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ESCUELA PROFESIONAL DE
ENFERMERIA
Han pasado más de 20 años desde que todos los gobiernos del mundo aprobaron en la
Asamblea General de Naciones Unidas el tratado internacional más ratificado de la
historia: la Convención sobre los Derechos del Niño. En ella, junto con la cita que
encabeza estas palabras, se reconoce el derecho de todo niño a un nivel de vida
adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, además por
supuesto de reconocer su derecho a la vida y a la supervivencia.
Ciertamente, en los últimos 20 años se han mejorado las expectativas de vida y desarrollo
de millones de niños en todo el mundo. Pero no podemos obviar uno de nuestros mayores
fracasos colectivos: a día de hoy, en el mundo en desarrollo casi 200 millones de niños
menores de cinco años padecen desnutrición crónica. Son niños que, ya con total
seguridad, van a ver afectado su desarrollo físico e intelectual a corto, medio y largo plazo,
hipotecando no sólo su futuro sino el de sus familias, comunidades y sociedad en general.
QUÉ ES LA DESNUTRICIÓN?
En lo que a los niños se refiere, la desnutrición infantil implica tanto tener un peso corporal menor a
lo normal para la edad, como tener una estatura inferior a la que corresponde a la misma, como
consecuencia de un retraso en el crecimiento.
La desnutrición infantil es consecuencia de la poca ingesta de alimentos en la infancia. Durante la
niñez es la etapa en la que más se necesitan de nutrientes para poder desarrollarse en forma
adecuada.
Esta poca ingesta de alimentos puede deberse a la falta de alimento en lugares muy pobres del
planeta, en los cuales no pueden acceder a una canasta básica de alimentos.
Los que más sufren esta falta de alimentos son los niños, esta situación se ve agravada por
infecciones oportunistas que pueden producir entre otras cosas: diarrea y deshidratación
Se calcula que 7,6 millones de niños menores de 5 años mueren cada año. Una tercera parte de
estas muertes está relacionada con la desnutrición.4
El índice de desnutrición se determina mediante la obser- vación directa, que permite identificar
niños demasiado delgados o con las piernas hinchadas; y midiendo la talla, el peso, el perímetro
del brazo y conociendo la edad del niño, que se comparan con unos estándares de referencia.
La desnutrición se manifiesta en el niño de diversas formas:
Es más pequeño de lo que le corresponde para su edad.
Pesa poco para su altura.
Pesa menos de lo que le corresponde para su edad.
Cada una de estas manifestaciones está relacionada con un tipo específico de carencias. La altura
refleja carencias nutricionales durante un tiempo prolongado, mientras que el peso es un indicador
de carencias agudas. De ahí las distintas categorías de desnutrición.
Desnutrición crónica
Un niño que sufre desnutrición crónica presenta un retraso en su crecimiento. Se mide comparando
la talla del niño con el estándar recomendado para su edad.
Indica una carencia de los nutrientes necesarios durante un tiempo prolongado, por lo que aumenta
el riesgo de que contraiga enfermedades y afecta
al desarrollo físico e intelectual del niño.
La desnutrición crónica, siendo un problema de mayor magnitud en cuanto al número de niños
afectados, es a veces invisible y recibe menor atención.
El retraso en el crecimiento puede comenzar antes de nacer, cuando el niño aún está en el útero
de su madre. Si no se actúa durante el embarazo y antes de que el niño cumpla los 2 años de
edad, las consecuencias son irreversibles y se harán sentir durante el resto su vida.
Un niño con desnutrición aguda moderada pesa menos de lo que le corresponde con relación a su
altura. Se mide también por el perímetro del brazo, que está por debajo del estándar de referencia.
Requiere un tratamiento inmediato para prevenir que empeore.
Desnutrición aguda grave o severa
Es la forma de desnutrición más grave. El niño tiene un peso muy por debajo del estándar de
referencia para su altura. Se mide también por el perímetro del brazo. Altera todos los procesos
vitales del niño y conlleva un alto riesgo de mortalidad.
El riesgo de muerte para un niño con desnutrición aguda grave es 9 veces superior que para un
niño en condiciones normales.
Requiere atención médica urgente.
Una nutrición adecuada tiene que incluir las vitaminas y minerales esenciales que necesita el
organismo. Sus carencias están muy extendidas y son causa de distintas enfermedades.
Mostramos a continuación algunos ejemplos de intervenciones en las que se suministran vitaminas
y minerales esenciales a las poblaciones afectadas por su carencia.
Vitamina A
Un niño que carece de esta vita- mina es más propenso a las infecciones, que serán más gra- ves
y aumentarán el riesgo de mortalidad. Su falta aumenta el riesgo de ceguera. También pro- duce
daños en la piel, la boca, el estómago y el sistema respi- ratorio.
La administración de vitamina A reduce el riesgo de mortalidad por sarampión. Se estima que en
poblaciones con deficiencia de esta vitamina, su administra- ción puede reducir la mortalidad
infantil por sarampión en un 50%, y la mortalidad por diarrea en un 40%. El riesgo de mortali- dad
infantil puede reducirse en un 23%. Las intervenciones en las que se basan estas cifras incluyeron
el enriquecimiento de alimentos y la administración de suplementos orales.
Yodo
El yodo es fundamental para el buen funcionamiento del metabolismo. La deficiencia de yodo en
una mujer embarazada puede tener efectos adversos sobre el desarrollo neurológico del feto,
causando una dismi- nución de sus funciones cognitivas.
La deficiencia de yodo, la principal causa mundial de daño cerebral que se puede prevenir, provoca
daños en el sistema nervioso. Puede alterar la habilidad de cami- nar de los niños, así como la
audición y el desarrollo de capacidades intelectuales. Los niños que crecen con carencia de yodo
tienen un coeficiente intelectual al menos 10 puntos inferior al de otros niños.
En las regiones donde son frecuentes estos casos, el impacto sobre la economía es significativo.
La deficiencia de yodo produce también un elevado número de muertes.
En estos 1.000 días hay cuatro etapas que requieren actuaciones diferentes:
Embarazo
Nacimiento
De 0 a 6 meses
De 6 a 24 meses
Durante estas etapas, las intervenciones de UNICEF se agrupan en cuatro grandes categorías:
Acciones de prevención
Cambios en el entorno socio-cultural
Tratamiento de la desnutrición
Otros tratamientos y actuaciones
Prevención
Aporte de vitaminas y minerales esenciales: hierro, ácido fólico, vitamina A, zinc y yodo.
Fomento de la lactancia temprana (en la primera hora).
Fomento de la lactancia exclusiva hasta los
6 meses de edad.
Fomento de una alimenta- ción complementaria adecuada a partir de los
6 meses y continuación de la lactancia.
Peso de los recién nacidos.
Medición de peso y altura, y detección de casos de desnutrición aguda.
Promoción del consumo de sal yodada.
Hábitos alimentarios
El apetito, a diferencia del hambre, es un deseo consciente de comer y puede ser específico. Se
adquiere por experiencia y solo busca una mejor calidad de vida. Los hábitos alimenticios son las
maneras de cómo un individuo o grupo social selecciona, consume y utiliza los alimentos a su
alcance. Estos hábitos son regulados por factores fisiológicos y socioculturales. También la mala
carencia de interés hacia el niño,y la mala distribución de alimentos “chatarra”, por no cumplir los
horarios adecuados para proporcionar alimentos saludables.
Para combatir la desnutrición infantil es importante prestar atención a todas las etapas de
crecimiento hasta alcanzar la edad adulta, lo que incluye llevar a cabo acciones como el apoyo a
las madres durante la lactancia y en la incorporación a la alimentación, el seguimiento de una dieta
adaptada a hábitos saludables que evite el sobrepeso y obesidad infantil, y la aplicación de
educación alimentaria y apoyo nutricional durante la adolescencia2 con el objetivo de evitar
trastornos alimenticios como la bulimia o la anorexia.
Anemia
En la infancia es frecuente observar cuadros clínicos de Anemia asociados a diferencias
nutricionales. La anemia es un síndrome clínico, caracterizado por una cifra de Hb inferior al
mínimo normal. Para entender las graves repercusiones a nivel de toda la economía se deben de
reconocer las funciones de la sangre en el organismo.
De acuerdo a la ENSANUT 2012, la prevalencia nacional de anemia en los niños preescolares fue
de 23.3%, lo que representa a 2 084 738 niños anémicos. Esta cifra, sitúa a la anemia como un
problema de salud pública.
CLASIFICACIÓN DE LA DESNUTRICIÓN
Marasmo
Es una serie de desnutrición calórica y proteínica. Se debe al infraconsumo de calorías con los
alimentos. El niño tiene un peso corporal demasiado bajo, atrofia muscular, retraso de crecimiento,
anorexia, íleo parcial, enfermedades relacionadas de evolución crónica y envejecimiento
prematuro.
El niño usa sus reservas de energía del tejido adiposo y de los músculos, con adelgazamiento,
consumo de masa muscular y pérdida de tejido adiposo, y cuando progresa la enfermedad puede
tener pérdida de la inmunidad. Como la disminución del aporte energético no puede compensar el
requerimiento calorico, se utiliza grasa corporal como sustrato de energía con la consiguiente
disminución del tejido celular subcutáneo. Cuando hay un déficit de aporte de proteínas como de
energía, el fenómeno de adaptación eleva los niveles cortisol y glucagon y disminuye la insulina
con los efector orgánicos pertinentes. Los músculos son más afectados por la expoliación ya que
proporcionan los aminoácidos esenciales para el mantenimeinto de la síntesis proteica-viseral y así
producir cantidades adecuadas de albumina serica , que previenen la presencia de edemas o
infiltración grasa del hígado.
KWASHIORKOR
Afecta principalmente a los niños en el momento del destete y hasta cerca de los seis años de
edad (edad escolar), en este momento se termina el efecto protector de la lactancia materna y el
niño empieza a comer la dieta incompleta que le brindan los adultos. Puede haber adelgazamiento
pero también obesidad, hay cambios en el pelo, despigmentación, aparición de dermatosis, diarrea
y anemia.
•Hambre •Suministro limitado de alimentos •Bajos niveles de educación (cuando las personas no
comprenden cómo consumir una dieta apropiada) Esta enfermedad es más frecuente en países
muy pobres y, a menudo, ocurre durante una sequía u otro desastre natural o durante épocas de
inestabilidad política. Estas situaciones son responsables de la falta de alimento, lo cual lleva a que
se presente desnutrición.
Tratamiento El hecho de obtener más calorías y proteínas corregirá el «kwashiorkor», si el
tratamiento se comienza a tiempo. No obstante, los niños que han padecido esta afección nunca
alcanzarán su potencial total con respecto a la estatura y el crecimiento.
El tratamiento depende de la gravedad de la afección. Las personas que sufren de una conmoción
requieren tratamiento inmediato para restaurar la volemia y mantener la presión arterial.