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SERVICENTRO NOR PERU S.C.R.L. con RUC N° 20100360544 debidamente representada por su
Gerente Marino Felimon Araujo Santos identificado con DNI N° 16134154, ambos con domicilio para estos
efectos en Av. Perú N° 3398, en el distrito de San Martín de Porres, provincia y departamento de Lima,
señalando domicilio procesal en la casilla N° 7353 del Colegio de Abogados de Lima sede
Miraflores y casilla electrónica 3453, lugar donde se nos harán llegar las notificaciones que recaigan en el
presente proceso, ante usted atentamente nos presentamos y decimos:
I.- PETITORIO:
De conformidad con lo establecido en los artículos 608°, 610º, 611º, 635º, 637º y 673° del Código
Procesal Civil, SOLICITAMOS, medida cautelar de ANOTACION DE DEMANDA, oficiando para tal
efecto al Registro Público de la Propiedad Inmueble de Lima e inscriba la presente medida en la
Partida Electrónica N° P01152277 del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima
correspondiente al bien inmueble ubicado en Av. Perú N° 3398 Manzana 22 lote 1 III Etapa, en
el distrito de San Martín de Porres, provincia y departamento de Lima, con el objeto de lograr la
satisfacción de la decisión definitiva a expedirse en el presente proceso así como permitir que cualquier
persona conozca la existencia de la presente demanda, en mérito a las siguientes consideraciones:
II.- HECHOS:
2.1 En el año 2000, Servicentro Nor Perú S.R.L., adquirió el lote 1 mediante formulario certificado por
abogado verificador adscrito al Registro Predial, bien inmueble ubicado en Av. Perú N° 3398 Manzana 22
lote 1 III Etapa, en el distrito de San Martín de Porres, provincia y departamento de Lima.
En efecto, adquirimos la propiedad del lote 1 de sus anteriores propietarios Carmen Emérita Barrantes
Ramírez de Rabanal y Manuel Rabanal Zelada, mediante Formulario de Transferencias del Registro
Predial Urbano de fecha 23 de agosto del año 2000, (Anexo 1-A) certificado por el abogado verificador
adscrito a dicho registro, Dr. Francisco Valverde Vidal.
Esta transferencia de participaciones corre inscrita en la partida registral de Personas Jurídicas de Lima
correspondiente a Servicentro Nor Perú SRL.
2.3 Pese a que no se inscribió la transferencia del lote 1 ello no impidió que nos comportemos como
propietarios, desarrollando las actividades propias de la estación de servicios (grifo) que sobre los 3 lotes
existía.
2.8 En el presente año 2017, tomamos conocimiento que el hoy demandado Pacora había transferido en
el año 2010 a sus co-demandados doña Mabel Reneé Rabanal Diaz y don Luis Alberto Rabanal
Barrantes el lote 1 (materia de reivindicación), hecho que fue puesto en conocimiento del juzgado
mediante escrito de junio del 2017.
Así es señor Magistrado, como lo vengo manifestando, mis anteriores transferentes del bien inmueble
materia de Litis, no tuvieron mejor idea para mantener la propiedad de mi bien inmueble que realizar un
contrato con simulación absoluta, con el señor Pacora quien fue la interpósita persona que figuraría ante
los registros públicos como el nuevo titular registral del predio de mi propiedad.
Se preguntará usted porque hicieron esto el señor Pacora y mis anteriores transferentes, muy fácil, esto
se realizó porque mis anteriores transferentes no podían desalojarme del bien inmueble materia de Litis
porque yo era el nuevo propietario y como mis transferentes no quisieron regularizar el título de
inscripción observado por Registro Públicos y en lugar de subsanar el título lo tacharon, es que no
tuvieron mejor idea que volver a vender mi predio, pero de forma simulada, para ello celebraron un
contrato simulado con el señor Pacora donde este último compraba mi bien inmueble, para de esta forma
el nuevo titular del registro si me pueda demandar el desalojo, que no podían realizar mis anteriores
transferentes porque yo tengo justo título y me encuentro en posesión del bien inmueble materia de Litis.
Como no prosperó esta demanda de desalojo porque también somos propietarios del bien inmueble es
que nos demandaron la reivindicación del bien inmueble en el año 2009 y al año siguiente en el 2010 el
co-demandado Pacora vende el predio materia de Litis a los familiares de mis anteriores transferentes,
quienes en lugar de presentarse al proceso, porque había operado la sucesión procesal o en su defecto
el demandado Pacora debió informar a la judicatura que ya no era el titular del predio, nunca informaron
de ello al juzgado, y durante el 2010 hasta el presente año 2017, hemos estado litigando con el
demandado RAÚL BENJAMIN PACORA ZUÑIGA quien ya no tenía legitimidad para obrar activa en el
proceso desde el 2010.
Recién tomamos conocimiento en el mes de junio del presente año 2017, que el demandado Raúl
Benjamín Pacora Zúñiga transfirió nuestro predio en el año 2010 mediante contrato de compra venta a los
familiares de mis anteriores transferentes, con lo cual se prueba que Pacora tuvo mala fe desde un
principio cuando suscribió el contrato de compra venta con los padres de los actuales titulares del
registro.
Esto acredita que los codemandados utilizaron el proceso para desalojarme indebidamente e interponer la
demanda de reivindicación materia de nulidad de cosa juzgada fraudulenta, ya que han utilizado el
proceso de reivindicación para obtener su objetivo, es decir el proceso ha sido llevado con fraude
procesal, con la única finalidad de perjudicar mi derecho.
2.10 Los nuevos titulares resultan ser familiares directos de quienes nos vendieron el lote 1 materia de
sub litis, demostrando con ello que la adquisición del co -demandado Pacora en el año 2002 y la
adquisición de los codemandados doña Mabel Reneé Rabanal Díaz y don Luis Alberto Rabanal Barrantes
en el año 2010, fueron actos jurídicos revestidos de mala fe, pues conocían de la inexactitud del registro.
Así es, como lo venimos manifestando los co-demandados conocían de la inexactitud del registro por tal
motivo al tener ellos pleno conocimiento que el bien que estaban adquiriendo nos pertenecía, ya que
fueron sus padres Carmen Emérita Barrantes Aguirre de Rabanal y Manuel Rabanal Zelada, quienes nos
transfieren el predio materia de sub Litis, con ello se demuestra que los nuevos titulares del predio en los
registros públicos Mabel Reneé Rabanal Díaz y Luis Alberto Rabanal Barrantes actuaron de mala fe, lo
que trae como consecuencia que en defecto de la inscripción, tiene preferencia aquel que ostente título
de fecha anterior, con lo cual mi derecho de propiedad prevalece respecto a los demandados, al ser de
fecha cierta más antigua.
2.11 Continuando con la narración de los hechos, finalmente, en ejecución de sentencia del proceso de
reivindicación, el juzgado ejecutó la sentencia entregando la posesión en favor de Raúl Benjamín Pacora
Zuñiga. Así es la judicatura ha entregado la posesión del bien inmueble a quien ya no es titular en los
registros públicos de mi predio, quien vendió el bien inmueble a los hijos de mis anteriores transferentes,
quienes se coludieron con el co demandado Raúl Pacora para perjudicar nuestro derecho, y quien alegó
en el proceso que actuó de buena fe y como lo podemos apreciar no fue así, siempre tuvo conocimiento
que nosotros éramos los verdaderos propietarios del bien inmueble materia de Litis, que no hemos podido
inscribir nuestro derecho porque nuestros anteriores transferentes no subsanaron la observación
realizada por la SUNARP.
De otro lado los hijos de mis anteriores transferentes no podrán alegar que han adquirido el bien inmueble
de nuestra propiedad de buena fe de quien figuraba como propietario en los registros, ya que ellos al ser
hijos de mis anteriores transferentes sabían que sus padres nos habían transferido el bien inmueble
materia de Litis el 23/08/2000 y que dicho bien lo volvieron a transferir sus padres en el año 2002 al señor
Pacora y nosotros le interpusimos una demanda de nulidad del acto jurídico en el año 2003 a sus padres
y señor Pacora, es por ello que con esta actitud se demuestra que los codemandados no tenían buena fe
y conocían de la inexactitud del registro al momento de adquirí el bien inmueble materia de litis.
2.12 Debemos tener en cuenta tal como lo ha establecido la Corte Suprema de la República en la
Casación N° 3464-2013-Lima Norte, cuando se acredite que la inscripción no es de buena fe, se debe
preferir el título de fecha cierta más antigua. 10 Motivo por el cual procedo a transcribir el criterio del
Tribunal2 con respecto al mejor derecho de propiedad establecido en la casación N° 3464-2013-Lima
Norte.
En el caso sub examine las instancias han determinado que si bien la inscripción del derecho del ahora
recurrente y su hermana respecto del bien sub litis es anterior a la del demándante, también han
determinado que tal inscripción no es de buena fe, por cuanto es de presumirse que el recurrente y su
hermana, en su condición de hijos, conocían que el bien ya había sido transferido con anterioridad a la
demandante, además del presumible conocimiento de los diversos procesos judiciales existentes entre
las mismas partes. Por tal razón, se debe preferir el título de fecha cierta más antiguo, que corresponde al
demandante
2.13 Por su parte, tanto el demandado Pacora y sus codemandados Mabel Reneé Rabanal Diaz y Luis
Alberto Rabanal Barrantes adquirieron el bien de nuestra propiedad, en la forma en que se encontraba,
es decir, ocupado, pues adquirieron el bien inmueble sin entrega de posesión.
De la perspectiva del Código Civil, la posesión es un derecho real que se configura por la conducta o
actos objetivos que desarrollan las personas sobre los bienes, en tanto se produzca el ejercicio de hecho
de uno o más poderes inherentes a la propiedad habrá posesión.
La sentencia cuya resolución N° 57 de fecha 16 de noviembre del 2015, expedido por el juez del Juzgado
Mixto de Condevilla, en el expediente N° 01279–2009–0-0904-JM-CI-03, sobre reivindicación, nos causa
agravio, porque dicha resolución que pone fin al proceso, se ha llevado a cabo utilizando un proceso
fraudulento donde los co-demandados se coludieron con la única finalidad de despojarnos de nuestra
propiedad.
Por ello manifestamos que esta Resolución, debe ser anulada porque es el resultado de una conducta
fraudulenta celebrada entre los co-demandados, quienes utilizaron el proceso civil de reivindicación con la
única finalidad de despojarnos de nuestra propiedad.
De conformidad con las prescripciones de nuestro orden positivo, para que se proceda al dictado de
medidas cautelares, es necesario que concurran los siguientes elementos:
A.- Que el derecho que invoca el solicitante se encuentre aparente o verosímilmente acreditado en autos.
B.- Que concurra peligro en la demora o cualquier otra causa cuya importancia justifique el dictado de la
decisión preventiva.
C.- Que el pedido cautelar sea adecuado o razonable para garantizar la eficacia de la pretensión.
El artículo 608° del Código Procesal Civil concordado con el artículo 673° del mismo Código Procesal
Civil exigen la configuración de los requisitos glosados para que pueda dictarse válidamente una medida
cautelar, debiendo resaltarse que dichas exigencias son establecidas por medidas cautelares de toda
forma que se deban expedir antes de la iniciación del proceso o cuando el proceso se halla en trámite –
como en el presente caso-.
“La finalidad del proceso cautelar consiste en asegurar la eficacia práctica de la sentencia por
resolución definitiva. De allí que la fundabilidad de la pretensión que constituye su objeto no
puede depender de un conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida en
el proceso principal, sino de un conocimiento periférico o superficial dirigido a lograr una
decisión de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido en el proceso.
Para obtener un pronunciamiento de una resolución que estime favorablemente una pretensión
cautelar, en consecuencia, resulta suficiente la comprobación de la apariencia o verosimilitud del
derecho invocado”
(Martínez Botos, Raúl “Medidas Cautelares” Univ. Bs. As. 1990 Pág. 44-45)
“El solicitante de la medida cautelar deberá demostrar al Juez que la pretensión principal, que se
intenta garantizar tiene una posibilidad razonable de ser declarada fundada al pronunciarse la
sentencia (…) resulta humanamente imposible que el juez pueda tener certeza de que la
medida solicitada garantizará el futuro derecho a ser considerado por la sentencia.
Adicionalmente, la propia estructura del pedido cautelar , al buscarse con urgencia un
mecanismo que acabe con la situación de peligro, impide un análisis detallado de la fundabilidad
de la pretensión llevada al proceso. ”
(Monroy Palacios, Juan José; Bases para la formación de una teoría cautelar. Comunidad 2002,
Lima, pg.170)
La eficacia de una sentencia radica en el hecho que la misma pueda ser ejecutada.
El pedido cautelar justamente tiende a la adopción de medidas que permitan que cuando el
proceso concluya el pronunciamiento definitivo o sentencia definitiva pueda hacerse efectiva, sin
perjuicio para el solicitante por la demora ocasionada por el transcurso del tiempo.
De las circunstancias anteriormente expuestas, se advierte con absoluta claridad que, en caso
de no dictarse la medida cautelar peticionada, se podrían configurar actos perjudiciales como
son actos de disposición de los demandados y con ello no poder garantizar nuestra pretensión
en forma debida.
VI.- ANEXOS:
POR TANTO:
A Usted Señor Juez, pedimos dar tramite a este proceso cautelar según corresponda.
PRIMER OTROSI DIGO: Que, ofrecemos como contracautela, la caución juratoria para lo cual se
legaliza la firma ante el secretario cursor.