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Pérdidas de suelo y nutrientes bajo diferentes coberturas vegetales en la

zona Andina de Colombia

Soil and nutrient loss under different vegetation covers in Colombia's


Andean region

J. Alexander Rodríguez1, Isabel Cristina Sepúlveda1, Juan C. Camargo García1, Jesús H. Galvis Quintero2

1
Facultad de Ciencias Ambientales, Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia. pauloalejo@yahoo.com
2
Centro Internacional de Agricultura Tropical – CIAT. j.h.galvis@cgiar.org

Rec. 22-07-09 Acep. 03-09-09

Resumen

El estudio se realizó en la reserva natural El Ciprés, ubicada en la vereda


Bellavista, municipio de El Dovio (Valle del Cauca). La vereda se encuentra en la
zona Andina de la cordillera occidental, en el departamento del Valle del Cauca,
entre 1700 y 1800 m.s.n.m., con una temperatura promedio de 18 °C. Según la
clasificación climática de Holdridge, corresponde a una zona de bosque húmedo
Montano Bajo, con una precipitación promedio entre 2500 y 2700 mm/año, una
humedad relativa de 90% y una pendiente del suelo de 62%. Las mediciones se
hicieron en parcelas de escorrentía de 32 m 2 cada una y siete tipos de coberturas:
guadua (Guadua angustifolia Kunth), bosque secundario, pastura (Brachiaria
decumbens), café (Coffea arabica); banco de proteína (Trichanthera gigantea),
caña forrajera (Saccharum officinarum) y cultivo limpio conformado por yuca
(Manihot esculenta), maíz (Zea mays) y arracacha (Arracacia zanthorrhiza
Brancroft). Para la evaluación se midieron las pérdidas de suelo y los nutrientes
calcio, magnesio, potasio y fósforo en un periodo de 7 meses. Los resultados
mostraron diferencias (P < 0.05) entre las coberturas evaluadas. Las pérdidas más
altas de suelo y nutrientes ocurrieron bajo cultivos limpios (2.61 t/ha) y las más
bajas en guadua (0.08 t/ha). Estos resultados sugieren ventajas de los bosques de
guadua en esta zona de Colombia, ya que además de contribuir a la conservación
de los suelos y al mantenimiento de la fertilidad, es una alternativa económica
complementaria para los productores rurales a partir de su manejo y
aprovechamiento.

Palabras clave: Suelo, erosión, Guadua angustifolia, plantas de cobertura,


pérdidas nutritivas, nutrientes, conservación de suelos, zona Andina, Colombia.
Abstract

Soil and nutrient (calcium, magnesium, potassium, phosphorus) losses were


measured over a 7-month period in the El Ciprés Natural Reserve, located in the
Bellavista rural community, municipality of El Dovio, in the western cordillera of the
Andes of the department of Valle del Cauca, Colombia. At 1700-1800 meters
above sea level, the area presents an average temperature of 18 °C, an average
annual precipitation of 2500-2700 mm, 90% relative humidity, and a 62% slope.
According to the Holdridge climate classification system, it corresponds to a lower
montane rain forest. Measurements were taken in runoff plots, each 32 m 2, with
seven types of vegetation cover: giant bamboo (Guadua angustifolia Kunth);
secondary forest; pastures (Brachiaria decumbens); coffee (Coffea arabica);
protein bank (Trichanthera gigantea); forage cane (Saccharum officinarum), and a
clean crop formed by cassava (Manihot esculenta), maize (Zea mays), and
arracacha (Arracacia zanthorrhiza Brancroft). Results showed differences (P <
0.05) between the different types of vegetation cover. The higher loss of soil and
nutrients occurred in clean crops (2.61 t/ha) and the lowest in giant bamboo (0.08
t/ha). These results suggest the advantages of conserving giant bamboo forests in
this part of Colombia because not only do they contribute to soil conservation and
maintenance of fertility, but they are a complementary economic alternative for
rural producers.

Key words: Soil, cover plants, nutritional loss, soil conservation, Andean zone,
Colombia.

Introducción

En Colombia la degradación de los suelos muestra niveles preocupantes, según el


Instituto Geográfico Agustin Codazzi (IGAC, 1998) la pérdida de suelo es del orden
de 170,000 a 200,000 t/ha por año. Cerca de 56 millones de hectáreas se
encuentran afectadas por erosión y de ellas 60% se ubican en la región Andina
(Rivera y Gómez, 1991). En la zona cafetera, el café ha sido reemplazado por
otras coberturas, principalmente pasturas sin árboles, manejadas en forma
convencional y cultivos como cítricos, yuca y plátano (Mette, 2001). Este cambio
ha incrementado el deterioro del recurso suelo, especialmente por su alta
susceptibilidad a erosión, asociada con suelos muy jóvenes y predominio de
pendientes fuertes (mayores a 70%,) y de gran longitud, además de una
precipitación abundante y eventos de alta intensidad (Rivera y Gómez, 1991), lo
que influye directamente sobre la pérdida de suelo por erosión hídrica y la
contaminación de las fuentes de agua por el aumento de sedimentos y nutrientes
lixiviados.

Ante esta situación es necesario buscar alternativas de coberturas vegetales del


suelo que permitan beneficios tanto económicos como ecológicos. En este
sentido, algunas especies comerciales se consideran actualmente como
alternativas para la región Andina colombiana, siendo importantes generadores de
beneficios adicionales como la protección del suelo, la conservación de la
biodiversidad, la calidad y la abundancia de agua (Giraldo y Sabogal, 1999;
Londoño et al., 2002; Gritsch et al., 2004; García, 2004; Held, 2005; Camargo,
2006). No obstante los beneficios encontrados con estos recursos naturales, es
necesario profundizar en la cuantificación de los mismos para dar mejor soporte a
las decisiones de manejo dentro de los sistemas productivos que se pretende
promover.

En esta investigación se midió el beneficio de distintas coberturas vegetales:


guadua (Guadua angustifolia Kunth), bosque secundario (resultado de sucesión
natural); pastura (Brachiaria decumbens), café (Coffea arabica), cultivos limpios
incluyendo yuca (Manihot esculenta), maíz (Zea mays) y arracacha (Arracacia
zanthorrhiza Brancroft)); banco de proteína con nacedero (Trichanthera gigantea)
y caña forrajera (Saccharum officinarum) en la protección del suelo contra las
pérdidas por escorrentía.

Materiales y métodos

área de estudio. El área de estudio está localizada en la reserva natural El


Ciprés, vereda Bellavista, municipio de El Dovio (Valle del Cauca). La vereda se
encuentra en la cordillera occidental, del departamento del Valle del Cauca, entre
1700 y 1800 m.s.n.m., con una temperatura promedio de 18 °C. Según la
clasificación climática de Holdridge, corresponde a una zona de bosque húmedo
montano bajo, con una precipitación promedio entre 2500 y 2700 mm/año y una
humedad relativa de 90%. Esta área fue seleccionada teniendo en cuenta la
posibilidad de encontrar distintos usos y coberturas de suelo dentro de una misma
unidad productiva y en condiciones ecológicas similares.

Pérdidas de suelo y nutrientes. Para estimar las pérdidas de suelo y nutrientes


se establecieron tres parcelas de erosión en cada uno de los usos y coberturas
vegetales evaluados. Las parcelas fueron diseñadas siguiendo la propuesta de
Hernández et al. (1995) es modificada, de manera que cada una de ellas medía 8
m x 4 m (32 m2) y estaba ubicada en pendientes homogéneas de 62% dentro de
cada uno de los usos y coberturas evaluados.
Cada parcela constaba de una trampa de sedimentos en la base, recubierta con
una tela de fibra en polipropileno para filtrar el agua de escorrentía y separar los
sedimentos. Además, cada una de ellas fue encerrada en los bordes con láminas
de esterilla cubiertas con plástico negro para evitar la adhesión de suelo al
material de separación. La finalidad del plástico fue evitar el escurrimiento por
fuera del límite de la parcela y la llegada de sedimentos desde el exterior. En el
suelo recolectado en las trampas de cada parcela se determinó la pérdida total de
suelo por erosión hídrica y las pérdidas de nutriente por lixiviado.

Las determinaciones analíticas del contenido de nutrientes en el suelo recolectado


fueron realizadas en el Laboratorio de Análisis de Suelos y Foliares de la
Universidad Tecnológica de Pereira. La materia orgánica. se determinó por el
método Walkley-Black fotométrico, el pH con potenciómetro, el calcio (Ca), el
magnesio (Mg) y el potasio (K) a partir de acetato de amonio por absorción
atómica y el fósforo (P) por el método Bray II fotométrico.

Análisis de resultados. Para medir las diferencias en las pérdidas de suelo y


nutrientes entre los tratamientos evaluados se realizó la prueba no-paramétrica de
Kruskall- Wallis. Esta prueba se utilizó debido a que no se cumplieron los
supuestos para un análisis de varianza, ya que los sitios de evaluación no fueron
seleccionados en forma aleatoria. Los análisis se realizaron usando el software
SPSS 8.0 para Windows.

Resultados y discusión

Pérdida de suelo. La pérdida más alta de suelo en el periodo de estudio se


presentó bajo cultivo limpio con 2.61 ± 0.9 t/ha y la más baja en guadua con 0.08 ±
0.07 t/ha (P < 0.05) (Figura 1). Estos valores coinciden con los resultados
encontrados por León (2000) quien halló una pérdida anual de 0.7 t/ha de 0 suelo
en áreas con pendientes entre 12% y 25%. Los valores más altos que ocurrieron
bajo cultivo limpio se asocian con la escasa cobertura y las deficientes prácticas
de manejo del suelo, que aunque se hace en forma manual, debilitan su estructura
aumentando la susceptibilidad a la erosión. El impacto de las gotas de lluvia
cuando caen sobre suelo desnudo dañan los agregados y deterioran la estructura
(Stallings, 1962, Pla, 1993; Galvis et al., 2005) lo que aumenta la infiltración de
agua, el escurrimiento, la remoción de partículas y finalmente ocasiona la
formación de cárcavas.
Es importante resaltar que el suelo original con coberturas de guadua y bosque
presentaba buena estabilidad estructural de los agregados ya que no había sido
sometido a procesos de disturbación y había recibido una alta incorporación de
vegetal ('mulch'). Con cobertura de guadua, varios factores pueden contribuir a
mejorar las propiedades del suelo, así, la acumulación de mulch, que en algunos
casos puede llegar a 9 t/ha por año, contribuye en la protección del suelo
reduciendo la energía de las gotas de lluvia y favoreciendo la descomposición de
la materia orgánica con la consiguiente formación de agregados (De Wilde, 1994).
Según Sánchez (1981) el mulch protege el suelo de las altas temperaturas,
aumentando el almacenamiento de agua, evitando la escorrentía y la erosión. De
esta forma, es importante resaltar la relación inversa que existe entre la pérdida de
suelo y su estabilidad estructural.

A través del tiempo de evaluación se observaron tres niveles de pérdida de suelo:


(1) Constituido por coberturas de guadua, bosque y pasto, donde se presentaron
los valores más bajos (< 0.1 t/ha por mes). (2) Cultivos de caña, café y el banco de
proteína en los cuales se presentan valores de pérdida de suelo entre 0.1 y 0.6
t/ha por mes. En este caso se destaca la pérdida de suelo en el banco de proteína,
que tiene picos altos asociados con actividades propias del manejo del cultivo,
como la poda para la obtención de follaje para el ganado. (3) la cobertura de
cultivo limpio que presentó los valores más altos de pérdida de suelo mensual
(entre 0.2 y 0.9 t/ha) (Figura 2). Es importante mencionar que tanto el banco de
proteína como el cultivo limpio reciben con alguna frecuencia 1 kg de
lombricompuesto que no es incorporado en el suelo, lo que puede incrementar los
valores de pérdida de suelo en estos casos.

En la misma Figura 2 se observan las fluctuaciones entre pérdidas de suelo y


precipitación, siendo notoria la pérdida entre agosto y octubre, cuando la
precipitación fue mayor.

Pérdida de nutrientes. En todos los tratamientos la cobertura de guadua presentó


la menor pérdida, mientras que en cultivos limpios y el banco de proteína se
presentaron las más altas (P < 0.05). Las pérdidas de M.O. variaron entre 0.06 y
2.26 kg/ha, lo que es equivalente aproximadamente a pérdidas entre 0.002 y 0.09
kg/ha de nitrógeno total. Entre los nutrientes, el Ca presentó la pérdida más alta
con valores entre 1 y 25 kg/ha (Cuadro 1).
La pérdida de nutrientes y M.O. del suelo tiene efectos directos sobre su
productividad, aunque ésta puede ser restituida en parte por la fertilización, por el
contrario, la degradación de las propiedades físicas es irreversible (Ruppenthal,
1995). El contenido de nutrientes en el suelo depende del reciclado de los mismos
al sistema a través de la lluvia, la fertilización y la fijación simbiótica (Alpízar,
1985). Como formas de extracción se citan la lixiviación hacia la capa freática, la
absorción por cultivos y la erosión (León, 2000).

En el presente estudio, la relación entre la cantidad de nutrientes perdidos y el


contenido total en el suelo muestra que la guadua presentó las menores pérdidas
(entre 0.01% y 0.2%) (Cuadro 2), excepto para fósforo que presentó una pérdida
de 37.8% siendo la más baja en comparación con las pérdidas en las demás
coberturas. Las mayores pérdidas ocurrieron en las parcelas con cobertura de
banco de proteínas (entre 0.5% y 7%). Las pérdidas de fósforo variaron entre 38%
y 544%, siendo más alta en café orgánico y más baja en guadua, seguido de
bosque y pasto que no presentaron diferencias (P < 0.05%). Estas pérdidas
guardan proporción con la cantidad de suelo perdido en cada tipo de cobertura.

Stallings (1962) considera que las pérdidas de suelo y macro y micro elementos
nutritivos están relacionadas con la cantidad de la cubierta vegetal, ya que sin ésta
es difícil mantener el contenido de M.O. en el suelo e imposible evitar la pérdida
de elementos nutritivos.

En áreas de bosque ocurre una alta acumulación de M.O. en el horizonte A como


resultado del reciclado de hojas y raíces de los árboles, esta cubierta protectora
conserva la M.O. al reducir la temperatura del suelo (Sánchez, 1981), lo que
explica en el presente estudio las menores pérdidas de elementos nutritivos y
M.O. bajo bosque y guadua. Sin embargo, una buena cobertura vegetal por sí sola
no garantiza la disminución en la pérdida de suelo y nutrientes por erosión, lo que
se evidencia en el banco de proteína que es la segunda cobertura donde más
suelo se perdió. Por esta razón el manejo de este tipo de cultivo debe ser
adecuado, tratando de efectuar los cortes en áreas reducidas y en épocas secas.

Conclusiones
 Las pérdidas de suelo encontradas con los tipos de cobertura evaluados en
este estudio se pueden considerar como bajas, si se comparan con los
resultados de estudios similares en zonas tropicales.
 Las coberturas con guadua, pasto y bosque mostraron las menores
pérdidas de suelo y nutrientes.
 El banco de proteína, a pesar de ser una importante fuente de nutrientes
para los vacunos, presentó una alta pérdida de suelo por escorrentía, por
tanto, su manejo debe ser estacional en forma estratégica.
 Debido a la complejidad del proceso de erosión de los suelos en la zona
Andina y el alto número de variables que en él intervienen, la investigación
en este sentido debe estar dirigida a la identificación de alternativas de
conservación mediante la utilización de coberturas que disminuyan este
fenómeno.

Agradecimientos

Los autores agradecen a las siguientes instituciones: Programa INCO de la Unión


Europea, Proyecto Guadua Bamboo de Conciencias, Proyecto Dinámica
Poblacional de la Guadua angustifolia en diferentes condiciones de sitio y de
manejo silvicultural en el Eje Cafetero de Colombia y a la Universidad Tecnológica
de Pereira (Facultad de Ciencias Ambientales) por la financiación y apoyo en el
desarrollo de esta investigación, en el marco del Proyecto Research for
Sustainable Management and Markets of Bamboo in Colombia.

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1 Respectivamente: Administrador del Medio Ambiente y estudiante M.Sc. Ecotecnología; Administrador del
Medio ambiente, Ph.D. Ciencias Forestales; y Profesor Asociado. Facultad de Ciencias Ambientales,
Universidad Tecnológica de Pereira.

2 MSc. Ciencias Agrarias. Asistente de investigación, CIAT.

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