You are on page 1of 5

el apóstol Pablo describe y evaluémonos con honradez para determinar si estamos

completamente equipados para el guerrear espiritual. (Efesios 6:14-17.)


“Estén firmes, por lo tanto, teniendo los lomos ceñidos con la verdad.” (Efesios
6:14a.)

En tiempos bíblicos los soldados usaban un cinturón de cuero que medía hasta
15 centímetros (6 pulgadas) de ancho. Este cinturón ayudaba a proteger los lomos. El
que el soldado se ajustara el cinturón significaba que estaba listo para la batalla.

Por eso, ¡qué apropiado es que se compare la verdad divina con el cinturón del
soldado! Esto ilustra bien que debemos mantener muy cerca de nosotros la Palabra de
verdad de Dios, como si estuviéramos ceñidos con ella. Debemos reflexionar
profundamente sobre los pensamientos que contiene la Palabra de Dios. Esto nos
protege de que mentiras y engaños nos descarríen. Además, los dichos de la boca de
Jehová nos apoyan y fortalecen en sentido espiritual y refuerzan nuestra integridad.

NOS AFERRAMOS A LA VERDAD DE LA BIBLIA EN NUESTRO DIARIO VIVIR.

“Teniendo puesta la coraza de la justicia.” (Efesios 6:14b.) La coraza del soldado


protegía un órgano físico vital: el corazón. En nuestra armadura espiritual que proviene
de Dios, pues, la justicia nos protege el corazón. En las Escrituras el corazón es un
símbolo apropiado de lo que somos por dentro: nuestros sentimientos, pensamientos y
deseos. Puesto que la Biblia también dice que el corazón se inclina a la maldad, es vital
que cultivemos la resolución de adherirnos a la norma de justicia de Jehová. (Jeremías
17:9.) El obedecer a Dios no debe ser un despliegue exterior hipócrita; tiene que venir
de adentro. Esto requiere que desarrollemos amor intenso a la justicia y un odio
igualmente intenso al desafuero. (Salmo 45:7.) Así protegemos nuestro corazón.

PROTEGEMOS NUESTRO CORAZON CUANDO ODIAMOS LO QUE DIOS ODIA.

“Teniendo calzados los pies con el equipo de las buenas nuevas de la


paz.” (Efesios 6:15.) ¿Tiene usted los pies calzados así? ¿Lo llevan con regularidad al
ministerio del campo para declarar las buenas nuevas? ¿Se esfuerza por mejorar la
calidad de su predicación y enseñanza? Es verdad que en ciertos territorios se obtienen
relativamente pocos resultados buenos. Puede que las personas sean indiferentes,
apáticas o antagónicas. Quizás nuestra predicación hasta nos acarree persecución. Pero
al perseverar, los cristianos desarrollan aguante, una cualidad que provee protección
contra los ataques de Satanás. Aunque sufrió persecución, Pablo fue un predicador
celoso, y se nos anima a ‘ser imitadores de él, así como él lo fue de Cristo’. (1 Corintios
11:1.)

El mantenernos ocupados en la actividad de predicar el Reino fortalece nuestra


confianza en las buenas nuevas. Además, permite que el espíritu de Jehová obre
mediante nosotros en el cumplimiento de su voluntad. De hecho, tal actividad nos hace
colaboradores de los ángeles... y hasta de Jehová Dios mismo. (1 Corintios
3:9;Revelación 14:6.) Y el tener “mucho que hacer en la obra del Señor” nos hace
“constantes, inmovibles”. (1 Corintios 15:58.) ¡Qué magnífica protección para nosotros!

ESTAMOS SIEMPRE LISTOS PARA DECLARAR LAS BUENAS NUEVAS DEL REINO DE
DIOS.

“Tomen el escudo grande de la fe.” (Efesios 6:16.) Con un escudo grande, el soldado
de tiempos antiguos se protegía de las lanzas y las flechas. Si no usaba un escudo,
podía ser herido gravemente o hasta perder la vida. Los cristianos afrontan armas aún
más mortíferas: “los proyectiles encendidos del inicuo”. Entre estos están todos los
recursos que Satanás tiene a su disposición para debilitar nuestra fe y matarnos en
sentido espiritual. Abarcan la persecución, mentiras, filosofías mundanas engañosas,
atracciones materialistas y la tentación de cometer inmoralidad. Para protegernos de
todas ellas, necesitamos un escudo grande. No podemos dejar que ninguna parte de
nosotros quede expuesta al peligro.

Moisés también tuvo la clase de fe que necesitamos. Rechazó las riquezas de Egipto y,
en vez de eso, prefirió ser oprimido con el pueblo de Dios. ¿Por qué? Porque tenía fe
en que Jehová existía y que salvaría a los israelitas. Tan firme era la fe de Moisés que
“continuó constante como si viera a Aquel que es invisible”. (Hebreos 11:6, 24-27.)

Abrahán y su esposa, Sara, tuvieron fe firme. Cuando habían pasado la edad para tener
hijos, cifraron su fe en la promesa de Dios de que les nacería descendencia. Después
Abrahán mostró una fe extraordinaria cuando obedeció el llamado de sacrificar a Isaac,
su único hijo mediante su amada Sara. Jehová detuvo la mano de Abrahán y proveyó
un sacrificio sustitutivo. Pero Abrahán estaba dispuesto a obedecer. ¿Por qué? Porque
tenía fe absoluta en que Jehová podía resucitar a su hijo y cumplir las promesas
relacionadas con él. (Romanos 4:16-21; Hebreos 11:11, 12,17-19.)
NOS PROTEGEMOS DE LAS MENTIRAS DE LOS ENEMIGOS DE DIOS Y DE LOS
APOSTATAS.

“Acepten el yelmo de la salvación.” (Efesios 6:17a.) El yelmo protegía la cabeza del


soldado y, por lo tanto, el cerebro... el órgano de la coordinación neural y del
pensamiento. La esperanza cristiana de la salvación se compara con un yelmo porque
protege la mente. La mente del cristiano se ha hecho nueva mediante el conocimiento
exacto, pero todavía pertenece a una persona débil e imperfecta. (Romanos 7:18; 12:2.)
Si alimentamos la mente con pensamientos inmundos que destruyen la fe, producidos
por el espíritu de este mundo, nuestra confianza en la salvación se debilitará y tal vez
finalmente se desvanezca. Por otro lado, si alimentamos de continuo la mente con las
palabras fortalecedoras de Dios, nuestra esperanza se conservará brillante y clara.
¿Mantiene usted firmemente ajustado su yelmo de la salvación?

PROTEGEMOS NUESTRAS FACULTADES MENTALES CON LA ESPERANZA CRISTIANA.

“La espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios.” (Efesios 6:17b.) El dicho de
que la mejor defensa es una buena ofensiva aplica al guerrear cristiano. A medida que
los pies —calzados con las buenas nuevas de la paz— nos llevan entre los incrédulos,
no estamos desarmados. La Palabra de Dios, la Biblia, obra como una poderosa espada
para cortar mentiras espirituales y conceptos falsos y ayudar a las personas de corazón
recto a hallar la libertad espiritual. (Juan 8:31, 32.)
Jesús mostró el poder que tiene esta arma cuando, en efecto, trabó un combate con
Satanás el Diablo. Cuando fue tentado en el desierto, Jesús se defendió de tres ataques
satánicos por medio de usar eficazmente la Palabra de Dios y decir: “Está escrito”.
(Mateo 4:1-11.) Si aprendemos a usar esta espada con destreza, podemos ayudar a los
mansos a librarse del dominio de Satanás. Así también los ancianos de congregación
usan la Palabra de Dios para proteger al rebaño de personas que tratan de socavar la fe
de los más débiles. (Hechos 20:28-30.)

El soldado no desarrolla fácilmente la habilidad de manejar la espada. Tiene que


entrenarse y practicar con dedicación por largo tiempo para manejarla con destreza. De
igual manera, en el guerrear espiritual se requiere mucho estudio y práctica regular en
el ministerio para hacerse uno diestro en el uso de la Palabra de Dios. Por lo tanto,
esforcémonos debidamente por ser espadachines espirituales diestros, capacitados
para ‘manejar la palabra de la verdad correctamente’. (2 Timoteo 2:15.)

NOS DA EL CONOCIMIENTO EXACTO DE LAS ESCRITURAS PARA PROTEGERNOS DE


LAS ARTIMAÑAS DE SATANAS.

Resumen
YELMO: Parte básica de la armadura protectora; prenda para la cabeza que está
diseñada para proteger al soldado durante la batalla. En sentido espiritual, tenemos
que proteger nuestra mente de influencias impropias y propaganda impía. Tenemos
que alimentarla con información correcta y edificante que viene de la Biblia por medio
el estudio personal, de familia y de congregación. ¡Cuánto inculca esto en nosotros lo
necesario que es asistir a las reuniones de congregación y participar activamente en
ellas! También, ¡cuán vital es tener un arreglo para considerar la Biblia como familia en
el hogar! Como individuos, tenemos que meditar en cuanto a la verdad y nuestra
esperanza de salvación. ¿Hace usted esto? La positiva “esperanza de salvación” que
Dios ha impartido puede ser lo suficientemente poderosa como para proteger nuestras
facultades mentales de la misma manera que un yelmo protege la cabeza.—1 Tes. 5:8.

CORAZA: El peto de la armadura de los guerreros estaba hecho de malla, placas


metálicas o metal sólido. La “coraza de la justicia” es parte de la armadura espiritual
que proviene de Dios. El hecho de que se necesita la justicia como coraza protectora se
puede comprender fácilmente cuando consideramos la inclinación pecaminosa del
corazón. (Gén. 8:21; Jer. 17:9) Solo la justicia que se basa en fe en el arreglo de Dios
para la vida eterna y que se realiza por Su espíritu puede impedir que el corazón ceda a
las inclinaciones pecaminosas. (Rom. 6:15-20) ¿Está usted esforzándose por aumentar
su amor a la justicia de Dios y por practicarla cada día en sus tratos con otras personas?
5
CINTURÓN: Correa o ceñidor de cuero que se usaba alrededor de la cintura y las
caderas. En ancho la correa variaba de 5 a 15 centímetros y a menudo estaba
tachonada de placas de hierro, plata u oro. El ceñirse los lomos indicaba que uno
estaba listo para acción. (1 Rey. 18:46) Pablo exhortó: “Estén firmes, por lo tanto,
teniendo los lomos ceñidos con la verdad.” La verdad fortalece al guerrero cristiano en
su determinación de permanecer firme cuando lo someten a situaciones que lo ponen
a prueba.
6
ESCUDO: Pablo recomendó el “escudo grande de la fe” como instrumento para
“apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo.” De manera similar, nuestra fe en
Jehová Dios, nuestra total confianza en él, nos permite aguantar bajo toda clase de
tribulaciones. Esta fe no es simplemente una creencia en la existencia del Creador.
(Heb. 11:6) Incluye confianza inquebrantable en que nuestro Padre celestial anulará
todo daño que experimentemos, hasta la muerte misma. (Mat. 10:28) ¿Tiene usted esta
clase de fe?
7
ESPADA: La espada es el arma de ataque y defensa que con más frecuencia se
menciona en las Sagradas Escrituras. Muchas eran de dos filos —cortaban por ambos
lados— y se les mantenía afiladas y en excelentes condiciones. De la Palabra de Dios se
dice que es “más aguda que toda espada de dos filos.” La armadura espiritual del
cristiano incluye “la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios.” (Efe. 6:17) Se
puede usar para tomar la ofensiva al proclamar la verdad. Se puede usar en defensa
para rechazar las enseñanzas falsas y las tradiciones de los hombres. Durante el mes de
febrero, esfuércese vigorosamente por usar la Biblia en el servicio del campo. Participe
plenamente en manejar la “espada” correctamente al dirigir a las personas mansas a la
verdad. El compartir nuestro conocimiento con otras personas nos permite ‘derrumbar
razonamientos y toda cosa encumbrada levantada contra el conocimiento de Dios.’—2
Cor. 10:5.
8
SANDALIAS: También necesitamos calzado. El soldado de a pie depende de sus pies
para transportación y movilidad. Un requisito previo para este servicio es que el
individuo sea de movimiento rápido y seguro. Como parte de la buena preparación
espiritual, el soldado cristiano tiene los pies ‘calzados con el equipo de las buenas
nuevas.’ Es muy agradable cuando nuestros pies nos llevan a los hogares de otras
personas con el propósito de ayudarlas. Aun cuando tengamos dificultades, nuestra
participación activa en dar a conocer con regularidad las “buenas nuevas” a otras
personas puede ayudarnos a perseverar fielmente.

You might also like