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Introducción
2.1.Objetivo General
2.2.Objetivos Específicos.
3.1.Definición de lectura.
3.2.Tipos de lectura
La primera de ellas hace referencia a textos más bien cortos, en los que se busca
una comprensión detallada y exhaustiva de los mismos, afianzando y
perfeccionando a su vez las estrategias implicadas en la comprensión lectora. Ésta
es una lectura propia de libros de texto.
Mientras que la lectura extensiva, se refiere a textos más extensos, donde se busca
una compresión de carácter global y donde se pone énfasis en el fomento de
hábitos y placeres de la lectura. Es una lectura relacionada más bien con los libros
de biblioteca.(Matesanz, 2002)
3.3.Objetivos de la lectura.
En cuanto a los objetivos de lectura, Matesanz (s/f.), sostiene que cada lector tiene
unos objetivos propios que guían su lectura, y en base a estos, las estrategias
empleadas durante la misma variarán en función a dichos objetivos, ya que éstos
van a determinar cómo se lee el texto. Por ello los objetivos que se persiguen o
que se buscan con la lectura son uno de los elementos más importantes a tener en
cuenta a la hora de enseñar a los niños a leer y a comprender.
3.4.Importancia de la lectura.
3.5.Hábitos de la lectura.
3.5.1. Definición de hábitos de lectura.
Son las variables independientes del estudio propias del estudiante (actitud hacia
la lectura), de la institución educativa (planificación y ejecución de un plan lector)
y la acción de los padres/madres de familia (motivación hacia la lectura) que
ejercen en mayor o menor medida un grado de influencia en los hábitos de lectura
de los estudiantes.
Hábito: “Se entiende por hábitos las acciones componentes de las actividades que
presentan un alto grado de automatización y se realiza con una participación
relativamente baja de la conciencia”. (IPLAC, 2001)
Fuente: García, N., y otros. (2015). Hacia una antropología de los lectores.
Madrid. España: Ariel.
Cuando se les pregunta a los adolescentes cuantos libros han leído, algunos
contestas que 10 en 16 años otros que solo 2, no son los suficientes para mejorar
su lectura, así mismo algunos estudiantes muestran desinterés en la lectura
indicando que no tienen tiempo o que solo leen para acreditar una asignatura. La
falta de interés en los jóvenes por la lectura en ocasiones tiene que ver en el
entorno en que se desenvuelven, porque no conocen el valor que tienen las letras
en un libro y que este conjunto de letras, frases y conceptos le pueden ayudar a
mejorar las actividades que diariamente realizan. Al no saber leer existe
consecuencia en el aprendizaje como es una mala ortografía, la falta de cultura y
la pérdida de habilidades comunicativa.
Es importante que los adolescentes lean un libro por lo menos una vez al mes ya
que este actividad les permite estimular fácilmente su imaginación y su función
cerebral, así mismo ayuda a los adolescentes obtener mejor vocabulario,
desarrollan su cerebro para poder comprender mejor los argumentos de varias
líneas y personajes.
Los jóvenes se tienen que sentir atraído por un libro para que se tomen su tiempo
para leer y darse cuenta que la lectura es una actividad tranquila que puede calmar
su estrés y ansiedad, debido que hoy en día se dice que los niños y jóvenes padecen
de estas enfermedades. La falta de capacidades lectora en un adolescente puede
influir en el bajo rendimiento escolar debido a la falta de interés en las
investigaciones escolares, el poco vocabulario que tiene, la dificultad para
comprender y analizar textos y sobre todo el no entender cuando alguien le explica
de un determinado tema, esto en ocasiones hace que los estudiantes tengan bajo
autoestima y su aprendizaje sea muy bajo por ello existen varias bajas en el nivel
medio superior.
En los países desarrollados sobre todo, leer no está de moda. Leer es una actividad
que se valora poco en la sociedad y que los jóvenes ven como algo “de mayores”
o de gente rara e introvertida. De ahí que muchos adolescentes renieguen de la
lectura y que aquellos que leen, prefieran mantenerlo en privado por vergüenza.
Son pues de gran importancia los conceptos anteriores en la formación del niño
lector, ya que para que se fomenten hábitos de lectura, necesitamos que éste se
encuentre realmente interesado.
Las presiones sociales y económicas, así como las desavenencias hogareñas, son
en gran parte, las causantes de las dificultades que experimenta y le causan
inestabilidad. En cambio, si el ambiente que le rodea es propicio y si por parte de
los adultos hay un esfuerzo para aceptar sus intereses y hasta donde sea posible
satisfacer sus necesidades para que vaya adquiriendo experiencias; el período de
la adolescencia sólo será un paso de transición suave y simple hacia la madurez.
Las variantes son múltiples, desde diferencia de edad y sexo, hasta por factores
como: inteligencia, estado socioeconómico, lugar de residencia, dotes físicos,
oportunidades y experiencias, aptitudes, credo, nivel educacional de la familia,
etc. Ellos se limitan a participar en actividades que no son de su mayor agrado o
están muy lejos de sus preferencias. (Cerrillo, 2007)
5. Desconéctate
Trata de reducir el tiempo que dedicas a navegar por Internet o a mirar televisión.
Esto puede resultar difícil en un primer momento porque son hábitos que tenemos
arraigados.
6. Conviértelo en un momento placentero
Haz que el momento de lectura sea placentero. Elige un lugar que te guste y que
sea cómodo, prepara un té o un café. Aprovecha el atardecer o un momento del
día que haga el momento aún más disfrutable.
7. Plantéate una meta
Una vez que tengas confeccionada tu lista, plantéate una meta, como por ejemplo,
leer 20 libros en un año. Después planifica una estrategia para conseguir
cumplirla. Nunca pierdas de vista que debes disfrutarlo.
8. Consigue un diccionario
Webgrafía.
https://www.hacerfamilia.com/adolescentes/adolescentes-leer-lectura-libros-
adolescencia-20170227132644.html
http://noticias.universia.pr/cultura/noticia/2017/05/19/1152594/9-estrategias-
fomentar-habito-lectura.html