You are on page 1of 17

Universitas Médica

ISSN: 0041-9095
revistascientificasjaveriana@gmail.com
Pontificia Universidad Javeriana
Colombia

BETANCOURT M., LILIANA; RODRÍGUEZ GUARÍN, MARITZA; GEMPELER RUEDA, JUANITA


Interacción madre-hijo, patrones de apego y su papel en los trastornos del comportamiento alimentario
Universitas Médica, vol. 48, núm. 3, 2007, pp. 261-276
Pontificia Universidad Javeriana
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=231018668007

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
261

REVISIÓN DE TEMA

Interacción madre-hijo, patrones de apego y


su papel en los trastornos del
comportamiento alimentario
LILIANA BETANCOURT M.1
MARITZA RODRÍGUEZ GUARÍN2
JUANITA GEMPELER RUEDA3

Resumen
Objetivos. Realizar una revisión de las teorías sobre el desarrollo y la interacción madre-
hijo propuestas por John Bowlby, Donald Winnicott y Margaret Mahler, y analizar las
características de dicha interacción que pueden contribuir a la aparición de síntomas
alimentarios.

Método. Revisión de tres teorías del desarrollo normal y búsqueda de la literatura dispo-
nible acerca de factores de riesgo materno en el comportamiento alimentario temprano de
los hijos.

Resultados. El patrón de apego que caracteriza el vínculo madre-hijo puede incidir en la


aparición ulterior de psicopatología o puede ser un factor de protección frente a la aparición
de un trastorno del comportamiento alimentario en su descendencia. Los estudios analiza-
dos reportan patrones de comportamiento anormales de las madres con hijos con este
trastorno. Se expresan por la actitud frente al embarazo, la lactancia materna y la comida;
los horarios de las comidas, la percepción que tienen las madres de sí mismas, de su peso
y su figura; su forma de expresar sentimientos negativos a las hijas a la hora de alimentarse,
y los ideales de delgadez de las madres puestos en sus hijas. Estos son factores de riesgo
que pueden favorecer la aparición de un trastorno del comportamiento alimentario. Ade-

1 Médica psiquiatra, Fellowship en psiquiatría infantil y de la adolescencia, Facultad de Medicina, Depar-


tamento de Psiquiatría y Salud Mental, Pontificia Universidad Javeriana, Psiquiatra Consulta Externa
Clínica La Inmaculada Bogotá, D. C., Colombia.
2 Médica psiquiatra, MSc en epidemiología clínica; profesora asociada, Facultad de Medicina, Departa-
mento de Psiquiatría y Salud Mental, Pontificia Universidad Javeriana; directora científica, Programa
EQUILIBRIO para el tratamiento de los trastornos del comportamiento alimentario y trastornos relacio-
nados, Bogotá, D. C., Colombia.
3 Psicóloga clínica, diplomado en terapia cognoscitivo-comportamental; profesora Facultad de Medicina,
Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, Pontificia Universidad Javeriana; directora científica,
Programa EQUILIBRIO para el tratamiento de los trastornos del comportamiento alimentario y trastor-
nos relacionados, Bogotá, D. C., Colombia.

Recibido: abril 23/2007. Revisado: mayo 22/2007. Aceptado: junio 25/2007.

UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 3


262

más, se reportan características familiares como dinner time, the ideals of slimness of the mothers
desorganización, pobre manejo de conflictos, críti- placed upon their daughters, as risk factors that
cas, unión escasa, rigidez, sobreprotección, res- may favor the start of a eating disorders. Also there
tricción de la autonomía y amalgamamiento, que are family characteristics reported like
son consideradas como posibles factores de riesgo disorganization, poor management of conflicts,
en este tipo de patologías. criticism, scarce unions, rigidness, overprotection,
restricted autonomy, and an amalgam that are
Conclusiones. El origen y significado de los sín- considered possible of risk in this type of pathology.
tomas alimentarios puede enriquecerse a la luz del
análisis de las teorías del desarrollo infantil tem- Conclusions: The origin and the significance of
prano resaltando, por una parte, la relevancia de the feeding symptoms may be enriched in the light
incluir en el tratamiento de estos pacientes a sus of analyzes of the theories of the early infantile
madres y familiares, y por otra, el papel de la pre- development underscored in one part by the
vención que se puede hacer en mujeres con histo- revilement included in the treatment of these patients
ria de trastorno del comportamiento alimentario the mothers and/ or their families and in the other
frente a sus embarazos. part, the role that prevention can do in woman with
a history of eating disorders before their pregnancy.
Palabras clave
Key words
Apego, relación madre-hijo, trastornos del com-
portamiento alimentario, trastornos alimentarios de Attachment, relation, mother-child, feeding
la infancia. behavior disorders, feeding disorders of infants.

Abstract
A revision of the theories on the development and Introducción
mother-child interaction proposed by John Bowlby,
Donald Winnicott and Margaret Mahler is
La naturaleza de los cuidados propor-
presented, and the characteristics of the mother-
child interaction that may contribute to the beginning cionados por las madres a sus hijos du-
of feeding disorders are analyzed. rante su crecimiento es de fundamental
significado en el futuro de su salud
Method: Revision of three theories of normal
mental. Las dificultades que surjan
development and the search of the available
literature pertaining to the factors of material risk tempranamente en el vínculo mater-
in the early feeding behavior of the children. no-filial pueden contribuir a generar
serias alteraciones en el desarrollo.
Results: The pattern of fondness that is
characteristic of the mother-child bondage may fall
Una de estas dificultades puede surgir
into the start of ulterior psychopathology or it may durante el ejercicio materno de cuida-
be a factor of protection before the start of a eating dos tempranos del niño, entre los cua-
disorder in her children. The analyzed studies report les la función de alimentar y nutrir es
abnormal behavioral patterns in mothers with
children with eating disorders that are expressed crucial. Una madre ansiosa frente a sus
from the attitude before pregnancy, nursing, the propios hábitos alimentarios, con sín-
attitudes in front of food, feeding times, the tomas anoréxicos o bulímicos (activos
perception mother have of themselves, of their
weight and figure, the way that mothers have of
o no durante el período del embarazo
expressing negative sentiments to their children at y los primeros años de crianza) e in-

BETANCOURT L., RODRÍGUEZ M., GEMPELER J., INTERACCIÓN MADRE-HIJO


263

satisfecha con su corporalidad, puede disorders, child, parent, bulimia, ano-


interferir seriamente la alimentación de rexia, genetic predisposition, risk
sus hijos, generando alteraciones en factors, female, offspring y maternal
la interacción madre-hijo que, en pre- behavior.
sencia de otros factores de vulnerabi-
lidad, podrán contribuir a la aparición Se encontraron 12 citas bibliográ-
de alteraciones de la alimentación en ficas entre las cuales se seleccionaron
el niño o, ulteriormente, de un trastor- los nueve artículos pertinentes que se
no del comportamiento alimentario en discuten.
la adolescencia.

Tres importantes autores, Bowlby, La relación madre-hijo según


Winnicott y Mahler, han estudiado en John Bolwby
profundidad las características del
vínculo normal y sus alteraciones y Bowlby considera esencial para la sa-
repercusiones en el desarrollo psi- lud mental del recién nacido y del niño
coafectivo. En el presente artículo se de corta edad, el calor, la intimidad y
exponen sus principales planteamien- la relación constante con la madre, en
tos, aproximándose a las implicaciones la que ambos se encuentren en satis-
que pueden tener dichas alteraciones facción y goce[1].
en los patrones anormales de alimen-
tación durante la infancia. Además, se La relación del niño con su madre
revisan los posibles factores de ries- es el nexo más importante que tiene
go maternos que pueden interferir en lugar durante la primera infancia. Es
la relación temprana madre-hijo, la la madre quien lo alimenta y lo asea,
alimentación del niño y su papel en la que le abriga y le presta las atencio-
la aparición de los trastornos nes que constituyen la respuesta fren-
alimentarios. te a sus primeras necesidades de
bienestar.

Método El padre aporta la determinación de


la estabilidad emotiva de la madre y
Se revisaron las teorías del desarrollo la ayuda a mantenerse en el estado de
normal de los tres autores menciona- euforia que constituye el mejor clima
dos y, posteriormente, se hizo una bús- moral para el desarrollo del niño.
queda de la literatura disponible en
PubMed, usando los términos MeSH: Para Bowlby, la ausencia de esa
attachment, mother-child relationship, relación materno-filial se llama pri-
eating disorders, pediatric feeding vación materna, término muy am-

UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 3


264

plio que comprende varias situacio- 1. Existe un comportamiento instin-


nes. Se considera que un niño sufre tivo que evoluciona durante el ci-
esta privación cuando vive en el clo vital y no se hereda, destinado
mismo hogar de su madre y ésta es a la conservación del individuo. Lo
incapaz de proporcionarle el cuida- que se hereda es el código genético
do amoroso que necesita o cuando que permite desarrollar sistemas de
por cualquier motivo se separa de comportamiento o estrategias.
su madre, como sucede en algunos
casos de adopción si la madre sus- 2. El concepto de vinculación que
tituta es inadecuada. consiste en la capacidad de la ma-
dre para reconocer la existencia de
Los efectos contraproducentes de necesidades primarias de su bebé
y que ocurre en la interacción ma-
esta privación varían en intensidad y
conducen a la movilización de emo- dre-hijo. El vínculo cumple una
ciones e impulsos en la organización doble función: una función de pro-
tección, que es la seguridad pro-
mental del menor inmaduro fisiológi-
ca y psicológicamente. La perturba- porcionada por el adulto capaz de
ción en la organización psíquica defender al niño, y una función de
socialización positiva que le per-
resultante de esos estados genera una
variedad de reacciones frecuentemente mite al niño tener la certeza de re-
repetidas y acumuladas, que se tradu- emprender el contacto con su
madre si lo desea y en el momento
cen en la aparición de síntomas
neuróticos y de inestabilidad. que lo desee, y llegar a ser capaz
de explorar su entorno.
Además, Bowlby señala la existen- 3. Debe establecerse una auténtica
cia de otros problemas que pueden concordancia entre las demandas
surgir: a) la actitud inconsciente de reales del niño y la capacidad de
rechazo oculta bajo la apariencia de la madre para responder a esas de-
otra de afecto, b) la excesiva exigen- mandas. De este modo, se va
cia de cariño y de confianza requeri- incrementando la seguridad con la
dos por el padre o la madre y c) la edad, aunque, ante una amenaza
satisfacción inconsciente y sustitutiva de pérdida se crea la angustia y
obtenida por uno de los padres como ante una pérdida real aparece la
consecuencia de la conducta del niño, aflicción e, incluso, la depresión.
a pesar de condenarla abierta y cons-
cientemente. En resumen, las nocio- Para Bolwby, esta angustia vincu-
nes centrales expuestas por Bolwby lada al miedo a la pérdida forma parte
son tres. del desarrollo normal y sano de cada

BETANCOURT L., RODRÍGUEZ M., GEMPELER J., INTERACCIÓN MADRE-HIJO


265

individuo. Sin embargo, el autor se- niño si se le unen los cuidados mater-
ñala situaciones en las que se presen- nales. Los cuidados maternales permi-
ta lo que él llama “vinculación ten prevenir las distorsiones precoces.
angustiante”. Es el caso de una madre El yo de la madre suple al yo del niño
presente físicamente pero insensible a que todavía no está constituido, ofre-
las necesidades de su hijo; una madre ciéndole un ambiente favorable para
ausente, a veces de manera temporal, su desarrollo. Al comienzo, son nece-
con duración soportable acorde con la sarios unos cuidados maternales sufi-
edad, y a veces definitiva como ocu- cientemente buenos, que despierten en
rre en el duelo o en las situaciones en el bebé el placer de vivir, que suscite
las que la madre amenaza con el re- el placer de las sensaciones y el
chazo, el abandono y la deserción de autoerotismo, pues la tendencia inna-
la familia. ta al placer es variable de un ser a otro
y, sin la madre, la tendencia al placer
El resultado de este tipo de vincu- no puede tomarle la delantera a otras
laciones angustiantes es un niño que tendencias.
construye un modelo de vínculo inac-
cesible, inseguro, en el que crece la De la identificación de la madre
angustia y la cólera. Cuando esto es con el lactante surge la preocupación
muy acentuado puede “hipotecar” el maternal primaria como un sentimien-
establecimiento de su autonomía y sus to continuo de existir suficiente, sin
capacidades de adaptación social. que se haya interrumpido por reaccio-
nes a intromisiones exteriores.
Cualquier falla en este diálogo pre-
coz de las primeras relaciones tiene un La madre también cumple un pa-
impacto decisivo en el desarrollo de pel de espejo para el niño. Se trata de
la personalidad e implica alteraciones la función de soporte que el yo de la
psicopatológicas importantes como las madre aporta al yo del niño. Para mu-
que describiremos más adelante[2]. chas madres no es fácil desempeñar
este papel; entonces, la madre refleja
su propio estado de ánimo y la rigi-
Winnicott y el concepto de la dez de sus propias defensas, e inclu-
madre “apenas buena” so, no responde a lo que el bebé le
está dando. Por lo tanto, se atrofia la
Winnicott definió las características propia capacidad creativa del niño,
de la salud mental con un nombre cla- que no tiene ningún reflejo de sí mis-
ve: dependencia[3]. En este sentido, mo, haciendo imposible el comienzo
el autor estima que el potencial innato de un intercambio con el mundo ex-
de un niño sólo puede convertirse en terior.

UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 3


266

Winnicott señala que, paralela- La fase autista, cuya duración se-


mente a los procesos de integración, ría de 4 semanas según la autora, da
personalización y establecimiento de lugar al proceso de maternaje que fa-
la relación con el objeto y su utiliza- vorecerá gradualmente el desplaza-
ción, aparece la capacidad de estar miento de la energía desde el interior
solo. Es la continuidad de la existen- del cuerpo del bebé (sobre todos los
cia de la madre y la seguridad que ésta órganos abdominales) hacia la perife-
ofrece lo que hace posible una expe- ria, aumentando la sensibilidad a los
riencia positiva de soledad durante un estímulos exteriores. En el siguiente
tiempo limitado. período, el simbiótico, madre e hijo
forman una unidad dual. No hay dife-
El bebé escapa de la aniquilación rencia entre el yo y el no yo. Durante
en el estado de descanso y reposo, esta fase se realiza la transición de una
mientras que el yo se fortalece por las organización biológica a una
experiencias instintivas reflejadas en psicobiológica.
el rostro materno. Así, el niño puede
descubrir su vida personal. Finalmente, se pasa a la fase de se-
paración e individuación. La separa-
Para Winnicott, esta relación con el ción implica la evolución hacia la
yo es la base futura para la amistad y diferenciación, el distanciamiento, la
es la matriz de la transferencia. Más formación de límites y la desvincula-
adelante, el niño progresa hacia la in- ción con la madre. La individuación
dependencia y su capacidad de estar da cuenta de las funciones autónomas
solo evoluciona paralelamente con el como percepción, memoria y capaci-
establecimiento de relaciones, mien- dades cognitivas. La garantía para que
tras adquiere el sentido de la respon- este proceso ocurra es el medio repre-
sabilidad y la autonomía, a través de sentado por la madre, cuya disponibi-
la experiencia de las relaciones lidad física y emocional debe
interpersonales. adaptarse perfectamente a la evolución
del niño.

El concepto de fases del desarrollo Según Mahler, cada niño sigue una
de Margaret Mahler vía de diferenciación individual y úni-
ca, cuya especificidad está determina-
Margaret Mahler propone tres gran- da por las características de la
des etapas sucesivas del desarrollo, interacción madre-hijo. La selección
que son: la fase autista, la fase de sim- recíproca de sus señales depende, a la
biosis normal y la fase del proceso de vez, del talento innato del niño y de la
separación e individuación[4]. madre con su inconsciente. Así, pues,

BETANCOURT L., RODRÍGUEZ M., GEMPELER J., INTERACCIÓN MADRE-HIJO


267

las primacías del yo corporal se ela- dio, ya sea por comportamientos ma-
boran en relación con el cuerpo de la ternales inadecuados o eventos
madre y los inicios de la diferencia- traumáticos iterativos.
ción se realizan por extensión fuera de
la esfera simbiótica. En este período Al no haber el proceso de separa-
el niño se separa físicamente de su ción e individuación, en términos de
madre, pero siempre sujetándose. Lue- Mahler, no hay una formación de lí-
go evoluciona libremente de pie y sin mites, ni tampoco una desvinculación
apoyo. De esta manera, se establece de la madre, existiendo a la vez difi-
la distancia óptima característica de la cultades en el proceso de individua-
interacción entre la madre y el niño, ción. En los trastornos de alimentación,
que le permite explorar el mundo per- especialmente en la anorexia y la bu-
maneciendo próximo a su madre. El limia nerviosa, se observa con frecuen-
niño modifica gradualmente su com- cia la alteración de este proceso de
portamiento en función de su madre, separación e individuación entre ma-
al cual éste se ajusta. Si tenemos una dres e hijas: se desarrolla una díada
madre ansiosa, inconstante e imprevi- simbiótica que funciona como un todo,
sible, el niño en vías de individualiza- que no permite la autonomía de la hija
ción no podrá hacer contrapruebas o el hijo. Las alteraciones en la per-
perceptivas y emocionales tranquilizan- cepción y cognición de estos niños se-
tes y la estructuración de su personali- rán evidentes de acuerdo con el
dad puede perturbarse gravemente. trastorno que el individuo desarrolle.
La incapacidad para autoalimentarse
o nutrirse adecuadamente es una es-
Teorías del desarrollo y trastornos pecie de denuncia del fracaso en el
del comportamiento alimentario logro de independencia y autonomía
básicas. Pero, al mismo tiempo, las
Lo que nos muestran todos estos pacientes con anorexia nerviosa bus-
aportes, es que las perturbaciones pro- can en el síntoma restrictivo-purgativo
ducidas en el desarrollo precoz del una salida en falso para alcanzar la
psiquismo provocan modificaciones y individualidad. El síntoma se erige
alteraciones de la personalidad y del como un preciado espacio de control,
comportamiento específicos, cuyas tal vez el único posible frente a una
particularidades localizables remiten al madre tan absorbente y difícil de com-
estadio en el que ocurren. Las pertur- placer.
baciones de los procesos del desarro-
llo psicoafectivo pueden atribuirse La necesidad de percibir la auto-
tanto a los defectos innatos propios del nomía y la imposibilidad de lograrla a
niño como a las alteraciones del me- través de un vínculo sano con las prin-

UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 3


268

cipales figuras de apego, son un estí- tad o la adolescencia temprana, épo-


mulo importante para buscar la liber- cas de especial importancia en la vi-
tad e independencia a través de los vencia de una corporalidad cambiante,
síntomas, en los cuales son notorios en la cual se enmarcan funciones de
los actos de autoagresión. extrema importancia como la defini-
ción de roles sexuales y el ejercicio
A la luz de la teoría del apego, si la de una vida sexual activa.
unidad madre-hijo se rige por una fi-
siología adulta, asegurará al recién Rome ES, Amuerman S, Rosen DS,
nacido la supervivencia. Este proceso Keller RJ, Lock J, Mammel KA, O’Toole
requiere por parte de la madre de una J, Mitchell J, Sanders MJ, Sawyer SM,
empatía estrechamente involucrada Schneider M, Sigel E, Silber TJ, señalan
para asegurar la madurez fisiológica entre los factores de riesgo que se de-
del niño. Resolver la autonomía supo- ben tener en cuenta en estas pacientes:
ne desacoplarse de la fisiología adulta la historia familiar de trastornos de ali-
y adquirir la certeza de unidad sepa- mentación y obesidad; enfermedad
rada; éste es el proceso de individua- afectiva o alcoholismo en primer grado
ción que va construyendo el aparato de consaguinidad; características de
mental de cada ser humano. perfeccionismo en la personalidad, baja
autoestima y falta de satisfacción con la
En los trastornos de alimentación, imagen corporal; historia de dietas ex-
muchos hijos están excesivamente cesivas, con omisión frecuente de co-
involucrados con sus madres, como si midas, y ejercicio compulsivo o el
la vida de ambos dependiera de la desempeño de algunas actividades de
existencia del otro. Es así como esta alta exigencia en la figura corporal y la
construcción relacional altera el fun- apariencia física, como el ballet, la gim-
cionamiento mental y predispone a los nasia o el modelado[5].
adolescentes a buscar soluciones de
autonomía fisiológica, como las ob- Sin embargo, también existen con-
servadas en muchos de los síntomas ductas anormales relacionadas con la
de los trastornos de alimentación. alimentación durante los primeros cin-
co años de vida (pediatric feeding
disorders) entre las cuales se han des-
Factores de riesgo para los crito la pica, la rumiación, el packing
trastornos alimentarios de la (embuchar la comida en la boca y
infancia mantenerla durante mucho tiempo) y
la intolerancia a los cambios en la tex-
La anorexia y la bulimia nerviosa tura, los colores o nuevos sabores des-
suelen aparecer alrededor de la puber- pués del segundo año de vida, etc.

BETANCOURT L., RODRÍGUEZ M., GEMPELER J., INTERACCIÓN MADRE-HIJO


269

Dichas alteraciones con frecuencia cidos sanos que fueron seguidos, al


interfieren las funciones de nutrición igual que sus madres, durante los pri-
y alimentación, se acompañan de bajo meros cinco años de vida con el obje-
peso y talla para la edad y, también, tivo de analizar los factores de riesgo
se han estudiado como posibles fac- para trastornos del comportamiento
tores de riesgo temprano de futuros alimentario de aparición temprana
trastornos del comportamiento durante la primera infancia[7].
alimentario propiamente dichos. Los autores compararon los hallazgos
en los hijos de madres con historia de
Se ha observado que las patologías trastorno del comportamiento
psiquiátricas de los padres influyen alimentario y sin ella, y encontraron
probablemente en la de sus hijos y que el riesgo de aparición de altera-
constituyen un factor de riesgo para ciones en la alimentación, como no
el desarrollo de enfermedades psiquiá- comer, comer a escondidas, comer en
tricas en ellos; esto, asociado con el exceso y presentar vómitos, se
factor genético. Los hijos de padres incrementa alrededor de los cinco años
con enfermedades mentales presentan de edad y se va incrementando aún
un riesgo sustancial de aumento de más en una niñez más tardía.
riesgo de desarrollar trastornos psi-
quiátricos durante la infancia. Tenien- La falta de satisfacción de la ma-
do en cuenta esta asociación, hay dre con su figura corporal, la
información sorprendente acerca de internalización del ideal de ser delga-
los efectos de los trastornos de alimen- da, las dietas, los síntomas bulímicos,
tación maternos sobre sus hijos[6]. la masa corporal paterna y materna,
predicen la aparición de trastornos de
Los factores de riesgo derivados alimentación en la niñez; además, los
del antecedente o la concurrencia de comportamientos alimentarios de los
una alteración alimentaria materna, niños y su masa corporal durante el
han sido descritos y estudiados por primer mes de vida también predicen
diferentes autores, evaluando el peso su aparición. Agras et al. observaron
del componente genético (la transmi- que las madres con sobrepeso desa-
sión hereditaria de la enfermedad) y rrollan una preocupación por el peso
el papel de la interacción que estas que se refleja en comportamientos de
madres establecen con sus hijos, es- no comer en sus hijos. El manejo de
pecialmente en funciones de cuidado la delgadez de la madre, como tam-
básico, como la nutrición. bién el índice de masa corporal del
infante, predicen la emergencia de
Stice E, Agras S y Hammer M, es- comidas excesivas durante los prime-
tudiaron una cohorte de 216 recién na- ros cinco años de vida.

UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 3


270

Posteriormente Agras S, Hammer L Además, las madres con trastorno


y McNicholas F, estudiando la misma del comportamiento alimentario pre-
cohorte, encontraron que los infantes sentaban mayor dificultad para alimen-
de madres con trastornos de alimenta- tar a sus hijos con pecho y realizaban
ción al recibir la lactancia materna comentarios poco positivos en relación
chupaban más rápido y se destetaron con la comida durante el momento de
nueve meses más tarde que los hijos la alimentación, que las mujeres del
de mujeres que no padecían el trastor- grupo control.
no[8]. Además, notaron que dichas
madres alimentaban a sus hijos en Algunas escuelas de pensamiento,
horarios menos regulares, usaban ali- como la teoría sistémica, han realizado
mentos poco nutritivos y demostraron el análisis de la relación madre-hija en
una gran preocupación por el peso de este tipo de enfermedades y han obser-
sus hijas a partir de los dos años de vado un tipo especial de familia con
edad, al compararlas con las que no características comunes bien definidas,
padecían el trastorno. También, en las en las que se encuentra el ambiente pro-
hijas de las madres con la patología, picio para que se desarrolle un trastor-
observaron afectos más negativos que no del comportamiento alimentario.
en las hijas de quienes no presenta- Minuchin, menciona las características
ban ni habían presentado un trastorno que se encuentran en estas familias y,
del comportamiento alimentario. particularmente, en la relación madre-
hija, como son: la sobreprotección, una
En otro estudio Waugh and Bulik crianza excesiva y restricción de la au-
realizó un diseño de casos y controles tonomía restringida, con las que se es-
con 10 mujeres que padecían o habían timulan y se dan respuestas de tipo
padecido un trastorno del comporta- protector entre los miembros de la fa-
miento alimentario y 10 que no lo pa- milia; la rigidez, es decir, la tendencia
decían, con sus respectivos hijos entre a mantener patrones fijos no funciona-
las edades de 12 y 48 meses[9]. Los les, con una familia resistente al cam-
autores aportan observaciones intere- bio; la evitación del conflicto y la pobre
santes, como la importancia del factor capacidad de resolverlo son caracterís-
genético en la transmisión de la pato- ticas familiares frecuentes[10]. Son fa-
logía; también, resaltan que el creci- milias con poca tolerancia al conflicto
miento intrauterino fetal se encontró y amalgamadas, es decir, sus miembros
afectado en las mujeres con trastorno están excesivamente involucrados en-
del comportamiento alimentario y que tre ellos y muestran tendencia a entro-
esos menores presentaban tallas más meterse mutuamente en sus
pequeñas y peso al nacer que los me- pensamientos, sentimientos, acciones y
nores del grupo control. comunicaciones.

BETANCOURT L., RODRÍGUEZ M., GEMPELER J., INTERACCIÓN MADRE-HIJO


271

Un vínculo con cualquiera de las rexia o la bulimia la que produce la


características descritas puede influir disfunción familiar o es la disfunción
tanto en el inicio como en el manteni- familiar la que favorece la aparición
miento de la evolución de la patología. del síntoma. Además, señalan la ne-
cesidad de tener en cuenta la existen-
Lynn Humphrey, realizó un estu- cia de otras patologías mentales que
dio comparativo en 40 familias com- pudieran padecer los padres y que no
puestas por padre, madre e hijas se tuvieron en cuenta en este estudio.
adolescentes, de las cuales, 24 tenían
una hija que presentaba anorexia o La literatura consultada sugiere
bulimia, y 16 familias en las que no se que, entre las características de los vín-
presentaba el trastorno del comporta- culos familiares de estas pacientes con
miento alimentario[11]. Estos dos gru- anorexia o bulimia nerviosa, prevale-
pos se compararon mediante las ce la existencia de poco apoyo y com-
escalas tipo FES (escala del desempe- promiso, con mucho aislamiento y
ño familiar) y tipo FACES (escala de caos, los cuales se constituyen en po-
la evaluación de la cohesión), que fue- sibles factores de riesgo.
ron respondidas por cada uno de los
miembros. En relación con el proceso de se-
paración-individuación señalado por
Los hallazgos describen a las ma- Mahler, también existen alteraciones
dres de hijos con trastorno del com- significativas entre estas pacientes y
portamiento alimentario, como sus madres. Las madres tienden a pre-
mujeres con dificultades para expre- sentar excesiva solidaridad, acompa-
sar sus sentimientos y, en especial, para ñamiento y sobreprotección a sus
manifestar su felicidad con su mater- hijos, lo cual llega a sofocar su identi-
nidad, quienes no se involucran o no dad; se convierten en individuos muy
se comprometen, y no dan soporte. complicados en su manera de ser, muy
dependientes y poco estructura-
Además, es significativo que estas dos[11].
familias mantengan a sus hijos aisla-
dos, sin apego, y establezcan relacio- Por otra parte Jane Scourfield, des-
nes interpersonales muy conflictivas cribe tres casos en que la anorexia ner-
y con dificultades en el control, en viosa materna lleva a una mala
comparación con aquéllas en las que nutrición en sus hijos, causando “una
no existen hijos con este trastorno. anorexia por proximidad”. Con res-
pecto a las actitudes y creencias acer-
Los autores aclaran que en este es- ca de la alimentación en sí, se expone
tudio es imposible definir si es la ano- que hay evidencia de que los niños

UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 3


272

hacen dieta como respuesta a la pér- go estructurado que durante la hora de


dida de peso de sus padres y que, des- las comidas. El aspecto del comporta-
de muy temprana edad y a medida que miento materno más estrechamente
crecen, adquieren las preferencias de asociado con el control del lenguaje
alimentación de sus padres y también verbal, fue la restricción dietaria ma-
sus actitudes frente a la comida[12]. terna. Esto pone en evidencia que los
patrones de control parental tienen re-
El que los menores observen en lación con la psicopatología
casa la restricción de los padres en su alimentaria de la madre. Otro aspecto
alimentación, favorece que presenten señalado es que, cuando existen críti-
restricción, alta selectividad frente a cas del esposo, las madres ejercen
los alimentos o períodos de excesiva mayor control verbal sobre los bebés.
ingestión de alimentos en horas dife- En las madres con depresión posnatal
rentes, generalmente a escondidas, lo no hubo muchas diferencias en los
cual aumenta el riesgo de desarrollar comportamientos de control compara-
un trastorno del comportamiento dos con los del grupo de mujeres “sa-
alimentario. ludables”.

Alan Stein y Helen Wooley presen- En otro artículo de Stein Woolley


tan un estudio en el cual se comparan se comparan 34 madres con trastorno
34 madres con trastorno del compor- del comportamiento alimentario con
tamiento alimentario, 39 con depresión hijos de un año de edad, con un gru-
posnatal, y un grupo control “saluda- po de 24 mujeres sin la patología. Se
ble”, todas con sus hijos de 12 meses hace una observación con cámaras de
de edad, que fueron observados a la video durante la comida y se conclu-
hora de jugar y de comer, en aspectos ye que el conflicto que se presenta en
como la manera de ejercer las madres las madres con trastorno del compor-
el control, ya fuera de manera verbal tamiento alimentario sí interfiere con
o no[13]. Se encontró que las madres los patrones de respuesta materna ha-
con trastorno del comportamiento cia sus hijos.
alimentario utilizaban más el control
verbal fuerte y estuvieron todo el tiem- En el estudio muestran cómo las
po controlando a sus hijos, en espe- madres con trastorno de alimentación
cial, en la hora del juego, en de cualquier tipo, presentan conduc-
comparación con las madres de los tas disruptivas en cuanto a su función
otros grupos. materna. Su trastorno de alimentación
interfiere con sus respuestas ante an-
Las madres de los tres grupos fue- tecedentes que sean potencialmente
ron más controladoras durante el jue- conflictivos. Presentan actitudes extre-

BETANCOURT L., RODRÍGUEZ M., GEMPELER J., INTERACCIÓN MADRE-HIJO


273

mas en relación con el cuerpo y el trastorno, alimentaban a sus hijos se-


peso; estas preocupaciones interfieren gún la demanda y tenían una mejor
con su función maternal y llegan has- capacidad para reconocer las señales
ta ignorar las necesidades inmediatas de hambre de los menores. Además,
de sus hijos, por lo cual se encuentran las madres con trastorno del compor-
niños que se autoalimentan, bajo mu- tamiento alimentario reportaron más
cho estrés, y son incapaces de expo- conflictos emocionales en sus hijos,
ner lo que piensan acerca de las los cuales iban desde la depresión has-
comidas [14]. ta la conducta agresiva desafiante.

Las que padecen el trastorno son Este comportamiento materno de


que toman medidas extremas en la ali- alimentar según un horario estricto,
mentación para mantener el peso. Es puede contribuir posteriormente a la
típico que las madres con anorexia tra- aparición de un control excesivo o a
ten de minimizar o negar los proble- la pérdida del control sobre las fun-
mas que presentan alrededor de esta ciones alimentarias en los pacientes
patología, aspecto que es similar en la con anorexia y bulimia. Estas madres
conducta de los hijos. se beneficiarían de una cuidadosa ins-
trucción que permita más flexibilidad
Justine Evans y Daniel Le Grange, y soporte en los cuidados y la alimen-
realizaron un estudio en el cual com- tación de sus bebés.
paran 10 familias con trastorno del
comportamiento alimentario con 10 En ambos grupos se mostró que hay
familias sin la patología. Entre ambos una fuerte asociación entre el grado
grupos de madres, encontraron simi- de satisfacción de las niñas con su
litudes en relación con la preocupa- cuerpo y la satisfacción de la madre
ción por su propia talla y peso, y por con su propio peso y forma. Esta ob-
la talla y la figura corporal de sus hi- servación nos indica que las madres
jos[15]. comunican a sus hijos su propia acti-
tud hacia el cuerpo de ellos y éstos la
Estos autores también encontraron interiorizan.
que en el grupo con el trastorno exis-
tía una preocupación exagerada por En este mismo artículo se encuen-
los horarios de las comidas recomen- tran comentarios sobre otros estudios
dados por los médicos en la primera que vale la pena resaltar, como los si-
infancia. De esta manera, no percibían guientes:
las señales de hambre de sus hijos y
los alimentaban cada cuatro horas, 1. Las investigaciones empíricas en el
mientras que las otras madres, sin el campo de los trastornos de la ali-

UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 3


274

mentación realizan todo el esfuer- 5. La evidencia muestra una fuerte


zo para acertar en su etiología, su relación entre las restricciones
prevalencia y su impacto sobre los dietarias de las madres y sus niñas
adolescentes que lo sufren y sobre de 10 años. Hay una similitud en-
su familia de origen. tre el agrado que sienta la madre
con su propio cuerpo y su sexuali-
2. Actualmente, se ha comenzado a dad, y el desarrollo de la imagen
investigar sobre los efectos a largo
corporal y de la alimentación en sus
plazo de la patología alimentaria y
hijas. Fitcher, Meister y Kotch
su influencia sobre la sexualidad, (1986) observaron en estas madres
el matrimonio, la fertilidad y, en es-
distorsiones en la percepción visual
pecial, el embarazo.
de sus cuerpos por sobrestimar la
3. Los estudios en mujeres embara- talla y se argumenta que las niñas
zadas y con la patología activa adoptan la misma percepción anor-
(trastorno del comportamiento mal de sus cuerpos de manera tem-
alimentario), muestran que la ma- prana.
yoría de ellas aprenden a manejar
6. Autores como Woodside (1990),
la ganancia de peso y hacen cam-
Fahy y Treasure 1989, describen
bios temporales en los hábitos de
patrones de relación en los cuales
alimentación buscando una ali-
hay mucha tensión de los padres
mentación saludable. Esos hallaz-
con los hijos, y también son evi-
gos guían a muchos investigadores
dentes el abandono y los patrones
a pensar que el embarazo tiene un
distorsionados de conducta en la
efecto benéfico en este tipo de pa-
díada padre-hijo.
cientes y que ellas comienzan a
hacer cambios en su conducta
En su estudio Pike y Rodin lleva-
alimentaria como todo un esfuer-
ron a cabo un análisis de las caracte-
zo para proteger la salud de los
rísticas de las actitudes y los
bebés. Sin embargo, los mismos
comportamientos alimentarios de 77
investigadores muestran que estas
madres con trastorno del comporta-
ventajas son a corto plazo, ya que
miento alimentario y sin él, y sus hijas
los comportamientos anoréxicos y
adolescentes. Se observó que las ma-
bulímicos vuelven a aparecer ape-
dres de las niñas con el trastorno de
nas nacen los hijos.
alimentación pensaban que sus hijas
4. Se considera que los patrones deberían perder peso, y que eran me-
anormales de interacción entre es- nos atractivas de lo que se considera-
tas madres y sus hijos comienzan ban las mismas niñas, en comparación
a observarse durante el puerperio. con las madres del otro grupo. Estas

BETANCOURT L., RODRÍGUEZ M., GEMPELER J., INTERACCIÓN MADRE-HIJO


275

madres con trastorno del comporta- El trastorno de alimentación puede


miento alimentario fueron tan críticas ser el resultado de la conjugación de
consigo mismas sobre su peso y apa- vulnerabilidades genéticas y de las
riencia como con sus hijas, y las pre- conductas aprendidas. Las actitudes y
sionaron más para alcanzar la comportamientos de la madre frente a
delgadez ideal y el atractivo físico. la comida contribuyen a que sus hijos
manifiesten sus conflictos psicológi-
Se observó también que las madres cos y emocionales de determinada
de las hijas con trastornos del compor- manera.
tamiento alimentario tenían una histo-
ria crónica de dietas y de trastornos
A nivel familiar, la amplia gama
de alimentación en sí mismas. [16]
de problemas descritos en el funcio-
namiento de las familias de estas pa-
Discusión cientes, señalan la importancia de
involucrar a la familia y, en particu-
Todos estos hallazgos señalan que lar, a la madre (o excluirla, como pro-
tanto las madres anoréxicas como las ponen algunas escuelas) en el
bulímicas experimentan algún tipo de tratamiento.
problemas en su vida familiar y, parti-
cularmente, en la interacción madre- Las actitudes y comportamientos
hijo y el tipo de vínculo que establecen de las madres con el embarazo, la lac-
con sus hijos, colocándolos en un ma- tancia materna, las dietas, la comida,
yor riesgo de presentar patologías de los ideales de delgadez, la percepción
diversa índole entre las cuales son fre- que tienen de sí mismas, de su peso y
cuentes las alteraciones alimentarias. su figura, la forma de expresar sus
sentimientos negativos a sus hijas a
El desarrollo de un vínculo tempra- la hora de alimentarse, los horarios
no normal o adecuado funcionaría de la comida y la elección de los ali-
como un factor de protección frente a mentos para sus hijos, deberían ser
la aparición de patologías como los tópicos obligatorios de trabajo pre-
trastornos alimentarios durante la in- ventivo en las mujeres durante que
fancia o la adolescencia. hayan sufrido o sufran un trastorno
del comportamiento alimentario du-
De los estudios analizados se pue- rante sus embarazos o épocas de
de deducir la importancia de la crianza, dadas las implicaciones de
interacción entre la genética y el am- estos comportamientos maternos en
biente para el desarrollo de un trastor- el riesgo de configuración de un tras-
no del comportamiento alimentario. torno similar en los hijos.

UNIVERSITAS MÉDICA 2007 VOL. 48 Nº 3


276

Conclusión 6. Rutter M, Quinton D. Parental


psychiatric disorders effects on
El estudio de las teorías sobre el children. Psychological Medicine
apego y el desarrollo infantil temprano 1984; 14: 853-80.
arroja elementos básicos para la com- 7. Stice E, Agras S, Hammer M. Risk factors
for the emergence of childhood eating
prensión de la génesis de los síntomas disturbances: a five-year prospective
anoréxicos y bulímicos en niños y ado- study. 1998.
lescentes. Igualmente, la comprensión 8. Agras S, Hammer L, McNicholas F. A
del fenómeno se enriquece con el aná- prospective study of the influence of
lisis de los comportamientos maternos eating-disordered mothers on their
children. Int J Eat Disord 1999; 25: 253-
con sus hijas y de las características de
62.
la dinámica familiar.
9. Waugh and Bulik. Offspring of women
with eating disorders. International
Finalmente, resaltamos dos aspec- Journal of Eating Disorders 1999; 25,
tos: la importancia de incluir en el tra- 123-33.
tamiento a las madres y familias de 10. Minuchin S et al. Psychomatics
estos pacientes, y la importancia de la families, anorexia nervosa in context.
Harvard University Press, 1978.
prevención en mujeres que han pade-
11. Humphrey L. Family relations in
cido o padecen la patología y se en- bulimic-anorexic and nondistressed
cuentran ad portas de iniciar sus tareas families. International Journal of
de crianza con su descendencia. Eating Disorders 1986; 5: 223-32.
12. Scourfield J. Anorexia by proxy: are the
Bibliografía children of anorexia mothers an at risk
group? International Journal of Eating
1. Bowlby J. Los cuidados maternos y Disorders, 1995; 18: 371-4.
salud mental, OMS, Washington 1968. 13. Stein A, Wooley, H. Influence of
2. Bowlby J. Una base segura, Aplicacio- psychiatric disorder on the controlling
nes clínicas de la teoría del apego, Bue- behaviour of mothers with 1 year-old
nos Aires, Paidós, 1989. infants. Br J of Pychiat 2001; 179: 157-
3. Winnicott, D. Proceso de maduración 62.
en el niño. Colección papel 451. Bar- 14. Woolley S. Conflict between mothers
celona Laia, 1981. with eating disorders and their infants
4. Mahler M. El desarrollo psicoafectivo during mealtimes. Br J Psychiat 1999;
e intelectual del niño. Buenos Aires, 175: 445-61.
Masson 1987. 15. Body size and parenting in eating
5. Rome ES, Amuerman S, Rosen DS, disorders. A comparative study of the
Keller RJ, Lock J, Mammel KA, O’Toole attitudes of mothers toward their
J, Mitchell J, Sanders MJ, Sawyer SM, children. International Journal of
Schneider M, Sigel E, Silber TJ. Eating Disorders 1995; 18.
Children and adolescents with eating 16. Pike and Rodin. Mothers, daugthers
disorders: the State of the art. and disordered eating. Journal of
Pediatrics. Jan. 2003; 111, 1: 98-108. Abnormal Psychology 1991; 100.

BETANCOURT L., RODRÍGUEZ M., GEMPELER J., INTERACCIÓN MADRE-HIJO

You might also like