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HIERONYMUS. Núm. 3. Ramón GARRIDO NOMBELA. La traducción en la Comunidad Europea y el lenguaje juríd...
La traducción en la Comunidad Europea y el lenguaje jurídico comunitario
tener su interés. Se trata de insistir en la inci- la facultad de elaborar normas que entrasen
dencia que para el panorama jurídico y, por directamente a formar parte del ordenamiento
ende, cultural de nuestro país tuvo esta in- jurídico español. Es preciso, pues, detenerse
gente labor de traducción. A nuestro enten- en el examen de los rasgos que la normativa
der, no se ha hecho suficiente hincapié en comunitaria ha introducido en el lenguaje jurí-
ello. dico español, analizando también hasta qué
Así pues, desde aquellos días hasta el punto constituyen realmente una novedad o si
momento presente, año tras año se han ido algunos de ellos no estaban ya presentes en
traduciendo una enorme cantidad de textos, aquél por la vía de los tratados internaciona-
unos legales y otros no, en muchos de los les. Se trata de un análisis léxico, no de com-
cuales aparece toda una serie de expresiones parar si se distinguen o asemejan el regla-
y términos jurídicos nuevos en el derecho mento comunitaria y el reglamento del dere-
español. Dicho de otra manera, desde 1986 cho español; lo que pretendemos es empezar
hasta la fecha, se ha operado una «pequeña» a examinar qué efectos ha producido en el
revolución en el lenguaje jurídico español, y acervo terminológico español la aportación de
también en esa parcela del mismo que ocupa la terminología comunitaria.
el lenguaje administrativo (si entendemos por El lenguaje jurídico español participa de los
tal el contenido en las comunicaciones de la rasgos que caracterizan al de los demás paí-
Administración que no constituyen necesa- ses de nuestro entorno. De base esencial-
riamente textos con fuerza legal ni entre las mente latina, fue sobre todo a partir del siglo
partes ni para el conjunto de los ciudadanos).4 XVIII cuando la terminología jurídica, espe-
En efecto, en el *Diario Oficial de las Comuni- cialmente en el campo del Derecho público,
dades Europeas5 aparecen todos los días recibió la aportación esencial del francés, la
numerosos textos que, en unos casos, produ- lengua internacional por excelencia en aque-
cen directamente el efecto de crear derechos llos tiempos.6 El siglo XX ha visto el notable
y obligaciones para todos los españoles o que auge del inglés como lengua internacional;
obligan a las autoridades a elaborar normas pese a que el lenguaje jurídico no ha sufrido
de * incorporación en la legislación española. el «alud de anglicismos», a imagen del «alud
Sin entrar en disquisiciones jurídicas, debe de galicismos» del que habla Lapesa, que
recordarse que, con la adhesión, nuestro país prácticamente salta a la vista en los medios
aceptó ceder a las instituciones comunitarias de comunicación actuales, no cabe duda de
que hay un influjo del inglés, sobre todo en la
terminología administrativa, donde abundan
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Quizá deba aclararse que un contrato tiene la las «agencias» de todo tipo, desde la juventud
misma fuerza legal entre las partes que lo firman, hasta el Medio Ambiente, término que, desde
con las oportunas salvedades, que tiene el texto legal un punto de vista descriptivo, no cabe sino
que se dirige al conjunto de ciudadanos. Lo mismo considerar plenamente integrado en el voca-
ocurre con las sentencias, que no sólo dirimen el bulario administrativo español y que, pese a
litigio entre las partes, sino que, en determinados
todo, sigue suscitando notable rechazo entre
casos, sientan jurisprudencia de eficacia general. Los
los traductores profesionales, entre ellos los
textos jurídico-privados, los textos legales, sea cual
fuere su naturaleza, y los textos judiciales constitu-
yen, a nuestro entender, el núcleo de lo que se de-
nominan textos jurídicos. Hay muchos otros textos Aunque ya en siglos anteriores habían nacido
de carácter administrativo, desde la comunicación de términos que pasarían al lenguaje jurídico español y,
una multa hasta una notificación municipal, que finalmente, al lenguaje comunitario en español. Tal
participan también de muchos de los rasgos del es el caso de uno de los vocablos omnipresentes en
lenguaje jurídico y pueden pues estudiarse bajo el la legislación comunitaria, «exención», documentado
epígrafe general de «textos jurídicos». por Lapesa en el siglo XVII. Véase R. Lapesa: Histo-
El signo «*» remite a la relación que figura en la ria de la lengua española, Madrid, Gredos, 1988, p.
última parte del presente artículo. 413.
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Ramón Garrido Nombela
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La traducción en la Comunidad Europea y el lenguaje jurídico comunitario
argüirse que sí. ¿Es acaso necesario traducir un millón de páginas anuales) nace de las
a los once idiomas oficiales, no ya los textos obligaciones jurídicas de los Tratados y es,
legales de la CE, sino todos los folletos, car- por tanto, ineludible. Hay un 26% de traduc-
tas, comunicaciones administrativas, infor- ciones que se efectúan porque existe una
mes, documentos de trabajo, actas de reu- obligación política que han asumido los Go-
niones, etc., como se hace casi siempre1? biernos (pertenece a este grupo, por ejemplo,
Cabe pensar que no, pero, en tal caso, todo el trabajo de traducción de informes y
¿cómo plantearse el multilingüismo como folletos informativos sobre la vida y el funcio-
principio casi fundacional de la Unión Euro- namiento de las instituciones europeas; po-
pea? La situación actual es consecuencia drían no traducirse, pero aumentaría si cabe
inevitable del punto de partida. Tal vez haya- la lejanía de éstas respecto a los ciudadanos
mos llegado a la «situación babélica» de que de la Unión, que además deben estar bien
habla Koutsivitis (y lo hacía en 1988, con informados de los derechos que les asisten).
nueve lenguas oficiales; en la actualidad son Plenamente demostrada, si es que hubiere
once y el futuro es una incógnita), pero si hay menester, la necesidad de la traducción en la
algún problema, éste es meramente - y so- CE, hay que ceñirse ahora a los textos más
mos conscientes del adverbio que utilizamos- directamente legislativos, los reglamentos y
económico. La solución no pasa por reducir el las directivas, adentrándonos así en la tra-
número de textos traducidos, lo que tampoco ducción de textos que producen directamente
debe descartarse; se trata más bien de reor- efectos para los ciudadanos de la UE. La
denar los recursos humanos y económicos: cuestión que cabe plantear, según señalamos
hay soluciones en este sentido (uso controla- en la introducción del artículo, es la dificultad
do de traductores extemos, asunción por de expresar con conceptos jurídicos propios
parte de los * Estados miembros de parte de la de un país lo que se expresa mediante otros
carga de trabajo, etc.). conceptos que tal vez no respondan ni a la
Así pues, desde 1958 el Reglamento n°1 misma realidad social ni a los mismos princi-
de la CEE, modificado después a raíz de las pios inspiradores. En muchas ocasiones se
diversas adhesiones, consagró el régimen ha planteado, y a veces desde perspectivas
plurilingüe de la UE. Todos los textos de al- un tanto metafísicas, la viabilidad de la tra-
cance general, es decir, que se dirigen a la ducción jurídica, sobre todo cuando se ma-
totalidad de Estados miembros (reglamentos, nejan instituciones y figuras jurídicas que, por
directivas...), son auténticos y todos se publi- responder a realidades jurídicas y culturales
can en el Diario Oficial de las Comunidades diversas, no son directamente transferibles de
Europeas. No sucede lo mismo con los textos una lengua a otra. Ya De Franchis,10 a propó-
dirigidos a un particular o a un Estado miem- sito de lo que denomina legal transplants,
bro concreto, que pueden traducirse, y de hablaba de la dificultad de trasladar un con-
hecho se traducen, a todas las lenguas ofi- cepto de un ordenamiento jurídico a otro, por
ciales y publicarse pero cuya única «versión las dificultades que ello conlleva, ya que, en el
auténtica» es la redactada en la lengua del fondo, se trata de una operación de traslado
ciudadano o Estado de que se trate. Para entre marcos culturales distintos. Piénsese
hablar con números, que muchas veces es el por ejemplo en instituciones de derecho civil
único argumento que se entiende, según las como el trust del common law, pero también
últimas estadísticas oficiales del Servicio de en figuras jurídicas aparentemente más pró-
Traducción de la Comisión, el 46% de la car- ximas, como en el campo del derecho penal
ga de trabajo de traducción de esta institución el Mord alemán y sus equivalentes en otras
(emblemática, porque traduce alrededor de
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lenguas, incluso muy próximas.11 No olvide- que hacer inventario de todas las innovacio-
mos, sin embargo, que el derecho comunita- nes que el derecho comunitario ha introducido
rio, pese a ser deudor en muchos aspectos en el lenguaje jurídico español, seleccionare-
de una concepción jurídica «continental» que mos algunos términos y expresiones rele-
causó graves quebraderos de cabeza a los vantes para rastrear en la medida de lo posi-
traductores ingleses de los Tratados, posee ble el origen de su traducción al español.
una esencia propia, unos principios singula- Como se comprobará, en muchos casos ésta
res que a veces encajan con dificultad en el ha sido fruto de lo que acertadamente llama
ordenamiento de los países que se van inte- Torrents dels Prats «efecto hipnótico» del
grando en la Unión. Y no olvidemos que la original. Con ello no estamos «censurando»
puerta a través de la cual acceden las normas la traducción dada en su momento, aunque
es la del lenguaje, dada la indisociabilidad es inevitable pensar en las posibilidades que
entre éste y el derecho. hubieran debido barajarse a la hora de buscar
Una solución que habría podido adoptarse una equivalencia en español de ciertos térmi-
para resolver los problemas de traducción de nos que, en todo caso, han pasado ya - y hay
textos dispositivos en las instituciones euro- que insistir en ello- a formar parte del acervo
peas podría haber sido la corredacción o re- jurídico español.
dacción paralela, cuya utilidad meramente Nos centraremos pues en seis términos o
relativa ya han puesto de manifiesto entre expresiones sumamente familiares para todo
otros Sparer.12 Tratándose de una organiza- lector, traductor o práctico del derecho comu-
ción no bilingüe, caso en el que esta solución nitario.
podría resultar factible, sino plurilingüe, la
solución pierde toda su viabilidad, a menos *Diario Oficial de las Comunidades Euro-
que se reduzca a pares de lenguas. Además, peas (DOCE).
la experiencia de la Comisión demuestra que Así se denomina la publicación en la que
el traductor es más propenso a especializarse aparecen todos los textos legales y comuni-
en las cuestiones técnicas de la materia que caciones de muy diversa índole de todas las
tiene que traducir, cuidando al mismo tiempo instituciones comunitarias. Se traduce a todos
el lenguaje, que el especialista en la propia los idiomas oficiales. ¿No resulta un tanto
materia, que por lo general tiende a descuidar mimética la traducción hallada para el Journal
la expresión. Dicho sea de paso, en realidad, officiel des Communautés européennes? ¿No
sería muy deseable una mayor colaboración resultaba más coherente buscar una equiva-
entre los traductores y los servicios que en- lencia más próxima con la publicación espa-
cargan las traducciones, pues la comunica- ñola y hablar así de «Boletín Oficial de las
ción no siempre es fácil. Comunidades Europeas»? Nuestra solución
En este artículo nos estamos limitando a parece acercarse a la adoptada en alemán,
plantear una serie de problemas que exigen ya que frente a la publicación nacional
un estudio más detenido. Por esta razón, más (Bundesgesetzblatt) existe la comunitaria
(Amtsblatt).
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La traducción en la Comunidad Europea y el lenguaje jurídico comunitario
«coches cama»). En segundo lugar, no deja tante ilustrativo -y hasta podría decirse que
de sorprendemos la grafía utilizada por el arbitraria- y, en todo caso, dejaba bastante
traductor de los Tratados, puesto que no se limitadas las posibilidades de actuación al
entiende el uso de la minúscula para traductor español. En todo caso, volvió fun-
«miembros». Si lo que pretendía era dar so- cionar el «efecto hipnótico» y, aunque el tér-
lemnidad al término, habría sido más lógico mino «agraria» tal vez habría sido más
utilizar la doble mayúscula («Estados Miem- aceptable, se prefirió el más literal «agríco-
bros»). La respuesta viene una vez más de la la». 14
línea de menor resistencia: en francés se dice
Etat membre. * Transposición/incorporación.
La transposition es un fenómeno propio del
* Directiva. derecho comunitario y afecta a unos textos
Se trata de uno de los textos más impor- concretos, y muy importantes, cuales son las
tantes que pueden emanar de las institucio- directivas. La directiva es un texto legal que
nes de la CE. Una vez más, resuena el eco obliga a los Estados miembros a conseguir
del término francés, Directive, y cabe argüir un resultado (por ejemplo, que todos los Es-
que estamos ante un neologismo acertado. tados miembros adopten una legislación se-
Tal vez sea así, pero la terminología española mejante en materia de derechos de voto),
desconocía este término y, en cambio, conta- dejándoles plena libertad para decidir cómo
ba con «directriz», vocablo que hubiera podi- (es decir, la forma y los medios o instrumen-
do utilizarse para traducir directive, como se tos) deben hacerlo. Se dice así que la directi-
hizo en alemán con Richtlinie. En cualquier va debe ser «reinsertada o retraducida en las
caso, la acepción comunitaria aparece ya legislaciones nacionales»,15 acto que en fran-
recogida, sin excesiva precisión, en la edición cés recibe el nombre de transposition. En
más reciente del DRAE.13 español coexisten dos formas de llamar a
esta acción: literalmente, «transposición» o,
'Política agrícola común. de forma más precisa, «incorporación», que
Probablemente sea una de las expresiones es por la que nos inclinamos, aunque tampo-
más pintorescas del todo el vocabulario jurí- co hubiera debido descartarse «recepción».
dico comunitario. Tanto el DRAE como el uso
especializado ha distinguido siempre lo *«Hecho en...»
«agrario» de lo «agrícola», pues el primer Todos los textos comunitarios de carácter
adjetivo abarca las labores agrícolas y gana- dispositivo (directivas, reglamentos, decisio-
deras. Tampoco debe olvidarse que los re- nes, etc.) terminan con la fórmula «Hecho en
dactores originales de los Tratados tuvieron [Bruselas, por ejemplo]», lo que, una vez
que ampliar con bastante audacia los límites
del concepto de «agrícola» (en francés agri- 14
A este respecto debe recordarse que, como en
cole), pues el artículo 38 define los francés no existe un derivado de pêche equivalente a
«productos agrícolas» como los «productos «pesquero» en español, como en «productos pes-
de la tierra, de la ganadería y de la pesca». queros» o «de la pesca», en algunos textos comuni-
Como ejemplo de «definición legal» es bas- tarios en francés comenzó a utilizarse el cultismo
halieutique (documentado ya en el siglo XVII en la
acepción «qui concerne la pêche»). El efecto hipnóti-
13
La cuarta acepción del DRAE reza: «En algu- co del francés provocó que en algunos textos espa-
nos organismos internacionales, disposición de ran- ñoles se hablara de «productos haliéuticos», aunque
go superior que han de cumplir todos sus miem- el sentido común se impuso poco después. Con
bros » Que sepamos, la CE es el único «organismo todo, la expresión puede encontrarse si se rastrea en
internacional» -más bien habría que hablar de el bagaje de textos comunitarios en materia de pes-
«organización internacional»- en el que existen ca.
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«directivas». Molina del Pozo, o. cit., p. 317.
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más, constituye la traducción literal del fran- encadrements (en inglés guidelines), textos
cés «Fait B...» y una auténtica novedad, si- muy importantes para España porque definen
quiera de carácter formal, en la fraseología las ayudas públicas que pueden concederse y
jurídica española reciente, ya que la tradicio- que unas veces se han traducido por
nal es «Dado en...». El influjo del francés «normas», otras por «directrices» (la traduc-
también es evidente en este caso, ya que los ción más usual y, probablemente, más ade-
tratados internacionales redactados en esta cu+ada) y en alguna ocasión, que por fortuna
lengua y traducidos al español también aca- se pierde en la noche de los tiempos, por
ban con esta fórmula. «encuadramiento» (!). Sería muy deseable
Terminamos aquí, aunque habría muchos examinar todos estos términos, analizar las
más términos de que hablar. Baste citar de traducciones dadas y fijar unos criterios que
pasada las célebres modalités d'application sirvan para resolver problemas léxicos que
(obviamente traducidas por «modalidades de puedan surgir en el futuro.
aplicación»), la négative clearance, las com-
fort letters, la exemption par catégories, los
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