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Acabo de leer un libro ‘acerca de la cólera y el enojo’, en el que describen toda una serie de
situaciones susceptibles de provocarlas. La cólera según unos autores es una emoción natural
a la que es necesario dar rienda suelta. Otros afirman que la cólera no es natural < entre ellos
está Robert Conklin, autor del libro que leí >. No mejora a las personas. La rabia, el enojo y
la ira, jamás han dado resultado en la vida de nadie . Esta polémica de ‘entendidos’ de la
materia, deja entrever lo complicado del tema, en el que pretendo meterme a explorar y lograr
autoayuda y superación < tanto para mí, como para mis lectores, a los que pretendo servir de
ayuda >, dada la amplia gama de actitudes y comportamientos humanos
No se nace con la cólera. Esta se adquiere. En determinado momento, ello nos permite
conseguir algo que deseábamos.
De niño, usted lloraba. Si con ello no conseguía atraer la atención de los demás, empezaba a
gritar. Si seguía sin obtener resultados, se entregaba a un berrinche: dando patadas,
agitándose, golpeándose (incluso la cabeza) contra cualquier cosa que tuviera a mano. De
esta forma solía conseguir lo que quería y lograba que la gente haga cosas por usted. Para ello
era necesario enfurecerse y encolerizarse de verdad; pero se conseguía atraer la atención de
los demás. Hacían lo que usted quería y usted se sentía mejor.
Ahora, usted ha crecido. Pero, ¿de veras ha crecido? ¿sigue enojándose cuando desea que la
gente haga algo que sea de su gusto?...¿sigue enfureciéndose, agitándose y rabiando, para
obtener las respuestas que usted desea?....el consejo de R. Conklin es que “ aunque le parezca
injusto o cruel, por mucho que arda y se agite por dentro, el mundo no va a hacer nada con
su vida… de nada le va a servir”.
Tanto usted como yo, hemos visto a gente que se enfurece y se enoja y las personas
de temperamento más retraído, acaban cediendo. De hecho, en algunas discusiones,
la persona que más vocifera y más grita, es la que más razón parece tener. Se trata de
un proceso de conducta muy desagradable para llegar a una decisión; pero a algunas
personas les da resultado. Al final, esas personas se quedan aisladas. No progresan.
Acaban siendo conocidas y señaladas por su falta de madurez y mala conducta y los
demás evitan su trato.
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¿Cómo afrontar la Cólera?
No hay ninguna circunstancia rutinaria y cotidiana que ofrezca más posibilidades de
irritarse, que el hecho de conducir un vehículo.
Compre una vieja camioneta fuerte; instale unos enormes parachoques y mata perros;
instale un sistema de altavoces y bocinas; llénela de luces estridentes… y podrá
pasarse la vida recorriendo las autopistas y apartando a los demás de su camino;
haciendo sonar todas las bocinas y altavoces, cuando cometan algún error. Puede
incluso, detenerse de golpe, delante de los que lo siguen de cerca, para que se
estrellen contra la parte trasera de su vehículo, destrozándoles la máscara y faros sin
que el suyo sufra desperfectos.
Eso les enseñaría a portarse como es debido, ¿verdad ?....así usted no tendría que
reprimir su enojo…. Pero, su vida estaría dominada por la cólera y acabaría hecho un
desastre.
Analice todas las situaciones que le enfurecen. Evítelas. Reconozca qué es lo que le
irrita y deje de exponerse a esas situaciones. La cólera la desarrolla usted y, si usted
no lo impide, puede convertirse en un hábito.
La causa más significativa de cólera con los demás, es la creencia de que los
demás nos están haciendo cosas terribles. Nos están amenazando; nos tratan
mal; nos ignoran… y eso causa perjuicio a nuestra frágil dignidad. Se trata de
una emoción defensiva < cuando nos enojamos, somos más fuertes, más
salvajes, más destructores >.
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Personalmente, yo no creo que las sugerencias y propuestas que intento
explorar en este trabajo, constituyan una respuesta o solución para todo el
mundo. El tema es muy complejo y con muchas facetas de conducta. Pero, sí
estoy convencido de que cada persona “tiene que aprender a afrontar sus
emociones a su manera”.
Mi consejo es “ponga en práctica estas ideas. Si le dan resultado, siga
empleándolas. En caso contrario, déjelas y pruebe otra cosa. Pero, siga
intentándolo, porque usted tiene la facultad de organizar su vida, de tal manera
que le permita alcanzar algo beneficioso para usted.” ¡ ESO ES
DESARROLLARSE ¡.
Pasemos al odio. El odio puede adquirir muchos aspectos: puede parecer sarcasmo,
frialdad, indiferencia, crítica cáustica o bien prejuicio. De entre todos estos
disfraces, el más perjudicial y más profundo es, probablemente, el prejuicio. El
prejuicio constituye una válvula de escape del odio, mucho mayor que cualquier otra
característica del ser humano. El prejuicio abre, entre las personas, un abismo mucho
mayor que cualquier otra fuerza, causando inevitablemente muchos más daños
espirituales y mentales, a la persona que lo sufre. El prejuicio es debido a la ignorancia
y estrechez de miras. Estas personas suelen atacar con beligerancia las creencias de
los demás, en la esperanza de conseguir con ello, enderezar los tortuosos caminos de
su mente confundida. La discriminación es una forma de prejuicio. El prejuicio se
convierte en algo traicionero y perjudicial, cuando penetra en algún grupo con
inclinaciones parecidas < por ejemplo, en grupos de miembros de una iglesia; sectas
políticas; camarillas dominadas por intereses egoístas que causan división en
empresas e instituciones; prejuicios entre las distintas edades; prejuicios entre los
sexos >.
Las personas se necesitan mutuamente, por sus diferencias, no por sus similitudes.
Los jóvenes necesitan a los adultos y los mayores necesitan a los jóvenes. A los
hombres los ayudan las mujeres y viceversa. En la empresa es bueno que existan
varias ideas sobre un mismo tema.
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ampliarse, empieza a morir y sucumbe como consecuencia de los parásitos del
odio y la indiferencia.
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¡SI QUIERE LLEVARSE BIEN CON LOS DEMÁS, ES IMPRESCINDIBLE QUE
PRIMERO SE LLEVE BIEN CON USTED MISMO¡
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Para afrontar las ACTITUDES NEGATIVAS, Robert Conklin nos sugiere algunas
ideas útiles:
1- Si hace algo, ya está empezando a curarse. Siga esforzándose.
2- Cuando se desahogue, no diga o haga cosas que después pueda lamentar.
3- No se eche la culpa. Sus emociones no son usted.
4- No eche la culpa a los demás. El responsable de sus sentimientos es usted.
5- Usted es responsable, también, por la forma en que los demás lo traten.
6- No permita que la droga, la bebida y los hostigamientos conviertan su vida
en un estúpido viaje.
7- Libérese de la tensión. Aprenda a reírse de lo que ocurre.
8- Comente con los demás, sus puntos en conflicto. Averiguará que no está
solo.
9- Si la situación le resulta inmanejable, busque ayuda de alguien < o váyase
al parque zoológico y grítele a los lagartos; cave un hoyo y vuélvalo a llenar
>. Haga algo violento, absurdo..pero inofensivo.
Las actitudes no las desarrolla usted sentado en la sala de su casa y leyendo acerca
de ellas. Tampoco las desarrolla sentado con las piernas cruzadas, meditando hasta la
noche. Casi todas las personas se esfuerzan en su trabajo, en su familia y en toda una
serie de actividades, tratando de obtener el máximo provecho de sus vidas. Pero la
cólera, el desaliento, la envidia, la rivalidad y aún el odio; aparecen de vez en cuando y
no es fácil hacerlas desaparecer. Los pensamientos y las acciones; las actitudes y el
comportamiento van juntos. Si cambia uno, cambia lo otro. Y en este trabajo- que
intento reflexionar - he tratado de analizar las cosas que hay que hacer, para que las
relaciones con los demás, resulten más satisfactorias. Y el sentido común y la
experiencia me señalan que debo adquirir nuevas actitudes y una forma de pensar
más positiva, para poder actuar en forma distinta y mejorar mi relación con el
mundo.
Sea buen oyente. Sea comprensivo. Haga que las personas se sientan
importantes. Sea tolerante. Afronte la resistencia con paciencia, armonía y
razón. Deje que los demás sean ellos mismos. Entréguese. Son algunas formas
de actitudes apropiadas.
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GERENCIA EMOCIONAL
No Somos responsables de “lo que sentimos”
(Las Emociones No se eligen, Ni se planifican)
Pero Sí Somos responsables “de aquello que
Hacemos con lo que sentimos”
Lo que Importa es ‘Cómo se Gestiona lo que se hace con ellas’
Escogemos nuestra Actitud y nuestra Conducta
“Pensar que algo nos será dado, Sin que hagamos algo por ello
Y quejarnos por no recibirlo, contribuye a la ‘Contaminación Emocional’
> Tu Eliges lo que deseas reflejar en Tu entorno y eso mismo recibirás.
(Escrito hace más de 400 años)
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