Professional Documents
Culture Documents
PARA RESIDENTES
Y
ATENCIÓN PRIMARIA
GUÍA DE ALERGIA
PARA RESIDENTES
Y
ATENCIÓN PRIMARIA
Roberto Pelta Fernández
(Director)
Mar Gandolfo Cano
(Coordinación de autores)
ERRNVPHGLFRVRUJ
C Roberto Pelta Fernández y Mar Gandolfo Cano 2001
Internet: http://www.diazdesantos.es
E-mail: ediciones@diazdesantos.es
ISBN: 978-84-7978-477-5
Depósito legal: M. 8.988-2001
Coordinadora de Autores
Autores
Miguel Ángel Baltasar Drago,
Médico Adjunto de la Unidad de Alergología, del Hospital
Universitari Germans Trias I Pujol de Badalona (Barcelona).
José María Bartolomé Alvárez.
Médico Adjunto de Alergología, del Hospital Clínico San Carlos de
Madrid.
Ruth Barranco Jiménez.
Médico Residente de Alergología, del Hospital General Universitario
Gregorio Marañón de Madrid.
VIII GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
INMUNIDAD
INMUNOGLOBULINAS
Las inmunoglobulinas (Ig) son los efectores de la respuesta
inmune humoral y residen en el suero formando la fracción proteica
de las gammaglobulinas. Pueden ser expresadas de dos maneras,
bien como Ac secretados por las células plasmáticas, bien como Ac
presentes en la superficie de los LB a modo de receptor antigénico.
Las Ig no destruyen por sí mismas a los Ag en virtud de la pro-
pia unión entre ambos, sino que, una vez reconocidos, deben gene-
rar una respuesta contra ellos, a través de la porción Fc, que se lle-
va a término por diferentes vías: opsonización, estimulación del
complemento o de la respuesta celular citotóxica.
La Ig G es la más numerosa formando el 80% del total. Existen
4 subtipos según las cadenas H. que son de tipo y. Atraviesan la pla-
centa lgG1, lgG2, lgG3 y lgG4, aportando protección al feto.
4 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
ANTÍGENOS
La inmunogenicidad es la capacidad inherente a una sustancia
(inmunógeno) para inducir una respuesta inmune especifica. Sin
embargo, la antigenicidad es la propiedad de un elemento (antige-
no) de reaccionar con Ac y linfocitos específicos, cuya producción
fue inducida por él. Alérgeno es el Ag capaz de Inducir la producción
de Ac IgE específicos en humanos y por tanto de producir alergia.
Hapteno es cualquier pequeña molécula antigénica capaz de ser
fijada por Ac específicos pero no es inmunógena en si misma. Para
poder funcionar como inmunógenos, los haptenos deben unirse a
MECANISMOS DE HIPERSENSIBILIDAD 5
UNIÓN ANTÍGENO-ANTICUERPO
La Interacción Ag-Ac es una asociación bimolecular, similar a la
interacción enzimática, con una importante diferencia que es la
reversibilidad. Comprende varios enlaces no covalentes, que se esta-
blecen entre el determinante antigénico o epítopo y la región variable
(Vh/Vc) del Ac. Esta reacción se caracteriza por ser muy específica.
A pesar de esa especificidad, pueden existir Ac que reaccionen con
otros Ag: este proceso recibe el nombre de Reactividad cruzada y
ocurre si dos Ag comparten un epítopo idéntico o si los Ac específi-
cos para un epítopo también se unen a otro epítopo de similar estruc-
tura química.
CITOCINAS
Las complejas interacciones que tienen lugar entre las células del
sistema inmune, sistema hematopoyético y células inflamatorias,
están mediadas por un grupo de glicoproteínas denominadas, en
conjunto, atocinas, cuya actuación suele ser local (autocrina o para-
crina), aunque en determinadas ocasiones la célula diana puede
encontrarse a cierta distancia de la célula productora (acción endo-
crina). Estas proteínas se caracterizan por poseer pleiotropismo (una
misma citocina presenta diferentes efectos que varían en función de
cuál sea la célula diana sobre la que actúa), redundancia (expresa la
posibilidad de que dos o más citocinas tengan una misma función).
MECANISMOS DE HIPERSENSIBILIDAD 7
INFLAMACIÓN
La inflamación es la respuesta de los tejidos frente a diferentes
elementos lesivos que pueden ser factores endógenos o exógenos,
como agentes mecánicos, físicos, químicos, biológicos e inmunoló-
gicos. Aunque en algunos casos la inflamación puede tener conse-
cuencias nocivas, por lo general es una respuesta protectora. En la
respuesta inflamatoria intervienen distintos mecanismos. La vasodi-
latación y el aumento de permeabilidad, debido a una serie de sus-
tancias vasoactivas (histamina, serotonina, prostaglandinas, bradi-
quinina, etc), permite que las células y los mediadores químicos
puedan acceder al foco inflamatorio y desarrollar en él su misión. La
llegada de las células fagocitarias al foco inflamatorio se ve favore-
cida no sólo por los cambios vasculares, sino por otra serie de fenó-
menos. El primero de ellos consiste en que, durante la reacción
MECANISMOS DE HIPERSENSIBILIDAD 11
MECANISMOS DE HIPERSENSIBILIDAD
Aunque la función del sistema inmunitario es la defensa del orga-
nismo frente a antígenos extraños, bajo algunas circunstancias, la
respuesta inmunológica puede ocasionar reacciones de tipo infla-
matorio que lesionen los tejidos produciendo ciertas enfermedades o
incluso la muerte.
BIBLIOGRAFÍA
Goldsby RA, Kindt TJ, Osborne BA Kuby Immunology.
a
(4. ed.). New York. W.H. Freeman and Company; 2000. Kaplan AP.
a
Allergy (2. ed.). Philadelphia. W. B. Saunders; 1997. Patterson R.
Allergic diseases. Diagnosis and management
(5." ed.). Philadelphia. Lippincott-Raven; 1997. Roitt I. Essential
a
immunology (8. ed.). Oxford: Blackwell Scientific
Publications; 1996.
CAPÍTULO 2
Neumoalergenos de interés
en patología alérgica
Carmen Mogío Gómez, Angel Moral de Gregorio
I. PÓLENES
II. ÁCAROS
Pertenecen al phylum artrópodos, clase arachnida y orden acari-
ña. Carecen de segmentación en su abdomen lo que los diferencia
del resto de arácnidos (Tabla 2.I.). Hay más de 30.000 especies, de
pequeño tamaño (100-300 micras), con un ciclo vital de unos tres
meses, las hembras son mayores que los machos. Requieren tem-
=
peraturas por encima de 20 C (25-30 °C) y una humedad superior
al 50% (60-80%). En España son más abundantes en zonas costeras
del Cantábrico y del Mediterráneo, sobre todo en épocas de lluvias.
Se alimentan básicamente de escamas dérmicas y restos vegetales.
Existen dos grupos fundamentales de acaras:
III. HONGOS
Pertenecen al reino Fungí, al estar desprovistos de clorofila
necesitan de otras fuentes de compuestos orgánicos para nutrirse.
Se desarrollan en estructuras (¡lamentosas y se reproducen por
esporas. Su estructura elemental es la hita (forma tubular, pluricelu-
lar, con tabiques interiores generalmente) y el conjunto de hifas for-
ma el micelio. Tienen gran capacidad mutagénica, pudiéndose pre-
sentar diversas formas de una misma especie, lo que complica su
clasificación. Su composición alergénica puede variar entre la forma
micelar y la espora, dificultando su estandarización. Según su forma
de reproducción se pueden clasificar en:
A. MAMÍFEROS
B. INSECTOS
CUCARACHA. Phyllum arthropoda, clase hexapoda, orden blat-
todea, suborden blátidos. Periplaneta americana, con un alérgeno
mayor denominado Pera 1 (25 Kd), y Blatella germánica, con los
alérgenos mayores Bla g 1 (25Kd) y Bla g 2(36 Kd), son las especies
más estudiadas en relación con la patología alérgica. Están por lo
general en lugares húmedos y cálidos (cocinas y despensas) La
fuente principal de sus alérgenos no está clara (hay en el cuerpo,
heces, etc.). Producen síntomas por contacto, inhalación, mordedu-
ra e ingesta (hay restos de sus alérgenos en alimentos).
C. AVES
Pertenecen a una sola subclase: neornithes. Sus alérgenos pro-
ceden de las plumas. Antes sólo se debían a canarios y periquitos,
y ahora también proceden de aves exóticas como loros, cotorras,
cacatúas, ganso (edredones). Producen neumonitis por hipersensi-
bilidad y el denominado síndrome plumas-huevo (asma por contac-
to con plumas y/o huevo, siendo los alérgenos las livetinas de
ambos).
30 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
D. OTROS ANIMALES
Aunque algunos animales sean mejor tolerados que otros, todos
pueden dar lugar a cuadros alérgicos. Se han descrito sensibiliza-
ciones frente a conejo, rata y ratón, vaca, hámster, oveja, cerdo; y
otras menos habituales tienen su origen en la exposición a mapa-
ches, ciervos, elefantes, monos, reptiles, escorpiones, etc.; incluso
polillas, mosquitos, escarabajos, garrapatas, cebos de pesca (gusa-
nos) y muchos más.
En el ambiente laboral son muchos los alérgenos descritos,
como el látex, que también se puede encontrar en la vida cotidiana
(globos, preservativos, etc.). Éstos serán tratados a fondo en el capí-
tulo 17 de este manual.
BIBLIOGRAFÍA
D'Amato G. Spieksma FTh M, Bonini S. Allergenic pollen and pollinosis
in Europe. London. Blackwell Science, 1991.
Pérez-Santos C. Moreno A. Los ácaros en alergia, Madrid: Laboratorios
Dome/Hollister-Stier, 1991.
Pérez-Santos C. Moreno A. Hongos y alergia, Madrid: Laboratorios
Dome/Hollister-Stier, 1992.
Pérez-Santos C. Fernández J. Fernández C. Fiandor A, Martín M.
Alérgenos y Alergenicidad. En: Tratado de alergologia e inmunología
clínica de la SEAIC. Madrid Luzán 5.Tomo II: 1995, 223-277.
Subiza E, Subiza J, Jerez. M. Palinología. En: Tratado de alergología e
inmunología clínica, Tomo IV (Alergología Clínica II). Madrid: Luzán 5.
1986,211-256.
Subiza J, Feo F, Pola J, Moral A, Fernández J, Jerez M, Ferreiro M.
Pólenes alergónicos y polinosis en 12 ciudades españolas, Rev Esp
Alergol Inmunol Clin, 1998, 13: 45-58.
CAPÍTULO 3
Pruebas diagnósticas
de uso habitual en alergia
Benito Rodríguez Domínguez, Victoria Fuentes Aparicio
Roberto Pelta Fernández
PRICK-TEST
También se conoce como «técnica de puntura» o SPT (Skin
Prick-Test) en la abreviatura anglosajona. El primer paso antes de
proceder a ejecutar el SPT es limpiar la piel con ayuda de un anti-
séptico incoloro, como el alcohol de 96 grados, marcando a conti-
nuación los puntos de las pruebas con un rotulador o una cinta
32 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
INTRADERMORREACCIÓN (ID)
Sirviéndonos de una jeringa hipodérmica de plástico desechable,
con un volumen de 1 mi y una pequeña aguja del calibre 26 que se
introduce en la piel formando un ángulo de 45 grados y con la pro-
fundidad suficiente para alcanzar la dermis, se reproduce una pápula
que no debe superar los 3 mm de diámetro. La cuantía de alérgeno
a inyectar es de aproximadamente 0.01 a 0.03 ml, asegurándonos
de que el bisel de la aguja, que debe mirar hacia arriba, penetra
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS DE USO HABITUAL EN ALERGIA 33
las 6-12 horas desde que tiene lugar la aplicación del alérgeno. El
significado clínico de las reacciones cutáneas retardadas no ha
sido bien dilucidado hasta la actualidad.
En la práctica diaria se suele considerar únicamente el diámetro
mayor del habón, que se compara con el que reproduce la histami-
na, estableciéndose la positividad máxima de la prueba cuando se
forma una pápula de mayor diámetro que la del control positivo y
que se acompaña de pseudópodos. La presencia aislada de erite-
ma, sin que se acompañe de la correspondiente pápula, carece de
valor. En el caso del SPT, con independencia del control positivo,
sólo se consideran positivas las pápulas cuyo diámetro mayor sea
igual o superior a los 3 mm. Las pruebas positivas se van a acom-
pañar de un eritema de unos 10 mm de calibre, que circunda la
pápula. Se puede dibujar el contorno de las pápulas reproducidas
con ayuda de un rotulador, transfiriéndolas a continuación a un
«papel cello», al objeto de poder archivarlas.
Si se trata de una ID daremos la prueba por positiva cuando apa-
rezca un habón de 5 mm de diámetro. Tanto en el caso del SPT
como en el de la ID, la aparición de pseudópodos denota la exis-
tencia de la máxima positividad.
Existen una serie de variables a la hora de efectuar pruebas
cutáneas, que pueden condicionar los resultados, tales como la
zona de piel elegida, hora del día, estación del año, edad, enferme-
dades asociadas, medicación concomitante, etc. El tiempo de sus-
pensión de ciertos fármacos se recoge en la Tabla 3.1.
PRUEBAS EPICUTÁNEAS
La prueba de contacto o patch test constituye el mejor método
para diagnosticar una dermatitis de contacto. Se basa en la aplica-
ción sobre la piel del paciente de una solución y luego cubrirla con
un apósito impermeable. Es fundamental emplear un buen vehículo
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS DE USO HABITUAL EN ALERGIA 37
PRUEBAS DE PROVOCACIÓN
Estas técnicas consisten en reproducir de forma controlada la
sintomatología en el órgano diana elegido, estando indicadas cuan-
38 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES V ATENCIÓN PRIMARIA
Espirometría
TEST DE METACOLINA-HISTAMINA
La metacolina es un agente colinérgico que actúa estimulando
los receptores muscarínicos posgangliónicos de! músculo liso bran-
quial, produciendo la contracción del mismo. Alcanza su efecto máxi-
mo a los dos minutos y se mantiene durante una hora. Su acción es
prolongada, por lo que las sucesivas dosis administradas son acu-
mulativas, si se inhala en intervalos cortos. Su efecto puede ser anta-
gonizado por los fármacos atropínicos, como el bromuro de ipratro-
pio, o por inhalación de los agonistas -ß2. La histamina es una ami-
na primaria imidazólica. Provoca contracción del músculo liso bron-
quial a través de la estimulación de receptores H1 y de la vía refleja
vagal. Su efecto puede ser bloqueado por antihistamínicos, atropina
y otros anticolinérgicos y por agonistas -ß2 (tabla 3.2). Su acción es
inmediata tras su administración, alcanza su efecto máximo en 1-2
minutos y se mantiene durante 15 minutos. Debido a su vida media
corta, las dosis administradas sucesivamente no tienen carácter acu-
mulativo. Estudios comparativos entre la histamina y la metacolina
han demostrado que ambas pueden ser igualmente capaces de
detectar la HRB, con una alta sensibilidad, moderada especificidad y
alta reproductibilidad. Los efectos secundarios atribuibles a la hista-
mina son la irritación faríngea, rubefacción y las cefaleas. Ambas
técnicas son más sensibles que el test de ejercicio.
Para administrar las dosis de la histamina o metacolina el aero-
sol se inhala mediante mascarilla facial o boquilla, con la nariz oclui-
da y respirando a volumen corriente durante dos minutos En este
método se determina el VEMS basal 3 veces; a continuación se rea-
liza la inhalación del diluyente y se determina el VEMS a los 30 y 90
segundos:
— Si el VEMS desciende > 10% se repite la provocación otro
día.
— Si el descenso del VEMS es menor del 10% se hacen inhalar
concentraciones progresivas del agente broncoconstrictor cada
5 minutos y se determina el VEMS a los 60 y 90 segundos.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS DE USO HABITUAL EN ALERGIA 45
TEST DE EJERCICIO
El test del ejercicio o «prueba de esfuerzo" es un procedimiento
que permite objetivar cuantitativa y temporalmente la relación entre
el ejercicio y la obstrucción de la vía aérea. A la hora de realizar este
test debe retirarse previamente la premedicación con ß2-agonistas,
cromoglicato, nedocromil y teofilinas, ya que modifican la respuesta
bronquial frente al ejercicio. De igual modo, es importante asegurar
la estabilidad de la (unción respiratoria basal (VEMS >70% del teó-
rico) y la ausencia de exposición antigénica. Debe medirse el VEMS
a los 3-5 minutos tras el inicio del ejercicio, hasta que cese el bron-
coespasmo. Se han descrito respuestas tardías a las 4-6 horas.
Para realizar un test de esfuerzo, se necesita el siguiente equi-
po; cinta rodante, cicloergómetro o carrera libre (sobre todo en
niños], monitor de frecuencia cardiaca y espirómetro, así como con-
trolar la humedad y temperatura local.
La Intensidad del ejercicio debe ser la necesaria para alcanzar
una frecuencia cardiaca de por lo menos el 80% de su valor teórico,
manteniéndolo durante 6-8 minutos. Los resultados se expresan de
forma semejante al de otras técnicas de provocación (disminución
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS DE USO HABITUAL EN ALERGIA 49
del 15 al 20% del VEMS, 25% del FEF 25-75%, 35% del FEF 50 y
de la conductancia de las vías aéreas o SgaW).
TÉCNICAS IN VITRO
BIBLIOGRAFÍA
Carrera M. Solivellas B. Pruebas funcionales respiratorias. Medicine.]
1997;7(42):1805-12.
Cuesta J. Algoritmo del diagnóstico etiológico del asma bronquial. Las
enfermedades alérgicas respiratorias en atención primaria: diagnósti-
co y tratamiento etiológico. Madrid. Drug. Farma, 1998; 31-44.
Demoly P, Miche FB, Bousquet J. In vivo Methods tor study of allergy
skin tests, techniques and interpretaron. En: Middleton E Jr, Reed
ChE, Ellis EF, Adkinson NF Jr, Yunginger JW, Busse WW. (eds.)
Allergy. Principies and practices. Vol. I., St. Louis Mosby-Year Book,
Inc, 1998;430-439.
Grupo de trabajo de la SEPAR, para la práctica de la espirometría en clí-
nica. Normativa para la práctica de la espirometría forzada. Archivos
de Bronconeumología. 1989. Vol.25 Núm.4; 132-141.
Henry A. Methods in laboratory immunology. En: Middleton E Jr el al.
Allergy. Principies and practices. Vol. I, St Louls. Mosby-Year Book, Inc,
1998:417-429.
Herrera de la Rosa A, García F, Alvarez-Sala JL. Exploración funcional
respiratoria. Manual de neumología clínica. Madrid. Ed. Luzán 5, S. A.
1999; 71-105.
Malet A, Amat R Elices A et al. Manual de alergia para atención primaria.
Barcelona. MRA, S.L. Laboratorios Menarini, S. A. 1999:132-135.
Prieto JL. Vives R. Pruebas de provocación branquial inespecíficas y
específicas. Sociedad Española de Alergología e Inmunología
Clínica.. Madrid: Edicomplet, Laboratorios Astra Ifesa: 1993; 11-126.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS DE USO HABITUAL EN ALERGIA 51
ETIOPATOGENIA
En la rinitis alérgica, los signos y síntomas característicos son el
resultado de una respuesta de hipersensibilidad tipo 1 o inmediata,
mediada por Ig E, frente a diversos alérgenos. Los alérgenos que
intervienen con mayor frecuencia son los que actúan por vía inhala-
toria, contactando directamente con la mucosa nasal, como póle-
nes, ácaros, esporas de hongos y epitelios de animales. Esta res-
puesta inmunológica consta de una fase precoz y otra tardía. La pri-
mera se produce aproximadamente a los 20 minutos de la exposi-
ción al alérgeno y consiste en prurito, estornudos y rinorrea. Entre
10-14 horas después del contacto ocurre la fase tardía, que se
manifiesta como congestión nasal, aumento de la resistencia de las
fosas nasales al flujo aéreo y rinorrea, concluyendo a las 24 horas
del inicio de la reacción alérgica.
La obstrucción nasal se desencadena por una serie de fenóme-
nos vasculares, como son la vasodilatación y la extravasación plas-
mática, que conducen a la producción de edema y secreción nasal.
Esta última es consecuencia del estímulo glandular directo y de la
vasodilatación aferente. Los estornudos son desencadenados por
54 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
CLÍNICA
Los síntomas principales son: obstrucción nasal, rinorrea,
estornudos y prurito nasal. Éstos pueden asociarse a otros como
epistaxis, anosmia, síntomas oculares (prurito, lagrimeo y enroje-
cimiento conjuntival); apareciendo, en ocasiones, taita de concen-
tración, irritabilidad, malestar y fatiga.
Los signos clínicos que nos hacen sospechar una rinitis alérgica
son: saludo alérgico {frecuente en los niños, que tienden a rascarse
el apéndice nasal con el talón de la mano), surco nasal transverso
(por el rascado repetido aparece una línea hipopigmentada, de dis-
posición horizontal en el apéndice nasal), hábito respiratorio boquia-
bierto, hiperplasia gingival, lengua geográfica, nódulos linfoides
faríngeos, ojeras y eczema marginal del párpado superior, pseudo-
pannus alérgico y líneas de Dennie-Morgan (doble pliegue subpal-
pebral).
En general, la rinitis alérgica se caracteriza por el prurito, los
estornudos en salvas y la hidrorrea, mientras que el síntoma predo-
minante de la rinitis no alérgica es la congestión nasal.
DIAGNÓSTICO
Se basa en la recogida detallada de datos en la historia clínica,
la exploración física y la realización de estudios inmunológicos e ins-
trumentales adecuados.
A) Historia clínica: En la anamnesis los síntomas de rinitis
constituyen la base fundamental para el diagnóstico. Es
importante el inicio de los mismos, su frecuencia
(diaria/episódica/estacional/crónica) e intensidad, sínto-
mas específicos, factores precipitantes, eficacia de trata-
mientos previos, antecedentes familiares, factores me-
dioambientales y coexistencia de otras enfermedades alér-
gicas.
En la exploración física la apariencia externa de la nariz pue-
de aportar datos importantes para el diagnóstico. Se valora-
RINITIS ALÉRGICA Y SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL... 55
b) Perenne
Los síntomas son intermitentes o continuos, en general menos
severos que en la estacional. Además, las alteraciones oculares y el
prurito nasal son menos Intensos, y no suele aparecer prurito ótico,
ni palatino. Los alérgenos más frecuentes son los siguientes: ácaros
del polvo (proliferan en zonas húmedas y se alimentan de escamas
de la piel; en zonas templadas se observa un aumento estacional de
síntomas en otoño), epitelios de animales, hongos (Alternaría y
Cladosporium sufren variaciones estacionales, con valores altos en
verano y otoño, siendo sus esporas de menor tamaño que los póle-
nes, por lo que penetran con facilidad en el árbol bronquial y ocasio-
nan con mayor frecuencia que los pólenes, asma bronquial).
c) Ocupacional
Causada por sensibilización a partículas inhaladas presentes en
el lugar de trabajo. Se supone una mayor prevalencia que en el caso
del asma ocupacional, ya que muchos pacientes consideran que sus
síntomas son llevaderos y demoran la consulta con el médico. A
veces el mecanismo implicado suele ser IgE mediado (panaderos,
industria farmacéutica, animales de laboratorio), otras veces far-
macológico (diisocianato de tolueno) o irritativo. Los alérgenos más
importantes son las harinas de cereales, sobre todo la de trigo.
Puede preceder la rinitis a un asma ocupacional. Es típica su mejo-
ría sintomática en fines de semana y en períodos de vacaciones,
empeorando al volver al trabajo.
58 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
INFLAMATORIAS
1. Rinitis perenne eosinofílica no alérgica (NARES)
o rinitis intrínseca
Es de carácter crónico, no infecciosa, sin causa conocida. Su
característica fundamental es la abundancia de eosinófilos en el
exudado nasal. Se diferencia de las alérgicas por su inicio en la
edad media de la vida, gran obstrucción nasal, secreción acuosa,
blanquecina y mucoide (siendo poco (recuentes el prurito y los sín-
tomas conjuntivales). Es rara la anosmia, pero a veces el paciente
desarrolla ageusia. En 1/3 de casos se asocia a hiperplasia de la
mucosa nasosinusal con pólipos eosinofílicos secundarios (aumen-
tan la obstrucción), que son más frecuentes en la pared lateral (alre-
dedor del meato medio), pudiendo ocupar los senos, sobre todo
etmoidales y maxilares. Si los pólipos se asocian a asma y a intole-
rancia a AINES el cuadro se denomina tríada-ASA.
Hay mejor respuesta a corticoides tópicos, e incluso sistémicos,
que frente a antihistamínicos y cromoglicato.
2. Pólipos nasales
Pueden ser eosinofílicos (80%) o neutrofílicos (20%).
Se dan con mayor frecuencia en varones, pero en la tríada ASA
aparecen difusos y con ligero predominio en mujeres. El porcentaje de
neutrófilos depende del mayor o menor grado de sobre infección, pero
si aparecen en la infancia, es obligado descartar fibrosis quística.
El tratamiento con corticoides tópicos nasales mejora los sínto-
mas, reduce su tamaño y evita recidivas, en tanto que los corticoi-
des sistémicos se utilizan habitualmente como un paso previo a la
cirugía para reducir la masa del pólipo.
3. Rinitis infecciosas
Al inicio son clínicamente indiferenciables de las alérgicas, aunque
después pueden sobreinfectarse, apareciendo rinorrea purulenta.
RINITIS ALÉRGICA Y SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL... 59
a) Gérmenes específicos
Sífilis, tuberculosis, rinitis diftérica crónica, rinoesclerema
(Klebsiella rhinoescleromatis), lepra.
b) Hongos y levaduras
Aspergillus y Candida pueden causar infección crónica nasal y
de los senos paranasales. Deben tenerse en cuenta en inmunode-
primidos, y sobre todo en pacientes con SIDA.
c) Inmunodeficiencias humorales
La rinitis suele ser la primera manifestación clínica.
• ID común variable.
• Déficit de IgA: Es la ID congénita más frecuente, favorece
infecciones respiratorias de vías altas y la aparición de patolo-
gía alérgica. Conviene tenerla presente en niños.
• Déficits selectivos de subclases de Ig G.
4. Rinitis granulomatosas
• Granulomatosis de Wegener y granuloma de la línea media.
Etiología desconocida. Lesiones ulceradas, obstructivas y des-
tructivas en cavidad nasal y senos. Diagnóstico por biopsia:
vasculitis con necrosis, ulceración, granulomas epitelioides y
necrosis fibrinoide.
• Sarcoidosis: Típicas pápulas o nódulos en piel nasal y engra-
samiento de la mucosa anterior de la cavidad. Biopsia: granu-
lomas de histiocitos, células gigantes multinucleadas y necro-
sis focal.
• Tuberculosis: Afecta a la parte anterior del tabique y cornetes.
En la mucosa se ven nódulos eritematosos que obstruyen la
luz nasal. Biopsia: granulomas de células epitelioides, células
gigantes de Langerhans y áreas de necrosis caseosa.
6. Mastocitosis nasal
Inicio a cualquier edad. Se caracteriza por rinorrea y obstrucción.
Diagnóstico con biopsia: proliferación de mastocitos en mucosa
nasal.
NO INFLAMATORIAS:
1. Atresia de coanas
Si es bilateral origina síntomas al nacimiento, al no poder el bebé
lactar y respirar, requiriendo corrección quirúrgica en las primeras
48 horas de vida. Si es unilateral puede no detectarse hasta la edad
adulta.
2. Hipertrofia adenoidea
Es la causa más frecuente en niños de rinitis anatómicas.
Ocasiona obstrucción nasal y secundariamente catarros recurren-
tes. Si origina otitis serosas medias de repetición, se debe conside-
rar la cirugía.
4. Hipertrofia de cornetes
5. Tumores
Aunque raros, conviene no olvidarlos.
OTRAS:
1. Rinorrea de LCR
Tras fractura traumática de la lámina cribosa del etmoides. Se
caracteriza por la aparición de rinorrea acuosa (licuorrea), con fre-
RINITIS ALÉRGICA Y SU DIAGNOSTICO DIFERENCIAL… 63
TRATAMIENTO:
1. Medidas de desalergenización
• Antiácaros: en el domicilio evitar alfombras, moquetas y estan-
terías con libros, efectuando una limpieza frecuente con
aspiradora y trapo húmedo o «bayetas atrapapolvo», evitando
el contacto con animales de pelo o plumas.
• Antipolen: en épocas de polinización evitar actividades al aire
libre, viajar con las ventanillas del coche cerradas, usar gafas
de sol, no realizar ejercicio violento al aire libre, mantener las
ventanas cerradas por la noche y usar aire acondicionado con
filtros adecuados.
2. Inmunoterapia
Constituye en la actualidad el único tratamiento etiológico de las
enfermedades alérgicas. Está indicada en sujetos atópicos con pre-
dominio de un componente Ig E mediado, cuyos síntomas no se
controlan con medidas ambientales y con el tratamiento habitual, en
los que se ha demostrado una relación etiológica clara de los sínto-
mas con el alérgeno.
CONJUNTIVITIS
Definición: La conjuntivitis alérgica es un proceso inflamatorio
bilateral, recidivante y crónico que se manifiesta por prurito intenso,
lagrimeo, edema y congestión de la conjuntiva.
Fisiopatología: No establecida en todas; se ha demostrado
hipersensibilidad mediada por IgE en alguna de las conjutivitis alér-
gicas, mientras que en otras se produce una hipersensibilidad
retardada de tipo celular.
Clasificación
1. Rinoconjuntivitis alérgica estacional
Reacción de hipersensibilidad mediada por IgE, producida por
alérgenos específicos (pólenes, ácaros, etc.). Suele asociarse a rini-
RINITIS ALÉRGICA V SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL... 65
2. Queratoconjuntivitis atópica
Es una patología alérgica grave con afectación coniuntival y cor-
neal, asociada a dermatitis atópica. Aparecen prurito, costras y eri-
tema, destacando la fotofobia, que indica afectación corneal. En
casos graves pueden desarrollarse cicatrices corneales, queratoco-
nos e incluso cataratas. A diferencia de la rinoconjuntivitis alérgica
estacional suelen ser necesarios los corticoides tópicos, preferente-
mente en tratamientos cortos. Como terapéutica de mantenimiento
se utilizan antihistamínicos o nedocromil.
3. Queratoconjuntivitis vernal
Aparece en la preadolescencia y es activa durante 5-10 años,
antes de mejorar de forma gradual. Típica de climas templados y
secos. Hay dos formas clínicas que pueden coexistir, una con afec-
tación palpebral y otra con compromiso limbar. Durante la fase agu-
da se trata con corticoides tópicos. El tratamiento de mantenimien-
to es a base de antihistamínicos. antiinflamatoria no esteroideos y
estabilizadores de mastocitos.
5. Alergia de contacto
Reacción de hipersensibilidad retardada de tipo IV mediada por
linfocitos, debido generalmente a la utilización de colirios anestési-
66 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
BIBLIOGRAFÍA
Bielory L Allergic and immunologyc disorders of the eye. En: Middleton
a
E. J ef al. Allergy. Principles and practice. vol II. 5. edic. St. Louis,
Missouri; Mosby-Year Book Inc. 1998; 1148-1161.
Foster CS. The pathophysiology of ocular allergy: current thinking.
Allergy, 1995; 50: 6-9 (discusión), 34-38.
a a
López M. C Barranco P, Fiandor AM. , Martínez F. Rinitis alérgica. En:
Tratado de alergología e inmunología clínica, tomo IV (Alergología
Clínica II): Madrid: Luzán 5, 1986; 149-209.
a
López M. C. Rinitis. En: Feo F. (ed.) Curso de Formación Continuada en
Alergología. Sección de Alergología del Complejo Hospitalario de
Ciudad Real. Sociedad Madrid-Castilla La Mancha de Alergología e
Inmunología Clínica, con la colaboración del Colegio Oficial de
Médicos de Ciudad Real y Glaxo Wellcome. Madrid: 1998; 33-44.
a
Negro JM. Rinitis alérgica. Mecanismos y tratamiento. Barcelona. Edika
Med. Omega-Laboratorios Almirall, S. A. 1996; 114-135, 140-142,
185-300.
Sierra Jl. Guía práctica de rinoconjuntivitis alérgica. Madrid. Ed. Mayo.
1999; 15-44.
Theodore FH, Bloomfield S E, Mondino BJ. Alergia clínica e inmunoló-
gica del ojo. Barcelona: Gras, 1985; 4: 44-72.
Varios. Rinitis alérgica y su tratamiento. Alergol Inmunol Clin. 2000. Vol.
15: Extr 1. Marzo, 1-60.
CAPÍTULO 5
Otra patología ORL
de etiología alérgica
Carlos Doñamayor Hernández
CONSIDERACIONES PREVIAS:
La alergia puede comprometer muchos de los órganos que el
otorrinolaringólogo está habituado a estudiar y tratar, y por ello el
médico residente de alergia, el alergólogo así como el médico de
Atención Primaria deben tener conocimientos básicos de explora-
ción y fisiopatología de esa especialidad. No obstante, hay que tener
en cuenta que la Otorrinolaringología estudia y trata las enfermeda-
des de estructuras ubicadas en cavidades, que para su exploración
y tratamiento requieren unas técnicas de iluminación y abordaje pro-
pias. Estas deben ser realizadas por manos expertas y, en el caso
de que no se esté habituado a ellas, el paciente será remitido al
especialista ORL para evitar demoras innecesarias y errores diag-
nósticos o terapéuticos que puedan incidir negativamente en la evo-
lución de aquél.
Tratamiento
— Supresión del alérgeno causal.
— Limpieza cuidadosa o aspirado de las secreciones del CAE.
— Antiinflamatorio tópico. Beclometasona (III gotas 3-4
veces/día),
— Analgésicos y/o antiinflamatorios por vía oral según demanda.
Tratamiento médico
— Vasoconstrictores nasales. Xilometazolina al 0,1% [0,5% en
niños]) (1 nebulización nasal 3 veces/día).
— Antibióticos. Amoxicilina-clavulánico (375-625 mg. 3 ve-
ces/día); Claritromicina (125-250 mg 2 veces/día).
— Antiinflamatorios. Diclofenaco (25-50 mg 3 veces/día);
Ibuprofeno (100-400 mg 3 veces/día).
70 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Tratamiento quirúrgico
Si el tratamiento módico no logra el éxito clínico deseado en un
periodo de tres semanas, conviene remitir el paciente al especialista
ORL, para que practique una miringotomía con aspirado de
secreciones y colocación de drenaje transtimpánico por un periodo
de 6 a 18 meses, según evolución.
Si se demuestra patología alérgica asociada, se mantendrá el
tratamiento de aquélla.
ENFERMEDAD DE MENIÈRE
Etiológicamente aún sin aclarar, es una enfermedad preponde-
rantemente unilateral (70%) del órgano cócleo-vestibular. El diag-
nóstico se alcanza por exclusión.
Desde 1923 se sabe de la existencia de enfermedad de Meniére
secundaria a procesos alérgicos. La notoria propensión a aparecer
y desaparecer, activándose después de largos periodos de remi-
sión, sugiere un componente inflamatorio. El asiento de la inmuno-
actividad en el oído medio al parecer reside en el saco endolinfáti-
co, pues éste puede procesar antígenos y producir una reacción
local de anticuerpos. Se ha constatado que un cierto número de
pacientes afectos de enfermedad de Menière están sensibilizados a
determinados alérgenos, por lo que su enfermedad laberíntica pue-
de mejorar después de la inmunoterapia.
OTRA PATOLOGÍA ORL DE ETIOLOGÍA ALÉRGICA 71
VESTIBULITIS ALÉRGICA
Tratamiento:
— Supresión del alérgeno causante.
— Limpieza cuidadosa de las costras y la descamación.
— Antiinflamatorio tópico. Beclometasona (3-4 toques con torun
da/día).
— Si hay infección asociada, antibiótico en pomada. Mupirocina o
ácido fusídico (3 aplicaciones / día).
RINITIS ALÉRGICA
Tratamiento
— El de la rinitis alérgica causante.
Tratamiento quirúrgico
Si el paciente no mejorase tras la administración del tratamiento
antialérgico a que hubiese lugar, está indicado remitirle al espe-
cialista ORL para corrección quirúrgica mediante turbinectomía
parcial o turbinoplastia inferior. Conviene tener en cuenta que una
hipertrofia de cornetes secundaria a una patología alérgica no tra-
tada y corregida quirúrgicamente, puede ser seguida de recurren-
cia.
POLIPOSIS NASOSINUSAL
Los pólipos son protuberancias de la mucosa con aspecto pedi-
culado, superficial, edematoso o fibroso en la fosa nasal, proceden-
tes de las cavidades sinusales o de ella misma.
Esta afección puede aparecer a cualquier edad como conse-
cuencia de sinusitis maxilar, etmoidal o frontal aguda recidivante,
sinusitis crónica, procesos alérgicos, intolerancia a los AINES (en
muchos casos asociada a asma bronquial: Síndrome de Fernand-
Widal o triada-ASA), mucoviscidosis, asma, síndrome de Kartagener,
factores constitucionales y/o hereditarios, trastornos hormonales, etc.
Tratamiento médico
— Si hay sinusitis añadida:
• Antibióticos. Amoxicilina (250-750 mg 3 veces/día);
Amoxicilina-clavulánico (375-625 mg 3 veces/día).
• Antiinflamatorios. Diclofenaco (25-50 mg 3 veces/día);
Ibuprofeno (100-400 mg 3 veces/día).
• Mucolíticos. N-acetilcisleína (100-300 mg 3 veces/día).
— Si hay procesos alérgicos concomitantes conocidos: supre-
sión del alérgeno e hiposensibilización específica (Inmu-
noterapia).
— Si el alérgeno es desconocido o no es posible la hiposensibi-
lización:
• Corticoides tópicos. Acetónido de triamcinolona o
Budesonida (50-100 mcg en cada fosa nasal 3 veces/día):
Fluticasona (50-100 mcg. en cada fosa nasal 1 vez/día).
• Eventualmente antihistamínicos. Fexofenadina (120
mg/día); Ebastina (10 mg 1 vez/día).
• Como tratamiento previo a la cirugía: Acetónido de triam-
cinolona (50-100 mcg en cada fosa nasal 3 veces/día), por
un periodo de tiempo de tres semanas.
OTRA PATOLOGÍA ORL DE ETIOLOGÍA ALÉRGICA 75
Tratamiento quirúrgico
Si con el tratamiento médico no se obtuviese la mejoría clínica
deseada, debe remitirse el paciente al especialista ORL para que
practique cirugía endoscópica/microscópica nasosinusal con poli-
pectomia y, según necesidad, septoplastia y cirugía de cornetes.
Si se demuestra patología alérgica asociada, se mantendrá el
tratamiento de aquella.
FARINGITIS ALÉRGICA
Inflamación y sensación de inflamación crónica plurietíológica
de la totalidad de la mucosa faríngea. (Aproximadamente el 10% de
las faringitis crónicas pueden ser de origen alérgico).
El sistema linfocitario alojado en la mucosa faríngea es el pri-
mero en captar los antígenos alimentarios y, además, los fenóme-
nos ecotáxicos (a distancia) pueden comprometer la sensibilización
de territorios mucosos de la faringe en casos de reacción inmunoló-
gica anormalmente exacerbada.
Etiología alérgica: Alérgenos alimentarios (variables en función
de las diferentes áreas geográficas: proteínas, cereales, legumino-
sas, solanáceas, crucíferas, rosáceas, frutos secos, cítricos, choco-
late), aditivos alimentarios (colorantes, conservantes), medicamen-
tos (tetraciclinas, sulfamidas, derivados de las fenotiazinas, sales de
76 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Tratamiento
— Supresión del alérgeno causante.
— Antihistamínicos. Fexofenadina (a partir de 12 años, 120
mg/día); Ebastina (5-10 mg 1 vez/día).
— Lavados faríngeos frecuentes: colutorios suaves con solución
salina isotónica. Correcta hidratación del paciente. Se-
guimiento y vigilancia.
Tratamiento quirúrgico
Algunos autores han preconizado la cauterización de los folí-
culos linfoides faríngeos, con resultados terapéuticos cuestiona-
bles. Este tratamiento no es necesario si se logra evitar el con-
tacto con el alérgeno causante.
LARINGITIS ALÉRGICA
Es una entidad mal definida que consiste en una inflamación
crónica o aguda de las cuerdas vocales y del resto de la mucosa
laríngea, con o sin secreción mucosa más o menos densa.
BIBLIOGRAFÍA
Altermatt HJ. Gebbers JO, Muller C et a l : Human endolymphatic sac:
Evldence for a role in inner ear immune defence. ORL, 1990; 52:143-
146.
Braun JJ, Haas Conraux C. La polypose nasosinussiene, epidemiologie
et clinique sur 350 cas. Ann Oto Laring. (Paris),1992; 109:189-199.
Derebery MJ, Rao VS, Slglock TJ et al.: Menlere's disease: An immune
complex mediateted illnes? Laryngoscope, 1991; 101: 225.
Fields CL, Roy TM, Ossorio MA. Variable vocal cord dyslunction. South
Meó J, 1992:85:422-424.
Schiff M. Immunologic aspeéis of otologic disease. En: Bow CA et al
(eds.).: The molecular pathology of autoimmune diseases. Chur,
Suiza: Harwood Academic Pub; 1993; 37: 715-724.
Slammberger H. Functional endoscopic sinus surgery. Philadelphia. B.C.
Decker, 1991.
CAPÍTULO 6
Enfermedades de las vías
respiratorias inferiores
Mar Gandolfo Cano, Ruth Barranco Jiménez,
Consolación de Frutos Moreno
ASMA BRONQUIAL
Definición
El asma bronquial es una alteración inflamatoria de las vías
aéreas que produce síntomas debido a la obstrucción bronquial
variable y reversible (ya sea espontáneamente o tras tratamiento), y
que cursa con un aumento de respuesta de la vía aérea frente a
gran variedad de estímulos, que se denomina hiperreactividad bron-
quial.
Epidemiología
El asma es la enfermedad crónica más (recuente en la infancia.
Según los resultados de uno de los estudios epidemiológicos de
mayor alcance, llevados a cabo en nuestro país (ALERGOLÓGICA),
cuyos resultados son comparables con otros similares efectuados
en otras áreas geográficas, se aprecia la siguiente tendencia; hay
una elevada incidencia a partir de los 5 años, descendiendo algo
después de la adolescencia, para sufrir un nuevo aumento en el ran-
go de edad comprendido entre los 15 y los 24 años. Con posteriori-
dad declina la tendencia de la enfermedad, siendo más prevalente
en mujeres de 40 a 50 años. Durante la infancia es más frecuente en
los varones, pero se iguala la proporción en la adolescencia.
82 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Etiopatogenia y fisiopatología
En el asma se asocian tres factores fundamentales: inflamación,
broncoespasmo e hipersecreción mucosa. Se considera como una
enfermedad inflamatoria de las vías aéreas inducida en la mayoría
de los casos por alérgenos ambientales, que conduce a la aparición
de hiperreactividad bronquial frente a distintos estímulos, como el
ejercicio, el aire frío, irritantes inespecíficos, infecciones respirato-
rias, etc.
Entre el 70 y el 80% de los asmas son de etiología alérgica (asma
extrínseco), produciéndose por un mecanismo de hipersensibilidad
tipo I. La reacción alérgica se inicia con la unión del alérgeno y dos
moléculas adyacentes de IgE unidas a la superficie de mastocitos y
basófilos pulmonares. Esta interacción da lugar a la activación de sis-
temas enzimáticos intracelulares, que producen finalmente la libera-
ción de mediadores primarios y secundarios. Entre los primarios o pre-
formados se encuentran los siguientes: histamina, factor quimiotáctico
de eosinófilos, factor quimiotáctico de neutrófilos, factor quimiotáctico
para otros leucocitos y enzimas, como triptasa y calicreína. Los media-
dores secundarios se producen a partir de los fosfolípidos de mem-
brana de mastocitos y basófilos, que dan lugar al ácido araquidónico,
metabolizándose éste por dos rutas enzimáticas. A través de la vía de
la cicloxigenasa da lugar a tromboxanos y prostaglandinas, y mediante
la acción de la lipooxigenasa, a los leucotrienos. Todos estos metabo-
litos producen distintas acciones que culminan en la inflamación de las
vías aéreas característica del asma bronquial. Si la exposición al
alérgeno se prolonga en el tiempo, ocurrirá una remodelación a nivel
bronquial con la aparición de fibrosis y disminución del calibre de bron-
quios y bronquiolos, que hace irreversible la broncoconstricción. Este
fenómeno se debe a la liberación de factores de crecimiento celular
que activan la producción de colágeno por los fibroblastos, dando lugar
a la hipertrofia e hiperplasia de la musculatura lisa bronquial.
Entre los alérgenos implicados en el desarrollo del asma extrín-
seco se encuentran los aeroalergenos (pólenes, ácaros, hongos o
epitelios de animales) y los alérgenos ocupacionales.
ENFERMEDADES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS INFERIORES 83
Los alérgenos de los pólenes que producen asma san los que
proceden de árboles y plantas con polinización anemófila. Los póle-
nes de árboles predominan en invierno y principios de la primavera,
los pólenes de gramíneas durante la primavera, en tanto que los de
malezas polinizan en verano y otoño. Las crisis asmáticas suelen
coincidir con las distintas épocas de polinización, aunque en oca-
siones se desencadenen por estimulantes inespecíficos que actúan
sobre la hiperreactividad bronquial de base.
Los principales alérgenos del polvo doméstico son los ácaros
pertenecientes a la familia Dermatophagoides (D. pteronyssinus y
D. farinae). Los niveles de ácaros del polvo doméstico son más
abundantes en regiones de clima húmedo (humedad mayor del
50%). La mayoría de los pacientes alérgicos a los ácaros tienen
síntomas a lo largo de todo el año, y no refieren crisis agudas de
asma con la exposición al polvo doméstico. Esto se debe a que los
ácaros tienen más importancia como fuente acumulativa de alér-
genos, condicionando la aparición de hiperreactividad bronquial.
Los hongos desencadenan crisis asmáticas sin una clara esta-
cionalidad. Los que se desarrollan con más frecuencia en el inte-
rior úe las viviendas son el Aspergillus y el Penicillium, favorecien-
do su crecimiento la oscuridad, la humedad, la falta de ventilación,
la calefacción central y los sistemas de humidificación. Los hongos
del exterior de las casas más comunes son la Alternaria y el
Cladosporium, que predominan en zonas rurales y el máximo pico
de esporas se produce en verano y otoño.
Los pacientes sensibilizados a epitelios de animales suelen refe-
rir un claro empeoramiento de la disnea al entrar en el domicilio,
hecho que no aprecian los individuos sensibilizados a los ácaros.
El asma ocupacional, al que dedicaremos un apartado específi-
co, es inducido por un alérgeno presente en el entorno laboral o en
los hobbies que desarrolla el paciente (v. Apéndice 17.1).
El asma intrínseco constituye entre el 20 y el 30% de los asmas
bronquiales, Su etiología es desconocida y afecta con más frecuencia
a individuos mayores de 40 años.
El dato fisiopatológico característico del asma es la reducción del
diámetro de las vías respiratorias por la contracción del músculo liso,
la congestión vascular, el edema de la pared y las secreciones bron-
quiales espesas. Esto produce un incremento de la resistencia de las
vías respiratorias, disminución de los volúmenes espiratorios forzados
y de la velocidad del flujo, hiperinsuflación pulmonar y torácica, aumento
del trabajo de la respiración, alteración de las funciones de los mus-
84 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Clínica
El asma típico cursa con crisis recurrentes de tos, opresión torá-
cica, sibilancias, disnea e intervalos libres de síntomas.
La opresión torácica es el síntoma más (recuente, refiriéndola el
paciente como la sensación de incapacidad para realizar una inspi-
ración completa.
La tos que se desencadena con el ejercicio físico o la risa es
sugestiva de asma. Los accesos de tos seca aparecen en fases ini-
ciales de la enfermedad, siendo en algunos pacientes el único sín-
toma (tos como equivalente asmático). La tos productiva caracteri-
za a la tase de resolución de la enfermedad y consiste en la expul-
sión de tapones de moco con forma cilíndrica (espirales de Cursch-
mann), que al microscopio muestran eosinófilos y cristales de
Charcot-Leyden.
La disnea es la sensación de falta de aire, siendo característico
el aumento de la misma en las primeras horas de la noche y de
madrugada, debido a las modificaciones de la función respiratoria
secundarias al ciclo circadiano.
Las sibilancias se originan por el paso de aire a través de la vía
aérea estrechada a una velocidad de flujo mayor de la normal. Su
ausencia no excluye el diagnóstico de asma.
En la crisis asmática grave o prolongada puede existir una com-
pleta desaparición del murmullo vesicular, sin auscultación de sibi-
lancias (silencio auscúltalo no), con intervención de la musculatura
accesoria, taquicardia, taquipnea, hipercapnia con acidosis meta-
bólica y con frecuencia, instauración de pulso paradójico.
Ocasionalmente se producen atelectasias por las secreciones y
menos frecuentemente otras complicaciones como neumotórax
espontáneo y neumomediastino.
Clasificación
Según la gravedad el asma se clasifica en 4 grados o niveles.
ENFERMEDADES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS INFERIORES 85
1. Leve intermitente
— Síntomas: < 1-2 veces/semana. Asintomático en periodos
intercríticos.
— Síntomas nocturnos: < o igual a 2 veces/mes.
— VEMS: > o igual al 80% del teórico. Variabilidad < 20%,
2. Leve persistente
Es el tipo de asma más (recuente (2/3 del total).
— Síntomas: > o igual a 2 veces/semana, < 1 vez/día. Las exa-
cerbaciones pueden alterar la actividad física o el sueño.
— Síntomas nocturnos: > 2 veces/mes.
— VEMS: > o igual al 80 % del teórico. Variabilidad = 20-30%.
Recupera su nivel normal con tratamiento broncodilatador.
3. Moderado persistente
— Síntomas: a diario. Las exacerbaciones pueden alterar la acti-
vidad física y el sueño. Uso de (ß2 agonistas a diario.
— Síntomas nocturnos: > 1 vez/semana.
— VEMS = 60-80% del teórico. Variabilidad > 30%. Recupera
sus valores normales con broncodilatadores.
4. Grave persistente
— Síntomas: continuos. Exacerbaciones frecuentes con impor-
tante limitación de la actividad física y el sueño.
— Síntomas nocturnos; frecuentes, prácticamente diarios
— VEMS: < o igual al 60 % del teórico. Variabilidad > 30%. Se
mantiene por debajo del nivel normal a pesar del tratamiento
broncodilatador.
Diagnóstico
1. Historia clínica. Se debe preguntar al paciente por:
— Síntomas, presencia de tos, sibilancias, dificultad respiratoria,
opresión torácica, producción de esputo y posible asociación
con rinitis, sinusitis, poliposis nasal o dermatitis atópica.
86 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Diagnóstico diferencial
Se debe hacer fundamentalmente con otras enfermedades que
cursan con sibilancias y disnea.
1. Obstrucción mecánica de las vías aéreas: parálisis de las
cuerdas vocales, membranas glóticas, estenosis postraumá-
tica (intubación orotraqueal), traqueobroncomalacia por poli-
condritis recidivante, tumoraciones (neoplasias) y cuerpos
extraños. Diagnóstico diferencial por: anamnesis sugestiva,
espirometría con obstrucción espiratoria e inspiratoria y test
broncodilatador negativo. Diagnóstico definitivo: examen
endoscópico.
2. Disfunción laríngea: trastornos funcionales de la laringe (algu-
nos pacientes con trastornos de la personalidad) que pueden
provocar sibilancias paroxistas y disnea resistentes al trata-
miento habitual. Diagnóstico diferencial: la espirometría puede
mostrar obstrucción extratorácica. Diagnóstico definitivo: la
nasofaringoscopia permite visualizar la obstrucción.
3. Bronquitis crónica y enfisema pulmonar, los bronquíticos cró-
nicos presentan tos productiva muy frecuentemente y obs-
trucción irreversible de las vías aéreas (el test broncodilatador
es negativo). Los enfisematosos presentan dilatación de los
espacios aéreos distales al bronquiolo terminal en la radio-
grafía de tórax y hallazgos espirométricos y de la distensibili-
dad (compliance) característicos.
4. Asma cardial: producido por la hipertensión pulmonar veno-
sa debida a la enfermedad del ventrículo izquierdo o de la
válvula mitral. Diagnóstico diferencial por' aparición de car-
diomegalia en la radiografía de tórax, así como hipertensión
pulmonar venosa o edema intersticial; en el ecocardiograma
puede verse la valvulopatía mitral o aórtica, y la dilatación o
hipertrofia del ventrículo izquierdo.
5. Tromboembolismo pulmonar, debe sospecharse en caso de
disnea brusca o aparición súbita de sibilancias (aun en
pacientes asmáticos), con o sin dolor torácico, y especial
mente si presentan alguna lesión localizada en abdomen o
miembros inferiores que pudiera comprometer el flujo san
guíneo venoso. Diagnóstico definitivo: con una gammagrafía
radioisotópica pulmonar en la que se encuentran anormali-
dades en la perfusión o con una TAC helicoidal, que es
mucho más sensible.
ENFERMEDADES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS INFERIORES 89
Tratamiento
1. Tratamiento etiológico
1.1. Normas de desalergenización ambiental: para evitar o dis-
minuir la exposición al alérgeno. (V. cap. 2 y 4).
12. Inmunoterapia específica e individualizada: es el único tra-
tamiento que puede modificar la evolución natural del asma bron-
quial alérgico. (V. cap.15).
2. Tratamiento farmacológico
2.2. Fármacos
Broncodilatadores:
— ß2-agonistas: vía inhalativa.
• ß2-agonistas de corta duración (4 horas): Salbutamol (2
inhalaciones de 200 mcg/ 4-6 horas; sin sobrepasar 1200
mcg/ día en adultos y 700 mcg en niños). Terbutalina (2
inhalaciones de 250 mcg/ 6 horas en aerosol y 1 inhala-
ción de 500 mcg/ 6 horas en polvo seco; sin sobrepasar al
día 6 mg en adultos y 4 mg en niños).
• ß2-agonistas de larga duración (12 horas); Salmeterol (2
inhalaciones de 25 mcg/12 horas en aerosol y 1 inhala-
ción de 50 mcg/ 12 horas en accuhaler). Formoterol (2
inhalaciones de 12 mcg/ 12 horas en aerosol y 1 inhala-
ción de 12 mcg/12 horas en polvo seco).
— Teofilinas: vía oral, fuera de las comidas, para no interferir su
absorción, o por vía intravenosa. Se deben determinar niveles
de teofilinemia para evitar la aparición de efectos secunda
rios. En el caso de las "formas retard” el rango terapéutico se
fija entre 8 y 20 microgramos, debiendo efectuarse la extrac-
ción de sangre a las 4 horas de la toma del fármaco (a las 2
horas si es una teofilina simple).
— Bromuro de ipratropio: usado fundamentalmente en el trata-
miento de la EPOC, ya que en asmáticos su poder broncodi-
latador es limitado.
Antiiflamatorios:
— Corticoides inhalados: importante enjuagar la boca con agua
bicarbonatada por riesgo de desarrollar una candidiasis oro-
faríngea.
• Dipropionato de beclometasona: 2 inhalaciones de 250
mcg/ 8-12 horas en aerosol presunzado.
• Budesonida: 2 inhalaciones (200 mcg en adultos y 50 mcg
en niños)/ 8-12 horas en aerosol presurizado; 100-200-400
mcg/8-12 horas en polvo seco (Sistema turbuhaler),
• Fluticasona: 200 mcg/ día en niños; en adultos: 250-500 en
asma leve y 500-1000 mcg en asma moderado y grave
Disponible en aerosol presurizado (50 y 250 mcg) y
accuhaler (100 y 500 mcg).
— Corticoides sistémicos: Por vía oral (Prednisona), se deben
administrar por la mañana para disminuir el efecto supresor
ENFERMEDADES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS INFERIORES 91
Etiología
Debido a la gran cantidad de estos productos que el hombre
puede inhalar, los agentes implicados son muy numerosos y diver-
sos. Entre ellos destacan:
1. Antígenos termofílicos: Mycropolispora faeni y Thermoacti-
nomyces vulgaris, que afectan a granjeros, agricultores, tra-
bajadores de la caña de azúcar, rociadores de viñedos, culti-
vadores de hongos e individuos que viven y/o trabajan en
espacios con aire acondicionado.
2. Hongos: Alternaría, Aspergillus y Penicillium, en trabajadores
de la madera, malta y limpiadores de queso.
3. Proteínas vegetales: responsables de las enfermedades de
los cultivadores de tabaco, té, etc.
4. Proteínas animales: procedentes de los excrementos, saliva,
orina y plumas de aves, que originan el «pulmón del criador
de aves".
5. Productos químicos: como nitrofurantoína e isocianatos, que
producen el pulmón de los trabajadores de la industria quí-
mica.
92 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Epidemiología
Los factores que influyen en el desarrollo de esta enfermedad
dependen de la frecuencia e intensidad de la exposición al antíge-
no responsable, aunque también se ha observado un cierto grado
de predisposición genética en el origen de la misma. Él hábito tabá-
quico, al contrario que en otras patologías respiratorias, parece
tener cierta capacidad protectora frente al "pulmón del criador de
aves».
Se consideran actividades de riesgo todas aquellas en las que se
manejan sustancias orgánicas capaces de estar contaminadas por
hongos termofílicos, así como los trabajos en los que debido a las
condiciones de humedad y temperatura favorezcan su crecimiento.
PATOGENIA
Aunque es un tema no suficientemente aclarado, parece existir
cierta predisposición genética, puesto que no todos los individuos
expuestos la desarrollan. En relación con el complejo mayor de his-
tocompatibilidad (HLA), existe una mayor expresión de HLA-B8 y
HLA-BW40 en pacientes con «pulmón del criador de aves» y de
HLA-B8 en aquellos con «pulmón del granjero».
En cuanto a los mecanismos de hipersensibilidad implicados,
parece tratarse de un mecanismo inmunológico mixto, de tipo III al
inicio de la enfermedad, que se combina con uno tipo IV en los
estadios más avanzados.
Anatomía patológica
Los hallazgos histopatológicos varían dependiendo del estadio
en el que se encuentre la enfermedad. En la fase aguda, al cabo de
una hora tras la exposición al antígeno, éste es fagocitado por los
macrófagos alveolares, produciéndose posteriormente una vasculi-
tis de los capilares alveolares con formación de trombos de fibrina y
de un infiltrado de neutrófilos, células mononucleares y eosinófilos
que, en caso de persistir la exposición, da lugar a la formación de
granulomas no caseificantes que desaparecen al cronificarse la
enfermedad, originándose una fibrosis intersticial.
ENFERMEDADES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS INFERIORES 93
Clínica
Se han observado tres formas clínicas de la enfermedad:
1. Forma aguda: se inicia entre 4-8 horas después de una expo-
sición intensa pero intermitente, y consiste en tos, en general poco
productiva, opresión torácica, disnea que se agrava con el esfuerzo,
mialgias y fiebre elevada, remitiendo en horas y reapareciendo con
las exposiciones. El broncoespasmo precoz puede desaparecer en
poco tiempo, reapareciendo el cuadro completo en 4-6 horas. En la
auscultación pulmonar se detectan crepitantes bibasales y en cam-
pos medios. La radiografía de tórax puede ser normal en un primer
estadio o revelar un patrón intersticial y alveolar bilateral, de predo-
minio en campos inferiores, que remite en pocos días si la afecta-
ción es poco intensa o que evoluciona a un patrón retículo-nodular
típico de la fase subaguda. El hemograma muestra leucocitosis con
desviación izquierda y sin eosinofilia. La gasometría arterial pre-
senta hipoxemia con hipocapnia compensadora. Las pruebas de
función pulmonar ofrecen un patrón restrictivo o mixto.
2. Forma subaguda: se produce en exposiciones continuadas
con pequeñas cantidades de antígeno, siendo el cuadro de tos,
expectoración y disnea más larvado en el tiempo, acompañándose
de astenia, pérdida de peso y febrícula recurrente. Se auscultan cre-
pitantes bibasales. El hallazgo radiológico más característico es un
patrón intersticial, reticular o retículo-nodular en bases y campos
medios. La función pulmonar presenta un patrón mixto, observando-
se obstrucción al flujo aéreo con afectación de la pequeña vía aérea.
3. Forma crónica: se instaura a lo largo de varios meses tras
exposiciones durante períodos prolongados a concentaciones bajas
del alérgeno y suele ir precedida de episodios agudos o subagudos.
Se caracteriza por disnea de esfuerzo progresiva, tos y cianosis en
estadios avanzados, evolucionando hacia la fibrosis pulmonar. La
radiología varía desde un patrón reticular grueso hasta un patrón en
panal de miel, típico de una fibrosis pulmonar irreversible. Las alte-
raciones en la función pulmonar se exacerban conduciendo a una
insuficiencia respiratoria crónica permanente.
Diagnóstico
En la historia clínica hay que hacer especial hincapié en el
ambiente laboral, el lugar de residencia y las aficiones del paciente.
94 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTESY ATENCIÓN PRIMARIA
Diagnóstico diferencial
En la fase aguda de la enfermedad puede ser confundida con
neumonías de origen vírico, bacteriano, por micoplasma o tubercu-
losis miliar.
En la forma subaguda, se debe diferenciar de la sarcoidosis y de
la bronquitis crónica.
La forma crónica es semejante a todas aquellas enfermedades
pulmonares que cursan con afectación difusa intersticial y a la fibro-
sis pulmonar idiopática.
Pronóstico
Cuando el diagnóstico es precoz y se evita el alérgeno implica-
do, en general, el paciente se recupera por completo aunque puede
persistir una leve disfunción de las pequeñas vías aéreas.
Si la exposición no cesa y el diagnóstico es tardío, conduce a
una fibrosis pulmonar con la consiguiente insuficiencia respiratoria
crónica irreversible e incapacitante.
Se considera factor de mal pronóstico la presencia de niveles
elevados de la enzima galactosil-hidroxilisil-glucosil-transferasa, que
interviene en la biosíntesis del colágeno favoreciendo la fibrosis.
Tratamiento
La única medida eficaz es la evitación del alérgeno implicado. Si
esto no es factible se emplearán medidas preventivas como son el
uso de filtros de aire, mascarillas de protección, etc.
En la fase aguda el tratamiento consiste en oxigenoterapia, anti-
piréticos, antibióticos en caso de sobreinfección, hidratación abun-
dante y corticoides, metilprednisolona a dosis de 1 mg/kg/día o
equivalente con una reducción paulatina hasta suspender la medi-
cación en función de la remisión del cuadro.
Etiopatogenia
Aunque no está perfectamente determinada, reacciones de
hipersensibilidad de tipo I, III y IV parecen intervenir en la etiopato-
genia de la ABPA. Las esporas del hongo son inhaladas por el
paciente y colonizan el árbol bronquial formando micelios, lo que
constituye una liberación continua de antígenos. La presencia de
antígeno estimula mediante IgE a los mastocitos pulmonares que
liberan mediadores responsables del broncoespasmo, tapones
mucosos y del edema secundario; también se forman anticuerpos
precipitantes de tipo IgG e IgM, que constituyen complejos Ag-Ac y
fijan complemento. La presencia de granulomas puede sugerir la
participación de mecanismos de hipersensibilidad tipo IV.
Criterios diagnósticos
1. Asma.
2. Reactividad cutánea inmediata frente a Aspergillus fumiga-
tus.
3. Anticuerpos precipitantes frente a A. fumigatus.
4. Aumento de IgG e IgE especificas contra A. fumigatus.
5. Infiltrados pulmonares recidivantes en la radiografía de tórax.
6. Aumento de IgE total (> 1.000 ng/ml).
7. Eosinofilia en sangre periférica.
8. Bronquiectasias centrales.
Estadios
1. Agudo: cursa con tos, esputo purulento, disnea, sibilancias,
fiebre, dolor torácico, malestar general o hemoptisis. La [gE total se
eleva considerablemente y aparecen infiltrados radiológicos.
2. Remisión: ocurre después de realizar tratamiento con corti-
coides. No hay infiltrados radiológicos y la IgE total desciende, aun
que persistan niveles superiores a lo normal. Este estadio puede ser
permanente.
3. Exacerbación: aparecen nuevos infiltrados y se eleva la IgE
total. Con corticoides se resuelven los infiltrados y se reducen los
niveles de IgE.
4. Asma corticodependiente: al intentar disminuir las dosis de
corticoides aparecen nuevos infiltrados o no se consigue controlar el
asma. La IgE total puede estar normal o muy alta y la IgE e IgG fren-
te a A. fumigatus suelen estar elevadas.
5. Fibrosis: se produce como consecuencia de los episodios
repetidos de exacerbaciones. Cursa con alteraciones restrictivas
pulmonares y fibrosis radiológica. En este estadio es fundamental la
corticoterapia.
Diagnóstico
1. Historia clínica: episodios recurrentes de broncoespasmo junto
con fiebre e infiltrados pulmonares obligan a descartar una ABPA.
2. Tesis cutáneos: prácticamente todos los pacientes desarro-
llan una respuesta cutánea inmediata. En el 25% aparece reacción
dual. Un test cutáneo negativo excluye el diagnóstico.
3. Análisis de sangre: encontramos eosinofilia periférica (>1.000
3
eos/mm ), IgE total muy elevada (>1.000 ng/ml) y anticuerpos pre-
cipitantes que son generalmente IgG (no patognomónicos de
ABPA). La determinación de IgG e IgE especificas para A. fumiga-
tus nos ayudará a diferenciar la ABPA de pacientes con asma extrín-
seco y reacción cutánea inmediata frente al Aspergillus.
4. Análisis del esputo: podemos encontrar eosinófilos y micelios
del hongo. Un cultivo negativo no descarta la enfermedad.
5. Radiografía de tórax: aparecen infiltrados pulmonares transi-
torios, impactaciones mucosas y bronquiectasias proximales. Puede
ser normal, sin que descarte el diagnóstico.
6 Espirometría: encontramos un patrón restrictivo durante las
exacerbaciones en la mayoría de los pacientes (obstructivo, rara vez).
98 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Diagnóstico diferencial
Se realizará con el síndrome de infiltración pulmonar con eosi-
nofilia (PIE), neumonías víricas o bacterianas, tuberculosis, linfoma,
sarcoidosis, vasculitis de Churg-Strauss, síndrome hiper-lgE, alveo-
litis alérgica extrínseca y aquellos procesos cuyo agente etiológico
sea el Aspergillus: aspergiloma, aspergilosis invasiva, asma bron-
quial por Aspergillus IgE-mediado, etc.
Tratamiento
Erradicar el hongo es el tratamiento ideal pero casi nunca es
posible. El uso de ketoconazol puede disminuir los niveles de IgG
anti-Aspergillus y mejora la sintomatología asmática, pero tiene
efectos tóxicos muy importantes. Nuevos fármacos imidazólicos
podrían ser efectivos y seguros pero no existen estudios controla-
dos.
Así pues, el objetivo del tratamiento debe ser intentar contro-
lar el asma y evitar tas complicaciones. De elección para las exa-
cerbaciones son los corticoides sistémicos (prednisona a dosis
de 0,5 mg/kg/dia) unas 2-4 semanas, hasta lograr la remisión clí-
nica, radiológica y analítica (descenso de IgE total). Después
debe hacerse un seguimiento durante tres meses, manteniendo
dosis decrecientes de corticoides y monitorización de la IgE, vigi-
lando también la evolución clínica y radiológica. El tratamiento se
puede suspender a los tres meses si no aparecen nuevos infiltra-
dos, debiendo entonces revisar al paciente cada 4-6 semanas.
Una elevación súbita de la IgE a un valor dos veces mayor de lo
normal puede indicar una posible reagudización, por lo que debe-
rá reiniciarse el tratamiento con prednisona. Los corticoides inha-
lados a altas dosis (beclometasona a razón de 1.600 microg/día)
podrían ser útiles para intentar disminuir las dosis de esteroides
orales.
ENFERMEDADES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS INFERIORES 93
BIBLIOGRAFÍA
Fink JN. Hypersensitivity pneumonitis. En: Midúleton E el al. (eds.)
Allergy: Principles and practice. Tomo II. St. Louis. Mosby-Year Book,
1998,1237-1252.
Fifik JN. Hypersensitivity pneumonitis. En: Patterson H. (ed.). Allergic
s
diseases. Diagnosis and management (5. ed.). Philadelphia.
Uppincott-Raven. 1997; 543-553.
Global Initiative for Asthma. Lung and blood Institute. Publication n.°95-
3659. Bethesda, 1995.
Gteenberger, P Allergic Bronchopulmonary Aspergiilosis. En: Middleton
a
E. et al, (eds.) Allergy. Principles and practice, 5. ed., St. Louis.
Mosby-Year Book. 1998; 981-993
Hinojosa M. Neumonitis por hipersensibilidad. Asma ocupacional.
Monografía Fundación SEIAC. Barcelona, JR Prous Edito re s-Astra
España. 1995; 343-354.
Hunninghake G. et al. Neumonitis por hipersensibilidad y neumonías
eosinofilas. En: Fauci AS, Braunwald E, Isselbacher KJ, Wilson JD, eí
s
al (eds.). Principios de medicina interna, 13. ed., Madrid Interame-
ricana-McGraw-Hill, 1994 1348-1351.
Me Fadden Je. ER et al. Asma En: Harrison.: Principios de medicina inter-
a
na, vol. 2 14. edic. Madrid Interamericana-McGraw Hill. 1998; 252:
1617-1624.
Sandford A, Weir T, Pare P. The genetics of asthma. Am J Respir Crit
CareMed. 1996,153:1749-1765.
Senent CJ, De Barrio M. Asma bronquial: clínica, exploración, valoración
y complicaciones. En: Tratado de alergología e inmunología clínica.
Madrid, SEAIC. Luzán 5, 1986; 123-150.
Weisberger SE. Recent Advances in Pulmonary Medicine. N. Engl.
1993:328: 1389-1397.
CAPÍTULO 7
Dermatitis atópica
Francisco Javier Hernández Arbeiza,
María del Carmen Vizán de Uña
GENERALIDADES
EPIDEMIOLOGÍA
ETIOPATOGENIA
HERENCIA
FACTORES INMUNOLÓGICOS
ALTERACIÓN EN LA FOSFODIESTERASA
FACTORES PRECIPITANTES
cia del aire seco y frío que resulta perjudicial. Por ello la dermatitis
tiende a mejorar en verano. En primavera y otoño, suele haber fases
de reagudización.
Ambientales: Se consideran en este apartado a determinados
inhalantes, como escamas dérmicas de animales, plumas, polvo
doméstico, hongos, incluso los que llegan a través de la superficie
cutánea como prendas de lana o de fibra, etc., y determinados ali-
mentos. Ya se ha comentado el papel de la sobre infección del
Staphylococcus aureus en la patogenia de la enfermedad, conce-
diéndole además un papel precipitante de la misma.
Psicológicos o emocionales: Esta enfermedad se asocia a una
“personalidad atópica”, con labilidad emocional, ansiedad, hipe-
ractividad, hostilidad, agresividad reprimida, irritabilidad y alteracio-
nes del sueño; algunas veces el cuadro clínico se exacerba con
eventos emocionales decisivos (nacimiento de un hermano, escola-
rización, problemas familiares, etc.).
MANIFESTACIONES CUTÁNEAS DE LA DA
ESTIGMAS ASOCIADOS
COMPLICACIONES
Las más frecuentes son las infecciones cutáneas bacterianas,
fundamentalmente las producidas por Staphylococcus aureus (ger-
men colonizador habitual de la piel de los pacientes con DA), pro-
duciendo impétigos. Existe mayor susceptibilidad a padecer infec-
ANATOMÍA PATOLÓGICA
DIAGNÓSTICO
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
TRATAMIENTO
En el momento actual no existe un tratamiento curativo para la
DA; no obstante, se dispone de una serie de medidas que ayudan a
atenuar la enfermedad y permiten a los pacientes llevar una vida
casi normal. Desde el primer contacto es imprescindible una óptima
relación entre el médico y el paciente y sus familiares, explicando
que la DA es una enfermedad crónica, la cual evoluciona en brotes,
que presenta unos factores desencadenantes y otros que favorecen
la buena evolución de la enfermedad, explicando asimismo las
bases para su control individualizado.
Sanos: Hay que evitar los jabones alcalinos y los baños de espu-
ma, lo mismo que los baños prolongados y demasiado calientes,
sobre todo si el agua es calcárea. Los syndets, a base de comple-
jos tensioactivos de pH bajo, son grasos y pueden emplearse para
la limpieza corporal y de cara. Las presentaciones en líquido, cuan-
do se añaden extractos de avena, tienen efecto emoliente, suavi-
zante y calmante del prurito. También pueden utilizarse lociones
limpiadoras no alcalinas, que son sustitutos del jabón que no nece-
sitan agua, para la higiene de áreas que no toleran aquella o para la
limpieza de la zona del pañal. La acción antiséptica ayuda a evitar la
superpoblación de estafilococo, por lo que la adición de clorhexidi-
na resulta útil. La esponja usada debe ser suave y no irritar la piel,
debiendo secarse aquella de forma cuidadosa usando siempre toa-
llas suaves.
Después del baño, deben realizarse cuidados especiales para
cada zona: las cremas de aceite en agua (O/W) son recomendables
para la cara. Para el cuerpo, las leches son preferibles a las cremas,
aunque su efecto filmógeno es menor y no son convenientes si la
xerosis es demasiado intensa; la tendencia actual es elaborar cre-
mas más fluidas y leches más filmógenas. En caso de tendencia
ictiósica, se puede utilizar la urea a una concentración queratolítica
DERMATITIS ATÓPICA 115
TRATAMIENTO TÓPICO
TRATAMIENTO GENERAL
TRATAMIENTO INMUNOMODULADOR
Interferón. El interferón-γ recombinante es efectivo en el trata-
miento de la DA moderada y severa. La mejoría clínica con dismi-
nución de los síntomas y de la severidad de las lesiones se correla-
ciona con el descenso de la eosinofilia sanguínea. El alto coste y el
beneficio limitado a determinados pacientes ha frenado su utiliza-
ción.
Antagonistas de los leucotrienos. El zafirlukast y el montelukast
pueden tener utilidad en la DA severa y mal controlada. Estudios
futuros podrán determinar su papel en el tratamiento de la DA.
Ciclosporina. La ciclosporina A es un fármaco inmunosupresor
potente, efectivo en las formas severas de DA resistentes a otras
terapéuticas. Sin embargo, la recidiva al suspender el tratamiento y
los importantes efectos secundarios que puede acarrear (náuseas,
malestar abdominal, parestesias, hipertensión, hiperbilirrubinemia y
deterioro renal) limitan su empleo. No obstante, su uso a dosis de 3-
5 mg por kg/ día puede proporcionar una rápida mejoría, que per-
mite el uso de terapias alternativas menos agresivas.
Tacrolimus: Es un fármaco macrólido-lactona aislado del
Streptomyces tsukbaenesis, que se comporta como un potente
agente inmunorregulador, con espectro y actividad parecida a la
ciclosporina (aunque entre 10-100 veces más potente) y a los este-
roides. Su acción incluye la inhibición de la IL-2, IL-4 y de IL-5; dis-
minuye las células T y el infiltrado eosinófilo; libera IL-3, interferón y,
factor de necrosis tumoral α y factor estimulador de colonias de gra-
nulocitos. Su ventaja radica en la utilización tópica (0,03%-0,3%).
118 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Otras terapias
Hierbas medicinales chinas. Su uso ha sido muy difundido y sus
resultados no han sido tan buenos como los que en un principio se
esperaban, lo que unido a su sabor desagradable y a la descripción
de casos de hepatitis, han limitado su uso.
Timopentina. Es un pentapóptido sintético con una secuencia
semejante a la timopoyetina. Ha sido usada en el tratamiento de la
DA en virtud de su capacidad para estimular la producción de IL-2 e
interferón y, pero su empleo en pacientes de DA grave no ha demos-
trado una significativa eficacia.
Dinitroclorobenzeno tópico (DNCB). Su uso al 1%-2% tras sen-
sibilización con DNCB al 5% puede estimular la respuesta de las
células Th1 en pacientes con DA, restaurando el disbalance
Th1/Th2 y con cierta mejoría clínica. Se requieren más estudios que
confirmen los resultados iniciales.
Complejos alérgenos-anticuerpos. La utilización de inmuno-
complejos conteniendo alérgenos (Dermatophagoides pteronyssmus)
y anticuerpos en el tratamiento de la DA con el objetivo de suprimir la
DERMATITIS ATÓPICA 119
BIBLIOGRAFÍA
CONCEPTO
El eczema de contacto es una erupción cutánea inflamatoria
inespecífica, que puede ser debida a múltiples etiologías. Clínica-
mente se caracteriza por prurito y lesiones polimorfas, que pueden
evolucionar de forma sucesiva por los estadios de eritema, edema,
vesícula, descamación y liquenificación.
Histopatológicamente, el hallazgo más demostrativo es la
espongiosis (edema intracelular) y la lesión elemental más caracte-
rística es la vesícula.
CLASIFICACIÓN
El eczema de contacto se puede clasificar en:
1. Irritativo.
2. Alérgico.
3. Fototóxico.
4. Fotoalérgico.
5. Urticaria de contacto.
ETIOPATOGENIA
El eczema alérgico de contacto es considerado el prototipo de
reacción de hipersensibilidad retardada mediada por células, tipo IV
según la clasificación de Gell y Coombs. Conceptualmente, se dis-
tinguen dos etapas en su desarrollo:
1. Fase aferente o de inducción: incluye todos aquellos hechos
que se extienden desde el primer contacto con un alérgeno
124 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
CLÍNICA
La expresión clínica de la dermatitis de contacto es muy variada.
Depende en gran parte de las diferentes localizaciones y del tiempo
de evolución. Lo más característico del eczema de contacto típico es
el prurito.
Las lesiones que se observan en la piel en la fase aguda son eri-
tema y edema irregulares, mal delimitados, vesículas generalmente
de pequeño tamaño de contenido claro que se rompen con facilidad
(fase exudativa), e incluso costras; en fase subaguda existe modera-
do eritema con escamas secas, en tanto que en la crónica hay áreas
de liquenificación en forma de placas y piel engrosada.
Sólo por la exploración clínica cutánea no es posible distinguir
entre dermatitis irritativa y alérgica, en la mayoría de los casos.
Se pueden observar otras características, dependiendo de la
zona afectada, y siendo las más importantes:
DIAGNÓSTICO
Historia clínica: Es importante preguntar por la forma de inicio,
evolución, duración, características, localización, efecto de la luz
solar, tratamientos realizados y su respuesta.
Exploración física: La distribución de las lesiones nos ayuda
a hacer un diagnóstico diferencial.
Pruebas epicutáneas: Son el único método práctico para con-
firmar la DAC. Consisten en aplicar sobre la piel y bajo oclusión la
sustancia sospechosa para reproducir la lesión.
En los resultados influyen los materiales utilizados, la concen-
tración, el vehículo y el adhesivo, por lo que han sido estandari-
zadas por el ICDRG (International Contact Dermatitis Research
Group). El vehículo utilizado en general es la vaselina.
EZCEMA DE CONTACTO 127
TRATAMIENTO
Es distinto, según se trate de la fase aguda o la crónica del ecze-
ma.
Fase aguda
En fases muy exudativas con un marcado componente inflama-
tono son mal toleradas las pomadas y curas grasas, siendo útil la
aplicación de compresas con líquidos antisépticos y secantes como
la solución de Burow (acetato de aluminio al 10%), ácido bórico al
1%, permanganato potásico al 0.01% (1/10.000), sulfato de cobre o
zinc al 0,1% (1/1.000). En España los dos primeros son poco utili-
zados. El permanganato potásico es el más pótenle de todos. El sul-
fato de cobre es más antiséptico pero menos astringente que el sul-
fato de zinc, aunque este último es el más aconsejable cuando las
lesiones están en la cara. Si las lesiones afectan a mucosas con-
viene utilizar borato sódico al 2% (se disuelven 20 gramos en 1 litro
de agua), con el que se pueden realizar enjuagues. Todas estas fór-
mulas magistrales son preparadas por el farmacéutico en forma de
papelinas unidosis Se disuelve el contenido de una de ellas en un
litro de agua previamente hervida y enfriada, pudiendo utilizarse
durante un día pasado el cual hay que elaborar una nueva solución
y desechar la previa. La solución se aplica a pequeños toques (sin
frotar) sobre la zona afecta, dos o tres veces al día. Existe una alter-
nativa comercial, que se denomina Septomida, y está formada por
una mezcla de sulfato de zinc y de cobre. Si el eczema está muy
diseminado se pueden realizar baños con 25 gramos de sulfato de
zinc, para una bañera de tamaño mediano.
En algún caso puede llegar a utilizarse algún antibiótico tópico,
siendo los más indicados el ácido fusídico, la gentamicina o la mupi-
rocina.
Cuando disminuye la exudación son útiles los corticoides tópi-
cos. La administración sistémica de corticoides (en ciclos cortos y
EZCEMA DE CONTACTO 129
Fase crónica
En esta etapa es aconsejable la limpieza y humedecimiento de
las lesiones con soluciones oleosas. Posteriormente conviene utili-
zar corticoides tópicos, potentes al principio, y de baja potencia en
fases de mantenimiento. En flexuras y en la piel de los niños es con-
veniente usarlos de baja potencia. Durante esta tase no es aconse-
jable la utilización de corticoides sistémicos.
Tanto durante la fase aguda corno en la crónica, los antihistamí-
nicos orales (fundamentalmente aquellos más potentes como son la
hidroxicina o dexclorfeniramina) son útiles para disminuir el prurito.
También se ha demostrado la eficacia de la fexofenadina, a dosis de
180 mg.
Existen ciertas peculiaridades propias del tratamiento del ecze-
ma de contacto, dependiendo de su etiología:
BIBLIOGRAFÍA
Conde-Salazar L. Eczema. Actualidad en alergología. Madrid. Ciencia y
Medicina, 1986.
Daudén E, Ríos L, Fernández J. García A. Mecanismos inmunológicos
en el eczema alérgico de contacto. I. Fase aferente. II. Fase eferente.
Actas Dermosifiliogr. 1996; 87: 291 -299. 365-376.
Fernández de Corres L. Eczema de contacto. En: Pelta R, Rubio M.-
(eds.). El asma y otras enfermedades alérgicas. 50 años después.
Barcelona, MRA, S. L 1999, 309-316.
Fitzpatrick TB. Polano MK, Suurmond D. Atlas de dermatología clínica.
Barcelona. Ediciones Doyma. 1986.
130 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
DEFINICIÓN
Entendemos por urticaria aquella erupción cutánea caracterizada
por la aparición de un habón o pápula Inflamatoria dérmica circuns-
crita, de forma y dimensiones muy variables, casi siempre de evolu-
ción fugaz, de color variable (rojo-rosa-blanquecíno), de superficie
más o menos convexa, y habitualmente pruriginosa (Figura 9.1).
En los casos de angioedema, la inflamación se localiza en el teji-
do celular subcutáneo, por lo que, generalmente, no suele ser pru-
riginoso, y se describe más bien como una sensación de hormi-
gueo, tensión o hinchazón de intensidad variable (Figura 9.2).
132 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
CLASIFICACIÓN
Cuando intentamos buscar una clasificación racional y didáctica
de los diferentes tipos de urticaria/angioedema, nos encontramos
con el arduo y complejo problema de que cada autor establece una
propia, ya sea en función de su patogenia (inmunológica y no inmu-
nológica), de sus factores ecológicos, de sus agentes desencade-
nantes, etc., haciendo en ocasiones una mezcolanza de datos diver-
sos todavía mucho más difícil de asimilar y recordar.
Teniendo en cuenta que esta revisión va destinada, fundamen-
talmente, a MIR de Alergología y Atención Primaria, me parece más
URTICARIA Y ANGIOEDEMA 133
1. ORDINARIAS O COMUNES
• Agudas.
• Crónicas.
4. FORMAS HEREDITARIAS
6. MISCELÁNEA
• Del embarazo.
• Otros.
Principales etiologías
Entre las causas más frecuentes de urticaria aguda (o aguda
intermitente) cabe citar las siguientes:
• Fármacos: aspirina y antiinflamatorios no esteroideos (unas
formas sólo aparecen con ácido acetilsalicílico, pero, otras, también
con el resto de los AINES no emparentados químicamente]. Con el
reciente y (recuente uso de paracetamol, hemos comenzado a ver
urticarias agudas inducidas, exclusivamente, por este antipirético;
antibióticos betalactámicos (penicilinas y sobre todo amoxicilina y,
en menor medida, cefalosporinas); igualmente, va aumentando la
incidencia con quinolonas (ciprofloxacino, norfloxacino, etc.), antihi-
pertensivos inhibidores de la ECA (captopril, lisinopril, enalapril,
etc.), calcitoninas sintéticas, antagonistas de los receptores H2 de la
histamina (ranitidina, famotidina, nizatidina, etc.), mucolíticos (ace-
tilcisteína, carbocisteína, etc.); parece mantenerse estable con el
resto de medicamentos actuales que solemos manejar.
• Alimentos: frutos secos (nueces, castañas, cacahuetes, pista-
chos, pipas, etc.), frutas (melocotón, manzana, uvas, kiwi, aguaca-
te, plátano, dátil, etc.), verduras (tomate, lechuga, legumbres), pes-
cados, crustáceos, moluscos, huevos, cerveza y leche (de mucha
mayor incidencia en niños, siendo excepcional que se mantenga la
sensibilización en adultos).
• Picaduras o mordeduras de himenópteros: fundamentalmente
abejas y avispas (sin extrapolar las clásicas reacciones locales de
insectos voladores como los mosquitos).
• Patologías infecciosas locales o generalizadas (virus, bacterias,
hongos, parásitos intestinales, etc.).
• Contacto directo con plantas a las que el sujeto es hipersensi-
ble (Parietaria judaica, gramíneas, artemisia, etc.)
• Contacto, consciente o inadvertido, con pelos, caspas o sali-
vas de animales domésticos (gato, perro, caballo, conejo, etc.) a los
que el paciente es alérgico.
• Error de dosis en la inyección subcutánea de una vacuna
específica con alérgenos (o al haber transcurrido demasiado inter-
valo entre dosis, sin disminuir la siguiente).
• Pruebas de provocación diagnósticas con alimentos o medi-
camentos en pacientes con dudosa historia clínica de hipersensibi-
lidad a los mismos.
• Súbita y alta exposición a neumoalergenos, incluso por vía
inhalativa, a los que el sujeto es sensible (ácaros del polvo en casa
136 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Mecanismos patogénicos
La gran mayoría de las urticarias agudas se producen por un
conocido o supuesto mecanismo inmunológico dependiente de IgE
(hipersensibilidad de tipo I), siendo su principal mediador la hista-
mina. Una minoría se deben a mecanismo no IgE, bien de naturale-
za inmunológica (hipersensibilidad de tipo II o III), bien por otras
patogenias (activación del complemento por la vía alternativa, libe-
ración ínespecífica de histamina, activación del metabolismo del áci-
do araquidónico, etc.).
• Puesto que los AINES figuran entre los principales agentes
provocadores, sus reacciones urticariales las debemos clasificar en
dos grandes grupos:
• Las que son producidas por una sola familia química antiinfla-
matoria, en cuyo caso cabe la posibilidad de que la prueba cutánea
resulte positiva (pirazolonas, diclofenaco o ibuprofeno).
URTICARIA Y ANGIOEDEMA 137
Diagnóstico
Su diagnóstico clínico no debe entrañar especiales dificultades:
en fase activa, la típica morfología de las lesiones hacen a la urtica-
ria fácilmente reconocible (Figura 9.1). La erupción cutánea es epi-
sódica y evanescente, con múltiples pápulas en diferentes etapas
de evolución y resolución, sin dejar huellas, cicatrices o descama-
ción, siendo excepcional que persistan más de 24-48 horas.
Lo mismo suele suceder con su diagnóstico etiológico, puesto
que, en bastantes ocasiones, es el propio paciente el que ya ha
establecido una clara o aproximada relación causa-efecto, quedán-
donos la misión de confirmar (o no) la supuesta causa. En caso de
duda razonable, bastará, probablemente, con dirigir nuestro interro-
gatorio a todas y cada una de las posibles causas que hemos men-
cionado anteriormente.
Tratamiento
El tratamiento de la urticaria aguda/angioedema debe abarcar
dos facetas:
Tratamiento sintomático
Son de primera elección los antihistamínicos antiH1 no sedantes
por vía oral: fexofenadina, mizolastina, mequitazina, loratadina,
ebastina, cetirizina, etc. Dada su más que probada eficacia clínica,
y la práctica ausencia de efectos colaterales, poseen una amplia
manejabilidad de dosis, permitiendo, en casos necesarios, duplicar
o triplicar su posología. Aunque, por definición, la urticaria aguda
suele durar horas o pocos días, se deben mantener los antihistamí-
nicos unos 10-15 días (pese a que el paciente ya esté asintomático),
con objeto de evitar recidivas o el hipotético paso a la cronicidad.
En las formas gigantes (habones de gran tamaño) o graves, y
más si se asocian a angioedema que afecte a la cavidad oral o a la
glotis, se debe administrar, simultáneamente, media ampolla (0,5
ml) de adrenalina subcutánea en solución al l/1.000 (1 mg/ml), dosis
que puede repetirse, en caso necesario, cada 15-20 minutos. En los
niños es aconsejable utilizar la adrenalina a razón de 0,1 mi por
cada 10 kg, es decir, 0,01 ml/kg.
En contra de una práctica bastante generalizada, los esferoides
sólo se usarán en casos rebeldes y puntuales de urticaria
aguda/angioedema que, transcurrido un tiempo prudencial, no han
respondido a dosis adecuadas/altas de antiH1.
URTICARIA CRÓNICA
Posibles causas
Se han barajado los medicamentos que tome el enfermo de for-
ma más o menos habitual, alimentos de ingestión cotidiana, colo-
rantes y conservantes de alimentos, salicilatos presentes como
componentes naturales de ciertos alimentos (plátano, uva. meloco-
tón, manzana, albaricoque, cereza, pomelo, limón, naranja, melón,
etc.) y bebidas, ácido acetilsalicílico y otros AINES, infecciones foca-
les (ORL y esto mato lógicas), parásitos intestinales, infecciones fún-
gicas, alérgenos inhalados, factores psicógenos, etc.
Sin embargo, las causas de esta incómoda patología constituyen
uno de los puntos más debatidos y controvertidos en los campos de
URTICARIA Y ANGIOEDEMA 139
Posible patogenia
Al igual que su frecuentemente enigmática etiología, se mantie-
ne oscura su patogenia. Continuamos pensando que el principal
mediador es la histamina, pero no se ha demostrado que lo haga a
través de un mecanismo dependiente de IgE (por lo general, estos
pacientes no son atópicos, con habitual normalidad en los niveles
de IgE total). Tampoco aporta gran cosa practicar una biopsia cutá-
nea. Según Parish, existen indicios que apoyan que la urticaria cró-
nica puede resultar de una particular susceptibilidad de los masto-
citos y basófilos para liberar los mediadores, siendo ciertos estímu-
los endógenos continuados o repetidos los que pueden inducir a la
liberación de los mismos.
Aunque en la mayoría de los casos no se ha aclarado el acon-
tecimiento inicial que da lugar a tal proceso inflamatorio cutáneo
de larga duración, en un 20-30 % se ha podido identificar un auto-
anticuerpo IgG específico dirigido contra la IgE o sus receptores
en los mastocitos cutáneos y basófilos periféricos (Figura 9.3).
Así, autoanticuerpos IgG anti-FceRI se unen a los receptores
para IgE formando puentes entre ellos, provocando la liberación
de histamina y otros mediadores, y sugiriendo una posible etiolo-
gía autoinmune (al menos, en algunos pacientes con urticaria
crónica idiopática).
Tratamiento
Su tratamiento se basará en la administración diaria de antihis-
tamínicos, que son capaces de controlar a más del 50-60 % de los
pacientes.
140 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Inmediatas
Es el dermografismo primario inmediato que se acompaña de
una molesta sintomatología subjetiva, con sensación de intenso prurito
generalizado (que obliga necesariamente al rascado), malestar
general, insomnio (les molesta a los pacientes hasta el roce de las
sábanas), irritabilidad, imposibilidad de llevar ropas ajustadas (gran
problema en algunas mujeres!, necesidad de usar esponjas muy
suaves, etc. Se conoce con el nombre de urticaria facticia (Figura
9.4), y requiere, además de consejos para evitar el tascado, roces,
traumatismos, prendas de vestir holgadas, etc., tratamiento perma-
nente con antihistamínicos antiH1 no sedantes. Conviene instruir al
paciente en el sentido de que estos fármacos sólo le aliviarán el pru-
rito y el rascado, pero no evitarán la aparición de las típicas lesiones
papulosas (ni siquiera son capaces de hacerlo los esteroides sisté-
micos, que en este caso están absolutamente contraindicados).
Retardadas
Son urticarias más raras que se caracterizan por la aparición de
placas habonosas profundas, mal delimitadas, dolorosas, que se
142 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
inician a las 4-6 horas después de aplicar una presión o peso sobre
la piel. Afecta a la dermis y al tejido celular subcutáneo, persiste
durante 8-24 horas, y se acompaña de sensación de quemazón y/o
dolor (no de prurito), malestar general, algias difusas, cefaleas,
febrícula, leucocitosis y rigideces articulares. Se diagnostican con la
aplicación de pesos de 7-14 kg suspendidos o apoyados en los bra-
zos, hombros o piernas durante 10-20 minutos. También aparecen
hinchazones en las palmas de manos al manejar alicates o en las
plantas de los pies al permanecer varias horas bailando (llega un
momento en que no les cabe el zapato). Desafortunadamente, sir-
URTICARIA Y ANGIOEDEMA 143
Térmicas
Por frío
La forma más común es la criourticaria adquirida idiopática (no
congénita ni secundaria a otros procesos conocidos), y sus princi-
pales características son: predominio en mujeres jóvenes, aparece
al aumentar la temperatura, descendida previamente de forma súbi-
ta (recalentamiento de la piel); su periodo de latencia es de pocos
minutos, pudiendo mantenerse desde 5-15 minutos hasta 2-3 horas;
en ocasiones, puede acompañarse de variadas manifestaciones
sistémicas, que pueden llegar al choque anafiláctlco grave; la prue-
ba del cubito de hielo suele ser positiva (Figura 9.5); puede desa-
parecer espontáneamente en el transcurso de los años; y puede
asociarse a otros tipos de urticarias físicas, tales como fáctica o
colinérgica.
Es muy importante instruir al paciente con una serie de consejos
profilácticos: abrigarse bien en meses de frío y días húmedos (la
humedad también es un condicionante a tener en cuenta); duchar-
se o bañarse con agua templada; cuando se introduzca en piscinas
o en el mar, lo hará con especial precaución, en las horas en que
esté el agua más caliente, adentrándose muy despacio y permane-
ciendo poco tiempo en el baño, para salirse inmediatamente si
comienza con picores o máculas rojas. Además, obviamente, debe-
rá tomar obligatoriamente antihistamínicos orales, permanentemen-
te, a temporadas o a demanda, según aconseje la historia clínica,
condiciones meteorológicas, época de baños, etc.
Por calor
La variedad más frecuente es la urticaria colinérgica: erupción
prunginosa generalizada de habones múltiples, de 1 a 3 mm de diá-
144 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
FORMAS HEREDITARIAS
Nos vamos a ocupar, exclusivamente, del angioedema (amular,
que reúne las siguientes características: herencia autosómica domi-
nante; su mecanismo de producción se debe a una falta cuantitati-
va (la inmensa mayoría] o cualitativa (existe, pero no es activo) del
inhibidor normal de C1-esterasa y calicreína, con la consiguiente
activación de la cascada del complemento; se suele iniciar en la
infancia o al comienzo de la edad adulta; cursa sin brotes urticaria-
les; se localiza, preferentemente, en la cara, laringe y mucosa gas-
trointestinal, pudiendo simular repetidos cuadros de abdomen agu-
do (a tener muy en cuenta ante posibles planteamientos quirúrgi-
cos); se presenta en forma de crisis recurrentes desencadenadas
por traumatismos (amigdalectomía, extracción dentaria, etc.), ten-
sión emocional, ejercicio físico, infecciones, cambios súbitos de
temperatura, comidas abundantes, etc.; en general, de escasa res-
puesta terapéutica, con muertes, antes de los 30 años, en un 30%
de los pacientes. Su diagnóstico se confirmará con la cuantificación
de los niveles de C4 (claramente disminuidos en casi todos los suje-
tos, incluso en periodos de interbrote) y la detección de las cifras de
proteína inactivadora de C1 (habituaImente baja o ausente).
En su tratamiento son prácticamente ineficaces la adrenalina,
los antihistamínicos y los esteroides. En la profilaxis a largo plazo
suelen ser eficaces los agentes antifibrinolíticos, tales como el áci-
do tranexámico, comenzando con 500 mg cada 12 horas y ajustan-
do la dosis según respuesta; en caso de previsión de posibles agen-
tes desencadenantes, se debe aumentar las dosis del fármaco des-
de tres días antes, y administrar 1-2 ampollas endovenosas del inhi-
bidor del C1 una hora antes de la intervención (amigdalectomía,
extracción dentaria, etc.). En caso de ataque agudo se administra-
rán 500-1.000 mg endovenosos de ácido tranexámico y dos ampo-
llas endovenosas del inhibidor de C1 (por su corta vida media y ele-
vado coste, debe quedar reservado para uso hospitalario).
Obviamente, si la situación lo requiriera, se debe usar la intubación
endotraqueal o recurrir a la traqueostomía.
Hemos evitado, premeditadamente, exponer otras muchas for-
mas de urticaria y angioedema, en primer lugar, por su escasa inci-
URTICARIA Y ANGIOEDEMA 147
BIBLIOGRAFÍA
Champion RH. Greaves MW, Kobza Black A, Pye FU. The urticarias.
Edlmburgh. Churchill Livingstone; 1985.
Fox RW. Actualización de urticaria y angioedema. Allergy Proceedings.
1996; X. 2-5.
Henz BM, ZuberbierT, Grabbe J, Monroe E. Urticaria. Ctimcal, diagnos-
tic and therapeutic aspects. Berlín. Springer; 1998.
Hernández J. Urticaria-angioedema y anafilaxia Inducidas por el ejer-
cicio. Salud Rurai 1999; XVI: 19-29.
Hernández J. Urticaria y angioedema. Madrid. Editorial CEA. Grupo
Jarpyo Editores; 1988.
Miller T, Zelss CR. Urticaria y angioedema. Allergy Proceedings, 1993;
Vil: 39-40.
Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Alergológica.
(Factores epidemiológicos, clínicos y socieconómicos de las enfer-
medades alérgicas en España). Madrid. ALK-Abello. 1995.
CAPÍTULO 10
Alergia e intolerancia
a alimentos y aditivos
Miguel Ángel Baltasar Drago, Teresa Dordal Culta,
Mar Guiralte Clavero, Enrique Martí Guadaño
EPIDEMIOLOGÍA
TOXIINFECCIONES:
Enterotoxinas
Invasivas
REACCIONES NO TÓXICAS:
1. INMUNOLÓGICAS
Mediadas por anticuerpos IgE específicos (ALERGIA A ALIMENTOS):
generalizadas (anafilaxia), cutáneas, respiratorias, digestivas.
No mediadas por anticuerpos IgE específicos: enfermedad celíaca, der-
matitis herpetiforme, síndrome enterocolítico. etc.
2. NO INMUNOLÓGICAS (INTOLERANCIA A ALIMENTOS)
Mecanismo farmacológico; Secundarias a la acción de aminas vasoacti-
vas u otras sustancias contenidas en los alimentos; cafeína, teobromina,
tiramina, dopamina, histamina, salicilatos naturales, sulfitos, etc.
Mecanismo metabólico: Secundario a déficit enzimáticos concretos.
1
Intolerancia a la lactosa (déficit de lactasa congénito, secundario] clínica
digestiva secundaria al acumulo de ácido láctico e hiperosmolaridad intes-
tinal secundaria.
Galaclosemia (déficit de galactosa-1 -P-uridiltransferasa o galactosa-4-epi-
merasa): clínica digestiva relacionada, como la anterior, con la ingesta de
lácteos.
Fenilcetonuria (déficit de fenilalanina tnidroxilasa): vómitos e irritabilidad tras
la ingesta del aminoácido.
Favismo (déficit de Glucosa-6-P-deshidrogenasa): clínica por hemólisis en
relación con la ingesta de habas.
Intolerancia al alcohol (déficit de aldehído deshidrogenasa): la clínica puede
deberse a fenómenos de histaminoliberación inespecífica.
Intolerancia a la histamina (déficit de diamino oxidasa).
Mecanismo psicógeno
Idiosincrasia
ALERGIA E INTOLERANCIA A ALIMENTOS Y ADITIVOS 151
ETIOPATOGENIA
Tracto digestivo como órgano del sistema inmune
El tracto gastrointestinal utiliza tanto mecanismos inmunológi-
cos como no inmunológicos para ejercer su efecto barrera sobre los
antígenos, a la vez que se procesan los alimentos para obtener
energía y facilitar el crecimiento celular. Aproximadamente el 98%
de antígenos son bloqueados, pero un porcentaje es absorbido y
transportado en su forma inmunológicamente activa. Las proteínas
y los péptidos que atraviesan la mucosa intestinal provocan una res-
puesta inmune de tipo humoral en la misma, siendo la formación de
inmunocomplejos la que limita la absorción antigónica.
Una alteración en cualquiera de estos procesos puede provocar
la sensibilización de un individuo predispuesto; la disminución del
pH gástrico y la presencia de otros alimentos en el intestino dismi-
nuye la absorción del antígeno, mientras que la hipoclorhidria, las
lesiones mucosas, el déficit selectivo de IgA y la ingesta de alcohol,
favorecen su absorción.
El desarrollo de una respuesta IgE específica frente a un alér-
geno es el resultado de una serie de interacciones celulares y mole-
culares, que concluyen en la liberación de mediadores mastocita-
rios de la mucosa y submucosa, provocando un cambio local de la
permeabilidad vascular y una estimulación de la producción de
moco, aumento de la contracción muscular y estimulación de las
fibras nerviosas dolorosas, así como reclutamiento de las células
inflamatorias.
La mayor prevalencia de reacciones alérgicas a alimentos duran-
te la infancia puede tener su origen en la inmadurez digestiva e
inmunológica en niños genéticamente predispuestos.
152 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Otros Cefalea
154 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
las proteínas de soja son los antígenos implicados con mayor fre-
cuencia, aunque también puede ser secundaria a proteínas ali-
mentarias de la leche materna. En adultos la sensibilización a crus-
táceos puede producir un síndrome similar. Las heces suelen con-
tener sangre oculta, polimorfonucleares y eosinófilos, mientras que
no se demuestra la presencia de IgE específica y la biopsia de
yeyuno revela aplanamiento de las vellosidades, microscópica-
mente con aumento de linfocitos, eosinófilos y mastocitos. La eli-
minación del alérgeno responsable produce una resolución de los
síntomas, habitualrnente en un plazo de 72 horas. La Proctocolitis
inducida por alimentos se produce en los primeros meses de vida
y se manifiesta como hematoquecia o sangre oculta en heces, que
se presenta en niños aparentemente sanos del 60% durante la lac-
tancia materna). Puede existir una ligera hipoproteinemia y eosino-
filia en sangre periférica. La endoscopia muestra erosiones lineales
y edema de mucosa en el colon distal, con Infiltrados de eosinófi-
los en el epitelio y lámina propia como hallazgos histopatológicos.
La hematoquecia se resuelve a las 72 horas de la eliminación del
alérgeno causante, pero las lesiones mucosas persisten más de un
mes. Enteropatía inducida por alimentos: síndrome de malabsor-
ción que se presenta en lactantes, la mayoría de las veces por
hipersensibilidad a la leche de vaca (IgG e IgA específica), aunque
también se asocia a otros alimentos, particularmente a pescado en
niños mayores. Histopatológicamente se manifiesta por atrofia par-
cheada de las vellosidades con infiltrados celulares. La gastroente-
ritis eosinofílica se caracteriza por intolerancia a múltiples alimen-
tos, infiltrados eosínofílicos en estómago, intestino delgado, esófa-
go, eosinofilia periférica e IgE total elevada (50% de los casos).
Predomina en sujetos atópicos, aunque la alergia alimentaria (IgE
mediada), se da en una minoría de los casos. La fisiopatología se
desconoce.
Enfermedad celíaca: es una intolerancia al gluten, grupo de
proteínas presentes en algunos cereales (avena, trigo, centeno y
cebada), el 70% constituidas por gliadina. Los niños afectos sue-
len presentar un síndrome de malabsorción; en adultos son menos
frecuentes las manifestaciones digestivas, predominando las for-
mas monosintomáticas (anemia, osteoporosis, etc.). Estadís-
ticamente se asocia a la presencia de HLA-DQ2 y el 90% de los
pacientes presentan IgA antigliadina y antiendomisio. La presencia
de anticuerpos antirreculina es marcadora de actividad en la forma
infantil. La endoscopia muestra atrofia total de las vellosidades
156 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
DIAGNÓSTICO
Anamnesis
La historia clínica es fundamental para realizar el diagnóstico, y
de nuevo recalcamos la Importancia de diferenciar entre la clínica
producida por reacciones de hipersensibilidad o de otra etiología. La
valoración inicial debe contemplar los siguientes aspectos:
Pruebas de provocación
Permiten obtener el diagnóstico de certeza en los casos en los
que las demás técnicas diagnósticas descritas nos lleven a resul-
tados discordantes. Siempre debe realizarse en medio hospitalario,
por la posibilidad de que ocurra una reacción grave. Se recomien-
da realizar una dieta de exclusión previa durante unas dos sema-
nas.
Prueba de provocación oral: reproduce en el paciente los sínto-
mas que presenta, mediante la administración de dosis controladas
del alimento sospechoso. Es más fácil de valorar cuando la ingesta
del alimento se sigue de la aparición de síntomas al cabo de 1-2
horas. La Prueba de Provocación Oral con Alimentos Doble Ciego
Controlada con Placebo (PDCCP), clásicamente se considera la
piedra angular del diagnóstico de la hipersensibilidad, alimentaria;
de hecho ha servido para confirmar la relación entre la alergia a
alimentos y la positividad de las pruebas cutáneas con los mismos,
así como para constatar clínicamente que el alérgeno alimentario,
una vez absorbido por la mucosa intestinal, puede provocar múlti-
ples enfermedades (asma, rinitis, dermatitis atópica, etc.). La utili-
zación de esta prueba en la práctica clínica se encuentra limitada
por ser muy laboriosa; este hecho condiciona que la mayoría de clí-
nicos escojan, en caso de ser necesaria la re ex posición, la Prueba
de Provocación Abierta o incluso la Prueba de Provocación Simple
Ciega, reservando la PDCCP para situaciones en que el diagnósti-
co continúe siendo Incierto y la eliminación del alimento sospecho-
so pueda provocar trastornos dietéticos importantes (edad pediá-
trica), o para la investigación clínica.
La Prueba de provocación labial parece ser muy sensible y con-
siste en depositar una gota del extracto alergénico o del alimento
natural en la parte interna del labio (sin que se desplace hacia la
zona mucosa de la encía), valorando la aparición de reacción local
y/o sistémica a los 10 y a los 30 minutos.
En el apéndice 17-3 se proponen esquemas diagnósticos, de
acuerdo con la clínica referida por el paciente.
TRATAMIENTO
Una vez que se ha establecido el diagnóstico de alergia alimen-
taria, el único tratamiento efectivo en la actualidad es la eliminación
160 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
BIBLIOGRAFÍA
Bousquet J, Björkstén B, Bruijnzeel-Koomen CAFM el al. Scientilic cri-
teria and the selection of allergenic foods for product labelling. Allergy.
1998; 53: 3-21.
Cattlet JB. Una visión crítica sobre las pruebas de provocación doble
ciego controladas con placebo. Allergy and Asthma Proceedings.
(Edición española) 1998; 3:3.
Comité de Reacciones Adversas a Alimentos de la SEAIC. Metodología
diagnóstica en la alergia a alimentos. Rev Esp Alergol Inmunol Clin
1999; 14:50-62.
Eseverri JL, Marín AM. Clínica general de las enfermedades alérgicas en
la edad infantil. En: Pediatría Integral. Formación continuada en
Alergología Infantil. Curso 2000; Pharmacia and Upiohn; 2000, nov. 8:
3-22.
Getia RS, Beiser A. Reu C, Patterson R, Greenberger PA, Grammer LC,
Ditto AM, Harns KE, el al. Multicenter, double-GImd, placebo-contro-
lled, multiple-challenge evaluation of reported reactions lo monoso-
dium glutamate. J Allergy Clin Inmunol. 2000; 106.973-980.
Martin M, Pascual CY. Food allergies in Spain: causal allergens and
diagnostic. Pediatr. Pulmonol. 1999. Suppl. 18:154-6.
Sampson HA.: Food Allergy. Part I: Immunopathogenesis and clinical
disorders J AIIergy Clin Inmunol 1999; 103:717-28.
Sampson HA.: Food Allergy. Part II: Diagnosis and management. J
Allergy Clin ImmunoK 1999; 103: 981-89.
Server, Costa, MT. Alergia alimentaria y patología por aditivos. En:
Lleonart R, Gaig P, Marqués Ll, Guspí R. Manual de alergología.
Barcelona. Masson-Salvat S.A. 1995; 215-235,
CAPÍTULO 10
Alergia e intolerancia
a alimentos y aditivos
Miguel Ángel Baltasar Drago, Teresa Dordal Culta,
Mar Guiralte Clavero, Enrique Martí Guadaño
EPIDEMIOLOGÍA
TOXIINFECCIONES:
Enterotoxinas
Invasivas
REACCIONES NO TÓXICAS:
1. INMUNOLÓGICAS
Mediadas por anticuerpos IgE específicos (ALERGIA A ALIMENTOS):
generalizadas (anafilaxia), cutáneas, respiratorias, digestivas.
No mediadas por anticuerpos IgE específicos: enfermedad celíaca, der-
matitis herpetiforme, síndrome enterocolítico. etc.
2. NO INMUNOLÓGICAS (INTOLERANCIA A ALIMENTOS)
Mecanismo farmacológico; Secundarias a la acción de aminas vasoacti-
vas u otras sustancias contenidas en los alimentos; cafeína, teobromina,
tiramina, dopamina, histamina, salicilatos naturales, sulfitos, etc.
Mecanismo metabólico: Secundario a déficit enzimáticos concretos.
1
Intolerancia a la lactosa (déficit de lactasa congénito, secundario] clínica
digestiva secundaria al acumulo de ácido láctico e hiperosmolaridad intes-
tinal secundaria.
Galaclosemia (déficit de galactosa-1 -P-uridiltransferasa o galactosa-4-epi-
merasa): clínica digestiva relacionada, como la anterior, con la ingesta de
lácteos.
Fenilcetonuria (déficit de fenilalanina tnidroxilasa): vómitos e irritabilidad tras
la ingesta del aminoácido.
Favismo (déficit de Glucosa-6-P-deshidrogenasa): clínica por hemólisis en
relación con la ingesta de habas.
Intolerancia al alcohol (déficit de aldehído deshidrogenasa): la clínica puede
deberse a fenómenos de histaminoliberación inespecífica.
Intolerancia a la histamina (déficit de diamino oxidasa).
Mecanismo psicógeno
Idiosincrasia
ALERGIA E INTOLERANCIA A ALIMENTOS Y ADITIVOS 151
ETIOPATOGENIA
Tracto digestivo como órgano del sistema inmune
El tracto gastrointestinal utiliza tanto mecanismos inmunológi-
cos como no inmunológicos para ejercer su efecto barrera sobre los
antígenos, a la vez que se procesan los alimentos para obtener
energía y facilitar el crecimiento celular. Aproximadamente el 98%
de antígenos son bloqueados, pero un porcentaje es absorbido y
transportado en su forma inmunológicamente activa. Las proteínas
y los péptidos que atraviesan la mucosa intestinal provocan una res-
puesta inmune de tipo humoral en la misma, siendo la formación de
inmunocomplejos la que limita la absorción antigónica.
Una alteración en cualquiera de estos procesos puede provocar
la sensibilización de un individuo predispuesto; la disminución del
pH gástrico y la presencia de otros alimentos en el intestino dismi-
nuye la absorción del antígeno, mientras que la hipoclorhidria, las
lesiones mucosas, el déficit selectivo de IgA y la ingesta de alcohol,
favorecen su absorción.
El desarrollo de una respuesta IgE específica frente a un alér-
geno es el resultado de una serie de interacciones celulares y mole-
culares, que concluyen en la liberación de mediadores mastocita-
rios de la mucosa y submucosa, provocando un cambio local de la
permeabilidad vascular y una estimulación de la producción de
moco, aumento de la contracción muscular y estimulación de las
fibras nerviosas dolorosas, así como reclutamiento de las células
inflamatorias.
La mayor prevalencia de reacciones alérgicas a alimentos duran-
te la infancia puede tener su origen en la inmadurez digestiva e
inmunológica en niños genéticamente predispuestos.
152 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Otros Cefalea
154 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
las proteínas de soja son los antígenos implicados con mayor fre-
cuencia, aunque también puede ser secundaria a proteínas ali-
mentarias de la leche materna. En adultos la sensibilización a crus-
táceos puede producir un síndrome similar. Las heces suelen con-
tener sangre oculta, polimorfonucleares y eosinófilos, mientras que
no se demuestra la presencia de IgE específica y la biopsia de
yeyuno revela aplanamiento de las vellosidades, microscópica-
mente con aumento de linfocitos, eosinófilos y mastocitos. La eli-
minación del alérgeno responsable produce una resolución de los
síntomas, habitualrnente en un plazo de 72 horas. La Proctocolitis
inducida por alimentos se produce en los primeros meses de vida
y se manifiesta como hematoquecia o sangre oculta en heces, que
se presenta en niños aparentemente sanos del 60% durante la lac-
tancia materna). Puede existir una ligera hipoproteinemia y eosino-
filia en sangre periférica. La endoscopia muestra erosiones lineales
y edema de mucosa en el colon distal, con Infiltrados de eosinófi-
los en el epitelio y lámina propia como hallazgos histopatológicos.
La hematoquecia se resuelve a las 72 horas de la eliminación del
alérgeno causante, pero las lesiones mucosas persisten más de un
mes. Enteropatía inducida por alimentos: síndrome de malabsor-
ción que se presenta en lactantes, la mayoría de las veces por
hipersensibilidad a la leche de vaca (IgG e IgA específica), aunque
también se asocia a otros alimentos, particularmente a pescado en
niños mayores. Histopatológicamente se manifiesta por atrofia par-
cheada de las vellosidades con infiltrados celulares. La gastroente-
ritis eosinofílica se caracteriza por intolerancia a múltiples alimen-
tos, infiltrados eosínofílicos en estómago, intestino delgado, esófa-
go, eosinofilia periférica e IgE total elevada (50% de los casos).
Predomina en sujetos atópicos, aunque la alergia alimentaria (IgE
mediada), se da en una minoría de los casos. La fisiopatología se
desconoce.
Enfermedad celíaca: es una intolerancia al gluten, grupo de
proteínas presentes en algunos cereales (avena, trigo, centeno y
cebada), el 70% constituidas por gliadina. Los niños afectos sue-
len presentar un síndrome de malabsorción; en adultos son menos
frecuentes las manifestaciones digestivas, predominando las for-
mas monosintomáticas (anemia, osteoporosis, etc.). Estadís-
ticamente se asocia a la presencia de HLA-DQ2 y el 90% de los
pacientes presentan IgA antigliadina y antiendomisio. La presencia
de anticuerpos antirreculina es marcadora de actividad en la forma
infantil. La endoscopia muestra atrofia total de las vellosidades
156 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
DIAGNÓSTICO
Anamnesis
La historia clínica es fundamental para realizar el diagnóstico, y
de nuevo recalcamos la Importancia de diferenciar entre la clínica
producida por reacciones de hipersensibilidad o de otra etiología. La
valoración inicial debe contemplar los siguientes aspectos:
Pruebas de provocación
Permiten obtener el diagnóstico de certeza en los casos en los
que las demás técnicas diagnósticas descritas nos lleven a resul-
tados discordantes. Siempre debe realizarse en medio hospitalario,
por la posibilidad de que ocurra una reacción grave. Se recomien-
da realizar una dieta de exclusión previa durante unas dos sema-
nas.
Prueba de provocación oral: reproduce en el paciente los sínto-
mas que presenta, mediante la administración de dosis controladas
del alimento sospechoso. Es más fácil de valorar cuando la ingesta
del alimento se sigue de la aparición de síntomas al cabo de 1-2
horas. La Prueba de Provocación Oral con Alimentos Doble Ciego
Controlada con Placebo (PDCCP), clásicamente se considera la
piedra angular del diagnóstico de la hipersensibilidad, alimentaria;
de hecho ha servido para confirmar la relación entre la alergia a
alimentos y la positividad de las pruebas cutáneas con los mismos,
así como para constatar clínicamente que el alérgeno alimentario,
una vez absorbido por la mucosa intestinal, puede provocar múlti-
ples enfermedades (asma, rinitis, dermatitis atópica, etc.). La utili-
zación de esta prueba en la práctica clínica se encuentra limitada
por ser muy laboriosa; este hecho condiciona que la mayoría de clí-
nicos escojan, en caso de ser necesaria la re ex posición, la Prueba
de Provocación Abierta o incluso la Prueba de Provocación Simple
Ciega, reservando la PDCCP para situaciones en que el diagnósti-
co continúe siendo Incierto y la eliminación del alimento sospecho-
so pueda provocar trastornos dietéticos importantes (edad pediá-
trica), o para la investigación clínica.
La Prueba de provocación labial parece ser muy sensible y con-
siste en depositar una gota del extracto alergénico o del alimento
natural en la parte interna del labio (sin que se desplace hacia la
zona mucosa de la encía), valorando la aparición de reacción local
y/o sistémica a los 10 y a los 30 minutos.
En el apéndice 17-3 se proponen esquemas diagnósticos, de
acuerdo con la clínica referida por el paciente.
TRATAMIENTO
Una vez que se ha establecido el diagnóstico de alergia alimen-
taria, el único tratamiento efectivo en la actualidad es la eliminación
160 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
BIBLIOGRAFÍA
Bousquet J, Björkstén B, Bruijnzeel-Koomen CAFM el al. Scientilic cri-
teria and the selection of allergenic foods for product labelling. Allergy.
1998; 53: 3-21.
Cattlet JB. Una visión crítica sobre las pruebas de provocación doble
ciego controladas con placebo. Allergy and Asthma Proceedings.
(Edición española) 1998; 3:3.
Comité de Reacciones Adversas a Alimentos de la SEAIC. Metodología
diagnóstica en la alergia a alimentos. Rev Esp Alergol Inmunol Clin
1999; 14:50-62.
Eseverri JL, Marín AM. Clínica general de las enfermedades alérgicas en
la edad infantil. En: Pediatría Integral. Formación continuada en
Alergología Infantil. Curso 2000; Pharmacia and Upiohn; 2000, nov. 8:
3-22.
Getia RS, Beiser A. Reu C, Patterson R, Greenberger PA, Grammer LC,
Ditto AM, Harns KE, el al. Multicenter, double-GImd, placebo-contro-
lled, multiple-challenge evaluation of reported reactions lo monoso-
dium glutamate. J Allergy Clin Inmunol. 2000; 106.973-980.
Martin M, Pascual CY. Food allergies in Spain: causal allergens and
diagnostic. Pediatr. Pulmonol. 1999. Suppl. 18:154-6.
Sampson HA.: Food Allergy. Part I: Immunopathogenesis and clinical
disorders J AIIergy Clin Inmunol 1999; 103:717-28.
Sampson HA.: Food Allergy. Part II: Diagnosis and management. J
Allergy Clin ImmunoK 1999; 103: 981-89.
Server, Costa, MT. Alergia alimentaria y patología por aditivos. En:
Lleonart R, Gaig P, Marqués Ll, Guspí R. Manual de alergología.
Barcelona. Masson-Salvat S.A. 1995; 215-235,
CAPÍTULO 11
Alergia a medicamentos.
Toxicodermias
José Vigaray Conde, Mercedes Cueto Baelo
1. Historia clínica
Es el pilar fundamental del diagnóstico. Hay que valorar la
fecha, el medicamento implicado, la naturaleza de la reacción, el
intervalo entre la toma del fármaco y su inicio, así como la tole-
rancia posterior a otros medicamentos. Con frecuencia se alcanza
un diagnóstico sólo con la historia, sobre todo si el test de provo-
cación no está indicado.
2. Tests in vivo:
Pruebas cutáneas: Se efectúan con las técnicas de prick (SPT) e
intradermorreacción (IDT), cuando se sospecha un mecanismo IgE
mediado, aunque la lectura tardía de las IDT diagnostica a veces
reacciones retardadas. Son útiles con antibióticos betalactámicos,
pirazolonas y ciertos anestésicos, sobre todo en reacciones recien-
tes y en casos de anafilaxia. Con otros grupos ele fármacos su ren-
tabilidad diagnóstica es muy baja. Su negatividad nunca descarta un
diagnóstico, mientras que una positividad hay que valorarla según la
historia clínica y el fármaco implicado. En aquellos casos donde se
tenga la certeza de que no existe un mecanismo de hipersensibili-
dad (por ejemplo, intolerancia a AINES), generalmente no están
indicados. Raramente pueden originar reacciones sistémicas seve-
ras, por lo que deben realizarse tras consentimiento escrito con la
supervisión directa del alergólogo. En la Tabla 11,1 se resumen las
concentraciones no irritantes recomendadas para tests cutáneos
con los fármacos más usuales.
ALERGIA A MEDICAMENTOS. TOXICODERMIAS 169
debe ser > 80% o 1.500 cc. Alternativas en estos pacientes para el
diagnóstico de intolerancia a AINES son los tests de provocación
inhalativos en su modalidad bronquial o nasal.
En reacciones de probable mecanismo IgE cuando ha trascurri-
do un tiempo prolongado, la provocación puede ser inicialmente
negativa y actuar como reestímulo de modo que en una segunda
valoración sea positiva. Por ello en estos casos se repiten los tests
cutáneos y la provocación tras un intervalo de 15 a 30 días para
confirmar tolerancia. Esto se realiza de forma rutinaria con betalac-
támicos, y aunque algunos grupos discuten su rentabilidad, la mayo-
ría plantea llevarlo a cabo también con otros fármacos.
3. Test in vitro:
La determinación de IgE específica (RÍA, RAST, CAP, etc.) está
indicada para antibióticos beta I acta micos y en reacciones perianes-
tésicas (miorrelajantes, formaldehído y óxido de etileno) o por pro-
teínas como la insulina. Su rentabilidad diagnóstica es muy baja y
disminuye con los años. Con otros fármacos no suele realizarse,
excepto en casos de investigación. Igualmente ocurre con otras téc-
nicas como el test de liberación de histamina, test de liberación de
leucotrienos, test de transformación linfoblástica (con determinación
de citocinas en sobrenadantes) y citometría de flujo (con marcado-
res de homing cutáneo CLA + o marcadores de activación linfocita-
ria). La determinación seriada de mediadores (triptasa e histamina)
de forma inmediata a la reacción puede confirmar un mecanismo
IgE, aunque raramente es factible su realización. En algunos casos
es útil una biopsia cutánea que permita un diagnóstico histopatoló-
gico, la realización de técnicas inmunohistoquímicas o la hibridación
in situ de interleucinas.
Antibióticos
Betalactámicos
Dentro de los antibióticos son los fármacos que originan más
reacciones de hipersensibilidad (>30%) y en los que con mayor
ALERGIA A MEDICAMENTOS. TOXICODERMIAS 171
Macrólidos
La incidencia de reacciones ha aumentado de forma significati-
va en los últimos años, de forma paralela a un incremento en su uti-
lización. Se dividen según el número de átomos de carbono de su
molécula en: eritromicina, roxitromicina, claritromicina (14 átomos);
azitromicina (15 átomos); josamicina y espiramicina (16 átomos).
Los macrólidos más implicados son la espiramicina y con menor fre-
cuencia la eritromicina. Clínicamente predominan cuadros inmedia-
tos de urticaria o distintas reacciones cutáneas retardadas. Con
espiramicina también se han publicado casos de urticaria de con-
tacto y asma por exposición laboral. La rentabilidad de los tests
cutáneos es muy baja, aunque se describen casos positivos con
espiramicina, eritromicina y roxitromicina, recomendándose su rea-
lización. También se han comunicado positividades en las pruebas
de parche (hasta 10% en etanol o vaselina), fundamentalmente en
historias de exantema fijo y eczemas. La mayor parte de los estu-
dios de provocación confirman que son reacciones selectivas, pero
hay referencias bibliográficas de reactividad cruzada entre eritromi-
174 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Quinolonas
La incidencia de reacciones de hipersensibilidad es baja pero
creciente. Las quinolonas implicadas con más frecuencia son: áci-
do nalidíxico, ácido pipemídico, ciprofloxacino, norfloxacino y oflo-
xacino. Con las últimas quinolonas de tercera y cuarta generación
prácticamente no se han comunicado reacciones. Clínicamente se
describen tanto reacciones inmediatas, de probable mecanismo
IgE, como tardías. La rentabilidad diagnóstica de los tests cutáne-
os es muy baja, encontrando además falsos positivos con IDT (con-
centraciones >0,1 mg/ml) por su efecto irritante. Se comunican
algunos casos de tests epicutáneos positivos (50% en vaselina).
Los tests de provocación confirman la existencia de reactividad cru-
zada entre distintas quinolonas. Por tanto, en casos confirmados o
con un alto grado de sospecha de sensibilización a una quinolona,
las restantes deben prohibirse.
Otros antibióticos
Cotrimoxazol: Continúa siendo relevante en el paciente VIH,
donde origina sobre todo exantemas de origen tóxico-metabólico y
se han desarrollado diferentes pautas de desensibilización. En el
resto de pacientes sigue siendo una de las causas principales de
exantema fijo, pudiendo realizar tests epicutáneos (sulfamida 5% en
vaselina y trimetoprim 10% en dimetil-sulfóxido).
Aminoglucósidos: La incidencia de reacciones ha caído drásti-
camente ante su menor utilización, en particular de la estreptomici-
na. Actualmente sólo estaría indicado realizar un estudio (tests cutá-
neos y provocación parenteral) en historias poco sugerentes, cuan-
do sea absolutamente imprescindible su empleo. Son relativamente
frecuentes los casos de eczema de contacto (neomicina), donde se
ha descrito reactividad cruzada.
Tetraciclinas: La causa más frecuente de reacciones en la actua-
lidad es la minociclina, utilizada en el acné. Destacan por su capa-
cidad fotosensibiIizante. También se describen reacciones cruzadas
entre ellas.
ALERGIA A MEDICAMENTOS. TOXICODERMIAS 175
TPN: hay que determinar el flujo nasal inspiratorio (PPIN) y las resistencias
nasales por rinomanometría anterior en situación basal y tras instilación en
una fosa nasal de suero salino. Si el PFIN no cae más del 20% se continúa
con instilaciones de ASL a concentraciones crecientes (5. 25. 50 y 100
mg/ml) cada 30 minutos, con medidas del PFIN 10, 20 y 30 minutos tras
cada instilación y determinaciones seriadas posteriores según la respues-
ta. Se recomiendan también controles espirométricos. Resultados: Es posi-
tiva una caída del PFIN >40% o entre 20 y 40% junto con clínica nasal, con-
juntival o bronquial.
mg), según las series oscila entre el 10-30% de los casos. Los pri-
meros datos con rofecoxib apuntan una excelente tolerancia, inclusi-
ve a dosis altas.
Los tests de provocación inhalativos bronquial (TPB) y nasal
(TPN) con acetilsalicilato de lisina, son una alternativa segura en
pacientes con clínica respiratoria y anafilactoide (sólo TPB). La
correlación del TPB con la provocación oral con AAS es muy eleva-
da. Algún falso negativo se encuentra en intolerantes sólo con clíni-
ca rinoconjuntival. Por ahora se realizan sobre todo en estudios de
investigación. Su técnica se resume en la Tabla 11.3.
En pacientes intolerantes se prohíben todos los AINES, excep-
to paracetamol e inhibidores de COX 2, siempre y cuando se con-
firme su tolerancia. Su evitación no modifica la evolución del asma-
rinitis en pacientes con ASA-triada, pero es imprescindible en la
urticaria crónica, Se debe dar al paciente un listado con fármacos
alternativos, sin relación con los AINES: opiáceos (dextro pro pon ¡fe-
no, pentazocina, meperidina, petidina, codeína) y espasmolíticos
(bromuro de hioscina).
La desensibilización con AAS esté indicada cuando sea preciso
su empleo como antiagregante en intolerantes con clínica respirato-
ria. Su éxito depende de la dosis umbral que causa clínica. Hay
diversas pautas, que procuran alcanzar al menos el doble de la dosis
umbral. En pacientes sólo con rinosinusitis es relativamente segura
ALERGIA A MEDICAMENTOS. TOXICODERMIAS 179
ANESTÉSICOS GENERALES
La incidencia de reacciones perianestésicas es muy variable
según las distintas series, oscilando entre 1/1.000 y 1/25.000 actos
anestésicos. Aproximadamente el 52% son reacciones alérgicas y el
48% restante reacciones pseudoalérgicas o anafilactoides.
Clínicamente son indistinguibles, pudiendo cursar con manifesta-
ciones sólo cutáneas (eritema o urticaria) y con menor frecuencia
broncoespasmo o anafilaxia Un 5% de estas reacciones anafilácti-
cas intraoperatorias son mortales.
Entre los agentes implicados los relajantes musculares son res-
ponsables de más del 50% de las reacciones, seguidos del látex en
un 13%. El resto son causadas por otros fármacos "anestésicos"
como hipnóticos o inductores, opiáceos y neurolépticos, antibióticos,
AINES y excepcionalmente otros agentes como sustitutos coloida-
les del plasma (gelatinas y dextranos), proteínas (protamina) o sus-
tancias químicas empleadas en la esterilización del instrumental
médico-quirúrgico (formaldehído y óxido de etileno).
Miorrelajantes
Los más empleados son atracurio, pancuronio, vecuronio, succi-
nilcolina y más recientemente mivacurio y cisatracurio (ambos este-
180 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Analgésicos opiáceos
Las reacciones anafilactoides son infrecuentes y suceden en
aquellos con gran poder de histaminoliberación (morfina y meperi-
dina), en oposición a otros escasamente histaminoliberadores (fen-
tanilo, alfentanilo, sulfentanilo y remifentanilo). Las reacciones ana-
filácticas IgE-mediadas también son infrecuentes y se diagnostican
mediante tests cutáneos. Se ha objetivado reactividad cruzada entre
fentanilo, alfentanilo, sulfentanilo y meperidina.
ALERGIA A MEDICAMENTOS. TOXICODERMIAS 181
Inductores e hipnóticos
Tiopental: Es un barbitúrico que origina reacciones IgE-media-
das con una incidencia aproximada de 1/25.000 anestesias. Se
diagnostican mediante tests cutáneos, aunque su sensibilidad es
muy baja. También causan reacciones retardadas en forma de exan-
temas maculopapuIosos o descamativos.
Propofol: se presenta diluido en un solubilizante lipídico
(Intralipid) que contiene aceite de soja, lecitina de huevo y glicerol.
Excepcionalmente causa reacciones IgE-mediadas, debiendo reali-
zar tests cutáneos (Tabla 11.1), tanto con el fármaco como con la
solución lipídica. Con mayor frecuencia origina eritemas leves y eve-
nescentes, sin mecanismo inmunológico aparente.
Etomidato y ketamina: ambos se pueden emplear como alterna-
tivas seguras al no ser histaminoliberadores y sólo existir referen-
cias excepcionales de posible reacción adversa.
Benzodiacepinas se emplean como inductores, sobre todo dia-
cepam, midazolam y loracepam. También son alternativas seguras,
pues sólo existen casos excepcionales de reacciones anafilactoides
con midazolam, y anafilácticas con diacepam.
Neurolépticos
Empleados en la neuroleptoanalgesia, sobre todo el droperidol.
Éste causa el 1% de las reacciones anafilactoides al inhibir la enzi-
ma histamina-N-metiltransferasa, que metaboliza la histamina.
ANESTÉSICOS LOCALES
Las consultas por reacción adversa con anestésicos locales son
frecuentes, pero la gran mayoría son causadas por sustancias aso-
ciadas como la adrenalina. Las reacciones alérgicas son raras y
constituyen menos del 1% del total. Se dividen en dos grupos según
la unión que hace interaccionar la parte lipófila (aromática) con la
hidrófila: grupo I o ésteres del ácido PARA-aminobenzoico (procaí-
na, tetracaína, benzocaína, butacaína, procainamida); y grupo II o
amidas (lidocaína, mepivacaína, articaína, bupivacaína, pramoxi-
na). Los fármacos del primer grupo se emplean sobre todo como
anestésicos tópicos, son causa de eczema de contacto testado
mediante parches (mezcla cainas de la batería estándar del GEDC)
182 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
BIBLIOGRAFÍA
Blanca M, Canto G. Fernández J et al. Reacciones adversas a fármacos
con base inmunológica. Una visión a largo plazo. Rev Esp Alergol
Inmunol Clin, 1997; 12(5): 283-286.
Blanca W, Canto G, Fernández J et al. Actualización de las normas
generales para el diagnóstico de reacciones alérgicas a betalactámi-
cos. Rev Esp Alergol Inmunol Clin. 1997; 12(3): 204-207.
Blanca M, Juárez C, García J et al. Reacciones alérgicas a penicilinas. La
experiencia española. Rev Esp Alergol Inmunol Clin, 1993; 8(1): 1-7.
Birnbaum J, Porri F. Pradal M, Charpin D, Vervloet D. Allergy during ana-
esthesia. Clin Exp Allergy, 1994:24: 915-21.
García A, Aragües M. Reacciones cutáneas adversas a medicamentos.
En: Iglesias L. (ed.). Tratado de dermatología. Madrid. Ed. Luzán 5,
1994; 755-786.
lgea M, Fernández M, Lázaro M. Reacciones pseudoalérgicas durante
la anestesia general. Rev Esp Alergol Inmunol Clin, 1997; 12(3). 139-
154.
184 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
CONSIDERACIONES PREVIAS
La historia de la alergia al látex es relativamente corta. Los pri-
meros casos recogidos en la bibliografía aparecen en los años 1979
y 1980. El aumento de su uso a nivel sanitario como medida de pre-
caución frente a la transmisión de enfermedades infecciosas desde
finales de la década de los ochenta, así como un mejor conoci-
miento de las características antigénicas del látex, ha hecho aumen-
tar la incidencia de alergia al mismo.
Constituye hoy, por ello, un importante problema sociosanitario a
pesar de que en estos últimos 20 años se han definido grupos de
población de nesgo, se han establecido métodos de diagnóstico
muy sensibles y se han desarrollado estrategias de prevención. Son
muchas las cuestiones que hacen que el Médico Residente en
Alergología deba alcanzar un alto grado de conocimiento en este
tema.
EPIDEMIOLOGÍA
Se conoce poco sobre la incidencia y prevalencia de la sensibili-
zación y alergia al látex en la población general, situándose por
debajo del 1%. La atopia multiplica de 2 a 4 veces el riesgo de sen-
sibilización y es una exposición repetida al látex la que facilita la
sensibilización al mismo. Existen algunos trabajos que apuntan una
mayor incidencia en mujeres frente a varones.
ALERGIA AL LÁTEX 187
CUADROS CLÍNICOS
• Reacciones Tipo I:
El espectro de los cuadros clínicos que abarca la hipersensibili-
dad inmediata al látex va desde una leve urticaria de contacto has-
ta el desarrollo de asma, anafilaxia e incluso se han descrito algu-
nos casos de muerte.
Las reacciones cutáneas son las más frecuentes, siendo la urti-
caria el cuadro clínico más prevalente (70%). La rinoconjuntivitis es
también frecuente (50%),
Turjanmaa describe la existencia de cuatro estadios diferentes
en la alergia al látex:
• Reacciones Tipo IV
Es importante destacar que la dermatitis de contacto irritativa,
quizá la manifestación más frecuente, no se debe a un mecanismo
inmunológico sino a factores de tipo físico, como pueden ser la
sudoración bajo el guante o la acción irritativa de alguno de los adi-
tivos como el glutaraldehído.
Son los diversos productos químicos que se añaden en el pro-
cesamiento del látex los que pueden sensibilizar aunque, el grupo
de Alergia de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, demostró que
el propio látex puede ocasionar hipersensibilidad retardada. La clí-
nica dependerá fundamentalmente del tipo de goma y del área cor-
poral afectada, quedando en general circunscrita al área de con-
tacto con la goma y con un límite muy neto. En el caso de los guan-
tes, el eczema respetará la zona palmar.
No siempre las lesiones se producen por contacto directo. En
algunos pacientes, especialmente sensibles, pueden presentarse
lesiones en áreas descubiertas (fundamentalmente en cara), al
entrar en lugares donde existen estos productos en suspensión
aérea.
ALERGIA AL LÁTEX 189
Esterasa, inhibidor de
Hev b 7 42,9 Kd biosíntesis Menor
Patatin like NRL proteína
DIAGNÓSTICO
Como en cualquier otro proceder médico, una correcta historia
clínica es imprescindible, tanto para describir la sintomatología,
como la relación con la exposición a productos de látex. Es necesa-
rio además conocer si existe una exposición habitual, otras enfer-
medades alérgicas (antecedentes familiares y personales de atopia)
y/o alguna sintomatología con el contacto o la ingesta de algunas
frutas. Es importante preguntar si el paciente ha presentado algún
episodio de urticaria o anafilaxia de causa indeterminada, así como
la descripción de su entorno laboral, para descartar la existencia de
una exposición ocupacional al látex.
Pruebas cutáneas
• Prick-test: la realización de pruebas cutáneas en prick con un
extracto comercial de látex, no difiere de otros alérgenos. En
Europa diferentes casas comerciales ofrecen extractos de
látex, alguno de ellos ya estandarizado como los de
Stallergenes, Leti o ALK-Abelló. En Estados Unidos, por el
contrario, hasta hace poco la FDA estaba pendiente de la
aprobación del primero. Es una prueba muy sensible, mejo-
rando aún más (hasta el 95%) cuando se realiza con extracto
preparado a partir del propio guante con el que el paciente
refiere la sintomatología. Para elaborar el eluido de guante de
2
látex se mantiene 1 cm de guante en suero salino durante dos
ALERGIA AL LÁTEX 191
Determinaciones in vitro
• El método más utilizado es la determinación de IgE específica
a látex en suero mediante RAST (radioinmunoensayo), mejo-
rando la sensibilidad con el CAP-FEIA (Pharmacia-Biotech).
En otros países se usa también con una buena sensibilidad, el
AlaSTAT (Diagnostic Products Corp.). Es una prueba muy
segura, pues únicamente exige al paciente someterse a una
extracción de sangre. Aunque para muchos autores es una
técnica muy sensible y específica, en algunos estudios la sen-
sibilidad no alcanzó el 50% y, además, un resultado negativo
no descarta la existencia de una alergia al látex.
• La presencia de IgE específica en suero también puede deter-
minarse por IgE-inmunoblot. Se identifica así el patrón indivi-
dual de sensibilización para cada paciente estudiado. No se
usa de rutina, pero pueden significar en el futuro la puerta para
tratamientos de inmunoterapia específicos para cada sujeto.
• El test de transformación linfoblástica no es muy sensible en el
diagnóstico de alergia al látex. Por el contrario, el test de libe-
ración de histamina, no realizado de manera rutinaria, tiene
una sensibilidad mayor del 90%.
Pruebas de provocación
Las pruebas de provocación juegan un papel muy importante
cuando existe discrepancia entre la historia clínica y el resultado de
los tests reseñados hasta ahora.
192 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
El objetivo Inicial es realizar una adecuada prevención primaria,
es decir, evitar el desarrollo de la sensibilización en sujetos pertene-
cientes a grupos de riesgo. Es importante actuar evitando el contacto
con látex desde el primer instante de la vida en los niños con espina
bífida, en los que es posible incluso hacer diagnóstico prenatal de su
enfermedad. En un grupo pequeño de estos niños, menores de 2
años, se llevó a cabo una evitación absoluta de productos de látex,
variando la tasa de se reconversión del 43% al 0%. Los profesionales
sanitarios, especialmente aquellos que sean atópicos, deberían evi-
tar, en lo posible, el contacto con productos de látex, fundamen-
talmente con los guantes empolvados (el polvo de estos guantes,
generalmente almidón, contiene alérgenos del látex que, de este
modo, pueden ser vehiculizados como neumoalergenos).
Una vez diagnosticada la sensibilización, aunque no hayan exis-
tido antecedentes clínicos, se deben adoptar medidas estrictas de
ALERGIA AL LÁTEX 193
LÁTEX Y FRUTAS
La alergia a alimentos, particularmente a frutas, se ha asociado a
la alergia al látex, debido a la reactividad cruzada entre diferentes pro-
teínas expresadas en el látex y las frutas. La prevalencia de alergia a
alimentos en sujetos alérgicos a látex es más alta que en la población
general, habiéndose descrito que, al menos, un tercio de los pacien-
194 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
BIBLIOGRAFÍA
Blanco C, Díaz A, Collada C et al. G. Class I chitinases as potential
panallergens involved in the látex fruit syndrome. J Allergy Clin
Immunol, 1999; 103: 507-513.
Conde-Salazar L. Dermatosis por goma y derivados. En: García A,
Conde-Salazar L, Giménez Camarasa JM (eds.). Tratado de derma-
tosis profesionales. Madrid. Eudema, SA. 1987; 157-181.
García Y, Mogío C, Hernández M, Gabanes N, Senent CJ. Cuadernos de
alergia: Alergia al látex. Madrid; Editorial Luzán 5, 1996.
Kurtz KM, Hamilton RG, Adkinson NF. Role and application of provoca-
tion in the diagnosis of occupational latex allergy Ann Allergy, 1999;
83; 634-639.
Martínez C, Castellano A, Robledo T. Sensibilización a látex en ambien-
te sanitario: manifestaciones clínicas más frecuentes. Madrid. Editorial
Mapfre Medicina; 1998; 9 (Supl I): 93-99.
Martínez C. Alergenos: látex. En; Pelta R, Rubio M (eds.). El asma y otras
enfermedades alérgicas, 50 años después (1949-1999). Barcelona.
MRA Edic. Laboratorios Menarini. 1999; 533-542.
Navarro JA, Fernández de Corres L. Alergia al látex. Rev Esp Alergol
Inmunol Clin, 1995; 10: 305-316.
Niggemann B, Breiteneder H. Látex allergy in children. Int Arch Allergy
Inmunol, 2000; 121:98-107.
Nieto A, Estornell F, Mazón A, Reig C, García F. Allergy to latex in spina
bifida: A multivariate study of associated factors in 100 consecutive
patients. J Allergy Clin Immunol, 1996; 98:501-503.
Tilles SA. Occupational latex allergy: controversies in diagnosis and
prognosis. Ann Allergy. 1999: 83- 640-644.
Turjanmaa K. Urticaria alérgica de contacto al látex. Mapfre Medicina.
1998; 9 (Supl I): 84-89.
Yunginger, JW. Látex allergy in the workplace: an overview of where we
are. Ann Allergy. 1999; 83: 630-633.
CAPÍTULO 13
Reacciones alérgicas al
Anisakis y a otros parásitos
Mar Gandolfo Cano, Roberto Pella Fernández
1. ANISAKIS
EPIDEMIOLOGÍA
El Anisakis es un parásito helminto que se incluye en la clase
de los nemátodos. Su nombre viene del griego y significa “aní-
sos”, desigual y “akis”, punta, pues posee una especie de diente
en la extremidad cefálica. La infestación por este parásito se ha
descrito fundamentalmente en Asia (Japón) dado el alto consumo
de pescado crudo, pero en los últimos años se han incrementado
el número de casos en Europa, y en concreto, en España.
196 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
CICLO BIOLÓGICO
El anisakis se incluye en la clase Nematoda, subclase
Secernentea, orden Ascaridida, suborden Ascaridina, superfamilia
Ascaridoidea, familia Anisakidae y subfamilia Anisakinae. Se cono-
cen 4 especies de Anisakis: A. simplex o marina (gusano del aren-
que), A. physeris, A. típica y A. schupakovi.
Dentro de la familia Anisakidae se incluyen además del Anisakis
otros parásitos que son el Pseudoterranova (decipiens o phocane-
ma, gusano del bacalao) y el Contracaecum.
Los huevos del anisakis adulto se eliminan con las heces de los
mamíferos marinos y en el agua se desarrollan hasta formar larvas
que son ingeridas por un crustáceo. En él continúa desarrollándose,
y al ser ingerido por un cefalópodo o por un pez, las larvas atravie-
san el tubo digestivo llegando hasta los tejidos donde se desarrolla
el tercer estadio larvario. El ciclo se completa al ser ingeridas las lar-
vas por un mamífero marino, llegando entonces al estadio de gusa-
no adulto.
El hombre es un hospedador aberrante, ya que la larva que le
infesta se halla en el tercer estadio, y no consigue alcanzar en él la
madurez sexual.
Las larvas son portadoras de tres tipos de proteínas: somáticas,
de superficie y de secreción-excreción, frente a las que puede sen-
sibilizarse el paciente. Los antígenos de secreción-excreción tienen
REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 197
CLÍNICA
1. Clínica digestiva
La parasitación del hombre por la larva viva recibe el nombre de
anisakiasis, anisakidosis o heterocheilidiasis y puede producir dis-
tintos síntomas:
2. Clínica alérgica
En los últimos años se han visto cuadros de hipersensibilidad
mediados por IgE frente a este parásito. Los más frecuentes se han
descrito en comedores habituales de boquerones en vinagre, que
se sensibilizan a lo largo de los años y debutan con urticaria, angio-
edema o incluso shock anatiláctico. Muchos de los cuadros de urti-
caria crónica etiquetada de “idiomática”, angioedemas recurrentes
de etiología no filiada, o incluso de “anafilaxia” idiopática recurrente,
se deben a este mecanismo.
198 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
DIAGNÓSTICO
Se basa en una detallada anamnesis, interrogando sobre los
hábitos alimenticios del paciente y descartando otras etiologías que
justifiquen sus síntomas. En caso de que la clínica sea una reacción
alérgica se deben descartar otros factores que puedan desencade-
narla, como alimentos, medicamentos, factores físicos, el ejercicio,
enfermedades tiroideas o hepáticas, así como otros parásitos, etc.
Si los síntomas son fundamentalmente digestivos se recomien-
da realizar una endoscopia exploradora con extracción, mediante
una pinza de biopsia, de las larvas de anisakis.
Para confirmar el diagnóstico, se realiza en primer lugar una
prueba cutánea con extracto de anisakis mediante la técnica de
prick-test. Su positividad no necesariamente implica que el pacien-
te esté sensibilizado a anisakis, y hasta un 9% de controles sanos
sin antecedentes de reacción alérgica tras la ingestión de pescado
tienen una prueba cutánea positiva. Lo mismo ocurre en el 23% de
los donantes de sangre que poseen IgE específica. Esto parece
deberse a que el anisakis tiene alérgenos de composición proteica,
comunes a otros parásitos y artrópodos, como la tropomiosina, que
podría justificar la reactividad cruzada existente entre ellos.
Los tests cutáneos se confirman con técnicas que determinan
los niveles de IgE específica en suero frente a anisakis (ELISA,
RAST, CAP). En nuestro laboratorio empleamos un kit comercial
por el método CAP del laboratorio Pharmacia, considerándose posi-
tivos valores por encima de 0,70 KU/I. La determinación de IgE total,
así como los niveles de eosinófilos en suero llegan a mostrarse ele-
vados, pero también pueden ser normales. La IgE específica suele
sufrir una elevación significativa tras el episodio agudo, pero des-
ciende posteriormente de manera progresiva.
REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 199
PROFILAXIS
Las larvas de anisakis se destruyen con el calor si la temperatu-
ra a la que se las somete es de 60 "C durante al menos diez minu-
tos, pudiendo sobrevivir en el microondas. También se destruyen
con frío si se alcanzan los -20 °C durante cinco días. Estos parási-
tos sobreviven en condiciones adversas (cincuenta días a 2 °C, dos
meses en vinagre, seis días en formol y dos horas a -20 °C). En
Holanda la legislación obliga a congelar cuarenta y ocho horas todo
el pescado que se consuma crudo (salazón o ahumados) con lo que
se ha reducido drásticamente la incidencia de anisakiasis. Otra
medida preventiva es la evisceración precoz del pescado en alta
mar para disminuir la migración de las larvas desde las vísceras al
músculo.
2. ASCARIS LUMBRICOIDES
EPIDEMIOLOGÍA
Es más (recuente en las regiones tropicales, en países en vías de
desarrollo y son los niños los más afectados. El hábitat de la variedad
humana es el intestino (87% en yeyuno) y con menos frecuencia
otros órganos. Los huevos salen al exterior del cuerpo humano, pre-
cisando ciertas condiciones ambientales para desarrollarse en el
suelo. Si estos huevos son ingeridos, las larvas salen de ellos en el
intestino delgado, atraviesan la mucosa intestinal y se desplazan por
la sangre o la linfa hacia el hígado, y desde aquí al corazón y hacia
los pulmones, donde pueden perforar la pared bronquial, pasando a
través de la tráquea a la faringe, y de aquí al esófago, llegando de
nuevo al intestino tras su deglución.
El contagio se produce por vía fecal-oral, al tocarse la boca con
las manos después de haber manipulado la tierra donde estaban
depositados los huevos del parásito. También puede adquirirse al
beber agua o al comer alimentos vegetales contaminados.
CLÍNICA
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
3. EQUINOCOCO
EPIDEMIOLOGÍA
La enfermedad que produce el Echinococcus granulosus se
conoce como hidatidosis. Es más frecuente en América del Sur y
también en la cuenca mediterránea, incluida España. El parásito
prevalece en áreas donde el ganado se cría junto a los perros. Es un
platelminto que en estado adulto se encuentra fijado al intestino del-
gado del perro. Los huevos son ingeridos por un bóvido y la larva lle-
ga al intestino del animal desde donde, por vía portal, contamina las
vísceras, especialmente el hígado. El perro se infesta al comer las
vísceras de un carnero afectado, llegando el huevo al estómago
donde se libera el embrión.
El hombre se contamina al comer verduras crudas contamina-
das o por contacto directo con el perro. El huevo llega al estóma-
go humano donde se liberan los embriones que alcanzan el intes-
tino, y desde allí pasan a la circulación portal y al hígado (sobre
todo al lóbulo derecho), donde se detienen en el 70% de los
202 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
CLÍNICA
Las complicaciones derivadas del quiste como masa ocupante
de espacio dependen del lugar donde se localice el mismo. En el
1% de los casos puede debutar el paciente con sintomatología
alérgica, especialmente en forma de urticaria, angioedema o Inclu-
so shock anafiláctico, que se deben a pequeñas roturas de los
quistes que ponen en contacto las proteínas antigénicas con el
sistema inmune. El quiste suele crecer a razón de 1 centímetro por
año.
DIAGNÓSTICO
Es imprescindible realizar una detallada anamnesis, remontán-
dose hasta treinta años antes y realizando una encuesta geográfica.
Se solicita un hemograma (en el 7-15% de los casos puede
haber eosinofilia, pero si el quiste está Infectado hay además leuco-
citosis y neutrofilia).
También se solicita una IgE específica y una serología hidatídi-
ca. Si éstas son positivas, se realiza una ecografía abdominal.
El diagnóstico diferencial, si se localiza en el hígado, debe hacer-
se fundamentalmente con el absceso amebiano y el carcinoma.
TRATAMIENTO
El tratamiento definitivo es exclusivamente quirúrgico, y la inter-
vención de elección es la quistectomía. Si no fuera posible, se Ins-
taura tratamiento con mebendazol entre 40 y 200 mg/kg/día, duran-
te más de tres meses, e incluso por un año.
REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 203
4. TOXOCARA CANIS
EPIDEMIOLOGÍA
Infecta fundamental mente a perros, y el contagio de un hués-
ped humano se produce por vía fecal-oral, produciendo la toxoca-
riasis.
CLÍNICA
Dentro de la toxocanasis se distinguen dos síndromes:
1. “La larva visceral migratoria”: se produce por la migración
sistémica de la larva y se caracteriza por inflamación y for-
mación de granulomas eosinófilos.
2. “La toxocariasis ocular”: puede producir lesiones oculares
permanentes.
Sin embargo, en la mayoría de los casos el paciente permanece
asintomático.
DIAGNÓSTICO
Entre los hallazgos del laboratorio destacan eosinofilia, leucoci-
tosis y aumento de IgE. La detección de IgE e IgG específicas tie-
nen una alta sensibilidad y especificidad y es el método diagnóstico
de elección.
TRATAMIENTO
El tratamiento con antihelmínticos debe ser considerado cuando
existen complicaciones severas, aunque no se haya demostrado su
eficacia (tiabendazol, mebendazol y dietilcarbamacina). En algunos
casos se han usado corticoides, objetivándose cierta mejoría clínica.
5. AMEBAS
EPIDEMIOLOGÍA
La “amebiasis” es la enfermedad causada por la Entamoeba
histolytica, ya que la Entamoeba coli es un parásito saprofito del
204 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
CLÍNICA
En la amebiasis se forman pequeñas úlceras en el colon con
aspecto de “botón de camisa” o “Cuello de botella”, que pueden
curar espontáneamente o extenderse por todo el intestino grueso.
Llega a cursar de forma asintomática o bien puede producir dia-
rrea y rectorragia. Como complicaciones que pueden surgir des-
tacan la perforación intestinal, el megacolon tóxico, la estenosis e
invaginación intestinal y la amebiasis anogenital. Los trofozoitos
pueden llegar al hígado por la vena porta produciendo un “abs-
ceso amebiano”. También pueden alcanzar la pleura, piel, peri-
cardio, pulmón y cerebro. El absceso amebiano hepático cursa
con dolor en hipocondrio derecho, fiebre o febrícula y sudoración
profusa. Puede romperse y producir entonces una alta mortali-
dad.
DIAGNÓSTICO
Es fundamental realizar un coprocultivo, aunque no es sinónimo
de amebiasis el hallazgo de trofozoitos en heces. Es importante
hacer un diagnóstico diferencial con la colitis ulcerosa.
TRATAMIENTO
Entre los fármacos que actúan en la luz intestinal el más usado
es el furoato de diloxanida, y entre los amebicidas hísticos el de
elección es el metronidazol, u otros derivados imidazólicos como el
tinidazol o el nitroimidazol, durante dos o tres días. La punción-
aspiración se emplea en el tratamiento del absceso amebiano
hepático.
REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 205
6. GIARDIA LAMBLIA
EPIDEMIOLOGÍA
La giardiasis es cada vez más frecuente, y predomina en niños
de 2-4 años. La infestación se suele producir por vía fecal-oral.
CLÍNICA
Con frecuencia el paciente permanece asintomático, pero pue-
de cursar también con abdominalgias y diarreas crónicas o recu-
rrentes. Otra posibilidad es una clínica malabsortiva, con esteato-
rrea e intolerancia a la lactosa. Otros síntomas pueden ser reac-
ciones alérgicas, y algunos autores han descrito trastornos psico-
lógicos.
DIAGNÓSTICO
Se hace por la demostración del parásito en las heces o en el
jugo duodenal.
TRATAMIENTO
El tratamiento más usado es el metronidazol a dosis de
15 mg/kg/día, durante 7-10 días. Otros medicamentos son la quina-
crina, la furazolidona y el tinidazol.
7. BLASTOCYSTIS HOMINIS
Fue considerado durante mucho tiempo como una levadura no
patógena, pero hoy se sabe que es un protozoo que puede produ-
cir enfermedad intestinal. Aunque los pacientes eliminen parásitos
por las heces pueden permanecer asintomáticos. Otros cursan con
diarrea e, incluso, parece que pueden sufrir reacciones de hiper-
sensibilidad mediadas por IgE, del tipo de urticaria.
Cuando los síntomas son intensos se puede administrar metroni-
dazol durante 10 días o iodoquinol durante 20 días. También resulta
útil para su erradicación el sulfato de paromomicina, durante 5 días.
206 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTESY ATENCIÓN PRIMARIA
BIBLIOGRAFÍA
Audicana MT, Fernández de Corres L, Muñoz D et al. Anisakis simplex.
A new sea food allergy. Allergy 50 (suppl. 26): 127; 1995.
Arias J, Senent CJ. Toxocariasis: a cause of hyper IgE and eosinophilia.
Invest Allergol Clin Immunol, 1995; Jul-Aug. 5 (4): 232-234.
Buendía E. Amsakis, anisakldosis and allergy to Anisakis. Allergy. 1997;
52:481 -82
Mateo JM, Pelta R, Rublo M. A propósito de un caso de urticaria recidi-
vante asociada a parasitación por Ascaris lumbricoides. Rev. Esp.
Alergol Immunol Clin., 1992; Nov., 7 (4): 181-185.
Montero A, Perteguer MJ, Chivato T, Laguna R, Cuéllar C. Recidivous
acute urticaria caused by Anisakis simplex. Allergy 1997; 52:985-991.
Moreno-Ancillo A, Caballero MT, Cabañas R et al. Allergic reactions to
anisakis simplex parasitizing seafood. Ann Allergy Asthma Immunol
Sept., 1997:79:246-250.
Nash TE, Weller PF. Infecciones intestinales por protozoos y tricomonia-
sis. En: Fauci AS, Brounwald E, Isselbacher KJ, Wllson JD. (eds.).
a
Harrison Principios de medicina interna. 14. edición, Madrid. Edit.
Interamericana-McGraw-Hill. 1998.1377-1381.
Nutman TB, Weller PF. Cestodos. En: Fauci AS, Braunwald E,
Isselbacher KJ, Wilson JD. (eds.). Harrison Principios de medicina
a
interna. 14. edición, Madrid. Edit. Interamericana-McGraw-Hill. 1998.
1402-1406.
Pascual C et al. Anisakis, anisakiasis y alergia alimentaria. Rev. Esp.
Alergol Immunol Clin. 1995; Dic, 10 (6): 299-302.
Roca. JM, Arderiu A. Amebiasis. Formación médica continuada Jano
1989; 8-14. Dic, 37 (8S7): 2456-2458.
CAPÍTULO 14
Alergia a venenos
de himenópteros
Antonio Peláez Hernández, Eduardo Fernández Alonso
INTRODUCCIÓN
Las primeras referencias del ataque de himenópteros a seres
humanos se encuentran en pinturas rupestres localizadas en el
Levante español y datan de unos 3.000 años antes de Cristo, aun-
que probablemente la primera descripción de una reacción mortal,
se halla en un jeroglífico de la tumba del faraón Menes, donde se
hace referencia a su muerte hace 46 siglos, tras la picadura de una
gran avispa. En 1765, en Francia, Desbrest describe con detalle un
cuadro de colapso vascular inmediato con reacción cutánea y muer-
te por la picadura de una abeja cerca del párpado.
No se avanzó de forma relevante en el conocimiento del meca-
nismo de las reacciones descritas hasta que von Pirquet, en 1906,
postula que en el veneno de la abeja deben existir unos “alérge-
nos” que al igual que sucede con pólenes o alimentos pueden
producir reacciones clínicas. En 1914 Waterhouse estableció la
naturaleza alérgica de las reacciones sistémicas desencadenadas
por picaduras de himenópteros. Más tarde, en la década de los
treinta, Benson y Semenov adelantan el papel preponderante de
unas proteínas integrantes del veneno, que pudieran tener un
carácter sensibilizante actuando como alérgenos. A principios de
1939, Benson prepara un extracto derivado de cuerpo entero, que
se empleó hasta los años setenta, tanto para el diagnóstico como
para inmunoterapia. En 1976 Hunt et al., tras demostrar la inefica-
cia de la inmunoterapia con extracto de cuerpo entero, desarrollan
208 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Vespidae
Su morfología es característica y fácilmente diferenciare de las
abejas. Son todas muy parecidas entre sí, de color negro con rayas
transversales amarillas y escaso vello. Viven en sociedad, constru-
yendo nidos al aire libre o en huecos, formados por celdillas hexa-
gonales elaboradas a base de celulosa. Siempre son colonias esta-
cionales y no suele reutilizar los nidos. Las hembras jóvenes fecun-
dadas abandonan el nido en el otoño, pasando en invierno al abri-
go, fundando cada una nueva colonia al llegar la primavera. El agui-
jón de su aparato vulnerador es liso, por lo que es posible picar en
más de una ocasión.
Los tres géneros más abundantes son:
Apidae
Abejas y abejorros son los más evolucionados dentro de los
himenópteros. Se caracterizan por la pilosidad que recubre su cuer-
po, necesaria para el transporte del polen. Su aguijón presenta unos
dientes en forma de arpón lo que Impide su desenclava miento una
vez que se ha producido la picadura, de manera que el insecto sue-
le morir por evisceración. Distinguimos dos géneros:
1. Género Bombus. Abejorro. Sus colonias son siempre estacio-
nales. La especie mas representativa es el Bombus terrestris
y se caracterizan por ser más voluminosos que las abejas,
además de poseer varias listas horizontales de color amarillo
o blanco. Sus nidos suelen estar en el suelo, aprovechando
huecos o madrigueras de otros anímales, construyendo en su
Interior varías celdillas semiesféricas de cera.
2. Género Apis. Abeja de la miel. La especie Apis melífera, dado
su aprovechamiento por el hombre como productora de miel y
otros productos, y polinizadora de cultivos, es el himenóptero
más frecuente en nuestro medio. Forman colonias permanen-
tes denominadas colmenas o enjambres, cuando éstas son
silvestres. Al ser una especie con sociedades muy numerosas
tienen un gran instinto defensivo, por lo que pican cuando se
sienten mínimamente agredidas. El enjambre tiene un instinto
de defensa menor. Son las responsables de la casi totalidad
de las reacciones alérgicas producidas por ápidos.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las manifestaciones clínicas habituales secundarias a la pica-
dura de himenópteros son el resultado de un fenómeno tóxico de
naturaleza no inmunológica, que desencadena una reacción local
consistente en dolor, prurito, enrojecimiento e hinchazón, que por lo
general ceden gradualmente en pocas horas. A veces algunos indi-
viduos, con especial sensibilidad a los efectos tóxicos e inflamato-
rios de los venenos, presentan reacciones locales exageradas que
ocasionalmente pueden llegar a acompañarse de síntomas gene-
rales como náuseas, vómitos, cefalea y otros. Cuando el número de
picaduras es elevado puede desencadenarse un cuadro clínico tóxi-
co, similar a una anafilaxia.
En los pacientes alérgicos a veneno de himenópteros, el meca-
nismo patogénico implicado no es tóxico, sino inmunológico,
desencadenando una reacción alérgica de tipo inmediato (tipo I de
acuerdo con la clasificación de Gell y Coombs) mediada por IgE
frente al veneno implicado. Distinguimos dos formas de manifesta-
ción clínica:
214 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
1. Reacciones alérgicas
1.1. Reacciones locales severas
Se definen como reacciones cutáneas circunscritas y prurigino-
sas, en ocasiones dolorosas, con un eritema y edema de más de 10
cm de diámetro que aparece en minutos a horas después de la
picadura y persiste más de 24 horas. Suelen durar de 2 a 7 días, y
por lo general, abarcan dos articulaciones contiguas. Tienen las
características de las reacciones tardías IgE mediadas y se acepta
que ésta es la inmunoglobulina responsable (el 50-80% de los
pacientes presentan un test cutáneo o RAST positivo). También,
podría estar implicado un mecanismo de hipersensibilidad celular
(tipo IV de Gell y Coombs), responsable de la aparición de indura-
ción de más de 24 horas de duración.
Aunque es posible encontrar pacientes que previamente a una
reacción sistémica habían presentado reacciones locales severas,
se considera que el riesgo se encuentra entre el 5-10%. Por des-
gracia, no se conoce ningún marcador que nos indique qué pacien-
te con reacción local importante desarrollará una reacción sistémi-
ca en el futuro.
2. Reacciones inusuales
Aunque poco frecuentes, se encuentran descritas vasculitis
generalizadas (púrpura vasculítica), enfermedad del suero, síndro-
me nefrótico, glomerulonefritis, afectación del sistema nervioso
(neuritis periférica, polirradiculitis), alteraciones hematológicas
(trombocitopenia, anemia hemolítica, coagulación intravascular
diseminada). Su patogenia no está bien aclarada, siendo el meca-
nismo tóxico el más probablemente implicado, sin que pueda des-
cartarse el inmunológico.
DIAGNÓSTICO
Fundamentalmente va a basarse en una meticulosa historia clí-
nica, en la realización de pruebas cutáneas con venenos de hime-
nópteros y en la determinación de los niveles de IgE específica.
La historia clínica
Es imprescindible en el diagnóstico por picadura de himenópte-
ros. En ella el especialista debe encontrar respuesta a las siguien-
tes preguntas:
• ¿Cuál es el insecto responsable? En agricultores, apicultores,
jardineros, dados sus conocimientos del medio, la respuesta
será más fácil y verosímil que en otros pacientes, pero nos
pueden ser útil para su identificación datos tales como si que-
dó el aguijón clavado en la piel (abejas), cuál fue la estación
del año de la picadura (abejas sobre todo en el inicio del vera-
no; los véspidos más hacia finales de verano y otoño), donde
ocurrió la picadura (cerca de árboles frutales, en el comedor,
basureros, más propio de los véspidos; cerca de panales, cor-
tando flores, la abeja puede ser la implicada con mayor pro-
babilidad), o qué características recuerda del insecto (color,
tamaño). Si a pesar de las preguntas, no se puede identificar
el insecto, las pruebas cutáneas y las determinaciones seroló-
gicas suelen ser aclaratorias.
• ¿Se trató de una reacción alérgica o no? Consideraremos si la
sintomatología descrita por el paciente tiene características
clínicas de una reacción alérgica tipo I IgE mediada, o tal vez
de una reacción tóxica (picaduras múltiples).
ALERGIA A VENENOS DE HIMENÓPTEROS 217
Pruebas cutáneas
Se realizan habitualmente intradérmicas, con venenos purifi-
cados, empleando diluciones progresivas desde 0.001 mcg/ml,
siendo las concentraciones óptimas 0,01 mcg/ml y 0,1 mcg/ml
para venenos de Apis mellifera y Véspula germánica, encontrán-
dose gran número de falsos positivos a 1 mcg/ml o concentracio-
nes superiores. El veneno de Polistes comercial es mezcla de
muchas especies, siendo en consecuencia menos potente,
aconsejándose llegar hasta la concentración de 1 mcg/ml si las
anteriores dan resultado negativo. El prick es considerado poco
eficaz necesitándose, en todo caso, concentraciones muy eleva-
das (superiores a los 100 mcg/ml). Por otra parte el riesgo de las
pruebas intracutáneas es prácticamente nulo y por tanto no se
requiere la utilización previa del pick.
PROFILAXIS Y TRATAMIENTO
Conociendo la biología de los himenópteros es posible adoptar
unas medidas profilácticas que reduzcan la posibilidad de una nue-
va picadura, como las que se recogen en la Tabla 14.2.
Tratamiento de emergencia
En las reacciones locales severas deberá aplicarse frío local
(bolsa de hielo o compresas frías) y posteriormente se pueden utili-
zar corticoides tópicos asociados a un antihistamínico oral, durante
unos días. Si la picadura es de abeja, debe intentar retirarse lo antes
posible el aguijón, puesto que éste lleva asociado la bolsa del vene-
no, con lo que evitaremos la inyección de una cantidad mayor de
veneno. Dicha maniobra se llevará a cabo con ayuda de una pinza,
pero nunca exprimiendo con los dedos.
En las reacciones sistémicas salvo que sean muy leves, en cuyo
caso bastaría la administración de antihistamínicos y en todo caso
corticoides parenterales, debe administrarse en primer lugar
BIBLIOGRAFÍA
Blanca M, Miranda A, Fernández J et si. Distribution of the sensitivity to
vespids In South Europe J Allergy Clin Immunol, 1998; 81: 170
(Abstract).
Blanca M, Miranda A, García J et al. Allerglc reactions to vespids: com-
parison of sensitivities to two species in a Mediterranean área. Clin
Exp Allergy, 1988; 18: 21-27.
Comité de Alergia a himenópteros de la Sociedad Española de
Alergología e Inmunología Clínica. Alergia a picaduras de himenópte-
1
ros presente y futuro en España. Rev Esp Álergot ínmun Clin. 1996;
11:131-7.
Golden D. Discontinuing venom inmunotherapy: The American
Expenence. 55 th annual meeting AAAAI. 1999; 213-216.
Graft DF, Golden DBK, Reisman RE et al. Positlon Statement. The dis-
continuatión o( Hymenoptera venom imrnunotheray. J Allergy Clin
Immunol. 1998; 101:573-575.
Mosbech H, Muüer U. Side-effects of insect venom immunotherapy:
results from an EAACI multicenter study. Allergy 2000; 55:1005-1010.
Mueller UR. Insect sting allergy: clinical picture, diagnosis and treatment.
Nueva York, Stuttgart. Gustav Fischer Verlag Publications; 1990.
Muller U, Mosbech H. Position paper Immunotherapy with Hymenoptera
venoms. Allergy, 1993; 48: 37-46.
Navarra LA, Peláez A. Epidemiología de las muertes por picaduras de
himenópteros en España. Rev Esp Alergol Inmun Clin. 1998; 12:4:
218-222.
Peláez A. Diagnóstico de la alergia al veneno de himenópteros. Allergol.
et Immunopathol. 1994; 22,4 (161-165).
CAPÍTULO 15
Inmunoterapia
Tomás Chívalo Pérez. Rafael Laguna Hernández,
a
José M. Mateos Galván
INTRODUCCIÓN
El tratamiento de las enfermedades alérgicas (rinoconjuntivitis y
asma bronquial) incluye cuatro pilares: las medidas de desalergeni-
zación (evitación del alérgeno), el tratamiento sintomático, la edu-
cación del paciente y la inmunoterapia específica.
En 1911 Noon y Freeman introdujeron la inmunoterapia con alér-
genos para tratar la polinosis. Desde entonces se ha utilizado para
tratar enfermedades alérgicas causadas por alérgenos inhalados.
La inmunoterapia específica con alérgenos consiste en la admi-
nistración de cantidades gradualmente crecientes de un extracto
alergénico a un sujeto alérgico, para mejorar la sintomatología cau-
sada por la exposición al alérgeno causante.
En la actualidad, la inmunoterapia es el único tratamiento etioló-
gico que puede modificar la evolución natural de la enfermedad alér-
gica.
Existen disponibles diferentes tipos de vacunas para administrar
por diversas vías: subcutánea, sublingual, nasal e incluso bronquial.
Los distintos apartados que se describen a continuación (mecanis-
mos de acción, normas de seguridad, etc.) se refieren a la vía sub-
cutánea.
Como todo tratamiento médico tiene sus indicaciones (Tabla
15.1) y contraindicaciones (Tabla 15.2). Se ha demostrado la efica-
cia de la inmunoterapia en la rinoconjuntivitis y el asma bronquial
alérgicos por sensibilización a pólenes, ácaros, epitelios de anima-
226 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Eficacia de la inmunoterapia
Se puede afirmar que en la actualidad existe suficiente eviden-
cia científica para afirmar que la inmunoterapia es un tratamiento
eficaz de las enfermedades alérgicas.
En los últimos años distintas organizaciones científicas han
publicado directrices o indicaciones para inmunoterapia con alérge-
nos inhalados y venenos de himenópteros, entre las que destacan:
la Organización Mundial de la Salud, la Academia Europea de
Alergia e Inmunología Clínica, el Informe de Consenso Internacional
228 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Indicaciones de la inmunoterapia
La inmunoterapia en la rinitis y el asma bronquial alérgico media-
do por IgE se utilizará en combinación con las otras formas de tra-
tamiento (evitación del alérgeno, tratamiento farmacológico y la edu-
cación del paciente), con el objetivo de conseguir que el individuo
alérgico permanezca tan libre de síntomas como módicamente sea
posible.
Se ha demostrado la eficacia en la rinitis y el asma bronquial
alérgico por sensibilización a:
Contraindicaciones de la inmunoterapia
Ver Tabla 15.2.
Seguridad de la inmunoterapia
La inmunoterapia se debe administrar siempre en un centro
sanitario (centro de salud, centro de especialidades, unidades de
inmunoterapia, hospital, etc), pero en ningún caso en el domicilio del
paciente.
Durante la administración de la inmunoterapia pueden ocurrir
reacciones locales y sistémicas.
Las reacciones locales se presentan en la zona de la inyección.
Se clasifican en inmediatas y tardías, en función de si aparecen en
los primeros 30 minutos de la administración o pasados más de 30
minutos. En ocasiones es preciso ajustar la dosis.
Las reacciones sistémicas se clasifican en 4 grupos:
• Estetoscopio y esfigmomanómetro.
• Compresores, jeringas, agujas hipodérmicas y agujas de gran
calibre (mímero 14).
• Adrenalina acuosa 1:1.000.
• Equipo para administración de oxígeno.
• Equipo para administración de líquidos intravenosos.
• Equipo para mantenimiento de la permeabilidad de la vía
aérea.
• Antihistamínicos inyectables.
• β2-agonistas (aerosol e inyectable).
• Corticoides para administración intravenosa.
• Fármacos vasopresores.
NORMAS DE ADMINISTRACIÓN
Antes
1. Administrar el extracto siempre en un centro sanitario.
2. Preguntar si el paciente ha tolerado la dosis anterior y el tiem-
po transcurrido desde la misma.
3. Asegurarse bien de que es correcto el vial a emplear y la
dosis a inyectar.
4. Investigar la situación clínica del paciente. No se administra-
rá en caso de enfermedad intercurrente:
Infección de vías respiratorias.
Fiebre.
Afección cutánea grave.
Hepatitis, tuberculosis activa o proceso infeccioso similar.
Crisis asmática o rinitis severa.
5. Comprobar que existe adrenalina disponible.
6. Cotejar que el paciente no está en tratamiento con betablo-
queantes.
Durante
1. Utilizar jeringas desechables, graduadas hasta1 ml. En su
defecto utilizar jeringuillas de insulina cuya equivalencia es
100 U=1 mi.
INMUNOTERAPIA 235
Después
El paciente debe permanecer en observación de forma ineludi-
ble 30 minutos tras la inyección.
Antes de que se marche el paciente se anotará en la cartilla de
seguimiento la fecha, el vial, la dosis administrada y se constatará
cualquier incidencia (reacción local, etc.).
BIBLIOGRAFÍA
Abramson M, Pu B Weiner J. Is allergen immunotherapy effective in asth-
ma? A meta-analysis of randomised controlled triais. Am J Respir Crit.
Care Med, 1995; 151: 969-974.
Abramson M, Puy R, Weiner J. Allergen immunotherapy for asthma
(Cochrane Review). Cochrane Library. Issue 3. Oxford: Update
Software; 1998.
Abramson M, Puy R, Weiner J. Immunotherapy in asthma: an updated
systematic review. Allergy, 1999; 54:1022-1041.
Bousquet J, Lockey R, Mailing HJ. Allergen immunotherapy-therapeutic
vaccines for allergic diseases. Allergy, 1998; 53; Suppl. 44:4-42.
Durham S, Walker S, Vargas E. Long-term efficacy of grass-pollen immu-
notherapy. N Engl J Med. 1999; 341: 468-75.
Noon L. Prophylactic inoculation against hay fever. Lancet 1911; 1:
1572-3.
CAPÍTULO 16
Urgencias alergológicas
Gema Mínguez Martín. Antonio Moreno Fernández,
Belén de la Parte de la Fuente y Alicia Prieto García
CRISIS ASMÁTICA
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de la vía aérea
que se caracteriza por hiperreactividad bronquial y obstrucción
reversible al flujo aéreo, de forma espontánea o con ayuda de trata-
miento.
Su prevalencia en España oscila entre el 5-15%. La mortalidad
del asma va en aumento estimándose en 2 por 100.000 habitan-
tes/año, pero la mayoría de estos decesos son evitables. Sin embar-
go, ha disminuido el número de casos de asma grave que acuden a
los servicios de urgencias, lo que denota una mejora en la calidad
de vida de los asmáticos.
Tratamiento
Oxigenoterapia: con el objetivo de lograr sat.02 >9u% con mas-
cararilla Ventimask al 35-40%.
β-agonistas inhalados, 1 dosis cada 20 minutos durante 1 hora
(salbutamol solución para respirador al 0,5%: 0,5-1ml en adultos;
0,15mg/kg en niños o en cartucho presurizado 4-6 inhalaciones). La
vía parenteral se utilizará si el paciente es incapaz de realizar
maniobras inspiratorias eficaces o cuando existe deterioro del nivel
de consciencia. Se puede utilizar adrenalina 1:1.000 se 0,3 ml en
adultos, en niños 0,01ml/kg, que puede repetirse cada 20 minutos
hasta 3 veces,
Corticoides sistémicos, si no hay respuesta inmediata y/o si el
paciente tomó corticoides orales recientemente y/o si la crisis es
moderada-grave: hidrocortisona 5 mg/kg o metilprednisolona 1-2
mg/kg.
Se administrará antibioterapia empírica en caso de fiebre o
esputo purulento.
A los 30 minutos, repetir valoración; exploración física, PEF,
sat.O2;
y otros si precisa:
ANAFILAXIA
Definición
Es una reacción de hipersensibilidad sistémica inmediata cau-
sada por la liberación rápida de potentes mediadores procedentes
de los mastocitos tisulares y los basófilos de sangre periférica (his-
tamina, prostaglandinas, leucotrienos). Implica un curso brusco,
severo y la afectación de varios sistemas: cutáneo, respiratorio, car-
diovascular y gastrointestinal. Se produce como resultado de la inte-
racción de un antígeno con dos moléculas de IgE específica, pre-
sentes en la superficie de los mastocitos y basófilos.
Hay reacciones clínicamente similares causadas por un meca-
nismo independiente de los anticuerpos IgE, en cuyo caso se habla
de reacciones anafilactoides. Estos mecanismos pueden ser: actua-
ción directa sobre mastocitos y basófilos provocando una liberación
de mediadores (opiáceos, contrastes iodados); formación de inmnu-
nocomplejos que activan el sistema de complemento liberando ana-
filotoxinas C3a, C5a (reacciones IgG, anti-lgA en pacientes con défi-
cit de IgA que reciben transfusiones); mediante anticuerpos citotó-
xicos (reacciones a transfusiones de glóbulos rojos o blancos);
URGENCIAS ALERGOLÓGICAS 241
Etiología
Medicamentos: Cualquier fármaco puede estar implicado y hay
que tener en cuenta no sólo el principio activo sino también los adi-
tivos. También hay que considerar las vacunas (proteínas de huevo
en las cultivadas en embrión de pollo), extractos alergénicos para
inmunoterapia.
Alimentos: Frutos secos, pescados, crustáceos, moluscos,
legumbres, huevo, leche, frutas, etc.
Himenópteros y otros insectos.
Parásitos: anisakis simplex, equinococo (endémico en nuestro
medio).
Látex: exploraciones módicas con guantes, globos, preservati-
vos, etc.
Agentes físicos:
— El frío (por exposición masiva en la urticaria a frigore).
— El ejercicio: con o sin antecedente de ingesta de alimentos.
Parece un problema que afecta mayoritariamente a individuos
jóvenes. Son frecuentes los antecedentes personales de ato-
pia (aproximadamente un 50%), especialmente en los pacien-
tes más jóvenes.
Otros: Progesterona, semen, etc.
Anafilaxia idiopática: en la que no se encuentra causa respon-
sable.
Clínica
Existe variación en cuanto al primer signo o síntoma, al desa-
rrollo progresivo de la clínica y a la severidad, que implica desde sín-
tomas leves hasta la muerte. Puede cursar con: pródromos como
malestar, astenia intensa, sensación de calor generalizado, y a con-
tinuación, una afectación a nivel:
242 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Diagnóstico
El diagnóstico de una reacción anafiláctica o anafilactoide es clí-
nico, aunque podemos utilizar tests de laboratorio que apoyen o nos
ayuden a detectar posibles complicaciones. Su diagnóstico depende
en gran medida de una anamnesis precisa en la que se demuestre la
instauración de un cuadro clínico compatible, al cabo de pocos minu-
tos de la exposición a un agente responsable. Ningún dato de labora-
torio que pueda obtenerse de forma rápida es específico de anafila-
xia. La determinación de histamina, triptasa y prostaglandina D2
(PGD2) puede usarse cuando se desea valorar el diagnóstico de for-
ma retrospectiva; por otro lado, se trata de pruebas no sistemáticas.
El ECG puede mostrar anomalías de la conducción o arritmias cau-
sadas por isquemia miocárdica en el seno de una hipotensión o por
el uso de adrenalina.
Diagnóstico diferencial
Reacción vasovagal (lo más frecuente): cursa con palidez, sudo-
ración, hipotensión, bradicardia. Existe antecedente de situación de
estrés desencadenante y los síntomas revierten con el decúbito.
URGENCIAS ALERGOLÓGICAS 243
Tratamiento de la anafilaxia
El reconocimiento rápido del cuadro y un tratamiento inmediato
son de máxima importancia. El tratamiento está dirigido a contra-
rrestar los efectos de los mediadores liberados, mantener las fun-
ciones vitales y prevenir recurrencias. Conviene seguir una cierta
metódica:
1. Rápida evaluación de la situación clínica del paciente, ase
gurando la permeabilidad de la vía aérea, valorando la situación
cardiorrespiratoria (pulso y TA) y el estado de consciencia. Si el
paciente se encuentra en parada cardiorrespiratoria se iniciarán
maniobras de RCP {resucitación cardiopulmonar). Si se halla en
estado de shock se le colocará en posición de Trendelemburg.
2. Adrenalina al 1:1.000 (0,3-0,5 mi por vía se), pudiéndose
repetir hasta tres veces a intervalos de 15 minutos si fuera necesa-
rio. En niños la dosis es de 0,01 ml/kg. Se debe administrar en todos
los casos de anafilaxia en los que no exista contraindicación (HTA
severa, arritmias cardíacas, enfermedad coronaria, hipertiroidismo).
En caso de picadura o administración de un fármaco im o iv en
una extremidad, para evitar una mayor absorción del alérgeno se
aplicará un torniquete proximal al lugar de la administración (se
debe aflojar 1-2 minutos cada 10 minutos) y una dosis adicional de
0,1-0,3 mi de adrenalina al 1:1.000 se en la zona de inoculación.
344 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
EDEMA DE GLOTIS
El edema laríngeo de origen alérgico generalmente se encuadra
en un contento de anafilaxia o urticaria/angioedema generalizado
aunque puede ocurrir de manera aislada. Todo lo referido en ese
capítulo es aplicable a este cuadro en cuanto a tratamiento.
En el Capítulo 5 se habla de la patología alérgica de la laringe,
insistiendo aquí únicamente en la contraindicación de realizar
cualquier tipo de exploración laríngea si se sospecha edema larín-
geo acompañado de disnea.
ADRENALINA AUTOINYECTABLE
BIBLIOGRAFÍA
Brochner BS, Lichtenstein LM. Anaphylaxis. N Eng J Med., 1991; 324;
(25); 1785-1790.
Charleswoth E. Urticaria and angioedema a clinical spectrum. An Allergy
Asthma Immunol. 1996; 76: (6): 484-495.
a
Farreras; Rozman. Medicina interna. Barcelona, 13. edición/vol. II,
Mosby / Doyma libros, 1995.
Fischer M. Treatment of acute anaphylaxis. BMJ, 1995; 311 (7007);
731-733.
a
Isselbacher KJ et al. Harrison. Principios de medicina interna 13. edi-
ción; vol. II, Madrid. Interamericana-Mc Graw-Hill, 1994.
Lawlor GJ, Fischer JT, Adelman DC. Manual of allergy and immunology
a
3. edic. Boston, Massachusetts. Litle Brown. 1995.
Me Fadden ER, Elsanadi N, Dixon L et al. Jr. Prolocol therapy for acute
asthma; therapeutic benefits and cost savings. Am J Med. 1995: 99:
(6)651-661.
a
Middleton E, Reed CHE, Ellis EF. Allergy. Principles and practice. 2. edi-
ción/vol. II, St. Louis.The C.V. Mosby Company, 1983.
National Institute of Health. National Heart Lung and Blood Institute.
°
Publications N. 95-3659. Bethesda; 1995.
Sampson HA, Mendelson L, Rosen J. Fatal and near-fatal anaphylactic
reactions to food in children and adolescents. N Engl J Med. 1992; 327
(6): 380-384.
APÉNDICE 17-1
Asma ocupacional
Mar Gandolfo Cano, Consolación de Frutos Moreno,
Ruth Barranco Jiménez
DEFINICIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
Hasta la fecha se conocen más de 200 causas de asma ocupa-
cional. En la población general la prevalencia de asma es del 5% y
se cree que entre el 5% y el 15% de estos asmas en hombres adul-
tos pueden ser de tipo ocupacional. Trabajos recientes indican que
248 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
FACTORES DE RIESGO
• Atopia
Parece que, la atopia puede ser un factor de nesgo para el desa-
rrollo de asma ocupacional cuando el alérgeno tiene un peso mole-
cular alto.
• Tabaquismo
El papel que desarrolla es contradictorio. Mientras que la mayo-
ría de los trabajos demuestran que incrementa la prevalencia de
sensibilización, un estudio de asma ocupacional por cedro rojo
sugiere que los pacientes no fumadores son más susceptibles.
• Propiedades fisicoquímicas:
Los alérgenos ocupacionales pueden ser proteínas o glucopro-
teínas con un peso molecular de 20.000 D, o sustancias químicas
hapténicas de peso molecular menor de 5.000 D, que al unirse a
proteínas portadoras se convierten en material inmunógeno. La
solubilidad y el tamaño de las partículas influyen en el lugar de
depósito dentro del tracto respiratorio, de manera que cuanta
menor solubilidad y menor tamaño tengan, se depositarán con
mayor facilidad en porciones más distales del tracto respiratorio
(alveolo).
PATOGENIA
1. Mecanismo no inmunológico:
Broncoconstricción farmacológica
Algunos agentes del medio laboral tienen un efecto agonista
con sustancias fisiológicas broncoconstrictoras, estimulando o
bloqueando receptores, modificando niveles de nucleótidos cícli-
cos, provocando degranulación no inmunológica del mastocito o
activando el sistema del complemento. Suele haber relación
directa entre dosis y respuesta. Un ejemplo típico son los insecti-
cidas organofosforados, que actúan como inhibidores de la coli-
nesterasa.
Un mecanismo farmacológico diferente es el broncoespasmo
Inducido por liberación de histamina. La enfermedad más repre-
sentativa es la bisinosis, enfermedad pulmonar ocupacional (no
produce asma) que afecta a trabajadores expuestos a polvo de
algodón, lino o cáñamo. Los síntomas aparecen el primer día de
trábalo y mejoran a lo largo de la jornada laboral y de la semana,
aunque se mantenga la exposición. La clínica reaparece al comien-
zo de la semana (“fiebre del lunes”). Puede presentarse incluso
con la primera exposición.
250 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
2. Mecanismo inmunológico
La mayoría de los asmas ocupacionales se inician tras un perio-
do inicial asintomático, a partir del cual niveles subtóxicos del alér-
geno pueden provocar la sintomatología característica. Se supone
que existe un mecanismo patogénico inmunológico semejante al
del asma extrínseco. La consecuencia clínica es una respuesta tem-
prana (broncoespasmo) en los primeros minutos, que se resuelve
en una o dos horas, y a veces una respuesta tardía (broncoespas-
mo + inflamación], entre tres y doce horas después de la exposición.
ASMA OCUPACIONAL 251
ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
Se pueden considerar los agentes implicados según la actividad
laboral que desarrolle el paciente, tal y como se refleja en la Tabla
17.1.
Además los agentes etiológicos se clasifican según el mecanis-
mo fisiopatológico por el que actúan, en:
DIAGNÓSTICO
Se hará como el de cualquier otro tipo de asma bronquial, junto
con la demostración de que éste se debe a una sustancia presente
en el ambiente laboral.
1. Historia clínica
Ante la sospecha de un asma ocupacional hay que indagar en la
anamnesis sobre la profesión del paciente, las sustancias que mani-
pula, si empeora en el ambiente laboral y si mejora en el domicilio o
en vacaciones.
Además, se debe completar la anamnesis con las cuestiones
que se plantean habitualmente a los pacientes con sospecha de
asma bronquial (v. cap. 6).
Es importante tener en cuenta que no siempre el mecanismo
responsable del cuadro clínico es una reacción de hipersensibilidad
inmediata, ya que se puede tratar de un mecanismo no inmunológi-
co. Así, un periodo de latencia de meses o años sugiere la presen-
cia de un mecanismo inmunológico. Si con el cambio de puesto de
trabajo se logra una mejoría clínica y al reexponer al paciente a
niveles no irritantes de la sustancia implicada se produce una exa-
cerbación, se debe pensar en un mecanismo alérgico. Además, la
ASMA OCUPACIONAL 255
2. Determinación de la etiología
Es imprescindible conocer el entorno laboral del paciente y las
sustancias que manipula.
Pruebas cutáneas (prick-test): lo ideal es realizarlas con reacti-
vos preparados y bien caracterizados, siendo la técnica más sensi-
ble de que disponemos para el estudio de alérgenos de elevado
peso molecular. Sin embargo, los reactivos no suelen estar comer-
cializados, por lo que es necesario elaborar extractos de estas sus-
tancias en suero salino tamponado con fosfato (PBS).
Determinación de IgE específica. (RAST, ELISA, etc.): se ha
demostrado la existencia de IgE específica en muchos casos, aun-
que tenemos el mismo problema que para la realización de las prue-
bas cutáneas, que es el hecho de no contar con extractos estanda-
rizados.
TRATAMIENTO
La prevención es el mejor abordaje. En los centros de trabajo
debe establecerse un control ambiental estricto, fijando límites máxi-
mos de exposición para cada sustancia sensibilizante o tóxica y
medidas de higiene industrial. Cuando sea posible se debe sustituir
la sustancia sensibilizante por otras más seguras.
En algunas industrias puede ser muy práctico hacer controles
periódicos en los trabajadores mediante estudios clínicos, serológi-
cos y funcionales que permitan detectar al paciente sensibilizado o
sintomático en una tase inicial, lo que mejora su pronóstico.
Cuando el paciente ya ha desarrollado un asma ocupacional, la
única medida eficaz es abandonar el puesto de trabajo. Si esto no es
posible, se debe intentar el cambio de área dentro de la misma indus-
tria, en zonas donde la exposición sea mínima, empleando meca-
nismos de barrera (mascarilla), tratamiento preventivo (cromoglicato,
nedocromil), y antiinflamatorios (esferoides inhalados), así como
mantener un control estricto de la evolución de la enfermedad.
El tratamiento farmacológico es el mismo que para cualquier
otro enfermo asmático. La inmunoterapia sólo se recomienda en
panaderos con asma por harina de trigo y en veterinarios con asma
por epitelios. Es poco eficaz.
PRONÓSTICO
El pronóstico es poco claro. Es mejor si las sustancias implica-
das tienen un peso molecular elevado y si el tiempo transcurrido
entre el inicio de la clínica y el diagnóstico es breve. Por otra parte
empeora si la HRBI es alta o si persiste el contacto. Es fundamental
el diagnóstico precoz de la enfermedad.
ASMA OCUPACIONAL 257
BIBLIOGRAFÍA
Bernstein DI, Bernstein IL. Occupational asthma. En: Middleton E, Reed
ChE, Ellis E, feds.). Allergy. Principles and practice. St. Louis. C.V.
Mosby Company. 1988; 1197-1218
Cuesta J, Álvarez E. Investigaciones inmunológicas en el estudio del
asma ocupacional. En: Losada E, Hinojosa M (eds.). Asma ocupacio-
nal. Barcelona. Ed. J.R. Prous, S. A., 1994; 23-43.
Chan-Yeung M. Criterios médicos del clínico en el diagnóstico, pronósti-
co y tratamiento del asma ocupacional. Med Clin North Am. 1990; 74,
823-835.
E. Losada. S. Perelló. Asma ocupacional: Concepto, mecanismos pato-
génicos y métodos diagnósticos. Asma Ocupacional. Serie
Monográfica SEIAC. Barcelona, J.R. Prous, Ed-Astra, España; 1995;
1, 1-22.
Grammer LC. Occupational immunologic lung diseases. En: Patterson.
R. (ed.). Allergic diseases. Philadelphia. Lippincott. 1997; 25, 579-589.
Maestrelli P, Baur X, Bessot JC, Cirla A, Gervais P, Godniccvar J.
Guidelmes for the diagnosis of occupational asthma. Clin Exp Allergy,
1992; 22, 103-108.
APÉNDICE 17-2
Alérgenos y eczema de
contacto
a
Ángel Rodríguez Paredes, M. Jesús Trujillo Trujillo
Corticoides tópicos
Por su acción antiinflamatoria pueden enmascarar los signos de
alergia de contacto, dando lugar a falsos negativos. Ocasionalmente
el paciente puede reaccionar a los corticosteroides al cabo de 5-7
días después de su aplicación. En algunos países se han añadido a
la serie estándar 2 o 3 corticoides para ensayar de forma rutinaria:
pivalato de tixocortol (vaselina 1%), budesonida (vaselina 0,1%),
hidrocortisona-17-butirato (etanol 1%).
Reactividad cruzada
Grupo A: hidrocortisona, pivalato de tixocortol, prednisolona,
metilprednisolona, prednisona.
Grupo B: acetónido de triamcinolona, budesonida, fluocinolona,
fluocinonida.
Grupo C: betametasona, dexametasona, desoximetasona, fluo-
cortolona.
Grupo D: hidrocortisona-17-butirato, prednicarbato, dipropionato
de beclometasona, aceponato de metilprednisolona, propionato de
clobetasol, butirato de clobetasona, hexanoato y pivalato de fluo-
cortolona.
260 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Anestésicos locales
Clasificación
A. Esteres del ácido p-aminobenzoico, procaína (novocaína), ben-
zocaína (anestesina), ametocaína (tetracaína, pantocaína), oxibu-
procaína (benoxinato), butacaína. Este grupo de anestésicos es el
que más reacciones de contacto produce. Se incluye en las series
estándar de pruebas de contacto una mezcla de varios anestésicos
locales denominada caína-mix o mexcla de caínas que contiene ben-
zocaína (5%), ametocaína (1%) y cincocaína (1%).
B. Amidas derivadas del aminobenceno: lidocaína (xilocaína,
lignocaina), mepivacaína (Scandicaín), prilocaína, bupivacaína
(Svedocain), etidocaína, ropivacaína. El índice de sensibilización a
los anestésicos de este grupo es bajo, pero sí parece frecuente la
sensibilidad cruzada dentro del propio grupo.
C. Oirás estructuras: cincocaína (dibucaína, percaína, nuperca-
ína), ciclometicaína (surtacaína), diperodon, pramoxina (pramocaí-
na).
Antisépticos/Desinfectantes
Los conservantes son de forma global los segundos agentes
sensibilizantes más frecuentes en cosmética. Los antimicrobianos
que suelen ser más sensibilizantes son de mayor a menor inciden-
cia: metil (cloro) isotiazolinona (kathon CG), timerosal (tiomersal,
merthiolate), mercurocromo, yodo, cetrimida, formaldehído, parabe-
nos, cloramina, cuaternio-15, nitrofurazona, quinolina mix, alcohol
ALÉRGENOS Y ECZEMA DE CONTACTO 261
Antibióticos locales
262 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Colirios
ALÉRGENOS Y ECZEMA DE CONTACTO 263
COSMÉTICOS
Conservantes
Formaldehído, quaternium 15, diazolidinyl urea (DiU), imidazoli-
dinyl urea (ImU), DMDM hidantoína, bronopol, parabenos, clorace-
tamida (0,2%) vitamina E (tocoferol), triclosan (Irgasán DP-300), thi-
merosal (0.1%), cloruro de benzalconio (BAK), ácido sórbico, alco-
hol de benzalconio, benzofenonas, antioxidantes hidroxianisol buti-
rato (BHA) e hidroxitolueno (BHT), esteres galato (de butilo y propi-
lo), propilenglicol, etilendiamina tetracetato (EDTA), surfactantes
(lauril sulfato sódico, que se debe testar a concentración <1%),
cocamidopropilbetaína (1 % en agua), emulsionantes, lanolina, cas-
tor oil, dihidroxiacetona (10% en agua), hexamidina isetionato
(0,15% en vaselina).
Perfumes
Bálsamo del Perú (está compuesto por varios alérgenos; benzil
acetato, benzil alcohol, ácido cinámico, alcohol cinámico, aldehído
264 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA
Resinas epoxi
Debe hacerse la prueba de parche al 1% en vaselina. Las
concentraciones recomendadas para endurecedores y
diluyentes reactivos en prueba de parche son 0,1-1% en
vaselina, acetona o etanol.
Resinas acrílicas
Los monoacrilatos son potentes sensibilizantes, mientras que
los monometacrilatos presentan un débil a moderado potencial
sensibilizante. Se recomienda realizar la prueba de parche a una
concentración del 2% en vaselina en el caso de los monómeros
de metacrilato y de un 0,1% en vaselina con los monómeros de
acrilato.
ALÉRGENOS Y ECZEMA DE CONTACTO 265
Cianoacrilatos
Se recomienda utilizar vaselina como vehículo, que se dispondré
en una cámara de plástico.
Resinas de fenol-formaldehído
Se debe realizar la prueba del parche con la resma a concentra-
ciones de 1-10% y con el producto terminado.
Resinas de poliuretano
La prueba del parche a los trabajadores expuestos a poliureta-
nos debe incluir MDI. TDI, HDI, MDA y otras posibles sustancias quí-
micas a las que estén expuestos.
Resinas de poliéster
La dermatitis de contacto producida por los poliésteres satura-
dos o insaturados es muy rara. Lo más frecuente es la dermatitis
alérgica de contacto debido a los ingredientes emolientes de las
resinas de poliéster insaturado y la inducida por los catalizadores y
agentes entrelazantes.
Resinas de poliestirenos
La alergia de contacto al estireno es extremadamente rara.
— Amalgama 5% vas.
— Amalgama metales aleación 20% vas.
*(st) = contactantes que aparecen en la batería estándar de der-
matitis de contacto.
• Mezcla de mercaptos.
• Níquel.
• PPD
• Quaternium 15.
• Mezcla tiuram.
2. Agentes de peluquería
• Paraaminodifenilamina al 0,25%.
• Paraaminofenol al 1, 2, y al 10% según autores.
• Persulfato amónico al 1, 2 y al 2,5% según autores.
• Tioglicolato de amonio al 1 y al 2,5% según autores.
• Monotioglicolato glicerol al 1,2,5 y 0,4% según autores.
• Hidroquinona al 1%
• Metilfenilenediamina al 2%.
• Pirogalol al 1%.
• Resorcinol al 1 y al 2%.
• Paratoluendiamina al 1%.
• Mercurio al 0,5%.
• Neomicina sulfato al 20%.
• Níquel sulfato al 2,5%.
• Resina p-terc-butilfenol-formaldehído al 1%.
• Mezcla de parabenos al 15%.
• Parafenilendiamina (PPDA) al 1%.
• Mezcla parafenilendiamina (PPD) de la goma al 0,6%.
• Quaternium 15 al 1%.
• Mezcla de quinoleínas al 6%.
• Thiomersal al 0,1%.
• Mezcla tiuram al 1%.
• Mezcla de lactonas al 0,1%.
• Pivalato de tixocortol al 0,1%,
BIBLIOGRAFÍA
Burrows T, Adams R, Metals. En: Adams RM (ed.). Occupational skin
a
diseases. Philadelpia: W B Saunders Co., 2. edición; 1990; 349-386.
Bjórkner B. Plástic materials. En: Rycroft R, Menné T, Frosch P (eds.)
Textbook ol contad dermatitis. Berlín, Sprlnger Verlag, 1995; 539.
Lauerma Al, Reitamu S. Allerglc reactions to topical and systemic cor-
ticosterolds. Eur J Dermatol, 1994; 5: 354-8. Rietschel H, Fowler J.
a
Fisher's Contad dermatitis. 4. edición; Baltimore:
Williams and Wilkins, 1995.
APÉNDICE 17-3
Alimentos: Familias y
protocolos
Miguel Ángel Baltasar Drago, Teresa Dordal Culta,
Mar Guilarte Clavero, Enrique Martí Guadaño
• Trigo.
• Crustáceos y otros mariscos (no moluscos).
• Huevo y derivados.
• Pescado y productos derivados.
• Cacahuete y soja.
• Leche y derivados.
• Frutos secos.
• Semilla de sésamo (¿otras semillas?).
Alergología (Científicos)
REACCIONES ADVERSAS MEDICAMENTOSAS: VALORACIÓN CLÍNICA.
R. Pelta Fdez, E. Vivas Rojo. Madrid. Ediciones Díaz de Santos, S A. 1992
LAS FLORES DEL MAL O LA PRIMAVERA DEL ALÉRGICO. R. Pelta Fdez,
E. Vivas Rojo et al. Barcelona. Editorial IMC, 1994.
PIEL Y ALERGIA R. Pelta Fdez, E. Vivas Rojo (Coordinadores-autores).
Madrid. Ediciones Díaz de Santos, 1997.
EL ASMA Y OTRAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS, 50 AÑOS DESPUÉS.
a
R. Pelta Fdez, M. Rubio Sotés Barcelona (Editores). MRA, Creación y
Realización Editorial. 1999.
Alergología (Divulgación)
ENTENDER LAS ALERGIAS. R. Pelta Fdez, E. Vivas Rojo. Madrid. Ediciones
Temas de Hoy (Colección Fin de Siglo). 1995. TENGO ALERGIA, ¿QUE
DEBO HACER? H, Pelta Fdez, E. Vivas Rojo. Tu
salud al día (La revista del bienestar). Barcelona, Grupo Zeta. 1995
Divulgación médica
a
LOS 100 MITOS DE LA SALUD 5. edición (Tópicos y creencias erróneas).
E. Vivas Rojo, R. Pelta Fdez. Colección Fin de Siglo. Volumen 80.
Biblioteca de Salud y Psicología. Madrid. Ediciones Temas de Hoy. 1998.
a
1 , edición en portugués (OS 100 MITOS DA SAÚDE. Lugares comuns e
falsas crenças). Dinalivro. Lisboa, noviembre de 1997.
100 CONSEJOS MÉDICOS PARA VIVIR CON SALUD R. Pelta Fdez, E.
Vivas Rojo. Colección “Vivir mejor”. Madrid. Ediciones Temas de Hoy,
1998.
Humanidades
DESARROLLO HISTÓRICO DE LA ALERGQLOGÍA EN ESPAÑA. 75 AÑOS
DE HISTORIA (1912-1988). R. Pelta Fdez. Barcelona, Ediciones
Ancora, 1989.
EL VENENO EN LA HISTORIA. R. Pelta Fdez. Colección “Espasa Hoy”.
Madrid, Espasa-Calpe, 2000.
PIELES DE CINE (La piel de Hollywood). R. Pelta Fdez. Eva Pelta Fdez.
Editado por Madrid, YOU & US, 1998.
ARTE DE PESO. R. Pelta Fdez, Eva Pelta Fdez. Madrid. YOU & US, 1998.