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LA EPISTEMOLOGÍA SISTÉMICA
COMO FUNDAMENTO DE LA
TERAPIA FAMILIAR

Gino Cavani Grau *

2018
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LA EPISTEMOLOGÍA SISTÉMICA COMO FUNDAMENTO DE


LA TERAPIA FAMILIAR

Gino Cavani Grau *

* Psicólogo. Hospital nacional “Guillermo Almenara I.”


Terapeuta de parejas y familias. Tutor, supervisor del internado
y prácticas pre-profesionales. Docentes de cursos de formación
en terapia familiar sistemica. Conferencista en temas bajo el
modelo sistémico.

I. LOS PRINCIPIOS DE LUDWIN VON BERTALANFFY Y LOS


ORÍGENES DE LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS

El físico-matemático-biólogo, Ludwyn Von Bertalanffy (l901-


l972), fue Impulsor de la Teoría General de Sistemas.
Investigador de los Sistemas Complejos. En 1945 sentó las bases
de un nuevo paradigma:

Decía: ....“La ciencia está escindida en innumerables disciplinas


que sin cesar generan subdisciplinas nuevas”. Sin embargo, vemos
al físico, el biólogo, el psicólogo y el científico social están, por
así decirlo, encapsulados en sus universos privados, y es difícil
que pasen palabras de uno de estos compartimentos a otros...”

La tesis de Bertalanffy:

1. La ciencia explicaba los fenómenos observables


reduciéndolos al juego de unidades elementales investigables
independientemente del otro.

2. La Teoría General de Sistemas es un principio que define


el comportamiento entre los distintos elementos del sistema unos
con otros, entre ellos constituyendo una “totalidad”.

3. Bertalanffy acotaba “... puesto que el carácter


fundamental de la cosa viviente es una organización, la
investigación usual de los procesos, elementos individuales es
incapaz de ofrecer una explicación completa de los fenómenos
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vitales... esta forma de apreciar los fenómenos no nos informa


sobre la coordinación de partes y procesos”.

Según la definición de Hall y Fajen un sistema es “un conjunto


de objetos así como de relaciones entre los objetos y entre sus
atributos”, en el que los objetos son los componentes o partes
del sistema, los atributos son las propiedades de los objetos y
las relaciones “mantiene unido el sistema”. Los atributos de estos
objetos, son las conductas comunicacionales.
La mejor manera de ver o “pensar en sistema” es describir los
objetos interaccionales, consiste en verlos no como individuos,
sino como “personas que se comunican con otras personas”.

Otro concepto importante de la definición de un sistema es la


definición de su medio externo o contexto. “Para un sistema
dado, el medio es el conjunto de todos los objetos cuyos
atributos al cambiar afectan al sistema y también aquellos objetos
cuyos atributos son modificados por la conducta del sistema”.

La flexibilidad del concepto de sistema vivo explica


cuidadosamente la Teoría General de Sistemas para estudiar los
sistemas vivos. Los sistemas orgánicos son abiertos,
entendiéndose por ello que intercambian materiales, energía o
información con su medio.

Desde el estudio de los sistemas abiertos jerárquicamente es


necesario aislar artificialmente el sistema. El sistema puede
estudiar dentro o en intersección con su medio en términos de
jerarquías integradas en subtotalidades semiautónomas.

Las unidades funcionales de todos los niveles de jerarquías recaen


en una bifrontalidad, actúan como un todo “cuando miran
hacia abajo, como partes cuando miran hacia arriba”.

Los principios de la Teoría General de Sistemas

1. Integridad y Totalidad

“Un sistema no está hecho de partes independientes sino de


partes interdependientes, por lo tanto un sistema no es la suma
total de sus partes sino que es caracterizado por su unidad y su
todismo”.
Cada sistema es una totalidad, pero al mismo tiempo se
reconoce como una parte integrada y correlacionada dentro de
una totalidad más amplia con la que se comunica circularmente.
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- La familia es un sistema total, integrado, por ello todo


cambio que se produce a nivel individual causa cambios a otros
niveles del sistema.
- Si es importante que un miembro de la familia cambie, es
imprescindible que el sistema cambie.
- Si un hijo sufre o se enferma, su síntoma se produce en el
sistema.

La Totalidad se define: “Cada una de las partes de un sistema


están relacionadas de tal modo con las otras que un cambio en
una de ellas provoca un cambio en todas las demás y en el
sistema total”.
“Un sistema se comporta no sólo como simple compuesto de
elementos interdependientes, sino como un todo inseparable y
coherente”.
“Un sistema no puede entenderse como la suma de sus partes;
un análisis formal de los elementos artificialmente aislados
destruiría el objeto mismo de una visión sistémica por lo que es
necesario dejar de lado el concepto de Gestalt y empezar a tomar
mayor atención al concepto de organización”.

2. Jerarquía

La manera en que se organiza un sistema es a través de jerarquías.


Un sistema complejo incluye un número de subsistemas.
“Cualquier sistema consiste de varias partes individuales, cada
una de ellas es fundamental y tiene relación con las otras partes
para alcanzar un cierto resultado; cada una actúa como un
estímulo para las otras partes. El sistema tiene un orden y una
secuencia, la cual estará determinada por las acciones, respuestas
e interacciones entre las partes. Esta interacción constante
determina como se manifestará el sistema. Un Sistema sólo tiene
vida en el momento, cuando sus partes componentes se
encuentran presentes.

3. Equifinalidad y la Equicausalidad

Estos conceptos sistémicos revolucionaron los paradigmas


lineales, aristotélicos y psicoanalíticos.
La noción de Equifinalidad alude al hecho de que u sistema puede
alcanzar el mismo estado final a partir de condiciones iniciales
distintas, lo contrario a buscar una causa única del problema.
Este principio de Equifinalidad significa que idénticos resultados
pueden tener orígenes distintos, porque lo decisivo es la
naturaleza de la decisión es decir, como se relacionan los
distintos elementos del sistema en un tiempo en una historia.
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En la Equicausalidad, se refiere a que la misma condición inicial


puede dar lugar a estados finales distintos.

En un sistema circular y automodificador los resultados no están


determinados tanto por las condiciones iniciales como por la
naturaleza del proceso o los parámetros del sistema. Así, en el
análisis del modo en que las personas se afectan unas a otras en
su interacción, consideraremos que las características de los genes
o el producto son mucho menos importantes que la organización
de la interacción.

Por tanto, cuando observamos un sistema no se puede hacer


necesariamente una inferencia con respecto a su estado pasado
o futuro a partir de su estado actual, porque las mismas
condiciones iniciales no producen los mismos efectos.

Por ejemplo, si tenemos:


Sistema A: 4x3+6=18
Sistema B: 2x5+8=18
Aquí observamos que el sistema “A” y el sistema “B” tienen
inicios diferentes (4) y (“), y que, cada uno, tiene elementos
diferentes al otro. Sin embargo, el resultado final es el mismo
(18).

Veamos, ahora, otro ejemplo:


Sistema X: 9x1+7=16
Sistema Y: 9+1x7=70
Aquí observamos que el sistema “X” y el sistema “Y” tiene igual
origen y, además, están compuestos por iguales elementos y en
el mismo orden. Sin embargo, el resultado final es diferente: (16)
y (70).

¿De qué depende el resultado en cada uno de los casos


anteriores? No donde, ni del origen ni de los componentes del
sistema (números) sino de lo que “hacemos con los números”; es
decir, de las operaciones o reglas (sumar o multiplicar).

Pues bien; este ejemplo nos sirve como analogía para entender
el concepto de equifinalidad. El funcionamiento de una familia
como un todo, no depende tanto de saber qué ocurrió tiempo
atrás, ni de la personalidad individual de los miembros de la
familia, sino de las reglas internas del sistema familiar, en el
momento en que lo estamos observando.

Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas


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Contexto
Un sistema siempre estará relacionado con el contexto que lo
rodea, o sea el conjunto de objetos exteriores al sistema pero que
influyen decididamente a éste, y a su vez el sistema influye,
aunque en una menor proporción, influye sobre el contexto.

Entropía
Es el desgaste que el sistema presenta por el transcurso del tiempo
o por el funcionamiento del mismo. Los sistemas altamente
entrópicos tienden a desaparecer por el desgaste generado por
su proceso sistémico. Los mismos deben tener rigurosos sistemas
de control y mecanismos de revisión, reelaboración y cambio
permanente, para evitar su desaparición a través del tiempo.
En un sistema cerrado la entropía siempre debe ser positiva. Sin
embargo en los sistemas abiertos biológicos o sociales, la entropía
puede ser reducida o mejor aun transformarse en entropía
negativa, es decir, un proceso de organización más completa y
de capacidad para transformar los recursos. Esto es posible
porque en los sistemas abiertos los recursos utilizados para
reducir el proceso de entropía se toman del medio externo.
Asimismo, los sistemas vivientes se mantienen en un estado
estable y pueden evitar el incremento de la entropía y aun
desarrollarse hacia estados de orden y de organización creciente.
Es la propiedad de un sistema que define su nivel de respuesta y
de adaptación al contexto.

Homeostasis = Quietud
La “homeostasis” es el estado interno relativamente constante
de un sistema que se mantiene mediante la autorregulación
(retroalimentación negativa).

El concepto de Homeostasis fue introducido en la fisiología en


1932 por W: Cannon para explicar la constancia relativa de
ciertas dimensiones fisiológicas. Por ejemplo, la temperatura del
cuerpo de los mamíferos que se mantiene constante, frente a
la temperatura cambiante del ambiente externo.

Ashby amplió este concepto aplicándolo a los sistemas


cibernéticos en general. Hay algunos sistemas que son capaces
de compensar ciertos cambios del ambiente manteniendo, a la
vez, una estabilidad en sus propias estructuras. Así pues, la
homeostasis, también llamada “MORFOSTASIS” es posible
gracias a la puesta en marcha de mecanismos con
retroalimentación negativa en el sistema.
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El concepto opuesto a MORFOSTASIS es el de


“MORFOGÉNESIS”. Este concepto lo introdujo Maruyama para
describir fenómenos de cambio de las estructuras de un sistema,
gracias a la retroalimentación positiva.
Jackson en 1957, fue le primero en aplicar este concepto a los
sistemas familiares. Usó el término de homeostasis para describir
sistemas familiares patológicos que se caracterizaban por una
excesiva rigidez y un potencial limitado de desarrollo.

Se puede definir, por tanto, la homeostasis simplemente como


“el mismo estado”, y esta propiedad lo que permite a un sistema
permanecer en un “estad estable” a través del tiempo.
La homeostasis es posible por el uso de información proveniente
del medio externo incorporada al sistema en forma de
“feedback” (retroalimentación). El “feedback” activa el
“regulador” del sistema, que, alterando la condición interna de
éste mantiene la Homeostasis. Un ejemplo muy común del
modo como funciona la homeostasis es el de un sistema de
calefacción central, que mantiene a la casa de un estado estable
de calor. Utiliza un termostato, que desempeña el papel de
regulador y que responde al feedback referente a la temperatura
del “suprasistema” exterior a la casa. Cuando la temperatura
exterior desciende, el termostato actúa aumentando la
temperatura dentro de la casa.

La homeostasis es un mecanismo autocorrectivo. Se refiere


fundamentalmente a la preservación de lo que es, contra los
ataques de factores externos de stress. Aunque en su inicio este
concepto de utilizó para identificar los sistemas familiares
patológicos, hay que tener presente que un sistema familiar
funcional y sano requiere una medida de homeostasis para
sobrevivir a los “ataques” del medio, y para mantener la
seguridad y la estabilidad dentro de su medio físico y social. El
sistema deviene fijo y disfuncional en su rigidez solamente
cuando este mecanismo “hiperfunciona”.

Posteriormente, se desarrolló en Terapia Familiar el concepto de


crecimiento (llamado también MORFOGÉNESIS), un concepto
que fue considerado superficialmente a causa de que los
primeros terapeutas familiares estaban excesivamente centrados
en el concepto de la homeostasis. En contraste con la
homeostasis, que es, como se ha visto, “un mecanismo protector
de lo que es”, los mecanismos morfogénicos se refieren a las
modificaciones y al crecimiento.
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Un resultado de la morfogénesis es un aumento de la


diferenciación de las partes componentes del sistema, por medio
de la cual cada uno puede desarrollar su propia complejidad
permaneciendo en relación funcional con la totalidad. En vez de
enfatizar la “autocorrección” de la homeostasis, se enfatiza la
“autodirección” de la morfogénesis.
Speer aúna los dos conceptos en el término general de
“VIABILIDAD”, que usa para describir el carácter esencial de la
familia y de otros sistemas sociales, la “viabilidad” describe un
sistema capaz, en diversos grados, de procesos homeostáticos y
morfogénicos. El grado en que un sistema familiar es capaz de
utilizar “ambos” tipos de mecanismos apropiadamente para
aproximarse a sus propios objetivos, es el grado en el cual puede
describírselo como sano y funcional.

Intervención y sistemas
Descubrir, en cada una de las situaciones:

Las reglas de juego sistémico en acción, para buscar así una


estrategia de intervención capaz de incidir en las pautas de
interacción y producir el cambio mediante la estructuración de
realimentaciones positivas. (Selvini, 1987).

Una organización es un sistema socio-técnico incluido en otro


más amplio que es la sociedad con la que interactúa influyéndose
mutuamente. También puede ser definida como un sistema
social, integrado por individuos y grupos de trabajo que
responden a una determinada estructura y dentro de un contexto
al que controla parcialmente, desarrollan actividades aplicando
recursos en pos de ciertos valores comunes.

- Se produce cuando las salidas del sistema o la influencia de las


salidas del sistema en el contexto, vuelven a ingresar al sistema
como recursos o información.
- Permite el control de un sistema y que el mismo tome medidas
de corrección en base a la información retroalimentada.

Durante los años treinta, Wiener trabaja con médicos e


ingenieros y analiza los paralelismos entre los sistemas eléctricos
y los seres vivos. Como resultado de dichas investigaciones,
comienzan a tener importancia los conceptos de
retroalimentación, estudiándose con más detenimiento aquellos
sistemas que los incorporaban.

Estos conceptos de retroalimentación, por los cuales se introducía


información a las máquinas, llevaron a la aparición de la
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cibernética como teoría de la adaptación distinta a la


mecanicista. La circularidad y los procesos de fedd-back pasaban
a ser los elementos comunes de todo sistema, y Wiener los
denominó “fenómenos locales antientrópicas”.

El comportamiento de un conductor de automóvil por una


carretera, seria un claro ejemplo de feedback negativa, ya que
dicho conductor iría recibiendo información de los límites de la
carretera, de los que podría salirse corrigiendo con el volante las
desviaciones. El termostato sería otro ejemplo de feed-back
negativo, al que nos referiremos posteriormente.

Toda retroalimentación tendría en cuenta las informaciones


sobre acciones pasadas, y con ellas decidiría las acciones
posteriores a seguir, creándose una causalidad circular de
estructura más compleja que la lineal. Un movimiento similar se
produciría entre la familia y el interventor, el cual recogería las
informaciones de los miembros del sistema tras cualquier
intervención, para pensar en la estrategia siguiente. El trabajo del
interventor deberá ir encaminando a introducir información en
el sistema, o a reenfocar la información que este ya posee.

- El sistema permite añadir una información que genera un


cambio en el sistema.

- Crecimiento y aprendizaje familiar

•En el sistema terapéutico la familia asume nuevas pautas de


actuación, disolviéndose aquellas pautas que eran generadoras
de sufrimiento
•La retroalimentación positiva lleva al cambio, lo que significa
perder el equilibrio y la estabilidad, permitiendo de este modo
la creatividad, los recursos y el aprendizaje familiar
•Hay una tendencia estática que evita información nueva y se
mantiene inalterable al patrón, haciéndose rígido.
•En un sistema con esta modalidad, se niega información nueva,
no procesa y son sistemas homeostáticos.
•Resistentes al cambio.
•Desde la clínica sistémica el llamado paciente identificado
“corrige” toda posibilidad de cambio del sistema o que se genere
crisis.

Sistemas
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Es un conjunto organizado de cosas o partes interactuantes e


interdependientes, que se relacionan formando un todo unitario
y complejo.
Las cosas o partes que componen el sistema no se refieren al
campo físico (objetos), si no más bien al funcional. Pasan a ser
funciones básicas realizadas por el sistema.
“Un conjunto de objetos y de relaciones entre los objetos
y sus atributos”...
Los objetos son componentes o parte del sistema; los atributos
son las propiedades del objeto, y las relaciones mantienen unido
al sistema.
Es decir, “Un sistema esta formado por un conjunto de
elementos que interactúan entre sí”

En un sistema no puede existir:


Para su equilibrio: ni demasiada transformación, ni una
desmesura en su permanencia.
Ni mucha rigidez pero tampoco tener el cambio.
Para que halla un verdadero cambio en el sistema es necesario
que cambie su organización; no solo un movimiento de su
estructura tendrá que transformarse en la organización
comunicacional de sus relaciones interactivas

Sub - Sistema
•Cuando se indica que el mismo está formado por partes o cosas
que forman el todo.
•Estos conjuntos o partes pueden ser a su vez sistemas ya que
conforman un todo en si mismas y serían Inferior al sistema que
componen.
•Estos subsistemas forman o componen un sistema de un rango
mayor, el cual para los primeros se denomina: MACROSISTEMA.

Algunas reflexiones en torno al concepto de homeostasis y


coherencia.- Los aportes reflexivos de Paul F. Dell sobre el
concepto de coherencia.
Ya hemos hecho referencia al concepto de homeostasis, este fue
introducido en la fisiología en 1932 por W. CANNON, para
explicar la constancia relativa de ciertas dimensiones fisiológicas.
Por ejemplo, la temperatura del cuerpo de los mamíferos que se
mantiene constante, frente a la temperatura cambiante del
ambiente externo. La homeostasis es la propiedad de un sistema
que define su nivel de respuesta y de adaptación al contexto.
Es el nivel de adaptación permanente del sistema o su tendencia
a la supervivencia dinámica. Los sistemas altamente
homeostáticos sufren transformaciones estructurales en igual
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medida que el contexto sufre transformaciones, ambos actúan


como condicionantes del nivel de evolución.
Así pues, la homeostasis, también llamada "MORFOSTASIS",
seria la estabilización estructural del sistema, con fluctuaciones
dentro de ciertos límites.
El concepto opuesto a morfostasis es el de "MORFOGÉNESIS".
Este concepto lo introdujo MARUYAMA para describir
fenómenos de cambio de las estructuras de un sistema, gracias a
la retroalimentación positiva.

Un resultado de la morfogénesis es un aumento de la


diferenciación de las partes componentes del sistema, por medio
de la cual cada uno puede desarrollar su propia complejidad
permaneciendo en relación funcional con la totalidad. En vez de
enfatizar la "autocorrección" de la homeostasis, se enfatiza la
"autodirección" de la morfogénesis.

El concepto de homeostasis nos remite a la época de oro del


grupo liderado por Gregory Bateson y Don Jackson, en cuanto a
las investigaciones sobre la noción de homeostasis familiar y
esquizofrenia, tal como lo reseña exhaustivamente Jackson en
“Interacción familiar, homeostasis familiar y psicoterapia familiar
conjunta” de la obra Interacción Familiar, clásica compaginación
de las investigaciones que iniciaron el derrotero de la terapia
familiar sistémica. Tal como Dell lo argumenta en un artículo
publicado en Family Process:

El concepto de homeostasis ha sido uno de los principales


ladrillos, sino la piedra fundamental, de la construcción de la
teoría familiar y de la terapia familiar. Designado para dar
cuenta de la estabilidad percibida en los sistemas (y de los
síntomas), el de homeostasis es un concepto
epistemológicamente defectuoso que ha sido utilizado
repetidamente al servicio de interpretaciones sistémicas dualistas
y vitalistas. Por consiguiente, la homeostasis ha llevado a
formulaciones clínicas caprichosas y a una gran cantidad de
teorizaciones rebuscadas. Este trabajo sostiene que la noción de
homeostasis es fundamentalmente inconsistente con una
epistemología sistémica y debe ser reemplazada por el concepto
más compatible de coherencia. Mientras que la homeostasis es
un concepto heurístico que no forma parte de una teoría más
abarcadora, el concepto de coherencia es inseparable de la
epistemología en la que está enraizada.
Family Process, Vol. 21: 21 – 41, 1982
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Si el concepto de Homeostasis nos refiere a un sistema donde


sus elementos interactúan manteniendo el sistema en una
dirección, con cambios demasiado mínimos y mensajes que
revelan un “mas de lo mismo”; como aquellos determinismos
lineales en las que se culpan a los padres por generar en los hijos
comportamientos a nómicos, por ejemplo, entonces podemos
caer en un simplismo causalista victimizando a los hijos de la
rigurosidad extrema de los padres.
Dell, realmente va más allá del concepto de homeostasis,
incluyendo en la reflexión a dos conceptos: encaje y causalidad,
veamos:

La de “encaje” es la más general de las dos nociones. Sin hacer


referencia a la etiología o causalidad, la noción de encaje
simplemente postula que las conductas que tienen lugar en el
sistema familiar tienen una complementariedad general; encajan
juntas. La “causalidad”, por otro lado, es una interpretación
particular del encaje que considera que la complementariedad
observada tiene la forma: A causa B . Por ejemplo, los padres
malos enferman a sus hijos. Esta es la tesis de Fromm-Reichmann
sobre la etiología de la esquizofrenia. Como aclararemos luego,
el fracaso de los teóricos clínicos en hacer la distinción entre
encaje y causalidad ha sido el mayor responsable de la confusión
respecto de la homeostasis familiar. Específicamente, ha habido
una tendencia recurrente a considerar que encaje (i. e.,
complementariedad) implica causalidad (i. e., interacciones de
causalidad circular mutua o hasta lineal).

Entonces el termino Homeostasis podría enriquecerse si se tiene


en cuanta los principios de complementariedad, integración y
totalidad de los sistemas vivos, como la familia.
Los momentos iníciales e incluso hasta la década del 80, con los
aportes investigativos del grupo de Milán, los terapeutas
sistémicos habían hecho de la terapia una especie de
“laboratorio” de experiencias clínicas para el estudio del
enraizamiento de la familia y las patologías, al principio la
esquizofrenia, después la anorexia y cuadros mas perturbados de
la personalidad. Del doble mensaje pasamos a los llamados
“juegos psicóticos de la familia” con los desarrollos de Mara
Selvini.

Jackson, un miembro del grupo de Bateson, introdujo la


homeostasis en el campo de la psicoterapia en su trabajo “La
cuestión de la Homeostasis Familiar”. El tema básico de este
trabajo es el paciente en su contexto. Jackson sugirió que una
variedad de categorías diagnósticas en la psicopatología encajan
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dentro de patrones interacciónales particulares. Jackson afirmaba


que, como consecuencia de ese encaje, la mejoría del paciente
podría llevar a otros miembros de la familia al conflicto,
disturbios psiquiátricos y hasta el suicidio. “Serias consecuencias
tienen lugar” en otro miembro de la familia que ha estado
’comprando’ salud de la enfermedad de la persona en
tratamiento”. A propósito de Jackson, Dell suscribe:

El trabajo de Jackson es el primero en el campo de la psicoterapia


en hacer referencia a mecanismos homeostáticos. Una lectura
cuidadosa del comentario de Jackson sobre “comprar” salud
mental de la “enfermedad...” revela la sugerencia de que la
persona que ha “comprado”, es de algún modo la causante de la
enfermedad del paciente. Esta atribución implícita es isomórfica
con aquella realizada el año anterior en “Hacia una teoría de la
esquizofrenia” (2), en la cual Bateson, Jackson, Haley y
Weakland afirmaban que las madres sometían a sus hijos al doble
vínculo, causándole síntomas esquizofrénicos. Poco tiempo
después, Bateson et al. Se retractaban de aquella posición de
causalidad lineal, a favor de la causalidad mutua, pero la
homeostasis siguió enfatizando la causalidad lineal invocada por
la teoría del doble vínculo.

Es importante anotar que Dell, podría estar refiriéndose a que


las relaciones disfuncionales podrían observarse en términos de
relaciones victima-victimario, pero el doble vinculo no “zafa” a
la persona del hijo de esa danza sin escapatoria. Con esto nos
sumergimos al concepto de circularidad y a un paradigma en
doble dirección, es decir circular.

En los años subsiguientes el grupo de Bateson y el MRI


expandieron rápidamente su utilización de la cibernética y de la
teoría de la comunicación como modelos heurísticos para la
interacción familiar. En 1959 Bateson, Jackson, Haley y
Weakland describían a la familia como un sistema homeostático,
activado por sus errores y con capacidad de autocorrección.
Jackson y Weakland hablaban de mecanismos homeostáticos
cuya función era restituir el sistema familiar a su status quo. El
feedback negativo se utilizó como concepto acompañante y
muchas veces como sinónimo de homeostasis. Se decía que el
feedback negativo y la homeostasis mantenían al paciente
enfermo. En 1962 Haley adelantaba su Primera Ley Relacional:

“Cuando un organismo indica un cambio en relación a otro, éste


actuará sobre el primero como para disminuir y modificar ese
cambio”.
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El grupo de Bateson demostró que la homeostasis era un


concepto más circular que monadico y lineal. El statu quo del
esquizofrénico se sostenía por un complejo juego de “fuerzas”
mantenidas constantes en el proceso, con toda la fuerza a la vez
suficiente para no revelar el “secreto” de aquello que lo mantiene
permanente con un rol de “paciente Identificado”.
Dell cita a Bateson, cuando este se refiere a que la homeostasis
debemos entenderla como naturaleza de la organización del
sistema, cosa que se opone a la homeostasis como un aspecto o
parte de la organización del sistema. Esta diferencia es crucial. En
un sistema, por definición, los componentes están
interconectados. De acuerdo a esto, un pensamiento sistémico
claro prohíbe hablar de un aspecto del sistema como separado y
actuando causalmente sobre otras partes del sistema. Asegurar
que la homeostasis o feedback negativo regula ese sistema es caer
en el error de pensar dualística y causalmente; error que ha sido
virtualmente la plaga de toda discusión pasada y contemporánea
sobre la homeostasis familiar.

Por otro lado Hoffman ha discutido el “CICLO


HOMEOSTATICO”, por la cual la secuencia recursiva, no solo
del “mal comportamiento” cumplía un rol, un sentido para la
organización familiar disfuncional. Hoffman agrega que:
“conductas sintomáticas tienen lugar en una matriz de otras
conductas, que están vinculadas y sostenidas por las primeras y
que la totalidad constituye algún tipo de programa formal que
tiene que ver con la supervivencia de una unidad mayor,
habitualmente la familia”. Esta línea de pensamiento sigue siendo
desarrollada por Selvini-Palazzoli y sus colegas.

Al introducir el concepto de coherencia obliga al observador a


dejar el paradigma lineal por el de circular. La coherencia implica
una interdependencia congruente del funcionamiento, por el
cual todos los aspectos del sistema encajan entre sí. Parecería un
término adecuado para describir el comportamiento de un-
sistema-siendo-él-mismo sin implicar inadvertidamente nada más
que eso. Sin embargo, debido a la carga epistemológica que trae,
un-sistema-siendo-él-mismo seguramente implica mucho: gran
parte de la teoría de la terapia familiar y su aplicación clínica
debe ser replanteada y tal vez re-pensada.
Es un verdadero retorno a los principios de la Teoría General de
sistemas del matemático Bertalanffy. Su tesis sobre totalidad-
integración logra calzar en el concepto de coherencia.
Si el termino homeostasis nos remitía a una visión paralizada del
sistema, decimos que no existen sistemas estáticos, paralizados,
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frenados; todo sistema esta moviéndose, se conduce y esta en un


proceso de co-variacion.

Por ejemplo, si una mujer se habitúa a trotar, tanto su físico como


su fisiología se tornarán coherentes con su conducta. En
añadidura, también su comportamiento social y su vida diaria se
volverán coherentes con su “jogging”. Si un hombre vigilante
continúa siendo vigilante (cualquiera sea la razón), su estilo
cognitivo, sus actitudes sociales y sus creencias políticas se
tornarán coherentes con su conducta cada vez más paranoide.
Obviamente, tanto la coherencia del “jogging” como la
coherencia paranoide tendrán consecuencias interpersonales
enormes que rebotarán en forma de feed back sobre el individuo
y su coherencia en evolución. De este modo hay una co-
evolución de la coherencia del individuo y la coherencia de la
red familiar y los otros sistemas sociales a los que pertenece. Las
coherencias co-evolucionantes de los individuos y del sistema
más amplio son una complementariedad que no puede ser
separada en sus componentes ni reducida a uno u otro”.

Cuando el terapeuta ingresa al terreno de la “coherencia


familiar” a través de la terapia, el tendrá que neutralizar esta co-
evolucion, intentara cambiar las correlaciones disfuncionales de
la familia.

Esto es, el input terapéutico es definido por el hecho de tener


impacto sobre el síntoma y la coherencia en la que está
enraizado. Si el input ya no afecta (o nunca lo ha hecho) la
coherencia con respecto al síntoma, entonces ya no es realmente
un input. Cuando esto ocurre el terapeuta se ha convertido en
parte del sistema familiar; la familia y el terapeuta han co-
desarrollado una coherencia complementaria.
Minuchin (1974) denotaba este ejercicio sistémico del terapeuta
como una estrategia de intervención, en unión y acomodación.
El terapeuta se introducía en los vaivenes de las interacciones
familiares para desafiar a través de “su” input terapéutico.

Coherencia y cambio discontinuo

Muchos teóricos en diferentes campos han puesto énfasis


recientemente en la importancia del fenómeno del cambio
discontinuo: teoría de la catástrofe en matemática, estructuras
disipadoras en química, reorganización jerárquica en física,
equilibrio puntuado en biología y transformaciones en los
sistemas humanos.
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Por lo tanto surge la pregunta “¿Cuál es la naturaleza del cambio


discontinuo de la coherencia?” - ¿Qué es el cambio discontinuo,
de segundo orden, de la coherencia?
Un verdadero cambio discontinuo en la fisiología seria la muerte,
es decir una alteración realmente significativa e ineluctable de un
cambio físico en una persona. Pero una varicela que contraiga
un niño no seria una discontinuidad de la coherencia, seria un
cambio en la coherencia fisiológica estable del niño. Dell acota
entonces, podemos decir que los estados de enfermedad (y el
retorno a un estado de salud) pueden ser cambios discontinuos
para un observador pero no para la coherencia fisiológica del
organismo. Esto en cuanto a la fisiología. ¿Qué sucede con la
coherencia conductual de un individuo?
Cuando una persona o un niño que progresivamente va pasando
a la adolescencia, cambia, un observador (generalmente las
madres) dicen “esta irreconocible, ya no me obedece”…Dell se
pregunta si es otra persona?
¿El cambio en el carácter o la personalidad implica un cambio
discontinuo en la coherencia conductual personal o se trata
simplemente de la evolución a un nuevo estado dentro de una
coherencia estable?

Nosotros sabemos que la psicoterapia tiene como objetivo el


cambio en el comportamiento de las personas. Si esta madre y su
hijo adolescente se embarcarían en una psicoterapia, de hecho
que habría cambios. La madre se transformaría en una madre de
un hijo adolescente. Y el niño posiblemente en un adolescente
responsable de sus actos y a la vez un “negociador” de tareas
concretas y específicas.

Pero esta reflexión sistémica parecería que la psicoterapia


ayudaría más evolucionar la coherencia relacional entre la madre
y el hijo, que a transformarla de una manera discontinua.
Observar la coherencia relacional significa convertir la unidad de
observación en la transacción terapeuta, padres e hijo con TDH.
Bateson, citado por Dell, podría dar la clave para la interrogante
de cuando verdaderamente hay un cambio discontinuo de la
persona.

En el que tal vez sea el mejor tratado epistemológico existente


sobre la personalidad, Bateson propone el concepto de
Aprendizaje II. El aprendizaje II (Bateson iguala a personalidad)
es un modo de puntuar los hechos tal que “yo soy mis hábitos
de acción en contexto y conformación y percepción de los
contextos en los que actúo”. En otras palabras, Aprendizaje II es
un patrón de conductas y premisas que tiene un encaje perfecto,
17

complementario con el entorno del individuo, como él lo ha


experimentado (y hecho). Bateson ve claramente a la
personalidad como un patrón coherente que, hace notar, es
altamente resistente al cambio. Si el individuo cambia, entonces
puede reemplazar un patrón de Aprendizaje II por otro;
alternativamente puede “llegar a” Aprendizaje III, estado algo
místico en el cual el sentido de sí mismo del individuo se torna
irrelevante a su experiencia, puesto que el individuo se funde con
el todo (de su mundo).

Entonces una primera hipótesis para hablar de verdaderos


cambios discontinuos es integrar al individuo con su sistema
significativo o en el que co-evoluciona y crece. El hombre de su
contexto es inseparable.

Si ni el “cambio” fisiológico ni el “cambio” en la personalidad


constituyen un real cambio discontinuo de coherencia ¿podemos
decir que esas transformaciones discontinuas existen realmente?
Existen. Todos los sistemas interaccionales multi-individuales son
capaces de verdaderos cambios discontinuos: familias, grupos,
amigos, vecindades, interacción entre animales, etc. Estos
sistemas pueden pasar por un cambio discontinuo porque la
coherencia como sistema interactuante es fundamentalmente
diferente de la coherencia que constituye a los miembros
vivientes individuales que constituyen ese sistema. Hemos
mostrado que la disrupción en la coherencia fisiológica o
conductual de un sistema viviente resulta en la muerte: no más
sistema. La disrupción de la coherencia de un sistema
interaccional también resultará en la muerte (de ese sistema),
pero casi con seguridad sobrevendrá un entretejido que formará
un nuevo sistema con una coherencia verdaderamente nueva. El
entretejido es lo que Bateson ha llamado tautología
autocurativa. Los ataques humanos al medio ambiente, por
ejemplo, pueden violar la coherencia del ecosistema local, pero
el ecosistema se ha de auto-curar formando una nueva
tautología, aunque sea ésta indeseable para nosotros.

Los fundamentos científicos son importantes porque


comprendemos los fenómenos del mundo en términos de los
mismos. Esto significa que la explicación de los hechos se logra
añadiendo datos a los fundamentos. Así, el éxito de las ciencias
exactas se debe y puede ser medido en términos de su lista de
fundamentos cada vez mayor. Bateson insiste en que se puede
lograr muy poca comprensión agregando datos a nociones
explicativas imperfectamente definidas. Piensa que el principal
obstáculo a un progreso significativo de las ciencias de la
18

conducta ha sido su permanente fascinación con esas nociones


explicativas. Bateson asegura que, como consecuencia directa de
esa "fascinación", las ciencias de la conducta han producido
"escasamente algún principio digno de un lugar en la lista de
fundamentos."

De esto se trata "Más allá de la Homeostasis". Homeostasis es una


noción explicativa imperfectamente definida. En realidad, el
campo de la terapia familiar se halla a flor de agua con esas
nociones: reglas familiares, resistencia, paradoja terapéutica,
masa indiferenciada del yo familiar, jerarquía, feedback negativo,
etc. Todas estas son nociones explicativas imperfectamente
definidas que cuelgan en el aire. Hay una necesidad desesperada
de algunos fundamentos que puedan comenzar a explicar los
datos de la interacción familiar, la psicopatología y la
intervención terapéutica. El trabajo de Paul Dell, es el intento de
proporcionar uno de estos fundamentos.
El concepto de coherencia no es otra noción explicativa
imperfectamente definida. En los términos de Bateson es, tal vez,
una noción explicativa perfectamente definida. Contrariamente
a las nociones explicativas imperfectamente definidas, la
coherencia se deriva directamente de un fundamento. ¿Cuál es
ese fundamento? A grandes rasgos, es la epistemología que este
trabajo se ha empeñado en establecer.
Finalmente el hombre no puede « objetivar » la realidad
prescindiendo de una epistemología que sea coherente entre lo
que describe y sus fundamentos. Es imposible mirar la « realidad
» sin que el observador se incorpore a esta.

Referencias bibliográficas.-

BERTALANFFY, L., Teoría General de Sistemas. México, Fondo


de Cultura Económica, 1976.

CAVANI, G.,G. Teoria general de sistemas. 2017. Separata.

II. LA PRAGMÁTICA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA.- EL


MODELO INTERACCIONAL PARA COMPRENDER LA
COMUNICACIÓN FAMILIAR- LOS AXIOMAS DE LA
COMUNICACIÓN- PATOLOGIA DE LA COMUNICACIÓN-EL
LEGADO DE PAUL WATZLAWICK
19

Desde la perspectiva de la teoría general de sistemas, la familia


es un sistema autocorrector y dinámico y por lo tanto, nuestras
observaciones deberán ir dirigidas tanto hacia las transacciones
que suceden en su interior, como hacia la estructura interna del
sistema; dicho de otro modo, lo que nos interesará será conocer
la interacción entre los miembros, sus modos de relación y las
reglas que rigen esa relación. Por el contrario, el pasado, el
conocimiento de los "por qué en las relaciones" y la existencia de
víctimas y verdugos como consecuencia de aplicar el modelo
causa-efecto, no poseerá ningún interés dentro de este enfoque.
Todo esto supone un cambio de perspectiva y un abandono de
la investigación intrapsíquica.

De todas formas, en el caso de estudiar las conductas de los


individuos, estas deberán ser interpretadas en función de la
influencia que posean en relación con el sistema, y nunca deberán
interpretarse de forma individual. El individuo se considerará
como una caja negra en la que no será necesario entrar para
explicar su comportamiento.

Partiendo de las ideas surgidas de su trabajo por Bateson;


Watzlawick, descubre los axiomas planteados como un modelo
de interacción donde los sistemas dan origen a relaciones
significativas entre ellas y su contexto. Clasificándolos en
propiedades simples de la comunicación que encierran
consecuencias interpersonales básicas.

Un axioma es un enunciado básico que se establece sin necesidad


de ser demostrado. Las dos características que poseen los axiomas
son: indemostrabilidad y evidencia. Los axiomas no son
verdaderos ni falsos en si mismos: son convenciones utilizadas
como principios de derivación de los demás enunciados de una
teoría.

El Enfoque Interaccional definió tentativamente cinco axiomas


fundamentales de la comunicación en virtud de sus importantes
consecuencias pragmáticas en cualquier situación interpersonal.
El concepto de comunicación adquiere así un sentido especial que
Birdwhistell describe muy bien al sugerir que "un individuo no
comunica: participa en una comunicación o se convierte en parte
de ella. Puede moverse o hacer ruidos..., pero no comunica. De
manera similar, puede ver, oír, oler, gustar o sentir, pero no
comunica. En otras palabras, no origina comunicación, sino que
participa en ella. Así, la comunicación como sistema no debe
entenderse sobre las bases de un simple modelo de acción y
20

reacción, por compleja que sea su formulación. Como sistema,


debe entenderse a nivel transaccional.

Dado el énfasis en el aspecto Interaccional de la comunicación


humana, la descripción y análisis de estos axiomas se centra en la
comunicación diádica entre personas, en la cual las claves
intercambiadas emanan directamente del cuerpo (movimientos,
gestos, posturas), el habla (verbalizaciones), la voz (tono,
volumen, tiempo, ritmo etc.) y el contexto inmediato (situación
física, social, cultural, etc.). Desarrollaremos a continuación cada
uno de estos axiomas.

1. La imposibilidad de no comunicar

Este axioma se deriva necesariamente de una propiedad básica


del comportamiento; esto es, no existe el no comportamiento y,
por lo tanto, es imposible no comportarse. Moverse o quedarse
quieto, hablar o permanecer callado, sonreír o mostrarse
inmutable, presentarse o no a una cita, retirarse de una situación,
etc., todos constituyen comportamientos. Es necesario insistir en
que el comportamiento no se limita a lo que se hace, sino que
incluye las verbalizaciones, posturas, gestos, etc. Además, el no
hacer, no decir, no gesticular, también constituyen formas de
comportamiento. Si se acepta que todo comportamiento en una
situación de interacción tiene un valor comunicativo, entonces
no se puede dejar de comunicar, aun cuando se intente. En una
situación interpersonal todo comportamiento influye sobre los
demás, les comunica algún mensaje y éstos no pueden dejar de
responder a tales mensajes comportándose y comunicando a su
vez.

Ej. Un viaje en tren. La generalidad de las personas muestra una


mirada pérdida, o fija en algún punto (piso) o una mirada
inquieta que va fijándose brevemente en un sinnúmero de
puntos sin detenerse en ninguno. Además no hablan,
permanecen en una postura rígida hasta que deben bajarse.
Aparentemente estas personas no se están comportando o
comunicando algo; sin embargo, su comportamiento (serios,
mudos, rígidos y mirada perdida) tiene un extraordinario valor
comunicativo que podría ser parafraseado como "no deseo
hablar con nadie" o "no quiero que me hablen". El efecto
pragmático de esta comunicación es también extraordinario,
puesto que generalmente los demás responden dejando
tranquilo a su vecino.
21

Si, estas mismas personas se encuentran en una fiesta, su


comportamiento será distinto y conllevará un mensaje tipo
"deseo hablar con alguien" o "quiero que me hablen". Esto indica
que en cualquier situación no sólo el comportamiento de los
demás es comunicativo, sino que existen también índices
comunicativos inherentes al contexto físico y social. Estos índices
también comunican y provocan efectos pragmáticos importantes
en las personas. El comportamiento de estas varía según se hallen
en el tren, una, fiesta, conferencia o un dormitorio, aun cuando
se encuentren con la misma persona.

El comportamiento como comunicación no es un fenómeno


aleatorio, sino que está guiado por reglas. Existiría un código
abstracto de reglas de la comunicación nunca formalizado ni
plenamente consciente que se iría adquiriendo a lo largo de la
vida. Estas reglas nos indicarían que y cómo es posible comunicar
que cosas y en que situación. Se nos plantea así el problema de
si la comunicación es o debería ser intencional, consciente y
eficaz.

Cuando se esta interesado en el intercambio de información en


un nivel consciente, voluntario y deliberado, entonces la
intencionalidad es un ingrediente esencial de la comunicación.
Sin embargo, es necesario insistir en el hecho de que la
comunicación tiene lugar, sea o no intencional. La
intencionalidad no es un prerrequisito de la comunicación. Hay
situaciones donde existe una falta absoluta de intencionalidad en
la comunicación, pero desde la perspectiva del "receptor" este es
afectado pragmáticamente. EJ. Alguien que entra a una pieza y
se pone a llorar sin saber que alguien está en la pieza contigua.
Evidentemente, la primera persona no tiene intención alguna de
comunicarle algo a alguien; sin embargo, la segunda persona se
verá afectada por el comportamiento de la primera, pudiendo
permanecer callada, abandonar la habitación, ir a consolarla,
etc.... Es decir, hubo comunicación y sus consiguientes efectos
pragmáticos, aun cuando no existía la intención de comunicar.

Acerca de la eficacia de la comunicación tomamos como Ej. ¿Lo


que el entendió es lo mismo que yo quise comunicarle?, ¿debo
creer en lo que él me comunicó o en lo que él dice que me
comunicó? esto constituye un problema irresoluble, puesto que
se basa en las interpretaciones subjetivas que los participantes en
la interacción, hacen de su comportamiento. Esto surge, cuando
se olvida que el comportamiento incluye aspectos de los cuales
no nos damos cuenta y que son imposibles de controlar. Ej.
Dilatación de la pupila, color de nuestra piel, postura, timbre de
22

voz, gestos, etc. Todos estos comportamientos comunican.


Además, lo que comuniquemos dependerá de la interpretación
(consciente o no) que el otro haga de nuestra comunicación. De
esta forma, el problema de la eficacia estará determinado por el
carácter sistémico de la comunicación en la cual las personas
participan y no cuando se plantea un modelo lineal en el cual
un emisor podría manipular todas las variables necesarias para
que el mensaje recibido sea exactamente igual al emitido.

La imposibilidad de no comunicarse plantea una serie de


fenómenos interesantes de considerar. Por ejemplo, ¿que
situación se produce cuando alguien quiere comunicarle al otro
que no quiere comunicarse con él?, ¿cuando alguien niega que se
esta comunicando?, Una de estas situaciones está representada
por el comportamiento aparentemente sin sentido de los
esquizofrénicos (ensalada de palabras, catatonia, agitación, etc.).
En general, se considera este comportamiento como carente de
valor comunicativo. Sin embargo, desde una perspectiva
interaccional es posible considerar al esquizofrénico como una
persona que niega que esté comunicando e influyendo en una
relación. De esta forma, el sin sentido aparente adquiere un
enorme sentido. Si yo me quedo callado comunico que no quiero
comunicarme. Ahora, para negar que no quiero comunicarme
sólo me resta hablar disgregadamente y ser considerado loco
("quiero, pero no puedo comunicarme"). Este constituye un
ejemplo de las perturbaciones que se generan al violar algunos
de los axiomas de la comunicación. Como siempre estas
perturbaciones tienen un carácter interaccional y pragmático.

2. Los niveles de contenido y relación de la comunicación

La comunicación opera siempre a diferentes niveles de


abstracción.
A. Nivel denotativo simple (comunicación verbal) es el
contenido explícito del mensaje. Ej. "las llaves están sobre la
mesa"- lo denotativo, alude a la ubicación de dichas llaves dentro
de todas sus ubicaciones posibles. A este aspecto de la
comunicación que transmite información mediante la
codificación de los fenómenos se le ha denominado el aspecto
referencial o de contenido de la comunicación.
B. Nivel metalingüístico Todos aquellos mensajes implícitos
o explícitos acerca de la codificación lingüística realizada al enviar
el mensaje y corresponde a la semántica y sintaxis del lenguaje.
Por ejemplo, "el sonido verbal llave representa un miembro de
una clase tal de objetos"
23

C. Metacomunicación o comunicación acerca de la


comunicación incluye todo mensaje implícito o explícito acerca
de la relación que se establece entre los hablantes al intercambiar
el mensaje descrito. Ej. "el hecho de decirle donde estaban las
llaves fue amistoso". La metacomunicación se refiere, entonces, a
cómo debe ser entendido el mensaje en términos de la relación
que impone entre los comunicantes. De aquí que también sea
denominado el nivel conativo o relacional de la comunicación,
puesto que define la relación entre los participantes.
D. El contexto en el cual se intercambian los mensajes
metacomunicativos. El contexto indica cómo deben ser
interpretados dichos mensajes y corresponde, por lo tanto, a un
nivel meta-metacomunicativo. En un contexto clásico de terapia
este nivel podría ser parafraseado como "el hecho de que el
haberme dicho, dónde estaban las llaves fuera amistoso,
representa un intento de seducción".

Los aspectos referenciales y conativos de la comunicación indican


que esta no sólo transmite información objetiva, sino que a la
vez impone comportamientos en los comunicantes definiendo
así su relación.

Retomemos el caso de una persona A que le dice a una persona


B, "las llaves están sobre la mesa". El contenido de esta afirmación
corresponde a un reporte de información objetiva, esto es: las
llaves "realmente" están sobre la mesa. Sin embargo, supongamos
que la persona A se encuentra parada, indicando la mesa, con el
cuerpo tenso, el ceño fruncido, una expresión de enojo y
gritando "las llaves están sobre la mesa". La forma en que A hace
esta afirmación proporciona una definición de la relación muy
obvia para B que puede ser parafraseada como "la nuestra es una
relación hostil". Por supuesto, es necesario considerar el variable
tiempo que actúa como el contexto en que se da dicha
definición. Puede que sólo en ese momento particular A defina
su relaci6n como hostil con B o puede que la defina siempre así,
en todas sus afirmaciones. Supongamos ahora que A se encuentra
tendido relajadamente con una expresión de calma y con una
sonrisa en los labios dice suavemente "las llaves están sobre la
mesa...". Evidentemente, aun cuando el contenido del mensaje
es el mismo en ambos casos, las definiciones de la relación son
muy distintas. En el último caso, A define su relación con B como
amistosa.

El aspecto relacional o metacomunicativo 'toda comunicación


tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional, tales que
el segundo clasifica al primero y es, por lo tanto, una meta-
24

comunicación’. La conversación social, por ejemplo, puede


describirse como un intento de estar en contacto con otra
persona, de comunicarse y no de intercambiar información
objetiva ("que lindo está el día... hace tiempo que no llueve").
Incluso este tipo de conversación generalmente es preferible al
silencio, puesto que éste conlleva la metacomunicación implícita
"no nos estamos comunicando". Esta constituye una definición de
la relación rechazada, sobre todo cuando el contexto indica que
uno "debiera" comunicarse; por ejemplo, en una fiesta. Lo
paradójico radica en que el silencio constituye también una
comunicación con lo cual se produce una situación
aproximadamente así: "nos estamos comunicando, que no nos
estamos comunicando..., ¿nos estamos comunicando entonces?".

La metacomunicación permanece generalmente implícita. Sin


embargo, se puede verbalizar haciéndola explícita. Por ejemplo,
cuando la madre le dice al niño "lo que te dije, era una orden" o
cuando un amigo le dice a otro "no te enojes, era sólo una
broma". Es decir, la metacomunicación indica cómo debe
entenderse el contenido de la información. El contexto es
primordial en la forma en que debe entenderse una
comunicación. No es lo mismo desnudarse en el dormitorio que
hacerlo en la calle. El mismo comportamiento metacomunicará
aspectos esencialmente distintos.

Si una mujer A señala el collar que lleva otra mujer B y pregunta:


'¿Son auténticas esas perlas?', el contenido de su pregunta es un
pedido de información acerca de un objeto. Pero, al mismo
tiempo, también proporciona su definición de la relación entre
ambas. La forma en que pregunta indicaría una cordial relación
amistosa, una actitud competitiva, relaciones comerciales,
formales, etc.

3. Comunicación es digital y analógica

Existen dos modos básicos de comunicación humana: La


comunicación analógica y la digital. La comunicación analógica
es aquella en la cual los objetos y eventos del mundo son
expresados mediante un símil, una semejanza o analogía que
contiene una estructura similar al objeto representado. Es decir,
conservan y repiten de alguna manera las relaciones formales del
fenómeno representado; siempre existe algo particularmente
similar entre el referente y la expresión que se emplea para
comunicarlo. Ej. el dibujo de una mesa, este dibujo constituye
una expresión analógica de una mesa que nos permitirá
reconocerla como tal, lo mismo vale para una fotografía o una
25

representación mímica de una mesa. Las analogías son en cierta


forma autoexplicativas.

En la comunicación digital, en cambio, el objeto o evento es


expresado mediante un conjunto de signos arbitrarios que no
guardan ninguna semejanza estructural con dicho objeto o
evento. El caso típico de la comunicación digital lo constituye el
lenguaje en el cual las palabras poseen una relación arbitraria con
el objeto que refieren. Ej. No existe nada particularmente similar
a una mesa en la palabra mesa. El lenguaje constituye una
convención social que varia de cultura en cultura. De este modo
resulta igualmente válido referirse a una mesa como mesa
(español), table (ingles) o Tisch (alemán), con la única condición
de que las personas que se comunican compartan el mismo
código (en este caso, idioma) para poder entenderse.

Las expresiones analógicas incluyen: la postura, los gestos, los


movimientos, la expresión facial, la cualidad de la voz (tono,
timbre, volumen, ritmo, articulación, etc.), las expresiones
corporales (ritmo respiratorio, coloración de la piel, temperatura
del cuerpo, etc.), los indicadores comunicacionales del contexto,
etc. por Ej. La expresión analógica del miedo incluye
generalmente y en forma no arbitraria, movimientos de huida,
temblor corporal, palidez, etc. Pero no sólo se incluyen aquellas
expresiones analógicas naturales en la comunicación analógica,
sino aquellas creadas por el hombre como la pintura, la escultura,
la fotografía, el diseño, la música, el ballet, etc. Respecto a los
índices comunicacionales del contexto, estos también actúan
como comunicación no verbal que afecta al comportamiento. La
reacción de un observador ante un asalto, por ejemplo, será
diferente si lo presencia en la calle o en una película.

La comunicación analógica constituye una expresión más


evidente y universal de su referente. Ej. Una persona que le
quiere indicar a otra de diferente cultura e idioma que "las llaves
están sobre la mesa". Si esta última persona atiende
exclusivamente a la comunicación verbal, seguramente le será
imposible entender que le quieren transmitir. En cambio, si
atiende a los gestos que la primera persona realice, a la posible
mímica o incluso gesto que le indica hacia donde mirar,
seguramente podrá comprender el mensaje. La posibilidad de
que dos personas que no comparten un mismo idioma puedan
comunicarse radica en el carácter universal de la comunicación
analógica.
26

Evidentemente, la comunicación analógica es evolutivamente


más temprana y, generalmente, se acepta que es más válida, en
los diferentes contextos. La comunicación digital es más reciente
y su carácter arbitrario la hace más compleja y abstracta,
requiriendo compartir el código en que se basa. El nivel
relacional es predominantemente analógico y el de contenido es
digital y son interdependientes y complementarios.

El carácter relacional de la comunicación analógica se hace


evidente también en una serie de situaciones típicas entre los
seres humanos como, por ejemplo, en el galanteo, las peleas, el
amor, el pedido de ayuda, la enfermedad, etc. Todas estas
situaciones tienen en común que a nivel metacomunicativo se
intercambian mensajes analógicos que indican "se mi madre", "se
mi adversario", "se mi pareja", etc. Las expresiones analógicas
empleadas incluyen aproximarse o apartarse físicamente, mirar
fijamente a los ojos, sobre la cabeza o a los pies del otro, dar la
espalda, inclinarse, etc. Todas estas expresiones proponen
analógicamente un tipo particular de relación que el otro puede
aceptar, rechazar o redefinir.

El contenido de la comunicación se transmite en forma verbal, es


decir, digitalmente y esta sujeta a los principios lógicos básicos de
no contradicción. Lo digital es de un nivel de abstracción mayor
que lo analógico, ligado aún a lo concreto y presente. El mensaje
digital es más versátil y más complejo. El lenguaje verbal permite
representar conceptos que no tienen su referente concreto como
"verdad", "moral", "infinito", "negativo", "nada", etc. La
civilización y la cultura son un producto de la comunicación
digital. El lenguaje permite representar el pasado y el futuro así
como construir nuevas realidades mediante el pensamiento.

4. Puntuación de la secuencia de hechos

Desde el punto de vista de un observador externo, la secuencia


de mensajes intercambiados entre dos comunicantes puede ser
considerada como una secuencia interrumpida de interacciones.
Es decir, se trata de una secuencia de intercambios en la que el
comportamiento de cada uno de los participantes es inducido
por e induce, a la vez, el comportamiento de los demás. Sin
embargo, quienes participan en la interacción necesariamente
puntean la secuencia de hechos arbitrariamente. En una
prolongada secuencia de intercambios los sujetos participantes
inevitablemente puntuando la secuencia de comportamientos o
mensajes intercambiados percibiendo a uno de los participantes
como actor (o estimulo) y al otro como reactor (o respuesta). De
27

esta manera, desde la perspectiva de uno de ellos el otro es


percibido como quien tiene la iniciativa, el predominio, etc., o
es la víctima, el que responde exclusivamente, etc. Sin embargo,
desde fuera cada acto comunicativo de uno de ellos puede ser
considerado simultáneamente "un estímulo, una respuesta y un
refuerzo".

El proceso de puntuación de la secuencia constituye entonces una


manera de considerar una relación de dependencia mutua y
circular como si fuera una relación lineal en la que un organismo
dirige y otro es dirigido.

La puntuación de la secuencia es de vital importancia en las


interacciones entre seres humanos. Esta permite a los
comunicantes establecer entre ellos ciertos patrones de
intercambio, acerca de los cuales pueden estar de acuerdo o no,
que les permite organizar sus propios comportamientos y el de
los demás. En el aspecto cultural compartimos una serie de
convenciones de puntuación que nos permiten mantener una
visión común con respecto a diversos hechos. Así, por ejemplo,
una persona que se comporta de determinada manera dentro de
un grupo le llamamos "autoridad" y a otra "subalterno", aunque
resultaría difícil decir cuál surge primero, que seria del uno sin el
otro o en quien reside el poder. Considerar que una persona es
quien manda y el resto del grupo quien obedece, sin considerar
cómo influye o determina el comportamiento del grupo la
conducta de la autoridad, es sólo una de las formas de puntuar
la interrumpida cadena de sucesos que se retroalimentan.

Resulta evidente que no existe una única manera de puntuar las


secuencias de interacciones, por el contrario, existen tantas
formas de puntuar las secuencias como personas están
comprometidas en la comunicación. Como hemos visto hasta
ahora "la naturaleza de una relación depende de la puntuación
de las secuencias de comunicación entre los comunicantes". Sin
embargo, como la comunicación se trata de un proceso circular
y recursivo, la puntuación dependerá a su vez de la naturaleza
de la relación entre los participantes.

5. Interacción simétrica y complementaria

Todo intercambio comunicativo observado entre dos personas


puede dar origen a dos formas de relación: simétricas o
complementarias.
28

Una relación simétrica es aquella en que sus integrantes


intercambian el mismo tipo de comportamiento. Tanto uno
como el otro puede, indistintamente, tomar decisiones, criticar y
comentar la conducta del otro, dar consejos y proponer
alternativas, etc. Los miembros tienden a acentuar su igualdad
con respecto a sus responsabilidades, derechos y obligaciones. Así
también, con respecto al tipo de comportamiento recíproco que
deberán mantener, sea este de debilidad o fuerza, confianza o
desconfianza, etc. Este tipo de relación es frecuente entre
compañeros de trabajo, de colegio, amigos, hermanos, etc." Una
relación complementaria es aquella que se establece cuando dos
personas intercambian diferentes tipos de comportamientos. En
este tipo de relación uno de los miembros se halla en posición
superior y otro en posición inferior, puesto que la conducta de
uno complementa la del otro. Así, por ejemplo, una persona da
órdenes y la otra las obedece o una persona pide algo y la otra
lo otorga. Este el tipo de relación se da entre padre e hijo, jefe
y subalterno, médico y paciente, etc. Mientras que la relación
complementaria se basa en un máximo de diferencia entre los
comportamientos de sus miembros, las relaciones simétricas se
basan en la igualdad o mínima diferencia de comportamiento.

Sin embargo, es importante señalar que en las relaciones


complementarias no existe una posición mejor o peor que otra,
sino sólo dos posiciones diferentes que se interrelacionan. El
comportamiento de uno favorece la conducta del otro y
viceversa; la existencia de uno presupone la existencia del otro y
controla, a su vez, el rango de comportamientos permitidos en
el otro.

El tipo de relación que ha de establecerse entre dos personas


puede estar determinado por el contexto cultural o social en que
ésta se desarrolla, sin embargo, existen situaciones en que son las
características personales de cada uno de los miembros de la
relación las que, junto al contexto social, definen el tipo de
interacción que mantendrán entre sí. Es decir, entre dos
desconocidos, por ejemplo, la relación no está definida a priori,
por lo cual deben establecer en sus primeros encuentros un
acuerdo implícito, a partir de lo que dicen y cómo lo dicen, sobre
el tipo de interacción que han de seguir: simétrica o
complementaria.

Las relaciones interpersonales son variables y pueden cambiar de


naturaleza con gran rapidez de acuerdo al área en que estas se
manifiestan. Lo que en un determinado momento del tiempo
pudo considerarse como una relación simétrica, en otro
29

memento puede considerarse como una relación


complementaria y viceversa. Así por ejemplo, en el desarrollo
evolutivo del ser humano observamos el paso progresivo desde
una relación estrictamente complementaria con sus padres y
demás personas que le rodean hacia una relación cada vez más
simétrica a medida que va creciendo.

Haley propone un tercer tipo de relación: la


metacomplementaria. Esto es lo que sucede cuando una persona
anima o impulsa a la otra a definir la relación entre ambos como
una relación simétrica o complementaria y, por lo tanto, en un
nivel superior, es en realidad la primera persona quien está
definiendo la relación como complementaria. Por ejemplo, si A
se comporta como una enferma desvalida y logra que B la cuide
y la proteja se está disponiendo de tal forma la situación que ella
queda en posición secundaria. Sin embargo, en un nivel superior,
es A quien ha manejado la situación de tal forma que B haga lo
que ella le pida y le obedezca en todo; en cierto modo es A quien
se halla en posición superior y B en posición secundaria.

PATOLOGIA DE LOS AXIOMAS DE LA COMUNICACIÓN


HUMANA

El modelo lineal de comunicación ha sido muy criticado por los


estudiosos de las relaciones interpersonales, al considerarlo un
enfoque comunicacional muy técnico, poco humano. Más útil
para estudiar la comunicación entre sistemas rígidos que para
estudiar la flexibilidad de los sistemas de interacción humanos.
De estas críticas surgió una nueva forma de enfocar la
comunicación pensando en las personas. A este nuevo enfoque
se le denominó la nueva comunicación o teoría de sistemas.

Desde el enfoque de la teoría de sistemas se denomina


comunicación solo al aspecto pragmático de la teoría de la
comunicación humana, aceptando que toda conducta es
comunicación. El mensaje se concibe como un conjunto fluido y
multifacético de muchos modos de conducta (verbal, tonal,
postural...), todos los cuales limitan el significado de los otros.
Los diversos elementos de este conjunto son susceptibles de
permutaciones muy variadas y complejas. El interés de este
enfoque, está centrado en el efecto pragmático de tales
combinaciones en las situaciones interpersonales.

Axiomas de la comunicación interpersonal


30

1.- La imposibilidad de no comunicar

Toda comunicación es comportamiento, no existe la no-


conducta. Desde esta teoría no se puede decir que la
'comunicación' sólo tiene lugar cuando es intencional, consciente
o eficaz, esto es, cuando se logra un entendimiento mutuo. Que
el mensaje emitido sea o no igual al mensaje recibido constituye
un orden de análisis importante pero distinto, que no interesa
realizar desde el punto de vista de una teoría de la comunicación
sistémica. El mismo hecho de la interacción implica
comunicación, independientemente de si el contenido del
mensaje ha llegado eficazmente al receptor. Puesto que toda
conducta humana se puede entender como una interacción con
su entorno, en la teoría de sistemas toda conducta es
comunicación.

Sin embargo es muy frecuente que las personas intenten no


comunicarse. Desde la teoría del procesamiento de la
información y su modelo lineal, las personas pueden lograr evitar
comunicarse. Pero no es posible en la teoría de sistemas. Por lo
tanto, en la teoría de sistemas, los intentos por evitar la
comunicación no la evitan. Estas son las reacciones más
habituales características de interacciones en las que se intenta
evitar la comunicación.

a) Rechazo de la comunicación: El sujeto A puede


hacer sentir al sujeto B, en forma más o menos descortés,
que no le interesa conversar. Esto daría lugar a un silencio
más bien tenso e incómodo. Este silencio, y sus
expresiones no verbales emocionales, son comunicación.
De modo que, de hecho, no se ha evitado una relación
con B.

b) Aceptación de la comunicación: El sujeto A


terminará por ceder y entablar conversación. Ya hay
comunicación.

c) Descalificación de la comunicación: El sujeto A


puede comunicarse de modo tal que su propia
comunicación o la del otro queden invalidadas. Para ello
puede utilizar auto-contradicciones, incongruencias,
cambios de tema, estilo oscuro o manierismos
idiomáticos, interpretaciones literales de la metáfora e
interpretación metafórica de las expresiones literales,
etc... Esta forma de expresión implica un ‘diálogo de
besugos’, que desde la teoría del procesamiento de la
31

información es no comunicación, pero desde la teoría de


sistemas si es comunicación.

d) Fingir no poder comunicarse: El sujeto A puede


fingir somnolencia, sordera, borrachera, ignorancia del
idioma, o cualquier otra deficiencia o incapacidad que
justifique la imposibilidad de comunicarse. Aquí el
mensaje de A es: 'no me importaría hablar con usted,
pero causas ajenas a mí me lo impiden'

2. Nivel de contenido y relacional

Toda comunicación implica un compromiso, y por ende, define


la relación. Como se había señalado este axioma dice que toda
comunicación tiene un aspecto de contenido (la información
transmitida en el mensaje) y un aspecto relacional (el mensaje
emocional que establece la relación definida entre dos personas).
Esta es otra forma de decir que toda comunicación no sólo
transmite información, sino que al mismo tiempo define la
relación. El mensaje relacional refleja la intención emocional de
la persona que lo emite, es decir su sentimiento, valores e
interpretaciones de la interacción y de la historia de interacciones
con el otro. Como yo soy y como me siento ante esta persona,
se manifiesta en mi mensaje relacional.

El aspecto relacional de una comunicación es un aspecto del


mensaje que se refiere a la propia comunicación, y por lo tanto
corresponde al aspecto meta-comunicacional del mensaje. La
capacidad para meta-comunicarse de forma adecuada constituye
no sólo condición sine qua non de la comunicación eficaz, sino
que también está íntimamente relacionada con la percepción del
Self y del otro.

Los trastornos en la comunicación que pueden surgir en el área


de los aspectos de contenido y relacionales, pueden tomar las
siguientes formas:

a) Los participantes están en desacuerdo en el nivel


del contenido, pero ello no perturba su relación. Quizás
ésta sea la forma más madura de manejar el desacuerdo:
los participantes acuerdan estar en desacuerdo.

b) Los participantes están de acuerdo en el nivel del


contenido pero no en el relacional. Ello significa que la
estabilidad de su relación se verá seriamente amenazada
en cuanto deje de existir la necesidad de acuerdo en el
32

nivel del contenido. Muchos matrimonios tienen crisis


precisamente cuando se superan las dificultades externas
que hasta ese momento obligaban a los cónyuges a un
esfuerzo conjunto y a un apoyo mutuo.

c) Otra posibilidad son las confusiones entre los dos


aspectos, contenido y relación. Puede haber una
confusión persistente en sus interacciones, la cual puede
tomar dos formas. Una forma consiste en un intento por
resolver un problema relacional en el nivel del contenido
(donde no existe). Otra forma de confusión consiste en
intentar comunicarse desde el nivel relacional cuando el
desacuerdo se sitúa en el nivel estrictamente del
contenido, así surge una variación del reproche básico: 'si
me amaras, no me contradirías' (si tu relación conmigo
fuera de amor, entonces no estarías en desacuerdo
conmigo en ir al cine).

d) Por último, y de particular importancia clínica, son


todas aquellas situaciones en las que una persona se ve
obligada de un modo u otro a dudar de sus propias
percepciones en el nivel del contenido, a fin de no poner
en peligro una relación vital con otra persona. Esto lleva
a pautas de 'comunicación paradójica'. Una paradoja
consiste en una contradicción entre los dos niveles, de
modo que el mensaje en un nivel niega el mensaje en el
otro, cuando aparentemente deberían complementarse.
Una paradoja clásica es el ‘se espontáneo’. Una persona
le pide a la otra, que le diga que la quiera aunque no la
quiera, pero que lo diga sinceramente, espontáneamente.
En un sentido menos literal, una persona oye que le dicen
‘te quiero’ pero capta relacionalmente que no es cierto,
sin embargo no puede hablar de ello, y tiene que
creérselo para que la relación de amor no desaparezca.

La metacomunicación se expresa generalmente mediante los


gestos, la voz, las posturas, los movimientos y el contexto. Estos
aspectos califican el mensaje enviado y ofrecen una definición de
la relación. Sin embargo, esta definición de la relación casi nunca
es deliberada o plenamente consciente. Mientras más espontánea
es una relación, el aspecto conativo es más implícito. Una
relación perturbada se caracteriza por una constante lucha acerca
de la relación y el aspecto de contenido pasa a segundo piano
("no importa de que estemos hablando, siempre estamos
peleando").
33

3. La puntuación de la secuencia de hechos

El tercer axioma de la comunicación dice que la naturaleza de


una relación está condicionada por la valoración de los procesos
de comunicación por cada interlocutor. Es decir, en que consiste
la relación y su profundidad, depende de la interpretación que
cada cual haga de sus interacciones con el otro. Toda interacción
es una secuencia de intercambios comunicativos. Desde el punto
de vista sistémico, la naturaleza de la relación se manifiesta en
estos intercambios.

Un observador que intenta identificar y definir una relación


particular, así como comprender esa relación a partir de los
intercambios comunicativos que se producen en cada
interacción. Es necesario que reconozca e identifique como las
conductas de esas personas se estructuran en pautas
comunicativas que confirman las normas de la relación. Puesto
que se supone que estas pautas siguen un orden, una estructura,
la forma de reconocer este orden es seguir la secuencia de
comportamientos y ordenarlos. (‘puntuación de la secuencia de
hechos’). Al puntuar las secuencias de hechos el observador
puede establecer el modo en que, los miembros de un sistema,
organizan los hechos de la conducta de comunicación. Y al
comprender esta estructura, el observador puede interpretar el
modo en que los mensaje emocionales de cada interlocutor se
han auto-regulado para adaptarse mutuamente conformando su
propia relación.

Desde el punto de vista de los participantes estas secuencias


también son puntuadas implícitamente, pero en un sentido
distinto. La puntuación de la secuencia de hechos lleva a los
participantes de la relación a una interpretación subjetiva del
orden en que se establecen sus conductas comunicativas. La
visión ordenada de las interacciones en la relación lleva a
determinados trastornos de la relación y por lo tanto de la
comunicación.

En una relación es frecuente que la falta de acuerdo con respecto


a la manera de puntuar la secuencia de sucesos genere una serie
de conflictos. Así, por ejemplo, en un matrimonio la esposa
presenta un problema de alcoholismo y explica su conducta
como una defensa contra el constante retraimiento y abandono
de su marido, diremos que está puntuando los hechos de una
manera particular. Ella afirma que el origen o causa de su
alcoholismo está en la conducta indiferente de su marido hacia
ella. El marido, por su parte, organizará la secuencia de eventos
34

de otra manera, aduciendo que la explicación de su mujer no es


más que una burda e infantil distorsión de lo que "realmente"
sucede; esto es, que él se aleja de ella debido a su alcoholismo.
Su comunicación verbal se reduce a un constante y monótono
intercambio de mensajes que intentan identificar un culpable y
una víctima y que se pueden resumir en el diálogo: "Tomo
alcohol porque tú me tienes abandonada" y "te abandono
porque te alcoholizas". Desde el interior de la relación cada uno
de ellos pretende establecer una diferente secuencia lineal de
interacciones en la que es posible determinar con claridad el
estímulo que origina la serie de comportamientos que
corresponden a la "respuesta".

Sin embargo, si observamos desde una perspectiva más amplia


que incluya a ambos participantes, nos daremos cuenta que se
trata de una secuencia de hechos entrelazados en la cual no es
posible señalar un comienzo o causa y una reacción a esta. Esta
secuencia circular de comportamientos que se retroalimentan es
organizada arbitraria y unilateralmente por cada participante, de
tal manera que los hechos aparecen como estímulos o respuestas
según quien los perciba. Este tipo de interacción, generalmente,
da origen a una interminable cadena de acusaciones de
"distorsionar la realidad" que con frecuencia se observa en la
psicoterapia familiar.

El trastorno habitualmente surge por la tendencia a ordenar los


intercambios comunicativos, en forma de causa y efecto. Donde
cada uno percibe subjetivamente diferentes esquemas o
estructuras de interacción. De acuerdo con una puntuación, una
esposa se queja del desinterés del marido; de acuerdo con la otra,
el marido se desinteresa porque ella se queja continuamente. El
modo en que es puntuado un proceso de comunicación o una
secuencia de interacción determina, por tanto, el significado que
se le asigna y la manera en que se evaluará la conducta de cada
persona.

Las formas y consecuencias para la relación derivadas del


trastorno descrito, son las siguientes:

a) Las discrepancias no resueltas en la puntuación de


las secuencias comunicacionales pueden llevar
directamente a impasses interacciónales en los que,
eventualmente, se hacen acusaciones mutuas de locura o
maldad.
35

b) Las discrepancias en cuanto a la puntuación de las


secuencias de hecho tienen lugar en todos aquellos casos
en que por lo menos uno de los comunicantes no cuenta
con la misma cantidad de información que el otro, pero
no lo sabe.

c) En la raíz de estos conflictos de puntuación existe


la convicción firmemente establecida y por lo común no
cuestionada, de que sólo hay una realidad, del mundo tal
y como yo lo veo, y que cualquier visión que difiera de
la mía tiene que deberse a irracionalidad o mala
voluntad. Lo que podemos observar en casi todos estos
casos de comunicación patológica, es que constituyen
círculos viciosos que no se pueden romper a menos que
la comunicación misma se convierta en el tema de la
comunicación, es decir que los comunicantes estén en
condiciones de meta-comunicarse. Pero para ello han de
colocarse fuera del círculo.

d) En estos casos de puntuación discrepante, suele


haber un conflicto de cuál es la causa y cuál el efecto,
cuando en realidad ninguna de estos efectos resulta
aplicable debido a la circularidad de la interacción.

e) El aspecto anterior lleva al tema de la 'profecía


auto-cumplida'. Se trata de una conducta que provoca en
los demás la reacción frente a la cual esa conducta sería
una reacción apropiada. Una persona que parte de la
premisa 'nadie me quiere', se comporta con desconfianza,
a la defensiva, con agresividad, ante lo cual es probable
que los otros reaccionen con desagrado, corroborando
así su premisa original.

4. Comunicación digital y analógica

Normalmente utilizamos la comunicación digital cuando


compartimos información acerca de objetos o transmitimos
conocimientos. Sin embargo en el área de la relación, utilizamos
casi exclusivamente el modo de comunicación analógica, que es
esencialmente icónico y se utiliza para representar directamente
el significado. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica
muy compleja y poderosa pero carece de una semántica
adecuada en el campo de la relación, mientras que el lenguaje
analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para
la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones'.
36

La comunicación analógica es muy difícil de verbalizar, hasta el


punto de que en el caso de una controversia interpersonal
respecto a qué significa una particular comunicación analógica,
es probable que cualquiera de los dos participantes introduzca,
en el proceso de verbalización (traducción al modo digital), la
clase de digitalización que concuerde con su imagen de la
naturaleza de la relación. Su forma principal es la metáfora. Dada
la dificultad de verbalizar las reglas de la relación, estas se
manifiestan en conductas que son una metáfora de la relación
que uno está viviendo. Todos los mensajes analógicos invocan
significados a nivel relacional, y por lo tanto, constituyen
propuestas acerca de las reglas futuras de la relación.

La comunicación analógica en el ámbito terapéutico tiene para el


enfoque comunicacional una importancia básica para la
comprensión del problema presentado. Se presupone que el
problema de un niño o el síntoma de un adulto son en sí mismos
una metáfora. Si la pareja se vuelve inestable y corre el peligro
de disolverse, es posible que un hijo desarrolle un síntoma que
exija a los padres prodigarle activos cuidados en vez de centrarse
en sus reyertas. Desde este enfoque, se postula que
analógicamente un síntoma es expresión de un problema.

Los mensajes analógicos son muchas veces ambiguos. Por


ejemplo, se puede llorar de pena o de alegría, y lo mismo vale
para la risa. El lenguaje analógico carece de los calificadores
explícitos del lenguaje digital para indicar cuál significado está
implícito (Ej. "es sólo una broma"). Sin embargo, el lenguaje
digital carece de un vocabulario adecuado para definir las
relaciones (Ej. las expresiones analógicas que configuran un
galanteo). El hombre como único animal comprobado que
maneje estos dos lenguajes debe traducir constantemente uno al
otro. Esto presenta dificultades como la pérdida de información
al traducir del digital al analógico o la cosificación que se produce
al traducir del analógico al digital (Ej. al hablar acerca de la
naturaleza de una relación). Como lo expusiera Haley, cuando
una parte fundamentalmente analógica de la relación como lo es
el galanteo se digitaliza mediante un contrato matrimonial, la
definición de la relación se torna un dilema: ¿"Siguen juntos
porque lo desean o porque deben hacerlo”?

5. Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o


complementarios, según estén basados en la igualdad o en la
diferencia.
37

Los intercambios simétricos se basan en la igualdad. Este tipo de


relaciones comunicacionales se caracterizan por la tendencia de
los participantes, a igualar su conducta recíproca. Cuando la
conducta de uno de los participantes complementa la del otro,
constituyendo un tipo distinto de gestalt, recibe el nombre de
complementaria, en la que los participantes mantienen un
máximo de diferencia en su intercambio comunicacional.

En una relación complementaria hay dos posiciones distintas. Un


participante ocupa lo que se ha descrito de diversas maneras
como la posición superior o primaria, mientras el otro ocupa la
posición correspondiente inferior o secundaria.

La complementariedad o la simetría en la relación, no son en sí


mismas 'buenas' o 'malas'. Ambos conceptos se refieren a dos
categorías básicas en las que se puede dividir a todos los
intercambios comunicacionales. Ambas deben estar presentes en
las relaciones sanas, de forma que los participantes deben
relacionarse simétricamente en algunas áreas y de manera
complementaria en otras.

Los trastorno de la comunicación que puede surgir a partir de


éste axioma:

a) Escalada simétrica

En una relación simétrica existe siempre el peligro de la


competencia. Cuando uno de los participantes, o los dos,
intentan ser un poco 'más iguales', se produce una escalada de
frustración por lograr esa mayor igualdad, caracterizada por la
perdida de estabilidad en la simetría de la relación. Esta pérdida
de estabilidad da lugar a una escalada de la simetría, que
ocasiona disputas y luchas entre individuos o guerras entre
naciones. Así la patología en la interacción simétrica, se
caracteriza por un conflicto más o menos abierto o por un cisma,
entre los individuos participantes en la relación. Cuando una
relación simétrica se derrumba, se observa el rechazo del Self del
otro.

b) Complementariedad rígida

Las patologías de la complementariedad, son distintas y más bien


equivalen a desconfirmaciones del Self del otro, y no a un
rechazo del mismo. Un problema característico de las relaciones
complementarias surge cuando P exige a O que confirme una
definición que P da de sí mismo y que no concuerda con la forma
38

en que O ve a P. Ello coloca a O frente a un dilema muy


particular: debe modificar su propia definición de sí mismo de
forma tal que complemente y así corrobore la de P, pues es
inherente a la naturaleza de las relaciones complementarias el
que una definición del Self sólo pueda mantenerse si el otro
participante desempeña el rol específico complementario.

Para concluir amerita señalar que la Metacomunicación ó


(Comunicación acerca de la comunicación). Se expresa mediante
el lenguaje verbal y no verbal. El nivel metacomunicativo es un
comentario acerca del contenido literal y también acerca de la
naturaleza de la relación entre las personas involucradas. Ej.
Explicar verbalmente su propio proceso de enviar mensajes.

Referencias bibliográficas.-

WATZLAWICK, P., otros, Teoría de la Comunicación Humana.


Buenos Aires. Ed. Tiempo contemporáneo, 1967.

III. LA CIBERNÉTICA BATESONIANA.- ESPÍRITU Y


NATURALEZA EN LA OBRA DE GREGORY BATESON

Desde la época de Herón hasta la aparición de la Cibernética de


Primer Orden deberán pasar 2000 años. En 1932, el biólogo
Claude Bernard utiliza el concepto de medio interno para hacer
referencia al organismo como sistema y plantear que no es
posible considerar a una parte del organismo separada de otras,
y que todas son interdependientes en una dinámica no
descriptible en los términos causales corrientes.

A Walter Cannon se debe el concepto de homeostasis.


Predecesor directo de Wiener, toma la noción de Claude
39

Bernard del medio interno, y la considera en términos de


mecanismos fisiológicos en relación a la constancia del medio.
Cannon está interesado en los mecanismos de regulación, y la
noción de homeostasis surge de la descripción de una red de
interacciones recíprocas en que los distintos componentes del
medio interior están en equilibrio dinámico.

Estas nociones estimularon a distintas personas del campo de la


biología, las matemáticas, la física, los antropólogos, sociólogos
e ingenieros electrónicos. Entre ellos, Gregory Bateson, Warren
Culloch, Margaret Mead, Jhon Von Neumann y Norbert Wiener.

Norbert Wiener (entre 1954 y 1967), estudiando la conducta de


los tiros de los cañones antiaéreos para optimizar su objetivo,
utiliza el principio de retroalimentación o feedback como una
de las bases de su teoría. Dicho principio hace referencia a un
mecanismo que reintroduce en el sistema los resultados de su
desempeño. De esta manera, la información sobre los efectos
retroactúa sobre las causas convirtiendo el proceso lineal en
circular. Para que se pueda producir este movimiento de
control es necesario tener un sensor que dé información
respecto de la posición actual del sistema en relación al estado
deseado, de manera tal que los mecanismos de corrección de la
desviación entre uno y otro puedan actuar. Wiener consideró
que el principio de corrección del error es el mismo en las
máquinas y en los seres humanos. Este principio está basado en
los mecanismos de activación y corrección del error. Wiener lo
denominó “control y comunicación en el animal y la máquina”
y acuñó el término de Cibernética en 1948. “Warren McCulloch
(1965) la describió como una epistemología experimental
centrada en la comunicación dentro del observador y entre el
observador y el medio”.
En esta etapa se consideraba que los procesos de corrección de
la desviación (feed-back negativo) permitían mantener la
organización y que los procesos de ampliación de la desviación
llevan a la desorganización, el caos y la destrucción del sistema.
Por lo tanto, la homeostasis como proceso autocorrectivo era el
concepto predominante.

Cibernética y sistemas

Cibernética y Sistemas son conceptos que están integrados, por


lo tanto, no podemos hablar de Sistemas y a la vez no hablar
de como los distintos elementos que estructuran el sistema se
comunican o trasladan información unos con otros. La Familia
es un sistema que se autorregula con la finalidad de lograr
40

adaptaciones sin desviarse del patrón y a la vez manteniendo


unidos a sus elementos.

Los sistemas vivos intercambian información, generan pautas que


conectan la entrada de información, la salida de presentación
de los sistemas se definen como control. La información que
intercambian los sistemas complejos se ha definido como
Cibernética. La palabra Cibernética en griego se refiere a
mecanismos precisos de gobierno y control, con Platón y
Ampere es usada siempre en un sentido político – social pero es
utilizada por primera vez en referencia a la ingeniería humana
por Norbert Wiener.

La Cibernética es una disciplina íntimamente vinculada con la


Teoría General de Sistemas, al grado en que muchos la
consideran inseparable de esta, y se ocupa del estudio de: el
mando, las regulaciones y el gobierno de los sistemas. El
propósito de la Cibernética es desarrollar un lenguaje y técnicas
que nos permitan atacar los problemas de control y
comunicación en general. Lo que estabiliza y coordina el
funcionamiento de los sistemas complejos como los seres vivos
o las sociedades y les permite hacer frente a las variaciones del
ambiente y presentar un comportamiento más o menos
complejo es el control, que le permite al sistema seleccionar los
ingresos (inputs) para obtener ciertos egresos (outputs)
predefinidos. La regulación esta constituida por los mecanismos
que permiten al sistema mantener su equilibrio y alcanzar o
mantener un estado.

Un concepto muy importante o casi fundamental en Cibernética


es el de la retroalimentación. La retroalimentación parte del
principio de que todos los elementos de una totalidad de un
sistema deben comunicarse entre sí para poder desarrollar
interacciones coherentes. Sin comunicación no hay orden y sin
orden no hay totalidad, lo que rige tanto para los sistemas
físicos como para los biológicos y los sociológicos.

La retroalimentación puede ser positiva, negativa o


compensada. La retroalimentación es negativa cuando su función
consiste en contener o regular el cambio, es positiva si amplifica
o multiplica el cambio en una dirección determinada y se dice
que es compensada cuando un regulador ejerce alternadamente
retroalimentaciones positivas o negativas, según las necesidades
del mantenimiento de la estabilidad del sistema regulado.
(Ejemplo refrigerador, temperatura humana, etc).
41

El carácter de los sistemas vivientes no es lineal, es circular y se


retroalimentan.

Cuando estudiamos familias podemos describir este desarrollo


evolutivo, este desarrollo en el que cada persona descubre a la
otra con una creciente habilidad para descubrir lo inesperado
y lo desconocido.

Desde la Cibernética, tal como la entendemos como la pauta que


conecta podemos ayudar a conceptuar las maneras del
aprendizaje y la enseñanza sin perder la riqueza de la
experiencia relacional.

La Retroalimentación de los afectos desde el pragmatismo de la


Epistemología Batesoniana, reconoce en la ternura y en el
vínculo amoroso, el descubrimiento natural pauta el proceso de
la vida, la convivencia, el toque de las puntas de los dedos que
responde al toque del otro. Las palabras pueden también tocarse
y transformarse en algo mas que lo que cada uno dice. La familia
que cambia que se retroalimenta positivamente, es una familia
cariñosa, sus intervenciones serían creativas tanto dentro como
fuera del ámbito familiar.

La Cibernética, que es la ciencia de la pauta, a empezado a


elaborar un lenguaje para describir los sistemas de desarrollo
complejos. Como por ejemplo, la convivencia reflejada en las
pautas de crianza, sus relaciones y reglas, desde los vínculos de
conyugalidad, las respuestas mas armoniosas desde el proceso de
crecimiento de los hijos y la parentalidad, los vínculos
jerárquicos de las relaciones y roles en el ámbito educativo
desde la tradición pero sin dejar de lado el análisis y la visión
positiva de los conflictos que se dan en el espacio de
escolarización, etc.

Por esta situación necesitamos un lenguaje que nos permita


hablar de proceso, cambio, información, pauta, etc., si
cambiamos nuestra manera de pensar, cambiamos nuestra
manera de actuar.

Es innegable que el observador esta incluido en lo que observa.


La gran revolución epistemológica de los últimos 30 años es que
la realidad descrita es la que está en nosotros.

La realidad que describimos es la respuesta a la información que


recibimos. ¿Dónde encontramos la información importante?
42

Las preguntas fundamentales acerca del conocimiento se inducen


cuando se examina la transmisión de la información en un
sistema. Por ejemplo, la familia como sistema, tiene un estilo de
desarrollarse y de establecer sus propias pautas.

La Cibernética nos ayuda a calibrar el cambio que proponemos


desde el sistema, tener la capacidad de cambiar con el sistema es
el fin de la Terapia Familiar Sistémica. A través de la
Comunicación Relacional podemos intuir, observar cuando un
sistema es cerrado o abierto al crecimiento. La mayoría de los
sistemas educativos parecen operar como familias cerradas y
trabajan para hacer que los hijos se adapten al pasado o
sostengan las “tradiciones”.

Es evidente la necesidad de enriquecer nuestro lenguaje para


describir la evolución de la conducta dentro de la familia como
precursora de la educación.

La epistemología Batesoniana

En 1956, Gregory Bateson en colaboración con Jhon Weackland,


Jay Haley y Don Jackson publicó un trabajo llamado “Hacia una
Teoría de la Esquizofrenia”, en este texto el equipo de Bateson
presentaba una aproximación teórica al problema de la
esquizofrenia en la que desplazaba el foco de atención de las
explicaciones el términos de etología (centradas en la psique o
mente del enfermo) al ámbito de la comunicación interpersonal.

Bateson adopta esta postura para entender la manera en que el


llamado “esquizofrénico” creaba y mantenía su muy particular
relación con él mismo y con los demás. Este modo de conceptuar
lo que hasta entonces se consideraba “la patología mental”
supuso una vía de gran importancia para el trabajo clínico y en
especial para el campo de la terapia familiar. Al intentar dar
explicación del trastorno esquizofrénico Bateson da un giro
epistemológico y pasa del modelo filosófico de la conciencia al
modelo de la información o cibernética para generar de este
modo una serie de implicaciones que marcaban una línea de
diferencias respecto del modelo tradicional con una mente
psique dentro del trabajo clínico.

Cuando G. Bateson y lo que sería el equipo del Instituto de


Investigaciones Mentales plantearon su separación de lo que el
modelo médico vigente demarcaba como patología mental
retomaron una metáfora que habría de guiar la práctica
terapéutica en los siguientes 25 años, la metáfora cibernética.
43

Recordemos a la cibernética como la ciencia de la comunicación


y el control, caracterizado este último como un proceso de
autorregulación mediante ciclos de retroalimentación. El
recoger esta metáfora en el campo de la práctica clínica hizo que
se reconceptualizara un tema central de un modo
diametralmente diferente al anterior: el síntoma como algo que
formaba parte de un ciclo homeostático que permitía que se
estabilizara la familia. Esta adopción siguió recurriendo a figuras
o metáforas espaciales que nos permitieron explicar al SISTEMA
como una entidad que permanecía igual mientras cambiaba. Así
tenemos figuras como homeostasis, circularidad, calibración; la
familia se constituía como un análogo orgánico en busca de
homeostásis bajo el costo que fuese necesario. El terapeuta
entonces se veía como la persona designada como aquella con
las habilidades para trastornar ese ciclo y arreglar aquello que
era disfuncional.

Esta conceptualización de la práctica terapéutica se podría


calificar, según H. Von Forester como de Cibernética de Primer
Orden donde el observador permanece afuera de lo observado
o bien Maturana lo propone como lógica de sistemas
alopoieticos o de control, un modelo análogo al modelo de la
ingeniería de sistemas de entrada – salida. En esta visión no
obstante se lleva a matizar la aproximación terapéutica con un
vocabulario donde se permea toda la relación terapeuta-familia
con las metáforas de guerra: estrategia, táctica de poder,
maniobra e incluso se tiende una barrera entre el terapeuta y la
familia a modo de bandos contrarios en conflicto (recordemos
el análogo de “juego” para designar las formas de interacción
familiar, el meta- se torna posición estratégica) donde uno debe
contrarrestar y atacar para manejar las maniobras de la familia.
La práctica terapéutica se llega a pensar con esta construcción y
se ve guiada en el trabajo con las familias por este mito.

Esta posición implica una postura estratégica que hace pensar no


sólo que se tiene la posibilidad de manipulación de la familia
sino incluso supone una visión desde afuera de la familia, un
permanecer observando “la realidad” de esa familia. Pronto en
este impulso uno comienza a pensar en cuales serían los cambios
a realizar con la familia, uno sabría qué cambios y qué
orientación habrían de tener estos cambios de antemano, por
supuesto esto lleva implícito que si se sabe qué se ha de cambiar
es porque se tiene un criterio que permita identificar lo que no
se va a cambiar. El terapeuta puede estar pensando en una
estructura específica (del cómo deben ser las familias o algunas
de ellas) y comienza a evaluar si esta estructura puede ser
44

disfuncional, si lo es, entonces debe ser patológica y por tanto


tendría que trabajar y curarla. Aquí tendríamos un regreso a
aquello que el enfoque sistémico pretendió en un principio dejar
atrás y además enmarca deplorablemente la postura de uno que
cura y otro que es curado.

El mantener esta postura en la práctica terapéutica ha traído


como consecuencia una aproximación a la familia enfrascada en
un pragmatismo mas bien estrecho donde se busca la receta, el
ritual, la prescripción que más inmediatamente nos resuelva el
qué hacer con la familia y nos dé el control. Se recurre a la
creación de una lista de técnicas recetas de intervención donde
ajustar la demanda de cada caso presente. El terapeuta se
autopresenta como Amo del Universo (conoce la realidad e
incluso la construye) y presta sus servicios a los mortales en
desgracia (las familias disfuncionales) a quienes instruye gracias a
su sapiencia estratégica (prescripciones, ritos, paradojas) para que
terminen ya con su “juego”.

Cibernética de segundo orden

La cibernética de segundo orden o cibernética de la cibernética,


nace unos treinta años después de la cibernética de primer orden,
a principios de 1970.
La cibernética de segundo orden estudia ya no solo el sistema o
concepto cibernético, sino también al cibernetista, es decir, al
observador, como parte del sistema mismo.
Los conceptos de caos y complejidad se introducen en el ojo del
observador que se incluye en el sistema observante.
La teoría de la cibernética de 2do orden se compone de tres
elementos fundamentales:

1. La construcción de la realidad.
2. El auto organización de los sistemas.
3. El concepto de entropía (orden y caos).

1. La construcción de la realidad.
Aquí se cuestiona la concepción de la ciencia clásica, que
partía de la linealidad, lo monódico y la separación del
sujeto del objeto de investigación.
Con la ruptura epistemológica de la segunda cibernética
“el mundo de la experiencia, experiencia cotidiana,
introducen la observador dentro del sistema.
El conocimiento no implica correspondencia con la
realidad.
45

En definitiva se crea la cibernética de la cibernética con


Von Foerster y Glasersfeld: seria el constructivismo
radical.

2. Los sistemas se autoorganizan.


Maturana y Varela son los precursores de la idea que los
sistemas son autopoieticos. . La Autopoiesis se basa en la
idea de que existen una serie de relaciones entre
componentes que deben regenerarse continuamente para
mantener un equilibrio dinámico.

3. El desorden que crea orden. Al lado del caos hay


orden.
La teoría cibernética de 2do orden se fundamenta en una
revisión de la segunda ley de la termodinámica realizada
por Ilya Prigogine.

El paso a una Cibernética de 2do orden se considera la visión de


una construcción social de la realidad desde la postura del
terapeuta -ya no es mas amo del Universo se encuentra sin
apoyo en el cual sustentarse como él de la visión desde afuera,
que conoce la realidad tal como es. El no puede estar fuera y ver
la “realidad. El está inmerso dentro de esa misma realidad: él no
esta bajo el control de nada pues él mismo es parte de toda esa
red simbólica que se crea con la familia donde los cambios de él
y los de la familia suelen ser en conjunto.

La utilización de la metáfora de la circularidad cibernética ha


propiciado una práctica pragmática que muchas veces lleva de
regreso a todas aquellas posturas del psiquiatra que clasifica
(diagnóstico de por medio) y designa la normalidad o
anormalidad del sujeto en cuestión; reaprendemos a caminar
como dioses entre los mortales y pretendemos que podemos
saber lo que se tiene que hacer aún antes de que las cosas
ocurran.

La crítica a este modo de práctica terapéutica se ha propuesto


también desde el mismo campo de la cibernética se ha propuesto
también desde el mismo campo de la cibernética. Biólogos como
Maturana; Varela e incluso H. Von Forester en una recursión a
Bateson, ha tratado de dar salida a estas observaciones mediante
lo que han llamado Cibernética de Segundo Orden o de los
Sistemas Observantes, cuyas características están expuestas arriba.
Se caracteriza a estos sistemas como autónomos y con la
condición de que no pueden ser programados desde fuera y en
los que no existe un determinismo histórico, esto es, no siguen
46

ningún sendero predecible. El sistema autónomo autopoiético


(como lo llama Maturana) se podría ver así como un
conglomerado aislado, sujeto a un cierre informacional donde
los intercambios con el exterior no son en realidad entradas de
información sino una especie de desencadenante que funciona
para que el sistema se reorganice siempre en busca de ese estado
que lo hace ser lo que es. La organización del sistema es en sí
misma la variable que se ha de buscar permanezca constante, la
identidad de dicha unidad que a su vez es su organización
permanece igual: Varela propone en la búsqueda para hacer
que dichos sistemas aparentemente aislados expliquen la lógica
de organización circular que Bateson sostiene (la explicación de
la mente – espíritu- en las secuencias de DNA-célula, célula-
organismo, organismo –medio, ambiente), el constructo:
Dominio de conversación.

El problema de los sistemas autopoiéticos en cómo explicar su


interacción con los demás y la resultante constitución de ideas
sobre el mundo que se aceptaría como realidad a partir de
consentir en un marco de referencia consistente. La pregunta se
planteaba en el cómo explicar que se compartan ciertas ideas a
las que se llega de manera consensual. Von Forester apuntaba
que dicho consenso se daba a partir de lo que era dado a través
de una mediación del lenguaje y la cultura.

Pero cómo explicar esta relación de los sistemas autopoiéticos


con su cierre informacional y eso que Bateson entendía como
mente (mind) o proceso mental que se “genera donde quiera
que una adecuada estructura de circuitos de recursiones causales
apareciese”. Varela propone hablar de sistemas autónomos
donde los elementos que lo conformen puedan ser ellos mismo
autopoiéticos o no y la forma de interacción entre ellos tendría
esta organización circular, entendida esta como ese momento
donde cada unidad se vea comprometida en acciones que se
asemejen a la conversación, implicando que por encima de
nuestras mentes individuales (recordemos aquí que Bateson habla
de Mind/mente, como la forma de organización circular o
proceso metal que se da en todas las secuencias de interacción
de lo vivo) existe una actividad que tiene una organización
similar y en unidades de un orden más alto en este nivel son
instancias de sistemas autónomos.

Referencias bibliográficas.-
47

BATESON, G., Pasos para una ecología de la mente. Buenos


Aires, Ed. Carlos Lohlé, 1976.

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SLUZKI, C (1987) Cibernética y terapia familiar. Un mapa


mínimo. Revista Sistemas Familiares, Buenos Aires. Agosto de
1987.
48

IV. EL MOVIMIENTO CONSTRUCTIVISTA Y LOS


NARRATIVISTAS

El lenguaje en un cuchillo epistemológico con el que cortamos el


mundo en trozos y le ponemos nombres, nombres de nombres,
así sucesivamente.

Pensar un universo independiente del pensamiento que lo está


pensando: he aquí la paradoja fundante de la epistemología. El
sujeto no entra en el cuadro del mundo, así como el pintor no
figura en el cuadro “realista” creado utilizando la técnica
moderna de la perspectiva. Cuando hablamos que la familia es
un sistema, como observadores que describimos tal conjetura, no
nos incluimos.

El concepto de sistema es una abstracción que simplifica la


realidad y que remite a un conjunto de elementos o partes que
interaccionan dinámicamente entre sí (y con el entorno que lo
rodea), que tiene una cierta permanencia dentro del espacio-
tiempo y que intenta alcanzar un objetivo concreto.
49

Para describir adecuadamente su comportamiento, es necesario


conocer su organización: la disposición de sus elementos
componentes (la parte más espacial-estática-estructural) y las
interacciones o relaciones que se establecen entre ellos (la parte
más temporal-dinámica-funcional).

Un sistema físico real es “abierto-cerrado” (Grün y Del Caño,


2003, p. 114), ya que intercambia materia-energía y/o
información-organización con su entorno próximo, de forma
parcial y selectiva, lo cual determina su viabilidad dentro de éste.
También es intrínsecamente “dinámico”, dado que su
organización no es rígida sino que mantiene una armonía flexible
con su entorno próximo a lo largo del tiempo.

Asimismo, un sistema real es “no-lineal”, debido a que su


comportamiento es habitualmente impredecible: una pequeña
causa puede producir un efecto violento y dramático o una
enorme causa puede producir un efecto mínimo. Además, es
“complejo”, dado que está compuesto por una gran cantidad de
elementos, cada uno de los cuales interacciona con sus vecinos
relativamente inmediatos y es muy difícil vaticinar lo que ocurrirá
más allá de un cierto horizonte temporal (no obstante, depende
del punto de vista del observador: algo que es complejo para
alguien tal vez no lo sea para otro u otros) Por último, en general
un sistema real es “adaptativo”, ya que no sólo es influido por el
medio ambiente sino que reacciona y se adapta –en menor o
mayor medida– a él. Pero la capacidad para adaptarse tiene
límites: si el sistema no puede acomodarse a la “tensión” (estrés)
–modificando su estructura o su función– puede transformarse o
deteriorarse de manera parcial o total, temporal o permanente.
Esta capacidad depende tanto de la organización de su entorno
como de la comunicación con su entorno.

Como sistemas complejos las familias, cuando mas sean caóticas,


necesitaran de su entorno para lograr estabilizarse.

Un sistema queda definido como un conjunto de elementos


relacionados entre sí y que contribuyen a un fin concreto. Cada
elemento en sí mismo puede ser a su vez un sistema de orden
menor, pero que relacionado con otros elementos, de esa
relación, surge una nueva entidad con propiedades que emergen
de esa múltiple interacción. El motor de un automóvil es un
sistema cerrado compuesto por múltiples elementos (piezas)
relacionados entre sí, que puestas en una bancada, hacen girar un
volante. Estamos ante un sistema. Pero si ese motor se coloca en
50

un chasis inerte, le aplicamos un sistema de tracción y una


carrocería, tenemos entonces una nueva entidad con
propiedades que no obedecen a la suma de propiedades que
tenían los diferentes subsistemas que lo integran. Emerge una
nueva entidad que denominamos “coche”. Este nuevo sistema es
capaz de moverse y desplazarse a una respetable velocidad, sí se
introduce en él algún sistema de mando y control programado
con objetivo final, esto es, bien un ordenador auto guiado, un
robot, o algo más sencillo, un ser humano que sepa conducir.
Entonces, y sólo entonces, tenemos un sistema completo que
denominamos “automóvil”. Ver las cosas de este modo es lo que
se denomina “pensamiento sistémico”.

Con respecto a la ley sistémica de estabilidad y cambio puede


aplicarse fácilmente para observar las transformaciones
experimentadas por la familia, de tal modo que, en este sentido,
se la puede definir como un sistema abierto, en evolución, regido
por los procesos complementarios de continuidad y estabilidad
(ley de equilibrio dinámico) y de transformación de su estructura
u organización en función de sus intercambios con el medio social
(ley de la totalidad).

El comportamiento homeodinámico de la familia clarifica cómo


esta institución se ha mantenido relativamente estable a lo largo
del tiempo, a la vez que ha experimentado transformaciones
notables. La familia sigue siendo la agencia socializadora primaria
por excelencia pero, al mismo tiempo, ha transformado
extraordinariamente su estructura para seguir satisfaciendo estos
fines socializadores (ley de constancia y cambio). Resulta obvio
que no podemos aplicar el término familia a una única
modalidad de estructura familiar –por ejemplo, familia nuclear–
, sino que también habría que incluir bajo el rótulo de familia las
nuevas estructuras familiares que caracterizan hoy a la familia
actual.

Con el advenimiento de la cibernética (la del segundo nivel), la


cibernética de la cibernética, se constituyó en una tendencia
crítica de la discusión epistemológica actual. El cibernético Heinz
von Foerster destruye toda forma de realismo: La objetividad es
la ilusión de que las observaciones pueden hacerse sin
observador. Paul Watzlawick tampoco se queda en eufemismos
y afirma:

“Real es, al fin y al cabo, lo que es denominado real por un


número suficientemente grande de hombres.”
51

En este sentido extremo, la realidad es una convención


interpersonal. Por su parte, Humberto Maturana y Francisco
Varela declaran:

“Todo lo dicho es dicho por alguien. (...) Una explicación


siempre es una proposición que reformula o recrea las
observaciones de un fenómeno en un sistema de conceptos
aceptables para un grupo de personas que comparten un
criterio de validación”.

Más recientemente Ernst von Glasersfeld aclara que el


constructivismo no niega la posibilidad de conocer, sino que
propone otros términos para explicar estos procesos: El
constructivismo es una teoría del conocimiento activo, no una
epistemología convencional que trata al conocimiento como una
encarnación de la Verdad que refleja al mundo “en sí mismo”,
independiente del sujeto cognoscente. A partir de esta base el
autor reconoce dos principios básicos del constructivismo radical.
Por una parte, se entiende que el conocimiento no se recibe
pasivamente, ni surge meramente por la acción de los sentidos,
ni por medio de la comunicación, sino que es construido por el
sujeto cognoscente. Por otra parte, se concibe que la función de
la cognición sea adaptativa y sirve a la organización del mundo
experiencial del sujeto, y no simplemente al descubrimiento de
una realidad ontológica objetiva.

En síntesis, el conocimiento no es más que una propuesta que


responde a una forma de situarse frente a la experiencia. En estos
términos es muy difícil hablar de objetividad. El constructivismo
hace caer en el rango de la ingenuidad cualquier pretensión de
atenerse al objeto con el propósito de generar una referencia
indiscutible, de producir una estricta correspondencia entre las
representaciones mentales y el objeto tal como es. El concepto
de realidad, tan caro a la ciencia clásica, queda desterrado. La
historia relata que Galileo al emplear por primera vez su
telescopio, efectuó cuidadosos experimentos para asegurarse que
sólo ampliaba la visión de los objetos, sin distorsionarlos ni crear
otros nuevos. Este empeño honesto ya no cuenta con el aprecio
del constructivismo.

Al alero de la creencia en la existencia de una realidad


independiente de la experiencia, con un orden y un sentido
propios, que por lo mismo puede ser conocida con certeza, hizo
su exitosa carrera una cierta epistemología del objeto.
Dominadora sin graves conflictos al menos desde la modernidad,
encuentra ahora un contrapeso en el constructivismo, cuyo
52

centro está en el reconocimiento de la interdependencia entre


observador y mundo observado. Desde esta base se admite la
imposibilidad de determinar si un enunciado se refiere al mundo
tal como es o tal como lo vemos, se produce el cuestionamiento
de las formas analíticas del pensar que acentúan exageradamente
la distinción entre sujeto y objeto; y finalmente el abandono de
las concepciones esencialistas en las que el sentido de cada cosa
no depende más que de sí misma.

Para el constructivismo el mundo de los significados, la realidad


en suma, es una construcción humana y social, de modo que toda
observación remite inevitablemente a las cualidades del
observador y a las distintas interacciones comprometidas.

En el contexto de la terapia familiar, tenemos que enfocar la


relación terapeuta-familia como relaciones complementarias,
entre colegas, el hombre intenta cooperar con la tierra en vez de
luchar contra ella. Esto pasaba en la terapia familiar, llevando a
pensar la relación terapeuta vs. Pacientes o familia. Como
separado o luchando. La epistemología cibernética traza una
pauta de secuencia la retroalimentación, terapeuta y cliente no
una contra otra o sobre otra sino, busca la coevolución,
retroalimentación. El cuidado está en no separar las partes del
sistema para poder leer las pautas que los conecta. De todos
modos es impensable no hacerlo pero la cibernética, nos pide
que veamos siempre la relación terapeuta-paciente, síntoma-
cura, diagnóstico-intervención, los pares antitéticos, para tener
una visión de la totalidad.

Si decidiéramos cambiar el término terapeuta por el de


observador siguiendo esta idea de distinciones, en realidad
debería denominarse relación entre el observador y lo
observado. No abandonamos los términos anteriores sino los
reencuadramos, destacando la relación por encima de las cosas.
Hay que tener cuidado con los límites rígidos para indicar
distinciones como paciente identificado, homeostasis,
comunicación, conflicto. Decir que la homeostasis es la causa de
la perduración de un síntoma es trazar un límite entre un
mecanismo llamado homeostasis y el comportamiento
sintomático, que presuntamente ese mecanismo mantiene. Esto
puede llevar al clínico a ocuparse de la homeostasis. Por lo tanto
termina separado de aquello que intenta tratar. Whitehead llama
la falacia de la concreción desacertada (asigno carácter concreto
a lo que no corresponde). La cibernética propone buscar pautas
de relación de procesos recursivos.
53

La utilización de sistemas a veces se ha hecho para designar el


tamaño de la unidad de observación. Esto no tiene que ver con
un sistema cibernético yo puedo atender una familia, pareja,
población y no soy un estudioso de los sistemas cibernéticos,
hasta que no lea el sistema desde el mecanismo de la
retroalimentación recursiva.

1) Percibir la organización recursiva. Ej. La Situación sintomática

2) Un sistema recursivo no es solo la mera enumeración de lo


sucesos que ocurren antes y después de la conducta sintomática,
se tiene que detectar la retroalimentación recursiva, total del
sistema. Ej. un padre infeliz, hijo rebelde, madre aliada al hijo,
tomar la estructura triangular a partir de la situación sintomática.
Hijo rebelde.

Cibernética de la terapia familiar

Las Tareas del terapeuta desde la Cibernética de 2º Orden, se


inicia cuando traza distinciones simultáneas, es decir describir las
pautas de relación, para eso usa las historias como herramientas
para construir contextos que brinden significado y estructura a lo
que hacemos y pautamos. Estas historias son el material de
trabajo del terapeuta y estas incluyen los relatos de cómo vive la
gente así como los cuentos que crean en torno a estas historias.

La terapia es una conversación o intercambio de historias.

Laing y Bateson usaron historias y comunicación analógica para


develar las pautas de relación. Mirada circular recursiva de
tradiciones ancestrales basa el poder de cambio en historias como
espacio para construir en conjunto nuevas miradas y nuevas
pautas de relación con otros y con el contexto (ejemplo relatos
sufis y zen).

Keene, resalta la base estética de la Terapia Familiar como el


respeto y la aceptación de la diversidad en una danza interactiva
de opuestos y contradicciones. Esto constituiría la Sabiduría o
respeto por la diversidad y complejidad ecológica.

La aplicabilidad de la cibernética de segundo orden esta en la


creación de un sistema terapéutico (terapeuta+ sistema familiar).
Concibiéndose la terapia como un proceso en que se traman
historias entre los sistemas del terapeuta y los de los clientes. Por
lo que tenemos que comprender desde una (objetividad) y la
responsabilidad por la elección del contexto o mapa
54

epistemológico con el que cada individuo elige vivir o ver la


vida.

La (Objetividad) y sus consecuencias operacionales, invitan a una


reformulación de la salud mental trasladandose desde un juicio
externo de un “especialista” hacia una especificación aceptada
por los involucrados en un contexto relacional en el cual uno
especifica la distinción y el otro la acepta. Por lo tanto la salud
mental tiene que ver con el sufrimiento de uno de los
involucrados en la relación más que con una conducta
“incorrecta” o “inadecuada”.

Del constructivismo al construccionismo

El presente trabajo pretende ofrecer una síntesis panorámica en


torno al concepto de Constructivismo en general, su contexto de
surgimiento, su especificidad epistemológica, su desarrollo
teórico y su relación con el construccionismo.
Para ello, se hace una ubicación del constructivismo dentro del
desarrollo de la epistemología, se aborda su sentido general y su
utilización en psicología, puesto que es a partir de esta que llega
a la educación. Dentro de los representantes del constructivismo
en psicología, se presenta una breve síntesis de los
planteamientos de L. Vygotzky y se profundiza en los de Jean
Piaget, por ser los planteamientos de éste último los que han
ejercido mayor influencia sobre la educación en occidente, y
porque sobre ellos se fundamenta el construccionismo.

Para facilitar la lectura de este documento, se adelanta una idea


acerca de lo que significa el constructivismo en la actualidad
desde la perspectiva de quien escribe: se trata de una posición
epistemológica según la cual el conocimiento se construye.

Esta idea que parece evidente y muy sencilla, es el resultado de


un largo desarrollo histórico durante el cual los seres humanos
hemos estado reflexionando acerca de nosotros mismos, el
mundo que nos rodea y la forma en que nos representamos
dicho mundo.

Que el conocimiento se construye implica que no está dado.


Suponer que el conocimiento está dado en el mundo externo al
sujeto, y que éste sólo tiene que "descubrirlo" es lo que se llama
objetivismo o empirismo, puesto que se supondría que hay una
realidad objetiva que todos podemos ver como tal de igual
forma. Suponer que el conocimiento está dado en el sujeto
mismo, de modo que sólo tiene que "sacarlo", es lo que se llama
55

idealismo o innatismo. Ambas suposiciones conducen a la idea


de que hay sólo una manera correcta de hacer las cosas.

La tesis de que el conocimiento es construido por el sujeto al vivir


en la cultura, implica que "La" verdad no existe, por lo cual no
hay una sola manera de hacer las cosas, y menos sólo una manera
correcta. Sin embargo esto no elimina la necesidad de los seres
humanos de producir conocimientos válidos que nos permitan
seguir desarrollando (nos) nuestro nivel de vida. Implica también
que aunque existe una realidad externa al sujeto, ésta carece de
sentido (y por tanto de realidad efectiva) independientemente
de un sujeto que se la represente. Por lo tanto, cada sujeto tiene
que construir y reconstruir en forma permanente su propio
conocimiento de sí mismo y del mundo.

Los resultados de la construcción de conocimiento no pueden ser


transmitidos mecánicamente de un sujeto a otro, puesto que el
conocimiento está en el proceso de construcción mismo. Desde
esta perspectiva, no cabe una diferenciación entre contenidos o
productos, y formas o procesos.

El proceso de construcción de conocimiento es totalmente


particular en cada sujeto, aunque se enmarque en los límites más
generales de una construcción social.

El construccionismo es una teoría de la educación desarrollada


por Seymour Papert (Falbel, 1993). Se fundamenta en la teoría
del desarrollo cognitivo de Jean Piaget. Su idea central es que si
el conocimiento es una construcción del sujeto activo, la mejor
manera de lograr dicha construcción es construyendo alguna cosa
(Maraschin y Nevado, 1994).

Siguiendo a Papert, es en la actividad de creación donde ocurre


la movilización de la persona en su totalidad, de su sentido
estético, su consciencia ética, su raciocinio lógico-matemático, su
estructura emocional, etc. Papert nos habla de la necesidad de
que herramientas para ayudar a aprender, objetos "para pensar
con" estén a la disposición del sujeto en los ambientes de
aprendizaje (Maraschin y Nevado, 1994) [El destacado es mío y
pretende remarcar la idea de que no hay diferencia que no
resulte arbitraria entre procesos y contenidos].

Utilizando estas ideas para repensar la educación,


particularmente con respecto al aprendizaje de las matemáticas,
Papert llegó a la conclusión de que si se pretendía que los niños
construyeran su propio conocimiento, esto no podía darse a
56

partir de formulaciones abstractas o en ausencia de materiales


que facilitaran dicha construcción. Papert considera que es la
cultura la encargada de facilitar los recursos necesarios que den
soporte a la construcción del aprendizaje.

Desde este punto de vista, Papert considera que una diferencia


evolutiva en el desarrollo de determinadas destrezas intelectuales
puede atribuirse a la pobreza relativa de la cultura en materiales
que propicien la construcción de razonamientos (Corrales, 1993).

El propio Papert explícita sus intenciones al acuñar el término


construccionismo para designar este enfoque de la educación:

Para muchos educadores y todos los psicólogos cognitivistas, mi


palabra [construccionismo] evocará el término constructivismo,
cuyo uso contemporáneo en educación es la mayoría de las veces
referido a la teoría de Piaget, según la cual, el conocimiento
simplemente no puede ser "transmitido" o "transportado ya
hecho" a otra persona. (...) Construccionismo también tiene la
connotación de "juego de construcción" ["construction set"]
empezando con juegos en el sentido literal, como Lego, y
extendiéndolos hasta incluir lenguajes de programación
considerados como "juegos", a partir de los cuales se pueden
hacer programas, y cocinas, con las cuales no sólo se pueden
construir queques sino también recetas y formas de matemáticas-
en-uso (Papert, 1993; p142) [Traducción libre de la autora].

En relación con estas connotaciones del término


construccionismo, Papert señala que uno de sus principios
fundamentales es que la construcción que tiene lugar "en la
cabeza" de las personas, frecuentemente ocurre de manera
especialmente provechosa cuando tiene un soporte en una
construcción de tipo más público, es decir, que puede ser
mostrada, discutida, examinada, probada o admirada; como por
ejemplo un castillo de arena , una casa de Lego, una corporación,
un programa de computadora, un poema o una teoría del
universo (Papert, 1993; p. 142).

En este punto, Papert toma cierta distancia de Piaget, al


considerar que éste daba mayor importancia a los procesos
internos que se generan en el niño, mientras que él se interesa
mucho más por investigar la influencia de los elementos
culturales útiles para la construcción del pensamiento (Corrales,
1993).
57

Esta diferencia de enfoque de Papert con respecto a Piaget es


consecuente con la diferencia que Papert plantea que existe entre
su concepción de los diferentes modos de conocimiento en el
niño y la de Piaget. Papert afirma que Piaget visualizaba las
diferentes formas de conocimiento como "estadios" en una
evolución cuya meta es el razonamiento formal, mientras que él
las concibe como enfoques diferentes y como estilos, cada uno
igualmente válido en sus propios términos.

A partir de esta posición, Papert propone un pluralismo


epistemológico, según el cual el razonamiento formal [que opera
sobre proposiciones] no es superior o mejor que el razonamiento
fundamentado en operaciones concretas [aquellas que operan
sobre objetos y no sobre proposiciones formales]. En este
sentido, afirma Papert:

Mi meta es la educación, no la simple comprensión. De manera


que en mi propia reflexión he colocado mayor énfasis en dos
dimensiones implícitas pero no elaboradas en la propia obra de
Piaget: el interés en las estructuras intelectuales que podrían
desarrollarse, en oposición a las que realmente se desarrollan
actualmente en el niño, y el diseño de ambientes de
aprendizaje en consonancia con ellas (Papert, 1987; p.186).

Es en este sentido que Papert propone que es posible diseñar


"objetos para pensar". Lo que Papert pretende significar con un
"objeto para pensar" es un objeto que pueda ser utilizado por un
sujeto para pensar sobre otras cosas, utilizando para ello su
propia construcción de dicho objeto. Un ejemplo de lo que
Papert llama un objeto para pensar es la tortuga, que es el cursor
o el punto visible de la pantalla que se controla por medio del
teclado dentro del lenguaje Logo de programación, creado por
el propio Papert. La tortuga es un "objeto" con el cual los niños
pueden identificarse. Al mismo tiempo, al ser un objeto que
efectúa acciones, en función de instrucciones que deben seguir
ciertas reglas de sintaxis y ciertos principios de matemática, es
capaz de pertenecer simultáneamente al mundo particular del
niño y al mundo de la matemática:

Se puede usar la tortuga para ilustrar ambos intereses: primero,


la identificación de un poderoso conjunto de ideas matemáticas
que no suponemos representados, al menos no en forma
desarrollada, en los niños; segundo, la creación de un objeto
transicional, la tortuga, que puede existir en el ambiente del niño
y entrar en contacto con las ideas" (Papert, 1987; p.186).
58

Es a partir de este planteamiento de la posibilidad de crear


"objetos para pensar", que Papert considera posible "concretizar"
lo "formal" (en el sentido piagetiano). Esto significa que se puede
permitir el acceso a cierto tipo de conocimiento, considerado
generalmente como formal y muy abstracto, a personas, que
como los niños descritos por Piaget, aún no son capaces de
efectuar operaciones formales (operaciones mentales sobre otras
operaciones mentales), pero si operaciones concretas (sobre
objetos y sus transformaciones representadas mentalmente).

Con base en estas afirmaciones, Papert plantea que las


computadoras vienen a cuestionar las ideas imperantes acerca de
quienes pueden aprender qué cosas a qué edades (Papert, 1987).
Estos cuestionamientos se dirigen principalmente hacia aquellas
personas que han interpretado la teoría de los estadios de
desarrollo de Piaget en forma estática, utilizándola para clasificar
a los niños en pensadores intuitivos, concretos o formales, y
proceder a ofrecerles conocimientos "acordes" con su posición en
tal clasificación. Resulta claro que esta utilización de la teoría de
los estadios privilegia los momentos de equilibrio logrado, en
detrimento del proceso mismo de desequilibrio y construcción
progresiva de las estructuras intelectuales, convirtiéndose en una
camisa de fuerza para los niños, en lugar de ser utilizada para
impulsar su desarrollo.

El constructivismo en psicología

El constructivismo es una corriente posmoderna, personalizada


en Bateson, Gergen, Watzlawick, Maturana, White y otros.
Uno de sus presupuestos básicos es que cuanto sabemos y
creemos es fruto del lenguaje con que comprendemos y
transmitimos nuestras percepciones y que, sobre una misma
realidad, pueden darse diferentes puntos de vista, todos ellos
igualmente válidos.

Al hablar, vamos creando la realidad junto con nuestros


interlocutores. Así es como, sobre la base de nuestra biografía,
creamos y modificamos nuestra identidad, que retocamos
permanentemente en virtud del contexto, de las circunstancias
de nuestra interacción y de las características y expectativas de
nuestro interlocutor.

Los americanos cuentan que un día se reunieron tres árbitros de


béisbol y empezaron a hablar sobre su trabajo. Uno de ellos
decía: "Hay jugadas de éxito y jugadas fallidas, y yo determino
lo que es cada cual ".Otro decía: " Hay, efectivamente, jugadas
59

de triunfo y de fracaso, y yo sanciono lo que veo que son".


Mientras el tercero apuntó: "No existen jugadas de éxito o
fracaso, en tanto que yo no las haya sancionado como tales".
Evidentemente, el primero que habló pretendía ser objetivo,
creía que hay una realidad independiente de su proceso
psicológico perceptivo y anterior al mismo. Los otros dos eran
constructivistas, el segundo más radical que el primero.
Un antecedente filosófico del constructivismo puede enraizarse
en Kant, cuyas ideas a priori, juicios sintéticos a priori, analítica y
dialéctica trascendentales reflejan el carácter sistematizador y
unificador del espíritu humano.

El constructivismo posmoderno considera que el cerebro no es


un mero recipiente donde se depositan las informaciones, sino
una entidad que construye la experiencia y el conocimiento, los
ordena y da forma. Este es un planteamiento netamente
kantiano.

El constructivismo tiene dos vertientes:


a. La teorética, que pretende la integración de los
múltiples enfoque teóricos, que aspiran a explicar qué es
el hombre en su conjunto, la universalidad del ser
humano.
b. La personalista, relativa a cada persona concreta,
que sólo pretende una versión específica, individualizada
de quién y cómo es cada quien, en su caso particular,
único e irrepetible.

Según Bruner (1), hay dos formas de conocer la realidad:

A. Paradigmática: Su objetivo es la verdad


consensuada por la comunidad científica, que trabaja con
sus métodos tradicionales.
B. Narrativa: Sólo pretende la credibilidad; es el
mundo de las historias y de las intenciones que
transforman el tiempo.

Características del constructivismo.

1.- narrativo:

Cada uno de nosotros tiene para sí un relato de su propia vida y


además cuenta historias, todas verídicas, que extrae de su
biografía. Al trasladar estas narraciones, fijamos recuerdos,
eliminamos ciertos desgarros internos, creamos nuestra
60

identidad, la retocamos de forma sucesiva, vamos dando


consistencia al sentimiento de nuestra existencia, nos otorgamos
significación, porque justificamos y cargamos de congruencia
nuestras actuaciones pasadas y vamos perfilando nuestro sentido
teleológico, lo que nos da razón de ser.

Nuestra representación del mundo, y aun nuestra propia


identidad, no se corresponden con una descripción estática y fija,
sino que son una historia viva o dos versiones de la misma
historia, que se desplazan evolutivamente al ritmo y compás con
que el propio narrador se desplaza por el tiempo.

2.- plural:
Los discursos, tanto los como los relativos al individuo, son
múltiples, diferentes, y todos válidos, ya que parten de puntos
de vista, prácticas e historias distintas.

En el plano teorético, este sentido plural quiere decir que ningún


cuerpo teórico abarca en sí mismo todos los puntos de vista que
son pertinentes respecto a un conjunto de fenómenos concreto.
Son saberes acumulativos, complementarios. Así pues, en el
plano teorético, el constructivismo se sitúa en un plano
interdisciplinar. Los diferentes enfoques sobre el ser humano, las
teorías psicológicas, biológicas, sociológicas, antropológicas, etc.,
aun siendo irreductibles entre sí, son complementarias. Y, dentro
de cada uno de los encuadres posibles, ha de mantenerse este
mismo respeto mutuo entre las diferentes aportaciones de cada
escuela, porque cualquier conocimiento sobre el hombre sigue
siendo una construcción mental, individual o colectiva, realizada
desde una perspectiva peculiar.
En el plano individual, las historias acerca de nosotros mismos
que fabricamos con nuestra familia son muy diferentes entre sí,
no es el mismo relato el que mantenemos con nuestra madre que
el que mantenemos con nuestros hijos, y, a su vez, estas historias
familiares son distintas de las que fabricamos con nuestros jefes
sucesivos o cono nuestros vecinos.

3.- radical:
El movimiento constructivista defiende que, puesto que no hay
un criterio válido para discernir si una teoría es mejor que otra,
hay que refrendar aquellos planteamientos que sean útiles,
coherentes con su contexto, no excluyentes y facilitadores del
cambio. Esto no tiene nada que ver ni con el relativismo, que
consagra cualquier punto de vista como equivalente a cualquier
otro, ni con el mero pragamatismo que se desinteresa por el
61

valor de la verdad para centrarse en lo que funciona..., sin más


pretensiones.

Ortega y Gasset llegó a afirmar que toda realidad es perspectiva,


porque las cosas sólo son reales en tanto que "son para mí", un
punto de vista para el yo. El ser definitivo del mundo no es la
materia, ni el alma, ni cosa alguna determinada, sino una
perspectiva que organiza la realidad. El perspectivismo de Ortega
no sólo pretendió superar el sustancialismo eleático
(Parménides), sino que es también un importante antecedente
constructivista.

Este perspectivismo quizá permita adunar la pluralidad de


enfoques que convergen en las ciencias humanas y el carácter
protéico de cada uno de ellos. Hay muchas teorías, quizás
demasiadas; pero, además, cada una de ellas muta
constantemente y prolifera generando nuevos aportes, porque el
hombre viene debatiéndose, hasta ahora, entre la búsqueda de
la verdad y la imposibilidad de encontrar certezas absolutas. Es
como una condena tantálica: siempre la verdad ahí, al alcance
de la mente; pero, antes hemos de luchar con los espejismos de
la inmediatez, el escepticismo de la incertidumbre, el relativismo
de la subjetividad y la inconsistencia del saber contingente.

4.- posmoderno:
El enfoque constructivista no pretende conseguir una descripción
única de la realidad, que sea a la vez objetiva, independiente del
observador y que contenga toda la verdad y sólo la verdad.
El hombre se ha visto arrastrado con fuerza por la esperanza, o
la utopía, de conseguir un conocimiento objetivo, incontestable,
radicalmente independiente tanto del observador como del
teórico, y no contaminado por los instrumentos lógicos y
metodológicos de la investigación. Pero, después del principio de
indeterminación de Heissenberg, hasta los físicos y matemáticos
se han visto obligados, no siempre de buena gana, a renunciar al
sueño de conseguir verdades absolutas.

5.- social.-
El constructivismo explica el carácter diferencial de los
planteamientos teóricos en la diversidad de sus orígenes, en las
múltiples situaciones, prácticas y contextos situacionales de
donde arranca cada uno de ellos.

Todos los sistemas filosóficos, al igual que las creencias religiosas


y las teorías científicas son hijos de su tiempo; nacen como una
62

respuesta creativa del hombre ante las necesidades que le acucian


en esa circunstancia histórica donde surge el constructo.
El constructivismo especialmente, enfatiza la creación evolutiva
e interactiva de las virtualidades lingüísticas, tanto para expresar
las vivencias, como para articular las posibilidades de cambio.

El lenguaje adscribe significado a toda conducta, y no digamos,


a la enfermedad o al síntoma. Un mismo acto es polisémico por
sí mismo, pero, además, es conceptualizado y catalogado de
forma muy distinta, según sea el talante del perceptor. Por
ejemplo, "dar un beso" puede significar:

• Una muestra de afecto y simpatía


• Ritual de saludo, vacío de contenido
• Norma de cortesía obligada
• Manifestación erótica
• Provocación y aun acoso (beso robado)
• Señal de traición (beso de Judas)
• Signo de paz
• Signo de respeto (beso en la mano)
• Bendición (beso en la frente)
• Señal de acatamiento y subordinación (beso en los pies,
o en el anillo episcopal)
• Muestra de veneración religiosa
• Ternura
• Compasión
Pero un beso cruzado en público, entre personas de diferente
sexo, que sea observado por un creyente taliban, puede ser
considerado pecado y, por tanto, delito, con las consecuencias
pertinentes. El mismo hecho es "norma social", en casi todo
Occidente... En cambio, la cultura occidental no admite el beso
entre personas de sexo masculino, que es la norma en ciertas
culturas eslavas y musulmanas.

6.- Percepción:
Hoy día, dentro del mundo de la Psicología, nadie discute el
carácter constructivista que tiene toda percepción; casi nadie
pretende tener la verdadera interpretación de nada, después que
la Teoría de la Forma haya demostrado la contundencia de las
leyes de proximidad, semejanza, figura-fondo, pregnancia y
completamiento.

El constructivismo en psicoterapia

El continente constructivista tiene muchos puertos de acceso:


63

El Grupo de Palo Alto, junto con Bateson, Bandler, Grinder y


muchos representantes de la terapia familiar sistémica, hablan del
"mapa de representación del mundo", fabricado por cada
persona, a partir de la percepción de su propia experiencia.

Toda experiencia es CAOS; es decir, una señal visual, auditiva,


olfativa o somestésica, que constituye nuestra percepción de
dicha experiencia. Estas percepciones sufren una serie de
transformaciones, antes de configurar la estructura profunda de
representación del mundo, algo así como el archivo secreto de
nuestra experiencia. Cuando hablamos de nuestra experiencia,
recurrimos a este archivo y, en el proceso de extracción de la
información, ésta sufre otra serie de transformaciones o arreglos,
tras los cuales se configura lo que Bandler Y Grinder llaman "la
estructura de superficie", el relato que hace la persona sobre qué
fue lo que vivió. En terapia, es importante tener en cuenta este
largo e intrincado proceso, porque lo que nos cuenta el cliente,
a pesar de él mismo, no responde exactamente a su experiencia
real.

El método de las hipótesis divergentes, establecidas por


terapeutas distintos, ha demostrado que el éxito en la terapia es
independiente de la veracidad de las hipótesis que animan la
intervención del terapeuta.

Incluso, Lise Small, dice que ella no trabaja con ninguna hipótesis,
sino que hace la terapia y luego trata de explicarla.
La terapia integrativa, que no ecléctica, sienta dos
planteamientos, arriesgados a primera vista, pero fácilmente
contrastables en la práctica:

A. La cultura terapéutica que crean al unísono cliente


y terapeuta, fruto de la interacción de entrambos, tiene
la clave del cambio que el cliente pretende con el
proceso.
B. Los diferentes enfoques teóricos se polarizan
sobre un aspecto concreto de la vivencia humana,
magnifican su importancia y lo contraponen a otros de
forma excluyente. Así resulta imposible construir una
teoría sintética que abarque todos los componentes.

A título de ejemplo, mientras el Neoconductismo enfatiza la


cognición, M. Klein se encastilla en la afectividad; la escuela de
Palo Alto destaca el factor verbal, mientras Reich el sexo y
Pierrakos el cuerpo; Rogers apalanca en la permisividad, en tanto
que Lazarus lo hace sobre la estructura; Freud defendió la
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"distancia", pero Virginia Satir es partidaria del contacto; las


familias psicoanalíticas trabajan sobre el pasado y el transfer y,
en cambio, la Gestalt no sale del presente; Skinner se limita a
estudiar la conducta individual en estado simplicisimo, pero Jung
se interesa por la presencia operativa de la cultura y sus
arquetipos; hay un psicoanálisis del Yo (Adler) y un psicoanálisis
social (Fromm, Sullivan, Froom Richman); Erickson con su
hipnosis, ordalías e historias trabaja sólo sobre el individuo, en
tanto que el Análisis Transaccional destaca el estudio
fenomenológico de la interacción, la urdimbre de las
transacciones. Hay 250 escuelas de psicoterapia contrapuestas
entre sí; pero, en este espacio, no vamos a hacer la relación de
todas ellas.

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