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Cómo usar pintura artística

acrílica en murales de exterior


Las pinturas acrílicas son las preferidas para murales de exterior. Mantienen sus
colores brillantes más tiempo que la pintura al óleo y están menos sujetas a
descamarse si se aplican correctamente. Algunos tipos de pintura acrílica se
pueden usar con un aerógrafo, permitiendo un amplio rango de texturas. Como
todas las pinturas, los colores acrílicos se aplican mejor sobre una imprimación,
especialmente si la superficie a pintar es porosa. La imprimación debe ser de base
de látex o acrílica, no de aceite.

Prepara la superficie que vayas a pintar. Si vas a hacerlo directamente en una


pared exterior, repara cualquier grieta en el estuco, cemento o ladrillo. Si la
superficie ha sido pintada previamente, intenta descubrir qué tipo de pintura se ha
usado. El acrílico tiende a deshacerse o desconcharse de superficies que se han
pintado con pintura con base de aceite. Cepilla un poco de tu imprimación y mira si
se adhiere. Deja que seque y verifica si se desconcha. Si lo hace, quizás quieras
lijar la superficie usando papel de lija, o pintar el mural en una pieza grande de
contrachapado de exterior y montarlo en la superficie.

Aplica el imprimador y déjalo secar. Debería sellar la superficie a pintar, pero no


desconcharla. Si pintas un paisaje o vas a tener otro fondo grande, mezcla un
poco de color de tus tubos de acrílico con la segunda capa de imprimación para
ayudar con el proceso de pintura de la imagen. Por ejemplo, mientras el
imprimador sigue húmedo, pon algo de azul cerúleo a lo largo de lo que planeas
que sea el cielo. Hazlo más ligero con una esponja de pintor o con una brocha. Si
usas un aerógrafo, extiende una capa oscura de azul cerca del cielo y después
usa un espray más y más claro mientras vas desde el horizonte hacia arriba, a la
parte superior de la imagen. Tan pronto como esta capa se seque, diluye un poco
de blanco titanio con agua en un plato de papel, hasta que quede espeso como
una sopa. Moja una esponja natural en la pintura y pásala ligeramente sobre la
zona del cielo para crear nubes.

Esboza o proyecta la imagen en la pared. Un proyector opaco puede acelerar de


verdad esta parte del proceso, poniendo la imagen que deseas reproducir en la
pared y permitiéndote dar tamaño rápidamente a la proyección según el espacio
requerido. Después puedes dibujar los perfiles de los espacios en la imagen en la
zona que vas a pintar. Si esto falla, tendrás que dibujar a mano alzada sobre la
pared o transferir el dibujo usando una cuadrícula.

Pinta las porciones del fondo del mural primero y después rellena con el primer
plano y los detalles. Necesitarás escoger una hora del día en la que el sol no
caliente la superficie de la pintura demasiado, y cuando no haga frío o humedad.
Esto puede hacerte tener que usar tu tiempo para la pintura corriendo a veces y
esperando otras. La pintura acrílica seca muy rápido. Si la pared sigue templada,
habrá problemas al extender la pintura. Si la pared está húmeda, las pinturas
acrílicas no se unirán bien a la superficie y la imagen se desconchará. Un
momento ideal es cuando la pared está ligeramente ensombrecida, pero la
superficie y el aire de alrededor son cálidos y secos.

Usa métodos similares para crear el primer plano. Si creas un paisaje, los verdes
se oscurecerán al acercarse al horizonte, haciéndose purpúreos con la distancia.
El primer plano inmediato debería ser mucho más claro. Añade detalles usando
pinceles pequeños y esponjas. Limpia los utensilios entre colores; ten bastante
agua y toallas de papel a mano para esta parte del proceso. Un contenedor
irrompible o dos medio llenos de agua son buenos lugares para dejar los pinceles,
las esponjas y otros utensilios entre usos. En un día cálido, el acrílico puede
secarse rápidamente lo suficiente para dañar el delicado equipo artístico.

Haz atrevidas pinturas abstractas usando rodillos de varios tamaños. Los platos de
papel son excelentes bandejas para pinceles de cerdas y rodillos pequeños. De
nuevo, trabaja con rapidez y mantén las herramientas húmedas. Pon textura en
las superficies amplias mojando un cepillo de dientes en un tono de pintura que
contraste o que sea complementario, y rascando hacia ti con algo plano, como una
regla o un palo de helado. Esto causará que las gotitas se despeguen frente a ti en
la pintura.

Protege la pintura rociando o cepillando un acabo acrílico transparente sobre toda


ella. Asegúrate de que sea un acabado acrílico; algunos tipos de acabados
transparentes se mezclan mal con el acrílico. En una zona donde la imagen puede
estar sujeta a polvo o arena, quizás quieras aplicar tres o cuatro capas de
acabado protector. Deja que cada una seque antes de añadir otra.

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