nave donde se encuentran. Nos estamos refiriendo a aspectos tales como espacio vital
(indicador de si hay o no suficiente espacio en el lugar de estancia como para que se
desenvuelvan con soltura, sin estrechez ni hacinamiento), sombra, frentes de comederos y
bebederos, calor, exceso de humedad, charcos, barrizal, etc. Las condiciones de tenencia se
refiere a los factores que dan o no confort a los animales en el lugar donde viven.
Lo visto hasta el momento evidencian que cualquiera sea el problema analizado, el método
práctico para la identificación y solución del mismo conlleva un estudio previo de las
circunstancias en que se dio, la valoración relativa de cada consecuencia, sus causas y la
evaluación de lo que debe ser normal, esperado o plan según los recursos materiales y humanos
disponible. La valoración de cada paso dado en el flujo zootécnico debe hacerse con esta
premisa.
El dominio de las acciones de manejo, alimentación y condiciones de tenencia para logra buena
eficiencia en la producción de crías y carne de cerdos es esencial si se quiere trabajar como
profesional en esta rama de la producción animal.
3. Utilización de las secciones bajo el principio de “Todo lleno, todo vacío” con
limpieza, mantenimiento y desinfección de los cubículos o corrales de cada
sección, después de haberse terminado la etapa tecnológica y trasladado los
grupos de animales.
Para facilitar el manejo se deben crear los grupos de producción. Cada grupo de animales
responde a un determinado estado fisiológico (gestación, lactancia, ceba), que se constituye en
una semana tecnológica. La cantidad de animales por grupo se recoge en la carta tecnológica y
depende de las capacidades totales instaladas, del volumen de producción, de la cantidad de
reproductoras y de los propios indicadores del comportamiento productivo del rebaño
Cualquiera sea la categoría del grupo de animales en el flujo, la diferencia máxima de edad o
estado fisiológico entre los animales de dicho grupo es de 6 días. Por lo general en una misma
sección los animales no se mueven de su área, lo que se mueve es su imagen, ésta se identifica
con un número que señala la semana el cual rota de una sección a otra, por lo tanto indica la
cantidad de semanas que llevan los animales en ella. Por ejemplo, en la maternidad que tenga 5
secciones, la numero 1 se corresponde con los animales que entraron en dicha semana y la 5
con los que llevan allí 5 semanas o sea los que deben de salir en esa semana. Lo antes
expuesto explica porque siempre existe un día fijo para la entrada y salida de animales según el
tiempo de ocupación y de reposo de cada sección.
En Cuba las labores zootécnicas que se realizan en la piara conforman un esquema fijo y de
obligatorio cumplimiento para poder asegurar la continuidad del proceso. Según este esquema
de trabajo, todos los jueves se hace el destete en la última nave del área de maternidad, los
viernes se trasladan las cerdas confirmadas al área de gestación, los sábados se trasladan a
maternidad las hembras a pre-parto, etcétera. Este esquema considera las particularidades
sicofisiológicas del hombre, ya que por ejemplo, al efectuar el destete los jueves, la mayoría de
las cubriciones se hará entre lunes y viernes de la semana siguiente, cuando hay mayor
concurrencia de la fuerza de trabajo y cuando el hombre expresa su mayor capacidad laboral
Área de maternidad.
El sábado entran las puercas próximas al parto al área de maternidad (110 días de gestadas las
primeras cubiertas del grupo) y se alojan en cubículos individuales, aquí permanecen durante 33
o 40 días (dependiendo del tiempo de lactancia). Las reproductoras en preparto y lactancias
dispondrán de 5 ó 6 secciones para permitir en cada una de las variantes expuestas
anteriormente 4 días de preparto, entre 29 y 36 días de lactancia y 2 días para las labores
sanitarias de limpieza y desinfección. El destete se realizará a los 33 días de edad como
promedio, en dependencia de la variante utilizada.
En el área de maternidad, después de las 48 horas de nacidos se realiza el reagrupe, acción que
se ejecuta solo si el número de nacidos vivos se encuentra por encima o muy por debajo de la
disponibilidad de mamas aptas que posea la reproductora o cuando la hembra presente
determinados trastornos que impidan el amamantamiento. Cada jueves se realiza el destete en
la sección 5 ó 6, las crías son enviadas a preceba o al área de lechonas según el caso y las
reproductoras son trasladadas al área de fecundación.
Área de fecundación.
En esta área se encontraran las cochinatas y cochinatos de reemplazo (las que han pasado la
etapa de cuarentena y estén aptas para ser incorporadas al rebaño básico), las reproductoras
vacías y cubiertas, los sementales y verracos receladores.
Según la concepción del flujo esta es el área de reproductoras vacías la cual contará de 3
secciones. El período de reproductora vacía es variable, pero generalmente del 85 al 90 % de
ellas presentan celo entre el cuarto y noveno día después del destete. Esta área debe disponer
de dos secciones fijas con la cantidad suficiente de corrales. El segundo lunes post - destete (a
los 11 días) las reproductoras que queden en la sección fija (las que no fueron cubierta) pasarán
a la tercera sección, donde permanecerán hasta los 30 días como máximo, si durante este
tiempo no han sido cubiertas serán desechadas.
Es conveniente aclarar que: como para esta área solo se necesitan dos secciones fijas y el
periodo de ocupación es de 11 días, los tres días restantes se emplearán para realizar las
labores de limpieza y desinfección. Excepcionalmente a la reproductora se le gesta en un
segundo celo, esto ocurre más en las cochinatas, no obstante, el área está acondicionada para
esperar 30 días.
Área de confirmación
Los lunes de cada semana son trasladada las hembras cubiertas de la segunda sección hacia el
área de confirmación donde permanecerán hasta cumplir los 32 días (a partir del primer día de
cubrición) por lo tanto la organización tecnológica para este estadio fisiológico que consta de la
cubrición y la confirmación, necesita de 5 secciones, cada una correspondiente a una semana de
cubrición, con la cantidad suficiente de corrales para ubicar el grupo semanal, lo que permitirá el
alojamiento de dicho grupo durante 32 días, dejando 3 días para la limpieza y desinfección.
Es importante destacar que el periodo de permanencia dado en esta área es suficiente como
para que se produzca el proceso de implantación de los óvulos y para que repitan celo las no
gestadas. En este periodo es cuando ocurren las mayores perdidas post-cubrición, influyendo
negativamente la temperatura alta, el hacinamiento, fiebre, ingestión de niveles proteicos por
debajo de los requerimientos o dietas de alto valor energético, La formación de grupos
homogéneos (primíparas, grandes y pequeñas) minimiza las alteraciones sociales y por tanto los
golpes y traumas que reducen la capacidad de implantación de los óvulos en el útero.
El grupo de puercas gestantes, provenientes del área de confirmación, llegan a ésta área los
viernes y permanecen aquí hasta los 110 días de gestación, trasladándose los sábados al área
de maternidad.
Aquí llegan las puercas confirmadas y permanecerán durante 78 días (hasta los 110 días de
gestación) saliendo los sábados para el área de maternidad. Dado el tiempo de permanencia,
esta área dispondrá de 12 secciones, a fin de tener 11 en uso y una en preparación. Aquí pueden
ocurrir abortos por insuficiencia placentaria, golpes, desnutrición, etc.
Área de lechonas
Las crías destetadas destinadas al reemplazo de las reproductoras pasan al área de lechonas,
categoría que incluye las hembras comprendidas desde el destete hasta los 103 días de edad
promedio (si es el caso), o sea que el tiempo de permanencia en esta área es de 70- 77 días (en
dependencia de la edad del destete), por lo que se necesitan 11-12 secciones, 10-11 el uso y
una en reposo para limpieza y desinfección. Las crías entran con un peso de 7 kilogramos y
deben salir con no menos de 40 Kg; el objetivo de esta área es lograr la mayor cantidad posible
de animales sanos, fuertes y con el peso adecuado. El traslado hacia la siguiente área se realiza
los viernes después de una rigurosa selección.
Área de cochinatas
La categoría cochinata incluye las hembras comprendidas entre 103 y 210 días de edad
promedio, con un peso entre 40 y 95 Kg. Cuando estas hembras arriban a esta edad y peso
máximo se les nombran cochinatas mayores, condición que mantendrán hasta tanto no reciban
su primera cubrición la cual no será más allá de los 270 días de edad promedio y con un peso
mínimo de 120 Kg. Las cochinatas saldrán de su área los viernes de cada semana, ello conlleva
por tanto que sean necesarias para los 107 días de ocupación 16 secciones y un periodo de
reposo para limpieza y desinfección de 5 días.
Cuando el propósito es la producción de carne, las crías destetadas el jueves son enviadas al
área de preceba, para lo cual se forman los grupos de acuerdo a la capacidad de la nueva área
así como de acuerdo al peso y vigor de las crías.
Área de preceba
Como se conoce, a la preceba van hembras y machos castrados, en esta categoría se incluyen
los animales con edades entre 33 y 103 días (63 ó 70 días como tiempo de ocupación) por lo
que se necesitaran 10 u 11 secciones (de acuerdo a la edad de destete que se adopte) estando
incluidas en ellas una que se mantendrá en reposo 7 días para las labores de limpieza y
desinfección. Aquí los animales entran con 6 Kg. de peso vivo como mínimo y deben de salir con
38 Kg. de peso.
Se creará un área de recuperación para dar atención a los cerdos que arriban al destete con
poco desarrollo. Se estima que un 10 % de los destetados cada semana sean trasladados para
esta área. Para aquellas unidades que dispongan de instalación o naves destinadas para la
recuperación de crías retrasadas en su peso (nave de profilactoria) dispondrán de tres corrales
para permitir que en un periodo máximo de 14 días los cerdos alcancen el peso requerido para
incorporarse a la fase de crecimiento y en los 7 días restantes se puedan realizar las labores
sanitarias requeridas en los corrales o baterías vacías. Si la tecnología empleada no facilita la
recuperación en el tiempo establecido será conveniente ampliar a 21 los días de recuperación y
por lo tanto hacer un corral más. Cada semana se seleccionaran de las secciones de
recuperación los animales con 6 kg o más de peso los cuales se unirán a los cerdos de normal
desarrollo destetados esa misma semana. Posteriormente se procederá al reagrupe de los
animales que quedan en recuperación en dos secciones, para permitir las labores sanitarias en
la sección que corresponde vaciar esa semana
Área de ceba
Al cebadero llegan los animales el viernes con el objetivo de lograr en no mas de 119 días (216
días de edad) el peso adecuado para ser enviados a sacrificio, por lo tanto esta área necesita 18
secciones para garantizar la estancia de 119 días y 7 días para la habilitación necesaria de las
naves, reparación y mantenimiento.
En algunos centros está establecido dejar aquellos animales que no han alcanzado el peso
requerido para el sacrificio, por lo general en cada sección se dejará aproximadamente un 8 %
(algunos corrales) para la recuperación de los animales presuntamente sanos pero atrasados en
su desarrollo con relación a su grupo. Los corrales de recuperación estarán vigentes alrededor
del 60% del tiempo total de ceba. Concluida la etapa de recuperación todos los cerdos estarán
sometidos al mismo manejo. Los corrales de animales en recuperación deben ser contiguos.
Esta categoría incluye los animales más valiosos del rebaño, por lo que desde el punto de vista
genético y reproductivo significan, los mismos tendrán una edad mínima de 8 meses y un peso
mínimo de 120 Kg. Los principales factores a tener en cuenta para establecer el régimen de
explotación que requiere un determinado semental están relacionados con la edad y el peso del
mismo, sus características morfológicas, méritos genealógicos, su índice de selección en la
prueba de comportamiento de campo, así como su lívido sexual y la calidad de su semen.
Monta dirigida
Sementales desde los 8 hasta los 14 meses de edad, deberán realizar un salto semanal
con 6 días de descanso para garantizar la máxima eficiencia en la fecundación.
Sementales con edades entre 15 y 20 meses podrán realizar 2 saltos semanales, con 72
horas de descanso.
Los sementales con 21 ó más meses de edad, realizarán 3 saltos semanales, con 48
horas de descanso entre saltos.
Inseminación artificial
A los sementales desde los 8 hasta los 14 meses de edad se les hará una
extracción semanal con 6 días de descanso.
Sementales con edades entre 15 y 20 meses se le realizarán 2 extracciones
semanales, con 2 ó 3 días de descanso semanal.
A los sementales con 21 ó más meses de edad se les realizarán 3
extracciones semanales, con 48 horas de descanso entre extracciones.
Un semental no debe pasar 10 días sin efectuar eyaculación y de ocurrir, se procederá al día
siguiente a realizar una extracción o a realizar una cubrición con una hembra que posea un celo
prolongado.
Los sementales y cochinatos deben estar solos, en un alojamiento techado, espaciosos y claro,
que permita la libre circulación del aire. El espacio vital debe ser de 7 a 9 metros cuadrados, el
frente del comedero será de 60 a 90 cm. En el caso de no poseer las instalaciones requeridas
para mantenerlos individualmente, se alojarán en grupos no mayores de 3 animales con un
espacio vital mínimo de 4 metros cuadrados por animal y 42 cm. de frente de comedero y en
todos los casos que los sementales cubran deberán ser bañado antes de retornarlo a su
cubículo, evitando con ello la excitación del resto de los sementales y que los mismos puedan
cubrirlo.
El alojamiento colectivo se usará sobre todo en los sementales jóvenes, pero a los más viejos se
tratará de mantenerlos individualmente, porque en los grupos grandes suelen existir problemas
en el orden social que provocan que algunos no logren consumir todo el alimento que necesitan
con lo que aumenta la cantidad de desecho. Estos animales deberán estar alojados cerca de las
salas de monta, próximos a las hembras vacías y si alguno de ellos ha bajado su lívido sexual
será conveniente alojarlo temporalmente en lugares donde pueden observar a otros sementales
en el acto de la cubrición.
Estos animales serán sometidos según programación, a baños antiparasitarios, así como a las
pruebas y vacunaciones previstas por el servicio veterinario. Periódicamente se programarán
lavados prepuciales con suero fisiológico, corte de los pelos del prepucio, corte de colmillos,
uñas y tratamiento de los pulpejos. Los verracos no deben ser golpeados en ningún momento,
así como no serán utilizados para la monta o la inseminación artificial el día en que sean
vacunados. Ellos deberán someterse periódicamente a un sistema de evaluación espermática y
andrológica. Al mismo tiempo debe llevarse un control de las puercas que repitan celo y los
verracos con que fueron cubiertas o inseminadas, con el objetivo de controlar la efectividad
individual de los verracos. En el caso de la monta dirigida, la evaluación espermática se realizará
cada 3 meses y mensualmente en la inseminación artificial. Si los resultados en la tasa de partos
son inferiores al 75%, la evaluación se realizará con mayor periodicidad.
Desecho de sementales
Alimentación de sementales
Esta es una categoría de vital importancia en cualquier centro porcino, dado que su función o
tarea es detectar el celo en las hembras y verificar el momento óptimo de inmovilidad para ser
cubiertas.
Las principales condiciones que deben tener los verracos receladores son:
El manejo del verraco recelador debe ser llevado a cabo por el personal especializado,
preferiblemente técnicos u obreros con mucha experiencia. Para garantizar un uso adecuado del
mismo será conveniente adecuar la proporción de hembras por cada recelador .
Independientemente de la tecnología empleada el manejo a seguir se establece como sigue:
Por la importancia que tiene para cualquier especie en el logro de resultados productivos todo lo
que acontece desde el punto de vista reproductivo consideramos oportuno referirnos a algunos
aspectos que están relacionados con el comportamiento reproductivo de esta especie y en
particular la reproductora por ser una de las categoría más abundante.
El objetivo es lograr reducir el intervalo entre partos para aumentar el número de partos por
puerca por año a la vez que se aumenta el tamaño de la camada y se reducen las bajas durante
la crianza. Estos son los aspectos de mayor complejidad en el manejo del rebaño y a su vez los
que más influyen en los incrementos productivos. La eficiencia reproductiva de las cerdas se
mide a través de la productividad numérica o sea por la cantidad de cerdos destetados por
reproductoras promedio en el año, o en la etapa que se esté midiendo y la eficiencia productiva
se valora por la cantidad de carne en pie que cada una sea capaz de producir a través de sus
descendientes.
El comportamiento de las hembras está determinado por el sistema nervioso central (SNC) y las
hormonas sexuales, que actuando como un sistema único, provocan: la aparición del celo, la
ovulación, mantiene la gestación y concluye con el parto, al cual sigue un periodo de lactancia,
para reiniciar nuevamente el ciclo descrito.
Los ovarios son dos glándulas encargadas de producir estrógenos y progesterona, como
respuesta a la acción de las hormonas hipofisiarias. Los ovarios producen los óvulos y cuando
estos se desarrollan y maduran son expulsados hacia el oviducto. Las hormonas que producen
los ovarios, son las responsables de la aparición del celo y la ovulación.
Cuando los niveles de estrógenos son altos en la sangre circulante, surge entre las hembras
vacías el reflejo de bisexualidad (montar entre sí). Más tarde y en presencia del macho,
muestran el reflejo de inmovilidad, momento en el cual permite la monta del macho y la
penetración del pene. Cuando este reflejo se manifiesta debe ser detectado por un verraco
recelador o el celador (obrero con habilidades para reconocer las hembras en celo). Las montas
o inseminaciones deben ser realizadas mientras permanezca esta fase de quietud, elevan
considerablemente las probabilidades de éxito en la fecundación siempre y cuando la cubrición
no sea prematura ni tardía.
Las cochinatas de más de 9 meses de edad y las hembras adultas de más de 10 días de
destetadas que no presenten celo, encarecen los objetivos económicos de producción que obliga
a: analizar el régimen de manejo zootécnico a que están sometidos los protagonistas, incluyendo
a los hombres que realizan el trabajo por el cumplimiento de la disciplina laboral y tecnológica. El
propósito es erradicar las causas que inciden en la baja eficiencia reproductiva de las
reproductoras.
Las fallas en el manejo, condiciones de tenencia, alimentación y los problemas de salud son los
principales problemas que concurren en la no presentación del celo (anestro) o en la no
concepción (repeticiones). Las causas más frecuentes son:
Dentro de las fases del ciclo sexual, en la que se hace efectivo el celo es la que reviste mayor
importancia, dado que en él se dan: el reflejo de inmovilidad y la ovulación. Esta fase tiene una
duración de 1.5 a 5 días siendo más breve en las cochinatas que en las cerdas adultas, pero
son pocas las que mantienen, el celo durante cinco días, lo más general es que dure de 2 a 3
días. Todos los óvulos no son liberados del ovario a la vez, este proceso puede llegar a durar
hasta 7 horas, los mismos suelen conservar la capacidad de ser fecundados, hasta una 12 horas
después de expulsados, mientras que los espermatozoides pueden mantener su capacidad
fecundante por unas 20 horas. razones por las cuales es imprescindible mantener los intervalos
de saltos o inseminaciones entre 8 y 12 horas.
El huevo fecundado recorre un trayecto que va desde el oviducto hasta el útero, donde debe
quedar implantado definitivamente en la mucosa, entre la tercera y la cuarta semana post-
cubrición para iniciar el proceso de placentación. Este período es el más delicado y es cuando
ocurren precisamente las mayores pérdidas. Durante este tiempo el medio por donde transitan
los huevos fecundados, el proceso de segmentación del óvulo, la organogénesis e implantación
embrionaria son extremadamente sensibles, entre otros aspectos, a:
La insuficiencia placentaria.
Los golpes producto de luchas en los horarios de comida, provocando fuertes sacudidas
en el útero grávido.
Movimientos bruscos y caídas.
Ingestión de sustancias tóxicas y alimentos en mal estado higiénico.
Niveles de nutrición por debajo de las exigencias de la gestación.
Baja producción de progesterona en el cuerpo lúteo o placenta.
Procesos infecciosos diversos.
Situación estresante prolongada.
Entre los aspectos fundamentales que pueden mejorar los resultados reproductivos podemos
añadir a los ya señalados:
La conveniencia de que las cochinatas no se cubran con menos de 120 kg de peso vivo.
Alimentar adecuada mente a la reproductora durante la fase de lactancia para garantizar que
al destete la condición corporal no sea inferior a 3,5.
Realizar el reagrupe en aquellas reproductoras con exceso de crías.
Evitar el engorde excesivo de las hembras gestantes, ya que esto condiciona muerte
embrionaria, anestro, dificultades en el parto y puede incluso incidir en el aplastamiento de
las crías durante la lactancia.
El tamaño de la camada depende, entre otros factores, de la tasa de ovulación, del nivel de
pérdidas de óvulos fertilizados en el periodo embrionario, de las mermas del período fetal y
de las pérdidas que por diversas causas se producen en las primeras 24 horas posparto.
El ayuno prolongado después del destete reduce la tasa de ovulación y por consiguiente el
tamaño de la camada, mientras que el aumento del plano nutricional del destete a la
cubrición aumenta la tasa de concepción.
La Ingestión de niveles de proteína por debajo de los requerimientos o dietas de alto valor
energético, hacen peligrar la implantación de los embriones.
Durante los dos primeros meses de gestación la cerda aumenta más de peso en proporción a
como lo hacen los fetos, debido al anabolismo de la gestación y en el último tercio el proceso se
invierte el proceso por ellos se recomienda mejorar la ración para asegurar mayor peso de las
crías al nacimiento
Cuando faltan aproximadamente 4 días para el parto las hembras gestantes son enviadas al
área de maternidad (período de preparto) y permanecen en ella hasta que se efectúe el destete.
Las primeras atenciones que reciben las hembras gestadas antes de entrar al preparto, son las
siguientes:
Baño con agua para limpiar las suciedades de la superficie corporal, pero nunca por
inmersión ni a presión.
Baño por aspersión mecánica o eléctrica con una sustancia acaricida, que garantice la
desparasitación externa. Una vez que se ha secado el cuerpo de la gestada, se aplica
una solución desinfectante e inofensiva para el animal, por la zona de la vulva, alrededor
del ano, entre los muslos y por sobre las mamas.
Las cerdas en preparto deben ser observadas durante la limpieza, alimentación, etc., para
detectar con tiempo la proximidad del parto o cualquier anormalidad que se presente. Al ser
detectada la proximidad del parto, se cubrirá el piso con viruta u otro aislante inofensivo que se
posea.
Las principales atenciones que se deben tener presentes en esta categoría son las siguientes:
Cada parto tiene una serie de cambios específicos que son importantes no solo para la expulsión
del feto, sino para dar un pronóstico aproximado del momento del parto. Dentro de la fase
preparatoria es posible notar cambios típicos dentro, tanto en los genitales externos como de
otras partes del cuerpo, como la musculatura abdominal, glándula mamaria. Todas las
modificaciones se relacionan (estrógenos, relaxina, esteroides, suprarrenales), provocando
cambios en los tejidos de los órganos genitales y para genitales, influyendo en la circulación y
permeabilidad de los vasos sanguíneos, provocando la relajación de los tejidos blandos en la
región pelviana
Las hembras gestantes con proximidad al parto se manifiestan intranquilas emitiendo gruñidos
con pérdida de apetito; la vulva suele estar congestionada edematosa, también se debe observar
las mamas congestionadas algo calientes, los pezones deben estar dirigidos hacia fuera de la
línea media, y ese mismo día debe haber presencia de leche en los pezones pero principalmente
en el segundo pectoral izquierdo esto debe suponer que el parto se producirá en las próximas 6
horas, presentándose las primeras contracciones uterinas. La cerda próxima a desencadenar la
fase de expulsión, hociquea el piso removiendo la viruta organizando la cama para parir,
posteriormente se acuesta, observándose en el abdomen las presiones que coinciden con los
pujos para parir, además de la dilatación vulvar cuando se aproxima el feto que va a nacer.
El parto
Con el nombre de parto se designa a la salida al exterior del o los fetos contenidos en el claustro
materno, se le llama parto normal cuando se efectúa en el momento en que el feto ha llegado a
término y en condiciones ordinarias. El parto es el proceso mediante el cual el útero gestante se
libera de los fetos y las placentas, este proceso está bajo el control directo de las hormonas
fetales y maternas y en el mismo se pueden considerar distintos estadios, pudiendo señalarse
que alrededor de un 60 – 70 % de las cerdas paren en las horas de la noche.
La expulsión de las membranas fetales suele ser de forma rápida, el nacimiento del primer
cerdito suele ir acompañado por la expulsión de la placenta, aunque en ocasiones nacen uno o
más antes de la expulsión de la placenta, también puede ser que la expulsión se realice después
de expulsado el último feto.
En la cerda se pone de manifiesto que la segunda etapa del parto tiene una duración promedio
de 140 minutos hasta su término y su intervalo de nacimiento es de 16 minutos, sin embargo,
hay una fluctuación considerable entre éstos valores, si bien un cerdito puede nacer
inmediatamente después del previo, los otros pueden hacerlo hasta 3 horas después incluso o
más. El tiempo de nacimiento varía mucho y no siempre es por el tamaño de la camada, éste
puede durar entre siete y ocho horas entre el primer y el último cerdito, el peso no tiene relación
con el momento del nacimiento.
Siempre que se observen las contracciones uterinas y que el parto progrese, no debe ser motivo
de alarma la duración, en tal caso no será conveniente intervenir, la hembra desde el punto de
vista fisiológico está apta para realizar el parto, por lo que debe parir sola bajo la vigilancia y
control del personal especializado.
Durante todos estos sucesos, es necesario garantizar un ambiente sin ruidos y ausencia de todo
personal ajeno a la sección, por suerte la mayor cantidad de partos ocurren por las noches
cuando el ambiente es más tranquilo. La mayoría de los partos en las cerdas ocurren sin
dificultad, pero deben ser vigilados y solo en casos en que se requiera (distocia, inercia uterina,
parto que no se dilata, debilidad en las contracciones) intervenir. Se debe higienizar la cerda una
vez concluida la expulsión de la placenta y los cerditos
Los partos los reciben y atienden técnicos o personas especializadas durante las 24 horas del
día. Una vez concluido el parto con la expulsión de las placentas adquiere especial interés la
atención a los recién nacidos
La producción lechera de cada reproductora en una lactancia puede alcanzar los 195 a 200 kg,
elevándose al máximo en la tercera semana para declinar después progresivamente. La
producción lechera depende de la cantidad de crías que esté amamantando y de otros factores
dentro de los que se destacan la raza y el peso vivo; la cantidad oscila entre 4 y 10 kg/día,
siendo más baja en la primera lactancia, y aunque no se aprecian grandes diferencias en las
siguientes, puede alcanzar el máximo en la tercera y menores a partir de la 5ta.
El proceso de lactación debe ocurrir en el área de maternidad, lugar espacioso y limpio, con
cama de paja o virutas que se debe regar en todo el cubículo incluyendo el refugio. Cuando
exista escasez de viruta, se prioriza el refugio de las crías y el área de la madre hasta la primera
semana de paridas. Este lugar dispondrá de mantas protectoras contra las inclemencias del
tiempo, pero los días frescos, secos y soleados se mantendrán recogidas; los días que presagien
lluvias, frialdad y vientos fuertes, se bajarán para reducir los efectos negativos del clima.
La detección del celo sirve para determinar el momento óptimo para hacer la inseminación o la
monta. La practica regular de esta actividad presupone un detallado conocimiento de las
manifestaciones externas de las distintas fases del ciclo sexual. Para una máxima eficiencia en
la detección de calores debe tenerse al menos dos sementales adultos maduros, junto al corral
de las hembras. Estos machos receladores son de gran utilidad para auxiliar al hombre en la
labor de detectar el celo; preferentemente deben ser machos con pene desviado y deben ser
manejados adecuadamente; el celo debe ser vigilado dos veces al día, en el horario bien
temprano de la mañana y en el atardecer.
El diagnóstico del celo se basa en síntomas locales recogidos por inspección de la vulva y otros
aspectos generales que se refieren al comportamiento particular de la hembra. Con objeto de
evitar influencias que alteren el comportamiento del celo se deben tener en consideración las
siguientes recomendaciones:
El control del celo debe efectuarse fuera de las horas de ingestión del pienso y mejor
después de concluido este.
Realizar el control del celo siempre a la misma hora y por la misma persona ( cuya ropa
debe estar exentas de olores extraños).
La detección del celo en la hembra también llamado “celaje” tiene varias formas de efectuarse,
pero la más eficiente es la del uso de verracos receladores que se introducen en los corrales
donde se encuentran las cerdas vacías, las cochinatas de reemplazo y las cerdas cubiertas y
gestadas. Para esta labor se aprovecha el uso de verracos que presenten agilidad, que no se
cansen rápidamente, que tengan buen olfato para detectar el celo, o sea, que tenga una buena
libido sexual, además de ser dóciles para este tipo de tarea. La confirmación del celo ocurre
cuando la reproductora acepta al recelador en el momento de la monta con el reflejo de
inmovilidad, del cual hay que estar pendiente para no permitir que el macho introduzca el pene
(en caso de que no se trabaje con machos con desviación de pene) e impedir que maltrate a las
hembras. Las hembras que presentan celo se van sacando de los corrales y llevadas a los cepos
de inseminación.
Durante el período de inmovilidad, que dura hasta 29 horas, es conveniente practicar la I.A pues
de 12 a 30 horas después de presentado el celo la cerda acepta el macho con mayor facilidad.
Diferentes investigaciones en este sentido han demostrado que el momento más apropiado para
inseminar la cerda es en el horario de la mañana, utilizando dos servicios por estro, ya que de
esta manera existe una mayor posibilidad de obtener índices altos de gestación.
En forma práctica, cuando las cerdas se inmovilizan con el verraco por la mañana debe hacerse
la primera I.A. al final de la tarde; cuando las cerdas se inmovilizan al anochecer, la primera I.A.
debe practicarse al día siguiente por la mañana. Las inseminaciones deben practicarse entre
intervalos de 12 a 24 horas como medida de seguridad para mejorar la tasa de fecundidad. Los
mejores resultados de fertilidad y prolificidad se obtienen cuando la inseminación ocurre los más
cercanamente posible a la ovulación, la cual se produce un número determinado de horas
después del inicio del celo; por esta razón se deben centrar todos los esfuerzos en determinar el
inicio del estro.
Los principales aspectos de manejo a emplear en esta fase de la producción de crías son los
siguientes:
Los corrales a donde llegarán las cerdas cubiertas, deberán ser limpiados y
desinfectados con antelación suficiente.
La confirmación de cada grupo de puercas cubiertas se realizará los viernes de cada
semana, trasladando las mismas hacia la sección de puercas gestadas, que tiene que
estar vacía y lista. La sección a confirmar será aquella que se encuentre el viernes en la
quinta semana de cubierta.
Cada grupo de cerdas cubiertas, es un grupo heterogéneo en su composición, pues ha
sido constituido con puercas recién destetadas, puercas que han repetido celo en las
secciones de cubierta o las secciones de gestadas y por las cochinatas de reemplazo.
Para garantizar que cada grupo sea homogéneo en su tamaño, es necesario que de
acuerdo con las disponibilidades de corrales de cada sección, se separen las primerizas
y puercas pequeñas de aquellas de más de un parto que posean mayor desarrollo,
atendiendo en cada caso al peso y tamaño de las reproductoras. Mientras más reducido
sea el lote de hembras en un corral, mejores resultados de fecundidad se lograrán.
Durante las 4 primeras semanas de cubiertas el óvulo fecundado se implanta en la pared
interna del útero, durante este período hay que evitar los traumas, así como el exceso de
sol y calor, fenómenos éstos que pueden interferir el proceso de gestación, por lo que se
harán coincidir el área de sombra con el del espacio de alojamiento.
En cada corral se respetará el espacio de alojamiento previsto para la categoría; así
como los frentes de comedero y bebedero.
Las labores de limpieza se realizarán diariamente con agua a presión para eliminar los
residuos alimenticios, las heces fecales y la orina del comedero, las paredes y los pisos.
Durante la limpieza se podrán bañar las puercas (dependiendo del estado del tiempo)
para limpiar de su superficie corporal las costras de desperdicios de la alimentación.
Desecho de reproductoras.
A partir del destete reciban dos cubriciones o inseminaciones en dos celos consecutivos
sin quedar gestadas. En el caso de las cochinatas, las que hayan recibido tres
inseminaciones o cubriciones y tampoco hayan quedado gestadas.
Hayan abortado en dos ocasiones consecutivas, no atribuibles a causas infecciosas.
El número de crías al nacer de sus dos últimos partos, está por debajo del promedio de
la unidad durante el último año.
En sus dos últimos partos, haya presentado mastitis, metritis o agalaxia u otra patología
que por prescripción veterinaria esté contraindicada su explotación.
Presenten traumas físicos y no respondan o no sea aconsejable someterlas a
tratamiento.
Incurran en canibalismo.
Después de un destete normal, no presenten celo en 30 días de vacías.
Las dos variantes de alimentación más utilizadas con las reproductoras en estos estadios son las
de: pienso industrial solamente y la de pienso industrial más miel final. Las fases de vacía,
cubierta y gestante dura unos 147 días y es muy difícil ser especifico sobre los niveles de
alimentos en estas etapas, ya que influyen factores tales como el peso vivo, las condiciones
ambientales donde vive y otros factores locales que condicionan su ración diaria.
La alimentación debe ser individual para garantizar una buena condición corporal al parto, por
ello se considerará que se ha realizado una buena alimentación en las etapas de referencia
cuando la reproductora llega al parto en buen estado cárnico y con amplias reservas energéticas,
pero sin exceso de grasa.
Después de la cubrición se debe disminuir el nivel alimentario, pero no la calidad del alimento
que debe ser alto en nutrientes. Este esquema alimentario se mantendrá durante 35 días, para
minimizar los riesgos de mortalidad embrionaria. El consumo de alimento se hará siempre de
acuerdo con las necesidades de cada animal, no obstante, se recomienda que entre los 36 y 84
días de gestación reciba 2.5 kg/día y de los 85 a 112 días se incrementará a 3.0 kg. En estas
categorías se utilizará pienso de Gestación; conviene recordar que la meta es cubrir todas las
necesidades del animal, peso vivo, gestación, actividad física etc. . En todo caso ninguna receta
es buena si no garantiza la máxima eficiencia.
En las cerdas del sistema comercial la cantidad de pienso a consumir estará en dependencia del
por ciento de proteína del mismo. Siempre se garantizará en la gestación 250 g de proteína por
día más 1.9 kg de miel final. Los alimentos se suministrarán en comederos limpios, los cuales
deben encontrarse en buen estado, para evitar perdidas de alimentos, que después se
cuantifican como consumidos por el cerdo. El pienso seco se suministrará en una sola ración y
no se mezclará con la miel, la cual se añadirá posteriormente en el comedero.
Según van naciendo las crías se eliminan de sus cuerpos los restos placentarios con un paño
limpio y seco; se revisan los orificios nasales, labios, paladar duro y ano; se despuntan los
caninos y se desinfectan las encías; se corta amarra y desinfecta el cordón umbilical con una
tintura de yodo, las crías son depositadas en una cajuela dentro del refugio o el lugar más seco,
caliente y limpio del cubículo, después que todas han nacidos se ponen a mamar. Si las cerdas
se muestran intranquilas se toman las crías, se encierran en el refugio o en el cajón de parto,
para evitar que las pise o aplaste, hasta que se decida qué hacer con ella y con las crías.
Los cerditos con síntomas de anoxia se deben separar, y darle un trato especial y diferenciado,
estimularles la respiración y la circulación periférica mediante frotamientos con un paño limpio,
las crías con síntomas de debilidad deben ser ubicados a mamar en las mamas delanteras,
porque ellas las conservan hasta el final de la lactación, después del parto se debe impedir que
los recién nacidos sean sometidos a estados de estrés que impidan su lactación.
El cerdito recién nacido es muy vulnerable, tiene escasas reservas y un pobre sistema
inmunitario y si no se protegen adecuadamente la mortalidad será mayor, la mayoría de las
muertes ocurren en los primeros tres días pos parto y son atribuidas al aplastamiento y la
desnutrición lo que está relacionado íntimamente con el vigor del cerdito y la temperatura
ambiental.
El medio en que se desarrolla el parto es un importante elemento que afecta la supervivencia de
las crías; el mayor número de muertes ocurre durante el desarrollo del parto. Por otra parte es
incuestionable que la duración de este, tiene una gran influencia en la supervivencia del cerdito;
los cerditos nacidos después de un largo período de labor tienen una gran probabilidad de morir
y en los mismos se presenta poca viabilidad debido a la anoxia que sufre en la labor del parto.
En el momento del nacimiento es útil limpiarlo y frotarlo con un paño limpio, esto además de
ejercer la labor de limpieza de los líquidos placentario, favorece la circulación sanguínea
periférica de la cría.
El tiempo que la nueva cría demora en tomar el calostro es crítico y determina sus cambios. El
calostro no solo le proporciona a la cría energía, también es un importante aporte de
inmunoglobulinas. En ocasiones, es necesario ayudar a algunas crías en la ingestión del
calostro. Durante las 3 primeras semanas de vida la cría no recibe más alimento que la leche de
la madre, por tanto el ritmo de su crecimiento estará en relación con la cantidad y calidad de la
leche producida por la cerda, representada por la capacidad de esta para conseguir llevar hasta
el destete el mayor número de crías, con buena uniformidad y peso elevado.
Durante los dos primeros días de nacidos, las cías se disputan los mejores pezones que se
encuentran en la región pectoral de la ubre; los más fuertes tienen ventaja y son los que
alcanzan mayor vitalidad y más intenso ritmo de crecimiento Las crías estimulan la salida de la
leche mediante excitaciones mecánicas intensas provocadas por el hocico, con el fin de obtener
la máxima succión de leche, el proceso se acompaña de gruñidos y lucha. La succión
propiamente dicha dura de 20-40 segundos cada vez y se repiten entre 12 y 18 veces por día.
Al expulsar las placentas se reportan todas las crías vivas y muertas en la tarjeta del ciclo
reproductivo y registros y modelos establecidos. Seguidamente se procese a la desinfección de
las mamas, muslos y alrededor de la vulva y ano; se retira del cubículo las placentas, crías
muertas, viruta ensangrentada y humedecida con los líquidos fetales, se limpia el corral en seco
y se vierte una solución desinfectante, reponiendo la viruta perdida en la limpieza. Todo el
material extraído del cubículo se incinera.
Peso al nacer.
El peso al nacer de los animales perteneciente a especies multíparas suele ser inferior que el de
animales de especies uníparas. El crecimiento prenatal se ve afectado por varios factores entre
los que se destacan la herencia, edad, tamaño y peso de la reproductora al parto, nivel de
alimentación en el último tercio de la gestación y condiciona corporal al momento el parto,
tamaño de la camada, etc.
El crecimiento prenatal más rápido aparece directamente relacionado con el mayor tamaño de la
madre. Las hembras jóvenes que no han alcanzado el tamaño de los individuos adultos
continúan creciendo durante su primera gestación y compiten con el feto para utilizar los
nutrientes disponibles, las hembras viejas con exceso de grasa interna suelen dar crías más
pequeñas, pues se dificulta la expansión del útero grávido.
Cuando la madre recibe una alimentación apropiada es posible que el peso al momento del
nacimiento alcance su límite genético superior; los machos más que las hembras antes del
nacimiento. Aunque una nutrición deficiente de la madre puede incrementar la mortalidad de los
recién nacidos, principalmente por el bajo nivel de desarrollo orgánico, que no les permite
enfrentar la nueva etapa de la vida.
La conveniencia de producir crías con un buen peso al nacimiento está relacionado con el nivel
de supervivencia en la etapa siguiente y el beneficio que aporta en la ganancia en peso.
Animales con un crecimiento prenatal retrasado utilizan los alimentos con muy poca eficiencia
durante el crecimiento posnatal.
Está comprobado científicamente que cuando la camada es muy grande esto provoca una
reducción en la tasa de crecimiento prenatal como consecuencia de las variaciones en las
funciones de las placentas y la duración de la gestación, así como falta de espacio.
Reagrupe
El proceso de ajuste de camadas por reagrupe de crías procura que las madres retengan el
mayor número posible de sus propias crías. En los casos de partos de pocas crías, se evalúa
primero la posibilidad de completar a 10 crías la camada, utilizando para ello crías nacidas en la
propia sección que está pariendo. De no ser posible, se toman esas crías y se distribuyen entre
las otras madres de la sección respetando la uniformidad de la camada y la correspondencia
entre crías y mamas funcionales, garantizando que sean amamantadas por reproductoras
paridas ese mismo día. A la cerda que parió esas crías, si se le retiran todas, se evalúan las
posibilidades de dejarla en la sección para que amamante a las crías nacidas con bajo peso.
En el ajuste de camadas debe hacerse después de las 48 horas de nacidas las crías, las que
van a ser reagrupadas, antes de colocarlas a la madre receptora, se introducen primero en un
cajón o en el propio refugio y se frotan durante varios minutos con un paño humedecido en una
sustancia olorosa e inofensiva para las crías y la cerda madre, para que esta última no se
percate de la presencia de crías ajenas; la misma sustancia se esparce también por el hocico de
la madre para contribuir al enmascaramiento.
Durante el período de lactancia se garantizará un ambiente higiénico, seco y protegido contra las
lluvias y corrientes de aire. Las medidas zootécnicas se extreman en las primeras 72 horas
posparto, pues es cuando son más frecuentes los aplastamientos, canibalismo, metritis. Al
cumplirse el tercer día de nacidas se aplica la primera dosis de dextrana ferrosa. Las camadas
que se han conformado con crías con bajo peso al nacer, dentro de cada sección deben recibir
un tratamiento preferencial y esmerado, para que puedan realmente recuperarse y reducir al
mínimo las pérdidas por muertes.
El refugio de las crías es el lugar donde deben permanecer el mayor tiempo posible para
garantizar su integridad física en los primeros días de vida y para evitar la amenaza de muerte
por aplastamiento y los efectos negativos de las inclemencias ambientales que existen en el área
materna; es por ello que el refugio debe brindar comodidad e higiene y que además sea capaz
de proporcionar un total aislamiento de la frialdad del piso, lo que puede garantizarse con una
buena cama de viruta u otros materiales aislantes que cumplan iguales funciones como el heno
seco y triturado, sacos de yute, bagazo de caña preempacado u otras soluciones locales
económicas. Para lograr el calor necesario favorable al desarrollo de las crías es posible el uso
de lámparas, cajones de madera o tapas que cubran las tres cuartas partes de la superficie
superior del refugio.
Las crías deben ser reforzadas en su alimentación con un pienso de pre inicio cuyo
contenido en proteína esté entre 20 y 23 %. Siempre bien suplementado con vitaminas y
minerales según requerimientos.
Es muy importante mantener seco y caliente el lugar donde se desenvuelven estos
animales.
Limpiar todos los días el piso, bebederos y comederos, cambiando el pienso. La limpieza
se hará cuantas veces sea necesario y se observe humedad tanto en el refugio como en
el cubículo. La limpieza del piso será en seco.
Evitar corrientes de aire y ruidos.
Control de anemia ferropénica con la inyección de dextrana con hierro a las 72 horas de
nacidos y la castración de los machos.
Destete de crías.
En esta especie el destete no siempre se define como la supresión del consumo de la leche.
Separar las crías de las madres puede significar destete para la reproductora pero no para la cría
si esta continúa consumiendo leche de otra especie o algún sustituto lácteo. El destete puede
hacerse de forma precoz, normal o tardíamente, según posibilidades tecnológicas, si se hace
precozmente se reduce la etapa de lactación de la reproductora acortándose así el intervalo
entre partos y con ello se favorece la producción de crías al obtenerse mayor índice de parto por
puerca al año. Si el destete se produce tardíamente los efectos serán contrarios.
Será condición indispensable para destetar que las crías dispongan de la cantidad y calidad del
alimento sustituto que garantice el incremento en peso deseado y que hayan alcanzado el peso y
desarrollo corporal que le permita un alto nivel de supervivencia. En Cuba suele destetarse las
crías con 33 días de edad pudiendo elevarse este tiempo hasta 42 ó 49 días en dependencia de
los recursos disponibles. En el plano internacional el destete suele hacerse a los 21 días.
Según el flujo zootécnico que describimos el destete de las crías se realizará los jueves con 6 kg.
de peso vivo o más. Al momento del destete se pesarán las crías y no se pasarán al área de
preceba aquellas que tengan menos de 6 Kg., las cuales se trasladarán a la sección profilactoria
hasta que alcancen el peso previsto por la tecnología empleada. Para la realización de está
actividad se garantizará que la operación se realice en las horas frescas de la mañana o la tarde,
trasladándose las reproductoras para el área de vacías y las crías destetadas para el área de
preceba.
Concluido el destete la sección queda totalmente desocupada para ejecutar en ella las labores
planificadas tecnológicamente. Para las crías que van a ceba y no cumplan con el peso
requerido se creará un área de recuperación. Se estima que un 10 % de los destetados cada
semana sean trasladados para esta área, donde permanecerán como máximo 21 días.
La producción de carne depende no solo del número de animales a sacrificar sino también del
peso que estos alcancen al sacrificio. La capacidad productiva de los centros que se dedican a la
producción de carne depende de la cantidad de animales que lleguen al sacrificio y su peso, por
tanto, a la meta se llegará reduciendo el nivel de bajas durante la etapa y logrando una buena
ganancia media diaria en peso. Por lo tanto, la producción de crías tanto en cantidad como en
calidad; así como la producción de carne dependen de cómo se comportan las principales
variables que están relacionadas con el manejo, la alimentación, las condiciones de tenencia y la
salud de los animales para asegurar la viabilidad y el incremento en peso
La alimentación de los cerdos representa alrededor del 70 % de los gastos que se incurren en la
explotación intensiva de esta especie, además, su marcada influencia en los resultados
reproductivos y productivos de los animales, la convierte en un elemento de extraordinaria
importancia dentro de la explotación porcina, de aquí la necesidad de tener un amplio dominio de
todo lo concerniente a la alimentación de esta especie, con la finalidad de minimizar los costos
por concepto de los alimentos, sin afectar el rendimiento de los animales.
3. Distribuir los horarios e intervalos entre comidas, de forma tal que la ración se distribuya
en dos o tres comidas con un intervalo de tiempo lo suficientemente amplio como para
que la digestión ocurra de forma normal.
4. La forma de suministro y control debe garantizar que cada animal reciba la cantidad que
le corresponda.
5. Garantizar el agua limpia para consumo libre las 24 horas del día, para todas las
categorías.
Los animales necesitan diariamente una cantidad determinada de nutrientes para satisfacer
todas las necesidades orgánicas que le permitan no solo vivir sino también crecer y reproducirse.
Los requerimientos nutritivos son la cantidad de nutrientes que deben ser ingeridos para
satisfacer las necesidades de los animales según su estado fisiológico, peso y situación
productiva. Estos requerimientos se calculan y establecen para animales sanos y criados en un
ambiente normalmente compatible. Para una misma especie y categoría animal se conocen
varios estándares o normas de requerimientos ofrecidas por distintas instituciones. Esto sugiere
que no existe una sola norma y, por tanto, no están universalmente aceptadas, de ahí que
aclaremos que los requerimientos sirven como base orientadora y que pueden existir pequeñas
diferencias en cuanto a lo expresado y al comportamiento de los animales. La tabla que se
muestra a continuación es un ejemplo.
Tabla Requerimientos nutricionales de cerdos en crecimiento alimentados ad libitum
Las puercas en preparto y lactantes recibirán tres comidas al día. El día del parto a las mismas
se les ofrecerá solo 1 kg. de alimento si el animal lo acepta. A partir del quinto día las puercas
recibirán los alimentos dependiendo del estado físico, apetito y cantidad de crías. El tipo de
pienso a emplear será de lactación. No es recomendable suspender la alimentación a las
reproductoras en maternidad en el periodo que precede y sigue al parto (12 horas antes y 24
horas después) con el objetivo de prevenir los riesgos de agalactia. Las cerdas se alimentarán a
voluntad; para el cálculo se considera 5 kg de pienso promedio diario durante toda la lactancia
en cantidades progresivas hasta el máximo.
Peso después del parto (kg) 175 175 175 175 175 175
Cambio de peso estimado durante la lactancia (kg 0 0 0 -10 -10 -10
Ganancia de peso de los cerditos (g/día) 150 200 250 150 200 250
Consumo estimado de alimento (kg/día) 4,31 5,35 6,40 3,56 4,61 5,66
PB (%) 16,3 17,5 18,4 17,2 18,5 19,2
ED (MJ/kg) 14,23 14,23 14,23 14,23 14,23 14,23
Consumo estimado de proteína bruta (g/a/día) 703 936 1177 612 853 1087
Consumo de energía digestible (MJ/a/día) 61,33 76,13 91,07 50,66 65,60 80,54
(NRC 1998 )
Las metas en la producción de carne deberán intentar conseguir, en las condiciones de cada
sistema de explotación elegido y con la tecnología que los recursos y medios lo permitan,
alcanzar el máximo peso posible por edad en el animal en crecimiento a la vez que se reducen
las bajas, asegurando mediante la selección que no se produzca un engrasamiento excesivo,
para que una buena proporción de la ganancia de peso se logre en músculo es decir, en carne
magra.
Entre todos los animales, corresponde al cerdo la mayor desproporción entre el peso al
nacimiento y su peso adulto, para conseguir esto la cría tiene que aumentar, en un breve
tiempo, aproximadamente 100 veces su peso.
A la ceba son enviados los machos castrados y las hembras que no se va a emplear como
reemplazo. La castración es un proceso corriente en producción de cerdos para modificar la
agresividad del macho en su conducta y para eliminar canales de calidad poco deseable (olor a
verraco). Sin embargo, se conoce que la testosterona ejerce algunos efectos limitados sobre el
metabolismo proteico y que también hoy existe una tendencia al uso de animales castrados para
la producción de carne, con el propósito de producir mayor rendimiento en carne al obtenerse
canales menos grasas (magras) y una mejor respuesta en la ceba, donde los alimentos son
utilizados con mayor eficiencia, obteniéndose también una mejor conversión.
Si comparamos los cerdos no castrados con los castrados y las hembras, el orden de mérito
sería: no castrados, hembras y por último los castrados. Estos últimos siempre van a ocupar ese
lugar, por detrás de las hembras, tanto en aprovechamiento como en calidad de la canal.
Lo óptimo para la operación del cebadero, puede ser el envío al matadero de animales con el
mayor peso en un mínimo de tiempo, o quizás con mayor peso de la canal; mientras que para la
empresa que sacrifica y distribuye la carne lo óptimo sería una mayor proporción de carne
comestible de primera calidad.
En el proceso de ceba la forma más usada para medir la eficiencia es la ganancia media diaria,
criterio que resulta económicamente más representativo que el peso final. La velocidad con que
crecen los animales influye considerablemente en aprovechamiento que hacen los mismos del
alimento consumido y por lo tanto en la mejora de la conversión, una de las formas
universalmente más empleadas para describir la eficiencia en el uso del alimento.
Manejo del los cerdos en desarrollo. Preceda
Los animales que se encuentran en esta categoría, también conocida como de preceba, incluyen
los cerdos desde el destete hasta no más de los 96 días de edad promedio y se aspira que cada
uno que termine la etapa no pese menos de 38 kg. y de concluir antes la etapa deberán alcanzar
el mismo peso. La preceba incluye machos y hembras no destinadas a la reproducción y se
incluye la selección negativa de los centros genéticos. En el caso del programa comercial de
ceba y según la tecnología empleada la duración de la preceba puede llegar hasta los 75 días y
20 kg de peso vivo promedio.
Los animales una vez destetados y antes de ser enviados a la preceba serán sometidos a
un tratamiento de desparasitación externa.
Se debe realizar una rigurosa selección inicial, con el objetivo de evitar en el futuro
reclasificaciones masivas. Los animales se trasladarán y se ubicarán en cada cubículo
manteniendo los grupos formados durante la selección. Se mantendrá una rigurosa
selección sistemática durante toda la etapa, de todos aquellos animales que por una razón
u otra se atrasen en su grupo.
Para los animales que se alojen en cubículos con piso sólido, se garantizará 0,40 m 2 de
espacio vital y 18 cm de frente de comedero y los grupos no deben ser superiores a 18
animales. En el caso de las jaulas y de los flat deck se deberá garantizar 0,22 m 2 de
espacio de alojamiento y 18 cm de frente de comedero, el tamaño recomendado por grupo
está entre 9 y de 18 animales. En el caso de las baterías cubanas JC-4, se garantizará que
en el piso superior se ubiquen los animales de menor peso.
En los cubículos con piso sólido, la limpieza será diaria y no se permitirá acumulación de
costras en comederos, bebederos y paredes.
Durante los primeros tres días la limpieza será en seco y en los puntos de acumulación de
residuales se rociará con solución desinfectante. Pasado los tres primeros días se podrá
usar agua a discreción para la limpieza y siempre en las horas más calurosas del día. Se
debe tomar sumo cuidado de no mojar directamente a los animales.
Todos los días y durante las dos primeras semanas se pondrá una cama de viruta o de otro
aislante de calidad
El Flat-Deck es un sistema de alojamiento donde los animales permanecen separados del piso y
puede ser instalado con facilidad en instalaciones ya construidas, el mismo no debe estar
compuesto por maderas, ni disponer de rincones, espacios muertos, a las cuales pueda acceder
la limpieza, además de ser conveniente que las jaulas sean desmontables y que estén diseñadas
para alojar alrededor de 18 cerditos con espacio vital de 0,22 m 2/animal y frente de comederos
de 18 cm.
En las granjas dedicadas a la ceba se han ido sustituyendo la batería por esta forma de
alojamiento, la que mejora las condiciones higiénico - sanitaria, facilita el manejo y tiene mayor
durabilidad. La altura del piso metálico ranurado al de concreto varía de 0,5–1,0 m en
dependencia de la unidad de cría y la pendiente de este último debe ser de un 3-5 % para
facilitar al rápido movimiento del agua y los desechos hacia las atarjeas. Para obtener buenos
resultados será conveniente realizar una rigurosa clasificación, garantizar una adecuada higiene
y brindar una alimentación acorde con los objetivos trazados.
Para este propósito y bajo estas condiciones se recomienda garantizar las siguientes atenciones
y cuidados
Los comederos se limpiarán diariamente antes de distribuir la primera ración del día, los
mismos serán volteados solamente cuando el alimento que contiene se encuentra
contaminado.
Cuando hayan pasado los tres primeros días, y sea necesario utilizar agua para la limpieza
se procurará que esta sea a discreción, teniendo sumo cuidado de no mojar directamente
a los animales.
Cada grupo poseerá su Tarjeta de control de la sección o nave, en la cual se anotará todo
lo relacionado con éste y finalmente los resultados de eficiencia productiva que se logren.
Se mantendrán debidamente actualizados todos los demás controles establecidos para
esta categoría.
En Cuba existen diversas tecnologías para la ceba porcina que varían según la fuente de destino
de la carne. Para cada una existe un instructivo técnico que norma el procedimiento a seguir.
Una de las más empleadas establece emplear el pienso de inicio en las crías desde los 8 días de
edad a razón de unos 60 gramos por animal y un consumo total durante los 33 días de lactancia
de no menos de 2 kg
Tabla Alimentación de los cerdos en preceba tipo turismo según plan de
crecimiento
Pesos (kg) Incremento GMD Consumo (kg) conversión
semanas edades inicial final semana (kg) (g) diario semanal
1 34-40 6.5 7.7 1.2 171 0.25 1.75 1.46
2 41-47 7.7 9.2 1.5 214 0.55 3.85 2.57
sub-tot 34-47 6.5 9.2 2.7 193 0.40 5.60 2.07
3 48-54 9.2 11.0 1.8 257 0.80 5.60 3.11
4 55-61 11.0 13.4 2.4 343 1.08 7.56 3.15
5 62-68 13.4 16.3 2.9 414 1.32 9.24 3.19
6 69.75 16.3 19.5 3.2 457 1.50 10.50 3.28
sub-tot 48-75 9.2 19.5 10. 368 1.175 32.90 3.19
7 76-82 19.5 23.0 3.50 500 1.65 11.55 3.30
8 83-89 23.0 27.0 4.00 571 1.90 13.30 3.33
9 90-96 27.0 31.0 4.00 571 1.95 13.65 3.41
sub-tot 76-96 19.5 31.0 11.5 548 1.83 38.50 3.35
tot.p.ceb 34-96 6.5 31.0 2.72 389 1.22 77.00 3.14
Tabla Alimentación de los cerdos en preceba tipo comercial según plan de crecimiento
pesos (kg) incremento gmd consumo (kg)
semanas edades inicial final semana (kg) (g) diario semanal conversión
1 34-40 5.5 6.3 0.8 114 0.25 1.75 2.19
2 41-47 6.3 7.6 1.3 186 0.55 3.85 2.96
sub-tot 34-47 5.5 7.6 2.1 150 0.40 5.60 2.67
3 48-54 7.6 9.4 1.8 257 0.65 4.55 2.53
4 55-61 9.4 11.5 2.1 300 0.85 5.95 2.83
5 62-68 11.5 14 2.5 357 1.05 7.35 2.94
6 69-75 14 17.0 3.0 429 1.29 9.03 3.01
sub-tot 48-75 7.6 17.0 9.4 336 0.96 26.88 2.86
tot.pceba 34-75 5.5 17.0 1.9 274 0.77 32.48 2.82
Ceba
En esta como en la anterior categoría el peso de inicio así como la duración de la misma
depende de la tecnología empleada. En Cuba las tecnologías más avanzadas logran iniciar el
proceso con 97 días de edad promedios hasta no más de 216 días de edad promedio. El tiempo
de cebado en general no rebasa los 119 días. La categoría está compuesta por cerdos
provenientes de la etapa de crecimiento y de los desechos de selección de los animales
genéticos comprendidos en estas edades.
Esta área es la continuación de la prerceba, por lo que los requisitos, cuidados y en sentido
general, el manejo zoohigiénico son muy similares.
Los corrales deben haber recibido una correcta habilitación sanitaria antes de la entrada de
un nuevo grupo de animales. .Antes de ubicar definitivamente los cerdos en los corrales, se
procederá a realizar una clasificación lo más rigurosa posible, atendiendo al tamaño y peso
de los mismos, para de esta forma evitar reclasificaciones masivas una vez formado los
grupos. La clasificación de los animales se realizará en el cargadero o en otra área que
reúna condiciones para garantizar el trabajo.
Los grupos por corral o cubículo deberán quedar conformadas en un período no mayor de
3 días.
En el caso corrales con comederos lineales, se deberá garantizar por animal, de 0.72 a
0.90 m2 de espacio vital y de 27 a 30 cm. de frente de comedero.
Los animales saldrán de una nave solamente por las razones siguientes: muerte, desecho
de ceba o ceba normal a sacrificio comercial.
Resulta necesario mantener la clasificación de los animales en ceba, para con prontitud
comenzar la recuperación o la eliminación de los animales que así lo exijan.
Concluido el tiempo establecido para la ceba todos los animales serán entregados a
sacrificio. Las entregas se realizarán por secciones completas y siguiendo el orden
tecnológico establecido.
Por cada grupo semanal se habilitará una tarjeta control, en la cual se debe mantener
actualizado toda la información que se solicita. Esta tarjeta se abrirá desde el momento que
entre el primer animal a la nave y se mantendrá actualizada y conservada en la oficina del
área. La tarjeta debe ser cerrada y analizados sus resultados.
En cada sección se colocará una tablilla informativa que contemplará al menos los
siguientes aspectos: número de sección, fecha de entrada, existencia de la masa, fecha
probable de salida y peso de entrada.
Sistema de control
Cada día y cada semana se van computando todas las actividades e incidencias a fin de detectar
los problemas y tomar las medidas correspondiente en tiempo y forma. Los modelos son
sencillos y están preparados de manera que sean resumidos semanalmente para el análisis de
la marcha del proceso. Es bueno aclarar que cualquier sistema de control de la producción para
que tenga éxito requiere del análisis sistemático de la información que se está recopilando, para
así definir en cada periodo sobre que indicadores debemos central la atención.
El indicador de eficiencia, ya sea productivo o reproductivo, siempre es posible valorarlo más allá
de su valor intrínseco. Cuando decimos que un indicador es malo estamos utilizando un rasero
que puede estar en el campo de la satisfacción personal, del monto en que se cumplió con el
objetivo propuesto o lo que tecnológicamente se puede alcanzar y que hace sostenible el
proceso en todas las direcciones. Así un valor de 2 en el número de partos por puerca al año
puede ser malo si las condiciones tecnológicas y de recursos humanos dan para más o muy
bueno si ocurre lo contrario. Por ello cada indicador debe valorarse bajo las condiciones
específicas del centro que lo avala. Los resultados que aparecen a continuación son criterios de
la dirección nacional de la agricultura cubana que atiende la producción porcina
El principal indicador de eficiencia que resume la fase reproductiva en una piara es la cantidad
de cerdos destetados por puercas anualmente, parámetro que conocemos como productividad
numérica (Pn) el cual depende de la cantidad de partos por puerca que se logre anualmente
(PPA) o tasa de fertilidad aparente, el tamaño de las camadas (TC) o tasa de prolificidad y la
tasa de mortalidad (tm) durante las etapas de crianza.
El número de partos por puerca al año (PPA) o tasa de fertilidad aparente, depende del intervalo
entre partos (IPP), mientras más corto sea mayor será el número de partos se pueda lograr en el
año, para lo que sería necesario reducir el tiempo destinado a la crianza y el período de vacía o
intervalo destete - gestación, puesto que la duración de la gestación es un parámetro fisiológico
de poca variabilidad.
El IPPse puede calcular sumando la duración de la lactancia (DL), el período de vacía (intervalo
destete gestación) (V) y la duración de la gestación (DG). La fase de lactación depende de la
potencialidad tecnológica empleada y puede ir desde 21 hasta 56 días; el intervalo destete
gestación, depende de las condiciones de la puerca que va al área de fecundación entre potros
factores y de la eficiencia que se logre en el área de fecundación, este tiempo está enmarcado
entre los 4 y 28 días posdestete y la gestación dura como promedio 114 días.
La carta tecnológica para este propósito en Cuba establece como norma 33 días promedio para
la duración de la lactancia (DL), para el intervalo destete gestación (V) 11 días y la DG de 114
días, lo que nos da un intervalo entre partos de 158 días, por eso se planifica que la puerca debe
tener entre 2,2 y 2,3 partos anualmente:
PPA= 365/158= 2,3.
En cuanto al tamaño de la camada o tasa de prolificidad, ésta debe oscilar entre 8 y 16 crías
nacidas vivas por parto, lo que por supuesto depende de la raza o genotipo de los reproductores,
tasa de ovulación, pérdida de óvulos fecundados, embriones y fetos; así como las condiciones
en que se produce el parto y las atenciones de las crías en las primeras 24 horas de vida. Aquí
están implicados los progenitores, pero más que ellos el hombre que debe garantizar las
condiciones de tenencia, manejo y alimentación adecuados para evitar pérdidas. En Cuba se
estima como bueno un tamaño medio de 10 crías nacidas vivas por parto.
La tasa de mortalidad durante la etapa de crianza incluye todas las bajas que ocurren
independientemente de las causas voluntarias o involuntarias, normalmente este valor debe
estar alrededor de 0.1
En las empresas y granjas donde la tecnología es de bajos insumos los resultados están muy
deprimidos, obteniéndose menos de 2 partos por puerca al año, la mortalidad es elevada y por
tanto la productividad numérica (Pn) está por debajo de 15.
En cuanto a la producción de carne, el parámetro por excelencia para medir la productividad del
sistema es la cantidad de carne por puercas al año (CPA), parámetro que valora la producción
de carne del sistema a través de los descendientes de cada reproductora anualmente, por
cuanto combina en sí tanto el aspecto productivo como el reproductivo, lo que como ya sabemos
depende de la cantidad de crías destetadas por puerca al año (Pn) y el peso que se alcance al
sacrificio (PS).
CPA= Pn x PS
El control debe ser diario y la evaluación semanal, decenal o mensual, se puede llevar en libros,
tarjetas y modelos, anotando en cada evento fecha y particularidades del mismo. Esta es la
única vía para medir la eficiencia biológica y económica del proceso.
A continuación mostramos algunos indicadores de eficiencia empleados en la rama porcina y sus
valores promedios en Cuba:
Eficiencia Técnica (ET). Relación porcentual entre el número de puercas gestantes (PG) y
el número de cubriciones realizadas en el año (C). Su valor oscila entre 88 y 90%.
ET= PG/Px100
Eficiencia Económica (EE ). Relación porcentual entre el número de puercas paridas (PP)
y las cubiertas (C). Su valor oscila entre 80 y 85%.
EE=PP/Px100
Productividad Numérica (Pn). Cantidad de crías destetadas por puerca al año. Su valor
oscila entre 16 y 18.
Pn=PPAxTC(1-tm)
CPA=PnxPS
Rendimiento en Canal (R). Relación porcentual entre el peso de la canal y el peso vivo al
sacrificio (PV). Su valor es superior al 70%.
R=C/PV x 100
Mortalidad
Índice de desecho.
Ganancia media diaria (GMD). Indicador por excelencia para valorar el incremento de peso,
sus aspectos positivos y negativos y poder tomar medidas a tiempo. Debido a la mayor
velocidad de crecimiento de estos animales es recomendable hacer los pesajes mensuales,
pudiera hacerse semanalmente, pero no es aconsejable. En condiciones de investigación y
laboratorio puede hacerse diariamente.
El promedio de aumento es la expresión utilizada con más frecuencia por el zootecnista. Para
obtener este dato solo es preciso restar del peso final ( PF) el peso inicial (PI) y dividir la
diferencia por el número de días transcurridos ( duración de la etapa en días. DE ) entre ambas
determinaciones del peso.
PRODUCCIÓN AVÍCOLA
I. Introducción.
La industria avícola constituye una importante fuente para satisfacer la demanda de proteínas de
una población que crece aceleradamente. Cerca del 10% de los ingresos provenientes de las
explotaciones pecuarias en el mundo corresponden a la Avicultura. La integración de la industria
ha ofrecido la capacidad de responder más rápido y mejor a las demandas del mercado, esto ha
llevado a una alta concentración de granjas en zonas relativamente pequeñas.
Las instalaciones son cada vez más eficiente y de mayor capacidad. Actualmente las naves o
galpones pueden albergar 100000 o más gallinas aun cuando existe como limitante la posibilidad
del control adecuado de todo el proceso. Cuando se dificulta el control por la distancia geográfica
o burocrática o una combinación de ambas la eficiencia baja. El tamaño de las naves debe
garantizar una correcta supervisión de todo el proceso en un tiempo relativamente breve, en las
naves pequeñas los problemas se detectan más rápido: enfermedades subclínicas inadvertidas,
problemas de temperatura en determinadas zonas, roturas de comederos, mala distribución del
alimento, falta de bebederos, presencia de aves muertas, etc. Sin embargo los grandes
complejos productivos tienen la ventaja de que el costo de producción se reduce. Así, Dudley
(1996) reporta una reducción entre 2 y 3 centavos por docena de huevos en los grandes
complejos productivos comparado con los más pequeños, aun cuando asegura que se produce
una reducción alrededor del 2 % en la postura, unos 3 g. más de pienso por huevo y un gasto de
un centavo más por docena de huevos.
Las principales causa de mejoras en la industria avícola hay que buscarlas en la mejora
genética, en el avance de la nutrición animal, el mejor control de las enfermedades, la mejora en
el manejo y las condiciones de tenencia . Las gallinas y los pollos que se explotan hoy en día
crecen más rápido y rinden más, pero son más frágiles. Mc Daniel (2002) y Butcher (2006). La
producción de huevos y carne de aves actual se basa en la explotación de híbridos comerciales
especializados en la producción (gallinas ponedoras de elevada capacidad) y (pollos de ceba o
broilers de gran velocidad de crecimiento). Tanto unos como otros se caracterizan por realizar
una eficiente utilización del alimento, aspecto éste muy importante por constituir, los gastos en la
alimentación, la mayor parte de los costos en las explotaciones pecuarias. Actualmente las
gallinas ponedoras y los pollos de engorde exhiben mejores desempeños en el proceso
productivo gracia a una sustancial mejora en su base genética, nutrición y manejo aun cuando su
sistema inmune no ha seguido igual desarrollo.
Para que se tenga una mejor valoración de la calidad alimenticia de las carnes de las diferentes
especies de aves que se explotan en el mundo, la tabla 1 muestra la comparación.
Tabla Valor Nutritivo y Porcentaje de Carne de las Aves Domésticas
Especie Contenido Nutritivo de Toda la Canal Resultado del Faenado Carne para Asar
Prot. (%) Grasa (%) Rend. (%) Carne (%)
Gallina 20.6 5.6 70 83
Pavo 20.7 11.7 78 88
Pato 18.1 17.2 72 84
Ganso 15.7 31.6 75 86
Vo
gt (1967)
En ocasiones suele suceder que en la producción avícola se piense más en la nueva tecnología
que en el hombre que atiende esas aves, cuando lo cierto es que si mejoramos la calidad de los
obreros la producción mejora. Lo primero sería lograr que el obrero se sienta bien, cómodo en su
desempeño. Si se consulta con él, si valoramos sus criterios, será cada día mejor. Capacitarlo,
es una buena inversión pues mejora no solo su capacidad técnica sino también la capacidad de
pensar críticamente y reafirmar su confianza que resulta de la capacidad para detectar
problemas y resolverlos.
Actualmente las ponedoras pueden alcanzar posturas superiores a los 300 huevos anuales, y los
pollos de ceba ó broilers llegan a un peso vivo de 2.6 kg en 6 semanas. En los países del trópico,
en vías de desarrollo, donde las tecnologías empleadas no son del primer nivel, los resultados en
la producción de huevos rara vez superan las 250 unidades y se necesitan más de 6 semanas
para alcanzar 1.7 kg de peso vivo al sacrificio en los pollos de ceba. No obstante, el pánico
generado por el problema de la infección con Encefalopatía Espongiforme o mal de las vacas
locas ha reducido el consumo de carne de res e incrementado la de pollo.
Los logros que hoy exhibe esta industria han sido posibles gracias al desarrollo técnico
experimentado en el mundo aviar, por el conocimiento alcanzado en el comportamiento
fisiológico de las aves, también por el mejoramiento de la genética a través de la selección de los
mejores genotipos a partir de los cruzamientos practicados entre las líneas puras, buscando
aves más resistentes que respondan a los requerimientos del ambiente donde tienen que
desarrollarse. Existen sistemas tecnológicos muy avanzados con todos los medios y equipos
necesarios, sistemas cerrados que permiten un mayor control del ambiente y de las aves, aquí
las aves modernas logran su mejor desempeño ya sea con más huevos o mayor peso al
sacrificio en menor tiempo y mejor conversión, sin embargo, estos animales son menos
tolerantes a los cambios de temperatura y demás factores de estrés ambiental.
La situación mundial de la producción de huevos y carne de pollo sufre los embates de los altos
precios de los granos, por otra parte las economías de América Latina están mejorando y con
ello el incremento en la demanda de estos productos. El precio de la soya y del maíz han
aumentados al tiempo que la demanda de huevos y carne de pollo aumenta. Diversos son los
factores que han incidido en esta situación, por un lado el problema con las vacas locas y la
fiebre aftosa en los vacunos al tiempo que se incrementan los casos de gripe aviar y en
consecuencia una baja considerable en la producción avícola. Por otro lado China que hasta
hace poco era un exportador ha pasado a importador con una demanda alta.
Según la corporación Mundial de Finanzas, como parte del Banco Mundial, ya a fines del siglo
pasado, la producción mundial de carne de aves sobrepasaba los 50 millones de toneladas
anualmente, algo más del 26 % de la producción mundial de carne, por detrás solo del cerdo (40
%) y del vacuno (28 %). Del total de carne de aves el pollo alcanza algo más del 86 %. En los
últimos 20 años del siglo XX la producción mundial de carne de aves creció a razón del 4,6 %
anual y del total de carne producida anualmente por las aves el 60 % se logra en los países
subdesarrollados, en especial en América Latina que poseyendo el 9 % de la población mundial
aporta el 17 % de los pollos que en el mundo se envían a sacrificio, aquí se destaca Brasil por
las ventajas que le otorga el ser un excelente productor de granos a bajo costa y por su alto nivel
tecnológico.
Los países ricos cuentan en general, con una avicultura desarrollada y tienen además altos
índices de consumo de huevos y carne de aves de diferentes especies. En los países
subdesarrollados los niveles de producción y consumo percápita son muy bajos, aunque en los
últimos años se observa un incremento muy favorable de la producción en Brasil, México y
Argentina. La producción de pollos en los últimos 20 años ha crecido en un 500 % en Brasil y un
500 % en México.
La población mundial crece a un ritmo elevado y las fuentes proteicas de origen animal
disminuyen. En la medida que los países se desarrollan social y económicamente se incrementa
la demanda de todos los productos, incluyendo en primer orden el alimento, por lo que esta rama
nos da la posibilidad de suministrar alimentos de origen animal con un alto valor biológico en
corto tiempo, siempre que se utilicen animales de alto potencial genético, normas de manejo
adecuadas, buena higiene y una correcta alimentación por categorías y propósito productivo.
Los últimos 40 años han visto un incremento enorme de la industria avícola, principalmente en
países en vías de desarrollo. La integración de la industria ha permitido responder de manera
eficaz al aumento de la demanda, se han unido las pequeñas granjas o han desaparecido, se
mejoró la alimentación y las condiciones de tenencia, sin embargo, como no todas las granjas
exhiben una buena bioseguridad, rara vez en estos centros los animales logran expresar su
potencial genético. La industria actual conoce mucho de costo, pero no siempre maneja
adecuadamente los factores que afectan la economía de la misma. Las consideraciones
económicas y ambientales siempre serán las guías en el proceso productivo de esta especie.
Mc Daniel (2002) asegura que la industria avícola actual demanda cada vez más de aves de
crecimiento más rápido y de mayor rendimiento. Según este autor las mejoras en la tasa de
crecimiento, conversión alimenticia y la duración de la ceba, han cambiado drásticamente en los
últimos 60 años: en 1950 costaba 70 días cebar un pollo de 1,36 kg con una conversión
alimenticia de 3,0. Ya en 1995 un broiler de 2,1 kg se producía en solo 42 días con una
conversión de 1,85. Hoy los resultados son más espectaculares. Las causas de tales mejoras
deben buscarse en el desarrollo genético, los avances en la nutrición de las aves, el control de
las enfermedades y las mejoras en las condiciones de tenencia. En los últimos 30 años el
crecimiento en la industria avícola ha crecido espectacularmente.
Los responsables de las mejoras que exhiben las gallinas y los pollos que se explotan
actualmente en el mundo son:
La industria avícola.
Las empresas genéticas de gallinas y pollos
Las empresas genéticas que se encargan de las mejoras en los granos que se emplean
en la alimentación de estos animales.
Los avances en la sanidad animal.
La nutrición.
La calidad de las instalaciones.
Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades, esto aumenta
considerablemente las necesidades de suministro de alimento. En América Latina y El Caribe el
75 % de la población vive en zona urbana. Evans (2003) asegura que estas cifras aumentarán
en los próximos años, y como elemento favorable en este sentido informa sobre el incremento de
la producción mundial de carne de pollo con unos 60 millones de toneladas en el 2001(un 30 %
de la Producción mundial de carne). Dice que entre 1993 y 2001 la producción mundial de carne
creció en un 46 %, del valor total alcanzado y Suramérica aportó el 80 %. En el 2001 el sacrificio
mundial de pollos ascendió a 43000 millones y desde este año en adelante el crecimiento anual
se comportó por encima del 3 %. En muchos países existen grandes cantidades de pollos de
traspatio lo que unido a las gallinas ponedoras y reproductoras de desecho constituyen una
fuente no despreciable de carne.
En cuanto al consumo de huevos, se estimaba en unos 8 kg. por persona en la década de los 90
gracias al incremento operado en Asia, porque en Europa y América había disminuido, todavía
en el 2007 los incrementos eran notables en todo el mundo debido a los problemas que afrontan
otras especies en cuanto a la producción de proteína. En el mundo se producen actualmente
más de 250 huevos por habitante al año, y hasta el momento, ni la producción, ni el consumo se
han mantenido en niveles estáticos. El aumento en el consumo hasta el 2007 había sido de un
123% con relación al inicio de los años 60 (el consumo percápita de huevos aumentó en 50 %
entre 1960 y 2005), en América se destaca México con un consumo de más de 20 kg de huevo
por persona anualmente.
País Año
1992 1993 1994 1995
EUA 12 12.5 13 13.5
U. Europea 6.5 6.5 6.5 6.5
China 4.2 4.5 5 6
Brasil 2.3 2.5 3 4
FAO 1997
De 1995 al 2005 aumentó el comercio entre países de 4 a 10 millones de toneladas, casi más del
150 %. A pesar de esto el comercio internacional representa una pequeña parte de la producción
mundial, ya que en el año 2004 el 90% de la carne de pollo del mundo que se produjo se
consumió en el mismo país y sólo un 10% se comercializó internacionalmente. Aun así, según
Aho (2004) la demanda mundial de carne de pollo no creció al ritmo previsto.
Tabla Aumento de la Producción mundial (miles de toneladas de carne).
País Año
1985 1990 1995 2000 2005 1995-2005
China 900 1400 3700 7400 11100 200%
Rusia 1000 984 340 480 1000 114%
India 200 312 500 665 1000 100%
Europa Central 1510 1200 1250 1750 2450 96%
Indonesia 295 410 850 1200 1600 88%
Brasil 1490 2356 3800 3000 6650 75%
América Latina 925 1315 1610 2100 2800 74%
Asia 1261 1760 2455 3150 4200 71%
EUA 6642 8360 11435 14000 17000 49%
Canadá 472 572 695 850 1000 44%
África 950 875 1050 1240 1500 43%
Tailandia 393 575 780 950 1100 41%
México 735 990 1435 1700 2000 39%
Medio Oriente 1485 1885 2350 2875 3000 28%
Japón 1270 1332 1171 1000 1000 15%
Unión Europea 3780 4493 5284 5600 5600 6%
Total 23218 29124 39405 50860 64000 62%
FAO 2006
Tabla Producción de la Industria Avícola Latinoamericana en el 2003
Debido a las condiciones ambientales imperantes en Cuba, todas las instalaciones dedicadas a
la crianza y producción avícola son abiertas, por lo cual las condiciones de temperatura,
humedad e iluminación en el interior de las instalaciones dependen en gran medida de las
existentes en el ambiente exterior.
Años Indicadores
Promedio Ponedoras Huevos por Ave/año Conversión
(MM) (Cantidad) (kg/10h)
1966 5170.5 182.12 2.09
1970 6886.8 197.41 1.94
1974 7054.3 222.39 1.74
1978 7217.1 234.93 1.70
1982 8516.7 236.34 1.63
1985 8975.0 249.06 1.53
1987 244.60 1.55
1990 214.73 1.79
1991 10874.0 219.73 1.79
1992 181.14 2.06
1993 8405.8 141.9 2.45
1994 7040.4 168.5 2.19
1995 5636.7 209.2 1.86
UECAN (1995)
Para muchas granjas cubanas la alimentación constituye más del 70 % del costo de la
producción de huevos y su efecto es determinante en el proceso productivo. Excepto el
bicarbonato de calcio, la sal común, la zeolita y una cantidad mínima de Levadura Torula y
Sacharomise, que son de producción nacional, la mayor cantidad de alimentos se importan. En
estos momentos la avicultura cubana trabaja en la búsqueda de alimentos alternativos, debido a
que el país importa el 90% de las materias primas para la elaboración de los piensos y la
obtención de la gallina semirústica es una alternativa para la producción de huevos y carne
cuando no se dispone de alimento de buena calidad.
Estos animales son delicados y propensos a enfermarse de las vías respiratorias, activos y
nerviosos, tímido y de fácil vuelo, de porte elegante, esbeltos y armoniosos. Presentan la piel
blanca, el tarso desprovisto de plumas, largo y de color blanco amarillento al igual que el pico,
cresta sencilla de color rojo intenso(caídas en las hembras), cola amplia, alargada y erguida,
plumas y orejuelas blancas. Esta raza no tiene tendencia a incubar de forma natural y no mudan
con facilidad, producen huevos de cáscara blanca cuyo peso oscila entre los 50 y 65 g, inician la
puesta entre las 18 y 20 semanas y al final del año de puesta las hembras suelen alcanzar los1,8
kg de peso vivo. La producción de huevos oscila entre 250 y 300 unidades. La fertilidad y la
incubabilidad son excelentes.
Son animales rústicos y precoces, pues comienzan la puesta entre las 20 y las 24
semanas, aunque en ocasiones se extiende a 28.
Mantienen una buena producción que oscila entre 180-200 huevos de color castaño.
Presentan una incubabilidad y viabilidad buenas.
El gallo alcanza un peso entre 3.5-4.3 kg y la gallina entre 3.0-3.4 kg.
La producción de huevos sobrepasa los 200 huevos anuales; el peso de los mismos
oscila entre 56 y 65 g.
La fertilidad e incubabilidad es buena, entre 85 y 90 %.
El peso del macho es de 3.5 kg y el de la hembra 3.0 kg.
Desde hace varios años en Cuba se ha venido desarrollando un programa de producción familiar
de carne y huevos de aves con la creación de genotipos adaptados a las condiciones de las
diferentes regiones del país. Así nacieron la gallina semirrústica y el pollo campero.
La gallina Criolla
La gallina cubana desciende en primera línea de las razas españolas importadas en el país, en
el siglo XVI, época en que estos animales representaban el tipo más selecto entre las razas
europeas. A principios del siglo XVI se introdujeron en Cuba los gallos de pelea (traídos a
España por los romanos en la época de la conquista), se mezclaron con la gallinas Criolla y
contribuyeron a la disminución del tamaño. Otras causas que ayudaron a disminuir
poderosamente la talla fueron las aves Bantam (quíquiri) procedentes de las Antillas Inglesas.
De las Bermudas vino, además, la gallina de Verruga, ya extinta. De México se trajo la gallina
Campechana que es muy pequeña y se vendían en las plazas a precios más baratos que la
Criolla. También contribuyeron al patrón de la gallina criolla la gallina Grifa, originaria quizás de
los Estados Unidos y la raza Panameña con los Capirros, que se caracterizan por la gallardía de
su plumaje y la elegancia de su forma.
A partir del 10 de febrero de 1818 se permitió la entrada a los buques de todas las naciones del
orbe, propiciando la introducción de las especies que desde entonces nos acompañan. Entre
estas se logró aclimatar la raza Malaya.
La Cubalaya es la única raza reconocida oficialmente de origen cubano (a partir del 9 de octubre
de 1935). Se fomentó a partir de aves de la raza Malaya (vulgarmente conocida como cola de
camarón) traída desde Filipinas. En ese país, alcanzaron gran popularidad e incremento de su
cría debido a la rusticidad, fortaleza, bravura y belleza, combinando la producción de carne con
la de huevos. Se definieron las variedades fundamentales del plumaje en: negro, rojo (indio),
blanco y fantasía de los criadores.
La gallina criolla es una raza de tipo indefinido, producto de la más compleja promiscuidad entre
las razas puras. Los campesinos, nunca se preocuparon por alcanzar un ideal de producción ni
conservar un tipo homogéneo y definido entre las aves de corral, por eso, las aves de traspatio
actuales en Cuba son el resultado de un proceso espontáneo de mezclas de razas comerciales y
aves de traspatio.
La gallina Criolla presenta muchas variedades, en las que se destacan las rojas o indias, grises o
giros, blancas, negras y cuello desnudo. La producción de huevo y carne varía en dependencia
del manejo, la alimentación y las condiciones de tenencia. Se adapta fácilmente a los cambios
ambientales.
El pollo campero
Por ser resistente a las enfermedades, poseer una alta viabilidad y una baja morbilidad, lo que
unido a su rusticidad, lo valoran como un animal ideal para el pastoreo.
La gallina semirrústica.
A partir del año 1995 y debido a la crisis económica por la que atravesaba el país, la industria
avícola nacional se planteó la necesidad de disminuir el número de gallinas ponedoras y lograr
una mayor eficiencia de las mismas sobre la base de aumentar la productividad por ave,
garantizando la base alimentaria e incluyendo en el plan de fomento avícola obtención de las
gallinas semirrústicas, las que con un potencial genético más bajo y con menores exigencias
alimentarias podrían garantizar una adecuada producción en aquellas provincias con menos
posibilidad de la crianza industrial. Crear y multiplicar este tipo de gallina de alta resistencia,
poco exigente en cuanto a su alimentación, capaz de sobrevivir en condiciones de montaña y
constituir una fuente de proteína animal para los moradores de la misma, es hoy todo un éxito.
En Cuba se está incrementando la cría de traspatio de las gallinas semirrústicas, sus excelentes
características de incubabilidad y fertilidad, además de poder reproducirse de forma natural y
tener buena viabilidad y rusticidad las convierten en las más utilizadas, por el criador particular,
para sus pequeñas producciones.
La gallina semirrústica se logró cruzando gallinas Rhode Island Red con gallinas criollas
obteniéndose un animal con características intermedia entre estas razas: mantiene las
características de rusticidad de las criollas y se reproducen por incubación natural, tiene baja
mortalidad, es capaz de producir sin consumir piensos convencionales, posee una alta fertilidad
e incubabilidad y puede lograr de 180 a 190 huevos al año. (Pampín et al, 1996).
Los estudios desarrollados por Pampin y Ruiz (1998) evidencian que el comportamiento y los
resultados obtenidos con las gallinas semirrústicas y el consiguiente incremento incesante de la
demanda de las mismas, demostraron la estrechez de la concepción inicial de este programa
que lo enmarcaba en una sola provincia, y, a la par, clarificaron más sus objetivos e importancia.
Por ende en el decursar de los años se ha extendido a todo el país. Hoy cada Empresa Avícola,
cuenta con una granja de reproductora semirrústicas, y la capacidad de incubación e inicio de las
aves necesarias. Es de significar que en algunas granjas, su producción está en los 200 huevos
por ave al año, con una conversión de 2.5 kg de pienso por decena de huevos, más del 85% de
viabilidad anual y más del 80% de incubación de primera.
En 1998 se contaba ya con 42 000 reproductoras y un promedio nacional de 162 huevos por
gallina al año. Esto ha garantizado en parte, que ya en el primer semestre de ese año se
produjeran más de 65 495 000 huevos. Cantidad que aún no recoge todo lo que en realidad se
alcanza, dado que en esta modalidad es muy difícil calcular la producción familiar y la de los
autoabastecimientos. Antes de 1990 el país llegó a producir 2 700 millones de huevos en un año,
sin embargo en 1998 se produjeron solo 1091 millones para un 40% del máximo nivel alcanzado.
En Cuba existen diversas líneas de la raza Leghorn blanca a partir de las cuales se producen los
cruzamientos destinados a obtener huevos, y existen líneas pesadas procedentes de la Cornish
y semipesadas procedentes de la Plymouth Rock blanca y barrada con las cuales se obtienen
los cruzamientos necesarios destinados a producir los pollos de engorde.
Los genetista de la rama avícola trabajan por alcanzar los mejores ejemplares para la producción
de huevos y carne de pollo, su meta es ponerse a tono con los resultados mundiales obteniendo
aves de alta producción y buena conversión, es decir, lograr una mayor producción de huevos
por gallinas alojadas y huevos más pesados; una mayor ganancia media diaria en los pollos de
engorde, mejorar la conversión y reducir la duración de la ceba.
Las líneas puras pesadas alcanzan un peso de 3,3 kg en las hembras y 4,7 kg para el macho,
con una producción de 200 huevos por año, con un peso de 60-65 g y un indicador de huevos
aptos de 80 % alcanzando la madurez sexual a los 195 días. En comparación con los resultados
obtenidos a nivel mundial nuestros pollos de engorde en los principales indicadores, no alcanzan
el nivel logrado en las granjas que en el mundo emplean tecnologías de punta, influyendo en
este entre otros factores, el ambiente, ya que el comportamiento productivo mejora
considerablemente en los meses más frescos también influye de forma notable la variabilidad en
la alimentación no solo porque suele cambiar la materia prima con que se elabora el pienso sino
y de forma notable la garantía del suministro en tiempo y forma.
La influencia que tiene en los resultados productivo las condiciones de tenencia ha propiciado
que nuestros especialistas hagan hincapié en el aspecto constructivo de las instalaciones en
busca del mayor confort posible y las tecnologías de crianza más adecuadas para el clima
nuestro, los resultados obtenidos en los últimos años en los centros de investigación demuestran
una mayor eficiencia en el potencial genético de los pollos de engorde alcanzándose a los 45
días peso al sacrificio de 1,7 kg, con niveles de conversión entre 2,1 y 2,2 y mortalidad próxima
al 5 %, se puede, lo difícil es generalizar los resultados debido a las indisciplinas e
incumplimientos en la cadena desde el puerto hasta la granja, pasando por la fábrica de pienso.
Las líneas puras ligeras alcanzan un peso promedio de 1.77 kg con una producción promedio de
260 huevos fértiles de 55 g de peso promedio y con un indicador de huevos aptos del 85 al 90 %;
alcanzando la madurez sexual entre 175 y 182 días.
Abuelos L1 (masculino) L3 x L2
Reproductores L1 (masculino) L32 (femenino)
L33
Los factores que condicionan el confort de las aves tienen una gran influencia en el éxito de la
explotación de las aves: la temperatura, la humedad relativa y pureza del aire , son factores
de suma importancia que inciden directamente sobre el desarrollo de cualquier tecnología
avícola, pudiendo determinar el éxito o el fracaso de la misma. Además, la ventilación guarda
una estrecha relación con los mismos y tiene una importancia decisiva en su regulación.
Consideraremos la iluminación como efecto ambiental sobre la productividad de las aves y el
manejo de la misma por parte del hombre.
En cuanto a la crianza en las primeras semanas de vida las condiciones de tenencia y manejo de
los pollos de ceba y las pollitas de reemplazo son iguales, difieren sustancialmente en la calidad
y cantidad de la alimentación y en algunas otras acciones específicas relativas al crecimiento. El
manejo adecuado de la temperatura de crianza, la cama, la ventilación y el nivel de amoniaco
durante las primeras semanas de crianza son esenciales para prevenir el estrés. Butcher (2006)
Las gallinas ponedoras que sufren de estrés suelen padecer de inmunodepresión con lo cual
empeora la conversión, Nilipour (2006). También los pollos modernos son tan sensibles a las
condiciones ambientales adversas que no pueden resistir el más mínimo estrés por pequeño que
sea, bajando su rendimiento económico.
1. Temperatura ambiente
Las temperaturas inferiores a la zona de confort suelen ser mejor soportadas por las aves que
las superiores, ya que son compensadas con el aumento del consumo de pienso para aportar
más calorías a su organismo; mientras que la presencia de plumas y la característica de las aves
de no sudar conspiran contra el normal desenvolvimiento del ave a temperaturas altas.
Considerando que en Cuba las temperaturas por debajo de 9 ºC son excepcionales, prestemos
especial atención a aquellas por encima de 29 ºC (muy frecuentes en los días de verano) pues
disminuyen el consumo de pienso pero además al combinarse con altas humedades relativas, en
los casos peores, ocasionan estrés térmico.
Cuando la temperatura ambiental baja hasta límites situados fuera de la zona de confort, el ave
aumenta el consumo de pienso, adopta la postura encorvada y eriza el plumaje con el objetivo
de aislarse, esconde la cabeza bajo el ala, se amontona, etc.
Los márgenes de temperatura en que pueden desarrollar sus actividades vitales los pollitos son
mucho más estrechos que para los animales adultos, y prácticamente se comportan en estos
días como animales poiquilotermos y son incapaces por sí mismos de garantizar su valor vital (el
de temperatura) frente a los cambios de temperatura ambiente. Teniendo en cuenta esto se
explica el porqué los pollitos se mueven lo menos posible a fin de no perder calor en invierno y
para no producir un calor excesivo en el verano.
Esta disminución del movimiento afecta la ingestión del pienso, con lo cual, si las condiciones
anormales de temperatura prevalecen, se colocan en un franco déficit nutricional que los
conducen a un retraso en su desarrollo y a un peligroso estado de sensibilidad para contraer
cualquier enfermedad. Es por ello necesario suministrar calor por medio de calentadoras.
Una de las formas más comunes para reducir el efecto del estrés e incluso evitarlo está en el
aseguramiento del suministro de agua. El consumo de agua depende entre otros factores de la
temperatura ambiente, del peso vivo y del consumo de materia seca, la temperatura ideal para el
consumo, según Pey (2001) es 15 ºC, en cualquier caso debe ser más baja que la del aire,
caliente o muy fría siempre es perjudicial, en este último caso requerirá energía corporal para
calentarla.
Podemos concluir que en Cuba abunda los días en que las altas temperaturas se conjugan con
las altas humedades relativas, siendo los meses más peligrosos por este motivo los
comprendidos entre Abril y Octubre; pero sin olvidar que esta situación también se puede
producir en los meses restantes, aunque con menores posibilidades.
El aire de una nave se enrarece con la estancia continua de las aves en los locales, entre otras
cosas porque a través de la respiración se elimina anhídrido carbónico y de las deyecciones se
desprenden gases amoniacales. El efecto de los gases suele estar determinado por dos
aspectos esenciales: la concentración y el tiempo de exposición.
Las aves son muy sensibles a situaciones estresantes por contaminación ambiental, quizás en
una mayor desventaja con el resto de los animales domésticos, debemos recordar que no
disponen de mecanismos adaptativos a corto ni largo plazo, lo que nos obliga a controlar
rigurosamente este aspecto.
4. Ventilación
La buena ventilación del gallinero garantiza que los procesos vitales de las aves no encuentren
dificultad para verificarse. La ventilación aquí tiene dos objetivos fundamentales:
1. Purificación del aire cargado de anhídrido carbónico procedente de la respiración del ave
y del amoníaco de sus deyecciones.
La ventilación natural se realiza por medio de ventanas, otros dispositivos o sustitución de las
paredes por telas metálicas, empleando cortinas como medio de control. La ventilación forzada
se realiza por medio de diferentes tipos de aspiradores o impulsores eléctricos que extraerán el
aire o lo harán circular en cantidad, sitio y momento convenientes. Dadas las características
climáticas de nuestro país, aplicamos la ventilación natural utilizando cortinas de sacos, nylon o
lona a lo largo de los laterales de las naves.
5. Iluminación
La luz influye de manera decisiva sobre el desarrollo del organismo en todas las fases de la vida
de la gallina. El gobierno hormonal de la producción sólo se lleva a efecto mediante radiaciones
luminosas, de ahí que se iluminen las instalaciones en cuantías correctamente dosificadas. En
programas determinados de alimentación y en la explotación perfectamente planificada, se
puede hacer uso de un régimen de iluminación especial para elevar los rendimientos.
Existen diferentes programas de iluminación que por lo general se basan en parámetros por
categorías así se establece para los pollitos 24 horas de iluminación, que se van reduciendo
paulatinamente hasta el punto de alcanzar la duración natural del día a la edad de 21 días.
Desde entonces el tiempo de iluminación se va elevando progresivamente en dependencia de la
categoría. Para pollos de ceba se trabaja perfectamente con iluminaciones de 20 horas.
La conducta y desempeño de las aves pueden ser manipulados con el uso de colores de luz
específicos, sobre todo aquellos con ondas largas como el rojo, anaranjado, amarillo, verde y
azul. Rodenboog (2002) refiere que el color rojo acelera la madurez sexual, disminuye el
nerviosismo y el canibalismo a la vez que incrementa la producción de huevos; la luz naranja
también acelera la madurez sexual e incrementa la producción de huevos; por su parte la luz
amarilla, aunque favorece la madurez sexual perjudica la producción de huevos aun cuando
favorece su tamaño; el color verde mejora el crecimiento, retrasa la madurez e incrementa la
madurez del macho, otro tanto hace el color verde que también reduce el canibalismo.
El fotoperíodo continuo puede ser: constante y variable. Constante es aquel en que todos los
días se suministra la misma cantidad de horas luz. Variable es aquel en que la luz a pesar de
suministrarse en forma continua, el tiempo de su empleo o uso varía cada determinados
períodos, de donde se deduce que el mismo puede ser creciente y decreciente. En Cuba se
emplean para ponedoras, constante de 16 horas; para Reproductoras, constante - creciente (14
horas y después del pico de postura crece hasta 15 horas según normas). Para reemplazos,
decreciente (según normas y época del año).
En ceba, constante (según época del año de 18 horas en invierno a 21 horas en verano).
La iluminación se mide en lux. Es necesario aclarar que el empleo de la misma depende del tipo
de instalaciones. Los mejores resultados se obtienen con un nivel de iluminación constante
(imposible en nuestras condiciones).
En nuestro país, los mejores resultados en el comportamiento productivo se han obtenido con 50
lux en pollos de ceba. Las normas nacionales de crianza señalan, en forma general, el empleo
de 5 - 10 lux.
6. Salud.
Por lo general la aparición de enfermedades en las granjas avícolas es el resultado de una mala
calidad del aire, temperatura ambiental inadecuada o un grave estrés ambiental. El desarrollo
exitoso de la producción avícola, depende en gran medida de las condiciones de tenencia en
que se desenvuelven las aves. Uno de los factores que determina el confort de las aves, es la
característica del alojamiento o nave donde se encuentran las mismas, por cuanto esto va a
influir en la temperatura, humedad relativa y pureza del aire reinantes en el interior de las
mismas. Al mismo tiempo las características del alojamiento influyen en la tasa de ventilación (si
la misma es natural) y este factor es decisivo en la creación de un ambiente confortable para las
aves.
En la mayor parte de las granjas avícolas la presencia de los organismos infecciosos no produce
enfermedades específicas o evidentes en el conjunto de animales, sino que provoca una carga
adicional en los requerimientos de mantenimiento. La exposición continua a bajos niveles
infecciosos suele ser la causa del desvío de parte de los nutrientes consumidos para limitar el
impacto de las infecciones de bajo grado, estos se manifiestan en las respuestas inmunológicas,
la oscilación de la temperatura corporal y de respuestas generales al estrés.
Frecuentemente la diferencia en el desempeño de las aves en producción entre una nave y otra
o entre granjas está en el porcentaje de nutrientes del alimento que se destina a los
requerimientos de mantenimiento corporal en comparación con el crecimiento o la puesta. Por lo
general, en los pollos de engorde, la mayor parte de los nutrientes van para el mantenimiento y
el crecimiento de las plumas y lo que sobra va para el crecimiento corporal, por lo tanto, el
manejo óptimo de la salud en la granja aumenta la eficiencia alimentaria y con ello el rendimiento
productivo a la vez que reduce los gastos. Cuando no se cuidan adecuadamente las aves, las
temperatura ambiente no es la adecuada, mala calidad del aire, humedad excesiva y el estrés
generalizado, todo esto aumenta la susceptibilidad de los animales a las enfermedades y esto
hará que cambie la utilización de los nutrientes destinados a la producción. Si se trabaja para
eliminar el estrés las aves serán más saludables, se previenen las enfermedades de bajo nivel y
la energía del alimento se emplea con más eficiencia.
El tratar el agua de beber debe ser una buena manera de mejorar los resultados productivos,
tratar las enfermedades de forma rápida y mejorar la calidad de la cama. Philipsen (2006)
recomienda acidificar el agua con ácidos orgánicos asegurando que proporciona beneficios a la
salud y mantiene las tuberías libres de bacterias.
Vacunación
La vacunación no tiene ningún valor si no existe el peligro de que los animales se enfermen. Las
vacunas no mejoran la conversión ni la ganancia en peso, tampoco disminuyen la mortalidad si
no existe la amenaza de que los animales se enfermen. Butcher (2006). Para Nilipour (2006), la
importancia de la vacunación radica en que si los pollitos antes de ingresar a la granja no han
sido vacunados y tiene en riesgo su sistema inmunológico porque cerca está circulando la
enfermedad, entonces serán de inferior calidad.
Lo más aconsejable es no vacunar y si es necesario hacerlo que sean las manos veces posibles
y depender más de los anticuerpos que le trasmitan la madre y el cuidado del productor.
Después de la tercera semana ya no sirve vacunar a los pollos de ceba porque por lo breve del
periodo los animales no tienen tiempo para generar una respuesta eficiente. Nilipour (2006)
La conveniencia de vacunar está en que existen pérdidas económicas silenciosas causadas por
enfermedades de efecto subclínico, las cuales son difíciles de detectar, lo cual baja el sistema
inmunológico de las aves afectando la ganancia en peso, la producción, la conversión e
incrementando la mortalidad.
Otros factores
Condiciones de tenencia
El conocimiento del equipamiento necesario para cada nave, su cálculo, es una cuestión decisiva
para satisfacer las demandas de las aves y para lograr mantener un orden social adecuado sin
tensiones que provoquen peleas y pérdidas en la producción del gallinero, además de
permitirnos hacer un uso más racional de los recursos disponibles. Los gallineros del futuro,
independientemente del tipo de instalación, ya sea la explotación sobre yacija o en baterías,
serán totalmente mecanizados o automatizados. En la actualidad se imponen las instalaciones
medias con un número intermedio de aves, dejándose atrás las grandes instalaciones con una
mayor densidad por área de crianza.
Una de las vías por la que avanza la avicultura moderna es la hiperconcentración de las aves.
Las exigencias económicas han impulsado el desarrollo de gallineros en espacios de terrenos
relativamente pequeños, estando anulada casi hoy en día la producción de equipos para la
explotación de aves en libertad.
El tipo de alojamiento se refiere a si la crianza se desarrolla sobre el piso, es decir sobre cama o
yacija o si por el contrario se desarrolla en baterías de jaulas. Los alojamientos para aves tienen
generalmente forma rectangular lo que permite una buena iluminación y una normal aireación.
En general el equipamiento avícola debe ser sencillo, poco numeroso, movible para su limpieza y
colocado de un modo apropiado y sistemático para que puedan atenderse con un mínimo de
mano de obra. Deben estar uniformemente distribuidos por la nave.
Canibalismo.
El comportamiento salvaje caracterizado por un estímulo desproporcionado que incita a las aves
a agredirse entre sí por medio del pico y las uñas, lo que suele causar heridas se conoce con el
nombre de canibalismo. Todo puede comenzar por la ingestión o desprendimiento intencional de
las plumas. Las heridas incitan a otras aves al canibalismo. Una vez adquirido el hábito es muy
difícil controlarlo.
Según Rosales (1991), la mayoría de los casos de canibalismo se originan por errores en el
manejo y a factores muy diversos donde se destacan la sobrepoblación, deficiente ventilación,
picaje, bajo nivel de aminoácidos azufrados, bajo consumo de alimentos, insuficiente frente de
comederos y bebederos, calor, exceso de amoniaco, mucho polvo, etc.
La rentabilidad del sector avícola se está viendo afectada por la competencia entre los
productores en su afán por proveer al mercado de productos de mejor calidad a precios más
bajos. Burnham (1991) asegura que para ello será necesario maximizar la eficiencia en la
producción lo cual requiere entre otros aspectos de optimizar la alimentación y alcanzar un
ambiente confortable de forma que los animales puedan expresar su potencial productivo. Las
tecnologías que describimos a continuación no son una receta para todo y todos, la base de
cualquier modelo está en el genotipo en explotación y más aun en el perfeccionamiento de las
líneas
La crianza rural de las aves debe ser en libertad o semi – confinamiento , se pueden aprovechar
los pastos y los terrenos altos con buen drenaje. La producción avícola, al igual que la bovina y
la porcina ha pasado por diversos sistemas y tecnologías, desde el más extensivo hasta el más
intensivo de forma tal que hoy se conoce el sector como industria avícola. Desde inicio del siglo
XX la producción avícola ha venido desarrollándose, pasando de sistemas de bajos insumos,
donde la cantidad de aves a ser atendida por cada hombre era de unos cientos, a sistemas de
tecnología de punta donde un solo hombre puede atender miles de aves con el menor esfuerzo.
Los sistemas antiguos tenían un carácter doméstico, los más atrasados empleaban el pastoreo y
los más avanzados basaban su productividad en la producción de alimentos compartidos para la
alimentación humana. Eran sistemas de traspatio donde el principal objetivo era la satisfacción
familiar, los patios con árboles frutales o de otros tipos para facilitar la sombra y el refugio. Pero
el intenso desarrollo de la ciencia y la técnica unido a las características de las especies hizo
posible el enorme desarrollo que exhibe hoy este sector. Esta demostrado que sin la avicultura
de traspatio no se hubiera desarrollado la avicultura industrial en Cuba
La avicultura familiar o de subsistencia ha existido desde el mismo momento de la domesticación
de los animales de granja. El consumo de huevos y carne de pollo es algo tradicional en Cuba lo
cual está ligado a la ración de supervivencia del pobre, el campesino, pobre o rico, siempre ha
dispuesto de los recursos necesarios para mantener, al meno, un patio de cría de aves para
consumo familiar.
El empleo de casetas o naves rústicas para proteger los animales de la lluvia, los depredadores,
el calor, el viento excesivo y los cambios bruscos de temperaturas es una alternativa de
desarrollo que no debe desconocerse pues al dar a los animales mejores condiciones de vida la
productividad aumenta.
Con relación a la producción de carne, obtenida a partir de los pollos de ceba, desde el triunfo de
la revolución hubo un fuerte incremento, pero la misma ocupó un segundo escalón, debido a que
se priorizó la producción de huevos, no obstante, a finales de la década de los años 80
estábamos en condiciones de producir pollos de 1.5 kg de peso vivo en 52 días, hoy día no
rebasamos este nivel, aun cuando algunas granjas muestran resultados superiores. Es
conveniente aclarar que actualmente la producción de carne de pollo en Cuba está deprimida y
solo se permite su crianza en las granjas que logran peso al sacrificio por encima de los 1,6 kg
en menos de 45 días y con el consiguiente estímulo que significa la venta de este producto al
turismo en el país. La tabla que se muestra a continuación refleja los resultados históricos de la
producción de carne de pollo en Cuba después del triunfo de la Revolución.
Se prepararán los ruedos de acuerdo a la cantidad de pollitos a iniciar, según las características
de la fuente de calor que se utilice. Tendrá una altura de 40-50 cm y se mantendrá hasta 7-10
días, en dependencia de las condiciones climáticas y desempeño de los pollitos. Si se dispone
del material requerido, se podrá colocar papel sobre el piso de los ruedos, con el fin de evitar que
los pollitos ingieran camada y para mejorar las condiciones ambientales durante los primeros
días de vida. El papel a emplear con este objetivo se estruja previamente a fin de facilitar la
locomoción de los pollitos. Este papel puede virarse al cabo de 3 ó 4 días, si su estado de
conservación así lo permite, para ser utilizado por la otra cara. El tamaño del ruedo estará en
dependencia del tipo de calentadora que se disponga.
Cada lote de pollitos que se reciba para ser iniciados deberá estar acompañado del Certificado
Zoosanitario. A su llegada a la unidad se realizará el muestreo de aceptación reglamentado,
ubicándose exclusivamente aquellos que reúnan los requisitos establecidos en el presente
Instructivo. Los pollitos se ubicarán en ruedos separadamente por su peso o tamaño, y
manteniendo la categoría en cada cuartón. Los pollitos catalogados como de segunda deberán
ser localizados y eliminados a más tardar en un término de 48 horas posteriores al recibo,
debiendo levantarse el acta correspondiente que firmarán el jefe y técnico de la unidad.
Uno de los temas en que existe mayor consenso es la ceba por sexos separados, en muchos
países aun se ceban las aves sin separar los sexos. En Cuba los pollitos enviados a cebar no
están separados por sexo aun cuando se conoce que la crianza por sexo mejora los
rendimientos. El 60 % de las cebas en el mundo se realiza por sexos separados.
La utilización de las calentadoras se hará de acuerdo con las instrucciones del fabricante, según
su tipo. Transcurrido el tiempo de permanencia en el ruedo (7-10 días), en verano las
calentadoras se mantendrán en la nave hasta los 14 días y en invierno después de los 14 días,
de acuerdo a las inclemencias del tiempo. Una vez decursado el término de permanencia los
pollitos se desplazarán en su área y dispondrán del equipo necesario.
Dentro de los ruedos se colocará un bebedero de galón convencional por cada 50 pollitos, sobre
un soporte o base de una pulgada de altura, ubicándolos de forma radial, alternándolos con las
tarteras, y fuera del área de incidencia directa de la fuente de calor, de modo que el agua se
mantenga limpia y fresca. Los bebederos se mantendrán nivelados a fin de evitar derrames de
agua. Los dos primeros días los pollitos recibirán solución electrolítica con el fin de favorecer la
reabsorción del saco vitelino. El objetivo es ayudar al pollito para que no pierda el componente
más importante de su cuerpo en esos momentos (el agua), perder solo el 10 % del agua
constitucional lo deshidrata y lo debilita, si la pérdida se eleva al 20 % muere.
Desde su llegada se estimulará el consumo de agua, a la mayor cantidad de pollitos posibles,
mojando el pico de los mismos en los bebederos en el momento de soltarlos en el ruedo, esto
facilitará su hidratación. Todos los bebederos se lavarán y desinfectarán diariamente con
compuesto cuaternario de amonio (Desinfectol al 1 %) u otro producto de reconocida actividad. A
partir del 8vo día se comienza a sustituir de forma gradual los equipos por los definitivos a razón
de 1/3 cada día. Asegúrese que los pollitos reconozcan los bebederos definitivos y observe que
ingieren el agua sin dificultad antes de retirar todos los bebederos de galón. En el bebedero
automático el agua debe estar a no más de 2/3 de su capacidad. Asegúrese que los pollitos
reconozcan los bebederos definitivos y observe que ingieren el agua sin dificultad antes de retirar
todos los bebederos de galón.
El manejo de las cortinas se realizará de manera tal que le cree confort a los pollos, por lo que se
les protegerá con ellas de las corrientes de aire frío y permitirán hermetizar las naves durante los
primeros días de crianza en que permanecen encendidas las calentadoras. Asimismo servirán
para proteger parcialmente a los pollos, comederos y bebederos, de las incidencias directas de
los rayos solares, a fin de evitar el jadeo. Además de lo señalado, después de los primeros días
de crianza el manejo de las cortinas se realizará de acuerdo a las condiciones climáticas.
Para aplicar calefacción a los pollitos se escogerá un área de la nave del lado contrario de las
corrientes de aire predominantes de la zona, la que será aislada con materiales impermeables,
de forma tal que no se escape la energía calorífica generada y se establezca la calefacción
ambiental. La nave en calefacción se cubrirá por todos los laterales con mantas de material
impermeable libre de grietas para impedir las corrientes de aire. Puede utilizarse un extremo
completo de la nave para el área de calefacción, pero siempre que quede impermeabilizada la
reventilación de la nave. Dentro de esta área se colocarán los ruedos para los pollitos cercanos
unos a otros dejando pasillos de servicio para la atención de éstos. Los ruedos serán de un
tamaño tal que alberguen entre 500 a 1000 pollitos según el tipo de calentadora a utilizar, ya
sean eléctricas, de gas, lámparas infrarrojo, kerosén, carbón, leña, etc. Las calentadoras que
producen humo serán habilitadas con sistemas de extracción de este fuera del área de
calefacción, mediante conductos que serán aislados del contacto con los materiales
impermeables utilizados.
En caso de que la temperatura exceda los límites establecidos, se podrá observar jadeo de los
pollitos, debiendo procederse a levantar la cortina interna a una altura de un metro en diferentes
tramos, hasta que se normalice el ambiente interior del área de calefacción. Este procedimiento
podrá ser utilizado como una alternativa y se recomienda fundamentalmente para las crianzas de
invierno. Permite mejorar las condiciones de calefacción y se logra un mejor aprovechamiento de
la fuente de calor.
El espacio para la crianza en batería será no menor de 384 cm 2 por ave. El traslado hacia las
baterías se hará entre los 21 y 28 días de edad, teniendo en cuenta que el pollito tenga acceso al
agua y al alimento y que el ave no se salga de la jaula. La adecuación de la cantidad de aves por
jaula es esencial para garantizar la eficiencia alimentaria, cuando los animales disponen de
mucho espacio la eficiencia baja lo cual es el resultado de mayor desperdicio del alimento debido
al mayor acceso al comedero, además una menor densidad de pollos dará mayor oportunidad
para la actividad física, lo que implica un mayor gasto calórico en funciones no productivas.
Manejo.
El mejor manejo aplicado en la ceba es aquel que permite al pollo acercarse lo más posible al
potencial genético que tiene y obtener el máximo rendimiento económico. Influyen de forma
positiva la alimentación temprana, alimentación por fase, utilización de preiniciadores, empleo de
la proteína ideal, reducción de márgenes nutricionales, inclusión de almidón de lenta
digestibilidad en la ración que permite reducir la cantidad de aminoácidos utilizados en el
intestino como fuente de energía y sincroniza la presencia de energía y aminoácidos en los
tejidos que lo requieren. Influyen de forma negativa la restricción alimenticia a cualquier edad
que retrace el crecimiento, el empleo de dietas económicas mal balanceadas con exceso o
deficiencia de nutrientes.
Si existen corrientes de aire. Los pollos se agrupan en un solo lado del ruedo.
En las crianzas en piso la cama constituye el área donde el pollo desenvuelve todas sus
funciones. De ahí que es preciso mantenerla en forma adecuada y en buen estado físico-
sanitario, a fin de evitar que constituya por sí misma un peligro potencial para las aves. Para ello
no basta sólo con prepararla y desinfectarla debidamente antes de la crianza, bien sea nueva o
reutilizada, sino que es necesario también mejorarla en lo posible. Por eso además de evitar los
salideros de agua a través de la tubería y los derrames en los bebederos, se realizarán las
siguientes labores:
Se extraerá a diario la camada húmeda, espolvoreando dichas zonas con hidrato de cal
y esparciendo con rastrillo la camada de los alrededores hacia las zonas afectadas.
Si al ubicar los pollitos se observa que la viruta no ofrece confiabilidad, bien sea por su
color u olor, debe probarse primero en un sólo ruedo, a fin de observar el
comportamiento de las aves.
La camada se removerá 2 ó 3 veces como mínimo, semanalmente utilizando
removedores de camada diseñados convencionalmente para este fin.
La cama tiene una influencia marcada en la temperatura, humedad y composición química del
aire dentro de las naves. Una cama poco profunda o compuesta por materiales `poco adecuados
facilitan la conductividad térmica entre el piso y el aire haciendo difícil mantener la temperatura
ambiente en un rango aceptable, así mismo se esta está compuesta por materiales de baja
capacidad de retención de agua liberará el excedente de humedad al aire. Por otro lado los
compuestos nitrogenados eliminados por las aves, bajo la acción de los microorganismos de la
cama pueden ser transformados en nitratos y nitritos lo cual mejora la calidad de la cama como
abono orgánico, pero también puede formarse amoniaco que resulta un gas volátil irritante del
sistema respiratorio e importante desencadenador de ascitis.
Saber cuándo y cómo reutilizar la cama es una lección que aun está por aprender en nuestra
región dado que rara vez la cama presenta buena características al final de la ceba, unas veces
por las características del pienso que provoca exceso en el consumo de agua aun así, se puede
procesar y descontaminarla con métodos químicos o biológicos.
Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de cebar los pollos es la iluminación. La
iluminación artificial en pollos de engorde es imprescindible para lograr reducir el tiempo en que
los mismos alcanzan el peso de mercado, lo que determina la obtención de mejor conversión. Su
objetivo fundamental es permitir que las aves consuman pienso durante la noche, sobre todo en
época de verano. En la ceba existen dos sistemas de iluminación artificial: continua y
discontinua. De aplicarse la luz continua proponemos 23 horas luz y una de oscuridad, a fin de
que los pollos se acostumbren ante la eventualidad de que falte el fluido eléctrico.
La iluminación intermitente consiste en alternar períodos de luz seguidos por oscuridad, lo cual
permite obtener resultados satisfactorios en los indicadores de producción, además de que
implica un considerable ahorro de energía. Lo más generalizado es 1 hora luz y 2 de oscuridad,
aunque hay diversas variantes. No obstante, si no se dispone de los medios mecánicos
adecuados para garantizar la efectividad del horario de apagar y encender la luz puede acarrear
malas consecuencias para el pollo.
Actualmente la producción de granos para la confección del pienso se hace con semillas
genéticamente mejorada lo cual ha traído desconfianza entre los consumidores por el posible
efecto negativo que pueda tener en las próximas generaciones. La confianza, al decir de
Mackenzie y Mc Lean (2003), es un regalo que no se puede ganar y solo se puede perder, una
vez perdida es muy difícil, cuando no imposible de recuperar. No obstante, tanto la proteína
como el ADN contenido en el pienso, con o sin componentes genéticamente mejorado, son
degradados de forma normal y no se altera de forma significativa la composición nutritiva cuando
en el pienso algún componente es transgénico.
Para Nilipour y Butcher (1996) un aumento en la tasa de conversión alimenticia entre 0,1 y 0,25
significa que un pollo que llegue al sacrificio con 2.2 kg. de peso vivo habrá consumido entre 200
y 500 g. más de pienso durante la ceba, lo que significa miles o millones de toneladas de
alimentos perdidos o desperdiciados. Un buen programa de alimentación debe basarse en el
principio de que no falte pienso en ningún momento de la crianza y éste contenga todos los
nutrientes requeridos por el pollo para garantizar una alta velocidad de crecimiento, peso vivo
planificado a edades establecidas, reducida conversión y adecuada salud. Tanto Kidd (2001),
Dale (2003), como Nilipour (2004) afirman que el pienso constituye entre el 50 y 70 % del costo
de producción en la rama avícola, por lo que recomienda tener mucho cuidado en su distribución
y consumo, prestar atención especial al crecimiento en los pollos de engorde y la conversión
alimenticia en cualquier propósito, el objetivo es utilizar un alimento más balanceado, reduciendo
así los desperdicios. En Cuba se recomienda emplear el sistema de alimentación trifásico: inicio
de 1 a 18 días, crecimiento de 19 a 30 días y finalizar de 31 hasta el sacrificio.
Los pollitos de ceba tienen que ganar unos 10 gramos en las primeras 24 horas de vida. Un
pollito que al nacimiento pese 40 gramos puede quintuplicar su peso en una semana. En sentido
general tienen que ganar como mínimo un gramo /hora en la primera semana o sea 168 gramos
en la primera semana. Nilipour (2006a)
Según Waldrop (2003) los requerimientos nutricionales de los pollos de engorde, en cuanto a
energía metabolizable y proteína, significan el 95 % del costo de la dieta de engorde. Considera
además que si se le suministra el alimento en forma de pelet se alcanzarán mejores resultados.
Asegura que las proteínas de origen animal en la dieta deben estar entre el 3 y 5 % y que el
empleo de la metionina como suplemento ha reducido los niveles de proteína en la dieta.
En los últimos años se ha mejorado mucho el valor genético de los granos empleados en la ceba
de pollo, sobre todo en la resistencia a las enfermedades y los rendimientos, pero no tanto en su
valor nutritivo. Por ejemplo, el maíz aporta la tercera parte de las proteínas de la ración de ahí la
importancia en la calidad de estas. Gernat (2003) reconoce como un excelente fuente de
proteína y energía de alta calidad la contenida en la harina de pescado, recomienda el empleo
limitado de este producto por el olor y sabor desagradable que confiere a la carne, aun así
considera que debe ser el suplemento principal en la ración del pollo de engorde por cuanto esto
favorece el crecimiento de los pollitos y da como inconveniente el empleo de esta en grandes
cantidades asegurando que perjudica el crecimiento.
Es esencial que los sistemas de crianza proporcionen las condiciones adecuadas para evitar el
estrés y optimicen la alimentación, consumo y calidad del agua, calidad del aire temperatura
ambiente, así como la disponibilidad de una buena cama, para que los pollitos puedan pasar lo
mejor posible esta primera etapa y puedan crecer rápidamente. Lo que bien se inicia bien
termina, así ahorramos nutrientes que en lugar de ir a gastarlos en mantenimiento corporal (más
allá de lo que es necesario) se emplearán para crecer, como muestra la siguiente tabla.
Si se logra formular una ración de costo mínimo a partir de proporcionar los nutrientes
necesarios para un rápido crecimiento, no solo mejora la conversión sino que aumenta la
rentabilidad. Kidd (2001) asegura que cuando se suplementa con los aminoácidos esenciales se
puede reducir el nivel de proteina bruta en la ración sin que se deteriore la ganancia media diaria
ni la conversión, el propósito es minimizar los aminoácidos y aportar suficiente de los limitantes.
En tal sentido también se pronunció Suida (2001) quien asegura que la mayor eficiencia para el
engorde en los pollos de ceba resulta de aumentar la densidad de la ración en aminoácidos
esenciales, asegura que la necesidad de lisina y otros aminoácidos esenciales es mayor cuando
es definida para conversión alimenticia comparado con el aumento de peso, por ello la
evaluación de los requerimientos nutritivos debe hacerse en función del objetivo propuesto y con
criterios económicos.
El nivel de inclusión de los aminoácidos esenciales en la ración fue reportada fue reportada por
Quentin et al (2004) citado por Martínez (2006) quienes aseguran que la máxima eficiencia
alimenticia se justifica después de asegurar el máximo consumo de alimento y la mayor ganancia
en peso. También Borges (2006) se refirió al mejor empleo de las proteínas en la alimentación
del pollo de engorde, afirma este autor que la harina de soya es la fuente de proteína más usada
en la alimentación animal y sorprendentemente este ingrediente no es tan bien aprovechado por
las aves.
La reducción del nivel proteico es una de las vías que más se emplea para reducir los costos de
producción del pollo de engorde si conocemos el valor nutricional de los ingredientes de la
ración, si sabemos con exactitud los requerimientos de cada fase productiva, si podemos
introducir los niveles de aminoácidos esenciales y verificamos gradualmente los resultados. En
ocasiones suelen utilizarse enzimas en la alimentación de las aves las cuales complementan las
enzimas endógenas a la vez que facilitan la digestión y absorción de los ingredientes
convencionales al reducen los efectos antinutricionales. El poder de las enzimas depende del ph,
la temperatura ambiente, humedad relativa del aire,, presencia de coenzimas y/o presencia o no
de inhibidores.
Según Rostgno (2005) citado por Martínez (2006), los pollos de engorde deben alimentarse
según su desempeño y recomienda para la segunda fase (entre 22 y 33 días de edad) lo
siguiente:
Está más que demostrado que el grado de eficiencia de la conversión alimenticia en los pollos
de engorde influye de forma decisiva en la rentabilidad de la granja que se dedica a este
propósito. La conversión alimenticia o cantidad de pienso necesaria para lograr una unidad de
incremento en peso vivo es el indicador por excelencia empleado en la medición de la eficiencia
en la ceba de pollos, se puede medir en cualquier unidad de peso. Ejemplo: kilogramos de
pienso necesario para aumentar un kilogramo de peso vivo. También la eficiencia puede medirse
de forma inversa o sea, nivel de incremento en peso por cada kg de alimento consumido, en este
caso el parámetro se denomina eficiencia alimenticia. Tanto la conversión como la eficiencia
alimenticia se emplean en la valoración del proceso productivo en la ceba de pollos.
Existen diversos factores que influyen en el crecimiento de las aves, en el caso particular de los
pollos de engorde actuales que tienen un alto potencial genético para el crecimiento estos
factores reducen considerablemente la eficiencia en la conversión alimenticia. El tamaño del
huevo, por ejemplo, y por tanto el tamaño del pollito al nacimiento puede resultar en un
crecimiento reducido. Existen diversos factores que influyen en la conversión alimenticia, veamos
algunos de ellos:
Los animales por lo general comen para satisfacer sus necesidades en energía. Por lo tanto, la
concentración energética en la dieta de los pollos afecta el nivel de consumo. Cuando usted se
propone que los pollos hagan determinado consumo de energía, la dieta que contenga mayor
nivel de energía puede que se esté desaprovechando. Ejemplo: los pollos alimentados con una
dieta que contenga 3043Kcal/kg consumirán alrededor de un 10 % más de alimentos que
aquellos alimentados con una dieta que contenga 3348Kcal/kg cuando el propósito sea obtener
en mismo consumo de energía. O sea, que si usted brinda una dieta balanceada en cuanto a
proteínas, aminoácidos y demás nutrientes esenciales, el consumo de alimento para el
crecimiento se incrementa cuando los niveles de energía son insuficientes.
Desperdicio de alimentos.
Resulta obvio que el alimento que llega al comedero y no es consumido por el animal, ya sea
porque se botó o por otras causas, juega un papel importante en la eficiencia de la conversión
alimenticia. Para algunas tecnologías modernas, donde la distribución de alimento se hace de
forma automática o mecánica, este puede que sea un factor de poco peso. Sin embargo, no es
conocido qué proporción de alimento se pierde por este concepto, es muy difícil medir cuánto se
desperdicia, pero se pueden perfeccionar la forma física de presentación del alimento, como
sucede cuando se peletiza, y con ello se reducen las pérdidas.
La forma física del pienso es esencial para mantener una ingesta óptima y el desarrollo
adecuado de las aves. El alimento en pelet aumenta el consumo, reduce el tiempo y la energía
que necesita el ave para ingerir el alimento, facilitando el uso más racional de la energía y con
ello la mejora en la conversión.
Las vías para el suministro del probiótico están en la ración, el agua de consumo, inoculándolo
por la cloaca y pulverizándolo sobre el ave. Se recomienda su uso lo más rápido posible para
que así las bacterias presentes en el producto puedan colonizar el intestino antes de que las
aves se contaminen con algún pastógeno.
Aunque los beneficios del empleo de los ácidos orgánicos en la dieta animal han sido
ampliamente probados y es una de las mejores alternativas para reducir las alteraciones
digestivas a nivel intestinal cuando los animales comen menos, aquí se recomienda emplear el
agua como vehículo de los ácidos orgánicos.
Los beneficios del empleo de los ácidos orgánicos en la alimentación de las aves Philipsen
(2006) la resume como sigue:
Los ácidos orgánicos más comúnmente empleados son el fórmico, láctico, propiónico y acético.
Su empleo se recomienda en una fórmula bien combinada con sales minerales, no es
conveniente emplear uno solo porque su acción estará limitada, por ejemplo el ácido láctico tiene
un poderoso efecto antibacteriano contra la E. Coli y es bajo, casi nulo contra la salmonella y las
levaduras, una combinación de ácidos adecuadamente formulada ofrece un amplio espectro de
control microbiano. La utilización de los ácidos orgánicos mezclado con extracto de plantar fue
reportado por Philipsen (2006) en dos momentos de la vida de las aves, en los primeros 7 días
de vida y entre los días43 y 55 a una concentración de 0,1. la siguiente tabla muestra los
resultados.
Para realzar el modo de acción de los ácidos orgánicos a Ph mayores de 5,5. es recomendable
añadir aceites esenciales y emulsificadores, pero aun así suele presentarse una capa oleosa en
el agua, por ello se emplea el extracto de plantas mezclado con los ácidos aumentado el efecto
sinérgico que ofrece la combinación de varios ácidos, este extracto debe mostrar un efecto
antibacteriano, propiedades inmunoestimulantes, antioxidante y hepatoprotectoras.
El empleo de antibióticos en la explotación de las aves es una práctica frecuente que mejora la
salud y favorece el proceso productivo, estos al igual que los probióticos y los prebióticos se
consideran promotores del crecimiento que cuando no se emplean abren la puerta a las
infecciones comunes como las enteritis inespecíficas. El probiótico es una alternativa que no
sustituye al antibiótico sino que contribuye a reducir las pérdidas en el desarrollo de las aves
ocasionada por el no uso de antibiótico, aun cuando resultan contradictorios los resultados en las
granjas que tienen un buen manejo.
Actividad de las aves en la nave
Conocemos que cuantos más ejercicios hacen los animales más energías necesitan para cubrir
sus requerimientos. Por lo tanto, podemos asegurar que los pollos que son más activos
necesitan un mayor consumo de energía y por tanto de alimento para otras necesidades que no
es el incremento en peso. De ahí que la actividad relativa de los lotes de pollos de engorde
tendrá una influencia importante sobre la conversión alimenticia. El programa de iluminación
puede perjudicar o beneficiar este indicador. Por ejemplo: cuando el programa de iluminación se
ejecuta par 23 horas de luz diaria la conversión empeora, comparada con la de los pollos que
reciben una hora de luz seguida de dos horas de oscuridad. La explicación para tal resultado
está en la menor actividad en las horas de oscuridad.
También la forma física del alimento puede incrementar la actividad en las aves. Existe una
marcada diferencia en la tasa de crecimiento y la conversión alimenticia entre los pollos
alimentados con alimento peletizado y no peletizado. La diferencia radica en el mayor gasto de
energía para tomar los alimentos en los animales alimentados con la ración no peletizada. No
obstante, la calidad del peletizado en el momento en que los animales lo consumen es lo más
importante.
Otras condiciones ambientales.
La temperatura ambiental influye en la cantidad de energía que el ave debe emplear para
mantener la temperatura corporal normal (40ºC).El consumo de energía es mucho más alto
cuando la temperatura ambiente es baja y con ello se empeora la conversión ya que los pollos
gastan una parte de la energía que consumen en mantener la temperatura en el rango óptimo,
energía que bien pudo destinarse al crecimiento. La ventilación natural o forzada reduce los
efectos de las altas temperaturas pero no debe emplearse en las primeras dos semanas de vida,
después puede incrementarse poco a poco hasta los 2,5 m/s. No obstante, es recomendable en
todos los casos la constante renovación del aire.
El empleo de prebióticos y antibióticos suele mejorar la eficiencia alimenticia al incrementar los
niveles de ganancia media diaria en peso vivo, si se suministra en la fase inicial del desarrollo las
bacterias del productos colonizan rápidamente el intestino mucho antes de que las aves se
contaminen con algún patógeno, así se reduce la mortalidad y mejora la conversión alimenticia.
Cuando se crían las aves en unidades que están en explotación la conversión empeora
comparada con la obtenida en unidades nuevas.
Los pollos deben tener agua disponible siempre y en condiciones de ser bebida, cualquier
restricción en este sentido compromete su ganancia en peso. Uno de los factores ambientales
más importante en la ceba del pollo es el consumo de agua. Las fuentes de agua para el
consumo proceden de la bebida (80%), del alimento (20%) y el agua metabólica. El pollo pierde
agua por evaporación, respiración, respiración, en las heces y orina. En estos animales el agua
representa el 70% del peso corporal y de este total el 70% es agua celular y el 30% es agua
intercelular y sangre, con el aumento de la edad se reduce el contenido debido al incremento del
tejido adiposo.
Según Penz (2004 b), entre los factores que influyen en el consumo de agua en los pollos de
engorde están la línea o genotipo, edad, sexo, temperatura ambiente, temperatura del agua,
humedad relativa del aire, composición nutritiva del pienso y su forma física. Las líneas genéticas
que tienen poca capacidad en sus riñones para controlar la orina suelen perder más agua y por
lo tanto consumen más, los animales más viejos, más pesados y que por tanto consumen más
pienso necesitan más agua, si hace calor y el agua esta fresca el consumo aumenta.
Cualquier nutriente en el pienso que promueva el aumento en la excreción de minerales por los
riñones también aumenta el consumo de agua, el aumento del nivel de proteína en la ración la
aumenta porque el exceso de aminoácidos se cataboliza y se excreta como ácido úrico en la
orina, lo mismo ocurre con el aumento de la sal en la comida. Hasta aquí se evidencia la
importancia de monitorear diariamente lo relativo al consumo de agua en la ceba de pollos por
cuanto su exceso o restricción indican alteraciones en el proceso productivo.
Según Penz (2004c), en el proceso productivo en la granja puede haber poco agua, mucha y de
mala calidad y en cualquiera de los dos casos la situación es grave. Cualquier restricción en el
suministro de agua de beber viene siempre acompañado de mal comportamiento productivo, la
consecuencia del suministro de agua de mala calidad a los pollos de engorde es muy variable y
compleja de ahí la importancia de asegurar el suministro con la calidad requerida. Si tenemos en
cuenta todas las funciones que ejerce el agua en el organismo animal, es obvio concluir que esta
es un nutriente indispensable para la vida.
Evidentemente la lucha por reducir la conversión debe centrarse en la calidad del pienso e
incluso de los nutrientes que lo forman y aun así un mal almacenaje o su contaminación pueden
dar al traste con esta calidad. No olvidar que el empleo de los probióticos puede mejorar la
conversión al favorecer la absorción de los nutrientes.
Por lo general en el mundo la captura se hace manual, por los tarsos a manos llena, entre 6 y 8
aves por operario cada vez, cualquier otro método menos traumático es menos eficiente y por
tanto comercialmente no viable. La captura es una actividad agotadora y desagradable por el
esfuerzo, el polvo y los olores, por lo que al decir de Mitchell (2004) resulta poco factible de
mecanizar. Este autor recomienda realizar esta operación en la penumbra o la oscuridad que es
menos traumático y asegura que la norma es de 1000 pollos por hora/ hombre de forma tal que
si las aves pesan 2 kg en 8 horas de labor un solo operario habrá manipulado 16 toneladas en
una jornada. Actualmente existen varios prototipos de máquinas para la captura capaces de
atrapar 5000 o más aves por hora lo que a la par que humaniza el trabajo, reduce los costos,
mejora el bienestar de las aves y disminuyen las heridas y daños diversos.
El trabajo del criador de pollos de engorde está encaminado a obtener aves clínicamente sanas,
que logren el peso y la conversión establecida a la edad planificada. Para ello es de primordial
importancia que desde el inicio se alojen en un hábitat higiénico, dispongan de suficiente
cantidad de agua potable, alimento balanceado correspondiente a cada etapa, adecuada
protección inmunoprofiláctica, así como un correcto programa de iluminación que permita
alcanzar en su conjunto el objetivo que se persigue. Existen diversas tecnologías para la ceba de
pollos, cualquiera sea la que se establezca para todas rige el principio zoo-veterinario de “Todo
dentro-Todo fuera”. El hecho de que la ceba se planifique en un tiempo dado y cualquiera sea el
resultado se extraigan los pollos y se envíen al matadero es un desafío a la eficiencia. El que se
equivoca pierde.
Las aves pueden alojarse en piso sobre una cama de paja o en jaulas de alambre, tanto en
naves rústicas de madera, mampostería o metálicas, con sistema de crianza manual,
semimecanizada o mecanizada. Las naves estarán totalmente forradas con malla de alambre,
preferentemente antipájaros, incluida la reventilación y se cubrirán lateralmente con cortinas o
mantas de tela arpillera (fibra vegetal, sintética o una combinación de ambas), o bien lámina de
película sintética compacta, que se manejarán según la edad de las aves y las condiciones
climáticas.
Uno de los elementos esenciales para alcanzar buenos resultados en la ceba de pollos es el
peso inicial del pollito, este oscila entre el 65 y 68 % del peso del huevo, valores por debajo de
60 % no son recomendables, cuando el peso de inicio es muy variables la mortalidad aumenta
en la primera fase de la ceba, pero el peso no es el único elemento de calidad del pollito. Para
Deeming (2001) aparte de la buena calidad genética para la ceba, el pollito debe cumplir con los
siguientes requisitos al llegar a la granja.
Estar limpio, con el plumón seco y suave cubriendo todo el cuerpo y estar libre de
contaminación.
Tabla P eso del pollito al nacer según consumo de pienso por la madre.
Gramos de alimento/pico Peso del pollito en gramos
140 40.3
147 40.0
155 41.5
162 41.7
169 41.8
175 42.0
Nilipour (2006)
La calidad del pollito al inicio de la ceba está altamente relacionada con la supervivencia, aun
cuando la viabilidad no es el principal indicador de calidad del pollito es evidente que la buena
selección inicial asegura una alta tasa de supervivencia, por ello se recomienda prestar el
máximo de interés al problema del transporte, la carga y descarga de las aves, el tiempo
transcurrido desde el nacimiento hasta la entrada al cebadero y al manejo en las primeras horas
de vida. En la actualidad el potencial genético de los pollos de engorde y el conocimiento
acumulado en la nutrición, ofrecen una amplia gama de oportunidades para continuar mejorando
la rentabilidad de la ceba. Locatelli (2006)
Entre las 20 y 30 semanas de edad de las gallinas los huevos producidos son pequeños, lo que
representa del 15 al 20 % de la producción total de huevos. Los pollitos nacidos de gallinas
jóvenes son más débiles y suelen desecharse en la primera semana Nilipour (2006)
La evaluación del desempeño del pollo de engorde en los últimos 40 años del siglo pasado es
reportada por Suida (2001), resultados que se muestran en la tabla 8. Nótese que el Índice de
Eficiencia Productiva (IEP) combina la Ganancia Media Diaria (GMD) con el Valor Calórico (VC)
de la ración y la Conversión Alimenticia (CA) a través de la fórmula siguiente. IEP = GMD*VC/CA
Tabla Evaluación del desempeño del pollo de engorde en el siglo XX.
Shane (2006) explica la conveniencia de producir pollos de 2,5 kg de peso al sacrificio para
deshuesar. Señala este autor que en Asia se han ampliado las naves y se mejoran las
condiciones de tenencia para alcanzar esa meta, pero se logran rendimientos de 2,3 kg al
sacrificio en solo 42 días de crianza, con 96 % de viabilidad y 1,95 de conversión alimenticia,
metas que aun están por ver en América Latina.
Pero no solo ha mejorado la eficiencia productiva del pollo de engorde. También las
reproductoras han mejorado su desempeño. Una reproductora pesada o semipesado que
produzca entre 150 y 200 huevos fértiles en un ciclo de 40 semanas, si de ellos resultan aptos el
95 % y en la incubación se garantiza el 85 % de nacimiento, la producción de pollos a cebar por
cada reproductora oscilaría entre 130 y 150. Nilipour (2006).
Actualmente existe una carrera maratónica para la producción de pollos de engorde de rápido
crecimiento, tanto los genetistas como los productores de alimentos marchan a paso forzado
hacia un pollo de una baja conversión por su rápido crecimiento y eficiencia. La tasa actual de
crecimiento llega a 2,6 kg en solo 6 semanas de edad lo que es equivalente a que un niño
llegara a los 130 kg de peso vivo en solo 6 años de edad. El trabajo de selección genética para
la obtención de pollos de alto ritmo de crecimiento según Milddelkoop et al (2003) ha dado
amplios frutos, de ahí que estos animales rindan un 70 % de canal y de ella un 27 % de
pechuga, un 35 % de muslos y solo 11 % en alas. Por otro lado Mabbett. (2003) pronostica que
los pollos van a crecer incluso más rápido para alcanzar los 3 kg a las 6 semanas de edad.
Hace algunos años se aseguraba que en el futuro el pollo de engorde típico debería alcanzar los
2,6 kg de peso vivo en 42 días, con una conversión de 1,66, ya esto es una realidad en algunos
lugares, estos animales rinden un 71 % en canal y en carne un 33,7 %, la pechuga rinde un 17,8
%. En el mundo desarrollado, las cebas con altas tecnologías están enviando los pollos al
sacrificio con no menos de 2,6 kg, actualmente se están produciendo pollos de 3 kg de peso
vivo, pero con 56 días de edad.
Para Nilipour (2004) los factores que más afectan el rendimiento de los pollos de ceba son su
valor genético, el manejo, la bioseguridad y la alimentación. Asegura este autor que en los
últimos 100 años los resultados genéticos han sido notables y lo muestra mediante la siguiente
tabla:
Si damos como lógico inicio de ceba el que los pollitos son de primera calidad entonces
debemos tener en cuenta lo relativo al peso del huevo que da lugar a ese pollito. Los principales
factores que influyen en el peso y tamaño del huevo son: el valor genético de la gallina que lo
puso, su peso corporal, la madurez sexual, las condiciones ambientales, algunos medicamentos
y contaminantes y la alimentación. El tamaño del huevo siempre ha sido una parte considerada
en la selección genética, esto está altamente correlacionado con el peso vivo, las gallinas que
producen huevos marrones (que son más pesada que las blancas) producen huevos 2 o 3
gramos más pesados.
Si partimos del hecho de que el objetivo principal de la ceba de los pollos es explotar al máximo
su potencial genético con respecto a la tasa de crecimiento, entonces estaremos de acuerdo con
Mc Laughlin y Gous (2000) que los factores que limitan este propósito son de tipo
medioambiental ya que por condiciones normales el huevo debe aumentar desde los 45 g. en la
semana 24 a 80 g. en la semana 64. Estos autores clasifican los huevos como pequeños cuando
pesan entre 40 y 50 g. mediano cuando el peso está entre 50 y 60 g., grande cuando está entre
los 60 y 70 g. y muy grande cando pasa de los 70 g.
Producción de huevos
Producción del reemplazo de ponedoras.
El objetivo en la crianza del reemplazo es seguir lo más exacta posible la curva de crecimiento
normal de la línea de que se trate para que la madurez sexual se alcance en tiempo y forma,
esto es esencial en el logro de la uniformidad necesaria del lote, sobre todo después de la
semana 12 cuando las pollitas llegan a la pubertad. Un crecimiento lento significa aves
inmaduras a la hora del reemplazo y si es muy rápido el crecimiento el nivel de puesta será
errático, una mayor mortalidad y el desempeño productivo menor El reemplazo puede criarse en
el piso o en jaula, simple o combinado. Sabemos que más o manos ejercicios implican más o
menos requerimientos energéticos y por tanto más o menos alimentos. También sabemos que
las condiciones ambientales en el piso no son tan uniformes como en jaulas. Por lo tanto el
empleo de uno u otro sistema tendrá en cuenta estos criterios y las posibilidades de recursos.
Inicio y crecimiento.
El trabajo de selección y mejora de la futura ponedora asegura que cuando se alimenta la pollita
para que muestre su potencial alcanza la madurez sexual a un peso determinado. Una vez
transcurrido el tiempo necesario después de la limpieza y desinfección de las naves y con las
condiciones creada para el recibimiento de los animales se autoriza la entrada de las pollitas,
estas deberán llegar acompañadas de un certificado de concordancia de la calidad, si es así se
recibirán y se realizará el muestreo de aceptación establecido. Los animales se ubicarán en los
ruedos preparados al efecto a razón de 500 pollitas por ruedo, allí permanecerán entre 7 y 14
días en dependencia de las condiciones climáticas predominantes. Por lo general los ruedos se
ubican en un extremo de la nave en el lado contrario a la corriente de aire predominante en la
zona, esta área se aísla y protegida con cortinas desde el techo al piso, de forma tal que no
escape la energía calórico generada. La cama o yacija tendrá una profundidad entre 5 y 7 cm.
(según el material empleado, aserrín, cáscara de arroz, etc.). La crianza del reemplazo puede
realizarse en piso todo el tiempo, en jaulas o combinando piso y jaula, en cualquier caso esto
significa más o menos ejercicios y por tanto más o menos requerimientos energéticos y por tanto
más o menos alimentos, en todo caso las condiciones ambientales en piso no son tan uniformes
como en jaulas.
Las calentadoras pueden ser de diversos tipos (las hay de carbón hasta eléctricas, se prefieren
las que no producen humo), se ubicaran en el centro del ruedo, funcionando entre una y tres
horas antes de la llegada de las pollitas, el tiempo mínimo de funcionamiento será de 7 días,
pudiéndose extender hasta 14 en dependencia de las condiciones climáticas. La temperatura a
nivel del lomo de los animales estará entre 34 y 35 ºC durante los primeros tres días e irá
disminuyendo gradualmente hasta los 30 ºC a los 7 días, en la segunda semana la temperatura
ambiente oscilará alrededor de los 30 ºC. en todo caso el control de la temperatura se regirá por
el comportamiento de las pollitas en el ruedo, las observaciones frecuentes nos dirán cuando
aumentar o disminuir esta, todo estará bien cuando los animales estén uniformemente
distribuidos en el ruedo, si se agrupan alrededor de la calentadora tienen frío si se separan
mucho y se agrupan el borde del ruedo tienen calor.
Los bebederos, cualquiera que sea el tipo, serán suficientes para cubrir las necesidades de los
animales, estos se ubicarán dentro del ruedo no muy cerca de las calentadoras, pero con el
tiempo suficiente como para que la temperatura del agua sea la del ambiente cuando las pollitas
lleguen, en esta fase es conveniente enseñar a beber a las aves, esto se logra mojándole el pico
en el bebedero a varias de ellas antes de soltarlas. Los primeros días de vida de las pollitas son
críticos, si en esta etapa los animales no consumen el agua que necesitan se deshidratan
rápidamente. Ziggiti (2004) afirma que el agua representa el 80 % de las pollitas recién nacidas y
que una pérdida considerable de la misma (más del 10 %) es mortalmente fatal. Los bebederos
se colocarán sobre plataformas de mallas para evitar que las pollitas al escarbar mojen la cama.
Cuando la crianza se realiza en piso los bebederos se ubicarán de forma equitativa dentro de la
nave y en cantidades suficientes como para que los animales no sufran de sed, existen diversos
tipos de bebederos, pero cuando sean lineales será conveniente proveerlos de un rehilete en su
parte superior para evitar que los animales se suban y contaminen el agua.
A medida que las pollitas van creciendo los bebederos deben irse elevando para que las mismas
estiren el cuello, les recuerdo que las aves no tienen paladar blando, dependen de la gravedad
para beber, debido a la hendidura en el paladar superior duro del pico que permite la entrada del
aire a las fosas nasales, por lo que deben subir la cabeza para que el agua fluya hacia el buche.
Conforme los animales crecen se deben continuar elevando los bebederos. La insuficiencia de
agua puede provocar el shock de alimento que se caracteriza por mucho alimento en el buche o
poco agua allí, esto resulta a partir de la presión excesiva que ejerce el alimento que está en el
buche sobre las arterias carótidas lo cual reduce el flujo sanguíneo hacia el cerebro lo que puede
resultar en una parálisis y la muerte. Por lo tanto, lo mejor es tener suficiente agua para consumo
libre todo el tiempo.
En el ruedo la distribución del pienso se hará en las tarteras garantizando una distribución
espacial tal que evite la lucha por el alimento, su distribución se hará tantas veces como sea
necesario, evitando el desperdicio y la contaminación con las heces y la paja.
Tabla Espacio vital y equipos para reemplazos y ponedoras criadas en jaulas.
Etapas
Concepto Inicio Crecimiento En Producción
Densidad 18 ave/m2 384 cm2/ave 400 cm2/ave
(máximo) (mínimo) (mínimo)
Ruedos 1 x 500 pollitos - -
Calentadoras 1 x ruedo - -
Tarteras 49cm2/pollito - -
(mínimo)
Bebederos de 3,78 1 x 50 pollitos - -
litros
Bebederos lineales 2,5 cm/ave (mínimo) 9,6 cm/ave 10 cm/ave
manual (mínimo) (mínimo)
Bebederos lineales 1,5 cm/ave -
automáticos
Bebedero tetina - 1 x 5 aves 1 x 4 aves
Comederos lineales 4 cm/ave 9,6 cm/ave 10 cm/ave
(mínimo) (mínimo) (mínimo)
Comederos tubulares 1 x 50 aves - -
Corte de pico.
El despique debe realizarse entre 5 y 10 días de edad. Se obtienen los mejores resultados con el
uso del adaptador. El tamaño del agujero seleccionado depende tanto de la edad como del
desarrollo del lote, el agujero correcto se escoge para dejar aproximadamente 2 mm. entre las
fosas nasales y el anillo de cauterización. Donde existan las condiciones el corte puede
realizarse antes de los 5 días, lo fundamental es realizarlo a edades tempranas y con la calidad
requerida, para disminuir el stress, que esto produce. A partir del momento del corte de pico
mantenga los comederos con alimentos suficientes (4-5 cm. de pienso) y garantice que tenga
agua disponible y con solución electrolítica en los bebederos desde el día anterior al corte, el día
del corte y un día después. Entre las 10 y 12 semanas se revisará el corte efectuado y se hará el
retoque del mismo en los casos necesarios.
Se mantendrá un trabajo sistemático de clasificación por peso vivo para mantener la uniformidad
del lote y con ello resultados adecuados en la curva de puesta. Los grupos más pequeños se
manejarán de forma diferenciada para tratar de alcanzar el peso deseado. Las pollitas se
separarán en pequeñas, medianas y grandes manualmente en los siguientes momentos:
Los grupos de animales más pequeños se manejarán de forma diferenciada con el objetivo de
acelerar su crecimiento y que alcancen el peso deseado. A los 35 días de edad como máximo se
procederá a separar las aves producto del error de sexado.
El pesaje de las aves criadas en piso se efectuará tomando una muestra de cada nave, para las
aves en jaulas la muestra se tomará en diferentes lugares de la nave y siempre las mismas aves.
En ambos casos la muestra será de un 3 %. Los pesajes se realizarán a las 6, 12 y 18 semanas
de edad. Si a las 6 semanas las aves no alcanzan el peso estándar se continuará pesando
semanalmente hasta alcanzar el peso estándar para la semana en que se realiza el pesaje y
hasta las 9 semanas como máximo. El número de aves escogidas por nave nunca será inferior a
100, se tomarán al azar a fin de que la muestra sea representativa y heterogénea. Los pesajes
se realizaran individualmente y todas las aves que caigan dentro del cerco. Las aves se pesarán
siempre a una misma hora. Este trabajo requiere gran precisión y dedicación. De la exactitud con
que se trabaje dependerá la obtención de datos confiables y el éxito en los resultados.
Uniformidad.
La llegada de la madurez sexual no suele ser pareja ya que existe una amplia variabilidad
individual, dentro de un lote unas maduran primero que otras al tener mayor peso vivo, de ahí la
importancia de la uniformidad del lote. La meta es que aplicando adecuadamente el manejo, la
alimentación, las condiciones de tenencia y cumpliendo con las medidas higiénico – sanitarias
previstas al menos el 90 % de las pollonas tengan el peso previsto a las 18 semanas de edad o
sea entre 1300 y 1350 g de peso vivo
Más importante aún que el peso vivo es la uniformidad del lote. Decimos que un lote es uniforme
cuando la mayoría de las aves de un lote están cerca del peso promedio del mismo, lo cual
garantizan un comienzo más rápido de la producción y tamaño de los huevos más uniformes. La
mortalidad y la eliminación serán bajas y finalmente la producción total por ave será alta. La
evaluación del lote se emitirá atendiendo al porcentaje de aves de la muestra seleccionada
cuya masa corporal (peso vivo) esté dentro del ±10 % de la media. La calificación del lote será el
siguiente:
De 90 % en adelante Excelente
Alimentación.
En Cuba el programa de alimentación a las pollonas persigue proveer todos los nutrientes que
son requeridos para que se alcance el peso corporal recomendado según la edad. A las 6
semanas de edad, se debe obtener un peso vivo de 450 g. Si a los 42 días de edad no se ha
logrado el peso estándar para esa edad, se continuará el suministro de pienso de inicio hasta
alcanzar el peso establecido, se podrá suministrar este sólo hasta los 63 días como máximo. En
el transcurso de los 42 a los 63 días de edad se cambiará a pienso de crecimiento y tan pronto
como se logre el peso estándar cambiaremos automáticamente a pienso de Crecimiento de
Pollona.
Después, entre 64-112 días, se produce una etapa de lento crecimiento donde la pollita no
responde a la altas concentraciones de nutrientes, por lo tanto, no se requiere de mucha
proteína, ni de mucha energía, es suficiente con 14 % de proteína cruda y entre 2650 y 2800
kilocalorías de energía metabolizable/kg de pienso. Aquí podemos aprovechar todos los
subproductos con que contemos, ya que se puede incluir grandes cantidades de fibra para
desarrollar la molleja, dilatar el aparato digestivo, de tal forma que la pollona aumente su
capacidad digestiva y por consiguiente aumente el consumo. Debemos destacar que vivimos en
un país con clima cálido donde las aves tienden a disminuir el consumo por el stress que
produce el exceso de calor por lo que es necesario buscar vías de estimulación del mismo
preparando mejor la pollona para la etapa de arranque de la puesta.
La crianza producción del reemplazo de la gallina ponedora pasa por tres fases que son: inicio
(de 0 a 28 días), crecimiento (de 29 a 63 días) y desarrollo (de 64 a 112 días). La alimentación
de los animales se establece en base a estas características y propósitos y los piensos
empleados reciben este mismo nombre o sea pienso de inicio, de crecimiento y de desarrollo, el
empleo de este tipo de pienso es obligatorio y en ningún caso deberá sobrepasarse la cantidad
aquí indicada. A continuación les mostramos una tabla donde aparecen las recomendaciones de
los aportes mínimos a cubrir con la dieta.
Tabla Requerimientos para las pollitas en fase de crecimiento en Cuba.
Tabla Valor proteico, vitamínico y mineral del pienso a consumir por el reemplazo de ponedoras según edad en semanas.
Proteínas 0-6 6-12 12-18 18-20 Minerales 0-6 6-12 12-18 18-20
Proteína(%) 18.0 16.0 15.0 17.0 Calcio(%) 0.9 0.8 0.8 2.0
Arginina(%) 1.0 0.83 0.67 0.75 P (%) 0.4 0.35 0.30 0.32
Gli+Seri(%) 0.70 0.58 0.47 0.53 Na (%) 0.15 0.15 0.15 0.15
Lisina(%) 0.85 0.60 0.46 0.52 K (%) 0.25 0.25 0.25 0.25
Metionina(%) 0.30 0.25 0.20 0.22 Mn (m/g) 90 30 30 30
Metio+C(%) 0.62 0.52 0.42 0.47 Mg (m/g) 600 500 400 400
Triptófano(%) 0.17 0.14 0.11 0.12 Fe (m/g) 80 60 60 60
Cu (m/g) 5.0 4.0 4.0 4.0
Zn (m/g) 40 35 35 35
Se (m/g) 0.15 0.1 0.1 0.1
La etapa de inicio (0-6 semanas) es la más eficiente en la conversión del alimento en peso
corporal, con el aumento de la edad empeora la conversión. Las dietas para cada fase de la
producción del reemplazo se formularán de ante manos a fin de garantizar el crecimiento
previsto. El NRC (1994) recomienda mantener los requerimientos energéticos para las primeras
6 semanas entre 2,860 y 2,970 Kcal/Kg, aun cuando el incremento en peso semanal se reduzca
como lo muestra la tabla siguiente.
Según Meijerjof (2006) la cantidad de alimento a suministrar a estos animales depende del peso
vivo, la composición del pienso, temperatura ambiente, y salud entre otras. Asegura que
cualquier incremento semanal en el suministro de alimento debe ser más o menos constante y
solo variarlo si es necesario. Recomienda no restringir la alimentación en las primeras 3
semanas de vida.
El crecimiento o aumento de peso de las gallinas ponedoras durante la fase de puesta es más
lento si se explotan en piso comparado con las jaulas. Las causas deben buscarse en la mayor
competencia social en los comederos y bebederos. La probabilidad de recuperar la capacidad de
crecimiento y de producción es poco probable en las gallinas que en las primeras 4 semanas de
puesta tuvieron bajos niveles de incremento en peso. Este bajo peso al inicio de la fase de
puesta trae como consecuencia: Pico de producción más bajo y Mayor mortalidad. Las
ponedoras marrones son más pesadas que las blancas y dan huevos marrones de ahí su
preferencia. Estos animales suelen pesar alrededor de 1,6 kg. a las 16 semanas de edad las
pesadas y 1,4 kg las ligeras y alcanzan el peso adulto unas 6 a 8 semanas después las pesadas
(1,9 a 2 kg.) y a las 30 semanas las ligeras (1,75 a 1,8 kg)
La curva de crecimiento de las ponedoras comerciales marrones fue estudiada por Parkinson,
Cranberg y Ng (2006) quienes aseguran que el biotipo más pesado produce más y más
temprano, son más persistentes, pico de puesta más prolongado y menor mortalidad y que las
ligeras, estas últimas no llegan a la madurez sexual a las 16 semanas, producen menos, tienen
mayor mortalidad y declinan rápidamente su producción después del pico
Para reducir el efecto negativo de la menor producción entre una y otra etapa de puesta en una
granja de ponedoras, así como para reducir el nivel del reemplazo puede emplearse la muda
como una alternativa viable. Esto permite reciclar las gallinas que llegan a la fase de decrepitud
con lo cual se mejora la rentabilidad de la granja y al reducir los gastos por la compra de menor
cantidad de pollonas para reemplazar. Uno de los métodos más empleado para provocar la
muda es el ayuno forzado, el cual es muy criticado por los defensores del bienestar animal.
También resulta beneficioso la mejora en la calidad del huevo ya que con el envejecimiento de la
gallina existe la tendencia de la albúmina a volverse delgada y acuosa, aspecto este que resulta
reversible con la muda, también la edad reduce el nivel de producción y la resistencia de la
cáscara todo lo cual mejora con la muda. El reemplazo total implica un alto costo, tanto se cría
las pollitas como si las compra, los huevos de las gallinas que ha mudado son más pesados y
valen más y además se reduce el tiempo entre una etapa de puesta y otra
El ayuno prolongado como método de muda forzada resulta cruel. Grieve (2006) hace referencia
a que en el 2004 La Asociación Americana de Medicina Veterinaria y una comisión del Congreso
de los EE.UU. adoptaron la medida de prohibir la muda por este método, medida que ha sido
considerada por La Asociación de Productores de Huevos de ese país.
Todas las gallinas ponedoras cualquiera sea su línea o genotipo puede ser obligada a mudar,
pero no todas responden de igual manera en el siguiente periodo productivo y también hay
diferencia en viabilidad, por lo tanto no es conveniente aplicar este procedimiento a la ciega ya
que existen líneas que no toleran la muda de forma satisfactoria. Por lo general la muda resulta
más fácil en la gallinas que ponen huevos blancos que en las que los ponen marrón, en estas
últimas no reducen su peso corporal tan rápido como se quisiera y muestran un mayor índice de
mortalidad en el proceso.
Existen diversos métodos de muda, el ayuno prolongado es el más efectivo dado que después
de 4 a 5 días sin ingerir alimentos las gallinas bajan los niveles de estrógeno, y comienza la
regresión del ovario y el oviducto proceso que concluye cuando la gallina ha perdido entre el 25 y
30 % del peso corporal lo cual puede alcanzarse entre el día 6 y el 12 del ayuno. Una vez
llegado al peso deseado se mantiene la alimentación para que no suba de peso ni muera.
Existen otros métodos menos efectivo como son la reducción del calcio dietético, el de la
reducción del sodio, el de la elevación del nivel del zinc dietético, cuando se eleva el nivel del
yodo en la ración, etc. Todos menos efectivos que la muda por ayuno, pero menos traumáticos.
aprovechamiento de los recursos y con ello una mayor competitividad, ofrece una mayor
racionalidad en el trabajo, ahorro en la inversión, mayor independencia del medio exterior y
mayor aprovechamiento del espacio. Mardoqueo (2001) asegura que este sistema es viejo y que
ya desde los años 30 del siglo pasado se venía empleando, al inicio con una gallina y luego con
muchas y en colonia. Actualmente la producción de huevos en jaulas rebasa el 85 % de la
producción mundial:
Se dificulta el manejo.
Hay más presencia de moscas.
Mayor inversión inicial por ave.
Huevos más frágiles.
Menor valor de las gallinas al descarte.
Resulta difícil la eliminación de las excretas.
No existe un tipo ideal de jauja. El que se debe escoger es aquel que nos permita los recursos
disponibles y tener en cuenta todas las variables. Las jaulas deben ser más anchas que
profundas, se pueden ubicar en un solo plano o varios, en forma de pirámide o verticales. Todo
esto exige naves más abiertas sin paredes laterales o cerrada si existe la posibilidad de controlar
el ambiente
Una producción rentable desde el punto de vista de la producción de huevos debe satisfacer las
demandas crecientes de la población y estar técnicamente avalada por ponedoras que resuman
una alta producción de huevos de buen peso y calidad, buena persistencia y viabilidad, además
de una buena eficiencia alimenticia. Para lograr la efectividad deseada en las ponedoras es
necesario unir a este alto potencial genético un manejo adecuado que incluye como es lógico
una correcta alimentación y condiciones de vida adecuadas.
Para alcanzar una buena ponedora será necesario disponer no solo de una base genética
adecuada sino también de un proceso de inicio y desarrollo acorde al objetivo propuesto, la
uniformidad requerida en tiempo y forma, permitirá la entrada a la producción de un lote parejo y
de buen desarrollo, capaz de alcanzar producciones altas y estables, alto pico de puesta, mejor
tamaño y calidad de los huevos producidos, unido a una buena persistencia y una alta viabilidad.
El sistema de crianza que se establece para las unidades de cría en el país está basado en el
principio zooveterinario de "Todo dentro-Todo fuera". Este principio se aplicará a bloques o
grupos de naves con aves de la misma edad o edades cercanas (21 días como máximo). La vida
productiva de las gallinas ponedoras suele terminar en Cuba a las 72 semanas de edad mientras
que en algunos países de Europa suele extenderse hasta las 90 semanas
la recomendación más frecuente para las naves que deben albergar a las ponedoras en esta
parte del mundo es que sean abiertas. La razón que explica esto es que estos animales, muy
perfeccionados genéticamente para condiciones climáticas controladas. solo puede desarrollarse
satisfactoriamente a temperatura entre 20 y 23 ªC, por encima de los 25 ªC pueden caer en
estrés y a más de 30 ªC pueden morir.
El control del ambiente en el gallinero implica proporcionar a los animales una temperatura
agradable para que puedan producir y crecer sin mayores problemas, en tal sentido lo mejor
sería construir naves cerradas donde podamos protegerlas de las inclemencias del tiempo, pero
esto encarece el proceso y no siempre se disponen de los medios para hacerlo ni los precios del
mercado garantizan ganancias para tan alto costo. Por lo tanto, lo recomendable será hacer
naves con las características siguientes:
Facilitadora de la evacuación del aire caliente y húmedo. Anchas, altas y largas, con el
techo inclinado (dos agua), preferiblemente de guano u otro material aislante y fresco,
lados abiertos con mallas antipájaros, piso de hormigón, cama de arena o paja, perchas
y cortinas cuando sea necesario y orientación espacial adecuada.
Con sombra natural en el entorno como para que el aire se mantenga fresco dentro de
las naves y sus alrededores.
Las nuevas gallinas ponedoras deberán ser enviadas a las granjas cuyas características difieren
en gran medida de las de los centros de reemplazo. Si la granja de ponedoras explota las
gallinas en el piso de paja entonces se recomienda no más de 7 gallinas por m 2 pudiéndose
aumentar si el piso es plástico (slat) y si se garantiza el bienestar animal puede aumentar la
concentración
Barrido de la nave.
Limpieza con agua a presión de: paredes, techos, malla metálica, cortinas,
pisos, cajuelas, pasillos y fosas sépticas.
Cumplidas las 18 semanas de edad, ellas deben tener un peso promedio de 1300 g y alrededor
de 104 mm. de largo en el tarso.
El peso corporal y el tamaño del tarso están estrechamente relacionados y muy asociados a la
alimentación de estas aves. Medir el largo del tarso tiene más dificultades, por eso se utiliza el
peso vivo por la correlación positiva que existe entre estos dos parámetros. Si el peso y la
uniformidad a las 6, 12 y 18 semanas de edad se alcanzan y se acompañan de un adecuado
programa de iluminación, las aves madurarán normalmente y comenzarán a poner en la edad
adecuada.
Para la alimentación de las ponedoras el proceso se divide en tres fases, la fase I va desde los
113 días de edad hasta las 44 semanas, este periodo se divide a su vez en dos etapas, la
primera va desde los 113 días hasta los 154 y la segunda desde los 155 días hasta las 44
semanas; la fase II de ponedora ve desde la semana 45 hasta la 58 y la fase III desde la semana
59 en adelante. Las recomendaciones sobre cómo alimentar estos animales en las diferentes
fases aparecen a continuación. Es recomendable aclarar que la fase de puesta debe comenzar a
más tardar en la semana 20 de edad que es la que se corresponde con la madurez sexual
normal bajo nuestras condiciones.
Tabla Requerimientos nutritivos, por fase, para ponedoras en Cuba.
Recomendaciones de los aportes mínimos a cubrir con la dieta después de los 112 días de
edad.
Ponedora I Ponedora II Ponedora III
EM kcal/kg de alimento 2800 2750 2750
EM Mj/kg de alimento 11,71 11,50 11,50
% de proteina 18,00 17,50 16,00
% de Calcio 3,800 4,000 4,500
% de P asimilable 0,400 0,400 0,350
% de metionina 0,400 0,380 0,360
% metionina + sistina 0,730 0,760 0,700
% triptófano 0,190 0,190 0,180
% treonina 0,650 0,650 0,550
% lisina 0,800 0,800 0,780
% de sodio 0,150 0,150 0,150
% de cloro 0,150 0,150 0,150
% de ácido linoléico 2,000 1,000 0,950
Para garantizar un adecuado consumo de pienso este debe suministrarse en dos comidas a
partes iguales por la mañana y por la tarde, así aumenta el consumo de los nutrientes necesarios
para el logro de un buen comportamiento productivo. Los valores recomendados aparecen en la
siguiente tabla.
En la etapa de ponedora las gallinas deben incrementar lentamente su peso de ahí la necesidad
de realizar el pesaje periódico. Los pesajes se realizarán tomando una muestra del 1 % en
diferentes lugares de la nave y siempre a las mismas aves, a las 20, 38 y 72 semanas de edad.
La muestra será con la representatividad y heterogeneidad requerida. Se pesarán las aves en
forma individual. Se controlará la evolución del peso vivo a partir del peso de los huevos
haciendo un pesaje por nave semanal de los mismos, tomando una muestra al azar del 5 % de
los huevos producidos en un día.
Desde el inicio de la puesta hasta rebasar el pico de puesta, las ponedoras consumirán el
pienso a voluntad. Primero un pienso que le hemos llamado Fase I con 16 % de proteína y
con 2650 a 2800 kilocalorías de energía metabolizable/kg de pienso. En esta fase es
importante utilizar calcio adicional(en casos en que las tasas de producción así lo aconsejan
y/o los niveles de incidencia de: fragilidad, roturas de huevos sin cáscara, excedan los
parámetros normales) el suministro de carbonato de calcio o conchilla de ostión, con
carácter preventivo, será a razón 2 g/ave/día (1/2 libra por saco de pienso) en horas de la
tarde ( después de 3:00 p.m.) y de ser posible también se tratará de incluir el 1 % de ácido
linoléico en la dieta, lo cual mejorará el tamaño del huevo.
Pasado el pico de puesta, los consumos diarios de nutrientes se deben variar, pues la gallina
a medida que envejece disminuye sus requerimientos de aminoácidos, por lo que se pueden
reducir los costos de la alimentación y abaratar el costo del huevo al final de la curva de
postura. En esta etapa las necesidades de calcio aumentan, y se hace necesaria la
suplementación del calcio en el comedero, el nivel de fósforo disminuye y se mejora la calidad
del huevo. De ahí que se plantee la conveniencia de suministrar, a partir de la semana 45
pienso Fase II, con 14 % de proteína y 2650 a 2750 cal de EM/kg de pienso, en función de la
declinación de la curva de postura.
Para la alimentación de las ponedoras el proceso se divide en tres fases, la fase I va desde los
113 días de edad hasta las 44 semanas, este periodo se divide a su vez en dos etapas, la
primera va desde los 113 días hasta los 154 y la segunda desde los 155 días hasta las 44
semanas; la fase II de ponedora ve desde la semana 45 hasta la 58 y la fase III desde la semana
59 en adelante. Las recomendaciones sobre cómo alimentar estos animales en las diferentes
fases aparecen a continuación. Es recomendable aclarar que la fase de puesta debe comenzar a
más tardar en la semana 20 de edad que es la que se corresponde con la madurez sexual
normal bajo nuestras condiciones.
Tabla Consumo de nutrientes diario esperado por gallina.
Semanas
Nutrientes 20-26 26-36 36-46 46-56 56 +
Proteína (g) 17.00 17.00 17.00 15.00 14.00
Metionina (mg) 370 390 390 380 350
Met. + Cistina (mg) 670 680 680 660 580
Lisina (mg) 800 820 820 760 720
Triptofano (mg) 175 175 170 165 160
Calcio (g) 3.40 3.40 3.60 3.65 3.85
Fósforo disponible (g 0.45 0.45 0.45 0.40 0.30
Energía M. (Kcal) 280 290 290 280 275
Diariamente se chequea el estado físico de las gallinas, su movimiento, respiración, estado del
plumaje, ojo, fiel, pico, patas, dedos, uñas, cresta y carúnculas, presencia de parásitos externos,
consumo de alimento y agua, crecimiento, nivel de producción de huevos y cualquier otro
comportamiento que resulte aberrante.
La iluminación en el gallinero.
Aunque las variedades de gallinas ponedoras de hoy son animales genéticamente altas
productoras de huevos, siguen siendo animales muy sensibles a la luz. La iluminación es un
factor de suma importancia en el manejo del gallinero la cual puede manipularse para maximizar
el peso corporal de las aves en crecimiento, el número de huevos, su tamaño y peso. La
variación en la longitud e intensidad de la luz del día afecta considerablemente el desarrollo y a
la producción de huevos de las gallinas. Por esta razón, es esencial el uso de una iluminación
adecuada durante las fases de crecimiento y producción para controlar la llegada a la madurez
sexual y obtener mayor número y tamaño de huevos. La madurez sexual se estimula
incrementando la longitud de la luz del día y se retarda si decrece ésta.
Los principios fundamentales que rigen el programa de iluminación para nuestras aves son:
a) No incrementar jamás la duración del día durante el período de cría de los pollitos.
En la primera semana de vida las aves recibirán 24 horas de luz. Después estas serán
sometidas a un régimen de iluminación de 14 horas diarias (luz natural más luz artificial) desde
las 2 hasta las 18 semanas de edad. La intensidad de la iluminación será de 10 - 15 lux ó 3.5
watt/m2. La intensidad de luz en la nave depende del número de lámparas, su tipo y altura.
A partir del inicio de la puesta recibirán 30 minutos adicionales de luz artificial cada 15 días, hasta
alcanzar las 16 horas luz al día, las cuales se mantendrán como régimen de iluminación hasta el
final de la vida productiva, menos de 12 horas de luz en las pollonas retrasan la madurez sexual
y con ello la producción de huevos. Si a las 18 semanas no se ha logrado el peso vivo de 1300 g
es recomendable continuar con el programa de iluminación (14 horas) hasta alcanzar este peso.
Más del 5 % de producción de huevos se debe lograr a las 20 semanas de edad, esto es lo que
corresponde a una madurez sexual normal bajo las condiciones de Cuba. Las aves deberán
consumir pienso para ponedoras tan pronto registren el 5 % de la producción
independientemente de la edad en que se produzca esto. A partir del inicio de la postura, el
consumo diario del alimento estará determinado, en primer término, por la producción de huevos.
Se deberá lograr además, un incremento en el peso de 1 g por huevo semanal en las 10
primeras semanas de producción ó 10 g totales de incremento en el peso de los huevos en este
período de tiempo, acompañado de un incremento de 300 g de peso vivo. La ración debe ser
capaz de hacer cumplir estos indicadores y contribuir a conservar la salud de las aves.
Uno de los problemas discutidos en relación con el bienestar animal está en la densidad de
gallinas por jaula. Los especialistas abordan este aspecto desde dos puntos de vista, uno
referido al confort y otro a la eficiencia productiva, los que apoyan mantener la densidad actual
solo justifican la menor cantidad de gallinas por jaula si el resultado productivo compensa las
pérdidas que se producen por la baja eficiencia en la alimentación, los que luchan por el
bienestar animal creen que esto será posible si el producto obtenido alcanza mejor precio.
Todo productor desea que sus gallinas pongan huevos de buen peso, sobre todo al inicio de la
puesta, si lo logra en las primeras 15 semanas después no tendrá que esforzarse pues el
tamaño y peso del huevo siempre será mayor a medida que la gallina crece y se desarrolla.
Las gallinas que más huevos producen los ponen menos pesados, los huevos puestos en la
mañana son más pesados que los puestos el resto del día.
Los principales factores que influyen en el peso y tamaño del huevo son: el valor genético del
animal, su peso corporal, la madurez sexual, las condiciones ambientales, algunos
medicamentos y contaminantes y la alimentación. El tamaño del huevo siempre ha sido una
parte considerada en la selección genética, esto está altamente correlacionado con el peso
vivo, las gallinas que producen huevos marrones (que son más pesada que las blancas)
producen huevos 2 o 3 gramos más pesados.
El peso vivo y la condición corporal de las gallinas son los factores que más influyen en el
peso y tamaño del huevo cuando la gallina alcanza la madurez sexual y en lo adelante, a
mayor peso de la yema mayor tamaño del huevo. Actualmente resulta difícil incrementar el
peso del huevo debido que en los últimos 20 años se ha trabajado en la reducción de la edad
en que la gallina alcanza la madurez sexual lográndose reducir en un día por año en los
últimos 20, por ello las gallinas llegan hoy a la madurez sexual con menos peso y por tanto el
peso del huevo al inicio de la puesta es más bajo, de ahí la recomendación de que para
mejorar este indicador será conveniente trabajar en la alimentación y el manejo de la
iluminación.
Las altas temperaturas unidas a la alta humedad relativa del aire reducen el consumo de
alimento y con ello el peso y tamaño del huevo. Por otro lado algunos medicamentos y
contaminantes pueden reducir el tamaño del huevo a través de la presencia de elementos
antinutricionales.
Según lo discutido hasta aquí se puede concluir que no es suficiente con disponer de los mejores
medios y equipos, así como con el personal más capacitado, será necesario que la actitud
personal de todo el que labora en esta rama se caracterice por un alto grado de compromiso
para el cumplimiento estricto de las normas técnicas y sanitarias establecidas; así como el
adecuado nivel de motivación y entusiasmo que respalden las adecuadas condiciones de trabajo
lo que redundará en más huevos y carne de pollo y de mejor calidad.
Tabla Producción de huevos esperada según valor genético y la carta tecnológica propuesta.
Ponedora L 33
Comportamiento de la Producción de huevos
Edad Indice de Huevo/ave Peso de
en Sem Postura % Sem. Acum. huevos (g)
18 4 0,34 0,34
19 12 0,90 1,24
20 18 1,32 2,56 48,0
21 35 2,51 5,07 48,7
22 38 3,91 8,98 50,0
23 70 4,96 13,94 51,5
24 78 5,52 19,46 52,5
25 86 6,08 25,54 53,7
26 89 6,29 31,83 55,0
27 92 6,50 38,33 55,8
28 93 6,57 44,90 56,6
29 92 6,50 51,40 57,2
30 92 6,50 57,90 58,0
31 92 6,50 64,40 58,2
32 92 6,50 70,90 58,6
33 91 6,43 77,33 59,1
34 90 6,36 83,69 59,5
35 90 6,36 90,05 60,0
36 89 6,29 96,43 60,2
37 89 6,29 102,63 60,5
38 88 6,22 108,85 60,8
39 89 6,22 115,07 61,0
40 87 6,15 121,22 61,2
41 87 6,15 127,37 61,4
42 86 6,08 133,45 61,6
43 86 6,08 139,53 61,8
44 85 6,01 145,54 62,0
45 85 6,01 151,55 62,2
46 84 5,94 157,49 62,4
47 84 5,94 163,43 62,6
48 83 5,88 169,31 62,7
49 83 5,88 175,19 62,9
50 82 5,80 180,99 63,0
51 82 5,80 186,79 63,2
52 81 5,73 192,52 63,4
53 81 5,73 198,25 63,5
54 80 5,66 203,91 63,6
55 80 5,66 209,57 63,8
56 79 5,59 215,16 63,9
57 79 5,59 220,75 64,0
58 78 5,52 226,27 64,1
59 78 5,52 231,79 64,2
60 77 5,45 237,24 64,3
61 77 5,45 242,69 64,4
62 76 5,38 248,07 64,5
63 76 5,38 253,45 64,6
64 75 5,31 258,76 64,7
65 75 5,31 264,07 64,7
66 74 5,21 269,28 64,7
67 74 5,20 274,48 64,8
68 73 5,14 279,62 64,8
69 73 5,14 284,76 64,9
70 72 5,08 289,84 64,9
71 72 5,08 294,92 65,0
72 72 5,08 300,00 65,0
Producción promedio anual de huevos por gallina alojada o por gallina promedio..
Conversión normal.
Peso promedio del huevo.
Índice de puesta.
Conversión masal.
Peso al sacrificio.
Duración de la ceba.
Viabilidad.
Mortalidad.
Consumo de alimento.
Conversión.
La producción de huevos anual por gallina se puede medir de tres formas diferentes: por gallina
alojada, cuando se consideran todas las que iniciaron el proceso de puesta (saldo inicial SI), por
gallina promedio, cuando se calcula a partir de la cantidad de gallinas promedio o sea de la
semisuma entre las que iniciaron el proceso y las que lo concluyeron (SF – SI)/2 y por últimos
cuando se mide solo con las gallinas que concluyen la puesta (saldo final SF). De las tres
formas, la que mide con mayor precisión los resultados es la primera, sin embargo para nuestros
análisis emplearemos solo la segunda por ser la empleada en nuestras granjas, la última la
desecharemos por ser muy imprecisa.
La producción de huevos anual de un gallinero depende, entre otros factores, del número de
gallinas que inicien el proceso y sobre todo de las que sobrevivan, así como la producción que
alcancen estas durante la fase de puesta. Al productor le conviene que la cantidad de gallinas
que sobrevivan durante el año de puesta sea alto, por ello lucha por garantizar condiciones
adecuadas para que el % de bajas sea pequeño ya que a más gallinas en el gallinero más
probabilidad de incrementar la producción. La disponibilidad de gallinas de alto valor genético
está garantizada en nuestros gallineros, por ello el mayor esfuerzo del productor está centrado
en crear las condiciones para que estas puedan mostrar su potencial productivo y alcancen un
alto índice de supervivencia, condiciones que se enmarcan en los criterios sobre la alimentación,
condiciones de tenencia, salud y manejo. Sin embargo, aun cuando el resultado productivo
pueda ser alto el balance costo- beneficio puede ser negativo de ahí la importancia del cálculo de
la conversión dado que el gasto en que se incurre por concepto de alimentación suele encarecer
el proceso considerablemente.
La producción por crianza o ceba, así como la producción anual de pollos cebados se mide en
toneladas de carne en pié, por lo tanto su valor depende del tamaño de la granja (capacidad de
crianza de cada nave y número de naves), del número de crianza que se logre en el año y el
peso vivo promedio que alcancen los animales al final de la ceba. Cada granja dispone de una
capacidad dada y la puede explotar en su totalidad o en parte, según los medios y recursos
disponibles, el comportamiento histórico de los indicadores productivos y las condiciones de
tenencia, de salud, la alimentación y el manejo son los aspectos a tener en cuenta a la hora de la
planificación. Si al final del proceso llega la mayoría de las aves que iniciaron la ceba y lo hacen
con el peso adecuado la producción será alta.
7. Permite aplicar la vinculación salarial a los resultados del proceso por su cantidad y calidad.
Existen otros muchos indicadores biológicos no tan inmediatos, pero de enorme importancia ya
que miden aspectos tales como la eficiencia reproductiva, y otros indicadores de marcado valor
genético, etc.
Indicadores económicos
También en este sentido existe un número grande de indicadores, pero los más empleados son:
Relación ingresos/costos.
Existe una relación directa entre el costo de producción y la relación entre los ingresos y los
egresos. Para las condiciones de Cuba, en algunas de las granjas donde se aplica un sistema de
producción de menor desarrollo y mínimo nivel de aseguramiento alimentario el costo por peso
se eleva lo cual conduce a un balance económico negativo.
Los controles suelen generar una enorme cantidad de datos que si no se usan adecuadamente
para mejorar el nivel de eficiencia, el tiempo y los recursos gastados para obtener estas
informaciones serán desperdiciados. La revisión periódica de estas informaciones permiten
detectar las variaciones de cualquier indicador por lo que para reducir estas variaciones será
necesario identificar las causas para poder minimizar sus efectos. Las variaciones son las
causas de numerosos alteraciones menores individuales (unas veces para bien y otras para mal)
y pueden eliminarse como tendencia general. Cualquier variación es aceptable solo si el costo de
reducirla no excede el beneficio proyectado.