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Fosforilación oxidativa 1

Fosforilación oxidativa

La fosforilación oxidativa es
una ruta metabólica que utiliza
energía liberada por la
oxidación de nutrientes para
producir adenosín trifosfato
(ATP). Aunque las diversas
formas de vida utilizan una
gran variedad de nutrientes,
casi todas realizan la
fosforilación oxidativa para
producir ATP, la molécula que
provee de energía al
metabolismo. Esta ruta es tan
ubicua, debido a que es una
forma altamente eficaz de
La cadena de transporte de electrones en la mitocondria es el sitio de la fosforilación
liberación de energía, en
oxidativa en eucariotas. El NADH y succinato generados en el ciclo de Krebs es oxidado,
comparación con los procesos liberando energía para el funcionamiento de la ATP sintasa.

alternativos de fermentación,
como la glucólisis anaeróbica.

Durante la fosforilación
oxidativa, los electrones son
transferidos desde un donante
de electrones a un aceptor de
electrones, como el oxígeno, a
través de reacciones redox.
Estas reacciones liberan
energía, lacual es utilizada
para producir ATP. En eucariotas, estas reacciones redox son llevadas a cabo en las mitocondrias
por una serie de complejos de proteínas, mientras que en los procariotas, estas proteínas se
encuentran ubicadas en la membrana interna de la célula. Estos grupos relacionados de enzimas
son llamados cadena de transporte de electrones. En eucariotas, están involucrados cinco
complejos de proteínas, mientras que en procariotas se presentan muchas enzimas diferentes,
utilizando una variedad de donantes y aceptores de electrones.

La energía liberada por estos electrones desplazándose a través de la cadena de transporte de


electrones es utilizada para transportar protones a través de la membrana interna mitocondrial,
en un proceso llamado quimiosmosis. Esto genera energía potencial bajo la forma de un
gradiente de pH y un potencial eléctrico a través de la membrana. El almacenamiento de energía
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es aprovechado permitiendo que los protones fluyan de regreso a la membrana a favor del
gradiente, a través de la enzima ATP sintasa. La enzima utiliza esta energía para generar ATP
desde el adenosín difosfato (ADP), en una reacción de fosforilación. Esta reacción es llevada a
cabo por el flujo de protones, que provoca la rotación de una parte de la enzima.
Aunque la fosforilación oxidativa es una parte vital del metabolismo, produce especies reactivas
del oxígeno tales como superóxido y peróxido de hidrógeno, lo que lleva a la propagación de
radicales libres, provocando daño celular, contribuyendo a enfermedades y, posiblemente, al
envejecimiento. Las enzimas que llevan a cabo esta ruta metabólica son blanco de muchas drogas
y productos tóxicos que inhiben su actividad.
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Historia
El estudio de la fosforilación oxidativa se inició en 1906 con el informe de Arthur Harden sobre
el papel vital del fosfato en la fermentación celular, aunque inicialmente se pensaba que solo los
azúcar-fosfato estaban involucrados. Sin embargo, a principios de los años 1940, la relación
entre la oxidación de los azúcares y la generación de ATP fue establecida de forma definitiva
por Herman Kalckar, confirmando el papel central del ATP en la transferencia de energía, que
había sido propuesto por Fritz Albert Lipmann en 1941.Más tarde, en 1949, Friedkin y Morris
Albert L. Lehninger demostraron que la coenzima NADH se encuentra relacionada con vías
metabólicas tales como el ciclo del ácido cítrico y la síntesis de ATP.
Por otros veinte años, el mecanismo por el cual se generaba el ATP siguió siendo un misterio,
con científicos buscando un elusivo "intermediario de alta energía", que enlazara las reacciones
de oxidación y fosforilación. El misterio fue resuelto por Peter D. Mitchell con la publicación de
la teoría quimiosmótica en 1961. En un principio la propuesta fue muy controvertida, pero fue
aceptada lentamente y finalmente Mitchell recibió el Premio Nobel en 1978. La investigación
posterior se centró en la purificación y caracterización de las enzimas involucradas, con
importantes contribuciones realizadas por David E.Green sobre los complejos de la cadena de
transporte de electrones, así como de Efraim Racker sobre la ATP sintasa. Un paso fundamental
hacia la solución de los mecanismos de la ATP sintasa fue proporcionada por Paul D. Boyer, con
su desarrollo en 1973 del mecanismo de "cambio de unión", seguido por su radical propuesta de
un sistema de catálisis rotacional en 1982. Los trabajos más recientes incluyen estudios
estructurales de las enzimas involucradas en la fosforilación oxidativa, llevados a cabo por John
E. Walker, habiendo obtenido Walker y Boyer el Premio Nobel en 1997.

Transferencia de energía por quimiosmosis


La fosforilación oxidativa funciona utilizando reacciones químicas que liberan energía, para
llevar a cabo reacciones dependientes de energía, es decir, dos tipos de reacciones que están
acopladas. Esto significa que no puede ocurrir una de forma independiente de la otra. El flujo de
electrones a través de la cadena de transporte de electrones, desde donantes de electrones como
NADH a aceptores de electrones tales como oxígeno, es un proceso exergónico – libera energía,
mientras que la síntesis de ATP es un proceso endergonico, el cual requiere de energía. Tanto la
cadena de transporte de electrones como la ATP sintasa, están embebidos en la membrana, y la
energía es transferida de la cadena de transporte de electrones a la ATP sintasa por el movimiento
de protones a través de la membrana, en un proceso llamado quimiosmosis. En la práctica, se
comporta de manera similar a un simple circuito eléctrico, con una corriente de protones siendo
transportados desde el lado negativo, lado N de la membrana hacia el lado positivo, lado P, por
las enzimas de la cadena de transporte de electrones que bombean protones. Estas enzimas son
como una batería, ya que realizan trabajo, para llevar corriente a través del circuito. El
movimiento de protones crea un gradiente electroquímico a través de la membrana, el cual es
llamado generalmente fuerza protón-motriz. Este gradiente tiene dos componentes: una
diferencia en la concentración de protones (un gradiente de pH) y una diferencia en el potencial
eléctrico, con un lado N, que posee carga negativa. La energía es almacenada mayormente como
la diferencia de potenciales eléctricos en la mitocondria, pero también como un gradiente de pH
en los cloroplastos.
La ATP sintasa libera esta energía almacenada completando el circuito y permitiendo a los
protones fluir a través del gradiente electroquímico, de nuevo hacia el lado N de la membrana.
Esta enzima se comporta de manera similar a un motor eléctrico ya que utiliza la fuerza protón-
motriz para llevar a cabo la rotación de parte de su estructura y acoplar este movimiento con la
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síntesis de ATP.
La cantidad de energía liberada por la fosforilación oxidativa es elevada, comparada con la
cantidad producida por la fermentación anaeróbica. La glucólisis produce solo 2 moléculas de
ATP, en cambio entre 30 y 36 ATPs son producidos por la fosforilación oxidativa de los 10
NADH y 2 succinato obtenidos a través de la conversión de una molécula de glucosa en dióxido
de carbono y agua. Este resultado de ATP es el máximo teórico, ya que en la práctica algunos
protones se filtran a través de la membrana, disminuyendo así la producción de ATP.
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Moléculas de transferencia de protones y electrones


La cadena de transporte de electrones
transporta tanto protones como electrones,
transfiriendo electrones desde donantes
hacia aceptores, y transportando protones a
través de la membrana. Estos procesos
utilizan moléculas de transferencia tanto
solubles como unidas a proteínas. En la
mitocondria, los electrones son transferidos
dentro del espacio intermembranal por la
proteína de transferencia de electrones
solubles en agua, citocromo c.Esto
transporta solamente electrones, y estos son
transferidos por la reducción y oxidación de
un átomo de hierro que se encuentre en el
grupo hemo de la proteína. El citocromo c se
encuentra también en algunas bacterias,
donde se ubica en el espacio periplasmático.
Dentro de la membrana interna mitocondrial, el transportador de electrones liposoluble, la
coenzima Q10 (Q) transporta tanto electrones como protones a través de un ciclo redox. Esta
pequeña molécula de benzoquinona es muy hidrófobica, de modo que difunde libremente en la
membrana. Cuando Q acepta dos electrones o dos protones, es reducida a su forma ubiquinol
(QH2); cuando QH2 libera dos electrones o dos protones, es oxidada a su forma original de
ubiquinona (Q). Como resultado, si dos enzimas están organizadas de modo que Q es reducida
de un lado de la membrana y QH2 oxidada en el otro, la ubiquinona se acoplará a estas reacciones
y actuará como lanzadera de protones a través de la membrana.[21] Algunas cadenas de
transporte de electrones bacterianas utilizan quinonas diferentes, como la menaquinona, aparte
de la ubiquinona.
Dentro de las proteínas, los electrones son transferidos entre cofactores de flavina, centros
hierro-azufre, y citocromos. Existen varios tipos de centros hierro-azufre; los más simples que
se encuentran en la cadena de transferencia de electrones consisten en dos átomos de hierro
unidos por dos átomos azufre inorgánico; estos son centros [2Fe–2S]. El segundo tipo, los
centros [4Fe–4S], contienen un cubo de cuatro átomos de hierro y cuatro de azufre. Cada átomo
de hierro en estos centros es coordinado por un aminoácido, generalmente por el átomo de azufre
de la cisteína. Los iones metálicos cofactores atraviesan por reacciones redox sin unir o liberar
protones, de modo que en la cadena de transporte de electrones sirven solamente para el
transporte de electrones entre proteínas. Los electrones se desplazan largas distancias a través de
las proteínas saltando entre las cadenas que forman estos cofactores. Esto ocurre por efecto túnel,
el cual es rápido sobre distancias menores a 1,4−9 m.

Cadena de transporte de electrones en eucariotas


Muchos procesos bioquímicos catabólicos, tales como la glucólisis, el ciclo de Krebs y la beta
oxidación, producen la coenzima reducida NADH. Esta coenzima contiene electrones que tiene
un elevado potencial de transferencia; es decir, que liberan una gran cantidad de energía tras su
oxidación. Sin embargo, la célula no libera toda esta energía a la vez, sino sería una reacción
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incontrolable. En vez de ello, los electrones eliminados del NADH y transferidos al oxígeno a
través de una serie de enzimas cada una de las cuales libera una pequeña cantidad de energía.
Este conjunto de enzimas, que consiste en complejos, del I al IV, llamado cadena de transporte
de electrones se encuentra en la membrana de la mitocondria. El succinato también es oxidado
por la cadena de transporte de electrones, pero entra en la vía metabólica por un punto diferente.
En eucariotas, las enzimas en este sistema de transporte de electrones utilizan la energía liberada
de la oxidación de NADH para bombear protones a través de la membrana interna mitocondrial.
Esto provoca una acumulación de protones en el espacio intermembrana, y genera un gradiente
electroquímico a través de la membrana. La energía almacenada en este potencial es luego
utilizada por la ATP sintasa para producir ATP. La fosforilación oxidativa en las mitocondrias
de organismos eucariotas es el ejemplo de este proceso mejor comprendido. Las mitocondrias
están presentes en casi todos los eucariotas, con la excepción de los protozoarios anaeróbicos
tales como Trichomonas vaginalis que en su lugar reducen protones a hidrógeno en una
reminiscencia de mitocondria llamada hidrogenosoma.
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Enzimas respiratorias y sustratos típicos de eucariotas.

Enzima Par redox Potencial


respiratoria medio
(Volts)
NADH NAD+ / NADH −0,32[27]
deshidrogenasa
Succinato FMN o FAD / −0,20[27]
deshidrogenasa FMNH2 or FADH2
Complejo del Coenzima Q10ox / +0,06[27]
citocromo bc1 Coenzima
Q10red
Complejo del Citocromo box / +0,12[27]
citocromo bc1 Citocromo bred
Complejo IV Citocromo cox / +0,22[27]
Citocromo cred
Complejo IV Citocromo aox / +0,29[27]
Citocromo ared
-
Complejo IV O2 / HO +0,82[27]
[27]
Condiciones: pH = 7

NADH- ubiquinona oxidorreductasa (complejo I)


La NADH-
ubiquinona oxidorreductasa,
también conocida como
NADH deshidrogenasa o
complejo I, es la primer
proteína en la cadena de
transporte de electrones. El
complejo I es una enzima de
gran tamaño, siendo en
mamíferos el complejo I de 46
subunidades y con una masa
molecular de 1.000 kilodaltons
(kDa). La estructura es
conocida en detalle solo en
bacterias; en la mayoría de los
organismos el complejo se
asememja a una bota con una
estructura en forma de bola
que sobresale de la membrana
hacia la mitocondria. Los
genes que codifican las
proteínas individuales están
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contenidas tanto en el núcleo


celular como en el genoma
mitocondrial, como suele ser el
caso de la mayoría de las
enzimas presentes en las
mitocondrias.

Esta enzima cataliza la oxidación del NADH, que pierde dos electrones, y la subsiguiente
reducción de la coenzima Q10 o ubiquinona (representada como Q, abajo en la ecuación), una
quinona liposoluble presente en la membrana mitocondrial:

El inicio de la reacción, y de la totalidad de la cadena de transporte de electrones, comienza por


la unión de la molécula de NADH al complejo I y la donación de dos electrones. Los electrones
ingresan al complejo I a través de un grupo prostético unido al complejo, flavín mononucleótido
(FMN). El agregado de electrones al FMN lo convierte en su forma reducida, FMNH2. Los
electrones son luego transferidos a través de una serie de centros hierro-azufre: el segundo tipo
de grupo prostético presente en el complejo. Existen tanto centros [2Fe–2S] como [4Fe–4S] en
el complejo I.
A medida que los electrones pasan a través de este complejo, cuatro protones son bombeados
desde la matriz al espacio intermembrana. La manera exacta sobre como ocurre esto no es del
todo clara, pero al parecer involucra cambios conformacionales en el complejo I que provocan
que la proteína se una a protones en el lado N de la membrana y luego los mueva hacia el lado P
de la membrana. Finalmente, los electrones son transferidos de la cadena de centros hierro-azufre
a la molécula de ubiquinona en la membrana.
La reducción de ubiquinona también contribuye con la generación del gradiente de protones, ya
que dos protones son tomados de la matriz mientras es reducido a ubiquinol (QH2).
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Succinato-Q oxidorreductasa (complejo II)


La enzima succinato-Q oxidorreductasa,
también conocida como complejo II o
sucinato deshidrogenasa, es el segundo
punto de entrada en la cadena de transporte
de electrones. Es inusual debido a que esta
enzima es la única que forma parte de los
procesos del ciclo de Krebs y de la cadena de
transporte de electrones. El complejo II
consiste en cuatro subunidades de proteínas
y contiene unida como cofactor la flavín
adenín dinucleótido (FAD), centros hierro-
azufre, y un grupo hemo que no participa en
la transferencia de electrones hacia la
coenzima Q, pero que se cree es importante
en disminuir la producción de especies
reactivas del oxígeno. Oxida el succinato a
fumarato y reduce la ubiquinona. Debido a
que esta reacción libera menos energía que la
oxidación de NADH, el complejo II no
transporta electrones a través de la
membrana y no contribuye al gradiente de
protones.

En algunos eucariotas, tales como el helminto Ascaris suum, una enzima similar al complejo II,
fumarato reductasa (menaquinol:fumarato oxidorreductasa, o QFR), opera de forma reversa
oxidando ubiquinol y reduciendo fumarato. Esto permite al helminto sobrevivir en el ambiente
anaeróbico del intestino grueso, llevando a cabo una fosforilación oxidativa anaeróbica con
fumarato como aceptor de electrones. Otra función no convencional del complejo II es observada
en el parásito que provoca la malaria Plasmodium falciparum. En este caso, la acción invertida
del complejo II como oxidasa es importante para regenerar el ubiquinol, el cual el parásito utiliza
como una forma inusual de biosíntesis de pirimidina.
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Flavoproteína de transporte de electrones Q oxidorreductasa


La flavoproteína de transporte de electrones ubiquinona oxidorreductasa (oxidorreductasa ETF-
Q), también conocida como flavoproteína de transporte de electrones deshidrogenasa, es el
tercer punto de entrada a la cadena de transporte de electrones. Es una enzima que acepta
electrones de la flavoproteína de transferencia de electrones en la matriz mitocondrial, y utiliza
estos electrones para reducir ubiquinona. Esta enzima contiene una flavina y un centro [4Fe–
4S], pero, a diferencia de otros complejos respiratorios, se une a la superficie de la membrana y
no atraviesa la bicapa lipídica.[

En mamíferos, esta ruta metabólica es importante en la beta oxidación de ácidos grasos y el


catabolismo de aminoácidos y colinas, al aceptar electrones de múltiples acetil-CoA
deshidrogenasas. En plantas, la oxidorreductasa ETF-Q también es importante en la respuesta
que permite la supervivencia por extensos periodos de oscuridad

Q-citocromo c oxidorreductasa (complejo III)


La Q-citocromo c
oxidorreductasa también
conocida como citocromo c
reductasa, complejo del
citocromo bc1, o simplemente
complejo III.¿ En mamíferos,
esta enzima es un dímero, con
cada subunidad del complejo
conteniendo once subunidades
de proteínas, un centro hierro-
azufre [2Fe-2S] y tres
citocromos: un
citocromo c1 y dos citocromos b.
Un citocromo es un tipo de
proteína de transferencia de
electrones que contiene la
menos un grupo hemo. Los
átomos de hierro dentro del
grupo
hemo del complejo III alternan entre sus estados de oxidación reducido (+2) y oxidado (+3)
mientras los electrones son transferidos a través de la proteína.

La reacción catalizada por el complejo III es la oxidación de una molécula de ubiquinol y la


reducción de dos moléculas de citocromo c, una proteína hemo libremente asociada con la
mitocondria. A diferencia de la coenzima Q, que transporta dos electrones, el citocromo c
transporta solo uno.

2
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Debido a que solo uno de los electrones puede ser transferido desde el donante QH2 al aceptor
citocromo c, a la vez, el mecanismo de reacción del complejo III es más elaborado que aquellos
de los otros complejos respiratorios, y se da en dos pasos, llamados ciclo Q.[47] En el primer
paso, la enzima se une a tres sustratos, primero, QH , el cual es luego oxidado, siendo un electrón
transferido al segundo sustrato, el citocromo c. Los dos protones liberados de QH2 pasan al
espacio intermembrana. El tercer sustrato es Q, el cual acepta el segundo electrón de QH2 y es
reducido a Q.-, el cual es un radical libre de ubisemiquinona. Los primeros dos sustratos son
liberados, pero este intermediario de ubisemiquinona permanece unido. En el segundo paso, una
segunda molécula de QH2 es unida y de nuevo pasa su primer electrón al aceptor citocromo c.
El segundo electrón es transferido a la ubisemiquinona unida, reduciéndola a QH2 mientrs gana
dos protons de la matriz mitochondrial. Este QH2 es luego liberado de la enzima.
Como la coenzima Q es reducida a ubiquinol en el lado interno de la membrana y oxidado a
ubiquinona en el externo, hay una transferencia neta de electrones a través de la membrana,
añadidos al gradiente de protones.

El mecanismo más bien complejo de dos pasos por el cual sucede esto es importante, ya que
incrementa la eficiencia de la transferencia de protones. Si, en lugar del ciclo Q, una molécula
de QH2 fuese utilizada directamente para reducir dos moléculas del citocromo c, la eficiencia se
reduciría a la mitad, siendo transferido solo un protón por citocromo c reducido.
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Citocromo c oxidasa (complejo IV)


La citocromo c oxidasa, también conocida
como complejo IV, es el complejo final de
proteínas en la cadena de transporte de
electrons. En mamíferos esta enzima posee
una estructura extremadamente compleja y
contiene trece subunidades, dos grupos
hemo, así como múltiples iones metálicos
como cofactores – en todas, tres átomos de
cobre, uno de magnesio y uno de zinc.
Esta enzima media la reacción final en la
cadena de transporte de electrones y los
transfiere al oxígeno, mientras bombea
protones a través de la membrana. El aceptor
de electrones final es el oxígeno, llamado
también aceptor terminal de electrones, el
cual es reducido a agua en este paso. Tanto
el bombeo directo de protones y la
consumición de protones de la matriz en la
reducción de oxígeno contribuyen al
gradiente de protones. La reacción catalizada
es la oxidación de citocromo c y la reducción
de oxígeno:

Reductasas y oxidasas alternativas


Muchos organismos eucariotas poseen cadenas de transporte de electrones diferentes a la de los
mamíferos, que difieren mucho de las más estudiadas de estos últimos (descritas anteriormente).
Por ejemplo, en plantas, existen NADH oxidasas que oxidan el NADH en el citosol en lugar de
la matriz mitocondrial, y transfieren estos electrones a las reservas de ubiquinona. Estas enzimas
no transportan protones, y por ello, reducen ubiquinona sin alterar el gradiente electroquímico a
través de la membrana interna.
Otro ejemplo de cadena de transporte de electrones divergente es la oxidasa alternativa, que es
encontrada en plantas, así como algunos hongos, protistas y posiblemente algunos animalesEsta
enzima transfiere electrones directamente del ubiquinol al oxígeno.
Las rutas de transporte de electrones producidos por estas oxidasas alternativas de NADH y
ubiquinona tienen un menor rendimiento de ATP que la ruta completa. Las ventajas que se
obtienen por estas rutas más cortas no son del todo conocidas. Sin embargo, las oxidasas
alternativas son producidas como respuesta a situaciones de estrés ambiental, como el frío,
especies reactivas del oxígeno e infección por patógenos, así como otros factores que inhiben la
cadena de transporte de electrones completa. Las rutas alternativas podrían, por lo tanto,
aumentar la resistencia de los organismos ante daños, reduciendo el estrés oxidativo.
Fosforilación oxidativa 13

Organización de complejos
El modelo original sobre como los complejos de la cadena respiratoria están organizados era que
estos difundían libremente en la membrana mitocondrial.[60] Sin embargo, datos recientes
sugieren que los complejos podrían formar estructuras de alto orden llamadas supercomplejos o
"respirasomas." En este modelo varios complejos existen como conjuntos organizados de
enzimas que interaccionan entre ellas. Estas asociaciones podrían permitir la canalización de
sustratos entre varios complejos de enzimas, aumentando su tasa y eficiencia en la transferencia
de electrones Dentro de los supercomplejos presentes en mamíferos, algunos componentes están
presentes en mayor cantidad que otros, con una tasa entre complejos I/II/III/IV y ATP sintasa de
aproximadamente 1:1:3:7:4. Sin embargo, el debate sobre la hipótesis de estos supercomplejos
aún no está resuelta, ya que algunos datos no parecen ajustarse a este modelo.

Cadena de transporte de electrones en procariotas


En contraste con la similaridad general en cuanto a estructura y función de la cadena de
transporte de electrones en eucariotas, las bacterias y archaea poseen una gran variedad de
enzimas de transferencia de electrones. Estas utilizan un conjunto igualmente amplio de
sustratos. Al igual que en los eucariotas, la cadena de transporte de electrones de los procariotas
utiliza la energía liberada de la oxidación de un sustrato para bombear iones a trasvés de la
membrana y generar un gradiente electroquímico. En bacterias, la fosforilación oxidativa en
Escherichia coli ha sido estudiada en profundidad, mientras que los sistemas de archaea han sido
poco estudiados.
La principal diferencia entre la fosforilación oxidativa en procariotas y eucariotas es que tanto
bacterias como archaea utilizan una gran variedad de donantes y aceptores de electrones. Esto
permite a los procariotas desarrollarse en una amplia variedad de condiciones ambientales. En
E. coli, por ejemplo, la fosforilación oxidativa puede ser llevada a cabo por un gran número de
pares de agentes reductores y oxidantes, los cuales son listados a continuación. El potencial
medio de un químico mide cuanta energía es liberada cuanto este es oxidado o reducido, teniendo
los agentes reductores un potencial negativo y los agentes oxidante un potencial positivo.

Enzimas respiratorias y sustratos en E. coli.

Enzima Par redox Potencial


respiratoria medio
(Volts)
Formato Bicarbonato / Formato −0,
deshidrogenasa 43
Hidrogenasa Protón / Hidrógeno −0,
42
NADH deshidrogenasa NAD+ / NADH −0,
32
Glicerol-3- DHAP / Gli-3-P −0,
fosfato 19
deshidrogen
asa
Piruvato oxidasa Acetato + Dióxido ?
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de carbono /
Piruvato
Lactato Piruvato / Lactato −0,
deshidrogenasa 19
D-aminoácido 2-oxoácido + Amoníaco / ?
deshidrogenasa D-aminoácido
Glucosa Gluconato / Glucosa −0,
deshidrogenasa 14
Succinato Fumarato / Succinato +0,
deshidrogenasa 03
Ubiquinol oxidasa Oxígeno / Agua +0,
82
Nitrato reductasa Nitrato / Nitrito +0,
42
Nitrito reductasa Nitrito / Amoníaco +0,
36
Dimetil sulfóxido DMSO / DMS +0,
reductasa 16

Trimetilamina N-óxido TMAO / TMA +0,


reductasa 13
Fumarato reductasa Fumarato / Succinato +0,
03
Fosforilación oxidativa 15

Como se muestra en la tabla anterior, E. coli es capaz de crecer con agentes reductores como el
formato, hidrógeno, o lactato como donantes de electrones, y nitrato, DMSO, u oxígeno como
aceptores. La mayor diferencia en el potencial entre un agente oxidante y uno reductor indica una
mayor liberación de energía cuando reaccionan. Dentro de estos compuestos, el par
succinato/fumarato es inusual, ya que su potencial es muy cercano a cero. El succinato puede ser
oxidado a fumarato si se encuentra en presencia de un fuerte agente oxidante como el oxígeno, y
el fumarato puede ser reducido utilizando un fuerte agente reductor como lo es el formato. Estas
reacciones alternativas son catalizadas por la succinato deshidrogenasa y la fumarato reductasa,
respectivamente.
Algunos procariotas utilizan pares redox que poseen una muy pequeña diferencia de potencial.
Por ejemplo, las bacterias nitrificantes tales como Nitrobacter oxidan nitrito a nitrato, donando
electrones al oxígeno. La pequeña cantidad de energía liberada en esta reacción es suficiente
como para bombear protones y generar ATP, pero no es suficiente como para producir NADH o
NADPH directamente para su uso en el anabolismo Este problema es solucionado utilizando una
nitrito oxidorreductasa para producir la suficiente fuerza protón motriz como para hacer
funcionar la cadena de transporte de electrones en sentido inverso, haciendo que el complejo I
genere NADH.
Los procariotas controlan su uso de donantes y aceptores de electrones variando las enzimas que
producen, en respuesta a condiciones ambientales. Esta flexibilidad es posible porque diferentes
oxidasas y reductasas utilizan las mismas reservas de ubiquinona. Esto permite que muchas
combinaciones de enzimas funcionen en conjunto, unidas por un intermediario común de
ubiquinol. Por ello es que estas cadenas respiratorias tienen un diseño modular fácilmente
intercambiable con otros conjuntos de enzimas.
Además de esta diversidad metabólica, los procariotas también poseen una variedad de
isoenzimas – diferentes enzimas que catalizan la misma reacción. Por ejemplo, en E. coli, hay
dos tipos diferentes de ubiquinol oxidasa utilizando oxígeno como un aceptor de electrones. Bajo
condiciones aeróbicas, la célula utiliza una oxidasa con baja afinidad por el oxígeno que es capaz
de transportar dos protones por electrón. Sin embargo, si los niveles de oxígeno caen, cambian
a una oxidasa que transfiere solo un protón por electrón, pero tiene una elevada afinidad por el
oxígeno.
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ATP sintasa (complejo V)


ATP sintasa, también llamada complejo V, es la
enzima final del proceso de la fosforilación
oxidativa. Esta enzima se encuentra en todas las
formas de vida y funciona de la misma manera tanto
en procariotas como en eucariotas.[76] Esta enzima
usa la energía almacenada en un gradiente de
protones a través de la membrana para llevar a cabo
la síntesis de ATP desde ADP y fosfato (Pi). Las
estimaciones del número de protones necesarios
para sintetizar una molécula de ATP oscilan entre
tres y cuatro, y algunos investigadores sugieren que
las células pueden variar esta proporción, para
ajustarse a diferentes condiciones.

Esta reacción de fosforilación es un equilibrio, que puede ser cambiado alterando la fuerza protón
motriz. En ausencia de una fuerza protón motriz, la reacción de la ATP sintasa se desplazará
hacia la izquierda, hidrolizando ATP y bombeando protones fuera de la matriz a través de la
membrana. Sin embargo, cuando la fuerza protón motriz es alta, la reacción es forzada a
desplazarse en la dirección opuesta; de izquierda a derecha, permitiendo el flujo de protones
en el sentido de su gradiente de concentración produciendo ADP desde ATP. Es más,
en la cercanamente relacionada proteína H+-ATPasa tipo vacuolar, la misma reacción es usada
para acidificar los compartimentos celulares, bombeando protones e hidrolizando ATP.
La ATP sintasa es un complejo masivo de proteínas con forma de hongo.El complejo de enzimas
en mamíferos contiene 16 subunidades y posee una masa de aproximadamente 600 kilodaltons.
La porción embebida en la membrana es llamada FO y contiene un anillo de subunidades c y el
canal de protones. El pedúnculo y la parte superior esférica es llamada F1 y es el sitio donde
ocurre la síntesis de ATP. La porción esférica del extremo de F1 contiene seis proteínas de dos
tipos diferentes (tres subunidades α y tres subunidades β), mientras que el "pedúnculo" consiste
solo en una proteína: la subunidad γ, con un extremo extendiéndose en la esfera de subunidades
α y β. Ambas subunidades, α y β se unen a nucleótidos, pero solo la subunidad β cataliza la
Fosforilación oxidativa 17

síntesis de ATP. Alcanzando por la base una porción de F1 e introduciéndose en la membrana


se encuentra una larga subunidad en forma de bastón que ancla las subunidades α y β en la base
de la enzima.
A medida que los proteones atraviesan la membrana a través del canal en la base de la ATP
sintasa, FO entra en rotación. Esta rotación puede ser provocada por cambios en la ionización de
aminoácidos en el anillo de subunidades c provocando interacciones electrostáticas que impulsan
el anillo de subunidades c a través del canal de protones. Este anillo de rotación provoca la
rotación del eje central (el pedúnculo de la subunidad γ) dentro de las subunidades α y β. Estas
subunidades son incapaces de rotar debido al brazo lateral que actúa como un estátor. Este
movimiento del extremo de la subunidad γ en el interior de la esfera de subunidades α y β provee
de energía para los sitios activos en las subunidades β para llevar a cabo un ciclo de movimientos
que generan y luego liberan ATP.
La reacción de síntesis de ATP es llamada
"mecanismo de cambio de unión" del inglés
binding change mechanism e involucra el sitio
activo de una subunidad β en ciclando a través de
tres estados.En el estado "abierto", el ADP y el
fosfato entran en el sitio activo (mostrado en
marrón en el diagrama). La proteína luego captura
las moléculas y se une a ellas ligeramente
(mostrado en rojo). La enzima luego cambia su
conformación nuevamente y acerca las moléculas,
con el sitio activo en el estado final (mostrado en
rosado) uniendo el recién formada molécula de
ATP con una elevada afinidad. Finalmente, el sitio
activo cicla de nuevo a su estado original abierto,
liberando ATP y uniéndose a más ADP y fosfato,
preparándose así para el próximo ciclo.

En algunas bacterias y archaea, la síntesis de ATP es llevada a


cabo por el movimiento de iones sodio a través de la membrana celular, en lugar del movimiento
de protones.Archaeas tales como Methanococcus poseen la sintasa A1Ao, una forma de la
enzima que contiene proteínas adicionales con muy poca similaridad en cuanto a su secuencia
con otras subunidades de ATP sintasa de bacterias o eucariotas. Es posible que en algunas
especies, la forma A1Ao de la enzima sea una ATP sintasa especializada en el transporte de
sodio, pero esto puede que no sea así en todos los casos.
Fosforilación oxidativa 18

Especies reactivas del oxígeno

El oxígeno molecular es un aceptor de electrones terminal ideal porque es un fuerte agente


oxidante. La reducción de oxígeno involucra intermediarios potencialmente dañinos.Aunque la
transferencia de cuatro electrones y cuatro protones reduce oxígeno a agua, la cual es inocua, la
transferencia de uno o dos electrones produce aniones de superóxido o peróxido, que son
peligrosamente reactivos.

Estas especies reactivas del oxígeno y sus productos de reacción, como el radical hidroxilo, son
muy dañinos para las células, ya que oxidan proteínas y provocan mutaciones en el ADN. Este
daño celular puede contribuir a provocar enfermedades y ha sido propuesto como una de las
causas del envejecimiento.
El complejo de la citocromo c oxidasa es altamente eficiente reduciendo oxígeno a agua, y libera
muy pocos intermediarios reducidos; sin embargo pequeñas cantidades del anión superóxido y
peróxido son producidos por la cadena de transporte de electrones. Es de particular importancia
la reducción de la coenzima Q en el complejo III, ya que un radical libre de ubisemiquinona
altamente reactivo es formado como un intermediario en el ciclo Q. Esta especie inestable puede
llevar a un "escape" de electrones cuando esto son transferidos directamente al oxígeno,
formando superóxido.
Como la producción de especies reactivas del oxígeno por parte de estos complejos de bombeo
de protones es mayor a potenciales de membrana elevados, se ha propuesto que las mitocondrias
regulan su actividad para mantener el potencial de membrana dentro de cierto rango que equilibra
la producción de ATP contra la generación de oxidantes.Para ejemplo, los oxidantes pueden
activar el desacople de proteínas que reducen el potencial de membrana.

Para contrarrestar estas especies reactivas del oxígeno, las células contienen numerosos sistemas
antioxidantes, incluyendo vitaminas antioxidantes tales como la vitamina C y la vitamina E, y
enzimas antioxidantes tales como la superóxido dismutasa, catalasas, y peroxidasas, las cuales
detoxifican las especies reactivas, limitando así el daño a la célula.

Inhibidores
Existen varias drogas y toxinas que inhiben la fosforilación oxidativa. Aunque estas toxinas
inhiben sólo una enzima en la cadena de transporte de electrones, la inhibición de cualquier paso
detiene el resto del proceso. Por ejemplo, cuando la oligomicina inhibe la ATP sintasa, los
protones no pueden ser devueltos a la mitocondria. Como resultado, las bombas de protones son
incapaces de operar, y el gradiente se torna demasiado fuerte como para ser superado. NADH
deja de ser oxidado y el ciclo del ácido cítrico deja de operar porque la concentración de NAD+
cae por debajo de la concentración que estas enzimas pueden utilizar.
Fosforilación oxidativa 19

Compuest Uso Efecto en la fosforilación oxidativa


o
Cianuro Veneno Inhibe la cadena de transporte de electrones uniéndose más fuertemente
monóxid que el oxígeno a los centros Fe–Cu en la citocromo c oxidasa, evitando la
reducción del oxígeno.
o de
carbono
Oligomicina Antibió Inhibe la ATP sintasa bloqueando el flujo de protones a través de la
tico subunidad Fo.
CCCP Veneno Ionóforos que interrumpen el gradiente de protones transportando estos a
2,4- través de la membrana. Este ionoforo desacopla el bombeo de electrones
Dinitrofenol de la ATP sintasa debido a que transporta electrones a través de la
membrana mitocondrial interna.
Rotenona Pesticid Impide la transferencia de electrones del complejo I a la ubiquinona
a al bloquear los sitios de unión a la
ubiquinona.
Malonat Inhibidores competitivos de la succinato
oy dehidrogenasa (complejo II)
oxaloac
etato

No todos los inhibidores de la fosforilación oxidativa son toxinas. En el tejido adiposo marrón,
los canales de protones regulados llamados proteínas desacopladoras son capaces de desacoplar
la respiración de la síntesis de ATP.[101] Esta respiración rápida produce calor, y es
particularmente importante como una vía para mantener la temperatura corporal en la
hibernación de los animales, aunque estas proteínas pueden también tener una función más
general en la respuesta de las células al estrés.[102]

BIBLIOGRAFIA
• Nelson DL; Cox MM (2004). Lehninger Principles of Biochemistry, 4ta edición,
W. H. Freeman. ISBN 0-716-74339-6.
• Schneider ED; Sagan D (2006). Into the Cool: Energy Flow, Thermodynamics and Life, 1ª
edición, University of Chicago Press. ISBN 0-226-73937-6.
• Lane N (2006). Power, Sex, Suicide: Mitochondria and the Meaning of Life, 1ª edición,
Oxford University Press, EE. UU.. ISBN 0199205647
Fuentes y contribuyentes del artículo 20

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