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Lectura y comentario de John Kenneth Galbraith

1. Explica, con tus palabras, tres ideas del texto que crees que son importantes.
Las necesidades secundarias, es decir, las que van más allá de las que condicionan nuestra
supervivencia, no son necesidades urgentes. Estas necesidades son creadas por la producción que
supuestamente debe satisfacerlas.
El proceso de necesidad-producción es un círculo vicioso. Las necesidades no se reducen
cuanto mayor es la producción; al contrario, cuanto más se produce, más necesidades surgen, ya
sea porque queremos tener tanto como las personas de nuestro alrededor, o por los esfuerzos de las
personas encargadas de publicitar y vender los productos.
La economía actual da por hecho que esas necesidades ya están ahí, y por lo tanto da una
gran importancia a la producción como medio de satisfacerlas. Las teorías económicas general-
mente ignoran el evidente hecho de que las necesidades son creadas y por lo tanto no lo incluyen.

2. Apunta todas las palabras que te ha sido necesario buscar en el diccionario y todas
aquellas frases o ideas que no acabas de comprender.
Marginal, susceptible, empero, fraguar, bacinica, pari passu, emulación, empírico, pro-
fano, perentoriedad, desbrozar, canalizar, subterfugio.
No acabo de entender una frase del primer párrafo del texto: “cuando se trata de una so-
ciedad, las comparaciones entre las satisfacciones marginales que obtiene cuando es pobre y aquel-
las que experimenta cuando ha alcanzado la opulencia no solo implicarían las del mismo individuo
en distintos momentos, sino las de diferentes individuos en momentos distintos”.

3. Reflexión: ¿Podemos desear una cosa que no conocemos? (desarrolla, razona, haz
referencia al texto de Galbraith).
No podemos desear algo de lo que nunca hemos oído hablar. Si no conociéramos nada,
como si acabáramos de nacer, tan solo las necesidades fisiológicas primarias nos harían desear
cosas de manera intuitiva. Si tenemos hambre, deseamos algo con lo que alimentarnos; si tenemos
frío, buscamos la manera de cubrirnos o de encontrar un lugar resguardado, etc. La incomodidad
física que nace de no satisfacer estas necesidades básicas es lo que crea el deseo.
Una vez que las necesidades primarias están satisfechas, sin embargo, las necesidades que
nacen son producto del conocimiento. No surgen de la persona, sino que son creadas a su alrede-
dor. John Kenneth Galbraith dice “si las necesidades del individuo deben ser urgentes, tienen que
partir de él mismo. No pueden ser urgentes si alguien las ha creado para él”.1 Si una persona se
encuentra alimentada, descansada, y en general en buena forma física y mental, podríamos discutir
que realmente no “necesita” nada más. Sin embargo, si esta persona vive rodeada de un círculo
social de personas que poseen coches para moverse con libertad, televisiones para entretenerse y
modernas cocinas para elaborar su comida, este individuo probablemente no considerará que tiene
todo lo necesario si no posee estas mismas cosas.

1 GALBRAITH, JOHN KENNETH. La sociedad opulenta. Barcelona: Austral, 2001. (pág 151)

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El conocimiento de diferentes productos llega a nosotros por observación de nuestro en-
torno pero también por los mensajes que recibimos diariamente por la publicidad y los medios
encargados de transmitirla. Es la publicidad la que nos da a conocer un producto que no tenemos,
nos explica por qué deberíamos tenerlo y de esta forma crea nuestro deseo.

4. Busca y analiza un caso actual, donde sea posible aplicar las ideas de Galbraith.
El mundo de la moda es un claro ejemplo donde la necesidad de consumir es constante-
mente creada por la industria. Compramos mucha más ropa de la que necesitamos, y mucha más
de la que comprábamos hace apenas medio siglo. Consideramos necesario comprar ropa con cada
cambio de estación, cuando algo ya no nos gusta o simplemente como entretenimiento.
Estas actitudes son consecuencia de la influencia de las empresas en la forma en que con-
sumimos. Las grandes marcas de ropa utilizan para esto la publicidad masiva a través de revistas,
televisión, anuncios personalizados en internet, etc; también usan otras estrategias como el posi-
cionamiento de tiendas en los lugares más transitados del mundo, las constantes ofertas, la facili-
dad para comprar y devolver artículos, incluso las tiendas online.
Pero sin duda el fenómeno mas reconocible en el panorama de la industria textil actual es
el llamado “fast fashion”. Los productores mundiales de ropa en masa generan constantemente
nuevas colecciones para atraer la atención del consumidor. Empresas como Zara o H&M, por
ejemplo, introducen nuevos modelos en sus tiendas cada dos semanas. Sus numerosos diseñadores
están al tanto de las últimas tendencias y las hacen llegar a un amplio público minimizando los
costes y acelerando el proceso de producción. Realmente gran parte de este proceso no se basa en
añadir nada nuevo, sino en rotar colecciones pasadas, poniendo de moda lo que ya había estado
tiempo atrás. Así se crea ropa barata y a la moda que es muy deseable y asequible para la gran
parte de la clase media, y que además nunca deja de llegar a la tienda. Siempre encontrará el con-
sumidor alguna prenda que no tiene.
Los efectos de este modelo de consumo son devastadores a nivel social y medioambien-
tal. Por un lado, los precios bajos de las prendas se consiguen utilizando mano de obra barata en
países donde las condiciones de trabajo son a menudo inhumanas, las jornadas laborales inter-
minables y donde no es raro encontrar niños trabajando. Por otro lado, el consumo constante de
prendas de baja calidad hace que miles de toneladas de ropa acaben cada año en vertederos; esto
sin contar los productos químicos que se utilizan a diario en la industria textil que acaban en
medios naturales o la cantidad ingente de agua necesaria para fabricar ropa.
La ropa es un medio útil para protegernos de los elementos en el día a día, además de que
puede servir como medio de expresión personal. Sin embargo, el consumo constante de ropa bara-
ta de baja calidad no es más que una necesidad creada por las empresas de moda: otra necesidad
creada con el único objetivo de promover el crecimiento económico.

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