Tiene la tarea de promover en los alumnos saberes básicos para desarrollar alumnos competentes para que se puedan desenvolver en su vida cotidiana y ser capaces de resolver problemas de forma analítica y critica. Según Emilio F. nos indica que los saberes que la escuela debe dar a los alumnos son los siguientes:
Dar nociones acerca de los fenómenos naturales, con énfasis en aquellos
relacionados con la preservación con la salud, que es algo que en verdad servirá como medio de "supervivencia”. Pensar, decidir y luego actuar” son palabras que los alumnos deberían conocer, y no saber hablar con estilo y arte. Formar al niño de habilidades para la resolución de problemas; y por otro lado en la práctica diaria y vivencial de valore
2. ¿En qué puedo contribuir a la formación de adolescentes?
Al estar en constantes cambios tanto físicos como emocionales los adolescentes buscan apoyo de un líder positivo y alguien quien entienda de sus cambios. Cuando nosotros sabemos funcionar como guías para ellos podemos ayudar a contribuir en su formación académica y emocional para que ayude al alumno en su mejora de aprendizaje significativo y se cumplan los saberes a los que se refiere Emilio F en su lectura saberes sociales y saberes escolares.
3. Principales desafíos de la educación secundaria.
Según la autora Rosa María Torres nos plantea los retos de tener un modelo pedagógico obsoleto. En la escuela se acumulan los conocimientos que deben saber los alumnos, pero no siempre son los que más se necesitan. Nos recomienda tener en cuenta los siguientes conceptos para ir mejorando poco a poco la cuestión pedagógica: relevancia, pertinencia, permanencia y flexibilidad. Algunos de las principales causas por las que se presentan estos problemas son: la falta de vinculación con la realidad, planes y programas de estudio sobrecargados y contenidos desactualizados. A demás de presentarnos ante una era en donde la tecnología educa y los padres trabajan, la motivación de los alumnos disminuye y las situaciones de riesgo se encuentran todo el tiempo. Andrea García Huerta