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Nombre:Betzabeth Rodríguez
C.I.:22.523.249
El ser humano que desea ser bueno debe trabajar por perfeccionar su
naturaleza y perfeccionarla con acciones que no son naturales. Así un hombre
sano y perfecto de cuerpo puede ser moralmente imperfecto si no cumple el deber
de defender a la patria. Un hombre con ojos físicamente perfectos puede ser aun
moralmente imperfecto o malo si los emplea para espiar las ocasiones de hacer
mal al prójimo, para ver si nadie lo ve durante un robo.
Otro punto importante es que el hombre tiene más deberes cuando está
físicamente perfecto. Por ello el hombre sano y muy fuerte tiene más deberes que
cumplir que el hombre enfermo. El hombre sano tiene el deber de servir a la patria
en el ejército, de ayudar a los enfermos, de trabajar para alimentar a su familia,
mientras que todos estos deberes no los tiene el hombre indispuesto.
Las virtudes son mejores que los vicios. Entre las virtudes las hay más
excelentes unas que otras y las más excelentes deben ser practicadas
preferentemente sin descuidar, naturalmente, las inferiores.
En efecto, el buen estudiante deja los juegos- que son cosa buena-, por el estudio,
cuando llega el momento de aprender las lecciones o de ir a clase; bueno es
comer, y es un deber del hombre para consigo mismo, pero el hombre bueno
come ni más ni menos que lo que necesita para la salud, que es bien mayor.
Según la filosofía, la felicidad es el bien mayor, lo que parece claro a todos los
hombres, que el hombre anhela, tiende, y solo satisface con la felicidad.
Por su parte, el hombre del Renacimiento, en los siglos XIV Y XVI después de
Cristo, creía que la felicidad consistía en ser perfectamente hombre, ni más ni
menos. Y por esto apreciaba sobre todo lo demás ciertas cualidades humanas,
como el dominio político, el arte, la literatura y la libertad de pensamiento.
Por otra parte, la ética estudia cuestiones como qué es el bien, qué es lo que hace
que los bienes sean bienes, qué es virtud, qué es la felicidad, cuál es el sumo
bien. El término ética es de origen griego clásico y significa de vez costumbre y
costumbre moral.
En la ética cristiana, Dios manda ciertas cosas, y la obligación moral
proviene de Dios. Los practicantes de esta ética consideran que para que la
conciencia sea buena tiene que ser obediente. La filosofía que la defiende con
razones, se llama ética heterónoma; es decir, que recibe la norma de fuera, de
una persona especial. Mientras que la ética que sostiene, como Kant, que la
obligación moral proviene de la conciencia misma, que uno mismo es quien ante sí
debe responder por sus acciones, se denomina ética autónoma; es decir,
independiente de personas externas. Para ser bueno solo hay que obedecer,
pues, a la propia conciencia, no a persona alguna.
Para finalizar, ser moralmente bueno es tender a ser perfectos, con una
perfección superior a la natural, a la que fue dada en el nacimiento, ya que el ser
humano a diferencia de otros seres vivos, tiene el poder de elegir en cierta manera
cómo desea vivir su vida. Pueden optar por los que les parece conveniente frente
a lo malo.