You are on page 1of 6

GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS

CAPÍTULO XIII

Trauma maxilofacial

Andrés Pauwels, MD
Karina Sarmiento, MD
Guillermo Gracia, MD
Departamento de Odontología
Sección cirugía Maxilofacial
Fundación Santa Fe de Bogotá
INTRODUCCIÓN

E n Colombia el trauma maxilofacial repre-


senta un problema de salud y social de
significación. El trauma maxilofacial afecta los
En el manejo de las heridas maxilofaciales de
los tejidos blandos de la región maxilofacial
se siguen los principios generales de trata-
tejidos blandos y tejidos duros faciales, com- miento especializado; el manejo no se con-
promete la piel, el cuero cabelludo, la región centra únicamente en el cierre de la herida
frontal, la región orbitaria, la región geniana y para prevenir infecciones y mejorar la estéti-
cigomática, la región nasal, la región labial y ca, sino que incluyen procedimientos dirigidos
la región mandibular. Las estructuras óseas y a restaurar la forma y la función. Con diag-
dentales pueden presentar fracturas aisladas nóstico y manejo apropiados, los efectos cos-
y combinadas que empeoraran el cuadro méticos y funcionales postraumáticos se re-
clínico. ducen significativamente.

El manejo inicial se hace según las recomen-


daciones del Manual ATLS (Advanced Trauma FRECUENCIA
Life Support) para el manejo de las heridas.
En Colombia más de 700.000 pacientes acu-
Los principios de tratamiento de las fracturas den cada año a los servicios de urgencias por
faciales son iguales a los de otras estructuras trauma maxilofacial primario o secundario, de-
del esqueleto óseo. Las partes óseas deben rivado principalmente de accidentes vehicula-
ser alineadas (reducción) y mantenidas en po- res y de violencia y asaltos.
sición (inmovilización o estabilización) por el
tiempo suficiente para que el hueso cicatrice.
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOGENIA
En la evolución y resultado final del trauma
maxilofacial influyen factores importantes, ta- Los accidentes vehiculares y los asaltos ca-
les como la edad, el estado general del pacien- llejeros son las causas más frecuentes. Otras
te, la presencia de enfermedades concomi- causas son los accidentes caseros, los acci-
tantes, la complejidad de las fracturas, así dentes deportivos y recreacionales, los acci-
como la idoneidad del profesional que las tra- dentes industriales y la violencia intrafamiliar.
te y la técnica quirúrgica que utilice.

992
CAPÍTULO XIII: TRAUMA MAXILOFACIAL

Durante los asaltos, la mandíbula y el hueso Fracturas naso-órbito-etmoidales: se ex-


malar son las estructuras óseas más suscep- tienden desde los huesos nasales hasta el
tibles de fracturas, a diferencia del tercio medio hueso etmoides. Pueden causar alteraciones
fascial, que es la región que recibe el impacto o lesiones del aparato lacrimal y del conducto
principal del trauma en los accidentes de nasofrontal, con ruptura de dura. Es común la
tránsito. lesión del canto medio.

Se han definido los conceptos de fuerza de Fracturas cigomaticomaxilares: resultan de


alto y de bajo impacto. Se consideran fuerzas un trauma directo sobre la región malar, con
mayores, o de alto impacto, las de 50 veces desarticulación de las suturas cigomatico-
la fuerza de la gravedad, y menores, o de bajo frontal, cigomaticotemporal y cigomaticoxilar.
impacto, las de menos de 50 veces la fuerza Usualmente comprometen el agujero infra-
de la gravedad. En las estructuras faciales orbitario y el piso de la órbita.
existen diferencias regionales en lo referente
a la cantidad de fuerza necesaria para crear Fracturas maxilares: se clasifican como fac-
una injuria. El hueso frontal, la sínfisis y el án- turas Le-Fort I, II y III.
gulo mandibular, así como los rebordes supra-
orbitarios, requieren una fuerza de alto impac- Fractura Le-Fort I: es una fractura horizontal
to para fracturarse. del maxilar superior, que separa el proceso
alveolar y el paladar del resto de la maxila. Se
extiende a través del tercio inferior del septum,
CAUSAS e incluyen la pared lateral del seno maxilar
con extensión a la apófisis pterigoides y al
Fracturas de hueso frontal: se producen por hueso palatino.
un traumatismo severo de la región frontal. El
seno frontal puede estar comprometido, y si Fractura Le-Fort II: es una fractura piramidal
la pared posterior del seno resulta fracturada, que se inicia en el hueso nasal y se extiende
puede existir lesión de la duramadre y tam- al hueso lacrimal. Se dirige posteriormente
bién del conducto nasofrontal. hacia abajo, a través de la sutura cigomatico-
maxilar, y se continúa posterior y lateralmen-
Fracturas del piso orbitario: se producen te al maxilar, por debajo del malar hasta la
cuando se genera un aumento de la presión apófisis pterigoides.
intraorbitaria. El aumento de la presión intra-
orbitaria produce fractura de la pared ósea Fractura Le-Fort III: es la separación de los
más débil, generalmente el piso orbitario o la huesos faciales de la base del cráneo.
pared medial. La fractura del piso de la órbita
puede producir herniación del contenido de la Fracturas mandibulares: pueden presentar-
órbita hacia el seno maxilar y la consecuente se en cualquier lugar de la mandíbula, siendo
alteración visual y funcional del ojo. los cóndilos la parte más débil y la sínfisis la
más resistente.
Fracturas nasales: se producen como resul-
tado de las fuerzas transmitidas por un trau- Fracturas alveolares: se pueden producir
ma directo, y son discutidas en otra Guía de como consecuencia del impacto directo de una
esta serie. fuerza de baja energía sobre el proceso
alveolar, o como continuación de una línea de

993
GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS

fractura de la mandíbula o del maxilar supe- a la palpación, con presencia de escalón


rior. infraorbitario y hemorragia subconjuntival. El
atrapamiento del nervio infraorbitario genera
Fracturas panfaciales: se producen como parestesia del labio superior y de la región na-
consecuencia del impacto directo de una fuer- sal lateral. En algunos casos puede atrapar-
za de alta energía y comprometen los tres ter- se el músculo recto inferior y generarse di-
cios faciales simultáneamente. plopia.

Fracturas maxilares: en las fracturas Le-Fort


PRESENTACIÓN CLÍNICA I se aprecia edema facial, movilidad del maxi-
lar superior y cambios en la oclusión.
Fracturas frontales: se encuentra crepitación
del reborde supraorbitario, enfisema subcutá- En fracturas Le-Fort II se encuentra edema
neo y parestesia de los nervios supratroclea- facial, telecanto traumático, hemorragia sub-
res y supraorbitario. conjuntival, movilidad del maxilar en la sutura
nasofrontal, epistaxis, cambios oclusales y
Fracturas del piso de la órbita: se encuentra algunas veces rinorrea.
edema y equímosis periorbitaria, parestesia
o anestesia infraorbitaria y lesión ocular. Cuan- En fracturas Le-Fort III hay edema masivo con
do se atrapan los músculos rectos medial e elongación y aplanamiento facial, mordida
inferior hay alteración de los movimientos ocu- abierta anterior y movilidad de todo el tercio
lares. medio cuando se manipulan los dientes del
maxilar superior; frecuentemente se encuen-
Fracturas nasales: se presenta con dolor y tran epistaxis y rinorrea.
edema nasal, desplazamientos que pueden
generar laterorrinia o hundimientos, crepita- Fracturas alveolares: los hallazgos clínicos
ción y epistaxis. incluyen laceración y sangrado gingival. Alte-
raciones dentales como movilidad, avulsión y/
Fracturas naso-órbito-etmoidales: el signo o pérdida dental, adicionalmente, puede pre-
patognomónico es el telecanto traumático, sentarse movilidad del proceso alveolar.
cuya característica principal es el aplanamien-
to y ensanchamiento del puente nasal. Otros Fracturas mandibulares: los hallazgos clíni-
hallazgos frecuentes son epífora, rinorrea y cos incluyen maloclusión, trismus, dificultad
epistaxis. para morder, movilidad de los segmentos
óseos y crepitación. Intraoralmente hay ede-
Fracturas del arco zigomático: se presenta ma, equímosis y sangrado gingival. Cuando
dolor y un defecto de la región del arco, obser- el nervio dentario inferior está lesionado hay
vable y palpable. Durante los movimientos parestesia o anestesia de la región sinfisiaria.
mandibulares hay limitación de la apertura
bucal. Fracturas panfaciales: las fracturas panfa-
ciales pueden comprometer la vida del pacien-
Fracturas del complejo zigomático-maxilar: te. Sus hallazgos clínicos dependen de la com-
los hallazgos clínicos en estas fracturas inclu- binación de las múltiples fracturas que son
yen una eminencia malar deprimida y dolorosa posibles en esta muy grave lesión.

994
CAPÍTULO XIII: TRAUMA MAXILOFACIAL

EXAMEN FÍSICO con gran facilidad. Su examen se realiza pal-


pándola en forma bimanual para detectar frac-
Se inspecciona la cara. Cuando se encuentran turas.
heridas abiertas, se deben limpiar y retirar los
cuerpos extraños; intraoralmente se debe des- El pabellón auricular debe inspeccionarse, y
pejar la cavidad oral de dientes fracturados o el conducto auditivo examinarse para determi-
cuerpos extraños que puedan comprometer nar la presencia de laceraciones, comprobar
la vía aérea. la integridad de la membrana timpánica, de-
tectar hemotímpano, perforaciones, salida de
Es conveniente examinar la cara por tercios, líquido cefalorraquídeo y equímosis de la re-
para no pasar por alto ninguna alteración. gión mastoidea (signo de Battle), lo cual su-
giere fractura de la base del cráneo.
El tercio superior lo conforman el hueso fron-
tal y el seno frontal. La valoración de una frac- Los estudios imagenológicos mayormente em-
tura que compromete el seno frontal debe pleados para el estudio del tercio medio son
complementarse con una tomografía axial la TAC con cortes axiales y coronales y, alter-
computadorizada (TAC). Los estudios más nativamente, la radiografía de Waters, la ra-
útiles son la TAC con cortes axiales y corona- diografía posteroanterior de cara, la radiogra-
les y, alternativamente, radiografía anteropos- fía submental vertex y radiografías oclusales.
terior de cara y radiografía de Waters.
El tercio inferior contiene los maxilares y el
El tercio medio contiene sistemas altamente sistema estomatognático: los maxilares y la
especializados que controlan funciones espe- articulación temporomandibular deben ser
cíficas como el olfato, la audición y la visión. examinadlos extraoralmente.
El síndrome de la fisura orbitaria superior debe
tenerse en cuenta: sus características son Intraoralmente se examinan la lengua y la
oftalmoplejía, ptosis palpebral superior, prop- mucosa oral y se buscan equímosis, edema y
tosis y pupila midriática fija. Sí a estas carac- laceraciones intraorales.
terísticas se agregan amaurosis o disminución
del apex orbitario, se debe interconsultar inme- La mandíbula debe ser palpada bimanualmente
diatamente con los especialistas en cirugía para determinar si hay movilidad de los segmen-
maxilofacial y en oftalmología para un mane- tos o crepitación. Si la mandíbula está fracturada,
jo interdisciplinario conjunto. el paciente no podrá morder un baja lenguas.

Cuando las paredes orbitarias están compro- Se colocan los dedos del examinador sobre los
metidas, se producen atrapamientos oculares; dientes anteriores superiores, con la otra mano
se debe realizar la prueba de aducción forza- sobre el puente nasal; se mueve el maxilar en
da, para lo cual se necesita anestesiar la escle- sentido anteroposterior y lateral: si solamente
ra; posteriormente se pinza, tratando de des- se mueven los dientes, ello indica que se trata
plazar el globo ocular en sentido superior. Si de una fractura Le-Fort I. Si se mueve el puente
el ojo permanece fijo, ello significa que está nasal, esto indica una fractura Le-Fort II o III.
atrapado y el tratamiento es quirúrgico.
Cada diente debe manipularse individualmen-
La nariz es una estructura anatómica que por te para determinar movimiento, dolor, sangra-
su posición y proyección resulta traumatizada do gingival o crepitación.

995
GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS

El estado neurológico debe evaluarse, con es- • Neurológico: se registra la escala de Glas-
pecial atención a los pares craneanos, hacien- gow y se consigna cualquier cambio en el
do énfasis en los oculomotores, facial y estado mental; se practica un breve exa-
trigémino. men neurológico.

Los estudios imagenológicos para el examen


del tercio inferior incluyen la radiografía pano- TERAPIA MÉDICA
rámica y, como alternativas, radiografía pos-
teroanterior, radiografías laterales oblicuas iz- El manejo médico incluye administración de
quierda y derecha de la mandíbula, radiogra- oxígeno y de líquidos cristaloides isotónicos.
fía de Towne y radiografías oclusales. La TAC Si hay sangrado excesivo, es conveniente
de cóndilos está indicada cuando hay sospe- transfundir glóbulos rojos empaquetados (con-
cha clínica de fractura, con estudios radio- centrado de glóbulos rojos). Se aplica terapia
gráficos negativos. antitetánica, según el protocolo que aparece
en otra Guía de esta serie.

ESTUDIOS DE LABORATORIO El uso de antibióticos es variado: en las lacera-


ciones faciales se utiliza dicloxacilina; en he-
Los siguientes estudios están indicados: ridas de cavidad oral clindamicina; cuando hay
• Cuadro hemático. En casos de sangrado comunicación con el seno maxilar amoxicilina.
excesivo, evaluar hemoglobina y hemato-
crito cada 4 horas. El dolor requiere medicación por vía oral si
• Hemoclasificación. las heridas son menores, o parenteral en los
• Pruebas de coagulación. casos en que el paciente no puede utilizar la
• Beta gonadotropina coriónica. vía oral. La terapia antiinflamatoria es similar:
se utilizan medicamentos como ibuprofeno,
naproxeno, ketorolaco o rofecoxib. Para el
ATENCIÓN EN SALA control del dolor se utiliza codeína, oxicodona,
DE EMERGENCIA meperidina y morfina.

• Vía aérea: se debe administrar oxígeno y


mantener una vía aérea permeable. Se LECTURAS RECOMENDADAS
debe colocar un cuello ortopédico en for-
ma permanente. La cavidad oral debe es- 1. Andreasen J, Andreasen F. Essentials of traumatic
tar limpia de cuerpos extraños y se debe injuries to the teeth. Copenhagen. Munksgaard,
succionar la sangre. 1990.
• Ventilación: se debe realizar intubación oro 2. Baker S, Dalrymple D, Betts N. Concepts and
o nasotraqueal o cricotiroidotomia cuando techniques of rigid fixation. Oral and maxillofacial
existe un gran edema orofaringeo, y tam- trauma. En: Oral and Maxillofacial Trauma. Edita-
do por R Fonseca. Second edition. WB Saunders.
bién si hay trauma de los tercios superior y
Philadelphia,1997.
medio. 3. Burget G, Menick F. Aesthetic reconstruction of
• Circulación: no deben removerse cuerpos de nose. CV Mosby. St Louis, 1995.
extraños que puedan causar daño, se con- 4. Ingle J, Bakland L. Endodontics. Fourth edition,
trola la hemorragia y se instala un acceso Williams and Wilkins, Baltimore,1994.
venoso bilateral.

996
CAPÍTULO XIII: TRAUMA MAXILOFACIAL

5. Juniper R, Awty M. The immobilization period for 8. Tobin G. Closure of contaminated wounds. Surg
fractures of the mandibular body. Oral Surg 1973; Clin North Am 1984; 64:639-645.
36:157-165. 9. Werther J, Richardson G, Mc Ilwain M. Nasal tube
6. Lewin W. Cerebrospinal fluid rhinorrea in nonmissile switch: converting from a nasal to an oral
head injuries. Clin Neurosurg 1966; 12:237-242. endotracheal tube without extubation. J Oral Maxil
7. Stanley R. Fractures of de frontal sinus. Clin Plast Surg 1994; 52:994-998.
Surg 1989; 16:115-122.

997

You might also like