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Memoria histórica de los sucesos m >
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MEMORIA
HISTÓRICA
DE LOS SUCESOS MAS NOTABLES
DE LM
CONQUISTA PARTICULAR
EDICIÓN facsímile
1966
http://www.archlve.org/detalls/memorlahlstrlcOOfrej
Fray
Francisco
Frejes
CONQUISTA PARTICULAR
DE JALISCO
EDICIÓN facsímile
EJEMPLAR No. ^y
\AJ^^/ \'
MEMORIA
HISTÓRICA
DE LOS SUCESOS MAS NOTABLES
X>E LA
CONQUISTA PARTICULAR
ID3B JTA^íITS©©
POR LOS ESP^XVLESy
INTRODUCCIOm
%J na de mas dignas
las propierlados
del hombre es poder alcanzar los co-
nocimientos mas esactos de cuantos en-
cierra la naturaleza.
El racional que no procura, per-
feccionar Ins luces del entendimiento,
solo merece poseer los bienes de la
tierra, como las Bestias. El mundo
y la naturaleza es el mismo en todas
partes para éstos infelices; y solo pien-
san en su conservación.
No asi el que hace el uso que de-
be de sus potencias, y del poder; que
con ellas tiene para tocar cuanto es
objeto de su entendimiento. Estos
principios en todos sentidos verdade-
ros forman al sabio entre lus hombres,
y lo distinjíue de los demás. Este,
tanto mas «o perfeccionará en sus co*
nocimientos, cuanto sea mayor el es-
tímulo 4iíe. tenga para adquirirlos.
No se puede negar que entre los
Amerieanos ba habido grandes sabios;
pero mas lo hubieran sido, si sus fa-
tigas hubieran sido ayudadas del in-
terés, y estimuladas por la pasión de
gloria. Nada de esto, por desgracia,
poseyeron en tres siglos y aun debie^
ran pertenecer todos á la primera da*
se de hombres que solo piensan en su
conservación, si al mismo tiempo que
se resignaban á prescindir de unos de-
rechos comunes á todos los hombres,
no se hubieran dedicado á las ciencias
especulativas^ en que entretenían la
gran capacidad de su entendimiento.
Si esto es una verdad con res-
pecto á las ciencias en general, lo fué
con la mayor escrupulosidad con res-
pecto á la historia. Susceptibles los
Americanos de la mas alta política^
fueron privados de unos bienes que
hubi«ratt adelantado los dias de glo-
ria que disfrutan^ si no se hubiera tra-
bajado coa tanto empeño en obsíxuir-;:
1
3.
fes los conductos de esta ciencia prnc*'
tica, que ónteaíBente puede hacer la
'
'
conquista.
.,t^A »frJ.gg-§4«--*'^^.
la relarion de los
h'stnrica
memorables sucesos ne conquis- la
días y españolas.
La generalidad del caráctet
mejicano, carácter dócil y afabJe^
se debe al de los indios. Es in-»
dudable que los maS- de los cou«
quistadores, y los innumerables co-
lonos que de todas naciones les
succedieron, se casaron con indias:
no solamente los reconocidos pop
señores de la tierra, sino atjín coa
los demás que luego que los co^
nocieron se decidieron para ellos
y aún ayudaron en gran parte á
la conquista y destrucción de sug
semejantes. .
derechos de su patria.
/ En
cuanto á la religión y po-
lítica de los indígenas antes de la
concjuista, se dijo ron la declara-
ción del indio Pantecal, que !o3
rimeros en lo general guardabart
t ley natural; hasta que escan*
a
tí.ilizodus con ía idolatría de los
Aztec«^?, corni'nzaroo á adorarlos
y les formaron templos. Uno de
éstos, llamrído Cue por íos indios,
hiibia en Jalisco» y lo vieron lo»
Jjrniitijros conrjuistHdpres que entra-
fon con d. Francisco Cortéz. aím
viviendo su reina viuda, y última
que gobernó. Tenia este templa
cuatro pirárniJes en cada esquina
de cuatro, que tenia, y en su hue-
feo respectivo Qn altar en donde o-
fVecran sacrificios é inciensos qtié
éalranr por ta Capúla que sobrésa-*
h'd-ú lonf techos ^l Templa - Cor^ -
34.
cidió su suerte con la conquisCa
,
*mQ^
«®»*«'-
mítrofes.
^ Luego tomó Oíiate su canií-
70.
no pnra Etzntlán, sin haber hnbiclo
cosii not \ble en el paso del rio y
pueblos del tr ai^ito. Kn Et/^atlán
encontró a Ñuño de Guzman que se
preparaba para en!rnr en J disco,
se<run el plan acordado Habia de-
jado de conquistador á Juan de
K^careña á la retaguardia del e-
j^rcito, y mientras estubo Nufio en
Étzatlán, fundó, con algunos es-
panoles é indios dispersos, el pue-
blo díí Yaiiualulco.
Estas divisiones que hacia de
su ejército entre al^^unos fines que
se proponia Guzman, uno era des-
hacerse un poco de la multitud de
indios ausiliares que de todas par-
tes se le reunieron. Estos que eraa
la plebe de los indígenas, por su
ociosidad y vicios, estaban mas dis-
puestos que los dfíinas á la trai-
ción y vicios consiguientes á eus
principios. De aqui es que en al-
gunos puiíblus de los indígenas,
.'
•
Sale Gxizman descubriendo las
eostas de Jalisco, y sucesos de
esta esp edición.
.71
y muy poco de 'alhají-^S' 'de -y^ro y
plata, '
,
podía c'oosidí.íríir la! -ia deserción
y ro'K-^rte de tantos espanoieá que
le í-áharon
"Este defecto, inmeñlntamenié
trtúñ de ríniíediario, fiinnílaiido á •
puerto de tropa.
Con estos socorros volvió en
sí el conquistador del abntimien-
to á que lo redujeron tantos ma-
líes. Y como el temperamento y
las aguas enfermaban su gen-
le
te trató de salir á otro punto ea
donde pudiese disponer lo mas con-?
7í).
Se le dá de N. Galicin a
título
todo lo conquistado por Guzman,
y de la residencia de éste le vie^
ne su última ruina.
Mé-
jico Desempeñaba este cargo cuan-
do salid á ia conquista de JaüscOg
en donde sus rivales, como era de
costumbre entre los conquistadores,
le fraguaron su ruina. Era de me™
diana estatura, muy eiocuente pa*
ra hablar, y sobre todo, un gran ju-
risconsulto. Nada le valieron es-
tas prendas para defenderse cuan-
do trato Dios de humillar su so-'
berbia. Dejeoiosle en su destino e-
temo, y sigamos con los progre-
sos de la conquista.
rí^ i
Sí mor r con vuestros coiíi p a ü e-*
i :
«
' Solicitó íbarra la presencia de
D. Diego, quien no tubo.embaru-
zo de salir luego. Le dijo e! ge-
fe espafioí: lepara qué hacéis se-
ñor esta reunión? los espaHolee
no os han hecho agravio ningu-
i^o.
y yo os aseguro del perdón
^i idesistis de vuestras intenciones-
Mas el genera!, lleno de entusias-
mo respondió: vosotros los espa-
ñoles sois unos barbudos, bellacos
y calabazos; y también lo es D.
Francisco que me ha llamado á
tu presencia. Idos presto, porque
haremos que la tierra os trague:
y después dio un alarido,que cor-
respondido por los demás, se oyó
por todo el valle. Amigos, dij(^
á las armas; mueran estos espa-
ñoles: defendamos nuestra tierra
y venguemos nuestros agravios.
109.
Dispararon infinitas ñeclia?, y aeo-
nielieron de tal sutite á los espa-
ñoles, que éstos aterrados é incon-
sultos bajaron precipií idamente el
cerro y corriendo libertaron la vi-
da. No siguieron mas los va-
los
iieníes pori|U€ la viobnicia de la
carrera de los Caballos breve loe
desapareció.
paces de deseinpermrlos.
FA arlo da 1514 se erigió el
.
Galicia.
fií^»-
10
4íj[(ief tiempo, y dútó áe mi^Ú f
jSrrincípal parroquia, hasta que fet
dó á N, Galicia; y son la de la |
edificios particulares:
I
ordenado de menores, que fué el
ehcargado por el cabildo, y dice
la historia, que en la misom no*
che llego á Guadalajara, lo que
no pudo suceder naturalmente, pues
hay mas <le setenta leguas de dis-^
tancia. de ijna á otra ciudad.
El ano de 1646, vino de Es-
i
pana para obispo de Guadalajara,
i el Sr. D Pedro Kuiz Colmenero*
hatarnl de Budea: siigcto digno de^
la memoria de los buenos anieri-^
canos.
En quince meses visitó todo
su obispado, que aun tenia sus lí-
mites en la raya de la Luiriana,
Anduvo dos mil doscientas ochen-
ta leguas solamente en muía, y aun
á pie grandes distancias,, padecien-
do innümerabtes trabajos, confirmó
mas de cuarenta mil personas. Y
sobre todo., fué el segundo Las Co-
sas de rste reyno; porque amaba
en gran manera á ios indígenas; j
tanto, que no viéndose jamas inmu-
tado parqué era de rara paciencia
y mansedumbre, solo se le veía
incmiiodo respirando zelo cuando
sabía se hacia alguna injuria ó ve-
jacioíi á ios indios. Decia: que era
tanto el píacer que recíbia en de-
fender á un indio, que daba por
bien empleado cuanto había pade^
I, por ver couísoludo ú u;- i-o»
irecito de estos Sopo que en la
sierra del Nayarit hnbia cuatro in^
muy viejos; que no
y tanto,
Eios
odrian salir al catequismo de la
eligion que pedian Se enardeció
tanto en el amor de sus almas et
venerable pastor, que trató por sf
mismo de catequisarlos y bauti^
zarlos.
Para llegar á ía ranchería de
los indios, fué necesario descol-
garlo con sogas en Varias parteen
de la Sierra, y todo lo dxó pot
bien empleado, y consiguió lo que
deseaba.
El mismo zelo manifestó eü
otras partes, y con sentimiento dé
todos murió á los 16 anos de sui
Pontificado.
También será eterna la tne^
moría en Jalisco del venerable S
V. Pr. Antonia Alcalde. Ya en la
ttistoria se deja \et sobre t<>do su es-
l^írítuí da benefícencio; s^U desf/téti^
20S,
dnTiiento de cu int> le to^^hi mm
do ]o^ Religiosos de su Orden de
Predicadores por beneficiar al co-
niun que por 26 anos tuvo en él
nñ verdadero Padre, Bn lo parti*
ealaf fue sobresaliente en sú po^
breza, su hutniñidad y caridad con
los pobres
De entre los Conquistadores?
debe ser recomendable la memo-*
íia de D Antonio Azelga que vig-
ilo algunos anos después que en-'
irá la primera espedicion española.
Vino de Alcalde mayor de Tus*-
cacuesco, y amaba tanto á los in*
dios y á la Religión, que iguaU
imente que los misioneros se ocu^
Í)aba personalmente en catequizar-
os y consolarlos. De Tuxcacues-
co, lo hizo el rey, gobernador de N.
Viscaya, en donde se ocupo en
los mismos Pero resucito
oficios.
á hacerlo por ministerio y profe-
^ioü,tomó til habito de religioso
209.
eu este convento ríe S. Francis-
co (Je Guadalnjara. profesó, se or-
denó, y ejercitando con. mas fer-
vor y zelo, le dio el rey la mi-
tra de Venezuela en donde mú-
rice santamente con dolor de sus
diocesanos.
Por último, no podra olvidar-
80 Jalisco, sin ingratitud, de loy
primeros apóstoles <]ue civd y ro-
íigiosaniente cooperaron ac^tivarnen-
te á sus progresos. El Padre F.
Antonio Zcgüvia fundó la custo-
dia de 1q?ímisioneros, que repar-
íidos en 1(52 casas tuvo en el rey no
de N (Taliciu la j)rovincia del san-
to evangelio de Méjico. Esta cus-
todia en un mismo dia se dividió
en las dos provincias de Jalisco
y de Miehoacán. habiendo hecho
!3U capítulo en este convento de
Guadaiajara, y para el efecto dos
provinciales, dos custodios y ocho
11
210.
ilcfinidores. De primeros mi-
los
8Íoncro9» murieron á ma^
algunois
nos de los indios, porque todavía
enfurecidos de los agravios quo
Tecihian de los conquistadores, no
pudiendo vengarf?e de otro modo,
y hiendo auu catecúmenos ó neo»
utos, descargaron su furor en al»
gunos de sus ministros, que con
la confianza que inspira el minis»
tcrio, so quedaban solos entre ellos»
Con In mayor resignación y pa-
ciencia ejemplar sufrieron la muer-
te los religiosos siguientes.
El Podre P. Juan Calera, mu*
rió á manos de los indios en i^l
camino entre Améca y Etzatlin
el IH de Junio de 1541 y se en»
térro en Amcca. El Padre F, An-
tonio Cuellor murió lo mismo en
Etzatlán en 12 de Agosto de 1541.
Los Padres Ayala, y F. Práfi*
cisco Gil, murieron de 1á mitf*
rna manera ea Huaínamoia en
21
4 de Agosto de 1584. Todos fut*
ton früiicíscanos.
Puede haber cosas tnns no*
tablef cu la hisioria de la con-
<|uisia de Jatisf^o y fundación de
Guaddiiijara, pero no las tengo
j
présenles y puedcii reservarse pa-
rtt la liistoria general.
J
I Yá es tieiiipo que el gobierno
e^tableetera y dotara el empleo do
I
'
cronista general del Estado que
reutii^^ltdo cuantos testimonios so
|iüeda^ formara la hi.storia dicha,
divídMmdola en las tres épocas do
fi4ie«;ifa ecsistencía política. Del
iiem|io concjuista y fundación
4fe la
I rie la:i villas, pueblos y ciudades:
'
FIN DB LA HISTORIA.
índice
9S Í*A» MATERIAS QUE «E COWTISNKN E!f EfTA
KISTORSA.
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