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LOS 2,520 AÑOS: ¿HECHO O FICCIÓN?

Algunos adventistas hoy en día están incluyendo la profecía de los 2,520 años como parte de
su sistema de creencias, dicha profecía está basada en los cálculos de Guillermo Miller, los
cuales están plasmados en el diagrama de 1843.
Miller suponía que los “siete tiempos” (expresión en inglés que aparece en la versión KJV)
mencionados en Levíticos 26:18,21,23,24,28 equivalían a 2,520 años (7*360) de castigo para
el pueblo de Israel, los cuales según su entendimiento empezaban en el año 677 AC. cuando
Babilonia llevó prisionero al rey Manasés y terminaban justamente en 1844.
En relación a esta interpretación que ha resurgido en el así autodenominado “adventismo
histórico” quisiera mencionar los siguientes puntos que ponen al descubierto la debilidad de
esta teoría:
(1) La expresión tiempos en la versión KJV no aparece en el original, una traducción más
apegada al original sería “siete veces” (expresión que aparece en muchas versiones en
español) esto indica que el pronombre numeral “siete” no tiene ninguna relación con una
período de tiempo y por lo tanto resulta imposible aplicar el principio de día por año.
(2) Jaime White y Urías Smith, dos de los grandes exponentes de temas proféticos en la
historia temprana de nuestra iglesia, descartaron los 2,520 años. Jaime White declaró que "no
hay ningún período profético en Levíticos 26; y aquellos que imaginan que tales cosas existen
y se rompen la cabeza ajustando las fechas están dando golpes al aire." (Review and Herald,
26 de Enero de 1864). Por su parte Urías Smith escribió: “Casi todos los esquemas del "Plan
de las Edades", "La Edad a Venir", etc., hacen uso de un supuesto período profético llamado
“los siete tiempos”; haciendo así un intento de encontrar un notable cumplimiento por los
acontecimientos de la historia judía y gentil. Todos estos especuladores podrían evitarse sus
preocupaciones; porque no hay tal período profético en la Biblia.” (Daniel y Apocalipsis, Pág.
784).
(3) No existe ninguna referencia en los escritos de Elena de White a los 2,520 años.
(4) A diferencia con la profecía de los 2,300 años, los 2,520 años no tiene bíblicamente un
evento definido para su inicio y finalización. Por lo tanto podemos concluir que las fechas
sugeridas responden a cálculos filosóficos y no proféticos.
(5) Elena de White escribió que la profecía de los 2,300 años es el “gran período profético” (El
Conflicto de los Siglos, Pág. 326), “el período profético más largo y último de que habla la
Biblia” (EL Conflicto de los Siglos, Pág. 350) y “este periodo profético, el más largo de la
Biblia” (El Conflicto de los Siglos, Pág. 327). Si ella respaldará los 2,520 años jamás hubiese
realizado tal declaración, ya que en cantidad de años los 2,520 años sería la profecía más
larga en las Escrituras.
(6) Basados en Primeros Escritos, Pág. 74 los defensores de los 2,520 años aluden que el
contenido del diagrama de 1843 fue inspirado en su totalidad por lo tanto “no debe ser
alterado” ya “que las cifras eran como él [Dios] las quería”. Si es así ¿Por qué razón Elena de
White no dijo nada en relación a los diagramas 1850 y 1863, los cuales no contenían la
profecía de los 2,520 años? Al examinar el contexto inmediato de la cita mencionada
anteriormente cualquier lector notará que las cifras que no deberían ser alteradas son las que
corresponden a la profecía de los 2300 años, lo cual se cumplió al pie de la letra por el
movimiento adventista en las futuras ediciones del diagrama profético.
¡Qué Dios nos guíe a toda verdad y nos mantenga firmes en el mensaje adventista!
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me
ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido
una vez dada a los santos.” (Judas 1:3).
Autor: Oscar Pacheco

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