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El capital de motilidad está condicionado a la accesibilidad a su entorno urbano inmediato, a las

opciones y condiciones para efectuar desplazamientos, a las destrezas compuestas por


habilidades adquiridas y organizacionales y que sobre todo construyen hábitos.

Esto a su vez determina una apropiación, como mecanismo de elección modal, pues esta
incorpora estrategias, valores, representaciones y es ésta el elemento más importante que
ofrece al individuo o grupo social las posibilidades de desplazamientos y le permite ejercer su
capacidad de agencia.

En cuanto a la accesibilidad se ha determinado 13 dimensiones tales como: Origen y destino,


frecuencia diaria de trayectos, historicidad del trayecto cotidiano, condición económica para
desarrollar el trayecto cotidiano, cambios de rutas de trayectos cotidianos, frecuencia semanal
de trayectos, uso de dispositivos tecnológicos de pago electrónico, frecuencia de trayectos a pie,
tenencia de transporte personal y usos de varios modos de transporte.

Sobre el origen y destino, los entrevistados en su mayoría señala que es dentro del sector donde
desarrollan sus trayectos cotidianos, “… a la paradita”, este es un mercado informal a orillas de
un mercado formal, de la II zona de Tahuantinsuyo. Una menor proporción de los entrevistados
suele desplazarse fuera del sector y no tener un desplazamiento cotidiano.

La mayoría de los entrevistados realiza con frecuencia, es decir diariamente, efectúan


desplazamientos a lugares establecidos con mucha anterioridad, y afirman, la mitad de los
entrevistados que, “…hace poco tiempo” esto en clara referencia a lo que conocen como “la
paradita”. La mitad de los entrevistados afirman que desde hace mucho tiempo frecuentan este
lugar.

Este lugar es un espacio de encuentro, de sociabilización, de ayuda y cooperación, donde


durante años ha sido un espacio de “comercio informal” de artículos de segunda mano, de
procedencia “dudosa” pero de gran demanda por los habitantes del sector, sobre todo por los
artículos de ropa y tecnología.

Aunque este espacio representa una competencia desleal frente al mercado que tiene muy
cerca, este se mantiene, a pesar de los esfuerzos que realiza el municipio por erradicarlos.

Este espacio se convierte en un origen y destino de la mayoría de las personas entrevistadas,


mayoría que se encuentra desempleada o subempleada, y que ven en este espacio, una
alternativa para generar algunos ingresos por lo general, los fines de semana.

En referencia a la duración de los trayectos, la mitad de los entrevistados explican que les parece
“corto” el tiempo de desplazamiento, sobre todo cuando se desplazan a “la paradita”, otra parte
de los entrevistados indican que cuando salen del sector donde viven los trayectos son más
largos, sobre todo por el tráfico que se genera al salir.

En cuanto a la condición económica, la mayoría de los entrevistados aduce que no gasta “nada”
en sus desplazamientos a “la paradita”, debido a que desarrollan desplazamientos a pie, aunque
las condiciones de desplazamiento para el regreso a sus viviendas son un tanto difíciles por la
topografía de forma ascendente y con una pendiente que solicita mayor esfuerzo físico.
En cuanto a estos, también afirman, que las condiciones del entorno urbano inmediato les
permiten desplazarse a pie todos los días a “la paradita”, esta acción les facilita obtener un
ahorro significativo para ellos.

Los demás entrevistados afirman gastar “normal, lo que cobra un mototaxi” o en otros casos
una combi. Las veces que estas personas gastan más de lo que consideran normal, es cuando se
desplazan fuera del sector, incluso fuera del distrito.

Las personas entrevistadas aseguran tomar una sola ruta de forma cotidiana, una “ruta fija”
todos los días, por la cercanía a su lugar de trabajo “la paradita”, algunos realizan este trayecto
solo los sábados y domingos porque los demás días de la semana se desplazan fuera del sector.
Normalmente no cambian de ruta, pues la configuración espacial de su entorno urbano
inmediato permite rutas directas a pie o en combi o mototaxi.

La accesibilidad al uso de dispositivos tecnológicos de pago electrónico para sus


desplazamientos es limitada. La mayor parte de los entrevistados no cuenta con algún
dispositivo de pago electrónico para el transporte, llámese el “Metropolitano” o el “tren
eléctrico”. Sin embargo, los que sí tienen este tipo de medio de pago, son aquellas personas que
realizan trasbordos porque se desplazan fuera del sector donde viven.

El entorno urbano inmediato y la cercanía de su vivienda a “la paradita” permiten que la gran
mayoría de las personas entrevistadas desarrolle predominantemente desplazamientos a pie,
utilizando el transporte público solo cuando salen de su sector, la mayoría eventualmente, o
cuando llevan mercancías para venderlas en “la paradita”.

La accesibilidad al transporte público que presenta dicha zona determina que la mayoría de los
entrevistados utilice la combi o el mototaxi para desplazamientos dentro del sector o de manera
intersectorial.

El uso del transporte como “El Metropolitano” y sus alimentadores es limitado, pues al no usar
medio de pagos electrónicos, sea por falta de interés o por falta de destreza en el uso de las
máquinas de recarga de estas tarjetas inteligentes, el uso de este tipo de transporte decrece con
la edad de nuestros entrevistados, además de sus limitaciones por el nivel de educativo que
presentan.

El uso de varios modos de transporte es inevitable cuando salen del sector en mención, utilizan
mayormente el mototaxi para desplazamientos cortos, como por ejemplo a “la paradita” o algún
equipamiento comunal y la combi para desplazamientos hacia paraderos principales o
estaciones del “Metropolitano”.

Usualmente los pobladores de las zonas altas “bajan” a pie y regresan en combi, dad las
condiciones topográficas que presenta su entorno urbano inmediato.

La mayoría de los entrevistados expresa que no cuenta con un transporte personal, ya sea un
auto o bicicleta. Además los que cuentan con bicicleta argumentan que sus desplazamientos son
cortos y en condiciones no muy confortables o seguras, por el hecho que no cuentan con
ciclovías y las condiciones topográficas de su entorno urbano inmediato, que presenta áreas en
pendientes notables, exigen esfuerzos físicos y un buen estado de salud.
Otra de las formas de explicar el capital de motilidad es mediante el concepto de las
competencias o habilidades que desarrolla el ser humano, que le permiten efectuar
desplazamientos.

Al respecto hemos considerado 11 dimensiones por las cuales podemos medir la motilidad, estas
son: Libertad para desplazarse; presencia de discapacidad física; presencia de enfermedad o
estado de inmovilidad; condición física; nivel de conocimiento de vecinos con iguales
necesidades de desplazamientos; importancia de la puntualidad para la elección del trayecto de
desplazamiento; seguridad de los desplazamientos; licencia de conducir; utilización de la
tecnología de información y comunicación y facilidad para la sociabilidad.

La libertad para el desplazamiento declara la agencia o posibilidad de actuación frente a la


necesidad de desplazamiento, está condicionada básicamente a las sensaciones de seguridad,
de tranquilidad o de prisa, comodidad e independencia para realizar desplazamientos en
cualquier momento o cuando la persona lo desee, de forma libre y espontánea.

Al respecto, la mitad de los entrevistados considera que tiene libertad para ejecutar
desplazamientos cuando lo deseen. Pueden salir o entrar en su barrio de forma libre y cuando
lo consideren necesario, porque tienen “a la mano” el mototaxi o las combis.

Asimismo se sienten seguros de efectuar desplazamientos, algunos por la cercanía al destino


cotidiano y por la presencia del transporte público, como mototaxis o combis, que significa la
posibilidad de embarcarse rápidamente en un viaje hacia el destino cotidiano o aquel destino
imprevisto.

La mayoría de los entrevistados afirman que conocen su barrio: “sí conozco mi barrio…”, “ya
tengo tiempo viviendo aquí, por eso conozco”, “sí conozco todo, desde que era arenita”, “sí
todos me conocen”, “solo conozco esta zona”. Algunos entrevistados dicen que conocen “más
o menos” su barrio.

La gran mayoría de los entrevistados afirman conocer a vecinos del barrio con iguales o
parecidas necesidades de desplazamientos. Esta paradita se ha vuelto un punto de encuentro
para todas las personas del barrio, sino es para socializar es para vender algún producto o para
comprar artículos de pan llevar.

Afirma un gran porcentaje que la mayoría que hacen este desplazamiento cotidiano (origen y
destino la “paradita”) vienen desde arriba, un sector recientemente poblado y bastante
inseguro.

Algunos son conocidos porque fueron los que invadieron esta zona o fueron los primeros
habitantes y otros porque se levantan muy temprano y los encuentran caminando hacia la
“paradita”.

La mayoría de los que realizan estos desplazamientos afirman sentirse seguros en sus
desplazamientos cotidianos a la “paradita”, básicamente por las mañanas y porque sus trayectos
son cortos o viven en el mismo sector, pues los que vienen del sector de “arriba”, tiene mayor
probabilidad de sufrir accidentes o asaltos.
Algunos consideran que desplazarse en carro particular es más seguro, usando la combi se
sienten más seguros.

En cuanto a la discapacidad para desplazarse, la presencia de alguna enfermedad o de algún


estado físico que no les permita desplazamiento alguno los entrevistados afirman, en su
mayoría, no tener discapacidad o estado que les permita efectuar desplazamientos.

Algunas de estas personas sí presentan alguna enfermedad crónica, como la hipertensión o la


osteoporosis o la fibrosis pulmonar, etc., alguna está gestando, o su estado físico le provoca
agitación y cansancio, ya que el sector se encuentra en pendiente.

Para la gran mayoría la puntualidad no es importante, ya sea porque no tienen apuro en llegar
a la “paradita” para “armar” su puesto ambulante o porque son independientes. Algunos si
piensan que la puntualidad es importante, ya sean porque tiene un trabajo formal o porque
trabajan en el mercado y tienen que llegar temprano para cocinar o preparar los artículos que
venderán.

La gran mayoría afirma no tener licencia de conducir y tampoco utiliza el teléfono como
herramienta de localización y ubicación en el barrio o para salir del sector o hacia algún otro
distrito. Usan el teléfono solo para llamar. Algunos conocen “apps” para fotografiarse o hacerse
“selfies” o escuchar música.

En cuanto a la facilidad para la sociabilidad la mitad de los entrevistados aseguran que como
conocen el barrio y a casi todos los que trabajan en la paradita, entonces asumen que tienen
facilidad para entablar comunicación.

La apropiación es el elemento más importante del capital de la motilidad, se convierte en el


engranaje que articula las habilidades y destrezas y la accesibilidad al entorno urbano inmediato
para desarrollar desplazamientos.

Para medir la apropiación seleccionamos 16 indicadores: Necesidad de desplazamiento


cotidiano; elección de destino; recurrencia de origen y destino cotidiano; desplazamiento solo o
acompañado; facilidades del barrio para los desplazamientos; seguridad en los trayectos;
interacción con otras personas; distancia entre el origen y destino del trayecto cotidiano;
percepción del tiempo de desplazamiento; percepción del barrio; eficiencia del trayecto
cotidiano; confortabilidad del transporte público; independencia en el trayecto cotidiano;
confianza en el proveedor de transporte; vulnerabilidad en el trayecto cotidiano y percepción
de la gestión del transporte urbano.

En relación a la necesidad de desplazamiento, la gran mayoría de los entrevistados asegura que


efectúa el desplazamiento cotidiano a la “paradita” por razones de trabajo. Un número menor
de entrevistados afirma que se desplaza a la “paradita” para efectuar sus compras del fin de
semana.

Sobre la elección del destino para los desplazamientos cotidianos la mayoría de los entrevistados
indica que elige el destino por necesidad de trabajo. En este caso es la “paradita”, un lugar
donde por estar al costado de un mercado formal, ofrece a las personas que realizan venta
ambulatoria e informal, una clientela que demanda productos muchas veces de “segunda
mano” o algún otro producto que el mercado formal no vende.

Además la mayoría de los entrevistados, son asiduos concurrentes a la “paradita” para trabajar
en la venta ambulatoria. Una minoría de los entrevistados salen del sector hacia otros mercados
o buscando algún servicio eventualmente.

La gran mayoría de los entrevistados realizan sus desplazamientos cotidianos solos, a pesar que
tienen parejas e hijos, los trayectos hacia la “paradita” los realizan solos, aunque el conocimiento
del sector y de los vecinos, contribuya a procesos de sociabilización en el trayecto cotidiano.

Sobre las facilidades que brinda el barrio para efectuar sus desplazamientos cotidianos, la
mayoría afirma que hay facilidades para los desplazamientos, tanto a pie como en combis o
mototaxis. Consideran que desplazarse hacia la “paradita” o algún lugar dentro del sector está
asegurado. Más bien, los desplazamientos fuera del sector y del distrito presentan
complicaciones en la oferta de movilidad y en la congestión de tráfico para salir del sector.

Los trayectos cotidianos para los pobladores que frecuentan la “paradita” son considerados
seguros y tranquilos por la gran mayoría de los entrevistados. Algunos afirman por la hora,
porque tienen información que por las noches sobre todo en las áreas “más arriba” del sector II
de Tahuantinsuyo hay delincuencia.

Las personas entrevistadas, en su mayoría, interaccionan con otras personas que encuentran en
el camino y muchas veces comparten sus trayectos. Son muy comunicativas y hacen amigos. Las
personas que tienen el trayecto hacia la “paradita” tienen una particularidad casi todos se
conocen y sociabilizan frecuentemente entre ellos.

La mayor parte de los entrevistados afirma que la distancia que recorren diariamente, hacia la
“paradita” la consideran una distancia corta y accesible. Además consideran que el trayecto o la
ruta es tranquila y segura. Además la mayoría opina que no es importante para ellos la eficiencia
del trayecto cotidiano, es decir, que desplazarse por el barrio y hacia la “paradita” es muy
sencilla, se puede caminar sin apuros. Por el contrario, algunos opinan, sobre todo los que
desarrollan trayectos más distantes, que es la congestión o para salir del sector hacia otros
lugares del distrito o hacia otros distritos, el mayor problema a sortear.

En cuanto a la confortabilidad del transporte público, la mayoría opina que es confortable viajar
en mototaxi o combi, hacia la “paradita” y por el sector. Si desarrollan viajes fuera del sector o
hacia otros distritos experimentan sensaciones de inseguridad, intranquilidad, peligro y riesgo.

La gran mayoría de los entrevistados afirman que el transporte público que usan para
desplazarse por su sector o hacia la “paradita” es administrado por empresas. La otra mitad
expresa que no sabe si el transporte público pertenece a alguna empresa o al Estado.

Respecto a la independencia para realizar el trayecto cotidiano, la gran mayoría de los


entrevistados aseveran que se sienten en completa libertad para realizar sus desplazamientos
cotidianos desde su vivienda, hacia la paradita o hacia otros lugares. Afirman que tienen a su
disposición una serie de modos de transporte, tales como: “a pie”, combi, mototaxi, alimentador
del metropolitano y taxi. A la vez dicen tener confianza en el proveedor de transporte, llámese
conductor de combi, de mototaxi, del Metropolitano y taxis. Algunos afirman haber visto
accidentes, que los choferes son muy arriesgados, etc.

En cuanto a la sensación de sentirse vulnerable en el desplazamiento cotidiano, dentro del


sector y hacia la “paradita”, la mayoría asevera que no sienten que puedan tener un accidente.
Algunos piensan que la sensación de vulnerabilidad aumenta por las noches o cuando cambia
de ruta por otros sectores.

Sobre la percepción del barrio, la gran mayoría de los entrevistados afirma que es un lugar
tranquilo y seguro. Algunos afirman que por las noches es inseguro y las zonas aledañas sin son
inseguras, hay robos.

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