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Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Artes
Escuela de Diseño Industrial
Sistemas de Gestión Ambiental
E.D.I. Ferney A. Granada Revelo

Uso de glifosato en Colombia, un debate entre el Ministerio de salud y las Autoridades

contra la droga y el delito

A finales de abril de 2015 se presentó una nueva discusión sobre el uso del glifosato como

principal herbicida para eliminar cultivos ilícitos, ya que el Ministerio de salud manifiesta la

importancia de suspender inmediatamente el uso de este producto ya que se presume que

puede ocasionar enfermedades y afectar gravemente la salud de las personas residentes en

áreas aledañas a los cultivos de coca. Por otra parte, los cultivos de coca se contemplan

como una problemática que debe ser atacada con os medios más efectivos ya que Colombia

es reconocido como el primer país productor de esta planta y las sustancias ilegales

derivadas de éste.

A través de un comunicado, la cartera de salud, apelando a su obligación de cumplir y acatar

órdenes emitidas por la corte constitucional, hace un llamado a las autoridades para

abstenerse de usar el herbicida, el cual representa grandes riesgos para la salud humana

por ser considerado como una potencial causa de cáncer.

El ministro de turno Alejandro Gaviria, informa a las autoridades y al Consejo nacional de

estupefacientes sobre los resultados de una investigación realizada por expertos de la

Agencia Internacional para la investigación en Cáncer, entidad perteneciente a la OMS y

que clasifica al glifosato en el primer lugar de cinco plaguicidas probablemente

cancerígenos para los humanos. Teniendo en cuenta que Colombia es el mayor productor
mundial de cocaína seguido por Perú, utiliza el glifosato desde el año 2000 para llevar a

cabo intensos programas de erradicación de cultivos ilícitos.

La Defensoría del pueblo de Colombia respalda la sugerencia del Ministerio de salud que

por años ha realizado estudios sobre los efectos negativos del herbicida, por otra parte el

Plan Colombia que fue aprobado por parte del Senado de los Estados Unidos en junio del

año 2000, aportando 603 millones de dólares para apoyar y fortalecer a las fuerzas armadas

Colombianas para combatir el narcotráfico y los cultivos ilícitos, desde esa fecha, el

gobierno Estadounidense ha proporcionado tanto las aeronaves como los pilotos que se

encarguen de esparcir el químico desde el 2011, ya que al principio solo se suministraba el

químico, ahora la compra de este le corresponde a la policía antinarcóticos.

Por otra parte, Estados Unidos sigue respaldando el uso del herbicida, argumentando que,

si no aprobara su calidad y seguridad, no promoverían su uso, sin embargo, expresan que

la última palabra es del gobierno colombiano.

Para la defensoría del pueblo en voz del entonces defensor Jorge Armando Otálora, la

consideración más representativa es el impacto directo sobre las personas que se ven

directamente afectadas y las consideraciones científicas de la OMS que corroboran el riesgo

que el herbicida representa como potencial fuente cancerígena. Por otra parte, la

prevención es la mejor manera de disminuir el riesgo de posibles afecciones a la salud

humana, no es sensato esperar que se presenten resultados negativos en las personas para

tomar medidas correctivas en un proceso que puede ser modificado antes de generar

mayores complicaciones. Además, es evidente que si se realiza una acción preventiva y se


asegura que un factor en evaluación efectivamente es o no una fuente de riesgo, puede ser

reincorporado sin dificultades, mientras que, si efectivamente se encuentran resultados

malignos para la salud, se habrá eliminado un factor de mayor riesgo para las comunidades

próximas a las áreas de fumigación.

En cuanto a las posturas contrarias de la OMS frente a las afirmaciones del gobierno de

Estados Unidos, por un lado, la mención del glifosato como potencial cancerígeno versus la

postura a favor del uso de la sustancia, la defensoría del pueblo, mantiene una postura de

preventiva exigiendo esta misma mirada por parte del gobierno.

Existe una cuestión que presenta nuevas consideraciones para mantener la postura de la

Defensoría del pueblo y el Ministerio de salud, ¿Qué es más perjudicial para el pueblo, el

uso de glifosato o la expansión de los cultivos ilícitos?, para lo cual se reconocen las

implicaciones del narcotráfico en la sociedad, pero se mantiene una consideración de

protección de la salud humana, mientras que también se puede acudir al otro método de

mitigación y erradicación de cultivos ilícitos como la erradicación manual, la cual se

considera menos dañina que la fumigación pero representa un mayor riesgo por la cantidad

de personas que ejecutan esta actividad.

El ministerio de defensa mantiene la intensión de realizar las fumigaciones hasta ser

notificados por orden presidencial o el mismo Consejo nacional de estupefacientes, esta

consideración se hace teniendo en cuenta el riesgo de posibles emboscadas y activación de

minas que se presentarían en estos cultivos.


Desde el año 1984 los expertos del Instituto nacional de salud advertían de potencialidades

nocivas para la salud no solo cancerígenas, también problemas de la piel, reproductivos y

abortos, pero se tomó la decisión de mantener la guerra anti drogas en zonas críticas a peras

de las consideraciones evidentes. Para esto se estableció que cada medida de control debía

estar acompañada por un monitoreo epidemiológico con un centro de investigación para

reconocer y hacer un seguimiento a las posibles afecciones a la población, lo cual no se llevó

a cabo. Desde ese entonces se han presentado cantidades importantes quejas y sentencias

por parte de las cortes por afectación a la salud, problemas oculares y gente remunerada

por problemas de salud.

Aproximadamente 27mil familias han manifestado problemas en sus cultivos, producto de

las fumigaciones realizadas en terrenos colindantes. Lo cual arroja resultados que no solo

obedecen a problemáticas relacionadas con posibles casos de cáncer, sino también las otras

problemáticas mencionadas y otras consecuencias del proceso de fumigación con este

herbicida.

La OMS y la Universidad de los Andes hicieron un estudio epidemiológico donde con una

muestra de alrededor de 52mil pacientes en Colombia, donde se evidencian solo las

afecciones en la salud humana anteriormente mencionadas, sino que también se presentan

impactos en animales y otras plantas. Esto demuestra una evidente situación de impacto

grave para la salud por parte del uso de glifosato.


El exministro de salud Camilo González Pozo afirma que Colombia es uno de los pocos países

(por no decir el único) que usa el glifosato y además lo combina con complementos como

el Cosmoplus y el POEA los cuales representan un mayor impacto y riesgo.

En la actualidad sigue habiendo procesos de aspersión de glifosato, se eliminó el proceso

aéreo pero ahora se aplica de manera terrestre, las consideraciones son propias del

ministerio de defensa, pero lamentablemente no se ha tomado ninguna medida de

restricción a pesar de las dudas que aún se presentan en cuanto al potencial peligro que

representa el herbicida.

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