Piceno Hernández Elizabeth

Romance de la luna
Este es un poema que encontramos en la obra “Romancero Gitano” de García Lorca. Es un
poema que se caracteriza por la lírica del romance, incorpora metáforas y personificaciones.
Narrando la historia del romance entre un niño gitano, que desencadena en la muerte.
Este romance refiere la visita de la luna a la tierra y la forma misteriosa en ella inspira la
naturaleza mortal del hombre que lo lleva inevitablemente a sucumbir ante lo inalcanzable
y lo desconocido. La luna desciende a la fragua con todas sus ornamentas, haciéndose
presente en el mundo de los gitanos.
La frase “Polisón de nardos” hace referencia a la blancura seductora y hermosa de la luna.
Siendo esto lo que llama la atención del niño quien la mira fascinado; a través de la
repetición “la mira, mira” muestra la naturaleza infantil, y como esta se caracteriza por ser
contemplativa ante lo bello o desconocido. La luna para García Lorca simboliza la muerte.
Sin embargo esta luna se aparece ante el niño como hermosa, seductora, amable puesto que
su movimiento conmueve inclusive al aire, muestra sus brazos, los abre como una madre
protectora, ofreciendo sus senos como proveedora y madre.
La luna se ha dejado llevar por su naturaleza mortal que es parecida a lo del humano, en
afán de totalidad ha conquistado al niño, en esta poesía deja verse en cierta manera como
un ser mítico.
El niño sugiere que huya, dando cuenta de que algo trágico ha pasado, puesto que le
advierte “-Huye. Luna, luna, luna” Si vinieran los gitanos harían con tu corazón collares
y anillos blancos. Lo cual deja ver el suceso que ha provocado la luna en la tierra, que es
tanto como un crimen, y que si los gitanos la hiciesen pagar por ello, la destrozarían. Esta
luna se regocija ha concluido su romance, puesto que desea bailar ante su triunfo.
-Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos
Te encontraran sobre el yunque
Con los ojillos cerrados.

Se enmarca con más fuerza la tragedia acontecida, puesto que se nombra a un jinete que se
acerca tocando un tambor, lo que puede ser un anuncio a los demás gitanos para reunirse.
Haciendo una metáfora sobre su aspecto físico y el entorno de ensueño que los caracteriza,
se refiere a los gitanos “Por el olivar venían, bronce y sueño”, los gitanos.

“Las cabezas levantadas y los ojos entornados” nos muestran su reacción ante los hechos,
el orgullo y la necesidad de investigar la verdad, y negándola al mismo tiempo. Sabemos
que el niño se ha marchado con la luna, que ha muerto puesto que la zumaya es un ave
nocturna que es considerada de mal a agüero.

Finalmente los gitanos lloran, dentro de la fragua, donde la muerte se ha hecho presente, y
ahora es el aire quien la vela, lo cual puede ser visto como el vacío que deja la muerte. Y es
el aire ahora quien tan solo se encuentra en la fragua.