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Filosofía de la Transcomplejidad

Msc. Waleska Perdomo Cáceres

Waleska_perdomo@yahoo.com

Enero 2015

Introducción

Retira el velo, remueve tus creencias porque tus creencias generarán tus
pensamientos, tus pensamientos generarán tus palabras, tus palabras se
transformarán en actos, y tus actos formarán tu destino. - Mahatma Gandi

Lanza (2009) comenta que no existe un universo físico separado o fuera de la vida, el
espacio y el tiempo solo existen en la mente, como construcción de ella. Este es un
poderoso basamento para muchos: el mundo es realmente creado por el sujeto en torno
a los significados que da a los objetos, los fenómenos, los eventos y a la construcción de
su propia realidad en honor a su herencia divina y no al contrario. Sui (2003), la mente
es un sutil instrumento del alma, realmente somos almas transitando por una
experiencia humana.

Estamos transitando por un sendero convulsionado, dónde la transformación del


pensamiento es un hecho, se perciben las cosas por su esencia inmaterial, sabiendo que
estamos construyendo realidades físicas que son manifestadas posteriormente, este es
el mundo de las ideas. El cambio de la percepción de la existencia meramente física ha
variado, como ha cambiado sus asociaciones. Por ejemplo, hoy sabemos que la fuerza
inmaterial que mueve el mundo es el amor, es la voluntad, es la pasión. Estas no son
fuerzas físicas, por el contrario son el resultado de estos nuevos tiempos dónde sabemos
que la fuerza que verdaderamente empujan al mundo, la cambios y las
transformaciones de las sociedades, de la humanidad son las fuerza que no se puede
ver, ni tocar. De hecho, muchas palabras vienen de la raíz del amor, “El amor es filósofo”,
la filosfía es amor al saber.

Una categoría Filosófica Transcompleja

Pensar en la transcomplejidad desde la perspectiva filosófica es un tema más que


atrayente pues supone la indagación sobre la investigación desde un punto de vista que
va más allá de los sentidos, de lo estructurado. Presupone el reflexionar sobre las
emociones que esta genera, más que en sus resultados visibles porque eso es la
transcomplejidad: un punto de vista diferente. Uno que permite el valorar las cosas
internamente más que “fuera de la caja”, tal como pudiese resultar la medición de la
cuación de Schrödinger.
Filosofar de sobre la transcomplejidad impone sentir la investigación, si esto es posible,
en un mundo calculadamente caótico e impensable dónde lo material está quedando
atrás y lo intangible se hace cada vez más evidente. Reconocer los niveles múltiples de
la realidad es fundamental para el investigador transcomplejo, más si se está teorizando
sobre un nuevo enfoque que debe ser tan amplio como para reconocer las dimensiones,
las nuevas dimensiones del ser.

La mente sobre la materia, el alma sobre el cuerpo, lo inmaterial sobre lo material todo
esto corresponde a las nuevas dimensiones del ser, por lo menos están siendo
reconocidas como una dualidad de la existencia virtual y física. Por ello la metafísica,
entendiendo la palabra como más allá de lo físico, se ocupa un poco más de
descomponer lo tangible.

Nuestros tiempos ocupan el mirar hacia adelante para eliminar las barreras de la
humanidad, pasando por encima de la personalidad. Tal como lo dice Berg (2006), son
tiempos para eliminar las barreras físicas reconociendo que estas son las mismas
barreras espirituales, son nuestros obstáculos internos los que debemos vencer. La
Ciencia no escapa de estos tiempos de transformaciones y de retos, la transcomplejidad
busca atrapar la pureza de la ciencia haciéndola más humana.

Una ciencia más humana que asemeje aquellos desgastados procesos alquímicos de la
edad media dónde tantos alquimistas como Merlín, el Mago, buscaban convertir
metales ordinarios en preciosos depurándolos mediante diversos procesos químicos.

La alquimia era fundamentalmente arte, inspiración y búsqueda del cambio de estado


de algo sin valor, a otro diametralmente opuesto. El proceso de transformación por el
que pasa el diamante, por ejemplo, es un proceso alquímico desde que es un simple
carbón hasta que se convierte en una piedra preciosa.

Las transformaciones alquímicas implican mucho proceso y tiempo para lograr observar
los cambios deseados. Esta es una clave en la evolución humana, en los avances
científicos, de hecho es un tipo de tecnología que en su momento simbolizaba la
evolución desde un estado imperfecto, efímero hacia un estado perfecto.

En un mundo complejo, las soluciones deben ser simples. Para llegar a estas soluciones
sencillas, debemos disponer de métodos investigativos que logren engranar la ciencia
con el arte, el de la transformación, el de la evolución desde la ignorancia hasta la
sabiduría.

Dios no juega a los dados con el Universo, Einstein (). Es cierto, muchos descubrimientos
de la física no son casuales, las tendencias de la física lleva a demostrar que la realidad
está cambiando. La vieja visión de que la realidad es el evento observado, medido por
el investigador y sus fenómenos son meramente externos e incontrolables ya no basta.
La nueva perspectiva de la realidad, y la que ha asumido la transcomplejidad es que su
construcción es interna, que está directamente ligada a la naturaleza de la conciencia
humana, por lo que no debe existir la creencia de que simplemente exista única realidad.
La transcomplejidad reconoce la tener validez y utilidad para el conocimiento que se
reconozca el carácter caótico, multidiverso de la realidad, las facetas múltiples del
fenómeno, la necesidad de un abordaje transdiciplinario en las soluciones.

Es por ello que la fundamentación filosófica de la investigación transcompleja asume el


cambio y la vacuidad como movimientos propios de la existencia humana, con la
transformación natural que proviene del conocimiento científico. Considera lo
metafísco, pues ve más allá de la física. Los seres humanos somos parte de esa cuántica
de la vida. Somos parte del Universo y uno con él, estamos hechos de polvo de estrellas
en el literal sentido de la palabra por lo que el pensamiento se comporta tal como las
moléculas, vuelan al aire. El pensamiento es la primera fase antes de la materialización
de ideas, investigaciones, desarrollo de productos. Lo inmaterial pasa por una fase
intangible para luego, convertirse en tangible.

La investigación no es estática, el pensamiento tampoco lo es porque la vida es un


continuo reciclar de la materia y la energía.

Una ciencia más ética constituye un principio fundamental de la investigación


transcompleja, se considera que el hombre debe estar en el debate de lo es que o nó
hacer, éticamente en el evolucionar del conocimiento. Por ello, el Biocentrismo o
universo de la biocéntrica de Lanza (2009), es una teoría que explica muy bien la
necesidad de que la ciencia este orientada la biología y la vida cómo ejes que originan la
realidad y el universo, y no a la inversa.

Del mismo modo, el Biocentrismo afirma que todo ser vivo merece respeto, moralmente
hablando por lo que se busca reivindicar lo ecológico, lo ético, el valor moral que debe
tener la ciencia hacia la vida.

Realmente la realidad está “construida” y “seleccionada” por la mente a través de la


filosofía de la investigación transcompleja la cual respeta la dignidad fundamental de
toda vida y acentúa la profunda conexión entre la felicidad individual y la felicidad de los
demás.

La realidad verdadera es pura luz, energía tal como lo comenta Berg (2009). Está llena
de accidentabilidad, es circunstancial es la unión metafísica de lo material y de lo
inmaterial. Podemos construir investigación con abordajes diversos asumiendo posturas
amplias e inclusivas, por lo que la reflexión interna nos permite internalizar nuestra
propia realidad lo que genera posturas personalísimas en virtud de transformar nuestro
entorno.
La filosofía de la transcomplejidad es una condición ontológica que une el pensamiento
complejo para interpretar, unir y generar soluciones originadas de la reflexión creativa,
lo que nos permite generar nuevas realidades en mundos cambiantes, caotizados y que
carecen de control. Por ello el cuestionamiento investigativo es invaluable, la duda
ayuda a analizar lo fenomenológico aún existan condiciones adversas.

A manera de conclusión

No solo el universo es visible, si no es también todo aquello que es más allá de lo


perceptible, en el campo metafísico tal como lo señala Berg (2009). Nada cuesta
identificar lo sólido, lo físico. Cuesta cuando debemos asumir las propiedades
fundamentales sobre las que está construido el mundo.

Lo flexible y la recursividad de los ciclos permiten afirmar que ninguna investigación se


debe dar por acabada, la investigación transcompleja tiene como postulado filosófico lo
inacabado del todo, la complementariedad de lo substancial, de lo incidental para lograr
una nueva forma de pensar.

En tanto más iluminemos, más sabiduría habrá. La filosofía de la transcomplejidad


propone que desafiemos las formas de pensamiento más tradicionales aceptando la
teoría de que el espacio y el tiempo simplemente son herramientas de nuestra mente,
de la forma como concebimos nuestra realidad. Este un nuevo modelo de la realidad.

Bibliografía

Berg, Y. (2004). The power of Kabbalah: Technology for the soul. Kabbalah Pub.

Berg, R. (2009). Nano tecnología de la mente sobre la material. Kabbalah Pub.

Lanza, R. (2009). Biocentrism: How life and consciousness are the keys to understanding
the true nature of the universe. Benbella Books.

LeShan, L. L., & Margenau, H. (1982). Einstein's space and Van Gogh's sky: Physical reality
and beyond. New York: Macmillan.

Sui, C. K. (2003). The Spiritual Essence of Man: The Chakras and the Inverted Tree of Life.
Institute for Inner Studies.

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