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Nueve personajes, vestuarios de fiesta y de escenografía una casa que se derrumba al final.
Dramatis Personae:
El Papá de la novia
La Mamá del novio
Acela, la novia
Chayo, su hermana
Facundo, el novio
Su amigo
La Madrina
El Padrino
El Gorrón. (El Colado)
Palero(s) que aparece(n) de entre el público y en diversas ocasiones con distintos atuendos, para utilizar el W. C. de la
casa.
Tejabán afuera de una humilde vivienda que da a un solar con más tierra que pasto. La fachada muestra una puerta y una ventana. Se
ve precariamente construida aunque luce nueva (recién pintada , y aún hay herramientas de construcción visibles). Acaso algún tronco
de un árbol viejo, grande y frondoso. A un lado hay un mini componente ( equipo de sonido para compact disc\ casset) con un moño
blanco. Al centro una mesa cuadrangular con un pastel de novios y charolas con papitas y churritos de botana, o si se quiere charolas
con tacos dorados, patitas de cerdo, guacamole etc., y diez sillas -seis pertenecientes al comedor, aún con plástico protector- y un
juego de sala también con el plástico del empaque, todo dispuesto en semicírculo. Hay unos pocos globos blancos decorando el lugar.
El Padre de la novia anuncia con gran entusiasmo:"¡QUÉ VIVAN LOS NOVIOS"! y éstos entran por entre el público seguidos por el
resto de los personajes que son los invitados de honor. El resto de los invitados imaginariamente estarán donde se encuentra el
público. Se escucha la marcha nupcial, en cuanto suben al foro se escucha "A la víbora, de la mar". La Novia se sube a una silla y el
novio levanta el velo o la cola del vestido para que pasen por debajo "de trenecito" la Hermana, la Mamá y la Madrina. Luego la
Novia avienta el ramo que cae en manos de la Hermana. Aplausos y algarabía. El amigo va hacia el equipo de sonido y pone un vals
para que bailen los novios, mismos que bailan con diversos invitados , siguiendo la costumbre de pegar un billete en el traje del novio
o la novia y luego bailar unos compases con él o ella. (La mamá del novio proporciona pedacitos de cinta adhesiva). La Hermana
toma fotos con un flash y encandila a la Novia justo en el momento en que el Gorrón toma su turno de bailar con la Novia la cual se
nota muy incómoda. El Gorrón toma un billete y provocativamente se lo mete en el escote a la Novia para luego estrujarla entre sus
brazos para bailar. El novio al percatarse hace que apaguen la música.
La Hermana: (Protestando) ¿Por qué apagas la música?
El Novio: Mejor me traigo mis discos de cumbia. No me gusta esa música de funeral.
La Madrina: (Soltando la carcajada) ¡Ay hijo! ¿Cómo crees que van a caber esos vejestorios en ese mini componente? (Burlona) ¿No
sabías que ya se inventaron los compact disc?
La Novia: Claro, pero Facundo tiene toda la colección de discos de su papá, que en paz descanse.
El Novio: Puros clásicos: Pérez Prado y su orquesta, La Sonora Santanera, Consuelito Velázquez, Cuco Sánchez...
La Novia: Es una lástima tener que tirarlos y volver a empezar.
El Novio: ¡Ni lo pienses! ¿Quién trajo ese equipo?
La Mamá: Ese es mi regalo de bodas hijo, como tu aparato ya no sirve...
El Papá: (En medio de una carcajada, se dirige al Padrino que celebra el chiste de doble sentido) ¿Ya oíste? ¡Qué no le sirve el
aparato!
La Mamá: Quise decir: el tocadiscos. ¡Cómo serán! Pensé que le serviría para amenizar el día de su boda.
El Novio: ¡Gracias mamá! ( A la Novia) ¿No le vas a agradecer el regalo?
La Novia: (Le da un abrazo a su suegra) Muchísimas gracias suegra.
El Papá: Siéntense, vamos a brindar por los novios. ¡Salud! Y hablando de novios, les voy a contar un chiste buenísimo.
La Novia: ¡Papá por qué no nos ayudas mejor a servir unos refrescos!
El Papá: Ahorita m'hija... A ver si no se lo saben, bueno pues resulta que esta es una pareja de novios que se acababan de casar, pero
la novia no le había dicho a su ahora esposo, que ya tenía un hijo... de otro claro. Entonces en la noche de bodas, ella está muy
nerviosa, y no halla como decirle... eso de que tiene un hijo. Total que antes de meterse a la cama, se hinca y se persigna: "En el
nombre del padre y del espíritu santo, amén. Y el marido le pregunta: "Oye ¿Y dónde dejaste al hijo? a lo que ella responde: " Ay mi
vida: me lo está cuidando mi mamá"
(Risas)
El Gorrón: ¡Chido!
El Amigo: ¡Es retebueno para contar chistes!
El Papá: ¡Y eso que no he entrado en calor!
La Mamá: (Pasando una bandeja) ¿Gustan una botanita?
La Hermana: ¡Cómo se pone a contar chistes colorados en una ocasión como esta!
El Amigo: ¿Qué tiene de malo? (continúan dialogando en voz baja)
La Madrina: ¡Qué perfume tan rico hay aquí!
El Gorrón: ¡Huele bien!
La Mamá: Yo esparcí cinco botes de los de a dos litros de suavitel olor primaveral por todo el solar.
El Novio: En todo piensas mamá.
La Madrina: ¿Es verdad que ustedes mismos han fincado esta casita?
La Novia: Mi papá nos dio este pedacito de terreno y mi marido la proyectó, la dibujó y la construyó el sólo.
El Amigo: Pues está muy bien. ¡ No se cómo has encontrado tiempo!
El Novio: Por la noche, a mediodía, los fines de semana, días festivos...
La Novia: Se acostaba a veces hasta las 1:30 de la madrugada. ¡Y trabajaba de veras!
El Papá: Así se ahorraron lo del terreno y hasta pudieron dar el enganche de los muebles. Como decía el tío Alberto: "Hay que tener
lo que se deba aunque se deba lo que se tenga"
La Novia: Los abonos facilitos es lo que se usa en estos tiempos. 108 pagos semanales y ya salimos de la droga.
La Madrina: La cuestión es que no se les vaya a caer, porque ¡hacer una casa no es como cocer una falda!
La Novia: ¡Durará más que usted y que todos nosotros! ¡Uno sabe el material que ha puesto. Hasta la mezcla la hizo de manera
especial.
El Novio: Sí, yo le puse más cal y menos arena amarilla, y el cemento lo fui cuarteando ...
El Padrino: Como les costó su trabajo, sabrán cuidar sus cosas. ( A su mujer ) Ojalá hubieras sabido cuidar todo lo nuestro.
La Madrina: ¡Ja claro! Como no quieres que nunca estrene... Quiere que cocine con los trastos viejos que le dejó su madre!
El Padrino: ¡ No quise decir eso! ¡ Tú sabes !
El Papá: El chiste de la olla de peltre que confundieron con la bacinica ¿Se lo saben?
La Novia: ¡Papá por favor!
El Papá: ¡Es buenísimo!
La Novia: Pues yo no le encuentro lo gracioso a tus chistecitos.
La Hermana: ¡No seas tan grosera Acela!
El Novio: (Quedando bien) ¡A mi me parece que mi suegro es el Polo Polo (famoso cuenta-chistes) de esta ciudad!
El Amigo: (Aplaudiendo) ¡Otro! ¡Otro! ¡Otro!
La Novia: No es el momento.
El Novio: Estás loca.
El Amigo: ¡Y que memoria tiene! A mi se me olvidan luego luego.
La Madrina: Todos tenemos ganas de divertirnos, y como no hay nada de ambiente todavía...
La Madre: Yo hice el pastel, ¿Qué les parece?
La Madrina: Pues habrá que probarlo.
El Gorrón: Pues el merengue sí que se me antoja.
La Hermana: Yo me vuelvo loca con el merengue.
El Gorrón: ¿La neta?
La Hermana: No se por qué se molestan en hacer el pastel, a fin de cuentas es el merengue es lo que todo el mundo quiere.
( El Gorrón toma merengue con el dedo medio y se lo ofrece a la hermana para que lo chupe, resultando la escena obscena).
La Mamá: (Indignada) ¡No se quieran comer el pastel antes de tiempo! Aprendan a contenerse.
El Amigo: ¡Yo conozco a unos que no se aguantaron!
El Gorrón: ¡Pasen el chupe ¿No?!
El Papá: Como ese en el que un agente viajero que tenía lo que los doctores dirían - una erección permanente-... o sea que se le paraba
pues, y con nada se le bajaba...
El Gorrón: ¡Pase la receta!
La Novia: ¡Voy a traer el hielo! (sale)
El Papá: Total, se fue a un prostíbulo, pero de nada le sirvió porque a los cinco minutos (hace un sonido de silbido) se le ponía igual,
entonces, desesperado se metió en una botica que vio en el camino, donde había una señorita, de esas ya quedadas, atendiendo.
Entonces el señor le dice: "Oiga, con todo respeto, me da muchísima pena, pero estoy desesperado, no me lo tome a mal... pero qué
me puede dar para esto..." Y se abre el abrigo y le muestra... aquellito, más bien aquellote! ; entonces la señorita le contesta: " ¡Madre
Purísima! Permítame un momento, le voy a preguntar a mi hermana" entonces se mete la dependienta y al cabo de tres minutos sale y
le contesta: "Pues dice mi hermana que lo único que le podemos dar es: casa, comida y mil pesos quincenales."
(Risas, la novia entra con el hielo)
La Novia: Suegra me va a tener que dar la receta de ese pastel.
El Novio: Ella jamás cocinará tan bien como tú, mamá.
La Mamá: ¡Yo le pongo una docena de huevos!
La Novia: ¡Se le ponen tantas cosas!
La Madrina: Pero que te la pase bien, porque muchas veces no te dicen un ingrediente clave para que no te salga y se te eche a perder
todo.
La Hermana: ¡Los huevos son muy importantes!
La Novia: No hay más remedio si no, no resulta.
El Gorrón: (lanza una risita) Huevo, je, je, Sí, los huevos son muy necesarios, súper necesarios. Si no, je, je, si no, no, no resulta.
La Hermana: ¿Y Qué hay de raro? Los huevos son buenísimos!
El Gorrón: (comienza de nuevo) ¡Muy buenos! ¡Requetebuenos! ¡No tengo nada en contra de los huevos!
El Papá: Sí, huevos. Como el de Pepito cuando fue al doctor porque tenía un huevo grandotote y otro chiquitito: "Me promete que no
se va a reír si se los enseño?" le dijo Pepito...
La Novia: (Jalándolo del brazo) ¡Papi! ¿No vas a sacar el ron?
La Madrina: (Maliciosa) ¿ La cama también la van a estrenar?
El Novio: Sí, nos la acaban de traer...
La Novia: También el comedor, y la sala. (señala la mesa donde está el pastel) Por eso las sillas todavía tienen el plástico protector.
La Mamá: No se lo quiten. Sería una lástima que se rayaran antes de acabarlas de pagar.
La Novia: Son de melanina, pero parecen de nogal. Y no se rayan con nada, ni aunque le prendas un cerillo.
La Hermana: Como lo anuncian en la tele.
La Madrina: Pues a mí no me gustan de ese material tan artificial.
El Padrino: Todo has de criticar...
El Papá: Ni falta que hacía comprar una. Yo guardé una cama muy buena para ustedes. Muebles de familia. Tienen el valor de la
antigüedad. Y está bien maciza.
El Gorrón: (con malicia) ¿De esas que no rechinan?
El Amigo: Sí, antes hacían las cosas bien hechas.
El Gorrón: Pero la gente era otra honda.
El Papá: Gente distinta, distintas camas. Como ese de que estaban un francés, un ruso, un gringo y un mexicano pidiendo un cuarto
en un hotel pero quedaba solamente una cama, entonces el...
La Novia: (Mirando hacia el público) ¡Ya llegó (Aquí va el nombre de algún personaje público) -------------- y su esposa! ¡Jamás creí
que aceptaran la invitación!
La Madrina: Pues serán muy distinguidos pero noten que no traen regalo...
La Mamá: (Hacia el público) Las mesas de allá no tienen ni una botella de ron.
La Madrina: Sin vino y sin música, por más chistes que cuenten no se va a levantar el ambiente.
La Novia: Papá, por qué no llevas el Bacardí a las mesas de allá.
El Novio: Sirve que les cuenta los chistes de nuevo porque no alcanzaron a oír.
(La novia no aprueba lo dicho por el novio y le lanza una mirada enojada)
El Papá: Sí, creo que eso haré. (Agarra unas botellas)
El Gorrón: No, no se levante, aquí es "La Mesa de Honor" yo me encargo de eso. (toma las botellas) (A la Hermana) ¿No vienes?
La Hermana: Bueno. (salen)
El Gorrón: (Aparte) Vamos a echarnos un toque.
La Hermana: ¿Qué?
La Mamá: (Metiche porque ni siquiera se trata de su hija) No se pierdan.
El Novio: ¡Ahora a enjuagarse la boca!
El Amigo: No hay como una buena cuba.
El Padrino: ¡Pero usted iba a hablar de esos muebles de familia y lo interrumpimos!
El Papá: ¡Sí de la cama! ¡Le agradezco! ¡Muchas gracias!
La Novia: ¡Sí, muy agradecida! (sarcástica)
El Papá: En ellas murió más de un miembro de nuestra familia, Acela.
La Novia: (Al novio) ¡Has algo!
El Novio: ¡Pero ahora brindaremos por los vivos, suegro! ¡Salud!
El Padrino: ¡Como padrino de arras deseo hacer un brindis...
La Madrina: Si estás tratando de lucirte, más vale que te calles.
(El marido se sienta)
El Amigo: ¿Por qué no habla? ¡Fue pura carrilla!
La Madrina: ¡Ya ni una broma perdona!
El Padrino: Ya se me escapó la idea. (bebe)
(El Amigo se pone de pie.)
El Amigo: Atención a toda la concurrencia, porque voy a dedicar una declamación a los recién casados.
(El Papá toma la hielera de aluminio o peltre y con una cuchara hace fuerte ruido para captar la
atención de todos hacia las palabras del amigo.)
El Amigo: (Declamando) Con todo respeto Acela, voy a declamar "Palabras sabias a una Esposa", de mi propia inspiración. Quiero
que escuches estas palabras, como si vinieran de los labios de Facundo, que ahora y para siempre es tu marido. Los invito a tomarse
de las manos y a mirarse a los ojos mientras la escuchan. (Con cursi fondo musical) "Amada Esposa: Este día uniremos nuestras vidas
en el santo matrimonio. De ti espero amada esposa: el cariño y comprensión de una madre; la fortaleza que no sucumbe frente al
dolor; el apoyo incondicional de un Ángel guardián; ejemplo de virtud para los hijos que Dios nos dará.
Por mi parte, te ofrezco mi brazo fuerte; la guía del lucero en un puerto huracanado; el consejo certero de quien ha vivido; y el amor
del hombre que necesita toda mujer para realizarse como madre y esposa.
(Todos aplauden emocionados. Cesa la música cursi. Entran la Hermana y el Gorrón. Éste con lentes oscuros).
La Mamá: ¡Qué hermosas palabras!
La Novia: ¡Qué bien habla! ¡Cómo un libro!
El Padrino: Sí. Es la página 85, del Declamador sin Maestro. ¡La ha memorizado a la perfección!
La Madrina: ¿No te da vergüenza?
El Padrino: ¿A mí?
La Madrina: ¡Sí, a ti!
El Gorrón: Ahora me voy a hacer una fresca. (A la Hermana) ¿Quihubo te pegó la mota?
La Hermana: No sé. Estoy mareada, es la primera vez...
El Papá: Les iba a contar lo de la cama.
La Novia: ¡Por favor papá no cuentes esa historia tan asquerosa, sólo por hoy absténte, mira que es el día de mi boda!
El Papá: (Conmovido) El día de tu boda... (Conmovido e inspirado) M'hija, apenas ayer eras una niña flaquilla que correteaba por el
corral, que me recibías a besos cuando llegaba cada tarde de trabajar... ¡En un suspiro creciste! ¡Y ahora, con tu vestido blanco de
novia te ves tan hermosa!
La Novia: (Lo abraza) ¡Papá!
La Madrina: ¿No íbamos a ver su casita por dentro?
La Novia: Si quieren...
El Gorrón: Lo más importante de una casa es la recámara.
La Madre: Yo diría que más bien es la cocina.
La Madrina: Pues así por fuera, no impresiona, tal vez con otro tipo de enjarre. Bueno, para no haber tenido arquitecto...
La Novia: La distribución está bien pensada, y la puerta está bonita , ¿no? Lo principal es que se ha hecho con amor. Yo no sé, hay
gente que no valora esas cosas. Se endeudan con el banco y se compran su departamento, o su casa que para ellos no es más que eso:
cuatro paredes, sin alma, sin nada. En cambio nosotros, tenemos una casita humilde, pero muy nuestra, mojada con nuestro sudor y
nuestro cariño. ¡Hecha con nuestras propias manos!
El Padrino: Mujer, ven acá y siéntante.
La Madrina: ¿ Y por qué? ¡Me gustaría verla por dentro!
El Padrino: No se anda por ahí metiéndose en las casas de la gente.
La Madrina: No tenía mala intención. ¡Pero claro! Tú siempre has de tener la razón. ¡Bueno, entonces no! Yo no tengo derecho a
opinar, ni a ver la casa de los novios aunque sea yo la madrina de arras. Por fuera la casita no es nada del otro mundo. Las hiladas ni
siquiera están derechitas, las paredes tan altas ya no se usan... Pero quizá sea mejor por dentro, eso era lo que yo quería ver.
El Padrino: Muy bien, pero ahora siéntate.
La Madrina: ¡Lo dices con un tono! ¡Ya has estado bebiendo de más! La próxima vez que te sirvan pura coca, no tienes resistencia
para el alcohol.
El Gorrón: ¡¿Qué, también hay coca?!
El Novio: ¡Pero Madrina, si lo quiere ver, no faltaba más! Su interés me halaga. ¡Ábrele Acela!
La Novia: Bueno, pero no traigo mi llave.
El Novio: Ese no es problema aquí la traigo yo.
La Novia: (Forcejea) No gira.
El Novio: Dáme acá, tienes que aprender. Yo mismo puse la cerradura. (Prueba) ¡Chingado! ¡No lo puedo creer! ¡Qué te abras carajo!
La Novia: ¿Ya ves? ¡Tú tampoco la puedes abrir!
El Novio: Ha de estar mal el resorte de la cerradura.
La Madrina: Por lo visto es bastante difícil abrir la puerta de la casa. Eso es una gran desventaja.
El Padrino: (Con tono amenazante) ¡Siéntate! ¡ No tengo ganas de oírte más!
La Madrina: Pues tengo que ir al baño; claro, tú como eres hombre puedes miar tras cualquier mata!
La Novia: (Al novio) Facundo, acércale una silla para que entre por la ventana nuestra madrina.
La Hermana: ¡Menos mal que la ventana estaba abierta!
El Amigo: Yo le ayudo a subirse señora.
(Le ayudan a subirse y se rompe la silla, ella entra por la ventana de manera cómica)
El Amigo: ¡Mira, se le rompió una pata!
El Gorrón: ¡Por metiche!
La Novia: ¡No puede ser! Habrá que llevarla al hospital. ¿Madrina le duele mucho? ¿La puede mover?
El Amigo: (Aclarando) ¡La pata de la silla!
La Novia: (Ahora sí dolida) ¡No! ¡No!
La Madrina: Yo no tengo la culpa de que no se pueda entrar a la casa por la puerta, como en cualquier casa, ni de que las sillas cada
día las hagan más corrientes.
El Novio: No se apure Madrina.
La Madrina: ¡Si no me apuro me revienta la vejiga!
La Novia: El baño es la puertita a la derecha, junto a la cocina.
La Madrina: (Desde adentro) ¿Junto a la cocina? ¡A quién se le ocurre poner un baño junto a la cocina!
La Hermana: Ahora que estamos parados, ¿por qué no ponemos la muestra y bailamos un poco?
El Gorrón: ¡Buena idea! Aquí es lo más parejo: ¡Recorramos la mesa!
El Novio: Pero solamente tengo un casset, y mis "Ele Pes".
La Mamá: Y el de los valses que compré para esta ocasión.
El Amigo: No le hace, tú tráetelo.
El Gorrón: Además yo sé tocar la guitarra.
El Novio: Deja los traigo. (Va hacia la puerta pues olvida que ésta no abre. Luego se dirige a la ventana)
La Novia: ¡Cuidado con la silla!
El Novio: ¡ Yo no necesito silla, puedo apoyarme muy bien con mis brazos.
(El Novio se apoya en la ventana y se rompe el "pretilito" dejando suelta la ventana)
El Gorrón: ¡Híjole ya se desprendió la ventana!
La Novia: ¿Qué se rompió?
El Novio: ¡ Nada! ¡Una insignificancia! (Pasa el casset y la guitarra) ¡Y ahora a bailar!
La Novia: ¿Una insignificancia? ¡Rompiste el marco de la ventana! ¡Parece mentira que no puedas ser más cuidadoso!
(El novio sale de un salto tirando unos ladrillos y con el traje manchado de cal)
La Madrina: ¡ La construyó con el sudor de su frente! Pero quizás hubiera sido mejor usar buen cemento en lugar de sudor.
El Novio: ¡Qué lengua filosa tiene usted! Permítame ayudarla.
La Madrina: Pues no hay mucho que ver aquí adentro. (En la mano tiene la manija del W.C.) Por lo pronto el baño no se puede jalar,
porque en cuanto toqué la manija se le desprendió. ¡Bueno qué: ¿Nadie me va a ayudar a salir de aquí?
(El Novio y el Amigo se ponen de banquito para que los use de apoyo y no rompa otra silla)
(Alguien pone la música)
El Novio: (A la Novia) ¿Bailamos?
El Gorrón: (Tomando a la Novia) Ya está apartada la primera rola para mí.
La Madrina: Entonces yo bailaré con el novio, porque mi marido no sabe bailar ni La Cucaracha!
La Novia: (Al padrino) ¿Usted no baila?
El Padrino: No. Porque mi esposa se va a burlar.
La Hermana: Yo le enseño no faltaba más.
(Ponen la música y comienzan a bailar. El novio con la madrina, la novia con el gorrón, la hermana con el padrino, y el padre con la
madre. La novia y el gorrón se repegan demasiado y bailan como dos amantes apasionados, ya que el gorrón la cachondea y ella
responde, luego poco a poco todos se irán sentando hasta que se quedan solos la novia y el gorrón, ambos bailando con los ojos
cerrados.)
La Mamá: Esta música yo no la sé bailar.
El Papá: Entonces nos sentaremos a ver.
El Gorrón: (A la novia) ¡Bailas que es una gloria!
La Madrina: ¡No bailamos tan mal!
El Padrino: El aliento me falta. ¿Puedo beber algo?
El Padre: ¿Ya se saben el del cornudo que estaba en un cabaret?
Es buenísimo (cuenta el chiste a los que están sentados pero es interrumpido por la puerta que se cae tal y como se describe en la
siguiente acotación)
El Novio: (Para deshacerse de su pareja) Yo le serviré.
La Madrina: (Por la novia) Yo no me animaría a bailar así.
La Hermana: ¡Brincos diera!
(El Novio se dirige a servirle algo pero mira a la novia bailando indecentemente con el Gorrón. Se enfurece y da un manotazo a la
puerta la cual se cae hacia adentro de la vivienda. La novia y el Gorrón dejan de bailar.)
El Amigo: ¡Azotó!
La Novia: ¡Tiraste la puerta! ¡Y terco con quererlo hacer todo tú solo! ¿Y ahora cómo le vamos a hacer sin puerta!
El Novio: Sólo es cosa de las bisagras.
La Novia: Luego las ajustará.
La Madrina: Lo bueno es que ustedes le entienden a su casa. Eso es lo más importante.
La Hermana: (Al Padrino) A poco no le gustó bailar.
El Padrino: Por primera vez en muchos años, sí.
La Madrina: Da gracias a Dios que no te infartaste.
El Padrino: ¿Te importaría?
La Madrina: En lo más mínimo.
El Novio: Lo mejor es que nos volvamos a sentar.
El Gorrón: ¿Pero es que ya no vamos a bailar?
El Novio: (Al amigo) Bájale a eso.
El Papá: Qué bueno porque con el ruido de la música no se puede platicar en las fiestas de hoy en día.
La Mamá: Generalmente la música moderna la ponen a todo volumen. ¡Hasta siente uno que le retumban las entrañas!
El Padrino: ¡Una cosa pavorosa!
El Novio: ¡Sí mejor platicamos! ( A la novia en voz baja y recriminándola) ¿O quieres seguir bailando?
El Papá: ¿No van a traer más botellas? Bebiendo se platica más a gusto.
El Novio: Sí. Aquí entre nos: adentro tengo una botella de tequila sólo para la mesa de honor.
La Novia: Yo la traeré.
El Novio: Volveremos a colocar la mesa en su lugar.
(Un Palero le pide a la Novia permiso para entrar al baño, ella le hace señas de dónde es)
La Madre: Por qué no cantan algo. Me gusta tanto cuando le rascan a la guitarra.
El Novio: (Al amigo) Tócate una.
El Amigo: Mis canciones no son conocidas.
El Novio: Ni falta que hace. Canta, simplemente, para animar la fiesta.
La Madrina: Mi marido canta de cuando en cuando. También toca la guitarra.
El Gorrón: ¡Qué toque una rola! ¡Qué toque una rola!
La Madrina: ¡Aquí tienes la guitarra! ¡ No me hagas quedar mal!
El Padrino: Ya no me sé ninguna.
La Hermana: ¡No sea ranchero!
El Padrino: ¿Y si se me olvida?
La Madrina: ¡Inútil como siempre!
La Hermana: Una y ya.
La Madrina: Antes tocaba siempre la guitarra, pero desde que nos casamos la abandonó. Antes sabía todas las de Agustín Lara luego
se le fueron olvidando todas. La última que le escuché fue la de "El Farolito".
El Padrino: Bueno, la del "Farolito" si me animo.
(Empieza a tocar y a cantar pero se le olvida y se detiene a pensar en lo que sigue de la letra.)
El Padrino: Farolito que alumbras....
(Se detiene.)
Farolito que alumbras... ¿Que seguía? Ya hasta El Farolito se me olvidó. Era la última.
El Gorrón: (Aparte a la Hermana) ¿Quieres más mota? O mejor un pericazo.
(La Hermana y el Gorrón se escabullen dentro de la casa y levantan el tablón de la puerta que está en el suelo y tapan a medias la
entrada. Se verá por la ventana sombras de que se están cachondeando.
La Madrina: Seguro ya se te fundió el farol. Has de tener "Alsjaimer".
El Novio: No se apure Padrino, yo ni siquiera soy afinado.
(Pausa)
El Amigo: Bueno, les voy a cantar una de mis canciones.
El Novio: Sí, Miguel es cantautor. Algún día alcanzará la fama, de mí se acuerdan si no.
CANCIÓN:
El novio ardiente la besaba
Ella era pura y decente
entre ambos fuerte se encendían
con esa pasión incandescente.