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Número 3
abril de 2008
© Navegante
Revista Euroamericana de Modelismo Naval
Conociendo a D. Timo
(Por Navegante)
• En la Edad Media se construían de madera dura, a partir del siglo XVI se revestían de
cobre o de latón con el fin de que el agua no penetrase en la madera, en el s. XVII se
comienzan a realizar en plomo y hacia finales del s. XVIII de cobre.
Argonauta Nº 3 1
Revista Euroamericana de Modelismo Naval
Argonauta Nº 3 2
Revista Euroamericana de Modelismo Naval
• Se practican unos orificios en las varengas y contra quilla con el fin de que las aguas
que se depositan entre las cuadernas, pues han recogido las filtraciones de la sentina,
puedan ir hacia la caja de bombas.
• Estas groeras se practicaban en la parte inferior de varengas y genoles.
• Su función era la siguiente: las aguas de escorrentía del primer puente (el más bajo)
deben poder evacuarse. Como este puente está cerca del nivel del mar, no se pueden
instalar desaguaderos como en los otros puentes ya que si no el agua de mar entraría
en el buque. Se hacen pues bocas de sumidero en el puente cerca de la amurada y se
conectan estos agujeros a tubos de plomo. De esta forma, el agua va directamente al
fondo del casco sin mojar el interior de la tablazón.
• En francés se denominan "orgues".
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Argonauta Nº 3 3
Revista Euroamericana de Modelismo Naval
Luego de aplicarla queda algo así como una babosa alien o un blandiblu enorme
Comentarios:
Navegante dijo…
Parece interesante, sobre todo creo que para cascos pequeños o
en lugares difíciles puntualmente. Las dudas vienen por ¿cómo
se comportará con el paso del tiempo? y ¿con qué adhesivos se
podrá pegar madera encima?, ¿si soporta la presión de puntas,
etc.?
ramon dijo...
Un pariente muy próximo de esa espuma de poliuretano es el pegamento de poliuretano
líquido. Ese pegamento lo estoy usando en las placas de mi Pelayo, con un resultado óptimo.
Es un líquido de consistencia viscosa que cuando fragua también se espuma, aunque no tanto
como la espuma propiamente dicha. Seca preliminarmente en una hora más o menos y al cabo
de varias adquiere una fortaleza comparable al epoxi. Por otro lado, las especificaciones
prometen inalterabilidad aun a la intemperie.
Argonauta Nº 3 4
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zapalobaco dijo...
Me parece una muy buena opción para cascos cerrados.
Ya hace tiempo, un año más o menos, encontré una página polaca en la que se aplicaba un
procedimiento similar.
El forrar un cuerpo sólido, aunque sea utilizando como puntos de anclajes seguros únicamente
las cuadernas, permite una mejor aplicación de las tracas.
También la aplicaré en algún modelo próximo.
LuisQ dijo...
Me parece una idea muy buena para facilitar el apoyo de las tracas. Conozco el producto
porque se usa mucho en construcción para relleno y aislamiento. No creo que vale para clavar,
pero es muy correcto para apoyo de las tracas sobretodo en zona de curvas. Pienso que puede
sustituir a los tacos de madera de relleno en proa y popa.
Navegante dijo...
Volviendo a echar un vistazo a la foto de la aplicación, se me ha ocurrido un sistema más
limpio, fácil y económico, pues ahorra espuma. Sería utilizar, un cartón o algún otro material
similar que pueda adaptarse a las formas del casco con un agujero para pasar por él el
aplicador y cubrir la superficie a llenar, por ejemplo, el espacio entre dos cuadernas, sujetando
el cartón con las manos o con pinzas, sargentos, etc... Nos ahorramos suciedad, espuma y
tiempo de lijado
Villaamil dijo...
¿Sería algo así cómo la técnica de la cera perdida?
Interesante, lo probaré. En vez de aplicar la espuma y luego poner cartón y aplicar, por
ejemplo, masilla de carrocero se pondría el cartón, aplicándose la espuma por el orificio y
hala a masillar...
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Argonauta Nº 3 5
Revista Euroamericana de Modelismo Naval
Los dos navíos comandados por el oficial de la Marina Real Jean-François de Galaup, Conde
de Lapérouse, habían dejado Brest tres años antes para explorar los Mares del Sur. La historia
comienza por su trágico final, hace 220 años, y el Museo de la Marina de París viaja en el
tiempo para reconstruir esta epopeya trágica y fascinante.
Un avance intolerable
Una mirada al pasado. A comienzos de los años 1780, los ingleses aventajan a los franceses
en la carrera por explorar el Pacífico, ventaja que los franceses no pueden tolerar. Luis XVI
cree que Francia debe enviar a los mares lejanos no sólo marinos aguerridos, sino también
hombres de ciencia. Se trata de cartografiar, explorar, estudiar los pueblos, la fauna, la flora...
sin olvidar, a la vez, objetivos estratégicos y económicos. El fin es lograr un puesto en la
escena marítima al tiempo que se estudian posibles relaciones comerciales. El rey está tan
comprometido en el proyecto que él mismo escribe las instrucciones de su puño y letra. De
ahí la oportunidad que nos ofrece la exposición de ver uno de los escasísimos documentos
autógrafos de Luis XVI.
“Conocemos muy bien la singladura, ya que todo fue reseñado en el diario de abordo y en los
correos”, explica Hélène Tromparent de Seynes, una de las comisarias de la exposición. Junto
a estos valiosísimos documentos, enviados durante la singladura, los vestigios descubiertos
como consecuencia de las sucesivas campañas de búsquedas submarinas llevadas a cabo en
Vanikoro o de los objetos de la época, permiten reconstruir los episodios de la aventura. Se
sabe también por el cargamento, las compras de porcelana china que habían realizado en
Macao, gracias a las vajillas que se han recuperado en las últimas excavaciones. Se tiene
conocimiento, además, de los sufrimientos que padecieron en el curso de la ruta, como los 21
miembros de la expedición que perecieron ahogados en Alaska en 1786 o los diez que fueron
asesinados al año siguiente en la Isla de Samoa por los indígenas.
Un auténtico mito
En 1788, tras una probable escala en Nueva Caledonia, “se hace un silencio absoluto”, resume
Marjolaine Mourot, otra comisaria de la exposición. Se emprende la búsqueda. La primera
expedición parte en 1791, pasando muy cerca de Vanikoro donde, si hubiesen hecho escala,
probablemente hubiesen encontrado algunos supervivientes del naufragio. Finalmente en
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1828 es un aventurero irlandés, Peter Dillon, que pone pie en Vanikoro y trae pruebas que dan
fe del naufragio de las naves de Lapérouse. Dumont d’Urville le sigue unos meses más tarde.
Nace entonces un auténtico mito que ha perdurado hasta nuestros días. De 1960 a 2005 las
primeras campañas recuperan objetos. Un poco más tarde verdaderas campañas arqueológicas
han permitido desvelar los enigmas. La exposición del Museo Marítimo de París, “El Misterio
Lapérouse” no resulta menos apasionante.
Las últimas campañas para recuperar los pecios han permitido resolver una gran parte
del misterioso naufragio.
“Lo que hizo renacer el interés por este lugar”, como testimonia Michel L’Hour. En 2005, un
equipo reemprende la ruta de Vanikoro para concentrarse en la ingrata sima de la falla,
verdadero callejón sin salida o ‘cul-de-sac’ submarino.
Los arqueólogos tienen ahora ocasión de cerrar una de las grandes incógnitas del “Affaire
Lapérouse”, a saber, cuál de los dos navíos, si “El Astrolabio” (“L’Astrolabe”) o “La Brújula
(“La Boussole”) había naufragado realmente en esta falla. “Al principio no encontrábamos
nada”, recuerda Michel L’Hour. “Después, comenzamos a recuperar instrumentos de
navegación y, finalmente, la prueba definitiva: un sextante que llevaba la inscripción
“Mercier”. Alain Conan, de la Asociación Salomón, comprobó entonces que había un
sextante realizado por un tal señor Mercier en el inventario de “La Boussole”.
Después de tal cantidad de hallazgos ¿queda aún algún secreto por desvelar en Vanikoro?
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Comentarios:
Navegante dijo...
Para los que quieran profundizar algo más en el tema, "dracir", del foro de Delacroix, nos
recomienda el libro "L'énigme LAPEROUSE"de Yves Jacob.
En internet:
http://www.amarre.com/html/historias/lobos/laperouse010.php
http://www.thereportage.com/?p=1&ida=545&PHPSESSID=e9e9f1225fda3e0577f09335343
70b5d
http://www.divetheblue.net/pdf/artVanikoro.pdf
http://books.google.es/books?id=NYcBAAAAYAAJ&pg=PA278-IA3&lpg=PA278-
IA3&dq=el+enigma+laperouse&source=web&ots=fsT_8LtXO9&sig=pdy1paFn-
34pNEn12dHuX-LNa9k&hl=es#PPP11,M1
Navegante dijo...
Dentro del propio museo francés se puede hacer un recorrido virtual:
http://www.musee-marine.fr/public/virtuel/laperouse/index.html
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Argonauta Nº 3 8
Revista Euroamericana de Modelismo Naval
Usando apenas algunas herramientas versátiles y una habilidad considerable, los Moken pasan
varios días hasta encontrar el tronco de un árbol conveniente que les sirva para utilizar como
quilla y parte del casco. Normalmente buscan árboles como el rakam o el mai pan, con lo que
consiguen que tenga un peso adecuado.
Una vez seleccionado el tronco, lo arrastran hasta la playa, donde se vacía y se talla hasta
darle la forma adecuada, después se sumerge en agua y se calienta para que la madera crezca.
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Posteriormente, los bajos se “asan” con madera de tanai para ennegrecerlos y así protegerlos
de la influencia marina.
Tradicionalmente, a este conjunto, casco-quilla se une una superestructura mucho más ligera
que agrega no más de un metro de altura adicional desde el centro del barco. Las costillas son
encajadas en los agujeros realizados en una aleta interior tallada en la quilla, y se extienden
sobre la borda forradas con hojas de palma perforadas y tiras de bambú encajadas en ellas y
aseguradas con cuerdas de ratán. El conjunto es reforzado con una aleta de madera colocada
longitudinalmente bajo el casco, a modo de tablón de aparadura.
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Una característica esencial del kabang es esa aleta longitudinal tallada a cada lado interno del
casco.
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Revista Euroamericana de Modelismo Naval
Con este primer artículo de Thanassis, iniciamos una serie de ellos sobre modelos realizados
de embarcaciones tradicionales.
Sin más doy paso a nuestro amigo Thanassis y a su Trehandiri. ¡Que disfrutéis! (Zapalobaco)
Koraki
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Otra característica (interesante sobre todo para los constructores de la nave) es la relación de
las tres dimensiones del casco. Los libros dicen que la manga máxima determina la quilla (x2)
y la longitud total de la nave (x3). (Remedo de los galeones según la formula 1,2,3). Tomé
mis primeros planos, pobres, hice los cálculos necesarios… y comencé a construir el modelo
siguiendo el método tradicional de “tracas en cuadernas”.
Primero construí la quilla y coloqué codaste y roda. Aunque había visto (en viejas pinturas)
un bauprés atado al lado del “Koraki” decidí no construirlo. He leído que en esas naves con
más de un mástil, el “Koraki” era cortado para tener una mejor fijación del bauprés. Pero era
una cuestión de decisión personal del dueño de la nave.
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Por Tanassis
Traducción (Zapalobaco)
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Sin embargo, cuando se observan los grandes modelos de ANCRE, fuente de inspiración
principal y casi única de la enramada contemporánea española, casi todos tienen una
arboladura primorosa.
Hay muchas razones que pueden explicar el fenómeno: el poco tiempo que en nuestro ámbito
lleva de moda el concepto de enramada, la comodidad de no hacerla, la fuerza estética del
casco en enramada, etc.
Por eso me pareció interesante este sondeo, para ver si realmente se piensa que la arboladura
sobra. Los datos no son concluyentes, pero concluyo que una gran mayoría sigue pensando
que la arboladura es básica y necesaria. El modelo “acabado” precisa de arboladura. Esta
opinión se lleva el 60 % que si se le suma el 12% de los que piensan que la arboladura es “lo
esencial” del modelo, nos da un 72 % que no quiere oír hablar de “solo-cascos”.
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Sin embargo, nos queda un 28 %, un porcentaje muy apreciable, seducido por el mero casco y
que no se preocupa de la jarcia. Sería interesantísimo conocer sus motivos. Personalmente, yo
soy partidario de la jarcia, voté con la mayoría, pero me pensé la opción de dar prioridad a los
palos y cabos.
Comentarios:
LuisQ dijo…
Yo soy de los que no consideran la arboladura indispensable. Y mis razones son que lo que
realmente más valoro en un modelo es el trabajo y no el producto terminado, que por
supuesto, también me gusta.
Y considero desde el punto de vista del modelista que la arboladura tiene poco valor artesanal
pues no es gran cosa la aportación que pueda hacer el modelista y que diferencie un modelo
de otro. O en otras palabras, que los cascos son todos diferentes y las arboladuras son muy
parecidas. Y esto me aburre. Sin embargo sí reconozco que un barco arbolado queda más
estético, pero mi objetivo es divertirme cuando trabajo. Y un casco bien hecho también es
estético.
Yo creo que de aquí en adelante arbolaré posiblemente un modelo de cada 2 ó 3 que haga, sin
contar aquellos que la arboladura es muy sencilla por supuesto, como el Seekadett, que no
llevaba velas o el Shifetto que lleva una. En estos casos sí que arbolaré.
Navegante dijo...
En este caso tengo que diferir totalmente del planteamiento que hace Luis. Yo pienso
justamente todo lo contrario. Observando muchos modelos, mirándolos y remirándolos,
compruebo que la mayoría de cascos me parecen "casi" iguales. Sin embargo, lo que
diferencia un modelo de otro es la arboladura y, sobre todo, la jarcia. Es precisamente en este
punto donde hay más margen para la mejora del modelo (colchado, embreado, aforrado, etc.)
si realmente se quiere aparejar el modelo lo más cercano posible a la realidad de la época.
Por otro lado, Luis, hablas de diversión. Si te refieres a que la jarcia es más aburrida, en parte
tienes razón, ya que hay que realizar muchas tareas repetitivas (nudos, adujas, flechastes,
obenques), sin embargo, detrás de esta tarea hay muchas horas de estudio, de observación,
comparativas, etc. que para la mayoría (según la encuesta) son importantes y que seguro que a
muchos también le divierte.
Desde mi modesto punto de vista, creo que un casco bien elaborado, respecto a una jarcia del
mismo nivel, requiere menos cantidad de trabajo y muchos menos conocimientos (cuadernas
y tracas). Una vez que haces un casco bien, cada uno de los siguientes diferirá algo en sus
formas pero el procedimiento será casi siempre el mismo (salvo innovaciones como los
cascos por módulos y sin quilla, made in Ramón). Sin embargo, cada jarcia es diferente y
refleja un tipo de barco, de navegación, de época... (aunque evidentemente también los
cascos)
Por último, y obviando lógicamente los modelos en enramada, cuyo propósito es "enseñar" el
sistema constructivo de una época (lo que conlleva un cierto desprecio por la arboladura, pues
su propósito es concreto y didáctico), la jarcia permite un mayor lucimiento al autor de un
modelo que el casco (algunos ejemplos: el hussard de ramón o la bounty de pakkus).
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LuisQ dijo...
Estoy de acuerdo con mucho que dices, pero ya he dicho que lo que a mí me importa es
divertirme. Y con lo que no estoy de acuerdo es que la arboladura sea más difícil o divertida.
Si tienes buenos planos la arboladura y sobre todo la jarcia es, si ya has arbolado un par de
navíos de linea o fragatas, algo muy repetitivo. Que queda mejor con ella ya he dicho que sí,
pero a mí me aburre. Y digo a mí, y no que sea la opinión general. Considero el modelismo
con sus muchas facetas una cuestión de gustos personales que tiene que ser diferente
dependiendo del carácter y personalidad de cada modelista. A mí lo que más me atrae es hacer
siempre algo nuevo.
Y no me digas que todos los cascos son iguales o parecidos, tienen muchísima variación pues
hay cascos para todos los gustos. El casco que yo estoy haciendo ahora, el PILAT, no creo
que lo haya hecho nunca nadie en ninguna parte y no se parece nada a ninguno que yo haya
hecho antes. Y el último que hice, el Seekadett, no se parecía en nada a ninguno que yo
hubiera terminado en el pasado y creo que he terminado diez. Claro que si te ciñes sólo a
modelos de guerra del siglo XVIII pues sí que son parecidos.
Ricardoolmoscardenas dijo...
Pues yo estoy con la mayoría creo que la arboladura es una parte importantísima y completa
la obra, el barco es casco y arboladura, aunque reconozco que el velamen, dificulta la visión
en gran parte de esa obra, y no permite el lucimiento de mucha parte del trabajo, son las velas
las que a mi, personalmente, no me gustan del todo, por eso las prefiero recogidas, pero un
barco sin arboladura es un barco en construcción, en el astillero y bien podría ser un diorama,
la enramada yo la veo como mas didáctica, generalmente no es un barco completo, sirve para
ver su anatomía, la forma de construirlo, y por eso requiere estudios e investigaciones
profundas y muy depuradas, pero no creo que se le ocurra a alguien realizar una técnica de
envejecimiento, con lo que se acerca mucho a la realidad y no hacerle una jarcia y
velamen...Pienso que son formas constructivas distintas, que obedecen a gustos y
sensibilidades muy dependientes del modelista, y si bien definí mi gusto personal no dejo de
reconocer también que hay cascos en que una arboladura le sobra.
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La bodega
(Por Navegante)
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Este mes os emplazo a que paséis un buen rato comprobando vuestros conocimientos con este
crucigrama. ¡Suerte!
Horizontales
1. La verga mayor del bauprés y también la vela que se larga en ella (8 letras)
5. Nombre que se da al farol de popa del navío o buque comandante de una escuadra o división
(5)
6. Madero fuerte que de popa a proa por una y otra banda une las cubiertas con el costado, y en
lugar de estar vaciado a escuadra en la línea de intersección del plano de aquellas con el de
éste, forma un canal que además de permitirle o dejarle mayor espesor en dicha parte y de
hermosear la vista de toda la obra, facilita la corriente de las aguas hacia los imbornales que en
él se taladran (9)
9. Madero taladrado longitudinalmente por su centro y colocado a uno y otro lado del tajamar en las
perchas de proa que sirve de lugar excusado a la tripulación y guarnición del bajel (5)
11. Especie de collar que sujeta una verga a su respectivo palo o mastelero, facilitando al propio
tiempo su curso a lo largo de éste (9)
12. Embarcación de dos palos que son mayor y el trinquete con su bauprés de velas cuadras con
sus correspondientes estáis, foques, etc. y por vela mayor gasta una gran cangreja aunque
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algunos por aprovechar los vientos largos llevan ademas otra mayor redonda (9)
13. Nombre de todo instrumento de astronomía, cuyo arco consta de noventa grados o de la cuarta
parte del círculo; y sirve para observar las alturas de los astros o su paso por el meridiano (9)
Verticales
1. En general, es todo asiento establecido sólidamente y formado de una pieza proporcionada de
madera, con escopladura o hueco practicado en ella, para engastar la mecha del palo o madero
que ha de descansar encima (8 letras)
2. Palo redondo, de una pieza, y de proporcionadas dimensiones, que enganchado en el de
mesana o en el mayor, según sea la embarcación, y extendiéndose hasta fuera del
coronamiento de popa, sirve para cazar en él la cangreja (8)
3. La parte de la cubierta superior comprendida entre el palo mayor y la entrada de la cámara alta
en embarcaciones que la tienen; o hasta el coronamiento de popa en las demás (7)
4. Madero grueso clavado de popa a proa a lo largo del costado por la parte interior, sobre el cual
sientan las cabezas de los baos, que van en él endentados a cola de milano (9)
7. El cabo que se une o cose, y con que se refuerzan las orillas de las velas; y toma el título o
denominación de cada una de aquellas (7)
8. Barandilla colocada al pie de los palos de mayor y trinquete, y cerca de la orilla de la boca del
combés, para resguardo de la gente y para amarrar cabos que laborean por las cajeras de sus
montantes o por motones fijos en la parte baja, y formar parapetos en sus candeleros (6)
10. Tablón grueso o pieza o compuesto de piezas que se adapta fuertemente a la roda por su cara
exterior o de proa, y aun se asegura más con las curvas bandas; en él rematan las perchas, y
en su extremo superior se coloca el figurón; por el corte airoso que se da a su canto exterior,
agracia la proa; y sirve para hender o dividir el agua cuando el buque marcha (7)
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Siguiendo con lo prometido en la publicación del artículo anterior de esta serie, el Trehantiri
de Thanassis, ahora le toca el turno al Galeón Gallego.
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Aunque con unos orígenes discutidos pero ciertamente lejanos, hay quien remonta sus
orígenes al S XV, el Galeón Gallego, o Galeón de las Rías, no tiene noticias ciertas como
embarcación de transporte hasta la segunda mitad del siglo XVIII por lo que sería una
evolución funcional acomodada a las necesidades de transporte interno en las rías, en una
sociedad que se despertaba a la industrialización en medio de una situación geográfica
particular. Efectivamente es más corto utilizar un barco para atravesar las rías que voltearlas
por tierra para transportar todo tipo de cargas. Leña, barro, materiales de construcción y
personas, fueron las cargas más habituales.
Solían tener una eslora entre los ocho y los veinte metros, normalmente arbolados con un palo
aparejado de balandro, los mayores también con dos. Posteriormente se motorizaron sin
perder su vela cangreja característica.
Como dice Joaquín Yarza en su foro, en un magnífico artículo sobre estos barcos:
“…sobrevivieron hasta la década de los 60 del pasado siglo y muchos terminaron haciendo de
bateas de mejillón en las rías. De esta manera también se pudo conservar buen número de
cascos y conocer las formas típicas de esta embarcación cuya tipología media estaría entorno
a los 13 metros de eslora, una manga de 4 metros y un puntal de 1,50 metros, con un registro
bruto sobre las 15 toneladas”.
Construidos generalmente en roble para su estructura y pino para los forros, su poco calado
propiciaba que pudiesen entrar en casi cualquier sitio, facilitando además su varado en las
playas aprovechando las mareas.
Actualmente existen diversas iniciativas, tanto particulares como institucionales, que están
recuperando estas embarcaciones, lo que constituye una alegría cuando les vemos navegar de
nuevo por nuestras rías.
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El mío, que aquí os presento, el “XA VOU”, fue construido a partir de los planos que me
proporcionó Joaquín, quien también es el responsable de su nombre. Con una construcción
típica de mamparos de contrachapado de 5mm, está forrado con tracas de pino, cortadas a
partir de un perfil normalizado de 5 x 50 mm. comprado en una tienda de bricolaje muy
conocida en nuestra ciudad, mientras que en la cubierta utilicé tilo de otra tienda de
modelismo, en tracas ya cortadas de 8 x 2 mm. La clavazón de la cubierta está simulada
mediante la realización de perforaciones de 1 mm rellenas con pasta de carpintero simulado
los tapones.
Las casetas y tambuchos las hice aprovechando retales de sapelli y palo rosa y las regalas,
pasa cabos y cornamusas son de nogal. El acabado final de la obra viva es pintado con
acrílico, mientras que la cubierta está tratada con goma-laca.
Para la jarcia fija he empleado cable de acero de 0,8 mm de Ø y de 0,5 en las burdas, mientras
que la jarcia de labor está realizada utilizando cabos de algodón de Tridalia con una máquina
de colchar hecha según las indicaciones de otro insigne forero. Finalmente la red de seguridad
del botalón la hice a partir de un saquito de ajos.
La vela procede de una sábana vieja, cortada, cosida y teñida con tinte comercial.
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