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SALIR DE PRISION: LA OTRA

CONDENA

En este comentario sobre la situación perniciosos que provoca la estancia en


de las personas encarceladas a su salida prisión y que son más intensos en función
de prisión, el autor expone las principales de muy diversos factores como por ejem-
necesidades del ex-recluso, aporta datos plo el tiempo de estancia en prisión, el ré-
referentes a estas necesidades extraídas gimen de vida al que haya estado some-
de un estudio realizado en 1991, y ofrece tido, la edad de la persona encarcelada, la
algunas recomendaciones para afrontar existencia de apoyos personales y/o fa-
con éxito la excarcelación. miliares fuera de la prisión, la madurez
psíquica de la persona así como su ca-
pacidad económica, etcétera.
Tras la constatación del fracaso de los La cárcel ha supuesto un proceso de
programas de «tratamiento penitenciario» desidentificación personal y de reidentifi-
vinculados a las ideologías de la resocia- cación con valores y hábitos propios de la
lización penitenciaria que estuvieron de subcultura carcelaria que impone condi-
moda en los años 60 y 70 (Martinson R., ciones de vida anormalizadoras, caracte-
1974) y que comienzan a entrar en crisis rísticos de una institución segregativa de
en la década de los 80, se confirma la ne- exclusión social (Goffman E., 1984).
cesidad de plantear un modelo de ejecu-
ción penal fundamentado en la privación La «clientela» habitual de la cárcel o,
de libertad respetuoso con los derechos dicho de otro modo, la gran mayoría de
legalmente tipificados de las personas las personas que son sancionadas con pe-
presas, con el fin de evitar lo más posible nas privativas de libertad, responden a un
los efectos desocializadores de la reclu- perfil sociológico bien definido. Efectiva-
sión, así como el plus de penosidad que mente, entre el 70 % y 80 % de las per-
supone el incumplimiento de las normas sonas encarceladas son reclutadas de en-
contenidas en la legislación sobre las con- tre los sectores socio-económicamente
diciones en las que ha de ejecutarse esta desfavorecidos, y están encarceladas por
pena. Así lo expresan las normas euro- delitos menores contra la propiedad y
peas mínimas del Consejo de Europa so- contra la salud pública tales como robos
bre trato a presos y detenidos de 1987, y hurtos o tráfico a pequeña escala con
cuando plantean la necesidad de respetar drogas ilegalizadas (Manzanos C, 1991).
los principios de mínima intervención y la
idea de evitar la desocialización mediante Esto no quiere decir que la delincuen-
el establecimiento de dispositivos para cia sea patrimonio de la pobreza. Ni mu-
garantizar el cumplimiento de los dere- cho menos. Tan sólo significa que en el
chos recogidos en la legislación. proceso de selección de la delincuencia
convencionalizada, en la construcción so-
El primer reto con el que se encuentra cio-penal del «problema del delito» po-
una persona al salir de prisión es luchar demos constatar la identificación de de-
contra los efectos de la prisionización, en- lincuencia, no sólo, pero si de un modo
tendida como los efectos iatrogénicos y relevante, con pobreza (Manzanos C,
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1991). Por lo tanto la existencia de proble- socializador, sino por el contrario como
mas penales en los sectores sociales em- un lugar donde la desocialización y pér-
pobrecidos es una circunstancia que agra- dida de sentido de la realidad exterior ne-
va aún más su situación objetiva y cesita de mecanismos y apoyo humano
subjetiva de marginación social. exterior que contribuya a que la salida de
prisión no sea en unas condiciones tales,
Salir de la cárcel nunca ha sido fácil; que por otra parte son las habituales,
hoy tampoco. Es una situación dura con donde el abandono, la falta de ayuda y, en
grandes dificultades para la persona que definitiva, el choque que supone la salida,
ha pasado por prisión y que casi siempre siembren la semilla de un nuevo ingreso
se acompaña de un importante empobre- en prisión debido a la comisión de nuevos
cimiento y deterioro. No sólo se es pobre delitos.
porque se entra y se sale sin dinero.
Cuando se sale, la pobreza es además de Antes de salir de prisión, interesa sa-
ideas, de miras, de amigos. Es bastante car las pertenencias y documentación:
frecuente salir con menos salud que se te- D.N.I., cartilla seguro, carné de conducir,
nía al entrar. Es como si la condena no se etc., teniendo a punto los resguardos de
limitase a privar de libertad; la condena las cosas depositadas al entrar, y en caso
debe enfermar al que pasa por una cárcel, de que algo no aparezca, han de recla-
debe quitarle la capacidad de comunicar- marse. Es importante además tener los
se con otras personas, reducir al indivi- certificados y títulos de cursos, activida-
duo hasta el punto que no se crea eso: des, etc.; los papeles de juzgados, espe-
individuo, persona, único, valioso, irre- cialmente sentencias cumplidas y notifi-
petible (Ambit, 1997). caciones de causas que se tengan en
libertad como preventivo, el certificado de
La autoestima suele estar baja, muy permanencia en prisión para el INEM y el
baja, tan baja como para ver una montaña certificado de cumplimiento de la conde-
el mero hecho de acercarse a una oficina na (estos dos los dan al salir; si se sale en
del INEM, ni muchísimo menos para in- condicional, sólo darán el primero).
tentar plantearse una entrevista para bus-
car trabajo. Preguntar a alguien por una Además, si se ha seguido un trata-
calle o por un autobús pasa inevitable- miento que se necesita mantener fuera,
mente por una mirada acompañada de es necesario pedir al médico los informes
miedo, culpa y la inevitable pregunta: ¿se que facilitarán los trámites en el centro de
me notará que estuve allí? La cárcel, pa- salud u hospital. Lo mismo si se padece
labra cada día más en desuso, se ocupa enfermedad crónica, para facilitar la tra-
de enseñar el miedo, inculcar muy aden- mitación de una minusvalía y posible pen-
tro la idea de que el castigo es lo que me- sión no contributiva. Por último también
recías y mereces, que poco bueno se pue- es importante recoger toda información o
de esperar de ti (Ambit, 1997). direcciones que se hayan conseguido du-
Sin embargo, resulta muchísimo más rante el internamiento y que puedan ser
viable cambiar las condiciones de vida útiles fuera.
fuera de la prisión que dentro de ella, por
eso, articular lugares, programas, recur-
sos y, sobre todo, contar con personas 2. NECESIDADES BASICAS DE LA PER-
cercanas que animen y apoyen a la per- SONA PRESA A LA SALIDA DE PRI-
sona en el difícil momento en que sale de SION
la cárcel, es una forma muy eficaz y po-
sible de conseguir luchar contra los efec-
tos de las medidas penalizadoras que no Los datos e ideas que aquí exponemos
hacen sino sangrar las heridas y sobre están recogidos de las investigaciones
todo luchan para sortear las condiciones empíricas que sobre la situación social de
sociales y personales que le impiden lle- las personas presas y sus familias ha rea-
var una vida en libertad con expectativas lizado y publicado quien suscribe este
de futuro. artículo (Manzanos C, 1991). En el mo-
mento de salir de prisión, tres necesida-
des son imprescindibles para disponer de
las garantías mínimas de reintegración
1. PREPARACION DE LA SALIDA
social. Estas tres cuestiones son funda-
mentales como indicadores de la situa-
El apoyo a las personas encarceladas, ción personal y social que se va a encon-
tiene sentido desde la perspectiva no de trar la persona excarcelada: en primer
considerar la cárcel como un espacio re- lugar, tener a alguien esperándole a la sa-
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lida (familia, pareja...); en segundo, dis- de ello es que muchas de estas personas
poner de una vivienda donde residir; y en cuentan con más de un ingreso y, en el
tercer lugar, tener un trabajo para buscar- caso de las personas extranjeras, son fi-
se la vida por medios legales. nalmente expulsadas.
En relación con nuestra población ob- Hemos de preguntarnos: ¿cuáles son
jeto de estudio obtenemos los siguientes las condiciones positivas que pueden in-
datos: cidir para evitar el reingreso en prisión, y
de este modo hacer efectiva la posibilidad
En primer lugar, la gran mayoría se
de reintegración social? Las necesidades
encuentran en situación de desempleo al
mayoritarias con vistas a la reinserción
salir de prisión; es decir, que no han con-
social, como condiciones imprescindibles
seguido un trabajo con vistas a su rein-
para que el componente que ha sido acu-
corporación en la sociedad, ni a través de
sado o sentenciado a una pena privativa
su familia, ni de las instancias penitencia-
de libertad no vuelva a reingresar en pri-
rias responsables de este tipo de activi-
sión, son las siguientes:
dades tal y como lo establece tanto el
mandato contenido en el art. 25.2 de la — Necesidad de un trabajo (dimensión la-
Constitución en relación con el derecho al boral): entendiendo como tal un tra-
trabajo y a los beneficios de la seguridad bajo que le aporte una estabilidad e in-
social —trabajo penitenciario entendido dependencia económica y una ocupa-
como dentro o fuera de la prisión— (De la ción productiva de una parte de su
Cuesta J.L., 1989), como en otros artículos tiempo.
de la legislación específicamente referi-
dos a la responsabilidad de la administra- — Alguien con quien compartir su vida
ción de facilitar un trabajo como medida (dimensión socio-afectiva): es decir, te-
reinsertadora. ner la posibilidad de constituir una fa-
milia adquirida o simplemente estable-
Así el Reglamento Penitenciario ac- cer lazos afectivos estables y consis-
tual, contempla en el caso de los libera- tentes que contribuyan a su equilibrio
dos condicionales (hemos de tener en psico-afectivo.
cuenta que la mayoría de los penados sa-
len en libertad condicional) la obligación — Tener dinero (dimensión económica):
de la administración de «en caso de no se refiere a la posibilidad de disponer
disponerse de un puesto de trabajo, se in- de bienes y servicios para atender ne-
dicarán las gestiones realizadas para en- cesidades materiales básicas.
contrárselo». — Apoyo familiar (dimensión familiar):
En segundo lugar, la mayoría dispo- supone el reforzamiento de los lazos
nen de vivienda y de alguien que les es- con los miembros de su hogar ante las
pera a la salida (normalmente su familia). situaciones de desvinculación y conflic-
Aproximadamente una de cada diez per- to que han deteriorado la vida familiar
sonas recluidas, no tienen vivienda a la como núcleo de pertenencia y de refe-
salida, se encontrarán en la calle. Ade- rencia primario.
más, en parecidas proporciones, no tie-
nen a nadie esperándoles, por tanto, es- — Dejar la droga (dimensión socio-sani-
tarán totalmente solas sin ningún apoyo taria): entendiendo por tal la deshabi-
familiar, afectivo o humano, teniendo que tuación en el consumo y dependencia
recurrir a las instituciones asistenciales de de las llamadas drogas duras (heroína,
tipo privado o público. cocaína...) y del alcohol.

Por último, algunas personas salen de — Cambiar de grupo de relaciones pri-


prisión hacia una situación de total aban- marias no familiares (dimensión am-
dono, cifra que es cada vez mayor puesto biental): hace referencia a la inclusión
que es la situación que viven muchas de en círculos de relación donde priman el
las personas presas procedentes de otros tipo de actividades cotidianas vincula-
países, sobre todo del Sur y del Este. Se das a la actividad delictiva o paradelic-
encuentran sin trabajo, sin vivienda y sin tiva y al consumo de drogas (colegas
nadie esperándoles a la salida. Este es un drogodependientes, camellos, socios
colectivo, aunque bajo porcentualmente, de «trabajos», etc.).
relevante desde el punto de vista del de- — Alguien que le ayude a reconstruir su
terioro de su situación social, y sobre vida (dimensión educativa, terapéutica
todo, son personas sin posibilidades ob- y asistencial): supone la necesidad de
jetivas (laborales, económicas, afectivas) un apoyo personal, profesional o ins-
de eludir el reingreso en prisión. Prueba titucional mediante un tratamiento
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(educativo, médico, ocupacional, sico- ceras partes de las familias. Supone una
lógico...) con vistas a llevar un progra- especial preocupación por la realidad es-
ma integral de tipo rehabilitador que pecífica de drogodependencias que afecta
incida en la transformación de las coor- aproximadamente a las dos terceras par-
denadas personales y sociales en las tes de personas sobre las que recae la
que se desarrolla su vida actual. sanción privativa de libertad.
Una vez enumeradas las necesidades, Posteriormente, en un segundo plano
vamos a cuantificarlas y ordenarlas de destacan otras necesidades que aun sien-
mayor a menor frecuencia con el fin de do también de tipo instrumental como el
establecer una jerarquía de prioridades en trabajo, el apoyo familiar o la deshabitua-
función del peso específico de cada una. ción a las drogas, son necesidades más
Observemos a priori que todas ellas son específicas que suponen cambios más
necesidades que se dan en más de la mi- concretos en relación con la ausencia o
tad de la población. presencia de determinadas figuras refe-
renciales: pareja, grupo de relaciones pri-
Las necesidades de primer orden para marias, «educadores» (psicólogos, médi-
hacer efectivo el proceso de reinserción cos, asistentes sociales, terapeutas...).
social, son fundamentalmente tres:
En cierto modo, estas personas y fi-
Primero, la reintegración laboral es la guras profesionales son contempladas
necesidad más importante, vinculada a la como medios o canales a través de los
posibilidad de desarrollar un trabajo es- cuales van a obtener refuerzos positivos o
table, y de reunir previamente para ello negativos para conseguir solucionar al-
las condiciones necesarias para hacerlo gunos de los problemas de rango mayor
posible: disposición y expectativas de tra- (desempleo, drogodependencia, delin-
bajar, entrenamiento y experiencia labo- cuencia, conflicto familiar, etc.).
ral, cualificación técnica y formación aca-
démica o profesional. Por último, la dimensión económica,
referente a tener dinero para afrontar las
El hecho de que esta población se vea necesidades básicas es un problema que
afectada por la falta de acceso al mercado vivencian casi la mitad de las familias
de trabajo, y este sea un problema fun- como condición para la reintegración so-
damental tanto antes de ingresar como cial de su componente encarcelado, y en
cuando salen de prisión, tiene su expli- este sentido establecen una relación di-
cación en las propias funciones sociales recta entre su situación de penuria eco-
del sistema punitivo penitenciario que se nómica y la comisión de hechos delicti-
aplica —y trata de ser un mecanismo de vos.
inculcación de la disciplina social— a
aquellos sectores sociales que no son dis- No obstante, hemos de tener en cuen-
ciplinados por otras vías como la fábrica, ta que la penuria económica, en algunos
la escuela o la familia (Melossi D. y Pa- casos, puede venir ocasionada por la ca-
varini M., 1987). rencia de dinero para afrontar los gastos
derivados de problemas económicos aña-
Segundo, la recomposición familiar, didos que ocasiona la drogodependencia
manifestada como necesidad de apoyo o el despilfarro económico, por citar dos
familiar y por tanto como carencia de este ejemplos relevantes; pero en cualquier
apoyo, se nos presenta en casi las tres caso, esta última afirmación no se cons-
cuartas partes de la población encarcela- tata empíricamente, al menos en el caso
da. Es un indicador que se decanta en el de las drogodependencias, dentro del co-
mismo sentido que una de las hipótesis lectivo de presos drogodependientes que
básicas de esta investigación: la inciden- manifiestan la necesidad de dejar la droga
cia de la aplicación de penas de prisión en como una de las condiciones para su rein-
la desvinculación familiar. Las propias fa- serción social.
milias consideran necesario el apoyo fa-
miliar, bien por ser inexistente, habién- En relación con estas dificultades con
dose deteriorado las relaciones en el las que esperan encontrarse los presos a
hogar, bien por considerar necesario un la salida, cabe destacar su paralelismo
reforzamiento de los lazos dado que éstos con los resultados obtenidos en las inves-
se han debilitado durante el tiempo en tigaciones de autores como B. Maelicke
que ha permanecido un familiar recluido. (1977). Este autor mide asimismo factores
como el trabajo, la familia, la vivienda y la
Tercero, el tratamiento socio-sanitario, situación afectiva, con indicadores para-
relacionado con la necesidad de dejar las lelos a los nuestros, obteniendo resulta-
drogas, problema que afecta a las dos ter- dos similares.
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3. NECESIDADES ACUMULADAS Y DIFI- Y estas dificultades van a ser mayores
CULTADES DE REINTEGRACION SO- a medida que el proceso histórico perso-
CIAL nal y familiar ha llegado a cotas mayores
de marginación, es decir, a medida que
las necesidades objetivas para la reinte-
El proceso de reintegración social va a gración se han acumulado. Hemos de te-
depender directamente del grado y for- ner en cuenta diversos aspectos si que-
mas de desarraigo social que se presen- remos evitar el reingreso en la cárcel, en
ten en la vida del individuo. Ya hemos de- función del grado de acumulación de los
finido y caracterizado éstas en el apartado problemas que se le plantean al preso.
anterior, pero aún nos resta precisar la
medida y evolución de éstas dificultades, Podemos distinguir tres grados de
consideradas hasta el momento de forma acumulación de necesidades que inciden
aislada. Se presentan en los mismos in- en la posibilidad o no de reintegración al
dividuos y familias, y por tanto son ade- salir de prisión:
más dificultades acumuladas.
Lógicamente, a medida que un sujeto 3.1. Sin dificultades exógenas para la
esté afectado por una sola de estas ne- reintegración
cesidades (trabajo, dejar las drogas...) su
proceso de reintegración será mas fácil y La de aquellas familias que a la salida
su nivel de desarraigo menor. Por el con- de prisión de su componente excarcelado
trario, una persona que presenta todas las se encuentran en condiciones objetivas
necesidades y por tanto problemáticas óptimas para su reintegración: sin proble-
apuntadas, presentará un alto grado de ma de drogodependencia, sin conflictos
desarraigo social; su proceso de reinte- graves en el hogar, con un relativo equi-
gración será mucho mas difícil, puesto librio afectivo con el excarcelado, etc. Es-
que tanto su situación actual como las tas familias representan aproximadamen-
condiciones objetivas necesarias para la te el 2,5 % del total.
normalización de su vida social, son muy
desfavorables. Son por tanto tan sólo una de cada
cuarenta las personas que no tienen estos
El dato general de partida es la exis- problemas de reintegración social a la sa-
tencia de una mayoría aplastante de per- lida. Estas personas únicamente tendrán
sonas que al salir de prisión plantean al que afrontar los problemas derivados de
menos una de las necesidades apuntadas los efectos nocivos de la estancia en pri-
para hacer posible su proceso de reinte- sión (imagen social, choque psicológico
gración social y evitar el reingreso en pri- que produce la salida, readaptación am-
sión. Muy pocas manifiestan no tener nin- biental del familiar liberado... .
guna de las necesidades anteriores y por
tanto, su proceso de reinserción depende
de otras consideraciones. 3.2. Condiciones favorables para la rein-
No deja de resultar esclarecedor hacer tegración
explícitos los problemas sociales de las
personas recluidas cuando salen de pri- Nos referimos a aquellas personas
sión para comprender la necesidad de que a la salida de la prisión únicamente
crear condiciones exteriores al sujeto están afectadas por una de las distintas si-
para hacer posible su reintegración social, tuaciones problemáticas arriba conside-
entre las que posiblemente se encuentra radas; consecuentemente esto significa
la eliminación de la acción nociva de la que las posibilidades para neutralizar y
estancia en prisión. atender esa necesidad específica sean
mucho mayores. En esta situación se en-
Pero más que tratar de abarcar el total cuentra entre un 5% y un 10% del total de
de factores que inciden en el desarraigo personas excarceladas y, por tanto, es
social o que concurren en la explicación una situación que afecta a una de cada
total del hecho delictivo —cuestión ésta, veinte familias.
por otra parte, altamente compleja—, va-
mos a centrarnos en las dificultades so-
ciales de la persona para hacer posible su 3.3. Condiciones desfavorables para la
reintegración dentro de los parámetros de reintegración
lo que se considera una «vida normaliza-
da» desde un punto de vista laboral, eco- Hemos tipificado en este apartado a
nómico, familiar o afectivo. aquellas familias del excarcelado donde
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se presentan de forma acumulada tres si- pérdida de expectativas de encontrar un
tuaciones problemáticas. En este sentido, trabajo y de disposición a realizar estu-
suele ser frecuente que existan conjunta- dios académicos o de formación profesio-
mente problemas de reintegración labo- nal.
ral, recomposición familiar o tratamiento
socio-sanitario. A este grupo pertenecen Sobre la problemática de reintegra-
entre el 20 % y el 25 % de las familias, es ción laboral, apunta R. Bonal (1985: 319):
decir, una de cada cinco personas al salir «La situación laboral del exrecluso, viene
de prisión. determinada por una fuerte inestabilidad
personal y social; la estancia en prisión lo
ha sometido a una forma de ser tal que,
en cierta forma, lo incapacita para asumir
3.4. Condiciones muy desfavorables para una disciplina laboral con regularidad y
la reintegración
una débil búsqueda personal de seguri-
dad a través de la misma actividad labo-
Cuando presentan al salir de prisión ral».
un alto grado de acumulación de necesi-
dades; este grupo se ve afectado por cua- Las predisposiciones influyen en gran
tro o más problemas. Este es un sector medida en la falta de experiencia norma-
con condiciones objetivas de alto riesgo lizada de trabajo estable que, según se
de reincidencia dada la presencia de una cronifica, es un elemento crucial de repro-
gran multiplicidad de factores de desa- ducción de la delincuencia, pues trae con-
rraigo. Representan alrededor del 70 % de sigo, como forma de vida, la introducción,
la población y son por tanto dos de cada o si ya participaba, la inclusión cada vez
tres personas que salen de prisión. Las si- mayor en las redes de economía marginal
tuaciones más frecuentes son las dificul- de tipo delictivo. Introducción en calidad
tades de trabajo, de apoyo familiar, dro- de mano de obra, no en puestos de pri-
godependencias y los problemas afecti- vilegio en las mismas. Como «trabaja-
vos o de relaciones primarias. dor», no como «capital» o como «contra-
tante».
Resulta especialmente interesante
profundizar en la relación existente entre Nuevamente la implicación en activi-
el número de ingresos en prisión y la acu- dades ilegales perseguidas por la maqui-
mulación de necesidades a la salida de naria del control formal y, más específi-
prisión. Dos de cada tres hogares, son fa- camente, el carácter selectivo de la perse-
milias cuyo componente encarcelado ha cución policial y penal, que controla es-
ingresado al menos dos veces en prisión. pecialmente a aquellos sujetos con ficha
Observamos también cómo a medida que y antecedentes policiales y penales, con-
aumenta el número de ingresos, lo hace
tribuye a que estos jóvenes sean reabsor-
el número de necesidades acumuladas a
bidos una y otra vez por los sistemas del
la salida de prisión. Parece existir una re-
lación significativa entre número de ingre- control policial y penal y, en consecuen-
sos y acumulación de necesidades a la sa- cia, reingresen en prisión.
lida de prisión. Podemos sugerir que la Los aparatos de control social direc-
aplicación reiterativa de penas de prisión, tamente coercitivos, consiguen además
incide negativamente en las posibilidades inculcar al sujeto el rol social de «delin-
o condiciones objetivas necesarias para la cuente» mediante las modernas técnicas
reintegración social, siendo la privación propias de la aplicación de las teorías
temporal de la vida social en el exterior conductistas en la organización de los sis-
un factor de desarraigo a la salida. temas de control, de entre los que destaca
la prisión (Cohen S., 1988: 208 y ss).

4. CRONIFICACION DEL DESARRAIGO A Aquí se cierra el circuito de reproduc-


LA SALIDA DE PRISION ción tanto objetiva como subjetiva de la
marginación laboral criminalizada. Obje-
Todos los factores condicionantes an- tiva, por el conjunto de circunstancias
teriormente apuntados provocan la falta apuntadas que concurren. Subjetiva, por-
de posibilidades reales de realizar una ac- que el propio individuo es víctima de la
tividad laboral a la salida de prisión y, instrumentalización social de su papel de
además, van creando en la persona una delincuente, y se comporta como el per-
serie de predisposiciones y actitudes sub- sonaje que se le ha asignado en la socie-
jetivas contrarias a su integración laboral. dad.
Estas se caracterizan por la progresiva CÉSAR MANZANOS BILBAO
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