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ODONTOLOGIA ACTUAL COMO UN RESULTADO DE

LA DENTISTERIA DEL PASADO

Ernesto González A. *

Resumen

El artículo es básicamente informativo acerca del dentista del pasado y su actitud, en contraste con la
filosofía del odontólogo actual. Un concepto nuevo nace en 1926 con la fundación de la Sociedad
Gnatológica. El odontólogo de nuestros días tiene la función de rehabilitar el funcionamiento de un
sistema (el estomatognático), en contraste con la rehabilitación aislada de los dientes en el pasado.
(Rey. Cost. Cienc. Méd. 1(1)29-31, 1980).

El profesional en Odontología ha venido constantemente superándose en el campo de las ciencias


médicas.
Este cambio ha sido no sólo por la índole de todas las ciencias biológicas, sino impulsado por
corrientes humanizantes y socializantes de nuestro siglo.
El dentista de comienzos de siglo era un profesional que aún cuando su preparación era muy vasta,
no existía coherencia entre los estudios de anatomía, fisiología general y la aplicación práctica o
cotidiana de éstos. Por lo tanto, este aprendizaje quedaba como cultura básica sin tener aplicación
clínica. La situación se debía a los escasos conocimientos en fisiología oral, ya que los avances
tecnológicos de la época no permitían mayor avance, circunscribiéndose la investigación a cadáveres y a
los pocos aparatos de la época. Probablemente como lo manifestó un dentista vienés a principios de
siglo: “El diente demandaba del dentista toda la atención para su restauración, haciendo que se perdiera
toda la relación entre el diente y los tejidos de soporte, así como la relación con el resto del organismo
humano” (1). Esta situación hizo que el diente fuera el único mundo del dentista del pasado sin
relacionarlo con las otras entidades del sistema masticatorio entre las que encontramos: dientes,
periodonto, articulación temporo-mandibular, músculos, sistema vásculo nervioso. Cúanta limitación
existía en esta forma de pensamiento; así como existen en la actualidad profesionales que no ven más
allá de su pequeño mundo “el diente” y que al tratarlo no lo relacionan con los demás componentes del
sistema y menos con el resto del organismo humano. La dentistería era una profesión interceptiva
dedicada más a tratar los efectos que la etiología de las enfermedades orales. Sus rehabilitaciones eran
realizadas como si la masticación fuera la única función del sistema masticatorio, olvidándose las demás
funciones tan importantes como la mencionada, y entre las que citamos: fonación, respiración, deglución,
postura, dicción, etc.
Si observamos la función masticatoria, el tiempo calculable de esta función dentro de las limitaciones
tecnológicas, será de una hora a unas dos horas diarias máximo. Me explico . . . que rehabilitar un
sistema para que sea funcional por ese tiempo haciendo omisión de las demás funciones, fue
considerado para esa época como completo. Con el avance tecnológico actual más la experiencia,
hemos llegado a la conclusión de que nos estamos acercando a conocer los problemas del sistema
masticatorio: difíciles por razones fisiológicas, pero que con profesionales laborando en fisiología oral,
estamos más cerca que antes de su solución.

* Hospital Calderón Guardia, Departamento de Oclusión, Servicio de Odontología. Facultad de


Odontología, Universidad de Costa Rica.

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Nacimiento de un concepto biológico

En el año de 1926 Beverly McCollum fundó la sociedad gnatológica de California (1), la cual se
enfrascó a estudiar la fisiología del sistema masticatorio, bautizado con el nombre de sistema
estomatognático. Otro gran pionero de este movimiento fue el Dr. Charles Stuart (1) quien junto con el
anterior dio ala Odontología una serie de parámetros biológicos los cuales cambiaron el modus operandi
trascendentalmente.
Fueron los responsables de integrar y relacionar la anatomía y fisiología general a la funcionalidad del
sistema estomatognático.
Estos dos investigadores dieron la pauta para el estudio serio de la fisiología oral. Además
desarrollaron un sistema para localizar los ejes de rotación de] maxilar inferior e inventaron un aparato
capaz de aceptar la mayoría de los movimientos mandibulares (el articulador totalmente ajustable).
Laborando juntos construyeron el Gnatógrafo que literalmente quiere decir “rotulador mandibular”,
antecesor del actual pantógrafo que no es sino un aparato en el cual podemos recoger los diferentes
trazados del maxilar inferior en los diferentes movimientos límites de éste, llamados movimientos
bordeantes. Estos hombres describieron la Gnatología como la ciencia que trata la biología del sistema
masticatorio tomando en consideración la morfología, histología, patología, y terapéutica del órgano
masticatorio y aún más la relación vital de la boca con el resto del cuerpo humano. Por lo tanto, el
principal objetivo de la Gnatología es conservar las articulaciones temporomandibulares, músculos de la
masticación, dientes y periodonto y lograr un equilibrio el cual se establece cuando el odontólogo en sus
restauraciones coloca las cúspides de los dientes deslizándose suavemente sin contactar contra las
cúspides de los antagonis tas y además tomando en consideración los determinantes de la articulación
temporo mandíbular. En tal forma se minimiza la necesidad de grandes adaptaciones del paciente.
Una oclusión organizada en tal forma es concomitante con salud oral y además no pone ninguna tensión
en el sistema estomatognático.
Está bien documentado el papel que juegan los malos contactos en el síndrome de la articulación
temporo mandibular (3, 4). En contra de estos malos contactos se presenta esta nueva filosofía de una
oclusión bien organizada.
Sin embargo, no toda fue exitoso para la sociedad Gnatológica de California, ya que el concepto de
oclusión balanceada bilateral en dientes naturales trajo como consecuencia contactos traumáticos
posteriores, que coadyuvaron para el establecimiento de bolsas periodontales profundas.
Los profesionales especialistas en Periodoncia de esa época dieron la pauta y el Dr. Charles Stuart y
el Dr. Harvey Stallard fueron las personas que aceptaron las consideraciones anteriores. Trabajando con
el Dr. Peter K. Thomas comenzaron a modificar el esquema oclusal en sus reconstrucciones orales
enmendando esos contactos tan fuertes posteriores. Basados en los estudios de D’Amico (5)
comenzaron a reconstruir sus guías anteriores usando el canino como bastión para la desoclusión
posterior, lo que se llamó desoclusión canina.

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Vemos pues, como estas personas dieron un concepto global y fisiológico a sus reconstrucciones, no
sólo tomando en cuenta los movimientos bordeantes del paciente (consideración básica al restaurar una
oclusión) (2) sino que también tomaban muy en cuenta los tejidos de soporte del diente, como son el
ligamento periodontal y el hueso alveolar.
El camino marcado por estos investigadores, da la pauta para las nuevas y actuales generaciones de
profesionales. Desgraciadamente corno todo lo científico, esta concepción supone más estudio del
profesional joven, un cuidadoso diagnóstico, así como un meticuloso plan de tratamiento. Todo esto
supone que los profesionales aceptemos con la suficiente celeridad estos cambios, cosa que no es muy
fácil de inferir en el profesional ya graduado. Los que estamos dedicados a la tarea de la formación
profesional nos ha guardado el destino el reto de cambiar en los nuevos profesionales la concepción de
la Odontología como ciencia médica, y no como una simple artesanía mecanística. Definitivamente no
hay disyuntiva posible: el cambio se ha dado. Nuestros esfuerzos con los nuevos profesionales se están
realizando. Esperamos darle al país profesionales más conscientes, más preparados que sepan captar
que la boca no es un “ente aparte”, sino que está íntimamente ligado a los demás sistemas.
Todo cambio propuesto en la función de una profesión es cuestión de tiempo. Las mentes ávidas de
nuevos conceptos los aceptarán con la celeridad del caso, los escépticos tardarán más en acogerlas. La
evidencia de los trastornos producida por la odontología mecanística está ante nuestros ojos pero,
desgraciadamente sólo “vemos los que sabemos”.

ABSTRACT

The article is basically a historical review of the attitude of the dentist of the past in
contrast to the present odontological philosophy. The Gnatological Society was founded
in 1926, postulating a new concept. The present day dentist must rehabilitate the whole
functional system (stomatognostic system), instead of just the individual teeth.

BIBLIOGRAFIA

1. McCollum, B. B. and Stuart C. E.: A research report. Scientific Press. South Pasadena 1955.

2. Clayton, SA.: Border position and restoring Occlusion. Dental Clinics N.A., 15:524—541, 1971.

3. Ramjford, S. P,: Bruxism: A clinical and electromyographic Study. J. A. D. A. 62:21—44, 1961.

4. Ramjford, S. P.: Dysfunctional temporomandibular joint and muscle pain. J. Prost Dent.,
11:353-374, 1961.
5. D. Amico.: Functional occlusion of the natural teeth of man, .J. Prosth. Dent.11: 999, 1961.

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