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Análisis del impacto económico por los fallos de la Corte Suprema de Justicia.

Analysis of the economic impact of the decisions of the Supreme Court of Justice.

Javier Enrique Cáceres Leal


Correo-e: javicace58@hotmail.com

Universidad Libre.
Cartagena de Indias, Departamento de Bolívar.

Especialización en Derecho Administrativo.


2017.

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Análisis del impacto económico por los fallos de la Corte Suprema de Justicia.

El siguiente trabajo fue realizado con el fin de identificar el real y verdadero impacto economico
de los fallos de la Corte Suprema de Justicia, es importante este proyecto investigativo porque
ayudara a entender mejor la aplicación de la justicia en el ámbito nacional e internacional en cuanto
a las múltiples fallos con referente a desarrollo economico de nuestro pais.
Es pertinente además estudiar y poner en conocimiento las decisiones que ha tomado la
honorable Corte Constitucional con relación al sistema de salud público, se sabe que en la Corte
no se cuenta con un sistema financiero la Corte tiene poca comprensión y un análisis equivocado
de lo que ocurrió en la crisis reciente, por lo tanto no es propicia para un sostenimiento económico
Estatal. Hoy por hoy, existen ciertos casos que son un calvario económico que desangra al estado,
como por ejemplo las extensiones de la “Mesada Pensional 14”, la Crisis Hipotecaria y el Nuevo
Régimen de Vivienda y Arriendo, contemplado en las sentencias C-383/99, C-700/99, C-955/00,
C-936/03 y C-886/04.
La Constitución de 1.991 es una carta garantista y no mesiánica que implica su fuerza vinculante
de esos derechos fundamentales no negociables ni diferible su ejercicio.
Cuando la Corte Constitucional edifica una decisión, lo hace pensando en la efectividad y en el
goce de esos derechos fundamentales.
Debemos comprender la argumentación de los defensores de las decisiones de la corte en la
economía, fundado en que la norma máxima del estado social de derecho se encuentra resguardada
en la constitución de 1.991, de la cual la corte deriva como principio rector sus interpretaciones a
las que hace extensiva a los demás derechos fundamentales.
Todos los fallos económicos han mostrado que la Corte requiere de un cuerpo técnico asesor
muy capacitado, de economistas doctorados que muestren imparcialidad política y que contrate
con firmas especializadas asesorías de tipo financiero. Pero en especial sería mejor que la Corte
escuchara a los expertos calificados. Esto desmontaría prejuicios, malos análisis y, por lo tanto,
malas decisiones.

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La Corte debiera además auto-imponerse límites a su poder absoluto cuyo despliegue ha
mostrado ser inconveniente para el país. Es el único organismo del estado colombiano que no tiene
otro poder que contrapese su enorme influencia. Esto de por sí invita al despotismo legal y político.
Cómo lo ha indicado un grupo minoritario de sus magistrados, no es función de la Corte la de
reemplazar las otras ramas del poder público, aún si se considera que estas se han equivocado
(Salmanovits}, 2014)
La Corte debería aplicar criterios más conservadores en materia de alteración de las prácticas y
procedimientos económicos, pues los resultados de dichos arreglos son complejos de anticipar y
cuando quiera que ellos se deban alterar es mejor que ello lo haga el Congreso de la República. A
fin de cuentas, en materia económica la escogencia de alternativas conlleva una subjetiva
ponderación entre costos y beneficios cuyo resultado le corresponde definir a los elegidos en el
proceso democrático.
Para muchos analistas, la Corte Constitucional debería estudiar con mayor profundidad los
efectos económicos de sus fallos. Las últimas decisiones no solo han afectado al sector minero-
energético, pues también se ha puesto en riesgo la estabilidad financiera del país.
Existe un fallo que cayó como una bomba sobre las finanzas públicas. El alto tribunal le ordenó
al gobierno pagar retroactivamente las prestaciones sociales y las pensiones a un grupo de 106
madres comunitarias que interpusieron una tutela para que les respetaran sus derechos al trabajo y
a la seguridad social. A pesar de sus fines loables, la corte no midió el impacto fiscal que tendría
su decisión. Según estimativos, cumplir el fallo implicaría costos exorbitantes que podrían ascender
a 6,1 billones de pesos al año –cada madre comunitaria, con prestaciones sociales, cuesta 17
millones de pesos al año–.
Dada la polémica que suscitó esta decisión, hay expectativa de que la corte module la sentencia
en el sentido de que sea retroactiva para un grupo exclusivo de madres comunitarias, ya que de otra
manera sería impagable para el Estado colombiano.
Otra decisión de la Corte Constitucional frenó en seco el modelo de desarrollo agrícola del
gobierno del presidente Santos. El alto tribunal, al resolver una demanda, tumbó los artículos 60,
61 y 62 del Plan de Desarrollo 2010-2014. Por esta sentencia los campesinos o víctimas que han
recibido tierras baldías del Estado no pueden venderlas ni arrendarlas a otros para adelantar

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proyectos agrícolas de gran calado. Además, dijo la corte que el Estado no puede vender, arrendar
o ceder baldíos para dedicarlos a grandes proyectos agrícolas.
Algunos analistas sostienen que detrás del activismo económico que ha caracterizado a la Corte
Constitucional se esconde la premisa de que a punta de sentencias se puede arreglar el país, lo cual
encarna grandes problemas. El primero es que la corte está compuesta exclusivamente por
abogados ajenos del todo a la dimensión económica de sus decisiones judiciales. El segundo es que
no puede calcular los efectos de sus sentencias, pues al decidir sobre un caso no tiene en cuenta las
consecuencias que pueda tener sobre otros similares. Finalmente, es cuestionable que una entidad
pueda ser tan poderosa como para reorientar o incluso revocar decisiones concertadas durante
meses por el gobierno, el Congreso, los gremios y los sindicatos, por lo que hoy muchos sectores
prefieren acudir directamente a la corte para ahorrarse años de discusiones. Todo lo cual en todo
caso resulta poco democrático y afecta la seguridad jurídica del país.
Por todo lo anterior, la renovación de la Corte Constitucional será determinante para entender
cómo se va a concebir el desarrollo de las regiones del país y la construcción de la paz sostenible.
De los nueve magistrados que componen este alto tribunal, cinco tendrán que salir y el Senado
deberá elegir sus reemplazos de ternas presentadas por el presidente de la república, la Corte
Suprema y el Consejo de Estado.
Las normas económicas son insostenibles para el desarrollo jurídico del país ya que lo limitan.
Pareciera que las decisiones judiciales deberían adoptarse con un balance general o con el libro de
proyección de la economía para tratar de hacerlos progresivos.
La argumentación de que la economía no solo rige las reglas del sistema jurídico sino que lo
guía por el mejor camino ético para el mejoramiento del sistema, es profundamente rechazable ya
que el esquema defendido por los derechos fundamentales no solo se limita a un problema
económico sino que se extiende a lo filosófico, ético, sociológico entre otros, para poder
justificarlos y comprenderlos. Que tal un esquema de la dignidad humana en un balance o en una
regla de poner, sería complicado; no todos los esquemas jurídicos dependen de una fórmula
económica.

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1. REFERENCIAS

1.1. LIBROS INVESTIGADOS.

Cardenas, M. y A. Badel (2003) “La Crisis de Financiamiento Hipotecario en Colombia: Causas


y Consecuencias” Coyuntura Económica (Fedesarrollo, Septiembre).
Carrasquilla, A., A. Galindo y H. Patrón (1994) “Endeudamiento e Inflación de Activos en
Colombia” XIV Simposio sobre Mercado de Capitales (Asobancaria-Banco de la República).

Cifuentes, E. y V. Naranjo (1999) “Salvamento de Voto a la Sentencia C-700/1999 – Expediente


D-2374” (Corte Constitucional de Colombia, Sala Plena, Septiembre).

Clavijo, S. (2001) Fallos y Fallas Económicas de la Corte Constitucional (Libros de Cambio,


Editorial AlfaOmega, Abril).

Clavijo, S. (2004) Descifrando la ‘Nueva’ Corte Constitucional (Libros de Cambio, Editorial


AlfaOmega, Febrero).

Clavijo, S., M. Janna y S. Muñoz (2004) “La Vivienda en Colombia: Sus Determinantes Socio-
Económicos y Financieros” Borradores de Economía (Banco de la República, No. 300, Agosto).

Cuellar, M.M. (2002) “Sector Hipotecario: Situacion y Perspectivas” (ICAVI, Julio).

Echeverry, J.C., A. Escobar, C. Merchan, G. Piraquive, M. Santa María (2001) “Elementos para
el Debate sobre una Nueva Reforma Pensional en Colombia” Archivos de Macroeconomía (DNP,
Septiembre).

Gaviria, A. (2004) “Del Romanticismo al Realismo Social: Lecciones de la década del 90”
Documento CEDE (No. 21, Abril).

Herrera, S. y G. Perry (2003) “Tropical Bubbles: Asset Prices in Latin America, 1980- 2001”
Asset Price Bubbles: The Implications for Monetary, Regulatory, and International Policies (Edited
by W.C. Hunter, G.G. Kaufman, and M. Pormeleano, MIT-Press).

Restrepo, J.C. (2000) Memorias de Hacienda 1999-2000 (Ministerio de Hacienda y Crédito


Público).

Urrutia, M. (2000) “Políticas para Evitar Burbujas Especulativas en Finca Raíz” Revista del
Banco de la República (Enero)

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1.2. BIBLIOGRAFIA WEB.

www.corteconstitucional.gov.co/relatoria
www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_206_esp1.doc
https://www.razonpublica.com/index.php/politica-y.../8072-la-doble-instancia.html
www.semana.com/
www.cortesuprema.gov.co/corte/wp-content/uploads/publicaciones/l1.pdf
https://www.elespectador.com/
www.elpais.com.co/
https://vlex.com.co/tags/fuero-constitucional-726215
javeriana.edu.co/biblos
www.sinpro.org.co/
http://www.dinero.com
http://www.cij.gov.ar

1.3. JURISPRUDENCIA NACIONAL

Sentencia C- 740 de 2003


Sentencia C-017 de 1996
Sentencia C-025 de 1993 (M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
Sentencia C-037 de 1996
Sentencia C-142 de 1993 (M.P. Jorge Arango Mejía
Sentencia C-191 de 1998
Sentencia C-213 de 2007
Sentencia C-238 de 2010
Sentencia C-245 de 1996 Vladimiro Naranjo Mesa.
Sentencia C-254A de 2012 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub,
Sentencia C-280 de 1996 M.P. Alejandro Martínez Caballero
Sentencia C-345 de 1993 M.P. Alejandro Martínez Caballero
Sentencia C-400 de 2013
Sentencia C-545 de 2008 (M.P. Nilson Pinilla Pinilla
Sentencia C-582 de 1999
Sentencia C-590 de 2005 y T-737 de 2007
Sentencia C-718 de 2012 (M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub
Sentencia SU-047 de 1999 MM..P.P. Carlos Gaviria Díaz Y Alejandro Martínez Caballero
Sentencia SU-159 de 2002
Sentencia T-1320 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra
Sentencia T-1320 de diciembre 10 de 2001, M. P. Alfredo Beltrán Sierra
Sentencias C-040 de 2002 M.P. Eduardo Montealegre Lynett

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