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En 100 palabras, lea y realice un análisis ético del caso planteado que a continuación se presenta:

Ley de eutanasia infantil divide a Bélgica


Los dolores eran insoportables, cada día era una lucha. Benjamín, de 7 años, tenía cáncer de hígado
y según su madre, solo deseaba una cosa: poder morir de una vez después de dos años de
sufrimiento. Marijke, la madre, contó al canal de televisión belga RTL, tras la muerte del niño, cómo
deseaba este poder morir de forma pacífica con la ayuda de un médico. "Cuando uno ama a su hijo y
lo ve sufrir de esa forma despiadada, solamente desea que todo termine". La muerte de un niño es
especialmente trágica. ¿Pero qué sucede cuando tiene una enfermedad terminal y quiere
conscientemente dejar de vivir? En Bélgica, dentro de poco los médicos podrán dar a un pequeño
paciente una inyección o medicamentos para ayudarlo a morir. La Cámara Baja del Parlamento de
Bélgica aprobó el jueves último (13 de febrero de 2014), por 86 votos contra 44, una propuesta para
extender la ley de eutanasia que rige en el país, a menores de edad que sufran enfermedades
terminales, siempre que cuenten con el permiso de los padres. El Senado ya había avalado la medida
en un debate de diciembre del año pasado. Así, la católica Bélgica se co nvertirá en el primer país con
una regulación de este tipo. En Europa, Holanda permite la eutanasia de menores de edad a pedido,
pero a partir de los 12 años. La eutanasia también está permitida en Luxemburgo. En Suiza, la ley
permite el suicidio asistido, facilitando a los enfermos terminales consejo y las sustancias letales para
morir, que ingieren por su cuenta. Interrogantes La decisión belga arroja preguntas importantes. La
eutanasia a pedido de niños y adolescentes solo estará disponible si son "capaces de discernimiento"
y conscientes de su situación. Pero ¿puede comprender un niño de 7 años el verdadero alcance de
su deseo? La emisora belga RTBF se cuestiona esto irónicamente con una caricatura en su página de
Internet. En ella, un niño conectado a una sonda ruega a Papá Noel: "Querido Papá Noel, debo pedirte
una cosa muy difícil para mí...". Los críticos dudan que la sociedad pueda dejar en manos de un joven
la decisión sobre su propia muerte. Quien tiene menos de 18 años no puede votar ni comprarse una
casa. Todo ello por un buen motivo, considera el presidente de la Conferencia de Obispos belga,
arzobispo André-Joseph Léonard. "Y de repente deben decidir acerca de si permiten que los maten".
Rik Torfs, experto en derecho canónico y rector de la católica Universidad de Lovaina, describió estos
planes en declaraciones al diario De Standaard como una "paradoja mortal". Indicó que los niños
perciben el dolor de forma distinta a los adultos. "Los niños no pueden relativizar el dolor que
sienten". La Fundación Alemana para la Protección de Pacientes acusa a Bélgica de estar
despidiéndose de los valores humanitarios conjuntos de Europa. Por meses, la opinión pública belga
discutió este polémico tema. Las asociaciones de pacientes dijeron que había presión sobre médicos
y enfermeras para practicar la eutanasia. Los críticos dicen que los controles son insuficientes:
bastarán dos opiniones médicas y el consejo de un psicólogo juvenil o psiquiatra. Los padres por
supuesto deben dar su aprobación por escrito. De acuerdo con pediatras, no hay ninguna necesidad
de una ley "precipitada" de este tipo. "La mayoría de los equipos pediátricos nunca se vieron
confrontados en la práctica con el pedido de eutanasia de un menor", afirma una declaración común.
Creen que ningún niño debe sufrir y que la atención paliativa en Bélgica es buena. Sus defensores
dicen, en cambio, que el sufrimiento no tiene frontera de edad. También los jóvenes tienen derecho
a una "muerte digna", manifestó el senador socialista Philippe Mahoux. Las encuestas señalan que la
eutanasia tiene amplia aceptación en Bélgica, donde la mayoría entiende por eutanasia la posibilidad
de permitirle a una persona que sufre dolores intolerables una despedida pacífica de esta vida por
deseo propio. En la práctica, las consecuencias de la ley podrían ser limitadas. Los médicos belgas
esperan que en el futuro se presenten como mucho una docena casos al año de eutanasia para niños,
un número muy pequeño. Más de 1 400 personas eligen cada año la eutanasia en Bélgica. Incluso
hay casos bastante particulares: el año pasado, un hombre de 44 años pidió la eutanasia tras un
fallido cambio de sexo. Su deseo fue cumplido. En contexto. Por 86 votos contra 44, la Cámara Baja
del Parlamento de Bélgica aprobó el jueves pasado una propuesta para extender la ley de eutanasia
que rige en el país a menores de edad que sufran enfermedades terminales. La decisión tiene
detractores.

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