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Contenido
1. Resumen ..................................................................................................... 3
2. Introducción ................................................................................................ 3
3. Externalidades ............................................................................................. 4
3.1 Externalidades negativas, positivas e ineficiencia................................... 4
3.2 Maneras de corregir los fallos del mercado ............................................ 9
4. El problema del costo social: Teorema de Coase ....................................... 11
4.1 El problema a examinar ........................................................................ 11
4.2 Derechos de propiedad, negociación y eficiencia económica. .............. 11
4.3 Formulación del Teorema..................................................................... 13
5. Ejemplos .................................................................................................... 17
5.1 La reducción de emisiones de dióxido de azufre .................................. 17
5.2 El teorema de Coase en la práctica ....................................................... 18
6. Conclusión ................................................................................................. 19
7. Bibliografía ................................................................................................ 19
1. Resumen
Se discutirá las externalidades basándonos en el Teorema de Coase1, describiendo
la formulación del problema, precisamente en los problemas de daños a terceros. En este
articulo se aborda una serie de temas, aunque Coase sostiene que su objetivo principal es
corregir un concepto erróneo en la forma que los economistas enfocan cuestiones de
política.
Además de los ejemplos que analiza Coase, examinamos un caso judicial argentino,
detallando la problemática en el daño o beneficio a terceros, con intervención legal del
Estado.
2. Introducción
A menudo los mercados poseen un comportamiento interdependiente, es decir, la
situación en la que se encuentra uno de ellos puede afectar a los precios y a la producción
de otros, bien porque un bien sea un factor de producción de otro, bien porque dos
bienes sean sustitutivos o complementarios. En un mercado perfectamente competitivo2
se debe satisfacer una economía para producir y distribuir los bienes eficientemente. Sin
embargo, casi ningún mercado es perfectamente competitivo y muchos se alejan
considerablemente de ese ideal.
En algunas ocasiones surgen efectos de la producción y del consumo que no se
reflejan directamente en el mercado, denominados externalidades. Las externalidades son
generalmente clasificadas en externalidades negativas, cuando una persona o una
empresa realiza actividades, pero no asume todos los costos, efectivamente traspasando a
otros, posiblemente la sociedad en general, algunos de sus costos; y externalidades
positivas, cuando esa persona o empresa no recibe todos los beneficios de sus actividades,
con lo cual otros, posiblemente la sociedad en general, se benefician sin pagar.
1
Ronald Coase. Premio Nobel de Economía 1991. Autor de The Journal of Law and Economics. En este
trabajo se destaca el problema del costo social.
2
La competencia perfecta supone una situación ideal de intercambio porque garantiza la eficiencia del
mercado (maximización del excedente de consumidor y de productor), siendo el precio de equilibrio mínimo
(aportando un beneficio económico para las empresas) y la cantidad de equilibrio intercambiada máxima.
Los bienes públicos son los bienes que benefician a todos los consumidores, pero
de los que el mercado ofrece una cantidad insuficiente o nula. Las externalidades y los
bienes públicos son importantes fuentes de fallo del mercado y, por tanto, plantean serias
cuestiones de política económica. Cuando hay externalidades, el precio de los bienes no
tiene porque reflejar su valor social. Por consiguiente, las empresas pueden producir
demasiado o excesivamente poco, por lo que el resultado del mercado es ineficiente.
Existen trabajos sobre la solución a las externalidades. Mientras que algunos
entrañan la intervención del Estado, otras se basan principalmente en la negociación
entre los individuos o en el derecho legal de los que resultan afectados negativamente por
una externalidad a demandar a los que la provocan. Esta propuesta fue realizada por
Ronald Coase, popularizada posteriormente por George Stigler con el nombre de Teorema
de Coase. Esa optimización, que no implica necesariamente la desaparición total de la
externalidad pero lleva a un máximo nivel de bienestar, depende de que los derechos de
propiedad de las distintas partes estén bien definidos y sean defendibles, que los costos
asociados con las negociaciones sean ínfimos (costes de transacción3) y que los actores
actúen racionalmente, en el marco del equilibrio general, todo lo cual tendera a producir
soluciones mutuamente satisfactorias por compromiso y compensación entre las partes.
3. Externalidades
3.1 Externalidades negativas, positivas e ineficiencia.
Como las externalidades no se reflejan en los precios de mercado, pueden ser una
fuente de ineficiencia económica. Cuando las empresas no tienen en cuenta los daños que
causan las externalidades negativas, el resultado es un exceso de producción y unos
costes sociales innecesarios. Para ver porque, tomemos un ejemplo de una empresa textil
que vierte residuos a un río. La Figura 1 a) muestra la decisión de producción de la
industria en un mercado competitivo y la Figura 2 b) muestra las curvas de demanda y de
oferta del mercado, suponiendo que todas las empresas textiles generan externalidades
similares.
3
Un coste de transacción es un coste incurrido para realizar un intercambio económico, más precisamente
una transacción en el mercado. El coste no existe en el marco de una competencia perfecta.
Figura 1. Cuando hay externalidades negativas, el coste social marginal CSM es mayor que el coste marginal
CM. La diferencia es el coste externo marginal CEM. En la parte (a), una empresa maximizadora de los
beneficios produce q1, donde el precio es igual a CM. El nivel de producción eficiente es q*, en el cual el
precio es igual al CSM. EN la parte (b), el nivel de producción competitivo de la industria es Q 1, que se
encuentra en el punto de intersección de la oferta de la industria CM1 y la demanda D. Sin embargo, el nivel
de producción eficiente Q* es menor y se encuentra en el punto de intersección de demanda y el coste social
marginal CSM1.
Veamos ahora qué ocurre cuando todas las empresas vierten sus residuos a los ríos. En la
figura 1 b), la curva CM1 es la curva de oferta de la industria. El coste externo marginal
correspondiente al nivel de producción de la industria, CEM1, se obtiene sumando el coste
marginal de todas las personas perjudicadas correspondiente a cada nivel de producción.
La curva CSM1 representa la suma del coste marginal de producción y el coste marginal al
que se enfrentan todas las empresas textiles. Por consiguiente, CSM1= CM1+ CEM1.
Externalidades positivas
Utilizaremos los términos coste externo marginal y coste social marginal indistintamente
en el análisis siguiente (recuérdese que hemos supuesto que el nivel de producción de la
empresa es fijo, por lo que los costes privados de producción —a diferencia del grado de
reducción de la contaminación— no varían). La curva CEM tiene pendiente positiva
porque el coste marginal de la externalidad es mayor cuanto más extensa es esta (los
datos procedentes de estudios sobre los efectos de la contaminación del aire y el agua
inducen a pensar que los pequeños niveles de contaminantes ocasionan pocos daños; sin
embargo, estos aumentan significativamente conforme es mayor el nivel de
contaminantes).
Como ponemos el énfasis en la reducción de las emisiones con respecto a los niveles
existentes, nos resultará útil interpretar el gráfico CEM de derecha a izquierda. Desde esta
perspectiva, vemos que el CEM correspondiente a una pequeña reducción de las
emisiones con respecto al nivel de 26 unidades, que refleja el beneficio adicional de la
reducción de las emisiones, es superior a 6 dólares por unidad. Sin embargo, a medida que
se reducen las emisiones, el coste social marginal disminuye (finalmente) a menos de 2
dólares por unidad. Hay un punto en el que el beneficio adicional de reducir las emisiones
es de menos de 2 dólares.
4
Los Derechos de propiedad son normas legales que indican que pueden hacer las personas o las empresas
con su propiedad.
río, es decir, tuvieran un derecho de propiedad sobre el agua limpia. En ese caso, podrían
exigir a la empresa que les pagara por el derecho a verter residuos. La empresa dejaría de
producir o pagaría los costes ocasionados por los residuos. Estos costes se internalizarían,
por lo que podría lograrse una asignación eficiente de los recursos.
Este análisis es válido en todas las situaciones en las que los derechos de propiedad
están perfectamente especificados. Cuando las partes pueden negociar sin coste alguno y
en beneficio mutuo, el resultado es eficiente, independientemente de cómo se especifiquen
los derechos de propiedad. La proposición en cursiva se denomina teorema de Coase, en
honor a Ronald Coase, que contribuyó extraordinariamente a desarrollarlo.
5
Ronald Coase (1959).
uso de una cueva, puede incluso aplicarse al derecho de emitir radiaciones eléctricas o de
generar contaminación por humo.
6
Transacciones de mercado: es un coste incurrido para realizar un intercambio económico.
7
Según Ronald Coase en “El problema del Costo Social”: “…Para llevar a cabo transacciones de mercado es
necesario, entre otras cosas, descubrir con quién deseamos transar, informar a la gente que deseamos
intercambiar y en qué términos, conducir negociaciones que lleven a un convenio, redactar el contrato,
llevar a cabo la inspección necesaria para asegurarnos de que los términos del contrato se observan. Estas
operaciones son, a menudo, muy costosas;…”
transacción nulos – como apunta también Stigler – los monopolios serán inducidos a
“actuar como competidores”8, es suficiente decir que el costo social y privado serán
iguales. El costo social representa el mayor valor que generarían los factores de
producción en un uso alternativo. Los productores, que siempre están interesados en
maximizar sus ingresos, no se preocupan por el costo social y sólo iniciarán una actividad
si el valor de lo producido por los factores empleados es mayor que su costo privado (la
cantidad que estos factores ganarían en su mejor empleo alternativo). Pero si el costo
privado es igual al costo social, entonces los productores solamente llevarán a cabo una
actividad si el valor de lo producido por los factores empleados es mayor que lo que
podrían obtener en su mejor uso alternativo. Es decir, con costos de transacción nulos, se
maximizará el valor de la producción.
Sin embargo, el propio Sr. Coase reconoció que la vida es más compleja que la
teoría. Ni la negociación privada ni un impuesto a la contaminación puede hacer que un
mercado dados los costos de transacción perfectamente eficientes, sea como el costo de
control de las emisiones de una fábrica. El Sr. Coase considero que la ley tenía una
responsabilidad económica crítica: reducir al minimo el efecto perturbador de estos
costes en los mercados. Un sistema de derechos de propiedad claros y fácilmente
transferibles (en este caso, el derecho a contaminar) puede desempeñar un papel como el
de la empresa, lo que permite una actividad económica útil para tomar el lugar que de
otro modo podrían ser engomado por la molestia de negociar contratos y hacer cumplir .
Su visión revolucionó la política. Los permisos de emisión negociables, que ayudaron a
eliminar la lluvia ácida como un problema ambiental en América, son una aplicación
directa de su labor.
8
Stigler (1972)
Casi 70 años después de que la primera conferencia Dundee Sr. Coase ganó el
premio Nobel de economía. "Un estudioso debe contentarse con el conocimiento de que
lo que es falso en lo que dice pronto será expuesta", señaló en su discurso. "En cuanto a lo
que es verdad, que puede contar en última instancia, al ver que aceptaba, aunque sólo se
vive lo suficiente."
5. Ejemplos
Teniendo una conclusión de los ejemplos teóricos que cita el Sr. Coase, para una
mejor comprensión de las externalidades y el problema del costo social, se analizan dos
ejemplos reales. El primero trata de la emisión de dióxido de carbono en la ciudad de
Beijing, China; en donde se busco una reducción de los gases nocivos para la población. El
segundo ejemplo detalla el teorema de Coase en la práctica, para la ciudad de Nueva York,
Estados Unidos.
Alargo plazo, la clave para resolver el problema de Beijing es sustituir el carbón por
combustibles más limpios, fomentar el uso del transporte público y, cuando sea necesario,
introducir vehículos híbridos que consuman poco combustible. Pero antes de albergar los
Juegos Olímpicos en 2008, Beijing tenía un problema. ¿Qué podía hacer para reducir las
emisiones de dióxido de azufre y ofrecer así un medio ambiente más limpio a los
deportistas olímpicos y al público visitante?
Durante muchos años, los escapes de los depósitos de basura de los muelles del
puerto de Nueva York habían afectado negativamente a la calidad del agua de la costa de
Nueva Jersey y de vez en cuando habían ensuciado las playas. Uno de los casos peores se
produjo en agosto de 1987, cuando más de 200 toneladas de basura se extendieron a lo
largo de 50 millas de la costa de Nueva Jersey.
Nueva Jersey tenía derecho a disfrutar de unas playas limpias y podría haber
demandado a la ciudad de Nueva York por los daños causados por los vertidos de basuras.
También podría haber pedido a los tribunales que dictaran un mandamiento judicial que
obligara a la ciudad de Nueva York a dejar de utilizar sus depósitos de basura hasta que se
resolviera el problema.
Pero Nueva Jersey quería que las playas estuvieran más limpias, no solo recuperar
los daños causados. Y Nueva York quería poder utilizar sus depósitos de basura. Por
consiguiente, había posibilidades de realizar un intercambio mutuamente beneficioso.
Tras dos semanas de negociaciones, llegaron a un acuerdo. Nueva Jersey aceptó no
presentar una demanda contra el ayuntamiento, y la ciudad de Nueva York acordó utilizar
barcos especiales y otros dispositivos flotantes para contener los escapes que pudieran
proceder de Staten Island y Brooklyn. También acordó crear un equipo de control para
supervisar todos los depósitos de basura y cerrar los que no cumplieran las condiciones
mínimas establecidas. Al mismo tiempo, se permitió a las autoridades de Nueva Jersey el
acceso ilimitado a los depósitos de basura de la ciudad de Nueva York para controlar la
eficacia del programa.
6. Conclusión
El trabajo de Coase fue el primer paso para la economía en tratar los problemas
ambientales. La idea no es buscar al culpable, si no encontrar una manera en donde la
producción sea sustentable para cualquier entorno. Es muy difícil abastecer el mundo
actual con tanta población y estilos de vida con gran demanda, pero no tiene que ser
excusa el daño a terceros para cumplir esa exigencia. Si eso se cumpliera no solo se
beneficiaría la población, también habría un mercado leal, en donde los monopolios no
existirían.
En nuestra opinión, las empresas que no ven el daño como un costo, tarde o
temprano el problema lo tendrá que resolver, ya sea por un problema donde la sociedad
proteste o porque su producción se vea afectada por el mismo daño. En la actualidad hay
muchos ejemplos que se puede aplicar el teorema de Coase. A veces el Estado no
funciona como limitador, y es así como nace el monopolio; no siempre es por su beneficio,
sino que las empresas llegan a un poder comparado a naciones, siendo las empresas que
ponen límites a otras.
7. Bibliografía
1. Microeconomía - Pindyck & Rubinfeld.
2. El problema del Costo Social. Ronald H. Coase.
3. La empresa, el mercado y la ley. R. H. Coase (1994)
4. The Economist. “One of the Giants”. 7/11/2013
http://www.economist.com/news/finance-and-economics/21584966-ronald-
coase-economist-who-explained-why-firms-exist-died-september-2nd
5. Notas sobre el problema del Costo social. Ronald H. Coase. (1994).
7. Anexo
Free exchange
“I HAVE made no innovations in high theory,” was how Ronald Coase modestly
summed up his life’s work. “My contribution to economics has been to urge the
inclusion…of features of the economic system so obvious that…they have tended
to be overlooked.” Attention to the overlooked helped Mr Coase transform both
law and economics.
Born in the London suburb of Willesden in 1910 to working-class parents, Mr
Coase had an academic temperament and an interest in science but lacked a
taste for mathematics, a flaw that might have kept him out of economics in later
decades. He studied “commerce” at the London School of Economics (LSE), a
course tailored to those destined for middle management (“a choice of
occupation for which I was singularly ill-suited”).
The degree included instruction in economics, and he quickly fell for the dismal
science. A one-year travelling scholarship gave him the chance to apply what he
had learned. He chose to tour America’s industrial cities in the hope of
answering a question that troubled him: why did companies exist?
Economists of the time were enthralled by the special magic of the price
mechanism. In a free market prices should adjust to allocate resources where
they are most valued. A certain price for wool, for example, encourages farmers
to raise sheep and bring wool to market to meet consumer demand. As more is
produced and demand is sated the price falls, discouraging farmers from
wasting time and resources producing unwanted goods. Yet whereas some parts
of the economy rely on prices to guide materials and labour to their best uses,
others do not. Within firms tasks are doled out by fiat and strategies are set by
the Politburo of the corporate board. Mr Coase wanted to know why.
In 1959 he was invited to Chicago to air his views. His audience included future
Nobel prizewinners like George Stigler and Milton Friedman: confident, room-
commanding men sceptical of Mr Coase’s conclusions. Over the course of a two-
hour discussion the measured Mr Coase won them around. He was asked to
write up his arguments and in 1961 produced “The Problem of Social Cost”,
another landmark text. By 1964 Mr Coase was on the University of Chicago’s
faculty.
Yet Mr Coase himself recognised life is more complex than theory. Neither
private bargaining nor a pollution tax can make a market perfectly efficient
given transaction costs like the expense of monitoring a factory’s emissions. Mr
Coase reckoned the law had a critical economic responsibility: to minimise the
disruptive effect of these costs on markets. A system of clear and easily
transferable property rights (in this case, the right to pollute) can play a role like
that of the firm, allowing useful economic activity to take place that might
otherwise be gummed up by the hassle of negotiating and enforcing contracts.
His insight revolutionised policy. Tradable emissions permits, which helped
eliminate acid rain as an environmental problem in America, are a direct
application of his work.
Almost 70 years after that first Dundee lecture Mr Coase won the Nobel prize
for economics. “A scholar must be content with the knowledge that what is false
in what he says will soon be exposed,” he noted in his speech. “As for what is
true, he can count on ultimately seeing it accepted, if only he lives long enough.”
Economist.com/blogs/freeexchange