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Universidad del Tolima

Año 2014
Volumen 13 Nº 26
issn 1657-9992
Nº 26

Primer semestre 2014

Revista de filosofía, política, arte y cultura

Centro Cultural de la Universidad del Tolima


Revista del Centro Cultural de la Universidad del Tolima.

Rector
Dr. José Herman Muñoz Ñungo

Director
Julio César Carrión Castro

Editor
Johan Sebastían Gutiérrez Mosquera

Consejo Editorial
Boris Edgardo Moreno
César Augusto Fonseca Árquez
Gabriel Restrepo Forero
Javier Vejarano Delgado
Jeison Mauricio Herrera Valdés
Manuel León Cuartas
María Angélica Mora Buitrago
María Victoria Valencia Robles

Diseño y diagramación
Leonidas Rodríguez Fierro

Impresión
León Gráficas Ltda.

Tiraje 2.000 ejemplares

Dirección postal: Centro Cultural Universidad del Tolima Barrio Santa Helena - Ibagué
Teléfono: (+)57-8-2669156 - Ibagué
Correo electrónico: ccu@ut.edu.co


Tabla de contenido
Carta del editor............................................................................................................9

Sobre Zuleta
Notas sobre un lector.................................................................................................15
José Zuleta Ortiz

La lectura en el pensamiento de Estanislao Zuleta......................................................23


Alberto Valencia Gutiérrez

Zuleta: el amigo y el maestro......................................................................................29


Eduardo Gómez

Prólogo a Thomas Mann, la montaña mágica y la llanura prosaica................................43


El filosofar de Estanislao Zuleta y el marxismo...........................................................63
Pablo Guadarrama González

Estanislao Zuleta: Criticismo total.............................................................................87


Luis Ernesto Lasso

La amistad y el saber: Estanislao Zuleta....................................................................109


William Ospina

El arte y Estanislao Zuleta........................................................................................123


María Victoria Valencia Robles

Entrevistas
La educación: un campo de combate........................................................................131
Hernán Suárez J.

No soñar revoluciones. Elecciones o abstención: Una disyuntiva miserable...............145


Equipo periodístico de la Revista Alternativa

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


Sobre la novedad del pensamiento Marxista.............................................................155
Ramón Pérez Mantilla

Textos de Zuleta
Kant y la democracia................................................................................................169
A la memoria de Martin Heidegger..........................................................................179
Homenaje a Goethe:. El amor y el matrimonio en Las afinidades electivas.................195
Franz Kafka y la modernidad...................................................................................207

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Tolle lege
Comentarios a Viaje a pie de Fernando González.....................................................221
Estanislao Zuleta Ferrer

Una voz que se apagó en las llamas...........................................................................223


José Zuleta Ortiz

El imaginario de progreso y civilización en la región de Sumapaz 1880-1940:


El vestido, la educación y la religión.........................................................................227
Julieth Paola Correa Duarte

Algunas obras de Estanislao Zuleta...........................................................................243


Centro Cultural de la Universidad del Tolima

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Aquelarre PRIMER SEMESTRE de 2014. Número 26

Universidad del Tolima


Año 2014
Volumen 13 Nº 26

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


issN 1657-9992

Portada: Estanislao Zuleta, su hijo José Zuleta Ortiz y Yolanda González, Cali, 1965

Hemos ilustrado este número con la obra pictórica de Débora Arango, paisana y
contemporánea de Estanislao Zuleta

Aquelarre, revista no venal, editada por el Centro Cultural de la


Universidad del Tolima.

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Carta del editor

Un viaje por iniciar

Se rompió la rutina de una amarga resignación y ahora puede brotar libre-


mente una renovadora, una santa indignación. Y de la dispersión mecánica de
nuestras vidas, en los dormitorios y puestos de trabajo, surge la comunidad, la
asamblea que delibera, grita, teme y calcula. Ahora no es necesario aturdirse
de fútbol y de alcohol, porque el pensamiento se ha vuelto interesante y útil
y ha dejado de ser simple incremento del dolor de nuestras vidas que solo le
agrega la conciencia de su insensatez.

Estanislao Zuleta

E
n el año 1935 nació en Medellín lugares y tiempos que compartía con
Estanislao Zuleta, el gran pensa- sus amigos, su familia y sus estudiantes,
dor colombiano que hizo de la elevando su sólida figura de hombre de
palabra su principal arma de combate, palabras, acciones e ideas. Todo eso era
en contra de la permanente domina- el maestro.
ción que trae consigo la ignorancia. Su
juventud fue cruzada por las incompren- Zuleta fue un hombre que se dedicó al
siones de sus profesores de escuela, sus pensamiento, que se construyó y aceptó
encuentros con grandes maestros, como a sí mismo, en la ardua tarea de pregun-
Fernando Gonzalez, el filósofo de a pie, tar, aprender y desaprender el mundo,
además de los innumerables intelec- en toda su complejidad. Nunca guardó
tuales y artistas del mundo con los que temor por decir lo que pensaba, pues

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compartía dudas y disertaciones en sus sus críticas, pulsantes y certeras, no
permanentes lecturas. escatimaban argumento alguno, para
confrontar todo lo que limitara el pen-
Con el paso de los años el carácter arries- samiento libre y condujera al hombre,
gado del maestro lo llevó a constituirse a mantenerse en un estado de heterono-
como un autodidacta, un hombre feliz mía, de minoría de edad.
y enamorado de la lectura, el arte, la
literatura y la música, que configuró su Al escuchar y leer a Zuleta, sus con-
propia forma de ver el mundo, criticarlo tradictores y críticos levantaron sus
cuestionarlo y transformarlo. discursos e hicieron uso de sus plumas,
para desvirtuar al maestro, llamándole
Sus sensibilidades aflorarían a lo largo charlatán y hablador; las universidades,
de su vida en cada una de los espacios fueron trincheras empleadas en contra

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de esa libertad de pensamiento que ratura y el arte sin que sus disertaciones
propiciaba Estanislao Zuleta. Pero las hallaran descanso y sus ideas perdieran
palabras de este nada ritual ni abnegado la alegría, la jovialidad y el regocijo.
académico, fueron implacables frente a
los mediocres del currículo y las notas, La revista Aquelarre ha querido rendir
pues, a pesar de ellos, desde la propia un homenaje al pensador más libre de
universidad, construyó de forma viven- Colombia, al enamorado de la lectura,
cial una nueva mirada reveladora del al tierno amante de la palabra, al maestro
mundo, fuera de esa espantosa estructura Estanislao Zuelta. Desde su obra no bus-
mecánica, brusca y coercitiva que es el caremos hacer llamados académicos que
sistema escolar, que prepara a los niños demuestren la validez del trepadorismo
para la vida de adultos sirviéndose de o el acomodamiento, nos es suficiente
una transmisión de precariedades y ca- promover la lectura de su amplia obra,
rencias que abusivamente, a nombre de nuestro interés no es constituir un banco
la libertad, forja el espíritu y el cuerpo, de citas bibliográficas para llenar los tan
en lecciones que nunca serán olvidadas acreditados requisitos académicos, que
y que sólo dan validez a la obediencia y ponderan la mediocridad del estándar
repudian toda reflexión crítica, obrando con el que se valora la vida universitaria.
siempre en función mecánica de una Al contrario, queremos rendir homenaje
sociedad de trabajadores y trabajos, a un hombre y a su palabra con el ma-
de materias primas y manos de obra, yor respeto y admiración, que podamos
alejadas por supuesto de la libertad y el transmitir esta selección de artículos,
pensamiento autónomo. entrevistas y textos, que son impactantes
en el sentido de un humanismo militante.
Sus palabras, su mayor orgullo, sus ideas
su mayor lucha, su práctica, su vida; los El viaje que empezamos hace algunos
altísimos niveles de su auto-formación meses, y hoy nos trae a este lugar, fue
intelectual, no sólo constituyeron un un transcurrir encantador, pues el querer
reto para consigo mismo, sino una dedicarle esta publicación a Estanislao
afrenta para quienes lo miraron, y aún Zuleta nos cuestionó desde el principio,
lo miran, con desdén por carecer de pues no entendíamos cómo deberíamos
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los títulos y las acreditaciones que hoy hacerlo, no es fácil hablar del intelectual
inundan el mundillo universitario; tam- integral que dedicó su vida a pensar,
bién simbolizan una crítica devastadora despojado de valores superficiales y ma-
al modelo educativo que se practica en terialismos torpes; se trataba de hablar
nuestras instituciones educativas. de un autentico filósofo.

Zuleta fue sin lugar a dudas uno de los Intentamos, entonces, presentar al maes-
más grandes filósofos y pensadores de tro desde su proverbial tranquilidad y
la historia de nuestra patria, lo fue con simpleza, pero también desde su más
una rigurosidad poco conocida, pues su abisal profundidad; llamarlo a hablar,
recorridos por el saber universal pasaron sin caer en apreciaciones pragmáticas,
por el psicoanálisis, el marxismo, la lite- reducionistas y obtusas. La respuesta la

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encontramos en él mismo, en su obra, en constituyen esa especie de sinfonía del


su transparente vida. pensamiento que el maestro ha dejado
como herencia, diseminados por toda
Agradecemos a los maestros, a los alum- Colombia y que hoy nos juntamos para
nos, a los amigos, a su hijo José Zuleta, evitar el olvido y tener presente siempre
a la Corporación Cultural Estanislao la memoria y la palabra viva del gran
Zuleta, a la Corporación Fernando Gon- Estanislao Zuleta.
zález -Otraparte, y a todos aquellos que

Johan Sebastian Gutiérrez Mosquera


Editor

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sobre Zuleta


Notas sobre un lector


José Zuleta Ortiz*

Débora Arango. Bailarina en descanso. Acuarela


N
ací en una familia en la cual fuera más claro. Entonces una pequeña
los libros eran objetos de pla- conmoción de gozo estético y felicidad de
cer. Ese placer fue contagiado la inteligencia se apoderaba de nosotros y
por nuestros padres en unas lecturas que nos llenaba de dicha.
hacíamos todos los días antes de dormir.
No había en casa televisión, mi padre Esas lecturas no tenían propósitos in-
prescindió de ese electrodoméstico y nos formativos, no había en ellas nada que
ofrecía a cambio, leernos en voz alta. Con sugiriera encontrar utilidad práctica, sólo
su carácter pausado y ceremonial hacía pretendían gozar los textos, y explorar
un preámbulo a cada lectura para desper- sus secretos. Pero no era ese gozo, esa
tarnos la curiosidad por el texto, el cual, exploración, una mera deleitación, era
luego ejecutaba con una voz tranquila y una suma de experiencias estéticas que

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clara. Sabía como pocos hacer los énfasis abría nuestras pequeñas conciencias a una
y transmitir la música, las cadencias y libertad que luego se haría irrenunciable.
los momentos claves de la narración. De
algún modo, el pequeño auditorio que La lectura en voz alta de la literatura fue
le escuchaba comprendía que leer era un la puerta de entrada al placer de leer, y
acto placentero, que había una relación nos brindó la música de los textos, la
muy íntima entre el escritor y el lector, intimidad y el silencio con que están
y que lo que llegaba a nuestros oídos no construidos, las múltiples maneras de
sólo eran historias, era también música, abordar la vida, sus luces y sus sombras,
y el placer con que se leía hacía que todo nos mostró que la literatura trasciende

* José Zuleta Ortiz, hijo del Maestro. Texto presentado en el Coloquio en homenaje a Estanislao Zuleta en Manhattan,
Nueva York, 16 de febrero 2008.

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lo moral, lo ideológico, lo religioso y descifrar y a interpretar; una más brillante
finalmente nos alentó a escribir. capacidad de dejarse arrastrar por el ritmo
de la frase y, al mismo tiempo, de frenar
Una vez sorprendí a mi padre en su biblio- por el asombro del contenido (…) hay que
teca hablando en voz alta con los libros. aprender a escuchar la factura musical
Le pregunté desconcertado, qué hacía. Él de este pensamiento, la manera alusiva y
me dijo: “le estoy dando una gran noticia enigmática de anunciar un tema que sólo
a Baudelaire”, “¿Qué noticia?”, pregunté. encontrará más adelante toda su amplitud
“Que la traducción de la obra de Poe, que y la necesidad de sus conexiones. (…) es la
ha hecho Cortázar al español, es magnífica; otra cara de un nítido concepto de la lectura
ya sabes, fue Baudelaire quien tradujo a que, a medida que se hace más exigente y
Poe al francés. He puesto la traducción de más minucioso, libera a la escritura de toda
Cortázar al lado de los libros de Baudelaire preocupación efectista o periodística, y de
y Poe para que sean amigos”. toda aspiración al gran público”.

En otra oportunidad me contó que sus Durante su vida, Estanislao Zuleta se las
primeras lecturas las había realizado sien- arregló para vivir de lo que más le gustaba:
do muy niño, en la biblioteca del colegio. leer. De una u otra forma lo que hizo para
Según sus propias palabras, “era muy mal ganar el sustento fue compartir lecturas
estudiante, no aceptaba la disciplina y que le habían conmovido. Logró ganarse
quería saber más de lo que los profesores un prestigio por su capacidad crítica y
estaban en condiciones de enseñar, por muchas personas durante tres décadas
lo que me hacía muy impertinente y acudieron a escuchar el producto de su
terminaban por castigarme”. El castigo oficio de lector. Son legendarias en varias
en aquel colegio consistía en enviar al ciudades de Colombia las “charlas de Zu-
niño a la biblioteca. Tal vez una forma leta”. Esas charlas no eran otra cosa que
inteligente de no aceptar el castigo, fue el comentario de las lecturas que hacía y
encontrar placer en el castigo. terminaron siendo la base de la mayoría
de los libros que se le han publicado.
La capacidad de leer es en gran parte
la capacidad de entregarse, de irse en el George Steiner en su libro Tolstoy o Dos-
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texto, de fundirse con el autor en la obra, toievski dice: La crítica literaria debería
de percibir lo que no se dice. Lo evidente surgir de una deuda de amor. De un modo
siempre estará para todos expuesto de evidente y sin embargo misterioso, el poe-
una manera plana y roma casi mineral. ma, el drama o la novela se apoderan de
Aprender a leer, en el sentido poderoso nuestra imaginación. Al terminar de leer
de la palabra, es la capacidad de hacer una obra no somos los mismos que cuando
de la lectura una apasionante tarea de empezamos. Recurriendo a una imagen de
transformación. Esa es la senda por la cual otro campo artístico, diremos que quien
discurrió la vida de uno de los mejores ha captado verdaderamente un cuadro de
lectores que hayan existido. Tal vez a ello Cezanne verá luego una manzana o una
se refería cuando dijo que la lectura debe silla como si nunca la hubiera visto antes.
provocar “una más abierta invitación a Las grandes obras de arte nos atraviesan
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como grandes ráfagas que abren las puer-


tas de la percepción y arremeten contra
la arquitectura de nuestras creencias con
sus poderes transformadores (…) Cierto
instinto primario de comunicación nos
impele a transmitir a otros la calidad y la
fuerza de nuestra experiencia, y desearíamos
convencerlos de que se abran a ella. En ese
intento de persuasión se originan las más
auténticas penetraciones que la crítica puede

Dbora Arango. Justicia. 1944 Óleo sobre lienzo


proporcionar”.

Nada más aproximado a la forma de vivir


y compartir las lecturas y al espíritu de ge-
nerosidad que se apoderaba de Estanislao
después de una lectura conmovedora, o
como él las llamaba: “una lectura funda-
mental”. Cuando leía llenaba de anotacio-
nes los libros, escribía sobre los márgenes
o en pequeñas cartulinas que iba dejando
entre las páginas, leía releyendo, volviendo literaria. No tenía mayor aprecio por la
sobre el texto que aún no terminaba, a exégesis que se realiza en el mundo uni-
veces, a mitad del libro volvía a empezar, versitario, o por las teorías que se aplican
otras veces lo terminaba y comenzaba a la interpretación de los textos literarios.
inmediatamente su relectura. De noche, Conocía bien esas teorías, había seguido
en la soledad de su biblioteca se le oía reír,
con cuidado desde la filosofía, y en las dis-
con frecuencia, en el momento más alto de
tintas interpretaciones y valoraciones del
su entusiasmo, llamaba a alguien y lleno
arte, a los formalistas, a los estructuralis-
de júbilo le compartía un fragmento que
tas, a los lingüistas, a los postformalistas,
consideraba extraordinario. En medio de
a los semióticos, al deconstructivismo,

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esa felicidad, con la necesidad de compartir
la experiencia, y de que otros compartie- y como decía irónicamente, a todos los
ran su gozo, perdió cientos de libros que “istmos”, sugiriendo que esas disciplinas
prestaba a sus estudiantes o amigos con de interpretación eran de alguna forma
la ilusión de tener interlocutores para maneras de aislarse.
compartir los hallazgos y la dicha de sus
lecturas. Muchos de ellos guardan esos En el trabajo de compartir lecturas cons-
libros como fetiches y los muestran en las truyó muchos lectores. Y alentó a algu-
fiestas como objetos de colección. nos de sus alumnos y amigos a tomar el
camino de las palabras, o al menos, el de
La crítica literaria que sobrevenía a sus leer desde otra perspectiva. Algún escritor
lecturas era algo muy diferente a lo que dijo, con ocasión de su muerte: “Murió el
usualmente conocemos como crítica hombre que le enseñó a leer a Colombia”.
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Más allá de lo que lograba comunicar,
y de su oficio de contagiar a otros el
entusiasmo por los textos que leía, había
algo que podríamos llamar las acciones
derivadas. Esto es, el efecto que las lec-
turas ejercían sobre las decisiones de su
propia vida. La lectura en su caso, tenía
un efecto trasformador, a tal punto, que
podía cambiar su forma de vida de una
manera radical. La decisión de retirarse
del colegio y de asumir su formación
por cuenta propia, enfrentándose a la
familia y a la sociedad cuando sólo era
un adolescente, la de irse a vivir con los
campesinos del páramo de Sumapaz, la
de no tener televisión, la de no enviar
sus hijos al colegio, y otras acciones que
adoptaba respecto al amor, a la amistad, o
a la política. Su singular manera de ejercer

Dbora Arango. La despedida


el oficio de profesor y de subvertir los sis-
temas de evaluación de los alumnos, eran
acciones que estaban, de algún modo,
relacionadas con su trabajo de lectura.

Cuando se lee así, cuando la lectura


es una herramienta de trasformación,
pasión provocada por sus lecturas, así
de interrogación y búsqueda, y se está
construyó una voz sólida, y trasmitió a
dispuesto a asumir las consecuencias de
muchas generaciones (aún lo hace) el
esa búsqueda, leer deja de ser un acto
para adquirir conocimientos o para in- producto de su creación como lector.
formarse. Cuando se lee así, leer es un
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acto en el cual se deben aplicar todas las Pero hay que decirlo; leer de ese modo
potencias personales y la mayor de las es un acto de re-evolución, que si bien le
exigencias humanas. Allí puede residir permitió pensar, ser original en su pen-
la clave de la vasta índole de sus lecturas, samiento y construir una obra, también
de la interrelación que había entre ellas, lo condujo a una gran soledad, y a una
y de la enorme despensa de su memoria. cierta marginalidad intelectual.

La manera de leer de Estanislao Zuleta Alguna vez Borges escribió:


era intensa; impugnaba verdades, hacía
temblar estructuras ideológicas, se obli- “Un escritor, o todo hombre, debe pensar
gaba a cambiar y a ser consecuente. Se que cuanto le ocurre es un instrumento;
entregaba de un modo temerario a la todas las cosas le han sido dadas para un fin,

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y esto tiene que ser más fuerte en el caso del de aprehender el mundo y de revelar los
artista. Todo lo que le pasa, incluso las hu- secretos de esa intensa lectura.
millaciones, los bochornos las desventuras,
todo le ha sido dado como arcilla, como ma- Hay en la lectura de la literatura una di-
terial para su arte; tiene que aprovecharlo.
ferencia con la lectura de otros textos; la
De esa forma la humillación, la desdicha, la
comprensión del sentido es una labor del
discordia, son cosas que nos han sido dadas
intelecto, la aprehensión de una obra de
para que las trasmutemos para que hagamos
de la miserable circunstancia de nuestra
arte es una labor que requiere mucho más
vida, cosas eternas o que aspiren a serlo”. que intelecto. Lo que comunica una obra
de arte va más allá de lo comprensible, de lo
De todas las lecturas posibles, la literatu- racionalmente explicable. Las experiencias
ra es el escenario donde mejor se puede estéticas, la vivencia de la música, o de la
aprehender la esencia de lo humano; los imagen, escapan a lo meramente compren-
dramas y los grandes temas de la aventura sible, de ahí la fascinación que producen.
vital del hombre y sus complejidades son
tratados por, y en ella. Las sensaciones que trasmite una obra de
arte literaria, tienen que ver, más con lo
La literatura, la verdadera literatura, que produce la música, que con lo que
la hacen grandes lectores, no lectores producen la filosofía o la razón, así la
de libros, los escritores son lectores de literatura las contenga a ambas. En ese
todo, y siempre están leyendo, cuando sentido me place citar una de las más
ven una hoguera están leyendo, cuando extrañas afirmaciones de Estanislao: “sólo
miran un río, están leyendo. Leen gestos, se escribe para escritores y sólo el que escribe
tonos de de voz, el lenguaje del cuerpo, realmente lee”.
la conducta, los actos son lenguaje, los
escritores logran descifrar la ecuación En la sociedad en que vivimos nada nos
de una sonrisa. Al mirar construimos prepara para la literatura, nada nos alienta
un texto para que otros lo lean, nuestra a otra cosa que a consumir, la cultura ya
capacidad de leer es en gran parte nuestra fue asimilada como un bien de consumo,
capacidad de vivir, también son capaces al cine y al teatro se los denomina: “la in-

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de leer el tiempo, la adversidad, de leer dustria del entretenimiento”. Gran parte
el amor, los aromas, de algún modo toda de lo que ocurre con el mundo editorial
relación con el mundo está mediada por en la actualidad, tiene que ver con la
la capacidad de leer ese mundo y la pro- industria del entretenimiento, o con la
fundidad de esa lectura es en gran parte del escándalo público. Se diría que la
la capacidad de disfrutarlo. literatura, el gran arte, no llega a grandes
públicos. Que la poesía sigue siendo una
El artista es un lector aplicado. La belleza actividad dirigida a unos pocos iniciados,
suele habitar en múltiples lugares, en los o a otros artistas que están dotados de las
más insospechados, pero no todos esta- herramientas para comprenderla, para
mos en capacidad de percibirla, no todos sentirla, para entrar en ella. Nada más
podemos leerla. La literatura proviene de alejado del entretenimiento, que la lectura
lectores que son capaces de leerlo todo, tal y como la vivía mi padre.
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de una acción complementaria, una
posibilidad de construir, de articular un
acto creativo. Se nos haría comprensible
la idea de que la lectura es una creación
en sí. Y la afirmación: “sólo se escribe para
escritores y sólo el que escribe realmente
lee” se vuelve más provocadora y más
estimulante.

Leer es algo más que reconocer símbo-


los, articular palabras y comprender su
significado, Leer literatura es un acto de
creación que no todos podemos realizar
plenamente.

Aunque no es una idea muy democrá-


tica, podríamos decir en defensa de esa
hipótesis, que así todos podamos cocinar,
pocos podemos hacer de ese acto un acto
Débora Arango. Voceadores.1940. Acuarela sobre papel

artístico. ¿No es el baile una de las lecturas


de la música, y no es al mismo tiempo
una creación artística? Aunque todos
podemos ver en la noche las estrellas, no
todos podemos leerlas, o al menos las
leemos con diferente intensidad.

Se podría arriesgar una idea final sobre


la lectura:

1. Existen varios niveles de lectura; la lec-


tura informativa que es la que sigue los
En algunas afortunadas ocasiones, per-
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acontecimientos simples y escuetos de


cibimos que el lector es quien completa una narración, aquella que acoge un
la creación literaria, que la relación del texto literario de la misma manera en
escritor con el lector es una relación de que se lee una noticia en el periódico,
coautoría. Nada dirá la obra si otro no ese nivel de lectura arruina lo artístico
puede percibir, gozar y sacudirse. Pero y sólo puede llegar a producir infor-
¿podríamos aventurarnos a decir que la mación, a lo sumo entretenimiento.
lectura es en sí misma un arte?
2. La que accede a otros ámbitos del
Si leer puede ser una de las artes, si pu- texto literario, que percibe y aprecia
diéramos afirmar que la lectura puede ser la belleza y que puede incluso aplicar
creación, y que hay en ese acto, además sistemas de interpretación teórica al

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texto, como los que se aplican en las tener el mayor instrumento de gozo que
escuelas de literatura de las universi- se me haya otorgado.
dades. Y...
Desde muy niño advertí que yo podía
3. La lectura que es en sí misma creación, penetrar en la belleza de las cosas, atisbar
la que complementa la obra literaria, la esencia de los seres, percibir el canto
la que permite al lector fundirse en el de la existencia. No sabía muy bien que
texto y refundarse con él. era aquello, pero me hacía muy feliz, me
producía gozo y una ebriedad saludable
En estas primeras notas para la cons- e involuntaria.
trucción de un boceto del lector que fue
mi padre, deseo expresar, más allá de las La literatura es la suma de la experiencia
tribulaciones vividas como consecuencia vital del ser humano, en ella nos confron-
de lo que denominé las “acciones deriva- tamos, descubrimos los hilos que tejen
das”, que tengo una gratitud muy especial el mundo, contamos nuestra aventura,
con él por haberme permitido entrar en en ella y con ella cantamos, porque la
la literatura a través de su voz mágica, En literatura proviene de una deuda de amor
esas lecturas de las primeras noches de mi con la vida y es, en últimas, una íntima
vida, recibí un bien que me ha permitido acción de gracias.

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Estanislao Zuleta con sus hijos


La lectura en el pensamiento de Estanislao Zuleta


Alberto Valencia Gutiérrez*

Débora Arango. familia


L
a lectura era la principal “herra- que nos rodea y con sus connotaciones.
mienta” de la actividad intelectual Un hombre que no escribe es porque “ya
de Estanislao Zuleta quien, antes está escrito” en “un orden normal: su
que cualquier otra cosa, era un exigente situación, su función, su posición y su
y riguroso lector. La primera lección que significación están definidas previamen-
se debía seguir en contacto con él era el te. Un escritor es un ser que tiene que
aprendizaje de las condiciones funda- buscarse y hacerse”2. De esta manera la
mentales de la lectura. Por ello buena lectura, y la escritura como consecuen-

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parte de su magisterio, y del patrimonio cia, se constituían en instrumentos de
intelectual que nos ha legado, podría búsqueda de un fundamento sobre el
resumirse en estos términos sencillos: cual construir la vida, la lucha, el amor y
Zuleta enseñó a leer1. el trabajo transformador. Por todas estas
razones, la referencia a la teoría de la
Sólo es verdadero lector aquel que escribe, lectura implícita y explícita en su obra es
repetía con frecuencia citando a Derrida o una condición necesaria para llevar a cabo
a Nietzsche. La escritura es una ruptura, una interpretación de las orientaciones
una decisión de romper con el mundo fundamentales de su pensamiento.

* Doctor en Sociología de la Ecole des Hautes Études en Sciences Sociales de Paris; Profesor Titular del Departamento
de Ciencias Sociales de la Universidad del Valle. Autor del libro En el principio era la ética. Ensayo de interpretación
del pensamiento de Estanislao Zuleta, y de otros textos sobre Estanisla.

23
Débora Arango.

En sus textos encontramos una clara teo- estilo un arte de provocar la buena lectu-
ría de la lectura que aparece desarrollada ra, una más abierta invitación a descifrar
de manera explícita en muy diversos lu- y una obligación de interpretar, una más
gares o implícita en sus propios trabajos, brillante capacidad de arrastrar por el
y que es posible reconstruir y sintetizar en ritmo de la frase y, al mismo tiempo, de
algunas fórmulas que constituyen una de frenar por el asombro del contenido”. Al
las más importantes premisas de toda su final del Prefacio a la Genealogía de Moral
actividad intelectual. Lo importante de el filósofo afirma: “...para elevar la lectura
esta teoría de la lectura no es necesaria- a la dignidad de arte es menester, ante
mente su novedad, ya que sus orígenes todo, poseer una facultad hoy muy olvi-
son fácilmente reconstruibles en las dada... una facultad que exige cualidades
grandes fuentes de su pensamiento, sino bovinas y no las de un “hombre finisecu-
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la manera como a partir de estos criterios lar”. Hablo de la facultad de rumiar...”. Y


de lectura se lleva a cabo un gran trabajo al final del Prefacio a Aurora agrega: “No
de interpretación y de exégesis de textos, escribir de otra cosa más que de aquello
autores y teorías que lo caracteriza. que podría desesperar a los hombres
que se apresuran”. En síntesis Nietzsche
La formulación explícita de una teoría de propone una exigencia de lectura como
la lectura, que el lector puede consultar trabajo e interpretación.
directamente en los lugares en que está
expuesta3, es elaborada a partir de un En esta misma dirección Zuleta critica las
diálogo con la filosofía de Nietzsche: concepciones naturalista, instrumentalis-
“Acaso ningún escritor haya hecho tan ta, consumista o efectista de la lectura: la
conscientemente como Nietzsche de su imagen de un lector pasivo que asimila
24


algo que le viene de afuera o de un “lec- que se toma a si mismo como punto de
tor ocioso” que recibe como regalo “un referencia: “el poder significativo que
saber que no posee y que va a adquirir”, constituye a un signo esta estrictamente
o que solo busca estar informado y por condicionado por las relaciones que lo
lo tanto está a la búsqueda de una noticia unen a otros signos de la lengua, de tal
cada vez mas nueva, como en el modelo manera que delimitar su significado im-
periodístico: “leer no es recibir, consumir, plica la posibilidad de reemplazarlo en
adquirir”. La lectura es un trabajo, es una una red de relaciones intralinguisticas”.
actividad mediada por una actividad de Al igual que en el estudio del lenguaje
interpretación por parte del lector. es necesario entonces que el lector haga
“explícito el sistema que confiere su valor”
Es un trabajo porque no existe un código a los términos del texto5.
común entre el lector y el texto. Por el
contrario hay que partir de la idea de que La idea de que toda lectura es interpre-
un texto define sus propios términos, ela- tación no se refiere propiamente a una
bora su propio código. El sentido de estos opción posible, entre otras, que se toma
términos “no lo podemos ir a buscar en el o se deja, sino a una condición inevitable
diccionario”, “ni tomar directamente de que puede obviamente ser o no asumida.
un código preexistente que empleamos en No existe entonces una lectura “objetiva”,
la vida corriente o en una ideología domi- “neutral” o “inocente”; toda lectura es
nante”; “ni puede tampoco ser asimilado a necesariamente interpretación así una
los conceptos de otros pensadores”4. Hay concepción “consumista” trate de negarlo.
que identificar el código que el texto im- El resultado será siempre una interpre-
pone, hay que interpretar, y ello implica tación así lo que se produzca sea una
por parte del lector una posición activa: “dislocación de las relaciones internas de
organizar una discusión, elaborar sus un texto” como consecuencia de traducir
propias ideas, desarrollar sus diferencias sus valores a “la interpretación de una
e, incluso, iniciar un proceso de escritu- ideología dominante”.
ra: “solo se escribe para escritores y sólo
el que escribe realmente lee”, dice en su La concepción de la lectura que Zuleta

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artículo sobre la lectura, citando una vez propone está claramente inspirada en el
más a Nietzsche. psicoanálisis. Toda lectura está determina-
da por una relación con el inconsciente,
Un texto constituye una especie de “len- que media, por decirlo así, no solo la
guaje interior”, y establece “relaciones de producción del texto, sino también su
afinidad, contradicción y diferencia” con recepción. El modelo por excelencia de
otros “lenguajes”. Por consiguiente para la lectura es el diálogo psicoanalítico. La
determinar el valor que asigna a cada propuesta de Zuleta consiste unicamen-
uno de sus términos hay que utilizar los te en asumir a fondo una idea pilar del
mismos criterios que la lingüística utiliza psicoanálisis, que es expresada por Freud
para el estudio del lenguaje, al que con- en los términos siguientes: “Todo hom-
sidera como un sistema de partes inter- bre posee en su propio inconsciente un
dependientes, dotado de una autonomía, instrumento con el que puede interpretar
25
las manifestaciones de lo inconsciente en todo el rigor que se deriva de este criterio
los demás”6. En todo diálogo hay mucho implica necesariamente una posición an-
que se nos escapa, y mucho que captamos, tidogmática ya que con mucha frecuencia
y de lo que no podemos dar cuenta nece- encontramos que se descalifica la obra de
sariamente. Y así ocurre en toda lectura un autor por sus ideologías políticas, o
donde también prima una “finalidad en el sentido inverso, que se pondera su
selectiva inconsciente”: aprendemos más obra por sus compromisos explícitos con
de lo que podemos dar cuenta, dejamos procesos políticos.
de lado muchas cosas, otras las olvidamos
rápidamente y algunas las recordamos El lector debe dejar funcionar lo más
toda una vida. libremente posible su propia actividad
inconsciente; suspender las “motivaciones
De parte del autor esto quiere decir que el que habitualmente dirigen su atención”;
sentido del texto siempre lo trasciende: no suprimir la influencia que pueden ejercer
hay “un propietario del sentido llamado sobre él sus prejuicios conscientes, de tal
autor”. Este desajuste entre el resultado manera que en la relación con un texto
de un texto escrito y la intención de quien prime, en lo posible, “una comunicación
lo elabora se explica precisamente por la de inconsciente a inconsciente”. Esta
mediación del inconsciente. El sentido condición no es nunca realizable en un
es un efecto incontrolable, que “el pro- sentido absoluto, ni en la práctica del
pio autor puede ignorar por completo”, psicoanálisis ni en un trabajo de lectura,
frente al cual puede asombrarse, o incluso pero si es una referencia a la cual deben
rechazar. El hecho indudable es que efec- estar orientadas estas actividades, aunque
tivamente siempre “se le escapa en algún su realización no sea siempre efectiva. Se
grado”. De allí se deduce entonces que trata en síntesis de hacer posible que una
leer no es tratar de reconstruir el sentido “finalidad selectiva consciente” propia de
“auténtico” de un pensamiento, “lo que la actividad cotidiana deje su lugar a una
en realidad alguien quiso decir”, sino es- “finalidad selectiva inconsciente”: “Hay
tablecer lo que efectivamente dice el texto que dejarse afectar, perturbar, trastornar
en si mismo, más allá de las intenciones por un texto del que uno todavía no pue-
del autor. de dar cuenta pero que ya lo conmueve.
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

Hay que ser capaz de habitar largamente


La polisemia es la condición de toda en él, antes de poder hablar de él”8.
producción escrita. Ni el autor es dueño
del sentido, ni el lector puede a su vez De allí se derivan varias consecuencias
agotarlo ya que éste, a la manera del importantes para el proceso de lectura.
sueño según la célebre formulación de En primer lugar el hecho de que se lee
Freud7, es siempre múltiple, irrecuperable siempre desde una posición, tanto si
e inapropiable. Por tal motivo la inter- miramos el proceso desde el punto de
pretación es siempre limitada aunque sus vista de la significación que en él tiene
posibilidades sean infinitas, y “la escritura el inconsciente, como desde las preocu-
no tiene un receptor controlable”. El he- paciones conscientes de las que el lector
cho de asumir un trabajo de lectura con puede dar cuenta: no existe una lectura
26


neutral; se lee siempre “a la luz de un


problema, de una pregunta abierta, desde
un asunto no resuelto”.

En segundo lugar toda lectura exige por


parte del lector el “aprendizaje” de una
actitud que en la tradición filosófica
aparece en las condiciones originarias
del método cartesiano: la suspensión del
juicio. Se trata de aprender a no dar un
sentido inmediato a los elementos que un
texto presenta, o declararlos carentes de
sentido. Hay que aprender a “rumiar”, a
esperar, como en las fórmulas de Nietzs-
che. Un determinado aspecto puede tener
un significado muy importante dentro
de la lógica de un texto, así lo desconoz-
camos en un primer momento; tenemos
que aprender a convivir con él “en su
carácter de incógnita”, “mientras no se

Débora Arngo. La huida del convento. Acuarela


pueda articular en un conjunto”.

En tercer lugar, y en consecuencia con lo


anterior, hay que reconocer que toda lec-
tura es necesariamente retrospectiva: los
nuevos elementos enriquecen el sentido
de lo anterior; “cualquier formulación en
el lenguaje espera su sentido de lo que lo
complementa. Cualquier recepción del
lenguaje es necesariamente una interpre-

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


tación retrospectiva de cada uno de sus
términos a la luz del conjunto o de la frase un nuevo tema, este precisa y redefine los
o del texto”. Sólo poco a poco “la frase nos anteriores”9.
resulta inteligible, pero inicialmente no
da la razón de sí”. De igual manera “los Finalmente habría que señalar que la teo-
conceptos de un gran pensador no son ría de la lectura en Zuleta no se limita a
una serie o sucesión de temas dispersos, un plano puramente intelectual. Un texto
tirados como confetis, sino que son una es comprendido en la medida en que
articulación sistemática, en la que todos nos transforma. En esta dirección citaba
dependen de todos y se soportan mu- una patética expresión de Nietzsche en
tuamente. De modo que la lectura debe el Zaratustra: “Entonces algo me habló
ser continuamente retrospectiva porque sin voz; ¿lo sabes Zaratustra?”10. Esta
a medida que avanzamos y encontramos cita reproduce a su manera la frase de
27
Goethe que Freud había colocado como ensayos, y Sobre la lectura, publicado en Sobre
la idealización a la vida personal y colectiva, que
una enseña en su consultorio: “En vano
es un comentario del propio Zuleta al primer
andáis por el camino de la ciencia, cada artículo. Las citas entre comi­llas sin referencia
cual aprende sólo que puede aprender”11. explícita son tomadas de allí.
La idea que expresan estas citas es esencial 4. A la memoria de Martín Heidegguer, en Elogio
en la concepción que Zuleta tiene de la de la dificultad y otros ensayos, pag. 110.
lectura y de la actividad intelectual. 5. Lo que los lingüistas llaman, desde Saussure,
el concepto de valor. Ducrot Oswald, Todorov
Tzvetan, Dictionnaire encyclopédique des sciences
Notas du langage, Paris, Editions du Seuil, Collection
Points No. 110, 1972, pag. 32.
1. “Zuleta me enseño ante todo a leer. Era un gran
6. Freud, Sigmund, ‘La Disposición a la neurosis
lector, pero más que eso era un astuto lector.
obsesiva’, en Obras completas, Madrid, Editorial
Leía lo que no estaba en el texto sino debajo y
Biblioteca Nueva, 1973, p. 1740.
encima. No hacía lecturas literales sino de sen-
tido y ese sentido era la crítica. Zuleta criticaba 7. Me refiero a la idea de Freud sobre el “ombligo”
todo. Sometía cada palabra, cada frase, cada del sueño, que consiste en el enlace que vincu-
libro a un análisis riguroso y despiadado. Hoy laría al sueño con “lo infinito”, expuesta en la
recuerdo esa tarea con melancolía. Leímos El Interpretación de los Sueños, Cap. VII.
Capital de pasta a pasta...” [...] “Por esa puerta 8. Sobre la lectura, en Sobre la idealización en la
entramos a un mundo maravilloso y peligroso: el vida personal y colectiva. Las referencias entre
psicoanálisis, la filosofía, la literatura, la pintura, comillas sin referencia explícita son tomadas
la música. Digo peligroso porque Zuleta era de allí.
un hombre apasionado...”. Molano, Alfredo,
9. A la memoria de Martín Heidegguer, en Elogio
‘Confesión de parte’, en revista Análisis político,
de la dificultad y otros ensayos, Cali, Fundación
No. 17, septiembre a diciembre de 1992, p. 102.
Estanislao Zuleta, pag. 110.
2. Paráfrasis de sus comentarios al respecto en creer
10. Ver ‘La más silenciosa de todas las horas’, en
en Sobre la idealización en la vida personal y
Así habló Zaratustra, Madrid, Alianza Editorial,
colectiva, pag. 124, y La poesía de Luis Carlos
1973, p. 213.
López, p. 84.
11. Citada en Robert Marthe, La Revolución psicoa-
3. Recomiendo la lectura del artículo sobre la lec-
nalítica, México, FCE, 1978.
tura publicado en Elogio de la dificultad y otros
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

28


Zuleta: el amigo y el maestro


Eduardo Gómez*

Débora Arango. Casa en construcción. Acuarela sobre papel

S
i había algo importante que tuviera del saber con EE.UU., y estaba aún fres-
en común con mis contemporá- co el impacto que causó en la política
neos de la Colombia de los años mundial su heroísmo en la lucha contra
cincuenta, algo que permitiera hablar el nazismo y su decisiva actuación en el

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de una “generación”, era la convicción triunfo de las potencias democráticas;
de que estábamos en una época en que la revolución china había superado las
era posible cambiar el mundo. El desa- pruebas de fuego iniciales; la guerra de
rrollo de los acontecimientos nacionales liberación de Vietnam contra los fran-
pero, ante todo, de los internacionales, ceses había terminado con la derrota de
así parecía anunciarlo: la URSS se había la metrópoli, y el Vietcong, fortalecido,
consolidado como potencia de nuevo iniciaba la segunda fase, en lucha contra
tipo que defendía a los pueblos débiles, la intromisión de EE.UU. Aunque no tan
emulaba con éxito en diversos campos prometedor, el panorama histórico-social

* Especialista en Literatura y Dramaturgia, en Leipzig y Berlín. Coordinador de la oficina de publicaciones y de la


revista Razón y Fábula de la Universidad de Los Andes y cofundador de la Unión Nacional de Escritores (unec).
Durante 35 años ha sido profesor de literatura europea en la Universidad de Los Andes.

29
pobres, numerosos acueductos, etc.) que
le dieron enorme prestigio. En la gran
prensa se lo comparaba con Bolívar, y una
manifestación de apoyo duró dos horas
pasando frente a palacio. Todos estos
hechos parecían confirmar los análisis de
la oposición de izquierda, en el sentido
de que un cambio radical podría lograrse
en un plazo no muy largo. Esa impresión
se hizo más compleja pero no varió en lo
fundamental cuando Rojas Pinilla acen-
tuó su política de inspiración peronista
(con consecuencias negativas inmediatas
entre muchos de sus admiradores de la
oligarquía) y sus limitaciones y contra-
dicciones se pusieron cada vez más en
evidencia al tratar de afianzarse como
militar católico. El cierre de El Tiempo y
de El Espectador, la encerrona de la Plaza
de Toros como venganza al abucheo a su
hija María Eugenia y su complicidad con
la masacre de estudiantes el 9 de junio de
1954 en pleno centro de Bogotá, junto
con la exigencia que, por segunda vez,
Débora Arango. La república

hizo el General Rojas a los capitalistas


mayores de la ANDI y a los más ricos de
pagarle al gobierno un bono para obras
sociales, minaron rápidamente su posi-
ción de poder y su prestigio.

Participé activamente en los aconteci-


Centro Cultural de la Universidad del Tolima

en Colombia parecía ofrecer un futuro mientos que desató la masacre de los es-
mejor porque se había caído la dictadura tudiantes el 9 de junio, a raíz de los cuales
conservadora de Laureano Gómez, y fundamos en la Universidad Nacional la
el General Rojas Pinilla había iniciado Federación de Estudiantes Colombianos
su gobierno con los logros inmediatos (FEC), que se convirtió en la vanguardia
de una relativa pacificación, al obtener agitacional de la lucha contra el gobierno
la entrega de las armas por parte de la de Rojas Pinilla. Durante tres años la vida
guerrilla liberal (mayoritaria entonces) de quienes la fundamos y orientamos
y estaba realizando una serie de obras cambió radicalmente: realizábamos hasta
públicas (la TV, el Centro Administrati- tres reuniones diarias, viajábamos a otras
vo, el Aeropuerto El Dorado, la Avenida ciudades, organizando congresos y míti-
de el Dorado, la ayuda de SENDAS a los nes y, según se decía, aglutinamos a cerca
30


del 70% del estudiantado colombiano. rindió a los dirigentes estudiantiles en el


La huelga general que organizamos en la Salón Rojo del Hotel Tequendama.
U.N., cuando Rojas nombró al Coronel
Agudelo como rector, huelga que derribó Hacía dos años que yo había ingresado
a Agudelo en menos de un mes, nos fue a la Juventud Comunista (que había
cobrada con la expulsión de siete dirigen- desempeñado un papel secreto y eficaz
tes de la FEC. Los expulsados acudimos en la orientación de la FEC), pero en ese
al rector de la Universidad Externado de momento ya me sentía extraño en sus filas
Derecho, doctor Hinestroza Daza (quien y vivía una escisión en mi personalidad,
se había distinguido por su oposición al una contradicción grave que se manifes-
régimen) y logramos salvar el año lectivo. taba como la existencia de dos yoes: uno
El eco malicioso que nuestros manifiestos era nocturno, morboso, que se regodeaba
y todo lo que hacíamos tenía en la gran (no sin angustia) en una soledad y una
prensa liberal nos devolvió una imagen vagomanía que a veces se prolongaba
exagerada de la importancia de nuestras hasta el amanecer, y que se complacía en
modestas acciones políticas (si se tiene el trato esporádico con sectores sórdidos
en cuenta la magnitud de los problemas y lumpenizados; el otro era diurno y se
del país), y a ello contribuyó también el esforzaba por interiorizar el papel de líder
hecho de haber logrado una unidad, en nacional estudiantil y por hacer suyas la
torno a nosotros, de todos los sectores disciplina piramidal, el Proletkult, la aus-
juveniles de oposición, incluidos los de teridad pequeñoburguesa y la censura que
la clase alta liberal. Era común hacer la burocracia estalinista había impuesto.
reuniones “subversivas” en lujosas man- Era cierto que los comunistas ayudaron
siones del norte de la ciudad; prestigiosos a iniciarme políticamente en el siglo
profesores de la universidad, como Luis XX y que en el trabajo de la FEC habían
Eduardo Nieto Caballero, se veían obli- mostrado sagacidad y cierta lucidez, pero
gados a difundir sus escritos mediante el después de un tiempo de militar en sus
mimeógrafo. filas lo artificial y forzado de mi posición
comenzó a tornarse insoportable.
Cuando Ramiro Montoya (a quien había

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conocido como uno de nuestros princi- Zuleta captó, de entrada, esas contradic-
pales colaboradores en los sectores estu- ciones y comenzó a cuestionar con mucho
diantiles de Antioquia) me presentó, en humor la imposibilidad de ese proyecto
el café La Paz de la calle 19, a Estanislao que él ya conocía en el trato con otros
Zuleta, las ilusiones y vanidades de ese militantes comunistas y que consideraba
mundo de la política juvenil en el que me típico de esa organización, en la medida
hallaba inmerso comenzaron rápidamen- en que se había burocratizado y dogmati-
te a derrumbarse. Además, el ruido y la zado. Gracias a él comencé a comprender
importancia de la FEC habían menguado que nuestro famoso liderazgo estudiantil
mucho y la “generación del medio siglo” tenía algo de parodia de los verdaderos
(“dispuesta a escribir su propia historia”) liderazgos, algo lúdico-aventurero (muy
empezaba a dividirse, especialmente a característico de la condición experi-
raíz del homenaje que la dirección liberal mental y de aplazamiento del estudiante
31
universitario). Por otra parte, nuestras la novela y el teatro) adquiría un rango
“audacias” no corrían muchos riesgos muy alto como forma de conocimiento,
reales porque la dictadura de Rojas era gracias a las sugerencias de un torrente de
bastante benigna y, después de la enorme imágenes existenciales, profundamente
resonancia que tuvo la masacre de estu- significativas. Leí apasionadamente los
diantes, trataba al gremio universitario cuentos de  El Muro, leí La Náusea  y
con un relativo tacto y hasta paternalismo las obras de teatro de Sartre. ¿Qué es la
(de lo cual me doy cuenta ahora, com- literatura? me abrió amplios horizontes,
parando ese gobierno con los que poste- aunque con reservas en lo que se refiere
riormente ha soportado el país). Zuleta a la poesía. Freud todavía aparecía como
hizo consciente el malestar secreto que no suficientemente relacionado con el
corroía mi papel como líder estudiantil existencialismo pero ya había un trasfon-
y me mostró la imposibilidad de desligar do intuitivo de sus teorías. En cuanto a
ese mundo dual que me desgarraba. Sus Marx, era mencionado por Zuleta con
análisis sartrianos de la “inautenticidad” cautela, respeto y distancia y prefería
de mi “situación”, sus observaciones so- hacer la crítica de las deformaciones de
bre cómo no se puede aspirar a cambiar que había sido objeto en la praxis política
el mundo sino “asumiendo” los propios de los partidos comunistas.
conflictos, suscitaron una crisis de mis
convicciones políticas. Él me cuestionaba Los diálogos con Zuleta (siempre en el
con dureza pero sin ofensas personales café La Paz), preferiblemente en horas
y su severidad estaba impregnada de de la tarde, se hicieron diarios. Durante
solidaridad y humor, de voluntad de en- varias horas bebíamos algunas cervezas y a
contrar la verdad en cada caso. Siempre veces íbamos a comer. Era una cita tácita
planteaba las críticas de manera tal que sin hora precisa pero a la que no fallába-
él estaba también involucrado en ellas, mos. El café La Paz era un local pequeño
nunca en forma puramente personal, sino y tranquilo de dos pisos, ubicado en una
en forma indirecta y teórica, haciendo “muela” de la antigua calle 19 (entonces
continuas citas de sus autores preferidos estrecha y ciega) y yo lo frecuentaba
por entonces como Sartre, Freud, Simone desde antes de conocer a Zuleta porque
de Beauvoir, Merleau Ponty, Dostoiesky y tomaba las tres comidas en la pensión
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

Kafka. Pronto comprendí que la filosofía de doña Emelina Velásquez (hermana


existencialista, con su descripción fe- del famoso guerrillero Cheíto Velásquez,
nomenológica, hacía posible pensar la por entonces ya muerto), situada una
cotidianidad, de tal modo que ninguna cuadra arriba del café mencionado. Yo
experiencia resultaba insignificante y había escogido esa pensión para “ayudar
podía ser redescubierta y relacionada con a la hermana de un guerrillero”, y allí me
las cuestiones más profundas y trascen- encontraba con algunos conocidos de la
dentes, si se sabían hacer las necesarias izquierda que vivían o comían en esa vieja
asociaciones y mediaciones. No había, casona. Zuleta estaba alojado al frente
entonces, separación entre lo interior y del café La Paz, en uno de los venerables
lo exterior, entre lo individual y lo social. apartamentos (propiedad de sus tías) de
De esa manera, la literatura (y en especial un viejo edificio (que todavía existe),

32


Débora Arango. La salida de Laureano. Óleo sobre lienzo


situado unos metros arriba de la Séptima los  teórico-existenciales  en general. Me
sobre el costado norte. Por entonces, ese infundía una confianza total (nunca antes
café ya era frecuentado por el grupo de la experimentada) su voluntad ostensible de
revista Mito. Allí conocí a Gaitán Durán, superación mediante la profundización
Eduardo Cote Lamus y Hernando Valen- en común de los conflictos que vivíamos.
cia Goelkel, los cuales subían de vez en No había en él ninguna pretensión de “ser
cuando a conversar con nosotros. Pronto un escritor”, de figurar o de dominar al
se fue formando un grupo de asistentes interlocutor. Me olvidaba que él tendría
habituales a la tertulia, entre los que re- por entonces cerca de veinte años de edad
cuerdo a Manuel Gaitán (sobrino del líder porque me daba la impresión de estar
sacrificado), el periodista Rafael Maldona- tratando con un intelectual mucho mayor

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do, el actor y director de televisión y cine y mucho más experimentado. Sus inter-
Manuel Franco, Ramiro Montoya (quien venciones nunca resultaban pedagógicas
se perfilaba como cuentista), así como, sino que enseñaban como por casualidad
ocasionalmente, Jorge Child, Francisco y a propósito de la inquietud inmediata
Posada Díaz, joven estudioso de filosofía, de que se tratara. Como su humor era
y otros. Mi verdadero interés era la posi- oportuno, espontáneo y punzante, sus
bilidad de dialogar exclusivamente con intervenciones no estaban imbuidas de
Zuleta, porque cuando llegaban los otros ese “espíritu de seriedad” que tanto cues-
el diálogo se diluía en temas que me eran tionaba Sartre.
indiferentes. Me asombraba la capacidad
de comprensión que mostraba Zuleta no Sin embargo, Zuleta no tenía una orien-
sólo de mis problemas personales, sino de tación suficiente, por entonces, en cues-
33
tiones de praxis política. En este campo sus apuntes autoanalíticos en donde dia-
sus puntos de vista eran todavía muy riamente se cuestionaba y autoanalizaba
abstractos y estaban afectados por una con una sorprendente severidad.
visión intelectualista. No influía en mí
en cuestiones como la concepción de la Simultáneamente, la política nacional
libertad, pues la afirmación de Sartre de entraba en otra grave crisis: el derro-
que “elegimos nuestra existencia” y somos camiento de Rojas Pinilla mediante la
responsables hasta en el sueño de nuestra acción unitaria de la oligarquía de los
conducta, contradecía radicalmente mi partidos liberal y conservador. Lo habían
experiencia de toda la vida y los lúcidos usado para derrocar la dictadura de Lau-
criterios  histórico-concretos  que había reano Gómez y cuando Rojas se volvió
aprendido en Marx. Otro tema en el cual populista y trató de prolongar su régimen,
divergía era en el de la poesía, por consi- lo derrocaron con una huelga patronal
derar que el cuestionamiento general de organizada por Alberto Lleras. En lugar
la poesía que hacía Zuleta no distinguía de hacer un juicio a los políticos corrup-
las diversas tendencias de la misma. Creo tos y a los asesinos a sueldo que habían
que lo que él cuestionaba era la manera apoyado la dictadura de Laureano Gómez
como yo vivía la poesía, puesto que mis (pájaros, policía chulavita, curas fanáti-
sórdidas aventuras nocturnas eran insepa- cos, etc.), Lleras pasó por alto los apoyos y
rables de cierto “amor al fracaso”, como sustentos de esa dictadura, viajó a España,
después escribió Sartre en el análisis de trajo a Laureano, lo revivió políticamente,
Genet. Estas críticas fueron (a pesar de conservatizó al liberalismo, persiguió a
su injustificable generalidad) eficaces y los sindicatos y fundó el Frente Nacional
formativas en la situación que yo vivía (léase oligarca). La extensión y alcance
entonces. Hasta ese momento no había nefastos de todas estas maniobras no
querido publicar, sino por excepción, los se habían dado todavía en su totalidad
pocos poemas que aún conservaba y no pero ya se percibían síntomas alarmantes.
se me ocurría pensar en editar un libro. Era imposible que un intelectual de la
Dejé de escribir poesía (y esto se prolon- capacidad de Zuleta pudiera continuar
garía saludablemente por algunos años) marginado de la política de ese momento.
y me sumergí en la lectura de novelas, Y en efecto, para entonces Zuleta ya se
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

ensayos filosóficos o psicoanalíticos y había acercado al marxismo, siempre bajo


piezas de teatro, en su mayoría de Sartre. la influencia de Sartre.
Freud desplazó en buena parte a Marx
y me enseñó que la comprensión de lo El 10 de mayo de 1957 cayó el gobierno
social e histórico en toda la complejidad de Rojas y entonces formamos un grupo
de sus contradicciones y matices sólo se de trabajo político con Raúl Alameda
alcanza a través del estudio analítico del (un economista que se había separado
comportamiento individual, a partir de del PC, proclamando su marxismo in-
la infancia y de las relaciones familiares. dependiente, y que como orientador de
Con estos criterios era que nos enten- una larga huelga de los talleres Apolo
díamos con más facilidad y provecho. nos había invitado a colaborar con los
En un momento dado, Zuleta me prestó obreros), Zuleta, el periodista Rafael
34


Maldonado, otros amigos y yo. En un Algunos domingos por la tarde nos


pequeño mimeógrafo editamos e hici- reuníamos con Ramiro Montoya en el
mos circular miles de hojas en las que se apartamento de las tías de Zuleta para
analizaba la situación, tomando distancia escuchar la traducción fluida que éste
tanto del gobierno de Rojas como de la hacía de los artículos de Les Temps Moder-
política de Alberto Lleras. La dueña de nes. Otras veces la lectura tenía lugar en
la casa donde instalamos el mimeógrafo el café y siempre suscitaba comentarios y
debió leer alguna de las hojas o escuchar discusiones, cada vez de un carácter más
nuestros comentarios, pues su actitud, políticamente especializado. Por mi parte,
súbitamente fría, despertó nuestras sos- no había buscado más a mis compañeros
pechas; entonces resolvimos trasladar de militancia pero tampoco había roto
rápidamente el mimeógrafo. Estábamos con ellos y mantenía con algunos una re-
dándole la vuelta a la esquina cuando vi- lación amistosa. Desde la terminación de
mos entrar a varios soldados y un oficial. la acción política de la FEC, mis noches de
Fue un momento de grave peligro por- vagabundaje habían vuelto a intensificarse
que, desde el 9 de abril del 48, las ideas pero ahora había una notable diferencia
marxistas se consideraban un delito, y en en la manera de vivirlas: ya no me sentía
esa situación de caos, en que centenares culpable y había adquirido un principio
de miles de personas desbordaban las ca- de auto-crítica y control. Desde hacía
lles de Bogotá, cualquier tipo de violencia unos meses, Zuleta era el confidente
intramuros hubiera pasado desapercibida. de mis más íntimos problemas, sin que
No obstante, es necesario reconocer que jamás abusara de ese saber en el trato
Rojas entregó el poder sin provocar un con- migo o cuando nos encontrábamos
derramamiento de sangre. con el resto de los asiduos a la tertulia.

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Débora Arango. El túnel

35
Tampoco permitía que ese conocimiento
fuera causa de familiaridades en nuestro
trato. Mantenía una distancia discreta,
al interpretar teóricamente, con mucha
sutileza, todo lo que le contaba. En alguna
ocasión me preguntó cuál podía ser a mi
criterio el peligro mayor de la amistad y
yo le contesté sin vacilar: la indulgencia y

Dbora Arango. Huelga de estudiantes.1954 Óleo sobre lienzo


la complicidad. Y como le manifestara mi
preocupación por que yo no estaba apor-
tándole casi nada a nuestra relación, él a
su vez me contestó: aprovecho y aprendo
de nuestra amistad minuto a minuto. De
vez en cuando lo encontraba nervioso y
un poco deprimido y, sin que me lo dijera
directamente, intuía que se trataba de un
sentimiento de soledad, pues no tenía
una compañera. Tampoco era posible
pensar en que alguien como él buscara
relaciones de consolación en aventuras
baratas. Por entonces, le propuse que
aprovecháramos la licencia vigente del
periódico Junio que habíamos editado en Un grupo integrado por Zuleta, Carlos
la FEC (bajo la dirección de Álvaro Paredes Rincón, Armando Yepes  –que figuraba
y luego de Armando Yepes) el cual estaba como director–, Ramiro Montoya, José
financiado gracias a la gerencia de María Arizala y quien esto escribe asumió la
del Rosario Ortiz Santos, eficaz colabo- tarea de publicar nuevamente  Junio,
radora de la política de la FEC. Zuleta se en la que fue su última salida. Desde
mostró de acuerdo y quiso saber quién era el comienzo, la conducta de Zuleta fue
María del Rosario. Le dije que se trataba muy característica: no escribió ningún
de una joven sobrina de Hernando y En- artículo en los tres números que salieron
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

rique Santos, que se había apartado del bajo nuestra responsabilidad pero los
liberalismo tradicionalista de los dueños editoriales estaban inspirados en sus ideas
de  El Tiempo  y que era muy moderna y en otra ocasión hubo necesidad de en-
en sus costumbres. Como primer paso trevistarlo. ¿Por qué Zuleta era tan reacio
para la apropiación de Junio, y para su a escribir, siendo que su capacidad para
financiación, resolvimos organizar una hacerlo era excepcional, como además lo
modesta fiesta a la que asistiría María del mostraron después algunos de sus ensa-
Rosario. A última hora resolví no asistir yos? Pienso que no quería comprometerse
pero después me contaron cómo Zuleta en forma inapelable, como es la escritura,
y María del Rosario habían simpatizado porque sabía que sus ideas estaban todavía
inmediatamente e iniciado una relación en formación y tenían aún un carácter
que pronto desembocó en el matrimonio. muy transitorio. Zuleta era un socrático
36


vocacional y le daba una importancia que sigue ensanchando el ámbito de su


muy grande a todo lo que se expresaba influencia.
verbalmente. Probablemente conocía el
famoso pasaje del  Fedro donde  Platón- Los tres números de  Junio  provocaron
Sócrates  consideran que el verdadero reacciones inmediatas: el periódico con-
aprendizaje es el de quien interioriza y servador El Siglo dedicó un espacio con-
vive las ideas, no porque las haya memo- siderable a atacarnos. Un hermoso cuento
rizado, sino porque las ha recreado como de Mario Arrubla (por entonces, todavía
suyas. La inmortalidad de un maestro se en Medellín) fue muy elogiado, lo mismo
logra cuando el discípulo deja de serlo que los aportes de Ramiro Montoya. No
para, a su vez, ser un recreador del mundo obstante, Zuleta se declaró insatisfecho y
heredado. Esto –según Sócrates– no pue- dijo que Junio todavía “mostraba cierto
de lograrse si no hay diálogo: “Lo terrible afán de figuración”, y el periódico no
en cierto modo de la escritura, Fedro, es salió más.
el parecido que tiene con la pintura: en
efecto, las producciones de ésta se presen- Zuleta había entrado al PC en condiciones
tan como seres vivos, pero si les preguntas singulares, pues con frecuencia lo llama-
algo mantienen el más severo silencio. Y ban de diversas células para que dictara
lo mismo ocurre con los escritos: podrías conferencias teórico-políticas. Mis lectu-
pensar que hablan como si pensaran; pero ras de Freud y la confianza que tenía en
si los interrogas sobre algo de lo que dicen mi amigo me llevaron a proponerle que
con la intención de aprender, dan a enten- hiciéramos un psicoanálisis. No sabíamos
der una sola cosa y siempre la misma”. Por entonces que los expertos prohíben el
lo demás, los escritos circulan también psicoanálisis entre amigos. No obstan-
“entre aquellos a quienes nada interesan te, me fue de enorme ayuda y durante
y no saben a quiénes dirigirse y a quiénes los meses que duró aprendí más sobre
no. Y cuando los maltratan o los insultan Freud que en años anteriores de lectura.
injustamente tienen siempre necesidad Apenas se podía llamar psicoanálisis (de
del auxilio de su padre porque ellos solos acuerdo a la ortodoxia) pues las “sesiones”
no son capaces de defenderse…”. Hay seguían siendo en el café La Paz, al calor

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necesidad, entonces, de considerar otro de unas cuantas cervezas, y apenas se
discurso: “aquel que se escribe con cien- diferenciaban de nuestras conversaciones
cia en el alma del que aprende, discurso anteriores en que éstas se habían tornado
que es capaz de defenderse a sí mismo, de obligatoria exclusividad entre Zuleta
y que sabe hablar y guardar silencio y yo, y en que ahora era yo el que más
ante quienes debe hacerlo”. (Fedro o de hablaba. Desde el principio, la atmósfera
la belleza,  Platón,  Obras Completas  de fue muy propicia, como lo verificamos en
Aguilar, pág. 882). En Zuleta se realizó el análisis de un sueño que tuve antes de
esta concepción socrática puesto que, en empezar las sesiones. Aprendí el sencillo
la abrumadora mayoría de los casos, su método de hacer el propósito de desper-
palabra culminó en el libro solamente tarme, después del sueño principal de la
después de haber sido fogueada en miles noche, para poder escribirlo en forma más
de diálogos. Es por eso que es palabra viva completa, y la frecuente interpretación de
37
sueños le dio un renovado interés, lleno cultura no fue debidamente apreciada
de sorpresas, a nuestros encuentros. Era entre los camaradas y no se lo estimuló
como obtener la comunicación con al- ni apoyó como autor en potencia que
guien entrañable, oculto en los repliegues hubiera podido escribir importantes en-
más recónditos de mi ser y hasta ahora sayos sobre cuestiones históricas. El caso
reprimido e ignorado. Súbitamente, de Darío Mesa era uno de los últimos,
cobraban una enorme importancia sus entre los numerosos anteriores a él, que
voces puras, insobornables y sibilinas. ponía en evidencia la subestimación de
Las posibilidades de enriquecimiento que los escritores e intelectuales por parte del
me brindaban me hacían comprender la PC estalinista. Muy pronto afrontarían
necedad de mi arrogancia racionalista una situación similar Estanislao Zuleta,
anterior al haberlas despreciado, siendo Hernando Llanos, Jaime Mejía Duque
que siempre estuvieron, de alguna ma- y Jorge Villegas, para no hablar sino de
nera, presentes con sus llamados cifrados los amigos más cercanos. La idealización
y nocturnos. del proletariado, al que se consideraba
(y se sigue considerando) como una
Entre tanto, los lazos con el grupo de ami- especie de sector predestinado a realizar
gos que Zuleta tenía en Medellín (entre la revolución; la censura que ejerce una
los que se destacaban Mario Arrubla y burocracia inculta y esquemática contra
Mario Vélez) entraron en una nueva eta- muchos grandes autores, pensadores y
pa, cuando Arrubla y Vélez decidieron ve- artistas, impidió la investigación y estu-
nirse a vivir a Bogotá. Eso constituyó un dio sistemático y profundo del país y fue
acontecimiento para nuestra tertulia. Para causa de gravísimos errores en algunas
entonces, yo recibía un modesto sueldo de las intervenciones políticas del PC en
como colaborador de la revista Cromos, la el proceso histórico colombiano. En ese
cual había subido de categoría al encargar momento, sin embargo, todo (incluso
de la jefatura de redacción al respetado el PC) parecía estar a punto de cambiar
intelectual marxista Darío Mesa.  Cro- radicalmente y el hecho de que aún una
mos, que hasta ese momento tenía la revista como  Cromos  acogiera a Darío
mala reputación de ser una “revista de Mesa y luego a Mario Arrubla, como
peluquería”, se vendía muy poco (y eso redactor y traductor del francés, era bas-
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

muestra indirectamente la magnitud de tante sintomático.


los cambios que el país experimentaba),
por lo cual los hermanos Restrepo resol- Recién llegado a Bogotá, y por los pri-
vieron ponerla a tono con los tiempos de meros días, Mario Arrubla se alojó en un
renovación que corrían. Darío Mesa era pequeño apartamento con terraza que yo
un magnífico jefe de redacción que me había arrendado en el sector del Centro
dejó en libertad de escoger los temas, que Internacional. Luego entraría a trabajar
en ningún momento me exigió horarios en el equipo de  Cromos, se casaría con
rígidos y cuyas observaciones siempre Socorro Castro y arrendaría un apar-
me fueron útiles. Darío venía de una tamento en el centro de la ciudad. Su
abnegada militancia en el PC a la que instalación en Bogotá fue relativamente
puso término porque su lúcida y amplia rápida y desde ese momento se modificó
38


la estructura del grupo que habíamos del famoso líder guerrillero Juan de la
formado en torno a Zuleta. Éste, además, Cruz Varela). Zuleta me invitó a parti-
había diversificado y ampliado sus rela- cipar en ese experimento  pedagógico-
ciones con múltiples grupos y tendencias político pero no acepté, no sólo por con-
y empezaba a ser conocido en los círculos siderarlo bastante iluso y sin perspectiva,
intelectuales bogotanos. Muy pronto sino porque me conocía a mí mismo lo
dejamos de concurrir al café La Paz y lo suficiente para saber que no aguantaría
reemplazamos por el café Lutecia, que una semana en esas duras condiciones.
funcionaba en un local grande y destar- Los tres instructores vivieron separados
talado en la calle 17, arriba de la carrera entre sí por grandes distancias, los campe-
séptima. sinos asistían a las conferencias, extenua-
dos de fatiga, se dormían con frecuencia y
Por entonces, las directivas del PC acepta- no tenían la capacidad de asimilar el len-
ron nombrar a Zuleta (quien iría acom- guaje culto de los conferencistas. Gilberto
pañado por María del Rosario), Arrubla Vieira los visitó y pidió a Zuleta y María
y Vélez como instructores políticos en el del Rosario que se casaran para no darles
Páramo de Sumapaz, (zona de influencia mal ejemplo a los campesinos. Esto rebasó
la copa. A la decepción por la conducta
de los campesinos se unía el hecho de que
ya se acercaba la fecha en que María del
Rosario daría a luz. Resolvieron viajar a
Medellín, donde se alojaron por un tiem-
po en casa de la madre de Zuleta. Cuando
regresaron a Bogotá ya se habían casado
y había nacido Silvia. Se instalaron en un
apartamento de la calle 22 con carrera 5.
En una típica manifestación de su noble
carácter, Zuleta me autorizó (como parte
del psicoanálisis) a que lo visitara en su
apartamento sin previo anuncio, en el

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momento en que lo deseara e incluso
en las primeras horas de la noche. Así
alcanzó nuestra amistad sus momentos
culminantes.
Débora Arango. Acuarela sobre papel

Como el mismo Zuleta lo reconoció, yo


tomaba cada vez más la iniciativa en las
interpretaciones del análisis, de modo que
resolvimos darlo por terminado. Como
culminación, me encargó un resumen
del proceso. Redacté más de 30 paginas
(que aún conservo) que él encontró inte-
resantes. En la última página del resumen
39
yo plateaba la necesidad de irse del país y viva, y más bien como maneras de com-
cambiar radicalmente de medio. Zuleta partir y comentar experiencias comunes.
compartió ese punto de vista y llegamos
a la conclusión de que debía irme a Ale- Aunque nuestra relación se hizo distante
mania socialista por unos años. Como si y esporádica por diversas causas (entre las
todo estuviera planeado, me encontré, días que se cuentan el hecho de que Zuleta se
después, con Gerardo Molina e inmediata- trasladó a Medellín y luego a Cali), los
mente le planteé la necesidad que tenía de motivos más hondos de esa relación con-
una beca en la RDA. Molina me contestó: tinuaron. Concretamente, coincidíamos
“Querido amigo, acaban de llegar precisa- en que la poesía reflexiva es la más alta
mente unas becas para ese país”, y como expresión en el género, y algunas veces él
él presidía la junta que las otorgaba (en la elogió sin reservas mi producción de ese
cual estaban además Jorge Zalamea, Luis estilo. También manifestó su aprobación
Carlos Pérez y Jorge Villegas, todos cono- de los ensayos de mi libro, Ensayos de crí-
cidos míos), me fue otorgada por unani- tica interpretativa – T. Mann, M. Proust,
midad. A las pocas semanas me preparaba F. Kafka, que la Universidad de los Andes
para viajar a Leipzig e iniciar estudios de había editado, y en los cuales es evidente
Literatura y Dramaturgia. la fecunda influencia de Estanislao Zule-
ta. Me enorgullezco de haberlo lanzado
La amistad con Zuleta había sido deci- como autor, a escala nacional, cuando
siva en este nuevo comienzo. También logré (como director de publicaciones de
para otros muchos amigos –estudiantes y Colcultura) hacer editar sus conferencias
profesores de las nuevas generacio- sobre Thomas Mann y la Montaña Má-
nes– Zuleta jugó un papel igualmente gica, después de una prolija corrección
significativo. Muchos fueron los sucesos de los textos de la grabación, ya que
y situaciones en que volví a encontrar Zuleta no se había ocupado de ellos. Las
a mi entrañable amigo después de los numerosas conversaciones que tuve con
seis años que duraron mis estudios en él constituyeron una preparación y una
la RDA. Los colegas de Zuleta en las iniciación en el análisis verbal y en el
universidades (muy pagados de sus tí- ejercicio dialógico de un tema, así como
tulos académicos europeos), al no tener en la prevención y respuesta de posibles
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

argumentos convincentes para atacarlo, objeciones y preguntas en el desarrollo del


solían (y suelen) enrostrarle su falta de mismo. Esto fue muy importante para mi
estudios universitarios y su autodidactis- carrera profesoral. De diversas maneras,
mo. Pero precisamente, esta condición esa formación de expositores y maestros
libre de anacrónicos obstáculos formales, de juventudes es uno de los legados
de vanidades y poses, permitió a Zuleta esenciales de la obra verbal y escrita de
abordar los temas fundamentales de la Zuleta. Su palabra logró con frecuencia
filosofía a través de sus vivencias e in- la más alta categoría: ser principio de una
tereses concretos. De esta manera, sus acción transformadora.
“enseñanzas” no aparecían como tales,
no tenían un carácter “pedagógico”, sino Quiero terminar estos recuerdos, evocan-
que surgían con cierta espontaneidad do la última vez que lo vi. Zuleta había

40


vuelto a Bogotá en calidad de consejero


o asesor del presidente Virgilio Barco y

Débora Arango. Gaitán.


se alojaba en el Hotel Continental. Una
tarde pasé por allí y recordé que me había
invitado varias veces a visitarlo. Yo sabía
que estaba en los comienzos de una grave
enfermedad y resolví anunciarme en la
portería. Me invitó a subir y lo encontré
tendido y exhausto, en compañía de un
“líder sindical” (según dijo al presentár-
melo), teniendo a su costado un montón
de papeles con anotaciones. Aunque ha-
bía bebido bastante estaba perfectamente
lúcido. Casi sin transición empezó a ha-
blar sobre la novela José y sus hermanos de
Thomas Mann, y yo le hice una observa-
ción sobre los “juegos con el poder” de
José que resultó alusiva porque Zuleta
anunció que estaba resuelto a renunciar
a su alto cargo y a volver a la Universi-
dad del Valle, y me dio un escrito suyo
sobre la violencia que entonces se vivía
(era el momento en que se asesinaban a
diario dirigentes y militantes de la Unión
Patriótica). Tuve la súbita certeza de que
era la última vez que conversaba con ese
amigo irremplazable. Él también lo sabía
porque, de pronto, empezó a decir con
un tono alto y dramático que nunca le
había oído: “¡Yo te quiero mucho!”, y
repitió la frase muchas veces. Me sentí un

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poco amedrentado y sorprendido porque
siempre lo había visto discreto y dueño
de sí, y no supe qué decir. Entonces se
irguió, tomó un ejemplar de su libro La de respeto y de crítica. De una amistad
poesía de Luis Carlos López, y escribió en la cual no hay jueces sino intentos de
con fluidez la siguiente conmovedora comprensión. Estanislao”. Como en sue-
dedicatoria: “Para Eduardo Gómez en ños, me despedí diciéndole en forma que
testimonio de una amistad, larga, íntima resultó premonitoria: “Ahora descansa”.
y mutuamente fecunda. De una amistad Y alcancé con rapidez la calle, mientras
que no terminará nunca. Que está hecha me enjugaba las lágrimas.

41
Eduardo Gómez


Prólogo a Thomas Mann, la montaña mágica


y la llanura prosaica*
Eduardo Gómez

Débora Arango. Los segadores


E
l hecho de que tengamos que e irrefutablemente, a un valor que tiene
hacer una presentación de Esta- vigencia y es capaz de aportar méritos,
nislao Zuleta, no sólo para el gran incluso en los centros más exigentes de
público, sino también, y en no pocos la cultura europea. Se consideran, ade-
casos, para muchos de quienes creen co- más, tan inevitables y naturales nuestras
nocerlo en nuestro medio intelectual, ya monstruosas carencias y deformaciones
es un indicativo del acentuado contraste históricas y se está tan acostumbrado
que se vive en nuestro país, entre el ser a que cualquier aceptación de valores
social y el personaje, entre la función nuestros sólo sea posible desde un enfo-
histórica efectiva y las ilusiones o ter- que demasiado relativo y local o a que
giversaciones de la agitación y el gesto. su lanzamiento y consagración más exi-

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Debido a esa misma desproporción, este gentes provengan de las metrópolis, que
prólogo parecerá probablemente exage- se alimenta indiscriminadamente, y con
rado a quienes no lean o no sepan leer terquedad masoquista, un escepticismo
Thomas Mann, La montaña mágica y La de principio respecto a una afirmación
llanura prosaica. Porque en una sociedad autónoma de la universalidad de alguno
en donde el poder reposa, en no escasa de los nuestros.
medida, en la capacidad de mistificación
y embrutecimiento de los poderosos me- Las exigencias de lucidez y sensibilidad,
dios de comunicación, aparece como una singularmente rigurosas, a que se vio abo-
impertinencia peligrosa descubrir, súbita cado para resistirse a las facilidades y libe-

* Tomado del libro Thomas Mann, la montaña mágica y la llanura prosaica. Colección autores nacionales, Instituto
Colombiano de Cultura, Bogotá, 1977.

43
lo iba exigiendo. La primera consecuen-

Débora Arango. El velorio. 1944


cia de esa iniciación fue el rechazo de
la educación deformante y sádica del
colegio donde estudiaba para asumir las
dificultades y los peligros de la formación
autodidacta. De modo que la lentitud
en producir una obra, que algunos han
reprochado a Zuleta, no es sino equilibrio
e integración del saber y la vivencia, de lo
subjetivo y lo objetivo, en una compleja
ampliación y universalización de sus rela-
ciones, en un continuo intercambio de lo
“interior” y lo “exterior” que va integrán-
dolos progresivamente. Es una lentitud
que, por otra parte, da la medida máxima
de las posibilidades de nuestro medio para
acceder realmente a lo universal, debido a
la lucha demasiado desigual que plantea
el autodidactismo. Se trata, entonces, de
rarse de los fantasmas de una extracción una “lentitud”, pero sólo respecto al ritmo
social alta, el hecho de haberse formado irresponsable de la improvisación.
en un núcleo humano de situaciones tan
definidas y contradicciones tan intensas Langsam aber sicher (“Despacio pero
(y que se ha distanciado tradicionalmente seguro”), dice un proverbio alemán que
del país) como el antioqueño (haciendo descubre uno de los secretos de la gran-
posible así un distanciamiento crítico deza de ese pueblo. El proverbio es tanto
más agudo en sus sectores de oposición más oportuno en este caso, si tenemos
interna) y la influencia personal y directa, en cuenta que la formación de Zuleta
en sus primeros años, de un rebelde en es de vigorosa raigambre alemana, espe-
la Colombia de entonces como Fernando cialmente la que configura el comienzo
González, crearon pronto en Zuleta una de su definitiva madurez. Sin ignorar el
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

profunda desconfianza en su formación impacto y el despertar, en un primer im-


tradicional, como primera instancia ne- pulso, que produjeron en él autores como
cesaria de la desconfianza en el medio, Sartre y otros existencialistas franceses
y le permitieron la aclaración de sus de menor importancia, el afianzamiento
conflictos, desde muy temprana edad, en el psicoanálisis que le significó, muy
mediante el estudio de autores univer- posteriormente, un Lacan, la certeza en
sales. Ese estudio se orientó, de entrada, los orígenes que le aportaron un Sócrates
como una superación existencial, es decir, y un Platón o, en un nivel más ambiguo y
no con el criterio de “acumular cultura”, condensado del conocimiento, escritores
sino de asimilarla en la medida en que la como Dostoievski, Tolstoi y Proust, son
apertura espontánea de la personalidad a Marx, Freud y Nietzsche, Goethe, Tho-
un desarrollo feliz de todas sus potencias, mas Mann y Musil, los que se convierten
44


en el horizonte más rico en perspectivas zación y la muerte, dice Zuleta: “Toda


de su madurez, sin olvidar la importan- actividad, toda realización, toda escritura,
cia que para él tuvieron en un momento convierte en un pasado irreversible lo que
dado Husserl, Kierkegaard, Heidegger ya hicimos, en algo que queda entregado
y Kafka. a la interpretación de todo el mundo,
en un sinnúmero de efectos que se van
Como su proyección cultural no ha sido a producir, que no podemos controlar y
narcisista, imaginaria o académica, sino que son parte de la muerte”. Se trata aquí
existencial y concretamente histórica, de la concepción contraria a la escritura
y como su arma de más alcance contra como seducción exhibicionista, como
el medio ha sido la investigación siste- dilatación narcisista o como ganzúa para
mática y el cuestionamiento irónico, abrir las puertas de los salones de moda.
incluso de sus más “legítimos” impulsos La escritura se asume como una muerte
(cuestionamiento que, en principio, llegó progresiva en el sentido de legado, de
a exasperarse en posiciones moralistas), patrimonio social cuyos efectos salen de
la forma de búsqueda y de acción expe- nuestro control, de contribución máxima
rimental en Zuleta ha sido eminentemente del sujeto (y por tanto, como su medida),
socrática. Como su saber no ha sido sino y por eso se fija en signos indelebles.
la medida de su ser social y su eficacia his-
tórica, necesita llegar a una espontaneidad El acto creador como
difícilmente conquistada y laborada, que superación
autorice el riesgo y la gran responsabilidad
de la escritura. Así, el diálogo y la exposi- Pero ¿cómo puede el creador alcanzar
ción, primero, y más tarde la conferencia alguna certeza sobre la verdad de su obra
y la cátedra, han constituido, a la par y tener alguna seguridad de que con ella
que una labor docente de excepcional no trata de “racionalizar” y justificar
calidad, una especie de fogueo previo, simples pulsiones neuróticas? O, en el
de primer ensayo cauteloso antes de mejor de los casos, ¿cómo puede saber
llegar a la escritura. Ese proceso implica, en qué medida esas pulsiones se infiltran,
entonces, una proyección de la escritura como tales, en la imagen artística o en

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en general, como una culminación, como qué proporción y con qué consecuencias
una síntesis orgánica de todo lo aprendido desvían los propósitos de la obra? Porque
en un determinado campo, que se inser- es evidente, sobre todo en el caso de la
ta, de hecho, en la corriente histórica y literatura y la crítica, que no bastan los
deja de ser controlable por el autor para datos del saber aprendido y racionalizado
transformarse objetivamente a través de para dar una respuesta aproximadamente
otras acciones, de otras escrituras. De satisfactoria a esas preguntas, ya que, no
ahí procede, en parte, la angustia que sólo subjetivamente, para su autor, sino
produce el compromiso de escribir, de para todos sus lectores, no sólo en sus
comenzar a fijarse en una imagen defini- efectos inmediatos, sino en los sucesivos
tiva, en una obra irreversible, cuando se e imprevisibles de las épocas posterio-
tiene una auténtica vocación de escritor. res, toda obra es una exploración y una
Refiriéndose a la relación entre la reali- aventura.
45
Contestar satisfactoriamente esas pre- dice que produce en los oyentes un esta-
guntas, rebasa las posibilidades de este do de “asentamiento o sosiego, como si
prólogo. Solamente podemos indicar una hubieran recibido un tratamiento médico
dirección de fructíferas consecuencias: en y una purificación o Catarsis”2. Aunque
la medida en que el autor aprenda y se en un principio se dio a ese término de
supere durante la concepción y escritura purificación un sentido moral, “desde
de la obra, en esa medida, aproxima- el trabajo de Berbays en 1857 (Grun-
damente, podrá enseñar la superación dzüge der verlorenen Abhandlung des A.
a los demás, en el nivel y dentro de los über Wirkung der Tragödie: «Elementos
conflictos específicos que ella aborda. esenciales de la disertación perdida de
Queda claro, entonces, que para que ese Aristóteles sobre el efecto de la tragedia»)
sentimiento, o certeza, de superación y se comenzó a aceptar que la teoría de la
aprendizaje en la gestación y realización Catarsis procedía de la medicina”, dice el
de una obra, se produzca, es necesario comentarista Samaranch, y agrega: “Ulte-
concebirla, simultáneamente, como riores investigaciones en el sentido de las
pulsión y como autoanálisis, como catar- soluciones propuestas por Weil y Bernays
sis y como pensamiento universal, y que, relacionaron la Catarsis con las teorías
en la medida en que esos movimientos médico-fisiológicas del tiempo. Nada de
mutuamente complementarios se relacio- extraño tiene que Aristóteles se inspirara
nen críticamente con los datos del saber en ellas, habida cuenta de su educación
afianzado, y lo enriquezcan, la certeza de en la medicina… y, concretamente, de la
superación subjetiva, por un lado, y la medicina hipocrática. La salud depende
de eficacia social y verdad, por otro, se del adecuado equilibrio de los cuatro
irán haciendo cada vez más claras y más humores presentes en el cuerpo humano:
próximas. la sangre, el flegma, la bilis amarilla y la
bilis negra… Un notable exceso de bilis
De manera que el arte es una actividad negra lleva a la locura total. Un exceso
que (para resaltar, por ahora, en términos moderado crea una cierta inestabilidad y
elementales una de sus funciones más sensualidad, como las que con frecuencia
importantes) tiene efectos terapéuticos, van vinculadas al temperamento artístico.
tanto para el autor como para quien lo A un aumento de bilis negra corresponde
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

contempla e interpreta. Este aspecto ha un aumento de tensión emocional… Una


sido intuido por los grandes pensadores orgía emocional lleva a un apaciguamien-
desde la más remota antigüedad. to. Lógicamente, cuanto mayor haya sido
la tensión emocional, mayor será el placer
Según Aristóteles, la tragedia, “mo- que se sienta en la relajación de la tensión.
viendo a compasión y temor, obra en Aquí nos deja la medicina hipocrática”3.
el espectador la purificación propia de
estos estados emotivos”1. (Habría que Es de mucho interés observar cómo
agregar: no solamente en el espectador, la “bilis negra” no era sino una forma
sino también en el autor y luego en el simbólica de nombrar los conflictos
actor, antes que nadie y con prioridad). psicopatológicos y neuróticos, como
Hablando de los efectos de la música, queda demostrado cuando se dice que
46


“un exceso de bilis negra lleva a la locura


total. Un exceso moderado crea una cierta
inestabilidad y sensualidad, como las que
con frecuencia van vinculadas al tempera-
mento artístico”. Esta última observación
ha sido expresada, de muy diversas ma-
neras, por pensadores y artistas de todas
las épocas posteriores, en el sentido de las
relaciones existentes entre neurosis y arte,
locura y genialidad y de la función de lo
“demoniaco” en la obra artística.

No han sido muy convincentes, en


cambio, los intentos de suprimir la “pu-
rificación catártica” aristotélica, como es
el caso de Brecht con su teoría del “dis-
tanciamiento” (Verfremdung) (conscien-
temente concebida contra la del filósofo
griego), la cual pretende racionalizar la
obra teatral y sus efectos, hasta un punto

Débora Arango. El tren de la muerte. Acuarela


en que las descargas afectivas y los pro-
cesos emocionales de identificación (y de
posible rechazo concomitante) con los
personajes y situaciones de la obra (por
parte de los actores y los espectadores)
quedan prácticamente anulados. En el
distanciamiento brechtiano se pretende
suprimir o ignorar la importancia de las
motivaciones libidinales, neurótica y, en
general, psicológicas, desde una posición

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


político-moralista insostenible, incluso
inmediata y definitivamente en cuanto se
debe el punto de vista de muchas de las
conseguía despertar con toda claridad el
obras del mismo Brecht. Afortunadamen-
recuerdo del proceso provocador, y con él el
te, en las mejores obras de éste, el talento
y la sensibilidad del artista sobrepasan las afecto concomitante, y en cuanto el paciente
intenciones del teórico. describía, con el mayor detalle posible dicho
proceso, dando expresión verbal al afecto.
En su obra sobre la histeria, en el capítulo
“Psicoterapia de la histeria”, Freud habla “Procuramos luego hacer comprensible
del “método catártico” de curación y lo la forma en que actúa nuestro método
describe así: “Hemos hallado, en efecto, y psicoterápico: anula la eficacia de la re-
para sorpresa nuestra, al principio, que los presentación no descargada por reacción en
distintos síntomas histéricos desaparecían un principio, dando salida, por medio de
47
la expresión verbal, al afecto concomitante, y su contenido manifiesto encubre e in-
que había quedado estancado, y lleván- sinúa, a la vez, una gran riqueza de ideas
dola a la reacción asociativa por medio latentes que el análisis posterior descubre.
de su atracción a la conciencia normal”4. En la metáfora se realiza una elaboración
Independientemente de las variaciones análoga. En el desplazamiento onírico se
de ese método, desde la hipnosis hasta trata de representar una cosa por otra,
la libre asociación, lo que nos interesa de manera similar a como sucede en la
destacar aquí es el carácter terapéutico metonimia.
de la descarga afectiva, por medio de la
reconstrucción y de la interpretación, del Hay, pues, en el proceso de concepción
“proceso provocador y con él el afecto y realización de una obra literaria, una
concomitante”. En efecto, este proceso objetivación de fantasmas, pulsiones neu-
ofrece analogías con el de la gestación róticas y fantasías que van configurando
de la obra de arte en su etapa inicial. significados cada vez más conscientes y
También en los movimientos primarios cuyas relaciones internas y externas se
de la llamada inspiración artística, una van extendiendo cada vez más lejos y
serie de motivaciones inconscientes y con mayor complejidad y profundidad,
de asociaciones espontáneas irrumpe en modelando y depurando los motivos
el preconsciente e insinúa las primeras primeros del inconsciente salvaje y las
imágenes. A este respecto, la novela de semielaboraciones del preconsciente (“el
Marcel Proust, En busca del tiempo per- lugar del lenguaje”), hasta configurar
dido, contiene largos y numerosos pasajes formas extraordinariamente significati-
en los cuales discurre con extraordina- vas y transcendentes. El creador artístico
ria sutileza sobre la reconstrucción de aclara así (y, relativamente, supera) una
sus recuerdos por medio de complejas serie de tendencias y complejos hasta el
asociaciones que se van enriqueciendo momento inconscientes o completamen-
a través de las modificaciones afectivas te encubiertos y distorsionados, mediante
del presente. En esas reconstrucciones la proyección y elaboración crecientes de
el trabajo de gestación del novelista se formas que condensan y trascienden su
integra al desarrollo mismo de la novela, mundo convencional o aparente. Zuleta
dándonos, simultáneamente, claves muy menciona, en la conferencia inicial de
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

valiosas para la comprensión de esa gesta- esta obra, varios ejemplos clásicos que
ción y para el desarrollo del argumento. ilustran la tesis enunciada. Refiriéndose a
Thomas Mann, dice: “Como tantos otros
En la elaboración onírica, las analogías artistas, él ha hecho sufrir a sus personajes
con el proceso de creación artística se el destino del que ha escapado escribiendo
pueden apreciar con más claridad. Lacan sus obras. Como Goethe, que en lugar de
ha establecido que los procesos básicos suicidarse después que se hizo inminente
del sueño, la condensación y el desplaza- el matrimonio de Carlota Kestner, escri-
miento, corresponden a la metáfora y a bió el Werther e hizo suicidar a Werther
la metonimia. La condensación onírica y él se consiguió otra novia, así Thomas
plasma en una imagen características Mann ha seguido esa huella. De la misma
afines de personas y situaciones diversas manera que Cervantes, ya a los 50 años,
48


Débora Arango. Mercado


después de una vida fracasada, encar- reposo, termina quedándose ahí en repo-
celado, sin haber logrado ningún gran so, gobernando pensamientos, llevando a
éxito, en lugar de oponerse a la muerte cabo aventuras más bien imaginarias, de
silenciosa por medio de una locura, arroja las que sólo el traumatismo de la guerra
fuera de sí la locura y la pone a pasear por puede arrancarle; asimismo Thomas
el mundo como Don Quijote; asimismo, Mann visitó, precisamente en un sana-
Thomas Mann no se entregó a la tenta- torio de Davos, a su esposa enferma de
ción de la muerte. Dejó que se entregara tuberculosis, por espacio de tres semanas.
Hanno a la fantasía musical y soñadora Y también el médico jefe del sanatorio de
y a la enfermedad; él, en cambio, escri- Davos le encontró una mancha húmeda

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


bió una obra laboriosa y difícil, de mil y fiebre, y también le recomendaron seis
páginas: Los Buddenbrook, la historia de meses. Pero no obedeció al médico, sino
su familia y de su vida”. Pero el ejemplo que bajó corriendo a la llanura y escribió
más fascinante en este sentido, es el que La montaña mágica y olvidó la mancha.
cuenta más adelante, porque descubre a No se entregó a la tentación: entregó
la interpretación vastas zonas oscuras de Hans Castorp”.
La montaña mágica:
Así, el artista hace de su debilidad su
“Así como Hans Castorp visita a su primo fuerza y actúa sobre el mundo a medida
Joachim con la intención de permane- que él mismo se transforma. Así, el arte,
cer solo tres semanas, y luego de que le de recurso desesperado se convierte en
encuentran una mancha húmeda en el acción por los medios que le sean propios
pulmón y le dan diez meses de cura de en cada especialidad.
49
Al descubrir lo social en lo individual, lo fundamental de sus procesos como ima-
filosófico en lo psicológico, lo abstracto gen del mundo significativa y totalizante,
en lo plástico, para configurar imágenes evitando el eclecticismo y la dispersión,
esenciales que recrean el mundo tornán- así como las tentaciones especulativas y
dolo significativo, la obra de arte emerge, las interpretaciones acomodaticias.
en su plenitud, a los espacios abiertos
del saber, planteándose como otra for-
ma de conocimiento. En esa concepción
apenas se distingue el artista del crítico,
en el sentido de que este último, como
intérprete integral, re-crea de otra manera
la obra. Es claro que esa tarea nunca se
desarrolla por completo, puesto que, en
principio, es infinita; pero el autor tam-
poco ha podido llevar la suya hasta sus
últimas consecuencias, ya que tiene que
limitarse, en todo caso, a la sugerencia. La
diferencia fundamental radica en que la
recreación del crítico está condicionada
por imágenes ya propuestas y en que lo
hace en un grado mayor de abstracción.
Por lo demás, una crítica interpretativa

Débora Arango. La justicia


no se limita a “reconstruir” la obra tra-
tando de esquematizar pasivamente lo
que el autor quiso decir, sino que aporta
sus propias modulaciones, encuentra
relaciones inesperadas inclusive para el
propio autor y devela las más esotéricas
en su verdadero sentido, encontrando
métodos propios para sus descripciones. Marxismo y psicoanálisis
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

Esa exigencia de un sentido de lo que es


la creación en su intimidad más recóndita En esa perspectiva, de experimentación
hace que solamente pueda ser verdadero rigurosa en la búsqueda de una exégesis
crítico un creador y que no podrá ser crítica que integre en una unidad in-
creador quien no sea un crítico. divisible y dialéctica lo individual y lo
social, lo psicológico y lo filosófico, se
Pero para realizar esas exigencias de encuentra la obra de Estanislao Zuleta,
interpretación se necesita encontrar un Thomas Mann, La montaña mágica y La
método adecuado que logre integrar el llanura prosaica. Se trata de un largo y
aspecto más particular y subjetivo de la meticuloso ciclo de conferencias crítico-
obra artística con el más general y objeti- interpretativas, grabadas y transcritas por
vo y que capte y describa la ambigüedad iniciativa de los oyentes y que no pudo ser
50


revisado por el autor. Estas conferencias enfoque logre esclarecer realmente el


inician una nueva etapa en la ensayística fenómeno analizado no requiere… una
hispanoamericana y aportan, a la más justificación teórica, porque después de
exigente crítica europea, la aplicación todo la prueba final de toda metodología
práctica de la integración metodológica está en los resultados que permite alcan-
de marxismo y psicoanálisis en un nivel zar”5. La oposición “de principio” contra
de penetración, riqueza y unidad orgánica los intentos de realizar esa integración,
muy difícil de igualar. se basa en la falsa oposición entre indivi-
duo y sociedad, porque “se supone que
En el ensayo, Marxismo y Psicoanálisis intentamos explicar por la vida personal
(todavía por descubrir y valorar) publica- lo que sólo encuentra explicación en la
do hace doce años en la revista Estrategia vida social y que tratamos de hacer surgir
(enero de 1964), Zuleta estudia la nece- las categorías sociales del desarrollo de la
sidad de integrar el método marxista con conciencia privada”76. Pero esa oposición
el psicoanalítico, mostrando la necesidad sólo indica un completo desconocimiento
intrínseca que tiene cada uno de ellos de del pensamiento de Marx, ya que éste
ser complementado y desarrollado por el nunca puso “todo el acento en lo social
otro. Ya desde entonces la interpretación a costa de lo individual. Al contrario, su
crítica de la obra de arte figuraba como el obra entera supone la superación defini-
campo más apropiado para la experimen- tiva de esta oposición y contiene una ex-
tación y búsqueda de esa integración, par- plicación de sus raíces históricas”7. Marx
tiendo de los momentos fundamentales ya había advertido en los comienzos de
a que nos hemos referido anteriormente. su obra que “hay que evitar, ante todo, el
peligro de fijar de nuevo la sociedad como
Transcribiremos ampliamente este estu- una abstracción, frente al individuo. El
dio por considerarlo casi desconocido, individuo es el ser social”8. No se trata,
porque se trata de un análisis de excep- pues, de ninguna manera, de salvaguar-
cional importancia en esa búsqueda de dar, como lo cree el marxismo vulgar,
integración de las dos ciencias y porque la prioridad de lo social sobre lo indivi-
nos da algunas claves metodológicas de dual, puesto que este enfoque partiría,

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


las conferencias de Thomas Mann, La tácitamente, de la oposición individuo-
montaña mágica y La llanura prosaica. sociedad como categorías irreconciliables,
Zuleta comienza por señalar que “no hay “sino de introducir una concepción del
nada tan peligroso en este terreno como hombre radicalmente diferente… Ese ser
la construcción de síntesis apresuradas aislado que entra a posteriori en relación
(entre marxismo y psicoanálisis), de ca- con sus semejantes, por contrato, y se
rácter puramente especulativo, que no se adapta por conveniencia a las condiciones
apoyen en investigaciones concretas. Lo de la vida en sociedad, es una abstracción
más fecundo sin duda es la elaboración que proviene de la ideología burguesa
de estudios directos, en los que la com- y contradice la realidad efectiva de los
prensión real del objeto imponga por sí hombres… La oposición entre individuo
misma la solidaridad profunda de estas y sociedad ocurre cuando el primero se
dos disciplinas. Allí donde este doble reduce a un sujeto de intereses particula-
51
para producirlas. Detrás de la igualdad:
veinte varas de lienzo, igual una chaqueta,
está la igualdad: ocho horas de trabajo,
igual ocho horas de trabajo. Pero Marx
demuestra en seguida que el cambio no
sólo expresa esa igualdad, sino que la
oculta. En efecto, en el acto del cambio, la
mercancía no expresa su valor en el valor
de otra mercancía, no dice: yo valgo lo
mismo que vale ésta. El contenido de esa
igualdad está completamente oculto. La
mercancía expresa su valor en la materia-
Débora Arango. Los músicos. Óleo sobre lienzo

lidad de la otra mercancía; dice, yo valgo


tanto oro, por ejemplo. La autonomía que
adquiere esta última forma es tan grande,
que se llega a creer que la proporción
en que se cambian las mercancías sólo
representa una convención, y no es la
substitución de una igualdad. De esta ma-
nera, el origen y el fundamento de todo
el proceso -el trabajo humano- se pierde
de vista y aparece como una propiedad de
res opuesto a otros sujetos, y la segunda se los objetos: su valor. Las relaciones entre
convierte en un aparato de instituciones las cosas suplantan las relaciones entre
impersonales incontrolables para él como los hombres y adquieren una suerte de
los fenómenos naturales… Marx no nos vida propia: el capital produce interés”11.
dice que el individuo llegará a ser social, Ese hecho hace que los objetos pierdan
sino que lo es ya hasta en los repliegues más su destinación original; ya no se definen
íntimos de su existencia”9. Pero Marx no como útiles destinados a la satisfacción
se limita a hacer estas declaraciones de de las necesidades humanas, sino como
principio, sino que “procede a un análisis objetos de cambio y el cambio se vuelve
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

de las categorías económicas y sociales su finalidad. Porque, “en efecto, la cosa en


tan profundo, que permite ver en ellas el su individualidad verdadera, se define por
elemento de toda interioridad, el campo su capacidad de satisfacer una necesidad
histórico en que se forma la subjetividad, humana; pero, en el acto de cambio, se
cualquiera que sea su desarrollo particu- refiere a otra cosa, y el comprador no
lar, personal”10. Como ejemplo de uno tiene que estar necesitado de ella en su
de esos análisis, Zuleta resume el de la instrumentalidad corporal y puede no
forma mercancía: “el cambio expresa la tener siquiera la posibilidad de disfrutarla
igualdad de dos mercancías. Esta igualdad realmente; basta con que tenga aquella
no está en su cuerpo ni en su utilidad, otra cosa. Al contrario, la necesidad o una
sino en su valor cuya substancia es el gran capacidad de disfrute no fundan por
tiempo de trabajo socialmente necesario sí mismas ningún derecho a ella mientras
52


el sujeto carezca de la mercancía equiva- es más fácil entender por qué “Marx y
lente… Existe, pues, una situación social los grandes novelistas han visto que el
en la que se da y tiende a estratificarse el individuo más particular expresa las con-
disfrute sin el trabajo, la necesidad sin el diciones generales de la sociedad (nota).
disfrute, etc.”12. Así, Thomas Mann eleva la psicología
individual a la altura de una antropología
Ese análisis de la mercancía, según Marx general de la civilización burguesa”17. Pero
(cuyo comentario apenas podemos suge- no solamente del análisis de la mercancía
rir) “conduce por lo tanto a la descripción surge un principio, una exigencia muy
de un campo psicológico: la estructura con- clara, de carácter psicológico, que queda
tradictoria de la posibilidad que rige aquí, apenas indicada y sugerida con extraor-
condiciona la persona en su ser más íntimo. dinaria agudeza y que exige un desarrollo
El hecho de que exista una distancia específico; toda la obra de Marx está
enorme y a veces grotesca entre lo que los llena de tales esbozos y sugerencias y en
hombres son efectivamente y el papel que ocasiones éstos son descritos con alguna
desempeñan en la sociedad… repercute minuciosidad y dentro de especificaciones
en todos los niveles de su existencia. El ya claramente psicológicas. Por ejemplo,
poder, el valor y la función (sociales) de “a veces el análisis marxista unifica las
la persona se constituyen como un ser dependencias económicas y las familiares,
exterior a la problemática real de su vida, haciendo incluso aparecer la figura del
como algo que no se desprende de sus padre en un sentido típicamente freu-
cualidades propias y que puede modifi- diano, como cuando nos explica la fuerza
carse o perderse en cualquier momento, de la fe en la «creación»: Un ser sólo se
al mismo tiempo que la cosa de que considera independiente cuando es dueño
depende, el dinero, por azar o por leyes de sí, y no es dueño de sí sino cuando es
impersonales tan independientes de su ser a sí mismo a quien debe su existencia.
real como el azar”13. Así como el trabajo Un hombre que vive por gracia de otro
se pierde y fetichiza en la mercancía, “el se considera dependiente. Pero yo vivo
hombre adquiere una objetividad institu- completamente por gracia de otro cuan-
cionalizada, con sus deberes y derechos, do no sólo le debo el mantenimiento de

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su status, su puesto en la escala de valores, mi vida, sino que además es él quien ha
todo lo cual determina en exterioridad creado mi vida, quien es la fuente de mi
sus relaciones con otros hombres”14. Así vida, y mi vida tiene necesariamente su
nace el personaje que no es sino “un razón fuera de ella cuando no es mi propia
hombre real, designado por una signifi- creación. La creación es por lo tanto una
cación social que le es exterior, que trata representación difícil de eliminar de la
de interiorizar y a la que llama Yo”15. La conciencia popular. Esta conciencia no
consecuencia es la de que la personalidad comprende que la naturaleza y el hombre
se escinde: “en esta forma de existencia se existen por sí mismos, porque semejan-
separa radicalmente lo que se es para si te existencia va contra todos los datos
de lo que se es para los otros y se procura evidentes de la vida práctica”18. En otras
adoptar sobre sí mismo el punto de vista ocasiones, las alusiones de Marx insinúan
de los otros”16. Después de este análisis un saber psicológico tácito muy profundo
53
y apuntan muy directamente al mundo de interpretar las maneras singulares como
relaciones singulares en el que se mueve la personalidad se realiza o se frustra en
Freud, como cuando dice: “La carencia determinadas relaciones muy concretas:
efectiva de verdad de los lazos familiares “toda crítica del psicoanálisis que no nos
es expuesta por el cristianismo como una diga por qué el sueño, la neurosis, el
verdad inquebrantable”19. desarrollo psíquico son otra cosa que lo
que piensa Freud, será inevitablemente
Sin embargo, se podría objetar -y de superficial, ideológica y dogmática”21. Sin
hecho se lo hace en el caso del marxismo esa mediación del psicoanálisis entre las
vulgar- que basta con saber las conclu- estructuras más generales y la personali-
siones generales del análisis marxista dad, el individuo queda convertido “en
sin necesidad de seguir y completar sus un agente pasivo que la sociedad o la clase
desarrollos específicos y sus descripciones personificadas y fetichizadas utilizan para
complejas. Pero es el caso que si no se ha proyectar su reflejo”22, regresándose así a
seguido el proceso para llegar a una con- la modalidad más burda de la oposición
clusión, no se ha aprehendido el método individuo-sociedad. Por haber rechazado
y entonces se aplicarán mecánicamente, esta mediación, el marxismo vulgar oscila
a situaciones diferentes, conclusiones entre “dos sistemas de interpretación
válidas como principio o para casos muy de las ideologías más incompatibles e
concretos, pero que es preciso redescubrir igualmente absurdos: tan pronto se las
en cada situación, enriquecer o trans- trata como el simple reflejo pasivo de las
formar y, si es el caso, superar. Las leyes instituciones económicas, y, por ejem-
descubiertas por Marx no pueden, por plo, resulta que la descomposición de las
tanto, ser conocidas independientemente formas clásicas en la pintura moderna
de su método. Este se muestra tan rico «refleja» la descomposición del mundo
en aperturas, no sólo al psicoanálisis, capitalista; tan pronto se las trata como
sino a la antropología, la sociología y la una forma consciente de acción política,
historia, que no puede, ni aun en los casos y entonces la religión aparece como una
más aparentemente sencillos, reducirse a simple maniobra patronal”23.
fórmulas o leyes rígidas: “la premisa teó-
rica según la cual el individuo es social, Se trata, evidentemente, de una posición
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

plantea la exigencia de saber cómo lo es”20, insostenible. No obstante, sus defenso-


y esta tarea es infinita como el fluir y las res, los enemigos del psicoanálisis, son
variaciones de la historia y, dentro de ella, tan tozudos y han llegado a un grado
de las clases, las familias, los individuos, de anquilosamiento tal, que, en última
etc. Es preciso saber cómo lo “exterior” instancia, aceptan, “en principio”, la ne-
deviene lo “interior”. cesidad de una psicología, pero rechazan
la de Freud. No lo han estudiado para
Ahora bien, esas exigencias insatisfechas rechazarlo; simplemente, han buscado en
de comprensión psicológica que plantea las declaraciones generales de Freud sobre
el marxismo, solamente pueden ser res- historia, política o sociología, es decir, en
pondidas por el psicoanálisis. El psicoa- sus opiniones fuera del campo científico
nálisis es insustituible para describir e que le es propio, y han encontrado una
54


serie de ellas que ciertamente van contra comportamiento como una unidad con-
el espíritu de la filosofía marxista. Pero flictiva y dinámica y ve en la sexualidad
no es de esta manera como Freud puede un «prototipo» de sus demás reacciones.
enriquecer el método marxista, precisa- Nos muestra, por ejemplo, cómo nuestra
mente porque no se trata de un aspecto cultura impone, por un largo periodo de
central o riguroso de su pensamiento. Es la juventud, el ideal de la abstinencia,
en la especificidad irremplazable, cientí- dado que el hombre madura para la vida
ficamente, de sus análisis concretos, en sexual y amorosa mucho antes de que
sus búsquedas y conclusiones experimen- pueda alcanzar una situación económica
tales y no en sus opiniones políticas, en que le permita realizar el matrimonio,
donde están sus aportes definitivos. La lo que no ocurre en otras culturas”24.
principal acusación que se hace a Freud Nos describe el complejo de Edipo en
es la de “pansexualista”, es decir, la de que el contexto de relaciones familiares que
habría tratado de “explicar la historia por deciden sobre su orientación, y, toda
el sexo”. neurosis, como producto de relaciones
familiares y sociales fallidas especialmente
En realidad, Freud le da a la sexualidad el en el momento en que la personalidad
puesto de importancia que le han nega- sienta sus bases estructurales decisivas en
do en toda la historia anterior, debido a la niñez. Para Freud, la sexualidad es una
prejuicios y creencias. Freud “considera el “necesidad inseparablemente biológica
y social, arraigada en todo el cuerpo y,
sin embargo, tan extraordinariamente
Débora Arango. Monje

socializada, que puede perder su función


natural, cambiar el objeto que le está
biológicamente destinado… o inhibirse
del todo, en función de las relaciones
interhumanas… En esa necesidad el
organismo no se refiere a la naturaleza
para conservarse o protegerse, sino que
se refiere a otra persona”25.

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


En fin, no es posible hacer una reconstruc-
ción completa del estudio de Zuleta que
hemos citado en extenso, pero creemos
suficientemente ilustrativa la transcrip-
ción que hemos hecho. Lo que primero
llama la atención en él es la concepción
que trasluce de la filosofía y la ciencia en
general, no como sistemas cerrados, com-
pletos en su saber, sino como estructuras
abiertas, como método de conocimiento
que se hace praxis, que surge de la pra-
xis, la ilumina y vuelve a confundirse
55
con ella, en un perpetuo intercambio Lacan y Nietzsche, despojándolo de cierta
de mutuas transformaciones. Con razón rigidez inicial y auxiliándolo con otras
decía Sartre que todo sistema que se cree ciencias como la antropología. Ya había
completo se convierte en una opresión. tenido una primera aplicación en el estu-
Porque la filosofía “es movimiento ella dio sobre la novela de Mario Arrubla, La
misma” y, entonces, “sigue siendo eficaz, infancia legendaria de Ramiro Cruz, en la
mientras se mantiene viva la praxis que cual predominaba ampliamente el psicoa-
la ha engendrado”. Y agrega: “la filosofía nálisis. En las conferencias sobre Mann,
no es… ; en ciertas circunstancias muy en cambio, predomina el marxismo. En la
definidas, una filosofía se constituye para aplicación de ese método integrado, uno
dar su expresión al movimiento global de de los peligros radica en no saber discernir
la sociedad”26. cuál debe ser la tendencia predominante
en cada caso, según el carácter de la obra
Luego el estudio de Zuleta demuestra que en cuestión. Como en este caso se trata de
es a partir del sentido tanto del marxis- una novela enciclopédica, de una novela
mo como del psicoanálisis en donde se formativa o de iniciación, con incidencias
encuentra el reclamo, tácito o explícito, históricas directas e inmediatas y que se
de una ciencia complementaria, y que en estructura con base en lo que Zuleta llama
ningún caso se trata de “agregar” ecléc- “Modelos de exposición” (por ejemplo, el
ticamente fragmentos de pensamiento, Sanatorio Internacional Berghof como
haciendo un ensamblaje artificial. Es condensación de la sociedad europea de
la índole misma de ambos métodos de la época), el método predominante es el
conocimiento (en el caso del marxismo, marxista.
su amplitud instrumental no suficiente-
mente afinada, y en el del psicoanálisis, El análisis se establece a partir de las gran-
las peligrosas tendencias a la especulación des falsas oposiciones que determinan
y al subjetivismo, de sus hipótesis) la que, todo el desarrollo de la novela y que se van
en cada caso, tiende espontáneamente a desplegando a partir de contraposiciones
una complementación de tipo opuesto, que se pueden desarrollar indefinidamen-
que necesariamente debe encontrar a la te: Montaña-Llanura, Mágico-Prosaico,
otra si se desarrolla consecuentemente. Contemplación-Deber, Ocio-Trabajo
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

Alienado, Escapismo-Brutalidad, Pesi-


Algunos aportes de “La mismo-Optimismo, Fascismo-Liberalis-
montaña mágica y la llanura mo, Amor Imposible-Matrimonio Con-
prosaica” vencional, etc. Thomas Mann no opta por
ninguno de estos falsos términos, sino que
El artículo sobre marxismo y psicoanáli- corroe interiormente cada uno de ellos,
sis, que acabamos de esbozar, es, pues, un esboza términos medios como recurso
antecedente metodológico de importan- para matizar su crítica y plantear dudas,
cia para la exégesis de las conferencias que y su pensamiento es deducible en forma
prologamos; pero, posteriormente, Zuleta de tendencias tácitas (rara vez explícitas)
modificó un tanto el criterio general del que se van insinuando en el contexto
planteamiento con la lectura de Althuser, general. Así, una de las tareas fundamen-
56


tales de Zuleta ha sido la de aclarar las


interpretaciones sociologistas (ya sean el
de marxismo vulgar o del liberalismo) que
postulan a uno de los personajes como
vocero de las ideas de Thomas Mann. Es
el caso de Lukács, quien en sus ensayos
recogidos bajo el título de Thomas Mann,
plantea el contenido de La montaña má-
gica a partir de este esquema maniqueo:
“La montaña mágica… está dedicada, en
lo esencial, a la lucha ideológica entre la
vida y la muerte, la salud y la enfermedad,
el reaccionarismo y la democracia”27. De
esta manera, Lukács cae en la trampa
de las falsas oposiciones, las cuales no
son sino un recurso dialéctico de Mann
para desarrollar, matizar y profundizar al
máximo en los grandes temas de la obra.
Más aún, Lukács clasifica a Mann como
a un “escritor burgués” y liberal escéptico.
Pero el gran artista supera siempre las
limitaciones de su extracción de clase en

Débora Arango. Colegiala. Acuarela


la medida en que accede a lo universal. Su
obra pasa, por tanto, a ser patrimonio de
la humanidad. Si se determina a Thomas
Mann como “el último gran novelista
burgués”, se lo está confinando a los lí-
mites más típicamente alienantes de esa
clase, pese a las buenas intenciones y las
reservas que puedan manifestarse después

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para “salvarlo”, como es el caso de Lukács.
Según esa clasificación, parecería que la porque, como decía Sartre, “Valéry es un
obra de un “escritor burgués” (“pequeño- intelectual pequeño-burgués, no cabe la
burgués” o “proletario”, para el caso es menor duda. Pero no todo intelectual pe-
lo mismo) fuese un fruto típico de la queño-burgués es Valéry”28. Los ejemplos
ideología de clase correspondiente y cuya podrían multiplicarse: ¿el arte musical de
validez, para el futuro de la liberación Sostakovich es superior al de Stravinsky
humana, estuviese muy relativizada como o al de Schönberg porque aquél ganó el
“documento histórico”. Pero es el caso Premio Lenin?
que un “escritor burgués” como Mann
es más válido en una sociedad socialista Es evidente que cualquier clase social pue-
que centenares de pésimos “escritores de producir hombres con un conflicto tan
proletarios” o comunistas. Esto es así profundo, que su pensamiento se integra
57
más socialmente eficaces. Si esto es así,

Débora Arango. La primera comunión


no puede existir una “cultura burguesa” o
“capitalista”, como tampoco puede existir
una “cultura proletaria” o “socialista”, en el
sentido literal del término. Existen culturas
surgidas en el capitalismo, en el socialismo
o bajo la dominación de tal o cual clase.
Todas las épocas han producido cultura
porque en todas ha sido posible retomar
y profundizar la continuidad de la huma-
nización del hombre, esto es, la lucha por
su afianzamiento como artífice, cada vez
más consciente, de su propia historia. Esto
no quiere decir que equiparemos todas las
épocas o que equiparemos las dificultades
para superar las respectivas limitaciones de
clase, puesto que es obvio que las diferen-
cias son enormes. Por ahora nos interesa
resala el hecho fundamental de que los
conflictos vividos con cierta profundidad,
en cualquier clase social, capacitan al sujeto
para superar esa inmanencia ideológica
clasista y para integrarse a la gran tarea
común de la liberación a diversos niveles
y a través de la especificidad del conflicto de
que se trate. La cultura producida en un
determinado período no es igualmente
eficaz que la de otro, pero siempre es po-
sible establecer una continuidad, alguna
relación de afinidad orgánica, entre ellas,
así como en un plano individual es posible
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

a la corriente de los valores universales. establecer una continuidad, por ejemplo,


Esos hombres son los verdaderamente entre la filosofía de Hegel y la de Marx
decisivos para la fundación de un mundo o entre el teatro de Shakespeare y el de
Brecht. Es claro que no se trata de una con-
más libre. La revolución es, fundamen-
tinuidad lineal y que es difícil dilucidarla,
talmente, un hecho cultural que aspira a
puesto que hay necesidad, en cada caso,
crear un hombre universal, liberándolo del
de estudios muy concretos que se ciñan a
“reino de la necesidad”. Tiene, entonces, los procesos de la costa misma y la com-
que retomar, redescubrir y profundizar, prendan críticamente desde su interioridad
por medio de nuevos contextos estruc- singular. Así, se encuentran diferencias
turales, las tendencias universales del muy grandes en cuanto a las maneras de
pasado, enriqueciéndolas y haciéndolas esa continuidad, según la actividad de
58


que se trate: la validez de las fórmulas de Aunque parezca increíble, Thomas Mann
la física atómica, descubiertas durante el es un escritor que apenas se ha investigado
período nazi y aprovechadas después por seriamente, incluso en Alemania. Este es
los sabios del campo socialista, pudo ser un hecho muy explicable: en una época
retomada íntegramente como técnica “dividida en dos bloques”, cuya disputa
experimental y como conjunto de leyes todavía mantiene la división maniquea
o fórmulas, mientras que, por ejemplo, de la cultura y que, por tanto, cifra de-
la afinidad que se encuentra entre ciertas masiadas esperanzas en el economismo
características de La República de Platón y en la organización de la violencia, una
y algunos aspectos del Estado socialista posición como la de Thomas Mann es
no pasa de un cierto espíritu común que desconcertante. Su serena mediación
ilumina retrospectivamente la obra del entre la tradición y la revolución, entre
genio griego. la intuición y el saber, entre el amor y la
razón, entre el destino y la libertad; su
En La montaña mágica y La llanura apertura al misterio en plena lucidez y a la
prosaica, Zuleta ha articulado profunda- poesía en medio de su cátedra magistral,
mente el significado de la obra de Mann su ironía sonriente ante toda unilatera-
a una perspectiva marxista, no ya desde lidad y todo fanatismo, desorientan los
la superficialidad de declaraciones pater- alinderamientos simplistas (y con fre-
nalistas sobre su “humanismo burgués”, cuencia groseros) de nuestra época. En la
sino mediante el esclarecimiento del sen- Civilización Occidental, donde priman las
tido más consustancial y esotérico de los oscilaciones entre oprimidos y opresores,
conflictos que la constituyen, sentando, aparece como al margen un artista que,
además, las bases prácticas para la inte- como Thomas Mann, superó, de un lado,
gración operante del método marxista y el las posiciones del “hombre de oposición”,
psicoanalítico en la exégesis artística. En el cual fetichiza la violencia y, con dema-
esta forma, la obra de Mann comienza a siada frecuencia, confunde las carencias
ser situada, señalando sus múltiples rela- de la miseria con las promesas de la libe-
ciones con el pensamiento pasado y pre- ración o se entrega a “las ventajas de la
sente. Este es un hecho de enormes con- vergüenza”29; y, del otro, las posiciones

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


secuencias en el subdesarrollado medio del opresor, del triunfador a toda costa
cultural de Hispanoamérica y un aporte que llega a la meta “chorreando lodo y
muy valioso a las investigaciones europeas sangre”. Respecto a los países socialistas,
sobre la materia. Por procedimientos es evidente que Mann no aparece sufi-
similares podrá ser rescatada toda la gran cientemente comprometido y tiene de-
herencia clásica de las tergiversaciones y masiadas reservas para juzgar y condenar.
de la subestación en que se la mantiene, Los grandes honores y ceremonias que, en
apenas valorada como un hecho histórico, uno y otro lado, se le consagran, indican,
como un dato o un síntoma sociológico, es cierto, la sospecha de su grandeza,
por los intérpretes del marxismo vulgar, pero la carencia de estudios importantes
y reducida a un confuso psicologismo o sobre su obra y los puntos de vista desde
a un frívolo esteticismo por las escuelas los cuales generalmente se la elogia, son
formalistas. muy sintomáticos.
59
La recreación crítica de La montaña má- idealista de pensamiento, restableciendo
gica que hace Zuleta, comprueba el éxito así la espléndida tradición del marxismo
de su metodología tácita en el hecho de clásico con su erudición vasta, oportuna
que, mediante ella, los elementos consti- y funcional, y su ausencia de prejuicios o
tutivos de la obra se van ajustando, con dogmas para descubrir en todas las fuen-
una nueva espontaneidad, sin perder su tes culturales del pasado y del presente los
riqueza, y que sus personajes se recon- elementos de continuidad o de contraste
figuran en esquemas desarrollables (no necesarios al tema.
esquemáticos), constituyendo nuevas
ordenaciones, abiertas a la ambigüedad Eduardo Gómez
pero más transparentes.
Notas
Como decíamos al referirnos a la crítica
interpretativa, se trata aquí de un crea- 1. ARISTÓTELES, Poética, Madrid, Edit. Aguilar,
1972, p. 77.
dor que ha sabido descifrar y relacionar
2. ARISTÓTELES, Poética, Madrid, Edit. Aguilar,
sistemáticamente a Mann y no de un
1972, citado por SMARANCH en el prólogo,
“critico”, en el sentido tradicional, que p. 43.
juzga, parasitario, desde fuera de la obra, 3. Ibidem, prólogo de F. DE P. SMARANCH, p. 44.
aventurado impresiones, opiniones ori- 4. S. FREUD, La histeria, en Obras completas, t. I,
ginales e hipótesis más o menos brillan- Edit. Biblioteca Nueva, p. 103.
tes, inspiradas en preferencias estéticas, 5. ESTANISLAO ZULETA, Marxismo y psicoanálisis, en
complejos defensivos o justificativos, etc. Revista Estrategia, enero de 1964, p. 91.
6. Ibídem.
Zuleta ha logrado en estas conferencias 7. Ibídem.
poner en práctica lo que la crítica europea 8. Ibídem. Citado de Manuscritos de 1844, de
más avanzada considera aún como un MARX.
experimento muy difícil que se mantiene 9. Ibídem. El subrayado es nuestro.
todavía casi exclusivamente en el campo 10. Ibídem.
de la teoría. Por otra parte (y ya en el 11. ESTANISLAO ZULETA, Marxismo y psicoanálisis, en
campo interno del marxismo), restaura Revista Estrategia, enero de 1964, p. 91.
y actualiza el método marxista en su 12. Ibídem.
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

plena lucidez, evitando y criticando sus 13. Ibídem. El subrayado es nuestro.


tergiversaciones y degradaciones, de las 14. ESTANISLAO ZULETA, Marxismo y psicoanálisis, en
cuales hemos mencionado solamente una: Revista Estrategia, enero de 1964, p. 91.
el sociologismo. Las numerosas relaciones 15. Ibídem.
que el conferencista va descubriendo y 16. Ibídem.
desarrollando entre los significados de La 17. Ibídem.
montaña mágica y filósofos tan disímiles 18. Ibídem. Citado de Obras filosóficas de MARX.
como Nietzsche, Heidegger, Platón, etc., Subrayado del autor.
no hacen sino reforzar la interpretación 19. Ibídem. Citado de Ideología alemana de MARX.
marxista predominante y prueban, una 20. ESTANISLAO ZULETA, Marxismo y psicoanálisis, en
vez más, que ésta no tiene por qué te- Revista Estrategia, enero de 1964, p. 91.
mer el contrapunto con ningún sistema 21. Ibídem.

60


22. Ibídem. Buenos Aires, Edit. Losada, p. 15.


23. Ibídem. 27. GEORG LUKÁCS, Thomas Mann, México, Edit.
24. ESTANISLAO ZULETA, Marxismo y psicoanálisis, en Grijalbo, p. 38.
Revista Estrategia, enero de 1964, p. 91. 28. SARTRE, Crítica de la razón dialéctica, t. I, p. 57.
25. Ibídem. 29. Locución empleada por MANN en el frag. “El
26. J. P. SARTRE, Crítica de la razón dialéctica, t. I, señor Albin”, de La montaña mágica.

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61


El filosofar de Estanislao Zuleta y el marxismo


Pablo Guadarrama González*

Débora Arango. Bailarina en reposo. Acuarela


I
ndudablemente, aquellos que pien- Esto no significa que no hayan influido
san que la filosofía es una privilegiada sobre él numerosos filósofos y escritores
actividad exclusiva de los nacidos y –ya estudiados por otros investigadores–,
criados al norte del Mar Mediterráneo o entre los cuales Marx tendría un lugar
del Rio Bravo pueden poner en duda que especial.
Estanislao Zuleta haya sido propiamente
un filósofo, tal vez porque dada su for- Aunque el objetivo del presente trabajo
mación autodidacta no podía colgar en la no es fundamentar por qué razón la obra
pared de su casa un título de Doctor en de Zuleta puede considerarse entre las
Filosofía de una prestigiosa universidad. mejores expresiones del pensamiento fi-
losófico latinoamericano contemporáneo,

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Así de ingrata es la vida académica, pues debe partirse del presupuesto de su alta
suele atribuírseles sin recato dicha condi- estimación de la praxis del filosofar, tal vez
ción a algunos que ostentan tales títulos, inspirado en el kantiano criterio de que el
pero jamás han podido aproximarse al verdadero maestro no debe enseñar a sus
rigor y la profundidad del filosofar1 del discípulos filosofía, sino enseñarlos a filo-
pensador colombiano, que consagró su sofar. Además, no reducía las misiones de
heterodoxa vida intelectual a pensar con la filosofía al ámbito académico, sino que
cabeza propia.2 le otorgaba mayor trascendencia en todos
los espacios de la sociedad humana. De

* Doctor en Filosofía. Universidad “Karl Marx”, Leipzig; Doctor en Ciencias, Universidad Central Marta Abreu de
Las Villas, Cuba; Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba; Doctor Honoris Causa en Educación,
Perú; Profesor de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, Cuba.

63
ahí que sostuviese: “Creo que la filosofía Por tal motivo estimó en alto grado la
siempre que estuvo viva fue algo más que labor teórica no solo de Marx y Engels,
docencia y recuento de ideas. Fue vigilan- sino también la de sus más significativos
cia crítica, territorio del debate, impulso a seguidores, entre los que destacó a Lenin.
la fecundidad del pensamiento”.3 En ese sentido apuntaba que “Es muy
diciente, por ejemplo, el hecho de que
Poseía una alta estimación de la filosofía, Lenin, quien estaba embarcado desde
pues exaltaba su pretensión omnicom- muy temprano en su vida en trabajos
prensiva y universalizadora del saber, lo políticos, teóricos y económicos, direc-
que la diferenciaba sustancialmente de las tamente relacionados con estudios acerca
ciencias, el arte, las tecnologías y el saber del desarrollo del capitalismo en Rusia, de
común. “En lugar de desear una filosofía las condiciones generales de la lucha de
llena de incógnitas y preguntas abiertas clases, de la teoría del partido, etc., al ser
–sostenía– quere­mos poseer una doctri- rudamente golpeado y encontrarse asom-
na global, capaz de dar cuenta de todo, brado y desconcertado por el aconteci-
revela­da por espíritus que nunca han miento como la Primera Guerra Mundial,
existido o por caudillos que desgracia­ hubiera reaccionado dedicándose a leer la
damente sí han existido”.4 Ciencia de la Lógica de Hegel.”6

La filosofía sería para Zuleta un instru- Zuleta admiró mucho la rigurosidad


mento indispensable no solo para pensar lógica del pensamiento de Marx que le
críticamente, sino para orientar la praxis ha hecho ser considerado entre los más
transformadora de la realidad que le co- destacados filósofos de todos los tiempos,
rresponde vivir a cada pensador, y de ahí aun cuando en algunos de sus análisis
su alta estimación de la obra de Marx, juveniles hubiese como cualquier mortal
aunque tal vez no tanta de los proclama- incurrido en anfibologías7 y otras impre-
dos o autoclasificados como marxistas. cisiones que en su madurez intelectual
superó con creces.
Zuleta destacó la necesidad de cultivar
la filosofía, la construcción teórica y en Ahora bien, la tarea principal del presente
especial la lógica especialmente en los análisis consiste en analizar algunas de sus
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

momentos en que las distintas formas valoraciones sobre el pensador alemán, a


de práctica lo exigen en determinadas diferencia de lo que se ha dado a conocer
situaciones históricas. A su juicio: “Es con el polisémico patronímico de marxis-
muy frecuente en la historia del pensa- mo,8 independientemente de que al refe-
miento encontrar ese retorno sobre los rirse al marxismo por lo regular, aunque
principios, las categorías, las operaciones, no siempre se refiriese específicamente a
las premisas e implicaciones del trabajo la obra de Marx.9
del pensamiento, cuando se produce una
crisis en la acción, que lleva a pensar que Sin embargo en otras ocasiones Zuleta
la teorización y la explicación efectiva, se distinguía adecuadamente entre Marx
habían desarrollado hasta entonces con y los marxistas en relación con determi-
una lógica deficiente.”5 nados análisis, como al considerar que,
64


Engels o Lenin,11 así como de algunos

Débora Arango. Madona del silencio


de sus discípulos o de los marxólogos,
presuntamente no comprometidos desde
el punto de vista ideológico.12 Si algo
diferenció sustancialmente a Zuleta de
estos últimos fue no solo su profundo
rigor intelectual desentrañador de nuevos
análisis teóricos, sino también su defini-
do compromiso ideológico –del mismo
modo que lo había estimado altamente
en Marx13– contra el capitalismo14 y la
lucha por lograr una sociedad mucho
más humana.

Sus análisis sobre el capitalismo se dis-


tanciaban de aquellos que se limitan al
estudio de sus mecanismos económicos,
tecnológicos, financieros, ideológicos,
etc., pues le interesaba, sobre, todo una
mejor comprensión filosófica de sus
rasgos esenciales en una perspectiva hu-
manista y cultural,15 mucho más integral,
pues solo una visión dialéctica, sistémica
e integral del capitalismo posibilitaría
“La idea de la racionalidad capitalista la combatirlo de la misma forma y no por
deberíamos tomar con mucho cuidado. parcelas desarticuladas entre sí.
Los marxistas- excepto Marx- como por
ejemplo Lenin, Trotsky, y otros que ya se- Para tratar de superar tales obstáculos y
ría un poco complicado llamar marxistas realizar tal estudio resulta de utilidad to-
como Stalin, la confunden con frecuencia mar en cuenta lo que podría considerarse

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con la racionalidad. Por lo demás han el núcleo duro de la teoría marxista.16 A
reprimido de El Capital los capítulos partir de este criterio metodológico es
XII División del trabajo y manufactura posible realizar el análisis diferenciado
y XIII (Maquinaria y gran industria). Lo sobre la relación de Zuleta con Marx
que Marx reprocha al capitalismo no es y con el marxismo, pues a pesar de su
solamente que sea irracional, sino su tipo manifiesta identificación, también supo
particular de racionalidad.”10 plantear debidamente lo que consideraba
algunos de sus errores, como la idealiza-
De manera que, de antemano, se presenta ción de la presunta misión histórica del
un obstáculo epistemológico –diría Ba- proletariado.17 En ese sentido declaraba:
chelard–, consistente en tratar de precisar “Yo no creo que el marxismo de Marx
adecuadamente la especificidad de sus sea una teoría de la sociedad válida en
análisis sobre Marx y diferenciarlos de su totalidad. Yo he defendido la teoría
65
del valor, pero no creo por ejemplo que cubrimiento científico al desenmascarar
la teoría del proletariado sea correcta”.18 el papel de la plusvalía, sino que a la vez
había producido un salto cualitativo en
El hecho de que Zuleta no estuviese de el desarrollo de la lógica dialéctica25, en
acuerdo con Marx en relación con el pro- verdad había producido una revolución
tagonismo de la clase obrera, así como en filosófica, lo cual no debe derivarse que
otras cuestiones, como en cierta visión te- haya sido la primera ni la última en
leológica sobre la evolución del dinero,19 la historia. Pero lo importante es que
no significa que no coincidiera con los destaca que no solo aportó a la ciencia
principales elementos que caracterizan el en el desentrañamiento de la intríngulis
núcleo duro de la concepción materialista de una formación económico-social tan
de la historia, y mucho menos que por tal compleja como el capitalismo, sino que
motivo no se le deba considerar propia- enriqueció la filosofía y en particular la
mente un marxista. En verdad, tal vez con lógica dialéctica al plantear una novedosa
razón –como plantea Alberto Valencia–20 compresión del proceso de ascenso de lo
lo fue mucho más que algunos autotitula- abstracto a lo concreto26, así como el ana-
dos como tales, pero que se subordinaron lizar entre el concepto de estructura27, así
al escolástico principi autoritatis en lugar como la correlación e interdependencia
de asumir una postura dialéctica y, por que la misma produce entre el consumo,
tanto, crítica, como supieron hacer en las necesidades y la producción. Por ese
momentos diferentes José Carlos Mariá- motivo sostiene que: “Marx está produ-
tegui,21 Antonio García Nosa22 o Ernesto ciendo por prime­ra vez, por lo menos de
Che Guevara.23 una manera desarrollada y aplicada a un
objeto especificado, Marx produce un
En primer lugar, Zuleta destacó la su- nuevo concepto de causalidad que no es
peración epistemológica que produjo aristotélico. (…) La causalidad de Marx
Marx –aun cuando esta se realizara bajo tampoco es reductible a la de los meca-
la influencia de dos de los más grandes nicistas del siglo XVIII que se reducían a
“idealistas inteligentes”, de acuerdo con aplicar el concepto de causa eficiente; ni
Lenin, de todos los tiempos, como lo tampoco a ciertos sensualismo y materia­
fueron Kant y Hegel–, respecto a las lismo vulgar que hacían la reducción a la
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

concepciones materialistas, pero contem- causa material. En Marx se trata de pro-


plativas que le habían antecedido. En tal ducir un concepto nuevo de causalidad
sentido, acertadamente consideró: “Todo que los abarca a todos y los reinterpreta
el materialismo anterior a Marx para po- a todos, Marx significa una revolución en
der hacer del co­nocimiento algo posterior lógica y en filosofía (…)28
al objeto conocido y del objeto conoci­do
algo independiente de su conocimiento, Enfatizó en que “El concepto de la activi-
hace del conocimiento un fenómeno dad crítico-prácti­ca es fundamental en el
pasivo, un fenómeno de registro”.24 pensamiento de Marx”.29 Y aunque consi-
deró que Marx en sus escritos tempranos
Con razón sostiene que Marx había –como en sus tesis sobre Feuerbach– fue
producido no solo un extraordinario des- en ocasiones algo confuso y dio pie a
66


Débora Arango. Hermana de la Presentación


posibles interpretaciones empiristas de entonces emergente utilitarismo y prag-
su teoría del conocimiento, puntualizó a matismo, que impregnarían no solo la
partir de una perspectiva propia la con- vida filosófica británica y norteamericana,
trovertida tesis XI, en la que Marx, para sino de otras partes del orbe, de la cual
algunos, establece un parteaguas entre su América Latina no escaparía, no obstante
propuesta práctico-crítico-revolucionaria sus modalidades sui generis.31
y su crítica dialéctica a la presunta pre-
dominante postura hermenéutica de los Ni Zuleta ni el propio Marx se percata-
filósofos que le antecedieron. Para Zuleta: ron de que los filósofos anteriores a este
“Marx no quiere decir que el mundo no último no siempre se habían dedicado
deba ser interpre­tado, no quiere defender exclusivamente a interpretar el mundo,

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el activismo ciego, ni nada por el esti­lo, y sino que también trataron de transfor-
así lo testimonian toda su obra y toda su marlo. De otro modo no se entienden
práctica política. Lo que él afirma es que las causas de la acusación a Sócrates por
una crítica teórica que no sea capaz de su actividad práctico-pedagógica con
ver los fundamentos materiales del error los jóvenes atenienses, ni la esclavitud a
que critica, y de allí pasar a combatirlos, que fue sometido Platón y su frustración
no es una crítica suficiente”.30 ante la imposibilidad de ver realizada su
República, ni el compromiso político de
En tal sentido, el pensador colombiano Aristóteles con Filipo de Macedonia y su
deseaba diferenciar la perspectiva epis- hijo Alejandro Magno, como tampoco
temológica de Marx y del marxismo, la praxis política y social de Tomás de
tanto del empirismo anterior como del Aquino, Maquiavelo, Moro, Descar-
67
de Marx.” 33 Es evidente que en este
aspecto, lo cual no significa que en otros
análisis descuidara tal evolución,34 Zuleta
no tomó en adecuada consideración la
evolución de Marx y Engels desde sus
trabajos iniciales a los de mayor madurez,
ni tampoco la de algunos de sus más rele-
vantes continuadores respecto al concepto
de ideología.35

Débora Arango. Esquizofrenia en la Cárcel. Óleo sobre lienzo


Al mismo tiempo considerar que: “Tam-
bién es falsa la idea de que la ideología es
de clase. La ideología no es de clase. La
ideología es algo consubstancial al hecho
de que el hombre necesita la ilusión.”36
Puede resultar una interpretación algo
romántica y por tanto distante de la con-
cepción materialista de la historia, que
en lo fundamental Zuleta compartía –al
menos en otros trabajos que reconoce la
existencia de la ideología burguesa37–, pues
si bien puede conducir a una especie de
sociologismo vulgar reducir la producción
tes, Spinoza, Locke, Rousseu, Fichte o
de ideologías solamente al componente
Hegel.
clasista, de igual modo resulta inconsis-
tente desconocerlo o subestimarlo.
Al mismo tiempo Zuleta quiso hacer
justicia respecto al tratamiento otorgado
Pero independientemente de tal concep-
por Lenin a la teoría del reflejo, pues
ción controvertible sobre la recíproca
consideraba que esta constituía sin duda exclusión entre ciencia e ideología –que
un lado débil de la epistemología marxis- no fue exclusiva de Zuleta, sino muy
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

ta. A su juicio: “si la teoría del reflejo se común a la interpretación prevaleciente


queda corta no es por­que sea demasiado en la perspectiva soviética del marxis-
materialista, sino porque no lo es suficien­ mo y de algunos enfoques también en
temente”.32 A la vez, sostenía: “La teoría el mundo occidental, como en el caso
del reflejo plantea otra dificultad. Uno de Althusser–,38 lo más significativo es
de los avances que Marx había hecho en la alta valoración que el pensador co-
el campo de la teoría del conocimiento, lombiano realiza de las potencialidades
muy importante, era el haber acentuado epistemológicas que encierra la obra de
la oposición entre ideo­logía y ciencia, y Marx. Así plantear: “El materialismo de
el haber formulado la ideología, como Marx descubre las condiciones obje­tivas
esencial­mente ignorante de sus funda- de la producción del conocimiento y
mentos, como inconsciente, en pala­bras también las condiciones objetivas de la
68


producción del desconocimiento o de la porque es una recaída en el evolucionis-


ideología; un materialismo que investigue mo. En realidad la anatomía del hombre
las condiciones sin las cuales una ciencia solo podría ser la clave de la del mono,
no es posible y las condiciones dentro de si el mo­no estuviera predestinado a ser
las cuales comienza a ser posible, y que hombre, si el hombre fuera la realización
no postula un sujeto ahistórico y asocial de algo que ya estuviera potencialmente
que observa la realidad, la aprehende en el mono. Pero esta formulación es
allí mismo y la refleja en su cabeza. Este teleológica. En realidad, en el hom­bre
materialismo fundado por Marx es pues muchas cosas son desarrollos y muchas
la condición necesaria para una verdadera otras atrofias con respecto al mono. El
historia de las ciencias”.39 hombre es una adaptación a otro medio,
respuesta a otros problemas, y no el pro-
La afirmación anterior evidencia que Zu- ducto de la evolución de un principio
leta le atribuía al materialismo histórico interno a partir del mono. Esto mismo
una dimensión y posibilidades favorece- ocurre en la historia de las sociedades,
doras de una comprensión científica de el feuda­lismo puede descomponerse en
la sociedad cualitativamente superior a capitalismo o no. Marx, para salir del his-
todas las formas anteriores de materialis- toricismo cometió un error al invertir los
mo, ante todo porque se sustentaba en térmi­nos del problema. Realmente, ni es
el análisis del papel de la división social cierto que para compren­der el capitalismo
del trabajo40. es necesario comprender primero el feu-
dalismo como creen los historicistas, ni es
Sin embargo, le atribuye a Marx una cierto que para com­prender el feudalismo
limitada interpretación teleológica de la sea necesario comprender primero el ca­
historia al analizar la tesis del pensador pitalismo. El problema es otro y debe ser
alemán según la cual: “La sociedad bur- formulado en la siguiente forma. ¿En qué
guesa es la más compleja y desarrollada sentido los conceptos elaborados para la
organización histórica de la producción. comprensión del capitalismo sirven para
Las categorías que expre­san sus condicio- la comprensión de los sistemas anteriores?
nes y la comprensión de su organización En la medida en que, a partir del estudio

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


per­mite al mismo tiempo comprender del capitalismo, Marx puso las bases para
la organización y las rela­ciones de pro- una ciencia de la his­toria elaborando
ducción de todas las formas de sociedad conceptos de validez general, produjo
pasadas, sobre cuyas ruinas y elementos un conjunto de conceptos fundamenta­les
ella fue edificada y cuyos ves­tigios, aún que permiten explicar este sistema social,
no superados, continúa arrastrando, a y en cuanto científicos, pueden dentro de
la vez que meros indicios previos han ciertos límites ser utilizados para ana­lizar
desarrollado en ella su significa­ción plena, sociedades anteriores y aun sociedades
etc. La anatomía del hombre es una clave posibles”.42
para la anatomía del mono”41.
Ante tal crítica cabe preguntarse: ¿es que
A juicio de Zuleta: “Aquí hay una me- en verdad puede estudiarse un fenómeno
táfora seductora pero poco afortunada, o proceso lo mismo en el mundo natural
69
que social sin tomar en adecuada consi- necesariamente ser historicista, pues hasta
deración las estructuras y funciones de los el mismo Popper las toma en cuenta en el
elementos constitutivos fundamentales falsacionismo de su racionalismo crítico.
de las fases posteriores y anteriores de su
desarrollo histórico? Es evidente que en las fuentes de apro-
ximación a nuevas expresiones del mar-
No hay dudas de que en la concepción xismo se revela en Zuleta un manejo de
de Marx prevalece una perspectiva de algunos de sus cultivadores más relevan-
la evolución progresiva de la sociedad tes, como Lenin, Lukács, entre otros,
humana heredera de las ideas de la Ilus- pero prevalece mucho más la influencia
tración, pero esto en modo alguno debe de la tradición francesa –en particular
identificarlo con el evolucionismo que Althusser–, que la teoría crítica de la es-
caracterizó las ideas sociales propias del cuela de Frankfurt o que algunos de sus
positivismo ni tampoco del historicismo, representantes latinoamericanos.
tan cuestionado por Popper. En verdad,
en Marx hay un fuerte arraigo de la visión Es sabido que Sartre –a quien Zuleta tuvo
hegeliana de la historicidad (Geschichti- en alta estimación– pretendió comple-
lichkeit) –en el sentido de concebir la tar el marxismo con el existencialismo,
historia como un devenir permanente de pues a su juicio, el primero carecía de
contradicciones de todo tipo, en el que una antropología filosófica. De forma
enfatiza la lucha de clases, a diferencia similar Zuleta pretendió enriquecerlo
del historicismo, que hiperboliza el papel con el psicoanálisis –que no solo valoró
de la condicionalidad circunstancial en altamente en el plano teórico, sino que
dicho devenir–, sin que esto signifique su con frecuencia practicó–43 para lograr un
identificación con la perspectiva teleoló- mejor esclarecimiento de los factores que
gica de la historia que puede observarse
intervienen en el proceso de producción
en Hegel.
de la conciencia humana.

Algunos han tratado de caracterizar a

Débora Arango. La raza en la calle. Óleo sobre lienzo


Marx y Engels como teleologistas en re-
lación con sus ideas sobre el comunismo
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

como superación del capitalismo. Con


ello desconocen sus consideraciones al
respecto en La ideología alemana, según la
cual este no debía ser un estado a implan-
tar, sino un movimiento crítico superador
de un estado de cosas, léase el capitalismo,
y para ello debía partirse de las premisas
históricas existentes. Esto significa que
por supuesto no es lo mismo concebir el
comunismo en Francia que en Haití. A su
vez, tomar en adecuada consideración las
premisas históricas existentes no significa
70


Zuleta consideró que en los macroanálisis caciones aberrantes y de interpretaciones


sociológicos y económicos de Marx sobre reaccionarias, incluso en la obra gigantes-
la sociedad capitalista, en la que se esti- ca de su fundador”.48
mulan “Toda clase de “liberaciones” y se
promueven todas las ideas que obliguen a Por lo tanto, independientemente de
la gente a comprar. En este sentido, y no sus simpatías por el psicoanálisis, que lo
en el de un determinismo económico, el llevaron a practicarlo con relativa frecuen-
análisis de Marx que inició en El Mani- cia, lo que más significativo no es que
fiesto del Partido Comunista y desarrolló pretendiera ver la posible congruencia
en El Capital, me parece valido en su del marxismo con el psicoanálisis, sino al
conjunto.”44 De tal modo que indepen- revés.49 Si bien a este último le atribuía la
dientemente de que este priorizara el en- condición de cientificidad, en el primero
foque de lo social sobre lo individual,45 se no solo destacaba incuestionablemente
atisbaba la profundidad de su perspectiva este rasgo, sino que a la vez le atribuía
psicológica,46 factor este que propiciaría una mayor significación teórica al fun-
su confluencia con el psicoanálisis. damentarse sobre bases filosóficas mucho
más consolidadas. Para Zuleta el filosofar
A partir de tales consideraciones conci- era no solo diferente de la investigación
bió el marxismo y el psicoanálisis como científica, en cuanto a sus resultados y
compatibles y necesariamente comple- sobre todo a sus métodos, sino sobre
mentarios; esto lo diferenciaba de manera todo constituía una forma superior de
sustancial de los enfoques prevalecientes actividad intelectiva.
en esa época en el marxismo soviético.
Si Zuleta hubiera conocido algunas Una de las grandes diferencias entre
acusaciones ante las posibles falsificacio- Freud y Marx es que este último –in-
nes realizadas por Freud en las historias dependientemente de caracterizarle
clínicas de determinados pacientes con algo sorprendente como individualista
el objetivo de forzar la validación de sus radical50– prestó mucha mayor atención
teorías, tal vez hubiera modificado sus a su condicionamiento social. “Marx se
criterios al respecto. refiere siempre a individuos socialmente

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determina­dos y no al individuo y a la so-
Pero más allá de tales reconsideraciones, ciedad o a las relaciones de los individuos
para el estudio que nos ocupa, que con- con la sociedad. Estudia la forma social
siste en la valoración de Zuleta sobre el de existen­cia de los individuos”,51 afirma
marxismo, lo importante es destacar su el pensador colombiano, pues conside-
alta estimación de la cientificidad de la ra que “El mito roussoniano queda en
obra marxiana,47 independientemente evidencia; es más, Marx demuestra que
del mayor o menor carácter científico de solamente en sociedad el individuo puede
la freudiana, pues, para él, “Cuando el aislarse”.52 Al respecto se refiere a su error
psicoanálisis no se basa en una sociología inicial al haber hiperbolizado el papel del
histórica y dialéctica y es incapaz de una individuo durante los primeros estadios
crítica social, puede derivar hacia toda del desarrollo humano, reconocido por
clase de fantasías naturalistas, de expli- el propio filósofo alemán.53
71
Lo que más estima es que, en lugar de Resulta válido el análisis de Damián Pa-
prestar atención a los hechos aislados chón cuando considera que “La relación
dialécticamente, le preocupan más las con- de Zuleta con el marxismo fue fructífera
catenaciones, los nexos, los vínculos, pues: y totalmente crítica. Por eso Zuleta se
“En síntesis, para Marx los elementos están consideró un «marxista kantiano», «un
definidos por las relaciones que tienen en- marxista freudiano», un «marxista hege-
tre sí y no por su existencia transhistórica, liano», pero en todo caso, un marxista.
como elementos aislados. El verdadero Sin embargo, no hay que olvidar que
objeto de estudio son los diversos haces o Zuleta no se preocupó por el marxismo,
conjuntos, las diversas articulaciones de los el psicoanálisis, la lite­ratura, el arte, etc.,
elementos y no los elementos tomados en en sí mismos, sino como herramientas
sí mismos» abstraídos», es decir, separados para pensar un problema específico.
del conjunto» Si para la teoría clásica de la Zuleta criticó en muchos aspectos al
abstracción lo común es lo esencial; para marxismo, por ejemplo, consideró que
Marx, lo diferente, es decir, las diferentes Marx idealizó el proletariado, despreció
formas de articulación de los elementos, la pequeño-burguesía, dio demasiada im-
es lo esencial.54 portancia a la economía sobre la ideología
(aunque sostuvo que en Marx no hubo un
Por tal motivo, resulta cuestionable redu- economicismo); Zuleta no compartía el
cir la perspectiva dialéctica del filosofar concepto de aliena­ción como lo concibió
de Zuleta a la antigua concepción griega, Marx, así como el asunto de la toma del
como plantea Alberto Valencia,55 cuando poder, la nega­ción del conflicto y la pro-
este mismo acucioso investigador del pen- puesta de abolición del Estado. Además
sador colombiano destaca que “La afirma- consideró que si bien Marx tuvo razón
ción de que la categoría de totalidad está en criticar la formalidad de los derechos,
implícita en los más diversos análisis de su concepción de los derechos humanos
Zuleta quiere decir que su pensamiento, no fue del todo correcta, pues aún en el
en sus principios constitutivos funda- comunismo estos serían necesarios”.61
mentales, tiene una relación muy estrecha
con el pensamiento de Marx”.56 Resulta En relación a este último aspecto, bien
indudable que la profunda admiración es cierto lo planteado por Zuleta de que
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

del filósofo colombiano por este último “Los marxistas saben que Marx nunca se
no se reducía a motivaciones ideológicas, hizo ilusiones sobre el derecho, ni siquiera
si bien estas no estaban ausentes, sino ante en las sociedades en las cuales el proleta-
todo por la maciza construcción teórica riado ya hubiera tomado el poder, como
afianzada especialmente en su método lo muestra en la Critica del programa de
dialéctico,57 muy distante y distinto al Ghota.”62
de los griegos, no solo por haber sido
desarrollado por Hegel, sino por Des- Acertadamente el pensador colombiano
cartes,58 Spinoza,59 Rousseau,60 Helvecio apunta que: “Marx piensa que los dere-
y Kant principalmente, quienes también chos humanos están restringidos por sus
dejaron honda huella en la conformación condiciones de posibilidad. El verdadero
del pensamiento de Marx. problema no habría que formularlo en
72


Pero lo que si resultan muy cuestionables

Débora Arango. Paz. 1957. Acuarela


son las siguientes afirmaciones suyas: “La
democracia no pertenece a la tradición
de la izquierda, y esto hay que decirlo
francamente. La tradición nuestra ha
estado determinada por el marxismo,
que no es un pensamiento democrático.
En sentido estricto, ideológico, Marx no
lo era. Cuando Marx comentó los dere-
chos humanos, confundió la ideología
individualista, sensualista, utilitaria y
liberal de la época con el acontecimiento
mismo. Marx criticó una ideología que
proclamó los derechos humanos como
una expresión simple del egoísmo del
mundo capitalista, del mundo burgués
individualista y de paso criticó esa con-
cepción de los derechos (…) Dentro de
la tradición marxista, la democracia es
táctica. El uso ha sido claro: hablo de
democracia y eso me da espacio para ha-
cer política, pero cuando tomo el poder
cierro la posibilidad de que otros hagan
términos de “el derecho a …”, sino de “la política, cierro el espacio”65.
posibilidad de…”63
En verdad, Marx y Engels no considera-
ron ni a la democracia ni a los derechos
En particular sobre este último aspecto
humanos como algo absolutamente
Zuleta, con razón consideró que la cues-
rechazable entre las conquistas de la
tión de los derechos humanos no debía
modernidad, por lo que, en verdad, se
considerarse una simple táctica para la

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plantearon la necesidad de su comple-
lucha por el poder político, sino algo
tamiento más equitativo, de ahí que
estratégicamente esencial en la lucha de expresasen que: “(…) el primer paso de
los socialistas frente al capitalismo. la revolución obrera será la exaltación
del proletariado al Poder, la conquista
Por lo que resulta plenamente válido de la democracia”66. Lo que nos podría
su criterio según el cual: “Nosotros de- conducir a cuestionarnos la plena vali-
fenderemos los derechos humanos para dez de las ideas de Zuleta al respecto67.
siempre, no tácticamente por ahora. No Otra cuestión es las experiencias de la
podemos aceptar la tesis de que mientras democracia y los derechos humanos en el
nos tomamos el poder está bien defender autodenominado “socialismo real”. Pero
los derechos humanos, pero otra cosa las pretensiones de ambos pensadores
seria cuando ya lo tengamos”64. eran profundamente democráticas, pues
73
aspiraban a ofrecerle mejores formas de Con la ironía que le era propia Marx en
participación a los sectores populares y El Capital, somete a consideración crítica
en especial a los sectores populares en el lo que denomina el “Edén de los derechos
ejercicio del poder político y económico. humanos innatos”71, en el que el formalis-
mo impera tras las consignas de “libertad,
Cuando los derechos humanos adqui- la igualdad, la propiedad y Bentham”72.
rieron carta de ciudadanía propiamente A juicio de Marx la verdadera igualdad
e iniciaron su promoción efectiva desde no consistía en considerar de manera
fines el siglo XVIII, con la Ilustración, el igualitaria los fenómenos o clases sociales
impacto de la independencia de las trece desiguales, sino por el contrario en valo-
colonias inglesas de Norteamérica y la rarlos de manera desigual y diferenciada.
Revolución Francesa, por supuesto que
encontrarían sus falaces consignas de Como acertadamente considera Ernst
igualdad, libertad y fraternidad, que he Bloch, aunque Marx haya sido un agu-
denominado irónicamente paradogmas68, do crítico del carácter formal que tiene
algunas expresiones de resistencia en la democracia, los derechos humanos
Carlos Marx. y en especial la libertad en la sociedad
burguesa, sin embargo «estaba tan lejos
Este los consideraría de algún modo de ser un crítico de la libertad que, por
expresión del derecho burgués parti- el contrario, interpretó la libertad como
cularmente interesados en defender la un glorioso derecho humano, en verdad
propiedad privada, pues a su juicio: “Los como la base para su propia critica de
derechos del hombre de la Declaración la propiedad privada. Ello explica las
francesa de 1789 conocidos ahora como conclusión que extrae: no libertad de
derechos humanos de primera generación propiedad, sino libertad respecto de la
“a diferencia de los droits du citoyen no son propiedad; no libertad de comercio, sino
otra cosa que los derechos del miembro de libertad respecto de la anarquía egoísta del
la sociedad burguesa, es decir, del hombre comercio no reglamentado; no emanci-
egoísta, del hombre separado del hombre pación del individuo egoísta respecto de
y de la comunidad”69. Sin embargo algu- la sociedad feudal, sino emancipación
nas de las consideraciones marxianas al de la humanidad respecto de cualquier
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

respecto han sido o mal comprendidas, tipo de sociedad de clases. Devuelve a


como puede ser el caso de Zuleta o en la libertad, en cuanto ésta se distingue
el peor de las situaciones tergiversadas y de la propiedad, el prestigio auténtica-
manipuladas70. mente radical que le corresponde entre
los derechos del hombre».73 No se debe
Del mismo modo que Marx consideró a la pasar por alto que Marx dedicó sus tesis
sociedad burguesa un avance en la historia doctoral al análisis de las diferencias entre
de la humanidad, e incluso consideró a la filosofía de Demócrito y Epicuro en la
la burguesía como revolucionaria para la que destacó en este último su enriquece-
época, pues tal estimación era por supues- dora concepción de la libertad. Tampoco
to extensiva también a la democracia y los se debe ignorar la significativa temprana
derechos humanos. influencia recibida de Kant, tanto en su
74


epistemología al insistir la significación

Débora Arango. Adolescencia. 1944. Óleo sobre lienzo


del papel activo del sujeto en el proceso
del conocimiento, como en su ética,
reconocido acertadamente por Zuleta74.
Althusser, destacaría la huella kantiana en
la formación filosófica del joven Marx,
especialmente orientada al análisis de la
libertad humana.

Una postura algo similar de la demago-


gia de los derechos humanos la observó
Federico Engels en el caso de “el carácter
propiamente burgués de esos derechos del
hombre que la Constitución americana
–la primera que los ha conocido– con-
firme simultáneamente la esclavitud de
las gentes de color existente en América:
mientras se condenan los privilegios de
clase se santifican los de raza”75. En la cé-
lebre Constitución de Filadelfia se abogó
mucho por los derechos de los hombres,
pero se ignoró por completo la esclavitud
de los negros, tal vez por no considerarlos
miembros de la especie humana en el
sentido aristotélico de animales parlantes.

Por otra parte llama poderosamente la


atención que Engels, en la “Crítica del
Programa de Erfurt” de 1981 utilizando
precisamente las posibilidades que puede
universal lo pone todo patas arriba. Noso-

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


ofrecer la democracia burguesa, –sostiene
de una forma mucho más diáfana que en tros, “los revolucionarios”, “los elementos
el propio Marx– la posibilidad de una vía subversivos”, prosperamos mucho más
pacífica al socialismo cuando considera con los medios legales que con los ilegales
que allí «donde la representación popular y la subversión. Los partidos del orden,
concentra en sus manos todo el poder, como ellos se llaman se van a pique con
donde se puede hacer por vía constitu- la legalidad creada por ellos mismos».77
cional todo lo que se quiera, siempre que
uno cuente con la mayoría del pueblo»76, América Latina puede demostrar la vali-
es decir en las repúblicas democráticas. dez de tal afirmación. Son múltiples los
ejemplos que demuestran que cuando los
Sin embargo, el compañero de Marx se intereses de las oligarquías nacionales, en
lamenta de que “«La ironía de la historia alianzas estratégicas con los poderes trans-
75
nacionales e imperiales, se han visto ame-
nazados por la posibilidad del triunfo o
su efectiva victoria por vías democráticas
de gobiernos con algún aunque sea ligero
matiz de socialista, se han organizado y
realizado efectivos golpes de Estado de la
derecha, como sucedió con Paz Estensoro
en Bolivia, Goulart en Guatemala, algua-
nas intentonas contra Castro en Cuba,
Allende en Chile, y más recientemente
contra Chávez en Venezuela, Morales en
Bolivia, Correa en Ecuador, Zelaya en
Honduras, etc.

La identificación de Zuleta con el marxis-

Débora Arango. La Celestina. Acuarela


mo no se debe solo a su reconocido rigor
teórico, sino también por motivos ideo-
lógicos, especialmente por su humanis-
mo78 y por presentar críticas alternativas
históricas79 esperanzadoras de superación
de las enajenantes relaciones económicas
que el capitalismo impone. De ahí que
declarase: “El marxismo nos ha satisfecho
mucho. No nos alegre­mos de eso. Nos ha
satisfecho porque nos ha dado la última para una adecuada comprensión de los
gran teoría en la historia que le ha dado al elementos esenciales de la sociedad ca-
hombre una meta; le ha dicho para dónde pitalista, al menos hasta la época que le
va. Desde luego, no es muy cómodo per-
correspondió vivir al pensador alemán,
der esa satisfacción y ver que hay muchas
pero a su vez, este descubrió tendencias
inte­rrogantes. Sin embargo, a mi juicio,
generales del desarrollo de esta formación
la crítica que hizo Marx de la sociedad
económico-social, así como algunas en
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

capitalista, por lo que esta sociedad había


las que le antecedieron, sin que esto
producido como posibilidades humanas
implique convertirlo en un especula-
y por lo que impe­día de realización del
hombre, es esencialmente correcta”.80 tivo filósofo de la historia más, como
lamentablemente intentaron presentarlo
Zuleta –se percata de que más que des- algunos de sus continuadores. Algo que
cubridor de una teoría general de toda la era muy desaprobado por el propio Marx
evolución humana, que el propio Marx cuando con modestia respondió que él
modestamente consideraba era atribuirle no había descubierto las leyes universales
méritos indebidos– plantea acertada- de la historia, sino solamente la génesis y
mente que en su obra, especialmente en desarrollo del capitalismo exclusivamente
El capital, estaban las claves principales en Europa occidental.
76


En varias ocasiones Zuleta dejó claramen- presunta misión histórica del proletaria-
te sentada su posición, tanto filosófica do, que de algún modo pudiese limitar
como ideológica, en relación con este la concepción sobre la actividad práctico-
aporte del pensador alemán al considerar: crítico-revolucionaria, tan inherente al
“La obra de Marx es una crítica funda- marxismo más auténtico85, y por tanto,
mental de la civilización capitalista. Estar la libertad humana.86
en contra de Marx muy frecuentemente
suena como estar a favor del capitalismo. El pensamiento de Zuleta se articula en
Estar a favor de Marx, sin duda alguna, es cierta medida con la tradición humanista,
estar en contra del capitalismo, no tengo desalienadora y contrahegemónica que
que ocultar ninguna carta, estoy en contra ha sido común a la tradición del filosofar
del capitalismo”.81 latinoamericano, aunque no se aprecia
en su obra un manifiesto conocimiento
A su juicio, “El marxismo lleva a cabo una de sus representantes. Su postura ante el
crítica muy radical del orden capitalista marxismo como concepción del mundo,
que se refiere, no a una forma determi- como método, pero también su compo-
nada de propiedad, sino a la propiedad nente ideológico, lo aproximan a aquellos
como tal, definida por supuesto, en tér- heterodoxos que se apropiaron de esta
minos marxistas como diferentes formas teoría no para construirle un altar, sino
históricas de derecho al plustrabajo”.82 En para utilizarla en todo lo valioso posible,
ese aspecto destaca la sustancial diferencia pero a la vez para desarrollarla en circuns-
del análisis marxiano respecto a otros tancias nuevas que el pensador de Tréveris
investigadores que le antecedieron y suce- jamás imaginó.
dieron, al señalar: “Cuando Marx analiza
el sistema capitalista de produc­ción, su En tal sentido, Zuleta asumió de Marx lo
investigación difiere de los economistas más valioso, su optimismo epistemológi-
anteriores y posteriores fundamentalmen- co y escepticismo creador orgánicamente
te en el hecho de que Marx no estudia articulado con una praxis intelectual
simplemente la manera como se produce, profundamente comprometida con la
se cam­bia y se consume en las condicio- crítica al capitalismo y a cualquier forma

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


nes capitalistas, sino la manera como se de sociedad enajenante.
producen estas condiciones mismas”.83
Tal vez lo más marxista de Zuleta fue
Su optimismo epistemológico en relación asumir con rigor aquella indicación del
con las potencialidades del marxismo en generador, junto a Engels, de la concep-
cuanto a alcanzar un mejor conocimiento ción materialista de la historia: dudar de
del desarrollo humano, a pesar de reco- todo y revelarse contra todo tipo de nueva
nocer determinados errores y limitaciones edición del escolástico principi autoritaris.
al respecto, se mantuvo siempre latente.84 Por eso se distanció de la militancia del
Especialmente rechazó cualquier tipo de partido comunista, sin que esto significase
interpretación determinista o teleológica que se distanciase de su identificación con
de la historia que se derivara del propio el socialismo. Fue en última instancia
Marx, como es el caso ya analizado de la más una ruptura política que ideológica.
77
Y continuó con quijotesca vehemen- superadora de las injustas relaciones y
cia su apostolado filosófico para tratar formas de dominación imperantes en el
de despertar en la juventud el espíritu capitalismo.
creativo que debe enaltecer la práctica
teórica para revertirse adecuadamente Por tal motivo, las reflexiones teóricas
en la transformación de la sociedad, y así de Zuleta en relación con la filosofía y
evitar cualquier tipo de activismo político el marxismo fueron profundamente au-
irreflexivo. ténticas. Si fueron o no originales, de eso
se ocuparán otros investigadores, pero la
Al criticar la manipulación que se lleva a cuestión resulta secundaria, pues lo más
cabo en la lucha ideológica de la educa- importante es la correspondencia con las
ción fundamentalmente universitaria con exigencias epistémicas que tuvieron con
la intención de justificar una presunta la sociedad colombiana y latinoamericana
eternidad del capitalismo y, por tanto, de de su tiempo y la trascendencia que con-
desacreditar cualquier tipo de promoción tinúan teniendo en nuestros días.
de las ideas revolucionarias, Zuleta plan-
tea: “Los marxistas no tienden a formular Notas
esta cla­se de lucha porque naturalmente
hay otras luchas válidas que son más in- 1. “Entiendo por filosofía la posibilidad de pensar
las cosas, de hacer preguntas, de ver contradic-
mediatas, ciertamente. Pero si tenemos ciones. Asumo el concepto de filosofía en un
una perspectiva de transforma­ción social sentido muy amplio, en el sentido griego de
a largo plazo, y nos proponemos lu­char amor a la sabiduría. Es un filósofo el hombre
que quiere saber; el hombre que aspira a que
contra la dominación ideológica en todos
el saber sea la realización de su ser; el hombre
sus aspectos, no debemos dejar a ninguna que quiere saber por qué hace algo, para qué lo
ciencia tranquila. Debemos preguntarle hace, para quien lo hace; el hombre que tiene
a cada una por sus efectos sociales, sus una exigencia de autonomía. El hombre que
está inscrito en una búsqueda de universalidad
modos de producción, sus modos de
es también un filósofo, así como aquel que
neutralización, su forma de trans­misión. quiere ser consecuente con los resultados de su
Debemos reconocer que estamos situados investigación.” Zuleta, E. Educación y democra-
en un ámbito donde se ha separado el cia. Un campo de combate, Corporación Tercer
Milenio-Fundación Estanislao Zuleta, Bogotá,
trabajo productivo de la adquisición de 1995, pp. 25-26.
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

conocimientos. Nuestra crítica puede 2. “Pensar con cabeza propia no significa asumir
colaborar para que las lu­chas actuales sean posturas de chauvinismo epistémico y cerrarse
más eficaces y más profundas, cualesquie- a los aportes del pensamiento provenientes de
ra que ellas sean”.87 cualquier parte del mundo. Tampoco presupone
desconocer el valor intelectual o de otro carácter
de pensadores con los cuales se puede, incluso,
Esta afirmación evidencia que la labor coincidir parcial o totalmente. Por el contrario,
académica de Zuleta, además del re- significa asumirlos, pero no indiferenciadamen-
te, sino en correspondencia con las exigencias
querido rigor teórico, constituía simul-
cognoscitivas, axiológicas e ideológicas que
táneamente una forma de colaboración cada momento reclama. Se han de medir con
en el enriquecimiento ideológico de las mayor rigor los grados de autenticidad de dicho
nuevas generaciones para la lucha por pensamiento que los de originalidad, si por tal
solamente se entiende su carácter novedoso.
una sociedad más humana y, por tanto, Este ejercicio para evidenciar mayoría de edad

78


intelectual, presupone pensar asumiendo como tigiarlo y presentarlo como alguien retractado
propias las ideas más adecuadas sin preocuparse o avergonzado de lo que había pensado o
demasiado por su procedencia. No debe impor- propuesto.
tar si está vinculada o no a alguna lectura previa En verdad, no hay nada más alejado de la ver-
o es el producto absolutamente individual del dad que tal tergiversación. Pues, jamás Marx se
último que la revela. En definitiva, todo pen- retractó de sus extraordinarios descubrimientos
samiento posee siempre una soterrada entraña científicos y mucho menos de su postura revolu-
social, aunque sus obstetras no pierdan mérito cionaria, crítica del capitalismo y propugnadora
por su cuota de originalidad en el parto intelec- del ideario socialista y comunista orientado
tual de cada idea”. Guadarrama, P. Islas. Revista hacia la gestación de una sociedad más equita-
de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las tiva y humana.
Villas, Santa Clara, 121, julio-septiembre, 1999,
p. 133; Pensamiento Filosófico Latinoamericano. Todo parece indicar que su respuesta en francés
Humanismo, método e historia, Universitá degli se debió a que le interesaba que esta se divulgara
Studi di Salerno-Universidad Católica-Planeta, bien en Francia, donde se había propagado la
Bogotá, tomo II, 2012. p. 461. denominación de marxista para aquellos que,
como su yerno el cubano Pablo Lafargue, se
3. Zuleta E. Elogio de la dificultad y otros ensayos, presentaban a sí mismos como los “marxistas”
Hombre Nuevo Editores, Medellín, 2011, p. o discípulos de Marx, quien, según ellos, había
37. descubierto todas las leyes universales de la
4. Idem, p. 13. historia.
5. Zuleta, E. Lógica y crítica. Lecciones de filosofía, Ante tal exageración, Marx, con justificada mo-
Hombre Nuevo Editores, Medellín, 2003, p. destia, argumentaría que él no había realizado
24. un descubrimiento de semejante envergadura,
sino que su contribución se limitaba a la de-
6. Ibidem.
terminación del mecanismo económico de la
7. “Entre los marxistas también se pueden encon- moderna sociedad capitalista, especialmente
trar casos muy notables de anfibologías. Rancie- en Europa Occidental, como también le argu-
re muestra por ejemplo como el mismo Marx mentaría en otra ocasión a un historiador ruso.
cometió anfibologías en algunas obras de su A este último le recalcaría que aquellos que le
juventud. El concepto de obrero es utilizado en atribuían que haber descubierto todas las leyes
algunos textos en un sentido nítidamente eco- de la historia universal le hacían demasiado
nómico para referirse a quien carece de medios honor, pero también daño.
de producción y vende su fuerza de trabajo por
Sería en parte también Engels el que planteó
un salario. Pero en el mismo contexto la palabra
que la doctrina debía llevar el nombre de
“obreros” hace alusión al creador, al productor
marxismo. Engels se consideraba a sí mismo
y al hombre en general. Posteriormente –sobre
solamente como un hombre de talento que le
todo en las obras de madurez- Marx resultó ser
había tocado desempeñar el papel de segundo

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uno de los más finos detectores de anfibologías.
violín, pues, a su juicio, Marx era un genio y
En la moderna crítica marxista, así como la críti-
sus dos descubrimientos esenciales: la plusvalía
ca que hace Kant de las pruebas de existencia de
y la concepción materialista de la historia, eran
Dios, se emplea con mucha frecuencia el criterio
razón suficiente para afirmar con razón que “Su
de búsqueda de anfibologías para detectar en
nombre vivirá a través de los siglos, y con él su
un argumento si un mismo concepto se está
obra”. A la vez, Engels apuntaba que “Marx era
empleando en un mismo sentido o en varios
el hombre más odiado y más calumniado de su
sentidos a la vez.” Zuleta, E. Lógica y crítica.
tiempo”, pero inmediatamente destacaba “[…]
Lecciones de filosofía, Hombre Nuevo Editores, si pudo tener muchos adversarios, apenas tuvo
Medellín, 2003, p. 229 un solo enemigo personal”.
8. “Es conocido que Marx en una entrevista para En realidad, debe siempre destacarse la extraor-
un diario en inglés a la pregunta de si él era dinaria labor de Engels en orientar a Marx hacia
marxista, respondió en francés que precisamente los estudios de la economía política, cuando este
él no era marxista. último en su juventud dedicaba mayor atención
Muchos críticos del socialismo y del marxismo a temas filosóficos de carácter antropológico.
utilizan esta expresión de Marx para despres- Nadie debe dudar del valor y la significación

79
filosófica del pensamiento de Engels, indepen- la modernidad autarquías filosóficas y nacio-
dientemente de algunas simplificaciones nalismos estrechos que lleven a aceptar como
Lo cierto es que el término de marxismo quedó propiamente válidos los términos de filosofía
reconocido y divulgado ya en la misma época alemana, inglesa, francesa, española, etc., igno-
en que Marx vivía, a pesar de su desacuerdo con rando las recíprocas influencias de pensadores
él. Algo similar parece que ocurrió con el de de unos países sobre otros. Del mismo modo
leninismo, que el propio Lenin nunca admitió. resulta algo cuestionable admitir la existencia de
Entonces, ¿de dónde surgiría el denominado una filosofía cubana, colombiana, venezolana
marxismo-leninismo? Este se formula después de o latinoamericana, en lugar de reconocer la
la muerte de Lenin, con el auspicio de Stalin, existencia de producción filosófica en Cuba,
quien, dado su extraordinario culto a la perso- Colombia, Venezuela o Latinoamérica, del mis-
nalidad, propició de inmediato que se creara el mo modo que en Alemania, Inglaterra, Francia,
Instituto de Marxismo-Leninismo-Stalinismo, España o Europa.
generador del materialismo dialéctico –inco- El marxismo –entendiéndose bajo este término
rrectamente atribuido a la creación de Marx y tanto una filosofía como una teoría econó-
Engels–; ello tuvo nefastas consecuencias, no mica, sociológica, política de extrovertida o
solo para la filosofía, sino para la concepción y culpable confesión ideológica– ha constituido
la práctica del primer ensayo de construcción una síntesis teórica de una época y como salto
del socialismo en el mundo. cualitativo superador del pensamiento filosófico
Debe tenerse presente que si bien en la anti- anterior de la humanidad que ha continuado
güedad y hasta inicios de la modernidad fue desarrollándose con éxitos y fracasos, aciertos y
común utilizar el nombres de filósofos para errores por discípulos y seguidores de aquellos,
denominar algunas relevantes posturas filosófi- no solo en Europa, sino en otras regiones del
cas, como platonismo, aristotelismo, tomismo, orbe, como en África.
kantismo, hegelianismo, etc., ya en la época de Es imposible analizar la historia de esta con-
Marx y Engels comenzaba a ponerse fin a esa cepción ignorando a intelectuales y dirigentes
tendencia, por lo que no ha sido común que revolucionarios comoJoseph Dietzgen, Pablo
surgiesen posteriormente denominaciones tales Lafargue, Jorge Plejanov, Vladimir Ilich Lenin,
como deweyismo, nietzschenismo, husserlianismo, Rosa Luxemburgo, León Trotsky, Georgy
russellianismo o heidegerianismo, en lugar de Lukács, Antonio Gramsci, Louis Althusser,
como se conocen las respectivas concepciones etc. Del mismo modo que fuera del contexto
de filósofos como Dewey, Nietzsche, Husserl, europeo a Mao Tse Tung, Ho Chi Minh, Amír-
Russell o Heidegger, esto es, pragmatismo, cal Cabral, José Carlos Mariátegui, Ernesto
vitalismo, fenomenología, neopositivismo o Guevara, Fidel Castro, Antonio García Nosa,
existencialismo. Rodney Arismendy, Adolfo Sánchez Vázquez,
Parece que la filosofía es cada vez más reacia etc. Pero también sería poco honesto pensar que
tanto a los patronímicos como a los gentilicios, todos desarrollaron de manera similar la teoría
por lo que no existe propiamente ninguna que marxista o que esta no ha tenido tropiezos,
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haya tenido un exclusivo origen endógeno, o obstáculos que salvar, momentos de retrasos, de
sea, dentro de las exclusivas fronteras de un pue- dogmatismos, de anquilosamiento”. Guadarra-
blo sin nutrirse de los aportes del pensamiento ma, P. Pensamiento Filosófico Latinoamericano.
de otros, como en ocasiones han pretendido Humanismo, método e historia, Universitá degli
algunos hiperbolizadores de los aportes de la Studi di Salerno-Universidad Católica-Planeta,
cultura occidental. Por eso Aristóteles reconoció Bogotá, tomo III, 2013, pp. 225-227.
el aporte de los egipcios y los gimnosofistas de 9. “En el marxismo, y cuando yo hablo de mar-
la antigua India, como le comunicó a Alejandro xismo generalmente me refiero al marxismo
Magno, del mismo modo que Diógenes Laercio de Marx, había una idea del proletariado que
reconoció la existencia de filosofía mucho antes probablemente es idealizada: el proletariado
que los griegos en los pueblos del Medio Oriente como gran filósofo, como sujeto de la historia,
y su influencia sobre la cultura helénica. como liberador de la humanidad, como clase
Si eso sucedió en la Antigüedad, cuando los revolucionaria hasta el fin”. Zuleta, E. Conver-
intercambios culturales eran más limitados, saciones con Estanislao Zuleta, Hombre Nuevo
mucho menos se pueden admitir a partir de Editores EU, Medellín, 2008, p. 148.

80


10. Zuleta, E- Conversaciones con Estanislao Zuleta. 14. “De esta manera el capitalismo se preocupa por
Hombre Nuevo Editores EU. Medellín. 2008. el incremento de la productividad del trabajo
p. 107. (en términos de Marx de la producción de
plusvalía relativa) –y moviliza la ciencia para
11. “Si dejamos de lado el precario determinismo
ello– porque la productividad del trabajo es un
de Engels y Lenin y volvemos al pensamiento
elemento esencial de la valoración del capital;
de Marx, encontra­remos una concepción
pero no se preocupa por lo que pueda ocurrirles
completamente diferente de la histo­ria, de la
a los trabajadores mismos, a los que quedan ce-
revolución, y por lo tanto, una nueva idea del
santes, a los consumidores, o a otros sectores de
par­tido revolucionario”. Zuleta, E. Ensayos sobre
la vida social. Quiero insistir sobre este último
Marx, Percepción, Medellín, 1987, p. 70.
punto porque lo importante del análisis de Marx
12. “Parafraseando podría decirse que hay algo peor en el capital no consiste en haber descubierto
que el marxismo vulgar, y es el marxismo profe- –como creímos mucho tiempo y como él mismo
soral. Aquí to­das las tesis pueden ser admitidas creyó– la determinación de la vida política y
y sopesadas con máxima ecuanimidad, preci- social por la economía sino haber descubierto
samente porque se descarta de antema­no que que la sociedad capitalista –y solo en ella– la
puedan convertirse en luchas reales. Toda pasión economía se autonomiza, adquiere sus propias
por construir un mundo nuevo ha desaparecido leyes, completamente indiferentes a su efecto
lo mismo que toda indignación por la infamia sobre las otras instancias, niveles e instituciones
de la vida capitalista, tan­to de su miseria como de la vida social.” Zuleta, E. Conversaciones con
de su riqueza, de sus derrotados co­mo de sus Estanislao Zuleta. Hombre Nuevo Editores EU.
exitosos. Al contrario puede abandonarse todo Medellín. 2008, pp. 107-108.
ro­manticismo revolucionario y toda utopía. El 15. “Su visión del marxismo fue siempre cultural,
soñador ha en­trado al fin en la edad de la razón, con un enfoque universal. Sus análisis sobre el
se ha instalado sólida­mente en la realidad y capitalismo jamás cayeron en descripciones con-
puede estar seguro de que su nueva disciplina, tables, propias del pensamiento tecnomorfo”.
la marxología científica, es una especialidad Isaza, G. “Estanislao Zuleta: Un pensador soli-
bastante rentable en el capitalismo”. Zuleta, tario”, en G. Bustamante, J. García, F. Giraldo
E. Ensayos sobre Marx, Percepción, Medellín, et al. Estanislao Zuleta (1935-1990), Ediciones
1987, p. 191. la Rana y el Águila, Tunja, 1990, pp.89-90.
13. “Me parece que el pensamiento de Marx es al 16. 16 “Ya en ocasión anterior pretendimos pre-
mismo tiempo un análisis y una crítica de lo que cisar también algunos de los elementos compo-
está ocurriendo. Él no lo oculta nunca. Nunca nentes esenciales del posible “núcleo duro” del
se las dio de neutral. No dijo: soy un científico marxismo al indicar “el carácter científico de sus
y por lo tanto no tomo partido. Eso no lo en­ explicaciones acerca de las leyes fundamentales
contrarán ustedes jamás en Marx. Se considera que rigen el desarrollo de la historia y en especial
un científico y por lo tanto toma partido. La de la sociedad capitalista. El esclarecimiento de
idea del científico que no tiene nada que ver los factores que intervienen en el proceso de

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con lo que pasa, que es un testigo neutral, no producción de la conciencia humana, el lugar
es una idea marxista, Marx toma partido y muy de la práctica en la teoría del conocimiento, el
clara­mente. Ahora bien, Marx no toma partido, despliegue de las leyes objetivas que rigen las
propiamente ha­blando a nombre de una moral, formaciones económico-sociales, en especial,
es decir, de una idea del hombre por fuera de la la dialéctica de la correlación entre las fuerzas
historia, de un deber ser del hom­bre. Por ejem- productivas y las relaciones de producción; la
plo en la Sagrada Familia dice: los comunistas adecuada significación de la determinación
no predicamos ninguna moral, no oponemos de los elementos de carácter económico en su
el altruismo al egoísmo, no oponemos la buena correlación con la divergente y dinámica acción
voluntad y el interés público al interés privado. de las formas de la conciencia social; el papel im-
Nosotros nos oponemos a un mundo en el pulsor de la lucha de clases, conducente a través
cual los individuos necesariamente oponen el de la revolución social hacia una sociedad que
altruismo al egoísmo y defienden sus intereses emprende la eliminación de los antagonismos
privados. Es a ese mun­do al que nos oponemos. de clases; los mecanismos de enajenación que
No es que opongamos dentro de ese mundo un reproduce la sociedad capitalista con el básico
bien contra un mal”. Idem. p. 16 objetivo de la mayor obtención de plusvalía,

81
constituyen algunos de los principales compo- de las América en La Habana del 18 al 21 de
nentes de lo que podría considerarse el núcleo julio de 1994, Empresa Editorial Amauta-Casa
duro de la teoría marxista, atendiendo a su de las Ameritas, Lima, Cuadernos Casa, # 35,
trascendencia y validez universalmente reco- 1996, pp. 109-117.
nocida. Por supuesto que dentro de cada uno 22. Véase Guadarrama, P. “Prólogo” a El realismo
de esos elementos es posible e imprescindible dialéctico en la historia. La crisis del marxismo
delimitar un sinnúmero de ideas que, a su vez, como filosofía de interpretación de la historia.
desempeñan un papel fundamental que si no Hacia el nuevo orden del hombre, de Antonio
están presentes, hay razones suficientes para García, Ediciones Humanismo y Sociedad,
dudar del posible carácter marxista de lo que Bogotá, 2006, pp.19-80.
se plantea o al menos, de sus puntos de coinci-
dencia fundamentales con las tesis esenciales de 23. Véase Guadarrama, P. “Autenticidad del pen-
aquel Prometeo de Tréveris”. Guadarrama, P. “El samiento marxista de Ernesto Che Guevara”,
núcleo duro de la teoría marxista y su afectación Umbral, Revista de la Dirección Provincial de
por la crisis del socialismo”, En América Latina, Cultura de Villa Clara, Santa Clara, # 18, 2005,
marxismo y postmodernidad, Universidad INCCA pp. 40-47; Revista Cubana de Filosofía, Edición
de Colombia, Bogotá, 1994, p. 204-205; Hu- Digital, No. 6, mayo-septiembre 2006, http://
manismo, marxismo y postmodernidad, Editorial revista.filosofia.cu/default.php
Ciencias Sociales, La Habana, 1998, pp. 249- 24. E. Zuleta: Ensayos sobre Marx, Editorial Percep-
250; Islas, Revista de la Universidad Central ción, Medellín, 1987, p 156.
“Marta Abreu” de Las Villas, Santa Clara, No.
25. “(…) el problema es saber por qué la plusvalía
108, mayo-agosto 1994, pp. 32-33.
no puede presentarse sino en las diferentes
17. “En el marxismo hay algunos errores teóricos formas de la ganancia, adheridas a diferentes for-
que debemos tener en cuenta. En primer lugar, mas materiales o perso­nales. El movimiento del
desde El manifiesto comunista, hasta la última pensamiento de Marx no consiste úni­camente
frase del primer tomo de El capital, y en mu- en desprenderse de la apariencia para llegar
chos otros textos, hay evidentemente en Marx por me­dio del análisis a una unidad interior
una idealización del proletariado”. Zuleta, E. esencial, sino en mostrar por qué la apariencia
Conversaciones con Estanislao Zuleta. Hombre como apariencia es necesaria, en qué me­dida el
Nuevo Editores EU, Medellín, 2008, p. 147. hecho de que se presente así es un síntoma de
18. Idem, p. 145. la lógica interna del proceso estudiado, Este ir
y venir, ir de la aparien­cia a los fundamentos y
19. “Las afirmaciones de Marx sobre el desarrollo luego volver para mostrar los fundamen­tos de
del dinero están en este punto impregnadas de la apariencia misma y su necesidad, es una de
evolucionismo, y en contradicción con su pen- las for­mas de lo que podría llamarse la dialéctica
samiento, pues él mismo ha demostrado que en de Marx, dialéctica específica, nueva, que no
la historia no hay una evolución de categorías contiene nada de la vieja dialéctica metafísica
en forma lineal”. Zuleta, E. Comentarios a la de HegeL Cuando Marx emplea aquí la pala-
Introducción a la crítica de la economía política bra con­tradicción lo hace con el significado de
(Manuscritos de 1857). Apéndice. Sobre la teoría
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error, pues qué otra cosa que un error puede


del reflejo, Universidad de Antioquia, Medellín, ser el intentar una reducción de con­ceptos sin
1972, p. 81. el establecimiento de eslabones intermedios, es
20. “Zuleta era pues un pensador marxista en el de­cir, sin un proceso de demostración riguroso.”
mejor sentido filosófico que esta denominación Zuleta, E. Comentarios a la Introducción a la crí-
haya podido tener en el pasado o pueda llegar tica de la economía política (Manuscritos de 1857)
a tener en un futuro inmediato […].”Valencia, Apéndice; Sobre la teoría del reflejo. Universidad
A. En el principio era la ética… ensayo de inter- de Antioquia, Medellín. 1972. p. 53.
pretación del pensamiento de Estanislao Zuleta, 26. “En Marx el proceso de conocimiento se plantea
Universidad del Valle, Cali, 1996, p. 134. como un elevar­se de lo abstracto a lo concreto
21. Véase Guadarrama, P. “Mariátegui y la actual Pero no se crea que se trata de una simple
crisis del marxismo”, La Gaceta de Cuba, La inversión del método empirista Los términos
Habana, No. 4, 1994, pp. 34-38; Mariátegui abstracto y concreto sufren en la concepción de
en el pensamiento actual de nuestra América, Marx una ree­laboración completa que les con-
Coloquio Internacional convocado por la Casa fiere una nueva significación. Lo abstracto es lo

82


indeterminado cuando se está refiriendo al pun- pue­de imaginarse que Marx puso el marxismo
to de partida, aunque use este mismo término como una gallina pone un huevo […]”. E. Zu-
en el sentido de determinaciones progresivas en leta: Ensayos sobre Marx, Percepción, Medellín,
el proceso de producción de conocimientos. La 1987, p. 9.
lectura de este texto se dificulta por lo que se ha
35. “Mantener el criterio de la ideología como
dicho antes, la utilización de una terminología
falsa conciencia significa ignorar la evolución
clási­ca para referirse a conceptos nuevos. Esto
que tuvo el concepto de ideología en el seno
mismo ocurre con el término “concreto”. Marx
del marxismo, como se pudo apreciar ante-
dice que lo concreto es la sínte­sis de múltiples
riormente en el caso de Lenin, así como en
determinaciones, por lo tanto unidad de lo di-
Gramsci, quien también supo diferenciar las
verso. Aparece en el pensamiento como proceso
ideologías, al igual que otros continuadores.
de síntesis, como resultado, no como punto
Algunos estudios sobre el tratamiento de la
de partida, aunque sea el ver­dadero punto de
cuestión de la ideología en Marx, Engels y Le-
partida, y, en consecuencia el punto de parti­da
nin en los países del llamado “socialismo real”,
también de la intuición y de la representación.
llegaron a plantear la evolución que se operó en
Obsérvese que la palabra concreto es utilizada
aquellos pensadores respecto a la cuestión de la
en un mismo contexto con dos sentidos diferen-
ideología. Sin embargo, la limitación dogmática
tes: En primer sentido, es el punto de llegada,
mayor consistió en admitir que la posibilidad de
la síntesis de múltiples determinaciones, es
contenidos científicos en el discurso filosófico
decir un “concreto de pensamiento” al que se
era exclusiva de la “ideología proletaria”. Al
llega a través del trabajo del pensamiento. En
extrapolar la caracterización de falsa conciencia
un segundo sentido lo concreto es el pun­to de
a toda formulación ideológica proveniente del
partida, en cuanto que es el punto de partida de
pensamiento burgués echaron por tierra las
la intui­ción y de la representación. Aquí se des-
propias indicaciones de Engels y Lenin dirigidas
liza un significado de lo concreto radicalmente
a justipreciar los núcleos racionales contenidos
diferente del anterior, no es el mis­mo concepto,
en el pensamiento burgués”. Guadarrama, P.
sino que el término concreto funciona como
“La funcional interrelación epistemológica e
sig­nificación de lo existente, del objeto real.”
ideológica entre filosofía, ética y política”, en
Idem. p. 69.
Jaime Alberto Ángel Álvarez (coordinador):
27. Idem. p. 57. Aportes para una filosofía del sujeto, el derecho y el
28. Idem. p. 37. poder, Universidad Libre, Bogotá, 2012, p. 226.
29. Idem, p. 158. 36. Zuleta, E- Conversaciones con Estanislao Zuleta.
Hombre Nuevo Editores EU. Medellín. 2008.
30. Ibídem, p 163.
p. 105
31. Véase Guadarrama, P. Positivismo en América La-
37. “Perder de vista la diferencia esencial es el típico
tina, Universidad Nacional Abierta a Distancia,
mecanismo con el que la ideología burguesa
Bogotá., 2001; Positivismo y antipositivismo en
pretende demostrar el carác­ter eterno del capi-
América Latina, Editorial Ciencias Sociales, La

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


talismo” Zuleta, E. Comentarios a la Introducción
Habana, 2004, http://biblioteca.filosofia.cu/
php/export.php?format=htm&id=231&view=1 a la crítica de la economía política (Manuscritos de
1857) Apéndice; Sobre la teoría del reflejo. Uni-
32. Zuleta, E. Ensayos sobre Marx, Editorial Percep- versidad de Antioquia, Medellín. 1972. p. 16.
ción, Medellín, 1987, p. 155.
38. “Cuando consideraba que los trabajos de juven-
33. Ibídem, pp. 155-156. tud de Marx eran eminentemente ideológicos y
34. “Tampoco voy a tomar la obra de Marx en un por tanto seudocientíficos según su criterio, esto
sentido histórico cronológico, es decir, no voy presupone en cierta forma que para Althusser no
a exponer có­mo pensaba Marx a los 23 años, a hay elementos de cientificidad en ellos, lo cual
los 25 años, a los 30 años, cuando escribió El resulta a todas luces erróneo y descalificador de
Manifiesto, El capital y finalmente la Crí­tica al estas valiosas obras, que si no resolvieron todos
Programa de Gotha. Voy a tomar el conjunto, los problemas al menos plantearon innumera-
no porque crea ni mucho menos que la obra bles problemas sobre la enajenación, el huma-
de Marx no haya evolu­cionado o que Marx no nismo, la articulación entre filosofía, política
haya cambiado de ideas, ambas cosas son así; y religión, etc., que no solo motivaron agudas
evolucionó desde luego y cambió de ideas, nadie polémicas en los años que vivió el pensador

83
francés, sino que continúan hoy día motivando amenazado por el naturalismo individualista
la reflexión de numerosos intelectuales en todo que trata de interpretar todos los fenómenos de
el mundo”. Guadarrama, P. “El marxismo la vida social como una irrupción o represión de
estructuralista de Louis Althusser”, en Marx los instintos”. E. Zuleta: “Marxismo y psicoaná-
Ahora. Revista Internacional, La Habana, No. lisis”, en Tres culturas, tres familias y otros ensayos,
23, 2007, p. 67. Hombre Nuevo Editores, Bogotá, 2010, p. 228.
39. Zuleta, E. Comentarios a la Introducción a la 48. Ibídem, p. 229.
crítica de la economía política (Manuscritos de
49. “Lo que hay que saber es si los descubrimientos
1857) Apéndice. Sobre la teoría del reflejo, Uni-
de Freud y su exploración sistemática de una
versidad de Antioquia, Medellín, 1972, p. 116.
nueva dimensión de la existencia humana, son
40. “(…) en Marx los conceptos de división social incompatibles con la concepción marxista del
y división técnica del trabajo presentan una hombre o si, por el contrario, la corroboran,
jerarquización que es fundamental para la la enriquecen y permiten avanzar cualitativa-
comprensión de la concepción de Marx sobre mente, sin renegarse, en la comprensión de la
la sociedad”. Idem. p. 51. realidad.” Zuleta, E. “Marxismo y psicoanálisis”,
41. Idem. p. 85. en Tres culturas, tres familias y otros ensayos,
Hombre Nuevo Editores, Bogotá, 2010, p. 202.
42. Zuleta, E. Comentarios a la Introducción a la
crítica de la economía política (Manuscritos de 50. “El rasgo propio, característico y, por decirlo así,
1857) Apéndice. Sobre la teoría del reflejo, Uni- el acento personal del pensamiento de Marx, tal
versidad de Antioquia, Medellín, 1972, p. 86. como se manifiesta desde sus primeros escritos
43. Véase “Zuleta el amigo y el maestro”, en Eduar- hasta las últimas obras y se conserva a través
do Gómez: “Memorias críticas de un estudiante de una compleja evolución intelectual, es su
de Humanidades en la Alemania socialista”, individualismo radical”. Zuleta, E. Ensayos
Universidad de Los Andes, Bogotá, 2011. sobre Marx, Percepción, Medellín, 1987, p. 33.

44. Zuleta, E. Conversaciones con Estanislao Zuleta. 51. Idem. p. 40.


Hombre Nuevo Editores EU. Medellín. 2008, 52. Idem, p. 42.
p. 108.
53. “Cuanto más lejos nos remontamos en la his-
45. “Porque superó la oposición entre individuo y toria, tanto más aparece el individuo […]”. En
sociedad, Marx no protesta contra la sociedad este punto Marx se equivoca, y es interesante
a nombre de una naturaleza humana idealizada, observar que su error lo lleva a formular el
como los románticos y los utopistas, ni justifica problema en términos de la robinsonada previa-
la realidad existente como producto de una mente criticada por él. La familia, resulta­do de
naturaleza humana originalmente dañada y la historia, de la disolución del gen y del clan, es
que debe ser corregida por la moral y la policía, pro­yectada como el origen, mientras que la tribu
como los reaccionarios. Su crítica del hombre es deducida de esa pretendida familia originaria.
alienado es directamente una crítica social”. Años después, al conocer los primeros resultados
Zuleta, E. “Marxismo y psicoanálisis”, en Tres de la naciente antropología científica (Morgan,
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

culturas, tres familias y otros ensayos, Hombre etc.), Marx reconoce su error”.Idem, p. 44.
Nuevo Editores, Bogotá, 2010, p. 201.
54. Ibidem.
46. “Es suficiente recordar el análisis de la forma
mercancía para comprender que Marx descubre 55. “La preponderancia dada por Zuleta a la in-
allí, al mismo tiempo, las leyes objetivas de una terpretación de textos, autores y teorías de la
estructura económica y el campo psicológico dinámica de su trabajo es un indicativo de que
más íntimo en que se forma la individualidad su pensamiento es profunda y estructuralmente
que surge bajo el dominio de estas leyes”. Zuleta, dialéctico en el sentido que esta denominación
E. “Marxismo y psicoanálisis”, en Tres culturas, tiene no en Hegel o Marx, sino en el pensa-
tres familias y otros ensayos, Hombre Nuevo miento clásico griego, sobre todo en la figura
Editores, Bogotá, 2010, p. 197. de Sócrates o en la obra de Platón”. Valencia,
A. En el principio era la ética… ensayo de inter-
47. “En la realidad, el sicoanálisis desprovisto de una
pretación del pensamiento de Estanislao Zuleta,
verdadera sociología científica y de una crítica
Universidad del Valle, Cali, 1996, p. 44.
histórica rigurosa, como la que podría encontrar
en el marxismo y solo en él, está continuamente 56. Idem, p. 129.

84


57. “[…] una de las más importantes contribucio- 70. Con razón Hernán Ortíz considera que “A
nes de Zuleta a la interpretación de Marx fue su lo largo de toda su obra, Marx mantiene esta
comprensión del método” Idem, p. 133. posición teórica de juventud que ve en los dere-
chos humanos decimonónicos en su expresión
58. Véase: Oizermann, T. y otros: Geschichte del
norteamericana y francesa, un contenido de
Dialektik, Dietz Verlag, Berlin, 1980.
clase, donde la propiedad burguesa es el factor
59. Véase Colectivo de autores: Marxismus und determinante de todos los derechos, razón por
Spinozismus, coordinador H. Seidel, Karl la cual estos aparecen truncados. Por esto, ellos
Marx Universität, Leipzig, 1981; E. V. Ilienko: ocultan tras los derechos abstractos del “ciuda-
Lógica dialéctica, Editorial Progreso, Moscú, danos” los intereses concretos del “burgués”,
1977; Antonio Negri: Spinoza subversivo. Akal, único beneficiario de la igualdad, libertad,
Madrid, 2000. dignidad, fraternidad o propiedad”. Ortíz, H.
60. Vollpe, G. de la. Rousseau y Marx y otros ensa- Derechos humanos. Grupo Editorial Ibañez.
yos de crítica materialista, Editora Política, La Bogotá. 2007. p. 202.
Habana, 1967. 71. Marx, C. El capital: critica de la economía políti-
61. Pachón Soto, D. Estudios sobre el pensamiento ca, trad: Pedro Scaron, México, Ediciones Siglo
colombiano, Ediciones Desde Abajo, Bogotá, XXI, 1975, vol. I, p. 214.
2011, pp. 193-194. 72. Ibidem.
62. Zuleta, E. Educación y democracia. Un campo 73. Bloch, E. “El hombre y el ciudadano según
de combate, Corporación Tercer Milenio-Fun- Marx”, en el vol. colectivo, Humanismo socia-
dación Estanislao Zuleta, Bogotá, 1995, p.192. lista, Ed. Paidos, Buenos Aires, 1974, p. 245.
63. Zuleta, E. Conversaciones con Estanislao Zuleta. 74. “El marxismo a mi juicio, es una ética, además
Hombre Nuevo Editores EU. Medellin. 2008. de ser un intento bastante exitoso en algunos
p. 102 momentos, de alcanzar un cierto nivel de
64. Idem. p. 111 cientificidad. Es ética porque propone valores
directamente como ejemplo la igualdad, la
65. Zuleta E. “Conferencia de Estanisla Zuleta reciprocidad, la libertad, etc. En ese sentido
en el campamento del M 19” 14 de mayo de es una ética emparentada con la ética de Kant,
1989. http://oigaherman.over-blog.es/pages/ solo que; Marx le agrega muchas cosas más.”
Conferencia_de_Estanislao_Zuleta_Campa- Zuleta, E. Conversaciones con Estanislao Zuleta.
mento_del_M19-2586029.html Hombre Nuevo Editores EU. Medellín. 2008.
66. Manifiesto del Partido Comunista http://www. p. 112-113.
marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif. 75. Engels, F. Anti-Dühring, Editora Política. La
htm. Habana. 1965. p.109.
67. “La conciencia será siempre combate, con los 76. Engels, F. Contribución a la crítica del proyecto
otros y consigo mismo. El pensamiento nunca de programa socialdemócrata de 1891, en Marx,
se da en el vacío, sino como posibilidad de

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K. Engels, F. Obras Escogidas, t. 3, Ed. Progreso,
reconocimiento, rectificación, reinterpretación, Moscú, 1976. p. 455.
refutación, confrontación. Por todo ello no es
77. Engels, F. Introducción a K. Marx, La lucha de
concebible una sociedad que no tenga nece-
clases en la Francia de 1848 a 1859, en Marx,
sidad de la libertad de conciencia, porque la
K. Engels, F. obras escogidas, t. 1, Ed. Progreso,
conciencia ya se haya liberado. Allí falla grave
Moscú, 1971. p. 121.
y peligrosamente la crítica de Marx a los dere-
chos humanos.” Zuleta, E. Conversaciones con 78. Véase P. Guadarrama: “Humanismo y marxis-
Estanislao Zuleta. Hombre Nuevo Editores EU. mo”, en Marx Vive, IV, Universidad Nacional
Medellín. 2008, p. 104. de Colombia, Bogotá, 2006, pp. 209-226;
Colectivo de autores: Marx y el marxismo crítico
68. Véase: Guadarrama, P. Cultura y educación en
en el siglo XXI, Camilo Valqui Cachi y Cutberto
tiempos de globalización posmoderna.Editorial
Pastor Bazán (Coordinadores), Ediciones EON-
Magisterio. Bogotá. 2006. Universidad Autónoma de Guerrero, México,
69. Marx, C. Sobre la cuestión judía. Trad: Rubén DF, 2011, pp. 313-332. http://es.scribd.com/
Jaramillo Vélez, Bogotá, Argumentos No. doc/90507863/Cmilo-v-C-El-Marxismo-
28/29, 1992, p. 57. Critico

85
79. “Su lectura de Marx no es, pues, propiamente sociedad, no solo del modo de producción,
estructuralista sino «humanista», «historicista», sino de las relaciones hu­manas más elementales
o si se quiere simplemente crítica”. Valencia, entre los hombres y las mujeres, los niños y los
A. En el principio era la ética… ensayo de inter- adultos, y los hombres con su propia muerte,
pretación del pensamiento de Estanislao Zuleta, su pavor a la muerte y a la ancianidad. ¿El
Universidad del Valle, Cali, 1996, p. 131. marxismo podrá enfrentar eso? No lo sé. Sé que
80. Zuleta, E. Ensayos sobre Marx, Percepción, plantear esta cuestión es pensar el marxismo
Medellín, 1987, p. 32. como algo que no nos ha dado solu­ción. Sé que
eso es molesto”.Idem, p. 31.
81. Zuleta, E. Ensayos sobre Marx, Percepción,
Medellín, 1987, p. 55. 85. Véase: Guadarrama, P. Director de Colectivo de
autores. Despojados de todo fetiche. La autentici-
82. Zuleta, E. Educación y democracia. Un campo dad del pensamiento marxista en América Latina.
de combate, Corporación Tercer Milenio-Fun- Universidad INCCA de Colombia. Bogotá. 1999.
dación Estanislao Zuleta, Cali, 1995, p. 170.
86. “En la interpretación que Zuleta hace de Marx,
83. Zuleta, E. Ensayos sobre Marx, Percepción, no considerada ya en términos negativos sino
Medellín, 1987, p. 172. positivos, habría que resaltar el énfasis que pone
84. “¿El marxismo podrá construir una nueva en subrayar la valoración de la libertad y de la
antropología y liquidar sus ilusiones? ¿O no creatividad de la acción humana, en oposición
podrá? Yo creo que podría hacerlo, liquidando a los férreos determinismos destacados por el
su ilusión de que vamos encaminados por no sé marxismo vulgar”. Valencia, A. En el principio
qué mecanismo histórico hacia una fiesta final. era la ética… ensayo de interpretación del pen-
Liquidar también la idea de que la sociedad samiento de Estanislao Zuleta, Universidad del
pueda ser ar­mónica, no conflictiva, sin leyes, Valle, Cali, 1996, p. 132.
sin gobierno, sin nada, porque ya no habrá 87. E. Zuleta: “El marxismo, la educación y la uni-
propiedad privada. El vigor de la crí­tica marxista versidad”, en Educación y democracia. Un campo
a la sociedad capitalista debe ser acentuado y de combate, Corporación Tercer Milenio-Fun-
debemos ser conscientes de la crisis de nuestra dación Estanislao Zuleta, Cali, 1995, p. 196.
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

86


Estanislao Zuleta: Criticismo total*


Luis Ernesto Lasso**

Débora Arango. Terciadores

D
ificultosísimo el abordaje de país3, osando romper, a la vez, la coyun-
este “artista de la conversación”, da política “izquierdista” oficial que, en
de este filósofo que conversaba los años claves del 60, ponía talanqueras

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familiarmente con los clásicos, -en el decir para intentar relacionar a los Padres de la
de W. Ospina1- pretendiendo realizar Sospecha, en la necesidad de arquitecturar
una aproximación más o menos certera una visión plural que superara el delirio
a una obra de tal magnitud que ha sido del vacío producido por el sacudimiento
avalada, por Fabio Giraldo Izasa, como que los “sospechadores” -Marx, Nietzs-
la del “el precursor del pensamiento com- che y Freud- propusieron contra toda la
plejo en Colombia”2. Intrincado más, si lo apoyatura occidental, cuando, a partir
vemos tan por fuera de la tradición de la de ellos, en nuevos intentos había sido
inteligencia genuflexa campeando en el impulsado, desde la cárcel italiana, por

* De su libro: Sobre Literatura Colombiana. Intento de Crítica Concreta, 2008.


** Profesor de Literatura de la Universidad Surcolombiana. Magister en Literatura Hispanoamericana de la Universidad
Javeriana de Colombia.

87
el gran “anticanónico” (señala Bloom) moderno del maestro Zuleta lo vimos
Gramsci y desde la silla de ruedas del desmoronarse, tanto como su propia
“primer marxista” de América, José Caros vida, hace ya casi una veintena de años.
Mariátegui, para que ambas inéditas y De ahí que se pretenda a la par que una
necesarias posturas fueran anonadadas comprensión a su obra desperdigada, la
por los custodios del nuevo Kremlin. indagación del por qué de sus fracasos.
Así izamos preguntas que parecen perti-
Este ensayista examinador, sopesador, nentes y podrían alentar para el desentra-
culto, coloquial que gustaba de caminar ñamiento del hombre complejo, inmerso
sin plan previo (con el aprendido método en su mundo de sombras: ¿esa fuerza
del maestro preferido, don Sigmung); este descomunal para mover mentes anqui-
desbrozador de senderos que enfatizaba losadas, mediante la crítica permanente
no en la llegada sino en el proceso; este para salir del irracionalismo cristianoide
empecinado “buscador de lo eterno en lo y superar la ilogicidad disparatada del
perecedero”, expresaba ideas en el café, en sumido en la desesperanza, se perdió en
el auditorio, en la clase, en los romances, los vericuetos de la farsa democrática de
en panfletos de huelga, en cartas a amigos Belisario, en el cinismo cojo de Barco o
y familiares, en oficinas gubernamentales, en la entrega definitiva al neoliberalismo
entre otras cosas porque la prioridad de del camaleón Gaviria? ¿Esa angustia de
su vida fue precisamente el pensar. Pen- absorber lo mejor del pensamiento euro-
samiento dedicado, como observara en peo -alemán- lo inhibió como gran mole
otra oportunidad Adorno, a “interrogar para entender desde miradas propias lo
la hondura de nuestra crisis pensándola en nuestro, negando el pensamiento latino-
sus múltiples dimensiones y direcciones”4. americano, la gran producción literaria,
Pero el basamento de la miscegenación como ontología, cuando se la reconocía
está fuertemente instalado en las premisas como la desarrolladora de las propuestas
del antioqueño, como advierte Giraldo literarias europeas y norteamericanas?
Isaza, en tanto que desborda a sus maes- Y más fuerte: la soledad de su muerte,
tros para lograr el formidable aserto: “El el desquiciamiento de los fracasos po-
ser humano se inicia con el arte”5. Desde líticos y amorosos todos6, no son una
esa certeza, el afrontamiento criticista forma de preguntarnos, ¿qué pasa con
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

integral del Maestro cuya actividad está los analistas mayores que no encajan en
uncida a la categoría que suele descuidarse su autoanálisis?
tanto: la ética.
Tanteando, buscando en medio de la
En tal magma, este intento de aproxi- oscuridad de este nuevo milenio que
mación no pretende superar los recono- no nos saca del Medioevo, se sientan
cimientos de sus colegas filósofos diplo- interrogantes, que de ninguna manera
mados, las reverencias de sus seguidores, se intentan contestar taxativamente, pero
el pasmo de los oyentes de sus innumera- que creo indescartables, máxime si se
bles conferencias, la dedicación -a veces trata del merodeo respetuoso a alguien
poco afortunada- de sus antólogos. En que dedicó su vida a pensar para salir de
especial porque el gigantesco esfuerzo la opacidad y vislumbrar un mundo otro,
88


que aprenda a “vivir a la enemiga” y a

Débora Arango. Acuarela


“no acostumbrarse”. El otro Fernando
-Isaza- quien asume que el muchacho
pierde el tiempo yendo al colegio, por
lo cual oficializa el autodidactismo, que
tampoco resulta una originalísima mane-
ra de ser, en tanto se observa que quién es,
en el decurso de la escuela oficial de allá
y de acá, debe “aprender por sufrimiento
personal”, como luego lo constataría en
la sabiduría freudiana. Es decir, algo no
tan fuera de lo convencional, en lugares
donde las mayorías aceptan la tradición
sin cuestionarla, adaptándose a la muerte
en vida, sin hacerse ninguna pregunta
fundamental, todo el ejército de muertos
que mantienen lo establecido. El propio
Zuleta precisa el sustrato:

Medellín era una ciudad muy cómoda para


vivir, donde en pocas cosas hay utilizar el
cerebro, porque a uno le decían lo que tenía
que pensar, lo que tenía que hacer, o qué
tenía que decir, con quién tenía que casarse,
con humanos conflictos y no de mermela- cuáles libros podía leer, a qué películas podía
das supuestamente armonizadas por seres ir. Estaban, además, resueltas las grandes
que en esencia somos contradictorios. preguntas de la filosofía: de dónde venimos,
qué somos, para dónde vamos…7
1. “Para él la filosofía era
conversación” Sólo que hay un joven poeta tico, capaz

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de llevarle de cumpleaños, el catorce,
W. Ospina como regalo La montaña mágica, y el
niño sorprendido, pero alentado por los
Un propagador arduo edipiano, criado dos sustitutos, se siente en capacidad no
en medio de mujeres, asustado con las sólo de deglutirla sino de internalizarla,
noches, tiene en dos mentores diversos hasta pretenderse el Hans Castorp de
el reconocimiento identitario inicial: Medellín, vale decir, otro de los tantos
Fernando González, admirador de rebeldes iniciales que asumen la vida
Mussolini, íntimamente cristiano y como “permanente lucha por llegar a
rabiosamente anticomunista, como lo ser”, en un lema que pocos rupturales
ubica Jorge Vallejo, pero a la vez quien lo han asumido integralmente: forjarse a sí
introduce en Schopenhauer, Dostoievski mismo, ser su propio maestro, coheren-
y Nietzsche, tempranísimo, como para ciar pensamiento, vida y lucha. El que la
89
familia acepte, mientras por el salón de entre los comunistas jefes y los campesinos
modista de la madre desfile el Medellín insurgentes del Sumapaz que no lograban
de la burguesía ascendiente, no lo hace entender a Hegel y sólo comían papas y le-
ni burgués de procedencia ni conflictivo gumbres, mala dieta para Rosario preñada y
denunciante del medio: como que la rela- para el hijo de doña Margarita tan regalado
ción observatoria de Hans en el pequeño en lo fundamental. Más la ruptura mayor
mundo representativo de la Europa de no se da tanto en lo político cuanto en la
preguerra le sirve de referencia para mirar relación familiar. La actitud de Zuleta, aún
el entorno y a la vez intentar mirarse. temprano para asimilar Freud integrado a
Marx, es desastrosa en el tratamiento de su
La ruptura grande vendría con la posi- compañera, según lo rastreado por Vallejo8.
bilidad del viaje a Bucarest: los centros
literarios, las tomatas de los cafés, los Entonces viene la muda brava porque lo
paseos a ríos y fincas para discutir los elegido no es ser espectador pasivo del
textos que iban descubriendo, dejaban de mundo sino actor de primera fila. Fundar
lado al muchacho que ya buscaba volar. El el Partido Revolucionario Socialista con
medio oprimido por el laureanismo y el otros marxólogos (ya devoran ediciones
hórrido fanatismo de monseñor Builes ya y traducciones distintas de las soviéticas y
se hacían insoportables. La invitación del chinas), bastante desligados de las pobres
amigo para salir de la parroquia y visitar masas manipuladas por la godarria y el “re-
el país de moda en la Unión Soviética, visionismo”. Fue algo más que una proeza:
en mucho determinó el escape de las la certidumbre del fracaso inicial, porque
confrontaciones Settembrinni/Naptha, las condiciones del proletariado alemán,
en donde el joven Zuleta no pasaba de ser inglés o francés y las de la misma burguesía
otro espectador más: tomaría conciencia europea contemporánea no se repetirán de
del mundo real de fuera, porque com- manera similar aquí. Los debates de sectas
partir con Mandela, Neto, Lumumba, florecieron para que se marchitaran en
Neruda, Santiago García y Lucy Tejada, los cogollitos universitarios y las “masas”
era más que superar el Valle de Aburrá. abrumadas se retiraran a sus viejas hambres
Si a ello se agrega la posibilidad de estar ancestrales. Pero el empecinado no renun-
precariamente en el París soñado para ció. Se convirtió en pedagogo:
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

avistar al imaginado Sartre, el viaje de


regreso, con peripecia policial, serviría Nada de aventuras guerreristas. Se empeza-
para avivar la llama temprana que no iba ría por la propia autoafirmación, psicoaná-
a extinguirse sino con el final del final. lisis de por medio; se seguiría con un plan
muy serio de educación de cuadros (…)
El paso nuevo estará dado en doble direc- Cada quien tendría que conocerse a sí mis-
ción: la militancia política en la célula del mo, reconocer sus traumas y ser crítico de
40 del PC y la preñez de Rosario que lo sus propias limitaciones para poder incidir
pone en evidencia del trasunto parroquial progresivamente en su entorno…9
antioqueño. Una y otra se hundirán más
rápidamente de lo presentido: con Gilberto Horizonte singular, cuando las otras
Vieira se podía notar a leguas la diferencia militancias izquierdistas, del pacifismo,
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Débora Arango. Salida de Laureano. Óleo sobre lienzo


pretendían asaltar las direcciones sindica- La siguiente estadía, porque el deterioro
les y organizacionales de vieja data, para de las relaciones va minando puentes
convertir con carnet a los cooptados en en el terreno de la inconsciencia peque-
dirigentes revolucionarios de los traba- ñoburguesa, es Medellín, insiste con
jadores. Cursos van y vienen para sentar la cantinela del reconocimiento: “No
jergas y alineamientos en el terreno inter- se puede hacer política sin autoanálisis”.
nacional que terminan en que los militan- Pero Ochoíta se suicida y las repercu-
tes reciten mejor la situación oficial de la siones caen sobre la hija Silvia: “ésta no
URSS o de China o de los vaivenes de las es hora de llegar a casa, usted aquí no
internacionales, así se siga ignorando el entra”. Lo reconoce cuando cuenta a
Hernando Villa que sus padecimientos
conocimiento real de la propia historia y
políticos dejaron secuelas en sus hijos:
nuestros problemas. No existimos todavía

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


“Mis fracasos políticos los sufrieron ellos”10.
ni este ámbito.
¿Y los de Lenin? ¿Y los de Mao? ¿Y los
de Gilberto? Puede perderse “Ruptura”:
No se desfallece porque hay un nuevo
pero tampoco todo ha sido anegado:
motor de afecto alimentando el sueño:
González, un militar que se agregó a
Yolanda. Pero también porque la mili-
la nueva tropilla, deja un testimonio
tancia crece y hay otras posibilidades de
que vale la pena destacar, por novedoso
trabajo en Cali. Con lo privado. Con la para la época de los grandes sacrificios,
USACA, en pleno movimiento estudiantil paradigmatizados en el Che:
mundial que deja sus coletazos, inten-
tando subvertir el valle adormilado en la Nos enseñó que la revolución no es to-
dulce salsa de la caña, administrada por marnos el poder político del Estado, sino
los terratenientes más tercos del país. en vivir distinto, en tener calidad superior

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de vida, con acceso a los grandes logros de La oligarquía vuelve a mover sus fichas y
la humanidad en el arte y en la filosofía11. Belisario busca la concordia. Paisanos de
por medio, el Maestro Zuleta llega a Pa-
Para imaginarlo respaldándose en Engels lacio abogando por la paz que Belisario va
-la más grande revolución fue el Renaci- a proponer, después del fracasado terro-
miento-, desplegando la deuda de Marx rismo de Estado que emprendiera Turbay.
con Goethe antes que con Hegel; todo Zuleta creyó porque el presidente era de
el análisis moderno descubierto por Amagá, hijo de obrero y sus discursos
Freud en Shakespeare, Miguel Ángel o salían medidos de tono y hasta matizados
Dostoievski; el advenimiento de la peste con citas de buenas lecturas. Olvidaba
contemporánea en los textos de Mann, su comportamiento en la masacre de las
Kafka o Musil. En el entretanto, avanza cementeras del Cairo y, sobre todo el
la confrontación entre los “salvajes”, tan carácter del Estado y más el del Estado
distantes de los frutos altos de la civili- colombiano. La década del 80 expande el
zación occidental. La guerrilla del M-19 pavor de las masacres colectivas, cuando
abandona los clisés internacionales para ya los terratenientes, los banqueros y los
parapetarse en formas nacionales que a los industriales han armado a los paramilita-
ecuménicos de la Tercera no les iban bien. res para ayudar a hacer la guerra sucia a los
Y crecen los adalides de la protesta por militares. Pero el obstinado no advierte
el robo electoral (1970), iniciando una otra perspectiva: será del PNR. Entre el 84
serie de actos que sacan de la oscuridad el y el 87, el rebelde, el capaz de intentar la
régimen del terror que se exacerbaba otra trípode filosófica sobre la cual interpre-
vez sobre el pueblo colombiano. tar y ayudar el mundo a su mudanza, se
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Débora Arango. Plebiscito. 1958. Óleo sobre lienzo

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aferró a las ilusiones de un pacto social ofreció amnistía generosa pero los gue-
que lo puso a la otra orilla de la confron- rrilleros “asaltan pueblos, vuelan fábricas
tación: mientras los militantes del M-19 y oleoductos, cometen emboscadas contra las
eran torturados en la Brigada, Zuleta les fuerzas armadas”, escribía14, a la vez que
hablaba a sus dirigentes de legitimidad se molesta por el desgraciado informe de
por el saber, de participación, de las ven- Amnistía Internacional, mientras acude
tajas de la democracia y de la necesidad a las manidas explicaciones: son más las
de ampliarla en el país, como si alguna vez víctimas de la delincuencia común, existe
hubiera existido ni en la Constitución; una desmoralización generalizada, lo cual
les enseñaba la urgencia del diálogo y la “creó el ambiente en que floreció el narco-
necesidad de amar la pluralidad; los ur- tráfico, donde era fácil reclutar sicarios,
gía a salir del maniqueísmo grupista, de guardaespaldas, y toda clase de aventureros
superar el todo o el nada, de aceptar que de enriquecimiento fácil” (p. 46). Esos
las medidas democráticas ya son antica- efectos terribles, después de reconocer
pilistas12. Imaginarse en Santo Domingo el genocidio de la UP y el magnicidio de
a un descendiente de Almirantes, antiguo sus dirigentes, busca explicarlos de una
militante de la JUCO, guerrero bravo con manera nada cercana a los argumentos de
abecés definidos y determinado a hacer de los Padres de la Sospecha: “son el resultado
la revolución una fiesta, como dijera su de una larga historia de luchas políticas y
comandante Pablo, lelo oyendo al envia- económicas, que se llevaron a cabo con pro-
do de Belisario para pactar la entrega de cedimientos terroristas (…) A ello debemos
unas fuerzas que ya iban siendo diezma- oponer la cultura de los derechos humanos”.
das porque la guerra sin pueblo tampoco
había resultado, es buen ejercicio cuando Se referirá luego a la “democracia habitada
aún no se dispone de análisis al respecto. por el terror” y se atreverá a una crítica
El M-19 oyó, pero volvió a jugársela, concreta al gobierno, como respuesta al
hasta caer en el laberinto del Palacio de cinismo de Barco que explica el espan-
Justicia. Belisario consultó con sus socios to diciendo que “En Colombia no pasa
fundamentales y no con el Consejero y nada anormal: los brotes de violencia han
todos apuntaron a los tanques cascabeles ocurrido durante los 30 últimos años”. Es

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de los generales: “No hay nada que ne- la línea de Turbay: “el único preso polí-
gociar”. Mientras ardían en el Palacio los tico soy yo”. La embestida de Zuleta fue
más ilustres magistrados y los militares precisa, como volviendo a las posturas de
masacraban a empleados y contendientes, los intelectuales que cumplen sus deberes
o los sacaban para desparecerlos, Zuleta
ciudadanos:
pronunciaba una conferencia en Medellín
sobre la belleza del mundo griego13. Con …el gobierno, en lugar de combatir una
todo, entendió que se había acabado práctica generalizada consistente en que
Belisario, seguramente recordando el terratenientes, narcos, bananeros, etc., se
dolor de haberlo justificado, casi con los combinan con las fuerzas armadas para
mismos argumentos con que el Dr. Ter- combatir a quienes amenazan sus intereses,
nura cimenta la “teoría” de la seguridad se pretende combatir un sinnúmero de
Democrática del actual reelecto: Belisario grupos dispersos y locales (p. 126).

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Pero las amenazas llegan, las organiza- Nuevamente solo, en el Meléndez de
ciones están siendo diezmadas, el miedo estrato dos, en medio de los vuelos de los
cunde y entonces acude a la vieja panacea: helicópteros de la brigada, los bochinches
el diálogo: la guerra sucia puede resolver- del apartamentico, el paso para la U del
se a favor del diálogo, busquemos una Valle que le ha otorgado hace rato el
sociedad civilizada que tenga mejores Honoris, lo sume en la búsqueda final: la
conflictos. Para ello nada mejor que: etología. Le escribe a su hija que debemos
“aprender de la hermana rata”. Y con su
La elección popular de alcaldes y nuevo nueva joven acompañante leen a Bobbio
código político municipal al crear una si- y Bahro, y dialogan sobre la película
tuación realmente nueva para el desarrollo Educando a Rita. Es cuando escribe a su
de las luchas partidarias y para la expresión amigo Alberto Valencia: “ya estoy enten-
política de las necesidades de la población diendo la importancia de la opacidad, de
(p. 127).
la oscuridad frente al otro”. Pero se miente:
no puede dejar de mirar el entorno así
Ya estamos en el camino de los Consejos esté en la ingrimitud: “No sé para dónde
Comunales del fascismo uribista. Los va esto”, está diciéndose en el término que
amigos lo llevan a la consejería de la ONU se aproxima. Logra posponerlo porque
para acampar de las amenazas cuando han con Noelba el motor intenta reactivarse,
sido sacrificados sus conocidos Bernardo hasta para el poema: “Una fe inmensa en
Jaramillo, Carlos Mauro Hoyos y el maes- que todo sería logrado / entendido, gozado.
tro Héctor Abad Gómez. Se refugia en el / En que todo, las sonrisas, las músicas, /
verso de Manuel Scorza: “Pero esta noche se volverían claras como palabras. / Todo
pasará”, tiritando en Villa de Leiva. Los para un comienzo”. El mundo hermoso
asuntos recomendados por la ONU no se que había vislumbrado con Hölderlin no
tuvieron en cuenta y Zuleta regresó, sin se materializa ni dentro ni fuera: la chica
Yolanda, a Cali. Algunos compañeros se- se apartó tres semanas y el Maestro cayó
guían requiriendo la palabra del Maestro. en la depresión alcohólica. Solamente
Mandó un mensaje a trabajadores de la fueron al entierro unos cuantos lúgubres
TV, cuyo fragmento refleja al pedagogo borrachos, abre y cierra Vallejo.
que tal vez debió ser en lo fundamental:
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¿Fracasó? ¿En todos los campos? ¿Lo usual


Muy pocas veces veo televisión y ello se debe
de los reformadores? Pensar por sí, ponerse
a la repugnancia que me produce. Veo allí
en el lugar del otro y ser consecuente en el
el chantaje afectivo que consiste en hacerle
actuar, como lo recuperó del viejo Kant,
creer a los niños que los padres que los aman
por encima de Marx, de Nietzsche, de
son padres compradores (…) Algunas veces
he visto telenovelas que son exactamente
Freud y de Mann y de todas sus fuentes
lo contrario del arte. Allí se trata de tomar fundamentales, bastaría para la gran lec-
partido, allí no se trata nunca de pensar ción ética en un país donde las consecuen-
en la complejidad de la vida humana (…) cias vitales poco han dejado a la posteridad.
¿Vender es la esencia de la vida? ¿Vender es Y lo conversó con sus estudiantes en el
la esencia de la política? (…) ¿Nos tienen aula, él que resquebrajó las jaulas, y lo
que tratar siempre como tontos? (p. 238). musitó a las muchachas de ojos brillantes,
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y arrulló a sus hijos con el encanto del

Débora Arango. Montañas. Acuarela. 1940


nuevo mundo y convenció a sindicalistas y
trujamanes que jugaban al reconocimiento
y a la figuración, acabando al lado de los
presidentes que lo albergaban para usarlo
contra los demonios de la demolición,
hasta quedarse a la vera, sin entender para
dónde va todo este aluvión de escoria que
maquillan como de gran democracia oc-
cidental. Entonces su descalabro es el de
Bolívar, el de Martí, el del Che, vueltos
a recuperar en nuevos gritos para izar las
ideas de los contumaces que evitan el des-
asimiento humano. Aquí y allá.

2. “Nuestra vida siempre está


pisando huellas”
a la polémica, al análisis de aciertos y
T. Mann yerros. Hasta escudriñar lo pertinente:
el cientifismo social y la deducción de la
Cuánto aporta la vida, la lucha y el pen- falsedad de la dicotomía con las “ciencias
samiento acumulado de Zuleta, para un
exactas”. Y reconocer con Freud, no se
mundo marcado por el presentismo ins-
trata de génesis, cuanto de procesos de-
tintual y la pesantez de los dogmas. Y de
sarrollados y de un método exploratorio
manera poco usual, donde los pensadores
que lleva al placer del viaje, camino lejano
criollos recitan los abecés de los filósofos
del racionalista Descartes que ha regido
de moda y son incapaces de intentar
los estudios occidentales, mecanizándolos
equivocarse -o de acertar- aplicando sus
y devirtuando la relación del hombre
asimilaciones al país de la ignominia.
Controvirtiendo todo, desde el mismo objeto-sujeto de estudio. Para superar las
“robinsonadas dieciochescas” entrevistas

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lugar comarcano: no en balde los dos
Fernandos, no gratis las amistades para por Marx, Zuleta enfatiza el dinamismo
el debate elemental y pertinaz. Por fuera social, sabiendo que la relación mecánica
de las aulas, como enfatizaría siempre: estructura/superestructura es otra falsi-
“El Renacimiento se hizo a pesar y contra ficación de los marxólogos repetidores:
la Universidad: ella fabrica burócratas”15. “…con el mito del origen lo que busca es
Porque en ella se sigue cumpliendo el sustentar la tesis de que todo ha sido siem-
papel adaptador, alienador. pre así, es decir, de acuerdo a una presente
esencia o naturaleza humana, inmutables
Entonces el buceamiento temprano, des- y ahistóricas”16.
pués de salir de la provincia. Y le viene
en forma de marxismo y no como fetiche Reivindicará luego el aserto marxiano del
lleno de lugares comunes. A las fuentes, pensamiento como simultáneo del len-
95
guaje, así posteriormente se pregunte por
la palabra primordial de los sueños, para
reinstalarse en el carácter “esencialmente
social del hombre” y realizar la crítica de
la ideología subjetiva. En ésta verá el ele-
mento fundamental “para la preservación
del modo de producción”. Luego celebrará
que tanto Nietzsche como Marx critican
el evolucionismo: “Las mismas objeciones
les hacen a Darwin y a Rousseau”. El cri-
ticismo se extiende hasta Hegel: “no se
trata de un progreso hegeliano hacia una
perfección total; se trata de reequilibrios de
fuerza (…) de una nueva dirección a un
proceso diferente” (p. 24). A ello agrega las

Débora Arango. Los pobres van a comer.


observaciones acerca del nuevo concepto
de causalidad que no es aristotélico, el
carácter social de la necesidad, el hallazgo
de que el capital no es una cosa sino una
relación social, que la distribución no
está determinada por la producción sino
al contrario, que la estructura no es suma
sino interdependencia de las partes y que
el método de confrontación dialéctica
es superado por el enriquecimiento del Esta resituación del marxismo en sus
“eterno retorno”, sentado en el proceso aspectos claves se lleva a cabo en mo-
del conocimiento que se plantea como mentos históricos decisivos: el Che ya ha
un “elevarse de lo abstracto a lo concreto”, anotado desfases en los comportamientos
donde lo concreto se entiende basándose del poder soviético y la ruptura con el
en que el pensamiento es producto de sus comunismo chino obligan a miradas de
condiciones históricas, de las relaciones profundización antes que a alineamientos
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de clase y de las condiciones económicas oportunistas. Pocos intelectuales avisados


y políticas, técnicas y científicas, así como encaran la situación. La tarea es empren-
en hallar que Marx no cayó en la idea dida entre nosotros por el maestro Zuleta
burguesa de separar Arte/Ciencia, hasta para introducir debates en torno a la
afirmar que Freud y Marx “condensan caracterización del país, de su revolución,
y hacen poesía”17. Estamos, entonces, de los conductores de la misma, de las
ante una recuperación del pensamiento formas libertarias, de los partidos revolu-
marxista no por la elementalidad ni para cionarios, de las nuevas concepciones del
rendir tributos, sino para contextualizar, Estado y de sus políticas, todo el urgente
discernir y buscar aplicaciones reales y armazón que supere desviacionismos y
no circunstanciales: labor del científico logre la soñada emancipación ciudadana
social neto. del lastre capitalista. Seguramente desde
96


esa perspectiva lo ubica su amigo Alberto –– Principales inhibiciones: displacer psí-


Valencia, mirándolo pionero en este des- quico, falta de erección, eyaculación
broce que el estudioso generaliza: precoz, no orgasmos, fetichismo.

–– La sexualidad humana no puede


Le tocó vivir el comienzo del derrumbe socia-
ser pensada como la animal: ésta es
lista (…) cuestionó el economismo marxista,
los ideales revolucionarios venidos a menos, la
instintual.
afirmación de los derechos humanos, la crítica –– Sexualidad animal: objeto determina-
al totalitarismo, la reivindicación de la demo- do; humana: objeto no determinado.
cracia, la crítica a la utopía de una sociedad
sin conflictos, la valoración del Derecho, la –– Tendencias universales del fetichismo,
lectura de Marx no como profeta, entre otros18. sado-masoquismo, etc.

–– Sexualidad e identidad: si falla la iden-


Ahora resaltar elementos de Freud que
tidad primaria ni se habla, ni se ama,
cimentaron el otro yo del maestro Zuleta,
ni se desea. Lo que está en juego en el
pretendiendo encuentros básicos con el
deseo es la identidad.
creador del análisis psicológico moderno:
–– El efecto de una amenaza a la identi-
–– En psicoanálisis se depende mucho dad es la angustia. No hay amor sin
de los errores y dificultades de Freud. angustia.

–– Debe más a los poetas -Dostoievski, –– La madre no es sólo refugio y protec-


Shakespeare, etc.- que a la Psiquiatría ción e incondicionalidad del amor,
sino también amenaza terrible: devo-
–– Se burlaron de Charcot y de Freud radora, atragantadora.
cuando dijeron que los hombres tam-
bién padecían histeria. –– El yo es la seda de las represiones.
Represión: función yoica más im-
–– Lo fundamental no es refutar, sino portante.
hallar sentido: la palabra al paciente
para tratar de entender: teoría de la –– Freud: “sólo lo complejo es creati-
vo; sólo lo combinado es realmente

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libre Asociación.
humano, todo lo que es unilateral es
–– Se trataba de cambiar todos los en- patológico”.
foques -desde el chiste y los errores
–– Se tiene odio al padre y al tiempo una
cotidianos- para hallar sentido, para
identificación con él.
que cupiera el hombre real en la teoría.
–– Edipo: complejo nuclear de todas las
–– La formación judeo-cristiana negaba
neurosis.
en Viena la sexualidad infantil.
–– Somos inventados por ilusiones, más
–– Tanto homosexualismo como hetero-
que creados por seres realistas.
sexualismo tiene historia, trayectoria y
procedencia del drama inicial; ningu- –– Una situación esquizoide crea siem-
no de los dos procede de la naturaleza. pre la tentación de precipitarse en
97
cualquier propuesta de identidad que como debate contra nosotros mismos
se ofrezca. y con nuestra cultura.

–– La angustia nos habita: es lo que nos –– Si no olvidamos caeríamos en la


hace correr en todos los sentidos en locura.
busca de identidad.
–– Uno puede adaptarse a la realidad,
–– El hombre está perdido si no tiene el pero no a la verdad. La verdad lo
sentido de lo posible. transforma a uno siempre (…) Nadie
puede ser uno ni siquiera para sí.
–– La identidad es la esencia de nuestro
ser. La desgracia es que no tengamos –– Las intenciones humanas deben ser
identidad dada, que tengamos que explicadas por las condiciones en que
conquistarla con nuestra vida, con el hombre vive y por su historia que
nuestra historia (…) La falta de iden- arranca desde el nacimiento, en lugar
tidad es peor que la frustración sexual de creer que en unas intenciones
y que la explotación. irreductibles, productos de nada, le
explica todo.
–– El instinto de muerte es un comple-
mento necesario del instinto del amor. –– No se puede seguir hablando de un
sujeto unitario -Platón, Hegel, Mill-
–– El abandono de una convicción es
sino de una estructura de tensiones.
un duelo, se pone en cuestión una
identidad. –– No hay instinto criminal: es una ab-
surda ideología racista, fascista, mora-
–– Casi toda la evolución del ser humano
lista. No al determinismo biológico.
es una sucesión de duelos.
–– Por Freud sabemos que la tensión
–– Goethe: “Si no puedes comprender
permanente entre la naturaleza y
este mundo ¡muévete y transfórmate!;
cultura es una clave de deseo: la cul-
no serás más que un huésped melan- tura erige normas, la naturaleza busca
cólico en la tierra tenebrosa”. transgredirlas.
–– Hay tres mecanismos vinculados a la –– En el orden de las relaciones humanas
depresión: expiación, reparación, y
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al loco le hace falta una patria para


reconciliación. pensar, al criminal le hace falta una
–– Cualquier cultura implica coerción, patria para actuar, al perverso una
depresión, renunciación, tratamiento patria para desear.
hostil. –– Sin literatura y filosofía no hay psi-
–– Freud: “La histeria es una obra de coanálisis19
arte que no resultó: lo obsesivo es un
Las referencias que se quisieran bien sis-
sistema que no resultó; la paranoia es
tematizadas para deducir los elementos
un sistema filosófico que no resultó;
que configurarían constantes en el pensar
pero somos”
zuletiano -innovación radical en el con-
–– Entrar en el debate de la obra de Freud cepto del hombre, prevalencia de lo in-
98


consciente y de la sexualidad que habían proximidades entre el romanticismo y el


sido negadas por el control monoteísta de psicoanálisis, batallando juntos contra
20 siglos, desvalimiento del angustiado las tendencias racionalistas, el desengaño
por su identidad, las relaciones afectivas de la revolución burguesa, los filisteos y
primeras como huella imperecedera del comerciantes, la idealización del mundo
ser humano, etc., todo a partir de una actual, los sentimientos de apatriedad y
propuesta metodológica de desbroza- soledad, buscando la intuición y el aná-
miento de caminos, ensayística, supera- lisis para recuperar los altos ideales, las
dora de falsas dicotomías (naturaleza / tradiciones, mitologías, el valor de los
cultura, determinismo / indeterminismo, sueños, el amor cortés. La síntesis, pues,
individuo / sociedad, mujeres / hombres, es otra deuda con el Maestro:
ciencia social / exacta, entre otras), autén-
tica exploración donde el sujeto empeña La verdadera posición de Freud es la de
su pellejo, buscando más la comprensión volver a la temática romántica, de darle de
que la refutación, en el libre fluir de la nuevo la importancia innegable a la infan-
conciencia que busca reconocerse para cia, a la sexualidad, al amor, a lo mitológico,
sublimar, para ejercer la catarsis-, podrían a lo popular, y venir a ello con una posición
ser sintetizadas en las mismas palabras racionalista, no a rendirle un culto ciego y
del maestro Estanislao, al hallar enormes a intuirla por la simple fantasía, sino con
el propósito de entenderla. Eso significa
una nueva actitud ante el arte, que será la
posición psicoanalítica20

Cabe aquí la referencia de Castoriadis


-hecha por Fabio Giraldo21- para ligar psi-
coanálisis con marxismo: tienen el mismo
objeto de la política: la autonomía del ser
humano; pero no es posible la autonomía
si es el inconsciente quien gobierna.

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El enlace que los otros padres de la sos-
Débora Arango. Las monjas y el cardenal. Óleo sobre lienzo

pecha tienen, también don Estanislao lo


clarifica de manera magistral: “Lo que
Freud hizo con el individuo es lo que hizo
Marx con la sociedad: en su conjunto:
cambiar la naturaleza por la historia en
el orden explicativo”22. Desde luego, esos
pilares no hacen más que relacionarse,
como interventor que es el medellinense.

Ahora cabe preguntarse para allegar


a la otra relación: ¿dónde no está la
presencia de Nietzsche en la vida de
99
Zuleta? Expertos podrían detallar ras- –– La función del arte: dar la vida a la
gos correspondientes. Baste recordar su palabra.
mismo concepto de filósofo, la presencia –– Lo que tienen de grande los poetas no
del arte y la literatura en sus fuentes, la es la originalidad: es su capacidad de
aceptación del origen de la tragedia para encontrar en cualquier contexto los
decantar las líneas de confrontación y temas fundamentales de la vida aními-
complementariedad humana entre lo ca y de la ideología de la humanidad.
apolíneo y dionisíaco, el resucitamiento
–– Existe política hasta en las novelas de
de pensares antiguos para contrastar el
amor.
pensamiento feble del presente, la crítica
de la ciencia, la celebración epifánica –– Gran misión del novelista: hacer la
del superhombre: “El superhombre es el crítica de la civilización.
hombre capaz de afirmar la vida después –– El hombre se posesiona del universo
de la muerte de Dios”, concreta don Es- por medios artísticos.
tanislao, para volver a lavar infundios
–– No hay sociedades sin arte (…) Hoy
y sumirnos en el terreno terrible de
desaparece como producto de la des-
la incertidumbre, capaz de intentar el
trucción de la vida social.
quietismo del desesperanzado. Justo en
la superación del nihilismo moderno, –– Nunca ha habido más que pintura
donde Nietzsche ve aparecer “al último abstracta.
de los hombres”, el alarido del filósofo –– El poeta se esfuerza porque el mundo
alemán resuena por auténtico y des- nos hable.
pertador de la esencia humana. Si a lo
–– La mirada del arte, la potencia edu-
anterior agregamos el estilo breve, ner-
cadora del arte, es la revelación de
vioso, lapidario, la frase irónica y hasta
la vida.
ejemplarizante, matizada de humor en
muchas ocasiones, se tendría la certeza –– Un vida artística sólo se puede definir
del lector-escritor que exigía Nietzsche como una apertura hacia los otros.
de sus frecuentadores. –– El arte construye un mundo con
nuestros dramas.
Pero donde se nota mayor la fuerza en-
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–– Toda la producción artística es un


causada por el pensamiento nietzscheano
intento de reconstrucción del mundo
en Zuleta es en el tratamiento del arte y
y es un indicio de desadaptación.
la literatura, como basamentos del ser
por humanizar. Aceptemos otro listado, –– Es con nuestras neurosis -y gracias a
del Maestro Estanislao, para intentar la la sublimación- con lo que se elabora
cercanía a la intuición: una obra de arte.
–– Un estado totalitario se siente ame-
–– El arte no es aplicación, el arte es nazado por un poeta o por un pintor.
exploración.
–– No hay nada arbitrario: no hay per-
–– Problema central del arte: explorar en sonaje que no sea signo, que no tenga
busca de lo desconocido. razón de ser.
100


–– Todo lo mecánico se presta a risa, pero


no a identificación.
–– La forma pura es enemiga de la vida.
El triunfo de la forma es el triunfo de
la muerte.
–– El arte es (…) conversión de todo lo
vivido en tema de una apasionada
indagación y por tanto renovación
de la conciencia de la vida y de la
importancia del tiempo.
–– El arte, en la historia, se presenta como
pionero de la ciencia.
–– Lo que la metáfora expresa no es sólo
exposición en forma indirecta de una
idea que se pudiera expresar directa-
mente, sino el enriquecimiento de esa
idea, la condensación de alusiones.
Débora Arango. Friné o trata de blancas. Acuarela

–– El estilo es lo que da sentido profundo


al contenido.
–– Si no fuera porque pasado y futuro
ya existen, el presente desaparecería.
–– Marx: la misión de la literatura y de la
crítica es la de despertar la conciencia
de la gravedad y del carácter inacepta-
ble y vergonzoso de la vida.23
–– La conversación es la más alta de todas
las artes. conformarse toda una poética. El inter-

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valo no es sólo lo que supera Estanislao,
Fácilmente se advierte que esta serie de
altas concepciones sobre arte y literatura sino lo que se sigue marcando entre él,
provienen del magnífico estudio que sus discípulos y sus seguidores y el grue-
hiciera temprano, en sus clases, nuestro so de los jóvenes que ya no se hacen ni
autor, sobre La montaña mágica de Tho- las preguntas fundamentales, porque el
mas Mann, el libro que le modificará el consumismo lo determina todo, para una
alma al jovencito lugareño. sociedad injusta que se debe criticar en la
justa concepción de la filosofía:
La distancia entre el chico y su entorno,
con el hombre que calmosamente va Uno puede comprender que la crítica y el
descubriendo su veta, no es sólo abismal, cansancio, la repugnancia y la angustia de
en tanto de los criterios expuestos puede una civilización como la nuestra, desper-

101
Contra esta mistificación alienadora, la
fuerza salvadora del arte. El que está en
el inicio y en el final. Por ello propone

Débora Arango. La danza.1948 Acuarela


valorarlo “como algo esencial en la vida”,
como un aspecto de la “lucha por la nueva
sociedad”. Es entonces cuando regresa a
Marx, para presentar lo que considera la
guía fundamental del marxismo, tan poco
advertido entre los fieles de la nueva grey:

El arte como clave radical de una sociedad


efectivamente nueva: una sociedad en la que
haya más necesidades satisfechas, más sensi-
bilidad, más necesidad de crear y de pensar
y un mundo artístico en el cual vivir, y que
haya que estar haciendo continuamente25.

La consideración ajustada al respecto


involucra otra vez a los “padres de la sos-
pecha” como generadores de la conciencia
artística, base de la nueva sociedad: “El
es un crítico de la economía y su perspec-
tiva es esencialmente artística”, concluye
el ensayista colombiano, cuando en los
mítines de la izquierda se estaban usando
canciones, teatro, pancartas para “atraer”
a las masas. Lejos de la síntesis de Don
Estanislao:

Sin Sófocles, Edipo, Shakespeare, Dos-


toievski no se configura la concepción del
hombre típicamente psicoanalista, derivada
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

del arte, donde se encuentra anticipado, casi


sonalizadora, que hace del hombre una
literalmente26.
muchedumbre solitaria, que tiende a la
depresión, conduzca a cualquier forma de 3. “En literatura
defensa contra ella: los dogmatismos, las latinoamericana me siento
militancias raras, las fugas a otras sociedades, corchado”
los disfraces e idealización de los hindúes, las
drogas, cualquier cosa que evite las impre- E. Zuleta
siones de la despersonalización. Uno puede
entenderlo, pero no debe apoyarlo porque En entrevista que diera a Umberto
es una forma estéril, ineficaz, improductiva Valverde27, el maestro Zuleta terminó
de oposición a esa sociedad24. refiriéndose a la gran literatura, que des-
102


de el 67 descolló en el mundo -Nobel a rias”, el montaje estructurado sobre pa-


Asturias y edición príncipe de CAS- en el radojas contradictorias, todo un tratado
panorama universal, con el malhajado sobre la soledad, construido sobre una de
remoquete de “boom”. Ya antes había las cimas de la modernidad: “No existe una
expresado su repudio contra La Vorá- realidad en sí, sólo hay visiones” (p. 55). Y
gine, en varias oportunidades y tal vez si a ello se agrega la ironía como elemento
para seguir el criterio del Gabo joven, estructurante del texto moderno, que
así como había negado el carácter de Zuleta ve “como un examen vigilante del
novelista y narrador a Carrasquilla. Por orden mental, de su época, una crítica de la
lo demás, cuando se acerca al poeta Luis intolerancia del dogmatismo (…) un nuevo
Carlos López28 arranca por el interrogante sentido a la aventura”, podrían advertirse
sobre la poesía, busca situarla entre las sus contribuciones ricas.
funciones del lenguaje, en el contexto,
esboza una teoría acerca de la filosofía de La cúspide crítica llega con las conferen-
la puntuación, destaca el humor como cias sobre La montaña mágica, expuestas
manera de “hacerse perdonar del superyó” en la candente década del 70, sobre el
y remata contundente, después de tratar texto-guía del pedagogo Estanislao. La
de aproximarse, a algunos de los poemas presentación que hace Eduardo Gómez,
del cartagenero: “Lo primero fue la falta poeta y amigo del Maestro31, permite
del padre, lo segundo fue la ambigüedad destacar valiosos andantes: la selección
de la madre. La escritura fue la solución” experimental del estudioso, con carácter
(p. 28). eminentemente socrático; la relación
marxismo/psicoanálisis para abordar
Qué diferencia con el estudio sobre La el texto de Mann, en donde prima el
Náusea29, donde descubre esencialidades primero; la exégesis crítica que establece
del Sartre inicial y los aportes que le una nueva etapa en la ensayística con-
hizo al marxismo, como aserta Zuleta: temporánea; el reconocimiento de los
captar que los franceses se niegan a vivir personajes signados por la muerte en la
lo menos posible, entender que el autor escritura de Mann; la peculiaridad de
es enemigo del “enriquecimiento de la su estilo; la captación del desarraigo y

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experiencia”, que la juventud es en esencia de la apatridad contrapuestos al deber y
enfermedad burguesa y que la crítica de el éxito; las falsas oposiciones entre los
los jefes es definitiva. El coronamiento personajes y mundos, en donde Zuleta
de su hermenéutica es singular: “La idea llega a la advertencia clave: lo importante
sartriana de que la existencia es absurda, y definitivo no es la confrontación sino el
injustificada, es una formulación contraria énfasis en la diferencia. A lo anterior agre-
a las ideas esencialistas y platónicas”. ga el papel del artista, de la obra, como de
mediador entre los falsos antagonismos y
Así mismo podría distinguirse su lectura el encuentro con un criterio nuevo sobre
de El Quijote30, por enormemente fruc- el tiempo: el tiempo del trabajo.
tuosa: la ubicación del protagonista no
como héroe nacional, ni modelo épico, Por mi parte, después de rastrear el libro
ni transformador, sin “tecniquerías litera- de Estanislao, agregaría algunos encuen-
103
tros del ensayista: el concepto poético que critica al capitalismo para detener a la dic-
se funda en la condensación, lo que lleva a tadura absoluta, al terror (p. 315).
decir el antioqueño que tanto Marx como
Freud hacen poesía; el Berghof que aúna Adelante, Zuleta precisa más la situación
las contradicciones de la sociedad mo- ya vislumbrada a décadas de distancia por
derna: es el reino de la apatridad, porque el novelista alemán, criterio que desde la
no existe comunidad. La observación del filmografía bélica gringa se pretende ocul-
analista aquí es de trascendencia: tar: “Con Hitler se liquidó lo democrático,
pero el mundo burgués creció: la banca y la
Lo más trágico del capitalismo es que industria de armamentos tuvieron su mejor
termina por nacerse natural a quienes lo negocio”. La exaltación que hace de Mann
admiten, mediante el embrutecimiento y -“soñador presocrático de la modernidad”-
el encallecimiento de su sensibilidad (p. 56) estaría sentada en el descubrimiento de
su “finura”: engarzar los dos enfoques
Reflejo de la sociedad llana, vale decir de -marxista y psicoanalista- que “en el fon-
la Europa de preguerra, en la Montaña do son el mismo enfoque”.
están las propiedades centrales de la socie-
dad enferma; medicina presentada como Pena por nosotros: definitivamente no
ciencia oculta, la insolidaridad (“allí nadie logró reconocerse en estas breñas, el in-
espera nada de nadie”), el ocultamiento telectual complejo que fuera Estanislao.
del dolor y la muerte, la descripción del Seguramente habría leído a Martí -“Hay
abismo, incluso en lo anatómico, el des- en América hombres perfectos en literatura
arraigo y la amaternidad, la promoción europea; pero no tenemos una literatura
de las cosas, el silencio del vacío, la crítica exclusivamente americana”-, sin duda sa-
intonsa en los debates de Settembrinni y bría de los esfuerzos de Henríquez Ureña
Naptha, la sexualidad y el apetito animal para conformar “nuestra expresión”. En
sobrexaltados por la enfermedad, el abu- fin, no podía desconocer los trabajos
rrimiento, la falta de interés en la vida, los iniciales de los fundadores de la poética
amores imposibles, el terror de la muerte hispanoamericana, de nuestra manera de
que se vuelve horror a la vida y triunfo intentar ser en el mundo. Le pudieron los
de la muerte. Hans Castorp, el chico que internacionalismos, las obras acabadas, los
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visita la Montaña y termina en ella, es dictámenes centristas. Tampoco pareció


quien ve con ojos de artista y descubre advertir que “el análisis concreto de la
las relaciones tanáticas y desesperanzadas situación concreta” es lo que determina
que simbolizan el mundo moderno en la validez de un aserto. Y así siguió por
Berghof. Su escisión es percibida a fondo lo histórico y político hasta llegar a lo
por el ensayista colombiano: artístico: viéndonos como continuidad
de la degradación española y sin vínculos
está perdido históricamente en la disyuntiva culturales con indígenas y negros, para
contemporánea: o la lucha de un espíritu acrisolar “el pequeño género humano”, del
liberal, anacrónico, burgués, ilustrado, que que hablara Bolívar, así en el tratamiento
defiende el capitalismo como sinónimo de de Antioquia acentuara su pobreza colo-
civilización, o un espíritu reaccionario que nial y la labor pionera de Mon32.
104


Texto que pronuncia después de la toma


del Palacio de Justicia, de los genocidios
y de la “democracia habitada por el terror”,
con el que logra evadir también la postura
universal: “el ideal nazi propone suprimir
la gente para salvar la humanidad”. Que
era lo que se ha estado practicando aquí
desde épocas inmemoriales y que a partir
de los “grupos de limpieza” de Pereira y
Cali, conjuntamente con las Convivir,
desembocaron en el terror paramilitar
del gobierno actual. Zuleta lo sabía, pero
a ultranza eludió -conjuntamente con
Débora Arango. El secuestro

la soledad organizativa para respaldar el


trabajo investigativo- aproximarse a la
espeluznante realidad colombiana, tan
evadida por la inmensa mayoría de los
deberes de la inteligencia.

Y en lo político se extravió, también, De todos modos, su apostolado desga-


como los que sabían más de las URSS, de rrado, pleno de eticidad -no se consideró
Pekín o de Tirana, en la consideración de el gran revolucionario, sólo se atuvo al
que Nuestra América es sólo extensión del registro de su propio ser intelectual: mar-
capitalismo internacional que desde 1942 xista, kantiano, hegeliano, heideggeriano,
acreció con riquezas latinoamericanas sus freudiano, que buscaba abrir en Colom-
caudales. En consecuencia, la revolución bia un espacio para pensar juntos, como
sólo puede ser y darse en el centro, porque le dijera a Valverde- sigue alimentándolos
los periféricos debemos repetir la triste y desde su concepción de la escuela, como
brutal guerra de europeos que aburridos campo de combate:
y hambreados de masacrarse llevaron

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


como gran proyecto ciudadano -después –– La educación, como existe hoy, repri-
de la Revolución Burguesa- el genocidio me el pensamiento, transmite datos y
y la cristianización al resto del orbe. Y así saberes que otros pensaron, pero no
advierta Zuleta la época determinada por enseña ni permite pensar;
el nazismo,
–– la educación y los maestros nos hi-
cieron un mal favor: nos ahorraron la
forma única de liquidar las ilusiones li-
berales y los valores cristianos. Pertenece
angustia de pensar;
preferentemente a nuestra época, a sus –– la ideología de la información ha pro-
fracasos y desilusiones, a su combinación ducido una revolución en el campo
de cientifismo e irracionalismo, de apelación
educativo, que es una peste;
cínica al mito, al culto del éxito, etc., que
resulta difícil de desarraigar33. –– en la escuela se enseña sin filosofía y
105
ese es el mayor desastre de la
educación;
–– al niño le imponen que todo lo que él
vive es falso, que lo verdadero está en
el cine o en la lámina didáctica;
–– no les basta con formar con determi-
nados conocimientos sino con una
determinada actitud: la renuncia a
toda iniciativa;
–– quien compita por una nota o estudia
por miedo a perder, más adelante
trabaja por miedo a perder el puesto;
educación ideal para el sistema y sus
intereses;
–– todo hombre racional es un desadap-
tado, porque pregunta; el adaptado es

Débora Arango. Desnudo. Acuarela


un hombre que obedece;
–– al sistema no le interesa el desarrollo
de los individuos sino el éxito, la di-
ferenciación, la promoción. Mientras
más lacayuna sea la mentalidad, más
éxito tendrán;
–– educación para producir un heteró-
nomo que tenga al máximo de de- –– Hoy tenemos más filósofos en Mani-
pendencia de los demás y el mínimo zales que los que nunca tuvo Atenas.
de autonomía;
–– el pero que tiene la educación es lo
–– esta sociedad no sólo necesita formar que tiene de adecuación; lo mejor, es
burócratas; tan bien necesita crear lo que tenga de conflicto;
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

la ilusión de que la educción es un


–– la educación es una gran arma si se
“ascensor” social;
educa contra las exigencias del sis-
–– la educación agacha la cabeza ante tema;
la técnica, es la más represora de las
–– necesitamos un tipo de maestro que
educaciones;
le dé al estudiante la oportunidad de
–– en la guerra del Vietnam participaron que se identifique con los fracasados,
40 Premios Nobel: es una de las situa- para que no se decida por los exitosos;
ciones más dramáticas de la sociedad;
–– hay dos maneras de ser maestro: po-
–– hay dos momentos estelares en la edu- licía de la cultura o introductor del
cación: Grecia y Florencia (…) deseo
106


–– para los maestros la educación pública fecundos y a la labor intelectual, que el


significa la existencia de un espacio pensamiento que domina es:
político: desde él se puede combatir
al sistema en su conjunto; difuso y concilia y empareja todas las
diferencias, que permanece abierto y sin
–– los medios de comunicación presen- resistencia a todas las ideas, las costumbres
tan el éxito y el consumo como el fin y modas en circulación, porque no tiene
de la vida (…) el dinero es el dios del dónde resistir: ninguna identidad definida,
universo… ninguna historia asumida, ninguna con-
vicción que haya sido capaz de darle forma
–– el educador es un formador del gusto,
a la vida37.
de los valores fundamentales de la
vida34
Otro gran legado desde donde podemos
desde luego sé que 21 aforismos entre- apuntalarnos para resistir. Tanto como la
sacados de su pensamiento, obligarán al misma euforia que expande, al superar
estudio hondo que permita constatar el el abatimiento de quienes practican el
funcionamiento generalizado de la escue- facilismo en detrimento de la dificultad
la, pero esa tarea corresponde a otras po- que humanizaría: “En medio del pesimis-
sibilidades, Máxime cuando Zuleta escaló mo, se sigue desarrollando el pensamiento
la crítica contra la misma universidad: histórico, el psicoanálisis, la antropología, el
marxismo, el arte y la literatura, la rebelión
Nosotros vemos cuán frecuente es encon- magnífica de las mujeres, la insurrección de
trar en la universidad colombiana a las los jóvenes”38. Insistiré, con Fausto y él en
gentes armadas de una conceptualidad “la inspiración de luchar sin descanso / Por
vacía de origen remotísimo… lacaniano, una altísima existencia”. Para remozar con
foucaultiano, freudiano, marxista o althu- la sentencia de Freud que seguramente
seriano, y con la seguridad más enorme de alimentó su sinuoso deambular: “Nos que-
que una vez que se hable en esa jerga, todo da el arte para no perecer ante la verdad”.
lo que se diga será ciencia, y si no se habla
en ella, todo estará impregnado y dañado
Notas
por la ideología35.

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1. En Conversaciones con Estanislao Zuleta. Cali,
De igual manera, su exigencia a los 1977. Su texto “El arte de la conversación”.
intelectuales de verdad, a los filósofos, 2. Ver su texto de introducción a Ciencias naturales
tiene que deberse a un compromiso con y ciencias sociales. Bogotá, 2007.

su entorno: “Yo no creo que el intelectual 3. La lectura del libro de Alberto Vélez -El ensayo:
Entre la aventura y el orden. Bogotá, 2000- ayuda
colombiano pueda hoy darse el lujo de no
a estas precisiones.
pensar en la violencia”, responde a Tomás
4. En el prólogo del libro Crítica y sospecha de
Vásquez36, así en adelante señale que se Ricardo Forster.
debe pagar la deuda externa para que no 5. Op. Cit., p. 23.
nos aíslen. 6. Sigo en distintos momentos la biografía La
rebelión de un burgués, de Jorge Vallejo. Bogotá,
Advertir que la sociedad contemporánea 2006.
-de aquí y de allí- es opuesta a los debates 7. En Al margen N° 23, septiembre 2007, el artícu-

107
lo de Ramiro Montoya que ayuda a conformar 21. Op. Cit.
elementos biográficos. 22. En Arte y Filosofía. p. 194.
8. Op. Cit. La familia, obviamente, no acogerá 23. El acumulado de textos diversos, enfatiza los
estos testimonios, pero no podemos soslayarlos hallazgos de su estudio sobre La montaña
si nos colocamos en la situación del hombre y mágica y la llanura prosaica. Bogotá, 1977, que
no del padre. precisaré adelante.
9. Sigo el libro de Jorge Vallejo. 24. En Arte y Filosofía. p. 94.
10. En Conversaciones con Estanislao Zuleta. 25. Ibídem.
11. Referencia tomada del libro de Vallejo, p. 194. 26. En Arte y Filosofía. p. 194.
12. Para la ubicación histórica, sigo principalmente 27. Ya referida.
sus conferencias recogidas en Colombia: violen-
cia, democracia y derechos humanos. Medellín, 28. En La poesía de Luis Carlos López. Medellín,
2005. Citaré las páginas, en adelante. 2004.

13. En el texto de Vallejo, el testimonio del perio- 29. Ver Tres rescates: Sastre, D’ Greiff, El erotismo.
dista Héctor Rincón. Medellín, 2007.

14. Op. Cit. p. 45. 30. Concentro a partir de su estudio, El Quijote, Un


nuevo sentido de la aventura. Medellín, 2001.
15. En Conversaciones con Estanislao Zuleta, el texto
de Hernando Villa. 31. Op. Cit. En la presentación de La montaña
mágica y la llanura prosaica.
16. Me apoyo el valioso libro de Zuleta Comentarios
a la “introducción general de la economía política” 32. En Conferencias sobre Historia económica de
de Carlos Marx. Bogotá, 1974. Colombia. Medellín, 2004. p. 105.

17. En su ensayo sobre La montaña mágica de 33. En Colombia: violencia, democracia y derechos
Thomas Mann, que trataré adelante. humanos. p. 98.

18. Ver su presentación a Conversaciones con Esta- 34. Tomados de Educación y democracia: un campo
nislao Zuleta de combate. Bogotá, 1985.

19. La síntesis se hace de diversas fuentes, prin- 35. En Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. p. 144.
cipalmente de El pensamiento psicoanalítico. 36. En Conversaciones con Estanislao Zuleta.
Medellín, 2004; de Ciencias Naturales y Cien-
37. En Sobre la idealización de la vida personal y
cias Sociales; de arte y filosofía; psicoanálisis y
colectiva. Bogotá, 1985, p. 44.
criminología.
38. En su citado texto de “El elogio de la dificultad”.
20. En Arte y Filosofía. Medellín, 1986. p. 192.
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108


La amistad y el saber: Estanislao Zuleta


William Ospina*

Débora Arango. La Anunciación. Acuarela sobre papel

“¿Sabes cómo nos hacemos humanos? – Viéndonos en sus ojos llegamos a ser

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me dijo alguna vez Estanislao Zuleta- Al como ellos”.
nacer no somos más que criaturas de la
naturaleza, un poco más despojadas de No estoy seguro de haber repetido aquí li-
instintos que otras. ¿Qué crees que nos teralmente las palabras de Estanislao, pero
hace acceder a la cultura, que nos incor- sé que era el sentido de su afirmación. Y
pora a la humanidad? Es la mirada de los en el momento en que la oí no capté cuán
otros. La expectativa de nuestra madre, profundamente Estanislao estaba no sólo
la aceptación de quienes nos reciben en reflexionando sobre el conocimiento, y
el mundo. Esa expectativa, esa mirada, sobre el aprendizaje, sino de algún modo
configura en nosotros un ser posible. explicando su propia actitud hacia el sa-

* Escritor colombiano, ganador del Premio Rómulo Gallegos 2008.

109
ber, y el tipo de relación que él establecía na. Por otra parte, uno de los mayores
con los otros. esfuerzos de la educación convencional
que conocemos consiste en combatir
Para intentar acercarme a los secretos nuestra singularidad e inscribir nuestra
de aquella afirmación, quiero traer a mi conducta en unos cánones uniformes.
memoria otro hecho, que no tiene que Como ustedes saben, Estanislao Zuleta,
ver físicamente con Estanislao, pero sí uno de los más intensos pensadores de
con su pensamiento. Visitaba yo alguna nuestro país, un hombre cuya vastísima
vez en Cali a Ilse Konig, una querida cultura abarcaba las disciplinas más
amiga, y vi que estaba hablando con diversas; que podía hablar con igual
su hijo de meses, explicándole de un profundidad sobre temas de historia, de
modo detallado algo que evidentemente economía, de sicología, de política, de
él no podía comprender. Al ver la ex- literatura, de antropología, de estética,
trañeza en mi rostro, ella sonrió y me desertó muy temprano de la escuela y
dijo: “yo sé que él no me entiende mi dedicó su vida entera a la lectura y a la
explicación, pero entiende que le estoy conversación. Un amigo y protector suyo
explicando, y eso es lo más importante”. le explicó a su familia que Estanislao tenía
Con el paso del tiempo ambos recuerdos razón de retirarse de la escuela porque
se han aproximado en mi mente, y ahora ésta no le dejaba tiempo para estudiar.
capto mejor la afinidad que hay entre la Esto tiene el mismo sentido que esta
afirmación de Estanislao de que lo que frase tan famosa de alguien, tal vez de
nos configura como humanos es la mirada Bernard Shaw, “Mi educación se vio in-
de los otros, y la afirmación de Ilse de terrumpida por mi ingreso a la escuela”.
que los niños antes de entender las pala- Lo fundamental de la crítica a la edu-
bras entienden los gestos y las actitudes, cación que hizo a lo largo de toda su
que el complejo lenguaje de los afectos vida Estanislao Zuleta podría resumirse
es más intenso, más profundo y más diciendo que él nunca creyó ni en la po-
universal que el tardío lenguaje verbal. sibilidad de una transmisión mecánica
La educación formal suele producir en del conocimiento, de alguien que tiene
nosotros la sensación o la convicción mucho a alguien que no tiene nada, ni
de que todo saber es un sustrato de en la posibilidad de una transmisión
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conceptos, de afirmaciones, de datos autoritaria de ningún saber. Porque el


eruditos o de fórmulas que otros han saber es libertad, porque el pensamien-
adquirido y que simplemente se trans- to, la reflexión, el conocimiento tienen
miten a través del lenguaje. Educar, ya que ser experiencias liberadoras, y no es
se sabe, es apartar a un ser de lo que concebible que la libertad nos sea admi-
originalmente era, para inscribirlo en una nistrada por la vía de la imposición y de
tradición ilustre. Se piensa que antes de la negación de lo que somos. Estanislao
la educación y antes del saber sólo hay insistía continuamente en la necesidad
en nosotros error e ignorancia, y así se de asumir a los otros como iguales, como
justifican los rigores cuartelarios de la interlocutores válidos, y en la necesidad
educación formal, la incorporación más de aproximarnos los unos a los otros sin
o menos severa o violenta a una discipli- las ínfulas de los grandes sabios, sin la

110


arrogancia excluyente de quien se siente

Débora Arango. Masacre del 9 de abril


superior por estar administrando una
información o una fórmula.

El pensamiento de Estanislao se configura


así inicialmente como una crítica del po-
der, de ese poder autoritario y excluyente
que suele infiltrarse por todas partes en
el tejido social y que suele ser causa no
sólo de muchas violencias sino de muchas
frustraciones. Cuántos seres humanos no
se ven expulsados del camino que pudo
haber sido su felicidad o su serenidad
o su paz, de aquel camino hacia el que
profundamente los llevaba su fuerza
interior, por haberse encontrado con las
deformaciones, las arideces y las arbitra-
riedades propias de un saber simulado,
de unas actitudes incomprensivas e irres-
petuosas. Lo primero que intentó hacer
Estanislao fue ponerse a salvo él mismo,
y desarrollar una reflexión que permitiera
mirar ese mundo del poder con cierta
lejanía, con independencia. Pero por su
puesto esa reflexión de Estanislao no se
circunscribe exclusivamente al ámbito de
la academia y de sus poderes. Él quería
entender de qué manera se va formando o
deformando el tejido social, y fue siempre
alguien profundamente preocupado por

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


las peculiaridades admirables y por las de puentes entre disciplinas diversas. Su
peculiaridades terribles de la América punto de partida debió ser este: sólo vale
Latina, en particular de Colombia. la pena pensar, reflexionar e investigar en
la medida en que esas cosas nos sirvan
En una época embelesada por las pro-
para vivir mejor individual y colectiva-
mesas de la especialización, Estanislao
mente, para percibir mejor el mundo,
estaba interesado en todas las disciplinas,
estaba interesado en aproximar las ver- para entendernos mejor con los otros.
dades de distintas ciencias y de distintos Y por su puesto todo saber se justifica si
pensamientos. Quería de algún modo ser tiene relación con el ser humano y con su
lo que Aldous Huxley reclamaba en sus destino en la tierra. Pero si esa es la razón
conferencias de Santa Bárbara: un “pon- más profunda del pensar y del aprender,
tifex” en su sentido original, un hacedor ¿cómo puedo limitarme exclusivamente
111
a un ámbito particular y renunciar al

Débora Arango. La mística .1940 .Acuarela


universo? Todo ser humano es fisiología,
lenguaje, sicología, ética, historia, geo-
grafía, matemáticas, astronomía, óptica,
mecánica, química, metafísica, fábula y
pensamiento. ¿Cómo puede alguien en-
cerrarse en una de esas disciplinas, o en
una fracción de una de esas disciplinas, y
volverse ciego a todas las demás sino por
un proceso de deformación del sentido
de su vida y de creciente insensibilidad?.
Lo primero que habría que abandonar es
la pretensión de saber por mera vanidad,
por el mero deseo pueril de ser superiores
a los demás, o por el deseo de adquirir un
poder sobre los otros. Sin embargo, muy
a menudo la educación nos es propuesta
como una manera de superar a los demás
o de imponernos sobre ellos; como una
forma de competencia y como la bús-
queda de una supremacía. En muchas
culturas, sobre todo en la cultura occi-
dental, se ha asumido que el encuentro
entre poblaciones o naciones supone un
choque que debe dirimirse por la vía de
una supremacía, de una hegemonía, que
vora. Esto sentó el precedente de que la
alguien tiene que ganar y que alguien
verdad es la fuerza. Adorar unas figuras de
tiene que ser derrotado. Y por su puesto,
piedra o unas ranas de oro es insensatez y
es la cultura a la que pertenecemos la que
siempre tiene la razón, la verdad única barbarie, adorar un par de leños cruzados
fuera de la cual no hay salvación. es un acto profundo de sensatez y piedad.
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

Y ello sólo porque los leños venían res-


Estanislao sabía que los colombianos per- paldados por cañones y por abundante
tenecemos a una cultura profundamente munición. Pero muy pronto los hijos de
marcada por los estigmas del colonialis- los españoles comenzaron a percibir aquí
mo. Las culturas de los pueblos nativos que por el mero hecho de haber nacido en
americanos fueron totalmente descali- América ya eran mirados como inferiores
ficadas por las culturas de los pueblos por la metrópoli, que la idea de la pureza
europeos que los invadieron; aquí fue del origen se abría camino como prueba
declarado salvaje todo el que no corres- de dignidad, y terminaron rebelándose
pondiera al modelo de una civilización contra la humillación que representaba
que se impuso, no mediante la argumen- la colonia, el sometimiento a la corona.
tación, sino mediante la espada y la pól- Pero como suele ocurrir en este mundo
112


de poderes y de apetitos, los criollos que revolución francesa, en la declaración de


acaudillaron la independencia no estaban los derechos del hombre, en el principio
libres del mismo sentimiento con res- de la democracia a la manera francesa
pecto a los mestizos, a los indios y a los y norteamericana, en la división de los
negros que quedaban en el territorio. Y poderes públicos debido al pensamiento
los mestizos a su vez se sentían superiores, de la Ilustración. De tal modo, teniendo
en un juego que se había nutrido de las en cuenta las ideas de las que supuesta-
estratificaciones y las jerarquizaciones de mente nacieron éstas repúblicas, son las
la colonia, pero que no se iba a abandonar nuestras las primeras fundadas sobre los
tan fácilmente con la llegada de lo que pilares de la modernidad, las que nacieron
entonces se llamaba libertad. en el momento en que se derrumbaba
el orden mental del mundo antiguo,
En realidad allí ocurrió un fenómeno las que nacieron del supuesto de que ya
muy llamativo, y sorprende que no no se justificaban los privilegios, ni las
haya sido suficientemente señalado por jerarquías, ni el desprecio por los hu-
los historiadores. A veces uno incluso mildes, ni la desigualdad ante la ley, ni
pensaría que el fenómeno no fue ad- la superioridad fundada en la raza, en la
vertido. Y es este. Durante la colonia, cuna o en la riqueza. Así, nuestra lucha
el orden mental, el orden filosófico, el parecía configurarse no sólo como una
orden religioso al que pertenecíamos guerra de independencia sino como una
presuponía la desigualdad. Así como los revolución social que seguía los pasos
reyes eran reyes por derecho divino y los de las ideas liberadoras del siglo XVIII
europeos eran naturalmente superiores y de las grandes revoluciones de aquel
a los americanos, así mismo el territorio tiempo; sin embargo, todos sabemos
nuestro era una provincia marginal que, que desde entonces se dio una profunda
como diría Hegel, no pertenecía a la discordia entre el texto de los principios
historia, nuestros pueblos americanos en que se funda nuestro orden social, de
y afroamericanos no constituían una las constituciones y las leyes que lo expo-
humanidad del mismo nivel que la de nen y lo sustentan, y la realidad en que
los señores metropolitanos; Todo esto todos vivimos. No sólo siguió existiendo

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hacía parte de una lógica generalmente por años la esclavitud legal, y después
aceptada, y es fácil comprobar que du- la discriminación oprobiosa de la raza
rante la colonia las rebeliones populares negra; no sólo se siguieron despreciando
se daban contra la mala administración y descalificando las culturas de las ciento
o contra los abusos materiales, pero no veinte naciones indígenas que formaban
contra el principio de la monarquía, ni parte sagrada de nuestra república, sino
contra la jerarquización de la sociedad ni que se las condenó al exterminio, hasta
contra la idea de la superioridad de unos el punto de que hoy apenas sobreviven
hombres o de unas formas culturales. grupos reducidos de la mitad de esas
Pero los hombres que lideraron el mo- naciones, mientras que la otra mitad ha
vimiento de independencia fundaron su desaparecido en un proceso de escanda-
pensamiento y su acción en los principios losa crueldad, y también de insensatez, ya
de libertad, igualdad y fraternidad de la que hoy nadie ignora que en esas culturas

113
estaba buena parte de la sabiduría necesa- y aun de la vida a todos los que no hayan
ria para conservar este territorio y la com- tenido la fortuna de nacer en la franja
plejidad de su riqueza natural, lo mismo de los privilegios. Estanislao entendía
que una inspiración artística, unas filo- que Colombia nunca llegaría a ser un
sofías y unas mitologías que nos habrían país verdadero, digno, sereno, creador,
hecho uno de los pueblos más singulares próspero y pacífico, mientras no fuera
y dadivosos de futuro para el planeta. capaz de dignificar a su población, sujeta
Todo se diluyó en intolerancias y exclu- durante siglos al desdén de los poderosos,
siones, en cruzadas de aniquilación, en y mientras no se asumiera la exaltación
irrespeto y crueldad, a lo largo de años y de la condición humana aun del más hu-
décadas que prolongaron, ya sin la me- milde de los hijos de la república. Porque,
nor justificación ideológica, la cósmica ciertamente, ¿cómo se puede esperar que
y brutal ineptitud de la conquista. Y fiel se comporten como ciudadanos unos se-
a las auroras de sangre de su origen, a res que nunca han sido tratados siquiera
su triste destino de ser hija de razas que como seres humanos? Más bien asombra
se odiaban, de ser hija de la violación y ver a las grandes multitudes humildes de
de la falta de ternura, la joven república este país que, crecidas en la penuria, la es-
fue perpetuando su ritual de odio y de casez y la discriminación, son un modelo
violencia en una larga cadena de guerras de respeto por los demás, de abnegación
civiles, de estériles y rituales guerras de y de nobleza; mientras que son más bien
aldea, cuya alarmante progresión va las clases medias que han tenido acceso
creciendo y parece proyectar su amenaza a ciertas comodidades y a ciertas posibi-
sobre todo el futuro. lidades de educación, las que muestran
una conducta más antisocial; así como
Estanislao entendió el pensamiento, el son las grandes castas favorecidas por
conocimiento, la actividad intelectual, todos los privilegios las que se muestran
como un esfuerzo múltiple y conscien- más insensibles socialmente y con menos
te por hacer mejor nuestra vida. Creía voluntad de asumir una responsabilidad
sinceramente en los principios de la trascendental por el país del que derivan
democracia, de los derechos humanos, su riqueza.
en los ideales de la revolución francesa
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

y de la Ilustración. Sabía que los inspi- En la primera mitad de este siglo Colom-
radores de esa revolución anhelaban una bia asistió indiferente al florecimiento
Grecia sin esclavos, no el mero triunfo de la filosofía de Fernando González,
de la burguesía comercial. Creía en la quien entendió muy temprano que
irreductible dignidad de todo ser humano nunca llegaríamos a existir para la his-
y combatió con todas sus fuerzas, con to- toria si no asumíamos la tarea de ser
dos sus argumentos, los abiertos o sutiles latinoamericanos y de ser colombianos.
sofismas que utiliza la sociedad moderna, Llevábamos demasiado tiempo tratando
sobre todo la sociedad colombiana, para de ser españoles, de ser franceses, de ser
descalificar a los humildes y a los débiles, ingleses, de ser norteamericanos. Hasta
para declarar indignos del pensamiento, mejicanos tratábamos de ser. Pero nunca
del derecho, de la libertad, de la dignidad habíamos emprendido colectivamente
114


la hermosa y honrosa tarea de descubrir simulación, porque nos avergonzaba ser


quiénes éramos en realidad, de tratar de americanos y pertenecer a estos trópicos
ser colombianos, de reconocernos en indomables, porque teníamos que ser
nuestra naturaleza, en nuestra geogra- “La Atenas suramericana” o cualquiera de
fía, en nuestra diversidad cultural, en esas sonoras imposturas que aquí aden-
nuestra música, en el trabajo creador tro nos embelesan y de las que nadie se
de tantos hombres admirables que aquí entera jamás fuera de nuestras fronteras.
lucharon contra la corriente creando, Pero Fernando González, apasionado,
imaginando, construyendo una cultura impulsivo, vehemente, aunque siempre
lúcido, no se limitó a recomendar esa
que casi nunca fue reconocida ni exalta-
urgente tarea de definir el contorno de
da, porque este había sido el reino de la
nuestro ser, de afirmarnos en lo mejor de
Débora Arango. La Banera. Óleo sobre lienzo
nuestra tradición y exaltarlo. Él mismo
asumió con gran audacia y con firme
convicción la tarea de desarrollar un
pensamiento que se pareciera a nosotros.
Él sabía mejor que nadie que no somos
europeos, que no puede esperarse que
salgan de nosotros en el campo de la filo-
sofía esos vastos, ambiciosos y a menudo
inútiles sistemas que pretenden dar razón
de todas las cosas y resolver de una vez
todos los enigmas del espíritu humano.
Él utilizó el lenguaje cotidiano, intentó
aliar las aventuras del pensamiento con la
fluidez y la eficacia del habla popular, no
se fingía erudito, era algo más hondo, un
colombiano tratando, casi por primera
vez, de pensar su mundo, sus virtudes,
sus defectos, de desnudar las incohe-

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


rencias de un orden social demasiado
lleno de conflictos, de atropellos y de
imposturas. El poeta José Manuel Arango
ha dicho algo muy bello en un poema
que escribió sobre Fernando González,
Ha dicho que este filósofo: “usó para
pensarnos el dialecto que hablamos”.
Pues bien, Estanislao Zuleta fue hijo de
ese ejemplo, y aunque después intelec-
tualmente se haya apartado de muchas
ideas de Fernando González y haya se-
guido otro rumbo, siempre le fue fiel al
propósito de interrogar lo que somos y de
115
buscar un camino para entender nuestro volvieron a sumirse como hijos inhábiles
mundo y para acceder al universo. No de un submundo tropical y volvieron
podemos olvidar que Fernando González a pasmarse en el culto de lo remoto, a
fue el mentor de Estanislao, que éste vivió reverenciar servilmente todo lo bueno y
su infancia conversando con aquel amigo todo lo malo de una tradición ilustre y
de su padre que de algún modo había renunciaron a la urgente tarea de asumir
decidido reemplazarlo, ya que el padre de la responsabilidad por el planeta y el
Estanislao había muerto muy temprano, desafío de construir ese mundo nuevo
y el principal recuerdo que tenía era que que es el deber y el destino de América.
Fernando González no le enseñaba, no También por eso Estanislao desconfió
le decía verdades, sino que pensaba a su desde muy temprano de ciertas supersti-
lado, sugería cosas sobre lo que veían por ciones que pasan por ser incuestionables
los caminos, y le hacia preguntas de esas verdades. Desconfió de la inteligencia,
que no esperan respuesta sino que son desconfió del talento, abominó de todo
más bien cavilaciones y conjeturas. Es lo que pretende cifrar en la fatalidad
decir, desde el comienzo, por una afortu- de las razas o de las culturas la causa de
nada casualidad, Estanislao Zuleta tuvo males que tienen su origen más bien en
la oportunidad de relacionarse con un la historia y en sus injusticias. De un
hombre lleno de sabiduría y de nobleza modo persistente sostuvo que todo lo que
humana, y de ser tratado desde su infan- somos culturalmente es hijo de nuestra
cia como un interlocutor válido, como cultura, no de nuestra naturaleza, y que
alguien digno del pensamiento, del arte y todo esfuerzo por cifrar en la biología
de la belleza del mundo. Esto le permitió la causa de nuestra conducta debe ser
llegar a ser profundo explorador de las mirado con especial cautela. Un hom-
culturas y de las ciencias, asumir como bre tan lúcido como él no pudo dejar
nadie en la historia de Colombia que no de sentir la opresión de aquellos años
sólo podemos acercarnos a la tradición terribles de la segunda guerra mundial,
occidental sino asumirla críticamente que correspondieron a su infancia, ni la
como nuestro legado, asumir que un sombra con que los fenómenos visibles
colombiano es tan digno del universo del fascismo comprometieron el porve-
como cualquier otro hijo del planeta, y nir de la especie. Comprendió que era
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

que lo que permite las grandes aventuras urgente desmontar la sofistica de los
del espíritu es la convicción de estar en el racismos, de los determinismos abso-
centro del mundo y el no asumirse como lutos, el culto por los ídolos gentilicios,
alguien condenado a las orillas. Siglos de la intolerancia, el dogmatismo, el culto
colonialismo nos habían hecho inhábiles ciego de los libros, la pretensión de supe-
para ocupar un lugar en la historia. Sólo rioridad de los pueblos conquistadores.
la pasión romántica de los hombres de Alguna vez: Chesterton afirmó que todos
la independencia los convirtió por breve aquellos que, como Lombroso, preten-
tiempo en protagonistas de la historia den encontrar en los tipos raciales una
de Occidente, pero después de este explicación de las conductas criminales,
hermoso relámpago nuestros pueblos se todos los que pretenden deducir la moral
hundieron en una deplorable postración, por la fisonomía, han llegado siempre

116


Débora Arango. La Anunciación. Acuarela


a la misma conclusión: que todos los Poco importaba que los Aztecas hubie-
criminales tienen cara de pobres. Con ran demostrado cuán capaces de arte, de
ello quería advertir cuán fácil es que los arquitectura, de poesía y de complejidad
teóricos se dejen engañar por sus propios cultural era los pueblos americanos;
prejuicios y no sepan buscar las causas de poco importaba que nuestros sosegados
los fenómenos en el sitio correcto. pueblos andinos hubieran desarrollado
una orfebrería y una alfarería incompa-
Desmontar esa red de supersticiones acer- rables; poco importaba que los Koguis
ca de los pueblos elegidos y de las razas de la Sierra Nevada hubieran atesorado
puras, de las naciones civilizadas y las una sabiduría trascendental de amistad
sociedades que encarnan el orden, era más con la tierra que cada vez se hará más

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


urgente aún en nuestros países que en las necesaria para el mundo a medida que
grandes metrópolis, porque por nuestra avancen la depredación y la profana-
composición racial y cultural nadie corre ción; poco importaba todo eso, porque
más el peligro de convertirse en víctima, desde el descubrimiento de los pueblos
o más bien de seguir siendo víctima, de americanos fueron compelidos al culto
las pretensiones civilizadoras de todos de una sola tradición y no hemos hecho
los fascismos. Estos pueblos mestizos otra cosa durante siglos que oficiar en
tropicales, empobrecidos por el saqueo los altares de un mundo que sistemá-
secular, silenciados por una poderosa ticamente nos niega el derecho a la
opresión, arruinados por el peso, el lujo y singularidad, y sólo nos respeta a con-
la soberbia de unas ideologías arrogantes, dición de que seamos sus dóciles pajes.
seguían creciendo en el apocamiento y en Pero la intención de Estanislao no fue
la impostura. nunca renunciar al legado de la cultura
117
occidental a la que tan profundamente cosas y su asombrosa memoria podía
pertenecemos por el hecho elemental de producir la ilusión de que las sabía todas,
que somos hijos y hablamos una lengua pero lo verdaderamente notable en él es a
que es prolongación directa de Grecia y de capacidad de asociación, la capacidad de
Roma. Más bien asumió la tarea de aliar pensamiento, ese talento para relacionar
su pensamiento con el de tantos grandes unos datos con otros, para abstraer y
pensadores y artistas que en el seno de generalizar. En esa universalidad de su
la cultura europea y norteamericana pensamiento y en esa voluntad de mirar
desarrollaban su crítica a las ambiciones un tema desde muchas perspectivas está
y estupideces de occidente. Entendió sin duda uno de los secretos de su fecun-
que no se trata de estimular una mera didad intelectual, y del valioso legado que
confrontación entre el mundo nuevo y el son para nosotros su obra y su ejemplo.
viejo sino de encontrar un camino para No podemos decir simplemente que era
que el planeta entero, con toda su riqueza un lector de Kant o conocedor de Dos-
y su complejidad, pueda sobrevivir a las toievski, un experto en El Quijote o en
soberbias y las imprudencias del actual Marx, un profundo estudioso de Freud
orden del mundo. o de Nietzsche, eso sería equipararlo a
tantos convencionales especialistas. Él de-
Existen muchas maneras de asumir el rivaba de las obras enseñanzas profundas
conocimiento. Hay quien piensa que para la vida, era un hombre en proceso de
hay que estudiar, que hay que leer para aprendizaje, y aprender para él significaba
saberlo todo, y entiende el estudio ir ajustando la vida a las convicciones que
como un proceso acumulativo, como se iban desprendiendo de sus lecturas y sus
un esfuerzo fatigoso por abarcar todo el reflexiones. Por eso no podemos buscar
saber posible. Ese propósito quimérico en la obra de Estanislao las respuestas de-
suele llevar a la desesperación, cuando finitivas a los problemas de la economía,
no al escepticismo o al cinismo extre- de la política, de la psicología. Más bien
mo, porque no hay memoria ni corazón podemos encontrar a menudo que sus
humano capaz de convertirse en el reci- obras se corrigen así mismas, están siem-
piente de toda la información que han pre abiertas a una nueva interpretación,
encontrado los hombres. Pero además a un resultado. Son el ejemplo de alguien
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

de quimérico ese propósito es sobre todo que como Borges, “busca por el placer de
inútil y estéril. Más importante es mirar buscar, no por el placer de encontrar”,
la lectura y el conocimiento como una de modo que aún siendo abundantes
manera de mantener el espíritu alerta sus hallazgos, más importante es la ma-
para la solución de los problemas que nera de su relación con el pensamiento.
continuamente se plantean a la vida y a Si recordamos los versos de Eliot:
la imaginación. Como aliados continuos
de la conducta, hechos para estimular la ¿Dónde está la vida que hemos perdido
reflexión y ayudarnos a vivir. Así, Esta- en vivir?
nislao se dedicó con idéntica pasión al
estudio de la economía y de la política, de ¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido
la filosofía y de la estética. Sabía muchas en conocimiento?

118


Débora Arango. Cabeza de San Juan Bautista


¿Dónde el conocimiento que hemos perdido de que un hombre puede derivar triunfos
en información? de su derrota y fortaleza de su debilidad;
Dostoievski le demostró que el acto de la
Nos será más fácil entender que Estanis- literatura es menos un laborioso ejercicio
lao no era un ser ingenuamente sediento de estilo que una poderosa incandescencia
de información, ni astutamente ávido de y que sólo ese fuego de las profundidades
conocimiento, y que en cambio si no es nos brinda grandes revelaciones; Kant
posible decir de él algo que él no habría no sólo lo llevó a asumir, aún contra sí
aceptado –dadas su sencillez y modestia-: mismo, una vigorosa crítica de la razón,
que buscaba una sabiduría de la vida, y sino que le sugirió temas e inquietudes

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que esa sabiduría comprometía por igual estéticas que Estanislao incorporó a su
al pensamiento y a la conducta. Estoy vida, como la posibilidad de concebir
seguro de que se equivocó muchas veces, y exaltar la abstracción en el arte, o la
porque nadie que asuma un destino alta valoración de la conversación como
intelectual puede estar libre de las tenta- una de las artes fundamentales. Verlo
ciones, los halagos y peligros del pensa- reflexionar sobre Shakespeare era asistir a
miento. Pero no hubo tal vez un solo error una prueba asombrosa de conocimiento.
suyo que, advertido antes por él, no fuera Estanislao podía hablar del carácter de
objeto de su reflexión, y frente al cual no cada uno de aquellos personajes como
hiciera un esfuerzo intenso y sincero por si tuviera el libro al frente, y aplicarse a
replantearse los hechos o las ideas y obrar la explicación de los caracteres y de sus
en consecuencia. Cervantes lo convenció influencias recíprocas de un modo pers-
119
de nuestros procesos históricos, empe-
zaremos a advertir cada vez con mayor
nitidez que la tendencia de los pensadores
americanos a valorar al mismo nivel los
asuntos filosóficos y los estéticos, no era
una suerte de escapismo hacia los halagos
de la sensorialidad sino la intuición de
una alianza que será fundamental para el
futuro de la especie. Tratando de volver
a los misterios del espíritu presocrático,
los filósofos modernos de Europa, desde
Schopenhauer y Nietzsche, han intentado
volver a aliar la filosofía con la poesía, y
han vuelto a privilegiar el sentido de la
belleza y aun de la musicalidad en sus
obras. Ello puede ayudarnos a valorar la
afirmación de Auden, según la cual lo más
característico del pensamiento americano
Débora Arango. Acuarela sobre papel

es que no ha puesto el énfasis sobre la


verdad, a la manera de los racionalistas
clásicos europeos, sino sobre la belleza
como armonía y misterio. Auden solía
recordar aquellas palabras de Poe en el
prólogo de su debatido ensayo cosmoló-
gico Eureka: “ ofrezco este libro de verda-
des, no por su carácter de enunciador de
verdades, sino por la belleza que abunda
picaz y revelador. De él aprendí que los
en su verdad y que constituye su verdad...
temas y personajes de la literatura pueden
lo que aquí propongo es verdadero: por
ser vividos como intensas y urgentes rea-
lo tanto no puede morir... sin embargo
lidades, y pude abandonar la ilusión de
es sólo como un poema que yo quisiera
que la literatura es un mero juego o una
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

que este libro sea juzgado después de mi


distracción de las horas ociosas. También muerte”. Estanislao Zuleta pertenece a
la idea, muy frecuente entre nosotros, de una estirpe de pensadores en que pode-
que los asuntos verdaderamente impor- mos inscribir los nombres de Macedonio
tantes están en el campo de la ciencia y Fernández y Fernando González, menos
de la filosofía, en tanto que el arte y la interesados por dejar una obra como
literatura son secundarias gratificaciones. un sistema o un cuerpo conceptual
que por convertir la vida entera en una
En estos tiempos confusos y fecundos, apasionada aventura de exploración y
cuando los pensadores se vuelven a bus- descubrimiento. Hay en ellos el resurgir
car por fin en el lenguaje la clave de todo de una antigua costumbre occidental,
nuestro orden mental y los fundamentos la del maestro que hace del diálogo su
120


instrumento de reflexión, su método su vasta información, desde su capacidad


filosófico o, si queremos ir más lejos y de asociar y de reflexionar, desde su versa-
plantearlo de acuerdo con Kant, su arte. ción en muchas disciplinas, su continua
Nuestra época permite un poco mejor curiosidad y su amor por el descifra-
que otras la conservación del registro de miento de los textos y la discusión de las
las palabras de los maestros orales, pero verdades, Estanislao nos hacía sentir que
la verdad es que no creo que nadie piense todos éramos dignos del pensamiento,
que el mundo perdió mucho porque no dignos del arte, dignos de la verdad y de
había modo de registrar las palabras de la belleza, que en éstos trópicos tradicio-
Sócrates, de Buda o de Cristo. Siempre nalmente inhibidos y deslumbrados por
hubo alguien dispuesto a copiar o reela- las verdades ilustres podíamos acercarnos
borar el discurso, y la verdad es que los a la gran cultura del mundo y hacerla
diálogos platónicos y los evangelios han nuestra, no como un inmóvil botín
influido más sobre la historia que muchas sino como parte apasionante de nuestra
obras en las que sus autores plasmaron vida, que ni la filosofía, ni el arte, ni el
su propio pensamiento con gran rigor conocimiento eran patrimonio de casta
conceptual y precisión estilística. alguna, ni privilegios debido al origen, a
la fortuna o a una posición de poder. Mu-
¿Por qué Estanislao prefirió la conversa- cho más importante que pulir una teoría
ción, el hecho evanescente del diálogo, era esforzarse por desarrollar un discurso
el recurso de dejar volar las palabras hecho para permitir que pudiera acceder
ante auditorios igualmente fugaces e a la cultura una sociedad formada en la
inconstantes? No podemos creer que exclusión y en el desprecio. Y hablar era
alguien que dedicó tanta reflexión a los en este país mucho más que intercambiar
temas de la creación, del aprendizaje impresiones, era instaurarnos los unos a
y del conocimiento, se permitiera en los otros como agentes posibles del pen-
este campo preciso una inconsecuencia. samiento, como seres dignos de belleza,
Más bien creo que viviendo como vivió como protagonistas de la historia. Es lo
y haciendo lo que hizo se sentía siendo que a su modo había intentado Jorge
fiel a sus más hondas certidumbres. A Eliécer Gaitán cuando por primera vez les

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Estanislao le interesaba menos crear libros habló a las multitudes de Colombia, no
que despertar seres humanos. Estanislao como a siervos de los que se espera una
sentía un placer singular en dialogar y respuesta útil y masiva, sino como a seres
en exponer temas porque sentía que de susceptibles de dignidad, de orgullo y de
ese diálogo y de ese contacto entre inter- esperanza. Pero ese proyecto había fraca-
locutores nacían no sólo un texto y un sado porque subordinó la urgente tarea
sentido sino un tipo de relación humana. de dignificar a un pueblo, la necesidad de
Y así me explico no sólo lo que yo sentía una inmensa revolución dignificadora, a
al final de mi adolescencia asistiendo a un riesgoso proyecto electoral.
sus charlas o conversando con él, sino
lo que me parecía notar en numerosas Uno de los mitos más antiguos de todos
personas que asistían a sus charlas y que los pueblos alude a cual fue la forma que
se agolpaban en sus conferencias. Desde utilizaron los dioses para crear hombres.
121
En la leyenda griega había un dragón cu- Sintió, como Ilse, que lo que nos enseña
yos dientes, al caer en la tierra, se transfor- a entender es que alguien nos considere
maban en seres humanos. Hölderlin com- capaces de entender, que por eso a los
paró los dientes de ese dragón mitológico pueblos no hay que privarlos del arte ni
con las llamas que descendieron sobre las de la complejidad del pensamiento. Que
cabezas de los amigos de Cristo, porque todo ser humano sabe advertir cuándo se
también, según el mito, del contacto le considera digno de la cultura y de los
con esas llamas surgían hombres capaces más altos dones del espíritu, y nos enseñó
de grandes hechos históricos. Estanislao a lo largo de la vida, con su ejemplo, que
sintió que lo que nos humaniza es la sólo creyendo en la dignidad de los demás
mirada del otro, es el lenguaje del otro. podremos conquistar una vida digna.
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

William Ospina

122


El arte y Estanislao Zuleta


María Victoria Valencia Robles*

Débora Arango. La monja intelectual

E
s bastante difícil abordar con ri- todo, relacionados con esos temas que nos
gurosidad y profundidad un tema llegan al corazón, para divulgarlos, como
tan subjetivo como es el arte, tendría que ser nuestra tarea. Para realizar
tratado en muchas de sus obras, por un esta labor hay que estudiar e investigar y
pensador tan importante para Colombia, sobre todo leer, tanto las obras del maes-

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como es el filósofo, escritor, ensayista y tro Zuleta, en concreto ARTE Y FILOSOFÍA,
maestro, Estanislao Zuleta. que es la que nos convoca, como todos los
escritos dedicados a este libro en especial,
Como siempre, una aprende de los demás encontrándose con magníficas sorpresas
y lo que hace es poner en evidencia y mos- que no se pueden dejar de lado, y poder
trar temas que otros y otras, muy juicio- cumplir con el objetivo claro de informar
samente, han abordado, relacionados con y dar a conocer. Si ese logro se cumple,
estudios e investigaciones de los grandes creemos que de alguna manera, hemos
pensadores, con el único fin de sacarlos homenajeado al pensador, al crítico, al
a flote y ponerlos en la superficie, sobre filósofo, al humanista, al gran hombre, a

* Coordinadora del Cine Club de la Universidad del Tolima. Centro Cultural.

123
Estanislao Zuleta, que seguramente, muy hace al estudio concienzudo al que me
pocos conocen. he vendido refiriendo, cuando reconoce
que, “la historia de la filosofía y el arte en
Maravilla, entonces, toparse con extraor- general no han dejado nunca de cruzar sus
dinarios estudios sobre el maestro Zuleta sinuosos caminos dando lugar a una sim-
relacionados con el ARTE Y LA ESTÉTICA, biótica relación, que, a pesar, de múltiples
como el realizado por Cristhian Perdi- tensiones y desencuentros, es motivada
gón Lesmes, para su trabajo de grado de por el interés común en la experiencia hu-
Maestría en Filosofía, de la Escuela de mana y sus diversas formas de configurar
Ciencias Humanas de la Universidad del la realidad” (2). No es casual, entonces,
Rosario, titulado: “Filosofía y Literatura: que Zuleta recoja de Georges Lúkacs, el
la experiencia estética en Estanislao Zu- arte moderno “como una aventura”, que
leta”, de 2013. emana de este filósofo de finales del siglo
XIX y principios del XX, especialmente
Desde muchos ángulos se ha abordado la en su teoría del cine, con el intento de
obra “Arte y Filosofía” de Zuleta, incluso organizar el conocimiento de este nuevo
desde la perspectiva del psicoanálisis, modo de representación, de este nuevo
términos y conceptos como el de transfi- lenguaje, proponiendo aportes teóricos en
guración y sublimación, empleados para los primeros 20 años del cinematógrafo
la crítica del arte en general, pero en su de los Lumiére (1895-1915), para reco-
estrecha relación con las líneas artísticas nocerlo como un arte, recogiendo, en las
modernas. De hecho, el trabajo de tesis discusiones que se dieron entre el 1912 y
“se ha planteado desde la propia experien- 1916, aportes como el primer texto sobre
cia personal de Zuleta y la consolidación “La Estética del Cine”, conocido como
de su filosofía a partir de la literatura ha “el Manifiesto de las 7 artes” de Ricciotto
dejado ver cómo, a través del arte, tan- Canudo, texto no teórico, pero que invita
to el individuo como la cultura logran a descubrir algún principio fundamental,
reconocerse en un proceso equivalente sobre la transformación “comercial”, del
al concepto de sublimación de Freud, cinematógrafo en sus inicios, al cine como
que para Zuleta guarda estrecha relación arte. Es decir, el cine como arte de síntesis
con la concepción de transfiguración de total, esta opinión va a ser discutida, unos
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

Nietzche y Heidegger, pero entendida años más tarde por Dziga Vertov. El texto
según Freud como el proceso que en- de Lukács, reclama para el cine, un nuevo
carna la libido hacía fines productivos, tratamiento, porque será un medio capaz
liberando el ánimo y fortaleciendo la de tener en cuenta (obviamente, usando
identidad. Lo que nos interesa es tomar una técnica) su carácter artístico y cuya
a Zuleta desde la posibilidad de recono- potencialidad y limitaciones se recono-
cer la identidad cultural e individual de cen, aún a sabiendas de que nace en las
forma autónoma y crítica” (1). Desde entrañas del capitalismo y está sujeto a la
esta perspectiva, meto dentro del arte búsqueda de utilidades. El arte dramático
en general, al cine y como expresión del y el cinematográfico, sabiendo que el se-
modernismo, agregándoselo, en la misma gundo tuvo sus inicios, parándose sobre
línea, a la literatura, y al teatro, como lo el primero, porque los dos son “repre-
124


sentación”, según Lukács, en constante


lucha entre la evolución técnica y las ne-

Débora Arango. En el gallinero. Acuarela


cesidades de una dramaturgia específica,
en sus términos, en la búsqueda de un
Sófocles del celuloide, que se concretaría
diez años más tarde, con la aparición de
los trabajos teóricos de Vertov, Pudovkin
y Eiseinstein.

Pero lo que interesa es la realidad, recrea-


da a través del arte, como goce artístico
individual, estudiada por Zuleta, quién
tiene la autoridad para hacer una pro-
puesta frente al arte, “involucrándose de
lleno en el debate entre Adorno y Jauss,
que se da en concreto, en torno al prin-
cipio del goce artístico, para evidenciar
como, la estética de Zuleta, “constituye
una verdadera OFERTA DE SENTIDO a di-
cho debate, principalmente, para conju-
gar la teoría social de Marx y el principio
de realidad o identidad de Freud y con-
sigue escapar del presunto subjetivismo
y hedonismo que Adorno le atribuye a
Kant y al mismo Freud.”(3). Esto presu-
pone, que Zuleta, se para en una posición
humanista, y desde la filosofía, entiende,
que sentir el arte en general y la cultura,
es connatural a los individuos, como lo
expresa en su estudio, nuestro candidato

Aquelarre Revista del Centro Cultural Universitario


a magister: “al individuo y a la cultura,
sin que con ello se abstraiga también
lo que implica aspectos problemáticos
el contenido intencional que nutre de
como la tendencia natural del individuo
y de la masa hacía ideologías que se opo- significado al pensamiento”(4). Para su
nen, remplazan o terminan por alinear libro de arte, el maestro, hace alusión
la naturaleza artística de los unos y de la a la crítica que Marx hace a la filosofía
otra”. Es decir, Zuleta toma el camino idealista cuando opina: “no basta con in-
de defender las experiencias cotidianas terpretar, debemos actuar” y también cita
de los individuos, “enfrentándose a la a Husserl: “ir a las cosas mismas”, desde
ética, a la psicología, al arte en general, a el término del Lewensbelt, cuando se re-
la ciencia jurídica, porque la estética no fiere a todos los actos culturales, sociales
puede analizarse independientemente del o individuales a los cuales “nuestra vida”
componente empírico de las vivencias, no puede sobrepasar. “Toda experiencia
125
es al mismo tiempo recuerdo y reserva, no
hay ninguna actualidad de una presencia
pura que no contenga recuerdos y no
sea reserva. Esta es una nueva noción de
experiencia que ya en su manera de ser
expuesta, es fácil ver que se trata de una
noción artística de experiencia, porque es
la experiencia de un mundo fundamental-
mente construido con nuestros dramas, y
el arte es igual a construir un mundo con
nuestros dramas”.

“Las ciencias prácticas” (Lewensbelt


Husserliana) y el materialismo marxista
se convierten en una justificación concep-
tual y filosófica, que el autor de la tesis,
asemeja a una revolución de Copérnico,
estudiando a Kant: “al volcar el interés
investigativo en la experiencia como “fe-
nómeno” primigenio e insoslayable, tal
y como el arte en general, (incluyendo
el cine), y la literatura en especial, ya lo
había hecho saber a través de la cultura
como pura vivencia”. Bataille, alguna
vez, lo expresa en su lacónica expresión:
“la experiencia es la autoridad”(5), y la
precisión con que mediante ella, elimina
las fronteras entre el sujeto y objeto,
mundo y pensamiento, conocimiento
y percepción y por la vía del lenguaje
y yo agregaría, que lo más real de la

Débora Arango. Montañas. Acuarela


Centro Cultural de la Universidad del Tolima

“realidad”, es el lenguaje audiovisual, el


de las imágenes, concepto heredero de
pensadores anteriores, “que toda ma-
nifestación humana”( la sexualidad, las
guerras, la ciencia, el arte, en suma toda
experiencia, no expresarán otra cosa que
la manera en que el hombre mediante
su experiencia, como expresión empírica
de su voluntad, se opone al indefectible
“gasto” que constituye la existencia, cuyo Perdigón Lesmes, pretende sistematizar
único fin no puede ser otro que la nada la creación literaria y en especial la filo-
de la muerte (6). sófica de Zuleta, cuando extracta de la
126


obra, “Arte y Filosofía”, apostándole a la “Los juicios estéticos no son juicios empí-
idea del maestro, de otorgarle al arte, así ricos, no es empírico en el sentido de un
en este caso sea a la literatura, pero que sujeto particular, tampoco de un pueblo
se puede cumplir en todas las demás, un particular, con sus condiciones particu-
lugar central en su pensamiento, es decir, lares de vida; el arte es un intento per-
no es sólo Historia de la filosofía, sino es manente y con un logro continuo, como
percibir una posición clara de Zuleta en la historia nos lo demuestra, de exceder
la creación del concepto de FILOSOFÍA esa particularidad” (9)… “Para discernir
ESTÉTICA. “El arte es esencial a la produc- si algo es bello o no, nos referimos a la
ción humana de un orden simbólico, es representación, no por el entendimiento,
la realidad esencial del encuentro de un sino por la imaginación (tal vez unida al
mundo habitable…Porque nosotros po- entendimiento) al sujeto y al sentimiento
demos encontrar muchas sociedades que de agrado o desagrado experimentado por
no conocen la agricultura, que son insec- éste. Por lo tanto, el juicio de gusto no
tívoros principalmente, las encontramos, es un juicio de conocimiento, un juicio
también, que no construyen viviendas… lógico sino estético, o sea un juicio, cuyo
pero no conocemos sociedades sin arte… motivo determinante sólo puede ser sub-
El arte si es una necesidad primordial… jetivo”(10).
encontrar sociedades sin arte es más bien
algo moderno, como consecuencia de la La conclusión que se saca del trabajo de
división capitalista del trabajo, hostil al tesis aquí reseñado, es concederle al arte
arte. Si se producen barrios o ciudades, en general, el importante lugar que tuvo
que tienen diez veces más habitantes que en la vida y obra del pensador colombiano
la Florencia del Renacimiento, como a pesar de lo dispersa de la obra de Zuleta
Palmira o Bello, y que en cambio, tienen y como tesis principal, que se extrae del
muy poco arte…Desde luego que sí, presente trabajo, que en toda la obra de
pero esta situación es un producto, no un Zuleta se evidencia la creación de UNA
punto de partida de la vida humana, sino TEORÍA ESTÉTICA, fuertemente afincada
un efecto de la descomposición, debido en una filosofía práctica, materialista y
al capitalismo” (7). fenomenológica, haciendo de Zuleta un
filósofo tan contemporáneo como Fou-

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Desde esta perspectiva, cualquier acción cault, Adorno, Freud y Marx, filósofos
humana es significativa porque constituye de la praxis, o sea de una filosofía de
una particular oferta de sentido, que se “acción”.
inscribe dentro del proyecto o proceso
(psicológico, cognitivo) individual al que Notas
llamamos vivencia o como lo denomina
Heidegger “experiencia del mundo” (8), 1. Filosofía y Literatura: La Experiencia Estética en
Estanislao Zuleta. Cristhian Perdigón.
respecto a una exigencia histórica de la
2. Filosofía y Literatura: La Experiencia Estética en
filosofía contemporánea, de escribir la
Estanislao Zuleta. Cristhian Perdigón.
experiencia cotidiana del hombre en la
3. Filosofía y Literatura: La Experiencia Estética en
justificación de la realidad, desde el con- Estanislao Zuleta. Cristhian Perdigón.
cepto de lewensbelt. 4. Filosofía y Literatura: La Experiencia Estética en

127
Estanislao Zuleta. Cristhian Perdigón. Husserl, Edmund. ideas relativas a una fenomeno-
5. Bataille. La expresión y …p.p. 18ss. logía pura y una filosofía fenomenológica. Ed.
Fondo de Cultura Económico. México. 1986.
6. Bataille. La Expresión y …p.p. 77ss.
Jauss, Hans Robert. Experiencia Estética y Herme-
7. Zuleta. Arte y Filosofía… p.p. 69. néutica Literaria. Editorial Taurus. Madrid.
8. Heidegger. ser y … p.p.160-164. inmanuel Kant. Crítica del juicio. Editorial Lozada.
9. Zuleta. Arte y Filosofía. p.p.156. Buenos Aires. 2005.
10. Kant. Crítica del juicio. p.p. 61 Marx, Carl y Engels, Friederich. Escritos sobre lite-
ratura. Editorial Colihue. Buenos Aires. 2003.
Lukács, Georges. sociología de la literatura. 4ª
Bibliografía de referencia edición. Editorial Península. Barcelona. 1989.
Perdigón Lesmes, Cristhian. Filosofía y literatura: La
Adorno, Theodor. Teoría Estética. Editorial orbis. experiencia estética en Estanislao Zuleta. Tesis
Barcelona. 1983 de grado maestría en Filosofía. Universidad del
Bataille, George. La experiencia interior. Editorial Rosario. Bogotá. 2013.
Taurus. Madrid. 1986. Pudovkin, Vsévolod Llariónovich. Director de cine
Eisenstein, serguéi. Director de Cine. El Acorazado soviético, La Madre, (1893-1953).
Potemkim, octubre, otras. Unión soviética Vertov, Dziga. Memorias de un cineasta Bolchevique.
(1898-1948) Ed. Capitán swing libros. 2009.
Heidegger, Martin. La época de la imagen del Zuleta, Estanislao. Arte y filosofía. Editorial Hombre
mundo. En Caminos del Bosque. Ed. Alianza. Nuevo. 5ª Edición. Medellín.
Madrid. 2008.
Centro Cultural de la Universidad del Tolima

128
Entrevistas


Entrevista a Estanislao Zuleta

La educación: un campo de combate*


Hernán Suárez J.**

El maestro Estanislao Zuleta, escritor, ensayista, psicoanalista y profesor de


la Universidad del Valle, considerado uno de los principales divulgadores y
exponentes de las teorías psicoanalíticas en el país, concedió amablemente a
EDUCACION y CULTURA la presente entrevista realizada por nuestro Editor,
Hernán Suárez en la ciudad de Cali, en la cual formula sus opiniones sobre la
educación y sus fines, así como la situación del bachillerato colombiano. De la
extensa y fecunda entrevista, hemos extratado sus partes esenciales y de mayor
interés para el magisterio, ante las limitaciones de espacio para publicarla en

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su totalidad. Queremos iniciar con ella una serie de entrevistas, con el fin de
conocer las opiniones y reflexiones de estudiosos y entendidos de la problemática
educativa, que desde diversas perspectivas y concepciones contribuyan al examen
que el magisterio debe hacer de las orientaciones y fines de la escuela en Colombia,
uno de los propósitos del Movimiento Pedagógico.

EDUCACIÓN y CULTURA: Cuál es su im- jóvenes en Colombia y particularmente


presión sobre la formación escolar de los sobre el bachillerato.

* Tomado de la revista Educación y Cultura No. 4, del Centro de Estudios e Investigaciones Docentes -ceid- de la
Federación Colombiana de Educadores. Bogotá-Colombia, junio de 1985.
** Licenciado en Historia, editor de la Revista Economía Colombiana de la Contraloría General, durante 13 años; de la
Revisa Foro, 20 años y de la revista Educación y Cultura de Fecode, 23 años. Ex-asesor de la Secretaría de Educación
de Bogotá y Subdirector del idep. Actualmente se desempeña como asesor editorial.

131
ESTANISLAO ZULETA: Pienso que el ba- la historia de su país. Poco se dice sobre
chillerato es la cosa más vaga, confusa y el tipo de sociedad de la época; cómo vi-
profusa de la educación en el país. Es una vían los indios, los negros, los criollos, la
ensalada extraordinaria, en la cual se pasa nobleza; el tipo de tensiones y rivalidades
de la clase de geografía a la de geometría que existían entre la nobleza terrateniente
y de ésta a la de leyenda o historia patria. criolla y la corona española; los conflictos
sociales entre las distintas clases y grupos.
Paradójicamente, el bachillerato es una No se enseña, por ejemplo, las razones del
educación al mismo tiempo muy elemen- hundimiento del imperio español frente a
tal y muy especializada. Lo que se enseña Napoleón, como resultado de la derrota
en matemáticas o en geografía es, por una de la Armada Invencible española frente
parte, muy elemental; tan elemental que a la armada inglesa. Que un imperio, al
cuando el estudiante termina sus estu- otro lado del mar y sin flota, tenía que
dios, ya no le sirve para nada práctico en perder fácilmente sus colonias. Es decir,
la vida, ni en sus actividades educativas si no sale Bolívar, hubiera salido cualquier
posteriores, cuando no suele ocurrir que otro. Lo que perdió España fueron las
olvide todo lo visto. condiciones para sostener su imperio en
ultramar.
Esta ensalada del bachillerato se la come
el estudiante durante seis años y en el Lo que se enseña son toda clase de discur-
examen final, hoy de estado o del ICFES, sos, proclamas bobas y frases altisonantes
vomita todo y queda limpio. Por fortuna de don Camilo Torres, José Acevedo y
se libera de toda aquella pesada carga de Gómez, etc. No se enseña cuál era el
información y confusión. Pero al mismo problema realmente; cuál el sentido de
tiempo que es elemental, es una educa- las luchas de independencia; cuál era
ción muy especializada. Tomemos el caso el dilema del país: tomar una dirección
de la historia en el período de la indepen- influenciado por los ideales de la Revolu-
dencia. El estudiante tiene que aprender ción Francesa o por el contrario, cerrarse
una cantidad de acontecimientos, que sobre la tradición y el colonialismo,
son de detalle, yo diría que de especia- reafirmando la dominación española.
listas. Tal es el caso de las batallas, en la Es una historia que tras el detalle y la
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cual se estudia la ubicación de las tropas minucia olvida lo esencial, lo global, lo


y sus generales, el ataque de los flancos, que importa.
la ubicación y función de la retaguardia
y la vanguardia, etc., etc., con un grado Asuntos como las rivalidades entre Bo-
tal de especialización y detalle que se lívar y Santander son detalles, pero los
necesitaría ser un especialista en historia detalles de un gran drama histórico en la
y estrategia militar. suerte y destino de un pueblo. Este he-
cho queda por fuera de la historia que se
En cambio, no se enseña qué fue lo que “enseña” en el bachillerato, queda oculto.
pasó desde el punto de vista histórico, El detalle, la anécdota, el listado de pre-
qué es lo que interesa a un estudiante de sidente y próceres siguen dominando la
secundaria recién iniciado en el estudio de enseñanza e interpretación de la historia.
132


Igual cosa ocurre en el caso de la ense-


ñanza de la geografía. A un estudiante
de bachillerato le enseñan los afluentes
principales de los grandes ríos como el
Magdalena, el Cauca, el Amazonas, etc.;
si no los aprende, puede llegar a perder el
año. En cambio no es fundamental, ni se
enseñan aspectos como: ¿Qué significa ser
del trópico y no de un país de estaciones,
desde el punto de vista cultural, social,
económico?

¿Qué ha significado la montaña en la vida


económica y cultural del país?

Los sectores montañosos, donde no


hay una aristocracia de la tierra, sino
campesinos y colonos y una particular
distribución de la propiedad territorial,
en contraposición a la distribución de la
tierra de la región de los grandes valles y
los grandes ríos, tienen una conforma-
ción y un desarrollo social y económico
diferente.

En el bachillerato tampoco se examina


los ritmos de la historia en función del saberes, conocimientos, conclusiones o
espacio geográfico, cómo llega primero resultados de procesos que otros pensa-
a los grandes puertos que a la montaña. ron. No enseña a pensar por sí mismo, a
sacar conclusiones propias.

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En una palabra, pensar la geografía no
sólo como espacio sino ante todo como El estudiante adquiere un “respeto” por
condición de vida humana. el maestro y por la escuela que procede
simplemente de la intimidación. El
E.C.: En alguna oportunidad usted afir- maestro subraya con frecuencia: “usted
maba que la educación es una acción no sabe nada”; “todavía no hemos llegado
intimidadora del pensamiento. ¿Cuál es a ese punto”; “eso lo sabrá o entenderá
el por qué de su afirmación? más adelante, mientras tanto tome nota”,
“esto es así y así lo dijeron gentes que
E. ZULETA: Sencillamente porque la saben más que usted”.
educación, tal como ella está, reprime
el pensamiento, así no se lo proponga. Al estudiante no se le reconoce ni respeta
Su acción se reduce a transmitir datos, como pensador, y el niño es un pensador.
133
La definición de Freud hay que repetirla que constituye la realidad y cotidianidad
una y mil veces: “El niño es un investiga- de la escuela.
dor”. Si lo reprimen y lo ponen a repetir
y a aprender cosas que no le interesan y En la escuela a uno le enseñan que dos
que no investigue, eso no se puede llamar más dos son cuatro, que menos por
educar. menos da más; pueda que el alumno no
entienda ni comprenda por qué, él sólo
Confieso que personalmente no sirvo sabe que si lo hace así resulta y obtiene
como ejemplo paradigmático de buen buenas calificaciones. Mientras uno no
estudiante. Yo no soporto hasta el fin, sepa porque menos por menos da más, no
llegué a gatas hasta cuarto de bachillerato hay una aprobación del proceso que con-
y tire la toalla, no pude más. duce a dicho resultado, lo cual demuestra
que también las matemáticas pueden ser
Para mí la educación es un tema que me un dogma, al igual que la religión o la
apasiona, lo he vivido como drama con historia sagrada.
mis hijos, que en parte han sido víctimas
de este tipo de educación. Mientras el El álgebra que tiene el atractivo de despe-
alumno y el profesor estén convencidos jar, reducir, asimilar y finalmente obtener
que hay uno que sabe y otro que no sabe; X, se convierte para la mayoría en una
que el que sabe va a informar e ilustrar pesadilla, porque nunca se nos enseñó,
al que no sabe, sin que el otro (el alum- no sé si ahora sea lo mismo, un hecho
no) tenga su propio juego, su propio esencial: que el álgebra es una manera de
pensamiento, sus propias inquietudes, la pensar que tenemos todos los hombres.
educación es un asunto perdido.
El álgebra no es más que un desarrollo
Un aspecto de interés es el examen de formalizado de un pensamiento que es
la enseñanza de las matemáticas en la nuestro pensamiento. Descubrir las rela-
secundaria. Al estudiante le parecía que ciones necesarias entre términos conoci-
la enseñanza de las matemáticas era un dos, me permite encontrar términos des-
asunto claro. Al pasar al álgebra se siente conocidos, eso es el álgebra. Es algo que
uno un poco extrañado. La impresión todos los días estamos haciendo, cuando
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que tuve era que empezábamos a hacer lo vamos por la calle, cuando conversamos.
mismo pero con letras. Lo que nunca se
nos enseñó y se nos creó la inquietud, era Los profesores tendrían que decirle a
que significaba pensar las matemáticas. sus alumnos que el álgebra es el modo
corriente de pensar; que no es algo que
Las matemáticas enseñaban, hasta cierto simplemente esté en el tablero o en los
punto, que sus contenidos era algo que se problemas del texto, sino que está en
debía aceptar, no porque alguien lo hu- nosotros y en la realidad.
biera dicho, sino porque era susceptible
de demostración. Eso era algo atractivo Es posible que el alumno saque cinco
en ese mundo de la autoridad tan gene- en algebra pero la olvidará en seguida,
ralizada, la cual no es siempre visible y porque no la vinculará a procesos pos-
134


teriores. Puede que la recuerde después, un mal favor: nos ahorraron la angustia
si decide estudiar ingeniería o cualquier de pensar.
otra carrera, pero entonces ya no necesi-
tará entender, le bastará con aprender las E.C.: En los últimos años ha tomado
fórmulas, los resultados, con ellos podrá fuerza desde las esferas oficiales la llamada
operar. Tecnología Educativa y los anuncios de
incorporar la informática a la educación.
La educación crea una incomunicación. Cuál es su opinión sobre esta teoría
educativa.
Yo tengo que llegar a saber algo, pero ese
“algo” es el resultado de un proceso que
E. ZULETA: La educación hoy en día
no se me enseña. Saber significa entonces
se “hace lenguas” con los avances de
simplemente repetir.
la tecnología educativa y los métodos
audiovisuales. La educación está siendo
La educación y los maestros nos hicieron pensada cada vez más con los métodos
y los modelos de la industria. Dar una
cantidad cada vez mayor de información
en el mínimo de tiempo y con el mínimo
de esfuerzo. Hacer en la educación lo
que hace la industria en el campo de la
producción: mínimo de costos, mínimo
de tiempo, máximo de tontería.

El que educa con estos sistemas no sabe lo


que está haciendo, pero lo hace en el mí-
nimo de tiempo, de la manera más rápida
y menos costosa; a ello se quiere llegar con
la tecnología educativa y los métodos de
enseñanza audiovisuales, confundiendo
educación con información.

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La ideología de la informática ha produci-
do una revolución en el campo educativo,
que es prácticamente una peste. Es allí
donde queda más radicalmente reprimido
el pensamiento como actividad.

Un ejemplo tomado de la enseñanza de


la biología podría ilustrar mi afirmación:
En cierto momento de mi bachillerato
nos tocó estudiar la célula. El profesor
apoyado en el tablero nos pintó un círculo
y explicó: “Esta es la célula”. Más por fe
135
que por la razón aceptamos que “eso” era
una célula. Se nos decía también que era
microscópica, pero allí se veía.

“Esto que ustedes ven aquí es la membra-


na, dentro de la membrana está el plasma
y en el plasma está el núcleo y poco a poco
se van formando los cromosomas hasta
que se ahorcan y se forman dos células”.
Entonces el maestro pintaba dos bolitas
en el tablero.

Lo que resulta interesante de este procedi-


miento, es que uno como estudiante tenía
la ilusión de aprender, pero precisamente
porque no pensaba, se limitaba a ver, oír
y repetir.

Si el maestro aceptara que el niño o el


joven es inteligente y que puede enfren-
tarse con problemas complejos, entonces,
en lugar de tanta figurita o imágenes, el
maestro tendría que exponer el concepto
de célula, no la imagen, porque la imagen
no es el concepto. Se puede o no apoyar
en un dibujo, lo cual es secundario.
boca, el ano, y a la vez es con lo que
El maestro debería entonces explicar que siente; es su gran ojo. Entonces la célula
la membrana es la piel de la célula, es lo es una piel, una boca, un ano, un ojo,
que la separa del mundo que la rodea, así una membrana, el sistema sensitivo. El
como nuestra piel separa nuestro cuerpo niño quedaría asombrado de una célula
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del mundo que lo rodea; también es lo que es todo eso a la vez. Posiblemente no
que la protege e individualiza, si no tuvie- se le olvidaría y sería fuente de muchas
ra membrana la célula no sería más que preguntas e inquietudes; sería más fácil
parte de un charco o de otros líquidos. explicarle cómo después las células se van
Pero al mismo tiempo que la membrana especializando en una boca, en un ojo, en
es la piel es también la comunicación con una piel, en un ano, etc.
el mundo, la membrana es la boca, por
allí come; pero también es el ano, porque Lo que me interesa resaltar es que los
por allí expulsa lo que no le sirve. métodos audiovisuales o las imágenes
crean en el estudiante la ilusión de que
Imaginémonos qué complicación: una sabe que es una célula, pero lo que ve es
cosa que es al mismo tiempo la piel, la una raya en el tablero y un conjunto de
136


nombres. Una célula es un conjunto de las angustias y conflictos que enfrentó


funciones que habría necesidad de expli- Galileo al formular su teoría.
car e interrelacionar.
Al niño le imponen dogmáticamente que
Se cree que con la magia de los nombres todo lo que él vive es falso, que lo verda-
y de las imágenes el alumno entendió un dero es lo que está en el betamax, en el
concepto del cual no se ha apropiado; de cine o en la lámina didáctica. Lo que él ha
nada le va a servir lo que no ha entendido. pensado, lo que él siente es considerado
falso, él queda descontinuado.
Además del problema de enseñar resul-
tados del conocimiento sin enseñar los No hay un enseñar partiendo de los ejem-
procesos del conocimiento, existe un plos de lo que el niño conoce a través de
problema esencial: En la escuela se enseña su experiencia para mostrarle que lo que
sin filosofía y ese es el mayor desastre de a él le “parece” o ha vivido son también
la educación. problemas, sino que se prescinde de el
saber y la experiencia del niño y se le dan
Se enseña geografía sin filosofía, biología los resultados finales del conocimiento,
sin filosofía, historia sin filosofía, filosofía que no son más que verdades dogmáticas,
sin filosofía, entendiendo por filosofía la carentes de vida e interés.
posibilidad de pensar la cosa, de hacer
preguntas, de ver contradicciones. Lo que el estudiante ha vivido, la manera
como él ve las cosas espontáneamente,
E.C.: Por qué la Educación actual es una lo que él piensa, todo ello no cuenta.
educación sin filosofía. En cambio se le imponen resultados
que supuestamente refutan su propia
E. ZULETA: Porque es una educación para vivencia y que son considerados y deben
que el individuo rinda cuentas sobre re- ser considerados como la verdad por el
sultados del saber y no para que acceda a alumno.
pensar en los procesos que condujeron a
ese saber o a los resultados de ese saber. Yo no sé al detalle cómo funcionará la

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Le ahorran a uno la angustia de conocer, educación en la actualidad, pero en mi
lo cual es un pésimo negocio, tanto en la época de estudiante una persona muy in-
educación como en cualquier otro campo quieta dificultaba las clases. Una persona
del saber. poca dada a aceptar la verdad del maestro
dificultaba las labores escolares. En cam-
Al alumno, por ejemplo, se le enseña el bio un individuo que tuviera una aptitud
sistema solar y la teoría de Galileo. Si está competitiva por tener mejores notas que
en un colegio de clase alta, le muestran sus compañeros, sin preguntarse mucho
con ayuda del betamax o equipos audio- por el sentido de su afán, se llevaba sis-
visuales el movimiento del sistema solar temáticamente el primer puesto. Es algo
y los planetas. Es decir se le muestran los sobre lo cual no se han realizado estadís-
resultados del saber de Galileo pero no ticas, pero así lo viví yo en mi época, no
el proceso que condujo a dicho saber, sé si siga siendo así hoy en día.
137
fuerza de trabajo calificada que tiene una
demanda en el mercado. La educación se
ocupa de preparar a los estudiantes para
intervenir en las distintas formas de tra-
bajo productivo en los diversos sectores
de la economía.

La eficacia de la educación para preparar


los futuros obreros, contabilistas, inge-
nieros, médicos o administradores, se
mide por las habilidades que el individuo
adquiera para realizar tareas, funciones u
oficios dentro de un aparato burocrático o
productivo. Su eficacia depende también
del dominio de determinadas técnicas,
poco importa que la realización de las ta-
reas productivas coincida con los proyectos
o expectativas del hombre que las realiza.

Se trata en esencia de prepararlo como


un empleado del capital, por lo tanto,
no es muy importante que piense o que
no piense los procesos productivos del
saber, sino que haya logrado manejar
determinadas habilidades que permitan
producir resultados determinados.
E.C.: Las políticas educativas en los últi-
mos años han señalado como uno de sus
El profesor norteamericano Gintis, al
fines ligar la educación a las necesidades
analizar la educación norteamericana,
de la producción. Concentrando su aten- sostiene que para el sistema capitalista es
ción en la relación educación-economía, necesario formar no solamente un con-
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educación-producción, dejando de lado junto de individuos con determinados


la definición de un proyecto o propósito conocimientos sino también con una
cultural definido. Cuál es su valoración determinada aptitud y ella básicamente
de dicho enfoque. es la renuncia a toda iniciativa.

E. ZULETA: Voy a considerar la educación Gintis afirma, de manera brillante, que


como uno de los elementos del proceso la crítica a la educación, generalmente
económico, es decir me acojo a los textos proveniente de los sectores que tradicio-
e interpretaciones de Marx que me son nalmente se llaman de izquierda, es una
más familiares. Desde esta perspectiva, se crítica que supone que la educación debe-
analiza la educación como la producción ría formar pensadores pero no lo logra a
de una mercancía que denominamos pesar del costo inmenso en tiempo, recur-

138


sos humanos, ayudas y equipos. Lo que de trabajo; pues no sería bueno que en
finalmente logra producir es una especie una empresa burocratizada se vincularan
de técnico con conocimientos parciales, personas que tengan la rara costumbre de
particulares, especializados. tomar iniciativas, de poner objeciones,
de pensar por sí mismos. No encajarían
Gintis hace notar que ese es el tipo de téc- bien en dicho sistema, por el contrario,
nico que la sociedad necesita. No en una crearían problemas.
forma voluntarista y para llevar a cabo
determinadas intenciones, sencillamente En este sentido, nuestra educación es,
lo que resulta es también lo que necesita. por una parte, desastrosa en cuanto a la
formación de individuos que piensen,
Vivimos en una sociedad que es alta- que tengan autonomía y creatividad,
mente burocratizada -señala Gintis- para pero no es nada desastrosa en cuanto a la
referirse no sólo a las sociedades capita- producción de personas que se ajusten a
listas sino también a las sociedades que tareas o empresas que nos les interesan;
hoy se consideran socialistas. En estas personas que tienen que ganar el examen
sociedades altamente burocratizadas el de álgebra sin que le interese el álgebra;
individuo va a participar en empresas personas que tienen que estudiar sin que
(públicas o privadas) en las cuales existe les interese el estudio. Para producir este
una rígida jerarquía en dos sentidos: el tipo de personas la escuela que tenemos
trabajo que manda y el trabajo que obe- es la ideal, está hecha para tal fin.
dece; el trabajo que planifica y el trabajo
que ejecuta. E.C.: Si ello es así cómo se explica que aun
los propios empresarios se quejen de las
Nos enfrentamos ante una delegación pocas habilidades para el trabajo que se
general de la iniciativa. El trabajador de observa en los bachilleres y egresados de
base carece de toda iniciativa, obedece centros de formación tecnológica.
órdenes; el supervisor del obrero obedece
también órdenes; el ingeniero y el subge- E. ZULETA: Yo creo que no sólo es el bachi-
rente administrativo obedecen también. llerato, también las Universidades. Lo que

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Sin embargo, la iniciativa no la tiene el ge- ocurre es que desde la primaria a la gente
rente, como pudiera pensarse, él también se le educa en función de un examen, sin
obedece al mercado y a las conveniencias que la enseñanza y el saber le interese al
del capital, es decir, el gerente también estudiante o se relacione con sus expec-
ejecuta. En síntesis, nos enfrentamos a un tativas personales, situación que se va a
proceso, a una cadena de despersonaliza- repetir una vez termine sus estudios, es lo
ción generalizada por delegación general que va a encontrar en la vida.
de la iniciativa. Hay un gran planificador
que no es una persona, es el mercado y Al terminar sus estudios, el individuo no
las conveniencias del capital. va a salir a expresar sus inquietudes, sus
tendencias, sus aspiraciones, sino que se
Gintis se pregunta qué clase de hombre va a enganchar en un aparato o sistema
se necesita para estar adaptado a este tipo burocrático que ya tiene su propio movi-
139
miento y que le va a pedir determinadas Es decir, el sistema necesita formar gentes
tareas o actividades sin preguntarle si que hayan interiorizado una relación de
está de acuerdo o no con los fines que se humildad con el saber, la educación lo
persiguen. logra y ese es nuestro sistema educativo.

Es un sistema educativo en el cual la E.C.: Sus reflexiones hasta ahora dejan en-
gente adquiere la disciplina desgraciada trever una concepción que reivindica una
de hacer lo que no le interesa ganar; de dimensión humanista para la educación.
competir por una nota; de estudiar por Por qué no profundizar sobre el tema.
miedo a perder el año, de la misma ma-
nera que va a trabajar por miedo a perder E. ZULETA: Lo que considero una educa-
el puesto. ción humanista, para utilizar el término
de su pregunta, es una educación que
Desde la niñez el individuo aprende a permita y fomente el desarrollo de la
estudiar por miedo, a resolver proble- persona, es decir, que las posibilidades
mas que a él no le interesan. El capital de desarrollo del individuo no estén
ha puesto bajo su servicio y control la relacionadas y determinadas por el
iniciativa, la creatividad y la voluntad de mercado. Desgraciadamente en nuestra
los individuos. sociedad el hombre no va a vivir de sus
posibilidades, sino de la venta de su
Para producir un “buen estudiante”, que fuerza de trabajo.
no le interesa aprender pero sí sacar cinco;
que le da miedo perder el año y sólo por Al sistema no le interesa mucho, desde el
esa razón estudia, puede que el tipo de punto de vista de la eficacia de su aparato,
educación actual sea muy mala desde el que el individuo se realice y se desarrolle
punto de vista del conocimiento, pero en sus posibilidades, sino que haya indivi-
es la ideal para el sistema y sus intereses. dualizado la humildad frente a sí mismo.

Por ejemplo, a nadie dentro del actual Si usted es buen subgerente de cartera, no
sistema le va a interesar tener un cajero le presta a los pobres pero sí a los ricos,
que tenga una crítica del dinero, sería podrá llegar a ser gerente. Un individuo
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peligroso para los intereses del banco y así no le puede interesar sino una cosa:
de los banqueros. el éxito, la diferenciación, la promoción,
pero no la realización de sus posibilidades.
En cambio, si se les prepara de tal manera Mientras menos las realice y tenga una
que sepan contar bien y rápidamente mentalidad “técnicamente” lacayuna, más
grandes fajos de dinero, que sepan hacer éxito tendrá.
cuentas que al final del mes sepan hacen
un balance de pérdidas y ganancias, son La educación, y el maestro sin saberlo,
más útiles que si supieran la teoría mar- están formando al individuo para que
xista del valor y del funcionamiento de la funcione como necesita el sistema, está
economía. Serían muy peligrosos incluso preparando burócratas, en el sentido
en la Unión Soviética. amplio de la palabra.
140


Nuestros niños, que a veces juegan, o


hacen juegos de palabras, pintan con
cierto talento, les interesa jugar con los
números, queremos hacer de ellos perfec-
tos burócratas, se reprime su pensamiento
para poder mantener una fábrica de mi-
croburócratas que puedan “funcionar” en
todas partes.

La educación en últimas, tiende a pro-


ducir un individuo heterónomo, es decir,
alguien que tenga el máximo de hetero-
nomía (dependencia de los demás) y el
mínimo de autonomía.

Un individuo que no sepa qué le pasa


y qué puede hacer cuando tiene niguas;
sino que tenga que contratar un médico,
pagar una consulta para que le saquen
una nigua. Un individuo que no sepa
qué pasa cuando se apaga el fogón, sino
que tiene que contratar un electricista,
porque él no sabe cómo funciona un
fogón eléctrico.

La producción de un individuo heteróno-


mo, que carezca al máximo de autonomía funciona el reloj, la estufa, cómo se hacen
y que además tenga fe en el resto, en los los muebles, etc. En últimas, que se le
que saben hacer otras cosas, a los cuales enseñe al niño dónde vive y por lo tanto
“alquila” para resolver problemas que él no esté rodeado de fantasmas y misterios

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no puede, ello conduce a que todos nos que otros saben.
necesitemos como mercancías, que el
mundo mercancía domine la vida. El profesor Gintis se preguntaba: ¿Es un
mal resultado? ¿O es el resultado de una
Para lograrlo la escuela forma una actitud educación para una sociedad en que la
ante la división social del trabajo, hecha forma mercancía rige todo el mundo?
de fe ciega en el otro y de ignorancia
asumida sobre sí mismo. En una sociedad como la nuestra a muy
pocos se les ocurre hacerse esta pregunta
No es extraño entonces que hoy en día e intentar una respuesta, no les resulta ne-
al niño no se le enseñe cómo es la casa cesario. Sencillamente porque la sociedad
donde vive, como proponía un ruso necesita que la gente no sepa nada de su
inicial, Lenin. Que se le enseño cómo cuerpo y de su funcionamiento, porque
141
que enseñaran a la gente, al menos, a
hervir el agua, faltarían muchos médi-
cos, pero eso no convertiría a nadie en
burgués. Todo lo que invirtió la familia
y el Estado en el privilegio de formar un
médico, es pagado por éste convirtiéndo-
se en burgués.

La relación actual de la medicina es una


relación con la clientela, más que una
relación con la enfermedad. El médico
puede estar rodeado de enfermos pero no
de clientes. El no necesita tener una gran
sensibilidad social para vivir en medio
de los barrios y las gentes pobres, él sabe
cuáles son las causas de la enfermedad
en estos sectores. Sabe que hay falta de
higiene, de agua potable, de alimenta-
ción adecuada, sabe que es un fenómeno
social y económico, pero él se limita a su
consultorio; él lo que sabe y va a tratar es
un hígado y por tanto se especializa en el
tratamiento del hígado.

Si este individuo se decide a pensar por


sí mismo y reflexiona: “Yo decidí ser
para eso está la medicina, para citar sólo médico porque era un combate contra la
un ejemplo. enfermedad, porque era un combate en
favor de la vida y contra la muerte inne-
La medicina es una profesión en la cual cesaria”; pero él lo que se encuentra es con
el médico va a trabajar para una clientela. la injusticia social, con la explotación, con
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Se dice que hay necesidad de cerrar las la marginalidad y ese no es su “oficio”, o


facultades de medicina porque supuesta- para ello no ha sido formado.
mente hay un exceso de médicos, lo cual
es una aberración afirmarlo, ya que no La educación, de la que hemos venido
hay un exceso de médicos en el sentido hablando, le ayuda mucho a no pensar; a
de la cantidad de enfermos que se necesita no problematizarse; a dedicarse a lo suyo;
atender, sino un exceso de candidatos a a ser eficiente como médico-burócrata,
burgueses por medio de la medicina, de cómo le ayuda también a otros profesio-
eso sí hay efectivamente un exceso. nales de otras disciplinas.

Si se preparara personal que supiera tratar E.C.: Si la educación produce unos


la malaria, la tuberculosis, la parasitosis; resultados tan catastróficos y desalenta-
142


dores cómo se explica la “fe ciega” en la la ilusión de la mayoría de la población


educación por pare de todos los sectores de que su destino no está dado por su
sociales y del propio Estado. Por qué una nacimiento sino que se debe o resulta
“equivocación” tan socialmente extendida de la adecuada utilización y aprovecha-
y aceptada. miento de las oportunidades que brinda
el sistema a través de la educación.
E. ZULETA: Nuestra sociedad necesita no
sólo formar burócratas, necesita también Nuestra sociedad, que se precia de libe-
crearle a todo mundo la ilusión de que es ral, democrática, con movilidad social
una persona con posibilidades, con futuro e igualdad de oportunidades tiene que
y que la educación es un ascensor social. pagar un costo altísimo por este discurso
y cada vez le costará más. Sin embargo
La educación pública probablemente se para los maestros este costo significa un
podría suprimir y llegar a una situación espacio político. Tenemos que emplearlo
en la cual el que quiera ser médico que para crear un espacio desde el cual poda-
pague el costo, lo cual significaría que sólo mos combatir el sistema en su conjunto.
los hijos de los ricos podrían ser médicos, No es el único, pero es uno en el cual el
y con estos médicos bastaría. magisterio tiene grandes posibilidades.

Pero nuestra sociedad necesita crear y ali- Quiero precisar que mis opiniones no
mentar la ilusión de la cual vive: la ilusión quieren decir que se liquide entonces la
de que es una sociedad democrática, una educación. Es un mal negocio para las
sociedad en la cual hay movilidad social clases dominantes y allá ellos con sus
e igualdad de oportunidades. El manido negocios e inversiones.
cuento de que un individuo llegó a ser lo
que sus padres no eran y demostrar con El campo de la educación es un campo de
ello que la nuestra no es una sociedad combate. Todo el mundo puede combatir
cerrada, sin movilidad social. allí, desde el profesor de primaria, pasan-
do por el de secundaria hasta el profesor
Esa ilusión cuesta mucho, es el costo de de física atómica de la Universidad.
mantener la educación pública. Ella es

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importantísima para sostener el sistema, Combatir en el sentido de que mientras
porque le sería muy difícil a las clases do- más busque la posibilidad de una reali-
minantes confesar que no es una sociedad zación humana de las gentes que educan
democrática con igualdad real de opor- más estorba al sistema. Por el contrario,
tunidades como pregonan los liberales. mientras más se eduque a las demandas
impersonales del sistema más le ayuda a
Desmontar la educación pública signifi- su sostenimiento y perpetuación. Este es
caría desmontar las ilusiones, es el costo el campo de combate de los educadores,
que están pagando por mantener esa ilu- tienen un campo abierto allí y es necesario
sión. Gran parte de la educación pública que tomen conciencia de su importancia
es lo que le cuesta a la burguesía sostener y posibilidades.

143
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144


No soñar revoluciones*
Elecciones o abstención: Una disyuntiva miserable1
Conversación con el equipo periodístico de la Revista Alternativa

I- Acerca de la coyuntura de sus patronazgos internacionales pudie-


ran dar cuenta de todos los problemas
Alternativa- ¿Qué es Ruptura y cómo existentes y tener respuestas para todo.

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se sitúa en la izquierda? Creen tener claras las situaciones más
confusas y no parecen comprender que,
Estanislao Zuleta.- Ruptura se formó a así como hay una crisis del capitalismo,
partir de un estudio de la obra de Marx. hay una crisis del socialismo. Por ejemplo,
En su formación participaron personas no estamos en condiciones de aprobar o
procedentes de diversos desengaños y rechazar globalmente un fenómeno como
fracasos, preocupadas por el dogmatismo el de la Revolución China. Probablemen-
que reina en la izquierda. Casi todos los te, ningún izquierdista podría defender
grupos aparecen con consignas, solucio- en forma sensata la política internacional
nes, diagnósticos y pronósticos revolucio- china; pero tampoco podría dejar de
narios acabados. Parecería como si a través considerar como notables aportes los

* Tomado de la revista Alternativa, junio 1976

145
movimientos de la revolución cultural y el volvimos a la obra de Marx, asombra-
cuestionamiento de la división capitalista dos por la extraordinaria multiplicidad
del trabajo dentro de la China. de posiciones acabadas y seguras de sí,
incapaces de discutir entre sí, como no
Pensábamos, pues, que era necesario fuera para excomulgarse mutuamente.
analizar las cosas a partir del pensamien- Queríamos sacar una publicación en que
to marxista en lugar de tomar banderas se pudiera discutir, sin necesidad de lanzar
con catecismos completos, heredados de un programa como anticipación profética
épocas remotas, que leían antiguos textos de la revolución… Las profecías no son
pero no la historia. Hay una especie de sino el recuerdo de algún pasado, de lo
ídolo de las letras al que no le importa que fue la revolución rusa, la china o la
saber si puede ubicar un fenómeno en la cubana. Porque los profetas conciben
geografía del mundo o en la historia de la historia como un ciclo y piensan, en
las revoluciones. Desde que pueda encon- consecuencia, que recordar es prever.
trarlo en un libro, lo considera probado.
Rápidamente nos dimos cuenta, sin em-
También nos inquietaba el hecho de que bargo, que un examen del marxismo no
por un período de más de cincuenta años era suficiente, que era necesario aplicarlo,
el marxismo se hubiera cerrado sobre sí ensayarlo, trabajar con los obreros, par-
mismo, como si lo que no se produjera ticipar en las luchas, y que eso no podía
en el centro ortodoxo del partido y de hacerse a partir de un estudio académico
su línea no pudiera ayudar a pensar. Así, de El capital. Hemos formado grupos
desde la época de Stalin, una gran parte principalmente con trabajadores para
de los artistas revolucionarios que no llevar a cabo tareas políticas y ensayar
obedecían a la línea del realismo fueron algunas formas de organización2.
declarados decadentes burgueses y vi-
vieron amargados frente a la revolución, ALT.- ¿Qué tipo de organización quieren
como si fueran enamorados románticos darse?
de una mala novia.
EZ.- Queremos escapar a la forma secta-
ALT.- Sin embargo los ortodoxos más apasio- ria de crear una dirección que produce
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nados han sostenido que Marx es su fuente consignas y luego consigue adeptos para
de inspiración… que las difundan. Escapar a la nefasta
tradición de erigir un pequeño comité de
EZ.- Marx no era un dogmático, su obra iluminados como cabeza y unos miem-
estaba en permanente revisión. El dogma- bros que ejecutan y no piensan, introdu-
tismo ni siquiera puede leer a los clásicos ciendo en el seno de la organización la
porque no se imagina que la producción división capitalista del trabajo: el trabajo
de una teoría es un proceso con revisiones que manda y el que obedece, el trabajo
y correcciones, sino que piensa que la que piensa y el que ejecuta. Estamos
teoría surge de un teórico que garantiza convencidos de que los trabajadores no
su verdad ya completa y acaba, como necesitan cambiar de pastores sino dejar
si hubiera puesto un huevo. Nosotros de ser ovejas. Y que necesitan liberarse de
146


la pasividad en que los tiene sumidos el


extraordinario burocratismo sindical de
la derecha y de la izquierda.

ALT.- ¿Cuál es, en su concepto, la pers-


pectiva de la burguesía?

EZ.- Parece difícil, por lo menos en sus


formas clásicas de dominación. Porque
dentro de unos años tendremos café
muchísimo más barato y una gran
importación de petróleo. El panorama
inmediato de la economía colombiana,
no es, pues, brillante, lo que repercutirá,
naturalmente, sobre la situación social
y política. Las perspectivas de exporta-
ción de bienes manufacturados no son
compatibles sino con una política muy
represora, porque sólo podrá llevarse a
cabo deprimiendo el valor de la fuerza de
trabajo. La industria no puede ser com-
petitiva en el mercado internacional en
términos de técnica y de productividad
del trabajo, sino en términos del bajo
valor de los salarios. Claro que por ahora Los partidos tienen un tipo de organiza-
la burguesía goza de un buen respiro, ción algo diferente. El Partido Liberal,
tranquilizada como está, además, por el más centralista, más caudillista, empo-
resultado de las pasadas elecciones3. Pero,
trado en centros de poder como la gran
la dominación tradicional de los partidos
prensa, ha pasado a ser cosa distinta del
burgueses sobre las masas, parece que
partido líder-masas, porque ya la situa-

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sigue deteriorándose y los intentos de
ción no le permite a la burguesía hacer
reemplazarla por tipos más directos de
demagogia populista. Turbay le ha dado
dominación han resultado contrapro-
ducentes. Por ejemplo, ha fracasado la hoy la estructura típica del conservatismo,
promoción de organizaciones populares es decir, la de un partido más escalonado:
como la de usuarios campesinos, pensada gamonales y ningún jefe con carisma,
para darle al Estado una figura paternalis- juntas de notables en los sectores de
ta. La mayor fuerza de la burguesía es la alta burguesía, pero no caudillos. Por su
dispersión de las masas, porque cualquier parte, el partido conservador, asentado
tipo de organización de masas la amenaza tradicionalmente en curas y gamonales
inmediatamente, aunque haga pasar las de provincia con gran poder, padece hoy
partidas de obras públicas como regalos de la descomposición del campesinado
de los ministros. como de un cáncer. Las formas clásicas
147
de dominación de la burguesía están en único en América Latina. A eso se debe,
una crisis que parece irreversible4. probablemente, la reacción tan brutal
del latifundio y de la agricultura capita-
ALT.- ¿En qué situación se ve a la izquier- lista en La Violencia. Pero en el período
da? actual, esas formas de sostenimiento de
la pequeña propiedad están en crisis. El
EZ.- La izquierda siempre ha tenido un capital puede tener más fuerza en el sector
problema: se imagina que es muy fácil agrícola que en el sector industrial, porque
llenar el vacío de una política distinta. en aquel, la circulación de capital es muy
Ahora, por ejemplo, se imaginó que había rápida, casi de cosecha en cosecha. De ahí
una gran coyuntura histórica para meterse que la estabilidad del proletariado agrícola
en el bolsillo los votos que se le escaparon sea mucho menor que la de la clase obrera
al rojismo, como antes se imaginó que en el sector industrial. Habría que anali-
los votos del MRL le vendrían como si zar, pues, las tendencias reales y proyectar
estuvieran escriturados. Es un desenfoque los tipos de lucha que les corresponda, en
político, porque se dedican los esfuerzos a vez de soñar con revoluciones pasadas que
una tarea que no colabora a hacer avanzar se hicieron en otras condiciones.
la organización y el desarrollo político
efectivo de las masas. ALT.- ¿Podría ampliar la crítica que un
número pasado de Ruptura le formula a
Por otra parte, muchos grupos de iz- la izquierda que participó en elecciones?
quierda piensan en el campesinado en
términos de una época anterior. Pero lo EZ.- Allí hay varios aspectos. Pero el
que estamos viviendo es una descompo- fundamental es que la forma electoral
sición vertiginosa del campesinado, por de lucha ofrece resultados efímeros. En
la violencia, y por la competencia de la general me parece dudoso que los esfuer-
agricultura capitalista que también lo zos y los recursos humanos y financieros
expulsa de la tierra. Eso más bien tiende movilizados en una campaña electoral
a convertirse en un problema urbano; sean más eficaces que si fueran dirigidos
en un crecimiento de las ciudades que a impulsar la organización y la lucha de
la capacidad de empleo del sistema no los trabajadores.
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puede absorber.
ALT.- Sin embargo el PC, por ejemplo, ha
El campesinado chino tuvo una impor- combinado eficazmente las más diversas
tancia fundamental en la revolución. formas de lucha… ¿Pero hasta qué punto el
Pero el campesinado colombiano será centro de la actividad y los análisis políticos
dentro de poco una parte minoritaria de de la izquierda deben estar polarizados por
la población y será casi todo asalariado. el problema elecciones-abstención, siendo
En nuestro desarrollo histórico tuvimos ésta como dice Ud. una actividad tan
un problema particular. Debido a la co- efímera?
lonización cafetera y a la descomposición
de los resguardos, se formó un volumen EZ.- Nosotros sostuvimos que esa es una
de pequeña propiedad en el campo, casi disyuntiva miserable en un análisis polí-
148


tico. Y no creemos en ninguna virtud de EZ.- Me parece que consiste básicamente


la abstención. En Colombia la izquierda en una alianza de sectores de la gran
se ha engañado muchas veces con el po- burguesía y terratenientes que se niega
der de los abstencionistas. Camilo pensó a sacrificar ningún sector para llevar a
cabo, por ejemplo, algunas medidas que
que eran votos para la izquierda, y sigue
aliviarían la situación popular.
creyéndose, que la abstención puede
ser organizada. Me parece tan ingenuo
Eso se ve en el hecho hasta cómico de que
hacerse ilusiones en las elecciones como sea la Casa Ospina (Ospinas y Cía.) la que
hacérselas en la abstención. Porque la presente el proyecto de reforma urbana. Y,
capacidad efectiva de las masas se expresa aunque tengan algunas diferencias, lo que
en organizaciones reales para enfrentar la se busca es la componenda. Eso hace que
explotación. el doctor López pueda recibir homenajes
de casi todos y que, cuando lo atacan, es
ALT.- ¿Qué opinión le merece la política porque les está poniendo alguna zanca-
del gobierno actual5? dilla política y no por la orientación de
su política económica.

ALT.- ¿Pero hay escaramuzas?

EZ.- Desde luego que sí. Porque el burgués


como individuo no tiene necesariamente
los mismos intereses del burgués como
miembro de su clase. Como individuo,
puede estar interesado en no pagar im-
puestos; pero como miembro de la clase
está interesado en que el Estado lo proteja
y le haga gratis carreteras y todo aquello
sin lo cual él no haría negocios. Es decir,
le interesa que haya impuestos.

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ALT.- ¿Qué opina Ud. de la tesis de
Arrubla sobre estrechez del mercado y la
perspectiva del Pacto Andino?

EZ.- Las economías de estos países son


más bien paralelas que interdependientes.
Estos países tienden a vender y a comprar
el mismo tipo de cosas. De ahí que la po-
sibilidad de que unos sean mercado de los
otros esté ya restringida por la estructura
económica misma. Claro que el Pacto
Andino, o cualquier tipo de protección
149
colectiva, no tiene importancia si no defi-
ne qué se entiende por industria nacional.
Porque si no, sería abrir aduanas a la
industria geográficamente nacional y eco-
nómicamente norteamericana. Venderle
neveras General Electric a Venezuela sin
aduanas, es algo que no tendría por qué
reprobar Norteamérica. Eso sería abrirle
un nuevo mercado.

Estas burguesías tienen la contradicción


de que para poder restringir la operación
del capital internacional y definir una
industria como nacional, tendrían que
abandonar su aspiración de estimular las
inversiones extranjeras. No se pueden
realizar esas dos aspiraciones al mismo
tiempo.

ALT.- ¿Y la idea de las empresas mixtas no


resuelve esa contradicción?

EZ.- Es tan fácil definir claramente la


participación de capital extranjero como
la participación del producto nacional EZ.- Eso depende de lo que se entienda
en la composición de los bienes. Cuando por psicoanálisis. Si por ello se entiende la
se han producido políticas relativamen- práctica analítica de la terapia individual,
te avanzadas en ese campo, como en probablemente no le sirva para nada, o
México, ocurre que el producto sigue para muy poco.
siendo de origen extranjero, de industrias
norteamericanas que lo producen en te- ALT.- ¡Salvo si se tiene a Stalin en el diván!
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rritorio mexicano. Por su parte, las clases


dominantes han sido siempre reacias a EZ.- Probablemente. Al final de su vida,
cualquier tipo de bloque nacionalista. Su Freud decía que el aspecto terapéutico
nacionalismo no pasa de ser futbolístico. del psicoanálisis era secundario, que
El económico es altamente limitado. lo esencial era el aporte que pudiera
hacer a la formación de una psicología
Ii- Psicoanalisis y revolución científica y el análisis de la vida y de la
literatura. Concebido así es distinto. Hay
ALT.- Y bien, pasando a otro tema, quere- que reconocer que el psicoanálisis, en
mos formularle la pregunta que muchos se su desarrollo histórico, ha sido afectado
hacen: ¿Para qué le sirve el psicoanálisis a por un fenómeno que no es inocente y
la revolución? que tiene que ver con tendencias de la
150


doctrina misma: su adaptación al capi- ALT.- ¿En qué sentido considera Ud. que
talismo. El fenómeno norteamericano puede hablarse de una integración del
probablemente es el más claro. Cuando marxismo y el psicoanálisis?
Freud llegó a Norteamérica comentó con
optimismo: “No saben ellos que aquí les EZ.- El psicoanálisis aporta luces efectivas
traemos la peste”6. Pero el hecho no ha en muchos campos de la investigación
sido así. Ocurre que son ellos los que han social, sobre todo en el análisis de la
apestado al psicoanálisis, los que lo han ideología. Ésta, como lo dijo Marx, es
incorporado como práctica privada para básicamente inconsciente. El mismo
la adaptación al medio y han tergiversado Marx encontró algunos de los mecanis-
la doctrina proponiendo un psicoanálisis mos inconscientes de sus propios análisis
del Yo autónomo, perfectamente ajeno políticos. En el 18 Brumario de Luis Bo-
al pensamiento psicoanalítico. El psi- naparte señala mecanismos típicos, como
coanálisis no tiene nada que ver con la el de la compulsión de repetición en un
adaptación a la vida burguesa. nivel colectivo: “La tradición de todas
las generaciones muertas oprime como
Si una persona sufre claustrofobia y, para una pesadilla el cerebro de los vivos”,
su desgracia, trabaja de cajero en un dice, y encuentra esta compulsión en la
banco, se convence de que está en una historia87. Ve que la promoción del jefe
cárcel macabra. Y en cierto sentido lo está. como protector absoluto depende de la
En este caso, el psicoanálisis no tiene ni dispersión y de la situación de depresión
mucho menos por objeto que esa persona de las masas. Habla de “los pueblos que en
aprenda a vivir tranquilamente como ca- épocas de mal humor pusilánime gustar
jero del banco, sino que pueda concebirlo de dejar que los voceadores más chillones
como un aparato de dominación, no ya ahoguen su miedo interior”8. Y Freud
como un fantasma privado que inspira estudia la configuración líder-masas como
horror y que le impide combatirlo. Se despojo en el líder de toda iniciativa y
trata de que pueda examinarlo, que entre proyección del superyó de cada uno en
al sindicato, que comprenda que el banco el líder como superyó colectivo9.
es un aspecto del capital financiero nece-

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sario en el sistema, que el problema no se La conceptualización freudiana no pue-
resuelve porque lo pongan por ejemplo a de más que ayudar al análisis de ciertos
repartir los cheques. problemas políticos de los grupos y
sobre todo, de las ideologías. El psicoa-
No faltan en Norteamérica “psicoana- nálisis creó la posibilidad de estudiar el
listas” que les enseñan a los trabajadores texto mismo de la ideología y no sólo
que ellos lo que tienen con el patrón es su función social. El problema para el
un complejo de Edipo y que el problema psicoanálisis no está solamente en saber
es con el papá y no con el patrón. ¡Pero que la religión tiene una función social
uno no puede descalificar una doctrina porque objetivamente apoya los intereses
por las formas como se tergiverse! Lo de las clases dominantes, sino que está en
mismo puede decirse con relación al la posibilidad de leer el texto mismo de
marxismo. la religión. Y esa posibilidad es nueva. El
151
marxismo no ha explorado todos los cam- zación desde la infancia. El hombre es
pos. Refiriéndose a Feuerbach apuntaba siempre social, esté en el baño o en una
Marx que si bien es cierto que la sagrada manifestación pública. Pero tanto en el
familia es un reflejo celestial de la familia psicoanálisis como en el marxismo se
humana, lo importante es saber para qué corre el peligro de reducir lo complejo a lo
la familia humana necesita un reflejo simple, de tratar de explicar por ejemplo
celestial10. Me parece que Freud es una la obra de un artista por su condición de
respuesta al interrogante de Marx. clase. Sartre dijo una vez: “Ciertamente
Valery es un pequeño -burgués; pero no
ALT.- ¿Qué experiencia han tenido Uds. todo pequeño- burgués es Valery”11.
con esta integración del psicoanálisis al
trabajo político? ALT.- Para finalizar, y en el terreno de la
aplicación, el psicoanálisis seguramente
EZ.- Intentamos emplear la posibilidad arrojaría luz sobre el “modo de ser” de la iz-
de interpretación que da el análisis de quierda colombiana. ¿Podría Ud. intentar
los grupos, a los problemas del trabajo una aproximación en este sentido?
colectivo. En esos trabajos se estudian
fenómenos inconscientes del grupo y las EZ.- Sería impertinente y prematuro una
experiencias son muy diferentes según las reflexión psicoanalítica sobre el tema,
estructuras psíquicas y las formaciones pero creo que puedo aportar algunas
caracterológicas de los participantes en ideas. Freud habló del “narcisismo de las
los grupos. Estos fenómenos explican pequeñas diferencias”. Quería decir que
muchas de las tensiones que se presen- cuando uno quiere ingresar a un todo, a
tan en los grupos de trabajo y, una vez un conjunto en donde quiere encontrar
identificadas, han permitido realizar más una identidad para su yo, trata de formu-
eficazmente el trabajo político. lar ese conjunto como una frontera que
lo protege, y produce un maniqueísmo
Pero está también el aspecto teórico. El que descalifica a priori lo exterior y mag-
psicoanálisis rompe la concepción sub- nifica lo interior. Esa frontera de grupo
jetivista burguesa radicalmente, porque se protege por medio de una jerga, de
considera al sujeto como constituido por consignas que sirvan como contraseñas
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sus dramas y por su historia. y de un lenguaje en el cual las palabras se


emplean más para decir “yo soy de éstos”
ALT.- Sin embargo, en el terreno de la te- que para explicar alguna cosa12.
rapéutica, parecería que el psicoanálisis se
opone al marxismo, como la investigación Así se construye esta frontera, que está
individual podría oponerse a la investiga- más amenazada por el que se parece que
ción social… por el que es completamente ajeno, por-
que éste no amenaza disolver la frontera
EZ.- Psicología individual propiamente protectora. Gran parte de los esfuerzos,
dicha, no hay, porque el hombre es un de los ataques, de los análisis, se dedican
ser social. El problema es investigar cómo a precisar que no somos de los mismos. Y,
es y cómo se ha desarrollado su sociali- por lo tanto, a atacarse entre sí, en formas
152


que van desde el ridículo hasta la impug- problemas que es necesario resolver, peligros
que tiene que ser previstos y superados. Ahora
nación terrible. Eso ha ocurrido muchas
no es necesario aturdirse de fútbol y de alcohol,
veces en la historia, como forma de fun- porque el pensamiento se ha vuelto interesante
cionamiento de los grupos. También se y útil, y ha dejado de ser un simple incremento
masacraban mutuamente protestantes y del dolor de nuestras vidas que sólo le agrega
la conciencia de su insensatez. /De pronto nos
católicos, aunque unos y otros respetaran
encontramos en un espacio y en un tiempo
a Aristóteles, el filósofo pagano. nuevo. Ya no es el espacio restringido barrio-
bus-fábrica, sino el espacio social de todos los
Notas centros en que se combate, se prepara o se apoya
el combate. El tiempo ya no es el breve ciclo de
las semanas separadas por el pequeño hueco del
1. Esta entrevista fue concedida por el profesor
domingo, es el tiempo de un proceso histórico,
Zuleta a la revista Alternativa, el principal órgano
el tiempo de la lucha que continúa anteriores
periodístico de la izquierda en los años setenta,
victorias y derrotas y prepara y anuncia las
aproximadamente entre los meses de mayo y
batallas del futuro. Hemos descubierto que
junio de 1976. El equipo periodístico estaba con-
la lucha no es un episodio, sino el centro y el
formado por los periodistas Antonio Caballero
sentido de nuestras vidas y que nunca podremos
y Enrique Santos Calderón. La motivación de la
aceptar la paz, sino como una tregua mientras
entrevista era el hecho de que alrededor de Zuleta
nos recuperamos, como un episodio en nuestra
se había conformado el grupo político Ruptura,
que alcanzó a publicar tres periódicos antes de lucha. Se hicieron posibles al fin, dolores y sa-
su disolución. Una característica sobresaliente crificios nuevos, más intensos que el embotado
de este grupo era el buen nivel intelectual de sus y agobiante sufrimiento diario: sabemos por
producciones en contraste con lo que producía la qué los aceptamos, sabemos para qué sirven.
izquierda en Colombia en ese momento. El grupo /Conocemos el riesgo y no tenemos garantías
Ruptura no se definía en ninguna de las líneas previas de éxito. Y ciertamente aquel que no
clásicas de la izquierda del momento (maoísmo, emprende la lucha no sufrirá jamás la derrota
trotskismo, estalinismo, PCs, etc.) y era distinto a de una fuerza adversaria, porque ha hecho de la
otro grupo con el mismo nombre, vinculado a la derrota la substancia misma de su vida y porque
línea ML. También era muy llamativo el hecho de la fuerza adversaria ya está instalada en él. /La
que se intentara integrar el psicoanálisis al trabajo rabia corrosiva que una larga frustración ha
revolucionario, como el lector puede compro- acumulado en nosotros ya no se dirige contra
barlo al leer el texto de la entrevista. (N. del E.). nosotros mismos, nuestras esposas y nuestros
compañeros; ha encontrado el blanco hacia el
2. 3 2 En el No. 3 de Ruptura llamado Las
que debe apuntar: el régimen de explotación. Es
luchas de los trabajadores aparece un texto de
una rabia sana y franca y no la fuerza maligna
Zuleta, sin nombre de autor como todo lo que
que minaba nuestro ser. Es elemento necesario
se publicaba allí, que reproducimos aquí para

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de nuestro amor hacia aquellos para los cuales
que el lector se forme una idea de la concepción
tratamos de crear un mundo nuevo. Y nuestro
de la actividad política que inspiraba la labor del
afecto ya no está solamente hecho de compa-
grupo. ¡VIVA LA HUELGA! “¡Estalló la huelga! Se
sión, protección, consuelo, sino de aliento,
rompió la cadena de los días y las semanas innu-
solidaridad, ayuda en el combate. Ya no nos
merables de trabajo. De un trabajo sin sentido,
amaremos como vencidos crónicos, sino como
que recomienza una y otra vez y no conduce a
compañeros de una inmensa y riesgosa empresa
ninguna parte, que no termina sino cuando nos
llena de esperanza. Y si al final no conseguimos
termina, nos ha hecho inútiles y, en el mejor de
gran cosa como conquistas laborales, al menos
los casos, nos jubila. Se rompió la rutina de una
conseguimos lo esencial: descubrimos que la
amarga resignación y ahora puede brotar libre-
vida puede tener un sentido y que ese sentido
mente una renovadora, una santa indignación.
es la lucha”. (N. del E.).
Y de la dispersión mecánica de nuestras vidas,
en los dormitorios y en los puestos de trabajo, 3. La “tranquilidad” por lo sucedido en las pa-
surge la comunidad, la asamblea que delibera, sadas elecciones se refiere al hecho de que en
grita, teme y calcula. /Y felizmente, aparecen las elecciones de abril de 1976, a pesar de una
por todas partes tareas que hay que realizar, altísima tasa de abstención del 71%, la Alianza

153
Nacional Popular, ANAPO, que había logrado un 6. Al respecto se puede consultar ROBERT, Marthe,
éxito contundente en 1970 cuando su candidato La Revolución psicoanalítica, FCE. México,
Gustavo Rojas Pinilla estuvo a punto de obtener 1966. (N. del E.).
el poder, y que seguía con algún arraigo en las
7. La cita completa es la siguiente: “La tradición
elecciones de 1972 y 1974, se hunde definitiva-
de todas las generaciones muertas oprime
mente en este momento, obteniendo menos del
como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y
4% de los votos, muy por debajo incluso de los
cuando éstos aparentan dedicarse precisamente
sectores de izquierda, que nunca habían logrado
a transformarse y a transformar las cosas, a
una votación significativa. Los votos que no se
depositaron por la ANAPO no incrementaron los crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis
votos de la izquierda, que mantuvo su misma revolucionaria es precisamente cuando conjuran
votación tradicional (N. del E.). temerosos los espíritus del pasado, toman pres-
tados sus nombres, sus consignas de guerra, su
4. En el número 3 de Ruptura, ya citado, aparece
ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable
un texto de Zuleta relacionado con los resul-
y este lenguaje prestado, representar la nueva
tados de las elecciones de 1976, con el título
escena de la historia universal”. MARX, Karl, El
Resumen de Mitaca, sin nombre de autor como
dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, Editorial
ya se ha explicado, que dice así: “..A pesar de los
Progreso, Moscú, pag. 9. (N. del E.).
pitos, los gritos y los colorines, el espectáculo era
triste como un circo en quiebra. Las promesas y 8. La cita completa es la siguiente: “El 2 de
las soluciones se entremezclaban confusamente diciembre -día del golpe de Estado de Luis
y los correspondientes nombres y retratos Bonaparte- cayó sobre ellos como un rayo en
providenciales, desconocidos unos y otros, cielo sereno, y los pueblos, que en épocas de
demasiado conocidos, repetidos, inevitables. mal humor pusilánime gustan de dejar que los
Y, naturalmente, todo nuevo: nuevo rumbo, voceadores más chillones ahoguen su miedo
nueva frontera, nueva izquierda, el cambio, el interior, se habrán convencido quizás de que
gran impulso, en una palabra, lo de siempre. / han pasado ya los tiempos en que el graznido
Lo único que manifestó cierta vitalidad en este de los gansos podía salvar al Capitolio”. MARX,
debate fue el cadáver del Presidente Ospina. Lo Karl, Opus cit, pag. 14. (N. del E.).
demás estuvo moribundo: la gloriosa campaña
9. “Las consideraciones que anteceden nos per-
del Dr. Lleras y su grupo de los nuevos, Echan-
miten, de todos modos, establecer la fórmula
dia, Barco, Morales Benítez, etc., (ingratas, e
ingratos, hacerlo eso a un amigo), las heroicas de la constitución libidinosa de una masa, por
maniobras de Alí Babá y sus noventa caciques lo menos de aquella que hasta ahora venimos
y… la izquierda ¡Que negocio el de la izquierda! examinando, o sea de la masa que posee un
Dedicar tantos esfuerzos y tantos millones de caudillo y no ha adquirido aún, por una “orga-
pesos a conseguir esos votos. El esfuerzo y el nización” demasiado perfecta, las cualidades de
dinero con que se habría podido prestar una un individuo. Tal masa primaria es una reunión
gran solidaridad a los trabajadores en lucha, de individuos que han reemplazado su ideal del
comprar mimeógrafos, por si acaso, financiar la “yo” por un mismo objeto, a consecuencia de lo cual
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dedicación a la política de los mejores militantes se ha establecido entre ellos una general y recíproca
y de los obreros revolucionarios expulsados de identificación del “yo”. FREUD, Sigmund, La Psi-
las fábricas, formar miles de grupos de trabajo y cología de las masas y análisis del yo, en Editorial
de estudio, y todo por un puñado de concejales. Biblioteca Nueva, Tomo III, Madrid, 1973, pag.
Hay que reconocer que la campaña del Bloque 2592. (N. del E.).
Socialista fue poco electorera, en este sentido,
10. Ver Cuarta Tesis sobre Feuerbach. (N. el E.).
sus resultados son poco alentadores. /En cuanto
a la gran coyuntura histórica consistente en 11. SARTRE, Jean-Paul, Problemas de Método, en
capturar los votos de María Eugenia y los des- Crítica de la Razón Dialéctica, Editorial Losada,
engañados de López, resultó que no era tal, se Buenos Aires, 1963, pag. 53 (N. del E.).
escaparon los muy pillos!”. (N. del E.). 12. El concepto de “narcisismo de las pequeñas
5. Se refiere al Gobierno de Alfonso López Mi- diferencias” aparece en tres textos de Freud: El
chelsen (1974-1978), que en el momento de Tabú de la virginidad, Psicología de las masas y
la entrevista estaba completando su segundo análisis del yo y Malestar en la Cultura (Parte
año. (N. del E.). V). (N. del E.).

154


Sobre la novedad del pensamiento Marxista*


Ramón Pérez Mantilla

Entrevista a Estanislao Zuleta

Pérez M.- ¿Cuál sería la novedad del consuma en el marxismo o llegara a su


marxismo? ¿Cómo se explicaría que culminación en el marxismo o si habría
una teoría como el marxismo, que lleva una ruptura de alguna manera con ésa,
siglo y medio prácticamente capeando una reinterpretación. Y si esa teoría, como

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en la discusión filosófica y teórica, se el mismo liberalismo, ha llegado a ser
haya constituído, sin embargo, en algo contradictoria con la prédica, por lo tan-
contrario a lo que pretendía afirmar, es to, hay que dudar de una teoría que por
decir, en lugar de una ideología de la libe- un tiempo muy largo se ha convertido en
ración se ha convertido en una ideología lo contrario de lo que afirma. Esos serían
que ha concluido en los países llamados los puntos que estarían en discusión.
socialistas, a dominar más a esos obreros
a nombre de su dictadura? Quisiéramos E. Zuleta - Yo quisiera responder a esa
hoy discutir estos dos puntos: si la ideo- pregunta de una manera más o menos
logía liberal que habíamos planteado se ordenada. El primer punto que quisiera

* Tomado de la revista Nueva crítica año 1 N° 2, marzo / mayo 1983.

155
responder es éste. Hay evidentemente Idea que desde el punto de vista filosófico,
una crisis del marxismo, pero debemos que tanto interesa a Ramón, es aberrante,
saber una cosa: muchos de los ejecutantes porque es formular igualdades sobre la
de esa crisis, de los que han mostrado la base de liquidar las diferencias. Y cuando
falla del marxismo, han actuado de una quieren liquidarse las diferencias, puede
manera muy parecida al stalinismo, por construirse cualquier igualdad. Lo que
ejemplo, han concebido que es la teoría han hecho es de un simplismo inmenso
de Marx la que da lugar a los campos de desde el punto de vista filosófico; si se
concentración. Más o menos como los liquidan las diferencias y los efectos de
stalinistas pensaban que era el pensamien- los procesos históricos, si se hace una
to de Nietzche lo que daba lugar a los teoría puramente idealista de la historia
campos de concentración nazis, es decir, son los pensamientos los que dirigen los
con el mismo idealismo, adjudicándole procesos y no hay mas remedio que llegar
a un pensador la responsabilidad de un a la conclusión de que Marx es igual a
proceso histórico. En ese punto creo que Hitler. A eso han llegado por un proce-
debemos hacer una primera clarificación. dimiento filosófico aberrante. Cualquier
No es cierto que Nietzche sea responsable principiante de filosofía sabe que eso no
de la masacre de los judíos, de los soviéti- se puede hacer. Sin embargo, una teoría
cos, que sea responsable de Hitler. Tam- como el marxismo si está en cuestión,
poco es cierto que Marx sea el responsable cuando la historia produce determinados
de los campos de concentración soviéticos procesos y determinados efectos que esa
o de la psiquiatría represora. Esa es una teoría parecía descartar; hay un problema
visión muy idealista de la historia, alguien en la teoría misma y en eso estoy de acuer-
que pensó algo, entonces todo lo que se do con Ramón que reclama, me parece,
produce después, se produce por lo que de una forma muy vigorosa, que no se
pensó ese señor. Tampoco es cierto que los debería disculpar a una teoría porque no
evangelios cristianos sean la causa de la in- ha salido bien en la historia y menos el
quisición. El procedimiento por el cual se marxismo, sino que habría que revisar la
ha tratado de liquidar el marxismo es un teoría misma y saber por qué no ha salido
procedimiento que debemos denunciar bien en la historia.
inmediatamente. Yo lo denominaría la
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indiferencia ante las diferencias. Cuando En el marxismo hay algunos errores teó-
uno se coloca en esa posición, indiferente ricos que debemos tener en cuenta:
ante las diferencias, puede formular cual-
quier ecuación: si Marx es igual a Lenin, En primer lugar, desde El Manifiesto Co-
si Lenin es igual a Stalin, si Stalin es igual munista hasta la última frase del primer
a campos de concentración, si campos de tomo de El Capital, y luego en muchos
concentración rusos son iguales a campos otros textos, hay evidentemente en Marx
de concentración nazis y si campos de una idealización del proletariado. El
concentración nazis son igual a Hitler, proletariado está designado en El Capital
entonces, Marx es igual a Hitler, y Marx como el sepulturero de la sociedad bur-
y Hitler son la misma cosa. Idea en la que guesa. En las obras de Juventud incluso
se basan los llamados nuevos filósofos. está designado como el gran filósofo. Uno
156


nunca sabe de qué se trata, si del proleta-


riado como gente real, es decir, aquellas
personas que por carecer de medios de
producción venden su fuerza de trabajo
por un salario o si se trata de una idea
hegeliana del proletariado.

El marxismo nunca decidió entre las dos


cosas: el marxismo se da el aire de no ser
empirista de una manera bastante peli-
grosa, por ejemplo, el proletariado polaco
no lo constituyen los obreros polacos,
sino alguien que representa lo que a ellos
interesa, sin que ellos lo sepan y sin que
ellos quieran, como el Estado polaco o el
Partido polaco. Ese es un antiempirismo
supremamente peligroso, que permite
trabajar con una idea de la esencia y la
existencia, para decirlo en términos que
le gusten a Ramón. Por ejemplo, cuál es la
esencia de la guerra chino-vietnamita? La
lucha de clases! El proletariado vietnamita
está defendiendo la revolución mundial
contra una dirección china aliada con el
imperialismo que es burguesa; del otro
lado se dice exactamente lo mismo, el
proletariado chino representado en su existencia le da al marxismo la posibilidad
Partido, está defendiéndose contra la de convertirse en una auténtica sofística
agresión de la burguesía soviética y sus moderna. Eso es precisamente, una sofís-
lacayos vietnamitas; entonces, pase lo que tica en el sentido mas puro del término.

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pase, interpretamos siempre del mismo Todo se puede así demostrar, defender o
modo, porque una cosa es la esencia y combatir, por medio de una separación
otra la existencia. abrupta de la esencia y la existencia.

Una cosa es la existencia del proletariado En el marxismo, y cuando yo hablo


polaco, otra cosa es la esencia del proleta- del marxismo generalmente me refiero
riado. La esencia del proletariado la tienen al marxismo de Marx, había una idea
en la cabeza los gobernantes y los miem- del proletariado que probablemente es
bros del Partido polaco; la existencia del idealizada: el proletariado como gran
proletariado es una serie de gentes que filósofo, como sujeto de la historia,
pueden ser sencillamente anti-proletarias, como liberador de la humanidad, como
aunque se trate de todos los obreros o de clase revolucionaria hasta el fin. Pero el
casi todos. Esa oposición de la esencia y la proletariado estaba designado al mismo
157
tiempo, por decir así, en términos de
abstracción concreta: Proletarios son
aquellos que venden su fuerza de trabajo
por un salario porque carecen de medios
de producción. Pero ese es un existente
efectivo, no es ningún sujeto de la histo-
ria. Sujetos de la historia no hay, no hay
más que objetos de la historia, efectos,
productos de la historia. El proletariado
efectivo no ha resultado ser, ni mucho
menos, ningún sujeto de la historia. En
los países que tienen el proletariado más
numeroso como Inglaterra, Alemania,
Estados Unidos, ese proletariado no es
cierto que sea un agente del cambio efec-
tivo, un agente revolucionario, aunque en
última instancia sus intereses sólo podrían
ser satisfechos en una transformación
global de la sociedad. Eso es cierto para
ellos y para todas las otras clases.

El problema que yo quisiera plantearles es


entonces éste: la revolución es el interés
de todas las clases, de todos los grupos
sociales, cualquiera que sea su situación.
El proletariado no tiene un privilegio
absoluto por el hecho de la explotación te al nuestro apoyándonos en el hecho
en términos cuantitativos, la explotación de que lo necesita todo el mundo: las
en el sentido directo marxista -que el mujeres por su situación, en su búsqueda
valor que aportan al producto es supe- feminista, los burgueses que están tan
rior al valor que representa su fuerza de alienados como los obreros mismos, con
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trabajo, lo que llamamos plusvalía-. No la diferencia decía Marx, de que viven su


por eso, el proletariado es el interesado alienación como un privilegio en lugar
absoluto en la transformación del modo de vivirla como un despojo, pero están
de producción capitalista y del modo de alienados de sus posibilidades.
vida capitalista, son todos, incluidos los
capitalistas. La formulación del joven Quiero recordarles una cuestión de Marx,
Marx en los manuscritos del 44, de que me parece que debe tener un vigor
que “la revolución liberaría tanto a los en el pensamiento actual. Marx hacía
explotados como a los explotadores”, es una distinción entre la riqueza abstracta
la fórmula que nosotros efectivamente y la riqueza concreta. El llamaba riqueza
debemos generalizar. Debemos luchar abstracta lo que por medio del poder, es
por un mundo cualitativamente diferen- decir del dinero, podemos adquirir. Des-
158


de luego que un sordo muy rico puede lo tanto es una agresión general contra
comprarse las obras completas de Mozart todas las clases sociales. Nosotros nos
y aún no es necesario que sea sordo, es hemos acostumbrado en cambio a ver a
suficiente que no sea sensible a la música; los burgueses como privilegiados y a los
de la misma manera un individuo que explotados con una cierta mirada com-
no tiene ninguna relación con la pintu- pasiva, cristiana, como a los despojados.
ra, puede comprar las mejores obras de La verdadera idea marxista debe volver a
pintura, o un individuo que es incapaz ponerse en primer plano: los despojados de
de dejarse enseñar por una experiencia la riqueza concreta, son todos. En cuanto
de otras culturas, puede hacer un viaje a a la riqueza abstracta hay unos que son
través del mundo. Eso lo llamaba Marx desgraciadamente reducidos a la miseria,
riqueza abstracta. En cambio riqueza al hambre y al desempleo y otros, inflados
concreta es aquella en la cual alguien está en el sentido de que pueden acudir a las
a la altura de lo que pueda hacer, que lo joyerías y comprar algo, pero el conjunto
puede enriquecer y que tiene un consumo de la civilización capitalista es empobre-
productivo. Un consumo del algo que cedora del hombre en general, del artista,
puede ser un paisaje de la naturaleza, o un del pensador, de todo lo que en el hombre
libro, etc. Un idiota puede tener la mejor pueda ser un posible de realización. Es
biblioteca del mundo, la más rica, o un muy importante plantear ese problema.
paisaje o una muchacha o cualquier cosa, Pero nosotros nos hemos dedicado du-
a cuya altura precisamente él no está, sino rante mucho tiempo a reducir el asunto a
que hay un medio entre los dos que es intereses de clase en el sentido económico
comprar, no al elevarse, no al ponerse a y a una disputa, digámoslo francamente,
la altura, sino comprar. Indudablemente mezquina, es más lo que aportan al valor
hay norteamericanos tan ricos que po- de un producto, que lo que reciben en
drían comprar gran parte de la obra de salario y a creer que la plusvalía es la clave
Picasso, sin tener nada que ver con eso, de la lucha contra el capitalismo. Esa no
ni con su dramática, ni con el juego de es la clave de la lucha contra el capitalis-
vivencias que hay en Picasso, ni con la mo, tenemos que abrir la lucha contra el
manera como trató de superar su depre- capitalismo en el sentido de la lucha contra

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sión que se llamaba época azul y rosa por todos sus efectos, en todos los ámbitos de
medio del cubismo, ni de nada, no tiene la existencia, en todas las clases y formar
nada que ver con Picasso, pero lo puede la idea de que la superación de la signifi-
comprar todo y puede comprar una gran cación capitalista debe ser obra de todas
parte. Eso es riqueza abstracta. Marx era las clases, de todos los grupos y que no es
un predicador de la riqueza, de la riqueza la obra de la clase obrera porque tienen
concreta, del consumo productivo, de la un privilegio especial, el de ser explotada.
lectura que es al mismo tiempo escritura.
Debemos no solamente leer los textos de
La visión de Marx pone en cuestión el Marx o de Lenin, sino también leer un
capitalismo, como desarrollo generalizado poco en la historia. En realidad no es ver-
de la riqueza abstracta y empobrecimien- dad que el proletariado sea necesariamente
to absoluto de la riqueza concreta y por la vanguardia y la clase revolucionaria. El
159
proletariado tiene intereses en la revolu- está en manos de campesinos, no de
ción. Pero lo que yo quiero afirmar es que burgueses, en manos de campesinos que
además del proletariado los tiene todo el obedecen la ley burguesa o de bachilleres
mundo. Y hay además otro problema: o de lo que sea. Pero el ejército tiene un
el proletariado en los países capitalistas gran poder, un poder digamos, determi-
desarrollados, el proletariado industrial, nante: puede dar golpe de estado, puede
el proletariado en el sentido de Marx, hacer tal cosa, puede hacer tal otra, no se
productor de plusvalía, será una parte le puede decir que no porque lo torturan
cada vez menor de la sociedad, no cada a uno, etc., y sin embargo, el poder del
vez mayor, sino cada vez menor. Ahí hay ejército es el poder de la ideología que
otro error de cálculo. El hecho mismo de domina al ejército. Así mismo creo yo
que se cumpla la ley que Marx planteaba, que el proletariado es un gran ejército en
el incremento de la composición orgánica el sentido de que tienen poder, podrían
del capital conlleva que el proletariado negarse a trabajar, pero el poder de ese
propiamente dicho, productor de plus-
ejército es el poder de la ideología que lo
valía, será una parte cada vez menor de la
domina. En ese sentido quiero decirles
sociedad y no cada vez mayor. Tenemos
que me voy a volver, por un momento,
que replantear la idea misma de la revolu-
ción, la revolución es para todos, debemos
contar con todos, con los pensadores, con
las mujeres, con los artistas, con todos los
que aspiran a que su vida tenga un sentido
y por lo tanto son enemigos de la forma
capitalista del sistema.

Pérez M. - Ahora, si no es así, es grave.

E. Zuleta - Es grave, muy grave. Pero yo


quiero insistir en un punto.

Es verdad una cosa: el proletariado parece


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tener un gran poder, por el hecho de que


podría paralizar el sistema, cosa que no
podrían hacer los pintores o las feminis-
tas, por ejemplo, cualquiera que fueran
sus opiniones y su radicalismo, en cambio
un proletariado radicalizado podría para-
lizar el sistema. Yo me voy a volver ahora
un poco idealista, me perdonan ustedes
que son materialistas, pero cuando ha-
blamos de poder yo no creo que el poder
proceda del fusil, como decía el camarada
Mao Tse-Tung. El fusil generalmente
160


idealista: si la gran ruptura contra el a la vida para cualquier grupo, un sentido


mundo capitalista, contra el modo de a la vida y por lo tanto un sentido a la
producción capitalista no se produce, el muerte, la sociedad capitalista produce y
poder del proletariado es nulo, como es genera en todos los grupos sociales y en
nulo el poder de los militares mientras todas las esferas la depresión. Las formas
obedezcan al oficial que a su turno obe- de combate contra la depresión son peo-
dezca al capitán. Es nulo absolutamente res que la depresión misma. Por ejemplo,
nulo, tienen un gran poder pero es un el entusiasmo insensato del hombre que
poder nulo, es un poder que incluso se ya no tiene nada por qué luchar, se vuelve
va contra ellos mismos. Así mismo me partidario del América, del Cali o del
parece que le pasa al proletariado, es un Millonarios, una causa completamente
poder sin el cual no podemos poner en imaginaria una causa a la que él no puede
cuestión la existencia capitalista. Yo no aportar nada con sus esfuerzos y que por
soy tan idealista, como para creer que lo tanto, no lo pone en cuestión. Porque
vamos a derrumbar el capitalismo por el entusiasmo militante por una causa
medio de un argumento, demostrándoles real lo pone uno en cuestión y le produce
a los capitalistas que les iría mejor en otra angustia. ¿Quién soy yo ante esta tarea?
forma de vida, aunque es cierto, pero no Pero eso no es ninguna tarea, si ganó un
se lo vamos a decir nunca. ciclista u otro, eso no es ninguna tarea.
El capitalismo multiplica al tiempo las
Pérez M. - Eso no cambia nada. dos cosas, la depresión y el entusiasmo
vacío. Además si el América gana o gana
E. Zuleta - No cambia nada, en realidad el Cali a mí no me pasa nada, en cambio
en ese sentido tienen ustedes razón. El si pierde la causa en la que yo me he
proletariado no es la clase revolucionaria comprometido para mí es gravísimo y si
hasta el fin, no es el sujeto de la historia, gana puede transformarse mi vida. Pero
pero es el poder, el poder por lo menos el entusiasmo vacío es lo que el capita-
negativo, el poder de paralizar. lismo está produciendo de la manera
más loca en la juventud. Tómenlo como
Pérez M. - Pero eso que tú estás diciendo quieran, la lucha contra la depresión se

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en el fondo no está en Marx. Al hacer esa puede llamar marihuana, alcohol, fútbol,
exigencia de que ese proletariado, que nacionalismo, incluso trabajo. La defensa
son las armas de la revolución, se vuelva es obsesiva, de estar, de ganarle al otro,
la cabeza de la revolución tomando con- competitividad. Pero es el entusiasmo
ciencia, es decir, liberándose como tú vacío lo que está dominándonos como
bien sabes, de la ideología de sus amos, una forma de lucha contra la depresión
entonces queda la vaina de que se meten fundamental que genera el modo de vida
a la fuerza en esa materialidad, pero una capitalista. Eso lo debemos tener muy
fuerza material con una ideología que es claro. Por qué el proletariado colombiano
la revolucionaria. lee las páginas rojas donde hay crímenes y
las páginas de fútbol de los periódicos? No
E. Zuleta - En esta sociedad es extraordi- lee nada más, no necesitamos encuestas,
nariamente difícil encontrarle un sentido eso lo sabemos todos.
161
arte. El marxismo es un elemento esencial
de la lucha contra el capitalismo, pero no
es más que un elemento y el marxismo no
cerró con su dogmatismo y con su teoría
de la infraestructura y de las luchas de
clases a todo lo que se ha creado contra
el capitalismo. Tenemos que hacer una
inmensa revisión, por ejemplo archivar
con perdón de sus bellos libros sobre
“Historia y Conciencia de Clases” al
camarada Lukás. El camarada Luckás se
mantuvo dentro de unos puntos que ver-
daderamente son una tragedia stanilista,
como el oponerse a Kafka a nombre de
Thomas Mann. Es una tragedia stanilista,
no importa quién sea el artista, el arte en
sí es anticapitalista. No importa tampoco
qué piense el artista, esa era la idea de
Marx, quien decía que había aprendido
más en Balzac que en todos los econo-
mistas e historiadores franceses juntos.
Y él sabía por el prólogo que Balzac era
godo, monarquista partidario de la iglesia
católica.

Pérez M. - ¿Y la comercialización del


Pongámosle bolas a este punto, a este
arte?
problema: el ataque que debemos hacerle
al capitalismo es un ataque global que lo
E. Zuleta - El capitalismo es anti-
debemos hacer con todas las armas que
artístico, eso lo dijo Marx alguna vez,
poseemos, con el psicoanálisis, con la que el capitalismo era hostil al arte, pero
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lingüística, etc. Algunos norteamericanos también el arte es hostil al capitalismo.


han dicho que el problema más grave de Todo lo que podamos movilizar contra el
norteamérica es que la sociedad nortea- capitalismo como conjunto es lo que po-
mericana es asimbólica, es decir, que solo drá darle a la clase obrera una base dentro
tiene en cuenta lo denotativo y no lo que de la cual su lucha contra el capitalismo
connota y lo que podría significar algo no sea una lucha simplemente capitalista,
simbólicamente, sino lo que denota: me integrada, una lucha de mas consumo y
van a pagar tanto, y yo voy a ir a tal parte demás, y llenar la casa de gatos de loza y
y a tal hora. Qué es una sociedad asim- conseguir televisor a colores, sino la lucha
bólica, es decir que la lingüística misma por una civilización cualitativamente
se levanta contra el capitalismo, como se nueva. Es una lucha global, en esa lucha
levanta el psicoanálisis, como se levanta el no hay un sujeto particular, es el recono-
162


cimiento progresivo que pueden hacer las construir una gran idea anticapitalista,
mujeres en una época primero o bueno, una gran cultura anticapitalista para que
los emigrantes, o los negros, los artistas el poder obrero que sí es un poder real sea
o lo que sean, eso no importa. No es que anticapitalista. Hoy en día por ejemplo,
yo le quiera cambiar el sujeto a la historia. no creo que la burguesía italiana tuviera el
chance de poner a los soldados italianos a
Pérez M. - Sino que no hay sujeto de la disparar contra sus obreros. Ya no, hubo
historia... una manifestación de diez mil soldados en
Milán contra la burguesía y con consignas
E. Zuleta - Exacto, no hay sujeto de la de izquierda, ya eso no lo pueden hacer.
historia, todo el mundo está interesado El capitalismo se va a derrumbar por la
aunque no lo sepa, la clase obrera en gran capacidad de destrucción de las posibi-
parte, no lo sabe, y la burguesía en gran lidades del ser humano y por la defensa
parte no lo sabe, todo el mundo está inte- que vamos a hacer en todos los ámbitos,
resado en la construcción de una sociedad obreros o no, de las posibilidades del ser
que no sea capitalista, de una sociedad en humano.
la que economía no está autonomizada,
en la cual se puede decidir qué quieren Esa es la idea. Hay un mecanicismo que
ustedes, más cosas o más tiempo, más debemos rechazar, no es la conciencia la
tiempo para divagar, pasear, amar o más que determina la existencia, es la existen-
cosas. El capitalismo no deja discutir eso, cia social la que determina la concien-
el capitalismo no puede realmente movi- cia… muy bien, pero preguntémonos,
lizarse sino sobre su ley: la acumulación, ¿cómo así, la existencia social? ¿Es decir,
la acumulación, la acumulación. el hecho de ser proletario determina que
uno tenga una conciencia socialista? No
Ustedes dicen: está el problema ecológi- es cierto, empíricamente no es cierto; que
co, pero la ecología es anticapitalista en la existencia social la consideremos como
su esencia máxima, es decir, la ecología historia general sí, darle un sentido más
pone en cuestión la propiedad privada. Yo vasto sí, desde luego, las ideas no surgen
en mi fábrica produzco tal cosa y como de la nada, ni de una llamita interior que

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tiene menos costo para mí echar al río los tenga nadie en la cabeza que se llame
deshechos, a mí no me importa que se sujeto o cosas por el estilo. Desde luego
mueran de hambre todos los pescadores de las crisis sociales en su conjunto sí,
del Cauca. Esa es una visión a nivel ca- pero de la situación real de los individuos
pitalista, ¿qué es lo que la ecología puede no surgió la conciencia adecuada a esa
defender sin combatir al capitalismo? La situación. Olvidemos toda idea de que la
ecología es un combate contra el capitalis- conciencia es reflejo de la realidad, olvidé-
mo, pero también el feminismo y el arte monos de eso, con perdón del camarada
son un combate contra el capitalismo, Lenín, que con muy buena voluntad en
y no hay que creer que sólo las huelgas unos pocos meses en el año 1908 escri-
obreras por más salarios son un combate bió Materialismo y Empiriocriticismo, un
contra el capitalismo, porque precisa- libro prekantiano, incluso creo que hasta
mente en sí mismas no lo son, deben presocrático.
163
Pérez M. - Estanislao, hay una discusión capacidad cualitativa de enfrentarse como
que empezamos que es muy importante una alternativa a la clase que domina a
reiterar de todas maneras. La crítica través de ese aparato, el Estado. ¿Cómo
del economicismo, la idealización del concibes que aunque aparezca el sujeto
proletariado como puramente frente único, el sujeto histórico, el proletariado
económico que lucha en el terreno de la que no es el sujeto puro, sin embargo
plusvalía, no responde a lo que el mismo el proletariado sigue desempeñando un
capitalismo ha negado como sus enemi- papel que es ineludible, que es central?
gos. Es obvio que ni siquiera en ese plano Así como el marxismo no es una cosa
eso sería separar a los que luchan contra la más entre las otras herramientas que
explotación de todo lo que el capitalismo habría que aprovechar contra el capital
les ha dado como armas y como formas sino que tiene una jerarquía que es una
de unidad contra un enemigo común. teoría de la revolución mal que bien,
entonces el mismo proletariado no sería
Pero hay una cosa que sigue siendo simplemente otro más de los elementos
hábil: la lucha no es contra el capital componentes de esa lucha contra el
en abstracto, ni la lucha es contra los capital, sino que también tendría que
capitalistas tan poco ambiguos, la lucha ser el que incentive y desarrolle y pueda
es contra un poder centralizado en un capitalizar o por lo menos pueda centra-
Estado, la lucha es contra un poder, el lizar esa lucha. Porque sería muy difícil
poder político. Y si la lucha es política luchar contra un poder tan grande y tan
y es para destruir o construir es de todas organizado como es el Estado y como
maneras una lucha que es a muerte. Esa es la burguesía mundial y como es todo
lucha necesita tener mínimamente un eso que tú llamas el imperialismo, toda
poder alterno que unifique o que por esa forma unificada de dominación que
lo menos entronque todas esas luchas pueda existir, con sus contradicciones y
parciales que tú dices: los feministas, los todo, pero al fin y al cabo con un poder
sectores, todos los intelectuales, nosotros, central, cuando nosotros no tenemos
los que luchan en el arte, en la lingüís- nadie que nos dirija, cuando nosotros
tica, la ecología. Porque ese poder que no tenemos sino un mundo de sectores
se construya alterno, que yo estoy de que cada vez obviamente serán mayores
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acuerdo no se construye de un día para y cada vez serán más desencantados, pero
otro, ni en situaciones revolucionarias, ni no tenemos un sector que pudiera recoger
cuando llegue la insurrección, ni nada de siquiera eso que es de subsistencia de la
esas cosas, sino que se construye gradual humanidad que son o la destrucción o
y procesualmente, sin embargo requiere la barbarie o al socialismo o la salida al
para que eso no se difumine ni para que capitalismo.
esa lucha por el sentido de la vida no se
convierta en una salida anarquista o so- ¿Cómo ves tú esa relación? ¿O tú consi-
litaria o solipsista, o de pesimismo como deras que es realmente un problema de
el que nos invada, necesita por lo menos fuerzas que se van cualificando unas tras
que haya una fuerza que coordine, le de otras, o si se construye un poder en rela-
unidad a esa posibilidad y que tenga la ción a los que puedan centrar ese poder?
164


Yo no creo realmente que se pueda


sin los sentimientos modelos hacer un
gran combate contra el capitalismo, el
capitalismo es muy absorbente, es una
cosa terriblemente absorbente, tú luchas
contra él, y mientras tanto estás metido
en él a fondo.

Pérez M. - Tal vez para destruir el ca-


pitalismo no creo, pero sí para construir
una sociedad distinta, una sociedad que
no vaya a ser el socialismo actual, ¿no será
más bien por allí?

E.Zuleta - Bueno, hay una cosa, el le-


ninismo tiene un defecto inmenso: pone
el acento casi únicamente en la toma del
poder político y considera que la toma
del poder político es la clave de la cosa.
Pero hemos visto en la práctica, en la
práctica soviética, checa, polaca, china,
que la toma del poder no es el asunto; la
toma del poder puede darnos el lujo de
tomar medidas que parecen revoluciona-
rias, por ejemplo, la nacionalización de
los medios de producción, pero que no damental no está en que estén o no estén
resultan revolucionarias, sino que están en el poder. Yo me considero, para decirlo
apuntadas hacia una nueva forma de vida peyorativamente, un reformista. Es decir,
que incluso puede resultar lamentable: creo que la revolución vendrá progresiva-
convertir al Estado en gran patrón, el Es- mente cuando la sociedad no obedezca a

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tado Partido. Lo importante es saber esto: las leyes del capital, cuando la sociedad
¿qué inflinge la lógica del capital? Yo me las resista. Desde luego la resistencia más
mantengo todavía dentro de una estructu- fuerte podrá ser sin duda alguna, la resis-
ra de pensamiento básicamente marxista, tencia proletaria. Si nosotros nos negamos
yo sé que es necesario infligir la lógica del como dijeron los obreros italianos, a hacer
capital. Por ejemplo, no vamos a hacer automóviles para los hijos de papi, cual-
automóviles sino buses para el pueblo, quiera que sea el salario que nos paguen,
aunque al capital le interesen más los au- estamos infringiendo la lógica del capital,
tomóviles. Es una cosa que podría decir la porque el capital tendría más utilidades
clase obrera, y que no podríamos decir los con muchos automóviles que con buses.
intelectuales, ¿qué automóviles hacemos Pero los obreros se niegan a hacer esos
nosotros? En ese sentido la clase obrera automóviles, pero ya no se niegan en el
tendría la palabra, pero el problema fun- sentido de que aspiran a salario más o a
165
menos, o a un debate sobre la plusvalía, se un arte popular, un arte para las masas,
niegan a un sentido cualitativo de la vida a mí me parece que lo importante es que
social. Cuando los obreros de Alfa Romeo exista un pueblo artista. Ese es mi interés.
denunciaron el fútbol como un enemigo Hay otros intereses, el pensamiento, por
de la clase obrera, están en el camino de ejemplo, la ciencia tan desacreditada hoy
la revolución, de la revolución en la que con razón, sin embargo es un interés de la
yo pienso, de un cambio cualitativo de la humanidad. Kant, perdón, antes de meter
vida. Yo no estoy hablando en contra de la a Kant, quisiera hablar un momento de
clase obrera, yo creo que la manera como la ciencia. La ciencia en el capitalismo es
la pensamos los marxistas durante mucho un verdadero desastre. Está dominada
tiempo es errada, porque la pensamos en por la técnica y en realidad los científicos,
forma mecánica, que era necesario que con pocas excepciones, no son más que
la explotación produjera el reflejo en la esclavos de bata blanca.
conciencia de que estaban explotados y
pusieran en cuestión el sistema y eso ya sa- El primero que llegue, llámese Hitler, o
bemos que no es así. Ya llevamos muchos Stalin, o Rooselvelt o el que sea, se los
años, la Comuna de París hace tiempo lleva a su país y los pone a producir sus
que pasó el siglo, ya sabemos que eso no bombas y a manejar sus aparatos, porque
es así, que los obreros norteamericanos se ellos mismo no quieren nada. No son
pueden convertir en alcohólicos o se pue- más que seres sin filosofía, sin propósitos.
den convertir en televidentes que es peor Estoy completamente de acuerdo con
que alcohólicos, pero no se van a convertir Russell en su crisis de la ciencia europea
en revolucionarios espontáneamente. y sus crisis de la humanidad europea,
Parece que no hay una relación directa las ciencias en el renacimiento o en el
entre la situación vivida y la conciencia periodo cartesiano o galileano o como
de esta situación. Tenemos que plantear quieran, estaban pensadas como la bús-
un problema más grave: hay o no hay y queda de una humanidad más digna, de
eso ya es una discusión que quiero armar una vida más digna de ser vivida, de una
aquí con el camarada Ramón, ¿hay o no humanidad más consciente, ahora están
hay intereses reales, intereses esenciales de pensadas como una eficacia, una eficacia
la humanidad? Es una pregunta que me militar, una eficacia técnica, eficacia
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inquieta porque podríamos decir. No, solo industrial. Y los científicos son unos
hay intereses de clase, o sólo hay intereses verdaderos esclavos, pero la ciencia como
de grupo corporativos. ¿Hay o no hay tal algún día tiene que ser reivindicada
intereses esenciales de la humanidad? como un interés por la humanidad. Es
decir, la riqueza concreta. Yo sigo sobre el
Yo creo que sí, y en eso consiste mi so- punto de Marx, la riqueza concreta, que el
cialismo, en la defensa de los intereses individuo real se apropie de lo que la hu-
esenciales de la humanidad. Por ejemplo, manidad ha hecho, no de sus resultados
para mí, es un interés esencial de la huma- para mantenerlos, ni dominar a otros, la
nidad, el arte. No que todos puedan reci- ciencia no consiste en medir, manipular,
birlo, sino que todos puedan hacerlo. A ni transformar, la ciencia siempre consiste
mí no me interesa que por ejemplo, exista en pensar.
166
Textos de Zuleta


Kant y la democracia*

T
rataré de exponer las ideas de que tienen esos lazos. En Kant este tema
Kant acerca de los derechos hu- es muy lacónico y a la vez muy profundo.
manos y de la democracia basán- Cada página hay que meditarla para ver
dome en un texto muy denso y al mismo todo el discurso que hay realmente allí.
tiempo muy profundo, ¿Qué es la ilus- Es muy propio de Kant, un estilo muy
tración?, publicado en 1784. Este es un denso y lleno de consecuencias: como
tema muy frecuente en la filosofía y en la las ideas no son solamente ideas, convic-

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literatura. Platón -la salida de la caverna-, ciones intelectuales, sino que tienen una
en el Libro VII de La República, trata de cantidad de valores afectivos de grupo,
eso: la dificultad, el dolor en los ojos al ver el pensamiento comienza por ser la duda
la luz, la comodidad de las sombras y la más sensata. Me parece dudoso, por ejem-
soledad; cómo al regreso los compañeros plo, que una señora o señorita virgen haya
de la caverna no lo comprenden y hasta lo parido un muchachito que era Dios y que
matan por desengañarlos de sus ilusiones nos redimiría. Ello puede funcionar -y de
y de sus sombras. En Nietzsche aparece hecho funciona- en el seno de una familia,
también con la experiencia de transfor- para no hablar de toda una comunidad
mación personal, como experiencia de la con una tradición monstruosa. El niño se
soledad, de pérdida de los lazos y la fuerza vuelve un monstruo si duda, a pesar de

* Tomado de: Colombia: violencia, democracia y derechos humanos. (1991).

169
ser la consideración más sensata. Ello está,
sin embargo, organizado alrededor de
una ideología, hasta el punto que quien
se desprende es un traidor, no quiere a
sus padres y lo viven como una agresión
espantosa. Todo esto se puede desarrollar
por todos lados en la vida familiar, en la
vida afectiva, por la soledad, en un con-
texto lingüístico brutal, de valores, etc.

Kant es muy lacónico. Es muy difícil para


cada hombre en particular salir de ese
estado de convicciones fijas, que se le ha
convertido en una minoría de edad, en
casi una segunda naturaleza pensar así, y
ha cobrado afición y se siente realmente
incapaz de servirse de su propia razón
porque nunca se le permitió intentar la
aventura. Los obstáculos que se le oponen
a la emancipación y a los que el hombre
se acoge por comodidad y por miedo, son
de dos tipos: la fuerza de la comodidad, de
la esclavitud y del miedo, y la fuerza del
interés de los tutores, de los dominantes,
de los que no quieren que el individuo
salga de su condición subalterna. Kant lo
denuncia así: Principios y fórmulas. Estos
son los elementos con que lo amarran.
Principios y fórmulas. Instrumentos abierta, en investigación, sino cerrarla
mecánicos de un uso, o más bien abuso, inmediatamente con cualquier cosa; esto
de la razón racional de sus dotes natura- es típico de la religión que, en lugar de
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les. Estos son los que hacen las veces de inducir a la gente a investigar cómo se
ligaduras que lo sujetan a este Estado1. formó la vida, tiende a contestarla inme-
diatamente: “Quien se desprendiera de
Principios y fórmulas, podríamos decir, ellas apenas si se atreviera a dar un salto
prejuicios, creencias, etc. Este texto es inseguro para salvar una pequeña zanja;
inmediatamente posterior a la Crítica de pues no está acostumbrado a los movi-
la razón pura, que es de 1781. Está en la mientos desembarazados; por esta razón,
teoría, por ejemplo en el capítulo sobre pocos son los que, con propio esfuerzo de
el método, donde muestra todos los dis- su espíritu, han logrado superar esta in-
parates que se oponen al proceso de un capacidad y pueden seguir, sin embargo,
pensamiento racional: creencias, prejui- con paso firme”2. Sigue en la tónica de
cios, la tendencia a no dejar una pregunta la dificultad de la emancipación, que en
170


la teoría kantiana es muy difícil, aunque arrojado de sí mismo el yugo de la tutela,


es posible. Pero la emancipación de un difundirán el espíritu de una estimación
pueblo es mucho más fácil; no tan fácil racional del propio valer de cada hombre
le parece a Kant como para que pueda y de su vocación a pensar por sí mismo”5.
ser repentina por medio de un momento Veamos esa primera parte del segundo
revolucionario. Y lo dice directamente: aspecto: Kant está pensando en que la
“Mediante una revolución acaso se logre experiencia de la multiplicidad de ideas,
derrocar el despotismo personal y acabar es decir, lo que llamamos ahora pluralis-
con la opresión económica o política, mo, induce a la reflexión, a pensar. Y, por
pero nunca se consigue la verdadera re- el contrario, la homogeneidad dificulta o
forma de la manera de pensar; sino que, hace casi heroico un pensamiento crítico
nuevos prejuicios en lugar de los antiguos, en un ambiente donde todo el mundo
servirán de riendas para conducir el gran piensa lo mismo.
tropel”3..
Esto está en Descartes y, desde luego, en
Como se ve, es una tesis muy fuerte. Spinoza. Se puede recordar aquí también
Nótese la agudeza de Kant. Cuando dice que para los racionalistas la experiencia de
que es todo un pueblo, está pensando en la universalidad, es decir, la yuxtaposición
un proceso de libertad, de crítica y liber- de culturas fue muy importante, lo cual
tad de pensamiento, es decir, en todo un tiene mucho que ver con la formación
período en que la libertad ponga en cues- política y filosófica del racionalismo:
tión las creencias intocables y no en un Descartes dice que no hay que atenerse
momento creador en que se puedan hacer a lo que le han contado a uno, porque
emancipaciones políticas y económicas, si hubiéramos nacido en China nos ha-
pero no a la manera de Kant: acaban con brían contado otras cosas -también allá
Dios y endiosan a Lenin, y terminan con hay hombres sabios-. Su exigencia de la
la religión e idealizan al partido. universalidad le hace pensar que Europa
es una parroquia.
Este tema en el texto de Kant es muy
lacónico. De cada párrafo se podría hacer La experiencia de la universalidad es

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un ensayo. Eso es muy de su estilo: “Pero la clave para salir de esa tendencia casi
ya es más fácil que el público se ilustre por innata del hombre hacia el dogmatismo.
sí mismo y hasta, si se le deja en libertad, Con esta experiencia es como se puede
resulta casi inevitable”4. Este es un tema pensar en la fe, en los mitos y las religiones
en el cual se puede dar una discusión y en la idea de que las creencias son un
extensa. Oigámoslo primero a él. Su idea azar geográfico; si nosotros tenemos muy
es esta: “No solamente sí es más fácil que presente la pluralidad de creencias, tene-
el público se ilustre por sí mismo sino mos más posibilidades de considerarlas
que resulta casi inevitable si se le deja en con distancia y con crítica, incluidas las
libertad. Porque siempre se encontraron nuestras; ello en el siglo XX se desarrolla
algunos que piensan por su propia cuenta, mucho. La antropología y el psicoanálisis
hasta entre los establecidos tutores del han tenido mucho que ver con este de-
gran montón, quienes, después de haber sarrollo, especialmente con la superación
171
del etnocentrismo. Es una de las grandes Todo el problema ahora ha de ser qué
ventajas del siglo XX, la comprensión y proceso surge cuando se abre la libertad
el desarrollo de una cultura crítica de de expresión. Esto es para Kant esencial
sí misma y abierta a la comprensión de y lo desarrolla amplia y lógicamente: la
otras. Nosotros, que hablamos tan mal libertad que va a reclamar como esencial
de la época moderna, debemos recordar es la libertad de exponer públicamente
que tiene cosas interesantísimas que no el propio pensamiento; el uso público de
tiene ninguna otra. Por ejemplo, el arte de la razón. El problema es muy complejo.
todos los pueblos es válido para nosotros; Se trata de liberarse de una forma de
eso es muy nuevo. Antes, cada pueblo no pensar, y hay una gran desconfianza en
tenía más arte válido que el suyo, y el de Kant sobre lo que la revolución pueda
los demás era grotesco o pintoresco. contribuir a este propósito. En Kant está
supremamente bien visto: la revolución
Hay un punto en el que Kant no avanza, y lo que hace es transferir y no cambia la
no tiene tampoco mayores instrumentos forma de pensar. Se pasa simplemente del
para hacerlo en 1784, cuando el nivel zar al partido y de la iglesia al marxismo,
de la ciencia no se había desarrollado lo pero la forma de pensar sigue siendo igual
suficiente. En la cita anterior es bueno de dependiente. De lo que se trata no es
subrayar un problema: la alta-estima, simplemente de cambiar de pastor, sino
porque en aquella cobardía, comodidad de dejar de ser oveja; no se trata, ni mucho
y pereza hay una falta de autoestima. menos, de cambiar al zar por Lenin y se-
Kant tiene muy en cuenta ese fenóme- guir perteneciendo al rebaño; lo que Kant
no. El hombre, en la posición de hacerse llamó emancipación es precisamente eso,
guiar, es el primero que viola su propia no cambiar de pastor sino dejar de ser
dignidad porque desconoce y abdica de oveja. El proceso revolucionario le parece
la capacidad de pensar por sí mismo. La que nada aporta a este propósito. En él,
capacidad de autoestima es, entonces, como Kant mismo lo reconoce, acaso se
un asunto prioritario. Es muy intere- puede derrotar el despotismo personal y
sante tener esto en cuenta porque es un se puede acabar con la opresión econó-
problema que parece de matiz, pero es mica o política, pero nunca se consigue
fundamental para captar la esencia del la verdadera reforma en la manera de
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planteamiento kantiano. La autocrítica pensar. Esto es supremamente bien visto


no tiene nada que ver con la humildad: y fue enunciado hace más de 200 años.
la humildad no hace autocrítica sino se
entrega a lo primero que le propongan. Para realizar la reforma en la manera de
La autocrítica, por el contrario, exige pensar no se requiere más que una cosa:
mucha autoestima. Kant pone práctica- libertad; y la más inocente entre todas
mente como una identidad la vocación de las que llevan ese nombre, a saber: la
pensar por sí mismo; la democracia no se libertad de hacer uso público de la razón
funda, en el pensamiento de Kant, en la íntegramente. Esa es la fórmula kantia-
fórmula de la igualdad “todos somos igual na. Lo primero, lo más importante para
de bobos”, sino en la otra “todos somos la emancipación, es la libertad de hacer
igual de capaces”. uso público por escrito, escribir, publi-
172


carlo íntegramente. En el punto del uso


público de la razón no puede haber, en
consecuencia, cortapisas a la democracia.
En el uso privado, sí; lo que Kant llama
uso privado es la práctica. Para tomar un
ejemplo: en un régimen de libertad se
puede permitir al ciudadano, no el uso
privado de su libertad, como cuando el
ciudadano tiene que obedecer muchas
cosas, digamos pagar impuestos, y no se
puede preguntar si está de acuerdo o no.
Si no está de acuerdo, no paga, entonces
no paga nadie. Eso no se puede hacer. Lo
que no se puede prohibir es que escriba
un tratado contra el sistema de impuestos
que rige. Si el ciudadano se compromete
a unas normas, no se puede desligar de
ellas porque trastoca el funcionamiento
de la vida social. Otra cosa es el uso
público integral de la razón y es lo que
Kant reclama: “Más oigo el clamor por
todas partes ‘nada de razón’; es decir, la
consigna que parece regir el mundo es
‘no razonar’; el oficial dice: ‘¡no razones, una limitación de la libertad: “pero ¿qué
y haz la instrucción!’. El funcionario de limitación es obstáculo a la ilustración?,
Hacienda: ‘¡nada de razonamientos! a ¿cuál, por el contrario, estímulo? Con-
pagar! El reverendo: ‘¡no razones y cree!’ testo: el uso público de la razón le debe
(sólo un señor en el mundo dice: ‘razonad estar permitido a todo el mundo y esto
todo lo que queráis y sobre lo que queráis, es lo único que puede traer ilustración
pero ¡obedeced!’)”6. para los hombres”7; su uso privado, que

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también se podría decir práctico, está en
Ese es el punto: obedecer es una cosa el sentido aludido atrás. Si por ejemplo, el
esencial. En realidad, ninguna sociedad ciudadano hace parte del ejército, no sólo
funciona sin normas. En este momento tiene que someterse a la disciplina mili-
todavía no están establecidos los derechos tar. También puede llegar a escribir un
humanos; están los norteamericanos, estudio en contra de la organización del
pero no están todavía los derechos france- ejército y publicarlo. Lo que sí no puede
ses. Hay unos derechos, las cartas inglesas exigir es conseguirse un cañón e instalarlo
de 1215, que ya tienen unos elementos de como propio, disparando para donde
derechos humanos y que recogieron las quiera a nombre de su libertad. Una cosa
colonias americanas en 1625; Kant debía es que decida escribir contra el sistema
conocer esas cosas, pero no cita nada. organizativo de la institución militar, y
Aquí nos encontramos por doquier con otra cosa es que él, por cuenta propia,
173
decida otras prácticas, otro horario; ¿hasta que le quede juego al ciudadano para cri-
dónde una cura puede decir disparates en ticar públicamente la misma institución
los que no cree, y en qué medida puede, a la que pertenece; lo que sí no puede
por fuera, criticar esa religión? Kant hacer es dejar de pagar impuestos; otra
muestra que hay un juego: un análisis de cosa es criticar el sistema de impuestos,
la libertad. Dice: “Su uso privado se po- la forma de distribución de las cargas. No
dría limitar a menudo ceñidamente, sin hay que confundir estos dos elementos;
que por ello se retrase en gran medida la por ejemplo: no justificar, para que no
marcha de la ilustración”. Lo que llama se introduzca como razón, más bien una
uso privado es lo que tenemos nosotros racionalización del interés privado: se
que dejar en claro: “Entiendo por uso debería cobrar más impuestos a los millo-
público aquel que, en calidad de maestro, narios y menos impuestos a los pobres y,
se pueda hacer de la propia razón ante el por lo tanto, yo no pago impuestos. Está
gran público del mundo de lectores. Por bien la primera parte, que la publiquen,
uso privado entiendo el que ese mismo que se organice un partido para defender
personaje puede hacer en su calidad de a los pobres, pero la segunda ya es otro
funcionario”8. Aquí está tomado en un problema.
sentido muy general, cualesquiera que
sean las funciones: “Ahora bien: existen En este texto, ¿Qué es la ilustración?,
muchas empresas de interés público en se dejan ver algunos elementos de la
las que es necesario cierto automatismo, posición política kantiana, donde lo que
por cuya virtud algunos miembros de resulta más decisivo es la defensa de la
la comunidad tienen que comportarse libertad de expresión, el derecho al uso
pasivamente para, mediante una unani- público de la razón. Kant hace una distin-
midad artificial, poder ser dirigidos por el ción demasiado radical, muy inteligente,
Gobierno hacia los fines públicos o, por entre el uso público y el uso privado de
lo menos, impedidos en su perturbación. la razón. Reclama la libertad absoluta
En este caso no cabe razonar, sino que para el uso público de la razón: reduce
hay que obedecer. Pero en la medida en casi completamente este uso público
que esta parte de la máquina se considera de la razón a la posibilidad de escribir y
como miembro de un ser común total publicar cualquier cosa. En general, dice,
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y hasta de la sociedad cosmopolita de todo ciudadano tiene derecho a criticar


los hombres, por lo tanto, en calidad de el estado de los impuestos y también
maestro que se dirige a un público por el Estado, pero no puede darse el lujo
escrito haciendo uso de su razón, puede de no pagar impuestos por no estar de
razonar sin que por ello padezcan los ne- acuerdo con el sistema. Este ejemplo es
gocios en los que le corresponde, en parte, muy convincente porque, desde luego,
la consideración de miembro pasivo”9. no es lo mismo opinar en contra, que
la desobediencia civil, como se llama en
Esa es la distinción que Kant quiere hacer términos modernos: “Sería perturbador
para fundar una sociedad democrática tal que un oficial que recibe una orden de
y como la ha concebido. Muchas cosas se sus superiores se pusiera a argumentar en
pueden hacer, pero no hay ninguna en la el cuartel sobre la pertinencia o utilidad
174


tución, deben quedar en ella las mayores


garantías de su modificabilidad, y de su
modificabilidad fácil y pronta: una cons-
titución es tanto más democrática cuando
más fácil sea cambiarla; pero mientras no
se la cambia hay que someterse a ella. Lo
que no se puede hacer es impedir que la
constitución se cuestione y obstaculizar
los medios para cambiarla.

Kant ya tenía muy claro, en la época


en que el régimen prusiano le prohibió
escribir, la idea de una democracia cons-
titucional. Ahora, él extiende esta idea
de un modo un poco más fuerte hasta el
cura: el cura en el sermón sigue las ideas
de su iglesia y de sus sacramentos, pero
puede hablar contra ella por escrito: esto
es ya demasiado fuerte. El mismo dice
que hay un punto en que ya no podría
seguir porque su deber sería, en este caso,
renunciar a su condición de cura; si no
está de acuerdo con las ideas de la iglesia,
no tiene nada que hacer tampoco en el
sermón. Uno puede pensar igualmente
de la orden: tiene que obedecer. Pero no
en qué medida se puede aplicar esta idea
se le puede prohibir con justicia que, en
al oficial si considera que el ejército está
calidad de entendido, haga observaciones
desempeñando una labor contra todo lo
sobre las fallas que descubre en el servicio
que él piensa; en este caso, también el uso
militar y la ponga al juicio de sus lecto-
público de la razón podría llevarse hasta
res”10. Este es un reclamo de libertad de

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dejar su condición de oficial.
expresión fuerte. Con este ejemplo, ya
la cosa va muy lejos; imagínense ustedes ¿En qué medida una institución se puede
un oficial del ejército, por ejemplo del dar el lujo de exigir la obediencia de co-
ejército colombiano, que se diera el lujo hesión, de coordinación y de eficacia, y
de cuestionar a la institución militar en permitir a un tiempo la plena libertad in-
sus escritos: ello le costaría probablemente telectual pública a quienes la componen?
el retiro de la institución. Una cosa es el Es un problema supremamente interesan-
uso práctico, y otra cosa es el uso público; te, sobre todo en la organización política.
no puede ser restringido. Esto conduce a El problema de la democracia es, enton-
Kant a proponer en otro texto el asunto ces, la exigencia a cualquier institución
que para nosotros viene a ser de actuali- de que mantenga irrestrictamente el uso
dad: una vez que se establece una consti- público de la razón. Hay instituciones, sin
175
embargo, en que esa exigencia ya no cabe, sirve de guía, no hace más que obedecer,
como en aquellas determinadas por una está pensando con miedo y es incapaz
ideología dogmática donde el uso público de pensar por sí mismo, se ha logrado,
queda restringido. Son los dogmas de la en consecuencia, organizar el sistema de
Iglesia, que los comunistas han adopta- reproducción de todos los absurdos.
do y a quienes les da pena, desde luego,
llamarlos con ese nombre y, entonces, los El ensayo comienza con una doble for-
denominan principios. No importa que mulación sobre la ilustración: el hacer uso
nos llamen dogmáticos -dice Lenin- por público de la razón y el que la humanidad
la defensa consecuente de los principios salga de su minoría de edad, en la que
del marxismo. No se está refiriendo, ni permanece por su propia culpa. Pensar
mucho menos, a los principios kantianos es más incómodo que obedecer: es más
ni a los de la ciencia, sino a afirmaciones fácil que le cuenten a uno la verdad y lo
y creencias. Así, el principio puede ser la que debe hacer. Por eso para Kant, pensar
dictadura del proletariado, lo cual es una por sí mismo es necesario para salir de
concepción incluso técnica. la minoría de edad. La ilustración es la
salida necesaria de la humanidad de la
En general, en ningún caso, a nadie se minoría de edad.
le puede restringir el uso público de la
razón; el ejemplo más fuerte que Kant usa Consideremos con esa visión este texto.
a propósito es el propio, derivado de pro- Dice Kant: “Pero… ¿no es posible que una
blemas religiosos, cuando le prohibieron sociedad de clérigos, algo así como una
escribir a causa de la publicación de La asociación eclesiástica o una muy reveren-
religión en los límites de la razón natural, da classis (como se suele denominar entre
en donde se le fue la mano en su consi- los holandeses) pueda comprometerse
deración del cristianismo. Con el método por juramento a guardar un determinado
utilizado por Kant en este texto, no sólo credo para, de ese modo, asegurar una
el cristianismo sino también el mahome- suprema tutela sobre cada uno de sus
tanismo y el budismo, no quedaron muy miembros y, a través de ellos, sobre el
bien librados. Entonces, claro, no gustó. pueblo, y para eternizarlo, si se quiere?”12
Kant no había tenido problemas nunca, Muy interesante idea: que un grupo, una
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pero nombraron un nuevo ministro que sociedad de clérigos o un partido político


era muy religioso, y procedió a censurarlo. se comprometa por juramento -véase el
discurso de Stalin ante la muerte de Lenin:
A todos los que tengan una función de “al dejarnos, camarada Lenin, te juramos
guía, Kant los llama tutores. Estos pueden permanecer siempre fieles a esta enseñan-
ser el profesorado o cualquier posición za…” -a defender siempre los principios o
política o directiva: “Porque pensar que los dogmas, cualquiera que ellos sean. Se
los tutores espirituales del pueblo tengan establece, en últimas, una verdad intocable
que ser, a su vez, pupilos, representa un que quita toda posibilidad al derecho del
absurdo que aboca en materialización de uso público de la razón. Este es un camino
todos los absurdos”11. Este es un punto que siguió la revolución rusa y que adqui-
supremamente interesante; si aquel que rió, incluso, características místicas. Quién
176


sabe qué dirían personas tan irónicas y tan para siempre, por compromiso y por jura-
dadas al humor como Gógol y Chéjov si mento de una secta. Kant está pensando,
vieran hoy una cola de ateos en fila para ver seguramente, en el concilio de Trento; esta
un faraón ateo embalsamado en la plaza tendencia también está en el maoísmo y en
de Moscú. Yo creo que no les faltaría la el stalinismo, lo mismo que en Irán. Esto
posibilidad de hacer un chiste, porque hoy no es una cosa tan desactualizada como
en día no se embalsaman ni los pájaros. Se uno podría imaginar a primera vista.
pasa, de esta manera, hasta el ritual. Entre
los internos, en las clínicas psiquiátricas De esta manera Kant introduce el tema
soviéticas por disidencia, hay diagnósticos del dogmatismo, el cual va contra la
muy interesantes: “manía de grandeza”, es naturaleza humana y contra la capaci-
el diagnóstico de un profesor de Leningra- dad humana de avanzar. Lo que quiero
do. Pensaba que Lenin estaba equivocado mostrar es la forma tan aguda como Kant
en varias cosas, y ello era suficiente prueba defiende los derechos humanos. Es bueno
de su enfermedad. El siquiatra no necesita comparar esta visión con aquella ten-
ser de mala fe. Basta con que sea religioso dencia burda de confundir los derechos
en los dogmas del partido. humanos con la declaración de las Na-
ciones Unidas de 1948, que está llena de
¿Qué pasaría si una sociedad de clérigos buenas intenciones y es concebida como
acuerda por juramento que va a defender una cosa no conflictiva. Al contrario, los
ciertos principios, un determinado credo, derechos humanos deben ser entendidos
con el propósito de asegurar una suprema en la forma más conflictiva posible. Hay
tutela sobre cada uno de sus miembros
y, a través de ellos, sobre el pueblo para
eternizarla? Kant responde: “Es completa-
mente imposible. Un convenio semejante,
que significaría descartar para siempre
toda ilustración ulterior del género hu-
mano, es nulo e inexistente; y ya puede
ser confirmado por la potestad soberana,

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por el congreso, o por las más solemnes
capitulaciones de paz”13. Esto ha ocurrido
en la religión; por ejemplo, el concilio de
Trento se metió con todo, con arte, cómo
se debía pintar, cómo se debía investigar
en ciencia, etc. También Stalin se metió en
ciencia; Einstein es falso -decía- porque es
un defecto de la relatividad y del merca-
do capitalista; la biología es falsa, Freud
también es falso, el arte tiene que hacerse
con realismo socialista etc.. Esto no es
ninguna imaginación, ni mucho menos;
existe una tendencia a defender una cosa
177
que mostrar en la educación cómo se una acción política de tipo colectivo; di-
viola el derecho a pensar; mostrar cómo cho en otras palabras, es un marginado o
en todos los campos de la vida moderna se un ilegal. Las restricciones a los derechos
está en contra de los derechos humanos, y humanos que impone un régimen capi-
a éstos se les antepone no sólo intereses y talista de ideología liberal son igualmente
el gobierno, sino también organizaciones graves; éstos se ven limitados por el lado
sociales: la dependencia de los medios de del acceso; hay libertad para que todo
producción del capital está, por ejemplo, el mundo estudie, pero el problema es
contra la libertad de expresión. Este solo que una mayoría no tiene acceso, como
hecho: si las cadenas radiales son de la sucede en Colombia. No se lo prohíbe la
familia Santodomingo, los dueños de constitución, no la policía, ni el gobierno,
Avianca, el Sindicato de esta empresa no pero sí la vida, la situación económica,
será bien tratado por Caracol, porque el etc. Es interesante realizar, con Kant, la
que está hablando es el interés del em- crítica a ambos sistemas desde el punto
presario: y los que hablen bien de una de vista de los derechos humanos y no
causa que no interese a los banqueros y tomar partido locamente por alguno de
a los industriales, se quedan sin avisos y estos dos regímenes. Se cree, y es lo que
de pronto se quiebran. Hay, en síntesis, siempre ocurre, que al hacer la crítica
una restricción que no es una orden del justa a uno de estos regímenes políticos
gobierno, sino que es producto del mismo se está apoyando ciegamente al otro. La
sistema capitalista. polarización conduce siempre al dogma-
tismo, precisamente a aquella situación
Es interesante ver cómo un pensamiento que crítica tan finamente Kant y que
profundo como el de Kant muestra a la considera como lo más absurdo de los
racionalidad capitalista como una restric- absurdos: la restricción del uso público
ción de los derechos humanos y no, como de la razón.
se deriva del pensamiento liberal, como
una condición y una garantía. Se observa, Notas
entonces, que el sistema capitalista es un
obstáculo desde una perspectiva kantia- 1. KANT. Filosofía de la historia, México, FCE, 1985,
pp. 26-27.
na al uso público de la razón o, lo que
2. Ibídem.
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es lo mismo, a la libertad de expresión.


3. Ibid., p. 28.
Al comparar los derechos humanos con
un régimen de capitalismo de Estado, 4. Ibid., p. 27.

totalitario, la ideología liberal aparece 5. Ibídem.


más democrática, y lo es. Un régimen 6. Ibid., p. 28.
de partido único tiene una restricción a 7. Ibídem.
los derechos humanos que se deriva de 8. Ibídem.
su composición interna, institucional; 9. Ibid., p. 29.
no es de gobernantes sino de régimen, 10. Ibídem.
porque no hay libertad de asociación; si 11. Ibid., p. 31.
uno no pertenece al partido, está en los 12. Ibídem.
sin partido, es decir, imposibilitado para 13. Ibíd., p. 32.

178


A la memoria de Martin Heidegger*

E
sta semana, a los ochenta y seis De la vida misma de Heidegger hay muy
años, murió Martin Heidegger, poco qué decir, pues no fue un hombre
sin lugar a dudas uno de los público. Por el contrario, fue precisamen-
pensadores más importantes de los últi- te una de las pocas figuras de pensador
mos siglos. En este breve homenaje a su solitario que se pueden encontrar en
memoria trataré de mostrar la dirección nuestra época, como las hubo en la an-

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fundamental de su pensamiento y de tigüedad griega, como lo fue Nietzsche
presentar algunos de sus textos. Esto no en su momento, pero que ya no son tan
es fácil en el caso de Heidegger ni en el infrecuentes.
de ningún otro filósofo, porque precisa-
mente la filosofía es difícil por sí misma Digo que fue un solitario, no porque
o, como él mismo afirmaba, porque “lo no hubiera tenido muchos amigos, pues
que está oculto está ocultado por lo que los tuvo en todas partes del mundo y
parece fácil”. fue invitado a muy diversos lugares (a

* Zuleta dictaba en junio de 1978 un curso a un público abierto sobre historia de la filosofía, que comenzaba por
Platón. La muerte de Heidegger lo obligó a interrumpir la secuencia y sorprendió a su auditorio con este improvisado
homenaje. Fue publicado originalmente, con ligeras correcciones, en la Revista Universidad del Valle, Nº 2, Enero-
Julio de 1976. Un breve resumen apareció en 1990 en el Magazine Dominical de El Espectador. Y fue publicado en
la primera edición de Elogio de la dificultad y otros ensayos (FEZ, 1994).

179
Estados Unidos, a Francia, a Japón para su obra como metáfora, por ejemplo en
hablar del zen, a Alemania Oriental para el ensayo ¿Qué significa pensar?; e, incluso,
dictar un curso sobre el joven Marx; da el nombre a uno de sus más hermosos
invitaciones que por lo demás nunca libros, Sendas perdidas (que literalmente
aceptó), sino solitario en un sentido más podría traducirse como “Caminos en el
fundamental: por la posición misma de su bosque”) donde afirma que en el bosque
pensamiento. Solitario, porque no se dejó hay caminos, muchos de ellos no con-
imponer las preguntas de la época, de la ducen a ninguna parte, pero sólo el que
urgencia del momento o de la moda; él se ha extraviado innumerables veces en
mismo construía sus propias preguntas y ellos aprende a conocer el bosque. Y así,
las elaboraba largamente durante décadas el bosque funciona como metáfora del
enteras. Uno de los rasgos de su pensa- pensamiento. Así fue su vida, carente de
miento, en efecto, consiste en considerar, acontecimientos, pero precisamente para
a diferencia de los reporteros (razón por un pensador los grandes acontecimientos
la que nunca aceptó una entrevista), que son, ante todo, sus ideas y sus preguntas,
no hay nada más difícil que formular una por lo tanto, dediquémonos más bien
buena pregunta. a considerar la larga meditación que
produjo.
El único pasaje biográfico conocido,
desafortunado y costoso porque le creó Heidegger se hizo conocer mundialmente
muchas enemistades e incomprensión, en 1927 con la publicación de El ser y el
fue el error que cometió de permanecer tiempo, obra que es decisiva para el es-
como Rector de la Universidad durante tudio de su pensamiento, aunque luego
los primeros cien días del gobierno de haya variado, especialmente en el acento
Hitler, período durante el cual parece que pone en uno u otro tema.
incluso que se forjó algunas ilusiones.
Luego se alejó y trabajó sobre temas Pero en 1927 era una obra insólita o,
directamente opuestos al nazismo como como diría Nietzsche, intempestiva y
por ejemplo una crítica al determinismo anacrónica, porque por su tema, tono y
biológico, que contiene naturalmente estilo se situaba por fuera de las preocu-
una crítica a toda forma de racismo. Sin paciones y de las corrientes filosóficas del
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embargo, el error de los cien días pesó momento.


sobre él durante toda su vida y ha sido
muy aprovechado por adversarios de toda El ser y el tiempo comienza con pregun-
índole. En cambio, no afectó el curso de tas griegas, antiguas y olvidadas desde
su meditación. hacía mucho tiempo por la metafísica
occidental. Heidegger es plenamente
Se retiró entonces a una cabaña en la Selva consciente de este contraste y, precisa-
Negra y durante los restantes cuarenta mente, el primer capítulo, “Necesidad,
años de su vida estuvo paseándose por los estructura y preeminencia de la pregunta
bosques, meditando, leyendo los griegos y que interroga por el ser”, es un intento
escribiendo su obra. Ese mismo paisaje de de justificar una de las preguntas más
la Selva Negra figura continuamente en antiguas, formulada en los tres grandes
180


siglos de la filosofía griega, desde la época


de los presocráticos y que, como él mismo
afirma “tuvo en vilo al meditar de Platón y
de Aristóteles, cierto que para enmudecer
desde entonces como pregunta expresa de
una investigación efectiva”1. Y en efecto,
en la época moderna, la pregunta que
interroga por el sentido del ser está casi
completamente olvidada e, incluso, se
considera carente de sentido2.

Heidegger, después de elaborar la pregunta


que interroga por el sentido del ser y de
resaltar, como hemos visto, su carácter
extraño a nuestra época, pasa a considerar
la crítica lógica directa que pretende des-
pachar rápidamente la posibilidad misma
de tal pregunta, así como la posibilidad de
la pregunta que interroga por la nada. Esta
objeción lógica consiste en postular que
la respuesta a dicha pregunta es imposible
porque la definición inevitablemente incu-
rriría en el error lógico de la redundancia,
puesto que lo definido sería incluido como
elemento esencial de la definición: “el ser
dedicarse más bien a estudiar problemas
es…”. De la misma manera, resulta con-
más específicos.
tradictoria la pregunta por la nada, puesto
que la respuesta tendría que incluir una
Ahora bien, Heidegger, ante este aparente
contradicción: “la nada es…”, pero, preci-
impasse toma por decirlo así un atajo y
samente, la nada no es. Entonces, aparen-
modifica la dirección de la pregunta con

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temente, las preguntas que interrogan por
los términos fundamentales que pueden la siguiente formulación: ¿en qué consiste
ser objeto del pensamiento, el ser y la nada, un ser capaz de hacer preguntas? ¿Cómo
resultan ociosas, la una porque la respuesta se puede concebir un ser que hace pregun-
es necesariamente redundante, y la otra tas? Sin embargo antes de la respuesta a
porque es necesariamente contradictoria. cualquier pregunta hay un problema más
Parecería pues que el libro llega desde sus general: hay sólo un ser que hace pregun-
dos primeras páginas a un callejón sin sali- tas, el hombre: ¿es ésta una característica
da, ya que al formular una pregunta que no particular suya, como poseer cinco dedos
es posible responder, se habría comenzado en cada mano, o es algo que le es esencial?
con un error de método. En efecto, da la
impresión de que es mejor abandonar ese Así comienza pues la meditación de Hei-
terreno de una metafísica del absoluto y degger. Y, ante todo, destaca un punto:
181
¿un ser que pregunta, no tiene en cierto
sentido algo de contradictorio? En primer
lugar, podemos decir que un ser que hace
preguntas es un ser que desea, pues desea
una respuesta, es decir, desea lo que no
posee. Entonces, parece que una pregunta
no podría surgir de un ser, sino de un
no ser, de una carencia: una pregunta
apunta a algo que no se sabe, busca algo
que no se tiene. Es decir, tomándolo al
revés, podemos decir que un ser que es
inmediatamente lo que es, es un ser que
no puede hacer preguntas. Los animales,
evidentemente, no lo hacen. Un ser que
hace preguntas tiene la particularidad de
que en él, el sentido mismo de su ser está
en cuestión. Es un ser de cuya naturaleza
forma parte la carencia, el no ser. Nos
encontramos pues rápidamente con un
problema esencial: ¿cuáles pueden ser
las características propias de un ser que
hace preguntas? Sabemos por ahora que
sólo el hombre hace preguntas y que
hacerlo es un elemento constitutivo de
su significación. Allí comienza entonces
lo que Heidegger llama el análisis “exis- de la escolástica o en Aristóteles, de quien
tenciario”. la escolástica la toma, así como todo lo de-
más, dañándolo. Heidegger no considera
Tenemos que elaborar, aunque sea rápida- que las esencias sean permanentes, eter-
mente y a grandes rasgos, este concepto de nas, invariables y fundadoras, mientras
existencia3 que Heidegger nos propone, que las existencias sean actuales, finitas,
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porque los conceptos de un gran pensador variables y fundadas. Para él la existencia


nunca pueden ser tomados directamente tiene una asignación precisa y no se refiere
de un código preexistente que empleamos a cualquier cosa ya que sólo hay un exis-
en la vida corriente, ni pueden tampoco tente: el hombre. Los seres son múltiples
ser asimilados a los conceptos de otros (los animales, los minerales, la técnica,
pensadores. También porque circula la las obras de arte, etc.), pero el existente
noción (que tanto le molestaba), de que es uno solo. Como dice Heidegger en una
era “existencialista”. Ante todo, la palabra fórmula que a veces emplea, el existente
existencia, en el sentido que él le otorga, es un ser que está arrojado fuera de sí
y que le dio por primera vez Kierkegäard, mismo, hacia algo, hacia un futuro, hacia
no significa una oposición simple a la un posible, va siempre en busca de algo,
esencia, como ocurre en la pareja clásica vive en proyecto.
182


El proyecto había sido analizado antes por creer que en el mundo de los instrumen-
Husserl4, el maestro de Heidegger, sobre tos y de las cosas pueda haber carencias.
todo a partir del concepto de intencio- Tales “carencias” son proyecciones, son
nalidad. Husserl, propone el análisis de sólo carencias para nosotros. A una silla
un ser intencional, es decir, que “tiende puede faltarle un brazo, por ejemplo, pero
hacia”. Ese “tender hacia” es algo que esa es una situación que tiene sentido para
forma parte de la estructura más íntima nosotros, no para la silla misma. Como
de ese ser. Su propio ser siempre está en naturaleza física nada es carente. La silla
cuestión, no puede ser definido, definiti- lo es con relación a un proyecto nuestro
vamente limitado en un “ahora”. Siempre como sentarse, o con respecto a una de-
hay una parte esencial del ser humano terminada esperanza, que funcione por
que sólo puede ser definida como aquello ejemplo de manera instrumental o esté-
que aún no es, como algo que lleva en sí tica. En síntesis, si en un objeto físico no
mismo la carencia. ¿Qué es el hombre? encontramos lo que esperamos tenemos
Aquello que aún no es, por ejemplo, lo una carencia, pero se trata fundamental-
que busca, lo que teme, lo que no puede mente de una proyección.
desear. El hombre nunca se encuentra
definitivamente delimitado, completo, Y así, cuando Heidegger se propone de-
pues el ser completo es la definición sarrollar el tema de la carencia, encuentra
misma de la muerte; cuando ya no carece por sí mismo, en una versión muy suya,
de nada, cuando ya no espera ninguna otro tema central de su obra: la angustia.
conclusión de sus proyectos, cuando La angustia, tal como él la concibe, no
ya no se define por lo que aún no es, es es un estado de ánimo particular, entre
porque está muerto. Lo completo y lo otros, sino una situación general, oculta
definitivo es la muerte; lo incompleto es o manifiesta, que siempre está presente
la vida. El hombre es, pues, una estructura porque se desprende de esa característica
de posibilidades. Su vida está impulsada, esencial de la realidad humana que con-
como dice Heidegger en “La Esencia del siste en que el ser del hombre es un ser
Fundamento”5, por la “fuerza silenciosa de carencia, que no puede ser definido
de lo posible”. De nadie podemos decir en coincidencia consigo mismo porque

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qué es si desconocemos esa dimensión su sentido siempre está en cuestión y en
de su ser que lo configura como una permanente aplazamiento. Heidegger la
estructura de posibles, de proyectos, de distingue pues, de cualquier sentimiento
deseos, de anhelos, de temores implícitos, particular. En su estilo, tan peculiarmente
explícitos, conscientes e inconscientes. encantador, afirma en El ser y el tiempo,
que “aquello de que se angustia la an-
Ya Platón había dicho en El Banquete que gustia” no es una determinada forma de
no se puede desear si no se carece, que no ser, o posibilidad de la realidad humana,
se puede desear ser lo que se es. El deseo o particularidad de lo existente, sino de
implica necesariamente la carencia. Pero, la forma misma de estar en el mundo, es
¿en qué puede consistir un ser de cuyo ser decir, de la forma misma de existencia,
forma parte necesariamente la carencia? porque el existente, el ser que pregunta,
Porque sólo equivocadamente podemos se pregunta también y ante todo: ¿qué
183
soy yo?, y la respuesta nunca puede ser porque a medida que avanzamos y en-
dada en la forma de una ecuación o de contramos un nuevo tema, éste precisa y
una igualdad, porque se trata de un ser redefine los anteriores.
que siempre está en cuestión y por consi-
guiente la respuesta depende de su propia De esta manera descubrimos rápidamen-
realización. te que si el hombre es el único ser cuya
significación está permanentemente en
Una forma particular de la realidad hu- cuestión, también es el único ser que tiene
mana puede más bien producir un miedo, conciencia de su muerte. La temática de la
pero la angustia no es eso. Heidegger lo muerte aparece continuamente en El ser y
afirma con un ejemplo, en uno de los el tiempo, y ocupa un lugar fundamental
momentos, no muy frecuentes, en que en la meditación de Heidegger. Entre los
resulta benévolo con el lector: aquél que pensadores modernos es tal vez el que más
va a la guerra y piensa que lo pueden herir ha insistido en el tema de la muerte, desde
o matar, tiene miedo, pues el miedo es la los comienzos de su reflexión hasta su úl-
reacción frente al peligro; pero si cuando timo período. Ante todo, pues, el hombre
va la guerra se pregunta si será valiente es el único ser que sabe que va a morir.
o cobarde, si huirá o si, por el contrario, Pero ese saber no es un saber cualquiera,
se arrojará sobre el enemigo, entonces ya secundario, equiparable al producto de
no tiene miedo sino angustia, ya que ésta alguna información, como uno puede o
no se desata por una determinada even- no saber de botánica. El conocimiento
tualidad, sino por el hecho de que el ser de la muerte es la condición absoluta del
propio se presenta como un enigma cuya conocimiento de la vida; los seres que no
solución depende de algo que no ha sido, saben que morirán tampoco pueden saber
que aún no es. La angustia es el reconoci- que viven, como le ocurre a los animales
miento de que lo que somos no está dado por ejemplo. Se trata pues de un saber
ni por una forma biológica hereditaria ni esencial, que está inscrito en la forma
por ninguna otra determinación inevita- misma de la vida.
ble. La angustia es pues una característica
y una manifestación de la existencia, que Naturalmente, sus enemigos han tratado
define al ser que es capaz de preguntar y de aprovechar, en forma un poco demagó-
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especialmente de preguntar por sí mismo. gica, esa permanencia de la problemática


de la muerte en su obra para combatirlo
Así, todos los temas heideggerianos están como decadente o burlarse de él, como
íntimamente articulados. No se puede lo hace Luckács, quien lo describe como
describir uno de ellos sin que se haga “el miércoles de ceniza del subjetivismo
necesario abordar los demás, porque los parasitario”6. Sin embargo hay que re-
conceptos de un gran pensador no son saltar que el tema de la muerte no tiene
una serie o sucesión de temas dispersos, en Heidegger nada de tremendista; es
sino una articulación sistemática en la que simplemente un momento esencial del
todos dependen de todos y se soportan análisis de la existencia. El saber de la
mutuamente. La lectura, por consiguien- muerte es lo que le confiere a la vida su
te, debe ser continuamente retrospectiva significación misma, lo que le da su tona-
184


lidad. Sin este saber, implícito o explícito, ciertamente, es una estructura de posi-
la vida carecería por completo de toda bles, pero no todos pueden ser igualmente
seriedad. Si existe verdaderamente un esenciales; el hecho de efectuar algunos
riesgo grave, si el fracaso es posible, si hay significa liquidar otros. La muerte es lo
algo irreversible en la vida es precisamente que asigna su importancia a todo, a un
por la conciencia de la muerte. fracaso como a un éxito, a una pasión
como a un desinterés. De esta manera el
Si el futuro no estuviera limitado por hombre no es solamente el existente cuyo
la muerte, si estuviera indefinidamente ser está siempre en cuestión, sino también
abierto y nunca cerrado, si siempre se un ser que no puede ensayar indefinida-
pudiera volver a empezar, tomar otro ca- mente, que no puede arrojar su ancla en
mino, ensayar una y otra vez, ni el error ni el aplazamiento y permanecer allí.
el fracaso serían irreversibles, ni tendrían
mayor valor; pero tampoco lo tendría la Esto es lo que Heidegger denomina la
existencia misma. En un tiempo indefini- decisión resuelta, es decir, el hecho de
do daría lo mismo cualquier cosa y todo asumir que nuestras realizaciones son
se reduciría a un simple juego. El hombre, también la muerte de otras opciones que
eran igualmente posibles pero que, al
elegir una de ellas, dejan de serlo; al optar
por una particular forma de ser abando-
namos la posibilidad de ser muchas otras
cosas. Y esto es así porque la muerte no
está pensada solamente, ni simplemente,
como un acontecimiento posterior y ex-
terior a la vida, sino como una estructura
íntima de la vida. Podemos elegir nuestra
carrera, pero no podemos tener todas al
mismo tiempo; podemos elegir el sentido
de nuestra lucha y de nuestra vida, pero
no podemos realizar todo el abanico de

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los posibles. Por lo tanto, toda decisión
y todo acto es igualmente una muerte.
La muerte no está simplemente al final
de la vida, en la tumba, como se podría
imaginar Lukács. Cuando este último
eligió ser revolucionario, y precisamente
con un cierto tipo de orientación, ¿a
cuántos otros tipos de revolucionarios,
a cuántas otras posibilidades de vida, a
cuantos otros Lukács mató?

Así, en nosotros se anuncia siempre más


de lo que concretamente podemos hacer
185
la existencia humana: la angustia y la
muerte. Este tipo de formulación cons-
tituye, en cierto modo, lo que podríamos
denominar el principio de una ética hei-
deggeriana. Y digo una ética porque lo
que está describiendo es algo que tiene
la particularidad de ser al mismo tiempo
inevitable pero infrecuente: es inevitable
conocer la muerte, pero es infrecuente
que sea asumida; es inevitable la angus-
tia (pues ésta no es un acontecimiento
particular, sino una dimensión inscrita
en la estructura íntima del ser humano),
pero es infrecuente que sea asumida. Esta
doble formulación es muy curiosa pero
resulta esencial para conocer la forma
misma del pensamiento de Heidegger y
la podemos encontrar en prácticamente
todos sus momentos.

Lo que resulta frecuente es que se trate


de escapar a la angustia y a la muerte. Y
Heidegger estudia, en una análisis exis-
tenciario brillantísimo, algunas de las
formas de ese escape, tomando figuras
de la vida cotidiana que él llama “caídas
en la inautenticidad”. Ahora bien, la
o llegar a ser. Y cuando decidimos llegar
autenticidad no es una virtud particular,
a ser algo en concreto matamos mucho
una suerte curiosa de ascetismo, bondad,
de lo que en nosotros se anunciaba como
sinceridad o algo por el estilo. La auten-
posible. Todos nuestros logros y todos
ticidad no puede ser definida sino como
nuestros éxitos vienen necesariamente
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una conducta que asume lo inevitable


acompañados de muchos duelos. Es en y lo hace suyo, en lugar de lanzarse a la
este sentido, y no en un sentido trapense empresa indefinidamene larga, agotadora
(“Hermano, de morir tenemos pero el y necesariamente fracasada de intentar
cómo y el cuándo no lo sabemos”), que evitar lo inevitable.
Heidegger pensaba en la necesidad de
asumir la muerte, porque hacerlo es lo Con este tema de la inautenticidad,
mismo que asumir la vida. Heidegger pasa entonces a producir una
analítica de toda la civilización, o de las
Con este tema de la decisión resuelta figuras de la “existencia inautética”, según
se presenta la voluntad heideggeriana sus propios términos. Vamos a tomar
de asumir los rasgos fundamentales de algunos ejemplos.
186


En primer lugar la “avidez de novedades”, que se huye en la avidez de novedades: de


que se caracteriza, dice Heidegger, por un la angustia que genera un interés real en la
específico “no demorarse” en lo inmedia- investigación de un sentido fundamental
to. De aquí que tampoco busque el ocio y que, en compensación, se refugia ávida-
del demorarse en la contemplación, sino mente en la información extensa y prolija.
la inquietud y la excitación por parte de
algo siempre nuevo y del cambio de lo Así mismo, Heidegger resalta muchos
que hace frente. En su “no demorarse” otros temas implícitos en la vida cotidiana
se cura la avidez de novedades de la a los que otorga una nueva significación y
constante posibilidad de “disipación”7. Es un nuevo sentido histórico. Otro ejemplo
una especie, digámoslo así, de fuga hacia es lo que denomina, en otro capítulo de
adelante que desea saber, pero sólo en el El ser y el tiempo, el impersonal uno. Hei-
sentido de estar informado. Se trata de degger lo toma de la costumbre frecuente
una figura propia del periodismo, para de expresarse en términos tales como “a
el cual lo importante no es el sentido uno le gusta tal cosa” o “uno prefiere tal
sino la actualidad, el acontecimiento, no otra”. Y se pregunta: quién es ese “uno”.
el significado. La última noticia queda ¿Es un plural? No, un plural sería “no-
agotada en su interés precisamente por la sotros”, y eso implicaría la obligación
información misma y se busca enseguida de decir cuáles. Un “nosotros” se refiere
la de la mañana siguiente, como se ve en a algo definido, a un grupo delimitado,
la experiencia cotidiana del periódico. Es y eso implica ya un compromiso: con
una actitud que no se detiene nunca en la muerte, porque dejaríamos de ser lo
una exploración, en la búsqueda de un que pertenece a otros grupos; con la afir-
sentido, en la pregunta por el significa- mación de nuestro proyecto, porque un
do de algo sino que, por el contrario, se grupo tiene que estar ligado por alguna
niega a pensar el problema buscando otra esperanza, por alguna búsqueda, por al-
noticia y luego otra, cada vez más actual, guna valoración; con la angustia, porque
más nueva. el grupo está aún en el aplazamiento de su
sentido, su significación depende todavía
Una manera muy propia de nuestra de lo que puede hacer y no está nunca

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época, dice Heidegger en su ensayo ¿Qué concluida. Pero tampoco es un singular,
significa pensar?, es el hecho de no inte- porque en ese caso sería “yo” y entonces
resarse sino precisamente por lo que, en tendría que cambiar la formulación y
sí mismo, no es interesante. Heidegger decir “a mí me parece”, o “yo no acepto”,
emplea el término “interesante” en el y esto ya significa afirmarse, definirse,
sentido fuerte de inter-esse: el ser inscrito separarse, distinguirse, aceptar la muerte
en aquellas condiciones de las que, en y la angustia.
efecto, depende su sentido que es preci-
samente lo que define lo interesante. Pero Entonces, para no aceptar la muerte ni
nuestra época declara interesante el acon- la angustia se deja una zona intermedia
tecimiento ruidoso, la alharaca cotidiana, de indiferenciación que no es ni un “no-
aquello de lo que no depende nuestro ser sotros” ni un “yo”. El “uno” no es una
en su sentido, que es precisamente de lo simple figura gramatical, sino la búsqueda
187
de una posición que haga posible escapar en un lenguaje circular cuya interpreta-
a la definición y al reconocimiento del ción ya está dada. El sentido de todo ya
sentido del ser, que nos permita eludir la está asignado de antemano, sólo falta que
angustia de reconocernos en lo que ha- circulen los informes, los datos y todo
cemos, en lo que defendemos, en nuestra aquello susceptible de ser comunicado. Y
historia, en los deseos fundamentales de así se puede conversar indefinidamente,
nuestra vida, en nuestras convicciones sin que nunca se indague por un sentido,
y en nuestros proyectos. Y esto es pre- porque se parte de la premisa de que el
cisamente lo que Heidegger exige que sentido ya lo conocemos. El riesgo serio
asumamos. que está implícito en todo genuino pre-
guntar queda eludido por el sistema de “lo
En su analítica existenciaria de la vida ya sabido” al que nos acogemos. De esta
cotidiana, Heidegger toma como rasgo manera podemos en cierto modo acceder
esencial el lenguaje para mostrar que a todo sin correr nunca el riesgo de no
es un fenómeno originario y constitu- haber entendido, tal como se expresaría
yente del ser humano. El lenguaje no es en la fórmula, naturalmente angustiosa:
simplemente el medio a través del cual “Me interesa profundamente pero no lo
comunicamos experiencias, sensaciones, entiendo”8.
pensamientos sino, más primitivamente,
la forma como asignamos un sentido al En el camino de la exploración de las
mundo. Pero el lenguaje también puede condiciones de la existencia, Heidegger
ser utilizado para escapar de lo compro- arroja una mirada sobre nuestra época
metedor que sería asumir una posición en que resulta extraordinariamente inquie-
su significación originaria, y de lo angus- tante precisamente por su gran distancia.
tiante que sería pensarla. Así se presenta pero no podría afirmarse que por el hecho
lo que Heidegger llama las habladurías. de reformular antiguas preguntas griegas
o, como él mismo cuenta, de leer todos
La característica principal de las habladu- los días varias horas a los filósofos griegos,
rías consiste en un empleo del lenguaje Heidegger se haya despreocupado de la
que remite siempre a una interpretación problemática de la época; lo que ocurre
previa, a un “como se sabe” o “como es que la aborda a su manera y con sus
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sabemos”, a una codificación anterior. propias preguntas. Por ejemplo, también


El lenguaje no asume su característica se pregunta por la técnica.
esencial de asignar un sentido, sino que
se moviliza en la dirección de lo que se da Primero que todo, busca lo que hay de
siempre por ya sabido; no se enfrenta a esencial en la técnica, sin dejarla definir
algo que es necesario interpretar, sino que por las habladurías, sin reducirla simple-
se desliza y se mantiene en lo ya interpre- mente al último modelo de alguna cosa
tado. Toda la responsabilidad angustiante o a una posibilidad nueva y más eficaz
del lenguaje que intenta dar testimonio, de manipular y cuantificar la naturaleza
como aparece por ejemplo en la fórmula o la sociedad. La asume en el sentido más
“yo viví esta experiencia de esta manera”, fundamental y más general posible y se
se refugia, como en el impersonal “uno”, refiere a todas las técnicas, sin importar si
188


se trata de las más primitivas; la escritura, cuperarlo multiplicado; es un sacrificio


por ejemplo, es una técnica. actual, una muerte parcial de la semilla
para que resucite y se reproduzca; es la
En el sentido más fundamental la técnica inscripción en un futuro definido como
está relacionada con el hecho de que la un “ha de ser” y en el trabajo necesario
manera como modificamos el mundo nos para realizar lo que aún no es. Y cosechar
define a nosotros mismos. De esta manera también es reunir que es una figura del
la técnica resulta ser algo esencial pero pensar, pues el pensar reúne, compone,
muy difícil de asumir, y de cuyo sentido produce síntesis nuevas. Así, “cosechar” y
queremos escapar en la tecnocracia, cuan- “sembrar” pensados a fondo, son el logos,
do la concebimos simplemente como una el pensamiento.
manipulación de la naturaleza. Nuestro
empleo corriente de este concepto es Por lo tanto, la manera que tenemos de
ya inauténtico precisamente porque no modificar el mundo, incluso en las téc-
quiere pensar la manera como nuestro nicas más simples e iniciales, es ya una
tratamiento del mundo nos transforma manera de pensar el mundo, que a su vez
y nos define. nos define no sólo como agricultores por
ejemplo, sino también como previsores.
Es muy frecuente encontrar en Heide- La sucesión de las cosechas establece
gger disquisiciones filológicas o análisis hitos y pasados concretos, nos define el
etimológicos, que lleva a cabo con una tiempo en una forma nueva, como un
inmensa erudición lingüística, inspirado
por la sospecha de que el lenguaje posee
un saber anónimo y oculto mucho mayor
que el saber explícito del que podemos
dar cuenta. De esta manera descubre en
una época muy remota y primitiva de la
civilización griega, que la palabra logos
quería decir “cosechar” y “sembrar” y
que sólo posteriormente, en un período

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tardío, llegó a significar, como todo el
mundo sabe, el pensamiento mismo, el
lenguaje y, finalmente, la lógica. Heide-
gger se interroga por ese curioso devenir
que convierte a “sembrar” y “cosechar” en
“lógica” y encuentra que efectivamente,
en su origen, las dos series de términos
eran equivalentes. El sembrar es una ma-
nera de dividir y de distribuir el tiempo
en ciclos y en ritmos; es prever y en ese
sentido implica asumir la pérdida de algo,
que se deja de utilizar inmediatamente
como alimento, con la esperanza de re-
189
ciclo concreto y no simplemente como samente su esencia? Heidegger responde
un futuro indefinido o como el hueco que no. Lo común no es lo esencial; eso
infinito de la duración. Es una manera de sería, dice él, “una esencia inesencial”. El
instalarnos en una sucesión sin la cual el conocimiento profundo de un solo poeta,
tiempo nos resultaría convertido en dos cualquiera que sea, nos da, en cambio, lo
abismos infinitos, el abismo del futuro y esencial. El problema consiste en saber
el abismo del pasado. hasta dónde somos capaces de pensar
siquiera un poeta, sin hacer el estudio
La técnica hace que lleguemos a ser el comparativo de una serie. Esta es una
producto de nuestros productos y de formulación muy notable que define
nuestra forma de producirlos. Pero, de la esencia de una manera radicalmente
nuevo, se presenta el mismo fenómeno: diferente a la de Aristóteles, por ejemplo.
esta característica de la técnica es inevi-
table, porque hace parte de nuestra rela- Entonces, en su búsqueda de la esencia
ción con el mundo, pero es infrecuente de la poesía, Heidegger encuentra en la
que sea asumida como tal. Este es el obra de Hölderlin, uno de los más grandes
estilo mismo de Heidegger para pensar poetas de la humanidad, sin lugar a dudas,
cualquier tema: siempre encuentra algo una serie de proposiciones sobre la poesía
esencial inscrito en nuestra forma misma que parecen, a primera vista, contradic-
de ser, fundamental como condición de la torias. Es una carta a su madre Hölderlin
realidad humana pero que, sin embargo, afirma: “La poesía, esta tarea entre todas la
es muy infrecuente que asumamos. Por más inocente”; y en otro lugar dice: “Por
el contrario lo frecuente es más bien que eso le fue concedido al hombre el lengua-
nos protejamos contra esa significación je, el más peligroso de todos los bienes”
fundamental. Heidegger analiza fórmula por fórmula,
y muestra primero que al afirmación, “La
Otro tema central de su reflexión es poesía, esa tarea entre todas la más inocen-
la poesía, sobre la que escribió varios te”, indica que la poesía es una tarea que no
estudios muy importantes. Me referiré está exigida por la gravedad momentánea
en especial a una conferencia titulada de una necesidad particular o de un deber,
“Hölderlin y la esencia de la poesía”9. El sino que, por el contrario, en ella se ob-
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texto comienza por una reflexión sobre serva, como en el juego, una distancia con
el problema de la esencia. ¿No estará aquello que en la vida cotidiana se llama
ya equivocado, dice, el título mismo de seriedad: el trabajo y el deber. La poesía
este trabajo? ¿No es un error hablar de la no pertenece al mundo de lo instrumental
esencia de la poesía refiriéndose a un solo donde se justifica el uso de las cosas como
poeta? ¿Acaso la esencia no es precisamen- medios para lograr fines.
te lo que es común a muchos, que son,
por otra parte, diferentes? ¿No sería mejor Sin embargo, la poesía es también “el más
establecer una serie de poetas (Homero, peligroso de todos los bienes” porque
Sófocles, Virgilio, Dante, Shakespeare, en ella se da testimonio de lo que se es,
Goethe u otros) y buscar lo que, más allá porque en ella se busca, no un posible
de todas sus diferencias, constituye preci- particular y concreto, sino una dimensión
190


del tiempo en el cual cualquier aconteci-


miento momentáneo queda borrado. De
esta manera se convierte en una visión
en perspectiva de la propia vida y deja
de ser un objeto. Y lo mismo ocurre si
habla de cualquier otra cosa. La luna, por
ejemplo, se convierte de inmediato en el
lenguaje de lo inaccesible, en la figura de
una madre originaria e inalcanzable, etc.

Así, el movimiento fundamental de la


poesía consiste en tomar el lenguaje con la
máxima seriedad, hasta el punto de que el
mundo entero se convierte en un lenguaje
que nos propone diferentes modos de
existir y diferentes sentidos de la vida. Por
la técnica, el hombre se define como un
producto de sus productos; por la poesía
se define como un producto de sus pro-
ductos; por la poesía se define como un
de nuestro ser. En ella el lenguaje regresa
asignador de sentido al mundo. Se trata
a lo originario. Es una manera de asumir
de buscar siempre una definición que vaya
el lenguaje en un sentido completamente
al fondo de la significación. Precisamente,
opuesto a la información, no como medio
sin la poesía no podemos vivir. Ninguna
de comunicación de unos hombres con
humanidad puede soportar la presencia
otros de lo que ya saben o de lo que vie-
desnuda de las cosas sin asignarles una
ron, de lo que piensan o de lo que sienten, valoración y sin ponerlas, a su modo, a
sino como modo original de asignar un hablar. Una tribu nómada en el desierto
sentido al mundo y a la vida. necesita, por medio de sus canciones,
de sus historias y de sus mitos, que las
Con la poesía convertimos el mundo

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toldas dejen de ser realidades plásticas y
entero en un lenguaje y lo llevamos a se conviertan en figuras significativas, lo
sus últimas consecuencias. Cuando el mismo que sus animales o sus atardeceres.
poeta habla del mar, por ejemplo, el mar Ni los esquimales con sus hielos, ni los
se convierte en lenguaje, a diferencia de hombres de la selva podrían vivir si no
lo que ocurre cuando del mar habla un le asignaran un sentido al mundo, que
oceanógrafo, para quien es un objeto y trascienda lo inmediatamente presente,
no un lenguaje. Para el poeta el mar es instrumental, práctico, sólo caracterizado
una manera de designar lo originario, la por sus condiciones naturales efectivas.
fuente de la vida, la madre, lo que perma- Sin la poesía el mundo no sería habitable.
nentemente cambia y sin embargo per-
manece idéntico a sí mismo, una imagen Y entonces, Heidegger vuelve a citar
del tiempo largo, del poder disolvente a Hölderlin: “Lleno está de méritos el
191
hombre, mas no por ellos, sino por la titutivo de la vida; pero ¿qué es para él el
poesía, hace de esta tierra su morada”. La arte? El arte para Nietzsche es, al mismo
poesía aparece así como el lenguaje que tiempo, embriaguez y forma: forma que
constituye para el hombre la significación da límites, leyes y visión de conjunto;
del mundo, y no simplemente como la embriaguez que desborda, que comu-
práctica de unos cuantos señores bastante nica y que se establece antes de todo lo
escasos en la división del trabajo. Y de personal y delimitado. El arte es el juego
nuevo, entonces, comienza el análisis permanente de ambas cosas y esencia de
existenciario. La poesía es, al mismo la vida. De este estilo es su investigación
tiempo, inevitable pero infrecuente… Así sobre el filósofo.
como Heidegger leyó a los filósofos, tal
vez como ningún otro (a Kant, a Hegel, a No deja, pues, de ser admirable este pen-
Anaxágoras, a Anaximandro, a Heráclito, sador solitario que se pasea por la Selva
a Platón, etc.), también leyó a los poetas Negra buscando el sentido fundamental
(a los antiguos griegos, a Hölderlin y a de los temas que se ofrecen a su pensa-
muchos otros), buscando en ellos una miento, sobre todo en esta época que se
posición inevitable, esencial, que forma caracteriza por el afán, por la avidez de
parte de nuestra manera misma de habi- novedades, por la banalización, vulgari-
tar en el mundo, pero que, no obstante, zación y neutralización de todo lo impor-
tendemos a evadir, así como tendemos a tante. Dejó como mensaje de su obra la
evadir la angustia y la muerte. necesidad de buscar el fundamento. Sin
duda, es una actitud que no podemos
En la última época de su vida, después soportar permanentemente, como él
de los ochenta años, leyó a Nietzsche. mismo lo sabía, y tendremos que mez-
Hace poco salió publicada una obra en clarnos continuamente en las corrientes
dos grandes tomos en la que aparecen del tiempo y de la época.
algunos de los cometarios más brillantes
que jamás se hayan hecho sobre el pen- Fue intempestivo porque, precisamente
samiento de Nietzsche. Y no deja de ser en este tiempo, hizo una oposición fun-
inquietante, para quienes han seguido por damental a la gran evasión de todo lo
un largo período la reflexión de Heide- que resulta esencial. Mantuvo, en nuestra
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gger, ver la capacidad de autorrenovación época, la posición esencial de la filosofía


de este pensador que, a una edad tan reflexionando, a partir de una profunda
tardía, puede todavía replantear sus temas preocupación, sobre todo aquello que
y volver sobre sus primeros problemas. confunde a nuestra civilización. Por eso,
la fuerza de su pensamiento crece cada vez
Nietzsche es leído como no lo ha sido más, es cada vez más actual; todo aquél que
nunca. Heidegger espera pacientemente investigue seriamente, en la dirección que
para comprender cada concepto, no lo sea, se encuentra con el carácter inevitable,
da por sabido en ninguna habladuría, como dice Derrida, de la meditación hei-
ni siquiera en una habladuría filosófica. deggeriana. Esta es la importancia de su
Así lleva a cabo su larga exploración. posición y de su aporte. Apenas comen-
Nietzsche concibe el arte como lo cons- zamos a ser capaces de recibir su mensaje.
192


Notas 5. Heidegger, Martin, ¿Qué es Metafísica?, Ser


verdad y Fundamento. Ensayos, Ediciones Siglo
Veinte, Buenos Aires, 1974, pp. 61-96 (N.
1. Heidegger, Martín, El ser y el tiempo, Fondo de
del E.).
Cultural Económica, México, cuarta edición
revisada, 1971, p. 11 (N. de. E.). 6. Lukács, Georg, El asalto a la razón, Fondo de
Cultural Económica, México, 1959, p. 397
2. Dice Heidegger: “Sobre el terreno de los co-
(N. del E.).
mienzos griegos de la exégesis del ser, se desa-
rrolló un dogma que no sólo declara superflua 7. Heidegger, Martin, El ser y el tiempo, Fondo de
la pregunta que interroga por el sentido del Cultura Económica. México, cuarta edición
ser, sino que encima sanciona la omisión de la revisada, 1971, p. 192 (N. del E.).
pregunta. Se dice: ‘ser’ es el más universal y vacío 8. Dice Heidegger: “La cosa es así porque así se
de los conceptos. En cuanto tal, resiste a todo dice. En semejante transmitir y repetir lo que
intento de definición. Este, de los conceptos el se habla, con que la ya incipiente falta de base
más universal y, por ende, indefinible, tampoco asciende a una completa falta de la misma, se
ha menester de definición. Todos lo usamos constituyen las habladurías. Y por cierto que
constantemente y comprendemos también lo éstas no se limitan a las orales, sino que se
que en cada caso queremos decir con él. De esta extienden a las escritas, a las “escribidurías”. El
suerte, lo que como algo oculto sumió y mantu- repetir lo que se habla no se funda tanto aquí en
vo en la inquietud el filosofar de la Antigüedad, un “de oídas”. Se alimenta de lo “leído en alguna
se convirtió en una cosa comprensible de suyo parte”. La comprensión media del lector jamás
y tan clara como el sol, hasta el punto de que a podrá decidir qué es lo originalmente sacado y
quien sigue haciendo aún la pregunta se le tacha conquistado y qué es aquello que simplemente
de error metódico”. Ibídem, p. 11. se repite. Más aún: la comprensión media no
3. Los traductores de Heidegger oscilan en las querrá en absoluto hacer semejante distinción,
versiones que dan de este término. Algunos no habrá menester de ella, porque lo comprende
ponen “existente”, otros “ser ahí” e incluso otros todo. […]. La falta de base no cierra a las habla-
“realidad humana”. Esta oscilación se justifica, durías la entrada en la publicidad, sino que la
pues sólo la realidad humana existe para Heide- favorece. Las habladurías son la posibilidad de
gger y, por lo tanto, con la noción de existente comprenderlo todo sin previa apropiación de
se refiere a la realidad humana. la cosa. Las habladurías preservan incluso del
peligro de fracasar en semejante apropiación.
4. En un estudio largo sobre Heidegger valdría la
Las habladurías, con las que puede arramblar
pena explorar sus influencias que son múltiples.
cualquiera, no sólo desligan de la obligación
En primer lugar aparecen, sobre todo en la pri-
de llegar a un genuino comprender, sino que
mera época, Husserl y Kierkegäard. A medida
desarrollan una indiferente comprensibilidad
que su pensamiento se desarrolla se acentúa cada
a la que nada le es ya cerrado”. Idem, p. 188.
vez más la influencia de los grandes literatos
alemanes, especialmente Hölderlin, y comienza 9. Heidegger, Martin, Arte y poesía, Fondo de

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a notarse la influencia creciente de Nierzsche. Cultura Económica, México, 1958.

193


Homenaje a Goethe
El amor y el matrimonio en Las afinidades electivas*

E
l lector moderno de Las afinidades su psicología o de sus convicciones. Esto
electivas no puede sustraerse a un no puede explicarse como un fenómeno
sentimiento de extrañeza ante derivado de la evolución histórica del
las particularidades de la narrativa de género novelístico, ya que, la novela de
Goethe. El autor concede la magnífica la segunda mitad del siglo XIX introduce
prosa del narrador, su serenidad y su el discurso del otro con su propio acento

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ecuanimidad a casi todos los persona- y su propio léxico, es cierto también que
jes, de tal manera que éstos no están ya en El Quijote se encuentra una carac-
caracterizados lingüísticamente; aunque terización lingüística muy marcada y muy
hablan largamente se vuelven a su turno precisa; hay allí tantas maneras de hablar
narradores o, incluso, escriben cartas y como puntos de vista sobre el mundo.
diarios; sus discursos no son elementos
de su caracterización, no son efectos lin- Sin duda éste es un rasgo típico de
güísticos de su origen, de su ambiente, de Goethe, hasta el punto de que algunos

* Texto de la conferencia pronunciada en el Instituto Goethe de Medellín en octubre de 1982, con motivo del
sesquicentenario de la muerte de Goethe. Apareció publicado inicialmente en la Revista de Extensión Cultural de
la Universidad Nacional, sede Medellín, No. 15, 1983. Luego como parte del libro Sobre la idealización en la vida
personal y colectiva (Procultura, 1985).

195
de sus mejores poemas líricos son ad-
judicados a la Margarita del Fausto o a
la Mignonne del Wilhen Meister, pero
en Las Afinidades electivas adquiere una
importancia tan extraordinaria que se
convierte en un elemento esencial del
contenido mismo de la obra: el albañil
que coloca la primera piedra del edificio
que mandan construir Eduardo y Carlota,
pronuncia, se nos dice, un gracioso dis-
curso en verso del que no nos enteramos
ya que el narrador lo transcribe en la prosa
de Goethe. Como su trabajo ya no será
visible cuando quede terminada la obra,
nos dice sentencioso: “¿Quién tendrá,
pues, que estar mejor dispuesto que el
albañil para trabajar para su propia con-
ciencia y hacer bien lo que hace? ¿Quién
tiene más motivo que él para nutrir la
satisfacción de sí mismo? (…) Pero así
como aquél que ha cometido una mala
acción tiene que temer que, a pesar de
todas sus defensas, acabe sin embargo
por salir a la luz, también aquél que ha
hecho el bien en secreto tiene que esperar
que éste salga a la luz del día aún contra
su voluntad”. Por lo demás, el diario de
Otilia no puede distinguirse por el estilo de credibilidad y desentendiéndose de
de Máximas y reflexiones, y el contenido es todo realismo psicolingüístico es la expre-
también el mismo, salvo donde se mani- sión directa de la posición fundamental
fiesta directamente el famoso “hilo rojo”, de Goethe, de aquella neutralidad, de
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del que nos ocuparemos más adelante. aquella tolerancia moral, que resultaban
Así, todos los personajes son convocados tan perturbadoras e insoportables para
para que expresen sus pensamientos y sus sus contemporáneos. En su extraordinaria
sentimientos de la manera más clara y novela Carlota en Weimar, Thomas Mann
mejor articulada; para que digan lo más pone en boca de Riemer un verdadero
profundo que desde su punto de vista compendio de los juicios de sus contem-
puede decirse, sin que el narrador prin- poráneos, asombrados y ofendidos por ese
cipal se distancie de ellos y tome partido arte que proclama el derecho a no tomar
por medio de una objetivación estilística. partido, como su razón de existir:

Esta extraña manera de ponerse en el Es muy posible que la obra artística tenga
lugar del otro, concediéndole el máximo consecuencias morales; pero reclamarle al

196


artista intenciones y finalidades morales es terminan reconociéndolo para mutua


tanto como destruir su profesión. En mi felicidad. Esto es extraordinariamente
ocupación de escritor jamás me he pregun- malicioso; aquí se somete la ética kan-
tado cómo podría servir a la comunidad sino tiana al proceso corrosivo de una ironía
que siempre he procurado hacerme a mí objetiva. Recordemos que Kant comienza
mismo más inteligente y mejor, aumentar
su Fundamentación de la metafísica de las
el contenido de mi personalidad, y luego
costumbres con estas palabras: “Ni en el
pronunciarme sobre lo que he reconocido
mundo ni en general tampoco fuera del
como bueno y verdadero.
mundo es posible pensar nada que pueda
considerarse como bueno sin restricción a
Y aunque Goethe trató a veces de discul-
no ser tan sólo una buena voluntad”. Y en
parse frente a los ataques que le hicieron a
seguida Kant nos explica que las mejores
Las afinidades electivas (“He hecho morir
cualidades, como la inteligencia, el valor,
de hambre a Otilia, ¿qué más pueden
la decisión y la perseverancia, pueden
pedirme?”) nadie podía llamarse a en-
ser extraordinariamente dañinas si no
gaño, porque el estilo no adopta nunca
van acompañadas de buena voluntad.
un acento condenatorio. De la relación
Goethe, en cambio, nos describe una
sexual entre Eduardo y Carlota se nos
buena voluntad que produce catástro-
dirá que era un doble adulterio, pero el
fes, y una mala voluntad que logra los
narrador la había descrito así:
resultados más alentadores. Ni una ni
otra son simples; ambas pueden con-
A la escasa luz de la lámpara, la secreta
inclinación y la fantasía afirmaron inmedia- vertirse en su contraria según su objeto,
tamente sus derechos sobre lo real. Eduardo su estilo y su grado de realismo. No es
sólo tenía a Otilia entre sus brazos; ante el posible proclamar una conducta como
alma de Carlota el Capitán flotaba más lejos moralmente válida, desentendiéndose
o más cerca, y así, de un modo harto extra- de sus resultados objetivos; no es posible
ño, lo ausente y lo presente se entremezcla- establecer una moral, poniendo entre
ban en forma deliciosa y encantadora. paréntesis el deseo, el amor y la pasión,
ya que sería la regla de conducta práctica
Por lo demás, casi todos los personajes de un ser puramente racional, desgraciada

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poseen una cortesía que no pierden ni o afortunadamente inexistente. Goethe
siquiera en los momentos más dramáticos lleva a cabo esto de varias maneras: ante
de la trama y una buena voluntad que no todo, haciéndonos ver el fenómeno de la
se desmiente nunca. Las únicas excepcio- contrafinalidad, es decir, que el resultado
nes son Luciana y los asombrosos vecini- de nuestras acciones puede muy bien ser
tos; pero de la primera se nos dice que su lo contrario de lo que nos proponíamos.
desconsiderada e impertinente demanda
de aceptación incondicional es un buen Aunque esto es válido para todos los prin-
augurio para el futuro, y descubrimos cipales personajes resulta particularmente
luego que la implacable hostilidad mutua cómico en el caso de Mittler, el mediador.
de los segundos no era más que una forma Este solterón, fanático del matrimonio,
salvaje de manifestarse el interés y el amor funcionario de la reconciliación y predi-
del uno por el otro, tal como, en efecto, cador de la fidelidad, acaba por convencer
197
a Eduardo y Carlota de que la venida hasta un grado bastante peligroso: Eduar-
de Otilia y el Capitán no tiene la menor do cambia su nombre -Otón- por el que
importancia; por lo cual se deciden a lleva actualmente (“de una sonoridad
llamarlos, creando así la situación en que más agradable”), con lo cual se substituye
va a desarrollarse el drama. Por lo demás, a su propio padre, se rebautiza con un
sus peroratas son de una impertinencia nuevo nacimiento y se declara hijo de
fatal: con el discurso que improvisa en el su capricho; Carlota desplaza las lápidas
bautismo del niño mata al cura y con el del cementerio para colocarlas en una
que lanza sobre el noveno mandamiento ordenación más agradable, con lo cual
apresura la muerte de Otilia. Por lo de- transgrede las más antiguas prohibiciones
más, no se trata sólo de contrafinalidad que se refieren al culto a los muertos y a
sino de algo más profundo, a saber, que los antepasados. Esta pareja vive en un
para creer que existe una oposición níti- presente totalmente vacío, ya que carecen
da entre la buena y la mala voluntad es también de vínculos con el futuro, dado
necesario tener una confianza loca en la que no se proponen realmente nada: lo
conciencia, en la decisión consciente, en que llaman sus trabajos son sólo cambios
la voluntad consciente, y nada puede ser de decoración; el arte y la ciencia son
más imprudente que esa confianza, como sanas diversiones de sus veladas. Son
se ve en el siguiente diálogo premonitorio: habitantes de un paisaje más bien que
de un mundo.
Nada -dijo Carlota- es más importante, en
cualquier situación, que la intervención de
Antes de que el amor venga a irrumpir
un tercero. He visto amigos, hermanos,
en esta existencia vacía, Goethe nos pre-
amantes, esposos, cuyas relaciones han
para parsimoniosamente para ello por
sido cambiadas por completo, cuya situa-
ción fue en absoluto transformada por la
medio de presagios y presentimientos,
proximidad, casual o voluntaria, de una de negaciones sintomáticas, de la famosa
tercera persona. Eso puede ocurrir -repuso comparación con la química que da el
Eduardo- con hombres que van a ciegas por título a la obra y, finalmente, de breves
la vida, no con aquellos que son más cons- retratos psicológicos de las dos figuras
cientes, iluminados ya por la experiencia. La centrales. Eduardo no tuvo nada qué
conciencia, querido mío -replicó Carlota- recibir de sus padres como modelo de
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no es ningún arma eficaz; hasta a veces es conducta racional. Su padre, enceguecido


peligrosa para aquél que la lleva. por un insaciable afán de riqueza lo obligó
a casarse con una mujer mucho mayor
Eduardo y Carlota tienen una relación que él, a la que no amaba; su madre era
extraña con la razón. Como hijos de la a la vez ansiosa y abandonadora:
Ilustración han llegado, para decirlo en
términos de Kant, a la edad adulta de Mientras vivía con ella de niño y de mucha-
la humanidad: “Nadie puede ya cuidar cho no podía librarme de las preocupaciones
de nosotros -dijo Carlota-; tenemos que del momento. Si me retrasaba en un paseo
ser nuestros propios amigos, nuestros a caballo tenía que haberme sucedido una
propios preceptores”. Por lo demás, están desgracia; si me sorprendía un chaparrón
exentos de supersticiones y de prejuicios estaba segura de que la humedad me pro-

198


Goethe in the Roman Campagna (1786)


duciría fiebre. Pero si salía de viaje y me la innegable verdad con que Goethe nos
alejaba de ella, lo que pudiera ocurrirme describe el proceso por el cual se esta-
apenas parecía ser asunto suyo. blece la atracción mutua entre Otilia y
Eduardo y entre Carlota y el Capitán,
Después de quedar liberado por la muerte es probablemente lo que resultaba me-
de su mujer y por la cuantiosa herencia de nos tolerable para sus contemporáneos;
su madre, quedó como “único señor de sí porque la necesidad de ese doble enamo-
mismo, independiene en los viajes, capaz ramiento está descrita con tal rigor que
de toda variación y todo cambio (…) queda descartada toda noción de culpa,
¿qué podía en el mundo oponerse a sus ya que es una necesidad ajena a toda

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deseos?” Carlota, por su parte, es una per- decisión consciente y a todo propósito
sona mucho más inscrita en las normas, voluntario. Lo que no queda descartado,
mucho menos infantil, más previsora y en cambio, es el sentimiento de culpa de
capaz de renuncia. Así se nos muestra en quienes viven el proceso, y que va a des-
todos sus diálogos y Goethe multiplica los empeñar un papel decisivo en el desenlace
indicios que permiten subrayar el contras- de la tragedia; porque el sentimiento de
te de estos dos personajes: su relación con culpa, aunque sea inevitable y a veces
la música, la administración económica y benéfico como cuando inicia un proceso
hasta con la lógica. de reparación, no justifica el salto a una
metafísica de la libertad, a una doctrina
Unidos así, con el objeto de “disfrutar del libre albedrío, que venga a servir de
de la vida”, esperan la llegada de Otilia y fundamento imaginario a la noción de
el Capitán. La extraordinaria seguridad, culpa. Goethe tiene, por lo tanto, muy
199
que respecta a Otilia, su identificación
con Eduardo apenas sí podría ser califi-
cada de inconsciente, ya que se trata al
mismo tiempo de una tendencia y de un
propósito: su amor se descubre por el he-
cho de que se ha apropiado por completo
de su letra y escribe exactamente igual a
él; y también por la manera que tiene de
acomodarse a la irregular ejecución de la
música, cuando lo acompaña al piano:

Saber acomodarse no es la expresión ver-


dadera, pues dependía de la habilidad de
Carlota y de su libre voluntad para detenerse
aquí o correr allá, por amor a su esposo, que
tan pronto se retrasaba como se precipitaba,
Otilia, que le había oído tocar la sonata
algunas veces, parecía haberla únicamente
aprendido en el sentido en el que aquél la
ejecutaba. Había hecho tan suyas sus faltas,
que de ello volvía a brotar una especie de
viviente conjunto: cierto que no se movía
a compás, pero sonaba de un modo extre-
madamente grato y gracioso. El mismo
compositor hubiera encontrado placer en
ver desfigurada su obra de tan agradable
manera.
buenas razones para sentirse heredero y
continuador de Spinoza: “Los hombres se Es interesante detenerse un momento en
este texto y no considerarlo sólo como un
figuran ser libres porque tienen concien-
indicio más de la identificación de Otilia
cia de sus voliciones y de su apetito, y no
con Eduardo. La manera que tiene Car-
piensan ni aún en sueños en las causas
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lota de ajustarse a su irregular ejecución


que los disponen a apetecer y a querer,
es perfectamente reflexiva y voluntaria.
no teniendo conciencia alguna de ellas”. Por amor, dice el narrador, pero esto sólo
quiere decir aquí por buena voluntad
Para decirlo en la forma más lacónica- consciente, la cual precisamente disipará
mente freudiana, nos encontramos tanto por completo cuando surja efectivamente
en el caso de Eduardo y Otilia como en el amor, ya que entonces dirá al Capitán:
el de Carlota y el capitán frente a una “¡Si nos dejara en paz Eduardo con la
elección narcisista de objeto, y la palabra pamplina de su flauta! No va a ninguna
elección tiene aquí tan poca connotación parte con ello, y ¡es tan molesto para
de libre decisión como cuando Freud los oyentes!”. En cambio, la manera de
habla de la “elección de neurosis”. Por lo ajustarse de Otilia es una introyección de
200


las faltas de Eduardo que no se hace por su renuncia hasta el suicidio. Su relación
amor, sino que es el amor mismo. con el conocimiento no puede ser más
goethiana: el auxiliar nos la describe en
Por esta misma razón, no es de extrañar su primera nota de la siguiente manera:
que encontremos en el diario de Otilia “Se muestra incapaz hasta la terquedad,
muchas sentencias que no corresponden ante una cosa fácilmente comprensible
en absoluto a lo que sabemos de ella sino que no se relaciona para ella con nada.
más bien a Eduardo, por ejemplo: “Nues- En cambio, si se pueden encontrar los es-
tras pasiones son verdaderos fénices. Al labones intermedios y hacérselos ver cla-
consumirse el viejo en el fuego, surge ramente, le resulta comprensible hasta lo
ya de la ceniza el nuevo”. Cuando no le más difícil”. Y luego: “No aprende como
concede abiertamente la palabra para que una persona que debe ser educada, sino
se explique sobre su situación afectiva: como una que desea educar”. Esta posi-
“Vituperóse a un hombre de edad porque ción ante el conocimiento es exactamente
todavía se ocupaba de mujeres jóvenes. Es la de Goethe: “Por lo demás yo detesto
el único medio de rejuvenecerse -repuso todo lo que no hace más que instruirme
aquél-, y eso lo desea todo el mundo”. sin aumentar mi actividad o vivificarla
inmediatamente”. Y por si fuera poco,
Otilia es, de todos los personajes, el más el diario contiene el mismo relativismo
complejo y el más inquietante. Detrás perturbador de Goethe que solía dejar
de su manifiesta identificación con perplejas a las personas más próximas y
Eduardo, se percibe en ella una gran mejor dispuestas hacia él. Allí nos ente-
superioridad, lo cual hace tanto más ramos de que tanto los defectos como las
plausible el enamoramiento narcista de virtudes son necesarios para el individuo,
Eduardo, ya que Otilia puede encontrar y unos y otros, llevados a cierto grado de
en él una imagen del ideal del yo. Por exaltación, constituyen la pasión.
sus características principales, por sus
relaciones con el pensamiento y por la ¿Quiere Goethe expiar una vez más la
función que desempeña en la estructura vieja culpa frente a Carlota Buff, Car-
afectiva descrita, Otilia es, sin lugar a lota van Stein y tantas otras que fueron

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dudas, otro yo de Goethe. Y aunque esto elegidas precisamente porque resultaban
no sea probablemente muy importante, inaccesibles?¿Quiere renovar una vez más
no puedo creer que esta dimensión de su el viejo mito del amor en la muerte, bas-
personaje hubiese escapado al autor. “No tante más aceptable para él, del amor en
hay una sola línea -dice a Eckermann- en el matrimonio? ¿En qué consiste la pasión
Las afinidades electivas que no haya vivido de Otilia? En no preferirse a sí misma, en
por mí mismo (…) Saber utilizar lo que no querer salvarse por el olvido, en no
había vivido era todo para mí”. Cualquie- aceptar consuelo.
ra puede comprender, por lo demás, que
Otilia es el Werther de esta historia: como También Carlota sintió esto en su mo-
él, irrumpe amenazadoramente en una mento: “Anticipaba, como de costumbre
relación ya establecida; como él renuncia suele hacerse, el miserable consuelo de
a la realización, pero no al amor y lleva que tales dolores son también aliviados
201
por el tiempo. Maldecía el tiempo nece- de los cuales es desde luego la serie de
sario para aliviarlos. Maldecía el funesto discursos de los personajes en los que
tiempo en que quedaran aliviados”. Se se expresan puntos de vista diferentes y
nos dice que por el diario pasa un hilo opuestos. El punto de vista más ingenuo
rojo de cariño y abnegación que lo enlaza es el del albañil, que no ve problema al-
todo; pero esta abnegación no es otra cosa guno en la relación entre el matrimonio
que la decisión inquebrantable de conser- y el amor, puesto que sólo pueden, a su
var su amor a costa de su vida, y por eso juicio, reforzarse mutuamente:
se hace visible en las múltiples referencias
a la capilla que será su tumba y en la que Pero tampoco aquí debe faltar cal, medios
esperará a Eduardo. En todo caso no hay de unión; pues así como las personas que se
duda de que Goethe quiere llevar a cabo inclinan por la naturaleza, unas a otras, es-
una explotación sobre el sentido de su tán mejor unidas cuando la ley las encadena
vida y aprender sobre sí mismo ya que mutuamente, así también las piedras que ya
se acomodan por sus formas, se juntan aún
nunca concibió el arte de otra manera.
mejor con estas fuerzas ligantes.

He mencionado el matrimonio. Toda la


El fanatismo de Mittler, su ansiosa y
novela es en efecto una larga meditación
grotesca inclinación a resolver querellas
sobre este escabroso tema ante el cual
o desavenencias conyugales, su temor
se detuvo tantas veces su pensamiento.
a permanecer bajo el mismo techo con
Las manifestaciones directas de Goethe
una pareja de divorciados; todo ello es
al respecto son tan desconcertantes que
indicativo de que este extraño personaje
nos hacen pensar en lo que le reprochaba
-casi fantástico- conoce muy bien la pre-
Carlota van Schiller: “Hablaba con fra-
cariedad del matrimonio y sabe hasta qué
ses sonoras que contenían ya su propia
punto se haya amenazado, y no solamente
réplica y que podían ser interpretadas a
por las tendencias políticas, económicas
voluntad”. Es una caracterización muy
e ideológicas de la época, sino por el ca-
justa, que contiene, en su brevedad, esa
rácter paradójico de la institución misma
mezcla de admiración e indignación, esa
que pretende establecer una legislación
perplejidad, que solía producir en los
sobre los afectos. Si se nos dice: “tú debes
interlocutores más benignos y que puede
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pagar una deuda o un impuesto”, esta


ilustrarse, a propósito del matrimonio,
fórmula no encierra ninguna contradic-
con la siguiente observación:
ción, ya que si nos es posible también
La pederastia griega es tan antigua como el
puede obligársenos a hacerlo y si no nos
hombre, puesto que yace en la naturaleza es posible, no puede exigírsenos. Pero
humana, aunque sea contra-naturaleza, y la los verbos amar y desear no pueden con-
santidad del matrimonio cristiano es de in- jugarse en imperativo sin cometer una
apreciable valor, aunque, en sentido propio, enormidad lógica. ¡Ama!, ¡desea!, es algo
el matrimonio sea antinatural. casi tan aberrante como si alguien nos
dijera: miden ustedes demasiado poco:
En Las afinidades electivas el tema es abor- ¡crezcan! Pero las instituciones requieren
dado en diversos niveles, el más explícito siempre este excedente afectivo, sin el cual
202


ninguna violencia podría sostenerlas. No


les es suficiente el simple “tienes que hacer
esto”; sino que agregan “hay más, ¡tiene
que gustarte, tienes que amarlo!”.

Conocedor de este carácter paradójico del


matrimonio, Mittler trata de fundamen-
tar su indisolubilidad por medio de una
teoría de la deuda infinita que los esposos
han contraído el uno hacia el otro, y que
no se deriva a su juicio del juramento so-
lemne ni del sacramento, sino de la simple
convivencia, del hecho de haber compar-
tido y haberse procurado entre sí las cuitas
y alegrías de la existencia, lo que genera
en cada cónyuge una deuda de gratitud
hacia el otro y además una inmensa culpa
por todos los dolores que se le han hecho
sufrir. De manera que mientras más rica
en felicidad y en desgracia haya sido su
vida, mayor es también la mutua deuda
de gratitud y la culpa recíproca con su
correspondiente necesidad de reparación.
De este análisis de la convivencia puede
deducirse entonces que mientras más
profundo sea en cada cual el desacuerdo que Goethe indaga aquí por las tenden-
que los une, más sólidas las cadenas de la cias y las condiciones que pueden militar
gratitud y del remordimiento y el deseo a favor de la continuidad del matrimonio
de superación. Por eso Mittler puede sin apelar para nada a una trascendencia, a
terminar así su discurso: un orden sagrado intangible e inmutable.

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Esto es necesario y suficiente para volver
Incómodo puede ser a veces el matrimonio;
a encontrar el estilo propio del pensa-
bien lo creo, y así debe ser: ¿No estamos
miento goethiano, su compleja alquimia
también casados con la conciencia, de la
del dolor y del amor, su estudio de la vida
cual a menudo nos desembarazaríamos
gustosos, porque es mucho más incómoda
en términos de correlación de fuerzas y
de lo que pueden llegar a serlo un marido de tendencias, su famosa amoralidad que
o una mujer? después de todo no era más que la bús-
queda de un equilibrio siempre precario y
La importancia de este discurso no radica siempre personal que permita aprobar la
solamente en desarrollar un punto de vis- vida sin ignorar su inevitable dimensión
ta ajeno y evidentemente unilateral, hasta trágica; un equilibrio entre tendencias
encontrarle un núcleo de verdad; sino en opuestas, reconocidas como tales. Un
203
trabajo difícil de autorreconocimiento y anulado. Esta medida, piensa el amigo,
autoeducación que no puede reemplazar- cambiaría por completo las relaciones de
se por la aplicación de fórmulas morales la pareja ya que sus miembros tendrían
válidas para todos; en pocas palabras, una que tener en cuenta, en su trato cotidiano,
ética de la personalización. la posibilidad de disolver el vínculo, que
se aproxima todos los días. Con tanta
Y así, en una perspectiva goethiana podría mayor razón, si seguimos la lógica de esta
responderse fácilmene a Mittler que si nos argumentación, cambiaría la relación de
preocupamos por el desarrollo del indi- aquellos que se vieran en el caso de tener
viduo y no solamente por la estabilidad que renovar continuamente la voluntad
de las instituciones, entonces la gratitud de estar juntos. Si avanzamos un paso más
y el descontento consigo mismo no son por este camino, tan lógico en apariencia
ciertamente suficientes. Es necesario to- y sobre todo tan optimista, nos encon-
davía aprender a afirmar una buena dosis tramos rápidamente con el enigma del
de independencia, de autoafirmación y, amor. Hay, en efecto, una contradicción
¿por qué no decirlo?, de narcicismo. insuperable en la esencia misma del amor,
y es que tendemos inevitablemente a
Casi inmediatamente después de que asegurarnos el objeto amado por medio
Mittler huye ante la aparición de la de juramentos, de promesas, de garan-
pareja de divorciados, el Conde toma tías y de contratos, ya que su pérdida es
la palabra para enseñarnos, medio en sentida como la mayor desgracia; pero
broma, medio en serio, la otra cara del el amor y la seguridad sencillamente no
asunto. Por desgracia tenemos que dejar pueden ir juntos, porque el amor es por
aquí de lado todos los problemas que definición el amor por el objeto perdible,
plantea este intenso diálogo y las di- y un amor seguro es algo tan imposible
versas connotaciones que adquieren las como una oscuridad iluminada. A esto se
diferentes voces, según las circunstancias refiere sin duda la misteriosa sentencia de
concretas de los que escuchan, para con- Otilia en su diario: “Jamás estamos más
centrarnos en la teoría del Conde. Éste alejados de la realización de nuestros de-
lanza su ataque precisamente sobre el seos que cuando nos imaginamos poseer
punto que acababa de defender Mittler lo deseado”.
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en forma tan exaltada, a saber, sobre la


indisolubilidad. “Si me permiten ustedes El amor es amenaza y es angustia, preci-
una expresión más viva, tienen en sí los samente porque contiene la promesa de
matrimonios algo de grosero; estropean una nueva identidad, porque significa un
las más tiernas relaciones y, en realidad, grave despojo narcisista, ya que, como
esto sólo depende de la torpe seguridad dice un poeta árabe que cita Freud en
de que se prevale una de las partes por su estudio sobre la paranoia: “Allí donde
lo menos”. Antes, el Conde nos había el amor despierta, muere el yo, déspota
relatado la propuesta de un amigo suyo, sombrío”, en Las afinidades electivas son
consistente en limitar la validez del matri- reconocidos ampliamente los desastres del
monio a un plazo de cinco años, después amor. Un opresivo sentimiento de culpa
de los cuales quedaría automáticamente pesa sobre toda la obra hasta el punto de
204


que se repite una y otra vez el sacrificio ser feliz”. ¿No estuvo él casi desde la
expiatorio: el del niño, fruto de aquel infancia hasta los setenta y cuatro años,
“doble adulterio”, el de Otilia que queda continuamente al borde del abismo?
extrañamente transfigurada y santificada Era particularmente vulnerable a causa
en la tumba, el de Eduardo que acude a de su extraordinaria vitalidad y de que
cumplir su cita con la amada que ahora no estaba enamorado de un caudillo,
es la muerte. De tal manera que sólo los de un partido, de una patria, de una fe.
más razonables, o mejor adaptados, los Tenía una profunda desconfianza en las
que tienen la fuerza, o la debilidad, de exaltaciones colectivas y también en esto
renunciar al amor -Carlota y el Capitán- Otilia lo representa fielmente cuando
escapan al sacrificio. dice en su diario: “A la sociedad puede
imponérsele todo, menos lo que supone
Goethe se había propuesto consciente- guardar consecuencia”.
mente describir ese amor terrible, culpa-
ble, angustiante, y sin embargo preferible Goethe desconfiaba del romanticismo
a todo, que continúa afirmándose por filosófico y literario, pero sobre todo de su
encima de todo como contenido esencial propio romanticismo, que estuvo a punto
de la vida. en su diario de 1809 escribe: de hacerlo cambiar su repliegue olímpi-
“Nadie dejará de ver en esta novela una co, su situación simbólica de anciano
herida de honda pasión, que teme sanar venerable y padre de la cultura alemana
y cerrarse, un corazón que se niega a (hasta Hegel lo llamaba padre), por una
engañosa sonrisa de Ulrika; sin temor a
nada, ni siquiera al ridículo.
Caspar David Friedrich: El caminante sobre el mar de nubes

Uno podría preguntarse: ¿por qué esa


afirmación del amor cuando ya no que-
dan dudas acerca de su peligrosidad,
cuando no hay ilusiones sobre un final
feliz, cuando se sabe de antemano que
no podrá nunca consolidarse como una

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situación estable, lograda y segura, y que
está siempre condenado a ser intento y
riesgo? Porque si no se cuenta con esa
promesa de una nueva identidad, si no
se tiene esa esperanza de renovación y
transformación, la vida entera se vuelve
una rutina vacía, cualquiera que sea por
otra parte su agitación, el cambio de de-
corados y de diversiones. Otilia lo dice en
los siguientes términos:

Una vida sin amor, sin la proximidad del


amado es como una comedia de piezas inde-

205
pendientes. Se saca un cajón tras otros, se lo De esta manera encontramos las dos
vuelve a cerrar y se pasa apresuradamente al grandes preocupaciones de la vida y del
que sigue. Todo lo bueno e importante que pensamiento de Goethe que subtienden
sucede no está más que muy pobremente toda la trama de Las afinidades electivas:
enlazado. En todas partes hay que comen- la continuidad y la transformación. Sólo
zar desde el principio y en todas partes se
una gran continuidad permite albergar
querría terminar.
la esperanza de una transformación. Una
gran continuidad, “una larga paciencia”,
Nos encontramos ante una profunda
una admirable capacidad de trabajar du-
caracterización de la vida vacía que es,
rante años y a veces décadas en una obra,
en esta obra, el fondo del que emerge
enriqueciéndola y profundizándola y, por
la tragedia amorosa. Así era la vida de
ello mismo, una extraña facilidad para el
Eduardo durante sus años de viaje y luego
cambio y la renovación, para dejarse fe-
con Carlota, hasta la llegada de Otilia;
cundar por las experiencias, las amistades,
así es la del Conde y la Baronesa, que no
las lecturas y los viajes.
pueden tomar en serio su relación afectiva
y viven, en cierto modo, de visita; así es
Porque siempre estuvo presente en
la del huésped que relata la historia de
Goethe, como la más íntima exigencia,
los extraños vecinitos y, finalmente, la
su voluntad de transformación, con todo
del Capitán, tal como se describe en las
lo que tiene de muerte y de angustia,
primeras páginas. Es ésta ante todo una
dejemos que nos lo diga con sus propias
vida discontinua, en la que nada de lo
palabras que tomamos del poema “Di-
que ocurre ahora se enlaza firmemente
chosa nostalgia”:
con el pasado, como su consecuencia, su
resultado o su superación, ni tampoco
Mientras tú no puedas comprender
sirve de base al futuro que le dará una este” ¡Muere y transfórmate!,
conclusión o una significación nueva. no serás más que un huésped melancólico
En una vida así incluso la variación, la en la tierra tenebrosa.
sucesión vertiginosa de acontecimientos,
viajes y diversiones, toda esa agitación, no Cali, octubre de 1982
es más que un vano intento para ocultarse
a sí mismo la repetición fundamental.
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206


Franz Kafka y la modernidad*

C
on la idea de modernidad terminó por lo demás con la Segunda
me refiero especialmente a los Guerra Mundial), haya llegado a ser una
acontecimientos que se han obra en la que tantas gentes, en todos los
producido en la cultura más recientemen- ámbitos y en todos los idiomas reconocen
te, sobre todo los que se han producido sus dramas y sus problemas y se sienten
después de la muerte de Kafka. Lo que representados por el pensamiento de su
me quiero preguntar es, sobre todo, por autor? ¿Qué ocurrió con Franz Kafka

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qué razones y en qué sentido la vida de para que la modernidad, la modernidad
Kafka, los problemas que le fue necesa- actual, se sienta en cierto modo expresada
rio abordar y la manera como trató la en su obra?
literatura adquirieron tal notoriedad, a
posteriori, después de la Segunda Guerra Primero que todo voy a decir algunas
Mundial. ¿Por qué Kafka vino a tener ese palabras sobre el sentido que le voy a dar
reconocimiento universal que tiene hoy? a la palabra modernidad. Se trata de una
¿Cómo fue posible que la obra de una crisis que se puede determinar en varios
persona que estaba en un sistema tan res- órdenes de la vida; no es solamente una
tringido, la Praga de 1920, ubicada en un crisis económica, que a veces ocurre y se
rincón del imperio Austrohúngaro (que supera dentro de una economía determi-

* Conferencia pronunciada en Tunja en 1983 con motivo del primer centenario de la muerte de Kafka.

207
nada, como las economías de Estado de- dicación femenina contra la dominación
nominadas socialistas, o las economías de masculina. En África, por ejemplo, se
mercado denominadas capitalistas. Todo expresa por medio de la brujería contra la
el mundo sabe que estamos viviendo una religiosidad oficial. Siempre ha habido de
crisis más profunda, porque se refiere a las parte de los dominados, en este caso las
relaciones entre los elementos más cons- mujeres, una cierta manera de oponerse
titutivos del vínculo societario, es decir, a la dominación. También en la lucha de
a la organización misma de una sociedad las generaciones nos encontramos con
cualquiera: las relaciones entre los hom- que siempre ha habido un problema: la
bres y las mujeres, entre los adultos y los generación de los adultos es dominadora
niños, las relaciones de una generación con relación a la de los niños o a la de los
y otra, y en general entre el hombre y la adolescentes; la generación de los adoles-
naturaleza. Todo eso es lo que ha entrado centes es, en cierto modo, rebelde, tiene
en crisis y, por lo tanto, la crisis a que muchas formas de rebelión con relación
me refiero no es la crisis de una forma de a la generación de los adultos.
Estado determinado, de una forma de
propiedad determinada, sino una crisis La sociedad siempre se ha planteado estas
de los vínculos que son necesarios en toda dos tensiones, nunca hemos conocido la
forma de organización social. paz de una sociedad integrada, en la que
todo el mundo ocupa su lugar y desem-
No hay sociedad que se pueda dar el lujo peña su función, según el pensamiento
de no tener en cuenta las diferencias y funcionalista. La sociedad nunca ha sido
los conflictos que se generan en su seno: armónica, siempre se ha tratado de una
las diferencias entre los adultos y los combinación, de una estructura; enten-
niños o entre los hombres y las mujeres, diendo por estructura un conjunto en
por ejemplo, no podrán ser borradas ni el que las partes son interdependientes
erradicadas por ninguna forma de orga- pero no necesariamente armónicas. Todas
nización social. En nuestra época estas las sociedades han tenido que tratar con
diferencias han entrado en una crisis. conflictos y hostilidades; creo, incluso,
Esas diferencias pueden ser tratadas de que decir “sociedad armónica” es una
diversas maneras. Las relaciones entre contradicción en los términos. El vínculo
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los hombres y las mujeres, por ejemplo, societario es conflictivo y toda sociedad
pueden ser tratadas bajo la forma de es conflictiva. Una sociedad puede tratar
una reivindicación feminista que, como de ahogar los conflictos o de dominarlos,
se sabe, no se ha planteado en todas las o puede tratar de dejar que se expresen;
formas de sociedad, aunque de todas pero no hay sociedad que no sea conflicti-
maneras siempre ha habido una tensión va. Hay conflictos de muy diversa índole,
en las relaciones entre las mujeres y los por ejemplo, conflictos históricos muy
hombres. Un antropólogo moderno muy particulares, propios de una situación
notable, George Balandier, ha mostrado, histórica, como el conflicto de clases en
en el análisis de sociedades africanas, que determinadas circunstancias, el conflicto
en todos los tipos de sociedad esa tensión entre proletariado y burguesía, por ejem-
persiste. Siempre ha existido una reivin- plo. Pero en general el conflicto no puede
208


como sus padres. Esta rebelión se expresa


de mil maneras, pero siempre hay un gran
no: nosotros no vamos a ser repetidores
de nuestros padres. Esto es relativamente
nuevo porque, aunque siempre ocurrió,
nunca había ocurrido con tanta fuerza
como hoy.

Puede haber varias formas de rebelión.


Un campesino se puede rebelar contra
el padre actual, que es el propietario de
una parcela dentro de la que nació, pero
para ir a fundar otra parcela en la cual va
a desempeñar el papel que el padre des-
empeñó en la anterior. Este es un tipo de
rebelión momentáneo que está dentro de
la economía de la repetición, que incluye
la rebelión, cosa que es muy importante
saber. Pero parece que ahora la juventud ha
decidido no ser incluida en la repetición,
tiende a algo distinto, a otro tipo de rela-
ciones humanas, a otro tipo de valoración
de la vida y no solamente a una pelea con
el padre para llegar a ser igual a él.

La crisis que llamamos modernidad es


una crisis muy compleja que incluye una
serie de preguntas que nunca se han plan-
teado. Interrogarse por las relaciones entre
ser superado ya que es constitutivo de
los hombres y las mujeres, por ejemplo, es
la vida social, es anterior a la propiedad

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una novedad de nuestra civilización. Las
y muy probablemente posterior a toda civilizaciones anteriores eran civilizacio-
forma de propiedad. nes estables en la medida precisamente
en que no se preguntaban por eso, ya que
La modernidad ha hecho explotar una lo tenían resuelto siempre de antemano.
cosa nueva en el vínculo societario, ha he- Preguntarse qué significan o qué podrían
cho explotar los conflictos más hondos: el significar las relaciones entre los adultos
conflicto entre los hombres y las mujeres, y los niños es también una cosa nueva en
a través de lo que ahora llamamos femi- este sentido. Eso nunca se lo preguntó
nismo. Pero también la rebelión juvenil una civilización anterior. Las preguntas
que ahora tiene mil formas, entre ellas que ahora nos formulamos, las anteriores
una forma negativa que consiste en que sociedades creían tenerlas resueltas; ahora
los jóvenes dicen ahora que no quieren ser en cambio sabemos que esas preguntas
209
no están resueltas y no sabemos cómo se movimientos se pueden llamar pacifistas,
pueden responder. ecológicos, feministas o como se quiera,
pero simplemente constituyen recusacio-
No me voy a adentrar en los problemas nes de la vida social vigente. Lo que yo
de los orígenes o de las causas de esta in- llamo modernidad es la manera como se
mensa crisis que llamamos modernidad; está presentando una crisis, que ya no
sólo quiero subrayar algunos aspectos. se refiere solamente a una determinada
Es una crisis que no sólo afecta la forma estructura política o económica sino a
de propiedad, como decía Marx, las rela- la manera como la humanidad ha vivido
ciones sociales de producción, las fuerzas y se ha relacionado con la naturaleza, a
productivas, sino que afecta un conjunto la manera como se han relacionado los
vastísimo que nunca estuvo en cuestión sexos entre sí, como se han relacionado
y que ahora está en cuestión. las edades. Y si hay algo profundamente
moderno es precisamente el hecho de que
Las civilizaciones son muy diferentes unas lo que está en nosotros más arraigado,
de otras, pero de todas maneras cada una lo que es más inevitable, se encuentra
de ellas ha creído tener resuelto lo esen- en crisis.
cial: las relaciones de edad y las relaciones
entre los sexos, y por consiguiente la Si llamamos modernidad a esa crisis que
forma de la reproducción de la identidad. acabo de esbozar, ¿qué puede tener que
Se supone que el hombre llega a ser un ver con ella la vida y la obra de Franz
hombre por identificación inconsciente Kafka, un individuo que al fin y al cabo
con una figura paterna, aunque no sea nació hace un siglo (es lo que estamos ce-
la de su padre real; se supone que una lebrando) y murió muy joven, a la edad de
mujer llega a ser mujer por identificación 41 años? Pues bien, los acontecimientos
inconsciente con una figura materna, particulares de la vida de Kafka dieron
aunque no sea la de su madre real. Ahora lugar a una situación muy especial. Kafka
no podemos suponer eso como resuelto. era un judío de Praga, supremamente de-
Eso está en cuestión. Llamo modernidad sadaptado, hijo de una familia de comer-
a una crisis inaudita y realmente nueva, ciantes judíos, pero de cultura alemana;
no sólo en las relaciones de producción, había aprendido incluso a hablar primero
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en las relaciones de las clases sociales, el alemán que el checo, que no dominaba
en las relaciones económicas, sino en bien al comienzo. No era checo, no era
los fundamentos mismos del vínculo alemán, en cierto modo tampoco era
societario. Hemos entrado en esa crisis judío, aunque era hijo de una familia
que está siendo impulsada (a veces de judía. Él mismo, en su juventud, era un
manera inconsciente, a veces de forma individuo racionalista, ateo, socialista
consciente; eso no nos importa aquí), y partidario del darwinismo, creencias
por movimientos diversos, dispersos, que que no correspondían en absoluto a una
no son reglamentarios, que generalmente ideología judía.
no configuran partidos, es decir, formas
de aspiración al poder político aunque sí Lo primero que se destaca en esa vida es,
pueden configurar organizaciones. Estos pues, ese elemento de no pertenencia que
210


se puede también expresar con el término acoger o rechazar, sino ideas que él trataba
de apatridad. Kafka no tiene una patria, de encarnar. Tomaba en serio el pensa-
una patria para amar, para pensar. Una miento. Se sentía tan desarraigado en la
patria quiere decir un conjunto humano división social del trabajo como abogado
que tenga los mismos valores y que le dé al de una compañía de seguros, que comen-
código, a las palabras, al léxico, las mismas zó a erigir una especie de culto al trabajo
connotaciones. En este sentido Kafka fue manual y se puso a estudiar carpintería
siempre un hombre sin patria y, como para llegar a ser carpintero, porque creía
ocurre en la modernidad, anhelaba tener que ese era un oficio real. Desde luego,
una patria. Este anhelo se expresaba a no le halagaba mucho a su padre que un
veces de una manera o de otra en el deseo señor abogado, el doctor Kafka, aspirara
de ser judío, precisamente porque no lo a ser carpintero. Tenía una tensión inte-
era, porque el deseo, es carencia como lo rior encarnada en su vida y buscaba una
dijo Sócrates: uno no puede desear ser lo solución. Es una crisis que podíamos
que ya es. Nosotros no podemos desear denominar con esa fórmula un poco sim-
ser colombianos, podemos desear ser bue- plificadora pero diciente de apatridad. Se
nos colombianos o seguir siéndolo, pero sentía lejano a toda colectividad humana.
no se puede desear ser lo que se es, como
no se puede desear estar donde uno está;
el deseo es carencia, es algo que le falta
a uno. Kafka quería ser judío porque no
lo era, quiso ser también checo o alemán
en muchas oportunidades, pero sabía con
una gran nitidez que la apatridad era su
destino.

El Castillo no es la historia de un hombre


que aspira a un logro inmenso o a llegar
a ser un señor importantísimo, sino el
anhelo de poder llegar a ser un hombre

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cualquiera en una comunidad. Lo que él
deseaba era pertenecer a alguna comuni-
dad. Lo inauditamente difícil de El Casti-
llo no es destacarse como el conquistador
de una fortaleza, sino todo lo contrario,
poderse disolver en una comunidad.

En general, en la vida de Kafka son muy


importantes las ideas, como ocurre en la
vida de un gran pensador. Pero esas ideas
no eran opiniones que se pueden más o
menos cambiar, intercambiar, respetar,

211
el acusado se siente culpable. Varios in-
terrogantes esenciales se abren en la obra
de Kafka: ¿qué significa la culpa?, y, desde
luego, ¿qué significa la ley? ¿Quién puede
tomar por su propia cuenta la posición de
juez? ¿A nombre de qué y por qué?

Consideremos la culpa por un momento.


Hay mil formas muy sencillas de liberarse
del problema de la culpa. Uno puede
refutar la idea misma de la culpabilidad
como lo hizo Spinoza, Nietzsche o Freud,
ya que la idea se puede refutar. Spinoza
sabía muy bien que si nos sentimos culpa-
bles es porque nos creemos libres, y decía
con gran finura, que nos creemos libres
solamente porque tenemos conciencia
de nuestros apetitos, y no tenemos con-
ciencia de las causas de nuestros apetitos.
Cualquiera puede consultar el texto de
Spinoza en el apéncide de la parte primera
de la Ética. Allí dice muy tranquilamente
que la libertad es el nombre que damos a
la ignorancia que tenemos de las causas
de nuestros actos. En esa misma línea re-
flexiona Nietzsche. Y Freud, en el último
capítulo de la Psicopatología de la vida
cotidiana, presenta, por decirlo así, un
Otro problema es que Franz Kafka se sen-
desarrollo y una culminación de todo lo
tía culpable y en eso consiste gran parte
que en esa línea se había pensado.
de su obra, en tratar de investigar de qué
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podía sentirse culpable porque sabía que Kafka sabe todo eso, incluso conoce a
ese sentimiento oscuro de culpa, que era Freud, pero el problema es que él se sigue
tan fuerte en él, no estaba justificado en sintiendo culpable. La culpa tiene muchas
ningún problema práctico. Así comienza dimensiones. De la culpa no es fácil libe-
El proceso, como tal vez ustedes recorda- rarse, en primer lugar porque la culpa es
rán: “Seguramente se había calumniado un sentimiento y un sentimiento no es re-
a José K (…) puesto que sin haber hecho futable. Se pueden refutar las razones que
nada malo fue detenido una mañana”. uno da para tener ese sentimiento, pero
Todo el libro es una investigación de esa el sentimiento mismo no es refutable.
pregunta: ¿de qué es culpable José K? Si yo digo que estoy enamorado de una
Las leyes que aparecen en El proceso son muchacha porque es el ser más lindo que
absurdas, pero hay algo más grave y es que existe sobre la tierra, se me puede refutar
212


que sea el ser más lindo que existe sobre condiciones de realización de sus deseos.
la tierra, pero no que yo esté enamorado Si yo, por ejemplo, deseo tener una cita
de ella. El problema es que la culpa es con una muchacha en un determinado
un sentimiento y un sentimiento no es sitio, ese deseo tiene condiciones de
refutable, sólo es interpretable. realización como por ejemplo el hecho
de tener que trasladarme hacia ese lugar.
Ahora bien, ese sentimiento de culpa Pero si yo no quiero montar en bus y no
tiene varias dimensiones: la culpa está tengo con qué pagar el taxi y finalmente
en relación con la norma; está prohibido no voy, es porque realmente no deseo salir
hacer tal cosa y yo la hice, luego soy cul- con esa muchacha. Porque si lo deseara
pable. Pero si dejo de creer en la norma realmente tendría que someterme a las
que la prohíbe: ¿dejo de ser culpable? Me condiciones de su realización, como hacer
sentía culpable porque creía, pero ahora cola para entrar en un bus, cosa por lo
que ya no creo en eso ya no soy culpable. demás muy aburrida. Las normas están
Esta es la forma más simple de tratar el profundamente vinculadas a nuestros de-
problema pero no lo agota porque hay seos y son sus condiciones de realización.
otras dimensiones de la culpa, incluso Estar contra las normas es exactamente lo
más útiles, que no son ante otro, ante mismo que estar contra el deseo.
un juez o ante un conjunto normativo,
sino precisamente ante uno mismo. Estas Kafka exploró el tema de la culpa con una
son precisamente las formas de la culpa gran amplitud, no reduciéndola nunca
hacia las que avanza el pensamiento de a la culpa directa que contrapone a un
Kafka de una manera más decisiva. ¿Qué acusado con un acusador. Kafka sabía
ocurre, por ejemplo, como consecuencia muy bien que en su vida había un con-
del hecho de hacer sufrir a seres que uno junto de conflictos que lo hacían sentir
ama? Esto también puede hacernos sentir culpable. Él, por ejemplo, deseaba escribir
culpables. También existe la culpa que y la escritura se convertía entonces en
consiste en no estar a la altura de lo que un superyó. Hizo un relato que se refiere
uno quisiera ser. Uno se siente culpable especialmente al deseo de escribir como
por no haber hecho lo que uno sabe y cree un drama de su vida, y que se llama Una

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que podía y debía hacer. mujercita. Se trata, en efecto, de una
mujercita drástica, terrible, que tiene
Todo deseo realmente serio implica nor- los dedos extraordinariamente agudos y
mas, es decir, si uno desea algo tiene al separados. Pues bien, esa mujercita es un
mismo tiempo que desear todo aquello emblema de la escritura que lo acosa y no
que es compatible con la realización de sabe muy bien por qué. Él no le ha hecho
lo que desea. No me estoy refiriendo a nada, pero ella lo acosa continuamente,
ningún moralismo renovado, sino al pro- perturba su sentido de la estética y de la
blema del deseo y su relación con la culpa. ética y trastorna sus aspiraciones. Kafka
El individuo que no quiere someterse a se sentía culpable por no escribir pero
ninguna condición es un individuo que también se sentía culpable por hacerlo,
no desea nada porque el que efectivamen- pues sabía muy bien que en la medida
te desea algo tiene que someterse a las en que escribía, y en la manera como lo
213
hacía, rompía con la comunidad humana
inmediata a la que aspiraba.

Tomemos el ejemplo de La carta al Padre,


una carta muy conocida, que no es una
obra de ficción como sus grandes obras,
sino una carta real que escribió y envió a
su padre, quien indudablemente nunca la
leyó porque la madre la retuvo. Se trata
de una carta muy complicada porque
es un intento de reconciliación con una
imagen paterna apabullante. La acusación
fundamental que trae toda la carta es
que el padre es un hombre terriblemente
seguro de sí mismo o, dicho al revés, un
hombre que tiene la incapacidad de dudar
de sí mismo. El padre se siente seguro en
su actividad de comerciante y considera
que los intereses de su almacén son sus
intereses reales.

En esa carta, Kafka trata de diferenciarse


de su padre a quien considera emblema
de una ley arbitraria. Kafka tiene muy
claro el problema de la arbitrariedad surge cuando yo impongo una ley a la
de la ley. Tanto en esta carta como en que no me someto, que considero válida
el conjunto de sus obras la ley aparece para otro, pero no para mí. Kafka era
como arbitraria. Esto ocurre cuando extraordinariamente sensible a este tipo
un individuo impone una ley a la cual de diferencias.
él mismo no se somete. El padre decía
que había que callar mientras estaban Kafka se sentía culpable de escribir por-
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comiendo en la mesa, pero él hablaba que sabía que la escritura era una ruptura,
todo el tiempo; decía que no se podía una decisión de romper con el mundo
derramar la comida pero alrededor de que lo estaba rodeando, con el código
su plato estaba lleno de derrames; todo vigente y sus connotaciones. Tenía de la
lo que decía no correspondía con lo que escritura la noción más alta: la escritura
efectivamente hacía. Se trataba entonces surge precisamente en el momento en que
de una ley impuesta que es muy diferente un hombre tiene en cuestión la realidad.
a una ley trasmitida. Esta última es la que En uno de sus trabajos más antiguos
uno impone pero a la que uno mismo se (lo más viejo que recordamos de Kafka,
encuentra sometido. La gramática es una porque lo demás lo quemó), que se lla-
imposición arbitraria pero es algo a lo ma Descripción de una lucha, muestra en
que yo mismo me someto. El problema una forma verdaderamente decisiva que
214


escribir es el intento de reconstruir un amenazador y hay que darle un nombre;


mundo que a uno se le está deshaciendo cuando el mundo entero debe ser de
entre las manos. La realidad, cuando está nuevo nombrado y relatado, aparece la
codificada, no requiere escritura alguna; necesidad de la escritura. La literatura,
lo que requiere escritura es un mundo que según Kafka, es el trabajo de reconstruir
se nos está escapando de las manos. Hay un mundo, de volverlo a hacer, con el fin
una fórmula de un filósofo francés muy de buscar una identidad.
notable, que parece escrita sobre Kafka
y que dice: un hombre que no escribe Ustedes pueden encontrar que en todas
es porque ya está escrito; su situación, partes en la obra de Kafka hay siempre
su función, su posición, su significación una identidad que se le escapa: un gorila
están dadas de antemano; un hombre que que está buscando ser un hombre a pesar
escribe es porque no está escrito, porque de estar ratificado en todos los Music
está buscando cuál es su posición y su Hall del mundo civilizado; un viajante de
ubicación. comercio que resulta ser un monstruoso
insecto; alguien que proclama que va a ser
En la Descripción de una lucha encontra- agrimensor de una población pero nadie
mos un individuo que avanza curiosa y está enterado de que allí necesiten un agri-
tranquilamente con otro por el campo, mensor y que finalmente no encuentra
y llama Torre de Babel a un álamo del con quién relacionarse para ser eso. En
campo. Esto ocurre porque la realidad general, hay alguien que no sabe quién
para este individuo está fallando y está es. Esta es la obra de Kafka, el drama de
tratando de reconstruirla. El álamo del la búsqueda de una identidad, de una
campo no tiene ningún problema para identidad amenazada, precisamente, por
una persona que esté verdaderamente la modernidad. Kafka buscaba la manera
inscrita en la realidad; para un carpintero de ser alguien y comenzó a comprender
el álamo del campo no tiene problema y que existía la posibilidad de redefinir su
probablemente para un pintor tampoco. ser por medio de la escritura.
El álamo del campo es el álamo del cam-
po. Pero cuando uno no sabe quién es, La modernidad es una amenaza a la iden-

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entonces el álamo del campo se estreme- tidad. No hay nada más moderno que la
ce, innominado, y aparece sin nombre, esquizofrenia colectiva. La modernidad
como un objeto amenazador. Es en ese tiene una particularidad que algunos
momento entonces que lo llama Torre autores modernos han visto con mucha
de Babel. Muy interesante la fórmula nitidez. Rosolato, por ejemplo, en un
porque la Torre de Babel fue construida, estudio muy notable que se llama El eje
como se recordará, a raíz del diluvio, es narcista de las depresiones, destaca que la
decir, cuando la naturaleza dejó de ser depresión es una de las particularidades
una buena madre y se convirtió en una de la modernidad porque ésta promueve
madre amenazadora. Cuando ya nada es la ruptura de los lazos y de los vínculos.
natural y hay que construir una torre en La modernidad es lo que otro pensador
la cual apoyarnos; cuando lo más cotidia- llamaba la “muchedumbre solitaria”1 ya
no se presenta de pronto sin nombre y que le quita al individuo la posibilidad de
215
encontrar la identidad dentro de un gru-
po o de una comunidad y en esa misma
medida lo impulsa locamente a buscar
otros grupos.

El apiñamiento de la vida moderna es


deprimente; las gentes cada vez se acercan
más, se reúnen en conglomeraciones y
por consiguiente se deprimen más. Este
es el drama de la modernidad tal como se
expresa en la figura moderna de la soledad
como es el caso de la soledad en la mu-
chedumbre. No está sola una vaca en el
campo, simplemente está lejos; está solo

Franz Kafka
un hombre entre la multitud y mientras
más se apiñe a la multitud más solo está.
El efecto deprimente de la modernidad
es que ya no hay nada común. En una so- solución de un problema. En un sentido
ciedad primitiva, como se suele llamar, se freudiano, hay un deseo que no podemos
producen en muchos sentidos los mismos asumir y que no solamente lo reprimimos
problemas que en una sociedad moder- sino que además reaccionamos contra él
na, pero allí la sociedad entera participa a través de una formación reactiva. Freud
en cierto modo de los conflictos de sus continuamente habla de eso y lo ejempli-
miembros. Así ocurre por ejemplo con los fica muy sencillamente mostrando cómo
rituales de iniciación. En nuestra socie- la muchacha histérica, que tiene deseos
dad una muchacha que tiene la primera sexuales, resulta con una repulsa por la
menstruación debe vivirla en la soledad; carne, se vuelve vegetariana y esquiva
en una sociedad primitiva la situación se todo lo que sea alusivo al sexo; entonces
convierte en un ritual en el que participa ya no solamente no reconoce su deseo
la sociedad entera: la muchacha entra por sino que produce una formación reactiva.
un túnel, en uno de cuyos extremos la
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despiden las niñas, y en el otro la saludan Nosotros vivimos en medio de una for-
las mujeres. En nuestras sociedades, por el mación reactiva contra la depresión que se
contrario, un cambio grande en la vida es puede denominar el “entusiasmo vacío”.
vivido en una forma solitaria, y es mejor Como no tenemos una comunidad, ni
disimularlo para que nadie se dé cuenta. una empresa común, ni nada que nos
ligue profundamente, inventamos enton-
Este tipo de apiñamiento combinado con ces el entusiasmo vacío, que aparece como
indiferencia y desprendimiento genera una empresa por la que nos apasionamos
depresión. La depresión es un fenómeno pero a la que no podemos aportar nada.
moderno que se expresa a veces como una Un ejemplo es el entusiasmo por un
formación reactiva contra la depresión. equipo de fútbol. Es un entusiasmo vació
La formación reactiva no es nunca la porque no somos jugadores de fútbol,
216


no podemos hacer nada para que ese tres comunidades lingüísticas diferentes
equipo gane, tampoco si gana o pierde a las cuales pertenecía y no pertenecía.
nos pasa nada; pero nos genera un gran Tenía el dolor de no pertenecer pero
entusiasmo. también experimentaba el anhelo de
pertenecer y se sentía traidor a las tres.
El entusiasmo vacío puede tener muchas Poseía una lucidez implacable para captar
otras formas de expresión, como es el caso sus propios movimientos en busca de una
de las drogas o el alcohol. Hay muchas u otra comunidad y para criticarlas. Esa
cosas que nos entusiasman sin afectarnos soledad tan particular de Kafka fue lo que
porque no configuran una empresa. La hizo de él un hombre de la modernidad.
ventaja máxima del entusiasmo vacío Pocos autores pueden ser modernos y
es que uno se permite el lujo de estar actuales. Kafka es el hombre que aspira
entusiasmado sin estar angustiado, por- a ser algo por encima de todo pero es al
que cuando uno se entusiasma por una mismo tiempo un implacable crítico de
empresa a la cual uno puede aportar, la manera como cree serlo. El hombre
cualquier empresa que sea (un periódico, de El Castillo, el señor K., es el hombre
una causa, una idea o una política o cual- que anhela participar en una pequeña
quier cosa que sea), entonces se encuentra comunidad, a la que ni siquiera idealiza
frente a un sentimiento angustiante, es en lo absoluto, porque sólo desea parti-
decir, siempre se plantea la cuestión de la cipar en ella, estar en ella, sentirse en ella
angustia: ¿estaré o no estaré yo a la altura entre los suyos, por razones psicológicas,
de esto? El resultado de una empresa me por razones del momentow histórico.
afecta: si esto triunfa mejora mi vida, si Kafka se convirtió en un escritor de la
esto fracasa se quitan posibles de mi vida modernidad y sus libros describen lo que
por lo menos. El entusiasmo vacío, por es nuestra vida moderna. Nuestra pasión
el contrario, es mejor, porque es el entu- por su lectura, si es que llegamos a tenerla,
siasmo por una causa que no nos afecta será sin duda alguna recompensada por
en nada y a la que no podemos aportar ella misma, porque es la pasión por en-
nada, pero por la cual me entusiasmo tender cuáles son los dramas de nuestra
locamente. Nuestra sociedad está llena, en propia vida.
medio de su vacío de entusiasmos reales,

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pero también se producen locuras colec- Nota
tivas por causas que no afectan a nadie.
1. Riesman, David y otros, La muchedumbre
solitaria, Editorial Paidós, Buenos Aires,
Pues bien, Kafka vivió en una situación 1968 (N. del E.).
de soledad muy particular, en medio de

217
La conquista o de llegada de Hernán Cortés en Veracruz, 1951. La Colonización o arrival de Hernán Cortés a Veracruz. 4,92 x 5,27 m.
undécimo mural en la pared este.del palacio nacional de Mexico Foto: Rafael Doniz
Tolle lege


Comentarios a Viaje a pie de Fernando González


Estanislao Zuleta Ferrer

H
ace un mes no quedaba ya en Porque esta obra se sale del ambiente y es
Medellín una sola persona superior al medio. No viene a exponer un
aficionada a la literatura que sistema filosófico sino a reírse agradable-
no se hubiera leído este libro extraño y mente de muchas ideas viejas y a inventar
desvergonzado. Se leía desaforadamente teorías sobre el amor, sobre la conserva-
y fatigaba ya el comentario equivocado ción de la energía, sobre el origen y el fin
sobre las delicias de la obra. Algunos del hombre, sobre el miedo, sobre todos
amigos del autor conocían y hablaban de los problemas vitales de “este animal que

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artículos muy interesantes que dedicaban suda, que digiere, que elimina toxinas,
al libro grandes escritores franceses. Los que desea la mujer ajena y todo lo ajeno”.
indios sedentarios de este estrecho valle,
como nos llama Fernando González, re- Algunas de esas teorías vienen expuestas
cibíamos complacidos la burla descarada con fervor de convicción y otras son ensa-
de este doctor aficionado a la filosofía, al yos de filosofía humorística. El autor ama
amor y al buen estilo. Pero no hubo un y profesa algunas de las ideas que expone y
solo periódico que se atreviera a elogiar se burla donosamente de otras. Es a veces
la obra ni un literato o crítico capaz de materialista y a veces místico. En sus ratos
analizarla en público. O era el temor de de plenitud vital es un filósofo voluptuoso
posibles anatemas, o envidias literarias, o enamorado de las mujeres, del agua, del
desconcierto ante el tono de superioridad sol, de todo lo que llega acariciador a los
intelectual del libro. sentidos; en sus momentos de depresión
221
nerviosa es un filósofo místico que tiene ¡Pero qué agradable todo y qué delicioso
miedo a la muerte y que busca desespera- humorismo el de este libro! Está todo
damente una idea religiosa para explicar lleno de gracia y mientras más disparata es
el misterio. ¡Exactamente como cualquier mejor. Es la risa sonora de un filósofo que
bicho humano! Sólo que este hombre es se siente sano y alegre y hace gimnasia.
sincero y no tiene inconveniente en des- “La salud, la conservación de la elastici-
nudar impúdicamente ante los demás su dad juvenil, son finalidades del viaje”,
cuerpo y su espíritu. Ese impudor, que dice el autor. Marchar alegre, mientras el
escandaliza a los conciudadanos del doc- sol calienta, riéndose apaciblemente de las
tor González, deja adivinar que el libro cosas y los hombres. Pero este filósofo es
no pudo ser escrito para la publicidad, un hombre nervioso, que padece a veces
pero que el autor, después de hacerle al crisis de pesadumbre, y se vuelve entonces
papel sus confidencias, las encontró tan pesimista, lírico y religioso. Son desigual-
espontáneas y escritas con tal gracia y dades y contradicciones de un tempera-
diafanidad de estilo, que no pudo resistir mento nervioso. El hombre atormentado,
a la tentación de mostrarlas. de nervios sensibles, a quien preocupan
exageradamente las cosas, el que todo lo
O es tal vez porque al doctor González le analiza y quiere hallarle la razón a todo,
gusta aterrar a sus conciudadanos. No hay ama la risa como un descanso y se vuelve
sinceridad de convencido sino mucha iro- escéptico y burlón. Voltaire, Sthendal,
nía y mucha sorna en esas páginas sobre Heine, Cervantes, Ganivet.
el pecado original, sobre nuestro padre el
homínido y sobre el origen del Diablo. El libro de Fernando González tiene pá-
Sería pueril pensar que este autor, que ginas de ironía y páginas de dolor, como
no cree en nada ni en nadie, que le gusta los libros mejores de los grandes maestros.
reírse de todo, fuera a sostener seriamente Es una obra de literatura subjetiva, de
esas tesis filosóficas. ¡Es por espantar a los penetrante observación psicológica, llena
hombres gordos de Medellín! El aspecto de pensamientos profundos, y sobre todo,
religioso y el aspecto político del libro no llena de gracia. El estilo es ágil, espontá-
deben tomarse en serio. ¿Cómo tomar en neo. Parece que un fecundo profesional
serio al autor cuando habla de la vulgari- de la literatura hubiera querido entrete-
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dad latinoamericana o cuando dice que nerse escribiendo unos ensayos frívolos
los dos únicos hombres de Suramérica sobre el amor y sobre el Diablo.
son Bolívar y Carlos E. Restrepo? Sería una
majadería pensar en la sinceridad de esos Bibliografía de referencia
conceptos, si acaso pueden llamarse así.
Revista Claridad, Nº 1, marzo 8 de 1930. Cortesía
de José Zuleta Ortiz.

222


Una voz que se apagó en las llamas


–Cuento–

Es la voz de Estanislao Zuleta Ferrer en la imaginación de su nieto José Zuleta Ortiz


José Zuleta Ortiz

E
l 24 de junio de 1935 también fue Prado. Hablamos sobre la intención que
mi último día. Recuerdo que esa tenían algunos comerciantes de conver-
mañana fresca y luminosa tenía tirse en jueces, y de otras barbaridades
una cita con Fernando González en la y ocurrencias de los ricos de Medellín.
Librería Dante, para recoger los Ensayos Cuando llegamos al seminario nos des-
de Montaigne, que habíamos pedido a la pedimos; Fernando tenía que ir a ayunar,

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editorial Garnier Hermanos de París. yo a almorzar.
Cuando llegué, Fernando ya estaba ojean- Cruzó la calle con su cuerpo ágil, y me
do uno de los tomos. Al verme, y a modo miró desde el otro lado, con esa mirada de
de saludo, me leyó: “El placer y la dicha pícaro y santo, casi eterna. Fue la última
no se disfrutan careciendo de espíritu y de vez que lo vi.
vigor”, –al fin un poco de sabiduría para
Almorcé temprano en casa de Paulina Ve-
esta ciudad beata y frívola– dijo, abrazan-
lásquez; recogí las maletas, los encargos y
do el libro contra el pecho y riendo con
mandamos a buscar un carro para que me
malicia. Reclamé mis ejemplares y salimos
llevara al campo de aviación. Al poco rato
de la librería.
oí al muchacho de los mandados gritar:
Subimos por la calle Palacé hacia el barrio “Doctor, el carro, ya viene el carro”.
223
Subimos las maletas y tomamos el camino loto Hartmann Furst, con quien había
de las Playas, hacia el campo de aviación conversado en otros vuelos.
de Guayabal.
–¿Cómo están hoy las cosas?– le pregunto.
Cuando estábamos llegando vi mucha
gente que se dirigía hacia el aeródromo; –Muy molestos con el señor de La Saco,
le pregunté al chofer qué pasaba. que ha publicado un aviso en el periódi-
co para humillarnos a Thom y a mí, por
–No, doctor, es que Gardel va a hacer una habernos quitado a Gardel como cliente.
escala en Medellín y usted sabe... Él estu-
vo aquí hace unos días, y fue sensación... Recordé que durante el último mes las
La gente que es novelera, doctor. disputas habían sido bastante agresivas
y que en Bogotá, cuando venía para
El carro me dejó enfrente del casino Medellín, los dos pilotos se insultaron,
de Scadta, y pude ver que en el campo y se prometieron venganzas que no pude
ya venía el avión con sus tres motores entender. Pensé que peleaban por noso-
encendidos carreteando hacia el casino. tros los pasajeros, pero no estoy seguro.
Bajé las maletas con la ayuda del chofer
y entré en el cobertizo. Gardel salió del cobertizo y levantó
un vaso para saludar a los admiradores
Había poca gente, entregué el equipaje y
que le hacían vítores. Tenía el sombrero
me dirigí a la barra. Ofrecieron cerveza
puesto, apoyaba la mano en el hombro
negra alemana y yo acepté con gusto. Oí
de un amigo.
el ruido de otro avión que aterrizaba; la
gente comenzó a correr hacia la baranda Don Jorge Moreno se me acercó y dijo:
que hay frente a la pista, el avión se detu-
vo frente al casino de la Saco, que estaba –Qué envidia, ah bueno ganarse la vida
a unos 100 metros del nuestro. cantando por el mundo, rodeado de
admiradoras y amigos, vivir en una sola
Se abrió la portezuela y comenzaron a ba- fiesta como ése.
jar los pasajeros, estaban muy sonrientes,
parecían felices. –Quién sabe, musité.

Aparece en la portezuela del avión Carlos Hartmann vino y nos invitó a subir al
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Gardel. Se quita el sombrero gris claro avión.


con cinta azul oscura y saluda al públi- Al salir del cobertizo había mucho viento.
co que lo aplaude, lleva un traje gris y
Subí a la nave y me senté en el puesto
una corbata menta, y en el bolsillo de
detrás del mando, para ver las maniobras
la chaqueta un pañuelo blanco de seda.
de los pilotos. El asiento es de mimbre, no
Se dirige hacia el interior del casino y
muy cómodo, “pero no transmite la vi-
las gentes dicen vivas y le quieren salu-
bración de los motores”, me explicó. Don
dar, pero Gardel desaparece dentro del
Guillermo Escobar y don Jorge Moreno
recinto.
se sentaron frente a mí; un míster que no
–Buenas tardes– me llama con el extraño conozco subió con ellos; debe de ser otro
acento gutural de los alemanes, el copi- alemán..., se están adueñando de todo.
224


Accidente aéreo. Medellín, 24 de junio de 1935.

Vi por la ventana que el avión del tal despegar a toda marcha. Gardel se seca el
Gardel también estaba listo para salir, sudor con su pañuelo de seda.
y alcancé a distinguir al jefe de tráfico
En medio de la soberbia, Samper quiere
colgado de la portezuela, gritando. Thom
hacer una gracia para ridiculizar al ale-
y Hartmann aceleran los motores y el
mán; desvía el avión de la recta, quiere
avión hace tal estruendo que, parece, se
pasar rasante sobre nosotros y hacernos
va a desintegrar; yo no me preocupo, pues
dar un susto.
Hartmann me dijo que cada avión tiene
más de trescientos mil tornillos. Veo venir el avión volando a baja altura
y confío en que pueda elevarse. Thom y
La nave se mueve hacia la pista unos
Hartmann miran paralizados y entonces
pocos metros y luego se detiene.
el avión se incrusta en el nuestro.
Thom y Hartmann hablan en alemán, o
De pronto, todo fue fuego, todo crujía
mejor, gritan para poderse oír. Pensé que
y estallaba; en el incendio crepitaban
ese idioma es muy apropiado para gritar.
dentro de los estuches, las guitarras. Bajo
Mueven algunos botones y esperan. los pies del masajista y con el primer es-
truendo, salió de la caja donde se guardan
Don Guillermo está rezando en silencio

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los perfumes y la gomina de Gardel, un
para que nadie sepa que tiene miedo. El
agradable olor a lavanda. Los sombreros
botones nos ofrece algodón para los oí-
de fieltro ingleses, con sus cintas de seda
dos. El avión de Gardel llega a la cabecera
china, se encendieron; las cartas y los
de la pista y gira hacia la recta. Adentro
contratos, que Gardel guardaba en un
los que temen callan, y Gardel les hace
portafolio de cuero verde, se encogieron
bromas sobre su cobardía. También él
sobre sí, y las letras perdieron su forma y
siente miedo. Ernesto Samper, el piloto
su sentido antes de ser fuego.
de la Saco, está pletórico de soberbia;
lleva al cliente más famoso de los últimos La caja de discos y la copia de El día que
tiempos y sólo hace dos días que se lo me quieras, que iban en la bodega con el
arrebató a su rival. Pone a rugir los tres equipaje, se derritieron volviéndose cho-
motores de su F31 y toma la pista para rrillos de llamas amarillas y azules. Su voz

225
se apagó en las llamas y toda la pulcritud Ahora estoy aquí en el cementerio de
y la elegancia que había reinado siempre la Chacarita. Me visitan miles de seres
en su vida estaba retorcida, calcinada por desconocidos. Estoy rodeado de placas
la furia insensata de la competencia. y mármoles alusivos a una voz que ni si-
quiera conozco. Me dicen cariñosamente
Yo también morí esa tarde.
Morocho, Mudo, Zorzal.
En adelante todo fue confusión: nues-
Entristece mortalmente saber que hace
tros cuerpos se carbonizaron y quedaron
más de 60 años, allá en Medellín, Mar-
desparramados por la pista. Un doctor
garita Velásquez, mi esposa, le lleva flores,
Montoya trató de hacer las necropsias
le reza, y le pide consejos silentes a ese
pero nadie podía reconocernos, había
señor tan elegante y que a decir de todos
humo de todos los colores; buscaron las
los que me visitan, cada vez canta mejor.
argollas de oro para saber quién era quién,
pero el calor había fundido el oro; ahora A veces mientras arregla las flores, o limpia
éramos montoncitos de carbón. Buscaron la lápida donde está grabado mi nombre,
entre los rostros chamuscados la sonrisa tararea en voz baja: “Sus ojos se cerraron
de Gardel y encontraron la mía. y el mundo sigue andando, su boca que
era mía, ya no me besa más. Se apagaron
Comenzaron a tratarme de forma muy
los ecos de su reír sonoro y es cruel este
especial, y la Paramount mandó una caja
silencio que me hace tanto mal...”.
metálica para mí; entonces comprendí mi
tragedia: me llevarían por montes, ríos, Bibliografía de referencia
valles y selvas hasta el puerto de Buena-
ventura y de allí en barco a Nueva York Estanislao Zuleta Ferrer (1903-1935). Fundación
Estanislao Zuleta, impresión Litocencoa, 2005,
y luego a Buenos Aires en la Argentina. p.p.: 63 - 68.
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226


El imaginario de progreso y civilización en la región


de sumapaz, 1880-1940: el vestido, la educación
y la religión*
Julieth Paola Correa Duarte**

Introducción Por otra parte, la historia del Sumapaz


está marcada por tres procesos: la colo-
La Región de Sumapaz a mediados del nización de terrenos baldíos, el conflicto
siglo XIX se caracterizaba a nivel económico agrario y la violencia. En ninguno de
por la producción de quina1 y la inclusión los tres casos la zona ha sido interrogada
del cultivo de café, además, se consideraba desde la historia cultural, por tanto el
un punto central del departamento de presente artículo pretende analizar el
Cundinamarca debido al desarrollo de proceso de incorporación y divulgación
actividades tales como la agricultura, la del imaginario2 de progreso y civilización
ganadería y la explotación de maderas entre la élite3 y las gentes del común4,
(González y Marulanda, 1990, p. 25). dentro de un conjunto de acciones que
tienen como eje central el vestido.
En noviembre de 1895 mediante la
proclamación del Decreto 484, nació Para desarrollar este objetivo se tomaron
el circuito judicial del Sumapaz y Fusa- tres ejes temáticos: a) la apropiación del
gasugá (Martínez, 2000. P. 31 – 33) se imaginario de progreso y civilización y
convirtió en su capital, al mismo tiempo su divulgación entre la élite por medio
que la cercanía entre el poblado y la ciu- de la prensa redactada e impresa en Fu-
dad capital de Bogotá atrajo la mirada de sagasugá; b) la difusión de este mismo

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empresarios que veían en las haciendas imaginario en el ámbito educativo, espe-
de la zona un desarrollo económico en cíficamente en la instrucción primaria y,
potencia, Fusagasugá se constituyó en por ultimo; c) la consolidación del ima-
circuito comercial, social y cultural, no ginario al interior de la familia a través de
solamente de la provincia, sino, de toda la enseñanza de valores morales propios
la región (Martínez, 2000. P. 36 – 53). de la tradición católica.

* El presente artículo hace parte de una investigación más amplia titulada: “Vestido y sociedad en la región de sumapaz,
1880 – 1940”; en curso para optar al título de Magister en Historia.
** Licenciada en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales. Tesista Maestría en Historia. Profesora Universidad
del Tolima.

227
Considerando la importancia de los ideas civilizadas provenientes de Europa.
términos progreso y civilización en la
comprensión del imaginario, se recurre Este argumento explica porque la élite
a las precisiones teóricas que ofrece la experimentó la sensación de pertenecer
antropóloga colombiana Zandra Pedra- a una cultura diferente, es decir, distan-
za en torno al concepto de civilización. ciada de la herencia mestiza producto del
La autora retoma las transformaciones intercambio racial que tuvo lugar durante
identificadas por el sociólogo Norbert el período colonial en la zona.
Elías en su trabajo sobre el proceso de
la civilización en occidente (1969) y las Por otro lado, el progreso material (in-
confronta con las ocurridas en Colombia fraestructura y equipamiento) y mental
y en América Latina. Así, Pedraza plantea (ideas, comportamientos y actitudes)
en primera instancia, que el uso de la pa- indicó el camino hacia la añorada civili-
labra civilización en el caso colombiano zación. Por ello, el presente capítulo busca
fue utilizado por los pensadores, gober- analizar el proceso de incorporación y
nantes y letrados del siglo XIX con doble divulgación del imaginario de progreso y
intención: una, la de nombrar el estado civilización entre la élite y las gentes del
o la condición que esperaban que el país común, dentro de un conjunto de accio-
tuviera; y, dos, la manera como deseaban nes que tienen como eje central el vestido,
que los europeos vieran el país; además, se el cual se reguló mediante la retórica de
debe aclarar que los parámetros de la ci- la urbanidad y la religión.
vilización se incorporaron desde Europa.
La élite y el imaginario de
Continuando con el caso de América Lati- progreso y civilización
na, durante el siglo XIX, en el marco de la
conformación de los Estados nacionales se En la Región, a comienzos del siglo XX,
identifican proyectos patrocinados por go- la economía del café experimentó un
bernantes e intelectuales locales, cuyo fin momento de auge que atrajo un gran
consistía en poner en funcionamiento pro- número de excombatientes de la Guerra
cesos de apropiación de interpretaciones, de los Mil Días (1989-1902), numerosos
costumbres y experiencias cimentadas en campesinos colonos en busca de tierras y
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la civilización (Pedraza, 2011, p. 30 – 30). algunos empresarios deseosos de expandir


sus negocios.
La élite de la región acuñó el término
civilización de una forma similar a la La gloria de la producción cafetera llegó
que describe Zandra Pedraza en el marco hasta la tercera década del siglo XX con
nacional y latinoamericano, dado que, los la consolidación de las haciendas en el
notables del Sumapaz la consideraban: Sumapaz y la proclamación del cultivo del
una condición que se espera tener; como grano como la actividad más importante
también, una manera de ser visto no sólo en todo el país, para enfrentar en 1929 la
desde Europa, sino desde el ámbito local crisis mundial y el prematuro declive de
y nacional; y, finalmente, una forma de la economía cafetera en la región durante
imitación de las costumbres, hábitos e los años treinta.
228


No obstante, los excedentes producidos


durante la bonanza del café propiciaron
las condiciones de riqueza necesarias
para el nacimiento de una élite cafetera,
que poco a poco impuso su presencia en
la región, situación que se evidenciaba
en la ocupación de cargos públicos, la
ejecución de obras y la adquisición de
elementos modernos como la imprenta.

El surgimiento de la élite como un grupo


social poderoso también se percibía en la
manera como se reconocía a sí misma:
“personas de buena sociedad y reconocida
cultura” (El Sumapaz, 1898. No. 18), en
oposición a la concepción que los nota-
bles tenían del resto de la población: “la
gente más falta de recursos para la vida”
(Revista de Sumapaz, 1907, No. 21). En
otras palabras, la forma de nombrar no
sólo identifica, sino más bien, representa
una forma simbólica de existir.

El afianzamiento de la existencia también


esta mediado por las condiciones econó-
micas, políticas y sociales, las tres muy
favorables para la élite, de modo que, pensamiento orientada a determinar las
sus integrantes gozaron de privilegios leyes de la ciencia, mientras la segunda
como estudiar y desplazarse a Europa, apunta al principio selectivo de las espe-
situaciones en las cuales se presentaron cies en el proceso de evolución aplicado al

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oportunidades para los viajeros de co- ámbito social. Tales presupuestos fueron
nocer y apropiar las ideas modernas que adoptados por la élite de la región con el
organizaron el mundo a finales del siglo fin de sustentar, por condición natural,
XIX y principios del XX, con el objeto de una mayor capacidad en términos econó-
consolidar en torno a estas un imaginario micos y mentales para asumir cualquier
de progreso y civilización (Ibáñez, 1992, situación de la vida, en relación con el
p. 90 – 94) divulgado en la prensa dirigida resto de la población considerada menos
e impresa en Fusagasugá por los notables. apta en el enfrentamiento de los avata-
res de la supervivencia. Los principios
Dentro del conjunto de ideas que mol- establecidos por “leyes” de la naturaleza
dearon el imaginario de progreso y civi- humana, se consideraban verdades de
lización se encuentran el positivismo y el la ciencia, pues no estaban expuestos a
darwinismo social, la primera corriente de objeción, refutación o contradicción. El
229
fragmento de un texto, cuyo autor firma Las páginas de los periódicos locales cum-
como “J.M.P.”, en el semanario “Boletín plieron dos fines: en primera instancia,
del Comercio”, dirigido por Fabio Loza- el de divulgar valores relacionados con
no, se constata lo anterior: la eficiencia y la productividad; por otra
parte, el de difundir ideas progresistas
[…] los individuos aptos han sufrido dirigidas a los entes gubernamentales,
las consecuencias de la inferioridad, cuyo objetivo consistía en crear nuevas
quedando así formadas las especies con actitudes entre la capa social que despec-
individuos mejores. (…) El principio de tivamente se denominaba “el populacho”
que cada individuo debe aprovecharse de (conformado precisamente por aquellos
su superioridad y sufrir las consecuencias individuos inferiores). Esta empresa fue
de su inferioridad. (elemento positivo de
posible gracias a las fábulas de Esopo y
la justicia), y el de que cada individuo
Samaniego que sirvieron como medio
social debe abstenerse de impedir que sus
de ilustración para estimular el trabajo,
semejantes hagan lo mismo (elemento
censurar la holgazanería, procurar el aho-
negativo de la misma), se traducen en la
sociedad humana en el derecho igual para
rro, la iniciativa individual y la disciplina
todos, aunque con esto no se quiera decir (Ibáñez, 1992, p. 95 – 96).
que el individuo más apto debe igualarse
al menos apto, sino que a cada uno se deba En este orden de ideas, el sociólogo Saúl
reconocer igualmente su derecho, porque Ibáñez propone que la élite publicó en
el elemento positivo de la justicia es una los periódicos locales fábulas como “Un
ley de desigualdad que ha establecido la águila y una raposa” y “El ratón, la rana y
naturaleza misma, en tanto que el elemento el milano”, con el objeto de inculcar entre
negativo es una ley de igualdad (Boletín del las gentes del común comportamientos y
Comercio, 1904, No. 8). valores moralmente aceptables, encami-
nados al fortalecimiento de la confianza
Vale la pena mencionar que el principio en el trabajo y el ahorro. Igualmente,
de inferioridad-superioridad, tiene ante- los notables de la región rechazaron
cedentes coloniales de diferenciación y la adquisición de riqueza en perjuicio
exclusión racial, persistentes durante el de los bienes de los demás, por tanto,
período de estudio (1880-1940) hasta el estimularon el trabajo como el único
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punto de dividir la sociedad sumapaceña medio legitimo para obtener la merecida


en dos grupos: el primero, conformado recompensa, o sea, la riqueza, como se
por individuos de condición “inferior” y ilustra en el argumento de la fábula de
“atrasada”; y, el segundo, compuesto por Samaniego titulada: “El muchacho y la
individuos “superiores” y, según la élite fortuna” (Ibáñez, 1992, p. 95 – 96).
“mejores” y “más aptos” para enfrentar
las vicisitudes de la vida. Los notables Éstos valores e ideas aportaron sin duda
del Sumapaz se adjudicaba las cualida- en la construcción del imaginario de
des del segundo grupo para legitimar el progreso y civilización, el cual repre-
imaginario de progreso y civilización por sentó durante la época el sueño de las
medio de la escritura en un medio físico: sociedades modernas; también, en el
la prensa. contexto regional, para la élite significaba
230


el ideal altruista de conducir a las gentes Saúl Antonio Ibáñez reconoce que los no-
al progreso y así alcanzar la tan anhelada tables de la región identificaron dos tipos
civilización en la región. de valores: positivos y negativos; dentro
del primero se encuentran los siguientes
De manera que, “las personas de buena valores: “la tenacidad”, “la laboriosidad”,
sociedad y reconocida cultura”, asumie- “la sensatez”, “la austeridad”, “el trabajo
ron la tarea de crear las estrategias necesa- constante”. En oposición a los segundos,
rias para alcanzar la añorada civilización. entre los que se cuentan: “la pereza”,
Una de ellas, tal vez la más importante “el abandono”, “el abuso”, “la descon-
como se indicó líneas atrás, se basaba en fianza”. Éstos últimos, según la élite, se
el trabajo; se constituyó este en el estan- encontraban fuertemente arraigados en
darte de las arduas faenas del progreso. las costumbres de las gentes, de ahí que

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Sin los frutos del trabajo la civilización la lucha en su contra no diera espera
se transformaba en un espejismo de ilu- (Ibáñez, 1992, p. 97).
siones pasadas. A modo de ilustración,
un redactor del “Boletín del Comercio” Como parte de las medidas para desplazar
bajo el seudónimo de “F.L.T.” corrobora: los valores negativos por los positivos, los
“[…] Quédense, que no por tal motivo ha notables del Sumapaz no sólo hicieron
de volver hacia atrás o detenerse el oleaje énfasis en la importancia del trabajo,
incontenible del progreso. Quédense, que también, lideraron importantes iniciati-
otros harán la tarea (…) llevando como vas privadas como la fundación del Banco
enseñanza la civilización, la avasalladora de Sumapaz; la implementación de la im-
bandera del trabajo” (Boletín del Comer- prenta, como ya se indicó anteriormente;
cio, 1904, No. 3). la creación de la Junta de Caminos, de la
231
Sociedad de Jurisprudencia (lugar en el producción y explotación de los recursos,
cual se debatían temas científicos), de la pues, es preciso recordar que el Sumapaz
mesa de ferias y fiestas (tenía como obje- posee una variedad de climas y pisos bio-
tivo jalonar el comercio local y regional) climáticos que favorecen la rica oferta de
y de la biblioteca municipal. Todas las productos como café, maíz, miel, panela,
instalaciones se localizaron en la ciudad plátano, papa, yuca, arracacha, trigo y
de Fusagasugá y cobraron tanto valor ganado de todo tipo (ovino, equino,
que la urbe comenzó a distinguirse en la porcino, caprino y bovino). Por otro lado,
escena nacional como un ejemplo a imitar los notables, continuaron la empresa de
(Ibáñez, 1992, p. 104 – 105). construir carreteras transitables a fin de
minimizar los tiempos de desplazamien-
La élite continúo percatándose de la ne- to entre los poblados de la región y los
cesidad de materializar el imaginario de centros de mercado y consumo más im-
progreso y civilización, por consiguiente, portantes, Fusagasugá y Bogotá (Ibáñez,
lideró la ocupación de cargos públicos 1992, p. 106 – 107).
(Ibáñez, 1992, p. 110). y la toma de
decisiones a nivel administrativo, como Según los planteamientos de Saúl Anto-
sucedió con la construcción de la carretera nio Ibáñez la ampliación de actividades
Sibaté-la Aguadita, la cual facilitaba los económicas en la región demandaba el
intercambios comerciales. Para el año de uso de recursos técnicos y humanos, en
1905, durante la presidencia de Rafael cuanto a los segundos, se presentó la
Reyes (1904 – 1909), el proyecto se cono- necesidad de diversificar el trabajo del
cía con el nombre de “trazado Pabón”, en campo, tarea que emprendió la élite con
honor al ilustre ingeniero fusagasugueño actitud altruista al punto de atenuar el
Enrique Pabón encargado de diseñar los grado de analfabetismo de la población
planos de la obra. Al respecto, el doctor rural mediante la ampliación de centros
Tulio Forero, director de la “Revista de educativos. En todo caso, Ibáñez reco-
noce que la noble labor de los ilustres
Sumapaz”, opinaba:
no tenía como fin principal mejorar las
Abrir caminos y escuelas es la mayor nece-
condiciones de vida de los trabajadores
sidad del país en la hora presente. (…) Con del campo, más bien, estaba orientada
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la apertura de este camino será deudora a calificar la mano de obra para las fae-
la provincia del Sumapaz al actual Jefe de nas agrícolas, a modo de estrategia para
Gobierno de un beneficio intenso, porque fortalecer los negocios comerciales que
esa nueva vía es precisamente, uno de los atendían los grandes hacendados de la
elementos para el desarrollo agrícola y co- zona (Ibáñez, 1992, p. 109).
mercial de esta región (Revista de Sumapaz,
1905, No. 1). Sin lugar a dudas los notables de la región
de Sumapaz se involucraron de lleno en
Pero, pese a todos los proyectos llevados la enseñanza de valores como el trabajo,
a buen término los caballeros de “buena el ahorro y la honradez; paralelamente,
sociedad y reconocida cultura”, insis- se preocuparon por educar el compor-
tieron en la necesidad de aumentar la tamiento de las gentes de acuerdo a las
232


normas de urbanidad. Por consiguiente,


en lo sucesivo el interés se concentrará en
las reglas de urbanidad que determinaron
el uso del vestido sobre el cuerpo, proce-
so que representa de forma simbólica la
incorporación del imaginario de progreso
y civilización en la sociedad sumapaceña.

La urbanidad: un camino
pedagógico para alcanzar la
anhelada civilización

La educación se consideraba como una


plataforma de salvación ante la ignorancia
y el analfabetismo, de ahí la imperiosa
necesidad de educar a las gentes de la
ciudad y los campos sin excepción como
lo demostró un redactor de la época, que
firmaba en el “Boletín del Comercio”
bajo el seudónimo de F.L.T.: “Difundir la
Instrucción Pública, es colocar á los países
en la única senda segura de adelanto y de
poder (…) la instrucción primaria debe
llevarse a todas las ciudades, a todas las
aldeas, á todos los campos. Como el sol,
que ilumina con su luz y fecunda con su
calor […]” (Boletín del Comercio, 1904, población demandaba la ampliación de
No. 10). La metáfora del sol indica el los establecimientos educativos existen-
abandono de la oscuridad, producto del tes, por consiguiente, la administración
analfabetismo, en la búsqueda de sende- municipal alquiló propiedades, cuyas

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ros que conduzcan hacia la alfabetización condiciones de salubridad e infraestruc-
y en este sentido hacia el progreso. tura (luz y ventilación) no eran las más
adecuadas para impartir la enseñanza,
Teniendo en cuenta los estudios del his- situación difícil para una ciudad que en
toriador Raúl Martínez, en Fusagasugá 1940 respondía por establecimientos y
“la luz de la instrucción”, alcanzaba a docentes en toda la Región de Sumapaz
cobijar con su calor, durante las últimas (Martínez, 2000, 129 – 132).
décadas del siglo XIX ocho escuelas pri-
marias: cuatro del sector público (dos Después de revisar las condiciones físi-
para niñas y dos para varones), y cuatro cas de los establecimientos educativos,
del sector privado (tres para niñas y una se propone escudriñar en torno a la
para niños). Posteriormente, en la pri- instrucción pública primaria. En una
mera mitad del siglo XX el aumento de la conferencia dada en 1905, el doctor
233
Manuel José Patiño, profesor de la es- en Occidente desde la Edad Media (de
cuela de varones No. 1 de Fusagasugá, hecho antes) hasta la Edad Moderna
distinguía algunas asignaturas corres- Elías, 2010, p. 130 – 310).
pondientes a la escuela primaria: “Lec-
tura, Escritura, Aritmética, Gramática, Al respecto Zandra Pedraza argumenta
Geografía, Moral, Religión, Urbanidad, que en Colombia y en los países latinoa-
Historia Natural, Objetiva, Historia mericanos la civilización dependía de la
Sagrada, Historia Patria, Ortografía, urbanidad, debido a que ésta establecía
Geometría, Calistenia y hasta Pedago- un sistema que clasificaba el comporta-
gía” (El Sumapaz, 1905, No. 105). Del miento y servía de principio para nom-
conjunto de materias sobresalen dos que brar la sociedad en términos de bárbara
se impartían en la escuela de varones y y vulgar o civilizada y de buen tono, en
de niñas: la religión y la urbanidad; la consecuencia según la autora el proceso
primera se encargó de formar individuos de civilización que propone Norbert
obedientes, creyentes de los dogmas de Elías, definitivamente converge con el
la religión católica y temerosos de Dios; que la élite y los autores de las normas
y la segunda aportó en la representación de urbanidad, deseaban se desencadenará
simbólica del imaginario de progreso y en un país que se les antojaba bárbaro y
civilización, imponiendo una serie de vulgar (Pedraza, 2011, p. 35).
reglas encauzadas a la transformación
del comportamiento, muy útiles en el La élite de la región comprendió el men-
cumplimiento del objetivo civilizador. saje civilizatorio inmerso en los textos de
urbanidad, los cuales se constituyeron en
En contraste con estas ideas, el trabajo de medios de transmisión de las “buenas
Norbert Elías sugiere una vía alternativa maneras”. La enseñanza de la urbanidad
de interpretación en cuanto a la función dependía principalmente de los maes-
que desempeñó la urbanidad en la re- tros en la Escuela y de los padres en la
presentación simbólica del imaginario familia, unos y otros, tenían el deber de
de progreso y civilización en la región velar por el estricto cumplimento de las
de Sumapaz (1880 – 1940). Aunque, el normas, sirviéndose de los manuales de
estudio psicogenético sobre la estructura urbanidad.
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de los afectos y su control no tiene como


fin indagar en el sentido del cuerpo ves- Solicitamos varios manuales de urbanidad
tido de acuerdo a los textos de urbanidad y buenas maneras con el objetivo de ge-
neralizar el conocimiento de la cortesía y
dentro del “proceso de civilización”, Elías
discreción y encarecemos a los maestros y
alcanza a brindar elementos de análisis
padres de familia que no toleren una falta
claves para el tratamiento del tema, en lo
de buena educación á sus escolares e hijos,
que toca a las observaciones sobre aquello para no ver una juventud grosera é incivil
que considera el “comportamiento ade- que desconozca los usos de la gente educada
cuado” y los “buenos modales”, a partir de y se comporte en la sociedad como mozos
los cuales se percibe una serie de buenas bozales que no han soltado el pelo de la
y malas costumbres que determinaron la dehesa. Nada causa más repulsión que un
denominada “pauta de comportamiento” joven mal criado y descomedido con perso-

234


nas que ocupan una posición elevada y que miembros de las familias del Sumapaz, a
son superiores en edad, dignidad y gobierno partir de la intervención de actos tan ha-
[…] (Revista de sumapaz, 1905, No. 3). bituales como vestirse, saludar y caminar,
así lo manifestaba Justiniano Bejarano,
En la cita anterior, la expresión: “mozos director del semanario “La Nueva Época”
bozales que no han soltado el pelo de y de la Escuela de varones No. 2: “Debe
la dehesa” señalaba un problema social enseñárseles, la práctica de urbanidad; por
racista expresado por la élite el cual se ejemplo, para que sepan saludar, contes-
basaba en el rechazo a lo castizo. Esto es, tar, andar y hasta el modo como deben
a la herencia indígena presente durante ponerse el sombrero y la ruana […] (La
el período de estudio (1880-1940) en Nueva Época, 1911, No. 4)”.
la mayoría de la población sumapaceña,

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de ahí la urgencia por civilizar a aque- Nótese que a comienzos del siglo XX, la
llos que denominaba “mozos bozales”; élite de la región hacía énfasis en la im-
expresión fuerte, manifestada con tono portancia de introducir la urbanidad en
recalcitrante por parte de la élite, a fin el plan de estudios como se contemplaba
de indicar el estado de salvajismo que en todo el país por medio de la promul-
observó entre los jóvenes del estamento gación del Decreto 491 de 1904. Inclu-
social más bajo. so, hasta la década de 1990 continuaba
considerándose parte de los programas
En ese sentido la educación debía ser educativos. La difusión generalizada de
orientada a la transformación de la apa- las disposiciones de civilidad: higiene,
riencia y la conducta, no sólo entre los corrección en el vestido, respeto al or-
más cortos de edad, sino en todos los den social, pautas de comportamiento
235
femenino y masculino, según la opinión aseo, mantenimiento y correcta presen-
de Zandra Pedraza, se difundieron in- tación del vestido en lugares como la
cluyendo la urbanidad en los programas casa: “La limpieza en los vestidos no es la
escolares e imprimiendo masivamente única condición que nos impone el aseo;
cartillas y manuales de urbanidad, los es necesario que cuidemos además de no
cuales “se refieren al conjunto de reglas llevarlos rotos ni ajados. El vestido ajado
que forman y sancionan pormenorizada- puede usarse dentro de la casa, cuando se
mente el desempeño corporal, el uso de conserva limpio y no estamos de recibo
la palabra y la conducta social” (Pedraza, […]” (Carreño, 1990, p. 39).
2011, p. 36). De modo que, el carácter
pedagógico de los textos de urbanidad es La cuestión de la limpieza ayuda a deve-
innegable y como lo menciona Pedraza lar uno de los principios de la urbanidad
no describen la realidad del trato social, que consistía en la higiene (Martínez,
más bien, proponen un comportamiento 2000, p. 144 – 157). En el caso de Fusa-
social ideal (Pedraza, 2011, p. 37). gasugá, el centro urbano más importante
de la región de Sumapaz, seguramente
Durante la época de estudio se destacan la exigencia de mantener los vestidos
cuatro textos de urbanidad redactados por
asedados está dirigida al conjunto de
escritores nacionales y de gran difusión a
la población sin importar la condición
nivel nacional: en principio las nociones
socioeconómica, a pesar de que la imple-
de urbanidad formuladas por el doctor
mentación del servicio de acueducto y
Rufino Cuervo a mediados del siglo
alcantarillado se prolongó hasta los años
XIX; quien dirigía una serie de medidas
de 1970 (Pedraza, 2011, p. 121), dado
a las niñas, para regular la vestimenta
que el uso del agua acarreaba cambios
apropiada en las fiestas religiosas, paseos,
en la cotidianidad principalmente de
bailes y días ordinarios: “P. ¿Cuál es el
las gentes de escasos recursos, las trans-
vestido decente que ella debe usar? R. El
más decente y aseado, porque es el que formaciones se expresaron en el baño
satisface más el buen gusto, como nos lo diario y el lavado de las ropas en casa
manifiestan las estatuas que han quedado y de manera continua, dos evidencias
de las mujeres griegas y romanas” (Cuer- del progreso y un paso más hacia la
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vo, 1886, p. 11). civilización.

La apreciación del cuerpo en torno a la En tercera instancia, El protocolo de


vestimenta femenina, se remite de for- urbanidad escrito por Tulio Ospina es-
ma clara a la cultura occidental y hace tablecía el tipo de vestido según la edad,
referencia al peso social que su imitación el sexo, la ocasión y la condición social,
podía alcanzar en la sociedad en términos sobre la última manifiesta: “[…] no se
civilizatorios, condición que la élite del exige lujo en el vestido ordinario, si bien
Sumapaz esperaba alcanzar. la calidad de este debe corresponder a los
posibles de quien la usa (…) lo que si se
Todavía más, el compendio de Manuel estima indispensable es la limpieza de la
Antonio Carreño introducía normas de ropa […] (Ospina, 1919, p. 15 – 16)”.
236


Ospina continúa recalcando una de las individuales, por ejemplo, la edad y el


reglas más básicas de la higiene: la limpie- rango social; pues, como lo argumenta
za de la ropa. Asimismo, la norma parece Zandra Pedraza la urbanidad define una
estar dirigida a un público restringido y manera de relacionarse consigo mismo,
en ascenso social. De acuerdo con este la cual se evidencia en la imagen y la
argumento, recuérdese que la economía apariencia corporal, o sea, en la forma
cafetera en la región de Sumapaz a fi- de moverse, vestirse y relacionarse con el
nales del siglo XIX y principios del siglo entorno (Pedraza, 2011, p. 31).
XX, propició el fortalecimiento de la
actividad comercial y la acumulación de Por otra parte, en el manual de José
riqueza, condiciones que conllevaron a la Montañes el asunto de la limpieza es
emergencia de un grupo social de élite el clave porque la pobreza se justifica, pero,
cual tomó distancia de todo aquello que el desaseo no, de modo que los cuerpos
consideraba vulgar, mediante la adopción y vestidos sucios se asociaron con una
de las maneras adecuadas de comporta- prolongada distancia frente al estado de
miento sugeridas en los manuales de ur- civilización que tanto le afanaba alcanzar
banidad, a fin de lograr la incorporación a la élite.
en el estamento más alto de la sociedad
local, así como, alardear de un grado Los textos de urbanidad indicados ante-
de distinción frente a sus compatriotas, riormente fueron pensados con fines pe-
incluso, entre los extranjeros europeos dagógicos e implementados en la escuela,
(Pedraza, 2011, p. 31). donde los maestros se convirtieron en los
veedores de la misión civilizadora que los
En cuarto lugar, José Montañes redactó notables de la región asumieron, cuando
un recalcitrante texto en torno al uso, enmarcaron sus acciones en el imaginario
cuidado y aseo del vestido, de acuerdo a la de progreso y civilización.
capacidad económica del portador como
indicador del grado de cultura: La enseñanza de las reglas de urbanidad
en torno al uso adecuado de la vestimenta
Nuestros vestidos deben estar de acuerdo
y su limpieza debía ser reforzada por otros

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con la edad, posición social, recursos de la
medios que de cualquier manera asegu-
familia, (…) debemos procurar llevarlos
raran la materialización del imaginario;
aseados, (…) El aseo, orden y buen gusto
del hogar indican el grado de cultura de
en otras palabras, lograr el estado de
la familia, aun en la pobreza misma o en civilización que deseaba la élite también
lugar apartado de la civilización (Montañes, dependía de los valores y dogmas propios
1933, p. 20 – 21). de la religión católica, la cual exhortaba
a los padres de familia, especialmente
La regla de urbanidad expuesta por a la mujeres a educar y suplir las nece-
Montañes permitía educar en términos sidades del esposo y los hijos. Empero,
morales y estéticos, mediante reglas de el siguiente apartado se centra en una
urbanidad que determinaron el uso de necesidad específica: el arreglo y cuidado
la vestimenta teniendo en cuenta rasgos de las ropas.
237
La religión como institución humana, los cuales se fijaron sobre el
promotora del imaginario de cuerpo vestido y aseado. Así, en una carta
progreso y civilización sobre educación de obreros, escrita por
un prelado a un cura, los directores del
La Iglesia Católica fue una institución periódico “El Sumapaz” transcribieron
muy importante a finales del siglo XIX lo siguiente:
y la primera mitad del XX, influyó en la
estructura social del país y controló pro- Da grima ver aún en las poblaciones más
cesos como la educación, en los niveles importantes de la República, hombres,
administrativo, filosófico y pedagógico. mujeres y niños con vestidos mugrientos,
(…) No basta la pobreza para explicar esos
En la instrucción primaria, la religión
ambulantes focos de infección: uno puede
se consideraba una materia de suma
ser pobre y vestir con limpieza (…)¡Cuánto
importancia, porque, complementaba
conseguiría un sacerdote, insistiendo un día
los principios morales que regían la ense- y otro día en que se aseasen personas y ves-
ñanza impartida por los maestros, quienes tidos (…)Digna de encomio e inspiradora
aportaban a sus alumnos el conocimiento de simpatías seria la labor de los Sres. Curas
de los deberes con ellos mismos y con sus si (…) contribuyeran al mejoramiento y
superiores: Dios, la patria, los padres y bienestar de nuestra clase pobre (El Suma-
sus mayores. paz, 1915, No. 19).

No obstante, en la región de Sumapaz La élite convocaba a través de la prensa


llama la atención la postura de algunos a los curas para que valiéndose de su
señores ilustres como Justiniano Beja- investidura religiosa y desde el pulpito,
rano y Nicanor Mogollón, directores contribuyeran en la legitimación del
del periódico local “La Nueva Época”, imaginario de progreso y civilización, por
pues, aunque se declaraban seguidores medio de la creación de vínculos entre
del partido político tradicional liberal, la Iglesia Católica y la educación, con
estaban convencidos de que el camino el objetivo de lograr una representación
seguro hacia el progreso y la civilización común, cuya meta primordial radicaba
dependía del acatamiento de la religión, en los cambios en el comportamiento y
las leyes de Dios y las leyes nacionales, la imagen de las gentes de escasos recur-
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como reza un apartado del noticiario en sos, para regular el uso del vestido a la
mención: “[…] esta desgraciada tierra sin manera civilizada, limpió y acorde con
poder imitar el progreso y la verdadera la expectativa de bienestar común, propia
civilización que están en el respeto a la del pensamiento moderno.
religión, á las leyes nacionales y divinas”
(La Nueva Época, 1911, No. 4). El clero apoyó a la élite local en su pro-
yecto civilizador empleando el pulpito y
La élite, la educación y la religión Ca- la prensa a su disposición para difundir
tólica encontraron en el imaginario del el imaginario. Fue la Iglesia, a través de
progreso y civilización, puntos de con- sus cánones, la encargada de delegar a un
vergencia para desarrollar un proceso de miembro de la familia para que contribu-
cambio en el comportamiento y la esencia yera en la transformación del cuerpo sucio
238


y mal oliente al cuerpo vestido y aseado, preparaba para ser buenas amas de casa,
este pedido se le solicitó a las mujeres, mediante el entrenamiento de labores
pues, ellas debían seguir el virtuoso ejem- domésticas como el aseo del hogar, la
plo de la virgen María, el cual se trataba preparación de alimentos y el arreglo
de cuidar los hijos, proporcionar felicidad del vestido, función que constaba de dos
a su marido y mantener al día las labores labores: el bordado y la costura (Rey,
domésticas. Con respecto a lo anterior, el 1994, No. 42). En síntesis, dependía de
presbítero Julio Sabogal director del pe- la mujer que la familia no sucumbiera en
riódico “El Hogar”, retomó de la obra del la barbarie tan criticada por los miembros
autor francés Jean Gaume (1802-1879), de la élite de la región.
los siguientes argumentos relacionados
con el papel de la mujer cristiana en La religión católica participó del proyecto
la familia: “El mérito de la mujer debe civilizador convocando a los feligreses a
consentir en arreglar su casa, en hacer mantener el aseo de sus cuerpos y vesti-
feliz a su marido, consolarlo, animarlo dos, bajo la supervisión de la mujer en

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en sus penas y debilidades y educar a sus la familia; estas premisas reforzaron las
hijos para hacerlos hombres” (El Hogar, costumbres morales defendidas por la
1918, No. 12). Iglesia y contribuyeron en la formación
de cristianos obedientes y, por supuesto,
En el Sumapaz los curas regularon las civilizados.
enseñanzas sobre las reglas de higiene
y el uso correcto del vestido estipuladas Para terminar, a finales del siglo XIX y co-
en los manuales de urbanidad, por ello, mienzos del XX la élite sumapaceña incor-
se le recalcaba a la mujer la importancia poró y divulgó el imaginario de progreso
del arreglo de la casa. Sobre éste asunto, y civilización en la región de Sumapaz,
la historiadora Juana María Rey Álvarez por medio de la prensa, la retórica de la
menciona que durante el siglo XIX a las urbanidad introducida en los planes de
mujeres desde edad muy temprana se les educación y el ejercicio de regulación que
239
la Iglesia Católica ejerció sobre el cuerpo vestido, principalmente entre los miem-
y el vestido, ya que, la intervención sobre bros del estamento social más alto de la
éste revelaba de forma simbólica el estado sociedad; aún así, las normas también se
de civilización en el cual se encontraba la aplicaron sobre las gentes del común, con
región durante la época. el objetivo de fijar determinados com-
portamientos encaminados a alcanzar el
Teniendo en cuenta que el grado de pro- anhelado estado de civilización.
greso material constituía otro importan-
te indicador del estado de civilización, la Para el logro de este objetivo los valores
élite emprendió obras de equipamiento y dogmas religiosos desempeñaron una
e infraestructura urbana en Fusagasugá función importante. Por ejemplo, los
(centro socioeconómico de la región), curas desde el pulpito exhortaron espe-
la cuales propiciaron las circunstancias cialmente a la mujer a educar y suplir las
para modificar y construir algunos es- necesidades del esposo y los hijos. Sobre
pacios de la sociabilidad, que a su vez, ella recaía la responsabilidad de evitar que
requerían de nuevos usos sociales del la familia sucumbiera en la barbarie, por
vestido, esta cuestión se tratará en detalle tanto, la mujer debía velar por el cuidado,
próximamente. aseo y arreglo de los cuerpos y las ropas, ya
que la intervención sobre estas revelaba de
Conclusión forma simbólica el estado de civilización
en el cual se encontraba la región durante
Los términos progreso y civilización la época.
dentro de la mentalidad de la élite, fun-
cionaron durante el período de estudio Notas
(1880 – 1940) como un engranaje in-
1. El árbol de quina (Cinchona pubescens Vahl)
separable, ya que el primero conducía se utiliza para extraer de su corteza la quinina,
al segundo. una sustancia caracterizada por sus propiedades
medicinales contra la malaria.
Por otra parte, se debe indicar que la 2. Atendiendo a los argumentos expuestos por
prensa fue el mecanismo por excelencia el sociólogo Juan Luis Pintos los imaginarios
se definen como construcciones sociales que
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de divulgación del imaginario de pro- ayudan a explicar la realidad (Pintos, 2006, p.


greso y civilización, pues, favoreció dos 31). Dicho en otras palabras, el imaginario de
intereses centrales: uno, la legitimación progreso y civilización constituyó el conjunto
de ideas de las que se valió la élite de la región
de la condición letrada de los notables; y,
para intervenir en el entramado social y desig-
dos, el medio para comunicar los ideales nar no solamente la realidad, sino también, los
y pensamientos de los ilustres. comportamientos socialmente aceptables, de
ahí, la importancia del imaginario con el acto
cotidiano de vestirse.
En el proceso de incorporación del imagi-
3. Integrada por hacendados, comerciantes y
nario de progreso y civilización se atiende terratenientes.
a la urbanidad como la herramienta pe-
4. Conformada por la población campesina
dagógica que estableció un conjunto de (peones, jornaleros, arrendatarios, aparceros),
normas dirigidas a regular el uso ideal del trabajadores y artesanos urbanos.

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