16 o Jueves 19 de julio de 2012
Género
Tomás Simón Cortés Canto,bailarín de folclore
Soy una persona sencilla, especial, que le gusta el trabajo y sigo vigente en
danza y producción teatral. Soy un hombre que no pierde el piso y estoy en la
completa disposición para compartir conocimientos
la entrevista
por Cecilia Ricárdez
C
on más de 50 años de ca-
rrera artística dedicada a
la danza, Tomás Cortés es
considerado un apóstol de
este arte. Con su trabajo de
investigación, promoción y creación
de espectáculos que enaltecen el
folclore mexicano ha recorrido el
país, el Estado, y escenarios del
viejo continente. Con 66 años
sigue bailando y compartiendo
su legado con las nuevas gene-
raciones de ejecutantes quienes
desean aprender el quehacer de
la danza folclórica. Difusor de
la cultura yucateca en México y
apasionado por las tradiciones de
su país y su tierra, es el primero
en recibir la Medalla al Mérito
Artístico “Maestro Marcelo Torre
Blanca”, entregada por el Instituto
de Investigación y Difusión de la
Danza Mexicana. Actualmente es
asesor de danza folclórica de la
Secretaría de la Cultura y las Artes,
dependencia que le entregó en el
2011 un reconocimiento por sus
50 años de carrera.
¿Quién es Tomás Cortés?
Una persona sencilla, especial,
que le gusta el trabajo y sigue
vigente en danza y producción
teatral. Le gusta la investigación,
la preparación de proyectos ori-
ginales que se desarrollan con el
apoyo de la Compañía de danza
folclórica Kaambal. Es un hom-
bre que no pierde el piso y está
en la completa disposición para
compartir sus conocimientos,
pero principalmente no vive de la
danza, sino para la danza. “Tomás
Cortés sólo hay uno y se rompió
el molde”, dijo entre risas.
No vivo de la danza,
lo hago para bailar
El amor por la danza folclórica
viene de familia
Sí, mi primer maestro fue mi padre,
Pablo Cortés, un gran jaranero. Mi
madre Bárbara Canto fue quien me
inculcó el amor a las tradiciones,
ambos me apoyaron para desarro-
llar esta inquietud que nació desde
los 11 años, en los que comencé a
realizar pequeños espectáculos. El
caminar en la danza inició de ma-
nera profesional hasta los 16 años,
en plena adolescencia, mientras
me formaba como maestro en la
Escuela Normal Superior “Rodolfo
Menéndez de la Peña”.
¿Cuál es la mayor satisfacción
que te ha dado tu vocación?
Que hasta hoy sigo produciendo
Producir, dirigir
y bailar son las
grandes pasiones de mi vida.
No cambiaría por nada el don
que se me dio, pero sé que
parte de él es el trabajo”
He sacrificado
tiempo, pero no
lo veo como una tortura,
porque hago lo que me gusta
todo el tiempo y ese es el
chiste de todo”
FOTOS JUAN ALBORNOZ
y tengo las mismas ganas de salir
adelante. Esta vida me gusta. Ade-
más, todas las obras que realizado
son importantes, porque lo que
hago lo disfruto.
¿Has sacrificado algo por dedi-
carte a la danza?
Sólo el tiempo, me absorbe, pero
siempre he lidiado con eso, y no
me ha generado problemas. Amo
lo que hago.
¿Cuáles son tus aportaciones
más importantes?
Lo que más me llena de orgullo
y satisfacción es saber que he
ayudado a formar generaciones
de ejecutantes, maestros y grupos
de danza, a quienes les di clases y
milenio NOVEDADES
enlínea...
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se han desarrollado promoviendo
el baile folclórico. También formar
parte de la gran familia Kaambal,
en la cual se encuentra el repre-
sentante estatal del Instituto de
Investigación de Danza Folclórica,
Samuel Espinosa, el primer mexicano
reelecto por esta organización.
Dentro de su legado ¿Qué destacaría?
Dos escuelas de danza folclórica,
una en mi natal Baca, fundada hace
30 años, y otra en Dzilam González,
que es encabezada por mi sobrina
Danilú Martín Cortés, quien hoy
presenta su festival de fin de curso
bajo mi dirección artística. Ambas
instituciones llevan de nombre
“Co’ox Ok’ot Tu halpad mul”.
Medio siglo de trabajo, recuerdos
y amigos
Recuerdo con mucho cariño a
mi compañera de baile Socorrito
Rodríguez, con quien compartí el
escenario siendo el primer jaranero
de las Serenatas de Santa Lucía en
enero de 1966, a la cual fui invitado
por su fundador Luis Pérez Sabido;
además, en aquel tiempo trabajé
con una generación talentosa de
maestros de folclore como Menalio
Garrido, Huacho Cortés, Manuel
Mézquita y Rubén Duarte.
Bailar con conciencia
Uno nunca deja de aprender, hasta la
fecha sigo consultando información
que surge de la danza en todos los
Estados, las nuevas generaciones
deben conocer a conciencia los
bailes que se ejecutan, porque
todo tiene un significado, un por-
qué; hay que respetar vestuario,
pasos y tradición. La investigación
en ese sentido es importantísima,
y la actualización obligatoria para
los que se dediquen a la danza
folclórica, con la intención de estar
en la misma sintonía.
¿Cuál crees que sea el perfil del
ejecutante de folclore?
Debe ser un artista completo, pri-
mero debe gustarle este arte, saber
bailar, investigar, conocer la mayor
cantidad de Estados; no debe ser
mediocre, si quiere hacer las cosas,
debe hacerlas bien y no limitarse
a bailar, sino mirar más allá invo-
lucrándose en la producción, en el
montaje, incluso en el vestuario, para
que pueda crecer y no sólo forme
parte de un grupo. El objetivo es
que forme sus propias compañías
y monte sus espectáculos.
¿Qué mensaje compartirías con
la sociedad y las nuevas genera-
ciones interesadas en la danza
folclórica?
A todos los que aman la danza, el
folclore y la tradición, sigan traba-
jando respetando su historia, porque
con esto demostramos el amor por
Yucatán, por México. Esto siempre
sin perder el piso. Para la Escuela
Superior de Artes de Yucatán, que
implementó la licenciatura en Danza
Clásica, debería tomar en cuenta
la danza folclórica.m