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En el contexto de la película, las fuerzas mahdistas toman rehén a Charles Gordon, militar
británico que emprendía la primera campaña en Sudan desde Egipto, a lo que como
respuesta se envían nuevas tropas a Sudan. Por causa de este conflicto el protagonista, Harry
Faversham, debe acudir al llamado de la guerra en Sudan, a lo que este rechaza su oficio
militar y es considerado por su entorno social como un “cobarde”, recibiendo 4 plumas de
gallina por parte de sus compañeros en señal de su elección. La trama se desarrolla en torno
al viaje que el protagonista hace a Sudan y en el cual se introduce en las filas enemigas para
ayudar a sus amigos en la campaña británica.
A lo largo del largometraje se logran identificar diversos aspectos de la vida y cultura nativa,
y también como el “chaqueta roja” inglés de la película no considera dichos aspectos
relevantes para él ni para su accionar en el territorio. Los nativos se muestran siempre en
oposición a ocupación extranjera alguna, dispuestos a morir por conservar sus tierras,
proteger a sus familias, dispuestos a morir por Dios. El inglés en cambio no se da el tiempo
de entender la sociedad a la cual se enfrenta, considerándolos como un pueblo atrasado,
salvaje e inferior. Dichos elementos constituyen la dicotomía entre uno y otro participante
del conflicto, con lo que se aborda y comprende el papel de la Jihad como motivo de lucha
para El Mahdi y sus seguidores en defensa de sus tierras, su fe y Dios. Los nativos
musulmanes muestran algunos aspectos primordiales en el islam, como lo es el “rezo hacia
La Meca” o la sepultura de cadáveres suyos como enemigos.
La ocupación de marruecos por parte de Francia duró desde 1912 hasta 1956, periodo en el
cual sucedieron diversos hechos y conflictos contra los nativos. En el largometraje se
establece el conflicto posterior a la Primera Guerra Mundial, el cual, por motivos de
excavaciones arqueológicas interrumpidas por los nativos, requiere del envió de legiones
francesas (compuestas por criminales y extranjeros) para llevar a cabo las operaciones, con
el propósito de conseguir el tesoro de una antigua tumba de mas de 2000 años de
antigüedad, la cual contiene una momia denominada por los nativos el “ángel del desierto”.
A medida que se desarrolla la historia el protagonista, el mayor Foster, se ve enfrentado a
diversas advertencias e intimidaciones por su “amigo” y líder de parte de las tribus árabes
en marruecos, Abd el-Krim.
Foster lleva a cabo la protección de la excavación por las legiones hasta que encuentran al
“ángel del desierto”, el cual toma sin consentimiento del experto y la entre a el-Krim como
símbolo de paz, pero, que este finalmente la usa como motivo y símbolo de la unión de
todos los pueblos marroquíes en contra de fuerzas extranjeras. Abd el-Krim unifica a los
pueblos árabes y dirige un ataque al sitio de la excavación donde da muerte al mayor Foster
y envía a través de su acción un mensaje de unidad en Marruecos y de defensa ante cualquier
intento de ocupación en el territorio.
A lo largo de la película se muestran diversos gestos de advertencia por parte de los nativos,
dirigidos por el-Krim, ante el avance francés hacia la tumba del “ángel del desierto” en
nombre de Allah, los que son ignorados por los franceses. El motivo del beneficio
económico hacia el Estado francés contrasta con la visión mas religiosa y patrimonial de
los nativos musulmanes hacia los tesoros de su tierra. Ellos consideran la tumba de “ángel”
como parte de su historia y pueblo, tesoro invaluable e importante como para interponer
Universidad de Concepción
Departamento de Historia y Ciencias Sociales
Licenciatura en Historia
defensa contra la avanzada francesa, mientras que estos últimos abogan por el tesoro
material con motivo de financiar los gastos de la Primera Guerra Mundial. Finalmente, el-
Krim unifica los pueblos de todo el territorio de Marruecos bajo el concepto de una “guerra
santa” contra los saqueadores y colonizadores extranjeros. La Jihad en esta película se
muestra otra vez como una ofensiva en contra de quienes detentan contra los principios y
herencia del pueblo musulmán, una ofensiva armada que sin embargo contrasta con la
misma interpretación real de lo que es “el Jihad”.
La expansión de la Italia fascista a Libia fue una de las múltiples ocupaciones de países
africanos y de medio oriente durante la primera mitad del siglo XX. Históricamente, el
conflicto surge al formarse una ofensiva a la ocupación dirigida por el nativo Omar
Mukhtar, quien por veinte años combatió contra las fuerzas italianas y mantuvo el país en
resistencia al colonialismo fascista.
Conclusiones finales.
El sentido de una acción por conservar la cultura y legado de un pueblo intactos ante
cualquier amenaza es el motivo original dado por Allah a través de Muhammad para el
Jihad en la vida del musulmán, interpretación que a través de los años adquirió una
interpretación más hacia la acción violenta en defensa de todos los episodios de ocupación,
sometimiento e influencia de entidades externas. La Jihad actual es eso, una defensa armada
de los territorios, el pueblo, el islam, todo esto siempre por la voluntad de Allah. Pero, esto
analizado desde la perspectiva occidental se ha percibido desde hace siglos como una
belicosidad intrínseca en los pueblos islámicos del mundo, ya que, en su afán de expandirse,
obtener recursos con los cuales gestionar sus campañas militares, abastecer sus arcas y
alimentar a sus pueblos han profanado profundamente en territorios ajenos e ideales
externos a ellos.
Que el Jihad haya pasado de ser un concepto de conservación de la palabra de Allah y sus
costumbres ante lo prohibido a un concepto de defensa armada ante influencia de entes
extranjeros o externos a sus comunidades es consecuencia del interés de occidente por
oriente. Desde las cruzadas se lleva a cabo el intento de entrar al oriente mítico a toda costa,
lo que, aun hoy los árabes consideran una violación (Maalouf, 1983).
Referencias
Bramon, D. (2002). Una Introducción al islam: religión,
historia y cultura. Barcelona: Crítica.
Maalouf, A. (1983). Las cruzadas vistas por los árabes.
Madrid: Alianza Editorial.
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