You are on page 1of 231

1

2
3
4
©2016, Altamiranda, Hugo Samuel

Escorpiones en el Estómago. 1ª ed

©Humbert Glaffo, por el diseño de portada

Todos los derechos reservados

5
6
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos
legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o
procedimiento, ya sea electrónico, mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o
cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los
titulares del copyright.

7
8
¿Quién soy yo?

Nunca imaginé que terminaría escribiendo… Sobre todo, una

excelente historia de amor para mi gusto.

Nací un 7 de Julio de 1998 en Tandil, Argentina. Digamos que

no nací con dinero, ya que viví mucho tiempo en una casa

precaria hecha con la sangre, sudor, y esfuerzo de mis padres,

aún cuando yo estaba en el vientre de mi madre.

Yo nunca pensé que terminaría escribiendo una novela, es

más, cuando la escribí nunca antes había leído una. Todo fue

en los primeros días de septiembre del 2015 a mis 17 años,

9
después de que me suspendieran de la escuela por hacer cosas

que no contaré.

La inspiración llegó a mi mente y por una vez en la vida me

propuse a escribir. La cosa me gustó, y seguí escribiendo hasta

que recibí buenas reseñas que me alentaban a seguir y a seguir

escribiendo.

Gracias a ti por obtener esta maravillosa historia basada en

mis historias personales, estoy en constante mejoramiento

para entregarles a ustedes unas novelas inolvidables.

10
DEDICATORIA

‘’A esas personas que alguna vez han sufrido por un amor imposible.’’

Quiero agradecer incondicionalmente a todo mi salón de clases que

me estuvo apoyando y haciéndome reír en los días grises, sin ellos y

sin mis profesoras que también se interesaron por mí y por el

proyecto de novela que tenía en mente, a mis Padres sin duda que

me apoyaron y me dieron el amor más que nadie. Y por sobretodo a

11
ti, querido lector, tu eres la razón por la que escribo. Gracias por

todo.

¿Qué? ¿Esperában que le agradezca a todo el mundo? Hasta muy,

muy pronto.

12
13
14
‘’El auténtico amigo es el que sabe todo sobre ti y sigue siento tu

amigo’’

Kurt Cobain.

15
16
Capítulo 1: ''Aquel Chico''

El ruido de la lluvia y los relámpagos eran cada vez más intensos.

- ¡Papá, se está muriendo, por favor ayúdale! -Le dije con todas mis

17
fuerzas mientras él se desangraba en el sofá y mis ojos no paraban de

llorar.

-Mi niña, estoy haciendo todo lo que puedo, pero lo estoy perdiendo...

Aquí comienza mi historia... Yo era una simple adolescente de

secundaria en california, pero diferente a las típicas chicas

caprichosas que sólo buscaban la atención de los chicos... -Ya

tómate los cereales o llegarás tarde a la escuela. –Me dijo mi

Madre-. y metí la cabeza en el tazón por lo dormida que estaba.

Mi vida... Era aburrida no puedo negarlo, y tengo que admitir que

soy el bicho raro de mi familia.

Mi secundaria era bien grande, un montón de gente rara... gente

popular... y nerds. Yo era una mezcla de todas menos ser popular o


conocida.

18
- ¿Ya viste al chico nuevo? -Dijo una compañera a su amiga-

- ¿El nerd? -Respondió su amiga-

- ¡No! el chico jodidamemte malo. -aclaró-

-Sí, lo vi y se me hizo la piel de gallina. -le respondió

excitadaEscuché que le rompió el labio al chico mas rudo de la

escuela. –

agregó-

Había iniciado en la escuela según decían los rumores un nuevo

chico al colegio... Se ha metido en muchos líos... no me interesaba

en lo más mínimo, lo último que quería es que me echaran de esta

escuela o tener una mala reputación.

Tocó el timbre, era hora de salir al patio, y yo no soy de salir al

patio. Pero no fue esa ocasión.

19
Me levanté y salí al pasillo, pero por desgracia ahí estaba él,

abrazado con lo que parecía ser su novia y riéndose con sus amigos.

Lo vi, hasta que me devolvió la mirada lentamente con una leve

sonrisa. Era como si el tiempo se detuviera, podía sentir como mi

corazón latía cada vez más y más a medida que pasaban los

segundos muy lentos.

Él con su mirada tan penetrante... Y yo con... ¿Mal peinada? Dios...

No había tenido un buen día y no estaba muy presentable, mientras

intentaba huir al salón de clases, sentí deslizarse por mi hombro


una mano... de repente una entidad se me puso en frente...

Lamentablemente no fue lo que esperaba

¡Odio que me pidan los deberes! de todos modos no estaba

esperando que me hablara él... supongo.

20
Al día siguiente lo mismo, no tuve una buena mañana y tampoco

tuve una oportunidad de arreglarme mucho. Odiaba ir a la escuela,

pero lo único que pensaba era poder ver una vez más a aquel chico

que no sé su nombre, ¿Pensará en mí? ¿Le habré gustado? ¿Soy fea

para él? Son algunas preguntas que me atacaron a la noche y no

pude dormir... de tan sólo pensar en esa mirada y esa sonrisa, sentía
una sensación en mi cuerpo... como si estuviera en una montaña

rusa.

- ¡Andrea Hamilton Collins!

Me estaba gritando la profesora en clase de matemáticas mientras

perdía la concentración otra vez ¿Qué diablos me pasa?

No puedo exagerar tanto, sólo es un simple chico aparte ya tengo

novio…

21
-Hey Andrea, ¿vas a ir al torneo de voleibol? –Dijo Johnny Trevor,

mientras yo estaba acomodando los libros de mi casillero-.

Él era un chico simpático, muy nervioso y siempre le temblaban las

piernas cuando hablaba conmigo.

-No lo sé... ¿Tú? -Le pregunté-.

-No me gustan los deportes... pero me gustaría que estuvieras en

mi... en mi equipo... ¿Te gustaría? –Me pregunto entusiasmado y a

la vez nervioso-.

-Pues la verdad, -No alcancé a terminar la frase cuando apareció el

chico que tanto pensaba con un amigo que tenia una bandana roja

en la cabeza y unos lentes aviador oscuros-.

- ¿Crees que te ibas a escapar de mí, así como así, Trevor?

22
-Te pagaré, ¡te lo prometo! –Dijo Johnny más nervioso aún-.

-Parece que tu tiempo se acabó... Si no sabes apostar, nunca

apuestes conmigo. -Dijo con un tono seguro y deslumbrante-

Su forma de vestir me parecía fascinante… Él hacia que una simple

camiseta blanca y una buena chaqueta de cuero le quedaran

estupendo y combine perfectamente con los anillos dorados en sus

dedos y cadenas.

- ¡Espera, espera! –Dijo mientras lo metían en un casillero y

cerraban la puerta-.

- ¡No pueden hacer eso! Déjalo en paz –les dije en voz alta-

23
-
Parece que sí... –dijo sonriendo y sus amigos se rieron-. No pude

alcanzar a decirle algo más que ya se habían ido.

Fastidiosamente había un torneo obligatorio de voleibol. Y

digamos… que no soy muy deportiva.

Todos nos reunimos en una cancha especial y nos hicimos equipos

¡Él jugaba al lado de mi equipo!

Uno tras otro iba ganando puntos. Es gracioso, era como un imán

para las miradas de mis compañeras.

Parece que el ego se le subió a la cabeza, porque se quitó la

musculosa negra que tenía, exhibiendo su cuerpo marcado y

24
-
musculoso.

Max, mi novio y líder del equipo de fútbol de la escuela lo miraba

con cara de odio y rabia.

- ¡No te la quites, póntela ya! –Le gritó mi profesor de química, un

pelón con lentes pasados de moda-.

No lo pensó dos veces y le tiro la musculosa a la cabeza. Tomó el

balón y se fue corriendo por la cancha esquivando a los demás

profesores.

¡Fue realmente divertido! Todas nosotras nos reímos y algunas

murmuraban... hasta que él tiró la pelota y terminó en mi cara.

25
Lamentablemente mi cuerpo terminó en el frío suelo ¡Qué

vergüenza!

¿Estás bien? –preguntó-

Y yo mirando desde abajo y mareada.

-Gracias eres un estupendo tirador de balones.... idiota. –Le dije

agarrándome la cabeza-.

-Pero enseguida me lanzo una de sus sonrisas-. –Ok, vamos a

enfermería-.

Me tomó con sus fuertes manos y me levantó.

- ¡No vayas tan rápido! –Le dije-

26
-
-Si lo hago me van a hacer poner la musculosa, y no es algo que me

encante mucho.

Y así fue como terminé con él en enfermería...

Me sentó en la camilla y me empezó a revisar la cara para ver el

rasguño.

Aparté mi rostro para que no me viera.

-Deja de moverte. –Dijo mientras intentaba verme-

-Sólo es un rasguño… -Afirmé-

Agarró un algodón con alcohol y me empezó a limpiar el rasguño.

-Eso es… Eres valiente. –Dijo-

27
Lo miré como una estúpida niña enamorada.

¿Cómo te llamas? -Le pregunté algo sonrojada-.

-Tú puedes llamarme la causa del golpe en tu cabeza.

Yo sólo lo mire a los ojos con mi sonrisa

-Venga, me llamo Samuel… Samuel Larson.

-Tu eres el que hablan las chicas… ¿Enserio has hecho las cosas que

dicen?

-Me encantaría seguir con esta cita romántica, pero te hablo más

tarde, ¡No me atraparán tan fácil!

Y se fue sin decir adiós o sin oportunidad de decirle mi nombre.

28
-
El preceptor lo seguía con todo lo que podía, pero no daba a más.

Detrás de él llego Max, se veía enfadado. -

¿Qué pasa con ese chico? -Preguntó molesto-

Asustada le respondí:

-No sé que le pasa, sólo me llevó a enfermería.

-Te dije que no vuelvas a hablarle a nadie. -Dijo apretándome

fuertemente las mejillas con su mano izquierda-

-No hice nada… Perdón. -Dije algo asfixiada-

Después vino el golpe. Ese golpe que siempre me daba de vez en

cuando si hablaba con alguien, sus celos enfermizos, estaban

29
matándome literalmente.

30
Al día continuo, no pude salir ni siquiera del salón, tenía tanta

vergüenza que vieran lo fracasada que soy... O el pequeño moretón

que tenia encima de la mejilla.

Lo vi pasar a Sam dos veces por la puerta del salón, supuse que no

me vió.

Pero a la 3ª me vio y enseguida se metió en mi salón tranquilamente

como si fuera el propio y se sentó al lado mío.

- ¿Alguien se sienta aquí? Ahora soy yo. -Me dijo con su sonrisa

resplandeciente-.

-Hola... -Dije mirando a la ventana que tenia al lado sin querer

31
-
mirarlo a sus ojos...-.

Tienes cara de llamarte antisocial. -Dijo-.

De alguna manera me robó una sonrisa.

-Me llamo Andrea, no me gusta mi nombre. –Le dije avergonzada- -

Pues a mí no me parece tan mal, mejor que llamarse Gumersinda. -

Dijo- Oye, hoy hay una feria, ¿Te apuntas? –Agregó como si

fuéramos amigos de toda la vida-

-No soy de salir mucho. Aparte mis padres no me dejan salir con

desconocidos… y mi novio me mataría literalmente. -Le dije

mirando de nuevo a la ventana que tenía al lado-

-Entonces te voy a atar para que vengas. -Me dijo riéndose- Ni que

32
fueras a ser mi novia, tómalo como… Una quedada de amigos.

-Me reí- Vale, entonces supongo que te veo en el parque. No te


prometo nada. -Le respondí-

-A las 6 será entonces. -Dijo antes de irse de mi salón sin

despedirse, pero con una sonrisa-

- ¿Qué estoy haciendo? -Me pregunté a mi misma-.

Fue entonces que después fui a mi casa tan veloz como pude,

emocionada, pensando en que iba a ponerme, quería estar bien

presentable, pero tenia algo de miedo que me viera mi novio.

Había llegado la hora final, estaba camino de salir de mi casa

cuando…

- ¿A dónde crees que vas? -Preguntó mi Madre-

Voy a la casa de una amiga. -Le dije nerviosa-

33
-
-Me dijiste que no tenías amigas en la escuela… -Dijo mirándome

fijo y con los brazos cruzados-

Supe en ese instante que me había pillado… y no podré ir a verlo.

Miré al suelo decepcionada.

-Venga, ve, me alegra que vayas hecho amigas en la escuela. -Dijo

sonriente-

Mi corazón estaba nuevamente comenzando a latir con más

intensidad.

Por fin llegué. Ya habían pasado 15 minutos... que fueron muy

eternos, había tanta gente que no sabía si lo encontraría.

34
- ¡Ay! -Suspiré-

Me sorprendieron por la espalda cubriéndome los ojos con las

manos...

-Pensé que te perdería. -Escuche la voz de Sam-.

-Pensé que me dejarías plantada, no tendría gracia. -Le dije con una

media sonrisa y una mirada picara-.

-Para mí, sí. -Me respondió con su sonrisa acogedora-.

Mientras seguíamos caminando me miraba como si tramaba algo.


¿Qué pasa? -Le pregunté intrigada-.

Me tomó de la mano.

-Espera, ¿Qué haces? -le volví a preguntar-.

-Ooh, Andree, ¿Acaso un chico como yo no puede divertirse? -me

dijo mientras se arrodillaba y sacaba del bolsillo como una especie

de anillo de papel que me puso en el dedo-.

35
-
-Ahora eres mi esposa de salidas, ahora vas a tener que salir

conmigo a divertirte. -Agregó-.

Yo lo miré con cara de ¿Qué diablos estás haciendo? pero con una

sonrisa porque me había gustado.

En ese transcurso nos sentamos en un banco de madera... Nos

dimos un tiempo para ver los árboles al que se le estaban cayendo


las hojas anaranjadas por el otoño.

-Sabes... me caes bien... pero no soy una chica para ti. -Le dije con la

cabeza para abajo-.

- ¿Lo dices por tu novio? -Preguntó-.

- Tomo pastillas para la depresión porque... No estoy bien.

Sam se quedó un momento callado y mirándome a los ojos

36
seriamente. Intentó tomar mi brazo y subirme las mangas, pero me

resistí.

-Aparta. -Me dijo concentrado mientras intentaba ver lo que

ocultaba en mis muñecas, hasta que lo logró... Entonces vio que mis

brazos estaban llenos de cicatrices y cortes que me había hecho.

Sentí mucha vergüenza.

Sabes... a veces la vida te trata para la mierda, a veces la vida puede

hacerte una persona muy fría -Mientras me miraba a los ojos- Pero

si algo es lo que quiero... es ser una razón para no cortarte. -y me

tocó la mejilla con su cálida mano-.

Le enseñé las dos muñecas todas cortadas... y me abrazó.

- ¿Tienes un anillo para ti? te lo tengo que poner... -Le dije con una

mirada seductora-.

Caminamos juntos por encima de las hojas y yo pensando ¿Cuándo

37
-
diablos me va a tomar de la mano? Y se tiró al suelo conmigo.

- ¿Qué haces? -le pregunté sin saber lo que hacía- - Se libre y

alocada... La vida es como un patio de juegos. -

respondió-.

Nos pusimos a rodar uno encima del otro hasta que el sólo quedó

encima mío... Nos miramos fijamente, se acercó lentamente como

para besarme... Pero dio una sonrisa antes de morderme el cuello

rápidamente...

- ¡Para, para, que nos va a ver mi novio! -Mientras me da cosquillas-


.

Entonces comenzó a besarme el cuello.

- A ver si te callas de una vez. -Se rió- Si quieres le enviamos una

38
foto juntos a tu novio. -agregó- -

¡No! -Dije tomándomelo en serio-

Y al momento le di una sonrisa.

39
Dimos como mil vueltas por todo el lugar, fue tan divertido, me iba

contando historias de sus líos, ¡sonaban muy divertidos!

Fue un momento tan hermoso. Las chicas se daban la vuelta y

murmuraban mientras caminábamos, para él se ve que es natural.

-Me gusta que me vean contigo, tienes algo que te hace diferente.

Dijo de la nada y mirándome de arriba a abajo-.

-Eso se lo dices a todas. -Respondí-.

-Obviamente, a 10 billones de chicas por semana. -Exageró-.

-Me reí-.

Fuimos a la noria que había en el muelle de Santa Mónica. El

40
atardecer por el horizonte se veía magnifico.

Sentí su brazo colocarse por encima de mis hombros... Fué como un


fuego que ardía dentro de mí, no tuve más frío... simplemente pensé
que era un sueño.

Mientras él me contaba de sus logros yo sólo le contaba mi vida

tremendamente aburrida.

- ¿Entonces te gusta ver películas antiguas como Frankenstein hasta

quedarte dormida? -Preguntó mientras mirábamos el atarceder

desde lo alto. -

-Mientras como palomitas de maíz. -Respondí-

-Entonces te vas a dedicar a eso toda tu vida… -Dijo-

-Desde pequeña he soñado con ir parís… recorrer la Torre Eiffel a la

41
mañana, donde el sol sale por el horizonte…

-Pues algún día te voy a llevar… pero si dejas de cortarte.

-Me reí- Lo prometo. -Dije-

Dejó de hablar un momento para colocarse un cigarrillo detrás de la

oreja.

- ¿Fumas? –Pregunté-

-No… Es para estar al borde de la muerte. –Contestó como si fuese

su lema-

- ¡Ya lei ese libro! –Exclamé-

-Fue el primer libro que compré… Desde ahí comencé a escribir los

42
detalles de la vida. –Dijo-

-Dime algo que no hagas. –Le dije bromeando-

Se rió

-Si fumo moriré… La posibilidad de sufrir un colapso pulmonar me

esta pisando los talones. –Dijo mirando al horizonte- Me

lamenté haber escuchado eso.

-Si algún día mi vida está pendiente de una maquina me gustaría

que me desconectaran. –Agregó mirándome como queriendo decir

algo-.

43
Capítulo 2

Caminando de vuelta, él iba por la calle mientras me tomaba de la

mano para hacer equilibrio, ya que yo caminaba encima del cordón.

-Aquí es… -Dije- -Aquí

es… -Dijo-

Estábamos ya en la puerta de mi casa, frente a frente mirándonos

como si nuestros labios tramasen algo impuro. La soledad en la

calle hacia que sea nuestro momento.

44
Iba a entrar, pero me tomó de la mano. No lo puedo creer, ¡Me va a

besar! -Pensé-

Se acercó lentamente hacia mí... Esa aproximación lenta me

mataba.

Me dió un lento y suave beso en la comisura de los labios para luego

susurrarme al oído.

’’Va a ser una terrible pena para tus labios si me sigues conociendo’’

Morí.

Se fue dejándome con altas expectativas… Y lo notaba en mi cuerpo.

Entré a casa.

45
- ¿Quién es? ¿Dónde fueron? -Mi hermana de 16 empezó a hacer

muchas preguntas-

-A ninguna parte. -Mientras subía las escaleras para mi cuarto-.

- ¿Es tu amigo? Porque yo siempre lo veo con una chica diferente

atrás de su moto... -Me dijo-

Entonces paré mientras subía y tuve una pequeña sensación de

angustia.

Cuando llegue a mi cuarto pensaba sacarme el anillo desilusionada

y cuando lo hice sentí algo duro... teniendo curiosidad saque el

papel que no era nada más que un envoltorio. Abajo del papel había

un anillo dorado de verdad y mi sonrisa volvió a mí por un instante.

Una cárcel... Eso es lo que era lo único que podía sentir en esa

46
escuela tan estricta. Sabiendo lo que me dijo mi hermana iba a ser

la última vez que me vea con Samuel, sólo me siento peor después

de todo... Aunque me hizo tan feliz ayer...

Sonó el timbre de la salida, y en todo el día no lo había visto.

Iba saliendo al lado de mi novio y entre la multitud de gente

acumulada sentí que me tomaron de la mano.

Poco a poco esa mano me estaba llevando hacia atrás, sólo a unos

pocos metros.

-Andrea. -Dijo Sam-

47
-
No podemos estar aquí parados, la gente no puede pasar. -Dije

intentando evitarlo-

-La gente puede esperar, pero ahora es nuestro momento… Ven, se

me olvidó algo en mi salón de clases. -Dijo llevándome- -No

puedo… tengo que ir a casa. -Dije sin resultados- Llegamos

y no había nadie.

- ¿Que se te perdió? -Le pregunté-.

Entonces me puso contra la pared sosteniéndome los brazos y me

empezó a besar tan placenteramente. Sentía en mi cuerpo como

aumentaba la adrenalina.

48
-
Se me había olvidado darte el beso de despedida, y de paso el de

hoy también. -Me aclaró-

Cuando Samuel dejaba de besarme yo apartaba la cabeza de lo roja

que estaba, pero él me giraba la cabeza y me terminaba besando...

nos rozábamos los labios... simplemente era nuestro momento.

Se escuchó un ruido.

- ¿Qué fue eso? -Pregunte mientras mirábamos la puerta- -No lo

sé… -dijo mirando por la puerta- No veo a nadie. -Agregó- Quise

seguir besándolo, pero me apartó su suave rostro.

49
-
La felicidad se le había esfumado como la espuma.

Lo siento… no sé que estoy haciendo contigo… no sé que pensarían

mis colegas del club. -Dijo- No

logré entenderle.

Se marchó del lugar sin decir nada.

- Oye, espera ¿Adónde vas? –Pregunté-.

Y se fue así sin más.

¿Estará mal? ¿Tendrá algo? Pensaba de todo…

Cuando iba camino a mi casa, sentí como una mano me tocaba por

50
-
la espalda...

Hey... te hice unos bombones hechos por, por mi... –Dijo Johnny

Trevor temblando y con algo de vergüenza en su tono de voz-.

-Ah... muchas gracias... pero no puedo ahora tengo que ir a casa,

estoy cansada. -Le dije tocándole el hombro-.

Me di la vuelta y seguí mi camino.

-Yo... yo sé lo que hiciste con ese idiota en el salón de clases. -Dijo

con un tono molesto-.

- ¿Qué? -Le pregunté confusa mientras me daba la vuelta-.

- ¡Que sé lo que hiciste con ese idiota! y tú sabes lo que pasa

cuando entras en horarios prohibidos... aparte sería una lástima

que se lo dijera a tu novio... -Dijo seriamente-.

51
-
- ¿Qué quieres? -Le pregunté algo molesta-.

52
-Eso no te va a resultar fácil... vas a salir conmigo quieras o no, de

otra manera lo voy a contar, tú decides. -Contestó-.

No me gustó lo que dijo y sentí mucho miedo, me di la vuelta y me

fui rápido a mi casa.

No puedo imaginar lo que me haría mi novio si se entera que lo

engaño.

Más bien llegué a mi casa y a mi habitación comencé a llorar...

No pude dormir esa larga noche por la preocupación que me

invadía, pero finalmente llegó el día de levantarme por la mañana e

ir a la escuela.

Mi novio había faltado, pero que le jodan.

Confusa, y caminando por el pasillo terminé por el salón de Samuel.

53
No había nadie y no tuve más remedio que entrar.

No me atrevi a decirle nada.

- ¿Qué no comprendiste? No puedo dejar que me vean aquí


contigo.

–Dijo-

Me quedé mirándolo angustiada, mis ojos me delataban.

- ¿Qué tienes? -Me preguntó-.

-No es nada. -le respondí-.

Se levantó de su escritorio y me arrastró hacia él tomándome de la

cintura.

54
-Ahora me vas a decir. –Dijo dulcemente- Lo

miré a los ojos dudosamente.

-Johnny... me amenazó si no salía con él... nos vio ayer besándonos

y se lo dirá a mi novio, no quiero que me vuelva a pegar. -Le

expliqué angustiada-

- ¿Volver a pegarte? -Preguntó-

Ni bien terminó de escucharme, no se veía muy contento... Salió

casi corriendo al pasillo.

-Si, pero… -No alcancé a decirle algo que ya se había ido-

Se veía muy decidido y no le importaba nada, yo salí de mi salón

para quedarme mirando desde la puerta de la misma. No sabía lo

55
que iba a pasar en ese momento de tensión. Vi que Johnny estaba

sacando sus libros de estudios de su casillero cuando lo giró contra

la pared brutalmente y lo tomó de su camisa a cuadros con sus

puños.

Mirándolo seriamente a los ojos le dijo: «Va a ser tu última vez que

acosaste a Andrea, la última vez, y si me entero de que abriste la

boca lo lamentarás bien». -Le dijo con un tono bien grave y

marcando respeto a los que estábamos observando la escena-.

Sentí tanta tranquilidad al saber que él había resuelto el problema...

pero el problema lo tuvo él.

Después de lo sucedido, lo agarro uno de sus amigos moteros

56
intentando apartarlo para que no le pegara. Al rato se lo llevaron los

profesores y eso era muy malo...

-Lo van a suspender… -Dijo una de las chicas mientras miraban lo

que pasaba-

Según las normas de la escuela a los chicos rebeldes los suspenden

indefinidamente de la escuela.

Tuve miedo no lo voy a negar, no iba a sentirme protegida en los

recreos. Mi novio no sabe ni lo básico.

Salí de la escuela y ahí afuera estaba él... apoyado en lo que parecía

ser su Harley Davidson, era color negro y se veía muy hermosa.

Estaba acompañado de dos amigos moteros. Uno de ellos era el que

57
lo apartó.

- ¿Esa es tu moto? -Le pregunté-.

-No.… Sólo soy el chófer. -bromeó-.

- ¿Qué haces aquí? -Volví a preguntar-.

-Me suspendieron... Pero nadie puede sacarme las ganas de verte.

Respondió-.

No aguanté mis ganas y le di un fuerte abrazo desprevenido.

« No le vayas a quebrar» dijo uno de sus amigos y lo solté.

-No pude decirte las gracias. -Le dije-.

- ¿Eso? Eso no fue nada... Nos veremos pronto. -Sonrió, me guiño el

ojo y se subió a su moto para después marcharse-.

Días después no supe nada de él, me quedé siempre atenta del

58
celular por si me llamaba, deseaba volver a saber de él, aunque sea

con mensajes de humo.

Capítulo 3

59
Era un viernes a las 12 de la noche y estaba recostada en mi cama,

leyendo una de mis novelas favoritas.

Escuché una piedra golpear mi ventana. Intrigada fuí a abrir.

- ¿Puedes salir esta noche? -Preguntó Sam-

- ¿Estás loco? Mis padres tienen que trabajar temprano, no me

dejan salir a casi ningún lado. Y si descubren que salí a las 12 de la

noche sin permiso me van a cortar la cabeza... Enserio. -Le


respondí-

Me quedé sin saber qué hacer en ese momento.

-Vamos, vas a volver enseguida. -Me respondió-

-No lo sé. -Le dije mirando hacia atrás por si entraban a mi cuarto

60
mis padres-.

- ¿Enserio vas a malgastar un día de tu vida sólo para complacer a

los demás? en lugar de vivir el momento... -Me dijo-.

En ese momento me di cuenta de que tenía razón, y que ya era hora

de divertirme.

-Vamos a divertirnos. -Dije-.

Intenté bajar por la ventana resbalosa.

¡No podía creer lo que estaba haciendo, sinceramente era increíble!

-Ten cuidado. -Dijo él-

Cuando bajé de milagro, me llevó con su moto a la vuelta de la

esquina, donde estaban sus amigos.

61
-Él es Aaron, y su novia Kitty. -Dijo Sam presentándome a sus

amigos-

Aaron era el tipo más mayor, barbudo y algo obeso. Su novia mas

bien era de ir con ropa corta y ajustada.

-Y a Paul Douglas. -Dijo señalando al chico solitario de la bandana

roja y lentes de sol aviador-

62
Encantado. -Respondió con una mirada llena de misterio y cariño-

Pero llámame Paul. -Agregó-

- ¿Te gustan las alturas? -Me preguntó Aaron-

-La detesto. -Respondí-

Entonces se rió delante mío. No logré entender hasta que llegamos

todos hasta una casa abandonada.

-Ni loca pienso subirme al tejado. -Dije refenfuñona-

-Pues ahí te quedas. -Dijo Samuel mientras subía con sus amigos-
Empecé a sentir una emoción intensa de adrenalina, no quería

subir, estaba muy alto, pero tampoco quería estar aquí abajo

aburrida.

63
-
- ¡Suban la caja de cerveza! -Gritó uno de los chicos-

- ¡Esperénme! -Grité-

Recostados todos, tomando la cerveza fría, disfrutábamos

observando las estrellas.

- ¿Creen que los Aliens existen? -Preguntó Paul- -Si tu madre fuera

un Alien… Sí. -Le contestó Aaron-

-Vaya… -Respondió asombrado-

Así que… te animaste a subir, eres oficialmente una chica rebelde.


-

Comentó Sam poniendo su mano sobre la mía-

64
- ¿Tú dices? Intento adaptarme a tu estilo de vida…

-Pero tienes que gruñir. -Dijo Sam-

- ¿Gruñir? -Pregunté-

Empezó a gruñir de una manera muy sexy. -Así- Empecé

a gruñir siguiéndole el juego.

-Se rió- Así me gustas. -Dijo antes de comerme la boca a besos- El

de la bandana roja me miraba, con esos ojos llenos de deseo.

Escuchamos un disparo de escopeta de la nada, y todos nos

asustamos.

65
-
- ¿¡Que hacen en mi tejado!? -Gritaba un señor de color- -

¡Salgamos de aquí! -Dijo Samuel ordenando que bajarámos-

- ¡Grettel, llama a la policía, tenemos a unos ladrones! -Gritó el

señor mientras nos apuntaba-

Nosotras bajamos con ayuda Paul, pero Samuel y Aaron se

quedaron arriba.

- ¡Samuel, baja de ahí! -Gritaba desesperada mientras que Paul me

sostenía sin poder ir-

¡Aaron, bajemos de una vez, no hay tiempo! -Gritó Samuel

tirándole del pie-

66
- ¡No podemos dejar aquí la cerveza! -Le contestó Aaron-

- ¡Olvídate de la maldita cerveza! -Respondió Sam-

Otro disparo de la escopeta justo cerca de sus cabezas hizo explotar

las cervezas.

- ¡Bajemos, bajemos! -Gritó Aaron-

Los dos bajaron, Kitty intentó calmarlo un poco, y yo abracé a Sam.

-Vamos, vamos vamos. -Dijo Samuel-

Nos subimos rápido a las motos y nos largamos.

Escuchamos las sirenas de policía, pero no había nadie a nuestro

alrededor. Pasamos por la casa del señor y lo estaban metiendo a

67
-
dentro del patrullero.

- ¡Yo no tengo nada que ver! ¡Soy un buen ciudadano! -Decía a los

policías-

Nos reímos a carcajadas mientras veíamos el suceso. -

¡Ellos son los culpables! ¡Ahí están! -Seguía gritando- -

Dígaselo a su abogado. -Contestó el policía-.

68
Capítulo 4

En el resto de la semana, actuábamos como si fuéramos

completos desconocidos… tal vez esta relación me adicte un

poco… ¿Pero será conveniente?

- ¿Por qué no contestaste mis mensajes? -Preguntó mi novio algo

cabreado-

Yo mientras acomodaba mi casillero.

-Lo siento… me quedé dormida… -Le respondí sin ánimos de verlo y

69
me fui-

Me tomó del brazo fuertemente.

-A mí no me importa, últimamente te estás portando rara. -Dijo

Max-

-Suéltame, no quiero que me aprietes… -Contesté mientras la gente

pasaba viendo la situación-

- ¿Qué quieres decir? ¿Acaso no me quieres? -Preguntó Max

mientras me sacudía el brazo-

Miré preocupada para un costado donde Samuel estaba

acomodando su casillero.

Me vio y siguió haciendo sus cosas. La sensación de no tener ayuda

70
me angustiaba demasiado.

-Deja de joder. -Dijo Sam mientras apartaba su brazo- Mejor métete

con alguien de tu tamaño. -Agregó mientras me tomaba con firmesa

la mano y nos marchábamos en su cara-

Él se quedó mirando la escena todo sorprendido. No supo que hacer

ante eso.

Narra Johnny Trevor

Viendo el escándalo de la famosa pareja en crisis, pensé que seria

buena idea vengarme de Samuel.

-Max… Este tipo esta saliendo hace ya varias semanas con tu chica,

definitivamente tienes unos cuernos muy grandes. -Dije


71
acercándome-

Me tomó de la garganta con fuerza.

- ¿Y tú como lo sabes? -Preguntó-

-La estuve espiando… sabes… ella también me gusta, pero si unimos

las fuerzas podemos acabar con él. -Respondí casi sin aire-

Me soltó.

-Te escucho. -Dijo-

Narra Andrea

Al día siguiente, sábado por eso de las 3 de la mañana me

encontraba viendo una película de terror de esas antiguas en blanco

y negro, cuando de pronto sentí un ruido fuerte por la ventana que

72
hizo que me agarrara de las palomitas que me estaba comiendo de

tal susto. Abrí la ventana y ahí estaba él... Como todos los sábados.

Intenté bajar del segundo piso donde estaba mi cuarto, pero a pocos

metros me resbalé y caí. En ese transcurso sentí todo un escalofrió

pasar por mi nuca, pero caí en sus brazos, fue algo mágico.

-Por poco... -Me dijo-

-Pensé que caería al suelo. -Le dije mirándolo-.

-Aquí estoy yo. Por cierto, me encanta como te sienta el pijama a

estas horas.

Me abrigó con su chaqueta de cuero para que no pase frío. Me

quedaba grande.

Nos subimos a su moto y partimos del lugar. No sabía dónde

73
íbamos a ir, pero confiaba plenamente en él.

Al momento con sus motos llegaron Paul, Aaron y su novia Kitty.

Me gustaba sentir la brisa chocar suavemente con mi rostro... Nadie

llevaba casco.

- ¡Woohoo, esto es el espíritu salvaje! –gritó Aaron-.

Y se escuchó como una sirena de policía se encendía.

-Eso no fue buena idea. -Dijo Samuel-.

Teníamos a una patrulla de policía a unos metros persiguiéndonos.

- ¿Por qué nos siguen? -le dije medio gritando a Sam-

-No llevamos casco, agárrate fuerte. -Me respondió-

Entonces fue cuando casi me caigo para atrás de la velocidad que

tomó con la moto. Me sostuve fuertemente de su espalda, mi agarre

74
no fue lo único duro, podía sentir sus músculos fuertes y duros por

debajo de su musculosa blanca.

- ¡Por aquí! -Dijo Paul señalando una casa-.

Nos escondimos con las motos en el jardín de una casa llena de

plantas.

El patrullero siguio de largo y esta emoción de estar profugos de la

ley se volvía adictante.

Luego de varios minutos volvimos con lo nuestro. Llegamos a la

playa Santa Mónica, y es que la verdad no me lo esperaba. Ya había

gente de su club esperándonos. Eran cientos.

Armaron una fogata con un barril de metal viejo y pusimos buena

música, era un ambiente tan movido y divertido. Bailamos y reímos

75
a la luz de la luna, tomando cerveza y tequila.

Sam empezó a aullar y todos lo acompañamos aullando, como si

fuéramos unos lobos.

Entre risas, diversión y bailes divertidos con Samuel, poco a poco

iba sintiendo que esto de la vida salvaje no estaba tan mal.

De pronto él se detuvo y se quedó serio mirando a lo lejos.

El equipo de fútbol de la escuela venia para acá.

- ¿Dónde está Samuel Larson? Que venga aquí si tiene huevos. -

Dijo Max-

- ¿Vas a alguna parte? -Le preguntó Paul Douglas-

-Dicen que anduvo con mi novia, de ser cierto, la va a pagar muy

76
caro. -Dijo mirando a la gente-

Sam, que estaba al lado mío fue para allá, pero lo detuve

sosteniéndolo.

-No vayas. -Le rogué-

-Tranquila, vamos a arreglarlo. -Dijo sosteniéndome de la nuca- Se

acercó y se puso en frente. Yo me puse detrás de él.

-Aquí me tienes. -Dijo con el mentón en alto y una voz profunda-

- ¿Quién te dió derecho a salir con Andrea? -Agregó tocándole el

pecho con su dedo índice-

Sam miró lentamente el dedo que Max le puso en el pecho y dijo

77
-Escúchame… Vas a tomar a todos tus amigos, y te vas a ir gritando

como una nena.

- ¿Ah si, imbécil? ¿Por quién te crees? -Dijo Max cara a cara- Y tú

zorra vas a venir conmigo, yo te voy a enseñar a ser fiel. -Agregó

llevándome forzosamente por la muñeca-

- ¡No me aprietes así de fuerte! -Le dije-

Levantó su mano para golpearme en la mejilla y yo me tapé la cara.

No sentí el golpe, abrí los ojos y vi que Sam detuvo el golpe para

que yo no lo recibiera.

Los dos se empezaron a golpear y cayeron en la arena. Pero eso no

detendría su inmensa furia, parecían dos lobos salvajes.

78
Samuel recibió unos cuantos golpes con algún que otro corte en la

mejilla, pero Max no podía quedar con más moretones.

Quedé tapándome la boca.

-A Andrea ni le tocas un pelo, pasarás por encima mío primero. -

Dijo Sam levantándose-

Max, tirado en la arena dijo:

- ¿A qué esperan chicos? Hagan algo.

Uno de sus amigos sacó una navaja suiza y se puso enfrente.

Todo el grupo de Sam desenfundaron sus armas y se acercaron

creando un gran momento de tensión. Me quedé atrapada entre

tanta gente y no logré ver nada.

79
Escuché un disparo y unos gritos de gente corriendo. Me asusté

tanto que me desorienté, no supe donde estaba.

Un montón de luces borrosas y ruidos de la gente hablando. Me

tomaron de la mano y me sacaron a una zona con menos gente.

- ¿Estás bien? Te veo mareada. -Dijo Samuel acariciándome el

hombro-

- ¿Qué pasó? -Pregunté-

-Alguien disparó al cielo, ellos se fueron corriendo. -Dijo- Voy a

hacer una competencia de tragos, cualquier cosa avísame. -Agregó-

Nunca había experimentado algo así, estuve algún momento más y

80
me hubiera gustado seguir toda la noche, pero ya me tenía que ir.

Ví como estaba amaneciendo, mis padres se despertarían en

cualquier momento y no tenía como llegar a mi casa ya que Samuel

estaba borracho y tirado en el suelo.

No sabía qué hacer en ese momento de tensión, y tras un rato de

indagar tomé una decisión.

Caminé hacia Paul que estaba sentado solo al lado de su moto.

- ¿Puedes llevarme a mi casa? -Le pregunté-

-Claro, ¿Lo que llevas puesto es un pijama? -Me respondió con otra

pregunta-.

-Si... Y si no llego a mi casa mis padres me van a matar. -Le dije-.

81
-Vale, súbete a mi moto.

Él era muy lindo con sus lentes de sol aviador y su bandana roja en

su cabeza.

Paul Douglas.
Mientras tanto en la playa de
Santa Monica. Narra Sam.

- ¡La policía! -Gritó un tipo-

Veia todo borroso y un pequeño


zumbido recorria adentro de mi

cabeza.

82
Toda la gente revuelta corriendo del lugar. Recién me había

despertado y estaba algo confundido.

- ¿Qué? -Me pregunté a mi mismo-.

Vi a dos policías venir a por mi, quise huir, pero cuando quise

acordar estaban deteniéndome. No podía creerlo.

Narra Andrea

En el transcurso del viaje fue contándome todas las hazañas y logros

que tuvieron con Sam

-Así que ¿Eres el miembro vicepresidente de un club de moteros? -

Pregunté por lo que me contaba- -''Rebel

Black Hearts'‘. -Contestó-

83
-Que nombre tan feo. -Dije riéndome-

-Al presidente del club no le gustará que digas eso. -Dijo con una

leve sonrisa-

- ¿Quién es? -Pregunté-

-Samuel, ¿Acaso no te lo dijo? -Respondió-

-Nunca… -Contesté-

Me quedé un poco sorprendida y no dije ninguna palabra más.

-Estamos en tu casa. -Dijo-

Muchas gracias. Hazme un favor más. -Agregué con un tono

vergonzoso-.

-Claro, lo que sea.

84
-Ayúdame a subir al segundo piso. -Le dije-.

- ¿Estás segura que es tu casa? -Me dijo con tono gracioso-.

-Me reí-. Claro bobo…

Me ayudó a subir.

-Ven, acércate. -Dije del otro lado de la ventana-.

Me acerqué para darle un beso en la mejilla.

Se giró y me dio un beso en los labios… me quedé mirándolo

sorprendida mientras seguíamos chocando nuestros labios.

-Me gustas Andrea. -Dijo mirándome-

Se alejó hasta que se subió en la moto y desapareció a lo lejos. Fue

muy tierno de su parte, y por alguna extraña razón me quedé

85
recostada en mi cama tocándome los labios.

Capítulo 5

Las horas del domingo pasaban.

Miraba una y otra vez mi celular por si me llegaban mensajes que

nunca venían.

86
Fue algo extraño, y me quedé preocupada por si Sam estaría bien o

si le habría pasado algo, comencé a arrepentirme por haberlo

dejado ahí sólo, con las peligrosas bandas que hay en California o

con la subida de la marea. Todo mi domingo lo pasé en la cama

pensando hasta que me dormí.

Al día siguiente no vino a mi salón, sabiendo que era su primer día

después del suspenso, solía sacarme del salón tomándome de la

mano, pero fui yo la que tomo su lugar y fui a buscarlo.

Caminando por el pasillo sentí como todos me miraban. Entré a su

salón, pero ahí tampoco estaba, me sentí tan avergonzada que

decidí volver a mi salón.

- ¡Andrea! -gritó Douglas-.

- ¿Viste a Sam? -le pregunté-.


87
-Lo siento… yo… lamento el beso de anoche. -Me dijo con un

moretón en el ojo-.

-Estábamos borrachos. ¿Qué te pasó?

-Sí, pero yo no lo estaba... Al parecer una rata nos vio y se lo contó…

habla con Samuel, está en el patio de abajo. -Dijo-.

Fui corriendo abajo y ahí estaba él... Hablando con la capitana de las

porristas, me acerqué y le pregunte con desánimo:

- ¿Que estás haciendo?

- ¿Qué crees que hago? -Me dijo con satisfacción y abrazándola por

encima del hombro-.

-Oye, No me hagas esto, no me gusta.

Se volvió bruscamente hacia mí.

88
- ¿No te gusta? ¿No te gusta haberme dejado tirado? -Dijo con

rabia-. No supe que era y es más frío, la noche en la playa o tu

corazón. -Me dijo sin ninguna emoción en su rostro-.

-Lo siento, pero me tenía que ir, y tú estabas ebrio en el suelo. -Le

dije medio suplicante-.

- ¿Tú como sabías que yo estaba ebrio? La policía me metió otro

antecedente… Tuvieron que pagar mi fianza a las 6 de la mañana.

-Dijo-

Me quedé callada por la vergüenza

-Para colmo me vengo a enterar de que besaste a mi mejor amigo…

¿Y tú crees que voy a tolerar lo que me hiciste tú a mi? Ahora

piérdete de mi vista. -Dijo con un odio que se veía reflejado en sus

ojos-

89
Se fue caminando chocándome el hombro por delante.

No le dije nada, no pude decirle nada, sentí una angustia en mi

pecho y me dieron ganas de llorar ahí mismo. Me fui frustrada y

decepcionada a mi salón resistiendo mis lágrimas. Entonces me dije

a mi misma:

-Entonces así termina todo. -y rompí a llorar-

La capitana y sus amigas porristas se burlaban y se reian de mí.

Narra Sam.

Caminé y caminé hasta detenerme. Me sentía un monstruo.

¿Por qué estoy sientendo esto? ¿Ella me gusta de verdad? ¿Estaré

enfermo de amor?

90
Fui hasta la puerta de su salón, y escuché sus llantos, pero no me

atreví a entrar…

Me quedé contra la pared mirando al techo.

Hasta que me fui.

Eran las 12 de la misma noche en el viejo bar donde me encantaba

beber y estar rodeado de mujeres.

- ¿Que le dijiste qué? -Preguntó Aaron confuso y con dos

muchachas pegadas a los hombros-

-Me sentí horrible… y eso es lo raro ¿Cuándo me siento mal cuando

dejo a una mujer? -Me pregunté a mi mismo-

-Eso si es raro… tú nunca te has parado a fijarte en las emociones de

las personas… ¿No será que ella en verdad es para ti? -Dijo al final

con tono de burla-


91
- ¿Para mí? Si, ya. Eso no existe en mi mundo. Yo digo que si ellas

quieren algo conmigo tienen que luchar para conseguirme. -Dije

antes de beber un sorbo de la cerveza fría que tenia en la mano-

- ¿No será que ella ya lo logró? -Preguntó una de las chicas que

estaba con Aaron-

De algún modo esa pregunta me hizo refleccionar.

Varios tragos más adelante le propuse a Aaron que me lleve a la casa

de Andrea.

- ¿Sabes volver? -Preguntó después de dejarme ahí-

-Claro. -Respondí-

-Avisame si necesitas algo. -Dijo antes de irse en su rugiente moto-

Al frente mío estaba la casa de Andrea. Me armé de valor para subir

y tocar la ventana.

92
Ya estaba abierta.

Miré por dentro y se me rompió el corazón.

Paul estaba sentado al lado de Andrea abrandola y cortando sus

lagrimas.

-Que tiernos. -Dije con una voz ronca- Los

dos se asustaron por mi presencia.

- ¡Samuel! ¿Dónde estabas? ¿Por qué hueles así? -Dijo Andrea- Mi

olor a todo tipo de bebidas alcoholicas hablaba por sí solo. -

93
Lamento interrumpir. -Dije sin emoción alguna y volviendo a

bajar-

- ¡Samuel espera! -Gritó Paul-

La luz de la luna iluminaba todo el lugar.

-Le salve la vida cuando los Hells Indians casi lo matan… y me hace

esto. -Me dije a mi mismo mientras me iba por el medio de la calle-

Paul me sostuvo del brazo para que me quede.

- ¡Sueltame! Pense que eras mi amigo… se ve que me equivoqué. -

Dije con los ojos brillantes-

94
-Samuel, perdónala, ella no tenía la culpa… Yo soy el responsable. -

Dijo Paul tratando de hacerme entrar en razón- No

lo logró.

Narra Andrea

Y simplemente se desvanecieron los dos de mi vista, como el viento

que soplaba las olas aquella noche.

Sentí tanto arrepentimiento... tanto dolor que no tenía idea de lo

que iba a pasar. No tenía idea de cómo iba a terminar nuestra

relación. O si siquiera teníamos una.

De alguna manera... tenía que recuperarlo... soy una idiota, pero,

¿Que se me va a ocurrir? yo tuve la culpa, yo lo abandoné.

95
Paul me había ayudado para volver con Samuel, se lamentaba por

haberle hecho eso a su mejor amigo, me propuso de hacer una carta

a él, se que parecía ridículo, pero no me quedaban más opciones.

Después de que se fueron escribí y escribí sin parar todo lo que

sentía por él con la mejor letra que tenía. Dedique bastante tiempo,

aunque solo haya escrito una cara de la hoja.

Finalmente la guardé con todo mi cariño en un sobre rosa y un

corazón que yo misma dibujé.

Al llegar el siguiente día, caminé por el pasillo con el sobre en la

mano, pensaba dársela directamente a Sam... No podía imaginarme

lo que podía suceder.

Cuando ya estuve a punto de entrar a su salón me sacaron la carta,

La capitana y sus secuaces porristas quieren cagarme la vida.

-Devuélvemelo, perra. -Le dije un poco enfadada-.

96
- ¿Crées que con esto vas a robarle el corazón? menuda ilusa

eres... como siempre pensé, nunca llegaras a nada con Samuel, yo

estuve antes en su vida. -Dijo mientras alzaba su brazo con la carta

y se la pasaba a sus amigas-.

- ¡Dámelo! ya -les decía una y otra vez mientras hacían trizas

la carta-.

Hasta que una de ellas sacó un encendedor y en lo alto prendió

fuego lo que quedaban de ellas.

Me arrodillé en el suelo a sostener el corazón quemado que decoré y

escuchaba como a mis espaldas se reían.

Junté valentía para ir a hablar con él y ahí estaba. Concentrado

escribiendo lo que parecía ser su tarea o algo por el estilo. Me senté

en su mesa como solía hacer el conmigo y le di un fuerte abrazo.

97
-Perdóname... no puedo dejar que me rompas el corazón, sin ti... en

tan poco tiempo me hiciste sentir cosas muy intensas. -Le dije sin

soltarlo y con voz casi llorosa-.

Dejó unos momentos de silencio.

-Idiota, todo está bien... ya no puedo verte así. -Él también comenzó

a abrazarme-.

No le dije, pero me sentí muy tranquila al escuchar esas palabras...

era lo que mi corazón palpitante quería escuchar.

Lo que no sabía era que duraría tan poco...

Salimos del salón y la capitana enseguida le tomo del brazo ¿Qué le

pasa a esta loca? Pensé.

Mientras yo la miraba con cara de odio y con ganas de decirle todo

ella dijo:

- ¿Hiciste lo que hablamos? -y lo miró con cara de perrita triste-.

98
-Sí, pero ya me da igual, no estoy obligado. -Le contestó-.

-Pero... -Le decía mientras nos íbamos delante de ella y sus amigas-.

En ese momento giré la cabeza y dándoles una sonrisa a esas arpías

le apreté una nalga a Sam, ellas tenían que saber que yo era de él, y

él era para mí.

Miraron con cara de odio las muy fracasadas.

Mientras seguimos caminando le pregunté:

- ¿Qué te dijo? Era sobre mí, ¿verdad?

-Nada, no importa... y tampoco creo que te guste saberlo. -Me

contestó-

Le mordí la mejilla juguetona mente, pero aun así no me dijo. De

todos modos, moría por saberlo. ¿Qué habrá dicho de mí?

Seguramente algo que es una total mentira.

99
Samuel tenía esa técnica de seducción que hacía que me volviese

tan loca, dejarme con una maldita intriga, pero sin duda yo estaba

decidida a saberlo. Tal vez exageré un poco, no lo sé.

100
Capítulo 6

El día estaba lloviendo, era tarde y yo estaba sola en mi casa

tomando un caliente té.

Por fin era viernes y mis planes sólo eran quedarme en casa y

descansar...

De repente y sin avisar tocaron el timbre de casa, sorprendida me

pregunté ¿Quién va a ser a éstas horas?

101
Abrí lentamente la puerta para ver quién podría ser. Quedé

impactada con lo que veian mis ojos. Estaba Samuel todo

ensangrentado, se podía ver como su camisa blanca y su pantalón

102
estaban todos rasgados y de su boca no paraba de gotear y gotear su

sangre.

Lo arrastré hacia el sofá del comedor, y su rostro solo gritaba

indiferencia.

- ¿¡Qué te pasó Samuel!? -Le dije sin obtener ninguna respuesta-.

Sólo me miraba a los ojos, yo estaba tan nerviosa y con tanto miedo

que mis manos me temblaban.

Estaba segura que mis padres lo echarían en la calle por ser un

desconocido, o podrían pensar que es un asesino. Iban a llegar en

cualquier momento. Y yo no quería que lo echaran así en la calle

fría y húmeda.

Con todas mis fuerzas lo ayudé a subir las escaleras hasta mi cuarto.

Subimos bien lento porque cada movimiento brusco provocaba que

gritara de dolor.

103
Por fin llegamos, lo senté al costado de mi cama porque era muy

pesado y lo vendé con gasa. Parecía que se había bañado en sangre.

-Dime por favor que te pasó. -le insistí- pero sólo tenía una mirada

perdida.

Las sabanas ya se mancharon con un color rojo oscuro y eso que no

las había tocado mucho, enserio no sabía qué hacer, y me

preocupaba que se desangrara ya que estaba perdiendo mucha

sangre.

Me pregunté por qué tenía una camisa y ropa formal para ser él.

Pero se la quité con cuidado para que no le doliera.


Tenía el cuerpo mezclado entre tanto músculo marcado, sangre y

quien sabe que más.

¡Dios santo! había sentido abrirse la puerta, seguro eran mis padres

con mi hermana.

104
Salí disparada hasta abajo después de limpiarme la sangre de las

manos en la parte trasera de mis jeans.

-P-papá, M-mamá, Jenny ¿Q-qué hacen aquí? -Les pregunté

nerviosa-

- ¿Qué no es nuestra casa? ¿Qué pasa? -Me preguntó mi padre-. Un

tipo alto y grande.

- ¡Aaaaaaaaah! -Mi hermana pego un grito señalando las manchas

de sangre en el sofá-.

- ¿Qué es esto Andrea? hay sangre por todo el sofá. -Me dijo Papá

medio gritando-.

-P-puedo explicarlo. -Le dije con las manos extendidas-.

- ¿También tienes sangre en las manos? -Preguntó mi madre-.

105
Me había olvidado que me quedo un poco de sangre en las manos, y

mi padre estaba subiendo las escaleras siguiendo rastro de sangre

que solo iban a parar a Samuel.

Sentía que con cada escalón que subía, era cada paso en que lo iban

a echar a la fría calle. Tenía miedo de que muriese afuera

desangrado. De todos modos, vi a mi padre entrar al cuarto, yo

estaba detrás de él.

Prendió la luz... No había nadie.

Yo sólo miré sorprendida y callada porque no sabía que había

pasado. Pero mi papá fue a mi cama, levanto las sabanas, y miró

debajo de la cama. Él estaba ahí tirado y respirando con gran

dificultad y excesivamente.

Lo sacó sosteniéndolo de la pierna y arrastrándolo fuera de la cama.

- ¡Se va a morir! -le grité-

106
-Como dejas entrar a extraños Andrea, no sabes que pueden hacer. -

Me respondió-

Lo sostuvo en sus brazos y fue a bajarlo por las escaleras.

- ¡Si lo vas a echar a la calle me vas a tener que echar a mí también!

Entonces sólo me miró, y siguió bajando las escaleras. No sabía que

esperar y el ambiente se puso más tenso cuando mi hermanita gritó

todavía más señalando el cuerpo de Samuel.

Todo en mi cabeza daba vueltas, entre los gritos... el suplicarle a mi

padre y el pensar que iban a tirar a la calle o de que moriría. -Cállate

de una vez. -Me dijo mientras lo acostaba en el sofá del comedor-.

Entonces me calmé un poco y le pregunté -

¿lo van a llevar al hospital?

107
-Andrea, hay un temporal allá afuera, algunas calles están

inundadas y cada vez se pone peor. -Me contestó mi Madre-.

- ¿Y qué vamos a hacer? él necesita ser atendido ahora, está

perdiendo mucha sangre. -Les dije muy preocupada-.

-Esperen aquí. -Dijo mi Padre mientras se fue a la cocina a buscar

algo-.

Cuando volvió se trajo consigo un botiquín.

-Voy a hacer lo que pueda, no aseguro nada. -Dijo mi Padre-.

Me pareció un héroe en ese momento.

Juntos le tapamos las heridas sangrantes de su abdomen con unas

cuantas gasas que enseguida se tiñeron de color rojo carmesí. Pero

eso no sería suficiente porque enseguida le volvió a salir sangre por

la boca y se le dificultó para respirar.

108
- ¡Papá, se está muriendo, por favor ayúdale! -Le dije con

todas mis fuerzas mientras él se desangraba en el sofá y mis ojos no

paraban de llorar.

-Mi niña, estoy haciendo todo lo que puedo, pero lo estoy

perdiendo...

Del botiquín sacó como una jeringuilla y lo llenó de un líquido de

un frasquito de vidrio.

-Es un calmante. -Dijo-.

Hasta aquí no podemos hacer nada... Hay que esperar hasta

mañana. –Agregó-.

Yo no quería ir a dormir, iba a estar hasta el último aliento con Sam.

Arrastré un sofá y lo apoyé junto a él hasta quedarme dormida.

109
A la mañana siguiente, lentamente abrí mis ojos... y lentamente

tarde en darme cuenta de que Sam ya no estaba, sólo dejó las

manchas de sangre. Desesperada me levante para saber dónde se

había metido.

- ¡Papá, Mamá, Samuel no está! -grité para que se despertaran-.

me levanté, pero me encontré con la mesa acomodada con el

desayuno, eran omelettes de jamón y queso con orégano,

acompañados de un jugo de naranja y en otro plato algunas frutas

que teníamos. De verlo me quedé impresionada y el olor me

provocó hambre.

Me dirigí a la cocina y lo vi con un delantal y haciendo otro

omelette en el sartén.

-No hagas tanto ruido que me vas a dejar sordo... -Me dijo Sam sin

forzar a voz-.

110
- ¿Qué es todo ese ruido Andre? -Me dijo mi padre mientras bajaba

las escaleras con mi madre-.

Hasta que vieron a Sam y fueron deprisa a la cocina.


- ¡Hey! ¿Qué hiciste? ¿No era que no podías ni respirar anoche?

Agregó-.

-Hago el intento... me cuesta caminar, pero supongo que viviré, qué

más da... de todas maneras tenía que agradecerles por salvarme la

vida anoche... entonces les hice el desayuno a todos. -Dijo Sam-.

Mis padres lo miraron y se quedaron un momento sin que decir.

- ¿Van a desayunar? porque yo me voy a adelantar a ustedes -

Agregó-

-Oh... en todo caso no podemos rechazarlo... aparte ya me entro

hambre de tan solo ver la comida. -Se rió Papá con su propio

111
comentario y la miraba a Mamá la cual ella sólo asentía con la

cabeza-.

Hicimos levantar a mi hermana para que venga a desayunar todos

juntos. Él se sentó en la punta de la mesa mientras comíamos... Él y

yo nos miramos y me sonrió como desayunábamos todos juntos en

familia.

-Entonces... ¿Dónde están tus padres? deben estar preocupados por

ti. -Le preguntó mi Padre-.

-Mi madre murió, y mi padre me abandonó -Respondió-.

- ¡Papá! ¿Cómo le puedes decir eso? -Le dije avergonzada-.

-Descuida no pasa nada... vivo en un club de moteros, hay

habitaciones para todos, digamos que por eso me salve de ir al puto

orfanato. Oh, lo siento por insultar en la mesa. -Dijo Sam-.

112
-Descuida... esta es tu casa. –Dijo mi papá mirándolo medio

avergonzado-.

Y así fue como se quedó viviendo en el sofá de mi casa hasta que se

recuperase.

El no paraba de hacer tonterías conmigo, parecíamos dos niños

entretenidos el uno al otro como su juguete favorito.

1 semana después fuimos a comprarle una ropa nueva, la camisa

hecha trizas y manchada la tiramos a la basura.

Me sentí muy cómoda al ver como cada día él estaba mucho mejor,

poco a poco sentí que su sonrisa volvió a su rostro.

-Subamos a la camioneta. –Dijo mi padre mientras salíamos de la

tienda de ropa por eso de las 8 de la tarde-.

113
Sam se sentó en el medio cubriendo mis hombros con su gran

brazo.

-Saca tu brazo de mi hija ahora mismo. –Dijo mi papá-.

-No puedo, se me quedo trabado. –Bromeó Sam-.

-Dije que lo quites. –dijo con tono enfadado-.

-Mire señor, sé que usted debe pensar mal de mí, debes creer que

soy un drogadicto, que robo, que no le hago caso a nadie o cosas

peores, y solo puedo darte la razón, porque es verdad. –Dijo Sam

tranquilamente-.

Mi padre frenó bruscamente.

-Bájate del auto. –Dijo papá-.

- ¿¡Que!? ¿Estas bromeando? –pregunté-.

-Dije que se baje. –volvió a decirlo-


114
Samuel sólo se quedó mirándolo seriamente y me miró a mí.

115
Está bien, voy a estar bien.

Y ahí lo dejamos, en el medio de la nada.

Mi papá me dio un sermón inmenso a lo largo del camino a casa. Mi

rostro gritaba que quería llorar, no podían ser tan animales mis

padres.

- ¡Te dije un millón de veces que no tienes que juntarte con esa

gente, Andrea! –gritaba mi madre desde abajo mientras subía a mi

cuarto-.

Tristeza... incertidumbre... y más tristeza. Mis padres no aceptaban

mi relación con Sam.

La almohada a las 12 en punto de la noche se convierte en tu única

amiga... soportándote las eternas lágrimas.

116
-
Era el día siguiente de lo sucedido después de la escuela. Mis padres

estaban trabajando y mi hermanita se había ido con las amigas. Yo

salía de cepillarme los dientes cuando oí un pequeño ruido como si

estuviesen abriendo la ventana. Agarré la sopapa que había en el

baño y me acerqué como toda una cobarde.

- ¿Me vas a dejar aquí? –Preguntó Sam del otro lado de la ventana-.

- ¿Qué haces aquí? Mis padres te van a matar... –Le dije abriendo la

ventana-

-Menuda mentirosa eres... los autos de tus padres no están-. –Me

dijo mientras entraba-

-me reí- Ven, ¿viniste para hacerme el amor? –Le pregunté con una

sonrisa y un tono juguetón-.

117
-Joder, tú siempre pensando en eso. –Me dijo con una sonrisa leve-.
¿Cómo la pasaste ayer? –Le pregunté-.

-Pude sobrevivir... Mi club quedaba cerca por lo menos.

-Lo siento tanto... ¿Ahora me vas a contar lo que te pasó el otro día?

Su rostro cambio de una mirada enamoradiza a una mirada llena de

odio, como la de ayer a la tarde-.

-No me gusta contar mucho mis problemas, menos a mi novia.

-Dímelo, te vas a sentir mejor, puedes confiar en mí. –Le dije

mirándolo a los ojos-.

-...Va... el día que llegué a tu casa... ese día... ¡Aaaarg! –Dio un

pequeño grito de odio-.

Lo senté en mi cama y me puse al lado de él.

118
-
Tranquilo... tranquilo... –le dije acariciando su cuello lentamente y

en círculos-.

-iba hacia una oferta de trabajo, por eso iba tan arreglado... en

mitad de camino, Max y 5 chicos de fútbol me atacaron con fierros,

no pude defenderme. Aún tirado en el suelo seguían dándome

patadas y tragué mucha sangre. Por suerte tu casa quedaba cerca...

nadie me ayudó... ¿Quién ayudaría a alguien como yo? –se preguntó

así mismo-.

-...Tienes que superarlo... –me dejó shockeada y me dio un

sentimiento te pena-.

- ¿Superarlo? Tengo que acabar con él, si no voy a ser débil frente a

los demás clubes de moteros. –Dijo con un tono elevado-.

El clima se puso tenso...


119
-
No lo hagas, no va a valer la pena...-Le dije mientras mi corazón

comenzó a latir rápido. Podría hacer cualquier locura.

Se levantó de la cama, yo me levanté y puse mis manos en su

cintura para que no se vaya.

-Déjalo... –Le supliqué-.

- ¡No me digas lo que tengo que hacer! –Me gritó empujándome-.

Caí con tanta fuerza que pegué un grito de dolor.

Sam se quedó un rato callado pensando en lo que hizo mientras yo

comencé a llorar.

-Oye... no fue mi intención... –Dijo conmovido-.

- ¡Vete de aquí! -Le dije gritando con todas mis fuerzas-.

120
-
-Yo...

¡Vete de una vez! –le gritaba mientras le tiraba algunos osos de

peluche desde el suelo-.

Me levantó del suelo y lo empujé gritándole más. No le quedó más


remedio que volver por donde había entrado, mirando la escena y
seguro pensando lo que había hecho hasta que se desvaneció.

121
-

122
Capítulo 7

Me quedé a un costado de la cama llorando con el corazón hecho


pedazos. pasaban los minutos, las horas y yo aún seguía a un
costado, con los ojos rojos, lagrimas deslizándose por mi fría piel...

y en un momento, sentí abrirse la ventana... Era Sam, pero no entró,


sólo se quedó sentado en el borde de la ventana con una mano a su
espalda.

- ¿Qué haces aquí? –Le pregunté sin ganas y con la garganta


congestionada-.

-Tenía que verte... no podía dejarte aquí. –Contestó-.

-Pues ya me has dejado aquí.

-Eres como tu padre. Tarde o temprano acabarías odiándome.

-No digas que soy como él. -Dije-.


Se sentó al lado mío y me abrazó.

123
- ¡No te me acerques! -Le dije-.

- ¿Ah sí? -Se preguntó-.

Entonces me agarró con un brazo sobre mi vientre y me levantó


hasta mi cama, con el que me hizo cosquillas... cuando abrí los ojos
tenía unas rosas con la otra mano que tenía oculta en su espalda.

- ¿Qué haces con esto? nunca me imaginé que harías una cosa tan
tierna. -Le dije-.

- ¿Tierna? las robé... pero es para disculparme por lo de hoy...

-Gracias… siento haberte gritado hoy… -Dije mirando la nada-.

-Olvídalo. –Dijo mientras me abrazaba-. Tengo que contarte algo,


siéntate en tu cama. –Agregó-.

Cuando lo hice le pregunté, ¿Qué pasa?

Mis abuelos me llevan a Nueva York a estudiar… dicen que es para


que tenga un futuro mejor… no sé si volveré pronto.
Sentí un vacío dentro de mi alma.

- ¿Enserio? ¿y que vamos a hacer? –pregunté-.

124
-No lo sé…

-Yo no quiero que te vayas, podemos tener una relación por


internet y mandarnos cartas. –Dije con ojos llorosos-.

-Ven aquí. –Dijo mientras me abrazaba-. Seguro… -Agregó con una


mirada como si supiera algo-.

Quiero pasar nuestros últimos días juntos… -Le dije acucurrandome


debajo de su mentón-.

-Te lo prometo… nunca dejaré de amarte-. –Decía mientras me


acariciaba el pelo-.

Fue entonces que en toda esa semana se metía en mi casa a las 1 de


la mañana y decidimos salir a caminar a la playa, para ver el
amanecer… Es increíble sentir el viento chocando suavemente con
el rostro.

-siempre te amaré. –Le dije mientras veíamos el amanecer en la


playa-.
Sus labios recorrieron los míos y se deslizaron suavemente por mi
cuello.

125
-Esta noche será nuestra última noche de aventura. Mañana por la
mañana iré al aeropuerto, quiero que me acompañes. –Dijo
seriamente-.

-Vale… pero me tendrás que llevar al cine si quieres que te


acompañe… -Le dije jugueteando con la manga de su chaqueta-.

- ¡Tú sólo te aprovechas de mí! –se rió-.

-Oye tengo que decirte algo… -Dije seriamente-

-Cuéntame. -Dijo mirándome a los ojos como la primera vez que


nos vimos-

-Tienes que calmarte un poco… eres muy violento aveces… y no me


gustaría que te pasase algo… no seque haría si no te tuviera a mi
lado… -Dije-

- ¿Violento yo? ¿Cuándo? -Dijo tomándome el pelo-

-Por favor Samuel. Prométemelo. -Dije-

No te aseguro nada… pero voy a hacer el intento. -Dijo dándome el


dedo meñique-
Hicimos la promesa con el dedo meñique.

126
Diles a tus padres que te vas a quedar en la casa de unas amigas esta

noche… - ¿Para?

-Te espera una sorpresa…

Aun así, esa misma noche llegamos al cine en la moto.

- ¿Entonces les dijiste a tus padres que te quedabas en la casa de


una amiga? -Me decía mientras bajábamos de la moto-.

-Sí, espero que valga la pena. –Le respondí-.

-Esa es la sorpresa…

Estábamos viendo ya la película… bueno, en realidad nos estábamos


besando en las partes más aburridas de la peli.

Había una pareja detrás nuestro. El chico tenía una chaqueta de


fútbol americano de la escuela, y su compañera era una rubia, y con
20 kilos de maquillaje en la cara.

-Váyanse besar a otra parte, excitados. –Dijo el chico riéndose-.


- ¿Puedes parar? Gracias. –Dijo Samuel mirándolo-.

- ¿Qué pasa antisocial? ¿vas a atacarme con tu música pesada y tu


pelo largo? –Dijo el chico mientras le tiró palomitas-.

127
Vi que endureció los puños.

-Calma bebé. –Le dije hasta que inhaló y exhaló lentamente-.

- Lo tiene que calmar la novia –susurraba la muchacha al oído de su


novio-.

Sam se dio la vuelta y le partió la cara de un golpe al chico. golpe


tras otro, dejándole la nariz llena de sangre.

- ¡Suéltalo, déjalo en paz, déjalo! –gritaba su novia-.

Llegaron los acomodadores para intentar separarlos y él también los


golpeó.

A la mitad de la película nos echaron a los dos… Y nos sentamos en


el cordón de la calle.

-Quería darte una noche especial… -Dijo jugando con una ramita
que había por ahí-.

-Ya me la diste. –Le dije dándole un abrazo-.


-Hijo de puta, esto te va a salir caro, el equipo de fútbol te va a
destrozar. –Decía el chico agarrándose de la nariz mientras salía del
cine con su novia-.

128
-También te vamos a denunciar, de hecho, ya está llegando la
policía. –Dijo un acomodador con otro compañero-.

- ¿Ah sí? –Dijo mientras nos subíamos a la moto y les empezó a


apuntar con una pistola que sacó de la parte trasera de su
pantalón-

- ¡Oye tranquilo amigo, era una broma! –Dijo el chico de la nariz


sangrante-.

-Para nada, ¡baila para mí! –Dijo Sam con una sonrisa-.

- ¿Qué? –Preguntó el chico-.

- ¡Baila! –volvió a gritar Samuel-.

Entonces el chico bailo algo muy ridículo.

Disparó tres tiros en el suelo justo debajo de sus pies.

- ¡Vale ya para! –Le dije-.

El los miró y encendió su moto. De pronto se escucharon sirenas de


policía y nos fuimos.
El día ya estaba nublado, pero empezó a ponerse cada vez oscuro y
pesado.

129
-Va a llover. -Dije mirando al cielo mientras me sostenía de él- -

Amo la lluvia… me hace sentir más salvaje.

-No te soportaría mas salvaje. -Le dije bromeando-

El motor de la moto comenzó a hacer ruidos extraños muy fuertes,


como si le pasara algo.

-Joder, ¡ahora no! -Exclamó Sam-

- ¿Qué sucede? -Pregunté-

Él se bajó y comenzó a arreglar el posible problema.

-Esto me pasa una vez cada mucho… no es buena señal… -Dijo


mientras revisaba-

Se pudo escuchar un buen trueno y al momento comenzó a llover.

-Perfecto. -Dije-

- ¡Corramos! -Agregué tomando su mano y intentando salir


corriendo-
Él ni se inmuto, se quedó parado ahí mirando al cielo mientras
sonreía.

130
- ¡Vamos! ¿Qué haces? -Pregunté-

-La gente normal sale corriendo, o usa paraguas, pero no sabe vivir
el momento.

- ¿El momento? -Volví a preguntar-

Se acercó rápidamente a mi y me cargó a sus hombros.

- ¡Suéltame! ¡Tengo vértigo! -Dije gritando-

- ¡Eres toda una reina de las quejas! -Dijo siguiendo caminando


conmigo encima-

- ¡Me estoy mojando toda la ropa! -exclamé- -Que lastima, vas a

tener que sacártela. -dijo-

Me bajó y ahí comencé a disfrutar más el momento. Era increíble


como el ritmo de mi corazón comenzaba a aumentar a medida que
caminaba con él y hacíamos el tonto juntos.

Besarse bajo la lluvia con el chico que te gusta da una sensación


única e irrepetible… me volvía loca.
Llegamos a una casa muy grande, todos empapados.

- ¡Vaya, que grande! –Dije sorprendida-.

131
Samuel abrió la chirriante puerta que ya estaba rota.

-Un amigo nos dejó esta casa… un día –Dijo mientras se desprendía
la ropa mojada-

- ¿Quién es ese amigo? -Pregunté sospechando sobre el asunto-

Me miró con cara de ‘’que más da’’

-Es la casa de un empresario que se fue de vacaciones, no le importá


que unos desconocidos procuren que su casa no se llene de polvo.

- ¿Y si llega? –Pregunté-.

Comenzó a reír de la nada.

- ¿Qué pasa? –volví a preguntar-.

- ¡Tienes una cosa muy chistosa en el ojo! –Dijo sonriente-.

- ¡Qué asco! –dije-.

-Ven que te la quito. –Dijo tocándome el mentón-.


Cuando me acerqué a él, me tomó de la cintura y me empezó a
besar… en un momento así sólo podía dejarme llevar… Me llevó de
la mano al enorme living con una estufa hogar al que prendimos.

132
Me dejó esperando en la alfombra de peluche blanco deseosa de
verlo. O tal vez estaba aburrida de esperar.

Él llegó con la cena en una bandeja con el postre que hizo y una
camisa blanca. Puso las copas de cristal en el medio de la alfombra.

Yo estaba agusto recostada frente a él.

- ¿Esa camisa no es del dueño? -Pregunté-

-Tienes que admitir que me quedan bien las camisas robadas. -


Contestó-

Yo estaba recostada frente a él sin dejar de desviar la mirada


mientras colocaba las frutillas con crema. Aún no caía del todo
tener un novio tan atento y protector…

Cuando terminó me miró con esa sutil mirada… simple pero mortal.

-Brindemos. -Dijo dándome la copa con el vino francés, cosecha de


1960-

-No sé porque brindamos…

133
-
Para que no cambies nunca. -Contestó- Nos

entrelazamos los brazos para beber del vino.

Su gusto se asemejaba a probar el dulce néctar de la uva mezclado


mezclados con frutas del bosque. Quemaba un poco mi garanta, no
estoy acostumbrada.

Samuel tomó una frutilla y parecía que disfrutaba dármelo


lentamente en la boca… para luego rozar mis labios con sus fuertes
dedos.

Sin más contención se acercó a mi lentamente para mandarme al


cielo con uno de sus besos.

Nunca le dije sobre su habilida de descontrolar mis emociones y


liberarme.

Me sacó la camiseta con los dientes y yo le saqué la suya, los besos


se volvieron cada vez más apasionados, nuestros labios estaban en
su punto más placentero.

Se puso encima mío

-Te amo –le hice la mueca con los labios sin decirle nada y
dibujándole un corazón imaginario en la espalda-.

134
Nos desvestimos por completo y con la ropa que nos sacamos me
ató las manos con su camisa.

‘’te amo’’, ‘’nunca me había sentido así’’, eran algunos de los


susurros que me decía aparte de otros gemidos con mi nombre que
me volvía tan loca.

Fue la mañana siguiente que me despertamos en la cama de sabanas


blancas como el papel. Eran como las 8 de la mañana. Me di la
vuelta para abrazarlo… pero ya no estaba.

¿Dónde estará? Me pregunté.

Me levanté y caminé hasta el baño… se estaba bañando. Abrí la


puerta y entré… Se estaba duchando y me metí con él.

Me preparó el desayuno para iniciar la despedida con ánimo y nos


agarramos de la mano.

Comencé a llorar.

- ¿Qué sucede Andre? –preguntó curioso-.

-No sé qué voy a hacer sin ti, quién me va a defender… -Dije


mirándolo a los ojos-.

135
-
Tranquila… no va a pasar nada. -Dijo apoyándome en su pecho y
una mirada perdida-.

136
Capítulo 8

‘’El último adiós’’

Llegamos al aeropuerto, sin equipajes ni nada.

-Por allá veo a mi abuelo… No me ve. -Dijo Sam- -Entonces

este es el último adiós… -Dije sin ganas- Samuel se mostró

pensativo, y empezó a mirar a su abuelo.

- ¿Del uno al diez… que tal loca te volví? -Dijo-

-No seas creido… -Respondí-

-Te hablo enserio. -Dijo mirándome fijo y decidido-

- ¿8? -Pregunté confusa-


Vamonos a Paris, tú y yo. Ahora mismo. -Dijo-

137
-
- ¿¡Qué dices!? ¿Es una broma? -Le pregunté-

-Es tú sueño… Y te amo Andrea, vamos a escaparnos juntos. -Dijo


tomando mis manos con firmeza-

-Pero no tenemos ni ropa, ni dinero, ni donde quedarnos, mis


padres me matarán.

-Al carajo tus padres. -Dijo antes de darme un beso desprevenida-

El mundo estaba tan confuso… y mis mariposas en el estómago sólo


me pedían que me arriesge a hacer locuras sin pensármelo dos
veces.

-Vamos, Pero prométeme que no nos perderemos. -Le dije- -Me

devolvió una sonrisa- ¿Entónces para qué viajamos?

Me llevó de la mano y compró dos pasajes directos a parís, ¡menuda


locura!

¡Ni siquiera se francés! -Le decía más excusas mientras entrabamos


al avión-

- ¡Tarde! -Dijo levantándome y llevándome hasta nuestros asientos-


Fue un largo viaje, pensabamos quedarnos 2 días, pero los segundos

138
corrian y no podía evitar pensar en mis padres y los enojados que
estarían.

Por fin llegamos, era de noche, buscamos por las calles de piedra de
un hotel donde alojarnos.

Se chocó accidentalmente con un tipo.

-Disculpame señor.

El señor se puso a insultarlo en francés mientras se iba enfadado.

-Une chambre pourdeux, s’ilvousplaît. (Una habitación para dos) -


Dijo Samuel en francés-

A continuación, le pagó con una tarjeta de crédito robada.

Me quedé mirándolo con cara sorprendida.

- ¿Sábes francés? -Pregunté-

-No sabes mucho sobre mí. -Dijo levantando nuestras maletas y con
una mirada embriagadora-

Llegamos a la habitación. Era enorme y muy lujosa.

139
Samuel se tiró a la enorme cama que había en el medio.

- ¿Por cuánto tiempo nos quedaremos aquí? -Pregunté-

Me tiró un almohadón a la cabeza.

-Pues cuando nos casemos viviremos aquí por siempre. -Respondio


muy sonriente-

-Ya estamos casados idiota… -Le contesté mostrándole el anillo que


me había dado-

Me hizo sentar en sus piernas.

-Me muero de ganas por conocer parís… ir de compras, comer… -


Dije motivada-

-Tranquila tigresa, ya podrás hacer todo conmigo… -Contestó él con


su tono envolvente-

-Tengo sueño… -Le dije recostándome sobre él-

Me levantó con sus brazos y me recostó en la cama. Acto seguido se


acostó a mi lado, y me quedé abrazada a él toda la noche.

140
Capítulo 9

Sentía un rico olor, pero no me daba cuenta de nada.

-Hey, ya es hora de levantarse. -Dijo susurrándome al oído-

- Son sólo las 7 de la mañana -Le respondí mientras me tapaba la


cara-

-La hora del desayuno, pequeña. -Dijo con el desayuno en sus


manos-

Eran unas ricas tostadas, untadas con Nutella, y un vaso de naranja.

-Ya te voy a dar a ti pequeña… -Contesté con la mirada desafiante y


mientras me comia la tostada-

- ¿Ah sí? Encima que te preparo el desayuno y todo… -Dijo- Me

sacó la tostada de la boca y se la comió él.

- ¡Hey! -Grite-
141
- ¡Que buena que está! -Dijo Samuel sonriendo- Aún nos queda

mucho para disfrutar…. -Agregó-

Terminamos subiendo la Torre Eiffel, un largo recorrido hasta llegar


a ver una vista increíble.

- ¿Esto es lo que me querias enseñar? -Pregunté- Me puso sus

calidos brazos por encima de la cintura.

- ¿Crees que voy a subir tantas escaleras sólo para esto? -


Respondió con otra pregunta- Mira al horizonte…. -Agregó-

El sol saliendo por las orillas de parís, la manta naranja que cubria
los cielos de esta hermosa ciudad me dio una sensación
indescriptible.

-Me encanta… -Le dije mientras me daba la vuelta para darle un


beso-

Un tour en vici fue lo segundo que hicimos, recorrer las calles de


adoquines de parís, perdiéndonos por la ciudad, y los parques.

142
Seguimos de compras, me compré un sombrero negro y plano que
me quedaba fenomenal, según Samuel.

El sol se escondio, terminamos acostados debajo del mar de


estrellas que resplandecían sobre nuestras cabezas.

La imponente Torre Eiffel me hacia sentir segura.

Nos quedamos en silencio.

- ¿Qué pasa si ya no podremos estar juntos? –Pregunté- Sus labios

se quedaron cellados por unos eternos instantes.

-Tal vez lo nuestro no sea para siempre, pero podemos hacer que
sea inolvidable.

-Tengo miedo de quedarme sola en este mundo tan frio. –Contesté-

- ¿Ves allá? –Dijo señalando las estrellas-

- ¿Dónde?

-La constelación de Orion… cuando era niño solia mirarlas… cuando


la mires sabrás que fué testigo de esta noche juntos y sentirás la

143
sensación de estar conmigo. Aunque ya no esté en este mundo. –
Dijo con esa voz profunda tomandome de la mano- Me
enamoraban sus palabras.

- ¿No te duele estar solo? Que no te hayan dado el amor que


necesitabas cuando eras niño… -Pregunté-

Dejó un momento sin decir nada y miró hacia el frente. Queriendo


evitar responder.

-No necesito a nadie. –Dijo con lagrimas en los ojos-

- ¿Sabes lo horrible que es verte así? –Le contesté apretando con


firmesa su mano-

Se le caian las lagrimas de su rostro, me cautivó y me lleno de pena.

-Ven aquí. –Dije abrazandolo-

-Extraño mucho a mi madre. Estraño su eterno cariño que me daba


de niño, las veces que me abrazaba para decirme que me quería y
que crecería grande y fuerte. Extraño sus palabras de amor por las
noches y besar sus mejillas. -Dijo casi a punto de estallar en llanto-

-Estoy aquí y ahora. Creo que el destino nos unió para que salgamos
de situaciones difíciles, eres una persona grandiosa en el fondo a

144
pesar de aparentar ser un ‘’chico malo’’. -Dije apretándolo con mi
abrazo-

-Eres como una torre donde puedo liberarme de mis penas… Nunca
me dieron tanto amor. Como me alegro de tenerte aquí conmigo. –
Dijo acariciándome la mano-

Cuando volvimos al hotel, pusimos el álbum Pure Heroine en


nuestra suit.

Samuel estaba preparando el baño. Desde el pasillo se podía sentir


el aroma de los aceites, las velas aromáticas, un toque de miel y
perfume.

Entre a la habitación como Dios me trajo al mundo y con una


botella de vino en la mano.

Él estaba recostado por toda la bañera con un braso por fuera y el


pecho cubierto por pétalos rojos.

No dijimos nada, nuestros ojos nos contaban los pecados que


haríamos.

Primero metí lentamente el pie dejando que el agua tivia acaricie mi


piel para luego recostarme encima de Sam.
Me besó la mejilla queriendo hacer el recorrido hasta mis labios.
145
Aparte mi rostro para jugar.

-Me descontrola tu sonrisa. –Dijo apretándome las nalgas mientras


me miraba a los ojos-

Yo tocándole el rostro deje que mis labios comieran lentamente sus


labios hasta que se desgastaran.

Comenzó nuestro viaje de vuelta. Estuvimos sostenidos de la mano


en casi todo el viaje.

-Allá veo a mis Padres. –Dije decepcionada- -

No te preocupes, te acompaño. –Contestó-

Fuimos hasta donde estaban ellos.

Mi madre corrió para darme un abrazo preocupada.

Narra Samuel.

-Muchacho, tengo que hablar contigo seriamente. –Dijo su padre


mientras me arrastraba de la manga de mi chaqueta-

Me alejo a unos metros.

146
-
Yo Amo a su hija señor. –Dije decidido-

-Si la amaras de verdad no te la hubieras llevado, ¿Sabes lo peligroso


que pudo haber sido? ¿Y si se perdían? ¿Y si le pasaba algo?

-Yo estaba con ella en todo momento, nunca permití que nada ni
nadie le tocara un pelo encima. –Contesté-

-Ella está enferma Samuel, tiene depresión, tú la vas a conducir


hacia su propia muerte. No tienes porque meterte en la vida de ella.
Si de verdad la amas no te acerques nunca más a ella. –Dijo
tocándome la mejilla-

Me sentí chocado por lo que dijo. Mis ojos se cristalizaron.

-Prometeme algo… -Dije- -Claro,

dime.

-Que ella estará bien sin mí… y que encuentre a alguien mejor. –
Apenas pude decir esas palabras-

-De eso no te preocupes, ya tenemos un pretendiente ideal. –


Contestó-

Me acerqué a Andrea nuevamente.


147
-
¡Mi amor, la pasé increíble! Nadie en la escuela lo creerá. –Dijo ella
emocionada-

Su madre miraba preocupada porque sabía lo que yo diría.

-Ven aquí. –Dije llevándola a unos metros de su familia-

- ¿Qué sucede? –Preguntó-

Narra Andrea

-Tengo que decirte la verdad –Me dijo agarrándome las manos y con
ojos cristalizados-.

- ¿Qué sucede? –Pregunté mientras mi corazón latía con más


intensidad-.

Dejó unos segundos de silencio para decir aquellas malditas


palabras.

-Te estuve engañando. –Contestó-

- ¿Qué estas diciendo? –Pregunte sin querer creerle-

-Pense que te amaba de verdad, pero los chicos como yo somos así.
–Dijo mientras sus lágrimas comenzaban a resvalar de sus ojos-

148
-
No es cierto, dime que no. –Dije llorando-

-No quiero saber nada mas de ti –Dijo soltándome las manos-.

-P-Pero nosotros…

-Nosotros nada. No quiero verte nunca más. –Dijo-

-Samuel, escúchame por favor –le dije angustiada y con las piernas
temblando-.

Narra Samuel

Me di a vuelta y vi a mi abuelo delante de mí a unos pocos metros.

Su rostro reflejaba las ganas de abrazarme desde hace mucho


tiempo.

-Como estás hijo. –Dijo abriendo los brazos- -Te

quiero abuelo. –Dije con una voz desgarrada-

-Vamos… Tu abuela te espera. –Contestó-

149
-
Narra Andrea

Lo último que recuerdo es ver como se alejaba poco a poco a aquel


avión que nos separaría para siempre.

150
Me quedé sentada en las puertas del aeropuerto llorando sin parar,
tenía un agujero tan grande en el corazón que me perforaba el alma.

Sólo me tocaba el anillo que me había regalado y me repetía una y


otra vez ¿por qué? ¿por qué ¿por qué? En mi llanto de dolor alguien
me ha oído.

- ¿Estas bien? –dijo una voz familiar-.

Mis ojos estaban llorosos y no pude verlo muy bien hasta que…

151
Capítulo 10

‘’Dolor’’

Las cosas nunca habían estado tan inflamadas... traté fuertemente

con todas mis ganas de no mirar atrás, aunque mis emociones

querían que la abrace.

Por poco perdemos el avión, pero llegamos antes de que vuele en

nuestras narices.

La azafata nos pidió los boletos y sin ganas se lo dí.

Mi asiento era al lado de la ventana.

152
Me la pasé mirando por esa maldita ventana pensando ¿Y si fue

mala idea? ¿Podré bajarme a tiempo para poder abrazarla y cortar

sus lágrimas?

Me decidí a bajar, me saqué el cinturón y me levanté, pero el avión

comenzó a ponerse en marcha.

En mi rostro sólo se pudo ver esa mezcla de nerviosismo y

angustia... No podía creer que ya estábamos en el aire.

-Tranquilo, se que te duele. La familia de Andrea se contacto

conmigo. Intente convencerlos de que solo eran un par de jóvenes

enamorados en una aventura… pero seguían con su dogma de que a

ella le haría mal. –Dijo mi Abuelo-

-Ellos la hacen mal. –Contesté-

-No podemos hacer nada, la vida es así… nunca va a salir como

queremos.

153
-Pero la amo… -Seguia insistiendo-

-Vas a empezar una nueva vida, vas a empezar en una buena

universidad donde vas a tener un buen futuro, y vas a conseguir a

alguien que en verdad sea tu media naranja. En california estás

siempre en peligro con esas bandas de moteros. –dijo- Me largue

a llorar en su hombro mientras me consolaba.

No pude comer nada. Mi garganta estaba sellada y la verdad no me

daban ganas de nada. horas eternas me faltaban aún para el destino.

Y en verdad, yo sólo quería que ella fuera feliz... aunque sea con

otro.

No podía mentirme, ella era lo más importante en mi vida y supe

que sería difícil.

Ya habían pasado 30 minutos y mi abuelo estaba dormido. Afuera

había una gran tormenta y el avión tenia leves turbulencias.

154
Me levanté para ir al baño.

Cuando llegué me miré al espejo y me me agarré el pecho

apretándome la ropa. El dolor emocional es peor que el físico

cuando un corazón está dañado. Era como sentir… Escorpiones en

el Estómago.

Narra Andrea

- ¿Qué haces aquí? -Le pregunté-

-Pasaba por aquí, y te vi llorando -Dijo Max-

Me parecía raro que apareciera así de la nada en el momento justo,

pero me importaba una mierda en ese momento.

- ¿Me dejas sentarme? -Preguntó- -Déjame en paz… -

Dije sin ganas-

Se sentó a mi lado.

155
-Todo saldrá bien… -Dijo-

Me detuve un segundo y lo miré a los ojos.

-Aww, ¿Por qué no van a tomar algo? ¿Un helado? –Dijo mi madre-

-No mamá, no tengo ganas de nada. –Respondí- -Anda,

ve, te va a hacer bien. –Insistió mi Padre-

Tanto joder la tenia que callar de alguna forma. Accedí a salir con

ese imbécil.

Ya estábamos en la heladería, me quede sentada viendo por la

ventana, pareciera que no sentía ninguna emoción más que la fría

soledad.

-Aquí tienes tu helado de chocolate, sé que te gusta, me lo decías

siempre. -dijo mientras volvía de comprar los helados- Lo miré y

sonreí, porque al parecer si se acordaba de eso.

156
Terminamos riéndonos y pasándola muy bien.

- ¡Hasta luego! -Dijo Max mientras me trajo a casa con su

descapotable rojo.

-Adiós. -Le respondí con un breve saludo-

Ya era tarde, así que subí las escaleras a mi habitación y me encerré.

Me senté a los pies de la cama, y empecé a ver la ventana… veía la

consteacion de Orion mientras se me caian las lagrimas de los ojos.

Cada segundo deseaba que Samuel entrara por la ventana y que me

diga que se había equivocado… Que me amaba.

No tardamos mucho tiempo en salir juntos de nuevo, con su

promesa de que jamás volvería a levantarme la mano.

157
Poco a poco, me iba sintiendo mejor con él. Las risas se convirtieron

en la moneda de nuestra aburrida (Espantosa, miserable, agobiante,

me quiero morir) relación.

Me llevaba al cine, era atento conmigo, me daba rosas, era todo un

caballeroso. Al mes de salir juntos quedamos a ir a la casa de mis

padres para decirles que lo nuestro es oficial.

- ¡Ya está aquí! -Dijo mi Madre entusiasmada después de que

tocaran timbre-

Fue casi corriendo a abrirle la puerta.

-Hola señora Hamilton, les traigo estas rosas para ustedes. -Dijo

Max con unas rosas rojas- Mi

madre no dudó en abrazarlo.

-Pasa, pasa. -Dijo mi padre sentado en el sofá-

158
-Hola señor, estoy orgulloso de estar con su hija. El día que no esté

con ella me mojaría en la lluvia por ella. -Dijo Max estirando su

mano para saludar a mi Padre-

-Me agrada este chico, parece que diste con el chico perfecto para ti

Andrea. -Dijo mi Papá mirándome-

Yo solo le respondí con una sonrisa falsa.

¿Alguna vez les dije que mi vida era aburrida?

Si los hombres supieran que nosotras buscamos a un príncipe azul

que nos libre de la rutina este mundo seria un lugar mejor. Un lugar

mejor.

159
Capítulo 11

Unos años después del viaje.

Paso a paso iba acercándome, paso a paso me sentía en casa.

Cuando llegué todo seguía igual… El olor a cigarro en el ambiente,

los chicos tatuados con sus mujeres y él por delante. Douglas. -

Bienvenido a tu verdadero hogar. -Dijo con los brazos extendidos-

Nos quedamos a unos pocos metros mirándonos sin decir nada.

Yo venia con mi maleta en la mano.

Me acerqué y nos abrazamos.

160
- ¿Qué tal has estado? -le pregunté sin ninguna motivación de

verlos.

-Pasaron muchas cosas desde que te fuiste del club… gente inició,

gente se fue… pero es bueno que una leyenda vuelva. -dijo-.

-No exageres, vengo por la nostalgia. -Contesté-

-Yo creo que el espíritu motero nunca te abandonará. -Asintió con

emoción-.

- ¿Dónde está Aaron? -Pregunté por ese viejo compañero-

-Murió de un disparo en la cabeza en un tiroteo… Menuda mierda

de morir. -Respondió Paul seriamente-

Me quedé impactado por la noticia…

-No te creas, está allá sentado con las chicas. -Dijo Paul señalando la

mesa del patio de concreto-

161
Aaron nos empezó a saludar.

-Vaya, ¿tú eres el famoso Samuel Larson? Hoy la entrada para poder

quedarte va a ser interesante. -Se metió en la conversación un

integrante que no conocía-.

- ¿El qué? -Pregunté.

-Se me olvido decírtelo… si puedes pelear hasta vivir esta noche vas

a poder quedarte viviendo en el club… son las nuevas reglas. -Dijo

Paul-.

-Pequeños detalles… nada importantes. -Dije sarcásticamente-.

-Y cuando entres al club vas a hacer todo lo que te pida... novato.

Dijo el desconocido agarrándome de la chaqueta-.

Sin ninguna palabra le pegué un puñetazo en toda la boca. No tardó

el resto del grupo en formar una ronda alrededor.

162
«¡Pelea, pelea, pelea, tu puedes Charlie!» empezaron a gritar.

- ¡Parad, parad! -Gritó Paul mientras nos separaba-, mejor ahorren

sus fuerzas para la hoguera de la muerte.

Todos empezaron a gritar de emoción.

-Charlie, nunca toques a Sam, esa es una regla de oro. Y tu Sam…

mucha suerte hoy. -Dijo Paul dándome palmadas en el abdomen-.

A todo esto, no podía entender nada.

Llegó la oscuridad, era eso de las 11 de la noche del mismo día, si

quería quedarme tendría que luchar. En algunos casos hasta morir.

Me llevó Paul en una camioneta 4x4 negra de 4 puertas al bosque.

Cuando llegamos parecía un coliseo romano, pero más horrible. En

medio había una gran hoguera que iluminaba todo el lugar y mucha

gente alrededor.

163
Antes de bajarme me dio un abrazo.

-Pase lo que pase no podré ayudarte, quiero que sepas que me

alegra que vuelvas… -Dijo Paul-.

-A mí también. Ya no me queda nada más. -Dije mirándolo-.

Vinieron como invitados otros clubs amigos, no hay nada más

interesante que una pelea brutal y apostar quien vive y quién no.

-Bienvenidos a la fosa sin vuelta, al lugar de tus pesadillas… ¡Donde

van a partir tu puto trasero! -Dijo Douglas en la presentación

mientras todos estaban callados-, quien va a participar para entrar

es, nada más y nada menos que Samuel Larson, ex integrante y lider

del club.

La gente empezó a abuchear.

-La única regla aquí, es que no hay reglas. No hay policías, no hay

médicos, estamos en la nada… -Agregó-.

164
Llegó el primer round, yo sólo contra unos desconocidos. De pronto

dos tipos salieron de entre la multitud.

Me saqué la chaqueta y la dejé suavemente en el suelo.

-Te voy a hacer picadillo. -Dijo el más grande mientras sacaba una

navaja-.

-Usar eso no te lo permite tu mamá, grandulón. -Dije en posición de

pelea-.

Los dos se separaron, pero me concentré más en que no me

apuñalen. Me sostuvieron por la espalda, mi corazón empezó a latir

con fuerza y no supe que hacer.

El de la navaja pegó un grito corriendo hacia mi apuntando a mi

estómago.

165
Logré pegarle una patada en el torso justo cuando la navaja estaba a

5 cm del contacto de mi piel. Le pegué un cabezazo al que me

sostenía y un codazo que hizo que me soltara.

-Espero no perderme la mejor parte -Dijo Charlie, el sujeto de hoy- -

Esto recién empieza. -Dije-.

3 contra 1… la pelea se estaba poniendo más difícil y yo estaba en

desventaja.

El que me había tomado por la espalda llegó primero. Era pelado y

lleno de tatuajes y de contextura delgada. Lanzó un puñetazo al aire

que logré detener, pero me dio un rodillazo al abdomen. Me dolió

tanto que sentí que me faltaba el aire. Otra patada en la cara me

dejó tirado en el suelo… con 3 tipos pegándome patadas… de pronto

el tiempo se pasó lentamente… Douglas, agarrándose la cabeza

preocupado… los ruidos y las aclamaciones de la gente desapareció.

Comencé a escuchar los latidos de mi corazón. Cerré los ojos.

166
Por primera vez estaba dejando que la muerte desprendiera el alma

de mi cuerpo.

Vi la imagen de mi madre con un vestido blanco como las nubes

que me hablaba y sonreía.

-Mamá… Quiero estar contigo. -Dije feliz- -No

es tu momento ahora, hijo… -Contestó-

Después de eso su imagen se iba alejando cada vez más.

Ahí fue cuando la imagen de Andrea llegó a mi mente… cuando nos

revolcábamos juntos en aquel parque, cuando nos besábamos

juntos a escondidas en mi salón… o cuando ella lloró por mí en el

aeropuerto.

Abrí los ojos, sentí una sobrecarga de adrenalina recorriendo mis

venas. Me levante con una fuerza sobrehumana sin que ellos

167
pudieran bajarme. Sus golpes al abdomen, o mi pecho era como

golpear un muro de hierro.

Levanté del cuello al pelado y lo arrojé contra el suelo. El grandote

me sostuvo de la espalda de nuevo, mientras me apretaba con

fuerza. Abrí mis brazos intentando liberarme y lo logré, le pegué

codazos en el estómago y le di un uppercut. Se escuchó el ruido de

algo quebrándose dentro de él. Cayó al suelo y le hundí la cabeza en

la tierra de una patada.

La gente sintió asco y algunos cerraron los ojos.

- ¡El palo! -Gritó una persona del pulpito-.

Charlie levantó un un palo con clavos que estaba escondido entre

las hojas caídas.

168
Se puso a hacer movimientos marciales con ese palo, la gente

miraba con emoción y gritaba: «¡Sangre, sangre, sangre!» reiteradas

veces.

¡Bang! -Se escuchó el ruido de mi pistola-.

Y Charlie calló directo al suelo. La gente quedó callada por lo visto.

Y pegaron un grito como si todos hubieran ganado el premio mayor

de la lotería.

«¡Samuel, Samuel, Samuel!»

- ¡Parece que tenemos un ganador! -Dijo Paul mientras se acercaba

a felicitarlo-.

-Como bienvenida te voy a hacer cualquier favor que quieras. -Dijo

Paul hablándome al oído-.

-Sácame de aquí. -Dije-

169
-
¿Nada más? -Preguntó-

-Localiza a Andre… y quiero mi moto.

A la mañana siguiente estábamos con nuestras motos en la puerta

de la nueva casa de Andrea.

-Esta casa es jodidamente grande ¿Seguro que es aquí? -Pregunté-

-La última vez que la vi, dijo que se mudaba, esperemos que sea

aquí. -Respondió-

Era de dos pisos y con 2 columnas griegas antes de la puerta

principal.

Pasamos y tocamos timbre… esperamos, pero nadie abrió.

-Andrea mira por el visor y se queda pensando-

Me di media vuelta para irnos cuando escuché la puerta abrirse.

170
-
- ¿Sam…? -dijo ella-.

La miré y sonreí-.

- ¿Qué necesitas? -preguntó fríamente, como si fuera un

desconocido-.

-Vengo a llevarte a mi casa cargándote en mis hombros, ¿Por qué

más sería?

Cerró la puerta en nuestras narices.

En ese momento nos miramos con Douglas y nos echamos unas

carcajadas.

- ¡Venga, inténtalo otra vez! -Dijo Douglas-.

Toqué el timbre 3 veces seguidas.

- ¿Te diviertes? -preguntó Andre abriendo la puerta de nuevo-.

171
-
- ¿Podemos pasar? Necesito saber de ti… Y es que de todas las

chicas que veo en los últimos días solo podía ver tu cara en ellas.

Saqué una rosa que tenía escondida en mi vieja chaqueta-.

-Para ti. -Dije entregándole la rosa a Andrea-.

-Aww -expresó mientras iba a sostener mi rosa-.

Antes de que la tomase giré hacia Douglas y le dije:

-Para ti mi amor.

-Aww ¡Eres un encanto Samuel! -Dijo Paul-.

- ¡Oyee! Eso no tiene gracia -Dijo Andrea sonriendo-, Venga


pasen.

Cuando pasamos era tan grande como se veía por fuera, un

candelabro reluciente y unos sillonesmás grandes que mi cama.

172
-
Pero claro, estaban sus padres sentados ahí y mirando con cara de

sorpresa y disgusto.

-Sólo están de visita, se van pronto -Dijo Andrea a sus padres-.

Dios mío… -Dijo la madre a los oídos de su marido-.

Nos sentamos en el otro sillón que estaba al frente de ellos, pero se

levantaron.

Nos sentamos como en casa, con los pies estirados y todo.

- ¿Te mudaste de casa? -Le pregunté-.

Ella se sentó al lado mío tomándome de la mano como si tuviese

que contarme algo.

-No, yo vivo aquí con mi novio.

De una puerta salió un tipo.

173
-
-Cariño, ya preparé la ce… -Dijo Max-.

El padre de Andrea le dio unas palmaditas en la espalda y le dijo

«Todo está bajo control» y max se volvió a la cocina mirándome

como si hubiera visto a un fantasma.

Samuel, me voy a casar en dos días. -Dijo Andre-

174
-

175
Capítulo 12

-Max es un empresario exitoso, si dejas de molestar a Andrea estaría

bien. -Dijo su madre-.

Toda mi estructura se vino abajo, y la carita de ‘’llegaste tarde’’ de

Andrea me mataba.

-Me alegro. -Le dije con una sonrisa forzada-.

-Lo siento, tenemos que comer, Johnny hizo la cena. -Dijo mientras

se levantaba-.

-Vale… -Dije mirando al vacío como tiempo atrás solía hacer-.

Salimos fuera y Paul me dio un abrazo.


176
-Perdona colega… no sabíaque se iba a casar. -Dijo Paul-.

-Ya, ella no me importa… hace mucho que quedó en el olvido… -Le

respondí sabiendo que era mentira-.

Miramos atrás y estaba Max viéndonos por la ventana y sonriendo.

Cuando nos vio cerró las cortinas.

-Menudo depravado. ¿Acaso una pareja no puede abrazarse? -Dijo

Paul-.

-No jodas -Dije riéndome-.

Llegamos al club y me encerré en mi habitación, necesitaba

despejarme en estos momentos.

Me até el brazo y me inyecté un poco de heroína. Me hizo entrar en

mi mundo…

177
Eran eso de las 8 de la noche cuando aún seguía mirándome al

espejo cuando tocaron la puerta.

-Sam, ¿vienes a comprar películas para el club? -Se escuchó la voz

masculina de alguien que no conocía-.

Dejé un momento de silencio para que se vaya.

-Vamos, recuerda que los días perdidos no volverán jamás. -Volvió a

hablar-.

Me senté en mi cama y pensé un poco.

Tomé mi chaqueta y abrí la puerta.

El tipo que hablaba estaba apoyado en la pared con las piernas

cruzadas, era alto, flaco, y con una cresta punk.

-Soy Kobra, te vi pelear el otro día, ¡Estuviste fantástico! -Dijo con

un todo enérgico y un movimiento raro con las manos-.

178
-Sí, ya. -Le respondí-.

-También lo tuyo con Andrea me parece triste. -Dijo-.

- ¿Qué sabes tú de lo mío con Andree? -Le dije empujándolo contra

la pared-.

-Amigo… lo sabe todo el club no te preocupes… -Respondió-.

-Joder… -Dije mientras volvimos a caminar para afuera-.

Salimos del club y Paul nos esperaba en su camioneta negra de 4

puertas.

- ¡Por fin! -Aclamó Paul-.

Cuando fuimos yendo, Kobra se puso una máscara de un mono y

Paul una simple máscara blanca-

- ¿Qué hacen? No me jodan… -Dije con un presentimiento que no

haríamos nada bueno-.

179
-Ponte la máscara de payaso -Dijo Kobra con la máscara en la

mano-.

No quedaba más remedio. Me la puse.

Habiamos llegado a un videoclub de aspecto antiguo y retro.

Entramos tranquilamente.

-Hola señor, ¿No le importa que nos llevemos sus películas? -Dijo

Paul mientras que le apuntaba en la cabeza con su pistola-.

Mientras, Kobra y yo metíamos todas las películas que podíamos en

una bolsa.

-Estoy muy aburrido en mi casa sabes… ¿Me das un abrazo? -Paul

seguía hablando con el vendedor-.

-Ya vayámonos -Dijo Kobra-.

-Vale -Dijo Paul dejándole un dólar de propina-.

180
Subimos a la camioneta y nos sacamos las máscaras.

- ¿Qué diablos les pasa por la cabeza? -Les iba diciendo mientras

escapábamos a toda velocidad-.

-Bueno, tal vez no te contamos todo el plan. -Dijo Paul en el

volante-.

-Admitamos que fue divertido. -Dijo Kobra como si se tratase de

una broma-.

-No puede ser… -Suspiré-

Paul encendió la radio, y me puse a ver por la ventanilla para

despejarme.

Pasamos por un parque que me sonaba muy familiar. Andrea estaba

allí caminando por el pasto con Max, hablando como si fuera la

mejor conversación de su vida.

181
Me quedé mirándolos mientras mi corazón seguía destrozándose y

peor aún, que después de eso lo hubiera arrollado un auto.

Y pensar que lo que una vez tuve ahora se va a casar con la persona

que más odio.

-Para el auto… -Dije tomándome un respiro-.

Ya habíamos pasado 2 cuadras del parque.

- ¿Qué? -Preguntó Paul mientras conducía-.

-Para el auto te digo. -Volví a decirle mientras lo miraba a los ojos-.

-No colega, nos debe estar persiguiendo la poli. -Dijo Kobra-.

Entonces abrí la guantera, saqué la pistola de Paul y le apunté.

Frenó enseguida.

-Hermano, ¡no la mates! Supérala. -Dijo Kobra-.

182
Salí del auto y ellos bajaron también. Mientras caminaba me puse la

pistola apuntando a la cabeza.

- ¡No, Samuel, No! -Gritó Kobra-.

Cerré los ojos y apreté el gatillo.

183
Capítulo 13

- ¡Bang! -Dijo Paul-.

-¡Hijo de puta!–Exclame-

Me tiré encima para darle una paliza y Kobra se puso a separarnos.

-Es un arma de juguete, una réplica de una beretta. -Aclaró Paul-.

- ¿Enserio? ¿Y si el vendedor tenía un arma de verdad y te volaba

los sesos? -Preguntó Kobra con un tono enfadado-.

-Bueno entonces… -Dijo Paul mientras lo interrumpían las sirenas

de policía-.

- ¡Joder! Entremos al auto ya. -Dijo Kobra-.

184
Todo terminó en una persecución a toda velocidad.

-Mierda, mierda, mierda -Decía Paul preocupado-.

*A todas las unidades, perseguimos a una camioneta Ford negra de

4 puertas con 3 sospechosos dentro*

Nos adentramos en un callejón lleno de comerciantes.

- ¡Kobra, tira el arma! -Clamé- - ¡Vale! -respondió-.

Ni bien asomo el arma por la ventana que nos empezaron a

disparar.

- ¡Puta madre! Me dieron en el hombro. -Gritó Kobra-

-Joder… -Dije-

-Me desangro colega… me muero. -Dijo asustado-

-Tranquilo todo saldrá bien -Dijo Paul-.

185
Entre ese momento otro patrullero nos emboscó por delante y

doblamos en una especie de rampa casera… salimos por los aires y

la camioneta de Paul quedó boca abajo.

Paul y yo nos miramos….

-De puta madre. -Dije- mientras empezamos a reírnos.

-No me hace tanta gracia, ¡esto duele! -Decía Kobra-.

- ¡Arriba las manos! Salgan del vehículo. -Decía uno de los tantos

policías que vinieron apuntando con armas-.

Después del suceso, terminamos Paul y yo pasando la noche en una

celda horrible de la comisaría de california.

-Ya llamé para que pagaran la fianza. -Dijo Paul-

- ¿Ya? ¿A quién llamaste? -Pregunté-

186
-Ya es hora de irse, pagaron su fianza -Dijo interrumpiéndonos un

policía grandulón mientras nos abría la celda-

- ¡Hola!, ¿Están todos bien? -Preguntó preocupada Andrea-

-Kobra está en el hospital… mi auto está destrozado, pero lo demás

bien. -Dijo Paul como si nada-.

-Joder Douglas… no me jodas. -Dije entre dientes-.

- ¿Qué sucede? Tiene dinero, ahora le debemos un favor. -

Respondió-

Ella tenía puesto un vestido blanco que le llegaba hasta por encima

de las rodillas, y un lazo en la cintura color de las cerezas del

verano. Un color carmesí. Se veía tan hipnotizante.

-Suban al auto, los llevaré a comer algo en mi casa. Hace tiempo

que no se nada de ustedes dos. -Dijo ella-

187
-Narra Andrea-

Se subieron a mi auto, Paul se sentó atrás y Samuel en el asiento del

copiloto.

-No sabía que sabias manejar -Dijo Samuel mirándome-.

-No sabes muchas cosas sobre mí. -sonreí mientras seguía

concentrada en el volante- Parece que en el tema de la ley tú no

cambiaste nada. -agregó-

-Cállate -Dijo riendo- Dale las gracias a Paul.

-No le eches la culpa a él. -Dije mientras lo miré-.

Él se veía tan relajado e inclinado hacia atrás… pero lo más

impactante fue esa mirada… esa mirada como la de Jim Morrison.

- ¿Por qué me miras de esa manera? -Pregunté algo nerviosa-.

188
-Hace mucho que no te veo… no interrumpas mi momento de

felicidad. -Dijo Sam pausadamente-.

-No me digas eso, estoy conduciendo -Dije con una leve sonrisa-.

-Choquemos entonces -Respondió de una forma tierna-.

-Aww, el amor -Expresó Paul mientras hacia una especie de corazón

con los dedos-.

Samuel y yo nos sentimos incómodos en ese momento y lo mejor

fue mirar a otro lado.

- ¿Qué dije ahora? -Preguntó el pobre de Paul-.

Cuando recién llegamos fuimos a sentarnos en una mesa blanca que

había en mi gran jardín.

-Tienes un montón de rosas aquí afuera. -Afirmó Paul asombrado

por mi jardín-

189
-Las compró mi prometido, sabe que me encantan -Dije-.

-Pensé que a tu prometido era el que le gustaban las flores. -Dijo

Sam-.

-No, yo sé que no le gustan. -Respondí algo enojada-.

- ¿Y de qué trabaja? -Me preguntó Paul mientras cambiaba de tema-

Trabaja de jefe directivo en la empresa de ropa de su padre… pero

casi nunca está en casa… aún en casa se la pasa trabajando en la

computadora. -Respondí-.

La sirvienta de mi casa miraba de reojo a Paul. Y él le seguía el juego

dándole una sonrisa.

- ¿Me disculpan? Andrea dime donde queda el baño. -Dijo Paul-.

-Arriba en la segunda puerta de la derecha. -Dije-.

190
Entonces le guiñó un ojo a Sam que lo miraba sonriente… Como si

supieran algo.

-Andrea, me voy a acomodar las sabanas y lavar la ropa. -Dijo la

sirviente un poco sonrojada-.

Se fue siguiendo a Paul hasta dentro de la gran casa.

- ¡Yo creo que la van a desarmar! -Les gritó Sam a lo lejos-.

-Oye, ¿Cómo se te ocurre? -Dije regañándolo-.

- ¿Tú quieres arruinarme verdad? -Preguntó riéndose-.

Me quedé mirando a otro lado y nos quedamos sin que decir… Se

levantó y me tomó de la muñeca tiernamente.

-Dame tu mano, no hace falta que digas nada. -Dijo muy confiado- -

¿Qué haces? -Le pregunté-.

191
Me guió hasta sentarnos en el verde y claro césped de mi jardín. -
Que fea estás. -Me dijo con una mirada intensa y picara-.

- ¡Que malo! -Dije golpeándole el hombro-.

Pero logró ponerme roja.

- ¡Auch! Eso dolió -Dijo exagerando el golpe-. ¡Toma ésto! -Agregó

haciéndome cosquillas-.

- ¡Para! -Dije mientras apenas podía contener la risa-.

- ¿Se te va a escapar un pedo? -Preguntó bromeando-.

-Sí -Respondí con una sonrisa-.

Me causó lo que dijo y me eche a reír. Me tomó de la cintura y

comenzamos a rodar hasta que yo quedé encima de él…

- ¿Qué es amar para ti? -Le pregunté-

192
- ¿Qué es amar para mí? -Dejó unos segundos de suspenso mientras

me miraba como si fuese el dueño de mi alma-.

Es sentir como mi corazón late cada vez más y más intensamente, que

esa chica sea el centro de mis pensamientos sin pedir permiso, que

cuando me vaya de la ciudad me arrepienta de haberla dejado,

sufriendo cada día por ella y sentir lo mismo cada jodido año... -Agregó

con emoción-.

No dije nada, no pude decirle nada por lo perpleja que estaba. Me fui

acercando a sus labios… y me detuve antes de besarlo.

-Pero yo me voy a casar mañana… y lo amo… -Dije-.

Me dio la vuelta de tal manera que el termino encima de mí.

- ¿Lo amas? Preguntó mientras acercaba su cabeza cada vez más y

más lentamente-.

-Lo amo… -Dije suavemente y con ganas de devorarlo a mordiscos-.

193
- ¿Lo amas? Volvió a preguntar en modo susurro mientras me

terminaba besando.

Me tomó nuevamente de la mano y me llevó hacia dentro.

Llegamos a mi habitación donde se suponía que sería mi luna de

miel.

-No me sueltes de tus brazos de nuevo… -le susurré mientras

nuestros besos se volvían más apasionados.

Me tiró a la cama.

Me empezó a sacar el lazo con los dientes y yo le sacaba su

musculosa blanca.

Nos despojamos de nuestras prendas para liberar a esos salvajes

animales que tanto se deseaban

La espalda se la llene de rasguños.

194
Mi corazón sabía que eso era inadecuado, me iba a casar mañana.

Pero esa tentación prohibida no me dejo pensar y me dejé llevar.

Me ató las manos en la cabecera de la cama con su propia

musculosa.

Se acercó lentamente a mi oído.

-Esto va a saciar mis ganas de todo este tiempo. –Dijo con un

susurro-

Con nuestra propia ropa ató mis manos a la cabecera de la cama

mientras me mordía el cuello. No pude evitar gemirle al oído.

-Narra Paul después de 2 horas-

Escuche abrirse el portón de la entrada y un ruido de un auto.

-Mierda. -Dije-

195
- ¿Qué sucede? -Dijo la sirvienta en ropa interior encima de mi

desde la habitación de la lavandería-

-Susi, tengo que decirte que me gusto haberte conocido, pero no

eres mi tipo. -Le dije mientras la apartaba de encima-.

Fui corriendo arriba después de vestirme y entré a la habitación

donde se escuchaban más ruidos.

-Samuel tenemos que irnos. -Dije entrando-. ¿Por qué la atas tío? -

Agregué confuso-

Ellos estaban tapados y besándose en la cama.

-Mierda… ¿Tan poco tiempo nos dejan para divertirnos? -Dijo él

mientras se levantaba de la cama-.

- ¡Joder! Tapa esa anaconda delante de mí -Dije mientras me tapaba

los ojos-.

196
- ¡No hay algún lugar para escaparse! ¿Qué van a hacer? -Preguntó

Andrea que seguía atada a la cama-.

Se escuchaban los pasos cada vez más y más cerca… -Cariño

ya estoy aquí. -Se escuchó una voz-.

Samuel empezó a sonreír.

- ¿A qué esperas? Desátame, no me puede ver así. -Clamó Andrea-.

- ¿Qué me das a cambio? -Dijo Samuel tan tranquilo que le dio un

beso a ella-.

Se empezó a vestir sin desatarla,

- ¡Que ya viene! -Gritó Andrea silenciosamente-.

Abrió la puerta y ella ya estaba desatada en la cama, sin rastro de

nosotros, pero con la cama desarmada.

197
¿Qué pasa? ¿Por qué estas así? -Preguntó Max con cara

sorprendida-.

-Pues… -Dijo Andrea sin que responder-.

Max fue a ver por la ventana, pero no sabía que nosotros estábamos

colgados en ella desde la parte de afuera.

A Samuel se le resbaló una mano y quedó solo colgando de la otra…

Se quedó un rato y se asomó un poco por el borde… pero tampoco

nos vio.

Bajamos, nos subimos a nuestras motos, y nos fuimos.

-Narra Samuel-

- ¿Te divertiste? -Me preguntó Paul mientras conducíamos, con una

sonrisa de placer-

- ¿Y tú? -Le respondí con otra sonrisa y empezó a reír-.

198
Fuimos a ver a Kobra al hospital.

-Toc, toc ¿Se puede pasar? -Pregunté mientras tocaba la puerta que

ya estaba abierta.

- ¿Cómo les fue en la comisaria? ¿Por qué están libres? -Preguntó

Kobra en la cama y con un brazo enyesado-.

-Parece que una vieja amiga de Sam pagó la fianza de los tres. -Dijo

Paul dándome codazos-.

- ¡Oh, bien! Cuando me recupere no me encerraran, me dan de alta

mañana… -Dijo Kobra alegre-.

-No creo que nos vayan a meter muchos años por robar películas

con un arma de juguete. -Dije-

-Mañana tenemos una boda, ¿te apuntas? -Dijo Paul-.

-Mañana se va a poner bueno entonces. -Respondió-.

199
Capítulo 14

Era el día final. Donde la perdería para siempre. Podía sentir cada

instante, cada segundo cerca del final.

No sentía muchas ganas de ir, pero quería que ella fuese feliz…

Aunque sea con Max.

Pensaba todo esto mientras miraba mi reflejo en el espejo.

- ¡Ya prepárate que nos vamos! -Gritó Kobra detrás de mi puerta-.

200
Narra Andrea

-Preparate, en unos minutos estarás casada… Te ves hermosa. -Dijo

mi madre entrando por la puerta- -Gracias. -Dije con una sonrisa

forzada-

-Y no comas demasiado, últimamente tienes mucho apetito. -Dijo

mientras se marchaba a la iglesia.

Yo me seguía mirándome frente al gran espejo ovalado que reflejaba

mi gran vestido blanco.

No me gustó para nada, me sentía condenada. Tomé unas tijeras y

empecé a cortar el vestido, lo corté hasta hacerlo una falda

inclinada.

Me encantó el resultado… hasta que me sentí mareada y enseguida

fui al baño a vomitar.

201
Narra Samuel

¿Podré decirle lo que siento? ¿Tendré valentía para negarme al

casamiento?

Ya habíamos llegado a la entrada de la iglesia… El cielo estaba

oscuro y parecía que iba a llorar.

- ¡Auxilio! ¡Me han robado la cartera! -Gritó una voz femenina-

Me di la vuelta para ver lo sucedido y vi a una señora señalando un

tipo que se iba corriendo.

Tenía dos opciones, quedarme en la boda o actuar, no tenía tiempo.

-Espérame aquí. -Le dije a Paul-.

- ¡Samuel, Andrea esta camino al altar! –Decia Paul-

Sali corriendo tras el delincuente. Logré tirarme encima de él por la

espalda y caímos al suelo.


202
- ¡Suéltame! -Me gritó forcejeando- Me sacó de encima de él y sacó

una navaja.

Sostuve su mano intentando evitar que me apuñalara, pero poco a

poco iba acercándose a mi.

Hasta que sentí la hoja atravesar mi piel como si fuera un hierro

ardiente.

Me apuñalo una y otra vez.

Se me cortó la respiración en ese lapso de tiempo y me empujó

hacia el asfalto donde me atropelló un camión. Todo se puso en

negro. Fue mi fin.

203
-Narra Andrea-

El ruido se sintió cuando estaba caminando al altar… miré hacia

atrás y seguí caminando al altar donde mi futuro esposo me

esperaba con una sonrisa.

Hasta que escuché el ruido de una mujer gritando, todos los

invitados miraban atrás y algunos murmuraban entre ellos…

Paul entró a la iglesia de una manera brusca.

- ¡Es Sam! ¡Ayuda! -Gritó Paul con los ojos lagrimosos y sus manos

manchadas de sangre-.

Tomé la punta de mi vestido de boda y salí corriendo hacia afuera

donde estaba comenzando a llover…

Cuando llegué, lo que vi hizo que se me largaran algunas lágrimas.

- ¡Samuel! -Grité tapándome la boca-

204
- ¡Andrea, vente ya! -Gritó Max- ¡Que vengas! -Agregó enojado-.

- ¡Púdrete! -Le grité mirándolo y yéndome del lugar- Samuel… no

puede ser, un médico, por favor un médico. -Dije mirando hacia

los lados mientras sostenía su frío cuerpo- No puedo oír sus

latidosAgregué-.

Paul y Kobra se tiraron al suelo conmigo.

No puedo oír sus latidos… -Volví a decir-.

Paul quebrantó a llorar sosteniéndome del pelo y acariciándolo.

Eche a llorar mientras la incesante lluvia de a cántaros mojaba mi

vestido blanco que se mezclaba con su oscura sangre y se

desparramaba por la calle.

205
Capítulo 15

- ¡Se me tiró en el camión! -Decia el camionero que se

agarraba la cabeza-

Kobra sacó su celular y comezó a llamar a emergencias.

206
-Resiste compañero. -Dijo secándose las lágrimas con su

mano-

Los invitados de la boda sólo miraban desde dentro para no

mojar sus ridículos vestidos formales.

Max vino caminando y me levantó de la mano.

-Mira lo que has hecho, has arruinado el vestido con sangre.

Has arruinado la boda. -dijo con un tono enojado mientras

apretaba mi mano-

- ¡No vuelvas a hablar así de mi mejor! -Dijo paul

golpeándole el rostro y abalanzándose sobre él-

Aún en el suelo, paul no dejó de golpearlo hasta romperle la

nariz.

A lo lejos comenzó a escucharse el saciador sonido de la

ambulancia.
207
-Calma, calma. -Le repetia al cuerpo de Samuel-

- ¡Súbanlo con cuidado a la camilla! ¡Rapido! -Le decía la

paramédica a su compañero-

El camionero sin pensarlo dos veces huyo del lugar.

Llegámos todos alasala de emergencias, donde rápidamente lo

ingresaron al quirófano.

- ¡Dejenme entrar por favor! -le supliqué desgarrada al doctor-

-No puedes entrar, te avisaremos cuanto antes. -Respondió-

-Paul y Kobra me hicieron sentar en la sala de espera,

mientras ellos estaban parados.

Max estaba en la sala de al lado curándole la nariz dañada.

- ¿Crees que estará bien? -Le preguntó Kobra a Paul-

208
-Lo apuñalaron dos veces colega, y lo atropellaron… lo veo

difícil. -Respondió preocupado-

5 horas pasaron después de la operación.

- ¿Señora Hamilton? -Preguntó el doctor saliendo de la sala-

Su rostro decía todo… esa mirada hacia abajo… sin ninguna

sonrisa en su rostro…

-Tengo una buena y una mala noticia para usted. -Dijo

seriamente-

Sentí un escalofrio.

-Digame la buena por favor. -Le dije mientras le tomaba de la

bata blanca-

-El se encuentra respirando gracias a un aparato y se

encuentra estable hasta donde sabemos… -Dijo-

209
Me sentí aliviada, los chicos y yo empezamos a abrazarnos.

- ¿Y la mala? -Preguntó Kobra-

-Él… se encuentra en un coma. No se sabe en cuento tiempo

estará así o si alguna vez despertará. -Respondió el doctor-

Capítulo 16

Nos quedamos atónitos de lo que había dicho, y me acurruqué

en el pecho de Paul, casi rompiendo al llanto.

Narra Max

Me puse a escuchar desde el otro lado del pasillo.

210
-Menuda lastima… -Dije con una sonrisa de oreja a oreja-

Caminé hasta donde tenían a Samuel encamillado y conectado

a un respirador.

Yo estaba esperando a que me revisaran las heridas en el

rostro que me dejo ese imbécil.

Las luces de la habitación estaban oscuras, para que el

pobrecito pudiera descansar.

-Que frágil es una vida… es como un pétalo que se desprende

fácilmente de la flor… -Dije mientras tocaba el respirador para

desconectarlo-

Adiós, mi pequeño compañero, ya no volverás a acercarte a

Andrea. -Agregué-

211
- ¿Señor que está haciendo? -Preguntó una enfermera

mientras entraba-

Saqué rápidamente mi mano de ahí

-Oh… Estaba saludando a este viejo amigo. -Respondí

mirándola con cara de psicópata-

-Debe irse de aquí, no están permitidas las visitas. -Dijo con

cara de asustada-.

Capítulo 17

Todo estaba en negro. Una luz en el fondo del camino.

Me daba miedo seguir la luz. Me daba miedo morir.

212
Escuche una suave voz decir mi nombre.

Me resultaba muy familiar y fui caminando poco a poco a esa

deslumbrante luz.

Vi a un ser con un vestido blanco al lado de un arbol hermoso

y un pasto verde y suave.

- ¿Mamá? –Pregunté con los ojos llorosos-

-Te extrañe hijo. –Respondió-

213
-
Mamá, me hiciste falta, quiero estar contigo. –Dije abrazando

a esa hermosa mujer que me había dado a luz-

-Ya habrá momento para que estemos juntos… y arreglaremos

este gran jardín. –Dijo suavemente-

-Mamá… No. -Dije-

-Ve a arreglar las cosas. –Contestó mirándome con una

sonrisa-

Un desteyo de luz apareció tapando todo.

Poco a poco iba abriendo los ojos, no podía ver nada, sólo una

imagen borrosa de lo que pasaba a mi alrededor. Me sentía

tan débil que apenas podía moverme.

Un ligero suspiro llamo la atención de una enfermera.

214
-
Dios mio, ¡Doctor Johnson, su pasiente parece haber

despertado! -Dijo mientras me tomaba de la mano-

- ¿Disculpa? -Preguntó el Doctor entrando-

- ¡Mire! -Respondió la enfermera- -Dios santo… -Dijo el

doctor sorpredido-

Me apuntó con una luz en el ojo y empezó a analizarme.

- ¿Puedes mover el brazo? -Preguntó- Intenté hacerlo, pero

me sentía tan débil…

-Don… -Apenas podía hablar- - ¿Qué

dices? -Preguntó la enfermera-

215
-
- ¿Dónde estoy? -Pregunté mirando a los ojos al Doctor- Me

miró unos segundos antes de apoyarse sobre la camilla.

Hace 26 meses tuviste un accidente e intentaron asesinarte. -

Respondió a su tiempo-

El monitor cardiaco se fue por las nubes, estaba totalmente

alterado.

- ¡Inyectele el suero enfermera! -Gritó el Doctor-

Mientras ella ponía el suero yo me saqué las mangueritas

conectadas a mi brazo.

El doctor intentó sostenerme, pero me caí al suelo.

216
-
-Estoy aquí, vine lo más pronto posible -Dijo un tipo entrando

en la sala-

-Estamos haciendo lo posible, ¡pero no se deja poner el suelo!

-Dijo el Doctor-

¡Él no necesita suero! -Respondió acercándose para

levantarme- Tranquilo compañero… estoy aquí. -Agregó

sosteniéndome y sobándome la espalda para que lograra

entrar en razón-

Me dieron el alta después de los análisis… y Paul me sacaba

del hospital en silla de ruedas. Caminar parecía una ardua

tarea.

Narra Paul

217
-
Vas a estar bien amigo… -Le dije mientras salíamos por la

puerta principal-

Nunca quise tocar el tema de Andrea, él tampoco me

preguntó nada sobre ella y supuse que había que ignorarla.

218
Bañarlo y cuidar de él no me parecía un problema. Todos los

chicos del club grabaron su nombre en la puerta de su

dormitorio como memoria.

Los días pasaban, y el sólo repetía el incesante nombre de

Andrea, Andrea, Andrea.

219
Capítulo 18

Narra Samuel

Ya perdí toda la oportunidad que tenia… mi depresión era

profunda, y mis ganas de no seguir respirando se acrecentaba.

Siempre me la imaginé y me pregunté ¿Tendrá una vida de

ensueño? ¿Tendrá hijos? me los imagino con una sonrisa tan

embriagante como la de su madre.

Yo ya estaba tirado en la cama mirando a la nada misma.

220
-Tendrias que salir a despejarte, estar encerrado te está

matando. –Dijo Paul entrando a la desordenada habitación- -

Ya estoy muerto. –Contesté sin mucho ánimo-

- ¡Vamos, sal de ahí! -Dijo tirando de las sábanas logrando que

me caiga al suelo-

Logrando que pudiera almenos caminar, me afeité y fuimos a

tomar un poco de aire al parque.

El sol me quemaba los ojos, hacia tiempo que no salía.

Volví a sentir sabores, oler aromas, disfrutar el tacto de todo

lo que podía, no pensaba que estas pequeñas cosas de la vida

pudieran hacer tan feliz a uno... O almenos a mí.

Estabamos en la casa de Paul comiendo en la mesa.

Me quedé mirándolo mientras comia hasta que se dio cuenta.

221
- ¿Qué pasa? No me mires así… pareces psicópata. –Dijo

mientras intentaba masticar-

Paul… ese capullo que adoraba que sea mi amigo.

-Te quiero un monton. –Dije con una sonrisa-

- ¿Qué te pasa? -Preguntó confuso-

-Te quiero un montón. –Volví a decir más alto-

Me miró con ojos lagrimosos y se levantó para abrazarme.

Son los pequeños actos de amor hacia las personas las que te

hacen feliz.

-Me voy. –Agregué- -

¿A dónde? –Preguntó-

-No lo sé, la ruta lo dirá, pero me gusto haberte conocido. –

222
Respondí mirándolo-

Se me quedó mirando y saco el aire de su boca.

-Lo entendo. Te quiero amigo. –Dijo Paul antes de abrazarme-

Pero te recomiendo ir al parque a sentirte otra vez vivo. -

Agregó antes de irme-

Estacione mi motocicleta cargada en el parque donde me solia

ver con Andrea.

Me senté en el mismo banco donde le había propuesto el falso

matrimonio a pensar antes de irme.

Entre eso un pequeño niño se acercó con un osito de peluche.

Sus pequeñas manos y sus ganas de jugar me conmovieron.

- ¿Qué haces pequeñín? –Le pregunté-

223
Se me quedó mirando con esos ojos claron tan bellos y una

tierna sonrisita.

- ¿Cómo te llamas? –Volvi a preguntar-

224
Erick. –Contestó con una voz angelical-

- ¿No me tienes miedo? –Pregunté-

-Mi mami dice que no hay gente mala, solo gente que hace

malos actos. –Afirmó-

- ¡Pues te equivocas, porque soy el monstruo de las cosquillas!

–Dije con un tono divertido mientras le hacia cosquillas en

su pancita- Se rió mucho.

- ¡Ahí viene mami! –Dijo entre risas-

Me di la vuelta para mirar y quedé sorprendido.

225
-
Capítulo 19

- ¿Samuel? -Preguntó Andrea-

Me quedé viéndola sin que mis labios dijeran algo.

Se acercó lentamente hasta que me abrazó fuertemente.

-No sabia que habias salido del coma, nade me avisó… -Dijo-

Estuve tan preocupada por ti… -Agregó-

-No quería que vuelvas a saber de mí… O tal vez fue ese miedo

de verte con otra persona, tal vez quise proteger lo que queda

de mi corazón de algo como eso. –Dije mirando al vacio-

226
Ya terminé con Max… no llegue a casarme… simplemente el

no era para mí. –Dijo-

-Vaya… Es una lastima que yo tenga que irme de la ciudad.

Estoy buscando comenzar una nueva vida… -Dije fríamente-

- ¿Enserio? Que bueno… -Dejo un momento en pausa

mientras me miraba- espero que encuentres a alguien y

puedas ser felíz. –Agregó-

-Hay relaciones que simplemente no se olvidan. –Le respondí-

Se me quedó mirando sin saber que decir.

-Un gusto conocerte Andrea. –Dije mientras me alejaba-

Nuestros pasos se distanciaban para siempre. Era mejor que

cada uno de nosotros vaya por su lado… que encontrenos un

amor que nos haga feliz.

227
-
¡Pápi! –Escuché de fondo esa voz angelical- Ella

y yo nos dimos la vuelta.

Me puso a pensar sobre el tema.

-No puede ser… -Dije- -Tal

vez… -Dijo sonriendo-

- ¡No puede ser! –Dije abriendo los ojos-

Salí corriendo para alzar al pequeño en mis brazos.

- ¡Eres hermoso! –Le dije a Erick-

-Es igualito a ti… -Dijo Andrea-

-Tú ven aquí… -Dije-

Mientras tenia el pequeño en brazos le di un fuerte beso a

Andrea.
228
La pasé muy mal sin ti… -Dije- -Dimelo

a mi idiota… -Respondió-

- Pero… ¿cómo? –Pregunté-

Ella me señalo con la cabeza que mirase por otro lado.

Paul estaba apoyado en un árbol sonriendo.

-Fue su idea… -Dijo Ella- Sonreí.

Mi corazón estaba alegre, nada es mas maravilloso que formar

un hijo con la persona que más amaba.

Felices los tres, fuimos a caminar juntos y hablar de todo lo

que había pasado sin mí.

Se que mi Madre desde el cielo estaba orgullosa de mí.

229
-

230
¿Cómo te pareció la novela?

Mandame una foto con tu libro y algo que quieras comentarme

sobre ella.

Starwarsbbjot@hotmail.com

231

You might also like