Los componentes sarcoméricos
como factores limitantes de la
amplitud de movimiento
Scanned by CamScannerSiguiendo con el andlisis del capitulo anterior, todo
parece indicar que las adaptaciones al entrenamiento
de la flexibilidad se materializan, principalmente, al ni-
vel de la ultraestructura del tejido conectivo extrafi-
brilar. No obstante, para que los estiramientos puedan
gjercer un efecto especifico sobre este tejido, resulta cru-
ial la minimizaci6n de la tensién restrictiva y limitante
que las distintas estructuras contractiles del miisculo
tienden a ofrecer tanto refleja como voluntariamente.
Asi, aun en el caso de una completa relajacién neuro-
‘muscular, una fuerza externa puede llegar hasta a du-
plicar la longitud normal de reposo de la sarcémera
conservandose la distancia minima entre los filamentos
delgados y gruesos a los efectos de que se pueda esta-
blecer, ante el cambio de las condiciones excitatorias,
por lo menos un puente cruzado. Evidentemente, las
condiciones ideales'para provocar las esperadas adap-
taciones del tejido conectivo al entrenamiento de la fle-
xibilidad no suponen necesariamente la duplicacién de
la longitud de todas las sarcémeras que constituyen un
_misculo determinado. No obstante, es fécil coincidir en
el hecho de que lograr una completa relajacién neuro-
‘muscular resulta harto dificil, imposible -nos atreveria.
‘mos a agregar- mientras el miisculo esté siendo someti
doa una accién de estiramiento. Aun asi, y ante el aso
hipotético de poder acceder a este estado, no debemos
olvidar que las proteins contractiles constituyen tan s6-
10 uno de los tantos factores que condicionan la magni-
tud y el alcance de la deformacién longitudinal que las,
acciones de extensién ejercen sobre el misculo. Otras
proteinas -no contractiles~ intrasarcoméricas, deter-
‘minan en gran medida los limites de estirabilidad cle la
fibra muscular y, si bien sus adaptaciones al entrena-
miento de la flexibilidad son poco conocidas, su andlisis
estructural y funcional no puede pasarse por alto.
De hecho, el grado de actividad contréctil de las
proteinas sarcoméricas depende, en gran medida, de
os mecanismos fisiologicos especificos del sistema ner-
vioso. Es por ello que la creacién de condiciones de ma-
xima inhibicién constituye el objetivo principal de las
més avanzadas y efectivas técnicas para el desarrollo
de la flexibilidad. A mayor relajaci6n neuromuscular,
mayor efecto tendran los estiramientos sobre el tejido
‘conectivo, que es el que, en definitiva, sufre las princi-
pales y mas 0 menos duraderas adaptaciones al entre~
namiento de la flexibilidad. Pero no sélo los factores
nerviosos determinan la mayor 0 menor resistencia sar-
comérica. Si asf fuera, es decir, si el grado de tensién
‘muscular fuese solamente el producto de las érdenes
impuestas por el sistema nervioso, nada justificaria el
andlisis estructural y funcional de la sarc6mera y otros
‘orgénulos sarcoplasmaticos. Precisamente porque la
relajacién muscular no es un proceso de carécter exclu-
sivamente nervioso sino que depende también, y en
gran parte, de factores funcionales y energéticos intra~
fibrilares, asf como también, y atin mas importante,
estructurales, es que el estudio de los componentes ci-
toarquitecténicos de la sarcémera -y sus respuestas
particulares al estiramiento- cobra cada dia mayor im-
portancia en todo lo que respecta al entrenamiento de
Ia flexibilidad.
Masculo estriado esquelético
Estructuralmente, el miisculo estriado ests com-
‘puesto por fasciculos que, a su vez, constan de un ni-
‘mero variable (de 100 a 500 aproximadamente) de fibras
ppolinucleadas, las cuales se disponen formando largas
cintas que, en el hombre, pueden alcanzar los 10cm de
Tongitud y las 400 micras de diémetro. Las fibras mus-
culares poseen varios nticleos localizados muy cerca de
la membrana celular. Las fibras, a su vez, se encuentran
compuestas por numerosas unidades de menor tama-
fio denominadas miofibrillas, formadas esencialmente
por las proteinas actina y miosina, cuya disposicién pe-
riddica permite apreciar la caracteristica imagen de es-
triaciones transversales. Existen, basicamente, dos clases
distintas de mtisculo estriado: el cardiaco y el esquelé-
tico. Si bien los dos tipos son importantes, y la estirabil-
dad de ambos parece depender de los mismos factores|
estructurales, en el contexto de esta obra consideramos
especificamente los aspectos referidos al muisculo estria-
do esquelético, que es el que, en definitiva, ofrece-segiin
articulacion y movimiento-Ias resistencias a la ADM que
necesitamos reducir.
La musculatura esquelética posibilita el movimien-
toy los desplazamientos reciprocos de las distintas pie-
as 6seas que constituyen el esqueleto funcional, El n-
mero de miisculos esqueléticos en el hombre es muy’
elevado: 434. La forma de los distintos miisculos del
‘cuerpo humano es variable. Lo importante es que la
forma muscular determina no sélo la estirabilidad sino
también la metodologfa de entrenamiento de la flexibi-
lidad. Los que més nos interesan son los fusiformes, los
penniformes, los bipenniformes, los multimembrano-
s0s y los multitendinosos. Al respecto, segtin Platonov
(1994, pg. 150):
“"Las particularidades de la situacién de las apone
rosis de los tendones en los miisculos alados implican
su menor capacidad de estiramiento respecto a los fu
formes, que, por regla general, tienen menor superficie
de interaccién del miisculo con la del tendén.”
Dela misma manera, un miisculo multimembrano-
so 0 multitendinoso tiene una menor capacidad de e
tiramiento que un fusiforme normal, debido al gran
pporcentaje de tejido conectivo con relacién a los compo
nentes contréctiles, En lineas generales, todo miisculo
grupo muscular que consttutivamente posea mayor por
Centaje de fibras de coligeno, por ejemplo, los mnisculos
con elevada proporcién de fibras de contraccién lent
(como los antigravitatorios-posturales), merecen un tht-
tamiento metodoldgico distinto que el recomendlable p-
za aquellos que posean una baja proporcién le
mismas. Sila cantidad de coldgeno interfibrilar ex elevt>
Scanned by CamScanner4
da, entonces en algiin momento del entrenamiento de
1a ADM, los estiramientos prolongados y de baja intensi-
dad resultardn necesarios. No precisamente al principio,
sino al final de la sesi6n. Dicho en otros términos, cuan.
do la resistencia neurocontréctil haya sido minimizada
con estiramientos cuya duracién e intensidad sean las
adecuadas para el logro de dicho propésito, la simple
celongacién de larga duracién opera selectivamente sobre
las fibras colagenas del misculo, permitiendo asi obte-
net mayores y mejores adaptaciones.
El misculo estriado completo, cubierto por su epi-
misio, resulta de la reunién de un conjunto de fascfcu-
los musculares dispuestos, por lo general, paralelamente
al eje longitudinal. Rodeado por su perimisio, cada fas-
‘iculo est compuesto por fibras musculares convenien-
temente protegidas por su capa de endomisio. Este tiltimo
debe distinguirse de la auténtica membrana plasmética
de la fibra muscular, denominada sarcolema. Dentro de
Jos miofilamentos que for man las miofibrillas se pue-
den encontrar las denominadas sarcémeras 0 unida-
des estructurales y fisiolégicas del mtisculo a nivel mo-
lecular. Las zonas claras son conocidas como bandas I
(por ser isotrépicas) y las zonas oscuras como bandas
A (por ser anisotrépicas). En el centro de la zona oscura
‘se encuentra una banda clara més pequefia, denomina-
da H, cruzada longitudinalmente por una linea oscura
llamada también linea N. A su vez, en las bandas cla-
ras puede observarse otra Iinea oscura denominada Z.
Convencionalmente, reconocemos a la sarc6mera co-
mo el conjunto de estructuras comprendidas entre dos
lineas Z.
Hasta hace pocos afios el principal interés en torno.
alla citoarquitectura sarcomérica se concentraba en tres
cuatro proteinas bien conocidas por todos: la miosina,
la acting, la troponina y la tropomiosina. Sin embargo,
laestirabilidad de la sarcémera parece depender mas de
otros filamentos y proteinas estructurales cuyo descu-
brimiento, relativamente reciente, modifica la perspec-
tiva tradicional de estudio del problema. Por lo pronto,
entonces, y tras un breve repaso a los filamentos més
conacidos, dedicaremos mayor atencién a estas “nue-
vas estructuras”, pero orientando dicho andlisis al mar-
0 de sus relaciones especificas con las posibilidades y
limites dl estiramiento muscular.
Estructura de la sarcémera
La alterancia de bandas claras y oscuras en la sar
‘émera deriva de la superposicién relativa de sus dos
filamentos contréctiles més abundantes, a miosina ofi-
Jamento grueso y la actina o filamento delgado. Ast, en
'a sarcémerarelajada las bandas claras estén compues-
{25 exclusivamente por filamentos de actina, que Se ex-
fienden desde las lineas Z hacia Ia zona central de Ia
sarcémera, La zona H, por el contrario, consta solamen-
te de filamentos gruesas que desde la nea central o M
‘edirigen hacia fuera. Finalmente, las bandas oscuras A.
estin constituidas tanto de filamentos de miosina como
de actina, convenientemente superpuestos incluso en
estado de reposo. En estas condiciones, asf como los fi-
lamentos de actina no llegan a establecer contacto con
la linea M, tampoco los de miosina logran aleanzar la
linea Z.
La sarcémera presenta también, transversalmente,
una clara orientacién. Si el corte es realizado a nivel de
la zona H, se observan solo filamentos gruesos, y si el
corte transversal es a nivel de la banda I se aprecian so-
Iamente filamentos finos. Pero si dicho corte es realiza-
doa nivel de la banda oscura A, cada filamento grueso
se encuentra rodeado por seis finos y cada filamento
zo por otros seis, tres de los cuales son gruesos y los
‘otros tres finos, dispuestos alternada y geométricamen-
te, Aparte de la miosina y de la actina, dentro de la
sarcémera se reconocen otras estructuras de gran signi-
ficacién funcional para los procesos de contraccién-re-
Iajacién-estiramiento: la troponina, la tropomiosina, la
titina, la nebulina, la alfa actinina, la beta actinina, protel-
nas-M, proteinas-Z, la miomesina, la miostatina, etc. Fue-
za ya de la sarcémera, la desmina, proteina que conserva
Ja unién entre las miofibrillas, tal como la fibronectina Io
hacea nivel de las fibras musculares propiamente dichas,
puede repercutir en mayor omenor medida sobre la esti-
rabilidad muscular.
ina
Compone los filamentos gruesos y es un polimero
resultante de la agregacion de 360 moléculas ordenada-
‘mente empaquetadas. Cada molécula unitaria de mio-
sina est formada por dos cadenas polipeptidicas heli
coidales, enrolladas entre si. A su vez, cada cadena esta
compuesta por dos porciones claramente distinguibles:
una cabeza 0 porcién inicial globular y una larga cola.
Las dos colas se yuxtaponen formando una tinica larga
cola, mientras que las dos cabezas sobresalen nitidamen-
te del empaquetamiento del polimero. La zona central
del filamento grueso esté desprovista de cabezas.
Considerando la molécula individual de miosina,
suanélisis permite distinguir dos fracciones denomina~
ddas meromiosina pesada (MMP) y meromiosina ligera
(ML), La MML 0 meromiosina ligera compone los
{rsos paquets de miosna yn interact con la act
na, Por el contrario, la MMP 0 meromiosina pesada sf
€s capaz de relaconarse con los flamentos finosy est
compuesta, a su vez, por dos fracciones: la $1 0 cabeza
y la S2 0 cuello. El primer fragmento 0 SI denota una
fuerte actividad degradativa de ATP.
Las proyecciones de MMP parecen palos de golf y
estén rotadas aproximadamente 120° en relacién con la
proyeccién anterior. Dos bisagras flexibles permite
Sctvidad muscular contret. Una est ubicadaentrcol
cuello de la MMP 0 82 y ia MML,y la otra entre el Sty
1 $2 de la misma MMP. La primera bisagra acerca 14
rmolécula de miosina ala actina y posibilita la union, La
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