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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOMAS DE ZAMORA

CARRERA: DERECHO

MATERIA: CRIMINOLOGÍA

CATEDRA. DOCTOR PROF D JOSE MARIA ALBERDI

RESUMEN DE CONTENIDOS CONCEPTUALES DE LAS BOLILLAS


XIII Y XIV “CRIMINOLOGÍA Y DERECHOS HUMANOS” Y
“PROBLEMÁTICA ESPECIFICA DE LA CRIMINOLOGIA”

Criminal serial:

El concepto norteamericano de serial killer – asesino en serie- llega


esencialmente de los Estados Unidos, desde los años 60, sobre todo gracias al
trabajo de un investigador del FBI llamado Ressler. Esta noción designa a un
asesino reincidente, que actúa aparentemente sin móvil y sin razón.

La escuela norteamericana, actualmente tiende a superponer sobre la


definición de serial killer, una motivación consciente o no del orden sexual.

Para hacer frente a este fenómeno endémico en los Estados Unidos, el


perfil técnico científico de determinación de la personalidad del agresor, fue
desarrollado por el FBI, con la finalidad de facilitar la identificación del autor.
Este se apoya sobre un principio esencial, el estudio de la relación con la
víctima, que ciertamente racionaliza el procedimiento del asesino en serie,
pero que permite , sobre todo que a partir de la identificación de la víctima,
luego de la construcción de su personalidad, seguir el camino que conduce a
su agresor.

En los Estados Unidos, alrededor de 23.000 crímenes son cometidos


anualmente, de los cuales unos 7.000 son sin móvil, en Francia, por ejemplo
sobre 1.300 homicidios anuales muy pocos tienen motivo conocido, en
Argentina no tenemos estadísticas sobre homicidios cuya razón o móvil pueda
estar vinculado al asesinato en serie, sin embargo en muchas ocasiones se ha
encontrado en el marco de investigaciones criminales, sospechosos de un solo
homicidio y cuya personalidad correspondía exactamente a la de un asesino
reincidente múltiple.
Sin duda ciertas personas juzgadas por un crimen único, han matado
anteriormente, pero la relación entre dos homicidios no fue hecha.

Hay otros hechos que pueden facilitar o complicar el espectro


investigativo de estos delitos, como por ejemplo la cantidad de policías
judiciales y policías de todo orden es decir, local, estatal, federal, y la armonía
que debe haber entre estos servicios. Un gran territorio será un escollo,
mientras que un pequeño territorio limitará la movilidad del asesino. En
Europa la abolición de las fronteras ha traído aparejado la existencia del delito
transnacional y por lo tanto un criminal serial podría escoger sus víctimas en
un lugar muy distante y eso complicaría aún más las investigaciones.
Imaginemos un criminal serial en argentina y cuán difícil resultaría una
investigación. Sin embargo en Inglaterra se afirma que un asesino en serie no
se desplaza dentro de un radio superior a 50 km de su domicilio.

La personalidad de los asesinos con reincidencia múltiple.

Se habla clásicamente de “asesino en serie”, cuando un individuo ha


cometido tres homicidio sin móvil tradicional . Este criterio es generalmente
reconocido, pero por el contrario es frecuente que no se sepa cuantas víctimas
ha tenido exactamente.

La escuela norteamericana. Separa a los asesinos en serie de los


asesinos de masa (mass murderer), cuatro muertos al menos al mismo tiempo.

En Estados Unidos se clasifica a los asesinos en serie según dos


grandes categorías que corresponden a dos tipos de personalidades muy
específicas retomadas y utilizadas en paralelo con el programa VICAP
(Violent Criminal Apprehension Program) sistema informático de datos de
todas las características precisas de muerte , cometidas dentro de los estados
norteamericanos.

Esta clasificación es retomada por el Profesor Michael Bénézech,


quien opone de una parte al psicópata organizado, inteligente, perverso con
un modus operandis de ritual invariable y preparado, al criminal psicótico,
desorganizado, marginal que asesina un tanto al azar con armas para este
objetivo.
Alguna de las características del asesino orgánico son las siguientes:

- Integración social buena o mediana, o una situación que


inspire la compasión.
- Inteligencia superior o igual a la mediana, y un grado de
maldad elevada.
- Movilidad (vehículo o conocimiento del perímetro de caza).
- Dones de simulador o atributos de dominador.
- Apariencia susceptible de inspirar confianza, durante la fase
de aproximación a la víctima.
- Motivación específica.
- Modus operandis específico.
- Capacidad de dominar sus impulsos.
- Dones de lucidez y sangre fría, capacidad de dominar a su
víctima, controlar y dominar todas las fases de la secuencia
criminal.
- El conocimiento de la consecuencia de sus actos.

El asesino en serie desorganizado representa un caso patológico, es


generalmente incapaz de dominar sus impulsos y tiene un grado de
inteligencia mediocre. El término desorganizado podríamos considerarlo
impreciso y significaría que el asesino está desprovisto de organización.

Los borderline, pertenecen en principio a la categoría de asesinos


organizados, pero ciertas situaciones o condiciones van a llevarlo a perder su
sangre fría y a actuar de manera desorganizada.

En ciertos casos en asesino serial ha mostrado auto control durante el


crimen, antecedentes judiciales frecuentes, uso de alcohol o estupefacientes,
ocultamiento del cadáver después del crimen, ausencia de enfermedad mental,
crueldad, tortura y sadismo sexual antes de la muerte, sin embargo sus
biografías se parece mucho a la del tipo desorganizado, presentando soledad,
inestabilidad laboral, inteligencia media y problemas sexuales.

La barbarie, el salvajismo, la necesidad de humillación de unos y de


otros, cualquiera sea la clasificación a que pertenezca, no son diferentes y en
general no es la única observación de la víctima que permite la identificación
del autor. Se encuentran todas las perversiones posibles dentro de los dos
casos; muerte, violación, canibalismo, fetichismo, algunos guardan la cabeza
de sus víctimas, otros cortan los órganos sexuales, que son conservados o
comidos, las mutilaciones son un acto banal que se inscriben dentro de un
ritual de humillación.

Rasgos comunes de los asesinos reincidentes

La infancia

Tienen una estructura mental que los predispone a realizar el acto


criminal, estructura en la que los hechos de la infancia van a desempeñar un
papel de arranque o revelador. A menudo se habla, aunque no se lo encuentre
sistemáticamente, de la crueldad del niño que martiriza a los animales, que
tiene comportamientos incendiarios, que tartamudea, etc. Se nota a menudo en
la infancia una falta de estabilidad psicomotriz, síntomas depresivos en la
adolescencia y trastornos del sueño.

La familia

La mitad resulta de familias monoparentales. Es decir un solo padre.


El papel de la educación es determinante. Se encuentra a menudo antecedentes
de carencia afectiva con un equilibrio parental muy frágil o vacilante,
relaciones con la madre muy perturbadas en el marco de una educación de
rechazo o al contrario de una relación fusionada con antecedentes d
humillación de todo tipo.

La existencia de antecedentes de maltrato físico o sexuales es


utilizada como determinante de manera sistemática de origen de pasaje al acto
criminal. La difusión del concepto de memoria recuperada del adulto que
recuerda súbitamente que ha sido maltratado, agredido o violado ha pasado a
ser un argumento judicial utilitario y es muy difícil establecer una relación
científica de causa-efecto entre una carencia o violencia de la infancia y la
locura asesina del adulto.

El sexo

Una mayoría aplastante de los asesinos en serie son hombres. Y no


podemos abstenernos de relacionar la pulsión de agresividad con la
masculinidad, pero una evolución actual aparece con la feminización de los
comportamientos criminales.

Ciertas profesiones como las de enfermera permiten encontrar un


impulso al deseo de profanación del cuerpo del otro, las pocas mujeres
asesinas reincidentes, ejercen casi todas esa profesión y enmascaran sus
impulsos de muerte bajo la cubierta valorizante de la eutanasia.
Contrariamente a las víctimas de agresores masculinos, las de las mujeres son
en general individuos en situación de inferioridad o dependencia, es decir
enfermos, niños o ancianos.

La edad

Los asesinos multireincidentes comienzan su carrera criminal antes de


los 23 años y menudo con otros tipos de infracción y tienen generalmente
menos de 30. Actualmente hay un rejuvenecimiento de la edad de los
criminales, aunque la edad es un tema abierto a la polémica.

La dimensión cognitiva y profesional

Si su inteligencia, nivel cultural y profesión no permiten encontrar un


lazo entre ellos, por el contrario se nota una inteligencia más práctica que
abstracta. A menudo son sagaces y malignos y muchos de ellos tienen sentido
de la realidad.

La sexualidad

Muchos criminales alegan dificultades sexuales. La dimensión


perversa de la personalidad es común a todos, ya sea con una perversidad
global o con perversiones sexuales. Las desviaciones sexuales existen bajo
todas las formas., desde la pedofilia hasta el canibalismo, pasando por la
realización de todas las fantasías humanas.

Esta perversidad está acompañada de pulsiones de agresividad


incontrolables su sometimiento provocan placer y son el motor del pasaje al
acto.

El sadismo es usual, su síntoma es la violencia incontrolable, prefieren


matar de cerca tocando a su víctima con todos los sentidos alertas y es con
este placer y este recuerdo que van a alimentar sus fantasías que los
conducirán a la reincidencia.

El placer provocado por el sufrimiento de la víctima permite la


satisfacción que a menudo acompaña el goce sexual.

La búsqueda de placer, esta satisfacción sádica, guían su


comportamiento y están acompañadas a menudo de un sentimiento de
potencia y de invulnerabilidad.

Las perturbaciones de la afectividad

Son de dos tipos, el primero corresponde muy a menudo al


sentimiento real o fantasioso del ser mal o poco amado por la familia (sobre
todo la madre) de manera patológica con el sentimiento de frustración
permanente.

El segundo, mientras que la estima por si mismo es generalmente


pobre, el narcisismo está aparentemente exacerbado. La indiferencia hacia las
víctimas, y también el desprecio se encuentran siempre presentes. Se trata con
frecuencia de una real anestesia afectiva que rubrican la peligrosidad y el
riesgo de reincidencia.

No sienten pena ni remordimiento ni ningún otro signo de


culpabilidad.

LAS VICTIMAS

Las víctimas se caracterizan por su vulnerabilidad, son


tradicionalmente mujeres jóvenes, prostitutas a menudo imágenes maternas,
niños a veces ancianos y actualmente un número creciente de homosexuales.

Ciertas víctimas son asesinadas al azar, otras con seleccionadas en


función de criterios que van a ser uno de los puntos fuertes del perfil, se habla
de víctima blanco

EL PERFIL CRIMINAL
Es una técnica utilizada hace unos treinta años por el FBI. La
elaboración del perfil es una tarea rápida, vaga y metódica, construida sobre
un conocimiento profundo de la personalidad humana, de sus pulsiones, de sus
mecanismos de defensa y de sus comportamientos, también sobre el
conocimiento de los métodos de investigación de la policía y de la adecuación
entre la personalidad de la víctima con la del agresor llamada lazo
victimológico.

Fases de un perfil:

La primera fase es el estudio del expediente de instrucción


(peritaciones criminalísticas de todo género). Modus operandis, esto permite
obtener información fundamental sobre la personalidad del y la agresividad
del autor y obtener una silueta del autor.

La segunda fase es la construcción virtual de la personalidad de la


víctima a través de su biografía, testimonios, fotos, etc.

La tercera fase es la de tratar de comprender cuáles han podido ser los


móviles de su desaparición o de su muerte y construir el lazo victimológico.

La última fase consiste en verificar la adecuación en todos los terrenos


entre víctima y autor, no solamente en el plano psicológico sino también
material y concreto en función de índices, peritajes y otras informaciones
recogidas.

DROGA Y DELINCUENCIA

Antes de abordar la problemática específica de las drogas daremos una


serie de conceptos que nos darán elementos de juicio para una mejor
comprensión del tema.

¿Qué entendemos por drogas?

Existen varios conceptos:


a) Concepto clásico: Es aquel que corresponde a la
Organización Mundial de la Salud que dice “Es toda sustancia que,
absorbida por un organismo vivo, puede modificar una o varias de sus
funciones.
b) Concepto farmacológico: Es toda sustancia química o no de
la medicina, cuya administración abusiva puede producir dependencia
física, psíquica o ambas a la vez, trastornos graves de la actividad
mental, de la percepción y del comportamiento.
c) Según las convenciones internacionales: Se considera
droga a los estupefacientes sometidos a control internacional por la
Convención Unica de Estupefacientes de 1961, y también a las
sustancias psicotrópicas consideradas en la Convención de Sustancias
Psicotrópicas de 1971.

También podríamos definir a las drogas como aquellas sustancias que


contienen uno o más principios activos susceptibles de producir dependencia
física y psíquica.

El término estupefacientes y psicotrópicos han sido unificados por el


término estupefacientes.

El problema del consumo es de una complejidad muy grande y


reconoce varias etapas:

La tolerancia como un estado por el cual las células del organismo


desarrollan resistencia a las sustancias y se debe aumentar las dosis para
conseguir el mismo efecto

Es decir que “la tolerancia es la respuesta más común al uso repetido


de la misma droga y puede ser definida como la reducción de la respuesta a la
droga después de la administración repetida”.

La tolerancia farmacológica puede ser: farmacocinética y


farmacodinámica.. El primer tipo está vinculado con la concentración del
fármaco y al aumento de la velocidad de metabolismo, el segundo tipo tiene
que ver con la disminución de la respuesta en presencia de la misma
concentración del fármaco. El problema del aumento de la cantidad del
fármaco trae consigo el riesgo del efecto tóxico y crea el problema de que si el
fármaco es cotoso puede ser procurado por medios ilegales
La tolerancia puede ser:

Innata: (sensibilidad o insensibilidad preexistente) Se refiere a una


sensibilidad determinada genéticamente .
Adquirida: (farmacocinética, farmacodinámica, condicionada,etc)
Aguda: es el desarrollo rápido a la tolerancia con el uso repetido de la
droga..
Fenómeno de sensibilidad: Es un incremento de la respuesta
farmacológica con la repetida administración de la misma dosis del fármaco.
Tolerancia creciente: Se refiere a la tolerancia no solo de la misma
droga usada sino también a otras sustancias de la misma clase química y con
el mismo mecanismo de acción.

La adicción por sustancias prohibidas se caracteriza por producir un


estado de intoxicación periódica o crónico generado por el consumo reiterado
de la droga.

Sus características son:

Deseo creciente de consumir o necesidad de proporcionarse la droga.

Tendencia al aumento de la dosis.

Dependencia psíquica y física.

Efectos devastadores para el consumidor.

La dependencia psíquica consiste en la necesidad del consumo de la


droga.
La dependencia física es un estado que desarrolla síntomas
fisiológicos de abstinencia

El individuo en situación de riesgo comprende algunas de las


siguientes pautas:

De 0 a 5 años: neonato de madre en fase de patología crónica.


Alcoholismo infantil por imitación del progenitor.

De 6 a 8 años: falta de educación alimentaria, riesgo de consumir


algún fármaco con propiedades tóxicas.
De 9 a 14 años: integración del adolescente en grupos de riesgo.
Actitud crítica hacia la dinámica familiar. Tendencia a fumar tabaco o
marihuana.

De 15 a 18 años: Es el momento en que el joven toma distancia del


grupo familiar y se replantean todo el esquema de valores de la sociedad.

Ahora bien desarrollada esta introducción analizaremos si es posible


que un individuo bajo efectos de la drogas pueda o no cometer delitos.
Sabemos que las respuestas al uso de las drogas son de carácter individual,
hay quienes se drogan en ciertas ocasiones y en cambio hay sujetos que
pueden hacer cualquier cosa con tal de conseguir la droga, incluso incurrir en
el delito. Otras veces el suicidio es la respuesta a un callejón sin salida.

A veces se cometen delitos durante el estado de excitación producido


por la droga, por ej cocaína.

Otras veces se cometen delitos bajo estado de abstinencia o carencia


de dinero para procurarse la droga.

Hay delitos cometidos bajo estado de potenciación de una


personalidad agresiva.

Hay delitos cometidos bajo los efectos de una sustancia tóxica, en


este sentido recordar los criterios de imputabilidad e inimputabilidad del
Código Penal de la Nación Argentina.

En cuanto a los tipos de criminalidad vinculados a la drogas,


podríamos decir que hay:

Criminalidad del toxicómano.

Criminalidad del que explota al toxicómano.

Criminalidad del que delinque teniendo la droga por objeto.

En la adicción a las drogas se pueden dar algunos de los siguientes


factores:
Factores genético, que tienen que ver con la posibilidad biológica de
soportar una adicción.

Experiencias traumáticas infantiles.

Predisposición adictiva.

Factores desencadenantes (crisis, cambios, etc.)

Finalmente podríamos decir que lo más importante del sujeto que


consume sustancias prohibidas es su preocupación por la droga, el resto de su
vida está desorganizado, ya sea en relación con lo laboral, con la familia, con
la paternidad. El sujeto ubica a las drogas en un lugar de necesidad, la droga
es un objeto, y detrás del vínculo con la droga hay una historia, hay un
discurso de un sujeto que no puede salir porque todo está puesto en la droga.
El discurso es la droga y la identidad del sujeto está dada por ser adicto

El adicto no establece verdaderos lazos sociales, comparte drogas con


otros pares, pero no establece vínculo. Lo que sostiene a los grupos de
drogadictos es la droga y cuando cae la droga cae el grupo.

En lo atinente a su vida sexual los adictos presentan problemas, la


sexualidad en ellos tiene las características del autoerotismo y también
presentan pérdida de interés en la sexualidad y en el placer.

Finalmente no podríamos decir que hay una relación de causalidad


entre droga y delito. Está claro que la droga es, sobre todo un gran negocio
que mueve muchos miles de millones de dólares por año y que ese negocio
aprovecha, explota y somete a muchas personas, ya sea cuando asumen las
características de un consumidor o un adicto o bien cuando otros individuos
se vinculan al tráfico y venta ilegal de droga. En el primero de los casos hay
una terapéutica prevista en las normas penales en la decisiones de los
magistrados y que puede ser una alternativa de salida a la enfermedad, y en
cuanto a lo segundo, los gobiernos a través de políticas criminales adecuadas
procuran dar una batalla en muchos frentes que no siempre tiene buenos
resultados.

La mafia de los carteles, las organizaciones internacionales dedicadas


al tráfico, el blanqueo de dinero, los negocios ligados a la prostitución
internacional, la combinación venta de drogas para obtener dinero a fin de
financiar el terrorismo y una pluralidad de negocios cada cual más turbio
parecerían indicar que esta lucha es larga y complicada, y los gobiernos no
encuentran una salida adecuada al problema, asumir este responsabilidad es
todo un desafío que implica contar con adecuadas políticas educativas, de
salud, de seguridad, económicas y otras, además de una estrategia a largo
plazo con objetivos claros y definidos.

Los menores delincuentes

Cada vez hay más menores que delinquen, cada día es posible ver en
los deferentes medios de comunicación social la participación criminal de los
menores en hechos aberrantes y en muchos casos de sangre.

¿ Cuál es la causa?

Por un lado los criterios de no imputabilidad establecidos en las


normas penales alienta a muchos mayores para involucrar a menores en
hechos delictivos, generando toda una escuela de delito que a veces termina en
una carrera criminal con resultados lamentables.

El medios social donde el menor desarrolla su vida tiene mucho que


ver con la posibilidad que este se involucre en el crimen, ya sea porque vive
en un clima de violencia y provocación y no encuentra salida a su vida. La
desesperanza, el abandono afectivo, las carencias económicas y una adecuada
falta de dirección paterna a veces son factores de riesgo que terminan por
involucrar a los menores en el delito.

En algunos casos, el grupo de referencia del menor tiene mucho que


ver con este problema, donde hay marginación y violencia, y en aquellos
lugares en los cuales se prestigia la personalidad del delincuente como un
estereotipo del éxito, los menores pueden volcarse al delito.

El grupo de pertenencia del menor puede influir en su determinación


de volcarse al delito, si sus padres o hermanos son delincuentes seguramente
esas malas influencias pueden provocar un efecto perturbador en el desarrollo
de la personalidad.

Finalmente hay que decir que la familia es vital en el universo de un


menor y que la sociedad con todos los recursos a su alcance debe plantearse la
responsabilidad de resguardar a los menores para evitar que estos caigan en el
delito. Las recetas son múltiples porque esta problemática es muy compleja,
pero si se piensa que los menores son el futuro de una nación, no se deben
escatimar esfuerzos para enfrentar este problema.

Las mujeres delincuentes

Las estadísticas criminales nos indican que delinquen más hombres


que mujeres, sin embargo cada día las mujeres se involucran más en el delito,
hasta ahora era posible ver a personas del sexo femenino incurriendo en
prostitución, en diferentes formas de engaño, utilizadas por hombres
inexcrupulosos en tráfico de drogas, etc, pero ahora es posible verlas
participando en hechos de violencia criminal solas o acompañando a
individuos peligrosamente perversos.

Que ha ocurrido para que este cambio se produzca y la mujer


abandone su aparente fragilidad para involucrarse en estas cuestiones, creemos
que el mundo moderno ha sido un factor de cambio y que este cambio se ha
operado para bien y para mal, en los casos positivos este cambio se ve
reflejado en toda la amplia gama de labores que hoy desarrolla una mujer,
como ser; gobierno, empresa, profesiones liberales, deportes, carrera militar,
etc, con vida independiente del hombre y enormes posibilidades de éxito tanto
el plano individual como familiar. En otros casos el abandono, la pobreza, la
falta de expectativas económicas, la falta de educación y otros múltiples
factores, influyen para involucrar a la mujer en el delito sobre todo cuando
sobre ella operan cuestiones de peso como el sostenimiento de un hogar
monoparental, la maternidad precoz, la marginación, y la falta de una
adecuada contención social para poner freno a sus impulsos criminales.

El delito a veces obra como la salida a los problemas de cotidianos,


me prostituyo porque fui abandonada, no tengo como alimentar a mis hijos, mi
marido era delincuente y estuve obligada a ser su participe, traficar droga era
la única posibilidad que tenía para hacerme de un dinero extra, etc. Estas
excusas a veces encubren una personalidad desviada o en otros casos una
problemática de difícil pronóstico. Creemos que la tendencia de la mujer de
participar en el delito no se va a revertir fácilmente y que será necesario
generar un adecuado marco de desarrollo social y económico que involucre
efectivamente a la mujer y
que tienda a su resguardo, revalorización y protección.
Delincuencia y pobreza

No hay una relación de causalidad entre delito y pobreza, pero es


cierto que a veces hay situaciones de marginación y la miseria que
contribuyen para un individuo se involucre en el delito.

La pobreza indigna es un factor de difícil resolución para los


gobiernos de la región, los pobres se multiplican y los esfuerzos de los Estados
para corregir esta patética realidad cada vez son menos consistentes. En este
terreno es posible ver carencias nutricionales, es decir alimenticias, falta de
techo, falta de abrigo, ausencia de escolaridad, pocas escuelas y casi ningún
servicio esencial para los tiempos en que vivimos y en ese ambiente es posible
ver como muchos individuos inescrupulosos reclutan soldados para su causa,
casi todos los barrios marginales de las ciudades y los pueblos en nuestro país,
resguardan delincuentes que se sienten protegidos, impunes y revalorizados en
su rol..

La pobreza en este caso obra como un disparador para ir hacia el


delito, solo hay que proporcionarse un arma y buscar los cómplices adecuados
para involucrarse en el crimen, luego todo será más fácil, a partir de allí
entradas y salidas de la carcel y muchas veces un final impredecible. La
frustración y las ganas de ser comprendido y admirado involucran a los
individuos en el delito y también la falta de posibilidades y de expectativas de
una vida mejor.

Como contrapartida mientras muchos ricos llevan una vida delirante y


los casos de corrupción involucran a funcionarios de todos los poderes y
personalidades provenientes de los sectores privados, los pobres están solos,
esperando una ayuda social que a veces no llega, y de esta manera se crean
condiciones para que el crimen juegue su partido. De todas maneras decir que
los pobres pueden ser delincuentes por su condición de tal, es falso, aquellas
personas con moral y valores, independientemente de su situación personal no
caerán en el delito y tampoco su familia, porque la honradez obrará como
freno, por el contrario las situaciones personales traumáticas y la ausencia de
valores y moral pueden inducir fácilmente al crimen.

La delincuencia juvenil
Al analizar el problema de los delitos cometidos por jóvenes, no
podemos hacer abstracción de los problemas que aquejan a la sociedades
actuales y que son la violencia, la delincuencia, el sufrimiento y la
desocialización de las ciudades.

En Argentina un gran porcentaje de delitos violentos son cometidos


todos los años por menores o jóvenes. En los Estados Unidos, alrededor de
2500 muertes tienen como protagonistas a menores. No debemos olvidar que
la casi totalidad de los grandes delincuentes en algún momento comenzaron su
proceso de desocialización a partir de la pequeña delincuencia. Robos en
parques y plazas, ataques a escuelas, robo de carteras, de motocicletas, de
teléfonos móviles, de autoestereos, luego robos con violencia, agresiones
sexuales y rápidamente la droga jugando un papel determinante en esta
historia.

Digamos que en los barrios el mundo de los adolescentes se opone al


del orden establecido. La violencia y la agresividad entre los jóvenes se ha
convertido en un modelo de comunicación. En la delincuencia barrial los
comportamientos violentos o agresivos se manifiestan por factores
sociológicos y psicológicos. Esta delincuencia tiene elementos constitutivos
de la crisis de adolescencia, en los que la construcción de la identidad
individual pasa por un confrontarse con los adultos y por la competición con
sus pares.

La adolescencia es un poco el blanco de todos los peligros, es un


período difícil de la vida que se caracteriza por la búsqueda de si mismo, es un
período de maduración, de ambivalencia y de contradicciones, de
reivindicaciones, de regresiones y de fugas que se pueden expresar por el
suicidio, las fugas del hogar, las conductas adictivas tales como el
alcoholismo, la droga o ciertas formas de delincuencia repetitiva.

El adolescente debe renunciar a su status de niño e identificarse con el


adulto, es un poco la edad en la que se les dice a sus padre que son pequeños
burgueses y que el mundo está podrido por el dinero, que se quiere vivir libre,
etc.

Por ejemplo la entrada en una banda es un elemento que marca al


adolescente porque allí se manifiesta la ruptura con el modelo familiar y a la
vez es posible confrontarse con sus semejantes. Actualmente las bandas tienen
una función de generadoras de comportamientos delincuenciales.
La delincuencia es por lo general un hecho de hombres sin embargo
cada día observamos como la delincuencia femenina está en aumento,
digamos que es posible ver que la mujer se involucre en robos u otras
agresiones. A esta feminización de la violencia hay que agregar la baja en la
edad de los delincuentes, los que en alguna medida están protegidos por su
propia minoridad.

En cuanto a los trazos psicológicos específicos de este período de la


vida, nos encontramos frente a individuos generadores de transgresiones,
inestabilidad emocional, agresividad, impulsividad, ausencia de proyección en
el futuro, intolerancia a las frustraciones y a la autoridad, etc.

También es posible de constatar que el stok verbal de los jóvenes es


pobre, y cuanto más deficitario es, más el individuo tiende a volverse violento.
Cuando no puede expresarse lo que se siente es porque no hay la cultura
suficiente y las palabras son difusas, imprecisas y mal comprendidas. La
educación permite una mejor autoestima y mejor conocimiento de los propios
sentimientos.

El egoísmo con el que actúa el joven, hace que se excluya todo


interés por las víctimas las que normalmente son anónimas por ejemplo robo
de autos, ataques a medios de transporte, a policías, etc, hechos que no
generan un sentimiento de culpabilidad. La reincidencia es inevitable y la
ausencia de sanción da un sentimiento de impunidad.

Trastornos de la personalidad

Cualquier persona puede volverse criminal, es necesario que la


víctima esté en adecuación con el autor y que se de una determinada
situación.

En criminología decimos que hay tres tipos de situaciones


criminógenas:

- Las situaciones específicamente peligrosas, es decir


aquellas que ofrecen la ocasión de cometer un crimen a aquellos
individuos cuya personalidad se preste al acto.
- Las situaciones neutras, no específicas, es decir aquellas
que no dan ocasión para cometer un crimen, pero para hacerlo es
necesario premeditar el acto, anticiparlo, prepararlo.
-
- Las situaciones mixtas, en las cuales los ejecutantes están
en situación criminal y los jefes, capos o directores en otra, por ej, el
caso de las mafias, bandas organizadas, etc.

Los rasgos que caracterizan la personalidad criminal son el


egocentrismo, la agresividad, la inestabilidad y la indiferencia afectiva.

El Profesor Bénézech decía que “el pasaje al acto criminal no es más


que una continuación de la personalidad”, claro está que esto puede ser cierto
para los actos únicos, aislados, impulsivos, pero no para los criminales
inteligentes que han premeditado el acto.

A lo expuesto podemos agregar el miedo, la emoción, el placer y en


algunos casos secuelas post traumáticas de hechos sufridos por el autor del
hecho.

Hoy las teorías biológicas están prácticamente abandonadas y de tanto


en tanto se presenta algún caso de anomalía genética, pero estos casos
constituyen una excepción. Los factores sociales y familiares, las carencias de
la infancia seguramente son más determinantes que las causas genéticas.

“Factores que favorecen el pasaje al acto criminal”

El alcohol y la drogas se presentan en muchos casos como


favoreciendo el pasaje al acto criminal. El alcohol juega a dos niveles;
neurofisiológico y tóxico, aumentando la peligrosidad y agresividad del
sujeto pero acelerando a su vez el deterioro mental, particularmente las
facultades de discernimiento y apreciación de una situación.

El alcohol está citado como factor que favorece algunos delitos por
ejemplo el atentado al pudor contra menores, violación colectiva, etc La
ingesta de alcohol esta también asociada a una conducta antisocial o a
desórdenes de la personalidad, como la psicopatía grave.
Los medicamentos y psicotrópicos juegan un rol importante y pueden
favorecer actos violentos..

Los crímenes sin motivo están en general atribuidos a criminales que


matan por perversión o por ausencia total de control emocional.

Hay otros tipos de crímenes que están ligados a la estructura psíquica


del autor, como los cometidos por enfermos mentales.

Todos sabemos que el enfermo mental escapa a la ley penal porque no


son reconocidos como responsables, ahora bien el problema de la peligrosidad
en este tipo de enfermos no reposa exclusivamente en los diagnósticos
psiquiátricos, es decir una investigación criminológica deberá evaluar las
circunstancias del crimen, el vínculo con la víctima y su estado psíquico al
momento de los hechos. Esta investigación deberá ponderar los riesgos de
reincidencia.

Hace muchos años se encontraban en los epilépticos conductas


violentas, seguidas de una indiferencia afectiva, amnesia del acto y víctimas
elegidas al azar. El esquizofrénico tiene el mismo tipo de comportamiento
brutal, sin preaviso, pero las víctimas generalmente pertenecen a su entorno,
muchas veces los padres.

Los esquizofrénicos generalmente matan a su madre, generalmente


tienen con ella una relación ambivalente de odio y amor, estos crímenes a
veces representan la última lucha contra una angustia destructiva.

Estos enfermos muchas veces llevan una vida muy normal, ya que es
una enfermedad que evoluciona por períodos. Los acontecimientos estresantes
de la vida multiplican por dos los riesgos de peligrosidad, y el acto criminal
puede sobrevenir sin aviso después de un divorcio, duelo o un cambio de casa.

Los melancólico, son antes que nada suicidas que matan por ej, al
resto de su familia por altruismo, tal el caso de un padre divorciado que
durante una visita a sus hijos los mata después de haberlo meditado y
reflexionado con el fin de que no sufran lo que él sufre.

Los paranoicos, son orgullosos, incomprendidos, obsequiosos,


autoritarios, celosos, intolerantes, rencorosos, a la vez que peligrosos, tienen la
sensación de ser espiados, agredidos , engañados, humillados, etc.
El paranoico controla toda relación con el mundo, es el pasaje al acto
lo que confirma su peligrosidad, la preparación del acto es reflexiva y sin
remordimientos, la muerte es la única salida posible a su angustia.

El psicópata se dice que constituyen la mayor parte de la población


carcelaria en el mundo. Desde la infancia manifiestan desórdenes de
comportamiento, a veces presentan inestabilidad psicomotriz, cólera, fracasos
escolares, , ingreso precoz a la delincuencia, comportamientos agresivos y
violentos. Son en general personalidades inestables egoístas y antisociales.

Son incapaces de guardar un empleo, una mujer y siempre


insatisfechos después de un momento de entusiasmo. No se proyectan nunca
al futuro. Son intolerantes al estrés, a la frustración y a los cambios, se
vuelven agresivos a la mínima contrariedad y tienen deseos de muerte de ellos
mismos y de los otros.

Algunos presentan una perversión sexual y están siempre dispuestos a


la agresión a mano armada.

Con estas reflexiones terminamos la bolilla catorce, y los temas


sueltos pueden ser deducidos fácilmente por los alumnos. En cuanto a la
bolilla trece hay que recordar los conceptos fundamentales desarrollados en
clase, por ej:

l. Recordar la evolución de la criminología desde el punto de vista de


los derechos humanos recordar que en sus comienzos se pensaba que el
individuo está en evolución ascendente desde su partida del reino animal y que
los defectos y actos criminales eran trazos de animalidad. La búsqueda de
signos de degeneración en el hombre criminal debía conducirnos a describir el
criminal nato.

Para Lombroso, a la comprensión biológico-psicológico-antropológico


de un comportamiento criminal, debe responder una acción judicial y penal
establecida sobre las mismas bases. La pena se adapta a la persona y no al
acto.

Estas son las premisas de la individualización de la pena. “Los delitos


del mismo género, estarán castigados por el mismo género de pena.
Luego hubo una especie de determinismo social en los
comportamientos de ciertos criminales, lo que creó la necesidad de actuar
sobre las condiciones sociales de su vida para volverlos no reincidentes. La
defensa social es la legitimidad de la acción judicial, que debe estar
acompañada de tratamiento social, con medidas de prevención antes del
crimen y reeducación criminal después de su acto. (Ver Enrique Ferri, obras).

Para otros estudiosos el hombre debía ser considerado en la totalidad


de su existencia “El fenómeno crimen, tomado en un sentido natural y humano
no ha sido creado por las leyes, preexistía a las leyes que han tomado de él, su
razón de ser Esta concepción era claramente antropológica y partiendo de la
personalidad del criminal debía orientar y dirigir la política criminal de un
Estado y dar las bases de elaboración de todas las leyes penales. Daba a los
jueces los medios , no solamente de castigar sino también de prevenir el
crimen. Es decir los medios de prevención, de castigo del criminal y de
asegurar la defensa social, y además en el plano ético y moral de permitir al
individuo ir hacia el bien”.

Luego vino toda una tendencia de la pena proporcional al delito, la


venganza contra el autor del crimen, esto era la búsqueda de una modalidad de
sanciones de eficacia óptima. Es decir aquella idea de que al mismo crimen
misma sanción, tomada en cuenta el hecho criminal y luego la persona del
criminal.

Más tarde hubo una concepción (recordar a Bentham inventor del


panoptismo), que era partidaria de hacer intervenir a la psicopatología del
criminal en la ejecución de la pena y en la elección de aquella. A la noción de
sanción- castigo, se oponía el objetivo de resocialización y redención moral y
psíquica del criminal.

Otras ideas estuvieron de acuerdo en poner de relieve los aspectos


económicos y socioeconómicos subyacentes en el fenómeno criminal. El
criminal es un agente económico y un reflejo del hecho político. El acto
criminal es un efecto de la distorsión de un orden social caracterizado por la
lucha de clases.

Una noción moderna de la relación criminología e individuo, describe


el feed back existentes entre la Institución judicial y el criminal. El crimen es
un hecho social, es un indicador del orden social.
Digamos que hubo toda una noción que consideraba al crimen como
una instancia crítica, El fenómeno criminal no está solamente constituido por
las infracciones penales, contravenciones, delitos y crímenes, sino por el
conjunto de comportamiento criminales, que se expresan como un rechazo a
las normas.

:Recomendaciones:

En la actualidad hay toda una gama de estudiosos que se ocupan del


individuo y de sus derechos procurándolos resguardar a ultranza, ( analizar la
concepción vigente en nuestra Ley fundamental), recordar la noción de
derechos humanos contenida en la parte Dogmática de la Constitución y la
teoría de la supremacía constitucional.

En cuanto a nuevos derechos y garantías ver la Constitución


Reformada en 1994 y la incorporación de aquellos Tratados y Convenciones
vinculados a la protección de los derechos humanos.

En síntesis, ir recordando la evolución de la criminología en relación a


las viejas tendencias y las nuevas teorías como marco de resguardo de los
derechos fundamentales del individuo.

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