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LA PRESENCIA DE SANTO TOMÁS

EN LAS CATEQUESIS TRINITARIAS DE JUAN PABLO MAGNO1

Cuando en el año 1870 las tropas italianas entraron a Roma, el Estado pontificio quedó
reducido a la Basílica de San Pedro y a los palacios y jardines vaticanos. Se ponía así fin al
poder temporal que el Papa había tenido durante más de un milenio. Retirado en el Vaticano
–diverso del nuevo reino de Italia-, el Beato Pío IX –último Papa Rey– se consideró prisionero
en sus territorios pontificios. Para no perder contacto con los fieles católicos, comenzó a
enseñar a través de catequesis, inaugurando lo que hoy conocemos como Audiencias Generales
o Catequesis de los miércoles. No había concluido el Concilio Vaticano I. Un siglo más tarde, el
Siervo de Dios Juan Pablo II les imprimió un nuevo carácter y su sello personal. Haberlas
puesto en manos de la Virgen no hace más que manifestar la relevancia con que fueron
encaradas.
El primer grupo de esas Catequesis responde al deseo de Juan Pablo I y constituye el
complemento y cierre de las que él había iniciado –virtudes teologales, el Primer Juan Pablo,
virtudes cardinales, el Segundo (25/10 – 22/11/1978). Una siguiente enumeración de casi un
año (29/11/1978 – 29/8/1979), en general se refiere a los tiempos y fiestas litúrgicos o a
algún acontecimiento –Puebla, presentación de documentos, etc.- Sin embargo, su impronta
se encuentra en todas las restantes (5/9/1979 – 26/1/2005) –hecha salvedad, por ejemplo, de
las últimas dos premonitorias del broche de oro de su vida: apertura de la Cuaresma
(23/2/2005) y saludo y bendición de Pascua de tres días antes de su “regreso a la casa del
Padre” (30/3/2005). Se trata de trabajos monográficos en los que se destaca su agudeza
filosófica, su ortodoxa pero original hermenéutica bíblica –casi comentario exegético- y su
intención eminentemente pastoral. Ilustrativas, entonces, de su estilo intelectual de profesor
y de su personalidad orante arraigada en las Sagradas Escrituras, fuente permanente y
última de reflexión acerca de Dios y del hombre, conforman una inédita y magna empresa 2,
en la que se distinguen los siguientes núcleos temáticos:
1. El amor humano en el plan divino o La redención del cuerpo y la sacramentalidad
del matrimonio (5/9/1979 – 6/5/1981, 11/11/1981 – 9/2/1983 y 23/5 –
28/11/1984)3;
2. Año Santo de la Redención (16/2/1983 – 25/4/1984);
3. El Credo: a partir de la catequesis y la fe (5/12/1984 – 26/6/1985) en Dios Padre
(3/7/1985 – 17/12/1986); en Jesucristo (7/1/1987 – 19/4/1989), en el Espíritu
Santo (26/4/1989 – 3/7/1991), en la Iglesia (10/7/1991 – 30/8/1995), en la Virgen
María (6/9/1995 – 12/11/1997) y en la vida eterna (19/11/1997 – 12/1/2000);
4. Gran Jubileo Año Santo 2000: Alabanza a la Santísima Trinidad (19/1/2000 –
21/3/2001);
5. Salmos y cánticos de Laudes (28/3/2001 – 1/10/2003);
6. Liturgia de Vísperas, trunco (8/10/2003 – 26/1/2005, concluido por Benedicto
XVI).

1
Los resultados del presente trabajo de investigación científica han sido realizados dentro del marco de Becas de Posgrado de la
Universidad Católica Argentina, en la cual soy profesora.
2
Aún no hay edición completa de las Catequesis de Juan Pablo II, más allá de su aparición virtual en www.vatican.va.
3
Las interrupciones responden al atentado sufrido por el Papa y las consecuencias que implicó (13/5/1981), y al Año Santo de
la Redención (1983 = 1950 años después).
II

En torno a la exposición que inicia, Juan Pablo II refiere ya en la primera Audiencia la


intención de sus enseñanzas catequísticas durante poco más de quince años:

“El día de Pentecostés Simón Pedro comenzó en Jerusalén la catequesis de la Iglesia. Su


actual sucesor en la sede episcopal romana y en la misión de Vicario de Cristo, considera
deber suyo particular continuar este servicio de Pedro. Con la audiencia general de hoy
desea, pues, comenzar una serie de instrucciones sobre la fe y la moral cristiana en el
ámbito de una catequesis global sistemática; es decir, quiere proponeros de nuevo a
vosotros y a todo el pueblo cristiano las grandes cosas que Dios, en su amor, ha revelado
y realizado por nosotros, como también la reflexión doctrinal que sobre ellas se ha hecho
en la Iglesia a lo largo de los siglos hasta el tiempo presente. Desde este momento el
Sucesor de Pedro se dirige al Espíritu Santo –que el día de Pentecostés dirigía la primera
catequesis de Pedro-, pidiéndole humildemente la luz y la gracia de la palabra
apostólica”.4

Abordo, entonces, con exclusividad las referencias explícitas que el Santo Padre hace de
Santo Tomás a través de sus textos. En la enorme mayoría de los casos no sólo refiere el
texto, sino que lo cita transcribiendo su parte principal o expone su contenido como
comentario de lo que explica. Esta consideración del Aquinate y su obra adquiere doble
significación si se tiene en cuenta que el mismo Juan Pablo ha indicado en la primera
catequesis sobre Dios Padre que, si bien una explicación de las verdades de la fe desde la
teología racional siempre es útil, tal vez el hombre contemporáneo por su incapacidad no la
aprovecharía convenientemente, con lo cual elige el camino de la exposición a través de los
textos bíblicos, la Tradición y la liturgia:

“Hay diversas maneras de hacer catequesis, y su legitimidad depende en definitiva de la


fidelidad respecto a la fe integral de la Iglesia. He considerado oportuno escoger el
camino que, mientras hace referencia directamente a la Sagrada Escritura, hace referencia
también a los Símbolos de la fe, en la comprensión profunda que ha dado de ella el
pensamiento cristiano a lo largo de veinte siglos de reflexión.

“Es mi propósito, al proclamar la verdad sobre Dios invitaros a todos a reconocer la


validez del camino histórico–positivo y del camino ofrecido por la reflexión doctrinal
elaborada en los grandes Concilios y en el Magisterio ordinario de la Iglesia. De este
modo, sin disminuir para nada la riqueza de los datos bíblicos, se podrán ilustrar
verdades de fe o próximas a la fe o de todas formas teológicamente fundadas que, por
haber sido expresadas en lenguaje dogmático-especulativo, corren el riesgo de ser menos
percibidas y apreciadas por muchos hombres de hoy, con no ligero empobrecimiento del
conocimiento de Aquel que es misterio insondable de luz” (AG 3/7/1985, n.4).

La comparación con la citación de otros autores como San Agustín, San Juan de la Cruz y
algún otro Padre es desmedida y altísimamente favorable al Doctor Angélico. Tiene su
lógica. Cuando el mismo Papa Wojtyla, al cumplir cincuenta años de sacerdote recuerda su
“vida de joven seminarista clandestino”, en su primera obra autobiográfica, Don y misterio,
cuenta cómo ha influido el Aquinate desde su juventud: “Desde el momento en que entré en
contacto con el seminario comenzó para mí un nuevo modo de pasar las vacaciones. Fui
enviado por el Arzobispo a la parroquia de Raciborowice, en los alrededores de Cracovia...
Algún tiempo después, en el territorio del pueblo de Bienczyce, que pertenecía a la parroquia
de Raciborowice, surgió un gran barrio llamado Nowa Huta. Pasé allí muchos días durante
las vacaciones, tanto en el año 1944 como en el 1945, ya acabada la guerra... Dedicaba muchas
4
Audiencia General 5/12/1984, n. 4. Para algunas referencias concretas de las AG, como numeración o páginas utilizo la edición
de Palabra, Madrid 1996. Además, en este caso, como en otros, los subrayados en los textos pontificios le pertenecen al Santo
Padre.
horas a la meditación paseando por el cementerio. Había traído a Raciborowice mi material
de estudio: los volúmenes de Santo Tomás con los comentarios. Aprendía la teología, por
decirlo así, desde el ‘centro’ de una gran tradición teológica. Empecé entonces a escribir un
trabajo sobre San Juan de la Cruz” 5. Es inobjetable que es en esa línea donde se encuentra su
primera formación.
Por lo mismo, resulta coherente que, a su vez, confrontando los textos que el Santo Padre
va incorporando, rápidamente se constata la preferencia excluyente de la Summa Theologiae.
En las Catequesis sobre Dios Padre remite dieciséis veces a la Summa –I, II y I-II-, mientras que
sólo una a la Summa Contra Gentes -I, cc.14-30. En las Catequesis sobre Jesucristo, en doce
oportunidades trae textos de la Summa –I-II, II-II y III– y una vez hace lo propio con el Super
Evangelium Sancti Iohannis Lectura -c.3, l.6, n.541-549. En las Catequesis sobre el Espíritu Santo,
exceptuando cinco ocasiones en las que recurre a citas de otras obras, una de la Expositio in
Psalmos –32.2-, tres del In Symbolum Apostolorum –aa. 9 y 10-, y una de la Contra Gentes –IV,
c.73-, nada menos que setenta y cinco son los textos referidos de la obra teológica de
madurez del Aquinate –I, I-II, II-II y III. Puede observarse, efectivamente, que están
presentes todas las partes de la Summa, y no sólo el tratado de la Trinidad.

III

Veamos, ahora, cuáles son y cómo se distribuyen todos esos textos del Santo Doctor en las
Catequesis Trinitarias del Siervo de Dios. Para facilitar la aproximación, presento un doble
acceso: 1. desde las Audiencias Generales de Juan Pablo, y 2. desde la obra de Santo Tomás.

1. Desde Juan Pablo II, en cuanto a la correlación y cronología de las Audiencias Generales:

1.1 “Creo en Dios Padre...” Sobre setenta y nueve AG (incluyendo aquí, también las AG
introductorias), los textos de Santo Tomás están presentes en doce de ellas:

1985
-3 de abril: Jesucristo es el cumplimiento definitivo del misterio de Dios que se revela (ST)
-7 de agosto: Dios de infinita majestad (ST + CG)
-4 de septiembre: Dios: eternidad que comprende todo (ST)
-11 de septiembre: Dios: espíritu infinitamente perfecto (ST)
-18 de septiembre: Dios: Padre omnipotente (ST)
-27 de noviembre: Unidad y distinción de la eterna comunión del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo (ST)
-18 de diciembre: La santidad de Dios (ST)

1986
-14 de mayo: La divina Providencia: Sabiduría trascendente que ama (ST)
-21 de mayo: La divina Providencia y la libertad del hombre (ST)
-6 de agosto: La participación de los ángeles en la historia de la salvación (ST)
-29 de octubre: Pecado: ruptura de la alianza con Dios (ST)
-12 de noviembre: El pecado como alienación del hombre (ST)

1.2 “Creo en Jesucristo...” Sobre ochenta y cinco AG, los textos de Santo Tomás están presentes
en ocho:
5
JUAN PABLO II, Don y misterio, Conferencia Episcopal Argentina, Buenos Aires 1996, pp.23-24.
1987
-1 de julio: “Abba” (ST)
-12 de agosto: Jesucristo trae el Espíritu Santo a la Iglesia y a la humanidad (ST + Super Ev.
Joannis)
-28 de octubre: “Quien pierda la vida por Mí y por el Evangelio, ése se salvará” (ST)

1988
-20 de abril: “Enviado a predicar la Buena Nueva a los pobres” (ST)
-27 de abril: “Ha llegada a vosotros el Reino de Dios” (ST)
-19 de octubre: Valor del sufrimiento y de la muerte de Cristo (ST)
-16 de noviembre: “Padre, perdónales...” (ST)

1989
-11 de enero: “Descendió a los infiernos” (ST)

1.3 “Creo en el Espíritu Santo...” Sobre ochenta y dos AG, los textos de Santo Tomás están
presentes en veintinueve:

1989
-31 de mayo: Las promesas del Antiguo Testamento (ST)
-22 de noviembre: Pentecostés y presencia del único Reino de Cristo en la historia humana
(ST)

1990
-18 de abril: El Espíritu Santo y María, tipo de la relación personal entre Dios y todo
hombre (ST)
-23 de mayo: El Espíritu Santo, autor de la unión hipostática (ST)
-6 de junio: El Espíritu Santo, autor de la santidad de Jesús (ST)
-27 de junio: El Espíritu Santo en el crecimiento espiritual del joven Jesús (ST)
-18 de julio: El Espíritu Santo en la experiencia del desierto (ST)
-25 de julio: El Espíritu Santo en la oración y en la predicación mesiánica de Jesús (ST)
-19 de septiembre: La acción de la persona del Espíritu Santo según los Evangelios
Sinópticos (ST)
-17 de octubre: La persona del Espíritu Santo en los símbolos evangélicos de su acción
salvífica: el viento, la paloma y el fuego (ST)
-7 de noviembre: El Espíritu que “procede del Padre y del Hijo” (ST)
-14 de noviembre: El Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo (ST)
-21 de noviembre: El Espíritu Santo como don (ST)
-28 de diciembre: El Espíritu Santo, alma de la Iglesia (ST)
-5 de diciembre: El Espíritu Santo, fuente de la unidad de la Iglesia (ST)
-12 de diciembre: El Espíritu Santo, fuente de la santidad de la Iglesia (In Symb. Apost.)

1991
-9 de enero: El Espíritu Santo, principio vital de la apostolicidad de la Iglesia (In Symb.
Apost.)
-30 de enero: El Espíritu Santo, principio de la vida sacramental de la Iglesia (CG)
-27 de febrero: El Espíritu Santo, fuente de los dones espirituales y de los carismas en la
Iglesia (ST)
-20 de marzo: El Espíritu Santo, huésped divino del alma (ST)
-3 de abril: El Espíritu Santo, principio de la vida nueva con la abundancia de sus dones
(ST)
-10 de abril: El Espíritu Santo raíz de la vida interior (ST)
-17 de abril: El Espíritu Santo autor de nuestra oración (ST + In. Psal.)
-8 de mayo: El Espíritu Santo, principio vital de la fe (ST)
-22 de mayo: El Espíritu Santo, principio vital del amor nuevo (ST)
-29 de mayo: El Espíritu Santo, fuente de la paz (ST)
-19 de junio: El Espíritu Santo, fuente de la verdadera alegría (ST)
-26 de junio: El Espíritu Santo, generador de la fortaleza cristiana (ST)
-3 de julio: El Espíritu Santo, prenda de la esperanza escatológica y fuente de la
perseverancia final (ST)

2. Desde Santo Tomás, en cuanto a la ubicación temática en la obra: 6

2.1. Suma Teológica7

I. Tratado acerca de Dios (qq. 2-119)

q.3 Sobre la simplicidad de Dios (AG DP 4/9/85, p. 122)


q.5 Sobre el bien en general
a.4 Si el bien tiene razón de causa final (AG DP 11/9/85, p. 129)
ad 2 el bien es difusivo de sí mismo, el fin mueve (AG DP 18/9/85, p. 130)
q.8 Sobre la existencia de Dios en las cosas.
a.3 Si Dios está en todas partes por esencia, presencia y potencia.
ad 4 la gracia es una perfección sobreañadida a la cosa y hay otras perfecciones más
(AG ES 18/4/90, p. 195)
q.11 Sobre la unidad de Dios
a.3 Si Dios es uno (AG DP 6/8/86, p. 279)
q,12 De qué modo Dios es conocido por nosotros
a.12 Si podemos conocer a Dios en esta vida por la razón natural (AG DP 7/8/85, p. 115)
a.13 y stes. Si por la gracia se tiene un conocimiento de Dios más elevado que el que se
tiene por la razón natural (AG DP 7/8/85, p. 115)
q.21 Sobre la justicia y la misericordia de Dios
a.1 Si en Dios hay justicia (AG DP 21/5/86, p. 236)
a.2 Si la justicia de Dios es verdad (AG DP 21/5/86, p. 236)
q.22 Sobre la providencia de Dios
a.2 Si todas las cosas están sujetas por la providencia divina
ad 4 Dios tiene una providencia más excelente de los hombres justos que de los
impíos (AG DP 14/5/86, p. 232)
q.27 Sobre el origen o procesión de las Personas divinas
a.1 Si hay procesión en lo divino (AG ES 14/11/90, pp. 293-294)
a.4 Si aquella otra procesión puede llamarse generación (AG ES 17/10/90, p. 273)
q.29 Sobre las Personas divinas
a.1 Sobre la definición de persona (AG ES 7/11/90, p. 288)
a.3 Si el nombre “persona” compete a lo divino (AG ES 7/11/90, p. 288), c (AG DP
27/11/85, p. 168)
ad 1 en las escrituras están presentes los atributos de Dios que es persona (AG DP
27/11/85, p. 168)
a.4 Si este nombre “persona” significa relación (AG ES 7/11/90, p. 288)
q.36 Sobre la persona del Espíritu Santo

6
En general sigo la división de la obra según hiciera el Padre Quintín Turiel García, OP.
7
En este apartado abrevio del siguiente modo: Creo en Dios Padre = DP, ...en Jesucristo = JC, ... en el Espíritu Santo = ES.
a.1 Si este nombre “Espíritu Santo” es nombre propio de alguna de las Personas divinas
(AG ES 17/10/90, p. 273)
a.2 Si el Espíritu Santo procede del Hijo (AG ES 7/11/90, p. 290)
a.3 Si el Espíritu Santo procede del Padre a través del Hijo (AGs ES 7/11/90, pp. 290 y
291 dos veces)
a.4 Si el Padre y el Hijo son un solo principio con el Espíritu Santo ( AG ES 7/11/90, p.
290)
q.37 Sobre el nombre del Espíritu Santo que es Amor
a.1 Si Amor es nombre propio del Espíritu Santo (AG ES 17/10/90, p. 273)
a.2 Si el Padre y el Hijo se aman en el Espíritu Santo (AGs ES 27/6/90, p. 219; y 14/11/90,
p. 295)
q.38 Sobre el nombre del Espíritu Santo que es Don
a.1 Si Don es nombre personal (AGs ES 18/4/90, p. 195; 21/11/90, p. 302; y 20/3/91, p.
364)
ad 1 la persona implica distinción, el Espíritu Santo es don (AG ES 21/11/90, p. 301)
a.2 Si Don es nombre propio del Espíritu Santo (AG ES 21/11/90, p. 300)
q.39 Sobre la Personas por comparación con la esencia
a.7 Si los nombres esenciales han de ser apropiados a las Personas (AG ES 19/9/90, p.
255)
a.8 Si los Doctores sagrados han atribuido convenientemente a las Personas los
nombres esenciales (AG ES 19/9/90, p. 255)
q.43 Sobre la comparación de las Personas entre sí en cuanto a la misión
a.3 Si la misión invisible de una Persona divina se da sólo según el don de la gracia que
hace grato (AGs ES 18/4/90, pp. 195 y 196; y 27/7/90, p. 219)
q.88 De qué modo entiende el alma unida al cuerpo a las sustancias inmateriales que están
por encima de ella
a.2 Si nuestro intelecto puede llegar por el conocimiento de las cosas materiales a
entender a las sustancias inmateriales (AG ES 31/5/89, p. 36)
q.110 De qué modo el ángel obra en la criatura corporal
a.1 Si la criatura corporal es gobernada por los ángeles (AG ES 27/6/90, p. 219)

II Sobre el movimiento de la criatura racional a Dios

Cuestiones introductorias: Sobre el último fin de la vida humana (qq. 1-5) (AG DP 3/4/85, p. 51)

I-II Sobre los actos humanos en general (qq. 6-114)

q.55 Sobre la esencia de la virtud


a.3 Si la virtud humana es hábito bueno (AG DP 12/11/86, p. 344)
q.61 Sobre las virtudes cardinales
a.5 Si las virtudes cardinales se dividen convenientemente en virtudes políticas,
purgatorias, de ánimo purificado y ejemplares (AG ES 26/6/91, p. 407)
q.62 Sobre las virtudes teologales
a.1 Si hay alguna virtud teologal (AG ES 3/4/91, p. 366)
a.3 Si son convenientemente puestas la fe, la esperanza y la caridad como virtudes
teologales (AG ES 3/4/91, p. 366)
q.63 Sobre la causa de las virtudes
a.2 Si alguna virtud es causada en nosotros por la costumbre de realizarla (AG DP
12/11/86, p. 344)
q.68 Sobre los dones
a.1 Si los dones difieren de las virtudes (AG ES 3/4/91, pp. 368 y 368-369)
a.4 Si convenientemente se enumeran siete dones del Espíritu Santo (AG ES 26/6/91, p. 407)
a.6 Si los dones del Espíritu Santo son removidos en el cielo (AG ES 3/4/91, p. 368)
q.72 Sobre la distinción de los pecados y vicios
a.4 Si el pecado se distingue convenientemente en pecado respecto de Dios, respecto de
sí mismo y respecto del prójimo (AG ES 19/6/91, pp. 403-404)
q.91 Sobre la diferencia entre las leyes
a.2 Si hay en nosotros alguna ley natural (AG DP 29/10/86, p. 330)
q. 93 Sobre la ley eterna
a.1 Si la ley eterna es la suma razón existente en Dios (AG DP 18/12/85, p. 176)
q.94 Sobre la ley natural
a.5 Si la ley natural puede ser cambiada (AG DP 29/10/86, p. 330)
a.6 Si la ley natural puede ser abolida por el corazón del hombre (AG DP 29/10/86, p.
330)
q.96 Sobre la potestad de la ley natural
a.5 Si todos están subordinados a la ley
ad 1 en los justos también hay sujeción a la ley, aunque no como fuerza coactiva
(AG ES 10/4/91, p. 375)
q.106 Sobre la ley del Evangelio que propiamente se dice ley nueva
a.1 Si la ley nueva es ley escrita (AG JC 27/4/88; AGs ES 31/5/89, p. 35; 27/6/90, p. 219; y
3/4/91, p. 367)
a.4 Si la ley nueva ha de durar hasta el fin del mundo
ad 3 no hay que esperar otra ley, porque la ley de Cristo es la ley del Espíritu Santo
(AG ES 22/11/89, p. 119)
ad 4 la predicación completa del Evangelio requiere la fundación de la Iglesia en
todos los pueblos (AG ES 22/11/89, p. 120 dos veces)
q.107 Sobre la comparación de la ley nueva con la ley antigua
a.1 Si la ley nueva es otra distinta de la ley antigua (AG JC 27/4/88, p. 266)
a.2 Si la ley nueva completa a la ley antigua (AG JC 27/4/88, p. 266)
q.109 Sobre la necesidad de la gracia
a.1 Si el hombre puede conocer algo verdadero sin la gracia
ad 1 todo lo bueno de algún modo sale del Espíritu Santo pero no por su
inhabitación (AG ES 6/12/90, p. 315)
q.111 Sobre la división de la gracia
a.1 Si la gracia es convenientemente dividida en la gracia que hace grato y la gracia
dada gratis (AG ES 22/11/89, p. 219)
q.112 Sobre la causa de la gracia
a.1 Si solo Dios es la causa de la gracia
ad 1 la humanidad de Cristo causa la gracia por la virtud divina agregada (AG ES
22/11/89, p. 219)
ad 2 los sacramentos actúan por la virtud del Espíritu Santo (AG ES 22/11/89, p.
219)
q.113 Sobre la justificación del impío que es efecto de la gracia que opera
a.9 Si la justificación del impío es máxima obra de Dios
ad 2 el bien de la gracia de uno solo es mayor que el bien de la naturaleza de todo
el universo (AG JC 16/11/88, p. 373)

II-II Sobre los actos humanos en especial (qq. 1-189)

q.1 Sobre el objeto de la fe


a.1 Si el objeto de fe es la verdad primera (AG ES 8/5/91, p. 387)
a.4 Si el objeto de fe puede ser algo visto (AG ES 8/5/91, p. 387)
q.4 Sobre la misma virtud de la fe
a.3 Si la caridad es la forma de la fe (AG ES 8/5/91, p. 391)
a.5 Si la fe es virtud (AG ES 8/5/91, p. 391)
q.6 Sobre la causa de la fe
a.1 Si la fe es infundida por Dios en el hombre (AG ES 8/5/91, p. 390)
q.8 Sobre el don del intelecto
a.1 Si el intelecto es don del Espíritu Santo (AG ES 8/5/91, p. 390)
a.5 Si el don del intelecto se encuentra también en los que no tienen la gracia que hace
grato (AG ES 8/5/91, p. 390)
q.23 Sobre la misma caridad en sí misma
a.2 Si la caridad es algo creado en el alma
ad 1 la caridad con la que amamos al prójimo es una participación de la caridad
divina
a.3 Si la caridad es virtud
ad 3 la caridad es más digna que el alma en cuanto es una participación del
Espíritu Santo (AGs ES 17/10/90, p. 276; y 3/4/91, p. 366)
a.6 Si la caridad es virtud excelentísima (AG ES 22/5/91, p. 392)
a.8 Si la caridad es forma de las virtudes (AG ES 22/5/91, p. 392)
q.25 Sobre el objeto de la caridad: de aquellas cosas que han de ser amadas por caridad
a.3 Si también las creaturas irracionales han de ser amadas por caridad (AG ES 22/5/91,
p. 394)
q.28 Sobre la alegría
a.4 Si la alegría es virtud
ad 1 la alegría se reduce a la caridad, de la que es efecto (AG ES 19/6/91, pp. 403-
404)
q.29 Sobre la paz
a.2 Si la paz es efecto propio de la caridad (AG ES 29/5/91, p. 399)
a.4 Si la paz es virtud (AG ES 29/5/91, p. 399)
q.30 Sobre la misericordia
a.2 Si el defecto es razón de compadecerse por parte del que se compadece
ad 1 Dios se compadece por amor (AG ES 22/5/91, p. 395)
q.92 Sobre la misma superstición
a.2 Si hay diversas especies de superstición (AG ES 17/4/91, p. 381)
q.124 Sobre el acto propio de la fortaleza, es decir del martirio
a.3 Si el martirio es acto de máxima perfección (AG ES 26/6/91, p. 411)
q.183 Sobre la diversidad de estados y oficios del hombre en general
a.2 Si en la Iglesia debe haber diversidad de oficios y de estados (AG ES 27/2/91, p. 351)
q.184 Sobre el estado de perfección en general
a.7 Si el estado de los religiosos es más perfecto que el estado de los prelados
ad 1 renunciar a algo de suyo no hace más perfecto (AG JC 28/10/87, p. 170)

III - Sobre Cristo, que en la medida en que es hombre, es nuestro camino para tender a Dios

q.2 Sobre el modo de unión del Verbo encarnado en cuanto a la misma unión
a.12 Si la gracia de unión es natural a Cristo hombre
ad 3 la naturaleza divina es principio activo de la gracia de unión en Cristo porque
conviene a toda la Trinidad (AG ES 23/5/90, p. 205)
q.7 Sobre la gracia de Cristo en cuanto es hombre singular
a.1 Si en el alma asumida por el Verbo hay gracia habitual (AG ES 6/6/90, p. 207), sed
contra “descansa sobre Él el Espíritu del Señor” (Is 11,2) es decir que en Cristo hubo gracia habitual
(AG ES 27/6/90, p. 219)
a.2 Si en Cristo hubo virtudes (AG ES 3/7/91, p. 412)
a.5 Si en Cristo hubo dones (AG ES 27/6/90, p. 220)
a.9 Si en Cristo hubo plenitud de gracia (AGs ES 6/6/90, p. 207; y 27/6/90, p. 219)
a.10 Si la plenitud de gracia es propia de Cristo (AGs ES 6/6/90, p. 207; y 27/6/90, p. 219)
a.11 Si la gracia de Cristo es infinita (AG ES 6/6/90, p. 207)
a.13 Si la gracia habitual en Cristo sigue a la unión (AG ES 23/5/90, p. 202)
q.8 Sobre la gracia de Cristo en cuanto es Cabeza de la Iglesia
a.1 Si a Cristo, en cuanto es hombre, le corresponde ser Cabeza de la Iglesia
ad 3 Cristo, según su naturaleza visible, precede a todos los hombres (AG ES
28/11/90, p. 307)
a.2 Si Cristo es Cabeza de los hombres en cuanto a los cuerpos (AG ES 6/6/90, p. 208)
q.23 Sobre si conviene a Cristo la adopción
a.1 Si a Dios conviene adoptar hijos (AG JC 1/7/87, p. 99)
a.2 Si adoptar conviene a toda la Trinidad (AG JC 1/7/87, p. 99)
q.26 Sobre esto que se dice que Cristo es mediador entre Dios y los hombres
a.2 Si Cristo es mediador entre Dios y los hombres en cuanto que es hombre (AG JC
19/10/88, p. 356)
q.32 Sobre el principio activo en la concepción de Cristo
a.1 Si realizar la concepción de Cristo debe ser atribuido al Espíritu Santo (AG ES
6/6/90, p. 206)
q.40 Sobre el modo del trato de Cristo
a.1 Si Cristo debió estar entre los hombres, o llevar una vida solitaria (AG ES 18/7/90, p.
229)
a.2 Si le era conveniente a Cristo llevar una vida austera en este mundo
ad 2 en virtud de su divinidad Cristo mantenía su carne (AG ES 25/7/90, p. 234)
q.42 Sobre la doctrina de Cristo
a.2 Si Cristo debía predicar sin el disgusto de los judíos (AG JC 20/4/88, p. 261)
q.46 Sobre la misma pasión de Cristo
a.3 Si habría otro modo más conveniente para la liberación humana que la pasión de
Cristo (AG JC 19/10/88, pp. 353 y 355)
a.6 Si el dolor de la pasión de Cristo fue mayor que todos los otros dolores (AG JC
19/10/88, p. 354)
q.52 Sobre el descenso de Cristo a los infiernos
a.6 Si Cristo liberó del infierno a los condenados (AG JC 11/1/89, p. 396)

2.2. Suma Contra Gentiles

L.I, cc. 14-30 Sobre las condiciones de que Dios sea primer ente (cc.14-29) y sobre los nombres
atribuibles a Él (c.30) (AG DP 7/8/85, p. 115)
L.IV, c.73 quia Sobre el sacramento de la extremaunción (AG ES 30/1/91, p. 340)

2.3. Comentario a los Salmos

32,2 (cfr. Busa, renglón 21) (AG ES 17/4/91, p. 381)

2.4 Comentario al Evangelio de San Juan

c.III, l.6, nn.541-544 (cfr. Busa, renglón 151-170) (AG JC 12/8/87, p. 125)

2.5 Comentario al Símbolo de los Apóstoles

a.9 (Creo en) la Santa Iglesia católica (cfr. Busa, renglón 1-18 y 71-103) (AGs ES 12/12/90, p.320; y
9/1/91, p. 327)
a.10 (Creo en) la comunión de los santos, el perdón de los pecados (cfr. Busa, renglón 1-21) (AG ES
12/12/90, p. 320)

IV

Además, también hay referencias explícitas a la doctrina de Santo Tomás, en dos


oportunidades en las Catequesis sobre Jesucristo, una en las correspondientes al Espíritu Santo y
trece en el caso de Dios Padre –diez al hablar de la filosofía del ser y tres refiriéndose a la
antropología tomista.
Por otra parte, su figura es expresamente destacada. Lo menciona doce veces en las
Catequesis sobre Dios Padre - Santo Tomás de Aquino (seis) y Santo Tomás (seis) -, siete
veces en las Catequesis sobre Jesucristo -Santo Tomás de Aquino (dos), Santo Tomás (tres),
Doctor Angélico (una), Santo Doctor (una)- y sesenta y dos veces en las Catequesis sobre el
Espíritu Santo - Santo Tomás de Aquino (ocho), Santo Tomás (cuarenta y dos), Doctor
Angélico (cuatro), Santo Doctor (una) y Angélico (cuatro). Y por la relevancia de la misma
presentación –de autoridad ineludible y de todos supuesta, por un lado, y elogiosa y hasta
familiar, por otro, me permito pincelar estos últimos párrafos: “explica muy bien Santo
Tomás”, “ya Santo Tomás había explicado muy bien”, “el análisis de la terminología
realizado por Santo Tomás es muy sutil”, “ha llegado el momento de advertir con Santo
Tomás de Aquino”, “era el eco de la tradición latina que Santo Tomás había determinado
teológicamente muy bien”, “he aquí una ulterior puntualización a la que ya Santo Tomás
había dedicado un artículo”, “Santo Tomás siguiendo a los Padres dio una aguda explicación
de la fórmula”, “un día Santo Tomás dirá”, “como observa Santo Tomás”, “pero el mismo
Doctor Angélico advierte”, “sería conveniente proseguir ilustrando el tema con las
admirables páginas de Santo Tomás”, “una hermosa y profunda interpretación que la
tradición patrística, resumida y formulada en términos teológicos por Santo Tomás”, “por
ahora, sellemos con este hermoso texto del Doctor Angélico”, “es sugestivo un texto de las
Suma Teológica en la que Santo Tomás de Aquino”, “Santo Tomás y los demás teólogos”...
Luego de estas Catequesis Trinitarias continúa el Santo Padre la enseñanza sobre los
Símbolos de la fe. Es el turno de la verdad sobre la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica.
En la primera de ellas vuelve a traernos el texto del Comentario al Símbolo de los Apóstoles en el
que Santo Tomás, con lógica derivación, de la verdad sobre el Espíritu Santo pasa a la verdad
sobre la Iglesia. Nos aventura / anima así el Pontífice a seguir descubriendo la presencia de
Santo Tomás en sus Catequesis sobre el Credo; tema de futuros análisis…

María Fernanda Balmaseda Cinquina


Universidad Católica Argentina

***

Resumen

Mi contribución se dirige a un católico y tomista como el profesor Courreges, que nos ha enseñado
los beneficios de utilizar con sistematicidad metodologías de trabajo. No se trata de un estudio
exhaustivo de la influencia del Aquinate en las Catequesis sobre el Credo de Juan Pablo II. No
considero todas estas Catequesis, aunque todas ellas deben ser vistas con el prisma trinitario, sino
las que específicamente se refieren a cada Persona de la Santísima Trinidad. Además, el
relevamiento que realizo sigue un criterio fundamentalmente lexicográfico, tal que sirva de marco
general de referencia y primera aproximación, tanto a los neófitos que desconocen en general la
existencia y el valor de las Catequesis de ese Magno Pontífice, como a los que ignoran la importancia
de su veta tomasiana en temas tan fundamentales. En último término, esta presentación y su tipo
responde a un aspecto particular de un trabajo más complejo y completo acerca de la relevancia de
la figura, el método y el pensamiento del Doctor Angélico en las enseñanzas de Juan Pablo II.

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