Los mundos sutiles

Danza, Arte y Humanidades I

Javier Ara Sauco
03/03/2015

Los mundos sutiles

El pasado 3 de marzo tuvimos la oportunidad una vez más de disfrutar de Danza y Palomitas, un
ciclo de proyecciones en torno al video-danza y creaciones audiovisuales en colaboración con la
danza que ha dirigido la alumna del CSDMA Laura Cortés. En esta ocasión el director de cine
Eduardo Chapero-Jackson nos acompañó en el visionado de su película documental Los mundos
sutiles, nominada a los Premios Goya como mejor largometraje documental en 2012.

El director nos propone un viaje cinematográfico diferente. A partir de la figura del poeta y
dramaturgo Antonio Machado, el director crea una personal filme sobre su figura, híbrido entre la
ficción y el documental. Lleno de imágenes sugerentes y lejos de una aproximación al uso, Chapero
recurre a la figura de una estudiante de danza, Sira, para tomarla como hilo conductor y establecer
dos historias paralelas que se cruzan constantemente, la de ella y la del escritor. Ella es una chica
que vive en una ciudad contemporánea y se acerca al poemario de Machado para abordar una
prueba de danza. Chapero Jackson cuenta para este papel con la ayuda de Amaia Pardo, bailarina y
ex alumna del Conservatorio Superior de Danza María de Ávila de Madrid, institución que ha
participado de manera activa en la creación de la película. Así pues el director encuentra en la danza
una vía para hacer una puesta en escena de algo tan abstracto como es la poesía. La literatura de
Antonio Machado, fiel representante de la generación del 98, es el punto de partida de una
recreación libre e imaginativa de su poemario. Su personalidad y relevancia, enmarcadas en una
época convulsa, quedan perfectamente retratadas, y es así como a pesar de ser una figura de nuestro
pasado cobra una sorprendente vigencia. Chapero enfrenta sus textos con imagenes que aluden a la
actualidad y el ritmo y atmósfera que el director crea nos zambulle en una personal y novedosa
forma de ver a Machado y su obra .

Tras el visionado disfrutamos de un coloquio donde el director nos explicó cómo fue su experiencia
al trabajar por primera vez con la danza y de qué manera se enfrentó a este mundo que desconocía,
pero que ha conseguido tratar con tanto atino. Para él, la fuerte capacidad evocadora de la danza le
ha servido para complementar el mensaje de la obra del escritor y ofrecer al espectador otra forma
de percibir su poesía. Definitivamente lo consigue y abre un camino de exploración de la danza en
el mundo cinematográfico, demostrando que la danza y el cine pueden formar un interesante
tándem.