Creatividad e innovación.

Las organizaciones de éxito hoy en día saben que para mantener su nivel de
competitividad en los mercados mundiales necesitan un ritmo continuo de
innovación.
Las personas creativas e innovadoras tienden a detectar los problemas que
han pasado desapercibidos a los demás y a hacer preguntas que a los demás
no se les ocurren.
En consecuencias provocan envidia celos o irritación, algo que los demás
deben aprender a controlar. Ambos conceptos se complementan ya que para
que algo sea innovador se requiere de cierto nivel de creatividad, hacer que las
cosas se vean de una manera diferente pero que cumplan con una función
específica.
Otro factor a tener en cuenta es que las cualidades que definen a la persona
creativa no dependen tanto de factores que influyan desde el nacimiento o de
su forma de ser, sino que dependen principalmente de su trayectoria educativa
y profesional, así como del ambiente donde se ha vivido. Las personas
creativas suelen ser personas que han vivido expuestos a la diversidad desde
la infancia, lo que les hace tener una mentalidad más abierta, y que cuentan
con un nivel elevado de experiencia en su campo de trabajo.
Estos factores combinados son los que hacen que la persona creativa plantee
siempre nuevas soluciones a problemas existentes, al tener los conocimientos
y la experiencia necesaria para desarrollar innovaciones, junto con una mente
abierta a explorar nuevos caminos y formas de hacer las cosas.

El trabajo como vehículo para el desarrollo personal.

Desde el trabajo hasta el matrimonio y la educación de los hijos, no existe
ningún propósito serio que no pueda tratarse como vehículo para el crecimiento
personal, así como no existe ninguno al que no puedan aplicarse de la
autoestima. Es decir no hay ningún aspecto de la vida que no nos enfrente a
decisión de pensar, de tener conciencia de abrirnos a la realidad o de cerrar los
ojos ante ella.
Si cada uno de nosotros eligiera el trabajo como algo de nosotros e importante
en nuestras vidas, mejoraríamos profesionalmente, es decir que el trabajo tiene
un factor de ser una disciplina espiritual, si se toma desde ese punto de vista.
Ejemplo: integración a mis actividades diarias, mas integridad a mis tratos con
los demás, mas integridad a mis comunicaciones. Si quiero que los demás
piensen que soy una persona sincera y que reflejo confianza.
El trabajo espiritual es esencial para superar los desafíos de la economía de la
información.