You are on page 1of 14

DOMINGO IV Tiempo Ordinario-Ciclo C

“Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su


tierra”.

BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano


ORACIÓN COLECTA DEL DOMINGO IV, T.O.- C

“Señor, concédenos amarte con todo el corazón y que


nuestro amor se extienda también a todos los hombres”.
«Mi boca cantará tu
salvación, Señor»

Salmo (70)
Lucas 4, 21-30

«En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la


sinagoga : ´Hoy se cumple esta escritura que
acaban de oír`. Y todos le expresaban su
aprobación y se admiraban de las palabras de
gracia que salían de sus labios.
La Palabra de Dios es poderosa y admirable.
Nos sentimos dispuestos a acogerla.

Pero nuestro egoísmo y nuestras debilidades nos


desaniman o nos mueven a rechazarla.
Hoy, Cristo es rechazado.
Y decían : ¿No es éste el hijo de José?
Y Jesús les dijo : Sin duda me recitarán aquel
refrán : Médico, cúrate a ti mismo; haz también
aquí en tu tierra lo que hemos oído que has
hecho en Cafarnaúm.
Nos gusta recibir favores y milagros, pero nos
duele agradecer y reconocer méritos ajenos.
Despreciamos lo conocido y cotidiano.
Lo sufrió Jesús, lo sufriremos nosotros.

Por inseguridad, orgullo o envidia


nos negamos a ver.
Competimos con los otros en lugar de
competir con nosotros mismos para ser
mejores.
Y añadió : Les aseguro que ningún profeta es
bien recibido en su tierra. Les garantizo que en
Israel había muchas viudas en tiempos de Elías,
cuando no hubo lluvia del cielo tres años y seis
meses, y el hambre azotó a todo el país; sin
embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías,
sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de
Sión.
Jesús los invita y nos invita a examinarnos a nosotros
mismos.

Nos engañamos y nos creemos buenos y


merecedores de todo el favor divino.
Pero si no nos conocemos y si no aceptamos
nuestras fallas, nunca saldremos de ellas.
Y muchos leprosos había en Israel en tiempos
del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de
ellos fue curado, más que Naamám, el sirio.
Es una invitación a pensar si las diferencias o
menosprecios que hacemos son justos.

Nosotros
juzgamos según Para el Señor lo
nuestras que cuenta es la
fe y la Aprendamos a
simpatías;
confianza. valorar con
somos injustos.
criterios limpios.
Queremos ver La fe es anterior
milagros para al milagro.
creer
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron
furiosos y, levantándose, lo sacaron fuera del
pueblo y lo llevaron a un barranco del monte sobre
el que estaba edificada la ciudad, con intención de
despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de
ellos, continuó su camino».
Palabra del Señor.
Se disgustaron. Les dolió oír la verdad sobre ellos.
Se encendió el odio, no entendieron que la verdad
puede doler pero nunca hace daño.
Hoy sucede lo mismo.

Pero Jesús pasó por en medio de ellos.


También nosotros, si nos apoyamos en Jesús,
podemos pasar las pruebas y quedar libres y
superados.
Tenemos el deber de vivir y proclamar
la Palabra de Dios.
Y podemos hacerlo confiados porque
«Lucharán contra ti, pero no te vencerán,
porque yo estoy contigo para librarte»
Jer. 1, 19

«Sean misericordiosos, como también su


Barthimeus, Instituto para el Progreso Humano Padre es misericordioso» Lc 6, 36

You might also like