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Sistema de encendido.
La dinamo o el alternador y el regulador de tensión.
El motor de arranque.
El motor limpiaparabrisas.
Las bocinas.
La bomba eléctrica de gasolina.
El velocímetro si es de imán rotativo.
En general, de todos los elementos donde intervenga el magnetismo.
Se puede decir, por tanto y de modo general, que todo aparato que lleve contactos en los
cuales se producen chispas y que interrumpen el paso de corriente de forma brusca, es motivo
y causa de producción de ruidos parásitos.
Existen otros mecanismos que, sin ser de tipo eléctrico, son también motivo de producción de
chispas, como por ejemplo, los frenos, ya que el ferodo que lleva incorporado está compuesto
por hilos de bronce que pueden producir, durante la marcha normal del coche, chispas debido
al roce del ferodo con el tambor del freno.
La forma de transmitir estas perturbaciones o disturbios al radiorreceptor puede ser por
radiación o por transmisión directa.
Las causas que producen los disturbios o perturbaciones son varias, pero a pesar de ello su
eliminación es posible y hasta relativamente fácil. Lógicamente la forma de actuar consiste en
eliminar las causas que las producen o impedir que se transmitan a la antena o al
radiorreceptor.
Una solución fácil, consistiría en blindar todos los aparatos que producen estos disturbios por
medio de una envuelta mecánica conectada a masa, con lo cual el problema quedaría resuelto;
pero debido a la gran cantidad y diversidad de todos estos aparatos, resulta prácticamente
imposible, pero además también habría que blindar ciertas partes metálicas del vehículo e
incluyo los cables. Como esto resulta inviable, la supresión se consigue por medio de
condensadores o resistencias como se ha podido comprobar en el estudio que anteriormente
se ha hecho de todos estos elementos.
Para llegar hasta nuestro receptor el fenómeno perturbador puede elegir entre varios caminos:
Estos parásitos se caracterizan por una serie de crepitaciones (ruidos) tipo «ametralladora»
cuya cadencia aumenta a medida que se acelera el régimen del motor.
El remedio es de sobra conocido: atajar el mal de raíz, lo más cerca posible de su punto de
origen, y en neutralizarle en el momento de su aparición, es decir, impedirle que avance.
Pero aún existe el riesgo de que el parásito «trepe» hacia los circuitos de 12 V por el hilo de
entrada a la bobina, por lo que es imprescindible colocar la «trampa apropiada»:
un condensador especial de 2µF y 200 V.
Pero en el caso del autorradio «sensible», es preciso completar este antiparasitado mediante:
Una trenza o madeja de masa entre el bloque motor y la traviesa de soporte del motor,
Una trenza o madeja de masa entre el «cárter» del ventilador eléctrico y la traviesa
soporte del motor,
Una trenza o madeja de masa ligando la caja del autorradio con la pieza de la
carrocería soldada, más próxima. Por ejemplo: el tablier separando la cabina y el
motor,
Un condensador de 250 µF entre la + bobina y la masa,
Un condensador de 250 µF entre la alimentación del aparato de alarma y la masa.
Parasitos (perturbaciones) emitidas por los cables de alta tensión de las bujías y bobina.
Este fenómeno es de tal importancia que los fabricantes estaban obligados por ley, a montar
cables equipados con haces antiparasitarios de "hilo especial de alta impedancia".
Por esta razón nos despreocupáremos de los cables de alta tensión del encendido aunque a
veces es necesario colocar en las bujías unos "supresores" (terminales antiparasitarios). En la
salida de alta tensión de la bobina colocaremos otro supresor.
En la tapa del distribuidor deberemos colocar uno o varios «supresores» en la misma tapa o,
mejor, en el propio distribuidor, una «pipa antiparasitaria».
El procedimiento más eficaz de eliminar las perturbaciones, se consigue fundamentalmente
colocando en serie una resistencia eléctrica en el cable de toma de corriente de la bujía o
blindándola con una caperuza y otra resistencia en el cable que une la bobina con el delco.
Esta resistencia es de elevado valor, de 15 000 a 20 000 ohmios, y recibe el nombre de
resistencia supresora. En la actualidad las bujías modernas vienen ya fabricadas con la
resistencia incorporada.
Dinamo
Síntoma: ruido parecido al de una sirena, tanto más agudo cuanto mas deprisa gira el
motor.
Remedio: un condensador de 0,5 a 50 µF entre la salida "+" y la masa de la dínamo (o
mejor, un filtro Facon A.364 por ejemplo)
Alternador
Síntoma: zumbido cuya tonalidad varia según el régimen del motor
Remedio: un condensador de 2 a 10 µF entre la salida "+" y la masa del alternador (o
mejor, un filtro Facon A.633)
El regulador
Síntoma: chasquidos no periódicos que sólo se producen cuando el régimen del motor es
suficiente para cargar la batería; desaparece al encender los faros.
Los accesorios
Intermitentes
Síntoma: chasquidos regulares
Remedio. condensador de 0,5 a 5 µF entre el "+" y la masa del relé de intermitencia (o
mejor, un filtro Facon A.637).
Testigo de desgaste de frenos
Síntoma: chasquidos irregulares.
Remedio: condensador de 0,5 a 5 µF en cada freno entre la borne"+" de la pastilla y la
masa del palier (o mejor, un filtro Facon A.637).
Reloj eléctrico
Síntoma: chasquidos acompasados o silbidos.
Remedio: condensador de 0,5 a 5 µF entre el "+" (alimentación) y la masa "-" del reloj
(o mejor, un filtro Facon A.630).
Cuentarrevoluciones electrónico
Síntoma: chasquidos como los del encendido, que varían según el régimen del motor.
Remedio: filtro Facon A.660 y blindaje del hilo que une el ruptor con el
cuentarrevoluciones
Perturbaciones debidas a malas uniones de masa entre las piezas
grandes de la carrocería
Síntoma: crujidos irregulares que corresponden exactamente a las trepidaciones de la
rodadura. Para observarlas, embalar el vehículo y parar el motor, preferiblemente sobre una
carretera en mal estado.
Remedio: trenzas de masa para puentear todas las uniones dudosas de la carrocería o grapas
de bisagra.
Nota: para localizar el punto de origen, encender el aparato de radio en onda larga, entre dos
emisoras (motor parado, vehículo parado), empujando o tirando de las aletas, capó, etc., y
balanceando el vehículo hasta descubrir el punto sensible.
Desde luego, se ha de prestar especial atención a la toma de masa del capó del motor, pues
éste constituye un blindaje eficaz contra las radiaciones de alta tensión del encendido.
Orden de las operaciones (para un antiparasitado normal)
Estando parados el motor y el vehículo, en un lugar no afectado por interferencias, alejado de
líneas de alta tensión, rótulos luminosos de neón, etc., comprobar el buen funcionamiento del
receptor instalado.