You are on page 1of 4

Mirada: puntos de vista y subjetividad

Está la mirada que mira, la mirada que vigila, la mirada que controla, está la
mirada que explora, que observa, la mirada que calcula, la mirada que
ausculta, la mirada que desnuda, la mirada que registra el cuerpo, la mirada
que excava el cuerpo, etc.

GERARD WAJCMAN, El ojo absoluto (2011:21)

Parece una obviedad decir que la imagen expresa un punto de vista y que, a
su vez, nuestra mirada de observador también entraña otro punto de vista. Entre
ambos, se dan múltiples tensiones que explican el hecho de que todas las
imágenes tienen muchos sentidos posibles.
Pero, ¿Y si nuestra propia mirada se torna objeto de reflexión y
problematización? O sea, más allá de la mirada del otro, podemos aprender a
mirar por nosotros mismos o, simplemente, a pensar sobre nuestras propias
prácticas de ver y mirar.
Empecemos por el punto de vista que expresa o propone la imagen:

1-

En una brillante novela corta, Nocturno indio, el escritor italiano Antonio


Tabucchi pone a una fotógrafa a describir un detalle ampliado de un retrato
tornado por ella. Este "mostraba a un joven negro, únicamente la cabeza y
los hombros, una camiseta deportiva con un eslogan comercial, un cuerpo
atlético, una expresión de gran esfuerzo en su cara, los brazos levantados
como celebrando un triunfo; obviamente, está rompiendo la cinta de la meta
con el pecho, en los cien metros, por ejemplo".
2-

Luego describe la fotografía completa: "A la izquierda hay un policía vestido


como un marciano, con un casco de plexiglás en la cabeza, botas largas, un
fusil apoyado contra el hombro, la mirada feroz bajo la feroz visera. Le está
disparando al negro. Y el negro huye con los brazos en alto, pero ya es
hombre muerto".

3-

Todas las fotografías (ampliadas, recortadas, tomadas desde determinado


ángulo, iluminadas en cierto modo, citan equivocadamente la realidad
(Manguel, 2000: 91).

En el recorte que propone la fotografía, hay una mirada. La mirada de


alguien, al que podremos llamar fotógrafo (puede ser un fotógrafo profesional,
amateur, e incluso, puramente ocasional). Lo más habitual es que miremos
directamente los objetos o las personas que creemos reconocer en la foto.
Si revisamos algunos de los epígrafes de las imágenes que se utilizan en los
libros de texto, vamos a comprobar que muchas veces apenas se enuncia el
objeto “retratado” y pocas veces se habla de cuestiones relativas al modo de
obtención de la imagen. Por lo tanto, necesitamos desprendernos de una mirada
ingenua delante de las imágenes en general y de las fotografías en particular.

¿Quién nos habla desde la foto?, muchos pueden responder, en primer


término: “desde la foto nos habla todo el paisaje, el sol, la ropa, unos ojos, un
gesto, una sonrisa, etc.”. De alguna manera, eso es cierto. Pero desde la foto nos
habla principalmente su autor, el fotógrafo, el que mira y nos propone su mirada,
el que nos invita a ver lo que el mismo ve.

¿Qué preguntas debemos hacernos al analizar una fotografía?

-¿Quién tomó esta foto?


-¿para qué?
-¿cómo lo hizo?
-¿A quién se la quería mostrar?
-¿de qué recursos disponía para hacerlo?
-¿qué dificultades pudo haber tenido?
-¿cuáles son las convenciones de su época que se pueden reconocer en otras
fotografías que le son contemporáneas?
-¿cuáles son los elementos más originales de esta imagen?

Conclusión
Podemos entender que mirar es interpretar. Pero una interpretación, para
ganar en solidez y potencia, necesita de metodologías explícitas. Podríamos
entonces aventurar un cierto "protocolo" al mirar que es, desde el punto de vista
metodológico, un aspecto clave al momento de tratar críticamente las imágenes.
De algún modo, corresponde al acto de interrogarse sobre la propia mirada, a
"detenerse un instante y limpiar las lentes" con las que miramos. La cuestión es
hacernos preguntas que vayan un poco más allá de "¿qué vemos en esta
imagen?"; que nuestras preguntas apunten a desmontar aquello que nos han
querido mostrar con esa imagen, aquello que los regímenes de visualidad no
nos han dejado mirar.
Un primer paso consiste en dejar de preguntarnos que vemos y reconocemos
"adentro" de la fotografía y comenzar a explorar la fotografía misma como
objeto: ubicar en tiempo y espacio la imagen, cuando y donde se hizo. Luego,
también, quién la hizo, para quién la hizo, donde circuló... y las preguntas se
multiplican.
Uno de los objetivos de interpretar una imagen debería apuntar a
comprender qué es lo que quiere comunicar. Y los modos de comunicación
varían según se trate, por caso, de una fotografía documental, de una fotografía
artística o de una fotografía doméstica.

You might also like