(SERGIO)

(ERNESTO)

Retrocedamos un poco, una década atrás, cuando ingresamos a esta casa de estudios: La
Universidad Nacional de Ingeniería. Cuántos ciclos semestrales, anuales, bianuales, trianuales,
pentaanuales, dodecaanuales nos costó a ingresar. ¡¡¡¡¡¡Hasta que por fin!!!!!!! Después de darle
clic en el botón actualizar hasta que nuestros índices derechos se rompan, tuvimos la
satisfacción de encontrar nuestros nombres entre la lista de ingresantes a la Facultad de
Ingeniería de Petróleo, Gas Natural y Petroquímica. Las jaranas en muchas de sus casas no se
hicieron esperar.

En mi obsesión por querer saber el nombre de las personas que ingresaron conmigo, busqué
pestaña por pestaña la relación de ingresantes. Y me trajo una muy grata sorpresa, el porcentaje
de mujeres ingresantes era muchísimo más grande que el de años anteriores. ERAN MÁS
MUJERES DE LO NORMAL. Hoy, 9 de ellas están aquí, listas y felices por cerrar esta etapa. Un
aplauso para la presencia femenina: Futuras líderes para el desarrollo energético.

Bueno, continuemos con la historia. En un abrir y cerrar de ojos, ya teníamos programada una
fecha para nuestro primer curso introductorio. En estos momentos los veo a todos sentados, y
comparo los cambios en las caras y los cuerpos de cuando los vi por primera vez en un salón de
clases. Algunos están más barbones, otros más agarraditos por decirlo así. Las canas se asoman
en la cabezas de muchos (me incluyo).

Con esa clase introductoria pudimos sacar nuestras primeras referencias de las personalidades
de cada uno. Cómo olvidar a un Franco Camacho, que mientras todos teníamos únicamente un
papel para apuntar la lección de ese día, él vino preparado con un Libro de 1000 hojas de
Química de academia. Siempre llevando la delantera, Camachito. ¿Qué más recuerdas de esa
clase, Sergio?

Jaja, recuerdo que al finalizar la clase, todos los hombres quedamos para jugar Counter Strike.
Iba a ser la primera vez que visitábamos las famosas cabinas de la UNI. Esas cabinas en donde el
Dota se convirtió en un curso más para muchos de nosotros, GianFranco Hilario puede ser
testigo de esto.

Recuerdo que a inicios de ese ciclo, tuvimos un paseo de integración. Lo curioso y no me olvido,
es que fue un 6 de septiembre. Cumpleaños de Catherín Vargas. El primer cumpleaños que
pasamos como grupo. Nos metimos a la piscina y jugamos paintball. FOTO (1)
Cuando menos lo esperábamos, empezaron a asomarse las primeras prácticas calificadas.
Cálculo I, Química, Dibujo técnico, Redacción y Reporte técnico, con el Dr. Celedonio Cjahua
Huamán, que en paz descanse. Y el curso más sencillo para todos nosotros: Física I. Recuerdo
ver pegadas las notas de Física I en el mural de la facultad. Parecía que estábamos marcando un
teléfono

Recuerdo que para esto, un compañero que sacó 02, antes de saber las notas de los demás
compañeros, me dijo VAS A VER QUE VOY A SER LA MÁS BAJA NOTA, TE APUESTO UN KFC EN
HABICH. Y bueno, para su sorpresa, sacó el doble de la nota de muchas personas.

Ya empezaban a acumularse las prácticas. Sabíamos que por nuestra propia cuenta no íbamos
a poder. Ahí iban naciendo las alianzas. Mismo partido de futbol, ya conocíamos nuestras
alineaciones. Por ejemplo, la práctica empezaba a las 12. Y desde las 8 (y los que venían desde
las 7 directo del desayuno en el comedor) ya se atrincheraban con una serie de mochilas y
libros, HASTA CASACAS Y LÁPICES en el fondo. Todo esto para sentirse seguro durante la
práctica. Así que si venías desde Chosica, tenías que atravesar ríos y huaicos desde la
madrugada para llegar a tiempo y asegurar un buen sitio. ¿Si o no, Johanny Torres? A pesar de
ser una de las que más lejos vivía, era una de las que más temprano llegaba APRENDAN
TARDONES.

TÚ HAS LA PREGUNTA 1

TU LA DOS

TÚ LA TRES

TÚ LA 4

Ahí iba conociendo a los que no se prestaban para la jugada. Uno de estos está a centímetros
míos.

Y al recoger el examen, igual nadie pasaba el 05.

Llegaban las fiestas de la facultad. Donde recién probamos lo que es la cerveza.

YAAAAA PUEEEEEEEEEEEEEES

No me interrumpas por favor.

Acá veíamos personas tomando por primera vez, quién era el más “pollo”. Recordamos que
uno de nuestros compañeros tuvo la suerte de subirse al escenario con Lucecita. ¿Si o no
Alvaro Sevilla? En ese momento fuiste envidiado por más de la mitad del público, y nos
deslumbraste con tus pasos al ritmo de la canción SE MENEA SE MENEA.

También queríamos conocernos a nivel deportivo, así que ya íbamos coordinando nuestros
primeros partidos. También de vóley, para incluir a las chicas. Habían personas que se
emocionaban al escuchar la palabra FÚTBOLLLLLLL, y en pleno partido con su DALE DALE DALE
DALE. ¿Si o no, compañero Heller Alberca? Tanto fue así, que teníamos al equipo campeón
entre nosotros. Sin embargo, no todo fue alegrías, porque a David Alor lo comparan con
Cuevita en el Mundial. El penal que se falló en la final marcó un antes y un después. Mentira
Davicito.

¿Y quiénes dicen que solo somos buenos en fútbol? Ian Dhrus Alvarez es un matadorcito. Dentro
de las olimpiadas, dejamos una buena impresión en el vóley.

¿Y quién dijo que únicamente futbol y vóley? Cómo olvidar al rey del pingpong, al rey del
Boulevard de Asia. Enzo Merino, el de las grandes ligas. Nos trajo buenos resultados
representando a la UNI en este deporte. Y cada vez que ganaba, venía con su frase célebre
HOY SE BEBE.

En muchas ocasiones, nos reuníamos para estudiar de amanecida, algunas veces dentro de la
universidad, otras, en la casa de uno de nosotros, como es el caso de nuestro amigo Patrick; los
únicos requisitos eran tus apuntes y una cervecita para no quedarse dormido. Su casa era como
un local del APRA: LA CASA DEL PUEBLO.

Es necesario recordar a nuestro servicial amigo Christopher Ortiz, que transportaba media
promoción, de alguna u otra forma entrabamos todos. El cachistomovil, ERA COMO NUESTRA
BURRA.

A veces salíamos felices de nuestros finales, ya haciendo planes para el fin de semana. Y nuestros
muy destacados profesores nos mandaban al sustitutorio. SÍ LA HACEMOS, pensábamos con
optimismo. Los que ya habían pasado, desde afuera nos decían DESDE AFUERA LOS AYUDAMOS
POR WHATSAPP. Y cuando llegaba el momento del examen UY HERMANITO HERMANITO a lo
Hinostroza. NO PUEDO AYUDARTE TENGO QUE IR A (FLORO). Ya en el examen uno se siente
desolado, pero siempre hay almas hermanas que te hacen llegar su cariño… en forma de un
papel bulki con las respuestas, aprovechando que algunos profesores se daban su pequeña
pestañeada que duraba lo que duraba el examen.
Iban pasando los ciclos y se escuchaba mucho el OYE PÁSAME PLANCHAS PUES. Para los que
no saben, en la UNI es muy común denominar PLANCHA a un examen de ciclos anteriores, ya
que nos servían de referencia para ver cómo evaluaban los profesores. Todos siempre
mirábamos al cielo 5 minutos antes del examen a rogar QUE VENGA IGUAL QUE LA PLANCHA.
Lamentablemente, Ias oraciones eran en vano.

Ya a mitad de la carrera, ingenieros de petróleo y gas natural, e ingenieros petroquímicos

dejamos de llevar cursos juntos. Los salones se hacían más espaciados. Sin embargo, nos
encontrábamos mucho en las salas de estudio o biblioteca de la facultad, donde siempre
encontrábamos a nuestra tierna compañera Alesa Acosta, leyendo su celular en un rincón su
compendio de 1000 ánimes.

Ya empezábamos a conversar sobre temas de la industria y no hablar únicamente de cosas

irrelevantes como en los primeros ciclos. Nos sorprendíamos de nosotros mismos y nos
decíamos YA PARECEMOS INGENIEROS. Nos interesábamos en ir a visitas técnicas a plantas, al
campo, a conocer más de nuestro sector. Nos volvíamos elocuentes al hablar, algunos ya hasta
se les veía su madera de político, como Denis Palacios. Agárrate Vizcarra, que ahí va tu sucesor.

Cómo olvidar a un Richard Santos, uno de los más nobles y con mayor empatía. De sonrisa
contagiosa y de muy inocente alma. HASTA LA CHOCOLATADA DE ESTE ULTIMO CICLO. Los que
estuvimos ahí, sabemos por qué

Cómo olvidar la pelicuar y muy delicada risa de nuestra compañera Andrea Montufar,
reconocible desde cualquier rincón de la capital. En verdad tiene una sonrisa contagiosa y
agradezco mucho por eso ya que mejoraba la atmósfera del lugar.

Cómo olvidar a una Sheyla Yataco, linda mi sheylita. Ella es una de las menores de toda la
promoción. Correcta, madura, risueña. Pero métete con ella Y NO VIVES PARA CONTARLO.
Nunca olvidaremos cuando se transformó en una árabe

Cómo olvidar a un Ruben Ávila, más conocido como cadete, por su amor desmesurado por los
gatos…………… y las gatas

Cómo olvidar a una Karina Gutierrez y a un André Huaman Nakamatzu, los muchachos más
fitness de la promoción, que no se perdían ningún Inka Challenge o las maratones de RPP.
Cómo olvidar los viajes en la 4x4 de Christopher Ortiz, con aire acondicionado, sillas
masajeadoras y demás lujos adicionales. En este carro entraba media promoción. Era como
nuestra BURRA.

Cómo olvidar las amanecidas en el cuarto de Patrick Tanta, los únicos requisitos eran tus
apuntes y una chela en mano. Era como la contraseña secreta para entrar. Con sinceridad la
casa de Patrick era como un local del APRA: LA CASA DEL PUEBLO.

Cómo olvidar a una Sophia Tapia,

Y qué dicen del gran Cupe. El amo de la tecnología. Siempre a la vanguardia. Celular y
audífonos de último modelo. Y por ende, el caserito de los hambrientos de la Tùpac.

Cómo olvidar a nuestro Cristian Malvaceda,

Cómo olvidar a Ivone Prado, CHADIEGO, cuántas historias con su cartuchera de vaquita.

Victor Ricaldi, él es capaz de irse hasta Huancayo caminando, con tal de ver a su
enamorada. ESO ES AMOR, EL RESTO ES FLORO.

Cómo olvidar a Catherin Vargas, una mujer cinéfila por naturaleza. Ella se veía toda la
cartelera en un fin de semana y si le gustaba la película la volvía a mirar en la función que
seguía.

Y cómo olvidarte a ti Sergio, el papi de los cálculos, el dios de las físicas, futuro premio nobel
de química, conocido desde CEPRE
CRISTIAN OMAR, la elocuencia personificada. Siempre con las respuestas precisas, concisas
que cualquier persona amaría escuchar. Él no te viene con rodeos. No te florea. Lo único que
te va a decir es NORMAL.

Ahora cuando regresemos a la universidad, caminaremos por diferentes rincones y

recordaremos muchas anécodtas. ¿Ven el Petroparque? Imaginen si ese parque hablara, todo
lo que nos ha visto hacer. Reír, hablar, llorar, abrazarnos.

Con muchísimo más que agregar, nos pasaríamos toda la noche contando todas nuestras
experiencias. Entre momentos felices, como las celebraciones del aniversario de nuestra
facultad y momentos de preocupación como exámenes o cursos de verano. Por todo ello
puedo decir que somos un gran grupo, donde hemos compartido y aprendido de cada uno de
nosotros.

Estar aquí presentes, es fruto de nuestro esfuerzo, de muchas horas de sacrificio. Y nos damos
cuenta que hemos cumplido un primer gran objetivo; LA DISCIPLINA ES EL PUENTE ENTRE
METAS Y LOGROS; lo cual hemos demostrado con el paso de los años aquí en la universidad.

Este es el inicio de un camino que nos espera con grandes retos, pero a la vez, con muchas
oportunidades. Confío en que daremos lo mejor de nosotros, soñemos en grande y trabajemos
duro por ello. Gracias.
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